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Trauma de Columna Vertebral y Medula Espinal
Trauma de Columna Vertebral y Medula Espinal
Aunque no son una causa frecuente de mortalidad temprana, las lesiones de la médula espinal
(LME) producen graves efectos a largo plazo y años de discapacidad. A excepción de las
lesiones de la columna cervical alta, la mortalidad directamente relacionada con las LME es
baja, aunque la morbilidad asociada es considerable e irreversible. Para los pacientes jóvenes
con LME, los años de discapacidad y la pérdida de productividad pueden ser importantes. De
todos los pacientes lesionados del NTDB, el 1% de los pacientes con traumatismos cerrados y el
1,6% de los pacientes con traumatismos penetrantes sufrieron una LME, con una mortalidad
asociada del 13 y el 17%, respectivamente. Los accidentes automovilísticos siguen siendo la
principal causa de LME cerradas, y las heridas por armas de fuego son la causa de la mayor
parte de las LME penetrantes. En los pacientes con contusiones, la fractura de la columna
vertebral por sí sola es 10 veces más frecuente que las LME. Aunque son más frecuentes, la
mortalidad relacionada con los traumatismos cerrados de la columna vertebral es solo del 5,5%.
Los mecanismos contusos y penetrantes dan como resultado diferentes causas de LME. Las
contusiones de la columna pueden producir lesión de la médula a través de un pinzamiento
directo o manipulación indirecta. Las fracturas y las luxaciones pueden colapsar el canal
vertebral y comprimir directamente el tejido medular u ocasionar una lesión secundaria a través
de isquemia, hemorragia o edema. El tejido medular que es estirado o intensamente girado
también puede lesionarse, lo que produce un daño neuronal. Los mecanismos penetrantes
directamente laceran la médula espinal o bien producen una lesión indirecta a través de
isquemia o fractura vertebral. En ocasiones, los pacientes consultan por un déficit neurológico
que no se explica por ninguna alteración de la columna vertebral. Esta LME sin alteraciones
radiográficas puede resultar difícil de diagnosticar y tratar, dada la falta de irregularidades
óseas. Varios mecanismos, como diferentes formas de fuerza física, se han asociado con
fracturas de la columna vertebral. Mecanismos comunes son la flexión y la extensión, sobre
todo en la columna cervical, y fuerzas de compresión que comúnmente afectan a la columna
lumbar. Un patrón de lesión específica es una fractura de Chance, que consiste en una
interrupción transversal a lo largo de todos los elementos vertebrales, que se produce con mayor
frecuencia durante un accidente automovilístico. Durante un choque frontal, un cinturón de
seguridad mal colocado por encima de la cresta ilíaca puede provocar una flexión excesiva y
separación de las vértebras lumbares, lo que provoca este patrón de fractura. La figura 16-10
presenta una radiografía de la columna lumbar que muestra una proyección lateral de una
fractura de Chance.
Tratamiento inmediato
Evaluación
Para evaluar más a fondo la lesión de la columna vertebral, normalmente se requieren pruebas
de imagen de las porciones cervical, dorsal y lumbar de la columna. Aunque las radiografías
simples de la columna son aceptables, las imágenes de alta calidad y rápida disponibilidad
asociadas con la TC han hecho de esta la modalidad de elección en la mayoría de los servicios
de urgencia. Dadas las dificultades en la visualización de la unión cervicodorsal en la
radiografía simple, actualmente a menudo se obtiene una TC reservada a la columna cervical
durante la realización de las pruebas de imagen iniciales del paciente. La reconstrucción sagital
y coronal de la TC de la columna proporciona una mejor visualización anatómica. La TC ofrece
una excelente evaluación de las lesiones óseas, pero las LME se definen mal debido a la
limitación del detalle de los tejidos blandos. No obstante, la afectación del canal vertebral y el
edema de los tejidos blandos en la TC son altamente indicativos de lesión de la médula espinal.
La figura 16-11 muestra una fractura grave de la columna cervical con subluxación y
desplazamiento anterior del cuerpo vertebral.
Durante toda la evaluación del paciente, la columna debería protegerse de una nueva lesión
mediante el mantenimiento de una estricta inmovilización hasta que se puedan descartar las
lesiones. No obstante, la retirada temprana del tablero largo de columna para evitar el desarrollo
de heridas por presión es extremadamente importante. Cuando se detecte una LME, debería
realizarse con rapidez una consulta con un cirujano de columna. Cuando los servicios de cirugía
de columna no están disponibles, deberían adoptarse disposiciones inmediatas para el traslado
del paciente. A fin de evitar retrasos, deberían obviarse nuevas pruebas de imagen a menos que
los resultados tengan un impacto inmediato en la asistencia proporcionada. Las LME cervicales
con shock neurógeno requieren reanimación debido a una pérdida de tono simpático. La
mayoría de los pacientes con shock neurógeno responden a una expansión de volumen con una
solución cristaloide, pero algunos requieren fármacos vasopresores, como la dopamina o la
adrenalina. La isquemia de la médula y la progresión de la LME pueden empeorar en el
contexto de hipotensión, por lo que el shock debería tratarse de forma agresiva. El tratamiento
de la LME con corticoesteroides ha sido bien estudiado, pero sigue siendo objeto de
controversia. Varios grandes ensayos aleatorizados han demostrado pequeñas mejoras en la
recuperación tras la administración de metilprednisolona, sobre todo cuando se inicia poco
después de la lesión.22 Otros investigadores han cuestionado estos hallazgos y demostrado una
mayor incidencia de complicaciones relacionadas con los esteroides, como la infección. Por
tanto, la mayoría de los médicos está de acuerdo en que los esteroides siguen siendo una opción
que debería considerarse tras la consulta con un cirujano de columna. Cuando se administra, la
metilprednisolona se inyecta por vía i.v. rápida en una dosis de 30 mg/kg, seguida de una
infusión de 5,4 mg/kg/h durante 23 h si la inyección i.v. rápida se administró en las primeras 3 h
de la lesión. La duración de la infusión se prolonga hasta 48 h si la inyección i.v. rápida se
administró entre 3 y 8 h después de la lesión, mientras que las LME que ocurrieron más de 8 h
antes no deberían tratarse.
El tratamiento de las lesiones de columna es muy variable, dependiendo del patrón de la lesión y
la estabilidad asociada de la columna vertebral. Las lesiones de fractura-luxación cervicales se
pueden beneficiar de la aplicación de tracción en el servicio de urgencias para restaurar la
alineación de la columna vertebral. Algunas LME se benefician de una descompresión
quirúrgica temprana para reducir el pinzamiento de la médula, sobre todo en el contexto de
lesiones incompletas que muestran la capacidad de mejorar si se evita un daño posterior. Las
lesiones de la columna vertebral con inestabilidad, a menudo, requieren una fijación quirúrgica
tan pronto como se tratan los asuntos urgentes y el paciente puede ser sometido a cirugía de
columna. Las fracturas sin inestabilidad pueden precisar solo inmovilización con un collarín
rígido o un dispositivo ortopédico hasta que pueda producirse la cicatrización ósea. La tabla 16-
4 enumera las fracturas de columna vertebral más comúnmente encontradas, con las opciones
terapéuticas asociadas. Tras el tratamiento de las lesiones de la columna, debería controlarse
estrechamente el estado neurológico del paciente en busca de cambios que podrían motivar una
intervención urgente.
Valoración de la estabilidad
• La columna media consta del ligamento longitudinal posterior, el anillo fibroso posterior y la
parte posterior del cuerpo vertebral y las articulaciones facetarias.
Características clínicas
Existen los antecedentes típicos de lesión seguida de dolor localizado, hematomas, sensibilidad
y en ocasión cifosis. Se requiere una exploración neurológica cuidadosa (recuadro 16-1).
Es obligatorio examinar a cada persona con lesión cefálica en busca de una posible fractura
espinal, ya que puede pasarse por alto en el sujeto inconsciente. El manejo de un caso de este
tipo por una persona inexperta puede provocar una lesión medular irreparable.
Estudios especiales
• Radiografía de la columna. Suele apreciarse el tipo exacto de fractura. Las placas laterales son
las más importantes. Las placas de la columna cervical muestran las siete vértebras cervicales y
T1. Pueden necesitarse vistas adicionales, como la vista de nadador (posición crawl de frente) o
una vista oblicua para visualizar la parte inferior de la columna cervical y una vista con la boca
abierta para mostrar el diente.
• Tomografía computarizada (TC) para confirmar una fractura y demostrar la extensión de la
fractura conminuta.
• Resonancia magnética nuclear (RMN) para valorar las lesiones a la médula espinal o el disco
intervertebral.