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LA ARMADURA DE DIOS

Ponernos la armadura espiritual es un mandato de Dios para


resistir al enemigo y mantenernos firmes ante sus ataques.
La Nueva Traducion viviente Efesios 6:11-13 dice:
“Pónganse toda la armadura de Dios para poder mantenerse
firmes contra todas las estrategias del diablo. Pues no
luchamos contra enemigos de carne y hueso, sino contra
gobernadores malignos y autoridades del mundo invisible,
contra fuerzas poderosas de este mundo tenebroso y contra
espíritus malignos de los lugares celestiales. Por lo tanto,
pónganse todas las piezas de la armadura de Dios para poder
resistir al enemigo en el tiempo del mal. Así, después de la
batalla, todavía seguirán de pie, firmes”.
1. El cinturón de la verdad:
Lo primero que debemos ponernos es el cinturón de la
verdad. Satanás es mentiroso y padre de toda mentira (Juan
8:44). Un cristiano pierde su posición de autoridad cuando
cree las mentiras del enemigo pero también cuando dice
mentiras.
2. La coraza de la justicia de Dios:
“Defiendan su posición, poniéndose la coraza de la justicia de
Dios”,
Efesios 6:14.
Tiene que ver con lo que somos en Cristo y con nuestra forma
de vivir.
3. El calzado de las buenas noticias que traen paz:
Nuestros pies son muy importantes en la guerra espiritual.
Romanos 16:20 dice: “El Dios de paz pronto aplastará a
Satanás bajo los pies de ustedes”.
4. El escudo de la fe:
El propósito de este escudo es impedir que las flechas del
diablo lleguen a nuestro corazón. El enemigo nos conoce y
sabe cuál es el dardo que puede destrozarnos. Los dardos
pueden ser calumnias, chismes, juicios, etiquetas, envidias,
maldición que las personas ponen sobre nosotros. Cuando eso
sucede debemos levantar el escudo de la fe para que no nos
afecte.
5. El yelmo de la salvación:
Un soldado cubre su cabeza no solo para protegerse sino
como señal de que está bajo autoridad. El yelmo de la
salvación es como una sombrilla que nos protege.
6. La espada del Espíritu:
Con las otras piezas de la armadura nos protegemos, pero
con la espada del Espíritu, atacamos. Cuando Satanás tentó a
Jesús, él dijo: “Escrito está…”. Para usarla necesitamos
conocer la Palabra de Dios.
7. Orar en lenguas:
Efesios 6:18 dice: “Oren en el Espíritu en todo momento y
en toda ocasión. Manténganse alerta y sean persistentes en
sus oraciones por todos los creyentes en todas partes”.
La oración en lenguas es un arma poderosa para enfrentar
al enemigo, cuando lo hacemos, oramos la perfecta voluntad
de Dios, hablamos directo con Él, edificamos nuestro espíritu
y es la puerta de entrada a los dones de profecía, revelación y
discernimiento.

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