LA LUCHA ESPIRITUAL - Satanás rebelándose contra Dios (Is 14:13-14;
Ezeq 28:17).
TEXTO: Efesios 6:10-18
Introducción
Este es uno de los temas más importantes de la
vida cristiana. ¿Por qué?
- Afecta a todo creyente (desde el más joven
hasta el más antiguo).
- Afecta toda la vida cristiana (desde el
comienzo hasta el final).
- Afecta el testimonio cristiano (personal,
congregacional, nacional).
- Afecta el disfrute de la vida cristiana.
- Afecta el avance de la iglesia local.
- Afecta el avance de la iglesia nacional.
- Afecta la gloria de Dios.
Por eso es tan importante revisar este aspecto de
la vida cristiana.
Es un tema muy amplio. Veremos:
i. La Naturaleza de la Lucha Espiritual
ii. Los Enemigos del Creyente
iii. Los Aliados del Creyente
iv. Las Armas de la Lucha Espiritual
v. La Manera en que Debemos Luchar
vi. El Resultado Final de la Lucha Espiritual
1. LA NATURALEZA DE LA LUCHA
a. El Origen de la Lucha Espiritual
- Elemento de ‘misterio’ (Is 14:12-15; Ezeq
28:12-18).
- En “las regiones celestes” (‘celestiales’). Este
es el ‘lugar’ o la esfera donde viven los
demonios (Efe 6:12b). Fue allí que se originó el
conflicto espiritual.
- ¿Antes de la creación del mundo material?
Depende de cómo interpretamos Apo 12:4 y 9.
- Involucró a los ángeles (Apo 12:4)
- Involucró a los seres humanos, comenzando
con Adán y Eva, y luego extendiéndose a toda
la raza humana (Apo 12:9).
b. Las Metas de Satanás
- Destronar a Dios. Satanás odia el reinado de
Dios; quiere ocupar Su lugar. Desea ser Dios.
- Fomentar rebelión contra Dios (empezando con
los ángeles, y luego incluyendo a los seres
humanos).
- Destruir el orden que Dios ha creado. Dios es
un Dios de orden; ha generado estructuras
(gobierno, familia, matrimonio, etc.). Satanás
ataca todas estas estructuras, deseando
generar desorden en la creación.
- Destruir la belleza que Dios ha creado. La
creación tiene gran belleza; eso glorifica a Dios.
Satanás desea destruir todo eso.
- La belleza del mundo material (destruido
por la avaricia humana).
- La belleza de la sexualidad (destruida por la
maldad y el egoísmo humano).
- Destruir la raza humana. ¡El epítome de la
creación de Dios! Lo hace, destruyendo el
orden de la sociedad, de la familia y del
matrimonio; generando violencia y destrucción.
- Atacar a los creyentes. ¡Los hijos de Dios!
Satanás procura motivar a los creyentes a
alejarse de Dios, rebelándose contra Él,
destruyendo sus vidas familiares y
matrimoniales.
- Atacar a la Iglesia. ¡La Novia de Cristo! ¡El
Cuerpo de Cristo! Procura debilitar a la Iglesia,
sembrando divisiones, carnalidad, herejía,
apostasía, etc.
2. LOS ENEMIGOS DEL CREYENTE
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a. Satanás. El enemigo principal; felizmente,
Dios nos protege de los peores elementos de su
maldad.
b. Los Demonios. Son los seres espirituales
inteligentes que Satanás usa para atacarnos.
Dios nos protege de los más fuertes.
c. El ‘Mundo’ (el materialismo, las filosofías, el
entretenimiento, la religiosidad, la ciencia, etc.).
Estas son las cosas externas que Satanás y los
demonios usan para atacar a los hijos de Dios.
El creyente debe evitar estas cosas (1 Juan
2:15-17). Alejar a su corazón del ‘mundo’.
d. La ‘Carne’ (el sexo, la avaricia, el poder, el
orgullo intelectual, los sentimientos, la
sensibilidad, la envidia, etc.). Estas son las
cosas internas que Satanás y los demonios usan
para atacar a los hijos de Dios.
El creyente debe crucificar la ‘carne’ y sus
deseos (Col 3:5; Gál 5:24).
3. LOS ALIADOS DEL CREYENTE
a. Dios el Padre – quien es soberano sobre
Satanás y los demonios.
Tenemos que someternos a Dios, y Él nos
protegerá del enemigo (Sant 4:7-8).
Tenemos que estar quietos y confiar en Dios
(Sal 46:10).
b. Dios el Hijo – quien venció a Satanás, e
intercede por nosotros.
Tenemos que acercarnos a Él y vivir en
dependencia de Él (Heb 4:15-16).
c. Dios el Espíritu Santo – quien mora en
nosotros, y nos fortalece espiritualmente.
Tenemos que vivir en la llenura del Espíritu
Santo, para poder resistir a todos nuestros
enemigos. Sant 4:4-6.
d. La nueva naturaleza que Dios nos ha dado,
que lucha poderosamente contra la ‘carne’.
Tenemos que vestirnos de esa nueva naturaleza
(Efe 4:24; Col 3:10).
e. La Palabra de Dios, que nos alimenta y
fortalece para la lucha espiritual.
Debemos alimentarnos constantemente de la
palabra de Dios, para estar fuertes y protegidos
(1 Ped 2:2).
f. La Iglesia; los hermanos que velan por
nosotros, y ayudan a cuidarnos de Satanás, de
los demonios, del ‘mundo’ y de la ‘carne’.
Debemos evitar la trampa de alejarnos de la
iglesia (Heb 10:23-25).
4. LAS ARMAS DE LA LUCHA
Dios nos ha dado armas espirituales para
ayudarnos en la lucha espiritual. ¡Tenemos que
conocerlas y usarlas!
a. La Naturaleza de las Armas (2 Cor 10:3-5)
i. Son espirituales (v.4); no son ‘carnales’
(físicas, o psicológicas).
ii. Son poderosas (v.4); ‘dunatos’ (‘capaces’).
Ilustración: bomba de agua (capaz de
alcanzar al quinto piso).
¿Cuál es el propósito de estas armas (v.5)?
Luchar contra las “fortalezas” espirituales;
“fortalezas” que usan “argumentos” y “altivez”
contra el conocimiento de Dios el Padre (v.5a), y
contra la obediencia a Cristo (v.5b).
EJEMPLO: Los argumentos de los homosexuales, a
favor del aborto, la eutanasia, etc.
b. Los Implementos de la Guerra (Efe 6:13-18)
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i. La verdad (v.14a) – del evangelio; de la
Palabra de Dios. ¡Satanás lo ataca! Tenemos
que conocerla bien, y ser fiel a ella.
ii. La justicia (v.14b) – la justicia de Cristo es
perfecta (Apo 12:10-11). Apropiarla,
entenderla, vivirla…
¿Y la nuestra?
iii. El evangelio (v.15) – el mensaje de
reconciliación con Dios; la victoria sobre el
enemigo. Dedicar nuestras vidas a ello.
iv. La fe (v.16) – con esta arma podemos vencer
al enemigo (1 Juan 5:4-5). Creencia Y vida.
v. La salvación (v.17a) – la salvación de Dios
protege nuestra mente y corazón. Tener
nuestra mirada puesta en ella – la vida eterna.
vi. La Palabra de Dios (v.17b) – con ella nos
defendemos Y atacamos al enemigo.
Conocerla bien, y saber usarla en momentos
de tentación. ¡Como Cristo!
vii. La oración (v.18) – por medio de ella nos
aferramos de Dios, y derrotamos a los
enemigos. Desarrollar una vida de oración,
que nos salvará de las tentaciones.
¿Cuánto conocemos estas armas?
¿Cómo las usamos?
5. LA MANERA DE LUCHAR
Como creyentes, tenemos una gran
responsabilidad de velar por nuestra propia vida
espiritual (1 Tim 4:16). Debemos estar
preparados para una gran lucha espiritual.
a. No hay que luchar en la ‘carne’ sino en el
Espíritu (Rom 8:13).
b. Hay que luchar con el poder de Dios (Efe
6:10). No con nuestras fuerzas. ¡Son
insuficientes!
c. Hay que luchar con inteligencia, porque
luchamos contra seres inteligentes (que usan
artimañas y “asechanzas”, Efe 6:11 –
‘metoidea’ = ‘emboscada’, ‘un asalto por el
camino’).
EJEMPLO: Argumentos de los homosexuales.
d. Hay que luchar con disciplina (Efe 6:13-14).
Los ataques representan “el día malo”; hay que
“estar firmes”…Requiere mucho esfuerzo y
disciplina.
6. EL RESULTADO DE LA LUCHA
La lucha espiritual es feroz, pero el resultado no
está en duda. ¿Por qué no?
a. Satanás y todos sus aliados son criaturas
No pueden resistirle a Dios; menos vencerle.
Simplemente están cumpliendo Su eterno plan.
b. Dios es soberano – nadie puede contra Su
gran poder.
c. Satanás ya está derrotado (en la cruz). Col
2:13-15; el “príncipe de este mundo” ha sido
echado fuera.
d. La victoria final ya está declarada y
descrita en Apocalipsis – nadie puede
cambiar eso. Cristo vino por primera vez “en el
cumplimiento de los tiempos” (Satanás no pudo
impedirlo); menos podrá impedir la Segunda
Venida (2 Tes 2:6-8).
Conclusión
- La lucha se pondrá más fuerte al
acercarnos al fin del mundo.
- A Satanás se le dará un tiempo de mayor
libertad para atacar a la raza humana (en
general) y a los creyentes (en particular).
- Habrá que ser valientes hasta el fin.
- Cristo vendrá para darnos la victoria final.
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