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FL-2021

Introducción a la Mitología
Grupo 02
Resumen de la lectura:
“Introducción a la Mitología Griega” de Carlos García Gual
Integrantes:
Braulio C. Cordero Cruz B82292

Interpretación del Mito en el Siglo XX


Según recoge el texto de Carlos García Gual, la visión que se tenía de la mitología en el siglo
XIX era despectiva en el sentido de que se la consideraba infantil, poco cercana a la mente
racional y despierta del europeo moderno. Era vista como una etapa temprana del proceso
de desarrollo sociocultural de los europeos, quienes se veían a sí mismos como el culmen
de su civilización, siendo el baluarte de la civilización occidental. Ideas como la del
superhombre, el ser ecuánime, culto y racional, estaban muy presentes en durante la época
victoriana, a sí mismo la noción de haber superado todo el barbarismo primitivo que los
diferenciaba de aquellos antiguos quienes sus creencias eran objeto de estudio. Sin
embargo, los acontecimientos de la Primera Guerra Mundial y posteriormente la Segunda
Guerra Mundial, vinieron a transformar todos esos conceptos. La barbarie de la guerra, la
extrema violencia, el odio encarnizado y la propia auto-aniquilación, así como las
ambiciones extremas de poder, fueron a demostrar que en realidad no estaban tan lejos de
aquellos hombres primitivos de la Antigüedad, que muy en el fondo seguían siendo iguales,
su verdadera naturaleza no enteramente olvidada emergió como para recordarles así que
existían grandes semejanzas. Sumado a eso tenemos que los avances en las investigaciones
a la luz de las nuevas ciencias nacidas en las últimas décadas del siglo XIX, como a inicios del
XX, como la sociología, la antropología, la psicología, entre otras, dieron diversos puntos de
vista ante la nueva problemática de estudiar el mito. Esto conllevó al replanteamiento y
cambio de visión, donde el mito ya no era visto como una cosa arcaica, casi fantasiosa, sino
como un aspecto más relevante y centralizado de la sociedad de entonces, de la cual se
deriva la actual.

El fracaso de esta visión optimista del siglo XIX, provocó el proceso de abandono de la vieja
visión que se tuvo de los antiguos, considerados presas de sus supersticiones, por
incomprender la naturaleza material del mundo que los rodeaba. La Antropología vino a
confirmar muchas coincidencias entre mitos de diversos lugares, así como la persistencia
de muchas creencias “mágicas” insertadas tanto en las costumbres religiosas actuales como
en el folclore popular eurupeo. Abriendo así la pauta para comprender que se trataba de
una nueva o mejor dicho una vieja esfera del pensamiento humano, es decir, una forma
distinta de explicar las cosas, diferente a la filosofía y a la ciencia.
Este cambio de pensamiento se puede considerar como una generalización de los
conceptos, aunque también se lo podemos atribuir a factores externos, que no obstante ya
no vienen a traer ese gran dinamismo de ideas novedosas que se dieron el en siglo XIX, aun
así se produjeron nuevos puntos de vista como el propuesto por C. G. Jung, donde plantea
el buscar estructuras psíquicas en el inconsciente colectivo abriendo así un nuevo campo
para la teoría mítica. De igual forma los helenistas de la llamada Escuela de Cambridge en
cuyos trabajos destacaron cómo la belleza y serenidad del Panteón Olímpico era el culmen
luminoso de un largo proceso donde las figuras de Dioses y héroes se habían refinado por
encima de las formas religiosas primitivas, bárbaras y oscuras. Señalaron cómo en rituales
y mitos habían perdurado por mucho tiempo esos Dioses mistéricos, como Dionisio u Orfeo
que tenían características más arcaicas similares a deidades estudiadas por los antropólogos
en otros lugares. Supieron relacionar mito y rituales para explicar una religiosidad más
primitiva que la encontrada en los textos clásicos, cosa que escandalizó a algunos filósofos
de la época.

Todos ellos hicieron sus investigaciones en el marco de la investigación histórica


contemplando la evolución de las instituciones religiosas griegas, insistiendo en sus
orígenes, en sus implicación sociales y rituales, desde su trasfondo social arcaico. Este
enfoque historicista se abría a los estudios contemporáneos de sociología y antropología,
contrastando con a todo lo establecido anteriormente, desde la posición conservadurista
de la corriente helenista profesional de entonces, así como la posición Winckelmiana. No
obstante, todos ellos eran victorianos, concebían el mundo del mito como algo arcaico la
fuente de religiones primordiales, de donde evolucionaron de ese tumultuoso mundo hasta
alcanzar la perfección tanto en la religión como en la filosofía, para culminar con la
serenidad de los Dioses Olímpicos en la Época Clásica.

A este tipo de enfoque de las representaciones míticas donde se ve como a una etapa inicial
de una evolución de desarrollo histórico y social va a sucederle un modo distinto abordar el
tema del mito. Esta vez siguiendo una división más cómoda diferenciando tres
orientaciones fundamentales llamadas: “simbolismo funcionalismo y estructuralismo”.

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