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Universidad Monteávila

Ariadna Méndez - C.I 29.529.804


VI Semestre “A”
Opinión pública

No: inicio de cambio

Así como se dice que la pintura representa la vida, la unión de voces puede
representar la libertad de expresar las necesidades y sentimientos de un grupo de
personas, llegando al punto de poder generar un cambio en lo que se quiere
manifestar, pero ¿cómo llegar a ese punto cuando en el contexto en el que se
desarrolla el conflicto existe un abrumador silencio en el que se acepta lo que quiere
la mayoría? Si ocurre esto no puede darse una reorganización, donde la lucha por
defender y encontrar un camino mejor se vea afectada negativamente y declinen la
esperanza. No es una tarea sencilla, pero es alcanzable y es una de los
movimientos que muestra la película “No”, dirigida por Pablo Larraín, donde la
historia que se narra figura una situación de constancia y defensa de un país que no
ha sido escuchado y solo callado para aceptar lo que se ha dado.

El escenario del año de 1988 en Chile, donde la dictadura de Augusto Pinochet


luego de dar un golpe de estado en 1973 ha llegado a un momento de presiones por
las fuerzas internacionales, dando así punto de inicio a un plebiscito nacional, donde
el pueblo debía decidir con solo dos opciones “Sí” para continuar con su mandato o
“No” para darle punto final a su recorrido político. Represiones, desaparecidos,
exiliados eran colocados tras el telón de ciertas mejoras económicas y seguridad de
la nación que había logrado este régimen, convirtiendo lo mejor de su periodo
presidencial en su base para 15 minutos de propaganda diaria a través de televisión
nacional para que el pueblo les diera su voto el día de las elecciones, para el caso
contrario, el espacio de 15 minutos para la propaganda de “No” al principio atravesó
un difícil proceso para saber cómo dirigirla.

Los medios de comunicación tienen gran peso en la opinión pública, por lo que era
de gran importancia llevar un mensaje con una dirección clara y concisa; la
investigación fue el primer paso, donde la espiral del silencio representada por el
miedo, encabezaba el aumento de los indecisos a votar, “hay un proceso de
desesperanza aprendida, muy internalizado, que hace que los electores difícilmente
van a sentirse libres al momento de emitir su voto porque están completamente
reprimidos y eso hace que con toda esta cantidad de imponderables el resultado
sea bastante incierto”1, lo que generaba aún más inquietud a la hora de mostrar la
campaña.

Despertar la visión, fuerza y opinión de las personas a través de una propaganda


generaba un desafío para el “No”, que involucró una fuerte directriz y firmeza en los
integrantes al momento de realizarla, ya que estos tuvieron que enfrentarse a
reacciones y amenazas contra su integridad que fácilmente podía hacer desistir a
cualquiera, convirtiéndose en uno más que siente temor a expresar la necesidad de
otro camino político. El reconocerse en pantalla de la mano con mostrar el futuro
venidero fue la clave que dio inicio a este movimiento de votar “No”, generar ese
lazo entre todos los partidos con su logo y decir que la unión por un país mejor
existe, se convirtió en la base de momentos de felicidad y así dar voz a aquellos que
ya no estaban siendo representados por personas en pro del cambio.

Lo que estaba oculto comienza a salir, la sociedad comienza a ver y entender el


mensaje que estaba siendo mandado por la postura de no, se da carácter para alzar
esa opinión pública, inicia una respuesta de exigir no + censura; poco a poco, el
trabajo estaba tomando fuerza y se comenzaba a sentir el cada vez más el apoyo
de las personas.

Toda política debe regirse a oír y atender lo que los integrantes del territorio
nacional piden, velando por su satisfacción para brindarle la mayor seguridad y
libertad comunicativa que dé pie a la opinión pública, situación que solo puede darse
en una democracia y no en dictadura; la transparencia gubernamental es una
obligación con el pueblo, que permite crear un juicio lo más imparcial posible al
contar con la información de todo lo que ocurre en su país, responsabilidad llevaba
a cabo por los medios de comunicación, que en circunstancias de control por el
régimen se pierde gran veracidad de hechos resaltantes, limitando la creación de un
juicio propio, que no solo perjudica a la persona, sino a toda la comunidad y la
construcción de esa sumatoria de todas las opiniones individuales.

1 Larraín, P. (Director) & Larraín, J (Productor). (2012).


No [Película]. Chile, CA: Fábula.
Las encuestas como método cuantitativo de investigación social, si bien es cierto
que estas no son decisivas permiten ir en la búsqueda de nuevas estrategias y
tomar decisiones que permitan ganar la confianza de más individuos, que podrían
traducirse en votos, por lo que esta técnica no fue excepción en este contexto en
que es basada la película. Teniendo días previos a las elecciones una encuesta a
nivel nacional donde la postura de “Sí” iba ganador; la medición de la opinión
pública en unas elecciones no siempre puede ser la conclusión más acertada,
recordando que aún existe temor o personas indecisas al momento de realizarla, si
bien puede dar una fotografía del momento no da por seguro que sea el resultado
final.

El grupo que mejor esté organizado realizará más ruido, haciendo creer que son la
mayoría, aunque quizás no lo sea, situación referida al clima de opinión que se vivía
cerca de las elecciones del plebiscito, donde en las calles existía grandes
celebraciones a favor de la campaña de “Sí”, mostrando gran apoyo a que Pinochet
siguiera gobernando, sin embargo, por otros lugares también existía un buen clima
hacia la campaña del “No”, pero esta fue acababa con represiones y violencia contra
los que apoyaban este movimiento, convirtiéndose en una muestra más que la
opinión pública tenía límites si no es a favor del gobierno, dejando en claridad que la
dictadura y todo lo que había guardado tras el telón no iba a dar un paso al cambio.
La campaña por ambos partidos deben ser permitidas y no llevar al estropicio una
de la otra, ambas deben mantener el derecho y respeto de mostrar las ideas que
hayan conceptualizado y mostrarlas para que el pueblo pueda tomar su propia
decisión a su juicio entre ambos caminos.

Buscar el derecho a hablar y pensar distinto fue una de las estrategias más
importantes de la campaña para dar al pueblo voz y seguridad de decidir, dar su
apoyo a un verdadero cambio y acabar con la línea de gobierno que se venía
manejando desde 1973, tal como lo señaló José Urritia en la película: “luego de esta
larga jornada y sin derramar una sola gota de sangre hemos derrotado esta feroz
dictadura, simplemente diciéndoles fuerte y claro ¡No!” 2.

2 Larraín, P. (Director) & Larraín, J (Productor). (2012).


No [Película]. Chile, CA: Fábula.
Lo que en un inicio puede parecer inviable, no debe considerarse sinónimo de
pérdida, sino de impulso para dar inicio a lo que puede generar el verdadero
cambio, la opinión pública debe ser primordial, respetada y defendida ante cualquier
sistema que no la integre en su gobierno, puesto que esta tiene gran peso en lo que
es el rumbo del país; si no se hubiera empezado por algo pequeño no hubiera sido
posible ganar esas elecciones del plebiscito el 5 de octubre de 1988, se logró
vencer el miedo y darle la oportunidad a la población de vivir en un país diferente. A
pesar de no ser la voz más fuerte en cierto momento, no significa que todo está
olvidado, la minoría puede ser la mayoría solo que sin organización, pero si se tiene
el impulso correcto, puede ser ese giro de resultados que nadie espera, cada
opinión cuenta, cada voto puede dar paso a esa línea de diferencia.

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