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Colegio de Bachilleres del Estado de Michoacá n

Plantel Tacá mbaro Clave 16ECB0021E

Coordinació n Sectorial Nº7

Ensayo sobre la democracia

Cesar Adrian Alvarez Chavez

Alejandra Meza Gonzá lez

Grupo 604

Tacá mbaro, Michoacá n Viernes 21 de Marzo del 2014


La democracia en México

Cuando en 1908 el periodista norteamericano Creelman entrevistó al


presidente Díaz le hizo, entre otras, la pregunta de si consideraba que el
pueblo mexicano estaba maduro para la democracia. Y el general Díaz dijo que
sí y que él daría garantías para que la opinión pública se pudiera expresar con
toda libertad. Al parecer ese sería el inicio de la democracia en nuestro País.
No fue así, pero poco tiempo después se dieron las condiciones para que se
presentara.
En las elecciones de 1910 Porfirio Díaz se reeligió de manera arbitraria como él
acostumbraba, gota que derramó el vaso, y por consiguiente se dio el
levantamiento de las clases más marginadas del país, movimiento mejor
conocido como la revolución mexicana. Ése movimiento todos lo conocemos y
(absurdamente) cada año lo celebramos.
A la caída de Díaz en Mayo de 1911 sobrevino un periodo muy breve en el
País, casi único en su historia, de verdadera democracia. Fue el periodo
maderista, de 1911 a 1913. En ese periodo el pueblo mexicano pudo expresar
libremente su voluntad y llevar a las cámaras del Congreso de la Unión a
genuinos representantes suyos. Por lo menos en el aspecto político brilló
fugazmente la democracia en nuestro país. Pero el brillo fue efímero. Pronto el
traidor general Victoriano Huerta usurpó la presidencia de la república, mandó
matar al presidente Madero y al vicepresidente Pino Suárez, y restauró las
prácticas dictatoriales. Lo demás es historia.
Año con año, elección tras elección, nuestra patria ha sido testigo de un teatro
que tiene como fin hacer creer a la gente que tiene el control, el poder de elegir
su gobierno, si futuro, y sin embargo sabemos que no es así.
Si miramos atrás en la historia política de México, podemos ver que la sociedad
ha sido simplemente engañada en torno a la democracia, siendo ésta
comparable con un truco de cualquier ilusionista de renombre, muy bien
montada, que si uno se dedica tan sólo a mirar puede llegar a creer que es
real, y a la más mínima sospecha de alguien es modificada para así seguir
manteniendo la “ilusión”.
Desde siempre han existido movimientos que han tratado de solucionar este
verdadero problema que acecha el desarrollo en conjunto de la población
mexicana, y no de sólo unos cuantos poderosos, movimientos que, muchas
veces, a pesar de ser desprestigiados por los medios de comunicación masiva,
intimidados por la gente que verdaderamente tiene el poder, o absorbidos por
dichas personas, han puesto a temblar los intereses que se esconden tras
bambalinas del circo que montan los poderosos del país.
Tristemente la mayoría de la población, cegada o convencida por los motivos
anteriores, en vez de unirse a éstos levantamientos sociales, maldice y tacha
de revoltoso a todo aquel que se atreve a revelarse en contra del mal gobierno
y la clase política, por lo cual no es posible que estos movimientos tomen una
fuerza real para que se logren resultados trascendentales.
Sin embargo, en los últimos años hemos visto que la inconformidad de la gente
y el numero de movimientos ha aumentado, y la cegués de la gente ha
disminuido, lo cual es un indicio de que algo se ha hecho bien, y se ha
progresado aunque sea un poco.
Invito a que seamos consientes, nos informemos, no nos conformemos con lo
que los medios masivos nos digan y la información que manejen, y pensemos
en nuestro futuro, en el rumbo que queremos lograr. Que si vemos que se
comete un acto ilícito hacer lo que esté a nuestro alcance, y será así como
nuestro país tomará el rumbo del bien común y el poder estará realmente en
las manos de las masas. Parece una tarea difícil, lo sé, lo es, para mí, para
todos, pero si nos atrevemos a exigir y a levantar la voz, se creará un cambio
verdadero.

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