Ensayo - Cristina Ortiz

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Universidad de Lima

Facultad de Derecho

ENSAYO ACADÉMICO

Cristina Sofía Ortiz Párraga


Código: 20201529

Profesor
Fernando Javier Macias Arditto

Lima – Perú
EL CASO DE ARGOS: A LA ESPERA DE JUSTICIA

Contextualización:

La semana pasada el youtuber español Daniel Santomé Lemus (Dalas Review) actualizó
para sus suscriptores el caso de su perro “Argos”. Un galgo que el youtuber adoptó en
2015 junto con su entonces novia, María Rubio Sánchez, quien luego de una
separación amistosa se quedó con el perro para que le hiciera compañía. Sin embargo,
meses más tarde la señorita María presenta una serie de denuncias acusando a su ex
de malos tratos y acoso, y se niega a devolverle el perro. Por lo que Daniel presenta en
calidad de “propietario” una demanda civil para recuperarlo.

Un año más tarde Dalas comunica que ha ganado el juicio y hace pública la sentencia
que establece que Argos debe ser devuelto a su legítimo propietario junto con el pago
de las costas procesales de la demanda.

Sin embargo, el caso no terminó ahí, aún en 2021 Daniel Santomé no ha visto a su
perro, ni ha recibido el pago al que fue sentenciada su ex.
En el presente ensayo voy a explicar por qué el caso de Daniel Santomé ha sido
además de controversial, una injusticia y un perfecto ejemplo de las dificultades que
puede encontrar una persona que recurre a la vía legal para la resolución de un
conflicto. A continuación, se presentarán argumentos que sustenten esta postura.

Sobre este caso se sabe que luego de que la demandada María se resistiera a entregar
al perro. Santomé pidió que se aplicaran tanto sanciones como multas coercitivas con
el fin de recuperar a su perro. Pero estas no se aplicaron, a pesar de que se presentó
una demanda de ejecución. Meses más tarde, María declaró que había perdido a Argos
el 21 de enero de 2018, casi 7 meses después de emitida la sentencia. Después de esto
los Tribunales no obligaron a la demandada a entregar al perro. Es aquí cuando
Santomé enfrenta el primer problema, la ineficiencia de la justicia para sancionar y
devolverle a su perro.

Pues a falta de una ejecución forzosa de la sentencia y en vista que el juez aceptó la
declaración de María, Santomé tuvo que reunir tanto testimonios como pruebas que
demuestren que en efecto su perro no se había perdido. En la apelación que el
youtuber presentó, se reúnen pruebas que desmienten las declaraciones de su ex
pareja. En este documento se señala que María no solo no presentó ninguna denuncia
a la policía sobre la desaparición de su perro, sino que tampoco publicó en redes
sociales información para encontrarlo. El youtuber por su parte, tras enterarse de la
pérdida de Argos, difundió información en redes y recibió fotos de sus suscriptores, en
las cuáles se ve a la madre de María paseando al perro. Incluso, él mismo llegó a grabar
un video de los padres de su expareja con el perro meses después de que lo hubieran
declarado perdido.

Adicionalmente, como prueba irrefutable de que es el mismo perro y no “otro perro de


la misma camada” como han tratado de explicarlo sus ex suegros. El perro contaba con
un chip que precisa toda su información junto con un número de identificación único.
Se pidió en 2018 que el chip fuera revisado nuevamente para corroborar si los datos
eran los mismos y se determinó que lo único que variaba era el número de
identificación. Los datos correspondientes a la fecha de nacimiento y el nombre que
tenía antes de la adopción son los mismos.

Se indicó que la fecha de inscripción del nuevo código era del 07 de febrero de 2018,
días después de haberlo declarado perdido. Presentar esta información es
indispensable para comprender que a pesar de que el demandante cuenta con
pruebas suficientes para ir nuevamente a juicio, el caso se encuentra a la espera de lo
que diga la audiencia provincial.

El lector podría decir que es sumamente importante evaluar y corroborar que en


efecto las pruebas presentadas sean verídicas y en eso no puedo estar mas de
acuerdo. Sin embargo, Daniel Santomé en el año 2016 fue acusado falsamente de
malos tratos y acoso por su ex novia María, la misma que no le ha devuelto el perro.
Actualmente Santomé ha salido victorioso de las más de 10 demandas falsas que puso
María en su contra. Si bien es cierto, que 9 de esas demandas no llegaron a juicio,
únicamente una si lo hizo y fue porque se presentaron periciales como evidencia.

En ese caso la demandante presentó una serie de conversaciones de Whatsapp que


supuestamente tenía con el youtuber. Sin embargo, lo que el perito, un informático
comprobó no fue la veracidad de esas conversaciones, sino la existencia de aquellas en
el móvil de la demandante. Cabe aclarar que incluso en el año 2016 ya existían
tutoriales para falsificar conversaciones en redes sociales, por lo que incluso a pesar de
que el caso llegara a juicio, la jueza desacreditó que esas conversaciones pudieran ser
verdaderas. Mi punto al explicar esto, es que, así como la demanda a Daniel Santomé
existen casos que son llevados a juicio sin siquiera mirar el conjunto de pruebas y
comprobar que sean fiables.

Las periciales no son sinónimo de la verdad. Se sabe que las periciales son la opinión
de un experto sobre un tema en concreto. Por lo que en el caso de Daniel Santomé, el
juzgado designó un perito para investigar si el perro que actualmente se encuentra
viviendo con María Ramos es Argos. La veterinaria designada; sin embargo, emitió un
informe que en primera instancia negaba que el perro fuera el mismo, ya que el
número de chip era distinto al igual que el color de ojos del perro. No es hasta que el
demandante del caso, Daniel se entera que durante el peritaje hubo una serie de
irregularidades que decide llamar a la veterinaria.

En la llamada grabada, la veterinaria se contradice al decir que ella en ningún


momento le negó el paso al abogado, cuando en realidad si lo hizo. Además, declara
que no tomó fotos de la revisión porque no lo consideró relevante, ya que “era muy
obvio que era otro perro diferente”, para unos minutos más tarde decirle a Daniel que
le puede pasar las fotos por el móvil.

La corrupción de evidencia, es un elemento recurrente en el historial de María Ramos,


pero aún así la jueza responsable de ver el caso en 2018 no solo no la sancionó, sino
que tuvo una actitud poco profesional y fría. Por ejemplo, al hacer comentarios como
“ni que fuera un caballo de carreras” o “¿por qué no te compras otro?” en alusión al
perro y al valor por el que fue adquirido, 120 euros. Debido a que en España los
animales son vistos como bienes o “cosas” que el propietario tiene derecho a tener. En
este sentido, no son relevantes las cuestiones emocionales o el cuidado que se le da al
perro.

Finalmente, si se toma en cuenta que los comentarios de la jueza sucedieron mientras


Daniel testificaba sobre un caso tan doloroso tanto por el cariño que tiene hacia su
mascota como la impotencia que siente al verse obligado a seguir viendo en el juzgado
a su ex. Una mujer que ha dedicado los últimos 5 años a hacerle la vida imposible y
encima debe seguir gastando miles de euros para defender su caso ante un sistema
judicial que le ha fallado, es el colmo.

En conclusión, si bien se han detallado los problemas que han hecho que este caso sea
tan complicado y se haya extendido desde el 2016 hasta la actualidad. Es pertinente
resaltar, que el derecho a través de los procesos judiciales ha ayudado en el pasado a
Daniel a defenderse de las mentiras que difundían tanto su ex como sus enemigos
públicos y que le ha permitido responder a lo largo de su carrera con pruebas y
documentos que prueban su inocencia. Sin embargo, el caso de Argos en particular
demuestra que la igualdad ante la ley todavía no se aplica de manera uniforme para
todos los casos.

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