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XI ENCUENTRO DE GEÓGRAFOS DE AMÉRICA LATINA

26 al 30 de marzo de 2007, Bogotá - Colombia


Mesa 5: Discursos de la Geografía Latinoamericana: Teorías y Métodos

USO DEL TERRITORIO Y GLOBALIZACIÓN


Delfina Trinca Fighera
Instituto de Geografía y Conservación de Recursos Naturales
Universidad de Los Andes / Vía Los Chorros de Milla
Mérida – Venezuela / e-mail: trincad@ula.ve

Presentación (1 min)

“El territorio se convierte en la representación del espacio, el cual se ve sometido a


una transformación continua que resulta de la acción social de los seres humanos, de
la cultura y de los frutos de la revolución que en el mundo del conocimiento se vive en
todos los rincones del planeta.”

Llanos-Hernández, Luis 2010

El uso del territorio y la globalización es el resultado académico presentado por la


investigadora Delfina Trinca, en Bogotá en el año 2007, dentro del marco del décimo
primer Encuentro de Geógrafos de América Latina (EGAL) el cual es el mayor evento
de geografía latinoamericana independiente.

(Nota 1: El EGAL nace en São Paulo, Brasil en 1987.)


(Nota 2: Delfina es una geógrafa, investigadora italiana.)

Resumen (2 min)

Aunque al hablar del termino globalización se asocia visiblemente en nuestra


actualidad, y que desde los años 90 ha venido ganando gran importancia. Esta se
puede situar entre el 2000 o 3000 a.C. desde que se da la capacidad de
intercambiar bienes e información por parte de los seres humanos. (Jan Nederveen
Pieterse, 2012)

Pero no sólo se da en términos de economía; también está reflejada en la política, lo


social y lo territorial (Esta última tiene una configuración dominada por paisajes que
identificamos como propios de la sociedad industrial.)

En el desarrollo argumentativo analizado se nota una marcada tendencia a


territorializar la globalización, la cual depende de que los lugares acojan o no, los
eventos que los definen. Así, según su uso y momento histórico los lugares
adquieren los rasgos que permiten definirlos y diferenciarlos de otros.

Los elementos que definen a nuestro tiempo (globalización) son los mismos para
todos los lugares, pero la forma de materializarse, de cobrar vida en cada lugar, va a
depender de las características que distinguen, precisamente, al mismo.
Algunas reflexiones preliminares (1 min)
Globalización y el territorio

Primero acordemos que ‘el territorio’ no es una categoría de análisis exclusiva de la


geografía. y que por nos podemos acercar desde el uso de su concepto, la
construcción histórica a un concepto de globalización territorializada. El territorio en
tanto que elemento constitutivo de la geografía, la cual es ‘la’ disciplina de la
descripción-explicación de la Tierra, de sus habitantes, de sus relaciones y de las
obras resultantes de esas relaciones, tal y como bien lo sostiene Milton Santos,
1996. (“A natureza do espaço. Técnica e tempo. Razão e emoção”, publicada en 1996.)

¿Qué es la globalización?

La idea de que la globalización se aborda desde posiciones tecnoeconómicas,


socioeconómicas, políticas, geopolíticas, partidistas, religiosas, como lo menciona
Romero, (2002), parece satisfacer gran parte de su esencia pero una propuesta
alternativa que completa esta idea es su perspectiva desde la geografía.

La globalización se relaciona, con la interrelación económica entre los distintos


estados nación a través del flujo de bienes, servicios y factores de producción
(proceso de internacionalización) y que, a su vez, con la tecnología. La UNCTAD
(1997). Su sentido literal se refiere las economías nacionales mutuamente
interconectadas a través del intercambio de bienes, servicios y factores de
producción. Y la creación de un mercado mundial en el que los capitales circulan
libremente, siendo la mayor velocidad su gran diferencia con los momentos
históricos precedentes.

“El intercambio entre los hombres existe desde la prehistoria, pero su


evolución fue lenta y estuvo marcada por el tiempo de los hombres.”
Puntos para destacar

Lo que se conoce como globalización encierra un proceso de aceleración de la


historia, en que cualquier productor puede comprar o vender lo que necesite en
cualquier parte del mundo. El dónde lo decide el precio y la calidad, donde prima el
libre mercado (Reducir o eliminar las regulaciones estatales), en particular del
financiero.

Hoy podemos hacer un ejemplo comparativo con el mercado de las divisas pues
para fines del siglo XX el mercado de divisas movía 1.2 billones de dólares diarios,
cifra lejana a datos anteriores de la década de los 80 que en promedio estaban en
200 mil millones (Ruiz Durán 1999). No obstante, según datos del mercado de Forex
(el mercado más líquido del planeta asociado a todas las bolsas de valores del
mundo, 2021) hoy se mueven alrededor de 6,6 billones de dólares al día.

Ahora tenemos empresas globales. Es de tal magnitud el poder de estas empresas


que “las ventas combinadas de las 200 corporaciones globales más importantes,
son mayores que las economías combinadas de todos los países, por debajo de la
novena economía, es decir, de 182 países del mundo” (Ortegón E. 2001). Según el
estudio de la Fundación Global Justice Now, El valor de las 10 multinacionales más
grandes es comparable al producto interior bruto de 180 países.

La tecnología por su parte juega un rol principal para entender los cambios que
visiblemente caracterizan al mundo. Lo cual plantea según Ohmae que estamos
ante una especie de ‘nuevo continente sin tierra’ (Ohmae, 2000, citado por
Romero 2002), refiriéndose a la aparente disolución de las fronteras definidas
convencionalmente por los diferentes países que conforman el mosaico geopolítico
mundial.
Por otro lado, la fuente de la riqueza pasa de energía o materiales, al conocimiento.
El conocimiento, se acumula históricamente de manera exponencial con cada
innovación lo cual crea la oportunidad de crear muchas otras (Fase de aceleración
supercrítica, El Nacional 2000).

la creatividad desplaza al capital como principal componente del crecimiento


económico. Las actividades centrales de creación de riqueza no serán inversión de
capital para producción y mano de obra (los dos ejes de la economía de los siglos XIX y
XX, sea ella clásica, marxista, keynesiana o neoclásica, al decir de Druker 1996); sino que es
creado por la productividad y por la innovación, que es la aplicación del
conocimiento al trabajo.

La globalización también ha empujado cambios en lo político, social, cultural; en fin,


en todos los ámbitos de acción de los seres humanos, por lo que es mucho más que
un proceso singular: ella es un complejo conjunto de procesos (Giddens 2000), que
está transformando nuestra forma de ver y entender el mundo.

La revolución tecnológica en la que estamos inmersos los seres humanos de


nuestro tiempo está alterando, de manera profunda, las bases técnicas con las que
se construye la riqueza material. ella se acompaña de cambios en la manera de
pensar, de relacionarnos, en fin de producir, de usar, en consecuencia, el territorio.

Ejemplos de ello son:


Inteligencia Artificial: (Aprendizaje automático, procesamiento de lenguaje,
robótica)
(Relaciones virtuales con chatbots e interacción con seres artificiales: Siri, Cortana).
Domótica: automatización de viviendas.
El territorio

El término territorio, lato censo (En sentido amplio), se utiliza para referirse a aquellas
porciones de la superficie de la tierra, sobre las que el hombre, históricamente, ha
tomado posesión, sujetas, en consecuencia, a relaciones de poder. Una sociedad,
políticamente organizada, ejerce el dominio, sobre un pedazo de la superficie terrestre,
siendo en este proceso que el hombre social crea, continuamente, espacio: “El
espacio construido, desconstruido, reconstruido por los hombres en su trabajo y en
sus conflictos” (Santos 2000). Es en este proceso entonces que los hombres usan su
espacio, pero también su tiempo y es en este quehacer que redefinen, continuamente,
las bases materiales que identifican al territorio.

Para Milton Santos lo importante no era la discusión del concepto per se (por si
mismo). Para él, de hecho, el territorio se torna un concepto utilizable para el
análisis social desde el momento que se lo considere a partir de su uso (Santos
2000).

De allí que el territorio está sometido a múltiples y sucesivas modificaciones que


estarán en función del uso que la sociedad hace de él, por lo cual su configuración
adquiere, para cada momento histórico, significaciones diferentes. los esfuerzos que
se emprendan para intentar su explicación deben incluir, necesariamente, las
acciones que derivan de la sociedad, ya que son ellas las que le determinan las
funciones concretas a los objetos que el hombre ha construido y construye y que
son parte constitutiva del mismo.

(Los geógrafos se han estancado en demostrar cual concepto era más importante (o en sus
palabras: cuál habría ‘llegado primero’: si el espacio o, por el contrario, el territorio). Y decía
que si asumíamos al espacio como extensión, éste habría ‘llegado primero’ que el territorio,
pues los hombres socialmente organizados vivían en esa ‘extensión’ (sería la parte que
funciona); el territorio sería ‘posterior’, puesto que la apropiación de las extensiones no se
hubiese podido dar sin él, siendo por tanto esta apropiación la que le definiría sus rasgos:
exclusividad, límites e identidad.)
El uso del territorio

“son los movimientos de la población, la distribución de la agricultura, la industria y


los servicios, el cuerpo normativo (leyes), incluidas la legislación civil, fiscal,
financiera que, juntamente con el alcance y la extensión de la ciudadanía, diseñan
las funciones del nuevo espacio geográfico” (Santos, 1987; Silveira, 1997, citados
por Santos y Silveira 2001, 21). comprender el territorio -usado, o el espacio
geográfico- desde su uso es como un ‘híbrido’ en otros términos, tomarlo sin
separarlo en sus componentes esenciales (naturaleza y sociedad).

A su vez dentro la configuración territorial, se perciben dos tipos de recursos

Recursos naturales; lagos, ríos, llanuras, montañas y selvas.


Recursos creados; ferrocarriles, carreteras, represas, ciudades.

La sociedad ha usado y usa su territorio, este es un diferencial pues adquieren


ese paisaje que permite definirlos y, en consecuencia, diferenciarlos de otros
según cada momento histórico. ( Los elementos de la globalización son los mismos para
todos los lugares, pero la forma de materializarse, de cobrar vida, en este o aquel lugar,

dependerá de los rasgos o características que distinguen a cada lugar .)

“A veces debe pasar un buen tiempo antes de que cualquier observador se percate
que el paisaje ha cambiado.”

“Qué no podemos decir de la importancia del ferrocarril (y después del


automóvil) para acortar distancias, y del telégrafo (y después del teléfono)
para aproximar a las personas, como ejemplos de objetos desencadenantes
de nuevas formas de usar y de organizar los territorios” (Trinca 2003, 15).
¿Cómo se han territorializado los cambios propios de la globalización?

En el siglo dieciocho se tiene la máquina de vapor el motor que impulsó los


cambios en la forma de producir, ahora tenemos las tecnologías de la
información, y el perfeccionamiento de los transportes y de las comunicaciones.

De igual manera, los objetos, que fácilmente identificamos con la modernidad de


nuestro tiempo (teléfono celular, fibra óptica, satélite de telecomunicaciones, etc.),
posibilitan de manera creciente y cada vez más rápida las interconexiones de todo
tipo y que se ayudan unas a otras. Con la fibra óptica no sólo se revolucionó la
frecuencia y velocidad de las transmisiones, sino también se propició, de manera
selectiva, la incorporación de numerosos lugares al mundo global de nuestros días.

Ahora, no todos los lugares tienen la misma capacidad (sistemas de objetos) para
participar del proceso de globalización. pero todos, sin importar en que parte del
mundo se encuentren, pueden ser incorporados a este proceso. La decisión de
incorporarlos o no depende de lo que tenga para ‘ofrecer’ cada lugar, como por lo
que los agentes sociales que hacen vida en ellos (sistemas de acciones) quieran y
puedan hacer (dispersión geográfica de las industrias: trabajo en diversas zonas
horarias).
Mirando a la globalización desde la geografía

‘Globalización y territorio’ han sugerido una errada desterritorialización, la suposición


de que ya no tendrían la importancia, puesto que para salir de un lugar no
necesitarían someterse a las normas definidas por los estados nacionales. las
empresas globales por estar integradas en redes mundiales responden a intereses y
lógicas que no necesariamente coinciden con las del estado nación en el que
realizan sus actividades. (Nota: El territorio no deja de existir porque los factores se muevan en
tiempo real, relación entre poder y territorio.)

Las innovaciones tecnológicas que definen al mundo del presente tienen mucho que
ver con la comprensión que el hombre tiene de sí mismo y de la aparente
importancia que readquiere el tiempo ante el espacio.

El desarrollo tecnológico permite que a la vez que compartimos el cotidiano del lugar
donde vivimos, podemos estar en contacto, de manera simultánea, con otras
personas que viven en cualquier parte del planeta, con sus propias temporalidades
definidas por sus propias condiciones técnicas y organizacionales.
Los lugares tienen características que permiten definirlos y, por tanto, diferenciarlos
de otros. Y estas características vienen dadas no sólo por los elementos que definen
lo nuevo de cada momento histórico, sino por la particular manera que tienen de
combinarse en cada lugar, ya que es el orden espacial y temporal.
Conclusiones

Primero, asumirlo un espacio global visto desde afuera, debería ser la respuesta
territorial a la globalización. Pero esta perspectiva no es suficiente pues reduce el
territorio a un aspecto del lugar. Así Cuando la globalización (cualquiera de sus
rasgos definidores) se materializa en él, debe necesariamente combinarse con el
contenido que lo definía y, en este proceso, el lugar (cualquiera) deja de ser lo que
era para transformarse en otro, aun cuando su configuración territorial no muestre el
cambio.

Segundo, gracias a la tecnología del presente todos los lugares son posibles de
incorporarse al proceso globalizador, aunque que no todos tienen las mismas
condiciones objetivas para ser coparticipes de su realización. Por no se debe dejar
de lado la constitución del lugar a la hora de trabajar con los fenómenos del
presente.

Por último, Los conceptos son históricos, por lo tanto, cambiantes. Si la historia del
presente nos dice que el mundo es otro, este hecho debe ser tomado en cuenta
cuando se utilicen los conceptos.

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