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UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE SANTIAGO

(UTESA)

SUSTENTADA POR

CRISTINA SEVERINO 121-4423

MARÍA MERCEDES MEJÍA 121-4421

JOSÉ MIGUEL MERCEDES 121-4405

ASESOR

RUBÉN CARBONELL

ASIGNATURA

TEORÍA DEL SUBDESARROLLO Y LA DEPENDENCIA

TEMA

TEORÍAS CONTEMPORÁNEAS DEL DESARROLLO ECONÓMICO

SANTO DOMINGO, REPÚBLICA DOMINICANA

OCTUBRE, 2021
CONTENIDO

INTRODUCCION...........................................................................................................................4

CAP.1 LA TEORIA ECONOMICA DEL DESARROLLO: UNA APROXIMACION................5

CAP.2 EXITOS Y FRACASOS DEL DESARROLLO EN EL TERCER MUNDO.....................6

CAP. 3. LA TRADICION CLASICA: EL ORIGEN......................................................................8

CAP.4. LA ALTERNATIVA..........................................................................................................9

CAP.5. LA TRADICION NEOCLASICA......................................................................................9

CAP. 6. SCHUMPETER: EL OPTIMISMO.................................................................................11

CAP.7. EL PENSAMIENTO KEYNESIANO LA PUERTA ABIERTA....................................11

CAPITULO 8. LA SÍNTESIS, NEOCLÁSICA Y LOS POST-KEYNESIANOS: LA

CONTROVERSIA........................................................................................................................12

CAPITULO 9. EL NACIMIENTO DE LA TEORÍA ECONÓMICA DEL DESARROLLO......14

CAPÍTULO 10. LOS PIONEROS DEL DESARROLLO (1945-1957).......................................15

CAPÍTULO 11. LA EVOLUCIÓN CONSERVADORA (1957-1969)........................................17

CAPÍTULO 12. EL GIRO SOCIAL HACIA LAS NECESIDADES BÁSICAS (1969-1978)....18

CAPÍTULO 13. LA CONTRARREVOLUCIÓN NEOCLÁSICA (1978-1990)..........................20

CAP. 14. EL ENFOQUE FABORABLE AL MERCADO (DESDE 1990).................................20

CAP. 15. EL ESTRUCUCTURALISMO LATINOAMERCANO (1449-1957)..........................22

CAP. 16. EL ENFOQUE DE LA DEPENDENCIA (1957-1969)................................................23

CAP. 17. LA REVOLUCIÓN CRÍTICA (1969-1976).................................................................25


CAP. 18. EL MARXISMO: EL ENFOQUE DE LA REGULACIÓN (1976 EN ADELANTE). 26

CAP. 19. MACROECONOMÍA ESTRUCTURALISTA Y NEOESTRUCTURALISMO

LATINOAMERICANO (DESDE 1983).......................................................................................27

CAP. 20. LA ECONOMÍA HETERODOXA DEL DESARROLLO EN LOS AÑOS

NOVENTA....................................................................................................................................27

CONCLUSION..............................................................................................................................30
INTRODUCCION

Los cambios en la teoría del desarrollo , la ambivalencia(algo que tenga dos valores) de

los resultados económicos en el tercer mundo contemporáneo, es un hecho evidente a los

indudables progresos conseguidos, sígase, crecimiento medio aceptable , mejora sustancial de

algunos indicadores sociables, que reflejan el éxito del desarrollo, se suman notables fracasos

como la persistencia de la pobreza y hambre en amplias zonas del planeta, el crecimiento de la

desigualdad internacional, y nacional, así como el desempleo social y la costosa incidencia

medio ambiental del crecimiento económico, han dado resultados contrastado con respecto al

TED, no obstante, con la perspectiva que dan más de cincuenta años de TED ha tenido varios

inconvenientes notables, las disciplina a hacer generalizaciones abusiva en su afán por construir

una teoría general esto es aplicable al conjunto del tercer mundo.

Este libro está organizado de la siguiente manera en el capítulo I- inicial aborda la

definición de la economía del desarrollo.

Capitulo II

Valora los éxitos y fracasos del desarrollo en el tercer mundo en los últimos cincuenta

años capitulo III. en los (cap. 3 y 8,) se reúne el pensamiento económico sobre el desarrollo en la

segunda guerra mundial, la tercera parte (Cap. 9 al 20) estudia la evolución de la TED desde

1945.

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CAP.1 LA TEORIA ECONOMICA DEL DESARROLLO: UNA

APROXIMACION.

La teoría económica del desarrollo: una aproximación de los agentes económicos en el

Tercer Mundo, cuyo comportamiento, señalaba tal enfoque, era exactamente el mismo que el de

los agentes de los países desarrollados. -Los partidarios de esa mono economía, esto es, de un

análisis económico de validez universal están, por lo general, encuadrados dentro de la

Economía neoclásica, mientras que quienes afirman que el estudio de los países subdesarrollados

exige un instrumental teórico y analítico distinto del que tiene el cuerpo convencional de doctrina

son denominados estructuralistas. La diferencia entre ambos enfoques estriba, como ha resumido

Knight (1991:14), en que el estructuralismo es la tesis que: afirma que las economías de los

países pobres son inflexibles: el cambio se ve inhibido por obstáculos, instituciones, cuellos de

botella y limitaciones; la oferta de casi todos los bienes y servicios es inelástica; los mercados de

productos y factores son a menudo imperfectos. Esos problemas estructurales impiden el proceso

de desarrollo [...]. Por el contrario, la Economía neoclásica parte del supuesto de que las

economías de los países pobres son flexibles. Tales economías se caracterizan por un

comportamiento económico racional, con agentes que maximizan, descontando el riesgo y el

tiempo, sus beneficios y utilidades. Los factores son móviles, las curvas de oferta son elásticas,

las influencias institucionales son escasas, de manera que los mercados de productos y factores

muestran un amplio grado de competencia. La Economía neoclásica es pues un paradigma que

investiga mercados y precios y que espera normalmente que funcionen bien [...] y, en los casos

de que no lo hagan, buscas soluciones de mercado y de precios para corregirlos (e. g., impuestos

y subsidios). Aunque sin duda existen muchos economistas neoclásicos del desarrollo cuya

influencia es, por lo demás, notable, al menos desde los años ochenta, lo cierto es que la

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verdadera Economía del desarrollo, en sentido estricto, es, casi por definición, un planteamiento

anti neoclásico.

CAP.2 EXITOS Y FRACASOS DEL DESARROLLO EN EL TERCER

MUNDO.

La distribución de la renta se ha hecho más desigual en el tercer mundo en los últimos

treinta años. Por citar sólo un ejemplo, el coeficiente de Gini, un indicador que mide la

dispersión de una situación ideal de equidad, perfecta, paso de 0,544 en 1960 a0,602 en 1980

para el conjunto de los países del Tercer Mundo, A título de comparación, ese coeficiente se ha

mantenido constante en torno a 0,3-0,4 en los países desarrollados durante ese mismo período.

-El crecimiento del empleo ha nido sustancialmente inferior al de la población total y

sobre todo urbana y al de la producción general y manufacturera. Todo parece indicar que el

desempleo, y también el subempleo se han incrementado en los últimos decenios en los países

pobres. Por ejemplo, entre 1960 y 1992 la población urbana en los países del Tercer Mundo ha

crecido a una tasa media anual de 3,8% mientras que el empleo industrial lo ha hecho a una tasa

media de alrededor del 2%.

- El número absoluto de personas que viven por debajo del umbral de pobreza absoluta ha

aumentado de unos 700 millones en 1976 a 1.125 millones en 1985 y a 1.300 millones en 1992,

sin que su reducción en términos relativos (en porcentaje de la población total del Tercer Mundo

ha pasado del 38% al 33% y al 30%, respectiva- mente) haya sido ni suficiente ni motivo de

consuelo.

En otro orden de cosas, los últimos decenios han sido testigos de la aparición de un grupo

de países muy pobres, los denominados países menos adelantados (PMA).

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Los PMA son el grupo de naciones más pobres del planeta y constituyen lo que podría

llamarse el “cuarto mundo” de la economía mundial y el reverso más claro de los NPI en la

economía mundial. Esa categoría de países subdesarrollados fue creada en 1971 por las Naciones

Unidas. Había entonces 22 PMA, cifra que ha pasado a 48 en 1995.

-Los PMA son, en su conjunto, países cuya brecha respecto de los países desarrollados ha

aumentado en los últimos 25 años y en los que se ha registrado, salvo escasas excepciones, una

degradación en términos absolutos de la situación económica y social.

Se caracterizan por los rasgos siguientes:

- Pobreza extrema: su PNB per cápita era inferior a 750 dólares en 1993, menos de una

sexta parte de la media mundial con sus corolarios de alta tasa de mortalidad infantil, baja

esperanza de vida al nacer y escaso suministro diario de calorías.

- Alta incidencia del analfabetismo: la tasa de alfabetización de adultos apenas supera el

40%, frente al 65% registrado en la media de todos los países del Tercer Mundo.

- Baja proporción del sector manufacturero en el PIB: un 10% de media, frente a más del

20% en la media del Tercer Mundo y el 25% en los países desarrollados.

Además de la pobreza extrema, el analfabetismo y la su industrialización, los PMA

reúnen otros rasgos comunes: baja tasa de inversión y todavía menor tasa de ahorro, mono

exportación primaria (concentración de las exportaciones en una gama muy estrecha de bienes

agrícolas o minerales), caída de la producción agrícola y de alimentos per cápita, pequeña y

decreciente participación en el comercio mundial, dependencia extrema de la importación de

manufacturas y alimentos, alto crecimiento demográfico.

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Algunos factores adicionales de tan desfavorable evolución son los siguientes:

-Insuficiencia y falta de adecuación de la ayuda extranjera, junto con la negativa a propiciar, por

parte de los países acreedores, una reducción sustancial de la deuda externa.

- Caída de la relación real de intercambio (cociente entre los precios de las exportaciones

de productos primarios y los precios de las importaciones de manufacturas), que disminuyó el

40% entre 1981 y 1991 (frente al descenso del 15% en el conjunto del Tercer Mundo).

- Creciente marginación del comercio mundial: entre 1980 y 1990, la participación del

África subsahariana en las exportaciones mundiales cayó del 2,4% al 1,1%, y su peso en las

exportaciones del Tercer Mundo pasó del 10% al 5%.

-Incidencia desigual y limitada de los programas de ajuste estructural del Banco Mundial: escaso

impacto en el crecimiento, incapacidad para promover la diversificación de las exportaciones,

caída de la tasa de inversión.

CAP. 3. LA TRADICION CLASICA: EL ORIGEN

Los economistas clásicos del siglo XVIII y principios del XIX se preocuparon por el

análisis del crecimiento a largo plazo: sus causas, consecuencias y perspectivas. Ese interés

desaparecería en las corrientes inmediatamente posteriores del pensamiento económico: el

“paréntesis” neoclásico (1870-1936) desplazó el interés hacia las cuestiones de equilibrio;

incluso el keynesianismo inicial (1936-1950) se preocupó sólo por la inestabilidad a corto plazo

de las economías ya desarrolladas. En palabras de Arthur Lewis:

Desde el punto de vista de los países que cuentan con excedentes de trabajo, el

keynesianismo no es más que una nota a pie de página al neoclasicismo, aunque se trate de una

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nota extensa, importante y fascinadora. Por tanto, el estudioso de dichas economías tiene que

retroceder hasta los economistas clásicos antes de encontrar un marco analítico en el que pueda

ajustar de un modo relevante sus propios problemas (en agarwala y Singh, eds, 1958, trad, 354).

La acumulación de capital

Para los clásicos, es la acumulación de capital (la reinversión del excedente) el motor

principal del crecimiento económico y, por tanto, de la riqueza de las naciones.

Adam Smith (1723-1790) consideraba que el crecimiento demográfico, la expansión

geográfica internacional y la demanda de la agricultura desembocaban en una ampliación del

mercado. Tal extensión, a su vez, fomentaba la división del trabajo, lo que repercutía en un

aumento de la productividad de la mano de obra.

CAP.4. LA ALTERNATIVA.

Karl Marx (1818-1883) fue un economista clásico peculiar. En su intento de analizar la

verdadera naturaleza del sistema capitalista, hizo, a diferencia de los restantes economistas de

esa escuela de pensamiento, un auténtico esfuerzo de trascendencia para desvelar la esencia del

capitalismo (qué se esconde detrás de sus apariencias). Por citar sólo un ejemplo, Marx demostró

que la relación salarial (apariencia) oculta en realidad una relación de explotación (esencia).

CAP.5. LA TRADICION NEOCLASICA.

La tradición neoclásica se elaboró principalmente en tres grandes escuelas:

-La escuela de Lausana, de la que fueron miembros L. Walras (1834-1910) y W. F.

Pareto (1848-1923).

9
- La escuela inglesa, la más importante, en la que des- tacaron W. S. Jevons (1835-1882),

F. I. Edgeworth (1845-1926), P.H. Wicksteed (1844-1927) y, sobre todo, A. Marshall (1842-

1924).

- La escuela austríaca, con C. Menger (1840-1921), E. Von Wieser (1851-1926) y E.

Böhm-Bawerk (1851- 1914), y que daría lugar a la corriente ultraliberal de L. Von Mises (1881-

1973) y F. Hayek (1899-1992).

Aunque había algunas diferencias entre escuelas y autores (por ejemplo, la escuela

austríaca era contraria a la formalización matemática, desarrollada en gran medida con miras a

acrecer el carácter científico de la Economía), cabe destacar sus principales puntos de acuerdo:

- El análisis microeconómico era desarrollado con objeto de presentar una teoría del

consumidor. Tal enfoque partía del individualismo metodológico (es posible estudiar el

comportamiento social como la simple suma de acciones individuales) y defendía el

comportamiento racional del consumidor en tanto que como economista, que busca maximizar

su ventaja neta en un mundo de escaseces (Von Mises definió incluso la economía como una

teoría de la elección, o praxeología). En ambos aspectos, la ruptura con la tradición clásica fue

absoluta: sesgo atomístico frente al enfoque holista, y soberanía del consumidor frente a la

primacía de la oferta.

-El análisis marginalista permitió defender planteamientos sencillos, expresivos y

susceptibles de ser modelizados: el consumidor aumenta su demanda hasta que la utilidad

marginal se anula.

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CAP. 6. SCHUMPETER: EL OPTIMISMO

El subdesarrollo desatendido Schumpeter estuvo toda su vida interesada por la dinámica

del capitalismo desarrollado, de manera que apenas escribió sobre los países atrasados. Además,

como muchos de sus contemporáneos, pensaba que la fuerza y la capacidad expansiva del

capitalismo sacarían sin problemas a los países pobres de su situación de subdesarrollo. En las

primeras páginas de la Teoría del desarrollo económico adoptó varios supuestos que le apartarían

de la posibilidad misma de estudiar la dinámica económica que se diese en zonas de bajo grado

de desarrollo: comercio organizado, propiedad privada, división del trabajo y libre competencia.

En palabras de Rostow (1990: 235), aceptar esos presupuestos impidió totalmente a Schumpeter

durante toda su carrera analizar el proceso de crecimiento a partir de un origen de subdesarrollo,

y por tanto limitó su rango como economista del crecimiento. Schumpeter era un economista

más bien pueblerino del mundo industrial avanzado y, especialmente, de Alemania, Inglaterra y

los Estados Unidos posteriores al despegue. Era lógico que ese planteamiento inicial le

condujese, a la larga, a especular sobre el posible destino del capitalismo más que los cada vez

mayores problemas del crecimiento y la modernización en el mundo en desarrollo o, en la

tradición de Hume y Smith, que la relación entre las naciones más y menos avanzadas. Sobre

este último punto Schumpeter, sin embargo, sí publico una Sociología de los imperialismos en

1919.

CAP.7. EL PENSAMIENTO KEYNESIANO LA PUERTA ABIERTA.

La “revolución” keynesiana

John Maynard Keynes (1883-1946) fue sin duda el economista más importante del siglo

XX. Con este autor acaba el período de hegemonía absoluta del pensamiento neoclásico en

11
Economía, si bien la llamada “revolución keynesiana” fue, como veremos enseguida, parcial y

pese a que el neoclasicismo resurgió con fuerza después de la Segunda Guerra Mundial con la

llamada “síntesis neoclásico-keynesiana”.

Keynes acabó con la idea de que una economía de mercado conduce automáticamente al

pleno empleo. Esa pérdida de fe en los automatismos reguladores de la economía abrió la puerta

a la necesidad de la política económica, esto es, de la intervención del Estado para alcanzar una

situación del pleno empleo. Keynes se opuso a la tesis neoclásica de que el libre funcionamiento

del mercado lleva a la economía al equilibrio, puesto que las crisis son siempre pasajeras.

Es evidente en muchos de sus ensayos y memoranda que Keynes sí tenía una visión de

los motivos principales del progreso económico a largo plazo, en un momento en el que pocos

economistas, por no decir ninguno, escribieron sobre el crecimiento y el desarrollo, y mucho

antes de que naciese incluso la subdisciplina de la Economía del desarrollo.

CAPITULO 8. LA SÍNTESIS, NEOCLÁSICA Y LOS POST-

KEYNESIANOS: LA CONTROVERSIA

8; 1 La síntesis neoclásica y la heterodoxia Post-keynesiana.

Se entiende por síntesis neoclásica el intento de la economía convencional por hacer

compatibles las tradiciones neoclásicas en el pensamiento del keynesiana. Al ser la ortodoxia

dominante en la ciencia económica posterior a la segunda guerra mundial, ha sido objeto de

duras críticas por el pensamiento heterodoxo (post-keynesiana, marxista o institucionalista).

12
Buscar obra de keynesiana

Los aspectos más importantes de la teoría de Keynes, precisamente los que supusieron su

ruptura con la corriente neoclásica: al analizar las condiciones de equilibrio, se separó del interés

de Keynes por el desequilibrio, además, no tomo en consideración las expectativas, la

incertidumbre, la importancia de la variable tiempo como elemento constitutivo del proceso

económico, la teoría endógena del dinero o la tendencia a la baja deficiencia marginal per cápita.

Esa visión mecánica del keynesiano desnaturalizo el pensamiento de Keynes. Los economistas

post-keynesianos denunciaron esa traición que daba como resultado un “keynesianismo clásico

en la palabra S. Weintraub “bastardo” como dijo J. Robinson o incluso “hidráulico” en expresión

de A Coddington.

La SNK considera que el caso típico keynesiano equilibrio con desempeño sustancial de

recursos humanos y materiales no es sino un caso especial tal y como afirmaban los neoclásicos.

Aunque la SNK se apartaba de la gran tradición neoclásica en la recomendación de

medidas políticas económicas.

Como alternativa a la SNK, la corriente poste-keynesiana desarrollada inicialmente en la

universidad de Cambridge por desiprelos y seguidores de Keynes (N. Klador. J. Robinson P.

Sraffa, L. Pasinellti, P. Garegani, M. Kalecki) para esos autores, la SNK deforma o

desmaterializa el verdadero pensamiento del autor de la teoría general.

En expresiva de Robinson “la edad de oro en la que una taza de beneficio alta permite

una acumulación que genera un crecimiento del empleo al igual a la expresión de la fuerza de

trabajo, que para SNK era poco menos que algo seguro, no es más que una situación milagrosa.

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Por su parte N. Klador (1908-1986) insistía en la importancia de la distribución de la

renta, incluso en un marco de pleno empleo.

Parte III

La economía del desarrollo desde 1945 las teorías ortodoxas

CAPITULO 9. EL NACIMIENTO DE LA TEORÍA ECONÓMICA DEL

DESARROLLO

En los años 30 y 40 se produjo lo que Karl Polanyi denomino la gran transformación, esto

es el paso en la política del liberalismo al activismo estatal y en la economía.

En efecto, en su obra la gran transformación 1944 Polanyi escribió sobre la

excepcionalidad del liberalismo político y del neoclasicismo económico.

La economía del desarrollo se constituyó formalmente en los años cuarenta, antes como

ya se ha señalado los economistas se interesaron pocos por las áreas atrasadas. Los clásicos

excepto Marx a pena se preocuparon por los problemas del atraso en las sociedades pobres.

La evolución del mundo real

La economía del desarrollo destaco en esos primeros años por dedicarse especialmente a

obtener medidas de políticas para evaluar la situación de subdesarrollo. Eso se debió a que sus

practicantes iniciales (los llamados pioneros del desarrollo se distinguieran por un notable

compromiso moral para cambiar las cosas y vivieron de fuerte agitación intelectual.

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La gran depresión en el mundo desarrollado (1929-1939) provoco en los países pobres

una merma de su capacidad para importar el comercio mundial disminuyo, en el volumen una

cuarta parte tan solo entre 1929 y 1932.

Mayores niveles de vida, el pleno empleo y las condiciones para el progreso económico y

social y el desarrollo.

La creación de organismos económicos institucionales como el fondo monetario

internacional (FMI), y el banco mundial ambos en la conferencia de Breton Woods de 1944 la

organización de las naciones unidas para la alimentación y la agricultura (FAO, en 1945 y las

diversas regiones. Comisiones económicas para Asia y Extremo Oriente (CEAEO).

Los cambios ideológicos y teóricos

Las modificaciones hasta ahora descritas en la economía y las instituciones

internacionales se reflejaron rápidamente en el pensamiento político social.

Las cuatros libertades que el presidente estadounidense Roosevelt planteo como derechos

universales a principios de 1941 incluida la libertad de no pasar necesidad.

CAPÍTULO 10. LOS PIONEROS DEL DESARROLLO (1945-1957)

Especialidad estructural y círculos viciosos

El rechazo de la monoeconomía, esto es de la existencia de una única teoría económica

válida para el análisis de cualquier tipo de situación real, fue lo que distinguió sobre todo a los

primeros especialistas en el desarrollo tras la segunda guerra mundial.

El estudio de las economías, subdesarrolladas exigía, en opinión de los pioneros, un

instrumental distinto del creado.


15
La heterogeneidad, esto es, por la coexistencia de sectores con diferencias sustanciales de

productividad laboral, los dos extremos de los cuales son el sector moderno compuesto por las

actividades de exportación y manufactura y el sector tradicional formado por la agricultura de

subsistencia y la artesanía.

El hecho central del desarrollo económico es que la distribución de la renta se altera en

favor de la clase ahorradora. Es la desigualdad que acompaña a los beneficios la que favorece la

formación del capital.

Solo Myrdal dedico un capítulo entero de su primera gran obra sobre el desarrollo (an

international economy, problems and prospects de 1956) a la idea de que era necesario promover

cambios políticos y sociales que mejorasen los indicadores sociales.

Una crítica a esa teoría es que implica renunciar a todo tipo de especialización

internacional, lo que es negativo, ya que producir de todo es menos eficiente que importar

determinados productos. Además, la teoría del crecimiento proporcionada implica disponer de

recursos financieros abundantes y perfectamente divisibles.

Por el contrario, el crecimiento es el que se debe a la concentración de la inversión en

unos sectores determinados a aquellos que son más aptos para fomentar el crecimiento de otros

sectores de la economía.

16
CAPÍTULO 11. LA EVOLUCIÓN CONSERVADORA (1957-1969)

Los años 50 no sirvieron de inspiración a la contrarrevolución de los años 80, que insistió

en la estabilización, el ajuste u el crecimiento y abandono las preocupaciones sociales, al menos

en el corto plazo.

Otra excepción fue la crítica de Baver a la ayuda extranjera, basada en cuestionar la

oportunidad de una redistribuir internacional de renta en la consideración de que la ayuda.

La teoría conservadora de la modernización

En un campo alejado de la economía, el de la sociología y la ciencia política, los años

sesenta fueron también testigo de la aparición de una corriente conservadora de pensamiento

sobre el cambio político y social en los países subdesarrollados.

La teoría de la modernización fue creada por numerosos grupos como fueron (Gendzier,

1985), fuertemente apoyada por el gobierno norteamericano al que en muchas ocasiones

asesoraban, aunque estaban excluidos, por lo general, de los centros de decisión de las gerencias

gubernamentales (como la AID) de EEUU, y de los organismos internacionales (como el Banco

Mundial) encargada de tratar temas de desarrollo económico.

La economía del desarrollo desde 1945

La revolución cubana y el fracaso de EEUU en Vietnam impulsaron a esos especialistas a

abandonar modernización, como instrumento para promover el desarrollo económico y el

pluralismo político y a promulgarla como garantía de control social.

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El análisis procedía de la manera siguiente el caos político el desarrollo fracasado

generaban instabilidad social situación negativa que era necesario combatir aun a expresar del

desarrollo económico y el orden político autoritario.

La evolución conservadora: (1957-1969) hay numerosos aspectos de esa corriente que

merecen ser tratados, lo más sustancial.

Valoración critica

En lo que respeta al análisis neoclásico sobre el desarrollo económico hubo sin duda

aportaciones que pusieron de manifiesto insuficiencia del enfoque.

CAPÍTULO 12. EL GIRO SOCIAL HACIA LAS NECESIDADES BÁSICAS

(1969-1978)

A mediado de los años sesenta se inició una nueva fase en la historia del pensamiento

económico sobre desarrollo.

Esto se debió a la importancia otorgada al crecimiento sucedió una preocupación por los

aspectos sociales del desarrollo la 11ª conferencia mundial de la sociedad internacional para el

desarrollo (SID) se celebró en nueva Delhi ese año.

El empleo, la distribución y la pobreza

En su discurso de inauguración a la conferencia de nueva Delhi (1969) de la SID, Seers

se distancio del pensamiento económico anterior sobre el desarrollo:

Las preguntas hay que hacerse sobre el desarrollo de un país son, por tanto, las siguientes:

¿Qué ha ocurrido con la pobreza?, ¿Qué ha ocurrido con el desempleo? ¿Qué ha ocurrido con la

18
desigualdad? Si todos esos tres problemas se han hecho menos graves, entonces se ha registrado

sin duda un periodo de desarrollo en el país en cuestión.

La primera preocupación social fue la del empleo. A principios de los años sesenta, la

OIT orgánico tres misiones sobre el empleo en Colombia (1970) Ceilán (actual Srilanka 1971) y

Kenya (1972) al tiempo que la OCDE en un trabajo publica en 1971, predecía un fuerte

incremento de la tasa de desempleo (hasta una franja) comprendida entre 12% hacia (1980).

El giro social hacia las necesidades básicas (1969-1978)

El problema principal de Colombia, mientras que en Ceilán la cuestión no era tanto el

desempleo como el subempleo en actividades marginales de baja productividad y retribución, lo

importante no era crear sencillamente empleo, sino generar más oportunidades de empleo

productivo para reducir la pobreza.

Ya distribución de la renta era mucho más desigual en los países del tercer mundo que en

las naciones ricas.

La desigualdad tendió a crecer, al menos en las etapas iniciales de desarrollo, en la línea

modelo de la invertida de Kuznets.

Valoración Critica

Si bien resulta evidente que la insistencia en el desempleo, la desigualdad y la pobreza,

así como el enfoque general de las necesidades básicas, permitiera a los especialistas del

desarrollo abordar cuestiones tradicionalmente desarrolladas, el enfoque de las necesidades

básicas podía ser empleado en algunos casos como pantalla de humo del nuevo orden

económico.

19
El empleo, la distribución y la pobreza

CAPÍTULO 13. LA CONTRARREVOLUCIÓN NEOCLÁSICA (1978-1990)

En los años ochenta, resurgió con verdor el pensamiento neoclásico entre los

economistas, encabezada por autores como B. Balassa, J.N. Bhagwati, A. O Krueger D. Lal OI.

M.D Little, crítico con virulencia la intervención gubernamental y las estrategias de

industrialización por situación de importaciones y defendió apasionadamente la liberación

internacional.

CAP. 14. EL ENFOQUE FABORABLE AL MERCADO (DESDE 1990)

La perspectiva positiva al mercado (desde 1990) A principios de los años noventa se

produjo un nuevo giro-aunque mucho menos radical que el anterior- en los estudios ortodoxos

sobre el desarrollo. Ese cambio fue el resultado de un cada vez mayor escepticismo sobre la

bondad de las recetas propugnadas por la contrarrevolución neoclásica. Dos causas de esa

reevaluación crítica y de la aparición de una nueva ortodoxia merecen ser destacadas. En primer

lugar, las políticas ortodoxas aplicadas en muchos países del Tercer Mundo en los años ochenta

arrojaron resultados mediocres, cuando no claramente negativos. El crecimiento de la renta per

cápita real no sólo se redujo 1980-1990, respecto de 1970-1980, para el conjunto del Tercer

Mundo, sino que incluso cambió de signo, haciendo-e negativo, en Oriente Medio y Norte de

África, África sub-Sahariana y América Latina y el Caribe. Ésas fueron precisamente las

regiones en las que se aplicaron más nítidamente las recetas ortodoxas de deflación y

desregulación.

20
El informe sobre el desarrollo mundial de 1991La reevaluación de la actitud radicalmente

liberal de mediados de los años ochenta desembocó en la defensa de

un enfoque favorable al mercado o que armonizase con éste(market-friendly-approach).

En esa nueva concepción se admite explícitamente la intervención del Estado, pero siempre que

se encamine a sustentar o apoyar, y no a sustituir o suplantar, al mercado. Tal enfoque descansa

sobre las ideas siguientes:

- El Estado debe permitir al mercado funcionar cuando este último esté en condiciones de

hacerlo: por lo general, debe abstenerse, en la medida de lo posible, de llevar a cabo actividades

de producción y de distribución directas, así como de proteger, salvo cuando esa protección

arroje altos beneficios secundarios, el merca- do interno.

- Sólo cuando el mercado esté insuficientemente desarrollado, o si su libre

funcionamiento resulta inadecuado o fracasa, es legítima la intervención estatal, en el primer

caso, para potenciarlo y en el segundo para desempeñar una función central en, por ejemplo, la

inversión en educación, salud o infraestructura.

El informe sobre el milagro de Asia oriental (1993)

En 1993 vio la luz un importante trabajo del Banco Mundial sobre El milagro de Asia

oriental, en el que se pasa revista a los resultados de las economías asiáticas de alto rendimiento,

es decir, Japón, los cuatro “dragones”, Malasia, Tailandia e Indonesia, con la ayuda del marco

interpretativo desarrollado en el Informe de 1991.Fue Japón el segundo mayor accionista del

Banco, quien propició e incluso financió esa investigación, por entender que las prescripciones

tradicionales del Banco eran demasiado simplistas (al poner un énfasis excesivo en aspectos

como la desregulación y la privatización), que la experiencia japonesa merecía ser tratada con

21
detalle (ya que muchos economistas nipones consideran que ha servido como modelo para el

resto de Asia oriental) y que podían estar justificadas en los países del Tercer

Mundo tanto la protección selectiva como la política industrial estratégica.

En ese estudio el Banco Mundial reconoce por primera vez que

en la mayor parte de esas economías, de una u otra forma

el Gobierno intervino -de formas sistemática y a través de varias vías- para fomentar el

desarrollo.

CAP. 15. EL ESTRUCUCTURALISMO LATINOAMERCANO (1449-1957).

La doctrina de estudios sobre desarrollo conocida como “pensamiento de la

CEPAL"(Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina) se constituyó en

los años cuarenta y cincuenta como el primer cuerpo importante de doctrina sobre desarrollo

originario del Tercer Mundo. El estructuralismo latinoamericano de la CEPAL fue enormemente

influyente en la teoría económica y las políticas de desarrollo en América Latina entre finales de

los años cuarenta y mediados de los años sesenta. La reflexión de la CEPAL sirvió de inspiración

al desarrollismo Latinoamérica – o, un conjunto de políticas keynesianas socialmente avanzadas

que, combinado con el peculiar populismo de la Argentina peronista y del Brasil anterior al golpe

militar de 1964, convirtió en una teoría y una práctica políticas de gran trascendencia.

Además, el pensamiento de la CEPAL sirvió de base para la creación del enfoque de la

dependencia.

22
La interpretación, el fomento y los obstáculos de la industrialización

latinoamericana.

La CEPAL hizo una notable contribución a la historiografía económica de la

industrialización latinoamericana de Los años treinta y cuarenta. Desde la Gran Depresión de

1929, el crecimiento industrial de algunos países de América Latina, que anteriormente se había

limitado a ser un mero apéndice de la actividad de exportación de productos primarios, se aceleró

de manera considerable. La reducción de la demanda de importaciones de materias primas y

productos alimenticios por parte del centro, junto con la caída de la relación real de intercambio

para las economías que exportaban esos bienes, supuso una fuerte contracción de la capacidad

para importar de los países latinoamericanos. Tal escasez de divisas generó una

industrialización sustitutiva de importaciones (el remplazo de las compras al exterior por

producción nacional), que inicialmente fue sencillamente espontánea, esto es, una respuesta

automática a una coyuntura Internacional adversa. La industrialización fue especialmente

pronunciada en Argentina, Chile y el sur de Brasil. Sin embargo, otros países más pequeños

tuvieron que ajustarse a coyuntura mediante la deflación de la actividad eco- nómica interna.

CAP. 16. EL ENFOQUE DE LA DEPENDENCIA (1957-1969)

A finales de los años cincuenta se produjo una reacción radical en el pensamiento sobre

desarrollo. A raíz de la publicación en 1957 de The political economy of growth del economista

estadounidense Paul A. Baran, se inició una corriente teórica que, distanciándose claramente de

la evolución anterior de la disciplina, defendió básicamente tres ideas principales: -El

subdesarrollo no es una fase previa o una etapa

23
anterior al desarrollo, sino un producto histórico del colonialismo y del imperialismo; tal

planteamiento rechazaba deliberadamente, por tanto, la teoría de las etapas de Rostow.

-La dependencia es el rasgo distintivo de los países capitalistas subdesarrollados, y tal

situación, originada por el carácter nocivo que ejercen las relaciones económicas internacionales

en esos países, es un freno poderoso a su desarrollo.

Las corrientes del enfoque de la dependencia

Con arreglo a la clasificación del excelente trabajo de Palma (1978), pueden distinguirse

tres grupos principales de teorías en el enfoque de la dependencia:

-El planteamiento del desarrollo del subdesarrollo, que negaba la posibilidad misma de

crecimiento económico sostenido (y por ende de desarrollo) en la periferia capitalista, en la que

únicamente se podría producir la perpetuación del subdesarrollo. Esta corriente neomarxistas

tuvo como exponentes principales a A. G. Frank, S. Amin, T. dos Santos y R. M. Marini, entre

muchos otros. - La reformulación en clave dependientita de los planteamientos de la CEPAL,

para ilustrar los obstáculos externos e internos que, debidos a la inserción dependiente, impedían

un desarrollo nacional en América Latina. Esta segunda escuela se distinguía de la primera en

que criticaba la tesis del estancamiento inevitable. Admitiendo la posibilidad de crecimiento

económico, postulaba una contradicción inevitable entre dependencia y desarrollo nacional. Los

principales autores de ese grupo fueron C. Furtado, O. Sunkel, M. da C. Tavares y A. Pinto, entre

otros. -La tesis del desarrollo dependiente, la más sofisticada del enfoque, que afirmaba que la

dependencia no hacía imposible el desarrollo de la periferia, sino que lo condicionaba hasta el

punto de generar contradicciones y desigualdades específicas al capitalismo periférico.

24
El desarrollo del subdesarrollo

Los trabajos de A. G. Frank fueron enormemente influyentes, especialmente en América

Latina. Frank postulaba que no había posibilidad alguna de desarrollo dentro del sistema (el

dilema era, como rezaba el título de un libro que publicó en 1972, Subdesarrollo o revolución).

Pese a no declararse abiertamente neomarxistas, Frank simbolizó la aproximación más radical de

los años sesenta y setenta a los estudios del desarrollo, aunque enseguida recibió enconadas

críticas por la corriente marxista (E. Laclau, R. Brenner, C. Leys, etc.). Su aportación fue

especialmente fecunda en la crítica a la teoría de las etapas de Rostow y a los modelos de

desarrollo dualistas (Lewis, Fei-Ranis, etc.). De manera indirecta, la obra de Frank contribuyó en

gran medida al avance de las investigaciones en Economía y Sociología del desarrollo.

El economista egipcio S. Amin, por su parte, se declaraba abiertamente marxista. A

diferencia de Frank, exploró la articulación, en la periferia, del capitalismo con modos de

producciones precapitalistas. En su L'accumulation à l'échelle mondiale (1970), destacó que la

acumulación en el capitalismo periférico difería de la registrada en el capitalismo central por su

carácter extravertido y desarticulado y por la hipertrofia del sector terciario.

CAP. 17. LA REVOLUCIÓN CRÍTICA (1969-1976)

A finales de los años sesenta el enfoque de la dependencia había perdido ya buena parte

de su influencia intelectual, al menos entre los especialistas de los países anglosajones (Evans y

Stephens, 1988). Las razones eran diversas:

- Las críticas a los inconvenientes teóricos de la escuela de la dependencia, enumerados

en el capítulo anterior.

25
- La consolidación de los nuevos países industriales, cuyo alto crecimiento económico y

cuyas ofensivas exportadoras pusieron en cuestión al menos dos planteamientos básicos del

enfoque de la dependencia: la tesis de que la integración en la economía mundial capitalista hace

prácticamente imposible una industrialización viable en el Tercer Mundo y el teorema de que

capitalismo periférico y subdesarrollo son con- Sustanciales, esto es, que es totalmente imposible

salir del subdesarrollo por la vía capitalista.

CAP. 18. EL MARXISMO: EL ENFOQUE DE LA REGULACIÓN (1976 EN

ADELANTE)

Los estudios genuinamente marxistas sobre desarrollo apenas tuvieron trascendencia

durante el período de auge del enfoque de la dependencia. Los partidarios neomarxistas de este

último (Amin, dos Santos, Marini, etc.) rompieron de facto con la tradición marxista clásica, en

lo que atañe cuanto menos a la consideración del capitalismo en la periferia (históricamente

progresivo para Marx, freno y obstáculo al Progreso para los dependientitas) y a la posibilidad

misma del desarrollo capitalista en el Tercer Mundo (aceptada por Marx y los teóricos del

imperialismo, pero rechazada de plano por la escuela de la dependencia).

El desconcierto que tal ausencia el desarrollo de filiación produjo entre los economistas

radicales del desarrollo solo pudo desvanecerse cuando se hicieron clara mente patentes, a

principios de los años setenta, los inconvenientes teóricos y prácticos del enfoque de la

dependencia.

26
CAP. 19. MACROECONOMÍA ESTRUCTURALISTA Y

NEOESTRUCTURALISMO LATINOAMERICANO (DESDE 1983)

A finales de los años ochenta y principios de los noventa se produjo una revitalización del

estructuralismo de la CEPAL. Curiosamente, tal recuperación se produjo primero en algunos

círculos intelectuales anglosajones (Taylor, 1983) y sólo después en la propia América Latina

(Rosales, 1988; Sunkel y Zuleta,1990).

La idea central del estructuralismo en los estudios del desarrollo es, recordemos, que en

los países del Tercer Mundo hay rigideces y otras insuficiencias institucionales y notables

imperfecciones del mercado, de manera que las pautas liberales de crecimiento no tienen en la

práctica los resultados previstos por la escuela neoclásica. La aportación novedosa de la

macroeconomía estructuralista fue añadir a tal enfoque dos aspectos adicionales de gran

importancia: la necesidad de hacer más riguroso, mediante la formalización, incluso matemática,

el estudio de las políticas de desarrollo, y el reconocimiento de la diversidad dentro del Tercer

Mundo, cuyos países presentan ¨deficiencias estructurales¨ distintas no solo respecto de los

rasgos de las economías desarrolladas, sino también entre sí.

CAP. 20. LA ECONOMÍA HETERODOXA DEL DESARROLLO EN LOS

AÑOS NOVENTA.

Tras un largo período de inactividad, la economía radical del desarrollo parece haberse

revitalizado en el último decenio. La ofensiva intelectual de la contrarrevolución neoclásica de

los años ochenta, junto con el desmoronamiento, a todos los efectos, del enfoque de la

dependencia y la ausencia de alternativas claras para sustituirlo, provocaron desconcierto entre

los economistas heterodoxos, que, por lo general, se limitaron a intentar capear el temporal y a

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esperar tiempos mejores. Gracias al asentamiento de algunas perspectivas críticas, como el

enfoque de la regulación, la macroeconomía estructuralista y el neoestructuralismo

latinoamericano, y a la reconversión de la ortodoxia neoclásica del Banco Mundial en dirección

de posiciones menos dogmáticas, pero más confusas, la correlación de fuerzas parece haberse

modificado un tanto.

Este capítulo aborda, en primer lugar, las críticas actuales a la ortodoxia de los

planteamientos recientes del Banco Mundial.

La renovación del pensamiento marxista sobre desarrollo.

Además de las prometedoras incursiones del enfoque de la regulación en los estudios del

desarrollo, resumidas en la segunda parte del capítulo 18, los últimos años han sido testigos

también de cierta recuperación del análisis marxista en ese campo. Dos razones parecen ser las

principales.

En primer lugar, han proliferado las investigaciones empíricas sobre diversos países y

regiones del Tercer Mundo, cuyo interés reside no sólo en su cantidad, sino en que son más

variadas, detalladas y consistentes que las producidas durante los años setenta y ochenta. Por

citar sólo algunas, destacan las de A. Abdelkarim, B. J. Berman, C. Leys, F. B. Mahmoud, J.

Rapley o J. Weeks sobre Africa, las de G. Aseniero y A. Y. So sobre el noreste de Asia, o las de

K. S. Jomo y R. Robinson sobre el sudeste asiático. Lo importante es que el grueso de esos

estudios está exento de los vicios anteriores, a saber:

- Generalismo, es decir, pretensión de aplicación general al conjunto del Tercer Mundo.

- Teleología, esto es, la tendencia a presuponer que todas las evoluciones observadas en

el Tercer Mundo no eran sino manifestaciones de una tendencia, establecida a priori, hacia la

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perpetuación del subdesarrollo. Reduccionismo de clase, esto es, la idea de que todas las

relaciones sociales pueden ser abordadas como relaciones de clase.

- Dogmatismo o, en otras palabras, incapacidad para superar la literalidad de todos los

planteamientos de Marx, con más de un siglo de antigüedad.

29
CONCLUSION

Tras el análisis, podemos deducir que la evolución del pensamiento económico sobre

desarrollo, al que este libro ha pretendido asomarse en un plano largo, muestra que ha sido y es

aún hoy todo un mundo de controversias, por lo demás enriquecedoras, y en el que la última

palabra no ha sido, ni mucho menos, dicha.

El libro ha pretendido demostrar que los enfoques heterodoxos o críticos merecen, cuanto

menos, la misma consideración que los planteamientos ortodoxos, pese a que los primeros

tengan, algunos dirán que lamentablemente, menos eco, difusión y reconocimiento sociales y

académicos que los segundos, que son los únicos que se presentan en los pocos manuales al uso

de introducción a la Economía que se refieren a temas de desarrollo.

Son de extremo interés las propuestas de desarrollo desde dentro y de transformación

productiva con equidad que el neoestructuralismo latinoamericano ha hecho en los últimos años.

Ni que decir tiene que el “pacto global por el desarrollo”, que propone el Programa de las

Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), es una tarea tan urgente como bien construida.

Habrá quien afirme que todo ello no es más que una amalgama de posiciones diversas entre sí y

que convendría aclarar la posición de cada una de ellas. Es cierto que se da una extraña

circunstancia: algunos economistas heterodoxos del desarrollo, que se distinguen por la

moderación en el análisis, la mesura en las recomendaciones y hasta por el eclecticismo teórico,

hacen las veces de radicales. Esto no es más que producto de lo que podría llamarse la “voluntad

de conquista del pensamiento único" en Economía que arrincona y une a los discrepantes. En un

ambiente intelectual más equitativo (por ejemplo, el Banco Mundial se abriese a posiciones

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heterodoxas y no las marginase sistemáticamente en aras de una imagen, por lo demás

contraproducente, de institución con unos planteamientos monopolísticos.

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