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Capitán Swing Libros: febrero de 2011
ISBN: 978-84-938327-5-9
Depósito Legal: S. 146-2011
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Imprenta Kadmos, Salamanca
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El Sistema del
Cine-ojo de Dziga Vertov
y su repercusión
MIGUEL ALFONSO BOUHABEN1
11
Nosotros pretendemos, en las letras que están por venir, descri-
bir y poner en práctica el sistema de Vertov a través de un glosario
de palabras clave que sirvan para enterrar dicha incomprensión:
para entender el hermoso regalo teórico-práctico que Vertov y el
Grupo Dziga Vertov legan a las futuras generaciones de cineastas
resistentes, críticos y militantes.
Vida
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de los primeros espectadores, se movían. Ahora bien, la magia de
ese nuevo espejo no sólo sirve para capturar o reflejar lo fugitivo,
lo móvil o lo divergente de la vida: su modo de plasmarla, además,
es fundamentalmente objetivo. Así, este nuevo y revolucionario in-
vento que es el cinematógrafo expresa el movimiento de manera no
subjetiva —lo que, por otro lado, supone una profunda crisis en el
ámbito de la pintura y en su lucha agónica por la semejanza— me-
diante un mecanismo que Bazin ha descrito como «un modelado,
una huella de los objetos por medio de la luz».3
Así el cinematógrafo, ese aparato que emerge en plena apoteosis
vitalista, permite desarrollar a Vertov un sistema que hunde sus raíces
en esta misma problemática: «Hemos sido los primeros en hacer filmes
con nuestras manos desnudas, unos filmes quizás torpes, palurdos,
poco brillantes, unos filmes un poco defectuosos, pero en todo caso
unos filmes necesarios, indispensables, unos filmes dirigidos hacia la
vida y exigidos por la vida».4 Se trata, en fin, de adentrarse en los datos
visibles de la vida —en el oleaje indómito de las ciudades, en el itinera-
rio de los tranvías, en el trabajo de los campesinos o en el espacio frené-
tico de las fábricas— para recoger, embalsamar y salvaguardar el paso
del tiempo. Todos estos elementos que componen el espacio fílmico de
las obras de Vertov están presentes en el escenario de la vida.
Por ello, Vertov aconseja, a los seguidores del Cine-ojo, que es
imprescindible potenciar la capacidad para ver y oír el rumor de los
fenómenos vivientes (cine yo veo) y anotar mediante el dispositivo
óptico sus desplazamientos (cine yo escribo) para, finalmente, extraer
una conclusión orgánica a través del montaje (cine yo organizo). He
aquí, por fin, el sistema del Cine-ojo.
Movimiento
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inestables y heterogenéticas— que surgen en los núcleos metropo-
litanos. La ciudad es un espacio dinámico de relaciones efímeras,
agitado, que no deja de producir pluralidades, que funda espacios
de tránsito, que comporta una estructura en continuo estado de
estructuración. Podemos, en este sentido, definir la ciudad como un
espacio teatral donde se distribuyen las coreografías de los objetos y
los sujetos, pero una ciudad-teatro en movimiento: una ciudad-flujo.
No es casual que el desarrollo de las urbes coincida con la génesis
del cinematógrafo. El cine es producto de esta era industrializada y
maquínica y puede decirse, ciertamente, que el cine ha hecho de la
ciudad —de sus escenas habituales, de sus paisajes cotidianos y de
sus tipos sociales— su espacio de exploración. En suma, el cine y la
metrópolis son hijos de esta sociedad tecnológicamente avanzada.
Por otro lado, hay que apuntar que de esta síntesis entre cine y
ciudad derivan las llamadas sinfonías urbanas, subgénero fílmico
que Lewis Munford define así: «mediante la orquestación compleja
del tiempo y el espacio y mediante la división del trabajo, la vida de
la ciudad adquiere el carácter de una sinfonía». 5 Y es esa orquesta-
ción la que encontramos en Tchelovek s kinoapparatom (El hombre
de la cámara, 1929). En este filme, la máquina-ciudad —su ritmo
fascinante, sus muchedumbres, sus fábricas, sus trenes y tranvías, y
sus multitudes siempre inquietas— es capturada y montada por la
máquina-cine, por este nuevo arte técnico que también surge en la
era de la industrialización y que permite armonizar el espacio y el
tiempo. La ciudad y el cine, las muchedumbres y el hombre de la
cámara, se atraviesan mutuamente en una danza explosiva, en un
proceso de producción donde el montaje de la ciudad se organiza
rítmicamente.
Evidentemente, el cine permite que la mirada se emancipe y
que pueda moverse con gran agilidad por el espacio urbano. Una li-
beración de la mirada, apuntémoslo, que en el cine de Dziga Vertov
alcanza niveles casi delirantes: recordemos la secuencia de este mis-
mo filme donde se yuxtapone hasta el delirio una imagen cenital
de la ciudad que se agita zigzagueante con un ojo que parpadea sin
cesar. Ahora bien, ¿qué consecuencias trae de la mano esta liberación
de las servidumbres del ojo humano? En principio, dos. En primer
14
lugar, la liberación de la mirada teatral y, en consecuencia, la libera-
ción del espacio, pues gracias al cine, podemos conectar cualquier
orden espacial con cualquier otro. En segundo lugar, la liberación
del instante fijo y, por tanto, la posibilidad abierta para conectar
cualquier orden temporal con cualquier otro.
Así, por un lado, encontramos una liberación de la mirada tea-
tral, de la mirada que impone una perspectiva y una jerarquiza-
ción del espacio. Gracias al Cine-ojo la mirada se emancipa y puede
transcender e ir más allá de las funciones biológicas del ojo humano.
El hombre de la cámara —Mikhail Kauffman, operador y herma-
no de Vertov— dispone su ojo mecánico en lugares inaccesibles,
con multitud de perspectivas, se sube a una grúa, se oculta bajo las
vías de un tren, se introduce en una mina: «Me libero desde ahora
y para siempre de la inmovilidad humana, estoy en el movimien-
to ininterrumpido, me acerco y me alejo de los objetos, paso por
debajo, me encaramo encima, corro junto al hocico de un caballo al
galope, me sumerjo rápidamente en la multitud, corro ante los sol-
dados que cargan, me pongo de espaldas, me elevo al mismo tiempo
que el aeroplano, caigo y me levanto con los cuerpos que caen y
se levantan».6 En una de las secuencias finales de El hombre de la
cámara, asistimos al concierto de un músico que es observado por
una pluralidad de observadores. Cada observador ha sido filmado
en lugares diferentes y lejanos. Ahora bien, debido a la coordina-
ción de los ejes de las miradas de esos registros heterogéneos es
posible la existencia de un orden de raccord.
Por otro lado, encontramos una liberación de la imagen fija,
de esa imagen fosilizada incapaz de reproducir el movimiento de
los cuerpos en el espacio-tiempo. Esta liberación es ilustrada por
Vertov en una secuencia magistral que nos permite diferenciar
entre el dispositivo del cine —línea de producción expresiva que
va de la máquina de proyección a la pantalla— y lo que el cine
nos entrega —línea de producción expresiva que va de la pan-
talla al ojo del espectador—. En la secuencia contemplamos a la
montadora Elizabeta Svilova7 —futura mujer de Vertov— mani-
pulando unas tiras de celuloide. En ese momento, Vertov recorta en
15
plano detalle las imágenes suspendidas y señalizadas, las imáge-
nes muertas y sin vida de niños y ancianas. Acto seguido, muestra
esas mismas imágenes al calor de la luz y del movimiento del
cinematógrafo: las resucita de su estado inerte, las insufla el aliento
vital por medio del movimiento. De esta manera, se arroja una
cierta luz sobre la diferencia entre el dispositivo del cine y lo que
el cine nos entrega. Si el dispositivo no es otra cosa que la suma de
imágenes fijas o cortes inmóviles —instantes en el tiempo y poses
en el espacio— arrastrados por un movimiento abstracto; lo que
el cine nos entrega, por el contrario, es una imagen media, un cor-
te móvil, una imagen a la que no se le añade el movimiento: una
imagen-movimiento. Así, vemos como esas imágenes fosilizadas
y muertas de la cinta del celuloide cobran vida gracias a la ilusión
del movimiento específica del cine. Y la manera de mostrarlo, la
forma de construir esta secuencia, nos da pie a hablar de una pe-
dagogía vertoviana.
Pero, además, esas imágenes-movimiento van a estar sometidas
a diversos intervenciones de orden temporal, a ejercicios de ralenti-
zación, aceleración, fragmentación o sobreimpresión donde el cine
«hace experiencias de prolongación de tiempos, de desmembra-
miento del movimiento o al contrario de absorción del tiempo en sí
mismo, de deglución de los años, esquematizando de esta manera
los procesos de larga duración inaccesibles al ojo normal». 8
En suma: el cine es el arte y la técnica que, por primera vez en
la historia, vence y domina al espacio y del tiempo.
Materia
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cas entre los cine-documentos registrados, conexiones que niegan
cualquier instancia coercitiva trascendental que pretenda bloquear
el acto creativo de cada relación a través de un sistema de repre-
sentación represivo. En este sentido, el cine-fábrica se contrapone
al cine-teatro. Éste parte de una puesta de escena y de unos actores
que se ciñen a un orden representativo, esto es, a una estructura que
distribuye los elementos según determinaciones establecidas. Si el
cine-teatro representa, el cine-fábrica produce; si el cine-teatro es
una estructura, el cine-fábrica supone una estructuración; si el
cine-teatro impone un orden representativo, el cine-fábrica produ-
ce. Y lo que produce, en el caso del cine de Vertov, es un optimismo
revolucionario que no se doblega ante las coacciones administrati-
vas y parasitarias del Estado Soviético. Un optimismo que no es el
de la revolución institucionalizada, sino el de la revolución perma-
nente y continua. El cine-fábrica de los hechos produce imágenes
para el sujeto colectivo de la revolución, que no se circunscribe al
territorio de la nación rusa, como pretendía Stalin, sino que, por
el contrario, tiene una naturaleza internacionalista. Imágenes que
fomentan la conciencia crítica y que se posicionan frente al cine-
narcótico de las producciones de ficción o el cine-lamebotas 13 de los
lacayos de la burocracia socialista.
En este punto, es preciso subrayar la crítica vertoviana al cine
de ficción. El cine de ficción tiene un funcionamiento y un objetivo
semejante a la religión. Si para Marx, la religión era el opio del pue-
blo; para Vertov, el cine de ficción será una suerte de opio eléctrico
que somete al espectador a un estado de embriaguez, atontamiento
y sugestión. El cine materialista, el cine que parte de los hechos,
por el contrario, pretende despertar las conciencias del proletaria-
do a la vez que pone en solfa las antiguallas alienantes de los filmes
novelados y teatralizados. Estos filmes, que amordazan los ojos y
el cerebro, revelan su función dentro de las condiciones de produc-
ción dominantes: están alineados y en concordancia con aquellas
corporaciones que dominan el mundo real y no tienen otra finali-
dad que justificar el estado de cosas hegemónico. El cine de ficción
cumple una tarea superestructural de suma importancia a través de
un ocultamiento visual —oxímoron inquietante— denunciado con
insistencia por el Cine-ojo: «El cine-drama vela los ojos y el cerebro
18
con una almibarada neblina. El Cine-ojo hace abrir los ojos, aclara
la vista».14
Por tanto, el cine tiene que dejar de ser un juguete para en-
tretener y divertir a las masas populares. El cine tiene que devenir
herramienta de lucha, práctica de análisis social, telescopio antro-
pológico y crítico. El cine tiene que asaltar la realidad para mostrar
las contradicciones de clase y para mostrar que es el obrero quien
fabrica todos los bienes de consumo y, por tanto, es a él a quién le
pertenecen. El cine, en suma, tiene que posibilitar que todos los
obreros del mundo se vean mutuamente: «El obrero de textil debe
ver al obrero de una fábrica metalúrgica mientras está fabricando
máquina necesaria para el obrero de textil. El obrero de la fábrica
metalúrgica debe ver al minero que suministra a la fábrica el com-
bustible necesario, el carbón. El minero debe ver al campesino que
produce el trigo que él necesita. Todos los trabajadores deben verse
mutuamente para que se establezca entre ellos una relación estre-
cha e indestructible. Los trabajadores de la URSS deben ver que
también en los otros países, en Inglaterra, en Francia, en España
y así sucesivamente, en todas partes, hay trabajadores como ellos
y que en todas partes el proletariado entabla una lucha de clases
contra la burguesía. Pero todos estos trabajadores están lejos unos
de otros y por tanto no pueden verse».15
A través de los noticiarios, de los Kino-pravda (1922-1925),
Vertov muestra la verdad de la producción a través del medio
cinematográfico.
Praxis
19
este sentido, la idea del Cine-ojo en tanto que cine-verdad puede
llevar a confusiones y equívocos ya que no se trata de encontrar
un esencia, una imagen o un sonidos verdaderos. Se trata, por el
contrario, de alcanzar unas relaciones entre imágenes y sonidos
que tiendan a una verdad en continuo cuestionamiento. Cada tra-
bajo, cada estudio visual de la realidad, sea o no fallido, supone
una lección estimulante: una pedagogía pragmática, un aprendi-
zaje experimental.
De alguna manera, su praxis cinematográfica parece seguir
las huellas de aquella proclama que Marx lanzó contra el carácter
místico de la filosofía idealista hegeliana y del materialismo edul-
corado de Feuerbach: «Los filósofos no han hecho más que inter-
pretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de
transformarlo». 16 El sistema diferencial que Vertov inaugura con su
teoría de los intervalos supone una práctica teórica y, en cuanto tal,
implica una crítica a todo modelo programático y teleológico del
cine-drama. Su pragmática experimental supone el abandono de
todo modelo analítico que parta de viejas premisas con la intención
de poner en marcha una metodología fílmica ávida de experimen-
tar: al margen de lo posible y abierta al futuro. Sin duda, todo mo-
delo del pasado ejerce una violencia contra lo nuevo y actúa como
un agente de poder sobre las experiencias novedosas y críticas. La
burocracia socialista pone contra las cuerdas a todo aquel que pre-
tenda cuestionar el statu quo de la creación, es decir, a todo aquel
que, como Vertov, desenmascare los defectos de las formas cinema-
tográficas imperantes.
El nuevo modelo social del Estado soviético exige nuevos
métodos técnicos y de organización. Vertov, en su encarnizada
lucha contra la burocracia administrativa, defiende sus expe-
riencias fílmicas alegando que para crear una obra innovadora,
que esté a la altura del giro copernicano que supone la revolu-
ción socialista, hay que renegar de toda doctrina conservadora y
apostar por la innovación. El cine tiene que estar en revolución
permanente si quiere sobrevivir y, sobre todo, si quiere mante-
ner su carácter creativo y crítico y dejar de ser un sonajero para
las masas.
20
En este sentido, el cine-análisis de los hechos se construye y se
desarrolla según trayectorias anti normativas, según rupturas con
las reglas del pasado que dan cuenta de la militancia futurista 17 de
Vertov. Las reglas y prescripciones son constantes estilísticas y poé-
ticas que coagulan toda creatividad e imponen la voz única de la
ortodoxia. Julia Kristeva apunta que lo poético es aquello que care-
ce de leyes: el poeta y el creador transcienden los límites impuestos,
los cánones, las clasificaciones, las reglas. Aunque, para ser preci-
sos, habría que añadir que, más que transgredir estos órdenes his-
tóricos establecidos, el creador lucha por ponerlos en práctica. Las
leyes de la creación cinematográfica no son inmutables y, por ello,
cuando éstas pretenden alcanzar el lustre de una forma arquetípica
platónica, entonces tienen que ser disueltas. Del mismo modo que
se disuelve una molécula o el parlamento cuando hay una problema
químico o político. La lucha de Vertov contra las reglas de produc-
ción artística es una lucha contra los tópicos y los estereotipos, con-
tra los sistemas de control psíquico del cine de ficción que moldea
los cuerpos y las mentes. Para que haya evolución hay que romper
con las reglas de juego dominantes pues «el hombre se distingue del
mono por el hecho de que el mono permanece colgado del árbol,
mientras que el hombre ha violado las reglas y las leyes: ha bajado
del árbol, ha cogido un palo, ha abandonado el bosque y ha llegado
a la estepa (...) De no haber violado las reglas, seguiría viviendo
sobre un árbol. Su evolución habría sido impedida por el respeto a
las reglas. Seguiría siendo un mono». Unas reglas del juego adheri-
das a la ideología del capital, que mediante sus productos fílmicos
oculta y suplanta las verdaderas relaciones sociales que se dan entre
los hombres.
Por ello, la praxis revolucionaria en el campo del cine es clave
para subvertir y transformar estos espectros superestructurales. Una
praxis que en Vertov adquiere un doble filo: filosófico y científico.
21
Cine-pensamiento
22
de la caméra-stylo de Astruc, de la cámara como herramienta de
pensamiento. El propio Astruc nos asegura que si Descartes hubie-
se nacido en el siglo xx hubiese escrito su discurso del método como
imágenes y sonidos. Algo que repite Camus: «Para pensar hay que
escribir con imágenes». Por su parte, Vertov entiende que los pensa-
mientos tienen que emerger de la pantalla sin que haya necesidad de
una palabra que medie entre la pantalla y el espectador, sin que haya
una «voz de Dios» o unos intertítulos que encaucen y orienten el ojo
del receptor del film. La imagen no ha de ser prisionera del comenta-
rio de la voz en off que no tiene otra función que la de interpretar y,
por tanto, reducir a un perspectiva unilateral la riqueza múltiple del
torrente de imágenes. Tres cantos sobre Lenin (1934) da buena cuenta
de este ejercicio de narración visual pura.
Cine-ciencia
23
como descubrir la naturaleza de lo real: «No mediante sermones
moralistas. Experiencia. Organización. Técnica. Ejemplo. Trabajo
encarnizado. Ningún tabú».22 Su sistema se estructura siguiendo
la mecánica del conocimiento científico. Emerge de las observa-
ciones para configurar hipótesis de trabajo que le orienten en la
formulación de principios de ordenamiento de las imágenes y los
sonidos: una armonización con una «tremenda fuerza retorica» 23
que no recurre a estrategias extramundanas. En un filme como
Entuziazm (Entusiasmo, 1931), Vertov desarrolla una práctica
discursiva que parte del registro de una multiplicidad de sonidos
de la realidad para luego montarlos científicamente: sonidos de las
muchedumbres, sonidos de fiestas populares y sonidos industria-
les coexisten en una compleja y rica trama sonora que fue elogiada
por Charles Chaplin: «Jamás había imaginado que unos sonidos
mecánicos podían organizarse con tanta belleza».
Al contrario que los idealistas del cine de ficción, que se encie-
rran en sus estudios y no se aventuran a descubrir lo que está más
allá de la trama del guión, él prefiere cazar las imágenes de la reali-
dad —imágenes desconocidas, imágenes aún por descubrir— con
el objetivo de desvelar la acción práctica de los hombres y mujeres
de la URSS, con la firme voluntad de que constituyan un ejemplo
para la clase proletaria. Ahora bien, para cazar imágenes hay que
estar al acecho y disparar con precisión: solo de este modo podrá
captarse el hecho desnudo, puro y sin ningún a priori significativo.
Por otro lado, cabe la posibilidad de leer el sistema de Vertov en
clave atomista, lo que implica que cada cine-documento pueda encar-
nar un átomo de realidad audiovisual. Pero no un atomismo al modo
de Demócrito que afirma que las relaciones entre los átomos son aza-
rosas. Vertov es más bien un nuevo Euclides en busca de elementos
mínimos que configuren el alfabeto del cine. Ahora bien, la finalidad
no es la construcción de un alfabeto. Esto es sólo un medio para mos-
trar la verdad: una verdad que no está enquistada en los elementos sino
en la totalidad ordenada —desde la conciencia y no desde el azar—
de los mismos: «No nos bastaba mostrar trozos de verdad aislados,
unas imágenes-verdad. Nos asignábamos una tarea mucho más vasta:
1936, p. 89.
23 Jeremy Hicks, Dziga Vertov: defining documentary filmes, p. 2.
24
cómo montar, organizar, combinar fragmentos—imágenes de verdad
aislados para que no hubiera nada falso en ninguna parte, para que
cada frase del montaje y todas las obras en su conjunto mostraran la
verdad».24
Sin embargo, este orden nada tiene de permutación mecánica
sino que se desarrolla por diferenciación: entre dos imágenes hete-
rogéneas, captadas en lugares y momentos lejanos en el tiempo, se
establece una conjunción lejana y justa.
Ahora bien, ¿cómo funciona esta diferencia?
Diferencia
25
imágenes por atracción compone una unidad orientada a obtener
un determinado efecto. Este teleologismo es el que impide que las
diferencias difieran pues su fin es la identidad en el concepto. Un fin
esencialmente dialéctico: la síntesis del concepto anula y destruye
cada uno de los elementos para fundar un conjunto unitario, un
conjunto que gira en torno a un único centro. Eisenstein, en tanto
montador hegeliano, es un ferviente seguidor de esta diferencia su-
mergida en el concepto: «Las partes constitutivas son reconducidas,
en toda su variedad, a una única unidad que legitima su presencia:
su calidad de atracción». 26
El segundo tipo de montaje de la diferencia es aquel que no
somete a las imágenes a la identidad de la forma del concepto,
sino que las libera de todo encasillamiento y de toda delimitación
o lugar para que fluyan en un espacio y un tiempo dinámicos. Y
es este dinamismo, este movimiento, esta pluralidad de centros y
perspectivas sobre los hechos es el que encontramos en el cine de
Vertov. Hegel había establecido una metafísica del movimiento
falsa en tanto que todo dinamismo estaba paralizado por la re-
presentación, por el centro único y dominante. La idea hegelia-
na conserva todos sus momentos en el transcurso de las síntesis,
lo que permite la coacción y la fosilización del movimiento libre
de las ideas mediante la representación de lo mismo. Vertov, en
cambio, entiende que el cine tiene que abandonar el terruño de
la representación, es decir, el cine—teatro de carácter ficcional: el
movimiento de los seres y las cosas no puede paralizarse en el in-
terior del teatro clásico que parece imponer Hegel. Hay que hacer
del cine una actividad, un proceso dinámico que movilice sin me-
diaciones, interpretaciones o representaciones. Hay que hacer de
la metafísica un teatro vanguardista y dionisíaco, un teatro nuevo
que haga bailar, saltar, rotar en el aire todas las cosas. Hay que
inventar nuevas formas de montaje y experimentación, nuevas fá-
bricas de creación, nuevos lenguajes. Esta diferencia liberada del
enclaustramiento del concepto es la que pretende describir Vertov
en sus filmes y sus textos teóricos.
Por tanto, si para Eisenstein lo fundamental era la atracción
en tanto combinación de imágenes con arreglo a un fin; para
26
Vertov lo primordial es el intervalo, esto es, el intermezzo entre los
movimientos: «Los intervalos (pasos de un movimiento a otro),
y no los movimientos en sí mismos, constituyen el material (ele-
mentos del arte del movimiento). Son ellos (los intervalos) los
que arrastran el material hacia el desenlace cinético». 27 De modo
que para Vertov el Cine-ojo es como un gran rizoma donde todo
está interconectado, donde cada imagen o registro puede com-
ponerse con cualquier otro: «El Cine-ojo utiliza todos los medios
de montaje posibles yuxtaponiendo y ligando entre sí cualquier
punto del universo en cualquier orden temporal, violando, si es
preciso, todas las leyes y hábitos que presiden la construcción del
filme».28
En conclusión, todo está al servicio de la variación, cada ima-
gen varía o difiere con cualquier otra y, por tanto, no es impres-
cindible que sean consecutivas: toda imagen se puede conectar
con una imagen lejana, puede circular sin necesidad de girar en
torno a un único centro. Cada imagen, en tanto diferencia o ima-
gen cualquiera, fluye y difiere con las demás en un espacio ga-
seoso —recordemos que en sus libros de cine, Deleuze clasifica a
Vertov como un cineasta de la imagen—percepción gaseosa. 29 Un
espacio gaseoso acentrado y ajeno al espacio sólido de las imáge-
nes sobredeterminadas de Eisenstein.
27
Repercusión del Cine-ojo:
el Grupo Dziga Vertov
¿Cómo se hace cine? Esta pregunta tiene para el Godard de los años
posteriores al Mayo del 68 —años donde desarrolla su trabajo dentro
de la disciplina del Grupo Dziga Vertov— dos posibles respuestas. La
respuesta de Hollywood y la respuesta del cine soviético. La respuesta
de Hollywood la resume Godard de la siguiente manera: «El cine es
cuestión de dinero, el cine es un proceso productivo donde alguien
da dinero a alguien que finge ser artista».30 La respuesta del cine so-
viético, por el contrario, viene a decir que «el cine consiste en poner
la cámara en todas partes, en tratar de filmar todas las cosas, en mirar
los fenómenos colectivos».31 El problema que aquí se plantea es el de
la diferencia entre el cine-social y el cine-espectáculo. O lo que es lo
mismo: la diferencia entre el cine como instrumento para entretener,
—y en muchos casos alienar, someter a estereotipos y delinear los
afectos—, con producciones de muchísimo dinero, y el cine como
instrumento para pensar y actuar en la sociedad. Nunca antes de la
puesta en escena del cine revolucionario de Rusia se había tramado
una experiencia tan profunda de lo político. Las imágenes de Eisens-
tein o de Vertov son las imágenes, como apunta Godard, del destino
de un pueblo: «Fuera del cine soviético, hay pocos filmes que tengan
tan profunda experiencia de lo político. Es indudable que, al menos
actualmente, sólo Rusia considera las imágenes que desfilan por sus
pantallas como las imágenes de su destino».32
La influencia de Vertov en Godard es monumental —influen-
cia que resuena también en los cineastas Dogma 95 como Lars von
Trier,33 o en los cineastas del direct cinema como Frederick Wiseman,
o del cinéma verité como Jean Rouch—. De él aprendió a interrogarse
políticamente sobre las imágenes y los sonidos y, sobre todo, sobre
sus relaciones diferenciales. El legado del autor ruso puede resumirse
28
de la siguiente manera: el cine deja de ser un espectáculo para adop-
tar una dimensión social, histórica y revolucionaria. El propio Go-
dard cuenta: «Era preciso para nosotros, cineastas, situarnos histó-
ricamente, y no en cualquier historia, sino primero en la historia del
cine. De ahí la oriflama Vertov, el Kino-Pravda, el cine bolchevique.
Y es ese cine nuestra verdadera fecha de nacimiento».34 Ahora bien,
¿cómo se sitúa Godard en la historia del cine después de la mayús-
cula impronta que le deja el cine de Vertov? Sin duda, a partir de la
creación del Grupo Dziga Vertov, Godard abandona la ficción para
comprometerse con un cine político, un cine de los hechos y de las
luchas sociales que se producen en el presente. El Cine-ojo deja huella
en Godard, como muestran algunas referencias al cineasta ruso: en
el filme colectivo Loin du Vietman (Lejos de Vietnam, 1967), Godard
colabora con un cortometraje titulado Camera Oeil; mientras que en
Vent d'Est (Viento del Este, 1969) del Grupo Dziga Vertov muestra
un libro del cineasta ruso.
El Grupo Dziga Vertov, con Godard a la cabeza, retoma la
crítica vertoviana al cine de ficción, que se olvida de la vida, para
instituir una forma de ver el mundo tergiversada y teñida por la
ideología. Incluso en sus filmes de la década de los sesenta, filmes
de ficción producidos dentro de la industria y del mainstream, Go-
dard aboga por los introducir elementos documentales dentro de
la ficción de cara a disolver los márgenes genéricos que diferencian
ambos dominios. En este sentido, Godard siempre ha defendido
que en cada película hay que meter todo lo que a uno le atraviese en
su experiencia vital. Todos los problemas conyugales, lecturas, no-
ticias o vivencias han de tener una presencia, pues el cine es el arte
que sirve para acercarse y describir la vida, y si separamos nuestra
existencia de la obra, entonces caemos en la impostura. Es más, en
un filme como Deux ou trois choses queje sais d 'elle (Dos o tres cosas
que sé de ella, 1966), que en apariencia puede ser calificado como
de ficción, se propone seguir la consigna «ir hacia la vida» a partir de
dos modelos de descripción que, entremezclados y montados, com-
ponen una descripción sintética de la vida: descripción objetiva de los
objetos y los seres y descripción subjetiva de los objetos y los seres. De
tal forma, filmar y montar la vida es, para Godard, la idea latente en
34 Ivonne Baby, «El grupo Dziga Vertov», Le Monde, 27 de abril de 1972 (Entre-
vista a Godard)
29
este filme: «el cine ha formado una técnica, un estilo o una manera
de hacer, algo que en el fondo, yo creo, era el montaje. Lo que para mí
quiere decir ver, ver la vida».35
Y ese «ver la vida mediante el montaje» va a tener un peso espe-
cífico enorme en los trabajos científicos del Grupo Dziga Vertov. Gra-
cias al montaje, un filme como Pravda (1969) muestra cómo es posible
desenmascarar los procesos ideológicos y representacionales tanto del
colonialismo occidental como del socialismo revisionista para, una vez
revelada la capa de rímel y colorete tras el velo de Maya, percibir la vida.
Ahora bien, para organizar un filme con cine-documentos arrancados
a la vida no hay un plan. Los acontecimientos no pueden ser previstos
de antemano. En la primera parte de este filme, el Grupo Dziga Vertov
recoge durante la fase de rodaje una gran cantidad imágenes que en
principio cumplen con el presupuesto vertoviano de liberación del ojo
humano: imágenes de obreros, estudiantes, anuncios americanos, para-
dos, campesinos, etc. Sin embargo, estas imágenes son falsas ya que no
han sido rodadas según la fórmula «montaje antes del montaje». Para
Vertov, el montaje está en la preproducción (montaje del tema), en el
rodaje (montaje de las observaciones) y en la posproducción (montaje
de montaje). Godard y Roger reconocen que no han hecho otra cosa
que una encuesta banal que es necesario rehacer revolucionariamente.
Es decir, se trata de poner el sonido justo (nacido de las luchas revolu-
cionarias) sobre esa multiplicidad imágenes falsas (producidas por la
ideología imperialista que tiñe al socialismo revisionista checo). Y ese
reajuste de perspectivas es posible gracias a la liberación de la banda
sonora que piensa críticamente las imágenes «grabadas según la vieja
clasificación de la ideología burguesa a la que, sin embargo, pretende
oponerse».36
Esta crítica a la ideología reaparece en otro filme del Grupo
Dziga Vertov: Lotte in Italia (Luchas en Italia, 1969), donde Godard
y Gorin cuentan la historia de la evolución política de una militante
maoísta y la ocultación que la ideología burguesa impone sobre la
vida de dicha militante. Hay que apuntar que, en realidad, este
30
ensayo audiovisual tiene una deuda directa con los estudios de
Louis Althusser sobre la ideología y, concretamente, con el texto
«Ideología y Aparatos Ideológicos del Estado». 37 De hecho, Gorin
mantuvo largas conversaciones con Althusser sobre la función de
la ideología en las sociedades capitalistas contemporáneas antes in-
cluso de la redacción de dicho artículo. En este filme, la ideología
funciona —al igual que en el texto de Althusser— como segmenta-
ción y fragmentación del espacio social: militancia, ciencia, familia,
identidad, universidad son fragmentos que compartimentan la vida
en espacios que no son reales, sino reflejos imaginarios: «Tu vida
está dividida en apartados: la ciencia, la universidad... que consti-
tuyen un conjunto. Y descubres que ese conjunto es imaginario». Es-
tos reflejos imaginarios están unidos por imágenes negras en la pri-
mera parte de la película. Imágenes negras que sostienen y articulan
la estructura de la ideología: «La primera parte ha funcionado con re-
flejos de ti separados por imágenes en negro. ¿Quién ha producido esa
imagen en negro? Imagen negra. ¿En el lugar de qué va esta imagen en
negro? ¿Qué relación hay entre tu reflejo y esta imagen en negro? Des-
cubres que la primera parte era un conjunto organizado cuyo centro
era el apartado Sociedad. A partir de aquí se ha organizado la relación
entre las imágenes de ti y las imágenes en negro. Esta relación tiene un
nombre: ideología: relación necesariamente imaginaria de ti con tus
condiciones reales de existencia. Función de la ideología: reproducción
cotidiana de las relaciones de producción en la conciencia. Es decir,
organizar tu comportamiento práctico en la sociedad».
Godard pone imágenes en negro para mostrar la potencia do-
minante del Aparato Ideológico del Estado. De este modo, explica la
capacidad del Aparato Ideológico del Estado para bloquear el cono-
cimiento de las relaciones reales de producción y, a su vez, permitir
conectar esos estratos codificados. No para «vendarse los ojos», 38
«Godard and the Dziga Vertov Group», Film Quarterly, Vol. 26, n° 1, pp. 30-44.
38 Sobre la crítica a la estrategia godardiana de las imágenes-negro véase M.
31
como esgrimen algunos críticos. La imagen-negro sirve para dividir
el espacio homogéneo del Estado-Capital y para impedir que los
flujos y torrentes sociales heterogéneos, resistentes y no codificados
se desborden. Pero ¿a qué remite realmente esa imagen en negro?
¿Cuál es su objeto? ¿Cómo funciona la iconicidad en este caso
concreto? La imagen-negro, en su movimiento hipercodificador de
todo lo que fluye, de la vida, parece funcionar como una axiomática
imperial que nunca se satura. La imagen-negro es tan depredadora
como Estado-Capital: engulle todas las contradicciones en su red mu-
tante, absorbe el flujo de toda luz resistente. La imagen-negro funciona
como el concepto totalitario de síntesis en la filosofía hegeliana.
De alguna manera, las imágenes rarificadas crean las condiciones
meteorológicas para poder pensar, para resistir. Serge Daney dice:
«La Tarificación de la imagen comienza cuando dos actos geme-
los, ver y mostrar, ya no son naturales y se han convertido en actos
de resistencia. Queda entonces imaginar lo que ya no vemos. La
imaginación es el fantasma de la imagen. Ella es nuestra amarga
victoria». 39 Imaginar la posibilidad de lo que no se ve, es decir, de
lo que se ve en el negro. Sin duda, como afirma Susan Sontag, «su
obra constituye una meditación formidable sobre las posibilidades
del cine». 40
Y sobre las condiciones de posibilidad del pensamiento y de la
creación de la imagen.
1991, p. 196.
40 Susan Sontag, «Godard» en Estilos radicales, Madrid, Suma de letras, 2002,
p. 231.
Pendiente
JESÚS A. LÓPEZ & PABLO M. SAMPER 1
No vemos nada
de Madrid. Es investigador en el campo del cine y sus relaciones con las políticas
culturales. Pablo Martínez Samper es licenciado en Filosofía por la UAM. Profesor
e investigador en el ámbito del cine y la estética contemporánea. Ambos son parte
generadora del proyecto «Frame on Frame» sobre imagen pública e imagen fílmica.
2 Requiem für den dichter Wolf Von Kalckreuth / Réquiem para el poeta Wolf Von
Kalckreuth, según la traducción de Otto Dörr.
3 La cita refiere al olvido y rechazo de su generación a Julio Cortázar —su cons-
33
Ver con Vertov
34
impone y el entusiasmo revolucionario es asfixiado— de discusiones
teóricas vehementes y enriquecedoras. Estos cineastas-teóricos no se
interesaban exclusivamente por las grandes ideas sino también por
cuestiones prácticas para la construcción de una industria cinema-
tográfica socialista que reconciliase la creatividad de los autores, la
eficacia política y la popularidad entre las masas. Tenían en común
una visión de sí mismos como«trabajadores culturales» inscritos en
un amplio espectro social comprometido con la Modernización y
la Revolución. Los principales puntos de debate entre los teóricos
soviéticos se relacionan con el guión (presencia o ausencia), con la
interpretación actoral (cine actuado o no), con su función (toma
de conciencia o divertimento) y, finalmente, con su efecto sobre el
espectador (cine-ojo de Vertov o cine-puño de Eisenstein). 6
Vertov entra en la profesión en 1918 montando episodios de la
Guerra Civil —base, por cierto, de su obra teórica y práctica—. Fue
nombrado redactor jefe de Kinodelya (Cine-semana), el primer pe-
riódico soviético de noticias cinematográficas. La tarea de Vertov
consistía en reunir, seleccionar y ordenar el material que llegaba a
su mesa —fragmentos de película que consignaban combates, crisis,
desastres, victorias— y enviarlo de vuelta con subtítulos y una or-
ganización llena de sentido.7 Forma junto a la montadora Elisaveta
35
Svilova, su futura compañera, y otros colegas, los Kinoks (Kino-oki,
«los ojos del cine»), realizando numerosos documentales, mientras
colabora en los trenes de agit-prop estatales.
Hasta 1922 su obra se vincula al cine de compilación, con obras
como, por ejemplo, Istoriya Grazhdanskoi Voini (Historia de la Guerra
Civil, 1921). Impulsado por la avalancha de películas mediocres, y esca-
pistas, que de acuerdo con la NPE empezaron a importarse, unido a su
credo revolucionario, redacta manifiestos. Nace el polemista, el teórico,
el cineasta. A partir de entonces, desarrolla el proyecto, junto a Svilova
y su hermano el operador Mijail Kaufman («consejo de los tres»), el
Kino-Pravda (revista filmada, equivalente al periódico Pravda, el ór-
gano del Partido) que culminaría en 1924 con el rodaje de Kino Glaz
{Cine-ojo). Abogaban por un proceso activo de construcción social
que incluiría la construcción de la conciencia histórico-materialista
del espectador. Una Nueva Imagen para un Nuevo Estado que ya
no estaría al servicio de la ideología dominante de antaño (espec-
táculo y distracción) sino que mantendría el potencial explosivo
reorganizador espacio-temporal del nuevo orden deseado.
s La cita sigue así: «Y esto es muy comprensible. Dado que colocamos la misma
vida en el centro de nuestra atención y de nuestro trabajo, y dado que, al igual que
vosotros, entendemos por fijación de la vida la fijación del proceso histórico, per-
mitid entonces que nosotros, técnicos e ideólogos de este trabajo, basemos nuestra
observación en la estructura económica de la sociedad, que no está aislada de los
ojos del espectador por un telón perfumado de besos y de juegos de manos cons-
tructivistas o no» [Vertov (1974:80)).
9 O también una caja de herramientas si queremos actualizar a Vertov en el
36
entendemos por clásico).10 La acción colectiva tendría su inevitable
correlato en este arte del movimiento donde los valores estéticos
predominantes, «dinamismo» y «tensión», se articularían a través
del movimiento Futurista —en la URSS Suprematismo y Construc-
tivismo—. La renovación cinematográfica pasa por esta pedagogía
crítica al modelo narrativo basado en el teatro y la novela del die-
ciocho que niega lo propio del cine: el montaje como símbolo del
movimiento y celebración entusiasta del maquinismo y la producción.
Cambiar el Cine... Cambiar la Sociedad.
Montaje era la palabra —cabe preguntarse si este simple sintagma,
mon-ta-je, conserva alguno de los sentidos de estos inicios del siglo
xx o tan siquiera del periodo de Godard—11 fetiche, de evidente re-
sonancia industrial, empleada con suma frecuencia. Para los teóri-
cos soviéticos, llámense Pudovkin o Eisenstein o Vertov, y a pesar
de lo heterogéneas, e incluso antagónicas, propuestas estilísticas (así
la claridad pragmática del primero o la densidad épico-operística
del segundo), la alquimia de aquél insuflaba vida y hacía brillar los
inertes materiales de base del plano a secas. Consideraban el plano
fílmico como una entidad carente de significado intrínseco hasta
que era situada en una estructura de montaje. Vertov se adelantó a
la reflexión estructuralista sobre los signos. Una imagen nunca se
encuentra sola, incluso en un cuadro abstracto existe un montaje,
casi todo el cine documental. Por cuestiones de espacio no podemos entrar a situar
a Vertov dentro de la historia de este cine, valgan unas palabras del teórico sobre
el cine documental más importante de finales del siglo xx, Bill Nichols (1997:33):
«Una respuesta profundamente arraigada en la realización documental ha sido
la disociación patente del molesto juego de sombras de la ficción. Los primeros
documentales fueron particularmente vehementes en sus juicios sobre el cine de
ficción. Vertov al igual que los británicos John Grierson, Paul Rotha, Humphrey
jennings y Basil Wright realizaron comparaciones severas y poco halagadoras en-
tre la industria del cine de ficción, el potencial formal del cine y el objetivo social
del documental. El documental ofrecía imágenes basadas en motivos e intenciones
más innovadores en el aspecto formal y más responsables en lo social».
11 Aumont (1999:14), en su libro sobre las Historias del cine de Godard, rescata
estas palabras: «Al igual que la pintura había logrado en un momento concreto de
su historia la perspectiva, el cine tendría que haber alcanzado algo que nunca con-
sigue por culpa de la aplicación del sonido. Dejando solo indicios de ese lugar...».
Godard se refiere aquí al montaje como tarea por venir reflexionado desde sus
inicios sobre la muerte/asesinato del cine.
37
la imagen adquiere un sentido cuando entra en relación con todas (las
otras) imágenes ya se dispongan en la obra o se mezclen en nuestra
cabeza de espectador. Saussure y el estructuralismo dedicaron a ex-
plicar este sencillo hecho: en el cine como en el lenguaje sólo existen
diferencias. Muchos años después, verano de 1966, Jean-Luc Godard,
mientras simultanea el rodaje de Deux o trois choses queje sais delle
y el montaje de Made in USA, sostendrá que el guión debe seguir al
montaje y no precederlo, y, más adelante, durante su época Vertov
(1969-72) pretenderá desdibujar tales fases de producción, siendo
el objetivo godardiano que en una misma película el montaje sea el
efecto simultáneo al rodaje: «el montaje debiera estar presente en
todas las fases porque es lo específico del cine».
38
muy poco, por lo cual los hombres imaginaron el microscopio para
ver y explorar los mundos lejanos desconocidos, pusieron en con-
diciones la cámara para penetrar más profundamente en el mundo
visible, para explorar y registrar los hechos visuales, para no olvidar
lo que ocurre y que luego será necesario tener en cuenta». 13
En 1929, Dziga Vertov rueda su obra más celebrada Chelovek
s kino-apparatom (El hombre con la cámara) donde lleva a la prác-
tica su defensa del rodaje documental en las calles mostrando a la
gente sin máscaras, revelando lo que se oculta bajo la superficie de
los hechos sociales. Acudirá al poder transformador de los distin-
tos recursos que el montaje cinematográfico ofrece: ralentí, cámara
rápida, marcha atrás, sobreimpresiones, desencuadres, grafismo de
los intertítulos... Formidables elementos cinemáticos que aven-
tajan al sentido de la vista, haciendo posible la emergencia de un
cine-verdad. Verdad antes que Belleza: defendiendo hasta el final
de su carrera su tesis a favor de un cine de no ficción y no actuado,
sosteniendo que «el drama cinematográfico es el opio del pueblo»,
invitando al espectador a «rehuir los dulces abrazos de las histo-
rias de amor, el veneno de la novela psicológica los tentáculos del
teatro del adulterio o, en lugar de los sucedáneos de la vida (re-
presentación teatral, cine-drama, etcétera), los hechos (grandes y
pequeños) cuidadosamente seleccionados, fijados y organizados,
elegidos tanto en la vida de los trabajadores mismos como en la de
sus enemigos de clase».14
Cuando se produjo el advenimiento del cine sonoro, 15 Vertov
y su hermano Mijail trabajaban en Ucrania, lo cual indicaba el dis-
favor en que habían caído en Moscú. 16 Sin embargo, en Ucrania,
13 Vertov (1974:84-85)
14 Buck-Morss (2004:174): «El hombre de la cámara celebraba el proceso pro-
ductivo de la cinematografía como forma de experimentación epistemológica,
creando unas formas que todavía tienen el poder de cuestionar los convenciona-
lismos cognitivos de nuestro tiempo. La película demuestra el alcance de las posi-
bilidades técnicas de la cámara, la cual desempeña el papel principal, permitiendo
que la audiencia aprenda algo de cinematografía desde la posición del experto con
la cámara».
15 Durante los años que siguieron a El hombre de la cámara, Vertov visitó varios
39
Vertov creó una de las más hábiles realizaciones en cine sonoro,
Entuziazm: Simphonya Donbassa (Entusiasmo: Sinfonía del Donbas,
1931). El empleo eficaz de sonidos no sincrónicos tenía que ver
indudablemente con los experimentos anteriores que Vertov hicie-
ra en su audiolaboratorio. Más tarde, Vertov acometió la película,
postergada durante años, acerca de Lenin: Tri Pensi o Leninye (Tres
cantos de Lenin, 1934). Cada una de las tres partes se vale de la mú-
sica como fuerza de cohesión: en la primera se celebran los logros
alcanzados, la segunda es una elegía y la tercera, una canción con
ritmo de marcha. Barnouw 62.
40
obra, la escritura.17 En un par de escritos tempranos firmados bajo
el seudónimo de Hans Lucas —Defense et illustration du découpage
classique (1952) y Montage, mon beau souci (1956) — en abierto
contraste con Bazin y su defensa de los planos en profundidad o su
rechazo al montaje, Godard sostenía que la colocación de la cámara
ya implicaba montaje; no abogaba por una separación entre montaje
y plano. Para Godard, la captación de la realidad, la yuxtaposición
de imágenes era a menudo tan importante como la puesta en escena
dentro de la imagen, dado que, al decir de él, no hay realidad y luego
la cámara; habría una realidad que tomaría forma en ese momento
y de esa manera merced a la cámara. En sus propias palabras: «Si
dirigir es una mirada, montar es un latido del corazón».
Su obra temprana, hasta 1967, sería una suerte de palimpsesto, una
confrontación dialéctica con el cine clásico —cualquiera de ellas se bi-
furca a partir de otras que la preceden—, un alejamiento progresivo e
ineluctable de tal modelo. Ya en 1963 (Le Mépris, El desprecio) se obser-
va que el cine clásico es para Godard el de una plenitud hechizante que
esconde las semillas de su propio colapso.18 El final de la película es toda
una apuesta: «Hay que terminar lo que uno empieza (...) pregúntese
cómo continuar, qué es eso que comienza en el momento del fin». Ruso
146. Godard estrena La Chinoise en agosto de 1967, que se considera
con criterio retrospectivo que anticipa los sucesos del año siguiente.19
El año 1968 marcó la definitiva ruptura de Godard con sus anteriores
métodos de producción, dando paso a cuatro años de experimentación
política con el cine.20
41
Tras el desembarco estadounidense en Da Nang en marzo de 1965
la oposición a la invasión de Vietnam se convirtió en el movimiento
internacional más importante de la posguerra. A partir de Pierrot le
fou (1965), 21 la actitud francesa adquiere importancia, alcanzando su
corolario en su contribución a Loin du Viêt-Nam (1967). 22 Desde
entonces, su lucha estética girará en torno al imperialismo estado-
unidense que aislaría a la clase trabajadora y por ende a un trabajador
del cine. Esto es, se presenta a partir de ahora como oprimido: sujeto
al capricho de los productores que conocen el gusto del mercado así
como de la procedencia de las formas cinematográficas industriales
de las que resulta harto difícil sustraerse. Un cine de guerrilla a seme-
janza del Vietcong que provisto de armas ligeras fue capaz de infligir
un número de bajas notable a la mayor potencia militar del mundo.
A partir de ahora al ejercicio de deconstrucción de la imagen y la
narrativa, Godard incorpora la tarea política más ambiciosa que no
culminará hasta las Histoire(s) du cinéma: la creación de la imagen ci-
nematográfica. Gracias al surco iniciado por Vertov y al trabajo para
germinar el elemento más propio del cine, el montaje.
Naturalmente, Godard no se encontraba solo frente a este nue-
vo objetivo. Todo un nicho cultural de sospecha se encontraba en
plena fermentación. El 17 de mayo de 1968 se crean en París los
denominados Estados Generales del Cine Francés, que reúnen a
grupos de realizadores, técnicos y críticos; se organizan comisiones
para transformar las condiciones mismas de la producción cine-
matográfica. El affaire Langlois23 había preanunciado el malestar de
que no era común entre sus compañeros de Cahiers. La Chinoise como Week-end
anunciarían tanto el futuro inmediato como el nacimiento de una nueva pregunta:
¿de qué manera hacer políticamente películas políticas?
21 La Academia americana prohibió su proyección.
El espíritu de empresa colectiva penetraba ya en la producción, con material y
22
42
la cultura gaullista. Se politiza el pensamiento en relación con la
imagen y sus funciones, que llevan a un extremo la sospecha ideo-
lógica sobre las técnicas, los dispositivos y sus resultados en la pan-
talla. Con la radicalización de la política en el escenario francés, la
teoría cinematográfica girará violentamente hacia cuestiones que la
anterior teoría idealista del cine no era capaz de pensar. La política
era lo impensado, hasta el momento. Se trata ahora de considerar
si una película es un mero medio de la ideología dominante, o si
interviene sobre ésta haciendo visible el mecanismo ideológico y,
consecuentemente, bloqueándolo. 24
En marzo de 1967, Godard conoce a un joven maoísta de 23
años que responde al nombre Jean-Pierre Gorin quien con otro
amigo aficionado al cine, Raphaël Sorin, había planeado la consti-
tución de un colectivo de producción de películas bautizado como
Grupo Dziga Vertov. Dziga Vertov era una figura en aquel momen-
to menos canónica que hoy en día. ¿Qué razones políticas y esté-
ticas había para escogerle?25 Políticamente, permitía la condena de
Eisenstein por su decisión en 1924 de hacer una película histórica
sobre Potomkin en lugar de concentrarse en la lucha de clases. Esto
se ajustaba a la línea althusseriana de que la Revolución de Octubre
únicamente había errado a mediados de los años veinte. Y, esté-
ticamente, establecía una distinción entre la noción eisensteniana
de montaje como prioridad y la práctica de Godard y Gorin, para
quienes la yuxtaposición de elementos dispares era necesaria en
cada etapa del rodaje, desde la elección del material que se iba a fil-
mar hasta la filmación misma, así como en el llamado montaje.26
43
A lo largo del verano de 1968 se rodaría la que se suele consi-
derar la primera película del Grupo: Un film comme les autres (Una
película como cualquier otra) donde tres estudiantes militantes de
Nanterre discuten con dos militantes obreros de Renault-Flins. 27
Objetivo: atacar todas las ideologías de la visión.
En 1969, Godard rueda junto a Jean-Henri Roger28 British Sounds29
y Pravda. 30 Se rueda cual reportaje televisivo tradicional; se monta a la
contra desmontando el trabajo previo de recolección de imágenes.
Vent d'Est (Viento del Este). Comenzó como una película sin
autor, producida por un millonario izquierdoso italiano, realizada
democráticamente, mediante reuniones masivas (assemblée génera-
le) donde el agente provocador —Daniel Cohn-Bendit y otros com-
pinches suyos, ácratas, se encargarían del guión y demás cuestiones
técnicas—. Desarrollo, entonces, de uno de los principios del Grupo
—hacer montaje desde el mismo rodaje—. Paulatinamente, se pu-
sieron de manifiesto las luchas (¿dialécticas?) entre anarcos y chinos
(maoístas); disputas sempiternas de la época. Godard da su peculiar
che cinéfilo («esto no es una película») y el de los militantes («esto no vale para un
mitin»). Asín (2008:8) ha propuesto detenerse en el uso extensivo de las entrevis-
tas y los diálogos «agotadores y abstractos» como una continuación de líneas de
diálogo semejantes en películas anteriores de Godard.
Gorin es el montador de estos artefactos que no pisa en ningún momento
28
la sala. Suerte de teórico organizador del material en la distancia. Por cierto, éste
caracterizará todas estas películas del Grupo como Ovnis(objetos visuales no
identificados).
29 Producida por Kestrel Productions, para la London Weekend Television
44
golpe de estado, exige a Gorin que acuda a Italia al rodaje.31 Se hacen
con el control: «todos los anarquistas se fueron a la playa», en típica
boutade godardiana y, tal vez, un gesto autoritario, ¿cuasi autoral?
Y...
la película es la más política y coherente del Grupo porque estaría
basada en la reacción de Althusser a Mayo del 68 —Ideología y apa-
ratos ideológicos de estado—; Althusser acudió con su esposa a ver la
película a la sala de montaje y, según Gorin, lloró...
Y...
Glauber Rocha 32 que participa en la película, horrorizado con-
cluye: «He visto de cerca el cadáver de Godard, el suicidado (...)
Hay que continuar haciendo cine en Brasil (...) como burgués sui-
zo anarcomoralista, el cine se ha terminado, pero para nosotros
acaba de empezar».
Lotte en Italia, fue el siguiente artefacto que surgió de la sublimada
colaboración. Principiaron los problemas: el distribuidor se negaba a
exhibirla —no era lo suficientemente política—; no existía audiencia. El
título evocaría imágenes de estudiantes y trabajadores enfrentados a la
policía pero, recuérdese siempre, para el Grupo Dziga Vertov la lucha,
la única lucha existente, era aquella entre la imagen y el sonido. 33
Adviértase la ironía: se rodó en París y se colegía que era imposible ver
una situación social.
Llegados aquí, sería pedagógico el ejercicio comparativo en torno a
los conceptos de pueblo o movimiento social, y su representación. Aquél
estaba presente («oprimido, sojuzgado, engañado o inconsciente») en el
31 MacCabe (2005:252).
12 Glauber Rocha (1938-1981), cineasta brasileño responsable del ensayo-ma-
nifiesto Estética del hambre (1965), para quien el cine no sólo tenía que ser dialé-
ctico sino también antropófago (en clara alusión a la vanguardia brasilera de los
veinte) y debía desalienar el gusto espectatorial colonizado por la estética comercial
y popular de Hollywood, por la estética populista y demagógica del bloque socia-
lista y por la estética artístico burguesa del cine europeo de arte y ensayo, [cfr. Stam
(2000:117)]
33 Deleuze (1986:329-330): «Godard es ciertamente uno de los autores que más
45
cine soviético —rasgo, por cierto, que comparte con el cine estadouni-
dense de la época (Vidor, Capra o Ford) —: es real, no es abstracto;
en el crisol del que brota el porvenir. Ahora, el pueblo o el movi-
miento social es lo que falta, no existe todavía... ¿Por qué? Había
pasado la credulidad revolucionaria arrasada por el estalinismo y
su unanimismo, y la decepción por las democracias parlamentarias
liberales occidentales. Al tiempo que, quizá menos arrogantes que
los anteriores —piénsese no sólo en el Grupo Dziga Vertov, sino
también en Resnais, Straub Huillet, por no hablar de los cineastas
latinoamericanos vinculados al Tercer Cine— no se dirigen a un
pueblo supuesto sino que contribuyen a la invención de uno que
deviene. La agitación ya no emana de una toma de conciencia sino
de «poner todo en trance» (Glauber Rocha). 34
En 1970, la Liga Árabe propone realizar un filme sobre Palestina
(Jusqu'à la victoire). El rodaje fue en Jordania. El Grupo Dziga Vertov
no se planteó encontrar imágenes, que había sido la equivocación de
British Sounds y Pravda. El esfuerzo principal se dirigió a crearlas,
realizando el montaje antes de rodar. Pero ese esfuerzo se vio obsta-
culizado por el hecho de que ni Godard, ni Gorin hablaban árabe. Se
encontraron una y otra vez escuchando una argumentación comple-
ja, traducida en cuatro palabras por el intérprete: «Lucharemos hasta
la victoria». Antes de que pudieran completar el montaje se acabó el
dinero y tuvieron que aceptar un encargo de la televisión alemana
para realizar un filme sobre el proceso por conspiración de Chica-
go, tras los disturbios durante la Convención Demócrata de Chicago
(1968) donde unos radicales fueron procesados con cargos amaña-
dos. Godard y Gorin mostraron escaso interés por una pieza ( Vladimir
et Rosa, se tituló) que sólo servía para pagar la de Palestina.35
El Grupo insistía especialmente en la primacía de la producción,
pero sus películas no las veía nadie. A comienzos de 1971 realizaron
Tout va bien —su primera película en condiciones industriales, finan-
ciada por la Gaumont a través de Jean-Pierre Rassam, y acabaría siendo
la última—, que trataba de la lucha de clases en Francia en los cuatro
años siguientes a 1968. Yves Montand, una de las grandes estrellas del
cine francés, compartió reparto con Jane Fonda, entonces en el cénit
34 Deleuze (1986:286-287).
35 MacCabe (2005:256).
46
de su carrera.36 Ambos eran conocidos activistas de izquierdas. Es una
película brechtiana que retrata rigurosamente las insatisfacciones del
trabajo —en la fábrica, en los medios audiovisuales—,37
El rodaje de Tout va bien fue desdichado, y su estreno supuso un
desastre de crítica. Y casi nadie fue a verla. Rencorosos y misóginos, Go-
rin y Godard elaboran la pieza Letter to Jane: una sola foto fija —«ejem-
plo de un estudio brillante de la historia de la actuación cinematográfi-
ca» (Gorin)— de Jane Fonda en Vietnam del Norte. El comentario, La
carta a Jane, analiza la fotografía en términos de la representación del
mundo según los medios de comunicación y, también, desde la pers-
pectiva de la historia del cine: la manera en que la expresión de Jane
fonda que se asemeja a la de su padre Henry sería la actuación equiva-
lente del New Deal como preocupación afable y liberal.38
Ici et Ailleurs (Aquí y en otro lugar, 1974) desarrolló la última fase
del montaje de Jusqu'à la victoire, filme del Grupo Dziga Vertov (Go-
dard y Gorin) rodado en palestina con Armand Marco en la primavera
de 1970. Tras varios montajes sucesivos, jamás presentados en público,
el filme quedó inacabado cuando el Grupo se disolvió a comienzos de
1973. El proyecto fue retomado más tarde por Godard, sin Gorin, pero
con Anne-Marie Miéville. Gorin rechazó constar como coautor.
The End
lo non mori, e non rimasi vivo
DANTE
36 Película extrañamente autobiográfica entre las del Grupo, donde los persona-
jes de Montand y Fonda son una metáfora apenas encubierta de Godard y Gorin
(Godard es Montand, y Gorin, Fonda). [Asín (2008:15)].
37 Maccabe (2005:257).
38 MacCabe (2005:260).
39Ángel González García (2000:193) parafraseando a Walter Benjamin: «Los
fotomontajes de Rodchenko no son más que anamorfosis del Realismo Socialista,
47
recuerda... Ya no es la máquina-ojo humana, joven y alerta. Como
advirtiera Buck-Morss, emparejadas estas dos imágenes, estos ojos
forman una cara que abarca la distancia entre el sueño y la desilusión:
la cara del siglo xx.
Ni las películas de Vertov, ni los ensayos del grupo gobernado
por Godard y Gorin han perdido en la actualidad su capacidad de
interrumpir la mirada, de rasgar unos ojos cansados de tantas imá-
genes. No han entrado en la categoría de clásicos, su filiación no
reclama ese estatuto, permanecen en el lado de la crítica, de lo que
no puede ser tapiado. Ambos se enfrentaron a problemas distintos
pero alcanzaron las mismas necesidades que deberían ser también
las nuestras: una pedagogía crítica de la imagen 40 y la obligación de
crear no una imagen justa sino justo imagen. De ahí que los textos
que vienen a continuación no son el testimonio del pasado ni las
lamentaciones o delirios de unos artistas sino los indicios de lo que
está por venir.
y éste no puede ser otra cosa que la irrepetible aparición de una lejanía, por cerca-
na que pueda estar. Las huellas se borran; las cosas se alejan de nosotros; construi-
mos nada y para nada. La elegía se hizo epos».
Serge Daney, «Le thérrorise (pédagogie godardienne)», Cahiers du cinema
40
n° 262-263, enero 1976, pp 32-40 (recogido en manuel Asín (2008:44): «En 1968,
para la franja más radicalizada —la más izquierdista- de los cineastas, una cosa es
segura: es necesario aprender a salir de la sala de cine (de la cinefilia oscurantista)
o, al menos, dirigir esa cinefilia hacia alguna otra cosa. Y para aprender, es nece-
sario ir a la escuela. No tanto a la «escuela de la vida» como al cine como escuela.
Es así como Godard y Gorin han transformado el cubo escenográfico en aula, el
diálogo del film en recitado, la voz en off en curso magistral, el rodaje en trabajos
orientados, el tema de los filmes en títulos de cursos universitarios...».
48
Bibliografía
49
Fragmentos de los
carnés y de los diarios
1924
53
Un kinok ha definido perfectamente la primera serie de Cine-ojo
como Cine-ojo a tientas. Es la prudente misión de reconocimiento de
una cámara solitaria cuya tarea principal es la de no embarullarse en el
caos de la vida y la de orientarse en la situación a la que ha llegado.
Las series siguientes tienen como función la de ampliar al
máximo el reconocimiento y la de profundizar incesantemente la
observación perfeccionándose en el plano técnico.
En cierta medida, todos los hombres son poetas, artistas, músicos.
En caso contrario, no existen poetas, ni artistas, ni músicos.
La millonésima dosis de invención que cada hombre pone en su
trabajo cotidiano contiene en sí misma un elemento artístico, si es
que debemos verdaderamente mantener este nombre.
Es cierto que preferiríamos unos noticiarios impersonales a la
intervención del guión en la vida cotidiana y en el trabajo de los
hombres vivos. No impedimos vivir a nadie. Filmamos unos hechos,
los organizamos y los introducimos en la conciencia de los trabajado-
res a través de la pantalla. Consideramos que nuestra tarea esencial
es la de explicar el mundo tal como es.
Hay algo peligroso: la perversión de nuestras ideas. Y los su-
cedáneos y las corrientes intermedias que crecen como pompas de
jabón y que revientan inmediatamente.
El deber de todos los trabajadores es seguir con atención el
combate que se inicia, distinguir constantemente lo auténtico de lo
falso y no confundir los sucedáneos-copias edulcorados con los ri-
gurosos originales.
54
5) Rodaje desviando artificialmente la atención de los sujetos
filmados.
6) Rodaje a distancia.
7) Rodaje en movimiento.
8) Rodaje desde arriba.
1926
12 abril
55
De ahí, y pasando por «la función de nuestra industria y de
nuestra economía campesina» (cooperativas), por la partici-
pación de millones de granjas en la edificación del socialismo
(cooperativas), llegamos a la conclusión: «Nos convertiremos en
un foco de atracción para todos los demás países que se distan-
cian poco a poco del capital mundial y van a desembocar en el
caudal de nuestra economía socialista».
El cine soviético atraviesa en este momento una época crucial
e inolvidable.
El trabajo del Cine-ojo, que ha engendrado tantas corrientes,
escuelas y grupos en el cine soviético, y en parte también en el cine
extranjero, ha roto los obstáculos, se ha liberado de su prisión sub-
terránea y se ha abierto paso hasta la pantalla, a través de las alam-
bradas de la alta administración, o de la administración a secas, y
de la distribución, a través de las filas de los directores de salas.
Todo estaba conjugado contra el éxito.
Era la víspera de Año Nuevo. Estábamos a veinticinco grados
bajo cero. La desconfianza de los distribuidores estaba congelada al
cien por cien. Y glacial, asimismo, en aquellos que están en lo alto
de la administrativa.
Y he aquí que quienes hundieron el Cine-ojo bajo su descon-
fianza, quienes aplastaron el Kinopravda leninista bajo su estúpida
indiferencia, quienes dejaron enmohecer ¡Adelante, Soviet, se ha-
llan ahora frente a la evidencia de los cines llenos de la calle Malaïa
Dimitrovka en los días más incómodos y más desfavorables.
Sean cuales sean los ingresos posteriores, hemos aguantado en
la pantalla durante trece días.
Y cuando se conoce la suerte que ha corrido toda una serie de
filmes artísticos aparecidos últimamente, hay motivo para estar or-
gulloso.
Es nuestra primera gran victoria, por una parte porque nos he-
mos abierto paso hasta la pantalla y, por otra, porque no hemos
sufrido un desastre comercial.
Nuestra segunda gran victoria es que los trabajadores del cine
han dejado de abandonar el sector del filme sin actores para ir hacia
el del filme artístico. Muy al contrario, comprobamos ahora una
corriente inversa que va del estudio a los noticiarios, y al filme cien-
tífico. Este movimiento sólo puede interpretarse como señal de la
solidez de nuestra posición, de la justeza de nuestra línea.
56
Hay que reconocer simultáneamente que, gracias a su cuantioso
número, los tránsfugas del filme de actores presentan también un pe-
ligro no despreciable de saturación en el frente del filme sin actores.
Este peligro es difícil de evitar. Lucharemos contra él. Analiza-
remos y separaremos cuanto sea, a medias, filme de actor y, como
antes, cuidaremos del filme compuesto al cien por cien de hechos.
Y, finalmente, nuestra tercera victoria (y para nosotros la más
importante) es la simpatía creciente que nos llega desde todos los
rincones de la Unión Soviética, la formación de círculos siempre re-
novados del Foto-ojo y de Cine-ojo, cuyos animadores son capaces
ahora de una actividad autónoma, las críticas de nuestros trabajos
que aparecen por todas partes, los comentarios y las cartas que nos
llegan de las diferentes ciudades, pueblos y aldeas de nuestro país.
Se nos comienza a entender, eso es lo más importante. Se nos
quiere ayudar en nuestra difícil tarea, eso es lo que nos estimula,
nos refuerza y nos incita a proseguir la lucha.
1927
6 marzo
15 marzo
Respuesta a A.R.
Desenmascarar despiadadamente los defectos del presente y
deducir estimulantes conclusiones revolucionarias para el futuro,
no es tragedismo sino un auténtico optimismo revolucionario.
Llevar una política de avestruz, cerrar los ojos al desorden
circundante, sonreír beata y amablemente cuando os provocan,
lamer las botas y hacer cabriolas cuando se recibe una limosna
bajo forma de puesta en escena o montaje de un filme, no es opti-
mismo ni tragedismo, es lamismo (del verbo lamer).
Ninguna de estas personas (los lamebotas), pueden ser revolucio-
narias ni en la vida, ni en el cine por muy alto que hayan llegado.
57
Su pseudooptimismo, su optimismo basado sobre una prospe-
ridad momentánea, debe ser desenmascarado de igual manera que
su modo teatral de jugar al revolucionario.
Descifrar las mistificaciones en la pantalla y en la vida es también
una obligación para el kinok.
Desenmascarar obstinadamente en el curso del trabajo cotidiano
las llagas ocultas de la producción cinematográfica (en la vida, los
kinoks mantienen la misma posición firme que en sus trabajos en la
pantalla); no disimular los defectos, las injusticias, los crímenes, los
obstáculos que aparecen en el trabajo, no tener miedo de mostrar-
los, de hablar de ellos, etc., con la intención de superarlos, de ani-
quilarlos, es tarea auténticamente revolucionaria, es un trampolín
para el coraje, el optimismo, la voluntad de lucha.
Nuestras victorias irrevocables sobre las posiciones llamadas
trágicas, sobre todas las dificultades, os inducirán a pensar que las
exageramos manifiestamente.
No. No las exageramos. Y esto constituye nuestra fuerza. Es ahí
donde está la diferencia entre el optimismo de fachada y el optimis-
mo real: franquear ante la mirada de todos, sin cubrirnos con una
pantalla de satisfacción, los más duros obstáculos encontrados en
nuestro camino y, cada vez, incluso si la situación parece insalvable,
entrar como vencedores en la arena de una nueva lucha. A la más-
cara estúpida de la satisfacción permanente, oponemos el optimismo
auténtico de la lucha revolucionaria.
20 marzo
58
Comienzan los primeros problemas. La gente os mira, los chicos
os rodean, las personas que filmáis echan una mirada a la cámara.
Adquirís experiencia. Encontráis una cantidad de medios para
pasar desapercibidos y hacer vuestro trabajo sin interrumpir el de
los demás.
Todos los intentos de filmar a la gente mientras camina, come y
trabaja fracasan invariablemente. Las chicas se arreglan el peinado, los
hombres ponen cara de Fairbanks o de Conrad Veidt.
Todos sonríen amablemente a la cámara. A veces, la circulación
se para.
Una multitud de curiosos se estaciona ante la cámara y ocupa el
lugar elegido para el rodaje.
Por la noche, cuando la luz de las lámparas atrae una masa de
curiosos, todavía es peor. Allí, la vida no espera, la gente se mueve.
Cada uno va a sus ocupaciones.
El operador debe mostrarse muy inventivo en su trabajo.
Hay que rechazar la inmovilidad de la cámara. Hay que demos-
trar un máximo de movilidad y de capacidad de invención.
22 junio. Zaporojiée
59
minutos durante horas, apoyándonos en un pie y en otro, ateridos
de frío. Kaufman se duerme de pie. Barantsevich se calienta apretan-
do un reostato que aún está caliente. Kagarlitski está sentado sobre
otro reostato. Piensa en Moscú, en la calefacción central y expresa
un vivo deseo de comer un sandwich.
El sol está en lo alto del horizonte. Acabamos de subir. Nos sen-
timos dichosos de ver el sol y cada una de las caras.
No me atrevo a utilizar la palabra enamorado para hablar de mis
relaciones con esta fábrica. Pero siento verdaderos deseos de abrazar-
la y de acariciar sus tubos gigantescos y sus gasómetros negros...
6o
El undécimo año
(Extracto del diario de rodaje)
61
11 noviembre
12 noviembre
15 noviembre
17 noviembre
62
1933
Tachkent, 13 julio
Moscú, 15 julio
1934
63
El último rollo de mi filme El undécimo año ha sido proyectado
en Alemania con otro título y la firma de otro autor. Cuando un
año después he mostrado El undécimo año en Alemania, me han
acusado de plagio. Me ha costado un gran esfuerzo restablecer la
verdad.
8 abril
10 abril
Siempre estoy haciendo algo pero nunca lo que debo. Por ejem-
plo, en la escuela tenía que estudiar una lección. Me leo todo el libro
pero me salto la lección. Me obligo a leer la lección que tenía que
estudiar y no entiendo nada.
Tengo dos yos. El uno vigila al otro. Uno es crítico, el otro poeta.
Y hay además un tercero que vigila a los dos restantes.
El primer yo dice: estudia la lección, es una orden; el segundo yo
dice: ¿por qué una orden?, ¿quién la ha dado? No quiero ni orden de,
ni orden para. Quiero escribir poemas, tocar el violín, resolver un
problema...
El tercer yo interviene en el debate: «¡Basta de discusión! Yo, el
vencedor de la naturaleza, el vencedor de los deseos, el vencedor
del caos, abro el interruptor: corazón, late a un ritmo armónico,
células del cerebro, variación izquierda. Al trabajo en un sólo frente:
"¡Adelante, en marcha!"»
Lo más importante es concentrar la atención sobre el punto prin-
cipal, sobre el punto decisivo.
Hay que dejar de fumar, comer poco. Levantarse más pronto.
No hacer lo que se quiere sino lo que es necesario. Querer lo que es
necesario. Un plan para cada día y un plan quinquenal.
La pereza es el deseo de hacer lo que se quiere y no lo que es
necesario. Hay que luchar contra la pereza.
64
16 abril
65
17 mayo
18 mayo
19 mayo
66
Me paro.
Las ideas son lo más fácil de traducir en el montaje cinemato-
gráfico, pero no me exigen un filme de ideas, me exigen un filme-
incidente, un filme-acontecimiento, un filme-aventura, etc.
Y, no obstante, yo podría pensar sobre película si un día se me
presentara dicha posibilidad...
26 mayo
67
Algunos camaradas consideran el material que no ha sido em-
pleado en Tres cantos como desechos o como tomas dobles que hay
que entregar a la cinemateca central.
Es una equivocación. No son ni desechos, ni tomas dobles.
Son mis reservas para los próximos filmes.
Es la garantía de que mis próximos filmes serán de mejor calidad,
que mis trabajos posteriores costarán menos dinero.
Sólo se puede realizar una buena obra poética en los plazos fijados
si se posee una reserva importante de documentos poéticos.
Con el sistema de trabajo Cine-ojo es imprescindible.
La realización del filme Tres cantos sobre Lenin ha ocupado casi
todo el año 1933. Durante este período, nuestro grupo ha operado
de la manera siguiente:
1) Un miembro del grupo (mi ayudante), la camarada Svilova,
buscando y estudiando incansablemente los documentos de archivos
y de cinemateca de Moscú, Tiflis, Kiev, Bakú y de otras partes, ha
obtenido en un año lo que no habíamos conseguido obtener en los
nueve años que Lenin llevaba muerto. A lo largo de estos nueve años,
sólo se había podido descubrir (en América) un solo cine-documento
nuevo sobre Lenin. Y, en cambio, para el décimo aniversario de la
muerte de Lenin, pudimos mostrar diez nuevos documentos
cinematográficos encontrados por la camarada Svilova en 1933:
Inclinado sobre un cuaderno, Lenin, con el lápiz en la mano,
piensa (negativo original de 2,5 m.);
Lenin escribiendo (negativo original de 2,2 m.);
Lenin discutiendo, con un papel en la mano (negativo original
de 3,25 m.);
Lenin en plano medio, inclinado sobre un cuaderno, toma notas
(negativo original de nueve m.);
Lenin apoyado en los codos, con lápiz en la mano, mira de lado
y piensa (negativo original de nueve m.);
Lenin frente al ataúd de Elisarov (negativo original de dos m.);
Lenin sigue el ataúd de Elisarov (negativo original de dos m.);
Lenin pasa junto a una ventana, se dirige a una sesión del congreso
de la Komintern, tiene prisa (negativo original de tres m.);
Lenin en la Plaza Roja, al fondo la Torre Spasskaïa, habla con
vehemencia (negativo original, sesenta y una imágenes);
Una nueva imagen de Lenin en el patio del Kremlin, camina
aprisa discute, ríe (positivo de 5,2 m.).
68
Estos cine-documentos fueron entregados por la camarada
Svilova al Instituto Lenin. Parte de ellos figuran en Tres cantos sobre
l.enin y, además, serán montados en un número aparte.
2) Desde 1931, en Leningrado, intentamos transcribir la voz
de Lenin sobre película. Los resultados fueron poco satisfactorios.
Nuestros trabajos mejoraron perceptiblemente en 1933, año en que
el ingeniero de sonido Chtro consiguió no sólo no alterar la graba-
ción en relación al disco sino obtener, incluso, un resultado mejor.
Gracias a ello tenemos la posibilidad de oír, en el filme, la voz de
Lenin dirigiéndose a los soldados del Ejército Rojo.
La voz de Lenin, así como los demás cine-documentos sobre
Lenin vivo, existe en edición separada.
3) Se grabaron en película cantos populares sobre Lenin en
Azerbaidan, en Turkomania y en Uzbekistán. En todos los rincones
del mundo, en los países de Europa y de América, en los países de
África y más allá del Círculo Polar, se cantan canciones sobre
l.enin, sobre «el amigo y el liberador de cada hombre dominado».
Sus autores son desconocidos pero se transmiten de boca en boca,
de yurta en yurta, de kichlak en kichlak, de aul en aul, 2 de aldea en
aldea. Hemos hecho aparecer en el filme unas canciones del Oriente
soviético. Algunas de estas canciones están sonorizadas, otras
traducidas en imágenes, las terceras transcritas en rótulos.
9 noviembre
69
Estaba ahí cuando llegaron al Mejrapbom unos extranjeros
acompañados de un intérprete para quejarse de que habían pasado
el día recorriendo la ciudad en busca del filme Tres cantos sobre
Lenin, y que al final lo habían encontrado y suplicaban que se les
diera la oportunidad cié reservar unas butacas. Pero está completo,
todos las entradas están vendidas. El director no puede hacer nada
por ellos.
Luego se dirige de nuevo a mí: «Debería protestar. Es una situación
sin precedentes. No sólo el Central no presenta el filme, sino que el
público imagina que el filme ha sido retirado de la circulación. Eso
le perjudica».
He comprado Moscú-Noche. Un anuncio invita a ver en el Central,
plaza Pushkin, el «gran filme de los últimos años», según la opinión
de Jean-Richard Bloch. El diario publica también la opinión de
André Malraux que habla de los Tres cantos sobre Lenin como de un
éxito inmenso del cine soviético.1
El público acude al Central para ver el gran filme y no lo encuentra.
Parece que ha sido retirado de la pantalla.
¿Por qué? ¿Será que los espectadores abandonan la sala a media
proyección o siguen mal el filme?
Nada de eso. Los Tres cantos se siguen con una atención cons-
tante, se oyen suspiros, exclamaciones, risas. Los espectadores
aplauden casi a cada imagen.
¿Será que la sala está vacía y sufre unas perdidas importantes?
Nada de eso. El filme ha salvado la prueba más temible. Ha sido
programado en la semana anterior a las fiestas que ocasiona cada
año un bajón colosal de la afluencia. Ha salvado honrosamente esta
prueba. Aunque los obreros y los empleados estén muy ocupados
antes de las fiestas, pese a las reuniones, veladas, conciertos, etc.,
el filme ha sido proyectado en el Central durante este período con
una tasa de frecuentación muy superior a la de años anteriores.
He vuelto a pensar en la División proletaria que recorría las calles
de Moscú con banderas desplegadas y bandas de música, enarbo-
lando unas pancartas «¡Vamos a ver Tres cantos sobre Lenin!».
Jean Richard Bloch y André Malraux estaban entonces en Moscú donde asis-
3
70
Y me he dicho que era terrible que un vulgar y minúsculo dés-
pota burocrático pudiera, por gusto personal o por otros motivos,
sacarnos un filme de la pantalla y escupir así impunemente a la cara
de toda la opinión pública soviética.
¡Qué le importan la Pravda. la Komintern, el Congreso de escri-
tores! ¡Qué le importa la opinión de los científicos, de los artistas y
de los políticos! Él tiene sus pequeños gustos, sus pequeños motivos,
sus pequeñas ideas hipócritas...
71
A propósito de Maiakovski
Maiakovski es el Cine-ojo. Ve lo que el ojo no ve.
4 Juego de palabras intraducibie que se basa en la palabra rusa maiak, que significa faro.
73
—Usted vio lo que el ojo normal no veía. Usted vio «caer de Occi-
dente la nieve roja con copos empapados de carne humana». Y los ojos
tristes de los caballos. Y la madre, «blanca, blanca como un brocado sobre
un ataúd». Y el violín que «se enervaba, suplicaba y de pronto estallaba
en lágrimas como un niño». Usted es el Cine-ojo. Usted vio «caminando
por las montañas del tiempo a aquel que nadie ve». Y mire ahora.
En la nueva
existencia futura
multiplicada
por la electricidad
y el comunismo.
La vida es hermosa
y maravillosa
avanzaremos hasta los cien años
sin conocer la vejez
cada año
más dispuestos.
Creía que había encontrado la llave para filmar los sonidos do-
cumentales y que «nuestros oros celestes ya no existen», que «la avis-
pa ya no nos picaría con su aguijón», que «nuestra arma, nuestra
canción, nuestro oro, es el aullido de las voces».
Me paseaba de una punta a otra de la habitación en espera de
Maiakovski, contentísimo ante la idea de encontrarnos.
Quería hablarle de mis intentos de crear un cine poético, expli-
carle cómo las frases del montaje riman entre sí.
Esperé a Maiakovski hasta medianoche.
No sé qué sucedió. No vino.
Dos semanas después, ya no existía.
74
Más a propósito de Maiakovski
75
Ebrio de entusiasmo
estaría dispuesto
a dar
mi vida
para que él recupere
el aliento...
—dijo Maiakovski de Lenin.
76
gracias a su trabajo
percibirá la masa de los años
y se hará
pesada
gastada
visible
como ha llegado hasta nosotros
el acueducto
fabricado por los esclavos de Roma.
77
la irrupción de quienes trabajan en el cine poético. Toda voluntad
de realizar un filme poético, y especialmente un filme documental
poético, se enfrenta siempre con el muro de la estupidez y de la
indiferencia, que propaga el pánico y siembra el terror.
Se os mira como a un hombre empeñado en hacerse asesinar.
O peor: que es capaz de arrastrar a los demás a la muerte.
V. Katanian cuenta esta historia:
«Maiakovski recorría todo el estadio, atravesaba las barreras de
una tribuna a otra. Y cuando los milicianos le paraban, sacaba
todos sus documentos y carnés de prensa:
«Soy escritor, soy periodista, debo verlo todo...»
«Y los milicianos le dejaban pasar.»
Nosotros, cine-poetas, cine-escritores, cine-reporteros, tam-
bién debemos demostrar ahora a nuestras direcciones que la
autorización de ir a todas partes es la condición indispensable para
producir un filme documental poético de gran envergadura, que
es imposible filmar una conferencia de stajanovistas sin salvocon-
ducto para dicha conferencia, que es imposible filmar un congreso
de koljozianos sin tener los medios de asistir a él, que es imposible
filmar un congreso de komsomoles sin encontrarse allí. Filmear sin
posibilidad de filmar, montar sin posibilidad de montar, hacer un
filme visual y sonoro, un filme visible y audible, sin la posibilidad
de ver y oír por sí mismo, es la manera más segura de aislarse de la
realidad, de entregarse a un ridículo trabajo casero, a unos absurdos
intentos (inevitablemente formales) por salir del callejón sin salida
donde nos ha empujado la organización...
Si un artista tiene tanta hambre creadora que carece de fuerza
para soportar las torturas de las esperas y de los tiempos muertos,
si acepta a ojos ciegas producir un filme en unas condiciones mani-
fiestamente desesperadas, comete un error.
Yo mismo cometí este error cuando, en lugar de aguantar, cedí
a las exigencias de la dirección y acepté montar el filme Entusiasmo
cuando sabía perfectamente que todos los documentos humanos
filmados habían sido destruidos por razones técnicas. Cada vez que
se acaba haciendo concesiones a la dirección, cada vez que se acaba
por aceptar un compromiso, cada vez que se confía en superar los
callejones sin salida administrativos al precio de un esfuerzo de crea-
ción, se corre el peligro del formalismo, de un formalismo forzado, de
un formalismo impuesto pese a los propios proyectos de creación.
78
A diferencia de lo que ocurre en la literatura, en el cine no se
conservan los filmes poéticos (particularmente los filmes poéticos
documentales) bajo la forma original que su autor les ha dado. No
cabe aplicarles la prueba del tiempo. Ni siquiera los Tres cantos
sobre Lenin han escapado a la suerte común. Hasta ahora no hemos
podido satisfacer al camarada Kerjentsev que quería ver una buena
copia del filme en su forma original. Hasta ahora hemos luchado
sin ningún resultado contra la destrucción de los ejemplares de
autor, de los manuscritos originales.
Asimismo hemos luchado hasta ahora sin ningún resulta-
do para que la producción de dichos filmes se lleve a cabo sin
compromisos.
Nosotros, cineastas del filme poético-documental, ardemos
en deseos de trabajar. Nuestra hambre de creación es inmensa.
Es absolutamente necesario que nos esforcemos en explicar a los
dirigentes de nuestras cine-fábricas, a nuestros directores, que el
autor, el realizador que se somete sin discusión a unos principios
de producción cinematográfica antiguos y estereotipados, no vale
nada. Hay que demostrar mediante el ejemplo de Maiakovski que
incluso el poeta más importante puede ser alejado de la producción
cinematográfica por culpa de estos principios estereotipados.
No hay por qué felicitarse de los compromisos en el terreno de
la organización, de la técnica o de otra cosa, de la aceptación por
el realizador de un trabajo cualquiera; al contrario, hay que mirar
todo eso con suspicacia. O este realizador es absolutamente indi-
ferente al resultado final de su trabajo, o su hambre de crear es tan
grande que renuncia a todo: lo único que quiere es lanzarse sobre
una cámara.
Yo mismo, en este momento, tengo un hambre increíble. Hambre
de crear, claro está. El alimento gira en torno a mí, me rodea. Si yo
sólo dependiera de una pluma y de una hoja de papel, escribiría
noche y día, escribiría, escribiría, escribiría. Pero yo debo escribir
con una cámara. No sobre papel sino sobre película. Mi trabajo de-
pende de toda una serie de imperativos técnicos y organizativos.
Tengo que hacer reconocer mis derechos sobre mi puesto de trabajo.
Y aun cuando no obtenga nada de esta dirección, no me rendiré.
En efecto, jamás olvidaré lo que Maiakovski decía en una situación
análoga:
«Las direcciones pasan, el arte queda».
79
Me mantengo firme cuando se trata de la línea esencial de
mi trabajo y soy flexible cuando se trata de fruslerías. ¿Tendría
que luchar como Maiakovski, sin el menor pudor, por cada frus-
lería...? Maiakovski entrega un poema a un diario. ¿Qué paga?,
pregunta, cuarenta y cinco kopeks la línea, le dicen. ¿Y cuánto da
a los demás? A todos cuarenta y cinco kopeks. Entonces, déme a
mí cuarenta y seis. Exigía categóricamente que sus versos fueran
respetados. Aunque sólo fuera un sólo Kopek más respecto a los
versos del montón.
Evidentemente, el problema no es que no se pueda vivir sin un
sueldo elevado. El problema es la manera como te traten.
Lenin decía que hay que conocer aquello sobre lo que se escribe
y se habla.
El arte de hablar de lo que no se ha visto, de lo que no se cono-
ce, es un talento particular que desgraciadamente poseen muchos.
Afortunadamente, yo no tengo este talento. No se puede montar
un debate sobre unas suposiciones. No tengo razones para dudar
de que el filme Prometeo5 peque de formalismo, y precisamente por
este motivo es indispensable verlo.
Yo he conseguido (en una medida apreciable) hacer accesible y
comprensible a millones de espectadores el filme Tres cantos sobre
Lenin. Pero no al precio de un rechazo del lenguaje cinematográfico.
De un rechazo de los procedimientos encontrados anteriormente.
El problema consiste en no separar la forma del contenido.
El problema es el de la unidad de la forma y del contenido. El
problema consiste en prohibirse a sí mismo desorientar al es-
pectador ofreciéndole un truco o un procedimiento que no está
engendrado por el contenido ni exigido por la necesidad.
En función de eso, ni siquiera es necesario ahogar la propia
canción. En 1933, pensando en Lenin, decidí encaminarme hacia
las fuentes de la inspiración popular. Y el futuro ha demostrado
(recordad la intervención de Gorki en el Congreso de escritores)
que no estaba equivocado. Las objeciones puestas a esta manera de
hacer eran falsas. Yo no me había equivocado, tenía razón.
Pretendo continuar por el mismo camino.
prohibido.
80
Mi enfermedad
81
mediocres pero malvados y sin principios. Yo tenía que contener-
me, dominar mis nervios, soportarlo todo en el interior y mantener
en el exterior mi calma y mi sangre fría.
Como hoy establecen los análisis clínicos del profesor Sperans-
ki, «no se trata únicamente del deterioro del nervio trigémino, sino
también de toda una serie de otros traumatismos nerviosos que tie-
nen como consecuencia un proceso distrófico de diferentes tejidos
y regiones».
Mi enfermedad se manifestó a consecuencia de los golpes ases-
tados a mi sistema nervioso. La historia de mi enfermedad es la his-
toria de los inconvenientes, de las humillaciones y de los choques
nerviosos producidos por mi negativa a abandonar el filme poéti-
co-documental. En el momento en que la batalla por el filme Tres
cantos sobre Lenin acabó, la enfermedad se manifestó mediante la
caída de origen nervioso de varios de mis dientes sanos e intactos.
Mi enfermedad concluyó en el momento en que mi sistema ner-
vioso recuperó su equilibrio después de que la victoria de los Tres
cantos fuera reconocida por doquier y, especialmente, gracias a la
atención con que me distinguió el Partido y el Gobierno con moti-
vo del decimoquinto aniversario del cine soviético.
La ficha del profesor Speranski añade: «En caso de un nuevo
golpe inflingido a cualquier eslabón de la cadena nerviosa, debido
a la excitación de los elementos correspondientes, que ha perma-
necido constante aunque débil después del primer golpe, la pre-
disposición de los tejidos a la distrofia se convertirá en un proceso
visible».
Antes de la liquidación del RAPP, me asestaron el golpe en la
frente. El Proletarskoe Kino,7 órgano oficial de la cinematografía, se
limitó a declarar: o se pasa al filme con actores o «su padre y su ma-
dre llorarán». O abandona el filme documental, o le demoleremos
con medidas administrativas.
Después de la marcha victoriosa de los Tres cantos sobre Lenin,
después de la concesión de la Orden de la Estrella Roja, resulta más
difícil repetir el golpe.
¿Pretende seguir trabajando en el campo del filme documen-
tal-poético? Como quiera. Se lo autorizamos globalmente. Pero no
podemos ponerle en condiciones iguales de competición con los
82
demás realizadores. Tiene que competir con ellos en condiciones
desventajosas para usted. Para ellos las mejores condiciones de
producción y de vida: los apartamentos, los automóviles, las mi-
siones en el extranjero, los regalos valiosos, los sueldos elevados.
Para usted las malas caras.
Siga en su agujero húmedo debajo del depósito de agua y encima
del local donde desintoxican a los borrachos. Haga cola en los
váteres, en el hornillo de la cocina, en los lavabos, en el tranvía, en
los baños públicos, etc. Suba al quinto piso sin ascensor diez veces
al día. Trabaje entre olores de cocina, bajo un techo que gotea, entre
el ruido de los motores que distribuyen el agua, entre los gritos de
los borrachos. No tendrá ni silencio, ni descanso. Y tampoco espere
de nosotros atención o afecto.
¿Dicen que usted se apoya en las personas que ha formado?
Pues le minaremos la confianza de estas personas. La del operador
cuyos intereses no podrá defender. La de la camarada Svilova, su
más íntima hermana de armas y colaboradora, cuya dignidad e
intereses no podrá defender.
La camarada Svilova es hija de un obrero muerto en el frente
durante la Guerra Civil. Lleva tras de sí veinticinco años de trabajo
en el cine y varios centenares de filmes en los que ha colaborado
ion realizadores. Ha intervenido en la nacionalización del cine. A
costa de años de esfuerzos, se le debe especialmente la creación de
nuestra herencia cinematográfica sobre Lenin. Es la mejor montadora
de la Unión Soviética. Con motivo del decimoquinto aniversario de
i ine soviético, mientras que todos sus alumnos y colegas recibían
lina distinción, la camarada Svilova ha sido castigada, de manera
ejemplar, con una notoria indiferencia y ni siquiera ha recibido un
diploma. Sólo un crimen grave podría privarla de nuestra solicitud.
No obstante, el único delito de la camarada Svilova es el de ser
modesta.
«¡No se te quiere!», es lo que contesta a mis preguntas atónitas
uno de los dirigentes de nuestras organizaciones cinematográficas.
Los fenómenos distróficos que vuelven a manifestarse en mi
cavidad bucal sólo son el principio de un complejo proceso nervioso
interno. Es preciso interrumpirlo. Pero ¿cómo se consigue?
En primer lugar, es necesario liquidar las causas que lo provocan.
No basta con suprimir las manifestaciones externas de mi estado
nervioso, cosa que consigo a fuerza de voluntad. No basta tampoco
83
con tratamientos generales: cambio de clima, reposo, cambio de
alimentos, cura de mar, cura termal. Lo que exige fundamental-
mente mi estado (y es lo principal), es que se eliminen las causas
primeras de todos estos choques, es decir que se acabe la actitud
anormal que se mantiene conmigo y que el camarada con el que he
hablado explica y resume en una sola fórmula: «No se te quiere».
¿Quiénes son los que no me quieren?
¿El Partido y el Gobierno? No. El Partido y el Gobierno me han
concedido una alta distinción.
¿La prensa? No. Desde Pravda hasta los diarios del Círculo Polar, la
prensa me ha dedicado las críticas más elogiosas.
¿La opinión pública? No. A través de la voz de sus mejores
representantes, grandes escritores, colectivos obreros, artistas, etc.,
la opinión pública se ha alzado para defender mi actividad cine-
matográfica.
Entonces, ¿quiénes son los que no me quieren...?
Yo soy un ser vivo. Necesito absolutamente que me quieran.
Estar rodeado de deferencias y atenciones. Que me mantengan las
promesas que se me hacen. Sólo entonces los remedios preconizados
por el doctor Speranski surtirán efecto.
Cine no artístico, por consiguiente, tarea artesanal, sin principios.
Cine no artístico, por consiguiente, mezquino mercantilismo.
Cine no artístico, por consiguiente, puerta abierta a los lamebotas.
¿Alguien cree verdaderamente que Kopalin, Svilova, Erofeiev,
Setkina, Kafman, Beliakov, Stepanova, Reizman y los demás están
satisfechos de lo que hacen?
Kopalin se hace felicitar por sus trabajos, pero no me los enseña.
Por lo que parece, él no está satisfecho. En Ucrania, Kaufman pone en
imágenes un guión, hace un trabajo absurdo e inútil, se atormenta. No
está satisfecho.
Svilova, entusiasta entre los entusiastas, amargada por lo del
decimoquinto aniversario del cine soviético, trabaja en la calle
Potylika desde la mañana hasta la noche avanzada, pero no está
segura del futuro. No sabe si se ha esforzado a cambio de nada.
Erofeiev, que ha realizado una serie de filmes valiosos, no acaba
de encarrilarse, de adaptarse a un sistema mezquino.
El operador Surenski, que se formó con los Tres cantos sobre
Lenin, hace fotografía en algún lugar.
84
El intento de sonido Chtro, el entusiasta de los Tres cantos, escribe
unas cartas desesperadas: arde en deseos de crear.
¿Leontovich, Reizman, Ochurkov...?
Decenas de personas ávidas de creación, que conozco personal-
mente, no encuentran su sitio en el sistema de noticiarios tal como
está montado.
Hay unos cuadros. Unos cuadros excelentes. Pero no se les utiliza.
Todo el mundo come suficientemente. Nadie se muere de
hambre. Pero muchos están atormentados por el hambre y la sed
de creación.
La consigna no somos el cine artístico nos cierra las puertas de
la creación.
En el corto período que siguió a mi regreso a los noticiarios,
tuve ocasión de convencerme de que la mayoría de los colaboradores
trabajan con abnegación. Es indispensable dirigir toda su energía
hacia la creación.
Estoy seguro de que en su mayoría nuestro núcleo activo está
a favor del camino riguroso de la verdad artística y no del trabajo
artesanal sin principios.
A favor del desarrollo de todas las formas del filme de actua-
lidades y en contra del lecho de Procusto de una sola forma: un
boletín de los cine-telegramas y las últimas noticias.
No basta un diario, también hacen falta reportajes, poemas,
canciones y unas obras particulares de las que se hablará en todo
el mundo.
Para construir el Palacio de los Soviets hay unas condiciones,
unos plazos y unas normas determinadas. Y para levantar una tienda
otros. No se puede valorar todo con igual medida.
Para un poema monumental, se reclama a unas personas.
Para un boletín de cine-telegramas, se reclama a otras.
No estamos en contra de los fusiles pero tampoco estamos en
contra de los armamentos pesados de 420 mm. y más. Para vencer se
necesitan unos y otros.
Estamos a favor de la victoria de los entusiastas honestos sobre
los astutos, los tunantes, los negociantes y los lamebotas.
Estamos a favor de la victoria del espíritu de creación inventivo
sobre la reedición comercial de lo que ya se ha visto.
Estamos a favor de una preparación permanente para el combate
y en contra de los esfuerzos finales improvisados.
85
Sólo de esta manera venceremos.
He pensado un filme sobre una joven de nuestro país.
¿He acertado al elegir este tema? Me parece que sí. Al elegirlo,
nuestro grupo se ha adelantado en cierta manera al discurso de
Kossarev, publicado recientemente, que trata del problema de la
formación de la juventud y hace hincapié en el problema del trabajo
entre las jóvenes.
Los personajes. Hemos seleccionado varias jóvenes que se han
convertido en nuestros objetos de observación. La propia vida nos ha
dictado la elección de estos personajes. Pero no basta con limitarse a
observar su comportamiento. Es indispensable asimismo fijar sobre
la película lo que tiene de más interesante y de más excepcional. Y, en
ese punto, hemos chocado desde el principio con un obstáculo enor-
me que, durante un tiempo, nos ha parecido insuperable.
En efecto, no teníamos la posibilidad de registrar el sonido y
de rodar en sincronía en cualquier lugar, pues todo el material del
Mejrabpomfilme debe ir conectado al tendido eléctrico. Era técni-
camente imposible filmar a la gente en el campo, trabajando, en un
medio natural, seguir su comportamiento. Desde el principio con-
sideré este obstáculo como esencial, y coloqué en el centro de todos
mis informes la necesidad de crear un material que nos diera la
posibilidad de filmar en síncrono en cualquier lugar y en cualquier
momento. Ha pasado mucho tiempo y nadie ha hecho nada. Sin
embargo, resolveremos este problema.
El ingeniero de sonido Chtro, uno de los mejores colaboradores
de nuestro grupo, se está dedicando a esto poco después del estreno
de los Tres cantos sobre Lenin. Ha pedido una licencia sin sueldo en
Mejrabpomfilme y ha comenzado a trabajar en otra película que se
rodaba lentamente en otra organización, encontrando así la posi-
bilidad de dedicarse a hacer experimentos. En el momento actual,
está bastante familiarizado con todas las posibilidades que ofrecen
los aparatos de toma de sonido existentes y puede sacar unas
conclusiones precisas y estimulantes.
¿A qué condiciones debe responder nuestro trabajo de rodaje
para que nuestro filme sea rico de contenido y tenga un nivel de
calidad elevado?
En primer lugar, el rodaje debe ser instantáneo, es decir, debe
efectuarse en el momento en que se producen los hechos y los
gestos del sujeto observado.
86
En segundo lugar debe ser silencioso para no llamar la atención
del sujeto y no producir ruidos de fondo en la banda.
En tercer lugar debe poder efectuarse en cualquier parte (en
una isla, un campo, en un aeropuerto, en el desierto, etc.).
En cuarto lugar, los dos aparatos, el mudo y el sonoro, deben
estar conectados de tal manera que no se estorben mutuamente,
que se pueda rodar sin preparativos ni señales varias, que el aparato
se encuentre siempre a punto de funcionar y que no exija marcas
especiales para la sincronización.
En quinto lugar, el sonido debe estar al nivel cualitativo de las
exigencias que se presenten.
En sexto lugar, la instalación sonora debe ser de pequeñas
dimensiones, sin acumuladores agobiantes, e independientes de la
red eléctrica.
En séptimo lugar, debe excluirse cualquier posibilidad de avería
pues las situaciones y los actos de los sujetos filmados no pueden
repetirse.
En octavo lugar, los gestos del operador y del ingeniero de
sonido deben estar coordinados al máximo, ser uno, simultáneo,
cosa que encuentra su mejor solución en el registro conjunto del
sonido y la imagen por un solo aparato.
La intervención que no puede presentar en la conferencia de
los trabajadores artísticos debido a mi enfermedad se resumía a lo
siguiente:
Estaba de acuerdo con la opinión del camarada Pudovkin según
el cual los nuevos cuadros encuentran su mejor formación durante
la producción de los filmes. Citaba unos ejemplos tomados de mi
experiencia personal: el de la camarada Setkina que de simple mon-
tadora ha pasado a realizadora, del camarada Kopalin que era mi
ayudante y que ha pasado a ser realizador, del camarada Kaufman,
organizador de rodaje, que ha pasado a ser operador y realizador,
de la camarada Svilova que de simple montadora ha llegado al rango
de mejor jefe de montaje de la URSS.
Señalaba después que los cuadros sólo pueden formarse así en
el seno de grupos sólidamente unidos que trabajen de filme en fil-
me. Dividiendo arbitrariamente estos grupos, trasladando los co-
laboradores de un grupo a otro o de un trabajo a otro, no es
posible asegurar correctamente la formación de los jóvenes. Éste
es, particularmente, el caso de los camaradas Surenski y Chtro que
87
deberían seguir estudiando no sólo durante el rodaje sino también
durante el período preparatorio.
Hay que analizar a cada individuo, descubrir sus aspectos mejores,
conocer bien su biografía y su experiencia, mantener relaciones con
él, lo que no quiere decir responsabilizarse de su salvación sino
eliminar los obstáculos que estorban su desarrollo creador.
El individuo no debe sentirse solo y aislado. Una palabra calurosa
le exalta, le da fuerza y confianza. Esta palabra calurosa, y a veces
también un apoyo efectivo, se revelan particularmente indispensa-
bles cuando nos enfrentamos a un muro en el terreno administrativo
de la producción y en nuestra vida cotidiana...
En el curso de una reciente conferencia, un camarada (Erofeiev)
ha dicho que Vertov («se había pegado una mujer a los brazos».
Cosa que ha suscitado risas y exclamaciones: «¿Una rubia? ¿Una
morena?», etc.).
No hay motivo para reír.
Es una historia bastante triste.
Las jóvenes de los dos mundos es a la vez rubia, morena, y castaña.
Material extranjero. Han hecho abortar el asunto.
María Demtchenko y el sistema de los acuerdos.
La cámara Eclair será para mañana.
Canción de cuna: a medida que el plazo se acorta, más se acerca
a la filmeoteca.
Sukhumi.
El cielo sólo es verdaderamente azul oscuro encima del mar.
Más arriba y alrededor de nosotros, todo está cubierto de nubes,
pero más tarde unos rayos de sol se deslizan entre las nubes, los
claros se hacen más numerosos y salimos hacia el Jardín Botánico
para hacer unas pruebas de imagen. Khodjera, su amiga y la biblio-
tecaria nos acompaña. Yo llevo mi cartera, un pequeño reflector
metálico, doblado en dos, con un asa como de cartera.
Bajo un cactus, una grácil muchacha rubia subida a una piedra
mira el objetivo de la cámara, y no hay nada para ocultarse a su vista,
el reflector es molesto; imposible desviar su atención. Pregunta qué
es lo que tiene que hacer: «nada» le dicen; no entiende que se pueda
no hacer nada ante una cámara; se vuelve hacia mí y me sonríe, oye
el ruido de la cámara y se vuelve de nuevo hacia el objetivo. Detrás
de su cabeza, las hojas de cactus están cubiertas de graffiti que
recuerdan que Valia y Micha estuvieron allí en tal fecha de tal año, y
88
ella se vuelve para mirar lo que está escrito y se preocupa por saber
si se verán las inscripciones en la pantalla, pero en ese momento la
cámara la toma, sopla sobre su flequillo con una mueca de enfado,
se empolva la nariz, y la tomamos de nuevo en el objetivo...
1936
29 febrero
89
tchastuchka volvió a despertarse. Al principio, se trataba de can-
ciones-documentos. Es sabido que siempre he experimentado el
mayor interés por el arma documental. En segundo lugar, pese a su
aparente sencillez, estas canciones son vigorosas, ricas de imágenes,
admirablemente sinceras. Pero su particularidad esencial es la unidad
de la forma y del contenido, o sea, precisamente lo que nosotros,
escritores, compositores, cineastas, aún no hemos alcanzado.
26 agosto
6 septiembre
90
que no se ha orientado hacia la cantidad con olvido de la calidad.
Los chapuceros, los imitadores, los plagiadores sin talento, los
despabilados han deshonrado el cine documental.
Una productividad elevada. ¿Cómo alcanzarla? No mediante
sermones moralistas. Experiencia. Organización. Técnica. Ejemplo.
Trabajo encarnizado. Ningún tabú. «Con tal de que todo salga
bien» ... ¡No! Así no.
El ladrón en el papel del inspector.
«Función: inspector de las cajas de ahorro.»
«Profesión: ladrón reincidente.»
(Sacado de una gacetilla sobre un ladrón en Pravda del 22 de
septiembre de 1936 - n.° 262).
Si el cine-verdad es la verdad mostrada por los métodos del
Cine-ojo, el inspector sólo podrá ser filmado de una manera Cine-
ojo si se le arranca la máscara, si detrás de la máscara de inspector
se distingue el ladrón.
El único medio de arrancarle la máscara al inspector es ob-
servarle a escondidas, filmearle a escondidas, es decir, con una
cámara invisible, una película ultra-sensible y unos objetivos de
gran luminosidad, con una película que impresione el crepúsculo
y la noche; y, además, con una cámara silenciosa (visión más so-
nido), una cámara preparada para funcionar permanentemente,
que se ponga en marcha instantáneamente a partir del momento
en que ve.
Nos hallamos en la sección de sucesos. No es en el teatro sino
en la vida donde el ladrón interpreta, para saquear la caja, el papel
de inspector.
O, para seducir a su prometida y robarla a continuación, el aven-
turero interpreta el papel del novio enamorado. O el listo se hace
pasar por tonto para engañar más fácilmente a su víctima. O la
prostituta ejerce su oficio disfrazada de muchachita con un moño
en el cabello para engañar a los primos. Donde el hipócrita, el adu-
lador, el burócrata, el fanfarrón, el espía, el chivato, el santurrón, el
estafador, el traidor, el camaleón, etc., disimulan su pensamiento,
interpretan tal o cual papel y se sacan la máscara cuando nadie puede
verles u oírles. ¡Mostrarles sin máscara, tarea ardua pero noble!
Todo eso cuando el hombre interpreta tal o cual en la vida.
Incluso cuando se toma un actor profesional que interpreta un
papel en el teatro, el filmarlo a lo Cine-ojo consiste en mostrar el
91
sincronismo o el no sincronismo del actor y del hombre, la coin-
cidencia o la no coincidencia de las palabras y del pensamiento,
etc. Recuerdo un actor de cine mudo que, mientras moría de sus
heridas bajo la mirada de la cámara y expresaba su sufrimiento con
todo su cuerpo y toda su cara, contaba un chiste que hacía reír a
todo el mundo orgullosísimo de su talento para actuar sin sentir
emoción. Si una cámara sonora hubiera registrado las convulsiones
del herido, en lugar de los gemidos habríamos oído estupefactos
algo diametralmente opuesto a lo que verían nuestros ojos: unos
juegos de palabras, unas bromas, unas risitas...
El actor había tenido que morir tantas veces ante una cámara
que ya no tenía que hacer ningún esfuerzo cerebral para morir
una vez más según las reglas del arte. Mantenía el espíritu libre
para contar chistes. Esta aptitud para el desdoblamiento me llegó
a asustar.
Mostrar desde el Cine-ojo a Ivanov en el papel de Petrov, es
mostrarlo como hombre en la vida y como actor en el escenario, sin
pretender que su manera de actuar en el escenario se confunda con
su comportamiento en la vida y viceversa. Todo está perfectamente
claro. No tenemos delante de nosotros a Petrov sino a Ivanov mientras
interpreta a Petrov.
Si una manzana falsa y una manzana real se filman de tal ma-
nera que no es posible distinguirlas, eso no quiere decir que se sepa
filmar: quiere decir, al contrario, que no se sabe.
Hay que filmar la manzana real de manera que no sea posible
ninguna imitación. Una manzana real se puede morder y comer;
con una manzana falsa, eso es imposible. Un buen operador debe
hacerlo visible.
Yo soy un cine-escritor. Un cine-poeta. No escribo sobre el papel
sino sobre la película.
Como todo escritor, necesito proveerme de documentos.
Anotar mis observaciones. Hacer croquis. Pero no sobre el papel,
sino sobre la película.
Como todo escritor, no trabajo en una sola obra. Junto a los
grandes poemas, escribimos novelas cortas, ensayos, versos.
Muchos de los grandes escritores han copiado sus propios personajes
de personas que han existido realmente. Por ejemplo, el retrato de
Ana Karenina ha tenido por modelo una de las hijas de Pushkin.
Yo quería escribir sobre película la historia de Maria Demtchenko,
92
inspirada por Maria Demtchenko. Con la diferencia de que yo no
puedo escribir sobre película cuando los acontecimientos han
concluido. Sólo puedo escribir en el mismo momento en que se
producen. No puedo registrar sobre película el congreso de los
Konsomoles cuando el congreso ha terminado. No puedo filmar un
desfile de gimnastas sin asistir a él. Y no puedo, como hacen
algunos corresponsales, redactar una nota sobre un acontecimiento,
sobre un espectáculo o sobre un carnaval, varios días antes de que
el acontecimiento se haya producido.
Yo no exijo de un operador que se encuentre en el lugar del
incendio dos horas antes de que comience. Pero no puedo admitir
que se vaya a filmar un incendio una semana después. La dirección
me ha dado permiso para filmar el congreso de los koljozianos, para
filmar a Demtchenko, etc., pero cuando ya no había nada que
filmar. A eso se le llama un acuerdo con la dirección.
Ahora trabajo sobre temas que se refieren a la mujer. No es un tema
único. Se trata de una serie de cortometrajes y de largometrajes.
Son filmes sobre la colegiala, sobre la niña en la guardería, sobre
la madre y el hijo, sobre el aborto, sobre la obra de la juventud feme-
nina, sobre la condición de la joven en nuestro país y en el extranjero,
sobre el descanso y el trabajo, sobre los primeros pasos y las primeras
palabras del niño, sobre la muchachita, la adolescente, la mujer, la
abuela...
Hablaré de personas concretas, que viven y trabajan. La elec-
ción de los personajes puede fijarse de mutuo acuerdo. Filmaré el
comportamiento del hombre, desde los pañales a la vejez. Todo
eso sólo es posible en el marco de un proceso ininterrumpido de
información, de rodaje y de montaje. De un proceso ininterrum-
pido de almacenamiento de documentos preparados por el autor.
De un proceso ininterrumpido de observaciones con la cámara
en la mano.
Es preciso crear un estudio, un laboratorio de creación donde
se pueda trabajar en unas condiciones especiales, donde los pro-
yectos de creación y las formas de organización no se destruyan
mutuamente.
Entonces veríamos como la cantidad y la calidad de filmes
producidos crecen incesantemente al mismo tiempo que disminuye
el coste de cada filme en concreto.
93
13 octubre
94
Canción de cuna
95
en las imágenes creadas por el pueblo— era imposible de contar
con palabras. Ni antes, ni después del final del filme. Intentamos
escribir versos, relatos, informes impersonales; esbozar los paisajes,
narrar los episodios dramáticos, trazar esquemas y diagramas, etc.,
pero todo eso no permitía ver, oír y sentir ese filme mientras no fue
montado y proyectado.
Se trataba de una obra de un género particular que, por su
construcción, se diferenciaba tanto de los filmes normales que
era prácticamente imposible proporcionar su enunciado completo.
Incluso una descripción minuciosa hecha posteriormente (a filme
acabado) de todas las imágenes sonoras y visuales sin excepción, no
llegaba a dar una idea verdadera del filme. Si dependiera de mí, no
escribiría dichos filmes con palabras sino ya de entrada con imá-
genes y sonidos. Igual como el pintor que no pinta su cuadro con
palabras sino con un lápiz y unos colores. Igual que el compositor
que no escribe una sonata con palabras sino con notas y sonidos.
De todas maneras, sólo podría obtener esta posibilidad a condición
del disfrute de una particular organización de producción para esta
clase particular de filmes. Eso sólo sería posible en el marco del
laboratorio de creación a que tantas veces me he referido.
Sin duda, tengo que trabajar mucho antes de se confíe en mí
hasta el punto de autorizarme a describir con imágenes, y no con
palabras, los resultados de mis experiencias de creación. Pero para
el autor de estas líneas, las condiciones de un laboratorio mitchu-
riano, aunque sea en miniatura, en molécula, siguen siendo inacce-
sibles. Por este motivo he desplegado de nuevo todos mis esfuerzos
para exponer dentro de los límites de las posibilidades que se me
ofrecen, y de mi capacidad, mi nuevo canto con las palabras.
No me he limitado en este caso a un resumen de cada tema
(derecho a la instrucción, derecho al trabajo, derecho a la crea-
ción, derecho al descanso, a una maternidad feliz, a una infancia,
una adolescencia, una juventud, una ancianidad felices). Tampoco
me he limitado a una panorámica esquemática sobre la condición
de las mujeres soviéticas ocupadas en los diferentes sectores de la
actividad humana (koljoziana, obrera, mujer-ingeniero, aviadora,
profesor, etc.).
Los panoramas habituales de esta clase que se podrían hacer
en dos sesiones, más un preámbulo y una conclusión, no pueden
ayudar a hacer comprender y sentir el nuevo proyecto del autor. Así
96
pues, he dedicado todo mi esfuerzo a encontrar para exponer este
canto un método gracias al cual los dirigentes del cine puedan oír
los latidos del corazón de este filme que todavía no ha nacido.
Se me ha ocurrido la idea de realizar una composición de obras
populares que, aún presentando el contenido del filme a través del
único medio de que dispongo ahora, o sea las palabras, pueda
expresar al mismo tiempo el aroma, el aliento y, en parte, el ritmo
del futuro filme.
Me parece que este problema (exponer con palabras un filme
poético-documental por realizar), que carecía hasta ahora de solu-
ción, se halla esta vez parcialmente resuelto.
Por otra parte, al autor le es difícil juzgar por sí mismo.
No hay ningún motivo para creer que se pueda actuar a la ligera
liando con seriedad y honestidad una representación documental
de la vida, un cuadro realizado no sobre una tela sino sobre una
pantalla; no me refiero a un cuadro que copie un modelo estereo-
tipado, sino a un cuadro que transponga la naturaleza de manera
creadora. Esta clase especial de cuadro en el que las relaciones no
deben ser construidas e introducidas en los hechos, sino extraídas
de estos hechos, y una vez halladas, demostradas en la medida de lo
posible por el camino experimental.
La Canción de cuna, aunque sea una composición de inspi-
ración popular, no es por ello un lecho de Procusto para el filme
del mismo nombre. El filme se desprenderá de los hechos, trátese de
hechos ya recogidos o de hechos nuevos que se produzcan durante
la realización del filme. El filme pasará por una serie de etapas,
por una serie de esbozos de composición, y deducirá las relaciones
de los hechos recogidos sin imponerlas a estos últimos. Es un ca-
mino arduo pero inevitable. Salido de los fotogramas del material
de montaje, el organismo ultra-complejo del filme terminado
se desarrolla por medio de la diferenciación. No se trata de una
grosera permutación mecánica de imágenes. Se trata de desarro-
llar toda la riqueza de este movimiento, que no se desprende de
abstracciones compuestas sino de hechos concretos. Se trata de
fusionar en un todo armonioso todos los hechos recogidos sobre
el tema en cuestión.
La ley del paso de lo cuantitativo a lo cualitativo e, inversamente,
la ley de la penetración recíproca de los contrarios, la ley de la
negación están extraídas de la naturaleza y de la historia.
97
No se imponen a la naturaleza y a la historia como leyes del
pensamiento.
El sistema de organización del material documental no ha sido
imaginado por nosotros sino que se ha extraído de la naturaleza y
de la historia del filme de actualidades.
Lo que actúa en tal caso son las mismas leyes de la dialéctica que
no han sido inventadas sino extraídas de la historia de la naturaleza y
de la sociedad humana.
11 noviembre
12 noviembre
98
Entonces, ¿por qué el camarada Chumiatski se calla cuando el
crimen cometido contra mí no se mide en minutos, sino en semanas,
en meses e incluso en años de tiempo robado? ¿Acaso el crimen
cometido contra un maestro, no del filme con actores sino del do-
cumental poético, no se considera crimen...? Mientras el camarada
(Chumiatski no proclame en voz alta que considera mi trabajo útil
y no perjudicial, mientras no diga que debo ser equiparado con los
demás realizadores, no sólo en cuanto a las obligaciones, sino tam-
bién en cuanto a los derechos y las posibilidades, seguiré estando
privado de las condiciones mínimas de producción y de existencia.
13 noviembre
99
proceso ininterrumpido de montaje, pasando de la conservación de
los fragmentos filmados montados a la constitución de una base
de montaje, de una cinemateca del autor.
El otro obstáculo gravísimo es la imposibilidad, en las con-
diciones estándar, de desarrollar, de formar y de conservar los
hombres que nos resultan indispensables.
Una vez acabado el filme, se despide en general a la gente y cada
vez hay que volver a empezar desde cero todo el trabajo de forma-
ción de los cuadros especializados.
Gracias al laboratorio, el operador, el ingeniero de sonido, el
realizador, el ayudante, el informador y el organizador se forma-
rán de una manera continua, de filme en filme, se desarrollarán de
manera continua sin frenar la salida de filmes, sino, al contrario,
acelerándola.
Estos mismos obstáculos se alzaban en nuestro camino en el
terreno de la información así como en todos los aspectos del trabajo
de organización, y formaban todos ellos una espesa muralla ciega
y estereotipada contra la que chocaba el pensamiento viviente y se
rompían todos nuestros intentos para dar paso a los filmes sobre el
comportamiento humano que queríamos realizar.
Entre nuestra decisión de pasar de los poemas sobre la edifica-
ción de la industria y de la agricultura al conocimiento del hombre
en su movimiento, su desarrollo, su comportamiento, y la aplica-
ción de esta decisión, se alzaba el muro del aparato (no del aparato
tomavistas, sino del aparato burocrático).
Para cambiar esta situación en la que desperdiciamos inútil-
mente nuestras fuerzas, en la que las formas estándar de producción
prescritas destruyen despiadadamente, automáticamente, estúpi-
damente, todos nuestros trabajos, todos nuestros proyectos de
creación, hemos decidido montar un laboratorio de creación.
Los filmes de tipo particular que producirá nuestro laboratorio
serán realizados en condiciones particulares, idóneas para este tipo
de filmes y no en las condiciones estereotipadas de organización.
El laboratorio de creación tendrá como primera particularidad la
de apoyar su trabajo sobre unas personas seleccionadas por la direc-
ción del laboratorio entre los entusiastas que conocen y prefieren esta
difícil empresa y no entre unos colaboradores señalados al azar.
El laboratorio de creación tendrá como segunda particularidad la
de su trabajo de rodaje sobre una base de rodaje palpable, especialmente
100
adaptada a nuestro tipo particular de trabajo, y no sobre el aire, sobre
promesas y resoluciones.
El laboratorio de creación tendrá como tercera particularidad la
de apoyar su trabajo de montaje sobre una base de montaje en activi-
dad permanente con: a) una cinemateca de autor; b) una sala de
montaje y de operaciones, y no sobre fragmentos sueltos, residuos
de tal o cual filme.
El laboratorio de creación tendrá como cuarta particularidad
apoyar su trabajo de información en un sistema de observaciones
continuas y no sobre informaciones ocasionales y fragmentarias (de
caso en caso).
El laboratorio de creación tendrá como quinta particularidad la
de apoyar su trabajo de organización en un estado de disponibilidad
permanente de la técnica y de la organización que permita salir a
rodar en cualquier instante, y no con las prisas y precipitaciones
creadas por el estado de alerta.
El laboratorio de creación tendrá como sexta particularidad la de
desarrollar simultáneamente varios temas ligados entre sí en el plano
de la organización y de la creación, sin dejar de cultivar amorosa-
mente los filmes de cosecha propia.
El laboratorio de creación tendrá como séptima particularidad
la de aumentar poco a poco la cantidad de los filmes y mejorar su
calidad sin multiplicar los grupos de trabajo y sin aumentar los pre-
supuestos; utilizando más racionalmente las fuerzas de un solo grupo
gracias al perfeccionamiento continuo del trabajo de información, de
organización, de rodaje y de montaje.
El laboratorio de creación tendrá como octava particularidad la
de ejercer una influencia benéfica sobre la producción cinematográfica
de los demás grupos y de las demás cine-fábricas, no mediante sermo-
nes moralistas sino mediante ejemplos de creación cinematográfica
de nivel elevado.
El laboratorio de creación tendrá como novena particularidad
la de no dejar sobras de realización; el proceso ininterrumpido de
producción aplicado a una serie de temas hará que una toma que
no encaje en un tema determinado pueda ser utilizada convenien-
temente en otro.
Y, finalmente, el laboratorio de creación tendrá como décima
particularidad la de ignorar casi completamente los tiempos muer-
tos habituales. Al estar permanentemente dispuesto a rodar y
101
gozando de la posibilidad de hacerlo en cualquier lugar, en cual-
quier momento, en cualquier circunstancia, si por una razón deter-
minada un rodaje en marcha se va al agua, rara vez se encontrará en
el caso de no poderlo reemplazar instantáneamente por otro (si no
con el mismo tema, al menos con un tema paralelo).
El laboratorio es necesario para:
Pasar de la situación de todo es imposible a la de todo es posi-
ble (sólo es imposible la tarea para cuya ejecución hace falta eso y
aquello).
Pasar del sistema de los acuerdos permanentes al de las acciones
permanentes.
Estamos seguros de que nuestro laboratorio, que es un jardín ex-
perimental, se desarrollará. Estamos seguros de que dicho jardín dará
al país hermosos frutos por poco que se nos conceda la posibilidad de
cultivar nuestros filmes tal como sabemos y entendemos, en las condi-
ciones particulares propias de este tipo de obras.
No nos asustan en absoluto las dificultades de creación.
Nos gustan y sentimos placer en superarlas.
Esquema del laboratorio.
1) Oficina del realizador: Lugar para meditar. Para escribir. Lugar
para anotar los anteproyectos, redactar los planes y esquemas de ro-
daje y montaje. Lugar para recibir visitas. Para visionar y controlar en
la moviola los resultados de las diferentes operaciones. Lugar
para las reuniones con los colaboradores. Lugar para leer y analizar
lápiz y tijera en mano los documentos indispensables. Lugar para
descansar después de la sala de operación, y durante el trabajo
nocturno. Lugar para las pausas entre dos operaciones. Lugar para
estar solo y concentrar el pensamiento en los momentos estratégicos
difíciles. Lugar para los proyectos y las decisiones cruciales.
2) Sala de operación: Lugar para las operaciones de montaje.
Lugar donde se confrontarán los resultados de los trabajos de
información y de rodaje. Lugar donde se hará la primera selección
de material a partir del rodaje y del revelado de los negativos. Lugar
donde se hará la segunda selección de material a partir del positivado.
Lugar donde se hará la tercera selección a partir de la clasificación
del material en temas. Lugar donde se hará la cuarta selección de
material (sonoro y mudo) en el interior del tema tratado. Borrador
de montaje del filme. Correcciones y permutaciones. Último con-
trol de los fragmentos tomados uno a uno y de las combinaciones de
102
fragmentos, de la asociación de la imagen con la música, la palabra
y los rótulos. Control del tiempo, del ritmo de la obra. Control de la
longitud. Montaje definitivo.
3) Oficina de información y de organización: Los ojos y los oídos
del laboratorio. Lugar para el reconocimiento preliminar. Estación
de observación. Relaciones telefónicas, epistolares, personales con
las personas y los hechos observados. Organización de los puntos
de observación. Preparación del material de información para el
realizador. Ejecución de las misiones de información y de organiza-
ción. Trabajo administrativo sobre las operaciones de rodaje. Oficina
responsable de los medios de desplazamiento y de la posibilidad de
enviar un equipo a rodar en cualquier instante.
4) Cinemateca de autor: Lugar donde se conservarán los stocks
de documentos filmados por el realizador. Lugar desde el que se dará
a la sala de operaciones el material relacionado con la operación
de creación en curso. Carné del realizador. Anteproyectos, tomas
sueltas, croquis y otros fragmentos sin utilizar. Base de montaje de
función particular, desarrollándose de filme en filme y ofreciendo al
autor-realizador la posibilidad (a medida que aumentan los stocks
filmeados) de reducir poco a poco la distancia entre la salida de los
diferentes trabajos.
5) Grupo móvil de rodaje: Una casita sobre ruedas. Un autocar
especialmente acondicionado, con un remolque, que ofrezca la
posibilidad técnica de rodar en cualquier lugar, en cualquier mo-
mento, en cualquier circunstancia.
Mi intención de organizar un laboratorio de creación procede
de la necesidad de sacar a nuestro grupo de la situación en que se ha
encontrado últimamente en el Mejrabpomfilme. Y que más o menos
es así.
Después de la conclusión de los Tres cantos, nuestro grupo ha
tomado esta decisión: pasar del filme poético tipo panorama, a los
filmes sobre el comportamiento del hombre. Contra todo lo ima-
ginable, en lugar de recibir felicitaciones y apoyo, nos hemos en-
contrado con la oposición de la administración. Una oposición que
no se expresaba en palabras, sino en hechos. Prohibición no en
palabras, sino en hechos. Total de una suma mientras que todos los
sumandos de esta suma no existen. Las actuaciones de la dirección
eran lo contrario de las decisiones. Los hechos, lo contrario de las
palabras. Acuerdos formales, negativa de hecho. La mano derecha
103
firmaba, la izquierda tachaba. Lo positivo y lo negativo. Es decir, cero.
Y, como se sabe, toda cifra multiplicada por cero es igual a cero.
Todas nuestras proposiciones de racionalización y de creación,
multiplicadas por cero, producían inevitablemente cero.
Debemos concentrar en nuestro laboratorio nuestra larga expe-
riencia de rodaje, el conjunto de nuestras investigaciones y descubri-
mientos dispersados a los cuatro vientos por culpa de un trabajo mal
organizado a la fuerza, para filmar correctamente el comportamiento
del hombre fuera del estudio, en un medio natural.
Todo lo que ha sido hecho hasta ahora por una administración
incompetente para desarrollar nuestro trabajo de rodaje debe consi-
derarse no como una ayuda sino como un entorpecimiento sistemático,
como una destrucción de los frutos del trabajo de nuestro grupo de
inventores.
El laboratorio de creación acabará con la destrucción de nuestras
siembras y será la primera piedra de nuestro vivero de creación, de
nuestro jardín de creación.
1937
17 enero
104
Pero no a todo el mundo le gusta la verdad. Di a la gente una
verdad desagradable: sonríe y disimula su rabia.
Hay que odiar la mentira agradable. Pocos son capaces de
hacerlo.
Cuando los críticos escriben, confunden en su mayoría nuestros
medios con nuestro objetivo. Y atacan nuestros medios, creyendo
Macar nuestro objetivo. Ser incapaces de distinguir los medios del
objetivo es la desgracia de nuestros críticos de cine.
Haces cola en los baños públicos y te preguntas cómo se arre-
glan los otros realizadores para no hacer cola.
Sin duda alguna, se trata de un talento particular: el de obtener
un apartamento con cuarto de baño. El de tener derecho a utilizar
un coche y de salir a rodar con la cámara que hace falta.
Es evidente que la modestia y la falta de pretensiones están muy
bien. Pero ¿te das cuenta de que los colegas que gozan de mejores
condiciones de vida comienzan a mirarte por encima del hombro,
simple peatón?
«¿Peatón y jinete no son camaradas?»
Mis numerosos vecinos de apartamento comienzan a mirarme
con desdén. Casi con suspicacia. Después de que me dieran una
condecoración, se pusieron a escudriñar mi habitación. Saben por
los diarios que las personas condecoradas tienen derecho a un apar-
tamento, etc. Si sigo en esta habitación, es que hay algo que va mal.
Los inquilinos de nuestro apartamento cambian lentamente, más
lentamente de lo necesario. Todos prefieren permanecer ocultos
tras sus máscaras, y sus máscaras no son excepcionales. Sin ellas,
ganarían.
La peor de las verdades sigue siendo la verdad.
12 febrero
105
Mi corazón. ¿De dónde viene? ¿Dónde va? No quiere seguir en
mi cuerpo. Sácame de ahí, dice. Quiere irse. No está bien. Pero yo
ignoro la envidia: la he matado. Me alegro de la alegría general.
También llegará mi turno. «Sembrar, pero no recoger.» También
llegará mi turno. ¡Hay que sembrar, sembrar, sembrar!
¡Vamos, corazón! Descansa. Párate un poco. No debes irte.
Calma. Llegará la felicidad. Llegará el trabajo. Llegará la alegría. Si
no fuera por este cansancio... Si mi corazón aguantara...
Hay que considerar como una cualidad y no como un defecto
el hecho de que al corregir mi trabajo Jóvenes de los dos mundos
para hacer otro completamente nuevo (Canción de cuna), haya
conseguido salvar en el nuevo trabajo más de trescientas líneas del
primero, que totalizaba unas dos mil. Pues en mi opinión el méri-
to principal del nuevo canto, del nuevo edificio, es que pese a una
transformación radical del tema y de la construcción del filme, las
mejores imágenes poéticas del primer canto no realizado no han
sido destruidas. Conservar estas imágenes populares en lugar de
sustituirlas por unas invenciones de despacho, era el objetivo y la
dificultad de la reelaboración del proyecto. Yo no considero como
un defecto sino como una gran victoria personal el hecho de que la
suma de más de doscientas líneas y de una nueva composición de
la obra me haya permitido expresarme sin destruir completamente
el material encontrado anteriormente.
Si hubiera podido conservar quinientas o seiscientas líneas en lugar
de trescientas, lo habría hecho sin vacilar. Para crear algunas imágenes
poéticas, el pueblo ha tardado no unos años sino decenas y centenares
de años. Creer que estudiando tres meses los materiales de la cinema-
teca y otros, puedo crear otros en su lugar (¿para qué?, me pregunto),
sería un error imperdonable. No me he planteado este tipo de proble-
mas y no tenía por qué planteármelos.
No trabajo por dinero. Es lo que tienen que entender. Si trabajara
por dinero, no ganaría un promedio inferior al de todos los demás
realizadores. Menos, quizás, que muchos montadores. Para mí, el filme
que produzco es mi hijo. Sólo una madre puede sufrir y preocuparse
por la salud y la suerte de su hijo.
En la etapa actual de mis conocimientos cinematográficos, ya no
monto un filme en partes, rótulos o episodios. Lo monto de golpe, es
decir que hago entrar en interacción de golpe todos los trozos de que
dispongo.
106
Todas las imágenes se encuentran en estado de traslación conti-
nua hasta el final del proceso de montaje que constituye en sí una re-
petición extremadamente abreviada de todos los estadios anteriores,
de toda la historia de este proceso, desde la construcción primitiva
del viejo Pathé-Journal hasta las complejísimas construcciones de los
montajes actuales.
El hecho de que no saque los andamios hasta el último momento
(es imposible hacerlo de otra manera) siempre ha creado un estado de
perplejidad extrema a cada nueva dirección de la que dependía. Y si el
filme estuviera equivocado, y si no saliera nada de bueno...
Esto no asusta a los directores con más experiencia, y que conocen
mi manera de trabajar. Saben que en esta última etapa, Svilova y yo
Tenemos un tal conocimiento de todas las posibilidades y de todos los
matices del material, que realizamos literalmente en pocas horas las
correcciones y las mejoras necesarias.
Por este motivo resulta insensato renunciar a unas formas superio-
res de producción para volver a unos métodos primitivos con la inten-
ción de obtener un efecto palpable prematuro. Lo más importante no
es garantizar los efectos sino garantizar el resultado final del trabajo.
«El artista auténtico aspira a la verdad artística; el artista sin prin-
cipios, que sigue ciegamente su impulso, va hacia la apariencia de
verdad. El primero lleva el arte a su grado más alto, el segundo a su
grado más bajo.» (Así hablaba Goethe).
El sol ilumina a los vecinos de la casa de enfrente. La luz que
nosotros tenemos no es más que un reflejo. Una joven yergue su fina
silueta ante un espejo, sin sospechar que yo la miro desde la ventana de
enfrente. Se saca la bata, se admira, se da la vuelta y se arregla el pelo.
El sol la inunda, la deslumhra y, como en un escenario, fuertemente
iluminado, no puede ver a los espectadores mientras ella está a la
vista de todos. No lo sabe. Y, tapando el sol con la mano, no aparta el
espejo de los ojos.
De esta manera es posible a veces observar los minutos íntimos
del comportamiento humano sin complicaciones ni dispositivos
particulares. E incluso sin organizar experiencias especiales...
Pienso en la mujer del guarda asfixiada en un pozo. Pienso en
el viudo que ha llorado durante dos días la muerte de su esposa y que
el tercer día se ha subido una chica de la calle, ha cerrado la habita-
ción con llave, ha encendido todas las luces y ha contemplado durante
largo rato a la chica desnuda sin tocarla. Recuerdo la perplejidad de la
107
chica, y luego su desenfado y sus ejercicios experimentales. Vuelvo a
ver la cara del viudo, su mirada lejana, ausente, como si el cuerpo
de la chica no estuviera en su campo de visión, como si estuviera
refractado en un prisma y una multitud de cuerpos flotaran ante
sus ojos... Qué extraño era todo eso. La chica esperó un rato y luego,
sin decir palabra, volvió a vestirse cuidadosamente. Abandonó la
habitación de puntillas. La vi bajar, salir de la casa y alzar la mirada
hacia la ventana iluminada del viudo... Al día siguiente, cuando salí
a trabajar, vi por la ventana que el hombre había conservado la
misma posición.
Me acuerdo de la pareja del coche de caballos de la calle Pe-
trovska. Ella le hablaba animadamente. Él sonreía y le acariciaba
la mano. De pronto, el marido palideció, abrió la boca para aspirar
aire. Ella no se dio cuenta y siguió riendo y charlando. Él le cogió
la mano. Se formó una aglomeración. El coche se paró. Ella gritaba,
imploraba, le llamaba con nombres cariñosos, le abrazaba, le mur-
muraba algo al oído, le besaba... pero el hombre había muerto.
Recuerdo perfectamente varios incidentes cuyo rodaje es irrea-
lizable si hay que escribirlos de antemano.
15 abril
108
Los realizadores pierden toda personalidad. Los operadores están
muy bien pagados y permanecen pasivos. N9 hay protestas.
El laboratorio es necesario. Hay que,ofrecer modelos nuevos.
Hacer trabajar el cerebro. Abatir la rutina. Salir del letargo. Abrir
paso a la inventiva. Y ya no reconoceremos a esas personas.
Si eres débil, si no eres capaz de esfuerzos sobrehumanos,
nadarás en la corriente del plagio sin alma de los modelos creados
por los otros.
No. Es preciso cambiar las condiciones de realización de las
obras producidas, de manera que cada cineasta de noticiarios pue-
da aportar cuanto hay de nuevo, de fresco, de recientemente
descubierto...
20 diciembre
109
1938
110
Incompetentes. Necesitamos personas unidas por un mismo sueño,
una misma idea, un mismo objetivo y una misma obstinación en
alcanzarlo. La claridad, la unidad, la comunidad de objetivo sólo
pueden existir dentro de un equipo consolidado por la lucha contra
las dificultades y los obstáculos; consolidado por las victorias y los
fracasos comunes, los logros y las derrotas comunes; y no dentro de
un grupo formado, al azar, por personas que fueron a dar ahí, porque
si, porque en ese momento estaban libres.
Luego cuentan las condiciones técnicas y de organización, la
base para el trabajo de creación.
No hay condiciones que se combinen al azar en un momento
dado, cámara o sistema de iluminación que se encuentren ahí por
casualidad, o incluso equipos y condiciones no estándar destinados
a otros fines, sino precisamente el aparato, o el sistema, o los equi-
pos, en fin, las condiciones que no sólo no obstaculizan la solución
del trabajo en cuestión, sino que la favorecen.
No hay plazos estándar o dejados al azar, por una razón cual-
quiera, sino los plazos mínimos que exige la realización sin compro-
misos del filme que queremos hacer y no de un filme cualquiera.
Y, finalmente, no mil rublos o dos mil rublos sino la cantidad
mínima que exige la realización del filme que queremos hacer y no
la de cualquier filme en general.
4 septiembre
111
7 septiembre
112
Es imposible describir el incendio de una casa antes de que se haya
producido. Quizás no haya incendio.
O bien habrá que desmentir la descripción por ser una invención,
o bien habrá que prender fuego a la casa como pretende el guión. Pero
entonces ya no se tratará de un filme de actualidades sino de un filme
corriente hecho con decorados y con actores.
En todos estos últimos años, ni siquiera podía plantearse el pleno
desarrollo del filme documental de actualidades.
Los medios de lucha más vigorosos empleados contra estos fil-
mes han sido su no publicación, su sofocamiento por los circuitos
de distribución.
Todo trabajo en este tipo de filme era absurdo y sus autores estaban
reducidos a la desesperación y a la desolación.
Es posible:
1) ¿conceder al filme documental de actualidad los mismos dere-
chos y posibilidades que a los filmes corrientes (teniendo en cuenta las
particularidades del filme de actualidades)?
Es posible:
2) ¿plantear de nuevo el problema de la proporción Leninista en
los programas de los cines?
Es posible:
3) ¿reconquistar la confianza del espectador hacia estos filmes
sin ir detrás de la cantidad sino partiendo del principio más vale
poco y bueno que mucho y malo?
Es posible:
4) ¿obligar a los circuitos de distribución a establecer contratos
con nosotros en los que se comprometan a promover los filmes de
actualidades?
Es posible:
5) ¿crear para los colaboradores de estos filmes un sistema
de remuneración directamente proporcional a la calidad y cantidad
de trabajo prestado, cosa que suprimiría la retribución según un ín-
dice formal desprovisto de significación (el número de bobinas)?
113
Es posible:
6) ¿reorganizar el sistema de trabajo de los estudios de manera
que los noticieros excepcionales o corrientes no paren la producción
de los filmes documentales artísticos?
Es posible.
1939
114
28 marzo
115
Pero ya en Canción de cuna las fuerzas me abandonaron. La
historia que me han montado con el filme Ordjonikidze, los reto-
ques interminables que le han hecho sufrir, aún me ha agotado más.
Las Tres heroínas me han extenuado. Y todo eso debido a no sé qué
enredos y prejuicios burocráticos.
6 agosto
116
7 agosto
14 agosto
117
al tranvía. El menor roce en un vagón o en la cola me produce un
shock nervioso. Me aguanto por autosugestión.
En todas las demás artes se tiene el derecho a componer a partir
de la naturaleza. ¿Por qué motivo no se me da a mí este derecho?
Entonces ya no habrían tiempos muertos posibles; no dependería
del trámite de aceptación del guión, sino de mí mismo.
30 agosto
118
Se orienta en un terreno desconocido. Sus decisiones son fulgurantes.
Se oculta utilizando los recursos naturales. Y en el momento
preciso, dispara con precisión. Es un cine-tirador de primera clase.
Calma, audacia, sangre fría, iniciativa, dominio de sí mismo. Basta
de procedimientos administrativos y demás. Decisión y ejecución
simultáneas.
Es rastreador. Es observador. Es tirador. Es trampero. Es investigador.
También es poeta. Penetra en la vida armado de intenciones
artísticas.
Extrae de la vida imágenes poéticas. Sintetiza sus observaciones
en originales obras de arte. Hace descubrimientos artísticos. Funde
al mismo tiempo preciosas semillas de verdad auténtica en cantos de
verdad, poemas de verdad, en una sinfonía de la realidad objetiva.
Pero ya no es así...
Desde hace algunos años, ya no caza, ya no explora, ya no dis-
para. Cuando apunta y se dispone a apretar el gatillo, le dicen alto.
Le piden una autorización oficial. Hace gestiones y a veces la obtiene.
Pero durante este tiempo, el pájaro ya ha volado, el animal ya ha
escapado. La autorización no sirve de nada. Ocurre a veces que
espía durante semanas y durante meses un objeto de observación,
de estudio, de exploración poética. Pero se le dice: dénos un guión,
dénos de antemano el resultado de sus futuras observaciones bajo
forma de una descripción literaria y cinematográfica de cada uno
de sus futuros planos.
Se llega a lo imposible:
Si se posee de antemano el resultado de las observaciones, es
inútil emprenderlas; si se posee de antemano el resultado de una
experiencia que todavía no se ha llevado a cabo, es inútil empren-
der esta experiencia (se puede representarla, pero esto ya es otro
terreno del cine); si se conoce de antemano la composición de una
combinación química o de una fórmula, lo que equivale a buscar lo
que ya se ha encontrado, ¿para qué buscar lo que ya se ha encontrado,
para qué descubrir lo que ya está descubierto?
Todo el problema está en que el plan de operaciones no es una
descripción de operaciones ya realizadas, que el plan de batalla, el
plan de observación, no es la descripción de las operaciones que ya
se han desarrollado. En cada batalla, hay dos bandos. El adversario
no se somete a nuestro plan. Tiene el suyo. Hay que actuar teniendo
en cuenta el comportamiento del adversario.
119
18 octubre
24 octubre
120
Yo digo que soy compositor, que no escribo con las palabras
sino con los sonidos.
Entonces me dicen que deje a la gente tranquila.
Y me quitan el arco.
Quieres hacer un filme a partir de un guión.
Pero te dicen:
—Bien. ¿Quién será capaz de escribirle un guión?
Quieres hacer un filme sin guión.
Pero te dicen:
—Eso es actuar sin un plan. Un filme debe hacerse obligatoria-
mente a partir de un guión.
Quieres hacer un filme sobre hombres vivos.
Te dicen:
—Estoy profundamente convencido de que es imposible
filmar hombres vivos con el método documental, no podemos
autorizárselo.
Haces entonces un filme poético tipo panorama o tipo canto.
Te dicen:
—Todo está muy bien, pero falta el hombre vivo.
Entonces te decides desesperadamente a hacer un filme con
actores, como hacen todos los demás.
Pero entonces te dicen:
—No se lo podemos permitir. Usted tiene un nombre y una
personalidad. El estudio no puede asumir este riesgo. Debemos
conservarle tal como el cine le conoce.
Me pregunto donde está la salida de este laberinto...
Da vueltas en la cama hasta que se levanta. Y, como siempre,
se ha despertado animado de una firme resolución. Tiene ganas de
vestirse, de correr al estudio, de salir hoy mismo de viaje con un
operador o de sentarse ante un guionista y exponerle sus ideas. Que
todo esté anotado como es debido, con tal de que le den cuanto
antes su violín. Si las cosas siguen así, lo más probable es que se
olvide de tocar.
Y, como siempre, apenas sale de casa camino del estudio
comienza a dudar de la organización, no de su talento. Y así sube
las escaleras de la fábrica, entra en el despacho de un funciona-
rio, comienza a proponer un argumento con entusiasmo... Pero no
le contestan ni sí, ni no. Y seguido de la sonrisa desconfiada del
funcionario prudente a todos los efectos, se arrastra por las calles
121
maldiciéndose por ser incapaz de vivir, incapaz de presentar su tra-
bajo, incapaz de astucias y rodeos, incapaz de arrancar un trabajo
de creación por los medios que sean, como sabe hacerlo cualquiera
de los más vulgares artesanos del cine.
25 diciembre
122
1940
4 febrero
7 febrero
Tocar con talento un buen violín es una cosa. Otra muy distinta
es conocer el arte y la manera de procurarse ese violín.
Realizar un filme con talento es una cosa. Otra muy distinta es
saber hacerse confiar esta realización.
Muchas veces no es el artista con más talento el que triunfa,
sino el charlatán y el mercachifle más enérgico.
El artista con más talento no triunfará si está desprovisto de
este don que es el arte de vivir.
Por poco que decidas que el fin justifica los medios, encontrarás
sin esfuerzos una salida a la situación. Pero como tú sigues confiando
que no tendrás que tomar esta decisión...
123
Ilyn tiene dificultades con el guión del Cuento del gigante.
Carece de la ligereza necesaria. En todo lo que escribe no se siente
la sonrisa ni la risa. De momento, las aventuras fabulosas no salen.
El plan es el siguiente. Llevar hasta el fin, mediante todos los
recursos del cine, la presentación del material educativo. Luego, a
partir de este material, componer un texto de cuento fácil.
12 febrero
17 junio
124
conservadores de realización de la operación determinada. El camino
administrativo y burocrático es la muerte de nuestro filme.
Sólo rechazando los métodos de papeleo podremos llevar el
filme a la victoria.
Romain Rolland ha dicho en su Beethoven que el artista que
sólo ve y sólo quiere ver la forma es un artista muy pobre pero el
que la inmola no es un artista en absoluto.
«Si nosotros, observadores rusos, cogemos a los japoneses para
compararlos a nosotros, descubriríamos en su aspecto físico mu-
chísimos menos matices que en nuestros compatriotas. Es que
conocemos mal a los japoneses y no estamos acostumbrados a
distinguirlos utilizando la atención que dirigimos a los nuestros...»
«Nuestra limitada aptitud para ver las diferencias aún es más
sorprendente cuando pasamos del hombre al mundo de los animales
y de las plantas: allí, todos los cuervos son negros, todos los gorriones
son grises...» (Prichvin, En el país de las cigüeñas).
Espera interminable de una reunión del consejo artístico de la
fábrica dedicada al Cuento del gigante. Cada uno de los miembros
del consejo está en este momento tan preocupado y atareado en sus
cosas, su propio filme y otros problemas personales que en el mejor
de los casos sólo echarán un vistazo superficial al guión. Y, claro
está, no pueden dar ningún consejo especialmente útil, sin conocer
el objeto. Y nosotros llevamos un mes esperando esos consejos.
¡Qué absurdo!
El Consejo artístico no se ha reunido hasta el 28 de septiembre.
Participaban en él: Rasumi, Kulechov, Protozanov, Chelenkov,
Donskoi, Mariamov, Frolov, Saakov, los autores y el grupo.
Mariamov se callaba activamente. Ilyn fue el primero en inter-
venir protestando contra el hecho de que el trabajo languidecía
desde el 3 de septiembre, de que nadie daba directivas claras, de que
se aplazaba sin cesar la discusión y la decisión.
Le respondió el realizador Donski que no había motivo para
inquietarse, que Dietfilm saludaba la llegada al cine de Ilyn y de otros
escritores para niños. Que el filme era interesante, único en su género
pero muy complicado en el plano técnico y organizativo. Volvería a
leer el guión y hablaría personalmente con Vertov.
El realizador Rasumi declaró que, aunque era veterano, no era un
conservador. Considera (a partir de las consideraciones artísticas más
elevadas) que hay que convertir nuestro filme en un dibujo animado.
125
El operador Chelenkov puso en duda la posibilidad técnica de
realizar el guión. Además, la diferencia entre la versión del realizador y
la versión del autor le deja perplejo. Comenzó a leer esta última versión
ahí mismo, en la reunión (más tarde se comprobó que había leído la
anterior, la que no había sido tenida en cuenta).
El realizador Kulechov declaró que la ciencia es algo muy hermoso
y que no hay ningún motivo para hacer un filme poético. Que lo que
se debía hacer era un filme técnico. Que ni él, ni nadie podía dar nin-
gún consejo pues de entrada había que conocer un informe técnico,
visionar las tomas experimentales, etc. En una palabra, también él se
abstuvo de pronunciarse.
El realizador Protozanov declaró que no había leído el guión.
Después Frolov, el director, que se había ausentado mientras
Vertov e Ilyn intervenían, ha hecho el resumen: es decir, de entrada
experiencias y conferencias técnicas, luego conferencia artística. Sería
interesante oír la opinión de los que quieren y pueden dar consejos.
Pero se ha acabado la reunión.
Cuando, paralelamente a la creación, se destruye lo que ha sido
creado, resulta que no se produce nada pero que se trabaja mucho
más. Me parece que esta vez han retrasado la hora de la destrucción.
Es decir, todavía puede intentarse algo en ese sentido.
Yutkevich y Frolov no tienen la menor duda sobre el éxito del
asunto. Ambos han firmado una resolución muy favorable. Y no
esperan ninguna observación del Comité.
¿Es posible que esta vez, contrariamente a lo que me ha
ocurrido tantas veces en estos últimos años, no aparezca nadie para
borrar todo mi trabajo de un plumazo?
1941
8 enero
126
más. Le he escrutado y he comprendido que no estaba seguro del
resultado.
Esta noche, en la Casa del Cine, he vuelto a encontrar a Frolov.
¿Y si se hablara con el Comité Central del Komsomol?, le he dicho,
listaría bien que ellos telefonearan a Bolchakov, ha dicho Frolov. Y
ha añadido inmediatamente que se habían hecho intentos de tras-
hilar el guión a Tekhfilme.
O sea que se insinúa la peor de las soluciones. Convertir un fil-
me artístico y poético en un documental técnico-educativo. Es la
aniquilación de todo el trabajo encarnizado que hemos hecho Ilyn,
yo, y todo el grupo.
Como antes, la aniquilación es paralela a la creación. Y para ese
viaje no se necesitan alforjas. Otro año perdido. Otra esperanza rota.
Otra confirmación de que ninguna realización experimental pasará.
O bien tengo que abdicar de toda mi personalidad o bien aban-
donar mi actividad cinematográfica. Y eso en el momento en que
por primera vez me apoyaban otros realizadores. En el momento
en que por primera vez no me hallaba solo. Se precisan nervios de
acero. Una testarudez de acero.
Existen otros procedimientos. Pero yo no sé emprenderlos. No
me convertiré en un hombre de acción. Tampoco me inclinaré a los
pies de mis adversarios.
Proponemos algo nuevo en el plano artístico. Nuevo en el plano
técnico. Y nuevo en el plano organizativo.
Por consiguiente, todo lo que se arrima a lo viejo está en contra.
«Lo muerto prevalece sobre lo vivo.»
9 enero
127
¿Es envidia?
¿Alguien puede envidiar verdaderamente mis tormentos?
Diferentes pensamientos me invaden la cabeza. Hay una cosa
que me cuesta creer. Me cuesta creer que no se den cuenta de la
fuerza del proyecto para el nuevo trabajo.
Romm dice que técnicamente es casi irrealizable. ¿Significa que
es imposible? Como si no se supiera que un filme que habla un nue-
vo lenguaje es necesariamente difícil. Y está bien que lo sea. Sólo
que no hay que rehuir las dificultades.
Extraño. ¡Muy extraño!
Es la factura de Vertov, más la de Vertov que la de Ilyn. ¿Y
qué?
¿Despersonalizar? ¿Sembrar cizaña entre Vertov e Ilyn?
¿Doblegar la resistencia por todos los medios?
Ilyn es el lado educativo; Vertov es el lado poético. Para el cono-
cimiento, pasar a Tekhfilme. Para lo poesía, no existe ningún comité
de ese tipo.
Además, sin innovadores estamos mucho más tranquilos.
¿Para qué cargar con preocupaciones suplementarias?
10 enero
128
13 enero
1 febrero
129
La discusión se prolonga durante hora y media. En pocas pala-
bras, no nos entendemos en nada.
Cuando le pregunto si apoyará nuestra proposición multilateral,
Bolchakov contesta que puede apoyar el trabajo experimental sobre
el aparato aerostático que servirá para la Historia de la Aviación y
para otros filmes, pero que no puede apoyar el Cuento del gigante
porque no es de actualidad.
—¿Y todo este año perdido? ¿Todos los esfuerzos desperdiciados?
¿Los medios? ¿La energía? ¿Los nervios? ¿Las esperanzas? ¿Las
invenciones? ¿Todo eso para nada?
—Y todo mi trabajo desperdiciado —exclama Ilyn—. ¡No estoy
acostumbrado a que me hagan esto en el terreno del libro!
Bolchakov:
—Vamos, tampoco le editan todos los libros que escribe.
Nos sigue diciendo que en su conversación con Romanov, él
le ha convencido de la inutilidad de realizar inmediatamente ese
filme.
Poesía de la ciencia. Poesía de los espacios. Poesía de los números
infinitos. Poesía de la inmensidad. Poesía de las masas hechas de
millones de hombres. Poesía de la felicidad. Poesía de la desgracia.
Poesía del sueño. Poesía de la amistad. Poesía del amor. Poesía de
la fraternidad universal. Poesía del universo. Poesía del trabajo.
Poesía de la naturaleza.
Whitman:
«Oh, si mi canción fuera sencilla como la voz de los animales,
rápida y directa como la caída de las gotas de lluvia...»
«Oh mar, abandonaría todo eso con alegría si tú me acunaras
en tus olas, solamente en su espuma, o si pasaras sobre mis versos
tu aliento salino y que este perfume permaneciera en ellos.»
7 febrero
130
vertebral. Me cuesta trabajo mantenerme erguido. Estoy todo el
tiempo como entre nieblas. Junto a la entrada de Dietfilm, me he te-
nido que parar bruscamente y durante unos momentos el dolor me
ha impedido moverme, tenía la impresión de que me hundían una
espada bajo el omoplato izquierdo y que me atravesaba el cuerpo.
13 febrero
131
noche y día a la espera torturadora, de la cohesión con mi equipo al
aislamiento total.
Necesito pasar un mínimo de un mes en una buena casa de
reposo para recuperar mi salud física y lanzarme otra vez a un
trabajo continuado. Para ser sinceros, la dirección tendría que ha-
bérmelo propuesto por su propia iniciativa, sin necesidad de que yo
se lo recordara. No solamente por consideraciones humanitarias,
sino también a causa de las previsiones de producción...».
Si escribes con parecida franqueza, se ofenderán. Saldrán con
una frase tópica, un eslogan cualquiera. Ya me conozco los eslógans.
No son los eslóganes los que sirven para algo. Hay que reflexionar,
reflexionar a fondo. Si sólo reflexionas un poquito, si tu pensamien-
to no hace más que rozar la superficie de las cosas, eso no dará
nada. «Es culpa suya, —dirá el personaje ocupado por sus numerosos
asuntos, con un teléfono en cada mano—, probablemente se aparta
de la norma, se sale de madre, divaga, crea problemas, inventa.»
20 febrero
132
Me apeo en la calle Gruzinskaia para comprar cigarrillos. El
vendedor no tiene cerillas. Me acerco a otro vendedor, en la esquina
de enfrente. «Querría cerillas.» El vendedor: «¿No ve que estoy ocu-
pado? Estoy haciendo el inventario.» «¿Me dirá que cuando hacen
el inventario se cierran los quioscos?» «¿Por qué no? ¿No puede
pasar un poco más tarde? ¡Otro que no sabe vivir!» y me mira por
encima del hombro, sin dejar de contar sus cajas de cerillas
Mientras sigo caminando, me digo que para la cobradora y el
vendedor el saber vivir tiene un sentido muy extraño. La primera
considera que el saber vivir es el arte de saber poner los pies en un
antobús sin hacerse quemar las botas de nieve. El otro que es el de
no comprar cerillas si no se compran cigarrillos.
Bajo otra forma, en el cine se encuentra lo mismo.
13 marzo
18 marzo
133
en el organizador y en el administrador eficaz de ti mismo. O bien
aliarte con alguien ducho en materia de organización. Apoyarte so-
bre él, formar equipo con él y dar libre curso a tu fuerza creadora.
Un punto de apoyo. Un punto de apoyo.
22 marzo
24 marzo
134
¿Por qué? Porque la gente es competente para descubrir las
dificultades corrientes pero incompetente cuando estas dificultades
salen de los límites de las informaciones de que dispone.
La preparación del filme sobre la aviación está detenida: Ilyn está
ocupado. Su atención se dispersa. Es dudoso que en dicha situación se
pueda hacer algo interesante. Es cierto que pasa con rapidez de un tra-
bajo a otro. Pone en ello mucha energía. Pero no tiene la posibilidad de
entrar en el meollo mismo del asunto, allí donde las soluciones deben
ser sopesadas a la milésima de milímetro. Es indispensable concentrar
la atención al máximo para lanzarse de lo habitual a lo inhabitual.
1 abril
4 abril
He ido a casa de Ilyn. Me ha dicho que había tenido una idea inte-
resante para el guión. Desde sus primeras palabras he entendido que
se trataba de la máquina del tiempo. Me ha alegrado. Eso coincide con
una de mis soluciones. Esta versión comienza: él y ella (el piloto y la
copiloto) están encargados de hacer un vuelo de pruebas en un nuevo
avión. Se elevan por los aires. Descubren en el tablero de mandos un
instrumento desconocido. Es el instrumento del tiempo. Realizan
un viaje en el tiempo. Traspasan el presente y se lanzan al futuro.
El filme concluye con la imagen que había iniciado el viaje.
135
26 junio
15 julio
136
un guión de Bolchinsov. No me da nada. Bolchakov (con igual tono
agrio): —¿Saldría hacia el frente? —Con mucho gusto. —¿No dice
que no?— No, salgo, pero ¿dónde y para qué? —¿Es operador?— No,
realizador. —Creía que también era operador. Estamos organizando
un cine-tren o un cine-coche. ¿Y si se fuera a hacer noticiarios con
Vassiltchenko...?— Lo importante es el guión, el trabajo en el fil-
me, la utilización al máximo de mis capacidades y no tal o cual
servicio. Bolchakov coge el teléfono y discute con Vassiltchenko.
Vaya a ver a Vassiltchenko, me dice. En este momento se encuentra
aquí, en el Comité.
Estoy con Vassiltchenko.
Vassiltchenko.— ¿Sabía que hace tiempo que quiero verle trabajando
en los noticiarios? Tenemos grandes filmes conmemorativos y
quería encargarle uno.
Vertov.— ¿Y ahora? ¿Qué tiene ahora?
Vassiltchenko.— Tenemos números corrientes. Cortometrajes.
Vertov.— ¿Los cortometrajes ya están repartidos entre los realizadores?
Vassiltchenko.— Sí, ya están todos repartidos. No tenemos más en pro-
grama. Ahora nos ocupamos exclusivamente del Soiuzkinodiario.17
Vertov. —¿Podría hacer un filme con el material rodado en el frente?
Vassiltchenko.— De momento tenemos todavía muy poco. Es prematuro.
Después haremos un largometraje.
Vertov.— ¿Puedo contar con él?
Vassiltchenko.— Lo pensaremos, veremos lo que debemos dar, y a
quien. No puedo prometerle nada de antemano. De hecho, que-
da La URSS en la pantalla. El que se ocupa de ello no es muy
bueno. Trabaja con documentos ya utilizados en los noticiarios.
¿Le interesaría encargarse de esto?
Vertov.— Quizás no sea mi especialidad. Es decir, es más un trabajo
de redacción, no es obra de realizador.
Vassiltchenko.— (Coge el teléfono) Espere un momento...
Vertov.— ¿Qué?
Vassiltchenko.— (Al teléfono) Ivan Grigorievich, tengo la intención
de hacer de La URSS en la pantalla una producción de alta calidad.
Vertov está aquí conmigo. Y si se le confiara...
Vertov.— (Con una sonrisa crispada) Camarada Vassiltchenko, hay
que ser razonable...
137
Vassiltchenko.— (Al teléfono) Bien.
Vertov.— Me parece que no se debe utilizar un aviador en la
caballería o un...
No hubo respuesta.
He trabajado. Luego hubo una evacuación. Y de nuevo al trabajo.
26 septiembre
138
1942
139
ya evolucionan según otras leyes más complejas. Destruye lo que
está anquilosado, hacer volar en pedazos los estereotipos, incluidos
los nuevos excitantes. Requiere atención y audacia.
Es así como quiero ver este filme.
Considerar a Vertov a través de los cristales que datan del tiem-
po de El hombre de la cámara significa una enorme e injustificada
mentira. Mis adversarios honestos lo han comprendido desde hace
tiempo y se sacaron las gafas inmediatamente después de los Tres
cantos sobre Lenin.
Mis adversarios deshonestos esgrimen a los cuatro vientos
estas antiguas gafas y siguen imponiéndolas a cuantos encuentran,
incluida la dirección del cine. Todo eso impide en gran medida
utilizar verdaderamente a Vertov a tope en la producción...
Generalizar en el sentido de ver la vida a vista de pájaro, captar
los fenómenos en un radio tan amplio como sea posible. El artista
debe saber mostrar toda la belleza y la originalidad de su persona-
lidad y revelar en ella al mismo tiempo los signos característicos de
lo general: pueblo, época, vida.
Una falsa comprensión de los problemas de la dramaturgia em-
puja frecuentemente a nuestros autores a someter los fenómenos de la
vida a una construcción de su cosecha en la que el autor, por rutina,
clasifica las formas vivientes y complejas en unos esquemas cómodos.
Pero la suma de los puntos de exclamación emplazados en el
esquema no lo hace más vivo.
¿Se le ha ocurrido a alguien que Vertov no realiza, estos últimos
años, por su gusto, filmes-panoramas, filmes de generalización?
¿Que se han rechazado erróneamente todas sus proposiciones de
galerías de retratos, todas sus peticiones de filmes sobre personas
determinadas, etc.? ¿Que se ha eliminado equivocadamente todo lo
que tendía a delimitar el lugar y alargar el tiempo para mostrar más
a fondo mucho en poco, pues eso aparecía como una violación del
orden establecido, de la idea inquebrantable que se tenía de Vertov,
virtuoso de los vastos panoramas?
Vertov ha citado a Prutkov: 18 «No se incuba dos veces el mis-
mo huevo». Pero se le ha obligado a incubar ese huevo tres veces,
18 Prutkov: Literato ficticio, creado a finales del siglo x i x por un grupo de es-
critores rusos que firmaban colectivamente bajo este nombre textos humorísticos,
epigramas, aforismos, etc...
140
Incluso cuatro. Y para mantenerle dócil, encuentran medios de
presión...
A fuerza de inculcar a alguien día tras día, hora tras hora, la
idea de que está loco, se acaba por hacerle desvariar. Al inculcamos
día tras día, hora tras hora, año tras año, a mí y a mi entorno, la
sospecha de que estoy afectado de lepra formalista, se me coloca en
una situación sin salida de completo aislamiento. ¿Quién tenderá
la mano a un leproso? ¿Quién aceptará trabajar con él? ¿Quién le
confiará una auténtica realización destinada a unas gentes que go-
zan de buena salud?
Se dice que me encanta comer ranas, prueba evidente de una
refinada cocina formalista. A nadie se le ocurre que un hombre
puede estar tan hambriento como para lanzarse sobre un gato o
sobre un perro, como para asarse un cuervo.
Sin embargo, para ser exactos, yo prefiero la alimentación sen-
cilla y sana, un tema real, concreto, evidente, una solución dramáti-
ca que no debe nada a la invención sino que esté escrita por la vida
misma.
Para la última versión aligerada de ¡Tú, al frente!, he reducido
notablemente el papel de Saulé y, en particular, el de Djamilia. Lo
he hecho sin demasiadas ganas y sólo porque he considerado que
tenía que defender y hacer pasar el filme en un frente único. Por
consiguiente, he efectuado decididamente todas las correcciones
que se me exigían, me resultara agradable o no.
Supongamos que un día haya hecho un gran filme de generali-
zación poética, con una repercusión mundial. ¿Eso significará verse
privado de todas las restantes líneas de desarrollo? ¿Estar condenado
durante toda la vida a no hacer más que unas generalizaciones
poéticas? ¿Llevar pegado en la frente, como sobre la jaula del ele-
fante, la inscripción: búfalo? ¿Y que al mirar esta etiqueta ya nadie
crea lo que ven sus ojos? ¿Qué el elefante etiquetado como búfalo
se vea obligado hasta el fin de sus días a realizar las obligaciones de
un búfalo?
Os cubrirán de elogios o de denuestos según las gafas puestas
de una vez por todas. Y sólo un dirigente honrado y audaz será
capaz de romperlas. Pues el problema no es tener talento, sino
dirigir el talento.
El artista debe hacer lo que le emociona profundamente, lo que le
es consustancial, lo que le interesa.
141
Pero es cierto que «hasta las ostras tienen sus enemigos».
Entonces, ¿qué decir del artista auténticamente original? La origi-
nalidad basta para engendrar las protestas de los que carecen de
ella. A las personas ordenadas no les gusta porque no es ordenado,
a las personas sin principios porque los tiene, a los negociantes y
a los interesados porque no es bastante rentable ni interesante. Y
no digamos nada de los mediocres. Se enfadan con todos los que
no intentan conservar eternamente la misma flor de un gris sucio.
Se esfuerzan en inmovilizar al artista como se inmoviliza un reloj
parando su péndulo.
Esta clase de gente sigue existiendo. Aún no han desaparecido.
Y sea quien sea el director, le repetirán que el reloj ya es viejo. Que
está roto. Bueno para chatarra.
Me acuerdo involuntariamente de Kozma Prutkov.
«Un reloj que no marcha no siempre está roto, a veces está sim-
plemente parado: y el buen hombre que pasa por ahí empuja la pén-
dola o pone en hora el reloj de bolsillo.»
1943
142
14 agosto. Alma Ata
Sigo con la misma vida extraña. Hago varios diarios para los
noticiarios y unos reportajes para la defensa nacional. He rodado
un gran filme sobre el Kazajistan en guerra (¡Tú, al frente!). Pero la
mayoría de mis proyectos no se realizan debido a la incomprensión,
a la resistencia de los intermediarios. Y como dice el proverbio local:
«Cuando el árbol está sobrecargado de frutos, su copa se inclina
hacia abajo...». Muchos de mis proyectos han madurado y han
caído. Otros de mis frutos-proyectos me han sido arrancados y ro-
bados cuando aún no estaban maduros. Como no tengo amigos
poderosos, no tengo punto de apoyo. Nadie se atreve a dármelo,
todo el mundo teme dejar su piel. Yo no temo dejar la mía. Pero
los intermediarios tienen otros puntos de vista. Los envidiosos y
los traficantes resisten ocultos pero obstinadamente. Disimulan y
esconden con cuidado sus malas acciones. Desgraciadamente «el
ganado de pelaje pío lleva su mancha fuera, pero el hombre malvado
la lleva dentro».
En los noticiarios locales sólo se le exige al realizador que cumpla
el plan; de la calidad, ni se habla. Todo se considera satisfactorio. Las
exigencias son íntimas. Nada va a parar al cesto. «Para gallina ciega,
lodo es grano.» La preferencia se dirige hacia los realizadores tran-
quilos, conformistas, resignados. Las condiciones de vida desafían
cualquier crítica. No para todos, sino para personas como yo.
Edison se empeñaba en descubrir la luz eléctrica. Algunas perso-
nas tranquilas y equilibradas le hablaban del petróleo, del gas, de los
medios de iluminación que ya existían. Después de nueve mil inten-
tos, seguía sin obtener nada, pero continuaba. Experimentos siempre
nuevos. No se preocupaba en descubrir lo que ya estaba descubierto.
No me empujan hacia delante sino hacia atrás, hacia los modelos
de un pasado olvidado hace ya tiempo.
¿Hacer un filme? Pero si no hay ninguno en el programa del
estudio. Y aunque lo hubiera, sería un filme sonoro rodado sin apa-
rato de toma de sonido (que ha sido entregado a otro estudio), sin
ingeniero de sonido (se va a trabajar a Tachkent), sin administra-
dores (han sido despedidos), sin ayudantes (se han ido). En una
palabra, sin grupo. Sin equipo de creación. Cierto que el realizador
es un dirigente, pero cuando se produce un filme, es imposible li-
mitarse a dirigir la propia persona.
143
Hay que ir cuanto antes a Moscú. Estoy a cinco mil kilómetros
de la dirección del cine, de la base técnica, de la casa: es mucho.
Abajo, al menos, los directores tienen derecho a decidir. Quizás sea
más fácil optar por el riesgo. En caso contrario, qué tristeza. Qué
pena. «La pena es un mar en el que te hundes y te ahogas: el riesgo
es una barca en la que te sientas y bogas.» Ahora lo esencial es no
perder el Norte. «El pato desamparado flota a la deriva.»
Lo esencial es hacer de manera que se te entienda. Pero que
difícil es explicar los propios proyectos... «Por bello que sea el
pensamiento, en cuanto llega a los labios, palidece.... Quizás sea
ésta una de las razones por las que mis proyectos no se realizan.
Poco a poco la dirección se ha hecho de mí una idea falsa.
La sabiduría popular kazaja dice que se debe «juzgar al hom-
bre por sus proyectos y no por lo que resulta de ellos». Pero en la
vida no ocurre igual. Nadie se interesa por el hecho de que entre el
proyecto y la meta, la ruta sea inmensa, llena de peligros, de obstá-
culos, de resistencias. Que si el proyecto no está apoyado vigorosa-
mente y a su debido tiempo, alcanza la meta de llegada cubierto de
heridas y exangüe.
Las autoridades encargadas de aceptar los proyectos retienen
en el filtro su parte más preciosa. En general, lo que retienen es
lo nuevo, lo inhabitual, es decir lo más querido para el autor del
proyecto. Una gran parte se destruye por debilidades técnicas y de
organización. Cuanto más brillante y original es el proyecto, más
corres el peligro de ser alterado y transformado durante el proceso
de producción y de aceptación.
Soy tímido por naturaleza, siempre tengo cierto aire culpable.
Generalmente expongo con una voz insegura algo de lo que estoy pro-
fundamente convencido. Eso asusta a los directores. ¡Maldita actitud!
Sin embargo, no carezco de confianza en mis fuerzas creadoras.
«Dadme un punto de apoyo y levantaré el mundo», podría
repetir imitando al sabio de la Antigüedad. Pero no tengo punto de
apoyo, eso es todo.
¿Qué no habría hecho el inventor Tsiolkovski si le hubieran dado
antes un punto de apoyo...? Esta idea es la que te hace vivir. Esperas
que de pronto surgirá el punto de apoyo. Ojala no sea demasiado
tarde. Un laboratorio de creación. El firme apoyo de alguien que ten-
ga derecho a decidir y a ordenar. Entonces se podrá recuperar todo
lo que se ha dejado escapar.
144
«El hombre debe ser amigo de los hombres», dijo en alguna
ocasión Gorki. Ahora que ya no hay razón para envidiarme, que ya
no tengo ninguna posibilidad de mostrar lo que valgo debido a las
condiciones que me han creado, puede que perdonen que levante
la cabeza. O puede que no. Algunos insinúan vilmente «ningún
remordimiento hacia el perro si la correa es corta».
No, las cosas no ocurren así. Incluso Benvenuto Cellini, que
intentaba por todos los medios, incluida la espada, apartar los obs-
táculos que coartaban su dicha de crear, es decir, que le impedían
crear sin discontinuidad, fue acusado de no querer trabajar.
Él mismo lo dice en su libro. Los tiempos han cambiado. Pero
los hombres cambian más lentamente que el orden de las cosas.
Aquellos a quienes ningún medio les repugna actúan más aprisa.
Son más desenvueltos, más brutales, más groseros, más audaces.
«Mientras el sabio piensa, el audaz actúa.»
Ellos no perderían su tiempo en apuntar sus reflexiones en un
diario que nadie lee...
He hojeado estas notas y he observado que mi pluma adolecía
de modestia. Ya que me apoyo en las obras creadas por el pueblo,
conviene que no olvide otra de sus sentencias: «Si eres grande, sé mo-
desto.» Pero no siempre es así. La sabiduría popular da también este
consejo: «Ante el orgulloso, levanta la cabeza hasta el cielo; inclínala
ante el modesto».
Es así como actuaremos. Seré modesto con las personas modestas.
Otra necesidad: unirse.
No unirse a quienes se apropian de las invenciones, sino a quienes
inventan. No a los intrigantes sino a las personas honestas. Es abso-
lutamente necesario conseguirlo.
No se puede vivir sin unirse a los demás.
145
Es necesario que el realizador ame la obra que produce. «La
mujer amada siempre es hermosa.» Es necesario concentrar toda la
atención, todas las fuerzas, toda la potencia del realizador en una
sola y gran obra y no desparramarla entre varios trabajos menores.
Se puede ir a ojos ciegas sobre cualquier tema.
Pero se corre al desastre si previamente no se estudia el problema,
si no se aborda muy de cerca.
Hay que dominar el tema, domarlo: «Caballo mal domado pronto
desmonta.» Hay que hundirse profundamente en el material referente
al tema, no limitarse a un conocimiento superficial, utilizar hasta el fi-
nal todas las posibilidades de información y de organización, todas las
posibilidades técnicas, sin lo cual el filme permanecerá incompleto, im-
perfecto, y sus riquezas esenciales seguirán ocultas. «En el lugar donde
encuentres oro, cava hasta la cintura».
No confíes en quienes se vanaglorian únicamente del buen ma-
terial, o del buen comentario salido de la pantalla, o de la fotografía
brillante o del tema agradecido. Es preciso que el autor y el reali-
zador encuentren las mejores soluciones posibles a los problemas
que se les plantean. A veces se puede presentar bajo su aspecto casi
bruto un material exótico, fresco, atractivo, y hacerlo pasar por un
filme acabado, por un filme que hace efecto. Un filme así es un en-
gaño para la vista. No apunta donde hay que apuntar. A esa clase de
artista, el pueblo le responde: «No me hables de la plata que adorna
tu fusil, háblame mejor de las dianas que has hecho».
El otro tiene «una lengua más acerada que una espada». Para
ser exactos, no es un realizador, sino un orador. Es el representante
de comercio de un tema interesante. Gracias a su labia, intenta lle-
várselo. Gracias a su labia, obtiene un grupo excelente. Gracias a su
labia, defiende el material filmado por su grupo. Gracias a su labia,
defiende el trabajo del montador y del ingeniero de sonido. Siempre
gracias a su labia, consigue que el filme se vea con buen ojo. A eso
se limita su papel en la creación del filme. Sin embargo, el filme
podría haber sido diez veces mejor si hubiese corrido a cargo de un
verdadero realizador en lugar de ese doctor en labia.
Prueba a ser modesto con un tipo de esta clase. Te ha quitado
el asunto. Te mira de arriba abajo con aire vencedor como si fueras
una nulidad. Su fanfarronería llega al delirio. Su filme es lo más es-
tándar imaginable. Te habla con suficiencia y se permite darte lec-
ciones: «Usted es demasiado original. Su tiempo ha pasado. ¿Sobre
146
qué, para ser exactos, podría apoyarse? Es demasiado complicado
para nosotros».
Pero este fatuo cretino no está solo. Hay muchos que no entien-
den que los caminos complejos que emprendo conducen a fin de
cuentas a la más extrema simplicidad, a una simplicidad tan com-
pleja como la sonrisa de un niño o el batir de su pulso. Se aprieta
un botón, y la ciudad se inunda de luz. Se aprieta un botón, y los
trenes eléctricos se ponen en marcha. Lo complejo se hace sencillo.
Pero para llegar a la primera bombilla eléctrica, cuántos medios
complejos se han necesitado.
El cine-verdad es un problema aún más complejo.
Pero cuando se alcance su objetivo, todo habrá concluido para los
mentirosos y los hipócritas. Se arrancarán las máscaras. Nada con-
seguirá escapar al ojo omnividente, al ojo denunciador. Las palabras
no podrán servir para ocultar el pensamiento. Los intrigantes ya no
podrán disimular sus intrigas. Será preciso hablar francamente, como
hablan los niños. Será muy difícil pretender pasar por lo que no se es.
147
los números quebrados, por muy elementales que fueran. Y siem-
pre se imaginaba el proyecto del artista como algo terrorífico e
incongruente. Para utilizar una alegoría, daba la impresión de que
para medir la distancia entre Alma Ata y Moscú había que utilizar
necesariamente su vara, con la consiguiente pérdida enorme de
tiempo y de fuerza. No podía haber medios más sencillos, y quien
lo pretendiera le engañaba con falsas apariencias. Consideraba a
los realizadores como unos seres inferiores cuyos secretos había
adivinado desde hacía tiempo. Se creía perfectamente al corriente
de la actividad cinematográfica, puesto que chillaba a los realiza-
dores y éstos no le respondían.
Dicha fatuidad de ignorante no sólo es un obstáculo para el
propio jefe, puesto que le impide instruirse y desarrollarse, sino
también para todas las criaturas a sus órdenes.
Le han trasladado a otro puesto, pero intenta dirigir el antiguo
con el pretexto de apadrinar a su sucesor y, como despedida, comete
tonterías aún mayores de las del tiempo de su reinado oficial.
He sabido, por ejemplo, que después de encargar a un realiza-
dor un filme documental sobre un protagonista real, Akhmedov le
prohibió encontrarse con el protagonista y fue él mismo al rodaje
con los operadores. Después de haber demolido de esta manera
el proyecto del autor, y aniquilado todo su trabajo preparatorio,
se pavoneaba durante el rodaje en su papel usurpado de realiza-
dor. No había límite para su imbécil suficiencia, su desenfrenada
vanidad.
Las personas normales se inclinaron a considerar esta última
extravagancia anterior a su partida del estudio no como una mal-
dad pueril o una crisis de debilidad mental, sino como un cálculo
de arribista de baja estofa. Pretendía suscitar la recompensa de su
fructuosa actividad anterior, concentrar la atención sobre su persona
y poner a los realizadores entre rejas.
Sea como sea, un hecho es un hecho. Nadie llamó al psiquiatra.
El mal triunfó. Los músculos dominaron sobre el cerebro. Los cinco
mil kilómetros que le separaban de la dirección suprema del cine le
parecieron una distancia suficientemente segura a este minúsculo
reyezuelo encarnizado en prolongar su reinado.
Mofarse de los intelectuales forma parte de su programa. Ni
siquiera aprecia las riquezas melódicas de una sinfonía, pues sólo
percibe el ritmo. No tiene ni idea de la cantidad de trabajo que
148
representa una obra y de su complejidad, pues sólo percibe el
esquema, el sentido meramente verbal.
Desprecia todo lo que no entiende pues con su experiencia
(controlar la producción de los diarios locales de cine) le parece
agotar los recursos creadores del cine.
Su presunción de ignorante le impide definitivamente (a él y a
sus semejantes) la posibilidad de comprender cualquier cosa.
1944
26 marzo
149
Sin duda habrá que encargar material a los estudios regionales.
Y completar el rodaje en la medida de lo posible. Pero el autor
(V. Soloviev) ha titubeado varios días y ha renunciado a resolver el
problema. Un solo rollo. Pero mucho trabajo. Tanto como para un
largometraje. Luego dice que sin poder volver a utilizar las viejas
imágenes, no puede salir nada bueno. No habrá tiempo de recibir
material fresco. Tiene miedo a trabajar por nada.
Ya hace más de una semana que la orden referente al grupo
espera la firma. Pero unas veces no hay operador, otras surgen
incertidumbres sobre el administrador, y finalmente nadie se
decide a liberar un ayudante.
No es nada tentador. Un encargo. Un cortometraje. ¿Saldrá a la
pantalla? ¿Dará algo? Y así sucesivamente. Nadie siente deseos de lu-
char. Los voluntarios no asedian al realizador. Svilova y yo somos los
únicos en asediar el servicio y la dirección. Decidimos de antemano
no rechazar nada para que no se dijera que somos remilgados. Y
sobre todo para trabajar, para no torturarnos en la lista de espera.
Cierto, sería mejor escribir un libro si ya no hay ninguna pers-
pectiva de tema de largometraje verdaderamente necesario, por
consiguiente realizable y capaz de encontrar un apoyo. Al menos,
un testamento queda... Pero tampoco lo consigo.
Lisa y yo hemos hecho nacer numerosos realizadores, alumnos,
imitadores o simples adeptos. Y todos eficaces, calculadores, muy
dóciles, célebres...
Nosotros seguimos sin ser considerados ni célebres... Realiza-
mos el trabajo más ingrato: sembramos y no recogemos. Nuestros
hijos artísticos podrían mostrarse más sensibles y más agradecidos.
Deberían exigir que se les diera a sus padres la posibilidad de con-
tinuar su camino artístico hacia lo desconocido.
Si Lisa y yo nos marchitamos es porque nuestro coeficiente de
eficacia podría multiplicarse por diez...
Era una falsedad enorme utilizar al realizador Vertov enfren-
tándolo en los últimos tiempos al ultimátum: o acarrear la roca de
Sísifo o ser acusado de holgazanería.
Todos lo sabían, todos le compadecían, algunos protestaban,
pero a fin de cuentas levantaban los brazos al cielo:
—Usted es un maestro excepcional. Seguro que encontrará una
solución. Nadie, salvo usted, le sacará de esta situación. Pero usted
puede hacerlo. Hará lo imposible. Medirá lo inconmensurable.
150
Y Vertov se dominó y se entregó al trabajo, prefiriendo el trabajo
más penoso a las acusaciones de holgazanería. Si bajas, no encon
trarás nada. Si subes, quizá encuentres una solución cualquiera...
Sólo una cosa sigue siendo incomprensible. ¿Por qué precisa-
mente se aparta a Vertov de los argumentos agradecidos, de los
documentos agradecidos, de todo lo que es interesante y notable en
el plano de la creación...? He ahí el último problema que contribuyo
a resolver: no existe ningún material sobre el tema. Todo el material
recientemente producido ha aparecido en los principales filmes y
noticiarios de guerra. Móntenos un cortometraje, pero a escala de
la Unión Soviética, mostrando como la juventud ha mantenido su
promesa con motivo del x x v aniversario del Komsomol.
Harían falta días y días para explicar cómo los escritores
se empeñaban en no redactar el guión, c o m o nosotros mismos
tuvimos que resolver ese problema, a precio de qué dificultades tu-
vimos que repescar, una tras otra, cada imagen de las fuentes más
lejanas, como las dimensiones del tema fueron modificados dos
veces a lo largo del trayecto, las complicaciones que tuvimos con
el comentario hablado y con la música; y también las que en-
contramos, en el plano artístico y técnico, para combinar en un
todo único unos documentos tan numerosos y disparatados; los
puentes y abismos infernales que debimos franquear para encon-
trar la única composición posible en las condiciones dadas... Es
absolutamente imposible comparar este trabajo con cualquier otro
en el que el interés del material y la actualidad del tema deciden el
éxito del filme. El trabajo y la tensión originados por el grupo
se multiplicaban por mil. No podía ser de otra manera. Era impo-
sible salir del atolladero por otro medio.
También es completamente absurdo hablar de la personalidad
y de las aspiraciones artísticas del realizador de este trabajo. Se tra-
taba de dar con la solución posible (dados los límites del problema
planteado) y no de defender uno u otro género documental. Era
preciso, dentro del género que fuera, resolver lo que era casi irreso-
luble, y se hizo con el único método posible dadas las condiciones.
En todo caso, nadie fue capaz de proponer un método mejor
durante la producción del filme.
No hay nada más terrible para un hombre que ver su trabajo de
creación incomprendido y aniquilado. Sobre todo un trabajo penoso y
hecho con abnegación. Eso mutila al creador. Y no hay ninguna razón
151
que lo justifique. El filme será útil al espectador incluso bajo su forma
actual. Eso ya se puede predecir, aunque sólo sea por las reacciones de
los técnicos de laboratorios y de las montadoras que lo han entendido,
no teóricamente sino espontáneamente. También se puede predecir
por la impresión producida entre los representantes del Comité Cen-
tral del Komsomol durante la proyección de la primera versión.
¿El Juramento de la juventud es un pasquín?
No creo que se deba adjudicarle esa u otra etiqueta. La exposición
del filme obedece a un ritmo y a una armonía. No hay ninguna
acumulación de material bruto no elaborado. Está expuesto a la
manera de un relato y, salvo en escasos pasajes, se metamorfosea en
pregón (de acuerdo con una de las exigencias formuladas).
Acusado de falta de docilidad, esta vez Vertov se ha mostrado
el más dócil de todos. Ha hecho desde el primero al último minuto
todo lo que se le ha ido exigiendo. ¿No se podría reconocer, por
una vez, que Vertov ha hecho todo lo humanamente posible para
realizar una tarea que no encajaba en su temperamento creador y
con la que no estaba de acuerdo? ¿Y que lo ha resuelto con el único
método posible en los límites del material suministrado?
En este caso quedaban absolutamente desplazadas las investi-
gaciones formales independientes. Pero tampoco podía tratarse de
pegar mera y simplemente un pedazo con otro. Convenía recurrir
a una forma más elevada de organización del cine-material docu-
mental en la que las imágenes entran orgánicamente en interacción,
se enriquecen mutuamente, unen sus fuerzas y constituyen un
cuerpo colectivo. No se podía hacer nada más. El arte de escribir
en cine-imágenes ha pasado por un cierto camino de evolución.
Se diferencia de lo que, en el primer estadio de la evolución del
cinematógrafo, se llamaba el montaje. El organismo del hombre se
diferencia del de la medusa.
No tiene nada que ver con el formalismo. Se trata de otra cosa.
Es una evolución legítima que no se puede ni se debe evitar. En
ese caso, el propio contenido no admite una organización más
elemental del material. Sería injusto y anormal buscar la forma por
la forma en el discurso del filme. El cerebro del hombre es incom-
parablemente más complejo que el de la mariposa.
La vida está en eterna evolución. Puede que el arte de escribir
en cine-imágenes sea un arte menor, pero no puede permanecer
eternamente en el mismo lugar.
152
Yo no busco las invenciones formales. Muy al contrario.
Busco un tema y una situación de rodaje que me eviten al máximo
el recurso a procedimientos complicados, a soluciones forzadas, a
formas alambicadas.
Creo ya haber mencionado el ejemplo de que si se dispone de
una escalera, el hecho de salir por la ventana sirviéndose de un
canalón será un truco injustificable. Pero es distinto si no hay esca-
lera. Entonces nos veremos obligados a utilizar este procedimiento.
En lo que a mí concierne, preferiré siempre la escalera.
En el terreno de la creación, soy mucho más fuerte de lo que
muchos piensan. Pero cuando se trata de moverse en el terreno de
la organización, hay muchos que me llevan ventaja. Pero lo esen-
cial sigue siendo elegir juiciosamente el tema. Es cierto que has-
ta el momento presente, mientras he tenido el derecho de elegir y
decidir, no he conocido ningún fracaso (quiero decir que no he
tenido trabajos rechazados). Busco temas que dependan lo menos
posible de un dispositivo de iluminación embarazoso y no siempre
disponible. Un tema útil, y posible de rodar, teniendo en cuenta la
estación. Lo busco sin preocuparme de si será un largometraje o
un filme de un rollo. Limito mis búsquedas al problema de realizar
una serie de filmes sobre los hombres reales en tiempo de la Gran
Guerra nacional. En el curso de los últimos años, he presentado
más de cien proposiciones en dicho sentido. La mayoría ni siquiera
han tenido respuesta. Y sin embargo, sólo en apariencia se trata
de temas anodinos. Pero de antemano es imposible exponerlos en
detalle pues son observaciones que deben ser hechas a lo largo del
rodaje. Es imposible determinarlas de antemano...
Es importante que comprenda una cosa: ¿es un error mi ambi-
ción de no dar pasos atrás, de no rehacer el camino ya pisado, de
intentar penetrar en lo que todavía no ha sido explorado, mostrar
por ejemplo el hombre documental viviente: una familia, un equi-
po de trabajo, un pequeño colectivo, accesible a la observación en
el marco de posibilidades técnicas medias? Si es un error, que se
me diga por qué. Si no, ¿es verdaderamente imposible ayudarme
en esta dirección?
La elección de un protagonista semejante es difícil, pero cuan-
do finalmente se hace (por ejemplo, el problema Pokrychkin) 19
153
caigo en el olvido inmediatamente. ¿Acaso un violento deseo no
asegura en un 80% el éxito? ¿Es un error mi constante deseo de
observar en el tiempo, de observar una larga duración, el deseo
con el que he comenzado mi actividad cinematográfica y al que
he debido renunciar contra mi voluntad para orientarme hacia los
grandes frescos? ¿Es posible que se considere indigno del pincel
del artista observar, por ejemplo, el renacimiento de Novorossiisk
o de un astillero naval, o incluso de un barco hundido? He pro-
puesto, por ejemplo, el renacimiento de un hombre, el retorno a la
vida activa de un soldado desmovilizado. Nadie me ha explicado
en qué era erróneo. ¿Habré redactado mal mi instancia o bien es
inútil en general?
Hace unos meses, cuando me dijeron que iba a hacer el
filme Alemania, acepté inmediatamente y aprecié el valor del
ofrecimiento. Es una tarea que comprendo. Las dificultades
no me asustan. Y no será preciso convencer o suplicar a los
autores. Y seguramente habrá material. Se podrá consultar a
la dirección que se comportará atentamente. En ese caso, las
dificultades nacen de la superabundancia, y no de la miseria.
Cosa muy diferente.
Otro ejemplo: La Liberación de Francia. Ha sido realizado a
la Vertov. El propio Yutkevich lo ha dicho. Se podrían criticar al-
gunos procedimientos. De todas maneras el filme concluye con la
liberación de París, adelantada en el tiempo, posee un final y un
principio naturales. La construcción dramática absorbe todos los
procedimientos que escapan a lo habitual y no chocan.
12 septiembre
154
16 septiembre
155
El resultado es que Vertov ha solicitado durante veinte años el
derecho de hacer un filme documental sobre un hombre vivo y
finalmente lo ha obtenido, pero no para él, sino para otro realizador
que jamás ha pensado en el problema. En el momento del sprint
final, otro se ha proclamado vencedor. Un tercero ha abierto la boca
y ha engullido el tema largo tiempo esperado. En lugar del marido,
ha sido el invitado quien ha tenido el derecho de ser el primero en
deslizarse hasta el lecho nupcial.
¿Habrá alguien que lo entienda?
17 septiembre
156
de ideas que se agitan en germen en su propia conciencia. Algunos
se ven estorbados por la fuerza de la costumbre. Sólo perciben los
pensamientos a través de las palabras. Algunos sólo se interesan
generalmente por las palabras y no manifiestan ningún interés por
los pensamientos en la pantalla. Mis experiencias son muy bien en-
tendidas en los países donde no se habla ruso. ¿Es porque he dejado
de intervenir en una tribuna por lo que he percibido que se enten-
dían mis palabras y no mi pensamiento...? Me cuesta expresar mis
pensamientos con palabras. Los buenos oradores las expresan más
brillantemente. Pero casi siempre sus pensamientos son prisioneros
de las brillantes palabras.
En los filmes, el comentario hablado ayuda a entender lo que
pasa en la pantalla. Pero si se hiciera un filme que no necesitara las
explicaciones de un comentarista, se alcanzaría un grado superior.
Los Tres cantos sobre Lenin no necesitaban un comentarista.
De haberse añadido, la pantalla habría comenzado a hablar a través
de las palabras. Los pensamientos no habrían ido directamente de
la pantalla al cerebro del espectador. El comentarista se converti-
ría en un intérprete y la percepción habría tomado otro carácter,
habría emprendido el camino del monólogo radiofónico verbal.
Toda su riqueza habría quedado como un acompañamiento. La
diversidad de la percepción habría sido ahogada y alojada en el
torrente verbal. El autor del texto habría ligado sus pensamientos
en frases. El comentarista las habría pronunciado sin dejar de ser
invisible. El espectador se habría convertido en un oyente. Y, al
percibir las frases, las retraduciría en pensamientos...
Puede que todo esto llegue a ser inevitable si el material sacado de
la vida misma falta en la película. Pero todo eso es absurdo si, desde la
pantalla, habla la vida, sin auxiliares, sin preceptores, sin mentor, para
explicar con insistencia al espectador qué y cómo ver, oír y comprender.
26 septiembre
157
despiertan pensamientos y pasiones, mientras que todo lo que ha
sido engendrado por la moda y el frío cálculo muere rápidamente; el
pueblo se aleja del artista interesado y deja atrás sus obras marchitas.
Si usted fuera mi alumno, le diría: "Mejor engañarse que mentir".»
(Del drama Un oficial de la flota)
1 octubre
3 octubre
4 octubre
158
utilizados centenares de veces. Y en su mayoría han sido, además,
retirados de la circulación.
Los Tres cantos sobre Lenin son una hazaña, la única solución justa:
¿cómo realizar un filme-documento sobre Lenin sin una imagen suya
o casi? ¿Me toca a mí, el autor de los Tres cantos, reinventar lo que ya ha
sido inventado? ¿Emprender de nuevo la lucha de uno contra todos?
Es inevitable. Sé que haga lo que haga todo el mundo estará en contra.
Es fácil comprender que sólo se puede realizar un filme así con
un material del valor requerido. Si esto falta, hay que inventar una
vez más algo nuevo sobre el mismo tema. ¿Cómo hacer un filme
sobre Lenin sin el material documental indispensable? Y eso signi-
fica ya mostrar las cosas a través de su reflejo. Ya es más complicado
de lo que aquí, en los noticiarios, se admite. La complejidad de las
cine-imágenes no provoca dudas en nadie. Es su grado superior de
organización lo que muchas veces hace sospechar injustamente que se
busca una forma intencionalmente complicada. Una forma complica-
da a la fuerza se percibe como un método vicioso de realización. Y de
nada servirá justificarse.
Sería algo bueno, sin embargo, que el problema de este difícil gran
argumento se planteara de manera altamente responsable, profunda y
seria. De hecho, no es así. Cuando hacíamos el filme sobre la juventud,
la dirección del estudio quería limitarse a un cortometraje. No se hizo
nada para encontrar una solución, obtener el material indispensable,
etc. Parecía que todo consistía en no dar la cara y jugar al escondite.
Había que organizar unos cuantos restos de temas y de diarios en una
cosa capaz de crear la impresión de una elección deliberada. Se olvida
totalmente la regla de oro que dice que «ningún pájaro puede volar sin
apoyarse en el aire». Sin punto de apoyo, el vuelo es imposible. Y en
un filme documental, el punto de apoyo son los cine-documentos. Si
faltan, sólo queda el puro virtuosismo en el vacío, es decir, un ejercicio
que puede que tenga gran interés, pero no un filme de carne y hueso.
Hoy se repite la misma situación. Detrás de una aparatosa pro-
posición, un filme sobre Lenin, se oculta la mentira habitual. Una
organización cualquiera lo ha incluido aparentemente en las tareas
corrientes a realizar para el aniversario de la muerte de Lenin. Se ha
pasado esta misión al estudio de noticiarios. Entonces el estudio se
pone a pensar sobre la manera de fabricar algo con dios sabe qué para,
por una parte, no comprometer las producciones sobre la Guerra, los
diarios, los filmes inscritos en el plan, etc.; y, por otra parte, cumplir el
159
encargo y cubrir la ausencia de documentos sobre Lenin mediante la
acción acústica de nuestro salvador el comentarista, es decir, mediante
la habitual apariencia del filme sobre el tema que se os encarga.
Es poco probable que esto salga bien.
Como era de esperar, el problema del filme Lenin ya no vuelve a
plantearse.
He recordado a Bolchintsov que estaba dispuesto a hacer El arte so-
viético. Pero Bolchintsov ha retirado también esta proposición. O
alguien le ha presionado. «Mientras tanto, haga las Noticias del día.»
Hay que ponerlo de nuevo todo patas arriba. Poner en conserva las
ideas y los proyectos relativos a la primera proposición.
Un cambio de dirección tan brusco duele.
11 octubre
160
Un trabajo así es una dicha.
Muy distinto es el trabajo sin deseo. Ese trabajo es una desdicha.
Sobre todo cuando se es consciente de su inutilidad, de su falta de
sentido. No hay nada tan penoso y aburrido. Es la roca de Sísifo,
es la tortura.
Por enorme y complicado que sea, un trabajo deseado no puede
ser penoso. Un trabajo deseado es el mejor de los reposos. Al menos
para mí. Es Colón navegando a América. Es el inventor aproximán-
dose a su descubrimiento. Es el enamorado apartando todos los obs-
táculos que le separan de la amada.
Basta desear un objetivo, para que no se necesite ni estimulante,
ni apoyo.
Si sobre un cine-material bruto (aunque presente un determina-
do interés) se escribe la palabra filme, tú no das crédito a tus ojos.
No es lento el que excava un túnel en la montaña, sino el que
pierde el tiempo en un túnel ya cavado.
Si el autor pide un año y el copista una semana, el más lento de
ambos es el copista.
El coeficiente de eficacia de un hombre es inversamente propor-
cional a su jactancia.
No se considera bueno lo que es bueno objetivamente, sino lo
que es ventajoso considerar bueno.
Del arrobamiento al rapto sólo hay un paso.
No es un filme, es un archivador.
11 noviembre
161
no soy un especialista pero sé utilizar los ojos y mis amigos del cine
me han dicho dos palabras. No son valientes hasta el punto de luchar
por Vertov. Pero les atormenta la conciencia. Y a veces el rubor de la
vergüenza se les sube a la frente. Es preciso, dicen, que la victoria y el
éxito de Vertov aprovechen a alguien, y eso sólo depende de él... Qué
pena que no le conozca personalmente. Vive entre cuatro paredes.
Pero todavía se podría intentar salvarle...
1945
162
con qué amor y simpatía se le consideraba, si hubiera sabido cómo el
tiempo aplastó a sus enemigos!
»El 14 de abril de 1930, a las diez horas quince minutos, en su
estudio de la calle Liubanka, puso fin a sus días de un disparo de
revólver.»
(N. ASSEIEV, MAIAKOVSKI, La Joven Guardia, 1943)
163
Todo el resto ha quedado en el estado de peticiones, de guio-
nes a veces leídos y a veces no, cosa que también ocurría en las
peticiones.
Un piano no es un sofá, pero también se puede dormir encima.
Sin embargo, no es utilizarlo en su justa función. También se puede
utilizar una máquina de coser como mesa de comedor. Pero no es
utilizarla en su justa función.
Uno puede empolvarse con la cola de un caballo. Pero ¿no es
mejor utilizar al caballo como caballo?
Se trata del coeficiente de eficacia.
Se trata de utilizar a Vertov en el cine en su justo valor y no de
utilizarlo accesoriamente. De momento sólo se utiliza el dedo
meñique de su pie izquierdo, se crea una apariencia de utilización.
¿Es posible que esto no se entienda?
Si para sentarse se utilizan timbales en lugar de taburetes, si se
duerme sobre un piano a modo de cama, si nos servimos de un violín
como si fuera una raqueta de tenis o de una flauta para sacar el polvo
de las alfombras, ¿se podrá hablar de utilización de estos instrumentos
en su justo valor?
Sería tan aberrante como utilizar al compositor Chostakovitch
como copista, al pintor Repin como limpiabotas o al poeta Maiakovski
como revisor de tren.
Y aunque la utilización correspondiera más a la especiali-
dad, sería igualmente irracional, aberrante e insensato obligar,
por ejemplo, al compositor Prokofiev a tocar el piano con un solo
dedo...
Se cita el filme Farrebique, del director Georges Rouquier. Pero,
primero, Yutkevich escribe que en él se percibe la influencia de
Vertov. Segundo, Georges Rouquier es uno de esos documentalis-
tas-cinéfilos que Vertov comenzó a organizar en círculos allá por
los años veinte.
La Teoría de la Relatividad. Nos ha llegado bajo forma de un
filme de importación. Pero casi un año antes, Dziga Vertov había
propuesto hacer ese mismo filme.
París qui dort de Rene Clair. Llegado aquí bajo forma de
filme importado. Hemos lanzado gritos de admiración, pero cerca
de dos años antes Dziga Vertov había propuesto hacer algo similar
con unos documentos sobre Moscú. Redactó la petición y el plan
del filme.
164
La Sinfonía de la Gran Ciudad de Walter Ruttman. La hemos
presentado ampliamente en los cines cuando no era más que una
imitación del mismo Vertov que se atacaba.
No conservamos los modelos del cine documental que hemos
creado y esperamos que nos llegue del Uruguay una carta de un
Instituto de investigación científica pidiendo los filmes de Vertov
para conservarlos.
Nuestra tarea es defender nuestra obra. Somos los fundadores
del cine documental y no debemos ceder nuestra primacía a nadie.
Que no se juzgue a partir de resultados simples. Hay derrotas
más preciosas que un triunfo barato.
Entrega tu aprecio a los inventores y no a los que se apoderan
de las invenciones.
Acuérdate de la primera máquina de vapor, del primer tren, del
primer aeroplano.
Aprende a establecer la diferencia entre la perforación de un
túnel bajo tierra y un agradable viaje en metro.
Resístete a la ganancia fácil. Deja que los que siembran recojan
los frutos de sus trabajos. Anima el talento de los jardineros audaces,
y no el de los recolectores de manzanas.
1953
165
es ínfimo. Su talento se limita a obtener el tema y los documentos y a
obtener de la dirección el derecho de representación de este tema y
de estos documentos. Eso demuestra más bien el sentido comercial del
realizador que sus dotes artísticas.
Pero también puede ocurrir a veces lo contrario. Los documen-
tos son grises y no tienen nada de sensacional. Son heterogéneos y
a primera vista parecen imposibles de unificar. No son de actuali-
dad en el sentido de acontecimiento inmediato. Nadie se muere de
ganas de verlos. El tema es complicado y abarca toda una serie de
problemas. No está limitado por la unidad de lugar o de tiempo.
En tal caso, el éxito del filme dependerá de un enorme esfuerzo de
voluntad del realizador, de la fuerza creadora de su pensamiento, su
devoción al trabajo, a costa de difíciles experiencias de tratamiento
y de combinación de pedacitos de materiales sueltos, de multitud
de pequeñas invenciones, de una reflexión incesante llevada para-
lelamente a la acción, de un trabajo cien veces mayor que en el caso
primero. Aquí no hay posibilidad de ocultarse tras el material o
tras el tema. Se te exige una combinación inédita de las células del
cuerpo cinematográfico, una manera de agruparlas que dé vida a
unas imágenes estereotipadas, las dirija hacia un objetivo único, les
confiera un sentido único y haga asimilable lo que no lo era. En tal
caso, el papel del realizador, y especialmente del autor-realizador,
es inmenso, y el trabajo que debe hacer no tiene comparación con
el trabajo habitual.
La diferencia entre la cantidad de trabajo entre uno y otro
caso no es inferior a la que hay entre un paseo en barco de vapor
y la invención del barco de vapor. Si nos ponemos a juzgar el
trabajo de un realizador únicamente a partir de los resultados
en la pantalla, cometeremos errores, estimularemos el gusto por
el trabajo fácil y lucrativo, provocaremos discusiones que no tie-
nen nada que ver con la creación, que no nos activarán en el
terreno artístico sino para apoderarnos (por uno u otro medio)
del derecho de representación sobre un tema y unos documen-
tos rentables.
Es preciso que las cosas no ocurran como ha dicho el acadé-
mico Kapitza: «Se cree que quien ha hecho el mayor trabajo es
quien ha recogido la manzana; mientras que, en realidad, quien
ha plantado el árbol es quien ha hecho la manzana».
A propósito del montaje.
166
Es evidente que el montaje no es un objetivo en sí. Sin embargo,
es importante distinguir el montaje en el sentido habitual de la pala-
bra de otra operación que se parece al montaje pero cuya acepción es
infinitamente más amplia y más profunda.
Si se me ha fijado como tarea dar a conocer al espectador unos
cine-documentos que, antes de proyectarlos, habrá que presentarlos
bajo un cierto orden (las más de las veces cronológico) y aclararlo
con un comentario hablado, eso es una cosa.
Se plantea una tarea absolutamente distinta si el tema es com-
plicado y sin relación con la actualidad y si sólo se puede disponer
de imágenes sueltas tan ligadas entre sí como las letras del alfabe-
to. Con las letras se deberán hacer palabras, con las palabras frases,
con las frases un artículo, un reportaje, un poema, etc. Aquí ya
no se puede hablar propiamente de montaje, sino de escritura
cinematográfica.
Combinemos, por ejemplo, las letras para formar la palabra
campesino o la palabra camino o la palabra caballo. Y el verso que
nacerá será: «El invierno. El campesino triunfante se abre un cami-
no en su trineo».
Es el arte de escribir en cine-imágenes. Es el arte difícil de la
cine-escritura que se distingue de la elemental ordenación de docu-
mentos como el organismo humano se distingue del de la medusa
o de la larva.
Nos hallamos frente a una forma altamente organizada de cine-
material documental. Las imágenes entran en interacción orgánica,
se enriquecen mutuamente, aúnan sus esfuerzos, forman un cuerpo
colectivo que libera un excedente de energía.
La vida ha conocido una evolución considerable desde el polvo
cósmico hasta la nebulosa y de la nebulosa al hombre.
No estamos dispuestos a retroceder a los tiempos en que sólo
existían en la naturaleza unas formaciones combinadas de manera
primitiva. Queremos seguir adelante superando los obstáculos que
siempre están dispuestos a colocar ante nosotros.
167
CAPÍTULO I
Nosotros.
Variante del manifiesto
N
antigüallas.
os llamamos los kinoks para distinguirnos de los cineastas,
hatajo de cambalacheros que apenas logran encubrir sus
171
Se llegará a la síntesis en el cénit de los logros de cada arte y
no antes.
NOSOTROS depuramos el cine de los kinoks de los intrusos:
música, literatura y teatro, nosotros buscamos nuestro propio ritmo
que no habrá sido robado en ninguna parte y lo encontramos en los
movimientos de las cosas.
NOSOTROS llamamos:
—a huir—
de los dulzones abrazos del romance,
del veneno de la novela psicológica
del abrazo de teatro del amante
—a dar la espalda a la música—
—a huir—
alcancemos el vasto campo, el espacio de cuatro dimensiones (tres
más el tiempo), en busca de un material, de una métrica y de un ritmo
enteramente nuestro.
Lo psicológico impide al hombre ser tan preciso como un crono-
metro, refrena su aspiración de parecerse a la máquina.
No tenemos ningún motivo para conceder al hombre de hoy lo
esencial de nuestra atención al arte del movimiento.
La incapacidad de los hombres para saber comportarse nos
avergüenza ante las máquinas, pero qué podemos hacer nosotros
si las formas infalibles de la electricidad nos conmueven más que
el ajetreo desordenado de los hombres activos y que la molicie
corruptora de los hombres pasivos.
La alegría que nos proporcionan las danzas de las sierras de la
serrería es más comprensible y más próxima que la que nos procuran
los balbuceos de los hombres.
NOSOTROS no queremos por ahora filmar al hombre porque no
sabe dirigir sus movimientos.
A través de la poesía de la máquina, vamos del ciudadano atrasado
al hombre eléctrico perfecto.
Descubriendo el alma de la máquina, enamorando al obrero de
su herramienta, a la campesina de su tractor, al maquinista de su
locomotora.
Introducimos la alegría creadora en cada trabajo mecánico,
asimilamos los hombres a las máquinas,
educamos hombres nuevos.
172
El hombre nuevo, liberado de la falta de pericia y de la torpeza,
que tendrá los movimientos precisos y ligeros de la máquina, será
el noble tema de los filmes.
NOSOTROS caminamos, con la cara descubierta, hacia el descu-
brimiento del ritmo de la máquina, hacia la admiración del trabajo
mecánico, hacia la percepción de la belleza de los procesos químicos,
cantamos los temblores de tierra, componemos cine-poemas con las
llamas y las centrales eléctricas, admiramos los movimientos de los
cometas y de los meteoros, y los gestos de los proyectores que
deslumbran las estrellas.
Todos los que aman su arte buscan la esencia profunda de su
técnica.
La cinematografía, que tiene los nervios de punta, necesita un
sistema riguroso de movimientos precisos.
El metro, el ritmo, la naturaleza del movimiento, su disposición
precisa en relación a los ejes de las coordenadas de la imagen, y
quizás los ejes mundiales de las coordenadas (tres dimensiones más
la cuarta, el tiempo) deben ser definidos y estudiados por todos los
creadores del cine.
Necesidad, precisión y velocidad: tres imperativos que exigi-
mos al movimiento digno de ser filmado y proyectado.
Ser un extracto geométrico del movimiento por medio de la cau-
tivadora alternancia de las imágenes, es lo que pedimos al montaje.
El kinokismo es el arte de organizar los movimientos necesarios de
las cosas en el espacio, gracias a la utilización de un conjunto artístico
rítmico conforme a las propiedades del material y al ritmo interior de
cada cosa.
Los intervalos (pasos de un movimiento a otro), y no los movi-
mientos en sí mismos, constituyen el material (elementos del arte
del movimiento). Son ellos (los intervalos) los que arrastran el ma-
terial hacia el desenlace cinético. La organización del movimiento
es la organización de sus elementos, es decir, de los intervalos, en la
frase. En cada frase se distingue el ascenso, el punto culminante y
la caída del movimiento (que se manifiestan en diferentes grados).
Una obra está hecha de frases de igual manera que una frase está
hecha de intervalos de movimiento.
Después de concebir un cine-poema o un fragmento, el kinok
debe saber anotarlo con precisión, a fin de darle vida sobre la pan-
talla cuando se presenten las condiciones técnicas favorables.
173
Está claro que el guión más perfecto no puede sustituir estas no-
tas, de igual manera que el libreto no puede sustituir la pantomima, de
igual manera que los comentarios literarios sobre las obras de Scriabine
no dan ninguna idea sobre su música.
Para poder representar un estudio dramático sobre una hoja de
papel, hay que poseer los signos gráficos del movimiento.
174
KINOKS - REVOLUCIÓN
20El Consejo de los Tres, compuesto por Vertov, Kaufman, operador, y E. Svilova.
montadora, era el órgano supremo del grupo de los kinoks documentalistas.
Se fundó en 1922.
175
Los modelos artísticos anteriores a la revolución se os han
pegado como iconos y vuestras tripas devotas sólo se arrastran ha-
cia ellos. El extranjero apoya vuestros errores enviando a la Rusia
renovada imperecederas reliquias de cine-dramas aliñados en una
magnífica salsa técnica.
Llega la primavera. Se espera la reanudación de la actividad de
las cine-fábricas. El Consejo de los Tres ve con una tristeza no
disimulada como los productores de cine hojean las páginas de las
obras literarias en busca de puestas en escena adecuadas. Ya circu-
lan por el aire los títulos de los dramas y de los poemas teatrales
que se proponen adaptar. Tanto en Ucrania como aquí, en Moscú,
ya están a punto de filmarse varios filmes señalados con todas las
características de la impotencia.
Un gran retraso técnico, el sentido de la reflexión activa per-
dido en período de paro, la orientación hacia el psicodrama en
seis rollos, es decir, la orientación hacia el propio pasado, consa-
gran de antemano al fracaso cualquier experiencia de esta clase.
El organismo de la cinematografía está emponzoñado por el
temible veneno de la rutina. Nosotros exigimos que se nos de la
posibilidad de entregarnos a unas experiencias sobre su organis-
mo moribundo para ensayar el antídoto que hemos descubierto.
Proponemos a los incrédulos que se convenzan: aceptamos probar
previamente nuestro medicamento sobre cobayas, es decir, sobre
los esbozos cinematográficos.
176
Por este motivo, sin esperar que los kinoks puedan ponerse a
trabajar, olvidando el deseo de éstos de realizar por sí mismos sus
proyectos, el Consejo de los Tres pasa por alto de momento el
derecho de los autores y decide lo siguiente: publicar inmediata-
mente por medio de los noticiarios, para que todo el mundo los
utilice, los principios y las consignas de la revolución inminente; en
consecuencia y en primer lugar se ordena al kinok Dziga Vertov que,
de acuerdo con la disciplina del Partido, publique algunos fragmentos
del libro Kinok-Revolución que explican con claridad suficiente la
naturaleza de esta revolución.
177
cantidad de aspectos que percibimos en tal o cual fenómeno visual
no fijan ninguna obligatoriedad para la cámara que, cuanto más
perfeccionada está, más y mejor percibe.
No podemos hacer que nuestros ojos sean mejores de lo que son,
pero, en cambio, podemos perfeccionar ilimitadamente la cámara.
Sucedía hasta el momento que un observador fuera reñido por
haber filmeado un caballo moviéndose con una lentitud poco natural
(giro rápido de la manivela de la cámara); o al contrario un tractor
labrando el campo a toda velocidad (giro lento de la manivela), etc.
Se trataba, claro está, de accidentes, pero nosotros preparamos un
sistema, un sistema racional de casos de esta índole, un sistema de
aberraciones aparentes, de fenómenos buscados y organizados.
Hasta el momento, violentábamos la cámara obligándola a copiar
el trabajo de nuestro ojo. Cuanto mejor era la copia, más contentos
estábamos de la toma. A partir de ahora, liberamos la cámara y la ha-
cemos funcionar en una dirección opuesta, muy alejada de la copia.
Se acabaron las debilidades del ojo humano. Profesamos el Cine-
ojo que descubre en el caos del movimiento la resultante del propio
movimiento; profesamos el Cine-ojo y sus medidas del tiempo y del
espacio, el Cine-ojo que se alza en fuerza y en posibilidades hasta la
afirmación de sí mismo.
2. ...Obligo al espectador a ver tal o cual fénómeno visual como me
resulta más ventajoso mostrarlo. El ojo se somete a la voluntad de la cá-
mara y se deja dirigir por ella hacia los momentos sucesivos de la acción
que, por el camino más corto y más claro, conducen la cine-frase hacia
la cumbre o hacia el fondo del desenlace.
Ejemplo: filmación de un combate de boxeo no desde el punto
de vista del espectador que asiste al encuentro, sino filmación de los
gestos sucesivos (los golpes) de los boxeadores.
Ejemplo: la filmación de los bailarines no es la filmación del
punto de vista del espectador sentado en una sala y contemplando
un ballet sobre el escenario.
En efecto, en un ballet el espectador sigue de manera desor-
denada a veces el grupo de bailarines, otras, al azar, una cara en
concreto, o unas piernas, serie de percepciones sueltas, diferentes
para cada espectador.
No hay por qué presentar eso al espectador. El sistema de los ges-
tos sucesivos exige que los bailarines o los boxeadores se filmen en
el orden de exposición de las figuras representadas y consecutivas,
178
de manera que proyecten el ojo del espectador sobre los sucesivos
detalles que debe absolutamente ver.
La cámara arrastra el ojo del espectador de las manos a las piernas,
de las piernas a los ojos, etcétera, en el orden más conveniente y organi-
za los detalles gracias a un montaje ciudadosamente estudiado.
3. ...Ahora, en el año 1923, tú caminas por una calle de Chicago y
te obligo a saludar al camarada Volodarski que camina, en 1918, por
una calle de Petrogrado y no contesta a tu saludo.
Otro ejemplo: Se sepultan los ataúdes de los héroes del
pueblo (filmado en Astrakán en 1918), se cierra la tumba (Cronstadt,
1921), salva de cañones (Petrogrado, 1920), recuerdo eterno, som-
brero en mano (Moscú, 1922), dichas cosas se combinan entre sí
aun cuando se trata de un material ingrato, que no ha sido filmado
especialmente para eso (ver Kinopravda n.° 13). También hay que
hacer figurar aquí el montaje del saludo de las multitudes y el mon-
taje del saludo de las máquinas al camarada Lenin (Kinopravda n.°
14), filmados en diferentes lugares, en diferentes momentos.
* * *
179
Me libero desde ahora y para siempre de la inmobilidad humana,
estoy en el movimiento ininterrumpido, me acerco y me alejo de
los objetos, paso por debajo, me encaramo encima, corro junto al
hocico de un caballo al galope, me sumerjo rápidamente en la mul-
titud, corro ante los soldados que cargan, me pongo de espaldas, me
elevo al mismo tiempo que el aeroplano, caigo y me levanto con los
cuerpos que caen y se levantan.
Yo, cámara, me lanzo a lo largo de la resultante zigzagueando
en el caos de los movimientos, fijando el movimiento a partir del
movimiento salido de las combinaciones más complicadas.
Liberado del imperativo de las dieciséis o diecisiete imágenes por
segundo, liberado de los marcos del tiempo y del espacio, yuxtapon-
go todos los puntos del universo dondequiera que los haya fijado.
Mi camino lleva a la creación de una nueva percepción del mun-
do. Y es porque descifro de un nuevo modo un mundo que os es
desconocido.
5. ...Pongamos una vez más totalmente de acuerdo: ojo y oreja. La
oreja no está al acecho, el ojo no está a la escucha.
Reparto de funciones.
¡La radio-oreja es el montaje del Yo oigo!
¡El Cine-ojo es el montaje del Yo veo!
He ahí, ciudadanos, lo que os ofrezco en un primer tiempo en
lugar de la música, de la pintura, del teatro, del cinematógrafo y de
otros débiles desahogos.
* * *
180
visuales, dejándose atraer o repeler por los movimientos, el cami-
no de su propio movimiento o de su propia oscilación, y hace ex-
periencias de prolongación de tiempos, de desmembramiento del
movimiento o al contrario de absorción del tiempo en sí mismo, de
deglución de los años, esquematizando de esta manera los procesos
de larga duración inaccesibles al ojo normal.
Para ayudar a la máquina-ojo, está el kinok-piloto que no sola-
mente dirige los movimientos del aparato, sino que se confía a él
para experimentar el espacio. El futuro verá al kinok-ingeniero que
dirigirá los aparatos a distancia.
Gracias a esta acción conjugada del aparato liberado y perfec-
cionado y del cerebro estratégico del hombre que dirige, observa y
calcula, incluso la representación de las cosas más banales revestirá
una frescura inhabitual y por ello digna de interés.
* * *
181
Y no puede ser de otra manera.
Nosotros, los kinoks, decididos enemigos de la síntesis prematura
(«sólo se llegará a la síntesis en el cénit de las realizaciones»), compren-
demos que es inútil mezclar migajas de realizaciones: el desorden y la
falta de espacio matan a los bebés inmediatamente. Y en general:
El escenario es demasiado pequeño. Entren, pues, en la vida.
Ahí es donde nosotros trabajamos, maestros de la visión, orga-
nizadores de la vida visible armados del Cine-ojo presente por todas
partes y cuando hace falta. Ahí es donde trabajan los maestros de
las palabras y de los sonidos, los virtuosos del montaje de la vida
audible. Y yo tengo la audacia de colarles además la oreja mecánica
omnipresente y su pabellón, el radio-teléfono.
Es decir,
los cine-noticiarios,
los radio-noticiarios.
Yo prometo obtener por todos los medios un desfile de los
kinoks en la Plaza Roja el día en que los futuristas saquen el primer
número de los radio-noticiarios montados.
No tienen nada que ver con los noticiarios Pathé o Gaumont
(noticiarios periodísticos), ni siquiera con el Kinopravda (noticiario
político), sino con auténticos noticiarios kinoks, con vertiginosas
panorámicas de acontecimientos visuales descifrados por la cámara,
trozos de auténtica energía (establezco la diferencia con la del
teatro) reunidos en los intervalos en una suma acumuladora.
Esta estructura de la obra cinematográfica permite desarrollar
cualquier tema, sea cómico, trágico, trucaje u otra cosa.
Todo reside en tal o cual yuxtaposición de situaciones visuales,
todo reside en los intervalos.
La extraordinaria flexibilidad del montaje permite introducir
en el cine-estudio todos los motivos políticos, económicos y demás.
Por consiguiente, el cine ya no necesita los dramas psicológicos o
policíacos en el cine, ya no necesita las puestas en escena teatrales
fotografiadas sobre película.
A partir de ahora Dostoievski y Nat Pinkerton ya no serán
adaptados a la pantalla.
Todo está incluido en la nueva acepción de los noticiarios.
Entran decididamente en el vértigo de la vida:
1) el Cine-ojo que niega la representación visual del mundo
dada por el ojo humano y que propone su propio yo veo y
182
2) el kinok-montador que por primera vez organiza los minutos
de la estructura de la vida de esta manera.
La organización de un
cine-estación experimental
Clases de filmes
1. Kinopravda
2. Noticiarios-relámpago
3. Noticiarios cómicos
4. Estudios para los noticiarios
5. Cine-publicidad
6. Experimentación
Explicaciones:
Los noticiarios-relámpago muestran los acontecimientos en la
pantalla el mismo día en que se producen.
El Kinopravda, revista periódica, es un boletín de información
propagandística.
183
Por cine-publicidad hay que entender los filmes de las empresas
que hacen publicidad para sus productos (anuncios-trucajes,
caricaturas, cine-anuncios).
Los encargos llamados de producción se dividen en filme cien-
tífico (si su objetivo tiene un carácter de demostración científica), y
filme publicitario (si su objetivo es únicamente la publicidad).
En mi opinión, no debe existir ningún tipo intermedio, filmes
de paisajes encargados por las empresas de producción, y sólo hay
que pasar por ello en caso de extrema estupidez del cliente y de la
imposibilidad de convencerle.
Naturalmente, toda filmación artística se dirige desde el estudio.
184
nuevos métodos de rodaje y montaje, listo, astuto; le gusta la
experimentación.
5. B. Frantsisson: operador, experto en dibujo animado, muy
trabajador, ávido de ideas nuevas y de experimentación, orientado
hacia la invención.
Siempre que se den unas condiciones favorables, obtendremos
un grupo de creación de choque de gran fuerza.
La mejor utilización posible de los citados colaboradores
estará en función del justo reparto de las atribuciones de cada uno
de ellos, de las condiciones materiales y técnicas y también de los
retrasos en el trabajo debidos a unas razones independientes de la
voluntad de la estación experimental.
Los retrasos y los paros en el trabajo planificado son el factor
más peligroso, y engendra generalmente decepción en el trabajador y
aversión hacia un trabajo sin salida.
La eliminación de esos retrasos por el Goskino22 o los organismos
directivos aún más elevados es la garantía del éxito de nuestra
empresa.
Si choca con unas condiciones desfavorables, el mejor esquema
organizativo empleará un tiempo considerable en adaptarse.
Los fracasos temporales y las decepciones son inevitables.
Mucho dependerá de la cohesión de los colaboradores y de la re-
organización similar de los demás sectores del cine.
En un plazo de seis meses tendremos una primera idea de los
resultados del trabajo de la cine-estación experimental y una
segunda al cabo de un año.
Proyecto de memoria
destinada a la dirección del Goskino,
fechada el 5 de marzo de 1923
(Inédita)
185
CINE-ANUNCIO
Clases de cine-anuncios
186
La mañana siguiente. El presidente del trust se despierta. El diario
de la mañana está sobre la mesilla de noche. Se lee claramente: «Ofici-
na publicitaria El Motor». Corre a la dirección indicada para poner un
anuncio. Una semana después: los clientes hacen cola en el trust.
5. Anuncio-improvisación (50 a 150 m)
El único filme-improvisación visible en Rusia es El automóvil
encargado por el Gum. 23
Se realizó en tres días fuera del estudio.
Resumen. Unos padres van a Moscú a ver a su hija que es corte-
jada por un malabarista de la capital. Apenas salidos de la estación,
los padres se ven constantemente agredidos por una palabra incom-
prensible, Gum. Los vendedores de periódicos van distribuyendo
folletos Gum. En la escalera de la estación se les acerca un descono-
cido con un sombrero hongo, les abraza como si fueran de la familia
y se eclipsa. Entonces se dan cuenta de que les ha pegado en los
brazos unas etiquetas Gum.
Encuentro en el Gum de la joven y de su pretendiente. Éste hace
juegos malabares con las compras.
La joven vuelve del paseo. Deja las compras sobre la mesa. Los
[ladres llegan con su maleta, se lanzan a los brazos de la hija y retroce-
den bruscamente. Todos los paquetes de la mesa están marcados Gum,
Gum, Gum... Miran sus maletas. También han pegado unas etiquetas
Gum. Están estupefactos. En su sillón, la joven se muere de risa.
En el gran almacén Gum, el mago hechicero del Gum, jefe del
servicio de publicidad, proyecta unas letras sobre la pantalla con una
varita mágica en la mano.
Escándalo en la calle. Una joven derriba de un puñetazo a un in-
dividuo demasiado atrevido. Aglomeración. La joven se disculpa del
engaño ante la gente. «No es más que...» y desaparece en el Gum. Ya
no hay joven. Ni público. Sólo se ven los diferentes pisos del Gum.
Los padres están sentados en un banco del parque. Cada uno con
su periódico. Y siempre en el lugar más visible, Gum por aquí, Gum
por allí. Están de Gum hasta la coronilla y tiran los periódicos con ra-
bia. Dan unas palmadas, y de las manos de la vieja señora caen dos
cachorros. Se agacha sobre los perritos. Han desaparecido. En lugar de
ellos, sobre el banco, se ve una caja de sombrero. ¿Cómo ha llegado allí?
La caja lleva la marca Gum. Los dos cachorros están en la caja.
187
Los espectadores han visto como un personaje con aire equívo-
co los metía subrepticiamente.
Pero esta insoportable obsesión del Gum tiene su justificación.
En la lotería sorteada en los pisos superiores, la madre gana un
samovar y el padre un automóvil.
6. Anuncio cómico (100 a 200 m).
Ejemplo: Un ciudadano que se ha asegurado en la compañía es-
tatal contra el incendio, los accidentes de transporte y las epizootias,
sufre todos estos desastres. Todos sus bienes muebles e inmuebles se
queman, sus mercancías se extravían durante su transporte por vía te-
rrestre, marítima y fluvial, pierde todo su ganado y todos sus caballos.
El espectador y la compañía de seguros saben que no hay
fraude por su parte sino que se trata de una extraordinaria coin-
cidencia de circunstancias. La compañía indemniza en rublos de
oro las pérdidas sufridas por el ciudadano.
7. Anuncio-historia policíaca (1.500 a 2.000 m)
Ejemplo de tema: anuncio para el empréstito estatal.
Una banda de falsificadores de moneda, de acuerdo con las or-
ganizaciones de los guardias blancos, compra con billetes falsos una
enorme cantidad de bonos del empréstito. El delito se descubre. La
banda lanza a la GPU sobre una pista falsa. Sospechan erróneamente
del director de un trust. Su hija y X, un amigo de ésta, se esfuerzan en
demostrar la inocencia del padre y en descubrir por todos los medios
a los autores de la fechoría.
La banda comete una serie de atracos y en cada ocasión roba
unos bonos.
Después de un montón de peligrosas aventuras, los tres —la
hija, su amigo y Pinkerton el Rojo— penetran en el Antro negro de
la banda y recuperan los bonos robados.
Se reduce la emisión de billetes de banco, el empréstito consolida
el curso del rublo, el coste de la vida baja. Los espías blancos
amenazan a la banda y la obligan a pasar a la acción... Se pueden
hacer tantas series como sea necesario introduciendo cualquier
motivo económico y político.
8. Anuncio-historia de detectives satírica (1.500 a 2.000 m)
Como único ejemplo de esta clase de filme me referiré al que
yo he escrito: Incidente en unos grandes almacenes. No se trata so-
lamente de una historia de detectives satírica, sino también de una
sátira del filme de detectives.
188
Resumen: Un grupo de alumnos de los cursos superiores, in-
fluidísimos por los filmes de detectives y para quienes los métodos
de los sabuesos y de los bandidos americanos carecen de secretos, están
ansiosos de poner en práctica sus conocimientos sobre la materia.
Sólo por espíritu deportivo, y sin intención criminal, emprenden
una serie de golpes contra el gran almacén del Mostorg,24 El objeti-
vo fijado es modesto: para celebrar el final del bachillerato, quieren
hacerse con unos trajes y unos abrigos sin desembolsar un céntimo
y, obligatoriamente, en un gran almacén particularmente bien vi-
gilado.
El guión describe dos intentos de los alumnos. El primero fracasa
nada más empezar debido a la falta de preparación de los bandidos
aficionados, del excelente funcionamiento de la guardia especial, del
excelente sistema de alarma y de los excelentes puños del jefe de la
sección de confección.
El segundo intento, pensado más a fondo, sale a las mil mara-
villas. Una vendedora, enamorada de uno de ellos, provoca el
descubrimiento de los alumnos. Atormentada por los celos, les sigue
y descubre inopinadamente la expedición.
El jefe de la sección de confección, la vendedora y los alumnos
son caricaturas de pies a cabeza, son trucajes ambulantes y no seres
humanos.
La novia del jefe de sección, una provinciana llega del campo en
plenos acontecimientos. Está boquiabierta por todas las maravillas
de los grandes almacenes, cuida a su novio herido en una pelea. Y
sobre el fondo de este mundo de trucos, ella parece de entrada tonta
y cómica.
Los encuentros entre los diferentes personajes están hechos de
manera que el espectador vea la mayor parte de las secciones
del almacén, la dirección, la enfermería, los servicios de vigilancia,
el club e incluso la unidad militar que apadrina el almacén.
Por falta de dinero, no se pudo realizar el filme y se sustituyó por
un documento filmado de todos los pisos y secciones del almacén.
Yo no lamento la energía desperdiciada en la redacción del guión,
pero debo decir sinceramente que ese desperdicio de película en este
período de penuria me ha indignado y afligido.
189
Demostración del cine-anuncio
En los trenes:
Cine-vagones (especialmente acondicionados, del tipo de los
vagones de agitación de los trenes del Comité ejecutivo central de
Rusia). Presentación en los vagones en marcha o durante una
parada, presentación desde el vagón sobre una pantalla. Cine al aire
libre para las poblaciones en un radio de diez a doce kilómetros.
Un operador y un fotógrafo viajarán en el vagón, a disposición de
los organismos de Estado locales y de las empresas privadas que
deseen encargar unos anuncios. La rentabilidad de este cine ambu-
lante dependerá de la relación entre la capacidad del jefe del cine-
vagón y los impuestos cobrados por el Estado.
190
Cines-carreta:
Al desplazarse de aldea en aldea, de pueblo en pueblo, tienen
asimismo una gran importancia para el anuncio y la propaganda. En
particular, la presentación de las ventajas de las máquinas agrícolas de
tal o cual firma, disimulada bajo un contenido gracioso, servirá para
popularizar las máquinas de dichas firmas. Aunque los campesinos
(nuestros buenos mujiks) no lo entiendan todo perfectamente, siempre
habrá algunos que se meterán bien en la cabeza el nombre de la firma
que ha sacado de apuros a los personajes del filme.
El nombre de la firma tiene que constar y aparecer en la historia en
grandes caracteres rusos.
Automóviles cinematográficos:
Instalación técnica ultraràpida del tipo equipo de bomberos.
Trabajo por encargo, donde y cuando se necesita. Un proyector. El
aparato de proyección es movido por el automóvil que gira en pun-
to muerto.
Este mismo automóvil se desplaza a partir de una llamada para
rodar un cine-anuncio urgente con el operador de guardia y el especia-
lista de instantáneas.
En 1920 y 1921, la sección foto-cine de Petrogrado y la sección de
trenes de instrucción y agitación del Comité ejecutivo central de Rusia
poseían una pequeña cantidad de cines de este tipo.
¿Qué artículos se pueden anunciar?
De todo:
Desde los bonos del empréstito hasta la pomada para hacer cre-
cer el pelo, e inversamente desde el dentífrico Sanargui hasta la in-
dustria hullera del Donbass. Almacenes de Estado, organizaciones
cooperativas, personas privadas, todo el mundo puede anunciar sus
productos en la pantalla, después de haber elegido el tipo de cine-
anuncio que más conviene a la mercancía que desea hacer conocer.
Locomotora, motores de petróleo, tractores, cajas de caudales,
muebles, zapatos, pianos, sombreros, todo puede ser pregonado por el
cine-trucaje, todo puede hacer reír gracias al cine-cómico, todo puede
llegar a ser incisivo mediante la cine-caricatura o inquietante mediante
el filme de detectives.
Fragmentos de las tesis para un
artículo fechadas el 18 de marzo de 1923
(Inédito)
191
La importancia de los noticiarios
El Kinopravda
192
La publicación del Kinopravda como cine-diario periódico es
un repliegue estratégico suscitado por razones económicas.
Lo que le falta al Kinopravda, lo que necesita, es un equipo
permanente de colaboradores, de corresponsales locales, dinero
pura pagarles, medios de transporte, una cantidad suficiente de
película, la posibilidad práctica de relacionarse con el extranjero.
La falta de uno solo de estos elementos basta para demoler un
cine-diario.
El Kinopravda no hace más que existir y debe vivir.
El Estado y la Comintern no han entendido todavía que
apoyando seriamente el Kinopravda pueden encontrarse con un
nuevo portavoz, una radio visual para el mundo entero.
Independientemente de las transformaciones de la sección
foto-cine, es indispensable que el único Estado revolucionario del
mundo posea y proteja su cine-diario revolucionario.
Publicado en 1923 en la revista Kinophot n.° 6
El filme Cine-ojo
Es el primer intento hecho en el mundo para crear una obra cine-
matográfica sin la participación de actores, de decorados, de reali-
zadores; sin utilizar estudios, decorados, trajes.
Todos los personajes siguen haciendo lo que hacen habitual-
mente en la vida.
El filme presente constituye el asalto que las cámaras plantan
a la realidad y prepara el tema del trabajo creador sobre el fondo
de las contradicciones de clases y de la vida cotidiana. Al desvelar
el origen de las cosas y del pan, la cámara ofrece a cada trabajador
la posibilidad de convencerse concretamente de que es él, obrero,
quien fabrica todas las cosas y que, en consecuencia, es a él a quien
pertenecen.
Al desnudar a la frivola pequeño-burguesa y al burgués relleno
de grasa y al devolver los alimentos y las cosas a los obreros y cam-
pesinos que las han fabricado, damos a millones de trabajadores
la posibilidad de ver la verdad y de poner en duda la necesidad de
vestir y alimentar a la casa de los parásitos.
Si esta experiencia sale bien, este filme, aun siendo indepen-
diente (tanto desde el punto de vista del contenido como de la
193
investigación formal), servirá de prólogo al filme mundial ¡Proleta
ríos de todos los países, unios! El Consejo de los Tres, órgano supre-
mo de los kinoks, realiza actualmente los trabajos preliminares para
la creación del filme. El Consejo de los Tres que, políticamente, se
apoya en el programa comunista, se esfuerza en hacer penetrar las
ideas leninistas en el cine y en alojar todo su rico contenido no en
unas muecas de actores más o menos logradas, sino en el trabajo y
los pensamientos de la misma clase obrera.
Las instalaciones que el estudio posee no están adaptadas a la
nueva concepción del rodaje. Aunque técnicamente desarmados,
confiamos, sin embargo, apoyándonos en la difícil experiencia de
los diecinueve Kinopravda, abrir, desde nuestra primera realización
(el prólogo), los ojos de las masas populares sobre la relación (ni
amorosa, ni policíaca) que une a los fenómenos sociales y visuales
descubiertos por las cámaras.
Partiendo del material para llegar a la obra cinematográfica (y
no al revés), los kinoks no consideran justo iniciar el trabajo pre-
sentando lo que suele llamarse guión.
El guión como producto de la cocina literaria desaparecerá
totalmente en los próximos años.
Teniendo en cuenta, sin embargo, que el Goskino o el Comi-
sario del Pueblo para la Instrucción puede poner en duda nuestras
aptitudes para realizar una obra cinematográfica válida ideológi-
ca y técnicamente sin aprobación previa del guión, incluyo en la
memoria el esquema de emplazamiento de las cámaras y la lista
aproximada de los personajes y de los lugares.
Proyecto de memoria en la dirección
del Goskino fechada el año 1923
(Inédita)
194
de la acción (un campo de pioneros, un tren, un barco, una casa
de inválidos, un asilo nocturno, un cementerio, una empresa de
planificación, un campo, una aldea, un apartamento obrero, una
tasa de maternidad, un aeropuerto, un campo de deportes, unos
baños, una cárcel, etc.).
La primera lista se titula: A modo de actores, la segunda: A modo
de estudios.
195
Entiéndaseme bien. Aplaudiríamos con todo nuestro corazón
la utilización del cine en beneficio de todas las ramas del saber
humano. Pero definimos estas posibilidades del cine como unas
funciones anexas e ilustrativas. No olvidamos ni un solo instante
que la silla está hecha de madera y no de la laca que la cubre. Sabemos
perfectamente que la bota está hecha de cuero y no del betún qui-
la hace brillar.
Pero el escándalo, el error irreparable, es que sigáis considerando
que vuestra misión es la de lustrar con betún cinematográfico los zapa-
tones literarios de unos y otros (si se trata de un filme de gran espectá-
culo, digamos que son zapatos franceses de tacón alto).
Recientemente, creo que con motivo de la presentación del
decimoséptimo Kinopravda, un cineasta dijo: «¡Qué horror! Son zapa-
teros y no cineastas». El constructivista Alexei Gan, que no estaba lejos,
replicó oportunamente: «Que se nos den más zapatos de esta clase y
todo irá bien».
En nombre del autor del Kinopravda, tengo el honor de declarar
que se siente muy halagado por esta apreciación sin reservas referente
a la primera obra zapatera de la cinematografía rusa.
Es mejor que ser un artista de la cinematografía rusa.
Es mejor que ser un realizador artístico.
Al diablo el betún. Al diablo las botas embetunadas. Que se nos
den botas de cuero. Alineaos con los kínoks, primeros cine-zapateros
rusos.
Nosotros, zapateros del cinematógrafo, os decimos a vosotros, lim-
piabotas: no os reconocemos ninguna antigüedad en la fabricación de
las cine-obras. Y si se puede hablar, en general, de la antigüedad como
de un privilegio, este derecho nos pertenece enteramente.
Y lo poquísimo que hemos realizado en la práctica es mucho más
que vuestro nada producido en tantos años.
Hemos sido los primeros en hacer filmes con nuestras manos
desnudas, unos filmes quizás torpes, palurdos, poco brillantes,
unos filmes quizás un poco defectuosos, pero en todo caso unos
filmes necesarios, indispensables, unos filmes dirigidos hacia la
vida y exigidos por la vida.
Nosotros definimos la obra cinematográfica en dos palabras:
el montaje del Yo veo.
La obra cinematográfica es el estudio acabado de la visión perfec-
cionada, precisada y profundizada por todos los instrumentos ópticos
196
existentes y principalmente por la cámara que experimenta el espacio
y el tiempo.
197
Todos los fondos estatales y privados, todos los medios mate-
riales y técnicos están puestos actualmente en el segundo platillo
de la balanza, en el platillo artístico-propagandista.
En cuanto a nosotros, nos acercamos igual que antes al trabajo con
las manos desnudas y esperamos confiadamente que llegue nuestro
turno de apoderarnos de la producción y de alcanzar la victoria.
Estenograma abreviado de la intervención
de D. Vertov con motivo de un debate en
la ARRK25 el 26 de septiembre de 1923
Cine-ojo (Kino-glaz)
(Cine-noticiarios en seis series)
25
ARRK: Asociación de Trabajadores del Cine Revolucionario.
198
a medida que aumenta el número de las cámaras, el espacio colo-
cado bajo observación se amplia. La yuxtaposición de diferentes
lugares del globo terrestre y de diferentes pedazos de vida hace des-
cubrir poco a poco el mundo visible. Cada serie añade claridad a la
comprensión de la realidad. Los pequeños y los mayores, las personas
instruidas o incultas abren, se diría, los ojos por vez primera. Los
millones de trabajadores que han recobrado la vista ponen en duda
la necesidad de apoyar la estructura burguesa del mundo.
Ningún realizador, ningún actor, ningún decorador participa
junto a nosotros en esta grandiosa batalla. Nosotros rechazamos las
comodidades del estudio. Nosotros mandamos a paseo decorados,
maquillajes y trajes. De la misma manera que es imposible describir
de antemano los combates de una guerra que acaba de estallar, es
imposible escribir de antemano el guión de nuestra cine-campaña.
Al ir del material a la cine-obra y no a la inversa, los kinoks atacan el
último (y más coriáceo) bastión del cinematógrafo artístico, el guión
literario. Preséntese bajo forma de una narración cautivadora o de lo
que se llama un esbozo de montaje preliminar, el guión, que es un
elemento ajeno al cine, debe desaparecer para siempre.
Nosotros no podemos prever los resultados de la campaña, no
sabemos si estos ocho mil metros serán nuestro Octubre cinema-
tográfico. Las armas y la técnica más poderosas están en manos de
la cine-burguesía europea y americana. El odio de los cine-dramas
burgueses embrutece a los tres cuartos de la humanidad.
Solamente la URSS, donde el equipo cinematográfico está en
manos del Estado, puede y debe emprender la lucha contra la
ceguera de las masas populares, la lucha por la visión.
Ver y mostrar el mundo en nombre de la revolución proletaria
mundial, es la fórmula elemental de los kinoks.
Publicado en Pravda el 19 de julio de 1924
199
Después, se convirtió en pasión por el montaje de notas este-
nográficas, de grabaciones para gramófonos. En un interés parti-
cular hacia el problema de la posibilidad de grabar unos sonidos
documentales. En intentos para transcribir por medio de palabras y
letras el estruendo de una cascada, los ruidos de una serrería, etc.
Un día de primavera de 1918 vuelvo de la estación. Conservo
aún en los oídos los suspiros, el ruido del tren que se aleja...
alguien que blasfema... un beso... alguien que grita. Risas, silbidos,
voces, tañidos de la campana de la estación, jadeo de la locomotora...
Murmullos, encargos, adioses... En el camino de vuelta pienso: es
preciso que acabe encontrando un aparato que 110 describa sino
que inscriba y fotografié estos sonidos. Escapan de la misma manera
que en el tiempo. ¿Una cámara, quizás? Inscribir lo que se hato...
Organizar un universo no ya audible sino visible. ¿Puede estar ahí
la solución?
En ese momento me encuentro con Mikhail Koltsov26 que me
propone hacer cine.
De esta manera comienza en la calle Maly Gnezdnikovski n° 7
mi trabajo en la revista Kinonedelia. Sólo es un primer aprendizaje.
Está lejos de ser lo que deseo. Porque el ojo del microscopio penetra
ahí donde no penetra el ojo de mi cámara. Porque el ojo del telescopio
alcanza universos lejanos, inaccesibles a mi ojo desnudo. ¿Qué
hacer con mi cámara? ¿Cual es su cometido en la ofensiva que lanzo
contra el mundo visible?
Pienso en el Cine-ojo. Nace como un ojo rápido. A continuación, la
idea del Cine-ojo se amplia:
Cine-ojo como cine-análisis.
Cine-ojo como «teoría de los intervalos».
Cine-ojo como teoría de la relatividad en la pantalla, etc.
Elimino las dieciséis imágenes-segundo habituales. Se convierten
a partir de entonces en procedimientos habituales de rodaje, junto a la
toma de vistas rápida, y a la animación, a la toma de vistas con cámara
móvil, y otros procedimientos.
200
El Cine-ojo se entiende como lo que el ojo no ve,
como el microscopio y telescopio del tiempo,
como el negativo del tiempo,
como la posibilidad de ver sin fronteras ni distancias,
como el mando a distancia de un aparato,
como el tele-ojo tomavistas,
como el rayo-ojo,
como la vida de repente, etc.,
Todas estas diferentes definiciones se completaban mutuamente,
pues el Cine-ojo englobaba:
todos los medios cinematográficos,
todas las invenciones cinematográficas,
todos los procedimientos y métodos,
todo lo que podía servir para descubrir y mostrar la verdad.
El Kinopravda
201
El Kinonedelia no se distinguía demasiado de los noticiarios ante-
riores; sólo los rótulos eran soviéticos. ¡El contenido no había cambiado!:
siempre los mismos desfiles y los mismos funerales. Fue en esta época
cuando empecé a trabajar en el cine. Mis conocimientos técnicos eran
escasos. Pese a su juventud, el cine ya imponía unos tópicos inmutables
fuera de los cuales estaba vetado trabajar. Mis primeros ensayos datan
de aquella época. Reunía pedazos filmados encontrados al azar en unos
grupos de montaje cuya consonancia era más o menos grande.
Como consideraba que uno de mis intentos estaba perfecta-
mente conseguido, concebí mis primeras dudas en cuanto a la ne-
cesidad de un trazo de unión literaria entre diferentes situaciones
visuales pegadas entre sí. Tuve que interrumpir momentáneamente
mi experiencia para rodar un filme dedicado al aniversario de la
Revolución de Octubre
Este trabajo fue el punto de partida de mi nueva actividad en el
Kinopravda.
Fue precisamente durante estas experiencias cuando nosotros
(varios camaradas), que habíamos perdido la fe en las posibilidades
de la cinematografía artística y estábamos llenos de fe en nuestras
fuerzas, esbozamos el proyecto preliminar de manifiesto que
después ocasionó tanto ruido y causó tantos momentos desagrada-
bles a nuestros cine-apóstoles.
Después de una larga interrupción (partida al frente), continué
mi trabajo en la Sección Cine-Foto y pronto me metieron otra vez
en los noticiarios. Escarmentado por mi triste experiencia, demostré
una gran prudencia en los primeros números del Kinopravda. Pero
a medida que adquiría la convicción de que me había granjeado la
simpatía de, si no la totalidad, parte de los espectadores, forzaba
cada vez más el material.
Paralelamente al apoyo que encontraba en la persona del cons-
tructivista Alexei Gan, que publicaba entonces la revista Kinophot,
debía afrontar una oposición interior y exterior cada vez mayor
En el décimo número del Kinopravda, las pasiones se desencadenaron.
Con gran sorpresa por nuestra parte, el número trece gozó del
apoyo de la prensa. Después de la aparición del número catorce, el
diagnóstico casi unánime de está loco, me llenó de perplejidad. Fue
el momento más crítico en la existencia del Kinopravda.
El Kinopravda n° 14 se diferenciaba singularmente en aquel
momento de los demás noticiarios, no se parecía en nada a los
202
números anteriores. Mis amigos ya no me entendían y me reproba
han. Mis enemigos saltaban de alegría. Los operadores declararon
que se negaban a rodar para el Kinopravda. En cuanto a la censura,
rechazó pura y simplemente Kinopravda n.° 14 (para ser exactos, lo
autorizó cortando más de la mitad, lo que equivalía a destrozarlo).
Confieso que quedé hundido. La construcción del filme me parecía
simple y clara. No había acabado de comprender que mis contem-
poráneos acostumbrados a la literatura no podían prescindir, por la
fuerza de la tradición, de los textos de relación entre los temas.
A continuación, el conflicto se fue resolviendo. Los jóvenes y los
clubs obreros tributaron una excelente acogida al filme. En cuanto
a los nepmans, ya no necesitaba preocuparme de sus opiniones: la
fastuosa Tumba india les apretaba entre sus brazos.
El estado de alerta había concluido. Pero el combate proseguía.
El Kinopravda se entregó a unos intentos heroicos, quería
formar un muro con su cuerpo para proteger al proletariado de
la nociva influencia de los dramas del cine artístico. Intentos de
los que muchos se reían. La ínfima cantidad de ejemplares del
Kinopravda sólo podía servir, en el mejor de los casos, a algunos
millares de personas y no a millones.
Si bien el papel del Kinopravda en la creación de un amplio re-
pertorio obrero fue modesto, su acción de propaganda en la lucha
contra el repertorio de los cines comerciales fue, al contrario, muy
importante.
Muy pronto la acusación se escindió. Nuestros detractores más
perspicaces se apresuraron a imitarnos. Y ya había quienes les lleva-
ban delantera en este camino. Sin embargo, otros muchos siguieron
siéndonos hostiles.
Un puñado de escritorzuelos conservadores, personas más
bien tontas, canta incansablemente las alabanzas de los cines-
conservas (especialmente de las mercancías de importación). Son
los que siguen defendiendo la fabricación de los cine-sucedáneos
en nuestro país (a decir verdad, de calidad claramente inferior).
Con sus torpes esfuerzos, hacen abortar cualquier iniciativa mí-
nimamente revolucionaria.
No es recomendable mandar a paseo a estas indeseables
niñeras. Para vengarse, demostrarán que poseían los paraguas
que protegieron al público de la lluvia, es decir, de los kinoks. Y
cuando cesa la lluvia y luce el sol del drama artístico, agitan con
203
cuidado un abanico sobre la cabeza del público. Gracias a los es-
fuerzos de estos críticos, la figura magnánima del millonario ame-
ricano resplandece en el rudo corazón del proletariado ruso.
Casi todos los trabajadores del cine artístico son enemigos, de-
clarados u ocultos, del Kinopravda y de los kinoks. Es completamente
normal, pues si nuestra opinión triunfara se verían obligados a volver
a aprender su oficio o, pura y simplemente a abandonar el cine.
Ninguno de estos dos grupos pone directamente en peligro la
pureza de la línea de los kinoks.
Son, en cambio, mucho más peligrosos los grupos intermedios
oportunistas recientemente formados, que podríamos llamar
conciliadores. Copian nuestros procedimientos y los transfieren al
drama artístico, y con ello refuerzan sus posiciones.
Al enfrentarse violentamente con el Kinopravda, nuestros
malintencionados críticos explican maliciosamente que se fabrica
con material filmado de antemano, y en consecuencia accidental.
Lo que para nosotros significa que los noticiarios están hechos
de trozos de vida organizados en un tema y no al contrario. Eso
significa igualmente que el Kinopravda no obliga a la vida que se
desarrolle de acuerdo con el guión del escritor, sino que observa y
registra la vida tal como es y sólo posteriormente deduce las con-
clusiones de sus observaciones. Así pues, en definitiva, eso es nues-
tra cualidad y no nuestro defecto.
El Kinopravda se hace con materiales de igual manera que la
casa se hace con ladrillos. Con unos ladrillos se puede construir
una chimenea, el muro de una fortaleza y muchas cosas más. Con
la película filmada se pueden edificar diferentes obras. De igual
manera que la casa necesita unos buenos ladrillos, se necesita un
buen material cinematográfico para organizar unos buenos fil-
mes. Por ello es necesario tratar con seriedad los noticiarios
cinematográficos, esta fábrica de cine-materiales, en los que la
vida, al pasar por el objetivo de la cámara, no se hunde para siem-
pre y sin dejar huellas sino que deja, al contrario, un trazo preciso
e inimitable.
De la manera en que dejemos penetrar a la vida en el objetivo,
del momento que elijamos para ello, del modo en que captemos
la huella que habrá dejado, dependerán la calidad técnica, el valor
social e histórico del material, y posteriormente la calidad de todo
el filme.
204
El Kinopravda n.° 13 realizado para el aniversario de Lenin está
hecho de materiales que definen las relaciones recíprocas de dos
mundos: el mundo capitalista y la URSS. Si bien los materiales son
insuficientes, tienen al menos un valor generalizador.
Es interesante observar que ahora, un año después de la aparición
del Kinopravda n.° 14, comienzan a llegar los encargos. Como veis,
estos noticiarios no han perdido actualidad y no la perderán inme-
diatamente. Sin embargo, se trata del número de Kinopravda más
denostado en su momento.
Los números quince y dieciséis del Kinopravda reúnen material
filmado durante varios meses: el primero en invierno, el segundo
en primavera; ambos tienen un carácter experimental.
El Kinopravda n.° 17 se estrenó el día de la inauguración de la Ex-
posición Agrícola de Rusia. No muestra tanto la Exposición como la
circulación sanguínea que suscitó la idea de la Exposición Agrícola.
Un gran paso une el campo y la ciudad: una pierna está hincada
en el centeno, entre las aldeas, mientras que la otra se posa en el
recinto de la Exposición.
En el Kinopravda n.° 18, la cámara parte de la Torre Eiffel de
París, atraviesa Moscú, y se detiene en la lejana fábrica de Nade-
jdinsk. Esta carrera hacia el corazón de la vida revolucionaria ha
ejercido una influencia prodigiosa sobre los espectadores sinceros.
Camaradas, no creáis que me estoy vanagloriando, pero algunas
personas han considerado útil advertirme de que, a partir del día
en que vieron el Kinopravda n.° 18, la realidad soviética se les ha
mostrado bajo una luz completamente nueva.
Dentro de un momento veréis el Kinopravda n.° 19. Es imposible
mostraros los demás, están completamente gastados.
No puedo exponer verbalmente el tema del último Kinopravda,
pues está hecho para ser visto. Sus múltiples hilos visuales ligan la
ciudad al campo, el Norte al Sur, el invierno al verano, las campe-
sinas a las obreras, que al final se reúnen en una sola familia, la
sorprendente familia de Vladimir Ilich Lenin. Se presenta a Lenin
vivo y a Lenin muerto. Superada la pena, la conciencia del deber
obligan a la mujer y a su hermana a proseguir su tarea con redo-
blada energía. Las campesinas trabajan, y las obreras, y también la
montadora que selecciona los negativos del Kinopravda...
Al mismo tiempo que han hecho aparecer el Kinopravda, los kinoks
han conquistado otro terreno que parece que no tenga ninguna relación
205
directa con nuestros objetivos, el terreno de las caricaturas y de la
publicidad cinematográfica. Motivos concretos nos han llevado a
aprender el manejo de esta arma.
Nos será útil en un momento determinado.
La próxima obra de los kinoks será un filme experimental que
realizamos sin guión, sin simulacro previo de guión.
Este intento es una operación de reconocimiento extremadamente
difícil y peligrosa para la cual no deberíamos haber partido desarma-
dos en el plano económico y en plano técnico. Pero no tenemos de-
recho a renunciar a la imposible oportunidad que se nos ha ofrecido.
Intentaremos aprehender la realidad con nuestras manos desnudas.
Camaradas, en un plazo breve, quizás antes incluso de la apa-
rición de nuestras próximas realizaciones, veréis en las pantallas
soviéticas una serie de sucedáneos, una serie de filmes imitación
de los kinoks. En unos, los actores representarán la vida auténtica
en las circunstancias adecuadas, en otros, unas personas auténticas
representarán los personajes dictados por un guión elaboradísimo.
Son las obras de los conciliadores, de los cine-mencheviques. Se pue-
den parecer a las nuestras tanto como un billete falso se parece a uno
auténtico, como las grandes muñecas mecánicas se parecen a los niños.
El incendio mundial del arte está cercano. Al presentir su muerte,
la gente de teatro, los artistas, los escritores, los coreógrafos y demás
jilgueros huyen, presos del pánico. En busca de un refugio, afluyen al
cine. El estudio cinematográfico es el último bastión del arte.
Es ahí que tarde o temprano acudirán los curanderos melenudos de
toda índole. El cine artístico recibirá prodigiosos refuerzos; no por ello se
salvará, sino que perecerá al mismo tiempo que su edificante cohorte.
Haremos explotar la torre de Babilonia del arte.
Estenograma abreviado del informe
de Vertov en la Conferencia de los
Kinoks el 9 de junio de 1924
206
arte de mostrar y de explicar la vida tal como es infinitamente por
encima de ese juego de muñecas, divertido en otros tiempos, que la
gente llama teatro, cine y otras cosas.
El mismo tema del debate de hoy, «El arte y la vida cotidiana»,
nos interesa menos, por ejemplo, que el tema «La vida cotidiana y
su organización», pues repito que es en este último terreno donde
trabajamos y donde consideramos justo trabajar.
Ver y oír la vida, anotar sus meandros y sus rodeos, sorprender
el crujido del viejo esqueleto de lo cotidiano bajo el rodillo com-
presor de la Revolución, seguir el crecimiento del joven organismo
soviético, fijar y organizar cada fenómeno vivo característico en
una suma, en un extracto, en una conclusión, es nuestra tarea más
inmediata.
Es una tarea de una importancia colosal y que está lejos de ser
únicamente experimental. Es una verificación general de toda nuestra
época de transición y al mismo tiempo una verificación en la base, en
las masas, de cada decreto o decisión en particular.
Es el termómetro o el aerómetro de nuestra realidad, y su
importancia es indiscutiblemente superior a los inventos de cual-
quier autor, literato o realizador.
Está claro que esta tarea supera las posibilidades de algunas
personas o incluso de varias docenas de personas. Es una tarea que
hay que afrontar a escala de todo el Estado soviético.
Toda una serie de trabajadores soviéticos y de permanentes del
Partido que, por el momento, contemplan sin convicción lo que se
denomina la cinematografía artística, deben dar la espalda a esta
actividad pueril y dedicar todas sus fuerzas, sus conocimientos y su
experiencia hacia la exploración y la verificación por la cámara de
nuestra realidad.
La red incesantemente creciente de corresponsales obreros
y campesinos constituye la garantía de que este trabajo será real y
no ilusorio, de que el campo de observación será suficientemente
amplio y profundo, de que la cámara podrá reflejar en la pantalla,
bajo una forma condensada, el estado de espíritu y la disposición
de las masas.
La sabia organización del material documental cinematográfico
permitirá crear unos filmes de propaganda que ejercerán una fuerte
presión, sin muecas de actores que aburren y dejan escéptico, sin
ficción sentimental-policíaca de tales o cuales autores inspirados.
207
En el programa de una sesión de cine, el drama artístico debe
ocupar el lugar que ocupan actualmente los noticiarios.
El resto del programa debe estar compuesto por los trabajos del
Cine-ojo en el terreno científico, educativo y de la vida cotidiana.
El cine-drama cosquillea los nervios. El Cine-ojo ayuda a ver.
El cine-drama vela los ojos y el cerebro con una almibarada
neblina. El Cine-ojo hace abrir los ojos, aclara la vista.
Con el cine-drama, se tiene el corazón en vilo. Con el Cine-ojo,
se recibe en la cara el fresco viento primaveral, el poderoso aire de
los campos y de los bosques, la inmensidad de la vida.
¿Pretenderán hacernos creer que, puesto que con la Nep los
tenderos son los mismos que con el Zar, y que sólo les falta el 10 %
para llegar al monopolio, nuestros filmes sólo deben diferenciarse
en un 10% de los filmes zaristas y extranjeros?
¿Pretenderán hacernos creer que, en nombre del beneficio,
estamos obligados a emborrachar al proletariado de cine-vodka
sazonado de polvo de propaganda a guisa de antídoto?
Se pueden soportar muchas cosas. Se pueden soportar incluso los
café-concierto de la Nep, si uno sabe donde va, si se percibe el objetivo,
por muy lejano que sea.
Se puede incluso soportar el drama artístico y sus creadores,
los grandes sacerdotes del arte, pero ni por un minuto, ni por un
segundo, se puede convertir esto en el objetivo esencial de la pro-
ducción cinematográfica soviética.
Estenograma abreviado de la intervención de D. Vertov
en el curso del debate «El arte y la vida cotidiana»
del 15 de julio de 1923 (Inédito)
208
En el terreno de la visión: los hechos reunidos por los kinoks-
observadores o cine-corresponsales obreros (se ruega no confundirlos
con los cine-corresponsales obreros encargados de las recensiones) son
organizados por los cine-montadores de acuerdo con las directivas del
Partido, difundidas en número máximo y presentadas por doquier.
El procedimiento de radio-transmisión de las imágenes, inventa-
do en nuestra época, podrá aproximarnos aún más a nuestro objetivo
esencial y más querido que es el de unir a todos los trabajadores dise-
minados a través del mundo por una misma e idéntica relación, una
misma e idéntica voluntad colectiva de lucha por el comunismo.
Ésta es la tarea que denominamos Cine-ojo. Se trata de descifrar
la vida como tal. Se trata de la influencia de los hechos sobre la
conciencia de los trabajadores.
Lo que nosotros denominamos radio-oreja, es decir, la organización
del mundo audible, tiene la misma función en el terreno del sonido.
Pero puesto que se trata de la influencia de los hechos y no de la
del juego, de las danzas y de los versos, prestamos muy poca atención
al llamado arte.
Sí camaradas, como muchos de vosotros saben, expulsamos el
arte a la periferia de nuestra conciencia.
Y esto es muy comprensible. Dado que colocamos la misma
vida en el centro de nuestra atención y de nuestro trabajo, y dado
que, al igual que vosotros, entendemos por fijación de la vida la
fijación del proceso histórico, permitid entonces que nosotros,
técnicos e ideólogos de este trabajo, basemos nuestra observación
en la estructura económica de la sociedad, que no está aislada de los
ojos del espectador por un telón perfumado de besos y de juegos de
manos constructivistas o no.
En lugar de los sucedáneos de la vida (representación teatral,
cine-drama, etc.) introducimos en la conciencia de los trabajadores
unos hechos (grandes o pequeños) cuidadosamente seleccionados,
fijados y organizados, tomados tanto de la vida de los trabajadores
como de la de sus enemigos de clase.
Establecer una relación de clase visual Cine-ojo y auditiva
radio-oreja entre los proletarios de todas las naciones y de todos
los países, a partir de la interpretación comunista del mundo, es
nuestra tarea.
Publicado en el diario Kino el 3 de febrero de 1925
Texto muy ligeramente abreviado
209
Kinopravda y Radiopravda
(A título de propuesta)
210
a) unos noticiarios en tres rollos del tipo Cine-ojo, por ejemplo
el Kinopravda leninista;
b) un filme caricatura en un rollo;
c) un filme científico en uno o dos rollos (o un filme de paisajes);
d) un cine-drama o un cine-cómico en dos rollos.
Al cuadro: 100%
cine artístico 95%
filmes científicos, educativos y de paisajes 5%
28
«El arte más importante de todos.»
211
hay que oponer el cuadro:
Cine-ojo (vida cotidiana) 100%
científico-educativo 75%
drama artístico 25%
212
En un futuro próximo, el hombre podrá transmitir simultánea-
mente por radio en el mundo entero los hechos visuales y sonoros
registrados por una radio-cámara.
Debemos prepararnos para poner estos inventos del mundo capi-
talista al servicio de su propia destrucción.
Y no nos prepararemos para ello con representaciones de óperas
y de dramas. Nos prepararemos intensamente dando a los proletarios
de todos los países la posibilidad de ver y oír el mundo entero bajo una
forma organizada, de verse, de oírse y de entenderse mutuamente.
Publicado en Pravda del 16 de julio de 1925
213
El camarada Fevralski tiene toda la razón cuando habla de la
urgencia de una centralización de todas las formas no teatrales, no
interpretadas, del filme.
El almacenamiento de los noticiarios, la producción de los
filmes científicos, la producción de las cine-revistas soviéticas,
la producción del Kinopravda, los estudios de dibujos animados,
la producción de los grandes filmes Cine-ojo, el nuevo montaje
y la adaptación de los filmes culturales extranjeros, y finalmente
la producción de filmes de gran espectáculo sin actores como La
sexta parle del mundo, deben concentrarse en un lugar único, en
lugar de estar desparramados (como ahora) en todas las seccio-
nes, en todos los locales del Goskino, del Sovkino, dispersados a
través de Moscú.
Todo filme sin actores debe estar en el mismo lugar que el cine-
laboratorio, con el depósito de los filmes sin actores.
Nuestro punto de vista es el siguiente:
Paralelamente a la cine-fábrica unificada de las muecas (re-
unión de todas las formas de trabajos cine-teatrales, de Sabinski290
a Eisenstein), hay que crear:
Una cine-fábrica de los hechos (Reunión de todas las formas de
trabajos Cine-ojo, de los noticiarios-relámpagos habituales a los
filmes científicos, de los Kinopravda con tema a las cine-incursiones
patético-revolucionarias).
Una vez más decimos que no queremos ni el FEKS (fábrica del ac-
tor excéntrico en Leningrado), ni la fábrica de atracciones de Eisenstein.
Tampoco queremos la fábrica de besos y arrullos (esta raza todavía no
se ha extinguido) y tampoco la fábrica de muerte (El Minarete de la
muerte, La Bahía de la muerte, La tragedia de Trípoli, etc.).
Queremos únicamente.
214
¡Tempestades de hechos!
Masa de hechos.
Huracanes de hechos.
Y pequeños hechos sueltos.
Contra la cine-brujería.
Contra la cine-mistificación.
215
CAPÍTULO II
Cine-ojo
217
En el opio eléctrico de las salas de cine, los proletarios más o me
nos hambrientos y los parados aflojaban sus puños de hierro y, sin
darse cuenta, se sometían a la influencia desmoralizadora del cine
de sus amos. Los teatros son caros, no tienen muchas localidades.
Y los amos obligan a la cámara a divulgar las realizaciones teatrales
en las que se ve como los burgueses aman, sufren, se ocupan de sus
obreros, donde se ve como esos seres superiores, esa aristocracia se
distingue de los seres inferiores (obreros, campesinos, etc.).
En la Rusia anterior a la Revolución, el cine de los patronos
cumplía el mismo papel. Después de la Revolución de Octubre, el
cine ha tenido la difícil tarea de adaptarse a la vida nueva: los
actores que representaban a los funcionarios de los zares se pusie
ron a representar obreros, las actrices que representaban damas de
la Corte hacen ahora muecas en el estilo soviético.
Pero muy pocos de nosotros nos hemos dado cuenta de que
todas estas muecas no han salido esencialmente de los límites de
la técnica y de la forma burguesa del teatro. Conocemos a mu-
chos adversarios del teatro contemporáneo que al mismo tiempo se
muestran fervientes partidarios del cine en su forma actual.
Son muy pocos los que ven claramente que el cine no teatral (con la
excepción de los noticiarios y de algunos filmes científicos) no existe.
Todas las representaciones teatrales y todos los filmes se cons
truyen exactamente de la misma manera: un dramaturgo o un
guionista, luego un director de escena o un realizador, luego unos
actores, unos ensayos, unos decorados y una representación ante
el público. Lo principal del teatro es la interpretación del actor, de
manera que cada filme construido sobre un guión y sobre la interpre-
tación del actor constituye una representación teatral; he ahí porque
no hay diferencia entre las realizaciones de los directores de matices
distintos.
Todo eso está ligado con el teatro en general y en concreto,
independientemente de la corriente y de la orientación, indepen-
dientemente de la actitud hacia el teatro como tal.
Todo eso no tiene nada que ver con lo que constituye la verdadera
vocación de la cámara, a saber: la exploración de los hechos vivos.
El Kinopravda ha hecho comprender claramente que se puede
trabajar fuera del teatro yendo al mismo paso que la revolución. El
Cine-ojo sigue siendo la obra de creación de un cine soviético Rojo
iniciado por el Kinopravda.
222
II. El trabajo del Cine-ojo
223
un representante de los kinoks no organizados y provisionalmente tres
representantes de los kinoks-productores.
En su trabajo práctico cotidiano, el Consejo del Cine-ojo se apoya
en el aparato técnico que constituye la célula de los kinoks rojos.
La célula de los kinoks rojos debe ser considerada como una fábrica
más donde la materia prima proporcionada por los kinoks-observadores
se transforma en cine-obras.
La célula de los kinoks rojos debe ser considerada igualmente
como un taller de enseñanza y de demostración gracias al cual los
círculos de pioneros y de komsomoles se entrenan en el trabajo de
producción.
Todos los círculos de kinoks-observadores estarán particular-
mente entrenados para producir las futuras series de Cine-ojo. Ellos
serán los autores-creadores de todas las cine-obras del futuro.
Pensamos que este paso de la creación por un solo autor o un
grupo de personas a la creación de masa llevará también a acelerar
el naufragio de la cinematografía artística burguesa y de sus atributos:
el actor gesticulante, la fábula-guion y los costosos juguetes que son
los decorados y el gran sacerdote-realizador.
224
8. En la vida, cada uno de nosotros va a lo suyo sin impedir
que los demás trabajen. El problema de los kinoks es filmarnos sin
impedirnos trabajar.
225
En todos los demás casos, ruédese sobre un tema o sobre
varios, se deben respetar todos los puntos, el montaje es ininte-
rrumpido, desde la primera observación hasta el filme definitivo.
224
No hemos entrado en el cine para atiborrar de cuentos a los
nepmans machos o hembras que se repantigan en los palcos de
nuestras mejores salas.
No derribamos el cine artístico para tranquilizar a las masas
trabajadoras con nuevos juguetes y divertir su conciencia.
Nos hemos puesto al servicio de una clase determinada, la clase
de los obreros y campesinos, que todavía no está engullida por la
telaraña dulzona del drama artístico.
Hemos venido a mostrar el mundo tal y como es y a desvelar a
los trabajadores la estructura burguesa del mundo.
Queremos dar a los trabajadores una conciencia clara de los fenó-
menos que les interesan y que les rodean. Queremos dar a cada traba-
jador en su arado o en su mesa de taller la posibilidad de ver a todos
sus hermanos que trabajan al mismo tiempo que él en los diferentes
puntos del mundo, y de ver también a sus enemigos, los explotadores.
Damos nuestros primeros pasos en el terreno del cine y por este
motivo nos llamamos los kinoks. El cine actual, concebido como
una actividad comercial, así como el cine concebido como un
sector del arte, no tienen nada en común con nuestro trabajo.
Tampoco en el terreno de la técnica, tenemos gran cosa que ver
con lo que se llama el cine artístico, pues la ejecución de las tareas que
nos hemos impuesto exige una concepción distinta de la técnica.
No tenemos ninguna necesidad de inmensos estudios, de deco-
rados grandiosos, así como tampoco de realizadores grandiosos, de
grandes artistas y de mujeres fotogénicas sensacionales.
225
Sólo enseñamos nuestros procedimientos de cine-trabajo a
los komsomoles y a los pioneros, depositando de este modo nues-
tro saber y nuestra experiencia técnica en las manos seguras de la
juventud obrera ascendiente.
No nos asusta asegurar a los realizadores respetables y a los no
respetables que la cine-revolución no ha hecho más que empezar.
Aguantaremos hasta el final, no abandonaremos ninguna de
nuestras posiciones hasta que el relevo de acero de la juventud no haya
ocupado su lugar, y entonces, pasando por encima de la cabeza del
cine artístico burgués, caminaremos todos juntos hacia el cine de la
Unión Soviética, hacia el cine universal, caminaremos hacia Octubre.
226
Como modelo de montaje de un instante limitado en el tiempo y
en el espacio, puedo citar el envío de los colores el día de la apertura
del campo.
Cincuenta y tres planos pegados entre sí ocupan una longitud
de diecisiete metros. Pese a la sucesión rapidísima de temas en
la pantalla (cada tema no dura más de un cuarto de segundo), la
presentación de este fragmento se percibe convenientemente y no
cansa la vista (comprobado en un espectador obrero).
Los defectos de la primera serie del Cine-ojo.
El defecto principal es la longitud excesiva del filme.
No hay que olvidar que en sus principios los filmes artísticos no
tenían más de uno o dos actos, y que su longitud fue aumentando
progresivamente.
El terreno del Cine-ojo es un terreno nuevo, y hay que aumentar
prudentemente la porción ofrecida al espectador para no cansarle y
lanzarle a los brazos del drama artístico.
Con la idea de abrir una brecha en las grandes salas de cine, nos
hemos sometido a la exigencia de ofrecer un filme en seis actos y... he-
mos cometido un error que debemos reconocer. En el futuro habrá de
corregir este error y hacer cortometrajes de diferentes tipos que se pue-
dan mostrar separadamente o agrupados en programa, según convenga.
También se puede considerar un defecto la excesiva envergadura de la
primera serie, el número demasiado grande de temas entrecruzados en
detrimento de la profundización de cada uno de ellos.
Esta manera de proceder en la primera serie no se debe al azar,
nos ha sido dictada en parte por la intención que teníamos de pre-
sentar una amplia exploración y, con las próximas series, penetrar
más profundamente en la vida a partir de esta exploración. Esta
manera de proceder también se hizo inevitable, en parte, por el he-
cho de que llegar al final de cada uno de los temas del Cine-ojo iba
a llevar mucho tiempo, muchas iluminaciones artificiales, y a rodar
muchos dibujos animados.
El gasto de tiempo provocaba un gran gasto de dinero, la ilumi-
nación artificial era muy deficiente y la mesa de animación estaba
siempre tan ocupada que tuvimos que contentarnos con una
caricatura de diez metros y una decena de rótulos luminosos.
Cito solamente estos defectos, y no niego que tuviera otros, pero
precisamente de estas insuficiencias y de estos errores hay que partir
de entrada y hay que sacar conclusiones para nuestro trabajo futuro.
227
Lo que hemos perdido y lo que hemos ganado sacando la primera serie.
Hemos perdido temporalmente algunas posiciones en el terreno
de la organización y de la técnica. Nuestras reuniones comunes se
han hecho más espaciadas y algunos miembros del grupo casi han
dejado el trabajo y se han desmoralizado; la dirección central se ha
debilitado y el eje de la organización de todo el asunto se ha torcido en
cierta manera.
Estas pérdidas organizativas han sido casi todas compensadas
actualmente.
La posición técnica más importante que nos hemos visto
obligados a descuidar provisionalmente es el rodaje de dibujos
animados (filmación de cada imagen por separado). Hace tiem-
po que nos ocupamos de la animación, comenzamos con los pri-
meros números del Kinopravda, porque consideramos que es un
arma esencial en la lucha contra el cine artístico.
Para adiestrarnos, hemos filmado por este procedimiento
diferentes cosas, necesarias o no, tales como rótulos luminosos,
mapas, boletines, caricaturas, anuncios, cuadros, etc.
No hemos dejado de declarar en las asambleas y en la prensa que
lo que hacíamos en este terreno sólo servía para adiestrarnos y prepa-
rarnos para una empresa seria indispensable en otra materia.
Cuando los kinoks pasaban las noches en blanco filmando
caricaturas, dibujos humorísticos, etc., en condiciones extrema-
damente penosas, tenían que aferrarse a la esperanza de que ya
no habría que aguardar mucho, de que muy pronto el verdadero
trabajo de animación entraría en los planes de los kinoks.
Hemos preparado obstinadamente la unión de los noticiarios y
del filme científico, y el dibujo animado es un procedimiento que en
dicho caso debe desempeñar un papel decisivo. «Dibujos en mo-
vimiento, croquis en movimiento, la Teoría de la Relatividad en la
pantalla», era la directiva dada en el primer manifiesto de los kinoks
redactado a finales de 1919, antes incluso de que se presentara en el
extranjero el filme La Teoría de la Relatividad de Einstein.
Debido a que nosotros estábamos acaparados por el trabajo so-
bre la primera serie del Cine-ojo, ocurrió que nuestro primer filme
científico, El aborto, en el que el kinok Beliakov tuvo una impor-
tante participación, no estuviera ligado al material documental que
figuraba en nuestro plan sino a una mediocre historia de amor de
segunda clase.
228
Como era de esperar, la unión del cine científico y del drama no se
produjo.
El material dramático adquiere un aire triste y pálido junto a las
tomas científicas. El mismo carácter científico del filme parece dudoso
debido a esta vecindad artística.
Es evidente que si no hubiera habido el trabajo sobre el Cine-ojo,
no habríamos perdido esta oportunidad y habríamos aprovechado
una ocasión magnífica para crear un filme sano, interesante, y de un
buen nivel cultural.
Está claro que no cederemos la posición que hemos conquistado.
Sea mediante un acuerdo con la sección de filmes científicos cons-
tituida a partir de nuestra base técnica, o recomenzando todo de cero,
continuaremos este trabajo.
El Kinopravda y los cine-calendarios han sufrido un poco, pero
también ahí hemos reducido nuestras pérdidas en un 80 %.
El mundo del cine comercial ha acogido con hostilidad la pri-
mera serie del Cine-ojo, para gran alegría de los realizadores, los
actores y toda la casta de los cine-gran sacerdotes. Las grandes salas
de cine ni siquiera han entreabierto sus puertas a esa cosa infame.
Pero la popularidad de la consigna Cine-ojo sigue aumentando. Una
gran cantidad de artículos dedicados a la primera serie se ha abierto
paso en toda la prensa comunista, soviética, teatral y cinematográfica.
Se ven aparecer círculos Cine-ojo, etc.
Cada día, al salir de una sala de cine después de haber visto un filme
artístico, hay alguien que por primera vez escupe de asco y piensa de
nuevo en el Cine-ojo.
A medida que la consigna Cine-ojo se propaga, la popularidad
de esta apelación aumenta.
Los corresponsales obreros de diferentes órganos de prensa
describen los hechos de la vida cotidiana y firman el Cine-ojo, en
Jaroslav se ha inaugurado una sala de cine con el nombre de Cine-
ojo, en Moscú se ha visto aparecer en unos anuncios un Cine-ojo en
una cara de pavo, las noticias y las caricaturas sobre el Cine-ojo se
han convertido en cosas corrientes...
Pero si se puede perdonar al corresponsal obrero del diario
Komar30 que haya calificado de Cine-ojo las pequeñas escenas que
ha observado a escondidas, no se le puede perdonar, al contrario,
229
a la sala Cine-ojo que no haya celebrado su inauguración con
la proyección de la primera serie del Cine-ojo sino con La Tumba
india o algo parecido.
Aunque nos haya arrancado del trabajo de organización y nos
haya privado de algunas posiciones técnicas, el rodaje de la primera
serie del Cine-ojo ha enriquecido nuestros conocimientos y nuestra
experiencia.
En el curso de este trabajo nos hemos puesto a prueba a noso-
tros mismos. Hemos visto más clara y concretamente cuales serán
nuestras próximas tareas.
Hemos visto más de cerca las dificultades con que nos enfren-
tábamos, y pese a que no las hayamos superado completamente,
ahora conocemos e imaginamos la manera de acabar con ellas. En
este combate hemos aprendido mucho y la lección no caerá en saco
roto.
Hemos dejado de ser solamente unos experimentadores, ya
asumimos nuestras responsabilidades ante la persona del espectador
proletario y, frente a los comerciantes y a los especialistas que nos
boicotean y nos persiguen, cerramos nuestras filas en espera de un
rudo combate.
Publicado en la colección Por los caminos
del arte, edición del Proletkult, Moscú 1926.
Texto ligeramente abreviado
230
CAPÍTULO III
Del Cine-ojo al Radio-ojo
(extracto del abc de los kinoks)
231
* * *
* * *
* * *
232
* * *
* * *
* * *
* * *
II
233
* * *
* * *
* * *
* * *
* * *
234
procesos de la vida en un orden temporal inaccesible al ojo humano,
en una velocidad temporal inaccesible al ojo humano.
* * *
* * *
* * *
III
235
* * *
* * *
236
yo monto cuando observo para mi tema (efectuar la elección útil
filtre las mil observaciones sobre el tema),
yo monto cuando establezco el orden de paso de la película
filmada sobre el tema (decidirse, entre mil asociaciones posibles
de imágenes, sobre la más racional teniendo en cuenta tanto las
propiedades de los documentos filmados come los imperativos del
tema en cuestión).
* * *
237
* * *
Esta teoría de los intervalos había sido presentada por los kinoks
en la variante del manifiesto «Nosotros» redactada en 1919.
* * *
238
CAPÍTULO IV
La Radio-ojo
239
Las últimas invenciones técnicas realizadas en este terreno
ponen en manos de los partidarios y trabajadores del cine-graba-
ción documental sonoro un arma de gran fuerza en su lucha por
un Octubre sin actores.
1929
240
Después de muchos esfuerzos, obtuve finalmente la posibili-
dad de rodar el filme Cine-ojo (o La vida de repente). En un prin-
cipio se había pensado realizar las seis series a la vez. Pensábamos
acumular el material para el filme en un largo período y sobre
varios temas a un tiempo. No se trataba de poner en escena las
situaciones necesarias. Basándonos en nuestra orientación fun-
damental, queríamos filmar todas las escenas sin preparación. En
cierta manera, el material estaba acumulado en pilas verticales
que más tarde nos proponíamos reunir en diferentes filmes. Pero
se produjo lo imprevisible... Cuando habíamos filmado una par-
te del material, cambió la Dirección. Nos vimos obligados a pa-
rar el trabajo. Tuvimos que trabajar con el material que habíamos
filmado para las diferentes series y reunirlo no verticalmente sino
horizontalmente. En aquella época, ya había adquirido la sufi-
ciente destreza en la organización del material como para salir
victorioso de la situación. Eso explica que algunos críticos hayan
afirmado que los temas abarcados eran demasiado numerosos y
que ninguno de ellos había sido tratado a fondo.
La vida de repente se consideró como «la primera exploración
de la cámara» en la vida real. Para ese filme se recurrió de hecho a
todos los procedimientos técnicos prescritos por el manifiesto del
filme sin actores y que posteriormente perfeccionamos. Partiendo
de los principios del Cine-ojo, mostré la vida como es desde el punto
de vista del ojo armado que ve mejor que el ojo humano. Consideramos
que había que utilizar todas las posibilidades de la cámara para pre-
sentar con más agudeza la vida que se desarrolla cerca de nosotros,
presentarla bajo unos ángulos desde los cuales nunca había sido
vista. Hay que reconocer que el tema de El hombre de la cámara ya
estaba allí esbozado, con la diferencia de que la cámara no aparecía
en la pantalla. Los rótulos, las cabeceras de capítulo y los subtítulos
destacaban incesantemente lo que desde el punto de vista del Cine-
ojo era visible de tal o cual manera. Hubieron algunas proyecciones
y se expresaron algunas opiniones. Luego el filme desapareció de la
circulación y no ha sido distribuido.
Nuestro siguiente trabajo fue El Kinopravda leninista. Se tra-
taba de unos noticiarios centrados sobre un solo personaje. Este
personaje era Lenin. Era un largometraje, más de mil cien metros,
y Lenin aparecía en él constantemente, de pies a cabeza, en todos
los rollos; hasta los rótulos eran documentos, es decir, textos de
241
Lenin. Fue la primera experiencia de noticiarios dedicada a un
solo personaje.
Durante año y medio se nos negó cualquier posibilidad de
trabajo. La única manera de obtener trabajo era recibir un en-
cargo y que el propio cliente pusiera como condición que el filme
fuera realizado por el grupo del Cine-ojo. Es lo que se consiguió
hacer con el Soviet de Moscú y el Gostorg. 31 Fue así como nacie-
ron ¡Adelante, Soviet! y La sexta parte del mundo. En el prime-
ro, la misión del plan primitivo era filmar los servicios del Soviet
de Moscú. Yo sabía perfectamente que al Soviet de Moscú no le
gustaría, pero no podía desaprovechar esta ocasión y amplié mi
programa y traté el tema: ¡Adelante, Soviet!, el país de los Soviets
camina hacia el socialismo.
Actué de igual manera con el Gostorg. Mi tarea consistía en
hacer correr mi cámara de una punta a otra de la red de servicios
del Gostorg. Convertí eso en La sexta parte del mundo opuesta al
cerco capitalista. En esta ocasión, conseguimos abarcar el inmenso
espacio de nuestro país, de Nueva Zembla al Turkestán.
El centro de gravedad de estos filmes consistía en reunir los
diferentes aspectos de la vida, en captar para el Cine-ojo los espa-
cios más vastos posibles. Fue así particularmente como el tema del
export-import se amplió y se convirtió en el tema de la liberación
del capital extranjero.
Me quedé otra vez sin trabajo durante unos meses, no sabía que
hacer y finalmente decidí irme a Ucrania. Cuando propuse realizar
El hombre de la cámara, me contestaron que primero tenía que hacer
un filme para el aniversario de la Revolución y que luego me darían
la posibilidad de realizar el otro. Fue así cómo hice El undécimo año.
Desde el punto de vista del lenguaje cinematográfico considero este
filme superior a todos los filmes Cine-ojo anteriores. Los rótulos no
tenían ninguna importancia en la concepción. Al principio no exis-
tían, luego se incluyeron, pero eso no tuvo absolutamente ninguna
influencia sobre el partido cinematográfico adoptado.
Mi último filme, El hombre de la cámara. Es un intento para
presentar los hechos en un lenguaje cien por cien cinematográfico.
En este filme, rechazamos totalmente los procedimientos del teatro
y de la literatura.
242
...En los primeros años, nos hemos encontrado en unas
condiciones de trabajo extremadamente penosas. Filmábamos
sobre mala película pasada de fecha, casi sin instalaciones ni
laboratorio, utilizábamos viejas latas de leche condensada. Kaufman
adoraba esta leche y hacía un doble uso de las latas. Primero se
bebía la leche, luego con las latas vacías fabricaba cualquier cosa,
una ampliadora o un diafragma americano. Recuerdo que estas
latas servían para todo. Cuando rodamos ahora, recordamos riendo
cómo realizábamos nuestras primeras caricaturas. Por ejemplo, para
rodar Hoy, extendimos un mapa por el suelo sobre el que Beliakov
se estiraba para dibujar; encima, Kaufman estaba enganchado al
techo pues era imposible filmar desde más cerca. Y de esta manera,
durante tres días y tres noches sin interrupción, filmamos nuestro
primer dibujo animado satírico. Se escribía el guión sobre la marcha,
se dibujaba sobre la marcha y se rodaba sobre la marcha.
Durante la Guerra Civil, nos llegamos a encontrar en trenes
incendiados, en zonas infestadas de bandidos, y filmábamos en el
tren en llamas. Nos mezclábamos con una columna de soldados,
con una granada en la mano, y un día llegamos a ametrallar a nues-
tra caballería que venía a ayudarnos. Aventuras de esta clase fueron
frecuentes. Un día nos sucedió una historia curiosa: un tren blindado
fue asaltado y saqueado dos horas después de que lo hubiéramos
abandonado.
Si cuento todo eso, es para dar una idea de nuestras condiciones
de trabajo.
Si todas nuestras fuerzas hubieran sido movilizadas a fondo
para filmar la Guerra Civil, quizás no tendríamos ahora unos fil-
mes tan inútiles y tan absolutamente parecidos. Desgraciadamen-
te, entonces se nos consideraba unos locos y el trabajo nunca estuvo
bien organizado. Cada jefe militar estimaba indispensable tener un
operador a su lado para ser filmado mientras hablaba o pronuncia-
ba un discurso en tal o cual lugar.
[...] Hace varios años que planteamos el problema de la radio-oreja
y de la Radio-ojo y nos anticipamos ampliamente a la aparición del
cine sonoro.
Es un problema muy grande y muy particular sobre el que se es-
cribirá y se hablará mucho y que de momento sólo quiero insinuar.
En el filme mudo El undécimo año ya nos ocupamos de un
montaje relacionado con los sonidos. Recuerden el estruendo de
243
las máquinas y el silencio absoluto que le sigue. Al principio se oye
el martilleo de las hachas y de los martillos, el chirrido agudo de las
sierras, luego todo se para y, en un silencio mortal, comienza a latir
el corazón de la máquina. Los rótulos incluidos en estos fragmentos
no son más que textos explicativos para que el público no entienda
al revés. Recuerden también cómo mostramos la roca con dos mil
años de antigüedad y el esqueleto del escita. El agua está absoluta-
mente inmóvil, todo desértico en torno, luego el sonido comienza a
subir: los martillos comienzan a golpear cada vez más fuerte, luego
se oyen los golpes de un gran martillo y finalmente, en el momento
en que el hombre se yergue y golpea contra la roca, damos un
potente eco acústico. Cuando lleguemos a la Radio-ojo, todos estos
ruidos impresionantes resonarán en la pantalla.
Digamos ahora algunas palabras sobre la utilidad del montaje.
Lo útil debe coincidir con lo bello. Considerad, por ejemplo, el
automóvil que debe correr a tantos kilómetros por hora y que, para
ello, posee la forma de cigarro. Es la utilidad misma, es la belleza
misma. Consideramos que no hay que pensar exclusivamente en
la belleza de tal o cual imagen. Tenemos que basarnos fundamen-
talmente en unas consideraciones de utilidad. Eso significa que el
ángulo desde el cual filmear es aquel desde el que se verá mejor.
Muchas veces este ángulo útil es un ángulo nuevo en nuestra visión,
un ángulo desde el cual aún no estamos acostumbrados a ver esta o
aquella cosa. Pero tan pronto como este ángulo se convierte en un
tópico que se repite, deja de ser útil, es decir, revelador.
Nuestro montaje pasa por toda una serie de estadios. Comienza
por una observación centrada en un tema determinado. Este tema
reúne tal o cual cantidad de hechos en tal o cual lugar. Y este pri-
mer montaje se hace sin poseer otra cosa que el proyecto, el tema.
Durante el reconocimiento, se comprueban las ideas y entre todo
lo que se ha visto se elige lo que ofrece más valor y más interés. El
segundo estadio del montaje se efectúa al llegar al emplazamiento
con la cámara. Entonces ya no se aborda el medio ambiente desde
el punto de vista del ojo humano, sino desde el punto de vista del
Cine-ojo y se efectúa una primera corrección en relación a lo que
se vio la primera vez. Se hace una segunda corrección para tener
en cuenta los cambios que se han producido en el lugar elegido.
Una vez que se ha filmado todo el material, se efectúa una terce-
ra corrección, eligiendo las imágenes más útiles, las imágenes que
244
corresponden más exactamente al tema. Después de esto, se pasa
al cuarto estadio, a la organización del material seleccionado. Los
fragmentos filmados se disponen de acuerdo con su encadenamiento
lógico. Se procura que este encadenamiento lógico coincida con el
encadenamiento visual. Se deja a un lado el resto.
¿Existe una fórmula específica de montaje?
Se han hecho muchos intentos en este sentido. Y hay que decir
que se han obtenido algunos éxitos en la materia. Existen tablas de
montaje que contienen cálculos parecidos a un sistema de notación
musical, un estudio de ritmos y de intervalos, etc. Yo mismo es-
toy escribiendo ahora un libro que dará toda una serie de ejemplos
y que extraerá las conclusiones de estas fórmulas. Pero es muy
peligroso publicarlo, porque si se utilizan los mismos métodos en
todas partes se llegará a resultados absurdos.
No es difícil dar una fórmula. Lo que es difícil es decir dónde y
a qué debe aplicarse.
245
En conclusión, me detendré brevemente sobre el problema de
nuestra toma de posición contra el cine con actores.
No sé quién está contra quién. Es difícil luchar contra el cine
con actores. Representa el 98% de la producción mundial. Nosotros
nos limitamos a considerar que lo esencial del cine es fijar los
documentos y los hechos, fijar la vida y los procesos históricos. El
cine con actores toma el relevo del teatro, es teatro restaurado. Existe
también una corriente conciliadora que es partidaria de la fusión,
de la mezcla de los dos géneros.
Nosotros protestamos contra todo eso.
Estenograma abreviado de una intervención de
D. Vertov con fecha de 21 de febrero de 1929
(Inédito)
246
base de la proporción leninista, los numerosos artículos que
liemos escrito en Pravda, en Kino, en diferentes antologías (del Pro
letkult, etc.) al mismo tiempo que nuestra actividad práctica (cen .1
de ciento cincuenta documentales de todas las clases, longitudes
y formas) han incesantemente mejorado, concretado, depurado de
errores e imprecisiones nuestra declaración que, a partir de 1924-
1925, se ampliaba en un programa de ofensiva completa y ejercía
una influencia considerable no sólo sobre el cine-documental sino
también sobre el cine con actores.
Nosotros, kinoks, hemos decidido llamar cine auténtico, al cien
por cien, a un cine construido a partir de una organización de los
materiales documentales fijados por la cámara.
En cuanto al cine basado en la organización de los materiales
proporcionados por el trabajo de los actores y fijados por la cámara,
hemos decidido considerarlo como un fenómeno de orden
secundario, teatral.
Reconocemos que en el curso de nuestra lucha contra las pom-
posas subdivisiones de los partidarios del cine con actores (arte-no
arte, filme artístico-filme no artístico) hemos puesto estas expresio-
nes entre comillas y nos hemos reído del llamado arte, del llamado
filme artístico.
Esto no contradecía en modo alguno el aprecio que sentimos
hacia algunas muestras (para ser sinceros muy escasas) del filme
de actores. Está claro que no decíamos: es un buen filme en general.
Siempre precisábamos: un buen filme de actores, un buen filme
interpretado.
Reconocemos que en el curso de nuestra lucha por el derecho
al progreso y al desarrollo del filme documental, no nos hemos am-
parado detrás de conceptos ampliamente extendidos pero diversa-
mente interpretados como arte y artístico. Al contrario, en aquel
momento hemos destacado viva y obstinadamente el carácter
inventivo, patético-revolucionario (por su forma y su contenido) de
los filmes documentales realizados por los kinoks. Hemos presen-
tado estos filmes documentales como la epopeya de los hechos, el
entusiasmo de los hechos. Hemos respondido a los ataques de los
críticos diciendo que el filme documental del Cine-ojo no es
únicamente un atestado documental, sino más bien un faro revo-
lucionario que se alza sobre el fondo de los tópicos teatrales de la
producción cinematográfica mundial.
247
Todavía hoy, consideramos que el método del filme documental
es el método fundamental del cine proletario, la fijación de los
documentos proporcionados por nuestra ofensiva socialista, nues-
tro plan quinquenal, que constituye la tarea fundamental del cine
soviético.
Eso no significa en absoluto que el teatro, o el cine con actores
próximos a este último, queden dispensados en alguna medida de
participar en los combates por el socialismo. Al contrario, cuanto
antes el cine teatral con actores vuelva la espalda a la falsificación de
la realidad, a la imitación estéril del filme documental, para entrar
en un juego franco al cien por cien, más honestas y poderosas serán
sus acciones sobre el frente socialista.
PREGUNTA: ¿Filmes como El hombre de la cámara responden,
en su opinión, a los imperativos políticos planteados a la cinemato-
grafía revolucionaria?
RESPUESTA: Ningún filme documental o con actores ha
respondido enteramente todavía a estos imperativos políticos. El
hombre de la cámara, aparecido en un período de crisis del cine
(crisis no temática, pues habían temas de sobra, sino más bien
crisis de los medios de expresión), aparecido en calidad de filme
con un destino especial, que tendía a rellenar un vacío en el sector
del cine-lenguaje, a animar el cine de madera, no pretende reem-
plazar o sustituir nuestras restantes realizaciones. La suma total de
estos filmes ni siquiera pretenderá haber respondido (o responder)
enteramente y en el tiempo debido a la suma de los imperativos
políticos que el Partido debía plantear y ha planteado a la cinema-
tografía revolucionaria.
Hay que triplicar la energía, reorganizar la producción cinema-
tográfica y los circuitos de distribución de acuerdo con la propor-
ción leninista, montar fábricas de filmes documentales, repartir el
personal de producción en el conjunto del frente del plan quinque-
nal. El método de la emulación socialista ayudará a los realizadores
de documentales a intentar una realización mejor y más completa
de los imperativos políticos del Partido.
Ocurre lo mismo con el cine sonoro (contesto a una pregunta
referente al cine documental sonoro). En su tiempo, la Radio-ojo ha-
bía previsto la proporción leninista en sus programas de radio-teatro.
En lo que se refiere a la función del sonido en el filme docu-
mental, seguimos en nuestras antiguas posiciones. Consideramos
248
la Radio-ojo como una de las armas más poderosas puestas en
manos del proletariado, como una posibilidad ofrecida a los pro-
letarios de todas las naciones y de todos los países de oírse y verse
de manera organizada, como una posibilidad no limitada por el
espacio de realizar la agitación y la propaganda por medio de los
hechos, como una posibilidad de oponer los radio-documentos
que relatan nuestra edificación socialista a los documentos de
opresión y de explotación, a los radio-documentos del mundo
capitalista.
Las declaraciones sobre la necesidad de una no concordancia
de las situaciones visibles y audibles, así como sobre la necesidad
de hacer únicamente filmes con ruidos o hablados, no valen,
perdonen la expresión, un rábano. Tanto en el cine sonoro como en
el cine mudo, sólo distinguimos rigurosamente dos clases de filmes:
los documentales (con unos diálogos, unos ruidos auténticos, etc.)
y los filmes con actores (con unos diálogos, unos ruidos artificiales,
fabricados especialmente para el rodaje, etc.).
La concordancia o la no concordancia de lo visible y de lo audible
no es obligatoria en absoluto ni para los documentales, ni para los
filmes con actores. Tanto las imágenes sonoras como las imágenes
mudas se montan según principios idénticos; su montaje puede
hacerlas concordar o no concordar, o incluso mezclarlas en diver-
sas asociaciones necesarias. Es absolutamente imprescindible des-
cartar la confusión estúpida que consiste en subdividir los filmes en
filmes hablados, con ruidos o sonoros.
PREGUNTA: ¿ Tiene intención de modificar su método y su po-
sición general en materia de cine en función de las nuevas tareas
promovidas por la época de la reconstrucción socialista?
RESPUESTA: El método del filme documental, el del Cine-ojo
y de la Radio-ojo puesto al mundo por la Revolución de Octubre,
formado en los frentes de la Guerra Civil y de la edificación socia-
lista, no podrá dejar de desarrollarse en la época de la construcción
socialista, cuando para realizar la proporción leninista en el progra-
ma de los cines las fábricas de filmes documentales brotarán del
suelo, cuando los equipos de filmeación que rivalizan en el plan
documental se multiplicarán y se forjarán en sus incesantes combates
por el socialismo.
1930
249
Examinemos el primer filme sonoro:
La Sinfonía del Donbass
(Ucrania-filme)
(El autor habla de su filme)
250
El tercer grupo de obstáculos ha surgido como consecuencia
de nuestra firme decisión de abandonar las orillas de la estación de
grabación sonora y de partir hacia el Donbass. La fabricación ur-
gente de una instalación móvil de toma de sonido ha sido puesta en
el orden del día. Los camaradas Timartsev, Tchibissov, Kharitonov
y Moltchanov, colaboradores del laboratorio del profesor Chorin,
han trabajado día y noche para montar la instalación. A lo largo
de abril hemos efectuado los primeros ensayos de rodaje. Después
liemos filmado el Primero de Mayo, el puerto de Leningrado y
finalmente, después de haber efectuado algunas correcciones en el
aparato, hemos ido a Kharkov para filmar el undécimo Congreso
del Partido de Ucrania. Después de la filmación del congreso, el
aparato ha sido retocado otra vez y nos hemos ido al Donbass.
Al superar este tercer grupo de dificultades (experiencias con
una instalación móvil), hemos abierto de par en par las puertas que
en marzo entreabrimos en el campo de los noticiarios y del filme
documental sonoro. Al desempeñar el papel de rompehielos a la ca-
beza de la columna de los noticiarios sonoros, el filme Entusiasmo
ha tenido una importancia particular.
El viaje al Donbass hizo aparecer un cuarto grupo de obstá-
culos. Partimos al asalto de los sonidos del Donbass disponiendo
del limitado plazo de un mes. Sin el menor medio de transporte.
Nos desplazábamos arrastrando con nosotros más de una tone-
lada de equipaje, como quien dice con nuestras propias manos.
Totalmente privados de laboratorio y de instalación de repro-
ducción. Sin posibilidad de oír lo que se había grabado y de con-
trolar nuestro trabajo y el de los aparatos. En unas condiciones
que hacían que la excepcional tensión nerviosa de los miembros
del grupo fuera acompañada de un trabajo no sólo cerebral sino
también muscular, obligados como estábamos a desplazar ince-
santemente el material de rodaje de un lugar a otro.
Pasamos este mes decisivo de rodaje sonoro en un ambiente de
ruidos y zumbidos, en medio del hierro y del fuego, en unos talleres
llenos de un estruendo trepidante. Al descender a las minas, en las
profundidades de la tierra, al filmar desde el techo de trenes lanza-
dos a toda velocidad, acabamos definitivamente con la inmovilidad
del aparato de toma de sonido y, por vez primera en el mundo, fi-
jamos de manera documental los principales ruidos de una región
industrial (ruidos de minas, de fábricas, de trenes, etc.). Éste es el
251
aspecto del particular valor de Entusiasmo, filme documental, vi-
sual y sonoro.
Antes de pasar al montaje, era necesario establecer el balance
del trabajo de filmación. Al hacerlo, nos enfrentamos a un nuevo
grupo de complicaciones. El laboratorio de Kiev tenía que efectuar
el trabajo preparatorio de revelar y positivar el material fotografiado.
Había que organizar las cosas de tal manera que los errores de
reproducción no fueran imputables al laboratorio, que los errores
del laboratorio no fuera imputados al rodaje, que los errores de
rodaje no fueran imputados a la reproducción. Y viceversa.
Finalmente, cuando hubimos superado este grupo de complica-
ciones y establecido el balance, se descubrió que una parte del mate-
rial registrado en el Donbass (episodio del trabajo social y del servicio
cultural de los obreros, entrega de recompensas a los trabajadores de
choque, etc.) era inservible por razones técnicas (vibración excesiva).
Estos fallos nos obligaron a modificar en cierta medida el plan de
montaje. Lo corregimos sobre la marcha, comenzamos a organizar
los documentos visuales y sonoros grabados.
No teníamos a nuestra disposición ni mesa de montaje sono-
ro, ni el menor dispositivo que permitiera organizar el cine-material
sonoro y visual. Trabajamos prudentemente, obstinadamente,
lentamente. Fueron cincuenta días y cincuenta noches de tensión
máxima. Pero no por ello seguimos la línea de menor dificultad, no
aprovechamos el hecho favorable de que en el Donbass disponía-
mos de una instalación móvil y que por consiguiente la mayoría de
los sonidos estaban registrados en la misma banda que la imagen.
No nos limitamos simplemente a hacer coincidir la imagen con el
sonido, y seguimos la línea que, en nuestra situación, era la de la
máxima dificultad la de las interacciones complejas del sonido y la
imagen.
Es ahí donde reside el quinto aspecto excepcional de Entusiasmo.
He aquí, finalmente, la observación más importante.
Cuando, en Entusiasmo, los sonidos industriales de la Gran
Forja de la Unión Soviética llegan a la plaza, invaden la calle y
acompañan con su música mecánica las gigantescas manifestaciones
organizadas con ocasión de las fiestas;
cuando, por otra parte, los sonidos de las bandas militares, los cla-
mores de las manifestaciones, las banderas y los trofeos, las estrellas
rojas, las aclamaciones, las consignas de combate, los discursos de los
252
oradores, etc., se funden con el sonido de las máquinas, el sonido de los
talleres en emulación;
cuando el trabajo para suprimir la brecha en el Donbass se
desarrolla ante nosotros como un sábado comunista32 ininterrumpido,
como unas jornadas de la industrialización, como una cruzada bajo
el signo de la estrella roja, bajo el signo de la bandera roja;
no debemos ver eso como un defecto sino como una experiencia
seria y con futuro.
Concluiré con unas informaciones de orden cronológico.
El rodaje de Entusiasmo se terminó hace más de seis meses.
Salido de la fábrica en 1930, para las fiestas de Octubre, espera su
publicación (su estreno en la pantalla). Espera un análisis serio de
sus cualidades y de sus defectos. Espera que se le dé una aprecia-
ción rigurosa pero no absoluta, no una apreciación de tipo general
(fuera del tiempo y del espacio), sino en relación a la etapa actual
del desarrollo del cine sonoro.
Publicado en el diario Sovietskoe Isskustvo
—El Arte soviético— el 17 de febrero de 1931
(Ligeramente abreviado)
Primeros pasos
253
La puesta en marcha de Entusiasmo fue precedida de la teoría
del concierto de maullidos de Hipólito Sokolov33 y de la negación
por las autoridades de aquí y del extranjero hasta de la posibilidad
de grabar los sonidos documentales. Fue precedida de la negación
de la posibilidad de producir filmes de actualidades sonoros sin
actores. La realización de Entusiasmo y sus resultados han signifi-
cado en cierta manera la negación de esta negación. Entusiasmo no
sólo ha refutado decididamente la teoría del concierto de maullidos
y las demás teorías antinoticiarios, sino que ha abierto de par en par
la puerta a la producción de noticiarios sonoros, a la producción de
filmes noticiarios sonoros sin actores; de igual manera, ha abierto
el camino a la producción futura de filmes documentales sonoros y
visuales rodados a distancia.
Entusiasmo tiene defectos. ¿Cómo explicarlos? Se explican en
gran medida por el foso que, en el momento de la producción del
filme, se abrió entre nuestros planes, nuestra voluntad de rodarlo
y de montarlo, y el estado técnico del cine sonoro a principios de
1930. Nos adelantamos demasiado en nuestros planes y nuestros
proyectos a nuestras posibilidades técnicas y de organización. No
tuvimos en cuenta todos los obstáculos que se alzaban ante la pro-
ducción del filme. Hay que decir que cada uno de los obstáculos
que encontrábamos bastaba por sí solo para demoler e interrumpir
nuestro trabajo.
No retrocedimos ante los obstáculos: los superamos. No seguimos
la línea de menor dificultad ni para rodar, ni para montar. Y esto
nos acarreó un considerable perjuicio.
En mi opinión, hay que referirse a estos defectos como a los de
un filme un poco mutilado en el combate. Desgarrado. Ronco.
Cubierto de heridas. Pero un filme que, pese a todo, no ha retroce-
dido ante ninguna dificultad.
¿Cuál ha sido la actitud de parte de nuestros críticos respecto
a él?
254
O bien una actitud profesoral: todo lo que no era sostenido, todo
lo que no era bemol, en una palabra, todo lo que no era dorremifasólico
fue bautizado sin discusión cacofonía. O bien nos topamos con una
crítica sorda: sólo criticaba la parte visual del filme mientras dejaba
de lado el contenido sonoro. O también nos encontramos con una
crítica pro-actor, digamos una crítica formalista, que, situándose
como adversario del formalismo, busca laboriosamente y vitupera
tal o cual hallazgo formal en el filme. O finalmente con una crítica
antinoticiario, antifilme sin actores, es decir, con los autores de la
teoría del concierto de maullidos que, a título de autodefensa, os
demuestran, con espumarajos en la boca, que Entusiasmo es pre-
cisamente un concierto de maullidos, cosa que demuestra que la
teoría en cuestión es justa y confirmada, y patatí y patatá.
Para el equipo del filme Entusiasmo y creo que para todos los
cineastas del filme noticiario tendría un enorme interés un análisis
multilateral (y no unilateral) de este filme. Y no sólo de Entusiasmo
como de una obra en sí sino de todo el trabajo ligado a la produc-
ción, de todo el trabajo que hemos realizado para hacer pasar el
cine de los raíles del mudo a los raíles del sonoro en nuestra rama
de la industria cinematográfica socialista, que denominamos filme
noticiario, filme documental o filme sin actores.
Es decir, nuestra producción de documentales y de filmes noticia-
rios conoce un crecimiento rápido, no sólo cuantitativo (Entusiasmo,
Olimpiada de las Artes, El Proceso del Partido industrial, La Aldea, etc.)
sino también cualitativo, pese a ciertos defectos. Pero si estos defec-
tos del filme sonoro sin actores se explican por el hecho de que los
cineastas de esta rama han superado, en el trabajo preparatorio, sus
posibilidades técnicas y de organización, los trabajadores del cine con
actores, al contrario, van rezagados en su trabajo preparatorio respecto
a las posibilidades técnicas de que disponen. La llegada del cine sonoro
les ha cogido de sorpresa. De ahí la necesidad, conjuntamente con
la posesión del método del materialismo dialéctico (condición indis-
pensable tanto para los pro-actor como para los anti-actor), para los
primeros (los pro-actor), de animarse y de preocuparse con más
decisión de pasar de la sonorización tímida de los filmes mudos
a la producción de filmes sonoros; para los segundos (los anti-
actor), de presionar sobre la técnica, de poseerla aún mejor y de
servirse de ella para ejecutar al cien por cien los planos fijados. A eso
deben contribuir no sólo un manejo más experto del micrófono, no
255
sólo el perfeccionamiento de las instalaciones móviles de toma de
sonido, sino igualmente la proposición que formulé en la Pri-
mera Conferencia general sobre el sonido de orientarse hacia una
radio-cine-estación de producción y de grabación sonoras (grabación
y retransmisión de las imágenes sonoras a distancia). Si, al final del
quinquenio, disponemos no solamente de instalaciones móviles de
toma de sonido sino también de una potente estación de radio-
grabación y de radiodifusión visual y sonora, a partir de entonces
nuestro objetivo de «alcanzar y superar los países capitalistas en
el terreno técnico y económico» será ampliamente alcanzado en el
plano del cine y de la radio.
Publicado en el diario Kino
el 16 de abril de 1931
256
los cine-reportajes (El proceso de los S. R), filmes con destino parti-
cular (Cine-ojo), una sinfonía de ruidos (Entusiasmo) y finalmente
una obra cinematográfica de hunde sus raíces en las fuentes de la
inspiración popular, una sinfonía de ideas: Tres cantos sobre Lenin.
Toda esta diversidad del filme-noticiario no tiene más que una
tarea esencial y común: mostrar la verdad. El problema del Cine-ojo
no es el Cine-ojo, sino mostrar la verdad, el cine-verdad. Todos los
medios, las posibilidades, los descubrimientos, los procedimientos,
los métodos del cine deben servir para hacer visible lo invisible, claro
lo oscuro, evidente lo oculto, desvelado lo que está enmascarado,
para decir la verdad sobre nuestra revolución, sobre la edificación
socialista, sobre la Guerra Civil.
De ahí procede también nuestra voluntad de mostrar las
personas sin máscara, sin trampas, de filmearlas sin que se den
cuenta, de leer en las caras los pensamientos puestos al desnudo
por el Cine-ojo.
Los Tres cantos sobre Lenin ofrecen a este respecto unos ejem-
plos de no actuación tales como la intervención de la obrera de
choque del Dnieprostroi, la koljoziana de la condecoración y mu-
chos más. Estas imágenes de seres vivos acompañan en nuestro
recuerdo a la mujer del guarda asfixiado en el filme La vida de
repente, los niños de El hombre de la cámara, los fieles rezando de
Entusiasmo, etc.
Sin embargo, filmar fragmentos de verdad es poco. Es preciso
que estos fragmentos estén organizados de tal manera que de su
suma nazca la verdad. Y esta tarea es muy difícil, casi más difícil
que la de filmar fragmentos de verdad sueltos.
Incluso en los límites del tema rigurosamente definido que nos
ha sido confiado, la realización del Kinopravda sobre Lenin tiene
necesidad de recurrir a toda la experiencia anterior de los rodajes
Cine-ojo, a toda la destreza adquirida, a tomar en consideración y
estudiar atentamente todos nuestros trabajos anteriores sobre este
tema.
Ha sido preciso esforzarse en buscar imágenes de Lenin vivo,
todavía sin descubrir ni publicar. Esto fue llevado a cabo con una
paciencia y una perseverancia infinitas por mi ayudante, la cama-
rada Svilova que, llegado el décimo aniversario de la muerte de
Lenin, pudo mostrar una decena de nuevas imágenes de Ilich vivo,
descubiertas por ella. A este fin, la camarada Svilova ha visionado,
257
en diferentes ciudades de la Unión, más de seiscientos kilómetros
de negativos o de positivos.
Ha sido preciso buscar documentos sobre la Guerra Civil pues
nuestro filme Historia de la Guerra Civil había sido troceado y
clasificado en los almacenes bajo nombres diferentes y era imposi-
ble descubrir cualquier parte en su forma íntegra.
Ha sido preciso reproducir sobre película la auténtica voz de
Lenin, cosa que, después de toda una serie de experiencias, fue rea-
lizada con éxito por el ingeniero de sonido Chtro.
Ha sido preciso dedicar mucho trabajo a buscar y grabar las
canciones populares turco-tártaras, turcomanas y uzbekas sobre
Lenin. Ha sido preciso, simultáneamente con los rodajes sincróni-
cos, asegurar toda una serie de rodajes mudos en las cuatro puntas
de la Unión soviética, desde el desierto de Karakumi hasta la llegada
a Moscú de los supervivientes del Tcheliuskin.34
Y todo eso con el único objetivo de proceder al trabajo pre-
vio al montaje, con el único objetivo de reunir todo el material
indispensable.
Luego este material ha sido sometido a un tratamiento especial
de laboratorio para mejorar la calidad de la imagen y del sonido.
Después de todos estos trabajos preliminares, establecimos un
nuevo plan de montaje (creo que el décimo). No hay por qué extra-
ñarse, pues sólo se puede describir el montaje de antemano en los
límites que autoriza la producción de un filme de noticiario y, claro
está, en los límites en que es posible exponer su contenido no
mediante imágenes en la pantalla sino con palabras. El plan de un
filme documental no es algo fijo. Es un plan en movimiento. La reali-
zación del filme corre por los rieles del plan provisional. Pero el plano
de montaje definitivo resulta de una interacción activa entre este plan
de marcha y la crónica cotidiana de los sucesos de actualidad (así, por
ejemplo, ni el tema de los supervivientes del Tcheliuskin, ni el con-
tenido de las canciones populares encontradas posteriormente, ni el
asesinato del camarada Kirov podían entrar en el plan inicial).
Millares de hojas de papel fueron llenadas por mi mano en el
curso del rodaje y del montaje del filme. Y todo eso con el único
objetivo de mostrar la verdad en la pantalla.
258
Ha sido preciso escribir poemas, relatos, informes impersonales,
esbozar paisajes, anotar episodios dramáticos, frases musicales, trazar
esquemas y diagramas, y todo eso para llegar a la combinación gráfica
y a la cristalización de un determinado grupo de tomas de vista. Sería
falso pensar que todos estos productos de la palabra y de la técnica
entran en el filme acabado bajo forma de un texto o de un croquis. Se
destruyen a medida que se resuelven las ecuaciones de montaje, a me-
dida que se descubre la dimensión cinematográfica requerida.
Para conseguir eliminar todo lo que es falso, para alcanzar la sim-
plicidad y la claridad que la crítica ha destacado en los Tres cantos
sobre Lenin, ha sido preciso un trabajo de montaje extremadamente
complicado. A este respecto la experiencia de El hombre de la
cámara, la experiencia de La sexta parte del mundo, la experiencia
de Entusiasmo y de El undécimo año han prestado grandes servicios
a nuestro grupo de creación. En cierta manera, estos filmes han sido
filmes que producen filmes...
Al extraer la lección de estos filmes, hemos aprendido a escribir con
las cine-imágenes de los documentales de largo metraje y a superar por
un trabajo inventivo las dificultades que se levantan en nuestro camino.
Después de estos quince años de cine soviético, debemos fijar-
nos como tarea utilizar toda nuestra experiencia anterior para
llevar todas nuestras obras cinematográficas al mayor grado de
simplicidad y claridad.
Sin rebajar el nivel artístico.
Sin ningún menoscabo de la calidad.
Variante de un artículo a propósito del
décimoquinto aniversario del cine soviético,
fechado en el año 1934
(Inédito)
259
desarrollaban sobre ese tema, se escribiera a favor o en contra del
movimiento, no expresaban lo esencial de nuestro punto de vista.
Se producía una especia de desincronización entre nuestras ideas
y lo que escribían nuestros adversarios o nuestros defensores.
Establecían incesantemente la distinción entre Cine-ojo y Kinopravda.
El propio Lebedev35 escribió que estaba a favor del Kinopravda y en
contra del Cine-ojo.
Eso ha durado mucho tiempo porque los críticos no entendían
que no existía el Cine-ojo por el Cine-ojo, la vida de repente por la
vida de repente, el rodaje a escondidas por el rodaje a escondidas.
No es un programa, es un medio. El Kinopravda, que la crítica ha
apreciado, se hizo con los medios del Cine-ojo.
¿Dónde está la explicación? Recuerdo mi primer papel en el
cine. Un papel curioso. No se trataba de filmar, sino de saltar de la
altura de un piso y medio desde la bóveda de la gruta, en el pasaje
Malí Gnesdknilcovski.
El operador tenía como misión fijar mi salto de manera que se viera
claramente mi caída, la expresión de mi cara, todos mis pensamientos,
etc. Me acerqué al borde de la gruta, me lancé, hice el salto del ángel y
caí. Y lo que se ve en la película es lo siguiente.
Un hombre se acerca al borde de la gruta, el miedo y la inde-
cisión se leen en su cara, piensa que no saltará. Luego reflexiona:
«qué fastidio, me miran». Se acerca otra vez al borde, de nuevo
con el aire indeciso. Luego se ve que su resolución se hace firme,
se dice a sí mismo: «tienes que hacerlo», y se lanza al vacío de
la gruta. Vuela por el aire, vuela torpemente, piensa que tiene
que procurar caer de pie. Se endereza, se acerca al suelo, su cara
refleja nuevamente la indecisión y el miedo. Finalmente sus pies
tocan el suelo. Su primer pensamiento es que ha caído, el segun-
do que debe aguantarse. Luego se le ocurre la idea de que ha
saltado fantásticamente bien, pero no hay que dejarlo aparentar
y, como un artista de circo que ha ejecutado un ejercicio difícil en
el trapecio, pone la expresión de haberlo hecho con una facilidad
increíble. Luego el personaje se borra lentamente siempre con la
misma expresión.
Desde el punto de vista del ojo normal, no veis la verdad. Desde
el punto de vista del ojo cinematográfico (con la ayuda de medios
260
cinematográficos especiales, en ese caso el rodaje acelerado), veis la
verdad. Si se trata de leer a distancia los pensamientos de un hombre
(y muchas veces lo que importa es leer los pensamientos de un indi-
viduo y no escuchar sus palabras), esta posibilidad se nos ofrece aquí.
Los medios del Cine-ojo la han ofrecido.
Los procedimientos del Cine-ojo nos ofrecen la posibilidad
de desenmascarar al hombre, de obtener un fragmento de cine-
verdad. El camino que yo me he asignado en el cine tiene por
único objetivo el de revelar esta verdad por todos los medios
disponibles.
¿Podemos, hablando simbólicamente, descubrir un salto de este
tipo en los Tres cantos sobre Lenin! Sí. Existe, aunque sólo sea en la
persona de la obrera de choque. ¿Por qué impresiona en el filme?
¿Porque actúa bien? En absoluto. Porque he obtenido de ella lo que
obtuve de mí durante el salto: el sincronismo de las palabras y de
los pensamientos.
Si un obrero de choque pronuncia ante un congreso unas pala-
bras aprendidas de memoria mientras piensa en otra cosa, no sentiréis
el sincronismo entre sus palabras y sus pensamientos.
Se puede tomar igualmente un ejemplo del cine mudo. ¿Recordáis
el filme Cine-ojo, La vida de repente? Se ve morir a un hombre, el
guarda. ¿Qué hace su mujer? Al saber que su marido agoniza, parece
que debería arrancarse los cabellos, llorar, desmayarse, etc. Y, sin
embargo, se queda inmóvil. Y en el momento en que el doctor hace
un gesto de desesperación muy significativo, ella levanta la mano
para arreglarse el cabello.
¿Qué ha representado para nosotros el rodaje de La vida de
repente? Lo afrontamos como una campaña para encontrar los pro-
cedimientos con la ayuda de los cuales poder revelar la cine-verdad,
poner al desnudo las emociones auténticas, los sentimientos de esa
mujer, del vagabundo, del prestidigitador, de los niños, etc.
Pero mis planes iban todavía mucho más lejos. Lo que me
interesaba era poner al desnudo un juego todavía más sutil. Muy a
menudo las personas actúan en la vida, y, a veces, bastante bien. Lo
que quería arrancarles era esa máscara.
Tarea dificilísima. Para resolverla debía introducir la cámara en
la habitación de las personas en sus emociones íntimas. Tenía que
hacer de modo que la cámara penetrara ahí donde el hombre se
entrega enteramente.
261
En mis trabajos anteriores, he puesto muchas veces en evidencia
mis procedimientos de rodaje. Igual que hacía Meyerjold, dejaba al
descubierto el edificio de los procedimientos. Y me equivocaba.
Pero en cualquier modo he actuado como la primera vez, como
el día que salté del techo.
Mi último filme es este mismo Kinopravda, este gran Kinopravda de
la vida que aparentemente ha salido mejor que cualquier otra cosa.
Muchas veces se me ha reprochado, por ejemplo, que cuando
mostré el Donbass, lo hice de manera absolutamente concreta, con
unos detalles reales, en toda su amplitud. Pero si trato, por ejem-
plo, el tema de la industrialización en general, puedo tomar unas
máquinas o una máquinas herramientas en diferentes fábricas y
reunirías juntas como para verlas en la palma de mi mano.
Desde el punto de vista del ojo humano, no tengo en efecto razón
si me muestro junto a aquellos que, por ejemplo, se encuentran en
esta sala. Sin embargo, en el espacio Cine-ojo, puedo hacer un mon-
taje donde se me vea no solamente sentado aquí, a vuestro lado, sino
incluso en los diferentes puntos de la tierra. Sería ridículo enfrentar
al Cine-ojo obstáculos como las paredes o la distancia.
En previsión de la televisión, hay que comprender que, en el
montaje, esta visión a distancia es admisible.
La idea de que sólo es verdad lo que ve el ojo humano está
rechazada por las experiencias del microscopio y por todos los da-
tos que nos ofrece el ojo armado.
Está rechazada asimismo por el mismo carácter del pensamiento
del hombre.
Puesto que aquí se ha dicho que millones de granos de arena
forman una duna, que millones de débiles forman una fuerza con-
siderable, yo quisiera recordar igualmente que también las palabras
que habíamos tomado como consignas se han convertido ahora en
una fuerza considerable.
Después de cuanto se ha dicho, creo que está claro que los
elementos más apreciados por los camaradas en Tres cantos sobre
Lenin, que han juzgado absolutamente nuevos en mí, constituyen
en realidad un desarrollo de todo nuestro trabajo anterior.
Publicado en la revista Sovietskoe Kino,
n.° 11 y 12, 1934 (Abreviado)
262
El Kinopravda
263
—Sé con qué se hacen las botas. Mírenme. Vengan aquí y verán
con qué se hacen las botas.
¡Uh! ¡Uh! ¡Uh!
Para formular mejor la cosa Vertov ha hecho «uh» a cuanto ha
encontrado a su alrededor».
Pravda no ironiza. Tiene otra actitud hacia Vertov. Le dedica un
serio artículo crítico titulado «Teoría y práctica del camarada Vertov»,
que acaba con estas palabras: «... es un trabajo experimental, nacido del
proceso de la revolución proletaria, que marca un gran paso en el cami-
no que conduce a la creación de un cine auténticamente proletario».
Aparición del Kinopravda n.° 19. La Kinogazeta se ríe otra vez:
«El último realizador en tomar la palabra ha sido Dziga Vertov. Este
kinok-guerrero ha balbuceado durante unos diez minutos unos
cine-camelos sobre el cine-verdad, después de los cuales el público
ha comenzado a compadecerse de la desgracia ocurrida a Vertov.
Un poco antes, su cámara ha comenzado a galopar por todas par-
tes, y el público, que no tenía ninguna culpa, se ha visto obligado a
asistir de cabo a rabo a la carrera de la cámara titulada, ignoramos
verdaderamente por qué, Kinopravda n.° 19».
La Kinogazeta describe así el contenido del Kinopravda n.° 19:
«Hay un tal lío en la pantalla que no se entiende nada. De pronto
la cámara se lanza sobre una muchacha desnuda en el Mar Negro,
luego trota sobre el lomo de los renos de la Vogulka, un metro más
allá, la tenemos en la Casa del Campesino en Moscú, otro metro y
se desliza sin ningún motivo bajo una locomotora... Y en todo ello,
no se descubre el más mínimo hilo lógico que explique esta desen-
voltura de la cámara. ¿Qué pretende demostrar esta bacanal? He ahí
lo que aparentemente no está claro, ni siquiera para los autores de la
presente experiencia. Todo eso no es más que un fárrago estético-
constructivista...», etcétera.
Pravda refiere de un manera absolutamente distinta el conte-
nido del Kinopravda n.° 19: «El Kinopravda —escribe— está
dedicado a la mujer trabajadora y el filme hace pasar ante nosotros,
por asociación de ideas, algunos tipos de mujeres soviéticas, desde
la campesina que trabaja en el campo hasta la montadora que une
los negativos de un número del Kinopravda. El camarada Vertov
nos ofrece numerosos momentos muy apasionantes. Se ha dado un
gran paso hacia delante en el camino de la simplicidad, la seriedad
y la facilidad de comprensión».
264
A propósito del mismo número de Kinopravda, Izvestia escribe:
«El n.° 19 está muy conseguido, nos explica concretamente que la
vida cotidiana, hábilmente mostrada, puede ser rica en acción
dramática, en humor y llena de un interés que apasiona y exalta,
liste arte posee su propia dramaturgia, su pintura, y su música cine-
matográfica muda. Pero lo principal es que tenemos una necesidad
vital de un Kinopravda de este tipo en toda la Unión Soviética, hasta
el fondo de nuestros campos y en las casas de cultura».
El Cine-calendario leninista y los dos Kinopravdas leninistas han
sido los primeros intentos para reunir y organizar el material docu-
mental sobre Lenin.
El Cine-calendario leninista es un sumario cronológico de cine-
documentos sobre Lenin vivo.
El Kinopravda leninista (n.° 21) ya es un filme de mil metros
donde el material documental sobre la vida, la enfermedad y la
muerte de Lenin está organizado en tres partes subdivididas cada
una de ellas de la siguiente manera:
Primera parte: 1) Lenin herido; 2) Lenin y la dictadura del
proletariado; 3) Lenin y el Ejército rojo; 4) Lenin habla del prole-
tariado y del campesinado; 5) Lenin y la Komintern; 6) Las masas
y Lenin; 7) Las fábricas y Lenin; 8) La agricultura y Lenin; 9) Los
ejércitos de Lenin; 10) Los niños y Lenin; 11) El Oriente y Lenin;
12) Lenin y la electrificación, y 13) El paso del comunismo de
guerra a la nueva política económica.
Segunda parte: 1) La enfermedad de Lenin y los niños; 2) El
boletín médico; 3) La muerte; 4) En la Casa de los Sindicatos; 5)
El Comité Central huérfano; 6) Lenin y las masas; 7) La familia
ante su ataúd; 8) Los obreros ante su ataúd; 9) Los campesinos ante
su ataúd; 10) Los trabajadores de Oriente ante su ataúd; 11) Los
soldados, los marineros y los jóvenes leninistas, y 12) «¡Nosotros
continuaremos tus preceptos y tu obra!».
Tercera parte: 1) Lenin ya no existe pero su fuerza está en
nosotros; 2) Cien mil miembros en el Partido Comunista Ruso; 3)
Los obreros leninistas; 4) Las obreras leninistas; 5) El mausoleo; 6)
Los jóvenes leninistas, hijos de obreros, luchan en el campo por la
causa de Ilich; 7) En el curso de un mitin de fábrica un campesino
exhorta a los obreros a poner en práctica los preceptos de Lenin re-
ferentes al campo; 8) Nuestra tarea más inmediata y más importante,
y 9) Sobre las vías del leninismo.
265
El segundo Kinopravda leninista («Lenin está vivo en el corazón
del campesino») desarrolla los temas siguientes: «Lenin, los obreros
y las obreras»; «Lenin y los campesinos»; «Recuerdos sobre Lenin»;
«Iaroslavski habla de Lenin»; «Lenin y los pueblos coloniales», etc.
Pravda escribe a propósito de este Kinopravda que «el filme está
hecho para mostrar las imágenes suscitadas por el recuerdo de Lenin
que viven en el corazón del obrero y del campesino. Utiliza un pro-
cedimiento interesante que consiste en animar un discurso de mitin,
introduciendo en él varios episodios, como unas escenas de la vida de
los pueblos coloniales y semi-coloniales. Se ha dado un paso adelante
para hacer más sencillo y accesible el espectáculo y debemos saludarlo
pues el filme está incontestablemente concebido para las masas».
Los Tres cantos sobre Lenin no sólo han aprovechado la expe-
riencia de los Kinopravda leninistas sino también la de los veintitrés
restantes Kinopravda.
La experiencia de los filmes Cine-ojo y El hombre de la cámara
ha servido igualmente. Eso no tiene nada de extraño. Los camara-
das que dicen: «Estamos a favor del Kinopravda, pero en contra
del Cine-ojo» se equivocan. «Los Tres cantos sobre Lenin —dicen—,
significan el abandono por parte de Vertov de las posiciones del
Cine-ojo y su retorno al Kinopravda.» ¿Es así?
Ordenemos un poco nuestras ideas.
Si lanzamos una mirada a la historia, a mis viejas notas y mis
viejos diarios, veremos que en 1918 (mi salto acelerado de lo alto de
la gruta, luego la piola acelerada, etc.) el Cine-ojo se entendía como el
ojo acelerado. Al girar a la máxima velocidad la manivela de la cá-
mara, se ofrecía la posibilidad de ver en la pantalla mis pensamientos
durante el salto. Es decir, desde el nacimiento del Cine-ojo nunca se
trató de trucos, de Cine-ojo por Cine-ojo. El rodaje acelerado (el ojo
acelerado) se entendía como un medio para hacer visible lo invisible,
claro lo embrollado, manifiesto lo oculto, desnudo lo enmascarado,
auténtico lo fingido, verdadero lo falso, gracias a la cine-verdad (es
decir, a la verdad obtenida por los medios cinematográficos, por los
medios Cine-ojo, en este caso el rodaje acelerado).
La idea inicial de Cine-ojo y de ojo acelerado se amplió poste-
riormente. Se ven aparecer definiciones de Cine-ojo como: «el Cine-
ojo es un cine-análisis»; «el Cine-ojo es la teoría de los intervalos»;
«el Cine-ojo es la teoría de la relatividad en la pantalla»; etc. Las
habituales dieciséis imágenes por segundo quedan abolidas. Junto
266
a la toma acelerada, se declaran procedimientos normales el filme
de animación, el encuadre, la microfilmación, la macrofilmación, el
rodaje al revés, el rodaje con cámara en movimiento. El Cine-ojo se
define como lo que el ojo no ve, como el microscopio y el telescopio
del tiempo (desde la aparición acelerada de la flor hasta la trayecto-
ria ultra-acelerada de la bala), como el negativo del tiempo (rodaje
al revés), como la posibilidad de ver sin fronteras y sin distancia,
como la dirección a distancia de las cámaras, como el tele-ojo, la
radiografía-ojo, como la vida de repente, etc.
Unas definiciones tan variadas no se excluyen sino que se
completan, pues por Cine-ojo se sobreentiende todos los medios
cinematográficos, todos los inventos y métodos, todos los procedi-
mientos capaces de poner en evidencia y mostrar la verdad.
No se trata del Cine-ojo por el Cine-ojo sino de la verdad gracias al
Cine-ojo, es decir, la cine-verdad. No se trata de filmar de repente por
filmear de repente, sino de mostrar a las personas sin máscaras ni dis-
fraces, para captarlas por el ojo de la cámara en situación de no-actuación.
Para leer sus pensamientos puestos al desnudo por el Cine-ojo.
La verdad y no el truco es lo esencial en el trabajo Cine-ojo. Por
consiguiente, debemos entender por cine-verdad no sólo los vein-
titrés números del Kinopravda sino también ¡Adelante, Soviets!, el
filme Cine-ojo, La sexta parte del mundo. El hombre de la cámara y
así sucesivamente y, claro está nuestro último gran Kinopravda: Tres
cantos sobre Lenin.
En este día de victoria de la gran cine-verdad, en este día de
victoria de los Tres cantos sobre Lenin, yo estrecho calurosamente la
mano de mis viejos camaradas de lucha.
Publicado en la revista Sovietskoe Kino,
número 11-12, 1934 (Abreviado)
Última experiencia
267
blindado frente a Lugansk. Y delante de las reliquias desenterradas
de Sergio Radonejski. 36 Y en el tren del camarada Kalinin. Y en el
proceso del coronel cosaco Mironov. Y en el ejército de guerrilleros
del camarada Kojevnikov. Lo he aprendido haciendo los Kinonedelia.
Montando La batalla de Tsaritsyn. Reconstituyendo El aniversario
de la Revolución. Rompiéndome la cabeza sobre el filme-balance en
trece rollos titulado Historia de la Guerra Civil.
Y no me he equivocado al adoptar esta conducta. Se desprende
de esta consigna del camarada Lenin: «La producción de filmes
nuevos penetrados de las ideas del comunismo que reflejan la reali-
dad soviética, debe comenzar por la de los noticiarios».
La siguiente etapa de mis estudios ha sido marcada por los
veintitrés Kinopravda. He aprendido a hacer cine-reportajes. Cine-
seriales. Cine-poemas. Cine-editoriales. He intentado componer
cine-poemas. Llegó después la audaz Vida de repente o la primera
serie de Cine-ojo. Luego mis estudios pasaron a otro grado. El
Kinopravda leninista. El poema ¡Adelante, Soviet! El radio-cine-filme
La sexta parte del mundo. La marcha de Octubre El undécimo
año. El filme sin palabras El hombre de la cámara. La sinfonía sonora
Entusiasmo. Estos filmes han sido en cierta manera unos filmes que
producen filmes en relación a los múltiples aspectos de la última
experiencia representada por Tres cantos sobre Lenin.
He ahí la descripción de mi última experiencia: por una parte
están los cine-documentos sobre la muerte de Lenin. Sobre los últi-
mos cuarenta kilómetros. Sobre el último viaje de Lenin de Gorki a
Moscú el 23 de enero de 1924.
Si bien, por una parte, se ve el cortejo fúnebre, el adiós de la
masas al guía, por otra se ve a Lenin en movimiento sobre la película.
Cine-documentos sobre Lenin vivo, nuestra cine-herencia sobre
Lenin. En tercer lugar, se ven los Tres cantos sobre Lenin que son un
cine-documento sobre la Guerra Civil.
El cuarto grupo de documentos está formado por el Dniepros-
troi, el Magnitostroi, el Bielemorstroí y otros documentos sobre la
edificación socialista.
El quinto grupo representa seres vivos, héroes, constructores,
una hormigonera del Dnieprostroi, una koljoziana, un obrero
petrolero de choque, unos estudiantes turco-tártaros, unos koljozianos
268
uzbekos, unos alumnos de la escuela militar de Fergana, etc., y para
acabar los héroes del Tcheliuskin y los proletarios de los diferentes
países que luchan por la Revolución bajo la bandera de Lenin.
Y, finalmente, una de las particularidades más importantes del
filme, los documentos sobre Lenin creados por la imaginación
popular: las canciones sobre Lenin.
Todo el filme sobre Lenin se desarrolla ante el espectador-oyente
a la luz de las imágenes de las sanciones populares turco-tártaras,
turcomanas o uzbekas.
Centenares, quizá millares de hojas blancas han sido oscure-
cidas por mi mano durante el rodaje y el montaje de este filme.
Y todo eso únicamente para destruir todo lo que estaba escrito
cuando surge una solución tan clara y sencilla como la sonrisa
de la hormigonera Belik. He tenido que escribir versos, relatos,
informes impersonales, esbozos de paisajes, episodios dramáticos y
herméticas combinaciones de palabras, trazar esquemas y diagra-
mas y entregarme a todos estos ejercicios para llegar a combinar
de una manera gráfica y para cristalizar cualquier grupo de
imágenes.
Tengo la impresión de que no todo el mundo comprende
todavía la diferencia entre el estado amorfo y el estado cristalino
del cine-material documental, entre la combinación externa y la
combinación orgánica de las imágenes. No todo el mundo se da
cuenta todavía de lo que significa escribir un largometraje en cine-
imágenes. Se siguen confundiendo los filmes traducidos del len-
guaje teatral o del lenguaje literario con los filmes originales, con
los cine-trabajos de autor. Y por estos motivos se subestiman las
dificultades que se yerguen ante los que han elegido la segunda vía,
la vía de la invención.
Paralelamente a los otros temas, se ve pasar en todo el filme Tres
cantos sobre Lenin la imagen Lenin es la primavera.
Este tema, al igual que los restantes, no pasa en el filme por el
canal de las palabras sino por otros caminos, por la línea de inte-
racción del sonido y de la imagen, por la resultante de múltiples
canales...
Tres cantos sobre Lenin es una obra con muchos aspectos. Pero
su fuerza esencial reside en que hunde sus raíces en las imágenes de
la creación popular, en las imágenes creadas por las masas populares
liberadas de la esclavitud. El gigante Lenin y el bienamado Ilich, el
269
amigo próximo y el gran guía, «Lenin ha derramado en cada uno de
nosotros una gota de su sangre», he ahí cómo se dibuja la imagen
de Lenin para el turcomano o el uzbeko liberado de la esclavitud, he
ahí como se dibuja para la mujer del Oriente soviético doblemente,
triplemente liberada de la esclavitud.
Publicado en la Literalurnaia Gazetu
del 18 de enero de 1953 (Abreviado)
Sobre la organización de
un laboratorio de creación
270
El laboratorio tiene por objetivo permitirnos organizar conve-
nientemente nuestro trabajo. Para alcanzar este objetivo es indis-
pensable demostrar perseverancia y romper todos los obstáculos
que se presenten.
El primer obstáculo de envergadura al que nos hemos enfren-
tado ha sido la imposibilidad de grabar sonido y de hacer tomas
sincronizadas, en cualquier lugar donde esté el individuo observado.
La instalación de que disponía la Mejrabpomfilme37 necesitaba que
se llevara al lugar de rodaje la corriente trifásica de la red. Era téc-
nicamente imposible filmar unas personas en una aldea, en el cam-
po, en su medio natural, y seguir su comportamiento. De entrada,
no hemos considerado este obstáculo como primordial y, en to-
das nuestras memorias, hemos planteado como punto esencial la
creación de un dispositivo móvil que nos diera la posibilidad de
filmar en sincronía en cualquier lugar y en cualquier momento.
Sin embargo, en las condiciones estándar de la producción cine-
matográfica corriente, sólo hemos podido resolver este problema
de palabra, bajo forma de promesas y de resoluciones. De hecho,
no hemos obtenido nada salvo promesas cuya ejecución quedaba
aplazada de hoy para mañana, y mañana no había que entenderlo
en su sentido determinado sino en su sentido indeterminado. Un
mañana que se acercaba a nosotros con la velocidad con que se
acercan dos líneas paralelas.
Gracias a un laboratorio de creación nos encargaremos de eli-
minar en el más breve plazo el primer obstáculo difícil pero no
insuperable.
El rodaje en nuestro laboratorio debe satisfacer las condiciones
técnicas siguientes:
1. El rodaje debe ser instantáneo, es decir, debe efectuarse con el
menor retraso, en el mismo instante en que el individuo observado
actúa.
2. El rodaje debe ser silencioso para no atraer la atención de la
persona filmada y no producir ruido de fondo sobre la película.
3. El rodaje debe ser técnicamente posible en todo lugar (isla,
campo, aeropuerto, desierto, etc.).
4. Las dos cámaras, la muda y la sonora, deben estar unidas
entre sí de manera que una cámara no estorbe a la otra, que se pueda
271
comenzar a rodar sin preparativos ni señales de ninguna clase, que
el conjunto esté permanentemente dispuesto a funcionar y no exija
indicaciones especiales para la sincronización.
5. El sonido debe estar al nivel cualitativo de las exigencias que
se presentarán en el momento en que estén acabados nuestros
mejores filmes.
6. El aparato de sincronización deberá tener un volumen redu-
cido, sin embarazosos acumuladores ni necesidad de que haya en el
lugar de rodaje la corriente suministrada por la red.
7. Deberá excluirse cualquier posibilidad de avería pues las
situaciones y los actos de los individuos filmados no pueden repetir-
se (estamos tratando con personas que no interpretan).
8. Los gestos del operador y del ingeniero de sonido deben estar
coordinados al máximo, fundidos en uno solo, simultáneos, lo que
se realiza perfectamente por la reunión en un aparato único de la
grabación sonora y muda en dos bandas.
9. Paralelamente a la solución de los problemas referentes al
aparato de grabación sonora, el rodaje no limitado a la red eléc-
trica, etc., se podría igualmente poner en práctica en laboratorio
otras soluciones técnicas que nuestro grupo ha encontrado pero
que todavía no ha realizado (tipos de películas necesarias, objetivos
necesarios, filmeación en interior, filmeación de noche, filmación
oculta, a distancia, etc.).
10. Para filmar correctamente el comportamiento del hombre fuera
del estudio, en un medio natural, es indispensable concentrar en un solo
lugar todos los procedimientos y los métodos de rodaje así como los dis-
positivos especiales ya encontrados e inventados en diferentes períodos,
lo que sólo es posible en el marco de un laboratorio de creación.
El segundo gran obstáculo sigue siendo por ahora la imposibi-
lidad, en las condiciones estándar, de efectuar convenientemente
nuestro trabajo de montaje.
Imposibilidad de conservar en película de un filme a otro los
documentos de autor filmados de antemano: ausencia del derecho
de hacer otros nuevos; ausencia de un local permanente para el
trabajo de montaje ininterrumpido.
Todo eso ha llevado a trabajar en el montaje a rachas. A la
necesidad de recomenzar una vez, dos veces, tres veces lo que ya se
había encontrado y realizado antes, a la necesidad de recomenzar
cada vez el trabajo desde cero.
272
El laboratorio que organizaremos resolverá esos problemas
sustituyendo el sistema de montaje a rachas por un proceso ininte-
rrumpido. Pasando de la conservación sin método de los fragmentos
de montaje a la filmeoteca de autor.
El laboratorio de creación pondrá fin a la destrucción sistemática
de nuestro trabajo de montaje preparatorio así como de nuestros tra-
bajos de rodaje.
El tercer obstáculo de una extrema gravedad estaba constituido
hasta ahora por la imposibilidad, en las condiciones estándar, de
formar, de preparar y de conservar unas personas experimentadas
que hubieran efectuado una preparación especial.
Una vez terminado el filme, las personas eran generalmente
despedidas y había que recomenzar cada vez desde cero la prepa-
ración de los cuadros especializados en el trabajo sobre las bandas
de tipo particular que utilizamos, de lo que se desprendían nuevas
pérdidas de tiempo y de fuerzas.
En el marco del laboratorio, el operador, el ingeniero de sonido,
el realizador, el ayudante, el informador, el organizador y los de-
más colaboradores se perfeccionarán de filme en filme de manera
continua... Se desarrollarán de manera continua, lo que permitirá
acelerar la producción artística en lugar de retrasarla.
Hasta ahora hemos encontrado obstáculos similares en nuestro
trabajo de información y en todos los aspectos de nuestro trabajo
de organización. Todos estos obstáculos formaban una ciega muralla
contra la que se estrellaba el pensamiento vivo y se torcían hasta
entonces todos nuestros intentos para dar paso a los filmes sobre el
comportamiento humano que queríamos realizar.
La contradicción entre las formas de organización de la produc-
ción a que se nos obligaba y nuestros proyectos de creación reducía
en último término todos nuestros esfuerzos a cero. En las condi-
ciones, tan funestas para nosotros, que prevalecían hasta entonces
el resultado era siempre el mismo por mucho que multiplicáramos
nuestras experiencias. Ya se sabe que cero multiplicado por cual-
quier cifra es siempre igual a cero.
Los filmes de un tipo particular sobre el comportamiento del
hombre que producirá el laboratorio de creación sólo serán reali-
zables en unas condiciones específicas, unas condiciones peculiares
precisamente de este tipo de filmes y no en unas condiciones de
organización estereotipadas.
273
Primera tarea: el personal de creación. Ni indiferentes, ni
despreocupados; hombres entusiasmados por esta empresa nueva y
ardua. Hombres que están allí no porque se les ha designado sino por
vocación. Cuadros que no están tomados al azar sino selecciona-
dos por el director del taller de creación. No un personal efímero
o provisional sino unos cuadros permanentes que se desarrollarán
de película en película, cada uno en su terreno, y dedicarán a este
trabajo todas sus capacidades y todas sus energías. Cada uno de ellos
recibirá la posibilidad de perfeccionarse permanentemente, de poner
en práctica permanentemente los métodos de racionalización gran-
des o pequeños que habrá propuesto.
Segunda tarea: la base de rodaje. No será ocasional sino espe-
cialmente adaptada a nuestro tipo particular de trabajo. No será
provisional sino permanente. No estará muerta sino en progreso
permanente. No será estacionaria sino ambulante. No estará limi-
tada a un lugar de rodaje determinado, y dependiente de la red eléc-
trica, sino que dará la posibilidad de filmear en síncrono sobre dos
bandas, sin perjuicio de la calidad, en cualquier lugar, en cualquier
momento, en cualquier circunstancia.
Tercera tarea: la base de montaje. No será provisional sino
permanente. No ocasional sino cuidadosamente concebida. No
anónima sino llevando la marca del autor. No inmóvil sino siem-
pre en movimiento. Será una filmeoteca de documentos de autor
almacenados sobre película.
Cuarta tarea: la base de información. No a las informaciones
ocasionales y fragmentarias de un acontecimiento a otro, sino un
sistema de observaciones continuas.
Quinta tarea: la base de organización. No por intermitencias eri-
gidas en sistema (de alerta en alerta) sino un grupo permanentemen-
te dispuesto a efectuar una misión de reconocimiento o de rodaje.
Sexta tarea: no trabajaremos sobre un filme aislado sino que
desarrollaremos varios temas relacionados con el plan de la creación
y de la organización. No un guión previo sobre los actos futuros del
individuo observado sino una síntesis de cine-observaciones, un exa-
men sintético de los documentos almacenados en película, cosa que
es inconcebible sin un análisis de lo que debe constituir el objeto de
la síntesis. Unidad del análisis y de la síntesis. Simultaneidad de la re-
dacción del guión, del rodaje y del montaje con la observación de los
actos, del comportamiento y del medio del individuo filmado.
274
Análisis (de lo desconocido a lo conocido) y síntesis (de lo
conocido a lo desconocido) no están en oposición sino en relación
permanente. Síntesis del comportamiento del individuo observado,
como parte imprescriptible del análisis.
Séptima tarea: actuar sobre el nivel general de la cine-produc-
ción soviética creando una serie de modelos para los diferentes tipos
de la creación cinematográfica.
Octava tarea: aumentar progresivamente (a medida que se
multiplican los documentos almacenados) el número de los filmes-
modelos y mejorar su calidad sin aumentar los presupuestos y los
efectivos de los grupos empleados en el laboratorio, gracias al
perfeccionamiento continuo de las actividades de información, de
organización, de rodaje y de montaje.
Novena tarea: suprimir los restos de película impresionada
mediante un proceso ininterrumpido de producción sobre varios
temas; posibilidad de utilizar el material no empleado en un tema
concreto para otros temas filmados paralelamente o en proyecto.
Décima tarea: suprimir los tiempos muertos habituales gracias al
proceso ininterrumpido de producción, estando permanentemente
dispuestos a rodar en cualquier momento, gracias a la posibilidad de
sustituir inmediatamente un rodaje frustrado por tal o cual razón,
por otro destinado al mismo tema o a un tema diferente.
Nota: Según las informaciones que poseo, se pueden encontrar loca-
les para el laboratorio en la fábrica Mosfilme, calle Potylikha, donde exis-
te una cámara Eclair muy parecida al tipo de cámara que utilizamos.
Tesis de artículo fechada el dos
de octubre de 1936 (Inédito)
275
Pero mis adversarios sonreían con una pizca de conmiseración.
—Por suerte, decían, la aparición del cine sonoro con su com-
plejo aparato ya no le permitirá perder el tiempo en fatigosas ex-
perimentaciones En eso está usted desarmado y el hombre viviente
permanecerá exclusivamente en el campo visual del cine con actor.
Animado por el deseo de responder con unos hechos, demoré
un poco mi respuesta a este problema. O más bien fue la hormigonera
de los Tres cantos sobre Lenin quien contestó en mi lugar. Y su
respuesta no carece de fuerza:
«Yo trabajaba en el tramo treinta y cuatro. El hormigón salía
en tres grúas. Ya habíamos hecho noventa y cinco cubos... Estaba
a punto de vaciar un cubo y de verter el hormigón cuando me doy
cuenta de que el marco de protección ha caído. Me voy a recogerlo...
Apenas me doy la vuelta que el armazón nos arrastra al marco y a
mí... Me cojo a la escalera pero mis manos resbalan... Todos estaban
asustadísimos.
»Había una asfaltadora, una chiquilla, que no paraba cié gritar.
Alguien me salta encima y me aúpa. Estaba llena de hormigón (ríe),
enteramente empapada... tenía la cara enteramente empapada.
Estuve a punto de quemarme las manos con el asfalto...
»Me aupan a mí y al cubo... Me voy al secador, me he secado
junto a una estufa. Qué estufa tan pequeña. Y he vuelto al hormi-
gón. Y he cargado tres grúas. Y he permanecido en mi puesto hasta
la hora del relevo, hasta mediodía... (una pausa). Y por esto me
han condecorado... (sonríe con un aire embarazado, se gira, since-
ramente intimidada como un chiquillo). Me han dado la Orden de
Lenin por cumplimiento y superación del plan... (se da la vuelta
muy avergonzada).»
Los adversarios no apartan los ojos de la pantalla, pero en cuanto
se enciende la luz en la sala ocultan sus verdaderos sentimientos.
Y declaran con menos seguridad: «Está bien. Es una experiencia
conseguida. Pero es un concurso excepcional de circunstancias. Un
individuo que se presta al rodaje... Esta experiencia no puede
repetirse otra vez...».
Paso entonces la palabra al viejo koljoziano de los Tres cantos.
«Tengo sesenta y tres años... He recogido novecientos dieciséis
puds de trigo... Cuando me han traído mi parte, han hecho un
mitin y ha habido una gran fiesta... Cuando todos los koljozianos
trabajen como yo, también ellos vivirán cómodamente...»
282
Es entonces cuando una koljoziana condecorada con la Orden
de la Bandera Roja interrumpe: «En el koljoz las mujeres son una
gran fuerza, y es un error encerrarlas en casa... Mirad, yo, por
ejemplo, soy presidente del koljoz Lenin... En nuestro koljoz, hay
tres mujeres en la dirección; y dos que son jefes de grupo. En lo
que se trata de dirigir el trabajo, son despiadadas y sin embargo
no hay ningún hombre con nosotras (Pausa)... Me doy perfecta
cuenta del lugar donde estoy, y de lo que nos dicen nuestros jefes.
Sus palabras son oro. Hay que anotarlo todo y metérselo todo en
la cabeza, y al volver a casa contarlo todo... Tengo muchas ganas
de organizar bien las cosas en el koljoz... Los bolcheviques no
permiten que se vuelva atrás.
»Ya no hay que seguir hablando de las dificultades pasadas, hay
que ir hacia delante... Y cuando una tiene todo esto en la cabeza, sin
querer se te escapan las lágrimas...»
(Y, en efecto, las lágrimas brotan de los ojos de la koljoziana,
lágrimas auténticas, lágrimas que no son de actor, mientras que una
sonrisa ilumina su cara, y se diría un arco iris. Esta sinceridad
absoluta y evidente, el sincronismo total en los pensamientos, las
palabras y la imagen emocionan. En cierta manera vemos lo invisible,
vemos los pensamientos en la pantalla.)
Mi adversario se calla unos instantes, luego se levanta, camina
de un lado a otro, finalmente; se para y dice:
«¡Bueno! Stanislavski tendría que ver y oír esto. Quién sabe qué
efecto le produciría. ¡Eso sí que es verdaderamente la verdad y no
la verosimilitud».
Le explico a mi adversario que Stanislavski ha intentado obtener
por medios completamente distintos un comportamiento natu-
ral del hombre sobre la escena (y también, aparentemente, en la
pantalla). Cuando el actor debe entrar en la personalidad de otro
hombre, es una cosa. Cuando alguien debe mostrársenos natural, es
otra. Una y otra son muy difíciles. Pero las dificultades no son del
mismo género en uno y otro caso.
Mi adversario y yo hemos hablado largo rato. Le he explicado
mis experiencias para filmar un hombre viviente, los proyectos y los
guiones que en su época no fueron aceptados, las perspectivas en
este terreno tan poco explorado. Y decidimos escribir un libro sobre
el tema. A fin de que estas experiencias no se perdieran para nuestro
cine-posteridad. A fin de que esta iniciativa no quedara truncada...
279
—Soy un pésimo adversario, me dice mi interlocutor cuando
se despide de madrugada. ¡Así que el Cine-ojo no ha sido nunca su
objetivo final!
¿Qué podía contestarle? Seguía sin comprender el embrollo
que mis enemigos de la época habían creado intencionadamente
confundiendo el medio con el fin. Y por milésima vez tuve que
formular pacientemente la respuesta a esta pregunta.
—La verdad es el fin. El Cine-ojo es el medio.
Al día siguiente, mi adversario y yo nos encontramos de nuevo.
—He pensado en nuestra conversación, me dijo. Si recuerdo
bien, usted dijo ayer que la verdad era el fin y el Cine-ojo el medio.
¿No es de ahí de donde procede el Kinopravda, es decir, la verdad
mostrada por los medios del cine?
—Sí, en parte, respondí. Pero no se trata únicamente del diario
Kinopravda. Al referirme al cine-verdad como la verdad expuesta
a través de toda la gama de las posibilidades cinematográficas,
pensaba también en filmes como La sexta parte del mundo, Tres
cantos sobre Lenin, Canción de cuna y otros parecidos.
—Si no me equivoco, su actividad cinematográfica comenzó,
no obstante, con el diario Kinopravda.
—No, yo comencé con Kinonedelia en 1918. Con el primer ani-
versario de la Revolución de Octubre, pasé mi primer examen de
producción con un largometraje. Y unos meses después, me lancé a
una serie de estudios experimentales de un carácter absolutamente
innovador para la época.
—¿Y después?
—Después recorrí el frente con el operador Ermolov. Saqué de
todo ello dos cortometrajes experimentales y unos cine-documentos
para un próximo filme, Historia de la Guerra Civil.
—Y fue después cuando comenzó a publicar Kinopravda...
—No, pasé la etapa siguiente trabajando en los trenes de pro-
paganda del Comité ejecutivo central; el camarada Lenin concedía
una gran importancia a la utilización del cine en la actividad de los
trenes y de los barcos de propaganda. Y el 6 de enero de 1920 subí
con el camarada Kalinin en el tren «Revolución de Octubre» que
iba al frente del sudeste. Yo llevaba unos filmes. Y especialmente
El aniversario de la Revolución. Estudiábamos un nuevo público.
Presentábamos el filme en todos los lugares donde el tren se paraba
y organizábamos salidas a la ciudad, a las salas de cine. Al mismo
280
tiempo filmábamos. Y de todo ello salió un filme sobre el tren del
padre Kalinin. Este período de mi actividad concluyó con un gran
filme, Historia de la Guerra Civil.
—¿Y cuándo se puso a trabajar finalmente en el Kinopravda?
—Poco después. A principios de 1922.
—¿Cómo se explica el gran interés que suscitó el Kinopravda?
¿No era al fin y al cabo un simple diario filmado?
—Oficialmente sí, pero de hecho no era un diario filmado co-
rriente. Si me lo permite, me extenderé un poco más ampliamente
sobre Kinopravda:
«...Mire, este diario tenía la particularidad de estar perpetua-
mente en movimiento, de cambiar constantemente de un número a
otro. Cada nuevo Kinopravda cambiaba con respecto al anterior. El
método de narración obtenido por el montaje cambiaba cada vez.
Y también era la manera de abordar el rodaje. Así como el carácter de
los rótulos y la manera de emplearlos. El Kinopravda se esforzaba
en decir la verdad a través de los medios de expresión cinematográ-
fica. En este laboratorio único en su género, comenzaba a formarse
lenta y obstinadamente el alfabeto del lenguaje cinematográfico.
Algunos Kinopravda, que tenían la ambición de presentar un tema
a fondo, adquirían las proporciones del largometraje. Fue en esta
época cuando surgieron las discusiones, cuando se manifestaron
los partidarios y los enemigos. Las discusiones se sucedían. Pero la
influencia del Kinopravda no paraba de extenderse. Sobre todo des-
pués de que se proyectó en los cines de Europa y de América. Como
dijo la prensa de entonces, en Berlín se llegó a pensar en crear un
cine-laboratorio para sacar el número requerido de positivos del
Kinopravda. Aparecían adeptos del Kinopravda en diferentes
países. Paralelamente al desarrollo del Kinopravda, también se de-
sarrollaba el equipo. Svilova estudiaba un nuevo alfabeto. Kaufman
se había convertido en un operador de primera clase. Beliakov se
apasionaba por el problema de la expresividad de los rótulos. El
operador Frantsisson daba rienda suelta a su inclinación por las
experiencias atrevidas. Cada día, había que inventar algo nuevo.
»No teníamos a nadie que nos instruyera. Avanzábamos por un
camino virgen. Inventando y experimentado, escribíamos en cine-imá-
genes tanto editoriales como seriales, cine-reportajes, o cine-poemas.
Nos esforzábamos en justificar por todos los medios la confianza.del
camarada Lenin hacia los cine-noticiarios: "La producción de filmes
281
nuevos, penetrados de las ideas del comunismo y reflejando la
realidad soviética, debe comenzar por los noticiarios."»
—¿Así que su laboratorio, como usted le llama, se ocupaba
entonces esencialmente del Kinopravda?
—No hay que olvidar el Cine-calendario que publicábamos
paralelamente, los noticiarios-relámpagos, las ediciones especiales
dedicadas a diferentes campañas y ceremonias. Tampoco era una
mala escuela. Prestábamos asimismo mucha atención al desarrollo
¿ e j d i b u j o animado. El camarada Goldobin, director del Goskino,
escribió en la prensa que Vladimir Ilich había mostrado un vivo
interés por nuestra primera cine-caricatura, Hoy, que también fue
la primera del cine soviético.
—¿No hubieron en sus cine-calendarios dos números dedicados
a Lenin?
—En efecto, uno de ellos se llamaba incluso Cine-calendario
leninista. Era la primera colección completa de cine-documentos
sobre Lenin vivo. E. Svilova jugó en ello un papel esencial. Y luego
continuó. Acuérdese del Kinopravda leninista, de Lenin vive en el
corazón del campesino, y finalmente de Tres cantos sobre Lenin. En
cada ocasión los hombros de Svilova soportaron la carga esencial
de explorar cantidades enormes de documentos de archivos. Se
distinguió particularmente en el décimo aniversario de la muer-
te de Lenin en previsión del cual se dedicó a realizar un examen
minucioso de centenares de millares de metros de película en los
archivos y en las reservas, cosa que no sólo le permitió descubrir
las imágenes indispensables para los Tres cantos sobre Lenin, sino
recuperar asimismo decenas de negativos originales que reprodu-
cían en película a Lenin vivo. Ahora están en el Instituto Lenin.
—¿Qué puede decir sobre La vida de repente, ¡Adelante, Soviet!
La sexta parte del mundo?
—Son filmes muy diferentes. Obras de un mismo autor. Pero,
de todas maneras, diferentes por su carácter; diferentes por su cons-
trucción; diferentes por la solución que reciben. Pero todos tienden
a la verdad. A la cine-verdad.
—Bien. ¿Y El hombre de la cámara? ¿Quiere decir que si la
verdad es mi objetivo y el Cine-ojo el medio, en este filme es el me-
dio el que domina? ¿A usted qué le parece?
—Todo depende del punto de vista que se elija para contemplar
el filme. Cuando hacíamos El hombre de la cámara, considerábamos
282
el proyecto de la siguiente manera: en nuestro jardín mitchuriniano,
hacemos crecer diferentes frutos, diferentes filmes; ¿por qué no
podemos hacer un filme sobre el cine-lenguaje, el primer filme sin
palabras, un filme internacional que no necesitara ser traducido, a
las otras lenguas? ¿Por qué, por otra parte, no intentamos describir
con este lenguaje el comportamiento de un hombre vivo, los
actos realizados en diversas circunstancias por un hombre con una
cámara? Nos parecía que de esta manera matábamos dos pájaros
de un tiro: elevábamos el cine-alfabeto al nivel de un cine-lenguaje
internacional y mostrábamos a un hombre, a un hombre corriente,
no en pequeñas apariciones sino manteniéndole en la pantalla du-
rante toda la duración del filme.
«No filmamos a Emil Jannings ni a Charlie Chaplin sino a nues-
tro operador _Mikhail Kaufman. Y no le reprocho que no emocione
como Jannings o que no desencadene risas como Chaplin. Una ex-
periencia es una experiencia. Hay flores de todas clases. Y cada flor
recientemente cultivada, cada fruto obtenido por vez primera, es el
resultado de una serie de experiencias complicadas.
»Creímos que nuestro deber no era hacer solamente filmes de
gran consumo, sino también, de vez en cuando, filmes que produ-
cen filmes. Estos filmes dejan una huella, tanto en nosotros como
en los demás. Son la garantía indispensable de las victorias futuras.
»Y si Tres cantos sobre Lenin ha valido a los autores-realizadores
una victoria universalmente reconocida, las enseñanzas de El
hombre de la cámara (por muy extraño que pueda parecer) no han
desempeñado el último papel. Espero que no resulte paradójico
que la hormigonera de los Tres cantos y la paracaidista de Canción
de cuna hayan sido el fruto de las experiencias realizadas en este
filme sin palabras. Cuando las unidades del Ejército Rojo reco-
rrían Moscú con unas banderolas al viento que decían: «Vamos a
ver los Tres cantos sobre Lenin», nadie ha recordado, nadie se ha
atrevido a recordar, una cierta experiencia, pecado de juventud
del mismo autor.
»Es evidente que si en El hombre de la cámara no es el objetivo lo
que se pone de relieve, sino el medio, es porque tenía, entre otras,
la tarea de presentar estos medios en lugar de disimularlos como
es habitual en otros filmes. Puesto que uno de los objetivos del.fil-
me era dar a conocer la gramática de los medios cinematográficos,
habría sido absurdo disimular esta gramática. Saber si era útil en
283
general realizar este filme, es otra cosa. Y no me incumbe a mí
responder.
—Pero ¿a usted qué le parece? ¿Esta experiencia era indispensable?
—Era absolutamente indispensable en la época. De hecho, era
un intento audaz, casi temerario, Para captar todos los medios quec
permiten filmar a un hombre vivo, que actúa sin someterse a
ningún tipo de guión...
—Permita que le interrumpa... Usted ha dicho: «sin someterse a
ningún tipo de guion...». Así que lo que se dice de usted es cierto...
—¿Qué se dice?
—Se dice que por principio usted ha sido siempre enemigo del
guión. ¿Es cierto?
—En absoluto. O, más exactamente, no es del todo así. Yo era
partidario del guión de hierro, o casi, para el filme con actores. Pero,
al mismo tiempo, era enemigo del guion para el filme sin actores,
es decir sin puesta en escena. Me parecía absurdo hablar de guión
en un filme sin puesta en escena. Y no solamente en el terreno de
la terminología.
»Yo proponía un plan de tipo superior. Un plan de acción, para
la organización y la creación, que garantizara una interacción
continua del plan y de la realidad y que, en lugar de ser un dogma,
sería únicamente una guía para la acción. Un plan de organización
y de creación que garantizara la unidad del análisis y de la síntesis
de las cine-observaciones realizadas. El análisis (de lo desconoci-
do a lo conocido) y la síntesis (de lo conocido a lo desconocido)
no entraban aquí en contradicción sino que, al contrario, estaban
indisolublemente ligados. Nosotros entendíamos la síntesis como
una parte imprescindible del análisis. Queríamos llegar a conse-
guir que la redacción del guión, el rodaje y el montaje se realizaran
simultáneamente con las observaciones llevadas sin interrupción.
Nos acogíamos a la recomendación de Engels: "No hay análisis sin
síntesis"».
—¿Es lo que se ha llamado ausencia de plan?
—No, no por todo el mundo. Mire, hay dos clases de adversarios.
Unos hablan con voz segura de algo de lo que no tienen la menor
idea. Otros (muy exigentes consigo mismos) hablan con voz insegura
de algo de lo que están, de hecho, profundamente convencidos. Los
primeros proclamaban la ausencia de plan con mucha seguridad.
Los segundos, modestos y tímidos, replicaban que proponían un plan
284
nuevo, más perfeccionado y más concreto. El hecho de que los necios
segurísimos de sí mismos ahogaran a veces con sus gritos la humilde
verdad no cambia nada. Tarde o temprano todo el mundo entenderá
cual es nuestra posición sobre el plan y la ausencia de plan.
—Para terminar nuestra conversación, me gustaría que me con-
firmara una idea que se me acaba de ocurrir. ¿Acaso los Tres cantos,
Canción de cuna y los demás filmes no constituyen la prolongación
de sus experiencias para penetrar en el pensamiento del hombre
viviente? Acuérdese de su primera experiencia: sus pensamientos
mientras saltaban. He leído sobre este tema en su artículo sobre el
Kinopravda aparecido en la revista Sovietskoe Kino...
—Usted está abordando un problema muy complicado que exige
una conversación especial. De hecho,,todo lo que he realizado en el
cine ha estado directa o indirectamente ligado a mi voluntad obsti-
nada de revelar la imagen de los pensamientos del hombre viviente.
A veces este hombre era el autor-realizador del filme que no se veía
en la pantalla. A veces esta imagen del hombre viviente reunía en sí
las características no de un solo individuo concreto sino de varios,
podría decirse incluso de múltiples individuos que se habían elegido
para aquella circunstancia.
»La madre que acuna a su hijo en Canción de cuna y que en cierta
manera sirve de hilo conductor al filme, se metamorfosea a medida
que la acción se desarrolla en madre española, en madre ucraniana,
en madre rusa, en madre uzbeka. Sin embargo, es como si en todo el
filme no hubiera más que una sola madre. La imagen de la madre se
distribuye entre varios personajes. También la imagen de la niña está
formada por las imágenes de varias niñas. Lo que tenemos ante no-
sotros no es una madre, sino la Madre, no es una niña, sino la Niña.
Como ve, es bastante difícil de explicar. Sólo se entiende directamente
en la pantalla. No se trata de un hombre, sino del Hombre.
»Pero repito que el problema que usted plantea debe ser objeto de
una conversación aparte.
»Como ve, para alcanzar un gran objetivo común cada artista
sigue su propio camino. La Patria socialista permite a cada artis-
ta desarrollar su personalidad, le ayuda a arriesgarse, a descubrir
caminos nuevos, le ayuda a servir al pueblo con todo su espíritu
innovador, con toda su fuerza creadora.»
Artículo postumo publicado en 1958
en la revista Inskusstvo Kino n.° 6
285
Bio-filmografia
287
1917.— Estudios de Medicina en San Petersburgo.
Desarrollando y modificando las experiencias de los nudistas-
futuristas, Vertov funda su Laboratorio del Oído. Con un viejo fo-
nógrafo, graba y monta ruidos (serrerías mecánicas, torrentes,
máquinas en movimiento, palabras, etc.). Igualmente montajes
de estenogramas y montajes de palabra; esta última técnica es
empleada en unos poemas: Yo veo, Slart.
288
experimentos dignos de mención. Los tres noticiarios son muy
interesantes por los temas. Técnicamente, apenas se distinguen
de los diarios filmeados proyectados por entonces en Francia o
en los Estados Unidos. Pero en otros números del KinoJ-nedelia
Vertov introdujo algunos experimentos muy nuevos por aquel
entonces, especialmente el montaje rápido (según su Diario,
febrero de 1940).
El aniversario de la revolución
G O D U C H T C H I N A REVOLUTSII
«Documental histórico»
Realización y montaje: Dziga Vertov. Producción: Kino-Komitet
del Narkompros. Doce partes.
Parece ser el primer filme de montaje de noticiarios de tanta im-
portancia (de dos horas y media a tres horas de proyección).
Finales 1919: Dziga Vertov participa, conjuntamente con el
operador P. Ermolov, en el rodaje, como corresponsal de gue-
rra, en torno a Tsaritsyn, donde se libran violentos combates
contra los ejércitos blancos. La ciudad será liberada el 3 de
enero de 1920. Había sido ocupada en el verano por el general
Denikin.
1920.— Con los documentos traídos del frente del Volga, Vertov
monta el siguiente filme, presentado a fines de 1919 o más
probablemente a principios de 1920:
289
La batalla deTsaritsyn
BOI POD TSARTYSYNOM
«Estudio experimental»
Guión montaje, realización: Dziga Vertov. Operador: Ermolov,
Dziga Vertov, Lemberg, etc. Producción: Kino-Komitet del
Narkompros y Rev-Voien Soviet (Soviet de la guerra revolu-
cionaria). Un rollo.
6 enero. En calidad de documentalista y operador, y acompa-
ñando al presidente Kalinin, Dziga Vertov parte a bordo del
tren de propaganda Revolución de Octubre que realiza, duran-
te varias semanas, una hora de propaganda en los frentes del
Sudoeste, donde los ejércitos rojos luchan contra las tropas
blancas de los generales Denikin y Wrangel. Kalinin visita
especialmente Kazan, Tula, etc.
Vertov lleva consigo su largometraje El aniversario de la Revolu-
ción que proyecta en las estaciones y en los cines de las ciudades
donde se detiene el tren de propaganda. Al mismo tiempo fil-
mea el viaje, los mítines, los discursos de Kalinin. De este viaje
extraerá el Documental:
290
El proceso Mironov
PROTSESS M I R O N O V
«Estudio» y «Crónica judicial».
Guión y realización: Dziga Vertov. Producción: Kino-Komitet
del Narkompros y Rev-Voeien-Soviet. Un rollo.
Filme-viaje.
Realización: Dziga Vertov (¿en colaboración?) Operadores: A.
Lemberg, Tissé, etc. Producción: V. Ts. I.K. (Comité central
del Partido bolchevique) y Kino-Komited del Narkompros,
un rollo o setecientos cincuenta metros.
También participó en este filme el realizador Gardin. El filme
parece no haber sido proyectado hasta 1923. Otro título: En
los frentes de la Guerra Civil.
Este tren, llamado también Tren Lenin, era una unidad móvil
de agitación y propaganda, que incluía una compañía de teatro,
un cine ambulante, unos operadores, un pequeño laboratorio
de positivado-montaje, una biblioteca, unos oradores políticos,
una imprenta, etc. Viajó a través de todo el país del 22 de abril
de 1919 al dos de noviembre de 1921. El filme cuenta sus viajes
y utiliza los filmes rodados por sus operadores. Vertov participó
en esta gira de enero a febrero 1920. Por la misma época circu-
laba por el Volga el vapor Estrella Roja con idéntica misión y
organización.
Es posible que en 1920 o 1921 Vertov montara un filme:
291
1922.— Historia de la Guerra Civil
IDTORIA GRAJDANSKOI VOINY
Crónica histórica
Guión, realización, montaje: Dziga Vertov. Producción: Glav
Polit Prosvet y Kultkino (cine cultural), VFKO trece rollos, o
sea alrededor de tres mil novecientos metros. Filme iniciado en
1921. Montaje de documentales y noticiarios sobre la Guerra
Civil (1918-1921).
Crónica judicial.
Plan de trabajo, subtítulos, realización: Dziga Vertov. Producción:
VFKD. Tres partes, alrededor de novecientos metros. Durante
la Guerra Civil, los S. R. (Socialistas-Revolucionarios) habían
apoyado y sostenido las empresas contrarevolucionarias, cola-
borando con Denikin y Kolt-chak. Su proceso, que se abrió en
Moscú el 23 de mayo de 1922, se concluyó con catorce conde-
nas a muerte, que sin embargo no fueron aplicadas.
Univermag
«Esbozo»
Realización: Dziga Vertov. Producción: VFKO. dos rollos, alre-
dedor de seiscientos metros.
Documental dedicado al gran almacén de Estado de Moscú
UniverMag (Almacén Universal), llamado también GUM.
Cine-verdad
KINOPRAVDA
292
Los números no se componen de actualidades, sino de dos o
tres reportajes sobre temas diversos.
Por ejemplo, el n° 9 (25 de agosto de 1922) contiene tres partes:
1. Congreso de los sacerdotes ortodoxos de Moscú. 2. Carreras
en el hipódromo de Moscú, el 20 agosto. 3. El primer cine auto-
móvil ambulante de la URSS.
Investigaciones de montaje muy originales en las partes dos y 3,
con amplio empleo de primeros planos, de caras y de máquinas
en movimiento.
A fines de 1922 se formó el Consejo de los Tres (Soviet Troikh)
con Dziga Vertov, Elisabetch Svilova (su mujer y colaboradora),
Mikhail Kaufman, su hermano, recientemente desmovilizado y
convertido en operador de noticiarios primero y luego de do-
cumentales. A partir del sexto número (al menos) de la Kino-
Pravda (24 julio) es el operador principal de la revista.
Diciembre: El Consejo de los Tres redacta un llamamiento a
los cineastas soviéticos, publicado al año siguiente en la revista
LEF bajo el título: El llamamiento del principio.
Vertov termina la redacción del manifiesto teórico publicado
en junio de 1923 en LEF bajo el título Kinoki Perevorot (Kinoks-
Revolución)
293
Cinco años de lucha y de victorias
PIAT LET BORBY I POVEDY
Mayo:
Kinopravda n°14.
Realización y guión: Dziga Vertov. Contiene una secuencia en
la que Lenin es aclamado por multitudes filmeadas en épocas y
en lugares diferentes.
Junio: Publicación de «Kinoki Perevorot» y otros manifiestos de Dzi-
ga Vertov en el número 3 de LEF, órgano de Frente izquierda de la li-
teratura y de las artes, fundado y dirigido por Vladimir Maiakovski.
21 julio: Primer número del Kino-Kalendar, llamado más tarde
Goskino-Kalendar.
Cine-calendario
KINO-ALENDAR
Inauguración de la exposición
OTKRYTIE VYSTAVKI
La exposición pansoviética
VSESOIUZNAIA VYSTAVKA
294
Tres cine-esbozos dedicados a la primera exposición pansoviética.
En la primavera de 1923 el Consejo de los Tres se ha con-
vertido en el grupo de los Kinoki, plural de Kinok, pala-
bra construida a partir de Kino-Oko, variante de Kino-Glaz
y significando también Cine-ojo. Por tanto, podría traducirse
Kinoki por Cine-ojos.
La verdad de la primavera
VESSENN Y A Y A PRAVDA
Kinopravda n.° 19
Número especial dedicado al Prolelkuit (organización de cul-
tura proletaria, a la que pertenecían entonces especialmente
Eisenstein y sus amigos).
Kino-pravda n° 20,
número especial titulado:
Cine-verdad de los pioneros
PIONERSKAIA KINOPRAVDA
Hoy
SEGODNIA
295
Ciento noventa y cinco metros.
El primer filme de animación realizado en la Unión Soviética,
comenzado en 1922.
Humoresque
JUMORESKI
296
Guión, realización, montaje: Dziga Vertov.
En esta serie se incluyen:
El cine-calendario leninista
LENINSKY KINO-KALENDAR
Un rollo.
El año sin llich
GOD BEZ ILYTCH
Viva el aire
DAECH VOZDUKH
21 enero: n° 21
Cine-verdad leninista
LENISKAIA K I N O P R A V D A
297
13 marzo: n° 22
Lenin vive en el corazón del campesino
V SERDTSE KRESTIANIÑA LENIN JIV
n° 23
Radio cine-verdad
RADIO KINOPRAVDA
Agosto
La flota del Báltico
Documental de M. Petrovich. Plan de montaje establecido por
Dziga Vertov.
10 octubre: Dziga Vertov comienza a escribir el guión de La sex-
ta parte del mundo, trabajo terminado a finales de diciembre.
Finales de diciembre: Dziga Vertov comienza a trabajar en el guión
de Mossoviet (Soviet municipal de Moscú) que en el curso de la
realización se convertirá en Chagai, Soviet! (¡Adelante, Soviet!).
Proyectos no realizados: Lenin (se convertirá en Tres cantos
sobre Lenin), El décimo año (se convertirá en El undécimo
año), La tierra (Zemlia; parece ser una derivación de la Kino-
Pravda n° 21).
298
1926.— ¡Adelante, Soviet!
CHAGAI, SOVIET!
Cine-poema lírico.
Guión, guia de rodaje, montaje, subtítulos, instructor: Dziga
Vertov. Ayudante del autor: E. Svilova. Operador jefe: Mikhail
Kaufman. Operadores: Ivan Beliakov, P. Zotov, A. Lemberg, S.
Bendersky, N. Strukov, N. Konstatinov, la. Toltehan. Cine-ojea-
dores: Ivan Kopalin, A. Kagarlitsky, Boris Kudinov. Producción:
Kultkino y Sovkino. Seis rollos, mil setecientos sesenta y siete
metros. Estreno: Moscú, 31 de diciembre de 1926.
Filme producido por la publicidad del Gostorg (Comercio de Es-
tado) y especialmente para sus servicios de exportación.
Artículos escritos y publicados en 1926:
El Cine-ojo (publicado en Sovietsky Ekran n° 15/1926)
11 marzo: El Frente del Cine-ojo.
15 julio: La Fábrica de los hechos (publicado en Pravda del 25
de julio)
15 julio: Contra las frases izquierdistas.
22 octubre: Un combate continuo (publicado en Kino en 30 octubre).
Del Cine-ojo a la Radio-Ojo.
Proyecto del Cine-ojo como cine geográfico.
Durante el año 1926, Dziga Vertov escribe el guión de Diez años
después de Octubre, que se convertirá en El undécimo año, y esta-
blece el plan de su Fábrica de hechos, concebida como lo que serán
después en la URSS los Estudios de los noticiarios y del documenta:
Por otra parte, en 1926 Mikhail Kaufman, convertido en docu-
mentalista, realiza solo:
299
Moscú
Este documental (destruido durante la Guerra) fue reali-
zado siguiendo el principio de la vida de repente y muestra
una gran ciudad durante un día entero, del alba al crepús-
culo. Principio de guión (o más bien de plan de trabajo) que
más tarde será continuado en Alemania por Walter Rutt-
man en Berlín, sinfonía de una gran ciudad (1928) y por los
dos hermanos, en colaboración, en El hombre de la cámara
(1929).
Crónica.
Guión, realización, «instructor», montaje, subtítulos: Dziga Ver-
tov. Ayudante del autor: E. Svilova. Operador: Mikhail Kauf-
man. Producción: VUFKU (Kiev). Cinco rollos, mil seiscientos
metros. Estreno: en Kiev, el 21 de marzo de 1928, en Moscú,
el 25 de mayo de 1928. Otro título: El décimo aniversario de
Octubre.
Vertov ha roto con la Goskino, y ahora, conjuntamente con
su hermano M. Kaufman, trabaja con el V U K F U (Comité
panucraniano del cine y de la foto). Los motivos de su rup-
tura .parecen haber sido expuestos en una larga carta del
3-15 enero de 1927 al camarada D. Chvedtchikov, director
del Sovkino.
Su artículo Al volante del Cine-ojo de 1927 permanece inédito.
Vertov interviene como delegado en una discusión del Partido
y de los Soviets sobre el cine (27 diciembre 1927). Ha trabajado
en el guión de El undécimo año, durante el año 1927, pero no
parece haber llegado a un acuerdo para su realización con el
VUFKU antes de principios de 1928.
Las teorías y los filmes del Cine-ojo y de Vertov comienzan
a tener una gran influencia sobre los cineastas de vanguar-
dia en Alemania (Ruttmann, Richter), en Francia (Vigo,
Carné, Jean Lods, etc.), en Bélgica (Storck). en Holanda
(Ivens. Ferno), en Estados Unidos, en Gran Bretaña (Grier-
son, etc.). Determinan en parte, en todos estos países, la
evolución de la vanguardia (a veces abstracta) hacia el do-
cumental social.
300
1929.— El hombre de la cámara
TCHELOVEK S KINOAPPARATOM, l i t e r a l m e n t e :
Hacia la guardería
Sobre una guardería infantil.
Durante la realización de El hombre de la cámara han surgido
algunos desacuerdos entre los dos hermanos y finalizará a par-
tir de entonces su colaboración. Desde 1925, se escriben con su
hermano menor, Boris Kaufman, que en 1919-1920 siguió a sus
padres a Polonia, y le dan cursos de cine por correspondencia.
Hacia 1928, el joven se establece en Francia, donde se hace ami-
go de Vigo, Jean Lods, Moussinac, etc.
301
Primer filme sonoro de Vertov, y uno de los dos primeros lar-
gometrajes sonoros realizados en la URSS. Es posible que no
estuviera terminado hasta abril de 1931.
Artículos:
5 enero: Respuesta a unas preguntas a propósito del documental.
25 abril: Sobre el documental (revista Kino-Front, 11 mayo).
29 mayo: El Cine-ojo de marzo (revista Kino i Jizn, n.° 20).
Aquel año, Mikhail Kaufman realiza por su cuenta En la prima-
vera, largometraje producido por la VUFKU y que es su mejor
filme (destruido durante la Guerra). En Francia, Boris Kauf-
man es el operador de Jean Vigo en A propos de Nice.
1931.— Artículos
7 febrero: «El punto de vista» (a propósito de Entusiasmo).
Marzo: «Los primeros pasos» (publicado en Kino el 16 de
abril, n° 422).
10 abril: «La negación de la negación» (sobre los noticiarios y
el cine sonoro).
18-22 abril: Intervención en la primera conferencia del ARRW en
Moscú sobre el tema: Reconstrucción del cine soviético y proble-
mas del filme político.
4 mayo: «Cine-ojo, Radio-Ojo y el llamado documentalismo»
(publicado en Prolelarskoe Kino [Cine proletario], n° 4).
16 junio: «Critica de los críticos» (publicado en Kino.) «La
Cinematografía soviética», artículo escrito para la Pequeña
Enciclopedia soviética.
Durante este año 1931, Vertov y Svilova viajan por Europa occi-
dental, visitando Berlín, Hamburgo, Breslau. Hannover, Ginebra,
Basilea, París, Londres, etc.
Presenta en estas ciudades El hombre de la cámara o Entusiasmo.
El famoso realizador es acogido en todas partes con fervor y ad-
miración.
17 noviembre: Charles Chaplin, después de haber visto Entusiasmo
en Londres, le hace llegar un mensaje lleno de admiración.
302
Polémica con el crítico Nikolai Lebedev (en la revista Prolelar-
skoe, n° 5).
24 mayo: «Conquista del arte» (publicado en Kino, 24 mayo)
Sobre las tareas de los trabajadores de la cinematografía sovié-
tica a la luz de la resolución del CC del PC (b): «De la reorgani-
zación de las asociaciones artísticas y literarias»,
s.f.: Perspectivas de trabajo del ARRK (en Kino).
Por qué no participo en las discusiones sobre el documentalismo.
303
del autor: E. Svilova. Texto de las canciones: V. Lebedev-Kumat-
cha. Producción: Soitiz-kinokbronika. Siete rollos, mil seiscien-
tos veintidós metros.
Tres heroínas
TRI GEROINI
La URSS en la pantalla
SSSR NA EKRANE
304
1941.— La altura A
V RAIONE VYSOTY A
Cine-poema.
Autor-realizador: Dziga Vertov. Co-realización: E. Svilova.
Operador: B. Pumpiansky. Música: G. Popov, V. Velikanov.
Texto de las canciones: V. Lugovsky. Producción: Estudios de
Alma-Ata. Cinco o seis rollos.
305
El arte soviético
SOVIETSKOE ISKUSSTVO
1944: 18.
1945:4, 8, 12, 15, 20.
1946: 2, 8, 18, 24, 34, 42, 67,71.
1947: 6, 13, 21, 30, 37,48, 51, 65, 71.
306
Viento del este
J-L. GODARD, J-P. GORIN
Texto burguesía 1
Como de costumbre, cada mes de mayo íbamos a visitar a la familia
de papá. Cerca de Dodge City, mi tío dirigía ahora la explotación
de un yacimiento de aluminio para la Alcoha Company. Vivía-
mos apartados de la ciudad, en una propiedad que mi tío había
comprado al director del banco. La casa estaba en medio de un
parque, rodeado de vallas blancas. No era grande, pero debido a
su diversidad no terminé de explorarlo. Cada noche se cenaba a
las ocho. El viernes, mi tío no volvió a casa. Le esperamos toda
la noche. El mediodía del sábado supimos que unos obreros de
la mina le habían encerrado en su despacho.
Textos minorías 1
La huelga
La huelga
La huelga
La huelga
Texto revisionista 1
—Oiga, querida señora, habla usted un poco apresuradamente.
Reflexione, las cosas no suceden solas así como así. Había a
pesar de todo un descontento general, debido a las malas con-
diciones del trabajo...
Textos minorías 2
El delegado
309
Texto burguesía 2
Papá no quería que saliéramos. Los obreros estaban demasiado
excitados y no se sabía lo que podía suceder.
Una noche, en la biblioteca, sorprendí una conversación entre daddy
y el tío Sam. Mi padre decía que los tiempos habían cambiado,
que los obreros trabajaban mucho menos y ganaban mucho más
y que desde la creación de los sindicatos los verdaderos oprimidos
eran los patronos. Por otra parte los obreros podían comer pollo
todos los domingos. La dureza de su oficio, la incomodidad de su
vivienda, estaban acostumbrados a ello, no lo sufrían como noso-
tros lo hubiéramos sufrido. Por lo demás, decía daddy encogién-
dose de hombros, nadie se muere de hambre. No, si los obreros
odiaban a la burguesía es porque la envidiaban y la envidia, añadía
daddy, es un vil sentimiento.
Textos minorías 3
Socialdemocracia
Texto burguesía 2
El tío Sam estaba de acuerdo en teoría, pero no en la práctica.
Pretendía que los sindicatos eran útiles,
Textos minorías 4
Revisionismo
Texto burguesía 2
que la situación podía degenerar muy pronto, que era necesario
dialogar, pero con interlocutores válidos.
Textos minorías 5
El delegado
Texto revisionista 2
Los verdaderos obreros siempre estuvieron contra el desorden.
Textos minorías 6
La socialdemocracia
Texto revisionista 2
Hemos apoyado a los huelguistas con todas nuestras fuerzas.
Queremos explicar a la opinión pública la legitimidad...
310
Textos minorías 7
El revisionismo
Texto revisionista 2
...de sus reivindicaciones.
No somos partidarios de la violencia. No seremos nosotros quienes
violemos las reglas del juego democrático. Pensamos, al contrario,
que es posible transformar la sociedad con medios pacíficos.
Texto burguesía 3
Sí, pero oigan...
Textos minorías 8
Socialdemocracia
Texto burguesía 3
...a pesar de todo... suceden cosas increíbles... Ya sé que no son
ustedes... los que enveneraron a los caballos... y los que incen-
diaron la imprenta... y los que saquearon las habitaciones del
hotel Nixon porque el propietario los había denunciado...
Textos minorías 9
Minorías activas
Texto burguesía 3
...y esa institutriz que dice que no hay que rechazar las nuevas
ideas... vive con ellos... quieren que les diga,
Textos minorías 10
Minorías activas
Texto burguesía 3
es una prostituta.
Texto revisionista 3
Sí, querida señora.
Textos minorías 11
Minorías activas
311
Texto revisionista 3
...si la situación no fuera trágica, los discursos y las actividades
de esos pseudo revolucionarios darían risa. Sin embargo tiene
usted razón, no debe subestimarse su labor malhechora que
siembra la confusión, la duda, el escepticismo entre tantos tra-
bajadores y especialmente entre los jóvenes. Tanto más cuanto
que sus actividades se inscriben en la larga serie de mentiras
vertidas cada día sobre los únicos representantes auténticos
de los intereses del pueblo.
Texto burguesía 4
Sí, pero oigan, a pesar de todo, se lo digo: suceden cosas absoluta-
mente increíbles...
Textos minorías 12
Asamblea general
Texto burguesía 4
...impensables hace tres meses.
Textos minorías 13
Minorías activas
Texto burguesía
Papá tiene razón: ante este estallido de violencia, la gente honrada
siente miedo. Tenemos perfectamente el derecho a preguntar:
¿va a extenderse su revolución?
Textos minorías 14
Asamblea general
Texto burguesía 4
Yo soy como toda esa gente honrada que no comprende nada de
este conflicto. Mi camarera aún me lo repitió esta mañana: alto,
basta de violencia.
Voz revolucionaria 1
Ahí, en lo que acabamos de oír, hay dos voces que mienten y dos
voces que tartamudean.
312
Las voces que tartamudean han hablado de huelga, de socialdemo-
cracia y de revisionismo, de minorías activas y de asamblea
general... Las voces que mienten, por su parte, han hablado de
situación que degenera, de descontento general, de gente honrada
que siente miedo y de trabajadores honestos...
Textos minorías 15
Asamblea general
Texto revisionista 4
Sí, de acuerdo, pero a fin de cuentas ¿qué significa esta violencia
imbécil? Destruyeron la imprenta: resultado, ya no hay in-
formaciones objetivas. Prendieron fuego al hotel Nixon: re-
sultado, los comerciantes tuvieron miedo y formaron grupos
con dinero prestado por el banquero. En una palabra, gra-
cias a los gauchistas, es el partido de los monopolios quien ha
triunfado en detrimento de los trabajadores honestos. ¡Alto
a esos provocadores que de hecho son los mejores agentes de
la reacción!
Textos minorías 16
Represión
Texto revisionista 5
Condenamos la represión brutal que golpea a los trabajadores.
Exigimos el cese inmediato de esta represión, la liberación de
los prisioneros, el desarme de los grupos armados y el inicio de
una discusión sobre el porvenir de la ciudad. Como respuesta
al fusilamiento que tuvo lugar el sábado por la noche, hemos
decidido recoger el desafío del poder, llamando a una huelga
general de dos horas y a grandes manifestaciones...
Textos minorías 17
Huelga activa
Texto revisionista 5
...en las que toda la población no dejará de participar masivamente.
Alto a la represión, libertad, democracia.
313
Texto revisionista 6
¿Qué sucede? ¿Entonces qué, arrancáis así como así, solos, sin
avisar a los demás camaradas? Sois unos auténticos crios, tarde
o temprano esas acciones acaban siempre con un fracaso, cuan-
do no terminan con sangre. ¿Es esto lo que queréis? ¿La Guerra
Civil? ¡Venga, basta de niñerías, confiad en vuestros responsables!
Para eso estamos.
Textos minorías 18
La huelga activa
Texto burguesía 6
Les dije que eso iba de mal en peor...
Texto minorías 19
El Ejército / El orden
Texto burguesía 6
también ustedes han sido superados por completo... en ese caso
sólo queda el Ejército... eso no podía durar...
Voz revolucionaria 2
2. Hay dos voces que han seguido mintiendo, dos voces que han
seguido tartamudeando...
¿Cuál es la nuestra...? ¿Cómo saberlo? ¿Qué hacer...?
Que han seguido tartamudeando... ¿Cuál es la nuestra...? ¿Cómo
saberlo...? ¿Qué hacer...?
314
Es en primer lugar abrir un paréntesis e interrogarse sobre la historia
del cine revolucionario, del cine revolucionario.
Voz revolucionaria 3
4. Victoria del cine revolucionario: 19 de julio de 1920.
Tras el discurso del camarada Lenin, en el segundo Congreso de
la III a Internacional, sobre «Las principales tareas de la Inter-
nacional Comunista», el camarada Dziga Vertov declara en la
tribuna:
«Nosotros, cineastas bolcheviques, sabemos que no hay cine en sí,
cine por encima de las clases. También sabemos que el cine es
una tarea secundaria, y nuestro programa es archisimple: ver
y mostrar el mundo en nombre de la revolución mundial del
proletariado».
315
7. La dialéctica de la historia es tal que la victoria del marxismo en
materia de teoría obliga a sus enemigos a disfrazarse de marxis-
tas, disfrazarse de marxistas, disfrazarse de marxistas, disfrazarse
de marxistas, disfrazarse de marxistas...
316
12. Victoria del cine revolucionario: dos de febrero de 1966.
Kditorial de Bandera Roja. El camarada Kiang Tsing denuncia la
teoría afirmando que es conveniente «escribir la verdad», denun-
cia la teoría de «la ancha vía del realismo», denuncia la teoría de
«los personajes medios», denuncia la teoría de «la oposición al
papel decisivo del sujeto».
2 de febrero de 1966: nacimiento del cine de ficción materialista.
14. Hoy, la cuestión ¿Qué hacer? se plantea con fuerza a los mili-
tantes. Para ellos se trata de determinar, de determinar, lo que
deben hacer prácticamente, prácticamente, en un camino que la
historia de las luchas revolucionarias les ha enseñado a conocer,
en un camino que la historia les ha enseñado a conocer.
Este camino —la huelga, la socialdemocracia, la asamblea general,
la represión— este camino, ¿cómo lo hemos recorrido?
Atreverse a saberlo, atreverse a reflexionar sobre ello, es saber qué
hacer.
Textos minorías 20
El martes 3 de junio a las catorce horas, por iniciativa de algunos
obreros, el primer turno de la calderería general INOX (único
taller de la fábrica en que el trabajo esté repartido en dos tur-
nos) organiza tras muchas discusiones entre los trabajadores
una asamblea general que agrupa a unas cincuenta personas. Se
decide por unanimidad una huelga ilimitada, cuyos objetivos
son explicados en una octavilla.
317
Textos minorías 20 (off)
Para la mayoría de los trabajadores, la bonificación varía de cero
a veinte horas por quincena. Algunos de nosotros trabajan en
condiciones muy penosas para tener...
Texto revisionista 7
Pero ¿qué quieres?
Pero ¿qué quieres? (en italiano)
318
Texto burguesía 7 (Ejército) (en italiano)
¿Qué quiere?
Voz revolucionaria
319
Durante esa época, la clase obrera asimiló importantes medios de
lucha, como la utilización del parlamentarismo y de todas las
posibilidades legales, la creación de organizaciones económicas
y políticas de masa, así como de una prensa obrera ampliamente
difundida. Por otra parte, ese período engendró la tendencia a
negar la lucha de clases y a alabar la paz social.
320
A n i m a d o s p o r los p r o g r e s o s ya realizados en e.stu vln, > itllhrundo
también el camino que queda por recorrer, luchurrmos con
toda nuestra energía...
Voz revolucionaria
17. ¿Qué hacer? Pensar el izquierdismo.
Leer el texto de Lenin generalmente utilizado por los revisionistas
para denunciar a los izquierdistas como provocadores.
Ver que Lenin no confunde peligro principal y peligro secundario.
321
Ver con Lenin que peligro principal = traición social-demócrata;
que peligro secundario = izquierdismo = enfermedad infantil,
infantil, del comunismo.
Observar que Lenin hablaba de izquierdismo obrero y no de
izquierdismo estudiantil.
A partir de ello, combatir, cuando haga falta y en todas partes
donde haga falta, el izquierdismo desde posiciones leninistas,
leninistas, leninistas, leninistas.
322
4- En 1969, se llama Rachel Barlev, antigua diplomada en química
por la Universidad IG Farben de Nuremberg, actualmente
especializada en la vaporización del napalm sobre los campesi-
nos palestinos de las regiones de Nablus y Gaza que se resisten a
abandonar sus tierras.
Asamblea general
Voz revolucionaria
18. ¿Qué se oye?
¿Qué se ve?
Imágenes de gente que discute, sonidos mezclados, varios planos de
un pasquín con Stalin y Mao.
¿Por qué estas imágenes?
¿Por qué estos sonidos?
¿Por qué esta relación cambiante sin cesar de las imágenes y los
sonidos? Se trataba de hablar de algo que conocimos en mayo
de 1968.
323
En las fábricas, en las universidades, en las oficinas, en las reuniones
de barrio, los camaradas se reunieron, se agruparon.
En la confusión de las discusiones, avanzaron a pesar de todo.
¿Cómo dar cuenta de ello, hoy?
¿Cómo encontrar la verdad de aquella progresión confusa?
¿Y cómo encontrarla de manera verídica?
324
Egipto: Los obreros de las fábricas de armamento de Heluán se
reúnen para pedir el castigo de los burócratas militares, aliados
objetivos del imperialismo israelita.
Francia: Unos obreros se reúnen en la C.S.F. Issy-les-Moulineaux
para denunciar la actitud de un permanente de la Unión depar-
tamental CGT que amenaza con atacar nominalmente en una
octavilla a militantes marxista-leninistas, y por lo tanto señalar-
los a la represión patronal. No ver en la asamblea general más
que la posibilidad de tomar la palabra, es hablar en abstracto.
Pues ¿quién habla? ¿Y contra quién? Cada asamblea general es
específica, es el reflejo de las luchas reales de un país y, en sí
misma, lucha.
¿Quién habla? ¿Y contra quién?
En China: Las masas contra el puñado de dirigentes embarcados en
la vía capitalista.
En Egipto: Las masas contra la burocracia militar, explotadora del
pueblo, apoyada por los revisionistas soviéticos.
En Francia: Las masas contra los revisionistas franceses, aliados
objetivos de la explotación capitalista.
Y ahí es donde convergen y se asemejan estas asambleas generales.
Pues en cada país, de una manera cualitativamente diferente, se
combate, de hecho, a los mismos enemigos.
Cada país es un país de nuestra época, de la época de la crisis del
imperialismo y del revisionismo moderno, la época de su opo-
sición común al movimiento revolucionario.
Toda asamblea general plantea hoy la cuestión de nuestra época:
la cuestión de la historia del imperialismo,
la cuestión de la historia del revisionismo. Y plantear la cuestión de
una historia real del revisionismo equivale a plantear realmente
lo que se ha convenido en llamar la cuestión de Stalin, es decir
no inmovilizarse en la imagen de Stalin e intentar un análisis
de clase de la sociedad soviética desde el advenimiento de la
dictadura del proletariado.
325
Ejemplo:
Analizar en términos de clase los efectos del discurso del 23 de ju-
nio de 1931 sobre «nueva situación, nuevas tareas de la edifica-
ción económica».
Ejemplo: 37-38. A petición del camarada Stalin, Sergei M. Eisens-
tein empieza el rodaje de La Pradera de Bejín sobre la lucha
para la socialización de los campos. 37-38. Guerra de España.
En alianza con las milicias anarquistas, los campesinos pobres
organizan un inmediato reparto de tierras. Son liquidados, en
nombre de la lucha contra el anarquismo, por los comisarios
políticos del PC español, que aplican mecánicamente las direc-
trices de la Internacional.
¡Hacer la pregunta: ¿para qué? es también hacer la pregunta: ¿contra qué?\
Huelga activa
CARTA 1
Marcel, hace cuatro semanas que aguantamos...
Te escribo esta carta sin saber cuándo podré echarla al correo.
Porque hoy los camaradas de las PTT aún aguantan, aunque no por
326
mucho tiempo, creo. Porque los sindicatos que gritan fortísimo que hay
que reforzar el movimiento, hacen una presión terrible en la base para
que los sectores esenciales reanuden. Y cuando la RATP, la SNCF, las
PTT hayan reanudado... bien... poco a poco, de acuerdo o no, reanuda-
remos todos, fábrica a fábrica. Bueno... está claro... ya sabes todo esto...
desde tu fábrica debes verlo como yo. Pero ¿qué podíamos hacer para
que esto marchara de otro modo?
Hace cuatro semanas que aguantamos. Y aquí ya es una victoria,
porque de los dos mil chavales de la casa hay digamos que unos nove-
cientos que han ocupado. Por turno.
Digo una victoria, porque no sé cómo os ha ido por ahí, pero aquí,
a ni siquiera quinientos metros, en Mazda, en Gevelot, en la SEV, ya no
era lo mismo. El primer día, los delegados CGT dijeron a la gente:
«Bueno, en marcha, vosotros os volvéis a casa, lo organizamos todo,
y luego cuando los acuerdos estén firmados ya os lo haremos saber».
Textual. Quizá hubo unos diez o veinte chavales que se opusieron a la
maniobra y que se quedaron para ocupar. Pero los peces gordos los han
aislado.
Aquí, novecientos chavales ocupan... al principio sólo eso, eso se
les subía hasta arriba... porque de esos novecientos chavales, había
por lo menos ochocientos que desde hacía cinco, diez años, echaban
el bofe en la misma chirona sin verse. De un taller a otro, los mucha-
chos se ignoraban. Entonces simplemente con esto, y luego con los
acontecimientos, había con qué avanzar y discutir. Todos los chavales
que habían conocido las huelgas con ocupación lo decían: algo había
cambiado. Por supuesto que los había que sólo pensaban en darle a
los naipes, al fútbol o a las chicas de chirona que estaban allá (y tam-
bién esto era nuevo, porque había un montón de ellas).
327
horas y terminaban por hacer cagar a todo el mundo. Bueno... ése
es el aspecto negativo... El aspecto positivo era que esos chavales
luchaban, que los había que decían cosas interesantes y que para
nosotros esos chavales que venían de fuera impedían que la ocupa-
ción se pudriera.
Pero ahora en la cuarta semana ya somos menos. Durante el
último final de semana hubo compañeros que volvieron a sus casas.
Gente que estaba ahí desde el principio... La mujer, los crios, caray.
Bueno... es normal. El sábado y domingo últimos no éramos más de
cien para ocuparla chirona... La moral estaba tremendamente baja...
y en esos casos... los naipes se convierten en el aspecto principal, si tú
quieres...
Para evitar que la huelga se pudra, el único medio de golpear
a los patronos, de plantear concretamente la cuestión del poder...
¿Me pregunto? Por la fábrica, por la combatividad de los chava-
les en la fábrica. Para demostrarse simplemente que son capaces
de hacer funcionar la fábrica completamente solos. Sin cronos. A
nuestro ritmo, sin técnicos. Quizá fuera eso lo que había que inten-
tar. Los compañeros de aquí no lo saben demasiado. Los hay que
están a favor. Otros dicen que sueño. Pero no consiguen explicarme
por qué.
Aquí tienes... Si me pudieras responder, eso me ayudaría...
De todos modos será para la próxima...
Te dejo... El lunes la dirección y los esquiroles vendrán a vocife-
rar que quieren reincorporarse en nombre de la libertad de trabajo...
Mierda, espero que aún seamos lo bastante numerosos para partirles
la cara.
328
CARTA 2
Gérard, recibí tu carta... Es cierto que llegó una vez reanudado el
trabajo... «Victoriosamente» como escribieron los revis.
Sobre la cuestión que planteas, hemos discutido de ello con
los camaradas... Pensamos que te lías... Dices «mostrar que pode-
mos prescindir de los técnicos...» De acuerdo... Pero olvidas que no
hay división técnica del trabajo, sino tan sólo una división social-
técnica del trabajo... Y que no por trabajar complétamele solo en
tu sitio haces algo distinto a lo que los capitalistas te han pedido
que hagas, en el sitio en que ellos te han asignado. No hay ejemplo
histórico de que tu idea haya funcionado... Los chinos dicen: hacer
la revolución y organizar la producción... Bueno, dicen primero
hacer la revolución para poder organizar la producción de modo
distinto.
Tu huelga activa, si ahora pudieras hacer una, para que los
muchachos fijen ellos mismos sus ritmos, por ejemplo, nunca sería
más que una huelga de celo de un nuevo género...
Bueno... Leí en un diario que unos camaradas de Pirelli habían hecho
eso en Italia... Pero eso no llevaba más que a causar cincuenta millones
de pedidas a la Pirelli... Estaba bien... pero hagas lo que hagas vas a
chocar con el poder... Plantear la cuestión del poder de Estado... Eso es
plantear la cuestión de la revolución. Eso es lo que hay que atacar... Eso
es lo que debemos destruir... Y luego después de todo el trabajo.
Sólo un estudiante puede hacer la huelga activa, porque él puede
ocupar su facultad y luego, no sé, intentar aprender allí algo distinto.
Nosotros debemos organizamos para luchar contra el poder del
Estado burgués, contra sus polis, su ejército que siempre termina
soltándonoslo en plena cara para restablecer el orden, es decir hacer
reinar su orden, el gran burdel.
REPRESIÓN
Voz revolucionaria
329
No olvides que para cualquier individuo es difícil evitar los errores.
Su rectificación debe ser un movimiento general para la educa-
ción marxista.
Esta vez vuelve a empezar por el principio, por las masas. Critica tu
falta de unión con las masas.
330
Significa que el poder material dominante de la sociedad, la clase
dominante, es también la que crea, en y por sus filmes, las imá-
genes dominantes.
Significa que esas imágenes son las de su dominación.
Estás en lucha, pero hoy, aquí, ¿cómo luchas?
Haces un filme, fabricas imágenes y sonidos.
Qué hacer... Tú, en quien hoy están delegados los medios, cuales-
quiera que sean, de una producción cinematográfica, ¿qué
hacer para no fabricar imágenes y sonidos que sigan siendo los
de la dominación de la clase dominante?
El delegado.
Los medios de producción.
29b. Sales a realizar una encuesta. Ahora sabes que tus métodos
siguen determinados en parte por la ideología dominante.
No confundas tarea principal y tarea secundaria.
Oye, esto sólo va a durar una secuencia, pero actualmente, aquí, en
el filme, la tarea principal es la teoría.
331
31. Hollywood... Hollywood hace creer (y para esta ofensiva todos
los medios son buenos), Hollywood hace creer primero que
este reflejo de caballo es un caballo, y luego que este reflejo
de caballo es aún más verdadero que un verdadero caballo, lo
que ni siquiera es.
Hollywood hace creer que este indio de cine es más verdadero que
un indio y que sobre el caballo hay un figurante más verdadero
que un soldado nordista.
A este figurante se le llama actor. A este actor se le llama personaje. A
las aventuras de este personaje se las llama un filme, y la fabri-
cación del filme se la llama puesta en escena. En esta ofensiva,
todos los medios son buenos, disfraz, maquillaje, artificio,
representación. Cada año, Hollywood condecora y recom-
pensa a los mejores metteurs en scéne de todo el mundo.
Cerrado el juego. La idea imperialista de lo real pasa por lo
real mismo.
332
34. Underground...
Londres...
París...
Amsterdam...
Nueva York...
37. Y ahí has sentido la complejidad de las luchas, has sentido que
te faltaba el medio de analizarlas.
Has vuelto a tu situación concreta. En Italia, en Francia, en Alemania,
en Varsovia, en Praga, viste que el cine materialista sólo nacerá
cuando las emprenda en términos de lucha de clases con el
concepto burgués de representación.
333
psicológico, de filme policial o histórico. Poco importa. De
hecho, siempre es un seductor. Describe la sala en donde os
halláis sentados.
1) Dice que se halla en la oscuridad
2) Dice que hay más gente en el anfiteatro
3) Dice que hay un anciano en la fila cinco
4) Dice que detrás suyo hay una tía espectacular
5) Dice que le apetece hacerle el amor. Le apetece regalarle flores
6) Le pide que se reúna con él en la pantalla
7) Allí hay verdor
8) El cielo es azul
9) El aire es transparente
10) ¿No lo creéis así? ¡No tenéis más que replicar, pandilla de imbéciles!
11) Maravilloso día de verano
12) Sol
13) Verdad
334
ligada menos a criterios objetivos que a factores subjetivos o
caracteriales. Para el descubrimiento de la fatiga, los capataces
o los jefes de taller ocupan el mejor puesto de observación. Son
los testigos directos de una relajación del esfuerzo, los testigos
directos de una disminución de la producción. Al médico le
corresponde la tarea de descubrir las causas de esa fatiga».
El estudiante-médico aprende pues que deberá trabajar mano a
mano con el capataz, de quien en cierto modo constituye el al-
ter ego científico. Entre ambos ángeles guardianes del capital se
instaura un sabio reparto de las tareas: el uno descubre, el otro
repara. Uno y otro asumen el mismo papel en la división social
del trabajo: vigilancia y represión.
335
46. Él no escucha al maestro de escuela revisionista.
No empieza por el capítulo dos. Lee el capítulo uno de El Capital,
de Karl Marx. Lee, para utilizarlo: «La riqueza de las sociedades
donde reina el modo de producción capitalista consiste en
mercancías, en mercancías.
»La mercancía es una cosa que posee un valor de uso. Éste último
existe en todas las formas sociales; pero, en la sociedad capita-
lista, el valor de uso es al mismo tiempo el soporte material del
valor de cambio».
336
aquellos que tolerarán ser, a la vez, sus víctimas y sus cómplices
irá disminuyendo. Los camuflajes ya no camuflarán nada: ni la
naturaleza de nuestra sociedad, ni el lugar que esta reserva a los
que, en las facultades, aprenden a servir a la burguesía: un nicho
y una cadena en la propiedad bien guardada de la burguesía.
52. Bueno. Has hecho teoría. Alfabetización. Has visto que también
era un frente de lucha. Bueno. Ahora vuelves a la práctica. Francia.
Mayo y junio del 68. Una palabra oscura estaba en todos los la-
bios: autogestión. Esta palabra tenía por otra parte una historia
tan oscura como confusa: Turín, en el 19; Barcelona, en el 37; pri-
mera semana Budapest, en el 56; has hecho teoría. Has partido de
Mayo. Háblame de la autogestión. Encuentra las palabras justas.
53. Oye. ¿A qué llamas palabras justas? Aún hablas más en abstracto
que antes. Reflexiona.
Situación concreta.
Autogestión.
Un ejemplo.
Yugoslavia.
337
El contenido esencial de esta autogestión obrera consiste en co-
locar estas empresas bajo la gestión de las colectividades de tra-
bajo. Estas empresas compran, ellas mismas, las materias pri-
mas, fijan, ellas mismas, la variedad de artículos a producir, su
cantidad y su precio, venden, ellas mismas, sus productos en el
mercado; fijan, ellas mismas, los salarios, y deciden el reparto
de una parte de los beneficios.
56. Desde un punto de vista teórico, todos aquellos que tengan cono-
cimiento del marxismo, por poco que sea, saben que las consignas
del género autogestión obrera, fábricas para los trabajadores nun-
ca fueron consignas marxistas, sino consignas lanzadas por los
anarco-sindicalistas y los socialistas burgueses. En el manifiesto
del Partido comunista, Marx y Engels indican: «El proletariado
se servirá de su supremacía política para arrebatar poco a poco
todo el capital a la burguesía, para centralizar todos los instru-
mentos de producción en las manos del Estado». Ahí tenemos
un principio fundamental del socialismo. Después de la revolu-
ción de Octubre, cuando algunos sugirieron entregar las fábricas
a los productores para que pudieran organizar directamente la
producción, Lenin criticó este punto de vista, subrayando que de
hecho equivalía a oponerse a la dictadura del proletariado.
338
En quinto lugar: las relaciones entre las empresas no son relacio-
nes socialistas de mutua ayuda, sino relaciones capitalistas de
concurrencia en un mercado presuntamente libre.
339
Newsweek: Palestina.
L'Express: Brasil.
64. Aprender.
Saber aprender.
Leer.
Calcular.
Experimentar.
Química.
Matemáticas.
Electricidad.
Leer.
Calcular.
Aprender.
Saber aprender.
Saber luchar.
66. Reflexionar.
Estar adelantado.
Estar atrasado.
Pensar.
Fabricar.
Simplificar
340
Construir.
Esperar.
67. Reflexionar.
Simplificar.
Pensar.
Esperar.
70. Pensar.
Fabricar.
Simplificar.
Reflexionar.
Aprender.
341
73. Ahora.
Pensar en el aspecto secundario de la guerra civil entre el capital y
el trabajo.
Por qué pensar ahora este aspecto secundario.
Porque la burguesía hace de él en la actualidad un terreno principal
de lucha.
Bueno.
Pensar: aspecto secundario de la guerra civil entre capital y trabajo,
Pensar: contradicción principal y contradicción secundaria.
Pensar: aspecto principal de la contradicción y aspecto secundario.
Bueno.
Contradicción principal: guerra civil entre trabajo y capital.
Contradicción secundaria: división del trabajo y sexualidad.
Esta contradicción secundaria es la que la burguesía trata por todos
los medios de hacer pasar por una contradicción principal
(semanarios femeninos, utilización de la poli-sociología, etc.)
Bueno.
Sexualidad y división del trabajo = contradicción secundaria.
73 a. Bueno.
Ahora: aspecto principal de esta contradicción secundaria: el ins-
tinto sexual está ligado a las luchas por la producción, y a las
luchas de clases.
Aspecto secundario ahora de la contradicción: el instinto sexual
aún sigue siendo en casi todas partes propiedad privada de la
burguesía.
Pensar contradicción principal y contradicción secundaria.
Pensar aspecto principal de las contradicciones (principales y
secundarias) y aspecto secundario de las contradicciones
(principales y secundarias).
Pensar: Guerra Civil entre trabajo y capital.
Pensar: división del trabajo y sexualidad.
Pensar: negativo y positivo.
Pensar: unidad de los contrarios.
73 b. Pensar: lucha.
Pensar: transformación.
Pensar: erotismo y plusvalía.
Pensar: destruir hoy esta unidad, para una mujer, es hacer la
revolución. ¿Qué revolución? La del 89.
342
Pensar a propósito de eso: problema femenino + o -= problema
campesino.
Pensar: sentimientos-valor de uso, y pensar = sentimientos - valor
de cambio.
Pensar: matrimonio positivo + adulterio negativo= unidad
burguesa.
Pensar aún a propósito de eso: ¿Por qué se casa un campesino
medio-pobre bretón?, y pensar: ¿por qué se casa un propietario
de bienes raíces parisino?
Pensar siempre a propósito de eso: en mayo del 68, los obreros no
casados cegetistas impedían, por la mañana, que los estudiantes
entrasen en las fábricas, e iban, por la noche, a la Sorbona y al
Odeón para acostarse con las estudiantes.
343
Textos minorías 37 (off)
una sola frase, hay razón en rebelarse
Anne:
el marxismo comprende múltiples principios José:
que se reducen a una sola frase
Voz revolucionaria
77. No,
79. Osar rebelarse. Aquí, para ti, ahora, es luchar en dos frentes. Contra
la burguesía, contra las eternas mentiras de los explotadores.
344
Pravda
J-L. G O D A R D , J-H. R O G E R
345
8 a. No, estamos en Checoslovaquia.
12. En las fábricas hay encargados, les cuesta hacer trabajar a los
obreros.
16. Hay periodistas que hacen reportajes sobre los obreros para la
televisión.
17. Hay tanques, oyes, sí, tanques que vigilan a los campesinos.
346
21. Estamos en un país socialista y quien dice socialista dice
rojo: el rojo de la sangre vertida por los trabajadores para su
emancipación.
22. Esto es una gran fábrica de Praga con los retratos de los
representantes del pueblo.
23. Hubo combates entre los distintos rojos: el rojo que viene de
la izquierda y el rojo que parte hacia la derecha.
27. Por otra parte, no sólo están los americanos. También están
las marcas japonesas e italianas que hacen publicidad a ultranza.
28. No sólo están los trabajadores, existe una clase obrera checa
y eslovaca.
29. Sería falso creer que se trata de un obrero como los demás,
cualquier obrero.
31. Y esto es una revista que los cubanos expiden en Praga para
los militantes de los países occidentales en que está prohibida.
347
35. Esto es una fulana de lujo que recluta consumidores.
36. Esto, esto prueba que hay directores, pues hay secretarias de
dirección.
348
48. Bueno. Lo que acabamos de ver ahí, Rosa, es la situación
concreta en Checoslovaquia, pero nada más. Son sólo impresiones
de viaje, recuerdos como los de Delacroix en Argelia, como los de
Chris Marker en Rhodiaceta. Es lo que el New York Times y Le Monde
llaman información. Y estoy de acuerdo contigo, Rosa, en que esto
no basta. Ahora debemos hacer el esfuerzo de elevarnos por encima
del conocimiento sensible, debemos luchar para transformarlo en
conocimiento racional.
349
49. Revisionismo práctico. Revisionismo práctico. Revisionismo
práctico. Hemos alquilado este coche sin chófer en el aeropuerto
de Praga. ¿A quién se lo hemos alquilado? Como en Moscú, Varso-
via, Bucarest, lo hemos alquilado a una sociedad americana: Hertz
o Avis, dos filiales de los trusts químicos o bancarios USA. Ahora
bien, este coche es un Skoda. Fue fabricado por las fábricas Skoda,
nacionalizadas en 1945 por las fuerzas democráticas y populares
checas tras su victoria sobre el fascismo y con el apoyo de los soldados
rojos bajo la dirección del camarada Stalin.
Este Skoda pertenece a los obreros de Skoda y, por consiguiente,
al pueblo checo que se apropió de los medios para producirlo.
Ahora bien, Hertz y Avis, al pertenecer al campo del imperialismo,
no alquilan coches por buenos sentimientos. Hertz y Avis lo hacen
para obtener beneficios.
Hertz y Avis se apropian de modo indirecto del sobretrabajo
exigido por los dirigentes de los obreros de Skoda, con la compli-
cidad de esos dirigentes checoslovacos. La apropiación de la plus-
valía, teóricamente desaparecida, reaparece. En la práctica, cuanto
más trabajan los obreros socialistas de Skoda, tanto más se llenan
los bolsillos los imperialistas y accionistas de Hertz y Avis.
El revisionismo ha desempeñado este papel. Las tesis de Ota
Sik y Liberman se han convertido en las de Galbraith y Servan-
Schreiber. El mercado libre necesita esclavos y los esclavos de los
países revisionistas están mejor adiestrados que los otros.
350
que produzca más, pero sin enseñarle a relacionar esta producción
con el combate político. Se le pide que fabrique un arma sin decirle
para qué ni cómo servirá. En una palabra, el Partido pide a los
trabajadores que cojan la producción con una mano pero no la re-
volución con la otra. Occidentalismo práctico. Nada sorprendente
en todo esto.
351
—Tenemos que encontrar todos los gestos inútiles y eliminarlos.
—Tenemos que dividir cada trabajo en elementos que corres-
pondan a seis funciones: operación, transporte y manutención,
control, espera, almacenaje.
José Stajanov declara:
—Sólo existe una vía: la de los contratos de las organizaciones
económicas con los koljozes.
—Para asegurar la mano de obra de nuestras empresas, nues-
tros obreros deben estar ligados a la producción por un salario.
—Aplicar y consolidar el principio del rendimiento comercial,
intensificar la acumulación en el interior de la industria.
Tal es la tarea, declara José Stajanov.
¿Qué es lo que significa esta imagen? ¿Qué es lo que significa
este sonido? Significa que hoy la Santa Alianza de la fuerza de
trabajo de Stajanov con los métodos de trabajo de Taylor —hoy
esta Santa Alianza, esta coexistencia pacífica en la organización
del trabajo en una pequeña obra de la avenida Federico Engels
de Praga, significa que es un resultado de la crisis de los misiles
en el Caribe, un resultado de Camp David, un resultado de Yalta.
Significa que el Banco Norodny de Londres no ha situado la polí-
tica en el puesto de mando, que se ha servido del rublo-oro para
resistir bolchevísticamente contra los acuerdos imperialistas de
Bretton-Woods. Resultado: en los despachos parisinos del Banco
de Europa del Norte, el rublo-oro ha tenido la idea de transfor-
marse en euro-dólar, fase suprema del imperialismo financiero; y
el rublo-oro tuvo esta idea antes que el dólar. Resultado: Novotny
o Dubceck, poco importa, tanto el obrero como el estudiante ya
no son más que máquinas.
Consecuencias: una playa, el suburbio industrial de Bratislava,
la inmediata proximidad de las viviendas, la función de esa playa, la
necesidad de no arruinar el capital-trabajo del pueblo eslovaco.
Ocio = reposo; trabajo = movimiento; ocio = reposo; trabajo =
lucha.
Ocio: seguir siendo un ser de clase; trabajo: tomar una posición
de clase.
Contradicción: ser de clase, posición de clase.
Contradicciones resueltas en la Checoslovaquia socialista como
en Francia, Italia, Suecia, capitalistas.
352
57. De tanto negarle al pueblo el único derecho olvidado por la
Declaración de los Derechos del Hombre burgués, de tanto negarle
al pueblo el derecho al trabajo político, las calles de Praga se han
convertido en las de Londres, Milán, Zurich, en más triste, puesto
que esa tristeza no es la señal de una lucha. Aquí todas las reivin-
dicaciones de la CGT francesa, de los shop-stewards ingleses, de
los militantes del Partido Comunista Italiano han sido satisfechas.
Aquí, nada de ritmos de trabajo infernales, parvularios, casi las
mismas viviendas para todos; pero cada día como en París, Nueva
York, Estocolmo y Madrid, cada día, sí, cada día, sí, cada día, es
dodo, metro, boulot, dodo, metro, boulot.1
353
Todavía una prueba concreta: conversación con Vera Chytilova,
valor de cambio del cine checo.
«...A la cuestión de la libertad o de la no libertad, considera que
tienen muchas más posibilidades en un filme... piensa que aquí no
hay técnica, material, dinero, pero en lo que concierne a la libertad,
sí que la hay.» Tal vez dejar de hacer cine y que lo haga otra gente.
Hoy, por ejemplo, Forman hace un filme con la Paramount y la
Paramount para mí es lo mismo que Novotny.
354
63. Para conservar el poder, el patrón revisionista utiliza un
lacayo: el intelectual. Ese criado difunde con profusión las ideas
burguesas necesarias y suficientes para su patrón: individualismo,
egoísmo, falsa sexualidad, etc.
Los intelectuales fueron desde siempre un terreno propicio
para la degeneración burguesa. Debido a ello, el patrón evita todo
lo que puede inculcarle la ideología de clase proletaria y por el
contrario se esmera en elevar a la clase obrera al nivel de los intelec-
tuales burgueses. Occidentalismo teórico, revisionismo teórico. De
palabra, es el día y la noche; de hecho, cada día la noche cae sobre
Checoslovaquia.
355
Muerte del centralismo democrático asesinado por la demagogia
y las mentiras oportunistas.
356
ROSA.— Utilizar la ley de la unidad de los contrarios dada por el
marxismo-leninismo para encontrar de nuevo la sociedad
socialista.
357
dirección basado en el principio: partir de las masas y volver a las
masas. No hemos de seguir el ejemplo de Kruschev, burlar al cen-
tralismo democrático.
No pensar la subjetividad en términos de represión sino en
términos de clase, prevalerse con un poder autocrítico, atacar a
los camaradas por sorpresa. Debemos ser modestos y prudentes,
guardarnos de cualquier presunción, practicar la autocrítica y te-
ner valor para corregir nuestros errores e insuficiencias en nuestro
trabajo. En ningún caso debemos atribuirnos todos los méritos y
echar las culpas sobre los demás según el ejemplo de Kruschev. Si
aplicamos estos métodos de trabajo, la burocracia revisionista será
vencida; todo se hará más claro y el porvenir será menos sombrío.
358
establecimiento para el proletariado de su posición dominante en
el terreno de la ideología y de su cultura. Para llevar a cabo esta
tarea es indispensable emprender una revolución radical de la
enseñanza.
Al analizar el movimiento estudiantil en España, que en estos
últimos tiempos ha ido tomando proporciones cada vez mayores, el
partido comunista español marxista-leninista ha fijado el camino a
seguir. Hemos de tomar importantes medidas: mandar a alumnos y
profesores durante un tiempo a la producción, condenar las teorías
burguesas de la ciencia por encima de las clases y del conocimien-
to abstracto, plantear en cada enseñanza la pregunta: ¿Para quién?
¿Contra quién? Denunciar firmemente a las llamadas autoridades
académicas comprometidas en la vía del revisionismo. Multiplicar
los grupos obreros de propaganda en la universidad. Practicar el
método: lucha-crítica-transformación. No tomar tales medidas no se-
ría obrar de acuerdo con la política proletaria. El proletariado no po-
drá liberarse completamente hasta después de haber emancipado
a toda la humanidad. La política proletaria debe indicar una salida a
las masas populares y a los intelectuales. Esforzarse en transformar
los factores negativos en factores positivos. Debemos emprender la
reeducación de los intelectuales según esta óptica. La adopción de
una política de este tipo debe permitir, a aquellos que hayan come-
tido graves errores, confesarlos y corregirlos. En cuanto a la ínfi-
ma minoría llamada los responsables del Partido obstinadamente
comprometidos en la vía del capitalismo, debemos concentrar en
ellos nuestro odio, puesto que es su línea revisionista en materia de
enseñanza la que ha envenenado a nuestros jóvenes intelectuales.
Debe hacerse una distinción entre ese puñado de contrarrevolu-
cionarios y la gran mayoría de intelectuales engañados por esa pan-
dilla. Tenemos que establecer una distinción nítida entre dos tipos de
contradicciones: contradicciones en el seno del pueblo y contradic-
ciones entre el enemigo y nosotros. Para resolver las contradicciones
entre los intelectuales y la dictadura del proletariado, debe adoptarse
el procedimiento: unidad-crítica-autocrítica-unidad.
70. EL CAMPESINADO
En los países del Danubio, una enconada lucha oponía a varios
grupos: Lenin se puso al lado de los herreros, pues creía que sólo
ellos eran capaces de asegurar el porvenir del país. Se les podían
359
pedir los mayores esfuerzos y sus esfuerzos eran útiles al máximo a
los demás hombres. Lenin decía: «Si los campesinos son los únicos
en redoblar esfuerzos, su cosecha sólo aumentará en pequeña medida.
Si, por el contrario, se les entregan arados en número suficiente,
los resultados obtenidos serán considerables». Había en esa época
dos clases de arados: unos eran de madera al modo antiguo; otros,
más recientes, eran de hierro; estaban forjados en los grandes talle-
res que pertenecían a poderosos patronos. Pero de esos arados de
hierro sólo existía un número relativamente restringido. Eran caros
y sólo podían ser utilizados con provecho en grandes superficies y
con ayuda de caballos. Por el contrario, los simples arados de made-
ra podían ser fabricados y tirados por los mismos campesinos; sólo
trazaban surcos muy superficiales. Estos arados eran utilizados por
campesinos pobres, que además tenían tan poca tierra que no bas-
taba para alimentarles; a menudo se veían obligados a trabajar ade-
más en las grandes haciendas como asalariados. Numerosos hijos
de campesinos se iban a la ciudad a pedir trabajo en los grandes
establecimientos metalúrgicos y otros talleres. Pero sólo una parte
de los no alimentados por la tierra eran alimentados por la ciudad.
El comercio de arados estaba encerrado en límites estrechos. En
primer lugar, las grandes haciendas eran pocas; luego, los dueños
de las forjas debían mantener a un nivel elevado el precio de los
arados. Para aumentar su beneficio, no aumentaban el número de
arados, sino que explotaban más a los obreros. La deserción ininte-
rrumpida del campo por parte de los campesinos jóvenes y pobres
motivaba que siempre se encontrara a nuevos compañeros herre-
ros y reinaba entre ellos una gran miseria. Ayudados por Lenin,
los herreros expulsaron a sus dueños de forja y se hicieron con el
poder. Cuando la expulsión de los dueños de forja los campesinos
pobres habían apoyado a los herreros, entonces los herreros les ayu-
daron a expulsar a los grandes propietarios. Los campesinos pobres
se repartieron enseguida la tierra conquistada. Antes de llegar al
poder, Lenin había enseñado que en primer lugar debía proveerse
al país de arados de hierro y muchos habían entendido que tenía
la intención de suprimir totalmente las pequeñas propiedades. Sin
embargo, cuando de acuerdo con los herreros tomó el poder, hizo
lo contrario. Dejó la tierra a los campesinos pobres, como dejó los
talleres a los compañeros herreros, atribuyendo a cada uno tanta
tierra como pudiera cultivar con sus propios medios. Con ello
360
aumentó considerablemente el número de trozos de tierra dema
siado pequeños para la utilización de los arados de hierro. Sólo
algunas grandes haciendas fueron tomadas a cargo, en gestión por
él mismo y sus discípulos.
Rosa Luxemburg hizo violentos reproches a Lenin; decía:
«Lenin es como todos los demás, el poder debilita la memoria. El
que ha llegado olvida mucho». Lenin contestó: «Yo enseñé y ahora
ellos aprenden, escucharon y ahora hacen la experiencia».
Lenin se reía de todos aquellos que creían que se podía, en un
día, por decreto, poner fin a una miseria milenaria, y seguía su
camino. Pronto la situación fue la siguiente: tras haber expulsado
a sus opresores, los herreros produjeron tantos arados de hierro
como pudieron, sin inquietarse por el precio que podían sacar. Los
propietarios agrícolas también habían sido expulsados y sus tierras
eran administradas ahora por el Estado o por los innumerables
pequeños campesinos aislados. Entre los campesinos, encontraron
algunos que tenían suficiente tierra y también caballos para tirar
del arado. Para ellos aún no era conveniente comprar arados de hie-
rro, porque su tierra era demasiado pequeña para eso.
Los campesinos completamente pobres no tenían caballos y
pasaban hambre, de nuevo tuvieron que ir con los más holgados y
trabajar para ellos por un salario o hacerse prestar caballos. Volvieron
a estar muy descontentos. Su odio se volvió contra los campesi-
nos acomodados. Lenin no hizo nada para aplacar ese odio, por
el contrario, lo avivó. Los herreros mandaron al campo gente para
que hiciera propaganda de los arados de hierro. Aconsejaron a los
campesinos pobres que se asociaran en número tan grande como
les fuera posible y que pusieran en común el máximo posible de tie-
rras, para que la utilización de los arados de hierro fuera rentable.
«Los campesinos pobres van a la par», decían tranquilamente.
«Tampoco nosotros los herreros poseemos cada uno nuestro propio
tornillo; sin eso no podríamos fabricar arados.» La consigna de
Lenin era: «Vosotros queréis la tierra para tener trigo. Deshaceos de
la tierra para tener trigo.» Lo que significaba: «si devolvéis los peda-
zos de tierra que os pertenecen, obtendréis más trigo». Era verdad.
Pronto se constituyeron gigantescas haciendas, más grandes que las
haciendas señoriales de antaño. Al cabo de algún tiempo los cam-
pesinos acomodados tuvieron que unirse a esas explotaciones, pues
ya no conseguían encontrar mano de obra asalariada.
361
Además su campo daba poco trigo, los viejos arados de madera
no trazaban surcos lo bastante profundos. Así Lenin había cum-
plido su programa realizando su tarea y dejando que la naturaleza
hiciera la suya.
71. EL EJÉRCITO
El primer decreto de la Comuna de París fue la supresión del
Ejército permanente y su sustitución por el pueblo en armas. Esta
reivindicación figura actualmente en todos los programas de los
partidos que invocan el comunismo. Así la Comuna parecía haber
sustituido la máquina de Estado rota instituyendo una democracia
simplemente más completa: la supresión del Ejército permanente,
electividad y revocabilidad de todos los funcionarios sin excepción.
Ahora bien, en realidad, ese simplemente representa una obra
gigantesca. La sustitución de instituciones por otras completamente
distintas. Ahí tenemos un caso de transformación de la cantidad en
calidad: realizada de tal manera, tan plena y metódicamente como
sea posible concebirlo: la democracia burguesa se convierte en pro-
letaria. El Estado, poder especial destinado a domar una clase
determinada, se transforma en algo que, hablando con propiedad
ya no es un Estado. Abatir a la burguesía y destrozar su resistencia
no dejan de ser una necesidad, pero aquí el organismo de represión
es la mayoría de la población y ya no la minoría, como siempre lo
había sido en tiempos de la servidumbre y la esclavitud asalariada.
362
Ahora bien, desde el momento en que la mayoría del pueblo
abate por sí misma a sus opresores, ya no se necesita un poder
especial de represión.
En este sentido el Estado empieza a extinguirse. En lugar de
instituciones especiales de una minoría privilegiada —funcionarios,
privilegiados, mandos del ejército permanente— la propia mayoría
puede desempeñar directamente esas tareas; y cuanto más son ejer
cidas las funciones del poder de Estado por el conjunto del pueblo,
tanto menos es necesario ese poder. Aparece ahí con el máximo
relieve el giro que se produce de la democracia burguesa a la de-
mocracia proletaria, de la democracia de los opresores a la democra-
cia de las clases oprimidas, del Estado en tanto que poder especial
destinado a domar una clase determinada a la represión ejercida
sobre los opresores por el poder general de la mayoría del pueblo
de obreros y campesinos.
363
siete y once sobre las condiciones de admisión de los partidos com-
portan aspectos erróneos. ¿Qué dicen esos artículos cuatro, seis,
siete y once?
Art. 4. En Brasil: negarse a llevar a cabo una propaganda y una
agitación sistemática entre los soldados sería una traición hacia el
movimiento revolucionario.
Art. 6. En Palestina: mostrar a los trabajadores árabes que
preservarse de las guerras imperialistas es rechazar un arbitraje
de las grandes potencias y destruir el capitalismo por la violencia
revolucionaria.
Art. 7. En Italia: dirigir movimientos de huelga sobre la base de
una ruptura completa con el reformismo.
Art. 11. En Checoslovaquia: no sustituir en el Partido los elementos
dudosos de derecha por otros elementos dudosos de derecha.
74. Oye, exageras, Rosa. Citas textos justos, pero ¿con qué?
Con imágenes aún medio falsas. Creíste que podías adueñarte así
como por casualidad de las relaciones de producción de las imáge-
nes y los sonidos. De hecho actuabas dogmáticamente y finalmente
adoptaste el estilo de los pasquines y de los eslóganes. Diste un paso
hacia adelante. Resultado: hemos dado dos pasos hacia atrás.
Bueno, ya que estamos ahí miremos hacia atrás.
75. Checoslovaquia.
Hemos visto prácticamente, prácticamente:
1. El enfermo - situación concreta.
Hemos mostrado teóricamente, teóricamente:
2. La enfermedad - el revisionismo. Inicio del análisis concreto
de la situación concreta.
Hemos mostrado sin conseguir pasar de la teoría a la práctica:
3. El marxismo-leninismo, cómo curar la enfermedad, cómo
luchar contra el revisionismo, continuación y fin: análisis concreto
de la situación concreta.
Cuarta parte.
Checoslovaquia: nueva situación concreta. Situación de la
lucha de clases. Lucha feroz de lo antiguo y lo nuevo, entre el rojo
revisionista de derecha y el rojo marxista-leninista de izquierda, el
rojo del proletariado.
364
Bueno, ahora pensar: es difícil. Bueno, ahora tener las ideas
justas, las ideas, la filosofía. Debemos promover un nuevo floreci-
miento de la filosofía de las imágenes y los sonidos. Está prisionera. ¿De
qué? De los revisionistas y de la burguesía que lo aprisiona todo.
¿Por qué hay que liberarla? Mao Tse-tung, que liberó al pueblo
chino, ha declarado que para ello utilizó la filosofía.
Pero ¿de qué filosofía se trata? Te acabo de decir que estaba
prisionera. El trabajo de un prisionero consiste en evadirse.
También tus respuestas giran en redondo y no avanzamos. Giran-
do en redondo avanzamos comprometidos en luchas diversas a lo
largo de la historia. No historia, práctica social.
Los hombres adquieren una experiencia rica que extraen tanto
de sus éxitos como de sus fracasos.
No historia, práctica social.
Sí. ¿De dónde vienen las ideas justas? ¿Acaso caen del cielo?
No, vienen de la práctica social, de tres géneros de práctica social.
Práctica social. Lucha por la producción, lucha por la producción,
lucha por la producción.
Práctica social.
La lucha de clases. La lucha de clases. La lucha de clases. La
lucha de clases. La lucha de clases. La lucha de clases. Práctica
social. Experimentación científica.
Experimentación científica.
La existencia social de los hombres determina sus pensamientos.
Rechazad vuestras ilusiones y preparaos para luchar contra el
revisionismo. Tomemos nuestra resolución: ¡no retrocedamos ante
ningún sacrificio! ¡Remontemos todas las dificultades para conse-
guir la victoria contra el revisionismo! Hasta pronto, Rosa, te beso.
Te quiero. ¡Salud Wladimir!
¡Viva la resistencia del pueblo checo contra el social-imperia-
lismo soviético!
¡VIVA EL PENSAMIENTO MAO TSE-TUNG!
365
Luchas en Italia
J-P. GORIN
VOZ1
¿Quién es? ¿Qué sucede?
VOZ1
La militancia
367
La burguesía lo comprende: si reprime todo mitin de solidaridad
con los pueblos en lucha, se debe a que tiene miedo cuando
los revolucionarios analizan la guerra del pueblo. La burguesía
se da cuenta de que analizar la guerra del pueblo servirá para
forjar armas en contra suya, contra su aparato de Estado, su
policía, su Ejército.
(Plano fijo de Paola telefoneando).
Pero no... Cuando los revolucionarios analizan la guerra del pueblo,
la burguesía ve quién se apodera de sus armas, para destruir
su aparato de Estado, su policía, su Ejército, para poner fin a
su dictadura. Entonces... Ser atacado... No ignoro que no es la
primera vez que el PC hace un mitin sobre Lenin. 2
Pero de vez en cuando hay que meter maraña entre los revisionistas.
Por ejemplo: en eso vamos retrasados respecto a los marxistas-
leninistas franceses... Ellos lo hacen... Perdón, para los rusos el
gas es muy importante, sustituye al petróleo. Y entonces, dime
con quién firman el acuerdo. Precisamente, firman un acuerdo
con ENI, una sociedad de Estado. ¿Y sabes por qué? No, no
es eso. Es para entrar en Europa. Para los revisionistas sovié-
ticos, es una lucha económica parlamentaria para implantarse
en Europa. Y con todo eso, la lucha de clases puede ir a tomar
viento.
En Fiat, fracaso del espontaneísmo.
VOZ 1
La militancia.
368
«Un invierno suave.» «Unagran victoria.»
« Un invierno suave.» « Una gran victoria.»
«Entre marxismo y revisionismo tiene lugar sin tregua una dura lucha
en lo que concierne a las relaciones de la política y la economía.»
VOZ 1
La Universidad.
PAOLA
¡Abajo el idealismo!
EL HOMBRE
¡Abajo el idealismo!
VOZ (profesor)
«Pero esto es una opinión insostenible. Es evidente que nuestro
intelecto no se contenta nunca con una simple descripción del
fenómeno, sino que va más allá, y el conocimiento a que aspira
no es puramente externo y únicamente destinado a facilitar la
acción, sino una conciencia interior...»
PAOLA
Siempre el mismo cuento.
VOZ (profesor)
«...sino una conciencia interior, que le permite penetrar la verdadera
esencia de las cosas. En una palabra, podemos decir...»
VOZ 1
La ciencia.
(Paola da clases particulares de física a un obrero joven).
PAOLA
...A favor de los materiales más ricos en aplicaciones prácticas.
369
EL OBRERO
Hablas de aplicaciones prácticas, pero cuando te pido explicaciones
prácticas para mi trabajo y para mi lucha, no quieres dármelas.
PAOLA
¿Quieres aplicaciones prácticas? Resuelve este problema. Ya lo has
hecho: el número cuatro. Lee.
EL OBRERO
«Un rey decide elegir un primer ministro y para ello pone a prueba
a tres candidatos.» (Sigue el enunciado del problema.)
Ves, en tu problema se habla de un rey que elige un primer
ministro. ¿Por qué no se habla de militantes que eligen un
delegado sindical?
PAOLA
Quizá tengas razón. Oye, no es tan sencillo, y además tengo una
cita, el martes volveremos a hablar de ello.
VOZ 1
La sociedad.
(Paola efectúa unas compras en un almacén de ropa)
PAOLA
Un chándal.
VENDEDORA
Sí, ese chándal le va bien.
PAOLA
No, más bien necesito una camisa.
VOZ 1
La sociedad.
VENDEDORA
PAOLA
Sí, es la que me gusta más. ¿Cuánto vale?
370
VENDEDORA
Esta vale treinta mil liras.
PAOLA
¿Treinta mil liras por una camisa de campesina?
VENDEDORA
Sí, pero mire qué trabajo.
VOZ 1
La sociedad. La sociedad.
(Diálogo de Paola con la vendedora)
PAOLA
VENDEDORA
PAOLA
Conozco a la gente que ha escrito ese libro. Si le interesa, podemos
verles para hablar de él.
VENDEDORA
Sí, gracias.
PAOLA
Bueno, entonces podríamos volvernos a ver... no sé, cien cuando
hayas terminado el trabajo, para hablar un poco.
VENDEDORA
De acuerdo.
VENDEDORA
Sí, señor Costa. Perdóneme.
371
VOZ 1
La sociedad.
La familia.
PAOLA
PAOLA
VOZ 1 La salud.
(Paola y su
PAOLA {off)madre. Plano fijo de una bandeja con medicinas)
¿No te encuentras bien?
LA MADRE ( o f f )
No del todo, no.
PAOLA ( o f f )
¿Por lo menos llamaste a un médico?
372
LA MADRE (off)
Ah, siempre dicen lo mismo.
PAOLA ( o f f )
Pero ¿qué tienes?
LA MADRE (off)
Cuando discutes con tu padre, me pongo mala, me da angustia.
PAOLA ( o f f )
¿Qué quieres decir?
LA MADRE ( o f f )
La angustia es difícil de explicar. No lo sé... Es algo que se tiene por
dentro.
PAOLA (off)
Para eso hay médicos; puedo pedir a los compañeros de la facultad
la dirección de un psicoanalista.
VOZ 1
La vivienda.
(Paola en el cuarto de baño, maquillándose)
EL HERMANO (off)
¡Abre! Tengo prisa. ¡Apresúrate!
PAOLA
EL HERMANO (off)
Siempre las mismas chorradas. ¡Venga, apúrate! ¡Sal!
PAOLA
¡No!
EL HERMANO (off)
¡Venga, apresúrate! ¡Es la hora!
373
PAOLA
Déjame en paz. Si quieres un cuarto de baño, no tienes más que
trabajar para comprarte un piso. Si trabajases, podríamos tener
un piso mayor.
EL HERMANO (off)
«Un comunista debe ser franco y abierto, entregado y activo. Debe
dar preferencia a los intereses de la revolución, antes que a sus
intereses personales.» «En ningún momento, en ningún lugar,
un comunista debe colocar en primer término sus intereses per-
sonales.» ¿Lo has entendido? ¡Eso es un comunista! ¡Tú, no!
PAOLA
¡No hables de lo que no conoces, gili!
VOZ 1
El carácter.
(Paola busca un periódico entre el montón que hay al pie de su
cama)
PAOLA
¿Quién ha tocado mis cosas? Te he dicho mil veces que las dejes
tal como estén. Cuando las tocas, ya no encuentro nada. Te he
dicho mil veces que no toques mis cosas.
VOZ 1
El sexo.
(Plano fijo de una puerta acristalada entornada. Las voces son
en o f f )
PAOLA
¿En qué piensas?
EL HOMBRE
Te das cuenta... Estamos a quince y ya no tenemos una lira.
PAOLA
Tienes razón. Te prometo que el mes próximo nos esforzaremos.
Por otra parte, aquí no se está mal.
374
EL HOMBRE
PAOLA
Bueno, si es así... Pero no te enfades.
EL HOMBRE
No me enfado.
PAOLA
Oye, mañana hablaremos de ello, esta noche estoy muy cansada.
Necesito ternura. Bésame.
VOZ 1
La identidad.
PAOLA
«¡Contra los patrones! ¡Lucha continua! ¡La violencia obrera, de la
fábrica a la calle!»
VOZ 1
La identidad.
PAOLA
VOZ (policía)
PAOLA
Paola Taviani, Via Verdi número 4.
VOZ 1
La identidad. La identidad. (Plano de Paola esperando turno para
examinarse en la Universidad)
375
PAOLA
Presente.
VOZ
PAOLA
VOZ
Entonces le toca a usted.
VOZ 1
La identidad.
PAOLA
Un billete de estudiante, por favor.
VOZ (empleado)
¿Tiene papeles, un carné?
PAOLA
VOZ 1
VOZ 2
Entonces,
(Plano fijo ¿qué sucedió?
de Paola frente a la cámara)
PAOLA
Sí, ¿quién es? Soy yo. Pero al mismo tiempo, pues bien, 106 no soy
yo a quien verdaderamente se ha visto, sino sólo fragmentos de
mí. No era la realidad, sino un reflejo.
VOZ 2 Reflejo.
(Planos de Paola reflejada en un espejo)
376
VOZ 1
La militancia.
VOZ 2
Realidad. Reflejo.
VOZ 1
La ciencia.
VOZ 2
Realidad. ¿Qué sucede? Tu vida está dividida en apartados, la ciencia,
la universidad, que constituyen un conjunto...
VOZ 1
La sociedad.
VOZ 2
Y descubres que ese conjunto es imaginario. En consecuencia te
preguntas por la función de ese imaginario. Te preguntas cómo
funciona. Reflejo. Realidad. Realidad. Reflejo. Ese psicoanálisis,
tus condiciones reales de existencia; su relación, ¿qué significa
todo eso?
377
378
VOZ 2
PAOLA
VOZ 2
Descubres que la primera parte era un conjunto organizado cuyo
centro era el apartado: sociedad.
PAOLA
¿Cuánto vale?
VENDEDORA
¡Oh! Vale treinta mil liras.
PAOLA
Treinta mil...
VOZ 2
Y a partir de ahí se ha organizado la relación entre las imágenes
de ti y las imágenes en negro. Esa relación tiene un nombre:
ideología.
Ideología: relación - necesariamente - imaginaria - de ti - con tus
condiciones - reales de existencia.
Reflejo. Reflejo.
VENDEDORA
Le queda muy bien.
VOZ 2
Reflejo.
PAOLA
Sí, éste...
VOZ 2
Reflejo.
379
PAOLA
VOZ 2
Imagen en negro. Imagen en negro. Realidad. Realidad.
VENDEDORA
Ah, sí, le queda muy bien.
VOZ 2
Realidad. Realidad.
VENDEDORA
Se vende mucho.
VOZ 2
Ideología: relación necesariamente imaginaria de ti con tus condi-
ciones reales de existencia. Relación necesariamente imaginaria
con tus condiciones reales...
VENDEDORA
Le queda muy bien.
VOZ 2
PAOLA
VOZ 2
...con tus condiciones reales...
PAOLA
¿Cuánto vale?
VOZ 2
Relación imaginaria...
VENDEDORA
Vale treinta mil liras.
380
VOZ 2
Ideología. Función de la ideología: reproducción - cotidiana -
ininterrumpida - de las relaciones de producción - en la conciencia.
Es decir...
PAOLA
¿Puedo probarme ésa, la roja?
VOZ 2
...regular, organizar tu comportamiento práctico en la sociedad ca-
pitalista.
PAOLA
Muy bonita, la roja.
VOZ 2
Hoy, en Italia, función de la ideología burguesa: todos los días, to-
dos los días, todos los días, asegurar - la reproducción - ininte-
rrumpida - de las relaciones de producción - en la conciencia.
Es decir: organizar tu comportamiento práctico en la sociedad
capitalista italiana.
PAOLA
(hablando de cara a la cámara)
La existencia social de los hombres determina su pensamiento.
La existencia social de los hombres determina su pensamiento.
VOZ 2
De acuerdo. Pero bien sabes que el marxismo no quiere explicar las
leyes del mundo objetivo por el placer de comprenderlo, sino
esencialmente utilizar el conocimiento de esas leyes para trans-
formarlo activamente.
Práctica. Teoría. Práctica. Práctica. Teoría. Práctica.
(Paola y la vendedora al pie de una escalera)
VENDEDORA
...de vez en cuando.
PAOLA
Pero por lo menos hablemos de ello un poco. Toma, los libros que
me pediste.
381
VOZ 2
Práctica. Práctica.
VENDEDORA
Gracias.
PAOLA
¿Volveremos a vernos?
VOZ 2
Teoría.
PAOLA
La inexperiencia práctica, la inexperiencia en el trabajo de organi-
zación la tenemos todos.
VENDEDORA
Para ti es fácil, no trabajas. Yo, sí.
VOZ 2
Práctica.
VENDEDORA
Es mejor que no volvamos a vernos.
PAOLA
Pero hablemos...
VOZ 2
Práctica.
Tú das clases de matemáticas a un trabajador joven. Te hace
preguntas.
(Paola y su alumno)
EL OBRERO
Cada vez que te pido relacionar esas cosas con mi trabajo, no quieres
responderme. ¿No puedes o no quieres? Respóndeme.
VOZ 2
Intento de teoría. Oyes su pregunta en vez de contestar cállate.
382
PAOLA
VOZ 2
Pero, regreso a la práctica, nunca sabes qué decirle.
Práctica.
Vives con un muchacho. Tenéis problemas. Os planteáis cuestiones.
(Plano fijo de una ventana. Paola viene a cerrar los postigos)
PAOLA
VOZ 2
PAOLA
«La primera división del trabajo es entre el hombre y la mujer en la pro-
VOZcreación.
2 Y ahora puedo añadir: la primera oposición de clase...»
Fracaso de la práctica.
Hablas de la sexualidad como de algo en sí. Tomas la parte por el
todo. No has comprendido ni criticado a Freud y, por ejemplo,
tratando de hacer mejor el amor, lo haces por la tarde.
Práctica. Cuando no tienes nada que hacer, sigues haciendo el amor
por la tarde.
PAOLA
Tienes razón.
VOZ 2
Teoría.
PAOLA
En el fondo, tenemos tiempo de hacer el amor por la tarde. Debié-
ramos preguntarnos por qué.
EL HOMBRE
Porque... tenemos tiempo. Porque nos apetece.
383
PAOLA
Sí, pero precisamente ese tiempo ¿qué es? Quiero decir ¿de dónde
viene? ¿Qué es lo que nos lo da? ¿Cómo lo utilizamos? Si nos
preguntamos por qué hacemos el amor esta tarde, también
hemos de preguntarnos contra qué.
De hecho, es un privilegio. Porque el que trabaja en la fábrica no
puede, y si puede es porque trabaja de noche y por tanto de día
aún puede menos. Es un privilegio de clase y también tendría-
mos que luchar contra eso.
VOZ 2
Regreso a la práctica. Crítica de tu práctica pasada. Transformación.
Ya no hablas de la sexualidad en sí. Ya no la aislas. Empiezas a
transformarte. La existencia social de los hombres determina su
pensamiento. Cambiar de pensamiento, cambiar su existencia
social. Decides hacer de tu práctica militante el centro de tu
transformación. Práctica. Práctica. Práctica.
Decides ir a la fábrica. ¿Un paso adelante o un salto en el vacío?
Práctica.
(Paola trabajando en un taller de confección de vestidos. Intenta
pasar una octavilla a su vecina)
Estás en la fábrica. ¿Para qué? Para militar de modo más justo, para
ligarte a la clase obrera.
Teoría.
Estás en la fábrica. La teoría viene de la práctica y crees que estar
en la fábrica te ayudará a comprender mejor la lucha de clases
en Italia.
¿Qué sucede?
Porque te has integrado en la producción, crees que vas a producir una
línea política justa. Pero ¿cómo te has integrado? Un poco al azar.
Quizá políticamente, pero ¿hasta qué punto?
Resultado práctico. Imposibilidad de la teoría.
Práctica. Cuando creías ligarte a las masas, te alejabas de ellas.
Función de la ideología. Imagen en negro.
PAOLA
La existencia social de los hombres determina su pensamiento.
La existencia social de los hombres determina su pensamiento.
La existencia social de los hombres determina su pensamiento.
384
VOZ 2
(Paola en la fábrica de vestidos, cortando un vestido de mujer)
Práctica. Ahí, el capataz te dice: más aprisa, más aprisa. Paola, te
damos trabajo, pero al menos respeta el ritmo. Es la tercera
vez que te controlamos. Haces tres vestidos mientras las demás
hacen cinco. No estás sola, Paola. Piensa en las primas de las
demás.
Ahí, las camaradas te piden que pienses en sus primas y no sólo en
ti.
Teoría. (Paola corta un maniquí de papel que representa la sociedad)
Producir.
Producir el conocimiento.
Producir el conocimiento de la situación concreta.
Producir el conocimiento de tu situación concreta.
Práctica.
Estás en la fábrica. Y crees que eso te bastará para darte ideas justas,
para darte una línea política más justa que antes.
Pero no es tan sencillo. Las cosas no funcionan de modo tan me-
cánico.
Piensa tu situación concreta.
Piensa que, en la lucha, en un momento dado, la teoría se convierte
en la tarea principal.
Aquí, hoy, en Italia, hacer el análisis concreto de la situación con-
creta.
(Paola y el hombre, iluminados a contraluz)
EL HOMBRE
Pero entonces, dime, ¿quiénes somos?
VOZ 2
Práctica.
PAOLA
Somos una pareja, es decir la unidad de dos contrarios. Una unidad
en lucha.
EL HOMBRE
¿En lucha? ¿Contra qué?
385
PAOLA
Una pareja en lucha contra una idea burguesa de la pareja que se
desarrolla espontáneamente en ella.
EL HOMBRE
¿Por tanto una pareja que lucha contra sí misma?
PAOLA
Sí, la lucha de una pareja burguesa para convertirse en una pareja
revolucionaria...
VOZ 2
...aunque continuamente tienda a seguir siendo una pareja burguesa.
Una larga lucha entre dos líneas políticas, entre dos prácticas
políticas. Entre dos líneas políticas, entre dos prácticas políticas.
EL HOMBRE
Entonces, pensar en el pueblo ¿es pensar en la práctica, en el trabajo,
en la lucha, en la historia, en la política?
PAOLA
Sí, y en la historia de esa lucha hay etapas en que la unidad de los contra-
rios puede romperse cada vez. Es el antagonismo. Por ejemplo, yo te
abandono, o nuestra lucha cesa, porque nuestra práctica diverge.
EL HOMBRE
Decías que en determinado momento una pareja tiene que hacer
un niño, que nosotros tenemos que hacer un niño.
PAOLA
Sí, porque pensaba en historia de nuestra lucha y en etapas. Superar
una etapa, por ejemplo, quizá sea para nosotros hacer un niño.
EL HOMBRE
No te comprendo.
PAOLA
Pues claro. Ahí es donde nos espera la burguesía. Porque mientras
seamos dos nos tolera. Con un niño aún nos tolera más, porque
386
entonces formamos una familia y con ello nos reintegramos al
mundo burgués.
EL HOMBRE
¿Por qué?
VOZ 2
Práctica.
PAOLA
Por que tú, yo y un niño formamos una familia y para convertirnos
en una pareja revolucionaria hemos de superar una etapa de
nuestra lucha y de nuestra práctica.
VOZ 2
Práctica transformada.
EL HOMBRE
¿Cuál?
PAOLA
Llevar una lucha activa contra la ideología burguesa de la familia.
Llevar una lucha activa contra la ideología burguesa de la
familia.
EL HOMBRE
¿Y cómo crees que se pueda hacer eso?
PAOLA
La lucha empieza, por ejemplo, cuando se hace el niño. Sigue cuando
yo estoy encinta, se transforma primero cuando llega el niño y
luego cuando el niño ha nacido.
EL HOMBRE
¿Y bien?
PAOLA
Justamente, digo que es un problema de educación política. Para
ti, para mí, para el niño, para nosotros tres. Educación política
387
de mí por tí, de ti por mí, de mí por el niño, de ti por el niño, del
niño por nosotros.
EL HOMBRE
Bueno. Tú dices que hay que luchar contra la ideología burguesa de
la familia. Pero si esa ideología tiene tal fuerza, voy a decir una
evidencia, se debe a que es una sociedad de clase y la burguesía
está en el poder. (Diversos planos de recortes de periódicos que
muestran familias...)
PAOLA
Es cierto que estamos en una sociedad de clases y que la burguesía
está en el poder. Y es cierto que nuestra lucha tiene sus límites.
Debe integrarse en una lucha más vasta.
Digo que esta lucha se desarrollará con la acción revolucionaria.
Digo que cuanto más consigo militar de modo justo, más puedo
adelantar en la resolución de ese problema.
VOZ 2
Práctica revolucionaria.
PAOLA
Cuando digo: «te quiero», digo: «hacer un análisis concreto para
transformar nuestra situación concreta».
VOZ 2
El análisis concreto de la situación concreta para transformar esa
situación concreta.
PAOLA
Práctica revolucionaria.
Pensar que, en un momento dado, la teoría es una tarea práctica.
¿En qué momento? En un momento determinado por las lu-
chas revolucionarias. Ese momento viene dado por el conoci-
miento de las luchas revolucionarias.
Teoría revolucionaria.
Producir el conocimiento de las luchas revolucionarias.
Producir. Producir. Producir. (Paola y su alumno)
388
EL OBRERO
Tú empleas sin cesar las palabras que yo empleo... Por ejemplo, hablas
de masas y de crítica. Son palabras que conozco. También nosotros
las utilizamos ayer en una octavilla. ¿Qué diferencia existe entre tú
y yo cuando las empleamos? ¿Es lo mismo o es algo distinto?
PAOLA
Práctica revolucionaria.
Le digo: «He reflexionado y voy a explicártelo». Regreso a la práctica.
Digo: «Puedo explicártelo». Explicar: comprender las leyes del
mundo objetivo. ¿Explicar el mundo para comprenderlo? No,
para transformarlo activamente. La teoría viene de la práctica
y vuelve a ella.
Ahora, práctica transformada.
En la primera parte del filme, dije: «Déjalo estar, lo mezclas todo, ya
veremos eso mañana». En la segunda parte del filme, he visto
que iba por mal camino, y en realidad no tenía nada que decirle.
Entonces he creído que ir a la fábrica como él nos acercaría.
Pero allí he aprendido que no es tan sencillo.
Si ahora puedo responderle, se debe a que descubro mi propia
situación. Descubrir quiere decir: hacer un análisis concreto y
hacerlo concretamente. Descubrir que la existencia social de los
hombres determina su pensamiento, quiere decir: descubrir las
contradicciones de mi existencia social.
Descubrir con Engels que el mismo movimiento es una contradicción.
Descubrir la lucha de esa contradicción. Ideología. Lucha ideológica.
Atreverse a descubrir que una unidad está hecha de contradiccio-
nes. Descubrir con Marx que la vida es una contradicción
presente en las cosas y en los mismos fenómenos, que se re-
plantea y se resuelve sin cesar. Descubrir con Marx que cuan-
do las contradicciones cesan, la vida se detiene y es la muerte.
Descubrir que la contradicción es universal y al mismo tiempo
específica. En matemáticas: contradicción entre + y -.
En mecánica: contradicción entre acción y reacción.
En física: contradicción entre electricidad positiva y negativa.
En química: contradicción entre unión y disociación de átomos.
En la ciencia social: contradicciones entre los pobres y los ricos,
los opresores y los oprimidos, los intelectuales y los obreros, el
proletariado y la burguesía.
389
Contradicciones entre las clases sociales.
Toda divergencia en las concepciones humanas debe considerarse
como reflejo.
Reflejo de contradicciones objetivas.
Las contradicciones objetivas, al reflejarse en el pensamiento sub-
jetivo, forman el movimiento contradictorio de los conceptos,
estimulan el desarrollo de las ideas y resuelven los problemas
que se plantean al pensamiento humano.
Tercera parte del filme.
Viene introducida por una imagen de reflejo.
¿Una imagen de reflejo como las de la primera parte? No. Habiendo
criticado al principio de la segunda parte esa noción de reflejo,
me he dado cuenta luego de que esa noción de reflejo no venía
de la ideología burguesa, sino que era el mecanismo de toda
ideología.
Ideología: relación necesariamente imaginaria de mí misma con
mis condiciones reales de existencia. Luego el problema no es
el reflejo en sí, sino la lucha entre un reflejo que niega las con-
tradicciones objetivas y un reflejo que las expresa, en la lucha
entre la ideología burguesa que quiere que el mundo siga igual
y la ideología revolucionaria que quiere transformarlo.
Tercera parte del filme.
Con los elementos de la segunda parte, pensar de nuevo en el
mecanismo de la ideología que actúa en la primera y la segunda
parte del filme.
Tercera parte del filme.
Método teórico: volver a decir lo que dije hasta ahora, pero decirlo
con imágenes y sonidos puesto que se trata de un filme.
Tercera parte del filme.
Investigación, trabajo, lucha, programa de lucha. «No hay supremo
salvador, ni Dios, ni César, ni tribuno.»
Tercera parte del filme.
(Planos similares a los de la primera parte)
Investigación.
¿Qué ha pasado?
Algo ha cambiado.
Algo ha cambiado para mí desde la primera parte del filme.
Algo ha cambiado para mí desde la primera parte del filme, debido
a la segunda.
390
Bien. Medir este cambio.
Volver a partir de lo que he dicho en la segunda parte.
He dicho dos cosas.
He dicho: «La existencia social de los hombres determina su
pensamiento». Y he dicho: «Las contradicciones objetivas for-
man el movimiento contradictorio de los conceptos».
Volver a partir de ahí.
Primer punto: pensar la relación de mi pensamiento con mis
condiciones sociales de existencia y en lo que las define, es decir,
las relaciones de producción capitalistas en la Italia de hoy.
Pensar esa relación es, en el filme, situar ahora mi discurso entre dos
planos de relaciones de producción.
Relaciones de producción.
Situar mi discurso.
Relaciones de producción capitalistas.
Situar mi discurso.
Relaciones de producción capitalistas.
Situar mi discurso entre dos planos de relaciones de
producción capitalistas.
¿Por qué siempre este espacio negro en esta cadena de imágenes?
¿De dónde proviene mi discurso en este espacio negro?
¿De dónde proviene mi discurso en este espacio negro?
Proviene de que pienso mi relación con el plano que ha precedido al
espacio negro y al plano que seguirá al espacio negro.
Luego del hecho de que mi relación con las relaciones de producción
capitalistas en Italia, hoy.
Ahora, teniendo esto en cuenta, pensar de nuevo la primera parte del
filme.
«No hay supremo salvador, ni Dios, ni César, ni tribuno.»
Allí, en la primera parte del filme, había una imagen en negro.
Ahora un taller, o sea una imagen de relación de producción.
En la primera parte del filme, tras ese plano en negro, había, por ejem-
plo, un plano mío comprando un chándal. Y después otro plano
en negro. Pero ahora en vez de otro espacio negro, lo que vemos
es una fábrica. Es decir, de nuevo una imagen de una relación de
producción.
En la primera parte, por ejemplo, en vez de una imagen de la
fábrica había una imagen en negro y una voz que decía: «la
familia».
391
Ahora se ve la imagen de una fábrica, es decir una imagen de una relación
de producción, y luego una imagen mía comiendo con la familia.
¿Cuál es la naturaleza de esos planos de la primera parte del filme?
¿Qué sentido, qué función adquieren ahora que están situados entre
dos planos de relaciones de producción?
Para intentar responder a esta cuestión, para interrogarse sobre el meca-
nismo de la ideología burguesa en la primera parte del filme y sobre
su función, vamos a tomar otro ejemplo de esa primera parte: la
Universidad.
VOZ (profesor)
¿...qué han hecho los relativistas? Se han desembarazado...
PAOLA
Aquí tenemos un plano en que estoy oyendo clase en la Universidad.
En la primera parte, antes de ese plano había una imagen en
negro y una voz que decía: «la Universidad». Esa voz es la que
ahora oímos disertar sobre historia de las ciencias.
VOZ (profesor)
...habiendo sentado de una vez por todas que los fenómenos físicos
sucederán.
PAOLA
Es la voz del que va a llamarme para el examen. Es la
voz del profesor o del bedel.
Es la voz del aparato universitario, la voz del Estado
en el sector universitario, o sea la voz del aparato
ideológico de Estado universitario.
VOZ (profesor)
...eterna del intelecto humano, que no sólo ha constituido la ciencia,
sino antes que ella el mundo del sentido común.
PAOLA
La ideología se expresa siempre en el interior de un aparato ideológico ma-
terial, que organiza las prácticas materiales según un ritual práctico.
En este plano estoy en la Universidad.
Oigo una clase.
392
Paso un examen.
Todo esto funciona únicamente porque me reconozco como sujeto
de ese aparato ideológico, admito que formo parte de ese aparato
ideológico.
En este plano, como sujeto universitario.
Soy estudiante.
Cuando el profesor, la voz del aparato ideológico universitario de
Estado, me llame, yo obedeceré.
PAOLA
Presente.
VOZ (profesor)
¿Es usted Paola Taviani?
PAOLA
Sí, soy yo. ¿Vengo?
VOZ (profesor)
Le toca a usted.
PAOLA
Me han interpelado. Yo me he reconocido. He obedecido. Las cosas
han funcionado así. Yo he funcionado así.
Pero ¿con qué miras?
VOZ 1
En este punto se plantea el problema del progreso.
PAOLA
Oigamos esta voz.
VOZ 1 (profesor)
...Ciencia. Un examen profundo de las teorías relativistas muestra
que su novedad es dudosa. En efecto, no cabe duda de que la
continuidad entre esta reciente propensión a degenerar de las
teorías científicas y las fases que la precedieron...
393
EL HOMBRE
¡Basta!
PAOLA
Esta voz habla de la ciencia. Dice que la ciencia es un lenguaje. Habla
de ideas justas y falsas, de ideas en sí, sin decir de dónde vienen.
Esta voz no habla de las condiciones reales de existencia de la práctica
científica.
En realidad esta voz afirma que los pensamientos de los hombres
no están determinados por su existencia social.
Es la voz del idealismo. Falsea, miente, pone imágenes en negro.
Mientras asistía a clase he contestado esta voz.
EL HOMBRE
¡Todo está en todo y viceversa!
VOZ 1
Esta observación...
PAOLA
¡Entonces todo está en todo y viceversa!
VOZ 1
...sirve perfectamente...
PAOLA
Pero ¿en relación a qué la he contestado?
En relación a una práctica que es exterior al propio curso.
En relación a mi práctica militante.
En la primera parte del filme, mi vida era un conflicto: allí me opo-
nía al profesor, agente del aparato ideológico universitario de
Estado. Aquí a mi padre, también agente del aparato ideológi-
co familiar de Estado. Más aquí a la policía, en cierto modo el
agente más evidente del aparato de Estado.
VOZ 1 (policía)
¿Qué haces? Tus papeles. ¡Tus papeles! ¡¡Tus papeles!!
PAOLA
Por tanto, conflicto entre varias prácticas.
394
Conflicto entre el plano de mí pasando un examen, y por tanto obe-
deciendo a la ideología burguesa, y el plano de mí intentando
luchar contra ella. ¿El resultado de este conflicto?
En la primera parte del filme el plano de mí dando clase a un obrero
joven.
Pero en verdad ¿qué hago?
Repetir a un camarada lo que me ha dicho en la universidad nuestro
enemigo común.
395
Por ejemplo, la sexualidad.
1.a larga lucha de una pareja burguesa para convertirse en una pare-
ja revolucionaria, aun si continuamente tiende a seguir siendo
una pareja burguesa.
Una larga lucha entre dos líneas políticas, dos prácticas políticas.
Efectivamente, lo que digo ahora es bastante distinto
de lo que decía y hacía en la primera parte.
¿Qué decía allí?
Decía: «estoy cansada, bésame, mañana hablaremos de ello», frases
casi idénticas a las que decía al obrero joven. Y ahora, al final de
la segunda parte del filme, ¿qué digo?
Hablo de dos líneas políticas, de dos prácticas políticas.
Luego en la segunda parte he cambiado un poco.
¿Cómo?, ¿en qué sentido?
Tercera parte del filme.
La tercera parte del filme consiste en calibrar el cambio y cambiar
asimismo al calibrarlo. Dar un paso adelante.
Sí, la lucha de una pareja burguesa para convertirse
en una pareja revolucionaria.
Otra vez un plano de relación de producción.
Siempre la misma cadena de imágenes.
Yo entre dos imágenes de relaciones de producción.
Dar un paso adelante.
Reflexionar sobre ello.
Mi discurso cambia.
Mi imagen entre dos relaciones de producción muestra que ese
cambio es relativo. Explicar ese relativo.
Volver a partir de las relaciones de producción.
Relaciones de producción capitalistas.
Relaciones que determinan a la sociedad en tanto que sociedad
capitalista.
Relaciones de producción capitalista.
Relaciones que determinan la existencia de la sociedad como sociedad
capitalista.
Ideología burguesa:
lo que organiza el comportamiento de la gente, mi comporta-
miento, en esta sociedad capitalista. La ideología funciona
por regiones.
396
VOZ 1
La Universidad. La familia.
PAOLA
Estas regiones, más o menos autónomas, están articuladas entre sí
Pues hay una que es la más importante, una que determina la
vida e historia de las demás regiones.
Todas las regiones de la ideología burguesa aseguran la perma
nencia de las relaciones de producción capitalistas, pero bajo
la dirección, la dirección de esta región determinante: jurídico
política.
Región determinante.
Región determinante.
Región determinante.
Ideología jurídico-política de Estado.
Cambio en la región determinante.
Acción política.
Acción política revolucionaria.
Acción política revolucionaria justa.
Destrucción del aparato y de la ideología jurídico-política de Estado
Resumiendo, ¿qué podemos decir de todo esto?
En la primera parte del filme había conflicto, contradicción entre la
ideología burguesa y mi práctica militante.
La ideología burguesa era igual a +, y mi práctica militante a -
Brevemente, primera parte: el más aventajaba al menos.
En la segunda parte del filme sigue habiendo conflicto, contradicción
entre la ideología burguesa y mi práctica militante. Y toda la
conflicto, contradicción entre + y -.
Pero algo cambia.
Lo que era -, mi práctica militante, se ha convertido en +.
Me he transformado un poco.
Mi práctica militante se ha desarrollado más o menos bien
Mi práctica militante ataca la región determinante de
la ideología burguesa
jurídico-política.
Al desarrollarse la contradice
y con este ataque
sacude todos los cimientos del edificio ideológico de que estoy hecho
Ataca con repercusiones desiguales según las regiones.
397
OBRERO
No lo sabes, o no quieres explicármelo.
Conque dame una explicación.
PAOLA
Aquí aún había un discurso burgués al decir yo que no soy capaz
de responderle.
Pero ahí hay un discurso más justo, un discurso que lucha, que se
transforma, que trabaja.
Lo sé. Pero entonces digo que esta lucha tiene sus límites, hablo de
integrarnos en una lucha más vasta.
Digo que lo que permite esta lucha es la acción política revolucionaria.
Digo que cuanto más consigo militar de modo justo, tanto
más adelanto en la resolución de ese problema. Digo que te
quiero...
En conclusión, ¿de qué depende un cambio en mis ideas?
Depende de un cambio en la región determinante de la ideología
burguesa,
luego de mi práctica militante revolucionaria.
Cambiar mi vida,
transformarme,
quiere decir:
agravar las contradicciones entre mi práctica militante y esa región
determinante de la ideología burguesa.
Cambiar mi vida, transformarme: agravar las contradicciones,
introducir en mi vida la lucha entre lo antiguo y lo nuevo,
introducir en mi vida la lucha de clases,
la lucha de clases,
la lucha de clases en mi vida.
Programa:
pensar la subjetividad en términos de clases.
Programa:
Militar.
Cuarta parte del filme. Hoy en Italia,
mi acción militante, como actriz, en las pantallas de la televisión
italiana.
«Nessuno ci potrà salvare, né Dio, né Cesar, né PC. Produttori,
salviamoci da soli, e la salvezza commune sarà. Per riavere que-
398
Ilo che ci anno tolto, per liberare la libertà forgiamoci le nostri
armi, lottiamo sempre, osiamo già.»3
Hoy hablo por la RAI.
¿Contra quién hablar?
¿Para quién hablar?
Y ante todo,
¿quién me ha precedido en esa pantalla?
y ¿quién me seguirá?
En una palabra:
¿a quién pertenece la televisión italiana?
La televisión italiana pertenece al Estado.
Ese Estado es en la actualidad Avola, Battipaglia, Pise.
El Estado es hoy la democracia cristiana,
mañana los socialdemócratas,
y pasado mañana...
Ayer y hoy, el Estado es Agnelli, Costa, Pirelli.
Luego cada día un delegado de Estado se dirige al pueblo italiano.
Dirigirse al pueblo italiano,
hablar en contra de los obreros, los campesinos y sus aliados, que se organizan
en la lucha para responder a la violencia cotidiana que se les impone.
Destruir y cambiar eso
es hacer la revolución,
es decir, pensar de modo distinto para hacer la revolución. Para
mí, dar un paso adelante para poder mañana dar dos o tres, es
por ejemplo hablar hoy en la televisión italiana cuatro o cinco
minutos de manera distinta.
Me dijeron que, entre un espacio dramático y un documental, tenía
derecho a contar mi historia,
y que tenía ese derecho porque éramos demócratas, humanistas,
liberales, objetivos...
Mi historia,
como todo lo que cada día se cuenta aquí:
la historia de un patrón, la historia de la Fiat, la historia de una
obrera de la Fiat.
ayuda y conseguiremos la salvación común. Para tener de nuevo lo que nos quita-
ron para liberar la libertad, forjemos nuestras propias armas, luchemos siempre,
atrevámonos ya.»
399
Bien, he contado mi historia. O mejor dicho, la han contado por mí.
Y era la primera parte del filme.
El relato burgués de una burguesa a quien los acontecimientos
transforman.
Una burguesa liada con su militancia, una burguesa intelectual,
progresista, aliada de la clase obrera, una burguesa en contra-
dicción consigo misma, una burguesa que no sabe de dónde
vienen las ideas justas y falsas, que no sabe resolver las contra-
dicciones, que no sabe qué hacer.
Y ahí he tenido que pararme.
Es decir, empezar la segunda parte del filme y plantear el problema
de las ideas justas y falsas, la relación antagonista de las ideas
justas y falsas.
He visto que debía dejar de contarme, y que debía empezar a
analizarme.
Que era preciso saber por qué acababa de contarme así en la primera
parte del filme.
Y lo que entonces ha aparecido en mi discurso, es la realidad de
mis ideas.
La realidad que produce mis ideas,
luego, para mí, la realidad italiana.
Pero ¿qué hacer con eso?
¿Algo que me transforme o nada?
Dije: la existencia social de los hombres determina su pensamiento;
eso es una idea justa. Para que esta idea justa se convierta en
una fuerza material, no ignoro que debe darse un paso más
hacia adelante.
Indiqué la dirección en la tercera parte del filme.
Pero es un camino difícil.
Y lo que dije
es en el mejor de los casos una indicación de trabajo,
de lucha,
de trabajo,
de lucha,
de trabajo,
de lucha,
de trabajo,
de lucha...
400
Carta a Jane Fonda:
Investigación sobre una imagen4
Querida Jane:
401
nosotros el esfuerzo de analizar esa foto tuya en Vietnam, que ha sido
tomada unos meses después del filme que hemos hecho en París.
En efecto, esa foto y el corto texto que la acompaña nos parecen
capaces de resumir Tout va bien mejor de lo que nosotros sabría-
mos hacerlo. Y ello por una razón muy sencilla. Esa foto responde
a la misma cuestión que plantea el filme: ¿qué papel deben desem-
peñar los intelectuales en la revolución? A esta pregunta, la foto da
una respuesta práctica (da la respuesta de su práctica). Esa foto te
muestra, en efecto, a ti, Jane, al servicio de la lucha por la libertad
del pueblo vietnamita.
También Tout va bien responde a esa pregunta, pero no del mis-
mo modo. Puesto que, menos seguro que la foto de las respuestas
a dar, el filme plantea primero otras preguntas. Y éstas llegan a fin
de cuentas a no plantear tal cual la cuestión de los intelectuales y la
revolución. ¿Cómo plantear entonces esa cuestión?
El filme aún no responde con exactitud. Pero la manera en que
aún no responde es de hecho un modo indirecto de plantear nuevas
cuestiones. Porque de nada sirve dar antiguas respuestas a las nue-
vas cuestiones planteadas por el actual desarrollo de las luchas re-
volucionarias. Hay que aprender asimismo a formular esas nuevas
cuestiones. Y aprender con aquellos que, aunque no hayan tenido
tiempo de redactar claramente esas nuevas cuestiones, ya han con-
quistado el terreno donde podrán florecer y expansionarse, y lo han
conquistado con una práctica nueva.
Te decíamos que la manera en que en realidad todavía no res-
pondemos verdaderamente como los vietnamitas y tú en esa foto,
decíamos que de hecho era un modo indirecto de plantear primero
nuevas cuestiones. Un modo indirecto. Un modo desviado. Ahora
puedes comprender por qué la necesidad de un rodeo antes de ha-
blar del filme. Y por qué un rodeo por el Vietnam. Primero porque
todo el mundo está de acuerdo en que allí se plantean cuestiones
verdaderamente nuevas. Y luego porque tú estabas con ellos tras
haber estado con nosotros.
De ahí que, para nosotros, al mirar esa foto de una actriz en
el teatro de las operaciones, suerja el deseo de interrogarla. No de
interrogar a la actriz, sino a la foto. Y, para nosotros, esto equivale
a plantear un cierto número de nuevas cuestiones a la clásica res-
puesta que los vietnamitas y tú, tomando y difundiendo esa foto,
habéis dado a esa célebre cuestión de los intelectuales.
402
También interviene algo más en nuestra decisión de aprovechar
esa foto para dar un rodeo por Vietnam. Ese algo más es nuestro
deseo de hablar realmente del filme con los espectadores, sean o
no periodistas, todo el mundo es su propio periodista y su propio
editorialista según como cuenta su día, según como lo representa,
según como hace su pequeño cine a propósito de su actividad mate-
rial y cotidiana. Y es precisamente de ese pequeño cine y no del otro,
inventado por Lumiére y la revolución industrial, del que finalmen-
te queremos hablar con el espectador. Pero para eso tenemos que
desviarnos. Pues del mismo modo que un filme es una especie de
rodeo que nos devuelve a nosotros mismos, asimismo, para volver
al filme, debemos realizar ese rodeo en nosotros mismos. Y aquí,
en los EEUU, nosotros mismos quiere actualmente decir en primer
lugar, todavía y siempre, el Vietnam.
Vamos a explicar esto con un poco más de amplitud. Pensamos
que es importante y urgente hablar realmente un poco a quienes se
han molestado en ver nuestro filme. Realmente, es decir allí donde
ellos estén, y también allí donde nosotros estemos. Por tanto debe-
mos actuar de manera que puedan realmente plantear cuestiones si
les apetece, o dar respuestas a las cuestiones planteadas por noso-
tros. Tienen que poder reflexionar. Y reflexionar antes que nada en
este problema de las cuestiones y las respuestas. También es preciso
que nosotros podamos ser realmente afectados por las cuestiones
de los espectadores (o las respuestas), y que podamos responder (o
cuestionar) con algo distinto a respuestas (o cuestiones) prefabrica-
das para cuestiones (o respuestas) igualmente prefabricadas. Pero
prefabricadas ¿por quién? ¿Para quién? ¿Contra quién?
O sea que, para introducir una posibilidad real de discusión a
propósito de Tout va bien, nos situaremos fuera de Tout va bien.
Para hablar de esta máquina vamos a salir de la fábrica que la utili-
za. Encontraremos nuestra base de discusión fuera del cine, aunque
para regresar a él mejor. Y cuando hayamos vuelto, para partir de
nuevo con mejor paso hacia los problemas reales de nuestra real
vida material de la que el cine no habrá sido más que uno de los
elementos.
No vamos a dejar ni abandonar Tout va bien. Por el contrario,
vamos a partir de él, partir para ir a otra parte, por ejemplo al Viet-
nam, ya que tú regresas de allí. Pero, y esto es lo importante, vamos
a ir con nuestros propios medios.
403
¿De qué medios se trata? De nuestros medios técnicos de trabajo
y del uso social que se hace de ellos (tú en esa foto en Vietnam,
nosotros con el filme en París) y a partir de este uso, precisamen-
te, podremos juzgar mejor. Y por una vez no estaremos solos,
el espectador también estará allí, producirá al mismo tiempo que
consumirá, y nosotros nos consumiremos al mismo tiempo que
nos produciremos.
Tal vez todo esto te parezca complicado. Como decía Vertov a
Lenin, es que la verdad es simple, pero no es simple decir la verdad,
y el tío Brecht había descubierto en su época cinco dificultades para
decir la verdad. Bueno. Vamos a explicarlo de otro modo.
En la actualidad se dice a menudo que el cine debe servir al
pueblo. Okay. En lugar de teorizar sobre los defectos y cualidades de
Tout va bien, vamos a dirigirnos a Vietnam. Pero vamos a ir por y
con los medios de Tout va bien. Vamos a mirar, si así puede decirse,
cómo Tout va bien trabaja en Vietnam. A continuación podremos
sacar eventualmente algunas conclusiones de este ejemplo práctico,
sobre las cosas que hacer o evitar, cada uno de nosotros allí donde
esté, con su mujer, su patrón, sus hijos, su dinero, sus deseos, etc.
En definitiva vamos a utilizar esa foto para ir al Vietnam a in-
vestigar esta cuestión: ¿cómo puede el cine ayudar al pueblo vietna-
mita a conquistar su independencia? Y, como ya hemos dicho varias
veces, no somos los únicos en utilizar esa foto para ir al Vietnam.
Miles de personas lo han hecho ya, probablemente aquí casi todo
el mundo ya ha visto esa foto y durante unos segundos, a su modo,
se ha servido de ella para ir al Vietnam. Precisamente esto es lo que
nosotros creemos que importa saber: cómo se ha utilizado esa foto
para ir al Vietnam; de hecho: cómo ha ido al Vietnam. Porque el
doctor Kissinger va también al Vietnam varias veces al año.
Y un tipo como el doctor Kissinger, precisamente, nos pre-
guntará el por qué de esa foto y qué relación puede haber entre esa
foto y Tout va bien. Y él y sus amigos dirán que esto no es serio,
que mejor haríamos hablando del filme, del arte, etc. Pero debe
realizarse el esfuerzo de ver que este tipo de reflexiones se falsean
a sí mismas planteadas de este modo, lo complican todo y de
hecho obstruyen el camino a otras cuestiones más sencillas (como
se dice de la gente sencilla).
Por ejemplo, antes que decir: «qué relación», hay que pregun-
tar primero: «¿existe una relación?», y, sólo en caso afirmativo
404
preguntar acto seguido «cuál». Y sólo habiendo descubierto a con-
tinuación qué relación (aquí, se descubrirá enseguida que la rela-
ción entre nuestro filme y esa foto es el problema de la expresión)
podremos juzgar eventualmente su importancia, es decir establecer
otras relaciones con otras cuestiones importantes y otras respuestas
importantes.
Se nos dirá que esto son naderías, un bla, bla, bla, pero ya en
el extremo opuesto de esta nueva pequeña cadena de cuestiones, la
cuestión de la importancia, que otros llaman la cuestión del resultado
práctico, aparece como una cuestión muy importante.
Y ello porque a la cuestión de la importancia de esa foto,
el colectivo Vietnam del Norte/Vietcong ya ha respondido al con-
seguir hacerla publicar un poco en todas partes del mundo libre
(ese mundo libre que le encadena), demostrando con ello la im-
portancia que concedía a esa foto, la importancia que concedía a
la cuestión del resultado práctico, la importancia que concedía a la
cuestión de la importancia.
Esa foto es pues una respuesta práctica que los norvietnamitas,
con tu ayuda, Jane, han decidido dar a la famosa cuestión que noso-
tros planteábamos hace un momento: ¿qué papel debe desempeñar
el cine en las luchas revolucionarias? Célebre pregunta, repetición
de otra no menos célebre: ¿cuál es el papel de los intelectuales en la
revolución?
A esta cuestión, a la que la foto da una respuesta práctica (la
respuesta de la práctica de un pueblo; se toma la foto y se publica,
y está tomada de ese modo para tener la seguridad y certeza de
que va a publicarse, tanto a derecha como a izquierda, lo cual es
un hecho, pues de lo contrario no dispondríamos de ella), a esa
cuestión resulta que también responde Tout va bien. Pero desde
otra parte y de distinto modo. Un modo que consiste en decir:
aquí donde estamos, en Francia, en 1972, gobernados por los ami-
gos de los americanos y los rusos, nada está tan claro, nada es tan
evidente (nos acordamos en particular de Fidel Castro diciendo
a la ONU que para los revolucionarios nunca había verdades evi-
dentes, que era el imperialismo quien las había inventado y que
los grandes se servían hábilmente de las verdades evidentes para
oprimir a los pequeños).
Y puesto que nada es evidente, Jane, sigamos haciéndonos pre-
guntas, pero esforcémonos en hacerlas de distinto modo; en
405
pocas palabras: hagamos preguntas nuevas para poder dar nuevas
respuestas. Por ejemplo, miremos cómo los vietnamitas traducen
su combate y hagámonos preguntas, ya que nosotros también que-
remos traducir nuestro combate. Y en primer lugar preguntémonos
honestamente qué es lo que nos permite decir que combatimos
realmente.
Pero en este punto quizá tú, Jane, nos preguntes: ¿por qué esa
foto mía y no una de Ramsey Clarke, por ejemplo? También él es-
taba en Vietnam, también él ha testificado sobre el bombardeo de
los diques. Simplemente tú, Jane, a causa de Tout va bien y porque
tu estatuto en el filme era el mismo que en esa foto. Tú eres una
actriz. Por supuesto todos somos actores en el teatro de la historia,
pero además tú haces cine y nosotros también. Entonces podrías
decir ¿por qué no Yves Montand en Chile? También él estaba en
el filme. Es cierto. Pero resulta que los revolucionarios chilenos no
han considerado oportuno difundir fotos de Yves, mientras que los
revolucionarios vietnamitas sí han considerado oportuno, de mu-
tuo acuerdo contigo, difundir fotos tuyas (de hecho, difundir fotos
de tu acuerdo con la causa vietnamita).
Además hay otro problema, inevitable. Nosotros somos dos
muchachos que hemos rodado Tout va bien, y tú eres una chica.
En Vietnam la cuestión no se plantea de este modo, pero aquí sí. Y
seguramente como mujer te sentirás un poco o muy herida por el
hecho de criticar nosotros un poco, o mucho, tu modo de interve-
nir en esa foto. Herida porque son sempiternamente los chavales
quienes se las arreglan para atacar a las chicas. Aunque sólo fuera
por esto, esperamos que podrás venir a responder de viva voz nues-
tra carta a medida que vayamos leyéndola en dos o tres sitios de los
EEUU.
Pero también es verdad que en los EEUU y en Europa aún se
está ahí (o ya ahí). Y tú y nosotros estamos en el mismo baño, un
gran baño-burdel del que esa foto puede servir de revelador. Noso-
tros partimos de ahí. De ti en los EEUU. De nosotros en París. De ti
y nosotros en París. De ti en Vietnam. De nosotros en París mirán-
dote en Vietnam. De nosotros que vamos a los EEUU. Y de todo el
mundo en esta sala de cine escuchándonos y mirándote. Partimos
de todo esto. Todo esto está organizado de un cierto modo, fun-
ciona de un cierto modo. Queremos discutir de ello, partir de ahí.
Partir de Tout va bien, ir al Vietnam, volver a Tout va bien, es decir
406
volver del Vietnam a esta sala donde se proyecta Tout va bien, y
luego regresar a casa, y mañana volver a la fábrica.
Para hablar de todo esto deslizamos esa foto ante los ojos de la
gente. O mejor dicho, la re-deslizamos. Porque los norvietnamil.is y
tú ya la habíais deslizado. Dicho de otro modo, preguntamos, y nos
preguntamos: ¿habíamos mirado esa foto? ¿Qué habíamos visto en
esa foto? Y bajo cada cuestión se descubre otra cuestión. Por ejemplo:
¿cómo hemos mirado esa foto? ¿Cómo ha funcionado nuestra
mirada al mirar esa foto? Y ¿qué hace que funcione así y no de otro
modo? Y aún otra cuestión: ¿qué hace que nuestra voz traduzca
nuestra muda mirada de ese modo y no de otro?
Y resulta precisamente que Tout va bien plantea todas esas
cuestiones, que pueden resumirse en la gran cuestión del papel de
los intelectuales en las luchas revolucionarias. O mejor dicho, em-
pezamos a ver que esta grande y famosa cuestión de los intelectua-
les se bloquea a sí misma al proponerla tal cual. Y que bloquea a
las demás. Y finalmente que ya no es una cuestión que pertenezca
al campo de la revolución. La cuestión actual de la revolución (lo
descubriremos a propósito de esa foto, luego a propósito del filme)
sería más bien: ¿cómo cambiar el viejo mundo? Y de inmediato
vemos que el viejo mundo del Vietcong no es el mismo que el de un
intelectual occidental, que el viejo mundo de un palestino no es el
mismo que el de un niño negro del gheto, que el viejo mundo de un
OS de Renault no es el mismo que el de su amiga.
Vemos que esa foto suministra por tanto una respuesta práctica
a esa cuestión de cambiar el viejo mundo. Examinemos pues esa
foto-respuesta, investiguémosla. Extraigamos algunos indicios.
Analicémoslos y sinteticémoslos. Tratemos de explicar la organi-
zación de los elementos que componen esa foto. Expliquémoslo
por una parte como si se tratara de un núcleo físico-fotográfico, y
por otra parte como si se tratara de una célula fotográfico-social.
A continuación, intentemos relacionar la investigación científica y
la investigación más directamente política («de dónde vienen las
ideas justas: de la lucha por la producción, de la lucha de clases y de
la experimentación científica», Mao).
Efectuar esta investigación, interrogar a esa foto, qué es sino
tratar de saber cómo ha sido dada (en las condiciones de la lucha
en Vietnam) la respuesta que la foto da. Veremos entonces si
esa respuesta es enteramente satisfactoria para todo el mundo (¿a
407
favor de quién? ¿en contra de quién?) y si tal vez no empiezan a
surgir otras cuestiones, las mismas que mejor o peor propone Tout
va bien.
Por ejemplo, veremos que en lo que concierne a una parte
importante de la foto (la expresión de la actriz, la relación boca-
mirada), en Europa occidental, a nuestro entender, no puede satis-
facernos del mismo modo que a sus autores, los que han tomado o
decidido tomar esa foto (el colectivo Vietnam del Norte-Vietcong,
lo que a primera vista es absolutamente normal, al ser diferente las
condiciones; pero aún habrá que considerar atenta y tan obstinada-
mente como ellos lo que condiciona a ese normal).
Decir esto no equivale a actuar simplemente como la mayoría
de los partidos comunistas de Occidente y sus soportes (el Papa, la
ONU, la Cruz Roja) que simplemente dicen: ayudemos al Vietnam
a conseguir la paz. Por el contrario, decir lo que nosotros hemos
dicho es algo mucho más preciso. Por ejemplo: ayudemos a la alianza
Vietnam del Norte y Vietnam del Sur a conseguir su paz. Y aún con
mayor precisión: puesto que al cambiar su viejo mundo el Vietnam
nos ayuda a cambiar el nuestro, ¿cómo podemos en reciprocidad
ayudarle realmente?; y puesto que el colectivo Vietcong-Vietnam del
Norte lucha, critica y transforma el Sudeste asiático, ¿cómo podemos
luchar desde nuestro puesto para cambiar Europa y América?
Por supuesto, es algo más largo de decir (que: «paz en Vietnam»)
y más minucioso de realizar (que crear dos o tres Vietnams), y por
esto ya Marx reclamaba (en el prefacio de la primera edición de El
Capital) lectores sin miedo a las «minucias» para derrocar «al rey
del infierno y liberar a los diablillos».
Enfrentados a esa foto por ti, Jane, y los vietnamitas, hace unos
meses, enfrentados hoy de nuevo por nosotros, cada uno puede
hacer, si quiere, su propia investigación. Luego compararemos
libremente los resultados. Podremos tomar la palabra sin por ello
quitarla a los que escuchan. Resumiendo, tal vez durante un breve
instante sea posible decir menos estupideces sobre nosotros y la
revolución.
Todavía algo más. Para que no te sientas personalmente atacada
(pero sin poder evitarlo de verdad, y pensamos que la cuestión está
mal planteada de este modo, y que al final de esta carta también
habremos progresado en este aspecto, y es por eso que necesitaría-
mos mucho que vinieras a respondernos directamente, ya que no
408
sólo te escribimos como realizadores de Tout va bien, sino también
como lectores de esa foto, y deberás reconocer que es la primera
vez que gente que ha visto una foto tuya te escriben de este modo a
propósito de esa foto tuya que han visto en un periódico), para que
no te sientas el blanco directo, diríamos, que sientas que el blanco
no es Jane sino una función de Jane Fonda, al interrogar esa foto ha
blaremos de ti en tercera persona. No te diremos Jane ha hecho esto
o aquello, diremos la actriz o la militante, tal como además hace el
texto que acompaña a la foto.
He aquí pues cuáles son a nuestro entender los principales
elementos (y los elementos de elementos) que desempeñan un pa-
pel importante en esa fotografía publicada en el periódico francés
L'Express de principios del mes de agosto de 1972.
Elementos elementales
409
—Puede observarse ya que ese pie, de hecho, miente técnica-
mente. En efecto, el pie no debería haber sido: Jane Fonda interroga,
sino: Jane Fonda escucha. Eso hiere a la vista con la misma segu-
ridad que un rayo láser. Y quizá esa escucha no haya durado más
que 1/250° de segundo, pero es ese 250° el que se ha registrado y
difundido.
—Sin duda al hablar así el pie quiere simplemente decir que se
trata de una instantánea tomada durante el curso de una discusión
en que la actriz-militante interrogaba realmente a unos habitantes
de Hanoi, y que por tanto no hay que conceder importancia a ese
detalle de la boca cerrada. Pero veremos más adelante que no se trata
de un azar o más bien que si se trata de un azar éste es acto seguido
explotado en el interior de la necesidad capitalista, de la necesidad
que tiene el capital de enmascarar lo real en el mismo momento en
que lo desenmascara, o sea de engañar sobre la mercancía.
410
nada, excepto entre los que luchan para organizar esta cadena de
imágenes de un cierto modo, el suyo (los siete puntos del GRP).
En verdad que si ese reportaje estuviera firmado Dupont o Smith
los mismos periódicos creemos que lo rechazarían por demasiado
banal. Efectivamente, para los niños de una comunidad agrícola
de la periferia de Hanoi debe ser banal reconstruir digamos por
vigésima vez su escuela destruida por los Phantoms del doctor
Kissinger. Pero por supuesto nadie hablará de esa extraordinaria
banalidad, ni la militante vedettizada ni L'Express.
—Tampoco se dirá nada sobre lo que hayan podido decirse la
actriz americana y sus hermanas las actrices vietnamitas, a quienes
puede verse asimismo en la siguiente página. ¿Ha preguntado la
actriz americana cómo se interpreta en Vietnam, o cómo alguien
que interpreta en Hollywood puede interpretar cuando está en
Hanoi, de donde regresa a Hollywood? Si L'Express no habla de
todo esto se debe, a nuestro parecer, a que la actriz americana tam-
poco dice nada al respecto.
—Es cierto que la militante ha hablado de las bombas y los
diques. Pero no debe olvidarse que la militante es también una actriz,
que no es, por ejemplo, ni el tribunal Russell, ni Ramsey Clarke. Y,
según nuestra opinión, debe tenerse en cuenta que, por el hecho
de ser una actriz, la Casa Blanca, si se le permite hacerlo, estará
en óptimas condiciones para decir que esa actriz ha sido manipu-
lada y recita un texto de memoria. Tales críticas pueden arruinar
fácilmente todos los esfuerzos de la actriz y la militante. Y debe
verse por qué es posible esta demolición. A nuestro entender, en
el caso presente se debe a que la actriz militante no ha hablado de
los diques partiendo, por ejemplo, de una actriz vietnamita que los
repara primero y luego da una representación teatral en el pueblo
amenazado por la ruptura de los diques.
—A este propósito creemos que si la militante partiese de
la actriz (y eso es lo que a su nivel hacen los vietnamitas que la
utilizan) podría empezar a interpretar su papel históricamente
(históricamente) de un modo distinto al de Hollywood. Quizá
los vietnamitas aún no lo necesiten directamente en este terre-
no, pero probablemente los americanos sí, y por tanto indirec-
tamente los vietnamitas (reencontramos aquí la necesidad del
rodeo. Los vietnamitas se ven obligados a dar un rodeo por los
EEUU).
411
—En esa foto, en ese reflejo de la realidad, dos personas están
fotografiadas de cara, las demás de espaldas. De las dos personas, una
es nítida, la otra difuminada. En la foto, la americana célebre es nítida
y el vietnamita anónimo difuminado. En la realidad, la izquierda ame-
ricana es difuminada y la izquierda vietnamita extraordinariamente
nítida. Pero, también en la realidad, la derecha americana sigue sien-
do extraordinariamente nítida, mientras que la derecha vietnamita,
la vietnamización, es cada vez más borrosa. ¿Qué pensar ahora de la
medida de Joseph Kraft, que ha medido todas las contradicciones y
ha regulado consecuentemente el diafragma y la distancia? Todo ha
sido medido, como se ha visto a propósito del encuadre, con una
cierta finalidad de resaltar a la estrella militando y obtener de ese
modo un cierto producto, una cierta idea-mercancía, y esto de nuevo
con cierto designio. La producción de ese producto, recordémoslo,
está directamente controlada por el Gobierno de Vietnam del Norte.
Pero su difusión fuera de Vietnam no lo está, o lo está muy indirecta-
mente (ni tan siquiera hablamos de la acción retroactiva de esa difu-
sión sobre la producción). Esa difusión está controlada por la cadena
de televisiones y periódicos del mundo libre. Hay pues una parte del
dibujo que escapa a los dibujantes. ¿Qué parte? ¿Y de qué partida
de qué juego se trata? ¿Y jugado por quién? ¿Para quién? ¿Contra
quién? Digamos simplemente ahora (más adelante volveremos so-
bre ello) que si examinamos la relación nítido-borroso expresada por
ambos rostros percibimos algo extraordinario: el rostro difuminado
es el más nítido y el rostro nítido es el más difuminado. El vietnamita
puede permitirse ser borroso porque hace mucho que es nítido en
la realidad. El americano está obligado a ser nítido (y es el borroso
vietnamita quien le obliga a ello de un modo muy nítido). El americano
está obligado a resaltar nítidamente su difuminación real.
Elementos de elementos
412
capital variable, que toma la información-deformación cuando
se transmite mediante imágenes/ sonidos en una época como la
nuestra, la del declinar del imperialismo y la tendencia general
a la revolución.
—La izquierda americana dice a menudo que la tragedia no
está en Vietnam sino en los EEUU. La expresión del rostro de
la militante en esa foto es efectivamente una expresión cié trágica.
Pero una trágica social y técnicamente formada por sus orígenes, es
decir formada-deformada por la escuela hollywoodiana del show-biz
stanislawskiano.
—La expresión de la militante era la misma en Tout va bien,
rollo 3, cuando, actriz, escuchaba a una figurante cantar un texto
de Lotta Continua.
—Ese tipo de expresión también lo tenía la actriz cuando, en Klu-
te, miraba con aire compasivo y trágico a su amigo, un policía inter-
pretado por Donald Sutherland, y decidía pasar la noche con él.
—Por otra parte, era ya el mismo tipo de expresión que usaba
en los años cuarenta Henry Fonda para interpretar al trabajador ex-
plotado de The Grapes ofWrath, del futuro fascista Steinbeck. Y aún
más lejos en la historia paternal de la actriz en el interior de la histo-
ria del cine, es asimismo la expresión que Henry Fonda había usado
para lanzar profundas y trágicas miradas a los negros en YoungMr.
Lincoln, del futuro almirante de honor de la Navy, John Ford.
—Por otra parte todavía, encontramos esa expresión en el campo
opuesto cuando John Wayne se compadece de los estragos de la
Guerra de Vietnam en Boinas verdes.
—A nuestro parecer, esa expresión está tomada de prestado
(interés) a la máscara cambista del New-Deal roosveltiano. De hecho,
es una expresión de expresión y ha aparecido por un azar necesario
en el momento del nacimiento económico del cine sonoro. Es una
expresión que habla, pero que sólo habla para decir lo mucho que
sabe (sobre el crac de Wall Street por ejemplo) pero que no dirá
nada más. Creemos que por esta causa esa expresión roosveltiana
difiere técnicamente de las expresiones que la precedieron en la
historia del cine, las expresiones de las grandes estrellas del cine
mudo, Lilian Gish, Rodolfo Valentino, Falconetti y Vertov, mientras
oímos las palabras: filme = montaje del yo veo. Basta con hacer la
experiencia y hacer mirar a todos esos rostros una foto de atrocidades
en Vietnam: ni uno tendrá la misma expresión.
413
—Porque antes del sonoro, el cine mudo tenía una base técnica
materialista. El actor decía: soy (filmado) luego pienso (pienso por
lo menos que soy filmado), pienso porque existo. Tras el sonoro
hubo un New-Deal entre la materia filmada (el actor) y el pensa-
miento. El actor se puso a decir: pienso (que soy un actor) luego soy
(filmado). Soy porque pienso.
—Como acabamos de ver en esta experiencia que profundi-
za la de Kulechov, antes de la expresión del New-Deal cada actor
del cine mudo tenía su propia expresión y el cine mudo tenía
verdaderas bases populares. Por el contrario, cuando el cine hable
como el New-Deal\ cada actor se pondrá a decir lo mismo. Puede
hacerse de nuevo la misma experiencia con cualquier vedette del
cine, del deporte o la política (unos insertos de Raquel Welch,
Pompidou, Nixon, Kirk Douglas, Solzhenitsin, fane Fonda,
Marión Brando, oficiales alemanes en Munich 72, mientras se
oyen las palabras: pienso, luego soy, y se ven en contraplano
cadáveres vietcongs).
—Esa expresión que dice mucho pero que no dice ni más, ni
menos es, por tanto, una expresión que no ayuda al lector a ver
más claro en sus oscuros problemas personales (a ver cómo el
Vietnam puede esclarecerlos, por ejemplo). Por qué pues conten-
tarse y decir: ya es algo, siempre hay alguna cosa que cuela (todo
el discurso del sindicato en Tout va bien, rollo tres). ¿Y por qué
si la actriz aún no es capaz de interpretar de modo distinto (y
nosotros aún no somos capaces de ayudarla correctamente a in-
terpretar de modo distinto), por qué los norvietnamitas deberían
contentarse en ese terreno? Y en todo caso, ¿por qué contentarnos
nosotros con la conformidad de los vietnamitas a este respecto?
Nuestra opinión es que nos arriesgamos a hacerles más mal que
bien al fabricarnos una buena conciencia tan barata (dicho en tér-
minos científicos: el movimiento que va de la neguentropía a la
información no cuesta caro). Después de todo, esa expresión tam-
bién se dirige a nosotros, que hacemos el esfuerzo de mirarla por
segunda vez. Esa mirada y esa boca no nos dicen nada, se vacían
de sentido, como las de los niños checos ante los todopoderosos
tanques rusos o los graneles vientrecillos de Biafra y Bangla-Desh
o los pies de los palestinos en el barro cuidadosamente manteni-
do por el UNWRA. Vacío de sentido, cuidado, para el capital que
sabe embrollar las pistas, que sabe rellenar con un señtido vacío la
414
mirada real de sus futuros enemigos ya presentes, y que por tanto
debe ausentar, no hacer mirar a parte alguna.
—¿Cómo luchar contra ese estado de hecho? No con el cese de
publicación de esas y esa foto en cuestión (inmediatamente deberían
suprimirse la totalidad de las emisiones de tele y radio, en casi todos
los países del mundo, así como toda clase de periódicos, lo cual es
una utopía). No. Pero pueden publicarse de otro modo. Y es en este
otro modo donde las vedettes, debido a su peso monetario y cultural,
tienen un papel que jugar. Un papel aplastante, como se dice. Y
la verdadera tragedia es que no saben cómo interpretar ese papel
aplastante. Son todavía los vietnamitas quienes se consagran como
las vedettes de la guerra revolucionaria de independencia. ¿Cómo
interpretar ese papel? ¿Qué hacer para aprender a interpretarlo? En
Europa y en los EEUU se plantean aún muchas cuestiones antes
de poder responder con claridad. Nosotros planteamos algunas de
ellas en Tout va bien (como Marx, en su época, partiendo de la Ideología
alemana llegaba a proponer la cuestión de la Miseria de la filosofía
contra Proudhon, que sólo sabía filosofar sobre la miseria).
—Si miramos atentamente al norvietnamita situado detrás de
la actriz americana, enseguida percibimos que su rostro expresa
algo muy distinto al de la militante americana. Por más que no
se vea lo que mira, si se lo aisla y encuadra solo, percibimos que
su rostro remite a aquello con que se enfrenta cada día: bombas,
mujeres y diques despanzurrados, la casa que reconstruir por ené-
sima vez, o el hospital, la lección que aprender (Lenin decía:
primera lección: aprender; segunda lección: aprender; tercera lección:
aprender). Y la inmediata referencia de ese rostro a la lucha co-
tidiana es posible por un hecho muy simple: no es solamente un
rostro de revolucionario, sino un rostro de revolucionario vietnamita.
Un largo pasado de luchas está cruelmente inscrito desde hace
mucho tiempo en ese rostro por el imperialismo francés, japo-
nés y americano. En verdad, ese rostro hace mucho tiempo que
es reconocido como rostro de la revolución en todo el mundo,
incluso por sus enemigos. No tengamos miedo de las palabras: es
un rostro que ya ha conquistado la independencia de su código de
comunicación. Cualquier rostro de revolucionario en la actuali-
dad no podría remitir de modo tan inmediato como él al comba-
te cotidiano. Simplemente porque ninguna revolución, excepto
la china, no ha hecho todavía la larga marcha de la revolución
415
vietnamita. Hagamos la experiencia. Ese negro no podemos decir
inmediatamente por qué lucha, dónde y cómo: ¿en Detroit, en
los talleres de la Chrysler por un mejor salario y ritmos menos
embrutecedores? ¿En Johannesburgo, por el derecho de entrada
en un cine donde los blancos proyectan filmes de blancos? ¿Y ese
árabe, y ese sudamericano, y esa europea, y ese niño americano?
Debemos tener el valor de decir que mirándolos no tenemos nada
que decir, a menos que haya un pie de foto que masculle tonterías
que repetiremos por cuenta propia, y debemos tener el valor de
decir que ese valor sólo es una confesión de debilidad: estamos
perdidos, no tenemos nada que decir. Por el contrario, ante ese
rostro vietnamita no se necesita pie alguno: en todo el mundo
se dirá: es un vietnamita, y los vietnamitas luchan para expulsar a
los americanos fuera de Asia.
—Aislemos por el contrario el rostro de la actriz americana. En
seguida vemos que no remite a nada, o mejor, que no remite a nada
más que a sí mismo, pero un sí mismo que no está en parte alguna,
perdido en la infinita inmensidad de la ternura eterna de una Piedad
de Miguel Ángel. Rostro de mujer que no remite a ninguna mujer
(el rostro del vietnamita era una función que remitía a lo real, mien-
tras que el rostro de la americana es una función que no remite más
que a una función). Rostro que podría ser el de una hippie falta de
droga, el de una estudiante de Eugene, Oregon, cuando su favorito
Prefontaine acaba de perder los cinco mil metros olímpicos, el de
una enamorada abandonada por su querido, y también el de una
militante en Vietnam. Es demasiado. Hay demasiada información
en un espacio-tiempo demasiado pequeño. Al mismo tiempo, esta-
mos seguros de que se trata de una militante pensando en Vietnam
e inseguros del todo, porque podría estar pensando en cualquier
otra cosa, como acabamos de comprobar. Entonces debemos ter-
minar preguntándonos: ¿cómo la foto de una militante (o actriz) no
pensando necesariamente en Vietnam es publicada precisamente en
lugar de la de una actriz (o militante) pensando necesariamente en
Vietnam? Porque la realidad de esa foto está ahí: un maquillaje de
estrella puesto al desnudo por su mismo desmaquillaje. Pero eso no
lo dice L'Express porque sería un inicio de revolución en el periodismo.
Sería un inicio de revolución decir en Europa o en los EEUU que
actualmente no es posible tomar una foto de alguien pensando en
algo (Vietnam, fornicio, Ford, fábrica, la playa, etc.).
416
—Se nos dirá que nos hemos equivocado al aislar una parte de la
foto cuando esta parte no se publica sola. Es un argumento muy malo.
Precisamente la hemos aislado para mostrar que de hecho estaba sola
y que la tragedia reside en esa soledad. Porque si hemos podido aislar
ese rostro se debe también a que ha sido fácil hacerlo, al contrario del
rostro vietnamita que no se deja aislar, aun sólo, de su entorno.
—Esa expresión empleada por la actriz la conocemos en Francia
desde hace mucho tiempo. Es la del cogito cartesiano: «pienso,
luego existo», momificado por Rodin y su pensador. Más valdría
pasear la célebre estatua por todas las grandes y pequeñas catástro-
fes para apiadar a las masas. La superchería del arte capitalista, del
humanismo capitalista estallaría en seguida. Debemos comprender
que una vedette no puede pensar, porque es una función social: es
pensada, y hace pensar (basta ver a pensadores como Marión Brando
o Pompidou actuar como lo hacen para comprender por qué el
capital necesita del apoyo de un arte de esta especie para aumentar
la fuerza de la filosofía idealista en su combate contra la filosofía
materialista de Marx, Engels, Lenin y Mao, representando a sus
pueblos en este terreno).
—Acabamos de decir: aislemos por el contrario el rostro de la
actriz americana. Aislemos ahora las palabras por el contrario en esta
frase (aislar, dividir: división revolucionaria, decía Lenin, que com-
bate contra la división capitalista del trabajo). Vemos entonces que
la figura de la militante americana y la del norvietnamita son figuras
contrarias. Y lo que realmente sucede en la realidad imaginaria de esa
imagen es, a nuestro entender, la lucha de esos contrarios.
—El ojo americano se contenta con leer la palabra horror en
Vietnam. El ojo vietnamita ve la realidad americana en todo su
horror. Detrás de la figura de ese figurante vietnamita figura ya en-
tonces la maravillosa y formidable máquina montada por el colectivo
Vietnam del Norte-Vietcong.
—Tras la figuración de esa vedette figura aún la vil y temible má-
quina capitalista, llena de una expresión cínicamente humilde y de
confusión en la claridad (véase a este propósito el filme de Lelouch
Lhventure, c'est laventure). En pocas palabras, lucha entre todavía y
ya, entre lo antiguo y lo nuevo. Lucha que no se circunscribe a la pro-
ducción de la foto, sino que prosigue en la distribución de esa foto, en
el hecho de mirarla en este momento. Lucha entre la producción y la
difusión, según quien dirige a una y otra, el capital o la revolución.
417
Otros elementos de elementos
Elementos sintetizados
418
I
—Pero aquí, en 1972, el elemento principal no es forzosamente el
mismo. Tenemos que saber qué fuerza actúa detrás de ese forzosamente.
—Nos hemos encontrado en la obligación de recalcar que el pie
de la foto mentía al decir que la actriz hablaba a los habitantes de
Hanoi, cuando la foto mostraba que la militante escuchaba. Y es
importante para nosotros (que necesitamos la verdad contradicto-
ria de esa foto y no su verdad eterna) recalcar que L'Express miente
a todos los niveles, pero importa añadir que si el periódico puede
mentir ello se debe a que la foto se lo permite. De hecho L'Express
aprovecha (pérdida y provecho) la autorización implícita de esa foto
para disimular el hecho que la militante escucha. Porque diciendo
que habla, y que habla de paz en Vietnam, L'Express podrá silenciar
de qué paz se trata, dejando esa diligencia a la foto, como si estuviera
implícito que la foto precisa por sí misma de qué genero de paz
se trata, cuando hemos visto que no es así. Pero si L'Express puede
actuar de este modo, es probablemente porque la actriz americana
no milita sino diciendo: «paz en Vietnam», que no se pregunta qué
paz exactamente, ni en particular, qué paz en América. Y si no se lo
pregunta, o aún no lo logra, no se debe a que actúe todavía como ac-
triz y no como militante, sino muy al contrario porque en tanto que
militante no se plantea aún ninguna cuestión de nuevo estilo sobre su
funcionamiento de actriz, social y técnicamente. En una palabra, no
milita como actriz, mientras que los norvietnamitas la han invitado
justamente como tal, como actriz militante. En una palabra, habla
de un lugar distinto a donde está, en América, que es lo que interesa
primordialmente a los vietnamitas. De ahí el hecho de que también
ella disimula que lo más importante en esa foto es su escucha, su
escucha del Vietnam antes de hablar, cuando precisamente Nixon,
Kissinger y el infame Porter no escuchan nada, no quieren escuchar
absolutamente nada en la avenida Kléber. De ahí sus mascaradas que
asimismo hay que desenmascarar. Y desenmascarar a Nixon no es
decir: «paz en Vietnam». Porque también él lo dice (y Breznev tam-
bién). Hay que decir lo contrario que él. Hay que decir: escucho a los
vietnamitas que me dirán qué paz quieren en su país. Hay que
decir: «como americano cierro el pico porque reconozco que no ten
go nada que decir sobre ello, corresponde a los vietnamitas decir lo
que quieren, a mí escucharlos y luego hacer lo que ellos quieren, pues
no tengo nada que ver con el sudeste asiático». El resto es mascarada
Pero, una vez más, lo que se dice no es algo de este género.
419
—No estamos contra las máscaras («la revolución avanza
enmascarada», decía antaño Régis Debray a propósito de Cuba.
Y Marx y Engels en 1848: «Un fantasma recorre Europa, el fan-
tasma del comunismo»), pero no podemos dejar de hacer estas
preguntas: ¿qué enmascara a quién? ¿quién enmascara qué? ¿por y
contra quién? Es en ese momento cuando se podrá decidir sobre la
utilidad social de la máscara, su necesidad estratégica y táctica, por-
que queremos ser los actores de nuestra propia historia, nosotros
Jean-Pierre y Jean-Luc, de la nuestra, como tú de la tuya, Jane (¿y
no pueden mirarse las guerras de liberación del movimiento obrero
como historias que sus actores quieren realizar por sí mismos y sin
obedecer al guión dictado por el capital y la CIA?). Sólo en ese mo-
mento podremos decidir exactamente la utilidad social del actor en
tal o cual terreno de las luchas. En términos económicos, podremos
decidir sobre su valor de uso, es decir la utilidad social del cambio
de mirada expresado por esa foto, y ya no creer automáticamente
en su solo valor de cambio.
—Puede ser, por tanto, que el Vietnam pierda a la larga lo que gana a
la corta con la publicidad dada a un cambio de mirada entre una estrella
americana y una habitante de Hanoi bombardeada. Porque la verdadera
cuestión se convierte en: ¿quién controla el cambio y con qué finalidad?.
Primeras conclusiones
420
—Para reconocerse un poco en ello, hemos creído útil hacer lo
que nunca hacen los periodistas, interrogar una foto que también
representa la realidad; y no cualquier foto, ni cualquier realidad.
Luego tampoco cualquier representación.
Segundas conclusiones
421