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Tibia proximal

J. Timy Watson

1 Introducción 2 Valoración de las fracturas


y de los tejidos blandos
El ciru jano que considere el tralamienlo opera-
torio de una fract ura de la extremidad proximal Es importante determinar la violencia del trau-
de la tibia debe decidir la necesidad de la. inter- matismo, puesto que las fracturas de alta ener- Las fracturas de alta energía se
vención basándose en la edad del paciente, el gía se asocian a importantes lesion es de los te- asocian con importantes
nivel de actividad, las condicion es médicas jidos blandos (7 -8 ]. La exploración física debe lesiones de los tejidos blandos.
previas y sus expectativas. La necesidad de evi- informar sobre la integridad de las partes blan-
tar la inestabilidad, desalineación o i ncon - das circu ndantes, en particular la presencia de
gruencia articular de la rodilla a menudo dicta flictenas o abrasiones superficiales, que indican
la elección del tratamiento quirúrgico. las zonas que deben evitarse en el acceso qui-
Las indicaciones de la intervención quirúrgi- rúrgico hasta que las partes blandas se hayan
ca son: curado. Si no se pueden evitar las laceraciones y
zonas problemáticas de la piel, debe retrasarse
• Fracturas abiertas de los platillos. toda intervención. La fractura se estabiliza tem-
• Fracturas asociadas a síndrome poralmente mediante fijación externa, y Ja os-
compartimental o lesión vascular aguda. teosíntesis se realiza por etapas. Algún intento,
• Fracturas articulares con desplazamiento limitado, es obligatorio para reconstruir la su -
mayor de 10 mm, aunque en pacientes perficie articular. Es obligato1io, aunque sea de
jóvenes o muy activos un desplazamiento forma limitada, intentar la reconstrucción de la
de 2 mm puede ser inaceptable [1-6J. superficie articular, sobre todo en las fracturas
• Desalineación axial. abiertas con pérdida ele tejidos blandos o lesión
cerrada grave de éstos, la reconstrucción articu-
lar puede protegerse cierto tiempo con un fi ja-
dor externo en puente. Tras la recuperación de
las partes blandas, es posible practicar sin ries-
gos una intervención secundaria para conseguir
la estabilización metafisaria.
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Debe valorarse la situación neurovascular y, fractura de las tuberosidades (fig. 4.8-1- 2) . Esto es
en presencia de una fractura de alta energía, de- útil cuando se utilizan técnicas mínimamente in-
berá descartarse la presencia de un síndrome vasivas asociadas a reducción indirecta para evi-
compartimental y de una lesión arteria l, habi - tar la exposición directa de las líneas de fractura.
tualmente mediante monitorización de la pre- La RM se ha mostrado superior a la TC cuan-
sión compartimenta) o arteriografía (9-10]. do se asocian lesiones de partes blandas, como
lesiones menisca les o rotmas ligamentosas; sin
embargo, no está disponible en todos los ámbi-
2.1 Técnicas radiológicas tos y, por otra parte, rara vez se encuentra indi-
cada (12, 13].
Las radiografías deben incluir proyecciones AP, La arteriografía debe considerarse cuando
lateral y oblicuas interna y externa. La radiografía existe una posibilidad seria de la existencia de
en tracción permite determinar la eficacia de las lesión arterial. Los tipos de fracturas asociadas
Las lesiones arteriales se técnicas de distracción y la posibilidad de una re- con más frecuencia a lesiones arteriales son los
presentan en fracturas de alta ducción indirecta por ligamentotaxis. Son tam- de alta energía 41-Bl.3 y 41-83.3. Estas fracturas
energía o en las bién útiles para planificar la extensión y localiza- se presen tan frecuentemen te con una rodilla
fracturas-luxaciones. ción de las incisiones quirúrgicas. En muchas muy inestable o incluso con una fractura-luxa-
partes del mundo la TC es el estudio de elección, ción. Los tipos de fractu ra de alta energía, como
aunque la tomografía li nea l todavía se utiliza si las 41 -Cl, 41-C2 y 41-C3, en particular cuando
no es posible la TC (fig. 4_8.1-1 ) [ 11 ). La TC con hay un fragmen to en el ángulo posterointerno,
reconstrucción axial, frontal y sagital ayuda a co- debe hacer que el cirujano se plantee realizar un
nocer la gravedad y orientación de las líneas de arteriogra ma.

Fig. 4.8.1-1. 4l-C3.l.


Fractura bituberositaria.
a) Proyección AP estándar.
b) Tomografía lineal de Ja
misma fractura con
considerable impactación
de la superficie articular.
4.8.1 Tibia proximal J l Wats011 505

F1g. 4.8. Caso raro de fractura 41.83.2.


a) Proyección AP estándar.
b) Reconstrucción tridimensional vista desde
atrás.
c) Proyección lateral.
d) Reconstrucción tridimensional lateral.
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2.2 Clasificación superficie articular cóncava interna. La eminen-


cia intertuberositaria central no articular sirve de
La clasificación AO de Müller distingue entre inserción al ligamento cruzado anterior. Las frac-
las fracturas extraarticulares (tipo A), unitu- turas de esta región, cuando se presentan aisla-
berositarias (tipo B) y bituberositarias (tipo C) das, son por avulsión del ligamento cruzado an-
(fig. 4.8.l-l). terior y no se incluyen generalmente entre las
41-A3 4 1-Bl 4 1-(3
fractu ras del pla tillo tibia! (41-Al). La tuberosi-
Fig. 4.8.1-3. Clasificación AO de Müller. dad tibial anterior y el tubérculo de Gerdy son
prominencias óseas localizadas en la región sub-
Anatomía quirúrgica tuberositaria que sirven como puntos de in-
serción para el tendón rotuliano y la cintilla
iliotibial respectivamente. Estos puntos de refe-
El platillo interno es el que tiene Ja mayor de rencia son importantes para planificar las inci-
las dos superficies articulares. Es además cónca- siones quirúrgicas. La tuberosidad interna, inclu-
vo de delante atrás y de un lado a otro. El plati- yendo su superficie articular es más fuerte que la
llo externo es menor y más alto que el interno, externa, en consecuencia las fracturas del platillo
es convexo de delante atrás y de un lado a otro, externo son más frecuentes y pueden presentar
lo que ayuda a identificarlo en una radiografía impactación articular y fragmentación. Las frac-
lateral (fig. 4.8.1-4). Es importante tenerlo en turas del platillo interno se producen más a me-
cuenta, para que los tornillos que se inserten nudo «en bloque» y están invariablemente aso-
desde la cara externa a la interna no perforen la ciadas a lesiones más violentas (fig. 4.8.1-5), con
un mayor grado de lesión de partes blandas,
como rotura compleja del ligamento lateral ex-
terno y lesiones neurovasculares.
La articulación libioperonea proximal está
loca lizada en la zona posteroextema respecto a
la tuberosidad tibial externa. La cabeza del pe-
roné si rve de inserción al ligamento lateral ex-
terno y al tendón del bíceps, actuan do además
como contrafuerte para la cara externa del pla-
tillo tibial.
La zona periférica de cada platillo está cu-
bierta por el menisco. El menisco externo cubre
una porción mayor de superficie articular que
el interno. Los ligamentos meniscotibiales suje-
tan los meniscos a la periferia de los platillos ti-
Las roturas o avulsiones biales. Es importa nte identificarlos duran te la
rneniscales deben identificarse intervención , p ara q u e u n a exposición su b-
y repararse. meniscal o un desga rro de l borde periférico
pueda ser correctamente loca lizado y repara-
do. En caso de desinserción meniscal ocasiona-
da por el traumatismo, es recomendable que su
Fig. 4.8.1-4. Anatomía normal de las tuberosidades tibiales
periferia se fije con una sutura estable previa a
interna y externa vistos en el plano sagital. Nota: La linea la reducción de la fractura, puesto que realizar
articular externa es convexa y la interna cóncava. después la sutura puede resultar difícil.
4.8.1 Tibia proximal - .l. ·r. Watson 507

Fig. 4.8.1-5. Fractura 41-C3.1 en una


mujer de 44 años tras accidente de
esquí. En las fracturas bituberositarias
se produce el cizallamiento «en
bloque» del platillo interno sin lesión
importante de la superficie articular.

Planificación preoperatoria ri 1 o w1 saco de arena al colocar al paciente. La


flexión de la rodilla permite que la cintilla ilioti-
bial se deslice por detrás del cóndilo externo del
Es esencial un completo conocimiento de las ra- fémur, procurando una mejor visión del platillo
diografías simples y en tracción, de la TC o RM posteroexterno, y conseguir, mediante el peso
para desarrollar una planificación preoperato1ia de la pierna colgando, u na fuerza de d istrac-
y confirmar que se dispone de los implantes ción. Debe utilizarse siempre el amplificador de
apropiados y el instrumental necesario para la imágenes colocado en el lado contrario de la
reducción. También se prevé claramente la ne- mesa operatoria.
cesidad de injertos óseos suplementarios. Ade- Puesto que la mayoría de las fracturas de los
más, en la previsión de la táctica quirúrgica se platillos afectan el lado externo, la primera op-
debe incluir la vía de acceso para asegurarse de ción suele ser generalmente una incisión recta
que la exposición se realiza con la menor disec- pararrotuliana externa (fíg. 4.8.1 -6) . Esta inci-
ción posible de tejidos blandos [14]. sión se extiende proximal o distalmente si es ne-
cesaria una exposición más amplia. La disección
profunda sigue directamente hacia abajo, hasta
4.1 Vías de acceso quirúrgico el hueso, separando las inserciones musculares
externas y las fibras del tracto iliotibial. Se abre
El paciente se coloca en decúbito supino sobre entonces la articulación de la rodilla por debajo
una mesa radiotransparente, preferiblemente del menisco externo para conseguir una buena
una que pueda «abatirse» de manera que la ro- visión de la superficie articular. Un menisco
dilla pueda flexionarse 90º. Esto puede conse- avulsionado debe repararse en lugar de extir-
guirse también utilizando un gran soporte esté- parlo.
508

a)

1 Rótula 6
2 Tuberosidad tibia! anterior 4 5
3 Cabeza del peroné
4 Ligamento cruzado 3
5 Ligamento lateral interno 2
6 Ligamento lateral externo
7 Nervio safeno interno
8 Nervio ciático poplíteo externo 8

Fig. 4.8.1 -6. Acceso pararrotuliano externo.


a) Acceso estándar al platillo tibia! a través de
una incisión recta parartotuliana externa.
b) La disección profunda debe llegar
directamente al hueso dejando una estrecha tira
de fascia insertada a la tibia. El tracto iliotibial
también se separa. Los músculos se desinsertan
para exponer la tuberosidad externa; la
articulación se expone elevando el menisco, que
con frecuencia es avulsionado por el
traumatismo. Es aconsejable no extirparlo, sino
repararlo y reinsertarlo.
4.8. 1 Tibia proximal - J. T Watson 509

1 Tendón rotuliano
2 Músculo
semi membranoso

Fig. 4.8.1-7. Acceso posterointerno para la


cara interna de la extremidad proximal de la
tibia. El hueso se expone por detrás de las
estructuras de la pata de ganso, que
raramente necesitan desinsertarse o incidirse.
El periostio, generalmente grueso, puede
despegarse de forma cuidadosa hasta que se
vean las lineas de fractu ra con claridad.
510

Además es aconsejable no disecar a través 4.2 Técnicas de reducción


de la tuberosidad tibia! anterior, a menos que
sea absolutamente necesario, porque la piel que e instrumental
cubre la parte interna es muy deli cada. Deben
evitarse las incisiones en las zonas donde se van Las técnicas de reducción de las fracturas en la
a colocar las placas o tornillos o donde haya tibia prox imal se basan en el concepto de reduc-
riesgo de desvitalización de estructuras delica- ción indirecta con el fin de conseguir la reali-
das, lo que requiere una buena planificación. neación de los fragmentos de la fractura toda-
En caso de fracturas Cuando se tratan fracturas bituberositarias vía ligados a tejidos blandos y a los ligamentos.
bituberositarias puede ser (41.C), donde es necesaria una reducción per- Estas técnicas requieren el uso de uno o dos dis-
recomendable una incisión fecta y la fijación de un fragmento posterointer- tractores grandes ponteando la rodilla ligera-
posterointerna adicional. no, por lo común grande, es preferible realizar mente flexionada . La ligamentotaxis puede re-
una incisión adicional posterointerna [151 que ducir en gran parle la fractura, principalmente
una exposición extensa desde la pa rte anterior los grandes fragmentos tuberositarios, así como
(fig. 4.8.1-7). La incisión posterointerna se pla- rea linear el eje diafisometafisario en extensión.
nifica de forma que muestre el borde interno del Se aplican por vía percutánea pinzas de re-
platillo tibia! por detrás de los tendones de la ducción grandes de puntas para conseguir com-
pata de ganso. La fractura simple puede reducir- presión entre las diferentes líneas de fractura
se anatómicamente mantenerse con una placa (fig. 4.8.1-8).
de compresión dinámica (DCP) 3,5 o de contac- Para ampliar la exposición y reponer los frag-
to limitado (LC-DCP) 3,5 o una placa de tercio mentos articulares hu nd idos lo mejor es pene-
de tubo. La Z-plastia infrarrotuliana no es muy trar a través de la primitiva línea de fractura. El
recomendable, mientras que las vías posterio- fragmento tuberosilario externo puede girarse
res raramente están indicadas [16]. Cualquier hacia atrás sobre la bisagra que forma la unión
otra exposición subperióstica, interna o externa, de las partes blandas posteriores, tal como se
presenta el riesgo de desvilalización ele los frag- abre la cubierta de u n libro (vídeo A020144a).
mentos de la fractura y no debe utilizarse. Entonces se puede observar el hundimiento ar-

~ Vídeo A020144a ~ Vídeo A020144b


4.8.1 Tibia proximal - .J. T. Watson 5 11

Fig. 4.8.1-8. Reducción


indirecta de una fractura
del platillo externo
41-B3 con un distractor
grande y compresión
mediante una gran pinza
pélvica de reducción de
puntas con tope
esférico. Fijación previa
con agujas de Kirschner.

ticular, que normalmente consiste en una zona Fig. 4.8.1-9. La superficie


central impactada. Si el traumatismo ha produ- articular impactada debe
elevarse cuidadosamente con un
cido un hundim iento central sin separación, se impactador introducido a través
accede a la zona hundida desde abajo a través de la fractura o por una pequeí'ia
de una ventana realizada en la cortical antero- ventana en la cortical. Muy
extema de la tuberosidad tibial. La superficie ar- importante, el defecto óseo
resultante debe rellenarse con
ticular se ve entonces indirectamente a través de autoinjerto esponjoso o
la exposición habitual submeniscal. La reduc- corticoesponjoso para evitar el
ción de la superficie articular se consigue ele- colapso secundario. Otras veces
vando los fragmentos «en masa» desde abajo puede utilizarse un sustituto
(fig. 4.8.1 -9). El defecto resultante en la metáíi- óseo.
sis debe rellenarse con hueso esponjoso autólo-
go o un bloque conicoesponjoso para mantener
los fragmentos elevados (vídeo A020144b).
También se han utilizado satisfactoriamente los
nuevos sustitutos óseos.
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posterointerna puede aplicarse un simple mon-


taje con un fijador exlerno con sólo 2 tornillos
o bien una placa interna a través de una peque-
ña incisión suplementaria. Cuando existen gra-
ves contusiones de partes blandas combinadas
con fracturas metafisodiafisarias extens.1s y gran
fragmentación, la articulación puede red ucirse
con técnicils mínimamente invasivas y estabili-
zarse con compresión interfragmentaria, mien-
tras que la estabilización metafisodiafisaria se
practica mediante fijación externa híbrida
(fig. 4.8.1 - 11 ) (v. cap. 3.3.3) [3 , 17-22 ] o tam-
Fig. 4.8.1 10. Una fractura separación tuberositaria simple bién aplazar la fijación interna hastd que las
41 -B. l puede estabilizarse mediante tornill os de tracción en partes blandas lo permita n.
pacientes colaboradores y con buena calidad de hueso. El
tomillo de cortical de 4,5 mm con una arandela en la punta
del fragmento actúa previniendo el desplazamiento distal de
éste.

5 Tratamiento quirúrgico
Para las fracturas separación (41-81) sin frag-
mentación se empican varios tornillos canula- 5.1 Fracturas extraarticulares
dos de 6,5 mm para estabilizar el fragmento tu-
berositario asociados a un tornillo de sostén o tipo A
una pequeña placa colocada en e l vértice del
fragmento (fig. 4 .8.1 - 10). Para fract uras más Las frac turas 41 -Al son avulsiones extraarticula-
fragmentadas tipo (41 -83 y C2) o hueso osteo- res que suelen tratarse no quirúrgicamente o fi -
porótico, los tornillos de esponjosa solos pue- jarse sólo con tornillos. Las fracturas tipo A2 son
den no procurar un soporte adecuado, por lo lesiones simples metafisarias que ordinJriamen-
que es necesaria una placa de sostén. El con- te permi ten un tratamiento conse rvado r me-
cepto e.le «placa balsa» perm ite la utilización dc diante tracción esquelética [23]. yesos y ortesis.
numerosos tornillos de 3 ,5 mm para mantener En las fracturas de alta energía (41.A2.3) y en le-
elevados los fragmentos hundidos. Se colocan siones metafisarias multifragmentarias (41 A3),
solos o a través de los orificios de una placa de la intervención quirúrgica es necesaria. Si las
sostén aplicada tan cerca como se,1 posible al pa rtes blandas lo permiten, lo indicado es una
borde articular. Las lesiones con disociación me- placa simple DCP o una plJca ti bia] externa de
tafisodiafisaria importante (41-C3) necesitan sostén. Las lesiones de Jita energía con com-
placas más largas y fuertes, como las placas es- promiso de partes blandas se tratan mediante fi-
peciales de sostén externas para la tibia proxi- jación externa híbrida. La fijación de la fractura
mal que permiten pontear estas zonas de frag proximal se consigue con 2 o 3 agujas tr.rnsfi-
mentación. xiantes y la fijación dist,11 puede realiza rse con
En caso de gran conminución o Si ex iste exte nsa conrnin ución o lesión de 2 tornillos de Schanz lo bastante alejados. Pue-
importante lesión de tejidos tejidos b la ndos, está n contraindicadas las di- de construirse un montaje simple que facilita la
blandos las exposiciones secciones e xtensas pa ra evita r complicaciones carga inmediata, según tolerancia, y una conso-
amplias deben evitarse. con la herida. Para estabilizar la tuberosidad lidación rápida de la fractura.
4.8.1 Tibia proximal - J. T. Wats011 5 13

5.2 Fracturas tuberositarias do el fragmento tuberositario está fragmentado <6ólo tornillos» para una fractura
(41-Bl.3), debe utilizarse una placa externa de separación pura o en cuña. El
desplazadas (tipo B1) sostén en lugar de múltiples tornillos. resto de los casos requieren
sostén con una placa.
Una separación pura o una fractu ra en cuila del
platillo tibia! externo (41-Bl) en algunos casos se
trata percutáneamente, utilizando control artros- 5.3 Fractura por impactación
cópico o radioscópico para confirmar la reduc- pura (tipo 82)
ción. La fijación se completa con 1 o 2 tornillos
de esponjosa de 6,5 mm colocados justo por de· Las fracturas tipos 41-B2.l y 41-B2.2 son impac-
bajo del borde articular más un tomillo o una taciones circunscritas del platillo externo y pue-
placa en el vértice del fragmento fracturario, am- den afectar a cualquier zona de la superficie
bos en función de sostén (v. fig. 4.8.1-10). Cuan- articular, central o externa. La TC o la RM indi-

41-C2

Fig. 4.8.1-1 1. El fijador anular


híbrido es la mejor opción en las
fractu ras extraarticulares 41-A3 o
intraarticulares B1 o
Cl mínimamente desplazadas
con importante afectación de
partes blandas. los fragmentos
articulares se aproximan
mediante 1 o 2 tornillos de
esponjosa canulados medianos
o grandes.
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carán la situación y profund idad del hundimien- de la superficie articular impactada. Pueden pre-
to. Durante la intervención se observa la calidad sentarse lesiones asociadas como roturas liga-
de Ja reducción por visión directa o por artros- mentosas o meniscales que deben ser conside-
copia [24-27]. Se practica una incisión externa radas separadamente. Una fijación provisional
limitada para realizar una pequefia ventana en con agujas de Kirschner es útil para estabilizar la
la cortical metafisaria a través de la que se pasa superficie articular seguida de IJ reducción de
una pequeña aguja guía hacia la zona de la ar- los fragmen tos impactados (vídeo A020144c).
ticulación impactada. Un impactador óseo curvo La fijación de la tuberosidad se consigue mejor
permite la elevación del fragmento desde abajo. mediante compresión interfragmentaria con tor-
Se introduce un injerto y se estabiliza mediante nillos de esponjosa y una placa de sostén. Los
tornillos canulados introducidos percutánea- tornillos se colocan a través de la placa o se in-
mente (v. fig. 4 .8.1-9). sertan separadamente, lo que permite moldear
una placa recta para actuar como sostén. Otras
placas especialmente diseñadas para actuar
5.4 Fracturas desplazadas como sostén en estas fracturas son las placas en
L y placas en T que permiten la colocación de
e impactadas (83) tornillos a través de sus orificios (fig. 4.8.1 - 12)
(vídeo A0l0144d). En una impactación articular
La combinación de una fractura de la tubero- extensa, la fijación con «placa-balsa» utilizando
sidad externa con impactación de su superficie tornillos de cortical de 3,5 mm procura un so-
articular (41-B3.l) es una lesión más grave. Los porte subconcl ral excele nte y previene los des-
estud ios radiográficos prcoperatorios son esen- plazam ientos secundarios de la superficie articu
cia les para determinar la extensión y la situación lar reconstruida (28].

41-B3.l

1
) 'l1irl1·,-ra:'.i'i1

a) b) e)
Fig. 4.8.1 12
a) Típica fractura 41-B3 con impactación de un fragmento de la superficie articular.
b) Reducción y fijación temporal con agujas de Kirschner. El defecto subcondral debe rellenarse con
autoinjerto esponjoso o corticoesponjoso.
c) Aspecto final tras la aplicación de una placa de sostén para la tuberosidad tibial externa.
4.8.1 Tíbia proximal - J. T Watson 515

Todo defecto óseo debe rellenarse con in- 5.6 Fracturas bituberositarias Todo detecto óseo de.be
jerto óseo esponjoso o corticoesponjoso autó- rellenarse con injerto o sustituto
logo o cualquier otro sustituto óseo. (tipo C) óseo.
Se caracterizan porque afecta n a ambos plati-
llos, interno y externo (4J -CI , 41 -C2, y 41-C3) y Las fracturas tipo C afectan a
5.5 Fracturas del platillo con frecuencia son el resultado de traumatis- ambas tuberosidades tibiales.
interno {41-82.2/83.2) mos de a lta energía. Además de la fragmenta-
ción bituberosita1ia puede existir desplazamiento
Las fracturas aisladas del platillo interno son ra- diafisometafisa1io. La mayor preocupación para
ras y a menudo se producen como consecuencia el tratamiento quirúrgico de estas importantes
de un traumatismo de alta energía. Se asocian a lesiones debe ser la limitación de las lesiones
roturas meniscales, Ligamentosas, lesiones neuro- añadidas a unas ya débiles partes b landas ad-
vascu lares y síndrome compartimenta!. Para las yacentes. A menudo, la tracción consigue la ali-
fracturas con poca conminución o desplazamien- neación de las tuberosidades por ligamentotaxis
to tuberositario o sin ellos, la reducción con unas y la aplicación percutánea de pinzas de reduc-
pinzas grandes de puntas y la fijación percutánea ción de puntas grandes consigue la reposición
con tornillos y una placa de sostén suele ser efi- de los fragmentos intertuberositarios e incluso la
caz. Las fracturas con fragmentación extensa en reducción completa. Con esta base, el cirujano
la región imenuberositaria contrain dican el tra- debe planificar de manera cuidadosa el acceso
tamiento percutáneo, sobre todo cuando se aso- o los accesos, la reducción y las técnicas de fi-
cian a una fractura separación en cuña posterior jación.
del plati llo interno. La fragmentación intertube- Al igual que se fija primero el peroné en las
rositaria debe repararse y el ligamento arrancado fracturas del tobillo, puede comenzarse por fijar
fi jarse con tornillos o mediante sutura con alam- primero el fragmento interno, que suele ser gran-
bre trenzado colocado a través de agujeros per- de, a través de una incisión posterointerna (v.
forados en la cortical tibia! anterior. fig. 4.8.1-7), lo que ayuda a establecer la altura

~ Vídeo A020144c ~ Video A0 20144d


516

(~)
/
)

a)

correcta de la línea articular y ofrece un apoyo


contra el que se reduce el resto de la fractura.
Para mantener el platillo interno reducido, se
coloca una placa LC-DCP 3,5 o una placa de ter-
cio de tubo de 3,5 de forma que actúe como pla-
ca de sostén (fíg. 4.8.1-13) (vídeo A020190a).
A co ntinuación se accede al más fragmentado
platillo externo a través de una incisión pc1rarro-
tuliana externa estándJr. Se debe tener cuidado
de no tocar la delicada cubierta de tejidos blan-
dos que se encuentra sobre la parte anterior e
interna de la tuberosidad tibial. La reconstruc-
ción del platillo externo sigue los principios ya
mencionados anteriormente, utilizando un im- e)
pla nll' sólido (placa e 11 L. placa de sostén para
Fíg. 4.8.1-13. a) Fractura bituberositaria de alta energía de los
tibia proximal, o L.C-DCP) para sostener este platillos tibiales 4 l-C3. l (v. fig. 4.8.1·S).
lado (fig. 4.8.1-14) (vídeo A020190b ). Es im- b) Primer paso: reducción y fijación del fragmento interno
portan te recordar que el problema que plantean mediante una placa de tercio de tubo a través de un acceso
estas fracturas es la fijación metafisaria que es posterointerno independiente (v. fig. 4.8.1-7).
c) Reducción del lado externo a través de una incisión
necesario planificar bien y hacerlo cuando las externa estándar. Reducción y soporte óseo con injerto
partes blandas permitan la fijación definitiva, bicortical seguido por fijación con una placa externa de
l,rnto externa como interna. sostén en T de 4,5 mm.
4.8.1 Tibia proximal - / T i-v111so1 t 5 17

F1g. 4.8.1 1 1 Proyecciones


radiográficas AP y lateral del
caso mostrado en la
fig ra 4 1-S, 7 semanas
después de la intervención.
Se aprecia la buena
incorporación del injerto
bicortical en el lado externo.

~ Vídeo A020190a ~ Vídeo A020190b


518

6 Tratamiento 7 Riesgos
postoperatorio ~- y complicaciones

En el período postoperatorio se debe elevar la ex- Las principales complicaciones asociadas al


tremidad sobre una féru la durante 5 días o so- tratamiento de las fracturas de a lta energía de
bre un dispositivo de movilización pasiva conti los platillos tibiales son las de la herida (31 ]
nua (MPC) colocado a 20-60º de flexión [29]. En que pueden reducirse con una cuidadosa eva-
otros casos se coloca una ortesis de rodilla, y se luación de la cobertura de partes blandas. eli-
inicia la movilización activa asistida al tercer día giendo el momento más oportuno para la inter-
del postoperatorio. La ortesis se retira cuando el vención, la práctica de colgajos de grosor
paciente recobra el control cuadricipital. Gene- completo, la disección extraperióstica de los
ralmente a los 7-10 días se consigue una flexión fragmentos de la fractura y la minimización del
de 90º. Se administrarán ccfalosporinas durante despegamiento de partes blandas a nivel de la
24-48 h como máximo tras la operación. Un dre- misma . Si se produjeran problemas con la cica-
naje aspiralivo, en caso de estar indicado, se trización de la herida superficial está indicada
mantiene al menos durante 24 h. Si existe un¿¡ la intervenció n quirúrgica inmediata. Repetir la
inflamación importante o tensión de la sutura, la irrigación y el desbridamiento con cierre se-
íisioterapia puede retrasarse hasta que ésta dis- cundario, realizar un colgajo de rotación o, ra-
minuya. Según su colaboración, los pacientes ras veces, también puede estar indicado un
con frac turas tipos B y C permanecen con carga colgajo libre vascu larizaclo.
parcial (10-15 kg) o sin carga durante aproxima- Puede producirse una consolidación viciosa
damente 6-8 semanas (30 J. El objetivo que se con colapso articular tardío o deformación en la
debe conseguir es alcanzar la movilidad activa unión metafisodiafisaria. Si el eje mecán ico está
de 120º de flexión de rodilla al fina l del primer afectado está indicada la os teotomía para res-
mes del postoperatorio. Se permite mayor carga, taurar el eje mecánico normal. Si el fragmento
hasta el 50 % del peso corporal, a las 6-8 sema- articular mayor se desplaza en el postope-
nas, dependiendo de la evidencia radiológica de ralorio, debe rei ntervenirse inmediatamen te,
la consolidación de la fractura. En pacientes con pues una vez que se ha consolidado el frag-
fracturas de alta energía (lesiones 83 y C3) la mento articular mayor en posición incorrecta,
carga total debe aplazarse hasta las 12-16 sema- es imposible liberarlo y reducirlo anatómica-
nas. En las lesiones de baja C'nergíél, la carga to- mente.
tal se permite a las 8-12 semanas, y se puede es- Puede producirse una artrofibrosis en frac-
perar que los pacientes reanuden las actividades turas graves, o si no se comienzan inmediata-
más simples a los 4 o 6 meses. La consolidación mente los ejercicios de movilización. La libera-
metafisodiafisaria a menudo es lenta y, si no pro- ción artroscópica de las adherencias combinada
gresa, debe aportarse injerto óseo en dicha zona. con una suave manipulación bajo anestesia está
Las lesiones de alta energía a menudo precisan indicada en aquellos pacientes que no consi-
de 12-18 meses para que los pacientes realicen guen 90º de flexión en las primeras 4 semanas
las actividades de la vida diaria. después de la operación.
4.8.1 Tibia proximal - J. T Watson 519

8 Resultados 9 Bibliografía

Para las fracturas de baja energía del platillo ti- l. Benirschke S (1991) Open reduclion
bia! (41-Bl.1, 41 -B2 y 41-Cl.l) tratadas quirúrgi- intemal fixation of complex proximal tibial
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sultados excelentes. Los pacientes con fracturas 2. Bolhofner BR (1995) Indirect reduction
de baja energía tratadas con fijación interna tie- and composite fixation of extraarticular
nen unos resultados salisfactorios en el 75-90 % proximal tibicll frc1ctures. Clin Orlhop;
de los casos, mejores que los tratados no quirúr· (315):75-83
gicamente (6 , 32 , 33). En general, los pacientes 3. Duwelius PJ, Rangitsch MR, Colville MR,
en los que se realizó una fijación interna en frac- et al. (1997) Trea tment of tih1al plaleau
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tejidos blandos en buenas condiciones presentan Ortfwp; (339):47-57.
un excelente pronóstico para volver a una acti- 4. Hohl M, Luck V (1956) Fractures of the
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cas puente, y con la aplicación de una placa placeau fractures: a study of associated soft
posterointerna extraperióslica, se ha comproba- tiss11e injuries. .! Orthap Trauma;
do una notable reducción de las complicacio- 8 (3)·183-188.
nes y u na mejora de los resultados clínicos. 8. Tscherne H, Gotzen L (1984) Fractures
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4.8.1 Tibia proximal - J. T. Watson 521
522

.. . • t
1 Evaluación de las fracturas 4 F•Jac1on ex erna .. ... .... .. ... ...... .. ...... . .. . .. .. .. . 535
y de los tejidos blandos .. .... . ......... .. .... .... .. .. 523
4.1 Anatomía quirúrgica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 535
1.1 Clasificación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 524
4.2 Planificación preoperatoria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 535
1.2 Tratamiento ortopédico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 524
4.3 Técnicas de reducción .................................... .... 535
2
.• • ,
F•Jac1on con p1aca .. .. . ..... ... .. ..... ... .. .. ... ... .. .. ... 524 4.4 Elección del implante . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 535
2.1 Anatomía quirúrgica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 524
4.5 Trucos y sugerencias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 536
2.2 Planificación preoperatoria y vías de acceso . . . . . . . . . . . . . . . 524
4.6 Cuidados postoperatorios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 537
2.3 Técnicas de reducción .......... ..... .... .. .... .... ... ... .. .. . 527
4.7 Riesgos y complicaciones .................... ... .. . .... . .. .. . 537
2.4 Elección del implante . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 528
5 Conclusiones ..... .. ..... ...... ..... ... ............ ........ 537
2.5 Trucos y sugerencias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 529
6 Bibliografía ... .. ..... ..... ..... ..... ..... .... ...... ..... .... 540
2.6 Tratamiento postoperatorio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 529

2.7 Riesgos y complicaciones ....... .. ..... ... .. ... . ............. 529

3 Enclavado intramedular ... .. ... .. .. .... .. .. .... .. .. ... 530

3.1 Indicaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 530

3.2 Planificación preoperatoria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 530

3.3 Anatomía quirúrgica y vías de acceso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53 l

3.4 Técnicas de reducción ............. . .......... .. ..... ... ...... 531

3.5 Elección del implante . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 533

3.6 Trucos y sugerencias para el enclavado intramedular . . . . . 534

3.7 Tratamiento postoperatorio .. ......... ....................... 534

3.8 Riesgos y complicaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 534


523

Tibia: diáfisis

Raymond R. Wflite y George M. Babikian

1 Evaluación de las fracturas Se explorarán siempre los pulsos distales, y


la ausencia de pulso en una pierna aparente-
y de los tejidos blandos mente sa na debe hacer sospechar u na lesión
vascular, sobre todo en las fracturas desplaza-
El recubrimiento de los tejidos blandos es el das de la tibia proximal. La ecografía Doppler La cobertura de tejidos blandos
componente más importa nte que h ay que te- resulta útil aunque no siempre es fiable. Ante es el componente más
ner en cuenta en la evaluación y el tratamiento la menor duda, debe realizarse una arteriogra- importante en la evaluación y
s u bsiguiente de las fracturas de la tibia . Una fía, lo cual, además, resulta recomendable en subsiguiente tratamiento de las
tercera parte de la tib ia no tiene cobertura pacientes ancian os con eníermedades vascula- fracturas de tibia.
muscular y está directamente bajo la piel, por lo res potenciales o establecidas. En las frac-
que las fracturas de la tibia se asocian casi siem- turas de la tibia, las lesion es nerviosas son
pre con lesiones de la delicada cobertura cutánea. menos frecuentes que las arteriales pero, aun
Deben evaluarse en primer lugar la extensión así, la extremidad debe estudiarse detenida-
y la localización de la inflamación y las contu- mente.
siones. La aparición de flictenas es un signo de Los síndromes compartirnentales se produ-
inflamación masiva de los tejidos blandos y es cen con mayor frecuencia en las fracturas de li-
una señal de alerta para diferir cualquier in ter- bia que en las de cualquier otro hueso largo. Las
vención. En segundo lugar, debe valorarse la in- causas pueden ser la inflamación, la hemo rra-
fl amación cutánea intradérmica que, cuando se gia, la isquemia o el edema que sigue a la res-
produce, hace desparecer las arrugas de la piel tauración de la vascularización (lesión por re-
normal y ésta se muestra tensa y brillante. En perfusión de la isquemia). El compartimiento
esta situación, la intervención rutinaria es peli- anterior es que el que se afecta con más fre -
grosa, por lo que debe diferirse cualquier inter- cuencia. Los signos habituales de dolor intenso,
vención hasta que la piel comience a «arrngarse» dolor con el estiramiento pasivo y pérdidas lo-
de nuevo. Puede resultar conveniente considerar calizadas de sensibilidad requieren una ac-
alguna forma de estabilización para mejorar el tuación inmediata, ya sea midiendo la pres ión
estado de los tejidos blandos, sea con tracción o in tracompartimenta l, o bien realizando una fas-
ponteo mediante un fijador externo, mientras se ciotomía quirúrgica que debe combinarse con
espera la resolución de la inflamación. una fijación de la fractura (v. cap. 1.5).
524

Por lo general, las radiografías de la tibia se dos blandos se encuentran lesionados o son de
realizan en las proyecciones estándar AP y late- deficiente calidad. Cuando la posibi lidad de car-
ral, en las que deben incluirse las articulaciones ga precoz es más importante que una alineación
de la rodilla y el tobil lo. Rara vez se requieren perfecta, será preferible un enclavado intrame-
otras exploraciones radiográficas adicionales en dular (1). Los siguientes principios descritos por
las fracturas recientes. Tscherne son importantes:

• Colocar la placa bajo una cobertura viable


1.1 Clasificación de tejidos blandos.
42-A 42-B 42-C • Realización de un montaje hueso-placa
En la diáfisis, la clasificación A, B, C distingue estable, que faci lite la consolidación.
Fig. 4.8.2-1. Clasificación AO de Müller.
entre fracturas simples (A), con fragmento en • Para colocar la placa no debe despegarse el
cuña (B), y complejas (C) (fig. 4.8.2-1 ). Para periostio ni los tejidos blandos más de lo
más detalles véanse capítulo 1.4 y capítulo 2.2 . que lo hizo la lesión inicial.

1.2 Tratamiento ortopédico 2.1 Anatomía quirúrgica


Las fracturas estables o mínimamente desplaza- La ti bia es un buen hueso para la fijación con
das de la diáfisis tibial se tratan, con un buen re- placa, sobre todo a lo largo de su cara interna
su ltado funciona l, mediante una inmovilización subcutánea, donde la placa no interfiere con la
inicia l con yeso y carga precoz con una ortesis precaria vascularización del hueso. Además, la
tipo PTB (patelar tendon bearing): cuando el superficie interna plana facil ita la adap tación
paciente esté capacitado para la carga se coloca de la placa (v. cap. 3.2.2).
esta ortesis, que el enfermo llevará hasta la con- La cara externa también es accesible, pero la
solidación de la fractura. Sin embargo, enlama- exposición requiere la separación de los múscu-
Las fracturas inestables y yoría de los casos, las fracturas inesta bles o los, que no siempre puede evitar en este caso la
desplazadas de la tibia se tratan desplazadas d e la tibia se trata n mejor me- lesión de vasos y nervios, y la adaptación de
mejor mediante fijación dia nte fij ación quirúrgica, siempre que ésta se la placa a esta superficie también resulta más
quirúrgica. realice según los p1incipios actuales. complicada.

2.2 Planificación preoperatoria


Fijación con placa y vías de acceso
Las fracturas desplazadas e Las fracturas desplazadas o inestables del ter- La fijación de la tibia mediante placa requiere
inestables del tercio proximal o cio proxima l o dis tal de la tibia, con o sin afec- un equipo de instrumental básico, placas DCP
distal de la tibia son la mejor tación articular, son la mejor indicación para o LC-DCP de 4,5 estrechas, e instrumentos de
indicación para la fijación con la fijación con placa, en pa11icular cuando son reducción. El paciente se coloca en decúbito su-
placa. difíciles de enclavar o requieren una reducción pino sobre una mesa quirúrgica convencional
exacta, por ejemplo, en atletas y esquiadores de y, preferiblemente, radiotransparente. El uso del
elite (fig. 4.8.2-2 y fig. 4.8.2-3). torniquete no suele ser necesario, pero puede
La fijación con placa está contraindicada en ser una medida de prevención recomendable co-
pacientes poco colaboradores o cuando los tejí- locar un manguito desinfl ado en el muslo.
4.8.2 Tibia: diáfisis - R. R Whue y C. M . Bab1kicm 525

Fig. 4.8.2-2. Fractura del tercio


distal de tibia (42-Cl), con
irradiación articular, no
adecuada para el enclavado
intramedular, pero es una
buena indicación para la
fijación con placa.

Fig. 4.8.2-J. Fractura de tibia


proximal (42-Cl), indicación
de fijación con placa.
526

Fig. 4.8.2-4. El acceso estándar para la libia se sitúa 1-2 cm


a) a) Acceso estándar de la externamente (o en cond iciones excepcionales
tibia, 1-2 cm porfuera de
la cresta, en la parte distal internamente) a la cresta tibial (fig. 4.8.2 -4).
la incisión cruza la cresta Una incisión directamente sobre la cresta acaba-
incurvándose suavemente rá situada sobre la cara interna tras el cierre cu-
en dirección al maléolo táneo y la disminución tle la inflamación, debi-
interno. do al volumen extra de la placa.
En la región proximal y media de la diáfisis,
la incisión debe ser recta, mientras que en la
distal debe incurvarse en dirección al maléolo
interno. La incisión se realiza directamente has-
ta la fascia sin lesionar el tejido celular sub-
cut.1neo. Debe evitarse el paratendón del tibia!
anterior. En el foco de fractura no se debe des-
pcriostizar más de lo necesario para ver con cla-
ridad la línea de fractura y constatar la re-
ducción; en otras zonas, Ja placa se colocará
directamente sobre el periostio sin despegarlo.
Excepcionalmente, cuando la fijación con placa
se demora, puede estar indicada la colocación
subperióstica.

b)

b) La sección transversal
distal de la pierna
muestra la m~jor vía de
accesn ó ias caras interna
y externa de la tibia.
4.8.2 Tibia: diáfisis R. R \Vlzite y G. M. Babikía11 527

Las placas nuevas, por ejemplo, la LC-DCP vo es obtener la alineación de la extremidad en


4,5 estrecha y el PC-Fix (v. cap. 3.2.2) pueden todos los planos, incluyendo la rotación correc-
colocarse extraperiósticamente, porque gracias a ta. Las manipulaciones para la reducción deben
su diseño poseen un mínimo contacto con el ser cuidadosas y atraumáticas, con el fin de no
hueso, para así preservar la vascularización pe- comprometer la esencial vascularización de los
rióstica. fragmentos de la fractura.
La incisión cutánea para el acceso externo de En los tipos de fract uras simples, por ejem-
la tibia es el mismo que para el acceso interno. plo, en las espiroideas, oblicuas y cuñas por fle-
La incisión de la fascia q ue recubre al músculo xión o cuñas por torsión, a la reducción anató-
debe rea lizarse a varios milímetros de la cresta mica directa debe seguir una fijación mediante
con el fin de facil itar el cierre posterior. Los placa con tornillos de compresión interfragmen-
múscu los se separan con cuidado de la tib ia taria, siguiendo los principios clásicos de la AO
para la colocar la placa. (fig. 4 .8.2-5).
En caso de fract uras complejas (tipo C) no se
requiere una reducció n exacta, y la p laca debe
2.3 Técnicas de reducción sólo pontear el foco de fractura [2 , 3] tras una
mínima exposición y una técnica de reducción
La elección de Ja técnica de reducción correc- indirecta (fijación con placa biológica o en La selección de una correcta
ta es, proba ble me nte, la pa r te más im portan- puente) (f1g. 4.8.2 6c) (v. cap .l 2 ) que deberá técnica de reducción es muy
te de la fij ación interna. Ya sea mediante una restaurar las correctas longitud, rotación y ali- importante.
técnica directa o indirecta (v. cap. 3.1 ) el objeti- neación axial.

• Fijación interna de
la fractura de la ftgura 4.8.2-3,
siguiendo los principios
clásicos de compresión
interfragmentaria con
2 tornillos de cortical de
3,5 mm y la aplicación
adicional de una placa de
neutralización DCP 4,5. Debido
a las condiciones de los tejidos
blandos, la placa se colocó en
la cara externa de la tibia.
528

Fig. 4.8.2-6.
a) Tras la alineación de la fractura
mediante reducción indirecta.
b) Se introduce la placa en la cara interna
a través de una pequeña incisión
empujándola distalmente. Se comprueba
la posición correcta mediante radioscopia.
c) La placa puente se fija proximal y
distalmente sólo con unos pocos tornillos
(2-3).

2.4 Elección del implante pequei1as, aunque no son lo bastante fuertes para
utilizarlos como implantes t'111icos; debe aplicar-
En las fracturas diafisarias de tibia las placas se también aquí la regla de las seis corticales.
Pueden utilizarse placas más DCP o LC-OCP 4,5 estrechas son las que se utili- Actualmente, la tendencia es utilizar placas
largas. No se requiere colocar zan más frecuentemente [4 , 5]. La fijación es- más largas (de 8 a 10 agujeros) sin rellenar-
tornillos en todos los agujeros. tándar mediante placa requiere que los tornillos los todos. De 2 a 3 tornillos por encima y otros
hagan presa como mínimo en seis corticales a 2 o 3 por debajo de la fractura, se consideran su
c,1da uno de los lados tle la fractura. ficientes si se encuentran distanciados y ancla
L.1 placas anchas no deben utilizarse; resultan dos a un hueso de buena calidad. La utilización
dem,1siado rígidas y voluminosas. En la tibia dis- de más lom illos no es incorrecta, aunque pro-
tal est,1n indicadas ocasionalmente plac,1s más bablemcntl' resulta inncccsJriJ (v. cap. 3.2.2 ).
4.8.2 Tibia: diáfisis - /(. R White y G. M. Babikian 529

2.5 Trucos y sugerencias 2.6 Tratamiento


La aplicación percutánea es una técnica que se postoperatorio
ha descrilo recientemente como alternativa a la
clásica reducción abierta y fijación interna [6 J. La pierna debe mantenerse elevada con el tobi-
Requiere práctica y experiencia en las técnicas de llo a 90º durante 5-7 días, o hasta la recupera-
reducción indirecta (ya sea mediante un distrac- ción de la dorsiflexión. Se insistirá en la movili-
tor grande o fijación externa), ya que una correc- zación activa de la rodilla y el tobillo ayudados
ta alineación axial es imprescindible antes de co- por un fisioterapeuta. En cuanto ceda la infla-
locar la placa. En las fracturas distales de tibia mación, se permite al paciente, si es suficiente-
se consigue una reducción indirecta y una esta- mente colaborador, el apoyo «de puntillas)> in-
bilización ulterior mediante la Cijación con una mediato con carga parcial (10-15 kg). Además,
placa en el peroné. La reducción debe ser exacta tras la recuperación de la movilidad del tobillo
o se producirá una desalineación tibia!. Una vez es posible proteger Ja extremidad con una orte-
que la fractura está reducida y la placa se ha mol- sis o férula de yeso. A las 4-6 semanas se au-
deado para adaptarla al hueso, la incisión para menta la carga, y según el tipo de fractura inicial
su introducción se realiza proximal o distalmen- y de la evolución clínica y radiológica se puede
te a la fractura (fig. 4.8.2 -6a/b) . Con un periostó- alcanzar la carga total a las 10-12 semanas de la
tomo afilado se prepara un túnel, a través del in tervención. Se obtienen radiografías a las 6 y
que se introduce la placa. Su posición correcta se 12 semanas.
controla radioscópicamente, y seguidamente se Si aparece callo visible, que es signo de que
insertan los tornillos a través de pequeñas inci- existe una pequeña movilidad en el foco, e llo
siones (v. cap. 3.2) (vídeo A020191 ). significa una buena señal en una osteosíntesis
con placa puente. Sin embargo, éste no debe
aparecer en una fractura simple tratada por re-
ducción abierta y fijación con estabilidad abso-
luta.

2.7 Riesgos
y complicaciones
L< .ayor preocupación tras la fijac ión mediante
plaLa en la tibia es la de obtener la curación de
los tejidos blandos sin complicaciones, sobre
todo de la piel, muy sensible a una incorrecta
manipu lación. Para evitar los problemas de la Para evitar problemas de la piel
piel debe realizarse la intervención en el mo- se debe suturar sin tensión.
mento adecuado, la manipulación de los te-
jidos blandos ser cu idadosa y el cierre de la
h erida sin ten sión, en el que una técnica de su-
tura atraumática (la sutura modificada de Dona-
~ Vídeo A020191 ti según Allgower) es esencial (fig. 4.8.2-7).
530

a) b) 3.2 Planificación preoperatoria


En función de la experiencia y preferencia del ci
rujano, el paciente se colora sobre una mesa
ortopédica o en una mesa norma l radiotranspa
rente, con la pierna cubiertJ con cam pos estéri-
les para que sea fácil mente ma nejable. Puede
colocarse un soporte bajo el muslo o mantener-
se la rodilla totalmente flexionada (fig. 4.8.2-8).
rig . 4 .8 . l· r Sutura de Debe asegurarse un fácil acceso quirúrgico al to·
Donati modificada según billo para el bloqueo distal.
Allgoewer.
a) Sutura interrumpida.
b) Sutura continua.

r
(

3 Enclavado intramedular

3.1 Indicaciones 1'


_t. 1'

En la diáfisis, el clavo El enclavado intramedular está indicado en


intrarnedular es el implante de la mayoría de las fracturas cerradas del tercio
elección. medio de la diáfisis tibial, y en las frac turas
abiertas con una adecuada cobertura de tejidos
blandos [7-9]. En frac turas metafi sarias resulta
difícil cont rolar y ma ntener la correcta alinea-
ció n del fragmento más corto, por lo que mu-
chos ci rujanos prefi eren la fijación con placa en
estos casos. Los clavos fresados intramedulares
son preferibles para las fracturas cerradas, pues
permite el uso de implantes más fuertes y de
mayor diámetro, que ofrecen mayores posibili-
dades de curación sin complicaciones. El clavo
mJcízo. «no fresado» en la actualidad se prefiere
a l fija dor externo como imp la nte de e lecció n
para la mayoría de las frac turas abiertas de tibia
[ OJ (v. ,., .. l.l. ).

g e Posición para et enclavado


intramedular de la tibia.
a) En mesa ortopédica.
b) En mesa radiotransparente con la rodilla en
flexión completa.
e) Sobre un soporte almohadillado
manteniendo la máxima flexión de la rodilla. e)
4.8.2 Tibia: diáfisis R. U While y G. M Bab1kzan 511

Para el enclavado intrarnedular sin fresado, La incisión más segura es, por consiguiente,
el calibre del canal medu lar debe medirse con la que sigue directamente la lfnea del tendón
cu idado con el fin de elegir el di<Ímetro preciso rotuliano, que se incide por su líneJ media y se
del clavo. Del mismo modo. se debe también me- separa suavemente (fig. 4.81 J ). Algunos au-
dir de manera cuidadosa la longitud del clavo, lo tores prefieren el acceso interno al tendón rotu-
que es más difícil pues no se dispone de una guía liano ( 1 ·· J. ·9b) para no lesionarlo, con lo
intramedular que permita la medición directa; en que el punto de entrada puede quedar excéntrico
su lugar. se usa una regla (v. l.1 ). si no se controla por radioscopia. Una incisión
lateral pararrotuliana externa es otra posibilidad
para asegurar la inserción correcta en las fractu-
3.3 Anatomía quirúrgica y vías ras proximales, ya que el canal medular tiende a
alinearse con la cara externa de la tibia.
de acceso Los tornillos de bloqueo suelen introduci r-
se desde el lado interno o en dirección AP. En
Como el punto de entrada proximal del clavo el bloqueo distal, la vena y el nervio safeno
no está en línea con el canal medular en el pla- pueden lesionarse si no se tiene cuidado de
no sagital, su posición exacta varía dependiendo evitarlos.
del diseño y de la rigidez del clavo. Las reco-
mendaciones para los distintos tipos de clavos
deben ser, por consiguiente, cuidadosamente 34 Técnicas de reducción
consideradas. Generalmente, el punto de entra-
da en el plano frontal, debe ser extraarticular, y Una fractura diafisaria de la tibia se reduce antes
estar centrado con el canal, en particular si exis- del enclavado de muchas formas: en una mesa
te un fragmento proximal corto. La inserción ex- ortopédica, manualmente, pcrcutánea mente con
céntrica del clavo producirá una desviación en pinzas reductoras, con el d is tractor grande o con
valgo o en varo del fragmento proximal. un torniquete extra ancho. La mesa ortopédica

(
/-------
l,,.............

<
(/} Acceso longitudinal
para el enclavado intramedular:

i
o
a) Separación del tendón
rotuliano.
b) Interna al tendón. a) b)
532

permite un excelente control de IJ pierna yac-


ceso radiológico, pero realmente no es de ord i-
nario nt'cesaria, pues aumenta de forma consi-
derable el tiempo y el coste de la intervención.
Una vez que se colocan los paños estériles, una
fractura reciente se reduce a menudo por trac-
ción manual, mientras se pasa la fresa o el clavo
a través del foco de fractura. Si no es necesaria
ninguna tracción o sólo una muy ligera, puede
reducirse y mantenerse la fractura para la in-
serción del clavo con pinzas de reducción de
pu n tas colocadas percutáncamente o con un
torniquete extra ancho (vídeo A020149Ba). En
ningún caso debe realizarse el fresado con el
torniquete inflado. Cuando se utiliza el clavo
~ Vídeo A020149Ba no fresado es importante la buena alineación
axial previa a la inserción de éste, ya que este
implante relativamente delgado no conseguirá
la reducción de la fractura «automáticamente»,
como ocurre con el clavo de tibia universal
(fig. 4.8.2- 10). En casos diferidos con cierto
acortJmicnto, el uso del distractor es más útil
para restaurar la longitud. La aplicación del dis-
tractor se muestra en la figura 4.8.2-11 y, según
el lado en el que se aplique, debe tenerse cuida-
do en evitar las deformidades en varo o valgo.
Obtener la rotación correcta es El paso más difícil es obte ne r una rotación
dificil. correcta. Las claves para ello son hacer coinci-
dir el grosor de las corticales en las radiografías,
la colocación de los fragmentos puntiagudos en
una posición correcta y asegurclrse de evitar la
torsión de las líneas de tensión de Ja piel. En las
fracturas conminutas graves es aconsejable pre-
parar la pierna contralateral para poder realizar
una comparación intraoperatoria de lil longitud
y la rotJción.

.. Fig. 4.8.2 1O. Reducción de una fractura transversal


42-A3 )
r- desplazada mediante un clavo fresado universal de tibia
adaptado a presión al canal medular.
4.8.2 Tibia: diáfisis R. R. Wlillc y G. M. Habik1a11 533

Reducción
Fig. 4.8.2- 11 .
con el distractor grande con
corrección de la longitud,
alineación axial y rotación
previamente al enclavado.

l
42-Cl

1 1 Fig. 4.8.212. Fractura


segmenta ria
42-Cl estabilizada
\ l mediante un clavo de tibia

~
sólido sin fresar de 9 mm
(UTN).

3.5 Elección del implante


Los clavos pueden ser macizos o canulados. Los
o
clavos fresados y no fresados son, en realidad,
~ implantes parecidos, que feni liz.an el hueso; la di-
s
3 ferencia está en la técnica de inserción. Los clavos
fresados son tubulares y se tiende J utilizar clavos

1 de mayor diámetro que con los no fresados. Con


los primeros se tiene una amplí,1 experiencia de
buenos resultados y deben prefcri rse en las frac-
turas cerradas y en las seudoartrosís. Los clavos
no fresados son macizos (UTN) o canulados y
más delgados (8-10 mm). están teniendo una ma-
yor aceptación en las fracturas abiertas y su uso
se está extendiendo para algunas fracturas cerra-
das con gr,111 afectación de los tejidos blandos
Vídeo A020149Bb/ A020139e (fig. 4.8.2-12) (vídeo A020149Bb/A0201l9e).
534

El bloqueo es obligatorio cuando El b loqueo del clavo con pernos es in dis - 3.6 Trucos y sugerencias
se utilizan clavos finos. pe nsable en clavos de d iá metro pequeño para
aumentar la estabilidad en un canal medular an- para el enclavado
cho. El hloqueo se recomienda también en to- intramedular
dos los demás casos, ¿¡ menos q ue se obtenga
un excelente contacto cndosta l con el clavo por Véase capitulo l.l.1 .
encima y por debajo de una fractura estable del
tercio medio. La magnitud del fresado debe pre-
cisarse para asegurar, por una parte, que el cla- 3.7 Tratamiento
vo pase fácilmente el estrecho istmo en un lado,
y permitir en el otro la inserción de un clavo lo postoperatorio
suficien temente ancho que procure estabilidad
al foco, lo q ue se obtiene en la mayoría de los La pierna debe colocarse elevada d urante los
casos con un clavo de 11 -12 mm , en frac turas re- primeros días hasta que dism inuya la infl ama-
cientes. En los retrasos de consolidación y seu- ción y el paciente haya comenzado la moviliza-
doartrosis se requieren clavos aún más anchos ció n indolora activa del tobillo y de la rodilla.
para obtener mayor estabilidad. El momento para in iciar la carga depende del
Como el bloqueo puede in- tipo de fractura y de la colaboración del pacien
hibir o prevenir la carga, bene- te. En frac turas estables fijadas con un clavo
ficiosa para el foco de fractura, grueso, si se tolera puede efect uarse la carga in-
se sugie re que, según el 1i po ele mediata . En fracturas inesta bles se a plicará de
frac tu ra se realice sólo el b lo- inmediato una ca rga parcial de 20-25 kg, mien-
queo diná mico. En el enclava- tras que la carga total se alcanzJr,i a las 8· 10 se-
do co n bloqueo estático rara manas. Si en este tiempo no aparece callo de
vt•z es necesaria la dinamiza- fractura y el paciente se queja de dolor, el clavo
ción, a menos que exista retra- debe bien dinamizarse o, incluso, puede ser ne-
so de consolidación de tipo hi- cesario cambiarlo.
pe rtrófico a los 4-6 meses. Si se
obsNva ra una conso lid ación
a trófica o pobremente vascu la- 3.8 Riesgos
rizada deben utilizarse otros
métodos para estimularla. y complicaciones
En las fracturas distales don-
de esté afectado el peroné, éste Aproximadamente el 30 % de los pacientes re-
[ 11 j se debe fijar con una placa fiere dolor en la rodilla, por lo genera l debido a
de tercio de tubo, par<i a umen- un pu nto de e ntrada d el clavo incorrecto. Un
tar la esta bilidad y ;isegurar la clavo que sobresale proximalmcnte puede pro
reducción (fig. 4.8 2 ~ ). ducir una importante irritación del tendón rotu
liano. Cualquier incisión en la cara anterior de
la rodilla generalmente produce dolor y moles-
l En caso de una fractura tias, sobre todo al arrodillarse.
distal de ambos huesos puede La rotura de los pernos de bloqueo no es
resultar útil la aplicación de una placa
de tercio de tubo en el peroné para
rara, principalmente cuando se utilizan clavos
controlar la alineación del fragmento m,1s finos y en fracturas a biertJs, donde el tiem-
distal de la tibia. po de consolidación es m,1s l.:irgo. Una de las c.1-
4.8.2 Tibia: diáfisis - R. R White v C. M. Babikum 535

racterísticas del enclavado es la alta tasa de con- 4.2 Planificación


solidación y la ba ja incidencia de infecciones;
por ello, estas complicaciones no se describen preoperatoria
por separado en este capítulo.
El objetivo principal de la fijación externa es
procurar temporalmente las condiciones de es-
tabilidad necesarias para la curación de los teji-
dos blandos y el control de las heridas. Por ello,
4 Fijación externa la construcción del montaje debe ser tan simple
como sea posible, permitiendo un libre acceso
a las heridas, que posibilite un tratamiento se-
La fijación externa está indicada en fracturas cundario de los tejidos blandos con injertos, col-
abiertas graves (grados TTI By IIT C de Gustilo), gajos locales y libres, además de una fijación
fracturas abiertas con pérdida ósea y fracturas interna sí así está indicada.
en las que otros implantes, como placas y cla- Para ahorrar tiempo puede resultar aconseja-
vos, quedarían expuestos. La fijación externa ble ensamblar previamente los diferentes com- La fijación externa es útil en las
está indicada, además, en politraumatizados ponentes del montaje antes de su colocación. fracturas abiertas graves y en los
con riesgo vital, donde se requiere una conve- pacientes politraumatizados.
niente estabilización sin producir una lesión
adicional al paciente. También puede aplicarse 4.3 Técnicas de reducción
la fijac ión externa como coadyuvante a una fi-
jación interna placa externa en puente y fijador El fijador externo puede colocarse tras la reduc-
externo en la cara interna, o como dispositivo ción de la fractura, como se describe en la fi-
de ponteo de una articulación. En todos estos jación con placa o enclavado. Pero también pue-
casos el fijador externo procura una fijación de utilizarse como instrumento de reducción,
temporal, que debe seguirse de algún tipo de fi- sobre todo cuando se utiliza el sistema tubo-tubo
jación interna. (fig. 4.8.2-14) (v. cap. 3.3.3).

4.1 Anatomía quirúrgica 4.4 Elección del implante


Para la fijación externa en la tibia es importante En la mayoría de los casos el montaje unilatera l
conocer su anatomía en relación con las «zonas constituye la mejor opción para las fracturas
seguras», a través de las que se pueden introdu- diafisarias. Los montajes circu lares con agujas
cir agujas transfixiantes o tornillos de Schanz, de Kirschner a tensión, como los montajes hí-
sin lesionar músculos, tendones, nervios o va- b1idos, son útiles en fracturas que afectan la ti-
sos l12J. Las zonas seguras para los lomillos se bia proximal y distal, pues permiten una (ijación
sitúan en un arco de unos 220º proximalmenle, estable próxima a la articulación sin el impedi-
de 140 º en la diáfisis y de 120 º distal mente mento de afectar la movilidad articular. Si se
(v. cap. 3.3.3). Las agujas transfixiantes, que se planifica un enclavado intramedular secundario.
pueden colocar en un arco más amplio, deben puede colocarse un fijador pinless temporal -
ser de pequeño grosor (l ,8-2 mm). mente (v. ca p. 3.3.3).
536

Con el fijador cxtL'mo, el cirujano puede 4.5 Trucos y sugerencias


construir un dispositivo a medida casi sin lími-
tes. Para incrementar la cst,1bilidad se tienen di- P.irJ instrucciones detalladas <.'11 la aplicación
ferentes opciones como: del fijador externo véase el capítulo 3.3.3.
En caso de compromiso grave Je los tejidos
• Aplicar los tornillos tan separados como sea blandos resulta útil añadir un tomillo al primer
posible. metatarsiano, con el pie en un .rngulo de 90 º ,
• Aumentar el número de tornillos. para prevenir la contractura en ílexión plantar
• Disminuir la distancia entre las barras y el (fig. 4.8.2-15). Como alternativa es posible apli-
hueso. car una plantilla unida al marco, con el fin de
• Añadir una segunda b<1rra. mantener el pie en posición neutra .
• Ai1adir un segundo marco para construir un
montaje en V.

Sin embargo, demasiada rigidez puede retrasar


la consolidación debido a déficit de carga en el
foco de fractura.

JI
t\
1
1
1
1
\
\
/ 1, \ \

l1'- \~J '


J
l

42-Cl.1
Fíg. 4.8.2 15. Para prevenir la contractura en flexión plantar
Fig. 4.8.2· 14. Ejemplo de fractura 42-Cl .1 estabilizada del pie, puede aplicarse un tornillo al primer metatarsiano y
mediante fijador externo con rótulas tubo-tubo. conectarlo al marco principal mediante una rótula simple.
4.8.2 Tibia: diáfisis - R. N White v G. M. Bobikian 537

4.6 Cuidados 4.7 Riesgos


postoperatorios y complicaciones
Los cuidados postoperatorios pueden va riar de Como se ha mencionado anteriormente, la in-
forma considerable en función del plan de trata- fección de los orificios de los tornillos y el aflo-
miento y de las condiciones de los tejidos blan- jamiento son los problemas que suelen aparecer
dos. Si se considera la fijación externa como tra- con más frecuencia en la fij ación externa, y por
tamiento definitivo, puede recomendarse al lo general están relacionados entre sí y pueden
e nfermo una carga parcial precoz de 10-15 kg, ser consecuencia el uno del otro. Casi siempre
como en la fijación con placa. Tan pronto como indican inestabilidad de todo el montaje, por lo
se observe callo visible, y si no existen signos que los tornillos aflojados o con trayectos infec-
clínicos de inestabilidad, el paciente puede co- tados deben cambiarse y. a veces, se requerirá
menzar la carga total. Tras retirar el fi jador ex- antibioticoterapia oral.
terno resulta conveniente proteger la pierna Los montajes de fij ación externa demasiado
temporalmente mediante una férula o una or- rígidos pueden conducir a un retraso de consoli-
tesis. dación, ya que se impide la carga necesaria en
Si, como es más frecuente, el plan es sus ti- el foco de fractura, por lo que es aconsejable
tuir el fijador externo por una fijación interna, una reducción secuencial de la rigidez del mon-
es importante determinar el momento de la se- taje, lo que equivale a la dinamización del en-
gu nda intervención, sobre todo si se indica el clavado.
enclavado intramedular. El interva lo de tiempo
entre la aplicación del fijado r externo y el en -
clavado no debe ser mayor de 14 días, debido a
que el riesgo de infección de los orificios de los 5 Conclusiones
tornillos aumenta de manera considerable pa-
sado este período. Cualquier signo de irritación
de los orificios de los tornillos debe excluir el re- En las fracturas diafisarias de Libia existen dife-
cambio del fijador por un clavo o, incluso, por rentes y bien definidas modalidades de trata-
una placa. Debe adiestrarse al paciente en el m iento [13). Cada una de ellas presenta tu1as in-
cuidado de los orificios de los tornillos que con- dicaciones especiales, ventajas y desventajas, y
siste en la limpieza regular y la aplicación de ga- cada técn ica debe realizarse correctamente para
sas estériles. conseguir la curación. Aunque el enclavado in-
e:
::; tramedular ha ganado mucha popularidad, tam-
bién gracias al desarrollo de los clavos macizos
finos no fresados, la alternancia pendular del
tratamiento parece tender de nuevo en favor de
la placa, sobre todo en los tercios proximal y
distal del hueso, donde se realizan en la actua-
lidad accesos más «biológicos». Ahora más q ue
nunca, el estado de los tejidos blandos determi-
nará qué implante se debe utilizar.
538

1 .8.2· 1'
a) Fractura compleja de la diáfisis tibia! (42-Cl. I) con
fractura distal del peroné.
b) Radiografía postoperatoria tras la fijación del
peroné con placa de tercio de tubo y de la tibia con
un clavo sólido bloqueado de 8 mm (UTN).
e) Control al año.
4.8.l Tibia: diáfisis R R Wlwe y G M . Rab1kian 539

Fig 4.8.:Z· 17.


a) Fractura compleja del segmento distal de la tibia
(42-Cl .3) no apropiada para enclavado intramedular.
b) Radiografía postoperatoria tras la fijación con placa
estrecha LC-DCP 4,5 de tibia y placa de tercio de tubo
en el peroné.
c) Control al año con buen resultado funcional.
540 •

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4.8.2 Tibia: diáfisis - R. R. White y C. M. Ba/Jikian 541
542
'

1 Evaluación de las fracturas 5 Tratamiento postoperatorio ......... .......... ....... 553


y de los tejidos blandos .... ..... .... .. .... .... ..... ... 543
6 Riesgos y complicaciones .. .. ... ... .... ..... ... ....... 553
1.1 Diagnóstico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 543
1. 1.1 Historia y examen clínicos . . . . . . . . . . ..... ..... .... .... 543
6.1 Riesgos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 553
1.1.2 Examen radiográfico y clasificación .... ... .. . .. ...... .. 543 6.2 Complicaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 554
. . # •

2 Ana t om1a quuurg1ca .. . ... .. .. ... ... . .. .. ... 543


7 Resultados ... ... . ..... .... .. .. .. ... ... .... ... ... .. . . . 556
2.1 Estructuras óseas y ligamentos . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . 543
8 Bibliografía .. ...... .... ....... ..... ..... ..... ..... ..... .... . 559
2.2 Vascularización ................................................ 544

3 Planificación preoperatoria ......... ................. 544

3.1 Observaciones generales e indicación quirúrgica . . . . . . . . . . 544

3.2 Elección de la técnica . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . 544

3.3 Momento de la intervención .......................... ... .... 547

3.4 Planificación de las técnicas de reducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . 547

3.5 Colocación del paciente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 548

3.6 Vías de acceso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . 548

3.7 Elección de los implantes . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 548

4 Tratamiento quirúrgico:
trucos y sugerencias ........ .......... .................. 549

4.1 Técnica estándar en cuatro pasos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 549


4.1.1 Peroné . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 549
4.1.2 Superficie articular tibia! ............................... 550
4.1.3 Aporte de injerto ........ ........ .... ........ .. ...... ... 551
4.1.4 Soporte interno . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . 551
4. 1.5 Cierre de la herida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . 553
4.2 . .
Otras t ecmcas . • .
quirurg1cas . ... .. . ....... .................... . . 553
543

Tibia distal (pilón tibial)

Chriscoph Scm1111l'/' y Tlwmas P. Riiedi

1 Evaluación de las fracturas desplazamiento de la fractura o una luxación de-


ben reducirse inmediatamente.
y de los tejidos blandos
1.1 Diagnóstico 1.1.2 Examen radiográfico
y clasificación
1.1-1 Historia y examen clínicos Deben tomarse siempre radiografías estándar
anteroposterior y lateral, pero en las fracturas
El resultado del trata miento de las fracturas complejas es precisa mayor información de la El resultado depende de la
del pilón tibia) de pe nde de la calidad de la re- articulación tibioastragalina. Se debe usar la to- calidad de la reconstrucción
construcción de la a rticulación [1] y del estado mografía convencional en dos planos o la TC articular y de las condiciones de
de los tejidos blandos de recubrimiento. El co- con reconstrucción tridimensional. La RM es ra- los tejidos blandos.
nocimiento del mecanismo de producción de la ramente necesaria en este estad io; posterior-
lesión es lo más impo rtante. Los traumatismos mente sí que puede informar sobre el estado de
de baja energía (p. ej., los del esqwl suelen pro- la vascularización ósea y la viabilidad del cartí-
ducir ti pos de fracturas simples con mínima le- lago. Tocias las fract u ras se clasifican según la
s ión de tejidos blandos, mientras que los de alta clasi fi cación /\O de Mü ller (f1g. 4.8.l 1).
energía con compresión axial (caídas de altura,
accidentes de tráfico) producen frac turas com-
plejas in trJarticulares con impactación metafi sa-
ria y pérdidJ de hueso [2]. Se pueden acompa- ~ Anatomía quirúrgica
11ar de una contus ión o aplastamien to de los
tej idos blandos o de una lesión abierta . La eva-
luación clínica debe referirse tanto al estado de 2.1 Estructuras óseas
las partes blandas como a la función sensitiva y y ligamentos
motora de las estructuras del pie lJ J. Hay que
43-Al 43-82.2 43-(3
poner especial atención al desarrollo de signos La articulación del tobillo, formada por el extre-
precoces de síndrome compartimenta!. Un gran mo distal de la tibia y del peroné, y el astrágalo Fig. 1.8.J-1. Clasificación AO de Müller.
544

que, con los ligamentos y la cápsula articular se 3 Planificación


considera una entidad funcional (fig. 4 8.l 2 ).
Cualqtúer incongruencia entre los componentes preoperatoria
(de longitud, de ejes o de rotación) o un excesi·
vo ensanchamiento de la mortaja articular del
tohillo propiciará la sobrecarga local, cuyo re 3.1 Observaciones generales
sultado suele ser la degeneración del cartílago y e indicación quirúrgica
la artrosis postraumática [4-9 J.
El peroné distal, como la estructura más im- Como en la mayoría de las fracturas articulares
portante de la articulación del tobillo, está suje- desplazadas, el mejor procedimiento para obte
to a la tibia por la membrana interósea y por los ner la exacta reconstrucción del extremo distal
ligamentos peroneoastraga linos anterior y pos- de la tibia es mediante reducción abierta y fija -
terior. En las fracturas del pi lón tibia! que afec- ción in terna. Mientras que las fracturas simples
tan a ambos huesos, los ligamentos sindesma- pueden ser tratadas no quirúrgicamcnte o con
Las fracturas complejas les, per se, s uelen estar intactos [1 , 10], pero técnicas mínimamente invasivas, las frac turas
requieren reducción abierta. con frecuencia están avulsionados de la tibia complejas cas i s iempre requieren int erven-
co n un mayor o menor fragmento tibial (tu- ción a bierta. Desde un punto de vista técnico,
bérculo de Tilleaux-Chaput). No obstante, los li- la mayoría de las fracturas desplazadas del pilón
gamentos peroneoastragalinos pueden estar ro- son tratables también mediante reducción abier
tos, sobre todo en las lesiones en varo, en las ta y fijación interna (2]. Una excepción a esta re
cuales el peroné permanece intacto. El ligamen- gla son las fracturas por estallido, en las cuales
to deltoideo está casi siempre intacto, lo cual la única solución es casi siempre una anrotlesis
Las condiciones de los tejidos permite en algunos casos la reducción indirecta secundaria [ 11 ). Las cond iciones de los tejidos
blandos determinan la elección por ligamentotaxis. b la ndos s u elen determina r la elección de la
de la técnica. técn ica, que debe basarse en la situación indivi-
dual del caso y no necesariamente en principios
2.2 Vascularización generales (12, 13]. Uno de los factores más im
portantes para lograr el éxito es la experiencia
El peroné distal está irrigado por ramas de la ar- del cirujano.
teria peronea y la tibia distal por ramas de la
Una excesiva exposición arteria tibia! anterior y posterior. Una exposi-
quirúrgica puede lesionar la ción qu in 'trgica demasiado extensa puede po- 3.2 Elección de la técnica
vascularización de la tibia distal. ner en peligro la parte anterointerna de la ti-
bia; y en los pacientes de mayor edad, con La reconstrucción se consigue con una técnica
vasos sanguíneos vulnerables, la propia lesión en un tiempo que comprende los cuatro pasos
puede ya haber afectado la circulación loca l. tradicionales (1] (fig. 4.8.3-l):

1. Reconstrucción del peroné.


2. Reconstrucción de la superficie articular de
la libia.
3. Apone de injerto esponjoso o
cónico-esponjoso óseo autólogo.
4. Soporte con placa de sostén (interna o
anterior, v. se,.ción 4).
4.8.l Tibia distal (pilón tibial) - C. Sommer y T /~ lúiedi 545

Fig. 4.8.3·2. Anatomía quirúrgica y vías de acceso estándar.

a) a) Incisión anterointerna para la tibia.


l . Borde anterior de la tibia.
2. Maléolo interno.
3. Articulación del tobillo (garganta del pie).
4. Nervio safeno interno.

f----- 4 b) b) Incisión posteroexterna para el peroné.


1. Nervio safena externo o peroneo.
2. Rama calcánea externa del nervio
safena externo.
l.'
1; 3. Nervio cutáneo dorsal externo.
4. Nervio cutáneo dorsal medio.
" 5. Maléolo externo.

. I ! 6. Tubérculo de •Chaput».

,l
3 . 7. Ligamento peroneo astragalino
~;- , 1
anterior.
.... i ' 8. Ligamento peroneo calcáneo.
9. Ligamento astragalocalcáneo
-! externo.

'~:
!
/

Entre las dos incisiones debe


l"\., '/ · dejarse un ancho puente de piel
y tejidos blandos sanos.

8
/¡ .·.. ··

9
546

En caso de lesiones graves de En caso de lesiones graves de l os tejidos


los tejidos blandos se aconseja blandos. como sucede en las fracturas abiertas, En caso de grandes pérdidas de tejidos blandos
proceder de forma secuencial. resulta aconsejable proceder de for ma sccuen- debe participar el cirujano plástico y realizar la
cia I considerando varias opciones [ 11 -15] cobertura lo antes posible. En fracturas muy
(fig. 4.8.3-4): complejas con extensas lesiones del hueso me-
tafisario y de los tejidos bl,rndos, el acortamicn
Primer paso: to primario constituye, excepciona lmente, una
• f'ijador externo temporal ponteando la alternativa de salvamento, lo que requerirá un
articulación (desde la tibia al astrágalo o al alargamiento secundario posterior (p. ej., por
calcáneo). distracción proximal) [ n ].
• Reconstrucción del peroné y ponteo
articular con fijador externo. Fig. 4.8.3-3. Reconstrucción estándar de una
• Reconstrucción del peroné y fijador externo fractura 43-(3. l respetando los cuatro
híbrido semicircu lar. principios tradicionales (v. texto). En la
• Combinación de agujas de Kirschner o mayoría de los casos se utiliza la técnica
tornillos canulados con fijador externo. estándar con:
• Reconstruwón del peroné (placa de tercio
de tubo de 4 o 5 agujeros).
Segundo paso: • Reconstrucción de la superficie articular de
• Finalización mediante reducción abierta la tibia.
y fijación interna. • Aporte de injerto esponjoso autólogo y
placa de sostén en la tibia (placa trébol de
3,5 en su cara interna).

Aspecto postoperatorio Vista lateral


en posición postoperatoria
anteroposterior

.nnrt!.1mnt'
'llUI\
4.8.3 Tibia distal (pilón tibial) C. Sommer y T. /> Rued1 547

3.3 Momento
de la intervención
El mejor m o m ento par a la intervención está Las condiciones de los tejidos
de termina do por las condiciones de los tejidos blandos dictan el momento y el
b landos, q ue de ben pe r m itir u na ope ración de tipo de intervención.
2 a 3 h de duració n . Sólo las fracturas simples
con mínima lesión de partes blandas pueden es-
tabilizarse definitivamente en las primeras 6-8 h
[ ' 10].
En las fracturas abiertas, los principios ge-
nerales indican el desbridamiento inicial de las
heridas, genera lmente combinado con algún
tipo de fijación externa co mo e l ya menciona-
do, mientras que la reconstrucción definitiva del
hueso y los tejidos blandos (v. más adelante) se
dejará para un tiempo posterior (13 , 1· ].
Para todas las demás fracturas se prefiere di-
ferir la intervención hasta los 7-10 días [l l. llas-
ta que el edema de los tejidos blandos no haya
desaparecido y la piel comience a arrugarse debe
lllantenerse un fijador externo ponteando la ar-
ticulación, con el miembro elevado, lo que tam-
bién permite realizar un detallado estudio radio-
lógico (tomografía o TC) y elaborar sobre el
papel una cuidadosa planificación preopC'ratoria.

3.4 Planificación de las


técnicas de reducción
La planificació n p reope ratoria es u na pa rte Es obligatoria la planificación
esenciaJ del tratamiento de las fracturas del pilón cuidadosa.
tibial [l ]. Consiste en el detallado esludio de las
rJdiografías, un dibujo tanto de los fragmentos
Fig. 4.8.3-4. Procedimiento alternativo con fijador externo como del resultado final deseado, la consideración
híbrido semicircular: en caso de lesiones graves de las partes de las maniobras de reducción intraoperatoria y la
blandas y en las fracturas abiertas, se puede usar un fijador
semicircular híbrido en combinación con una placa estándar elección de los implantes que se van a utilizar
en el peroné. Como tratamiento definitivo, esta técnica sólo (v. ( u. 2.4). Una vez que se hayan dibujado y en
es recomendable para fracturas articulares simples, que 2 planos todos los fragmentos de la tibia y el pero-
puedan ser reducidas anatómicamente con técnicas de né, se debe responder a las siguientes preguntas:
reducción indirecta y fijadas con tornillos de tracción
percutáneos. En las fracturas complejas, una reconstrucción
anatómica y estable del complejo articular suele requerir una 1. ¿Se pueden seguir los principios clásicos
reducción abierta y fijación interna. o no?
548

El 80 O/o de las fracturas de tipo C 2. ¿Es necesario el aporte de injerto óseo: punta del maléolo interno. Entre ambás incisio-
requieren aporte de injerto óseo. esponjoso, corticoesponjoso, etc.? nes, posteroexterna del peroné y anterior de la
3. ¿llay un fragmento externo clave unido a la tibia debe mantenerse una distancia de al me-
sindesmosis anterior que deba fijarse nos 6-7 cm para preservar la vascularización de
separadamente (con un tornillo canulado este «puente» anterior de piel. La incisión debe
pcrcutáneo)? penetrar profundamente hasta el hueso para
4. ¿Son su fi cientes los tornillos solos o se evitar colgajos superficiales de piel. La mínima
necesita otro soporte o sostén? Y si es Jsí. exposición y la cuidadosa manipulación del pe-
¿qué tamaño de placa se utilizará y en que riostio son esenciales para no provocar ulterio-
posición? res lesiones vasculares de los fragmentos óseos.
La articulación tibioastragalina se abre en Ja
De esta forma se habrá dibujado la reconstruc- misma dirección vertical. Una incisión transver-
ción d istal de la tibia y el peroné con s us im- sal de Ja cápsula ante1ior para exponer la articu-
plantes y definido la secuencia de los diferentes lación crea riesgo de desvascularización de los
pasos de la operación. fragmentos anteriores (p. ej., de las ramas de la
arteria tibia! anterior).

3.5 Colocación
del paciente 3.7 Elección
de los implantes
Para la intervención el pacie nte debe co locarse
en decúb ito supino sobre una mesa operatoria El implante estándar para el peroné es la placa de
radiotransparente. Después de la preparación tercio de tubo, que puede aplicarse tanto en po-
de toda la exrremidad, incluyendo la cresta ilía- sición externa como posterior sobre la cresta pos
ca, Ja pierna se coloca sobre una almohadilla, lo terior, en situación de sostén. Una fractura com-
que permite las rotaciones para tener un mejor pleja puede justificar el uso de una placa más
acceso, tanto al lado i ntcrno como al exte rno. fuerte, como la LC-DCP 3,5. En los raros casos de
Se co loca un mangu it o ele isquemia es téril en una grave lesión externa de partes blandas, una
la raíz del m uslo. pero sólo se infl a s i es nece- aguja intramedular, insertada desde la punta del
sario. peroné, puede constitu ir una opción úti l, pero
que no puede controlar la rotación (10].
La placa trébol es el implante Para la tibia, el implante está ndar es la pla-
estándar para la tibia. Una o dos 3.6 Vías de acceso ca tré bol, que se coloca e n la cara interna o
placas de tercio de tubo o una anterior distal de la tibia e n función de sos-
LC-DCP 3,5 son con frecuencia Se accede al peroné por una incisión recta o li- tén. Una a lternativa consiste en utilizar 1 o
preferibles. geramente curva, por detrás de la crestd del mis- 2 placas de tercio de tubo o LC-DCP 3,5 coloca-
mo (v. fig. 4.8.3-lb). Se debe tener mucho cui- das anterior e internamente. lo que permite unJ
dado en no lesionar el nervio safena externo. reducción indirecta más individualizada, utili-
En la tibia se utiliza el acceso estándar (10 ] zando técnicas de compresión-distracción en di-
(v. 4.8.3-2a) en todas las fracturas de los ti- ferentes planos (fig. 4.8.3· 6a/ b). Con frecuencia
pos A, B y C de la cara anterointerna. La inci - son necesarios tornillos independientes de la
sión discurre inicialmente en línea recta externa placa (de 3,5 o de 4,5 mm). canulados o no,
a la cresta tibia !, y se incurva hacia dentro so- para una fijación adicional del complejo articu-
bre la articulación del tobillo en dirección a la lar tibia!.
4.8.3 Tibia distal (pilón tibial) C. Sommer y ·1: E fü11.xl1 549

Fig. 4.8.3 ·S. Ilustración de los dfferentes pasos


4 Tratamiento quirúrgico: operatorios.
trucos y sugerencias
a)
4.1 Técnica estándar
en cuatro pasos

4.1 .1 Peroné
Una fractura simple del peroné se reduce direc-
tamente con pinzas de reducción y se estabiliza
Los cuatro principios:
co n una placa externa o pos terior de te rcio de
l. Reconstrucción del peroné.
tubo de 4 o S agujeros (video A020160a) en
2. Reconstrucción de la
función de sostén (fig. 4.8.3 -Sa/ b). Este primer
superficie articular de la tibia.
paso reduce automáticamente el «fragmento cla-
3. Autoinjerto óseo.
ve)) externo de Ja Libia, corrigiendo su posición y
4. Soporte con placa o placas.
longitud.
Una fractura compleja se reduce indirecta-
mente con la técnica de compresión-distracción a) Situación preoperatoria: fractura tipo 43-C2.
o con el distractor pequeño, lo que es esencial
para lograr una correcta longitud, rotación y ali-
neación axial. Para su estabilización se aconseja
uné'l placa puente larga.

b)

b) Después de la reducción anatómica del peroné con una

~
placa de tercio de tubo de 5 agujeros, se obtiene una . .
Vídeo A020160a correcta longitud y posición del fragmento •clave• de la t1b1a.
550

4.1 .2 Superficie articulartibial e)

En los casos complejos con va rios fragmentos 11'


articulares y considerable impactación metafisa-
ria, puede ser útil la colocación de un dispositi-
vo de distracción externa ponteando la articula-
ción (distractor pequeño, fijador externo) para
conseguir una reducción indirecta previa de la
alineación axial y de la longitud. También pue-
den ayudar en las maniobras de reducción colo-
car tornillos de Schanz transversalmente en el
calcáneo o en el astrágalo.
Las agujas de Kirschner Seguidamen te, a través de un acceso ante-
mantienen temporalmente los roinlerno estándar (v. fíg. 4.8.3-la). se reduce el
fragmentos alineados. bloque articular tibia l mediante una combina-
ción de técnicas de reducción directa e indirecta.
Los fragmentos anteriores e internos se separan Fig. 4.8 l ·.S.
con un gancho puntiagudo o con una pinza dis- c) Reducción del bloque articular y fijación primaria con
tractora para poder visualizar la aniculación, agujas de Kirschner de 1,2 mm que, si se requiere, pueden
reemplazarse por tornillos canulados de 3,5 mm.
con lo que se logra que los fragmentos centrales
y posteriores estén directamente a la vista. Pue-
de ser necesario desrotar el fragmento posterior,
con frecuencia clave para la reducción, lo que
se logra algunas veces más fácilmente utilizando
una aguja de Kirschner, como palanca. Con un
impactaclor o elevador se reducen los fragmen-
El astrágalo se usa como molde tos impactados. Todos los fragm entos articula-
para restaurar la congruencia res se alinean uno tras otro usando el astrága- d)
anatómica de los fragmentos lo como molde para restaurar la congruencia
articulares. a rticular. Una vez alineados, los fragmentos se
mantienen provisionalmente en posición me-
diante una pinza de reducción de puntas o agu-
jas de Kirschner (vídeo A020160b). preferible-
mente aquellas compatibles con los tornillos
canulados. Las agujas de Kirschncr deben in-
sertarse paralelamente a la supcr[icie articu lar
para permitir la subsiguiente compresión inter-
fragmentaria sin crear esca lones articulares
(fig. 4.8.3-Sc). Otro fragmento clave, el reborde
a nteroexterno de la tibia, que suele estar unido
al ligamento tibioperoneo anterior intacto, debe
alinearse perfectamente (fi 4 8 l Sb/ c), lo cual
se efectúa preferiblemente por otra incisión d) Un injerto óseo bicortical rellena el defecto metafisario.
pu nliforme, que evite la arteria tibia[ anterior. Como alternativa se puede usar injerto esponjoso autólogo
La reducción primaria debe comprobarse con (o sustitutos óseos).
4.8.3 Tibia distal (pilón tibíal) - C. Sommer y T. P. Riiedi 551

e) 4.1.l Aporte de injerto


En todos los casos con impactación art icular y
defecto óseo metafisario (fracturas tipos 82,
83, C2, C3) el fina l será el relleno, preferible- Injerto óseo en todos los
mente con injerto óseo autólogo o sustitutos defectos metafisarios.
óseos. Habitualmente el injerto se coloca antes
que la placa de sostén, que se situará después
sobre esta zona. En ocasiones resulta más fácil
fijar en primer Jugar la placa para ma ntener los
fragmentos mayores en su posición anatómica,
y sólo después rellenar el defecto. En casos de
marcada pérdida de sustancia o pérdida de so-
porte, puede emplearse un bloque óseo bicorti-
cal como punta] de soporte (fig. 4.8.3-Sd).
Fig. 4.8.3-5.
e) Estabilización de la tibia con una placa LC-OCP interna o
anterior en función de sostén. Adicionalmente se utilizó un 4.1.4 Soporte interno
tornillo de tracción para fijar el fragmento anteroexterno, que
está conectado a la sindesmosis por delante. Las placas, que precisan ser moldeadas, deben co-
locarse en las caras interna o ante1ior de la tibia,
una radiografía o por radioscopia antes de co- en función de sostén, dependiendo del lugar de
menzar la estabilización definitiva. Siempre que mayor impactación, o de las condiciones de los te-
sea posible debe conseguirse la reconstrucción jidos blandos. La placa trébol (vídeo A020160C)
anatómica y la fijación estable con tornillos de se coloca habitualmente en la cara interna (v.
compresión interfragmentaria, lo cual permite la fig. 4.8.3-la/b), donde puede cubrirse bien con
movilización precoz y un buen resultado. tejidos blandos sanos. Si se coloca anteriormente,

~ Vídeo A020160b ~ Vídeo A020160c


552

Trucos para la reducción


indirecta con la técnica de
compresión-distracción.
a)

Fig. 4.8.3-6. Técnica de compresión-distracción con una placa de tercio de tubo. Las
desviaciones axiales se corrigen indirectamente con la técnica tanto de •compresión• (a)
como de •distracción» (b), utilizando una pinza de reducción de puntas para la compresión
o una pinza distractora pequeña para la distracción.
4.8.l Tibia distal (pilón tibial) - C. Som mer y ·¡: /~ /Wed1 553

la lengüeta central de la parte distaJ de la placa se 5 Tratamiento


puede cortar con un co1tafrío. La figura 4.8.3-Se
ilustra la posición de dos placas LC-DCP 3,5 colo- postoperatorio
cadas en las caras interna y anterior de la tibia,
respectivamente. Con e l paciente aún anestesiado, se le co loca
una férula de yeso por debajo de la rodilla en
90º de dorsiflexión del tobillo para prevenir el
4.1.5 Cierre de la herida equinismo. La pierna lesionada se mantiene ele-
vada, y la rehabiliLación comienza 1 día después
Antes del cierre de la herida es obl igatorio llevar de retirar los drenajes. A los 5-7 días se comien-
a cabo una comprobación radiológica de la con- za la deambulación con bastones, permitiéndo-
gruencia articu lar, la longitud y la alineación se la carga parcial (10-15 kg), según la calidad
axial. La cápsula anterior se cierra, pero se deía de la reconstrucción y la fijación logradas, y de
abierta la fascia libia! anLerior para prevenir un la colaboración del paciente. Cuando desaparez-
síndrome compartimenLal postoperatorio. Se co- ca totalmente la inflamación (después de las pri-
locan d renajes de aspiración internos y exter- meras 2 o 3 semanas), se le adapta un PTB (pa-
nos cerca del foco de fractura. Finalmente, la telar tendon bearing) ortopédico amovible que El cierre atraumático de la piel es
piel se sutura teniendo sumo cu idado de uti- se mantendrá durante 2 o 3 meses (1 ]. La carga fundamental. Debe evitarse la
lizar una técnica atraumática. Si no es posible completa se inicia a las 8-10 semanas, según el más mínima tensión.
el cierre de la herida sin tensión, la incisión ex- grado de consolidación radiológico de la fractu-
terna puede deíarse abierta, y se cubrirá días ra y de la evolución clínica. En casos de gran
después con un injerto libre de piel [1o ]. conmi nución articu lar o en los que haya sido
preciso aportar grandes injertos óseos, la con-
solidación defin itiva puede durar más de 4 o
4.2 Otras técnicas 5 meses.
quirúrgicas
En casos de graves lesiones óseas y de partes
blandas, puede no ser recomendable o incluso
6 Riesgos y complicaciones
imposible lograr una reconstrucción anatómica
completa sin riesgos por el procedimiento están- 6.1 Riesgos
dar descrito. Por lo tanto deben tenerse en cuen-
ta otros posibles métodos. La selección del me- El paso más importante para prevenir ries- La planificación, la elección del
jor proced í miento se hará ·en función de cada gos y complicaciones es la cuidadosa planifi- momento de la intervención y la
caso individual [l ll. Aunque existen otras posi- cación preoperatoria, in cluyendo la correcta cuidadosa manipulación de los
bilidades, probablemente las mejores para susti - elección del mom ento operatorio y la cuida- tejidos blandos son esenciales
tuir a las estándar, son el ponteo tempora l de la dosa manipulación perioperatoria de los teji- para evitar complicaciones.
articulación mediante fijación externa o el uso
de un fijador circular híbrido [16), como ya se
ha comentado anteriormente (v. fig. 4.8.3-4 ).
Como estos procedimientos suelen aplicarse
como primer paso, en situación de urgencia, se
dos blandos. Muchos de estos factores son di-
fíc iles de describ ir y son en gran med ida una
cuestión de experiencia personal. Las fractu -
ras complejas del pilón tibia l deben por lo
tanto ser tratadas por los cirujanos de mayor
Cuanto más compleja es la
fractura, más se necesita un
cirujano experimentado.
i
puede p lanificar de forma secundaria la inter- experiencia y no por los más jóvenes de la
vención definitiva. plantilla.
554

6.2 Complicaciones a ser desastrosas, con infección profunda


(2-30 %), que puede terminar en una a11rodesis
El trJtamiento operatorio de IJs lesiones del pi- precoz o incluso en una amputación.
lón tibiJI puede producir muchas complicacio- El retraso de consolidación y la seudoartro-
La mayoría de las nes ( 16, 171. La mayoría tienen su origen en sis se presentan en el 0-22 % de los casos y de-
complicaciones tienen su origen problemas de los tejidos b landos, como la de- penden exclusivamente <le! tipo de fractura y de
en problemas de los tejidos hiscencia de la herida y la necrosis de la piel con la estabilidad conseguida. Las grandes conmi-
blandos. infección superficial. L.1 bibliografía informa de nuciones e impactaciones aumentan el riesgo
porcentajes entre el 10 y el 35 % . También exis- de seudoartrosis [ 1 O]. El adecuado injerto pri -
te una estrecha relación con el mecanismo y la mario en un defecto óseo puede prevenir algún
energía de la lesión (que aumenta el daño de las retraso de consolidación metafisario, pero
partes blandas), así como con IJ experiencia del otros, sobre todo de los fragmentos articulares
cirujano. Si el seguimiento no es adecuado y periféricos, se deben a la insuficiencia vascular
muy espaciado (revisión de la herida, antibioti- que provoca el propio traumatismo o, también,
coterapia, colgajos libres) las complicaciones a una exposición quirúrgica demJsiJdo amplia
precoces (osteítis, artritis séptica) pueden llegar (tabla 4 .8 .3 - 1).

Tabla 4.8.3- 1 Errores principales y sus complicaciones en las fracturas operadas del pilón tibia!

Errores Complicaciones

No estricto cumplimiento durante el acto Incorrecta reconstrucción con deformidad,


quirúrgico de la correcta planificación seudoartrosis, artrosis
preoperatoria que se haya realizado
Mala elección del momento de la operación: Problemas en la cicatrización de la herida
intervención demasiado próxima al traumatismo (necrosis de la piel con infección o sin ella)
Reconstrucción incorrecta del peroné Deformidad (valgo, varo), resultado de una
(acortamiento, malrotación, desviación axial) reducción tibial no correcta
Subluxación intraarticular persistente Incongruencia articular con artrosis
(separación> 2 mm, escalón > 1 mm) postraumática
Fragmento clave tibial anteroexterno no reducido Mortaja tibioastragalina demasiado abierta con
y fijado anatómicamente artrosis postraumática
Insuficiente injerto óseo en los defectos Colapso secundario de la superficie articular,
metafisarios retardo de consolidación
Carga parcial o completa demasiado precoz, poca Aflojamiento de los implantes con deformidad
colaboración del paciente y seudoartrosis
4.8.3 Tibia distal (pilón tibial) C. Sommer y ·1: E Riit'cii 555

Tabla 4.8.l 2. Complicaciones secundarias al tratamiento operatorio de las fracturas intraarticulares del pilón tibial

Problemas
Año Número Infección
Autorb RAFI OMI cicatrización Seudoartrosis
publicación de casos profunda
heridaº

Rüedi y Allgower [1] 1969 78 (B-/C-Fx) 82 10 (120/o) 4 (4,80/o)

Heim [9] 1991 187 (B-Fx) 1


167 (Cl/2-Fx) 14 (8,40/o)
311 21 (6,70/o)

Beck (18] 1993 380 La mayoría 9 (2,50/o) 6 (1,6 O/o)

Muhr y Breitfuss [17] 1993 229 182 47 13 O/o


4,80/o

Nast-Kolb et al. (19) 1993 54 11 3 (27 O/o) 5 O/o 2 (3,60/o)


43 6 (140/o)

Tornetta et al. (10) 1993 17 (B-/C-Fx) 17 o

Rommens et al. [ : 1) 1994 45 (-LPB)º 44 l 5 (11 %) 3 (6,70/o) 4 (9%)


36 (+ LPB)º 22 14 5(140/o) 8 (22,20/o) 9 (250/o)

Bastian et al. (21 ] 1995 51 (B-/C-Fx) 15 5 (33%) 5 (100/o)


36 8 (22 O/o)

Sommer y Rüedi [8] 1999 112 (B-/C-Fx) 106 6 1 (1 O/o) o 4 (3,60/o)

g º Posibles problE'mas en la cicatnzac1ón de las heridas: dehiscencia de sutura, necrosis de piel, infección ~uperficidl
b Selección de algunas publiCdciones.
"'
-o
§ LPB, sm lesión de partes blandas, + LPB, con lesión de partes blandas; RAFI, reducción abierta y fi1ación interna; OMI, osteoslntesis mínimamente
.,"' invasiva.
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7 Resultados Igual que en otras fracturas articulares, los


buenos resultados funciona les se observan e n el
60-80% de los pacientes l l , 12, 18, 20-22).
Hay una estrecha relación entre Tres grandes factores influyen en los resu ltados Ad emás, parece que ex iste una re lación di-
la reconstrucción anatómica y el de las fracturas del pilón libia!: recta entre la reconstrucció n a n atómica co-
resultado funcional. rrecta de la a rticulación d el tobillo y el buen
• La energía del traumatismo reflejado en la resultado a largo plaz o (7, 9]. Por otro lado, la
clasificación de las fracturas y lesiones de imagen radiológica no refleja necesariamente
los tejidos blandos [ 12, 15]. Jos resultados clínicos y funcionales. La artro-
• La habilidad y la experiencia del cirujano. desis del tobillo raramente es necesaria (3-27 %)
• El paciente (colaboración, condiciones y está más relacionada con los casos de artrosis
generales, estado vascular, etc.). [ 14j (tabla 4.8.3-2) . Los mejores resultados se
ob tienen en pacientes muy colaboradores, con
Es muy difícil compara r los rcsullados de las di- más frecuencia en empleados por cuenta propia,
feren tes publicaciones. Los grupos de pacientes deportistas activos y personas socialmente inte-
varían enormemente (proporción y grado de le- gradas (tabla 4_8.3-3). En nuestras series con-
siones de los tejidos blandos, porcentaje de frac- secu tivas de 112 pacientes, el resultado funcio-
turas complejas), así como los tratamientos qui- nal al año fue bueno en el 74,5 % de los casos y
rúrgicos realizados, tanto por reducción abierta mejoró a lo largo de los 10 primeros años
y fijación interna, como por técnicas puramente (80,9 % ), mientras que el grado de artrosis ra-
percutáneas, o ambos. diográficas disminuyó [8].

Fig. 4.8.l· 7.
a) Hombre de 30 años de
edad. Proyección AP y
lateral de una fractura
43-C2.
4.8.3 nbia distal (pilón tibial) - C. Smnmer y ·1: l~ Riiedi 557

Tabla 4.8.3-3. Resultados tardíos en el tratamiento operatorio de las fracturas intraarticulares del pilón tibia!

Año Número Número Tiempo Buenos/


RAFI/ Artrosis
Autor de casos seguimiento Artrodesis muy buenos
publicación OMI de casos grave
estudiados en años resultados

Rüedi yAllgower [1] 1969 RAFI 82 78 4 (4%) 59 (70%)

Rüedi [s] 1973 RAFI 82 54 9 7 (13%) 46 (85%)

Heirn [9] 1991 RAFI la 289 (B·Fx) 187 30 (10,4%) l


mayoría 391 (C-Fx) 213 82 (20,9%) 6 (3%)

Beck [18) 1993 380 256 7,50/o 209 (82%)

Murh y Breitfuss [17] 1993 RAFI 182 5 34 (180/o)


OMI 28 2 3 (6%)

Nast-Kolb et al. [19) 1993 RAFI 14 1-4 6 (43%) 71,70/o


OMI 28 5 (180/o)

Tornetta et al. [20] 1993 OMI 17 1-3,5 12 (70%)

Helfet et al. [23] 1994 RAFI 28 1,4 21 (62%)


OMI 6

Rornrnens et al. [11 ) 1994 81 64 2 (3%) 41 (64%)

Bastian et al. [21 ] 1995 RAFI 71 15 1,3 3 (4,20/o) 4 (27%)


OMI 36 7 (19,1 %) 8 (22%)
~
u
e:
::> Sornrner y Rüedi [B] 1999 RAFI 77 13 (B-Fx) 10 2 (15,4%) o 11 (84,6%)
"'
(1)
34 (C-Fx) 3 (8,8%) 1 (3%) 27 (79,4%)
~
e"'
t:!
OMI, osteosíntesis mínimamente invasiva; RAFI, reducción abierta y fijación interna.
"e:
¡;)
¡;;

~
,]'.
<{
(/)
z
olfJ
lfJ
<{
::;
Q
558

Fig. 4.8.3-7
b) Radiografia
postoperatoria AP y lateral
después de la fijación del
peroné con una placa en
tercio de tubo y de la tibia
con otras dos del mismo
tipo.

e) Radiografía AP y lateral
al año, con buen resultado
funcional.
4.8 .3 Tibia distal (pilón t ibial) - C. Sommer y T. P. Riiedi 5 59

8 Bibliografía 11. Romm e n s PM, Claes P, De Bo odt P, e l al.


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4.8.3 Tibia distal (pilón tibial) - C Sommer y'/' P Riiedi 561
562

1 Introducción ....... .............................. ... .. ..... 563 6 Pasos para la reducción abierta
y 1a f ..•Jac1on
. , .1nt erna .. .... ... ..... ...................... .. 573
2 Anatomía funcional y biomecánica ... .. .......... 563
6.1 Fracturas infrasindesmales del peroné:
2.1 Congruencia de la mortaja . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 565 fracturas maleolares tipo 44-A1.3 . . . . . . . . . ................. 574

3 La patogenia y el mecanismo de la lesión 6.2 Fracturas transindesmales del peroné:


como base para la clasificación .... .... ..... ..... 565 fracturas maleolares tipo 44-81.3 ......................... 576

3.1 Fractura infrasindesmal (tipo A) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 565 6.3 Placa de sostén posterior . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 577

3.2 Fractura transindesmal (tipo B) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 565 6.4 Lado interno . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 577

3.3 Lesión suprasindesmal (tipo C) ................. .. ........... 567 6.5 Fragmentos posteroexternos o fracturas
del maléolo posterior . . . . . . . . . . . . . . . . . . ...................... 579
4 Evaluación de la fractura y toma
6.6 Fracturas suprasindesmales del peroné:
de decisiones .... ... ..... ... . .. ......................... s10 fracturas maleolares tipo 44.C1.3 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 580
4.1 Tratamiento quirúrgico frente a tratamiento
6.7 Tomillo «suprasindesmaln tibioperoneo de posición ...... 581
no quirúrgico . .. . . . .. . .. . .. . . .. .. . . . . . . .. . . . .. . . .. . .. .. . 572

4.2 Planificación preoperatoria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 572 7 Tratamiento postoperatorio ........ ... ........ _.. .... 583

4.3 Momento de la intervención . . . . . ........ ......... . .. .. . .. . 572 8 Riesgos y complicaciones _... __ ... _................... 584
, . . , .
5 Tecn1cas quirurg1cas .. .. .. . .. .......................... 573 8.1 Problemas con las partes blandas ..... _. . . . . . . . ............ 584

5.1 Posición del paciente .. .. . . . . .. .. . . .. .. . .. .. . . . . . . . .. .. .. . . 573 8.2 Fracturas abiertas .. . ...................................... 584

5.2 Acceso posterior ............................................... 573 8.3 Hueso osteoporótico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 584

5.3 Elección del punto de incisión . . .......... ............... 573 9 Bibliografía ............ ... _.. ..__ ... .. ... _.......... _... __ .. 585
5.3.1 Por el lado externo ..................................... 573
5.3.2 Por el lado interno ......................... .. .......... 573
563

Fracturas maleolares

IJcwid M. Hahn y Chri:; / .. Co/tcm

1 Introducción 2 Anatomía funcional


y biomecánica
La articulación del tobillo puede lesiona rse La mayoría de las facturas
tanto por mecanismos d irectos, como, con La estabilidad de la mortaja osteoligamentosa se maleolares se producen por un
más frecuencia, por indi rectos como los origi- basa tanto en la configuración ósea como en el mecanismo indirecto.
nados por fuerzas de rotación, de traslación o propio sistema osteoligamentoso. La mortaja
axiales. Como resultado de ellos se produce una ósea es el conjunto de la articulación de tres hue-
subluxación o luxación del astrága lo en la mor- sos: la parte distal de Ja tibia, la distal del peroné
laja ma leolar, en general, asociadas a una frac- y el astrágalo. La principal articulación se halla
tura compleja. formada por la cúpula astraga lina, en forma de
Las fracturas maleolares son fracturas articu- «silla dL' montar» y la plataforma tibial. El astrá-
lares. Su tratamiento pretende restablecer las galo posee unas importantes facetas laterales que
relaciones anatómicas normales y procurar a Ja se articulan con los maléolos correspondientes.
articulación la suficiente estabilidad para permi- Dos complejos sistemas ligamentosos estabi-
tirle una movilización precoz. Mientras que las 1izan los componentes óseos del tobillo:
fracturas no desplazadas pueden ser tratadas
por métodos cerrados, en las desplazadas, la Complejo peroneotibial inferior (sindesmosis)
restauración de la anatomía y la estabilización
se consigue mejor con la reducción abierta y la Para que exista una estrecha mortaja, que a su
fijación interna. vez sea elástica, los extremos dista les del peroné
La indicación quirúrgica no se basa única - y dl' la libia se halla n mantenidas por una po-
mente en el tipo de la fractura. La articulación tente estructura sindesmal que está constituida
del tobillo es subcutánea, así que la situación por 3 elementos:
de las partes blandas que la rodean es de suma • El ligamento sindesmal anterior
importancia. Las condiciones del paciente, co- (pcroncoastragalino anterior) ligamento que
mo edad, diabetes y osteoporosis, pueden mo- une el tubérculo tibial anterior (tubérculo
dificar la indicación y las técnicas de fijación de Tillaux-Chaput) a1 maléolo l'Xlcrno
que hay que elegir. (fig. 4.9 la).
564

• El ligamento sindcsmal posterior Ligamentos laterales


(pcroneoastraga lino posterior) más fuerte
que el anlerior y que une el maléolo exlerno Prev ienen la inclinación en va lgo o varo del as·
al tubérculo libia[ posterior (fig. 4.9- lb). trágalo dentro de la mortaja ma leolar y son los
• El ligamenlo inleróseo mantiene la tibia siguientes:
junto al peroné en la incisura fibularis y se El complejo ligamentoso externo constituido
continúa con la membra na inlerósea por tres componentes:
próxima a los liga mentos sindcsmales.
• El peroneoastragalino anterior que se
origina en el borde anterior del peroné y se
inserta sobre la cara externa de la cabeza y
el cuello del astrágalo.
a) b)
• El peroneocalcáneo que se origina en la
punta del peroné y se dirige posterior y
distalmente hasla insertarse en el calc.lneo
por debajo de los tendones peroneos.
• El peroneoastragalino posterior que se
origina en el borde posterior del peroné, se
dirige hacia atrás y se inserta en la cara
posterior de astrágalo (fig. 4.9-2a).
El complejo ligamenloso interno, o ligamento
deltoideo, tiene dos fascículos:
• El fascícu lo superficial, 1ibiocalcáneo, con
forma de i1banico.
• Los fascíc ulos profundos, ti bioastraga linos
anterior y posterior (fig. 4.9- 2bJ.

a) b)

Fig. 4.9· 1 Anatomía de los ligamentos tibioperoneos.


a) Proyección anterior, en la que se muestra el
ligamento peroneotibial anterior y el tubérculo tibial
anterior de Tillaux-Chaput.
b) Proyección posterior, en la que se muestra el
ligamento tibioperoneo posterior.

Fíg. 4.9·2. Ligamentos laterales.


a) Complejo ligamentoso lateral:
l ) Peroneocalcáneo.
2) Peroneoastragalinos anterior y posterior.
3) Peroneotibiales anterior y posterior
(sindesmosis).
b) Complejo ligamentoso interno o ligamento
deltoideo.
4.9 Fracturas maleolares V M. Halm v C. L. Colto11 565

2.1 Congruencia de la mortaja tensión en el momento de la deformación y, por


tanto. las que probablemente sean las primeras
En lodos los momentos de la dorsiflex ión o de en romperse. Si el pie se encuen tra supinado (en El astrágalo mantiene su
la fl exión plantar el astrága lo man tiene un es- inversión) . las estructuras externas se encontra- contacto, a lo largo de todos y
trecho contacto con la totalidad de las superfi- rán en tensión y las internas relajadas. Por el cada uno de los movimientos
cies articulares de la mortaja. Este íntimo con- contrario, durante la pronación (en eversión). del tobillo.
tacto es necesario para regular la distribución de las estructuras internas son las que se encuen-
la carga [1) y debe ser reconstruido después de tran en tensión y las que fallan en primer lugar.
cualquier lesión traumática. Estudios biomecá- La fuerza vuJnerante también puede ser en rota-
nicos han demostrado que el tobillo, más que ción, por lo general externa, o en traslación, tan-
JCtuar como una bisagra, mt1nticne la congruen- to en a.bducción como en aducción. La clasifi-
cia de sus superficies cualquiera que sea la posi- cación de las fracturas maleolares se basa en los
ción en dorsiflexión o ílexión pla ntar gracias a tipos específicos de las fracturas del maléolo pe-
una combinación de deslizamiento y rotación ro neo (fig. 4.9-3). 1
1 J m
1 1
1 1 1 !
del astrágalo, acompañados con movimientos 1
J 1 1
\ 1 1
de traslación del peroné [2 , 3].
La flexión plantar del tobillo se acompaña de
1
\
1
r
t \ 'Ñ \
11, '
una rotación interna del astrágalo; mientras que 3.1 Fractura infrasindesmal :~
la dorsiflexión provoca su rotación externa en (tipo A)
combinación con una traslación posteroexterna
y rotación externa del peroné. Esta movilidad (v. fig. 4.9-9) 44-Al 4 4-83 44-(2
del peroné a nivel de la sindcsmosis es fund a-
Fig. 4.9-3. Clasificación AO de Müller.
mental para una íunción normal del tobillo. Si con el pie en supinación y en ad ucción se
La total congruencia articular de esta articu- aplica una fuerza vulnerante sobre el astrágalo,
lación es el elemento protector más importante la primera lesión se producirá en la zona exter-
de la fina capa cartilaginosa del tobillo contra na, ya que es la que se encuent ra sometida a
las sobrecargas y la degeneración secundaria. tensión, lo que puede provocar la rotura del li-
Pequeñ as a lteraciones e n la congruencia a r- gamento, la avulsión osteo liga men tosa de la Pequeñas alteraciones de la
ticu lar reducen la zona de las s up erficies d e punta del maléolo peroneo o una fractura congruencia sobrecargan el
contacto y en consecuencia producen u na so- tra n sversa l de éste a nive l o por d e ba jo de l cartílago articular.
brecarga del cartt1ago articu lar (4 , 5]. plafón tibia l (fig. 4.9-4a). Si persiste la fuerza
dcformante, se produce la inclinación del astrá-
galo que causará una fractura por cizallamien- Fracturas tipo A:
to-compresión del maléolo interno (fig. 4.9-4b). Fractura transversal del maléolo
3 La patogenia externo, al nivel o por debajo de
la articulación del tobillo.
y el mecanismo
de la lesión como base 3.2 Fractura transindesmal
para la clasificación (tipo B)
(v. fig. 4-9-10) Fracturas tipo B:
La posición del pie y la dirección de la fuerza El tipo de lesión más frecuente
vulnerante determina el tipo de lesión de la El meca nis mo más frecuente q ue produce este se produce como consecuencia
mortaja osteoligamentosil. La posición del pie tipo de lesión es el d e una ca rga axia l sobre de una carga axial con el pie en
condiciona qué estructuras estarán sometidas a u n pie supinaclo. Debido a la oblicuidad del eje supinación.
566

a) b)

(i) ~ (ii)

!. r
i/"j
I ~ )

Fig. 4.9-4 Secuencia de los cambios morfológicos originados


durante la producción de las fracturas tipo A.
a) Lesiones producidas por tensión en el lado externo con el b) Lesión interna como consecuencia de la aducción forzada
pie en supinación al producirse la aducción forzada del pie. del astrágalo.
(i) Rotura del ligamento lateral externo. En la rotura de la parte externa, junto con la acción de carga
(ii) Avulsión osteoligamentosa. axial vertical, la inclinación del astrágalo produce una fractura
(iii) Fractura transversal del maléolo externo. por cizallamiento-compresión del maléolo interno.

a) b)

F1g. 4.9-5 a) La dirección del eje sobre el que gira la b) Todo ello provoca que la articulación subastragalina actúe como
articulación subastragalina forma un ángulo de 42° un par de torsión, similar a una bisagra angular, produciendo la
con la horizontal y de 16° hacia dentro. inversión del e.ale.aneo y la rotación externa del astrágalo.
4.9 Fracturas maleolares - L>. M. l lnhn y C. L. Collorz 567

a) b) e)

Fig. 4.9-6. Secuencia de los cambios morfológicos originados c) Una subsiguiente rotación forzada del astrágalo producirá
durante la producción de las fracturas de tipo B. Lesiones de una fractura marginal del reborde posterior de la tibia
la parte externa con el pie en supinación, producidas por una (fractura de Volkmann) y cuando el astrágalo se sale de la
rotación forzada del astrágalo. mortaja posteriormente, su consecuencia final son las
a) La primera lesión es una fractura oblicua del peroné que lesiones de la parte interna (fractura del maléolo interno o
se inicia a nivel de la articulación del tobillo y que se dirige rotura del ligamento deltoideo).
hacia atrás. Si la acción traumatizante cesa en este momento,
podrá producir una fractu ra no desplazada.
b) La progresiva rotación del astrágalo provoca un
desplazamiento hacia atrás del fragmento del peroné. 3.3 Lesión suprasindesmal
(tipo C)
(v. fig. 4.9- 11 )
de carga se produce una inversión del retropié
con la consecuente rotación externa del astrá- Cuando el pie se encuentra en pronación y se le
galo (v. fig. 4.9-5). Inicialmente se rompe el pe- aplica una fuerza en rotación externa, las estruc-
roné produciéndose una fractura oblicua, cuyo turas internas se hallan en tensión y puede pro-
trayecto se inicia a nivel de la articulación del ducirse un tercer tipo de lesión (fig. 4.9-7). La le-
tobil lo y se extiende, en dirección proximal, de sión inicial se producirá en la zona interna q ue
delante atrás (fig. 4.9-6a). Si la rotación astraga- se encuentra en tensión, pudiendo tratarse de
lina sigue progresando se producirá la rotura de una lesión del ligamento deltoideo o de una frac-
la sindesmosis posterior o del maléolo posterior. tura por avulsión del maléolo interno, lo q ue
Por último, la subluxación posterior del astrá· permite a la cara interna del astrágalo despla-
galo ocasionará el fallo interno, bien con rotura zarse hacia delante. Como consecuencia de la ro-
del ligamen to deltoideo o fractura tra nsversa l tación externa forzada del astrágalo, el peroné se
del maléolo in terno (fig. 4.9-6c). torsiona alrededor de su eje, Jo que provoca la
568

Fig. 4.9· 7. Secuencia de los cambios morfológicos a) La lesión inicial es el fallo del lado
originados durante la producción de las fracturas tipo C. interno con rotura del ligamento
El mecanismo de producción consiste en una rotación deltoideo o fractura del maléolo
externa forzada con el pie en pronación. interno, lo que permite al astrágalo
desplazarse hacia delante y rotar
externamente.
b) Por último, el peroné se fractura
proximalmente a la sindesmosis.

a)

rotura del ligamento anterior de la sindesmosis y


de la membrana interósea. En este punto la tibia
se desplaza internamente separándose del astrá-
galo (orzando la diastasis pcroneotibial. Ello ori-
gina la rotura del ligamento simlcsmal posterior
o, más raramente, avulsión del maléolo posterior
y finalmente fractura, por mecanismo indirecto,
de la diáfisis peronea, cuya localización depen-
derá de lo alejada que se encuentre, en sentido
proximal, la rotura de la membrana interósea
(fig. 4.9 -8 ).
La clasificación AO de Müller permite deter-
minar con faci lidad, y sólo con la imagen radio-
gl'J fica, el tipo de frac1ura. Obviamente, los
comp lejos ligamentosos pueden no ap reciarse
en las radiografías y, así, para conocer toda la
Las lesiones ligamentosas complejidad anatómica de la lesión deben po-
podrán deducirse del tipo de der adivinarse las características de las lesio-
cada fractura. nes ligamentosas, deduciéndolas de cada tipo
de fractura.
Una fractura transversal del peroné por deba·
jo de la línea articular del tobillo presupone que F1g 4~9.8. El peroné es obligado a rotar y a
se ha producido por un mt>canismo de aducción desplazarse externamente, lo que ocasiona
y que los ligamentos de IJ s indcs mosis están in- la rotura de los ligamentos sindesmales.
4.9 Fracturas maleolares - n. M. Halm y c. L. Colton 569

Fig. 4.9-9. Tipo A (44-Al.3). Fig. 4.9-10. Tipo B (44-Bl.3).


Fractura transversal por arrancamiento del peroné a nivel o Fractura oblicua distal del peroné que se inicia
por debajo de la interlínea articular del tobillo que puede en las proximidades de la articulación del
asociarse con una fractura por cizallamiento del maléolo tobillo y se dirige hacia arriba y hacia atrás. Si el
interno y un hundimiento de la parte interna de la superficie astrágalo sigue rotando, el fragmento peroneo
articular de la tibia. se desplaza hacia atrás. Puede asociarse la
rotura del reborde posterior de la tibia
(triángulo de Volkmann). La parte interna puede
mantenerse intacta o presentar una rotura del
ligamento deltoideo o una fractura transversal
del maléolo interno.

Fig. 4.9-11 . Tipo e (44-Cl.3).


Las lesiones se producen inicialmente en
la parte interna con la rotura del ligamento
deltoideo o con una fractura por
arrancamiento del maléolo interno. Como
consecuencia de la rotación externa y el
desplazamiento lateral del peroné y de la
consiguiente apertura de la sindesmosis se
produce la rotura de los ligamentos
tibioperoneos inferiores y por mecanismo
indirecto una fractura del peroné por
encima de la sindesmosis.
a) El ligamento anterior de la sindesmosis
(tibioperoneo anterior) puede lesionarse
por rotura o por avulsión del tubérculo
anterior de la tibia (Tíllaux-Chaput), o
b) por avulsión de su inserción en el
peroné.
c) La fractura del reborde posterior de
la tibia acompaña en raras ocasiones
a este complejo tipo de fracturas. a)
570

dcmnes. La supinación del pie y la rolación ex- ción es pecial. Como excepción al resto de las
terna del aslrágalo provocan una fractura oblicua incluidas e n la clasificación AO de Mi.i ller, el
del peroné cuyo Lrayecto se inicia en s u partean- código regional 4 se ha utilizado para definir
A las fracturas maleolares les terior a nivel de la interlínea articular del tobillo un nuevo segmento óseo. Por ello, las fractu -
corresponde una codificación y se dirige hacia arriba y hacia atrás pudiendo ras maleolares se clasifican como 44.
especial en la clasificación AO de acompañarse de una disrupción parcial del liga- Para ampliar conocimientos sobre la clasifica-
Müller. mento peroneotibial anterior (fig. 4.9-1 O). Por ción de las fracturas maleolares se recomienda a
regla general, la membrana interósea conserva los lectores The Comprehensive Classification of
su integridad. La parte posterior del complejo frac/Ures of Long Bones f6] y The AO Electronic
sindesmólico puede permanecer inlacla o acom- AO Long Bone Fracture Classificalion 17].
pañarse de una fractura por arrancamiento del
rrborde poslerior de la tibia (triángulo de Volk-
mann).
lbda fractura del peroné producida por me-
can ismo indirecto y que no se produzca por de- 4 Evaluación de la fractura
bajo de los ligamentos sindesmales implica que y toma de decisiones
los ligamentos internos y los peroneotibiales se
encuentran lesionados, provocando probable-
mente una grave inestabilidad. La membrana in- Son necesarias tres proyecciones radiográficas
terósea, desde la interlínea articular del lobillo para el diagnóstico de las fracturas del cobiUo.
hasta el nivel de la fractura del peroné y los li- La proyección AP, la proyección AP con una ro-
gamentos sindesmales se encontrarán rotos o tación interna de 20º, para que el eje bimaleolar
avulsionados con sus inserciones óseas. Aw1que sea paralelo a la placa y permita la visión de la
este ti po de lesiones son rea l y potencia hnente mortaja, y la proyección la teral. El acorta mie n-
las más frecuentes en este tipo de fracturas, pue- to de la longitud del pe roné se aprecia fácilmen-
de producirse una fracturJ espiroidea suprasin- te por la presencia de u n escalón en lrc la línea
desmal por una si mple rotación externa del pe- subcondral del plafón tibial y la del maléolo ex-
roné, que únicamente producirá la rotura del terno (fig. 4.9-12a/ a '). El ángulo tibioastragali-
ligamento peroneotibial anterior produciendo no es aproximadamente de 83 ± 4 º y, si es ma-
un tipo más estable de fractura, ya que el pero- yor o menor, ello indica un desplazamiento o
né roca externamente sobre la bisagra que for- inestabilidad de la mortaja. El espacio articular
man la membrana interósea y el ligamento pe- entre el astrágalo y el plafón tibial suele ser
roneotibial posterior intactos. igual al existente entre el maléolo in terno y la
Cualquier ensanchamiento de la Sobre estas bases, los tres tipos pri ncipales porción interna del astrága lo. Cua lquier au-
interlinea interna de la descritos de fracturas del tobi llo se cl asifica n , me nto de la a nchura del espacio articula r in-
articulación indica inestabilidad segú n el nivel de la fractura del peroné, como A, te rno indicará un desplazam ie nto de la mor-
de la mortaja. By C, tipos que re presen ta n u na inestabilidad taja . La proyección la te ral m uestra la di rección
progresiva de la mortajc1, y éste ha sido el fun- de la lfnea ele frac tura y cua lquier desplaza-
damento en el que se hJ <1poyado la clasifica- miento anterior o posterior del astrágalo.
ción de las fracturas maleolares AO de Müllcr. Por lo general, la TC raramente es necesaria
Su especial n aturaleza, s u complejidad y la para el diagnóstico de las fracturas maleolares.
necesidad de difere ncia rlas de las producidas Las radiografías a tensión sólo son útiles si
por compres ión vertical d e l pilón tibial , ha se obtienen con el paciente bajo anestesia gene-
hecho necesar io que las frac turas maleolares ra l y cuando se comparan con las del lado sano
s e a grupen y clas ifiquen bajo una codifica- (Iig. 4.912b/c).
4.9 Fracturas maleolares - n. M. l lalrn y C L. Colton 571

a) a')

Fig. 4.9-12. Evaluación de las rad iografías.


a) Articulación normal del tobillo con una rotación interna del píe de 20°: el espacio articular conserva su anchura en toda su longitud. La línea
subcondral del plafón tibia!. prolongada sobre la hendidura con la del maléolo externo, es continua sin escalón alguno.
a') El menor acortamiento del peroné se reconoce radiográficamente por un escalón, entre la línea subcondral del plafón tibia! y la del maléolo
externo, a la vez se observa el desplazamiento externo del astrágalo y el consecutivo ensanchamiento de la interlínea interna articular.
a" ) El mismo caso que en a'), después de una osteotomía con elongación quirúrgica del peroné se ha restablecido la congruencia articular.

b) Proyección forzada AP del tobillo. Nótense c) Subluxación anterior del astrágalo visible en una proyección
los l Oº de inclinación del astrágalo, lo que lateral forzada con tracción directa hacia delante del retropié.
denota que, además del ligamento Una diferencia mayor de 3 mm en la altura del espacio articular, entre
peroneoastragalino anterior, está roto el el tobillo lesionado y el sano, demuestra de forma patognomónica,
poderoso ligamento peroneocalcáneo. la rotu ra del ligamento peroneoastragalino anterior.
572 ..

4.1 Tratamiento quirúrgico rios para el tratamiento de las fracturas maleo-


lares se e ncuentran e n cajas para pl'C(ueños
frente a tratamiento fragmentos. También debe estar dispon ible una
no quirúrgico caja de cerclaje para la realización de un tiran-
te si es necesario. El dibujo de los fragmentos
La decisión de si una fractura maleolar requiere de la fractura y su reducción, utilizando las téc-
reducción abierta y fijación interna depende de nicas descritas en el capítulo de planificación
cómo pueda restaurarse mejor la a natomía nor- preoperalo ria, resulta a menudo extremada -
La incongruencia de la mortaja mal y mantener la estabilidad articu lar. La in - mente útil para el tratamien to de las fracturas
se tolera mal y provoca congm encia de la mortaja se tolera mal y pro- maleolares. Es también de gran importancia,
sobrecarga del cartílago. voca sobrecarga del cartílago articular. antes de iniciar la operación, asegurarse de que
Únicamente las fracturas infrasindesmales se dispone de la placa de la longitud adecuada
(tipo A) de la porció n distal del peroné y que para el peroné y de la situación de los tornillos
no afectan a l lado interno, pueden ser esta- de tracción.
bles y susceptibles de ser tratadas ortopédica-
mente.
También podrán ser tratadas ortopédicamen
te aquellas fracturas transindesmales (tipo 13) 4.3 Momento
del maléolo externo s in afectación interna, una de la intervención
vez confirmada que se mantiene la congruen-
cia de la mortaja del tobillo f8 , 9 ). La constata- El momento ideal para la intervención es antes
ción de si se ha lesionado, o no, el ligamento de la aparición de edema o de flictenas. La in-
deltoideo, se fundamenta en hallazgos clínicos flamación inicial suele deberse al hematoma y
de dolor en el lado interno. Si se co nfirma el no al edema. Las técnicas de fijación interna
menor desplazamiento en la mortaja, el trata- evacuan el hematoma y permiten un cierre in-
miento debe consistir en Ja estabi lización qui- mediato de la herida sin tensión. Sin embargo,
rúrgica del peroné. Toda fractura desplazada del se sabe que no siempre es posible operar antes
tobillo debe considerarse inestable y sólo podrcí de que se desarrollen las alteraciones de las par-
El momento de la intervención lograrse la reducción anatómica exacta median- tes blandas. El mom en to de la intervención se
se supeditará al estado de las te la reducción abierta y la fi jación interna es- su peditará a l estado de las partes blandas. En
partes blandas. table. presencia de edema intradérmico (piel de na-
ranja), intenso edema subcutáneo o flictenas,
lo más aconsejable es demorar la intervención
hasta que haya mejorado el estado de las partes
4.2 Planificación blandas. En estos casos se reducirá la fractura
preoperatoria con una manipu lación cu idadosa y se inmovili-
zará en una férula de yeso bien almohadillada,
La disciplinada realización de la planificación manteniéndose la pierna elevada. La interven-
preoperatoria de cualquier fractura obliga a te ción se pospondrá hasta que se hayan resuelto
ner en cuenta el momento de la intervención, la las lesiones de las panes blandas, lo que se evi-
e lección de la incisión y la elección de los im- dencia por la curación de las flictcnas, la epite-
plan tes. Esto supone realizar un dibujo y utili- lización de las abrasiones y la presencia del
zar plantillas de los distintos implantes, que se signo de la arruga que aparece en la zona ope-
encuentran en las carpetas de planificación ratoria, la piel se arruga con los movimientos
operatoria. La mayoría de los implantes necesa de inversión y eversión del tobillo.
4.9 Fracturas maleolares - D. M Halm v c. L. Colwn sn

5 Técnicas quirúrgicas 5.3 Elección del punto


de incisión
5.1 Posición del paciente
(fig. 4 .9 -ll)
El paciente se coloca en dectíbito supino, con un
saco de arena bajo la nalga correspondiente, lo 5.3.1 Por el lado externo
que permile que el pie repose en posición neutra
y evita, en el paciente anestesiado, la habitual ro- La incisión de la piel, en el lado externo, se si-
tación externa del miembro inferior. El miembro tuarcí de modo que para obtener la reducción y
inferior puede colocarse sobre una almohadilla realizar la fijJción sea necesaria la mínima di-
de gomaespuma con la rodillJ flexionada a 30º, sección de pJrtes blandas. Si es necesario colo-
lo que permite el doble acceso al tobillo, tanto car unJ placa externa en el peroné, lJ incisión
por el lado externo como por el interno. Se acon- podrtí ser ligeramente anterior, de forma que
seja utilizar un mangu ito neumático, siempre después del cierre de la herida, la placa no se
que otras circunstancias no lo contraindiquen. cncurntre directamente debajo de la incisión.
Para facilitar el acceso a la zona posterointer- Debe tenerse cuidado en no lesionar el nervio
na de la extremidad distal de la tibia, a veces es peroneo superficial que se sitüa por delante del
t'.1til colocar un saco de arena bajo la nalga opues· peroné (fig. 4 .9 - 13a). Se podrá utilizar una inci-
tc1 para que el tobillo lesionado se apoye sobre la sión más posterior cuando sea necesaria la colo-
cara externa sobre una almohadilla, con una po- cación de una placa en la cara posterior del pe-
sición de la pierna que semeja al nümero «4»: fle- roné o acceder al reborde posteroexterno de la
xión de la cadera y rodilla y flexión dorsal del pie. tibia. Con esta incisión debe tenerse cuidado de
En raras ocasiones se co loc.-1 al paciente en no lesionar el nervio sural.
decúbito prono, Lo que permite el acceso al ma-
léolo posterior, sobre todo si existe un gran frag-
mento o conmínución que precisen osteosínte- 5.3.2 Por el lado interno
sis de sostén. En esta posición es más difícil el
acceso al maléolo interno, pero puede realizar- La incisión estándar interna sigue tanto el borde
se con total seguridad. anterior como el posterior del maléolo tibial.
Deben protegerse el nervio y la vena safenos
o
(fig. 4.9 13b).
~
§ 5.2 Acceso posterior
LJ incisión se rea\iz;irá entre el tendón de Aquiles
y los tendones peroneos. Debe evitarse lesionar el 6 Pasos para la reducción
nervio sural. Se continúa IJ disección a través de
la almohadilla grasa hasta IJ cJra posterior de la abierta y la fijación interna
tibia. En posición interna se halla el tendón del
flexor largo del primer dedo que protege a la ar- En la mayoría de los casos, el primer paso con-
teria y al nervio tibial posterior. La fractura se siste l'll la reconstrucción del peroné. Debe li-
identifica fácilmente y puede reducirse sin pro- mitarse al máximo la disección de las partes
blemas. Utilizando una incisión posterointema y blandas, pero siempre será necesaria una míni -
rotJndo internamente la pierna se podrá alcanzar ma exposición que permita. por lo menos, la re-
y exponer fác ilmente el maléolo interno. ducción anatómica y La estJbilizaclón transitoria
574

de la fractura por medio de unas pinzas de pun- 6.1 Fracturas infrasindesmales


tas o agujas ele Kirschner. Algunas veces se tiene
que exponer el lado interno an tes de la estabili- del peroné: fracturas
zación definitiva, debido J la interposición del maleolares tipo 44-A1.3
ligamento deltoideo o de un fragmento osteo-
condral, que pueden impedir la total reducción Cuando la totalidad del maléolo peroneo se ha-
de la fractura. La imposibilidad de reducir la lla avulsionado con una fractura transversal pue-
fractura del peroné es la razón para realizar el de ser fácilmente reducido y estabilizado con
acceso interno del tobillo. una placa de tercio de tubo que actúe como un
Si el estado de las partes blandas ha obligado a tirante (fig. 4.9- 14a). Cuando se trate de una le-
retrasar la fijación interna; antes de la reducción sión ostcoligamentosa podrá utilizarse un tiran-
se deben limpiar meticulosamente las distintas te con alambre o un tonúllo retrógrado, insertado
superficies de la fractura de coágu los organizados. en dirección a la cavidad medu lar del peroné.

f
1
f

1
a) 1 b)

'

Fig. 4 9· 13 Incisiones.
a) Lado interno: la incisión es ligeramente b) Lado externo: la incisión se situará ligeramente
posterior al maléolo interno en línea con la por detrás del peroné, teniendo cuidado de no
tibia, incurvándose hada delante lesionar los nervios safena externo o sural. En
distalmente en forma de J. Se debe evitar particular, en las fracturas de tipo A puede que sea
lesionar la vena y el nervio safenos. necesario el uso de una incisión anterointerna.
4.9 Fracturas maleolares IJ. M. llafln y C. L. Co/ton 575

En las avulsiones que afecten sólo la punta del


maléolo externo se utilizará un tirante con
alambre (vídeo A000068a) complementado
cuando sea necesario con la sutura de los liga-
mentos (fig. 4.9-14b).
Si la lesión externa se reduce a una rotura del
complejo ligamentoso externo, debe suturarse
únicamente si se trata de un tobillo inestable y
no puede mantenerse la reducción (fig. 4.9-14c).
El paso siguiente es, a través de un acceso
anterointerno, la exposición del ma léolo in-
terno y la limpieza de los restos de pe1iostio des-
garrado que se halle incarcerado entre los frag-
men tos fracturarios. La parte anterior de la
cápsula está a veces rota lo que permite una ex-
celente visión de la parte intraarticular de la ~
fractura. Se extirpan los pequeños fragmentos, ~ VideoA000068a

a) b) e) d)

Fíg. 4.9· 14. La fijación interna de una típica fractura de tipo A: c) Las roturas del complejo ligamentoso externo pueden
a) Si el hueso es de buena calidad, un ancho fragmento suturarse.
maleolar podrá estabilizarse por medio de una placa de tercio d) La existencia de fragmentos posterointernos asociados
de tubo bien moldeada y adaptada que actúe como tirante y con las fracturas tipo A3 es rara, pero si existiesen, estos
aplique una ligera compresión. fragmentos siempre se encuentran en las proximidades del
b) Un fragmento avulsionado del maléolo externo se fragmento maleolar interno y son fácilmente alcanzables,
estabilizará inicialmente con 2 agujas de Kirschner y reducibles y fijables por medio de pequeiios tornillos de
seguidamente se fijará con un tirante de alambre a tensión. esponjosa en dirección posteroexterna.
576

pero los grandes deben conservarse. Debe ex- 6.2 Fracturas transindesmales
plorarse la superficie del plafón tibia! y su
ángulo interno abriendo la parte anterior del tra- del peroné: fracturas
yecto fracturario. Cualquier fractura hundimien- maleolares tipo 44-81.3
to debe reducirse y su defecto óseo rellenarse
con injertos. La fractura del peroné es por lo general oblicua,
En las fracturas por aducción la Línea princi- extendiéndose desde la parte anterior y distcJ l
pal de la fractura del maléolo interno es a me- hasta l.:i posterior proximal. El maléolo peroneo
nudo vertical u oblicua, y se encuentra en la se desplaza hacia atrás y en rotación externa.
zona de compresión de la lesión (las fuerzas de A través de la misma fractura es posible explo-
tensión se producen en el lado externo). por lo rar Ja cúpula astragalina y es posible extraer
que las técnicas de tirante con alambre no son cualquier pequeño fragmento condral libre, ma-
apropiadas para estas fracturas producid<1s por nualmente o por irrigación. Debe limitarse al
compresión. máximo la d isección de la porció n distal del
Una vez completada la reducción y mante- maléolo externo. La reducción de una fractura
nida provisionalmente con agujas de Kirschner, simple, oblicua corta del maléolo externo se
la fijación definitiva se obtiene con tornillos de consigue fácilmente mediante una suave trac-
compresión, colocados de forma perpendicular ción y rotación interna del pie. Una vez reduci-
a la línea principal de la fractura. Para aumen- da y como fijación provisional, podrá mante-
tar la estabilidad del montaje se utilizan aran- nerse por medio de p inzas de reducción de
delas de soporte o pequeñas placas, de tercio de puntas.
t ubo (de 2 o 3 orificios), colocadas en el ápex Si la reducción resulta d ifícil podrá deberse
de la fractura. a que el pico del fragmento proxi mal se haya
roto y basculado sobre un pedículo de fibras del
ligamento tibioperoneo anterior y que éste se
halle en el interior del espacio fracturario, lo que
no es siempre fácil de evidenciar. Si esto ocurre
debe buscarse y extraerse anles de completar la
reducción.
La exactitud de la reducción se evalúa por ob-
servación del borde del peroné en la parte ante-
rior de la sindesmosis. Para conseguir la fijación
definitiva se utilizan tornillos corticales a com-
presión de 3,5 mm orientados de delante atrás.
Una placa de tercio de tubo, moldeada sobre la
cara lateral del peroné, act ua reí como p laca de
neutralización (vídeo A000069a). Se debe tener
sumo cuidado en que Jos tornillos, colocados en
la cara externa del peroné. no penetren en la ar-
ticulación peroneotibial. A menudo el hueso me-
tafisario del maléolo externo es bastante blando
y una mejor presa de los tornillos se consigue
bien inse1iando rornillos dl' cortical sin previo tc-
rrajado o torn illos de esponjosa de rosca com -
~ Vídeo A000069a pleta, también no terrajados (fig. 4.9 - 1Sa).
4.9 Fracturas maleolares - n. M . Hahn l' e L. .Colton 577

6.3 Placa de sostén sanchado, o si existen dificultades para lograr


la reducción exacta del peroné, debe explorarse
posterior el lado interno, pues en ciertos casos el liga-
mento interno o un fragmento osteocondral
(fig. 4.9- 1Sb) pueden haberse incarcerado en el espacio ar-
ticular y deben extraerse. El ligamento cleltoideo
Los desplazamientos principales del maléolo debe repararse especialmente para evitar su
externo, en las fracturas tipo B, son la rotación reincarceración postopcratoria en la articulación
externa, la traslación posterior y el acortamien- durante la movilización articular lfig. 4.9- 1Sg).
to. La reducción de esta fractura a menudo se En muy raras ocasiones, después de una gra-
consigue trnccionando del fragmento distal des- ve [ractura-luxación del tobillo, la incarceración
de atrás y al mismo tiempo reduciendo la defor- del tendón del tibia! posterior en la articulación
midad en rotación externa. Si la fractura del ma- puede impedir la reducció n. Las lesiones del
léolo externo no es simple, o no se puede maléolo in terno, en las frac turas tipo B, suelen
estabi liza r con tornillos de compresión, se colo- producirse por avu lsión provocada por el des-
cará una placa de tercio de tubo, en la cara pos- plazamiento posterior del astrágalo fuera de la
terior del peroné como sostén, que evitará el mortaja. Estas fracturas pueden extenderse en
desplazamiento posterior [10]. En ocasiones se dirección postcrointcrna y ser de tamaño varia-
podrá insertar, a través de la placa, un tornillo a ble. La exposición de la fractura se logra a través
compresión. Si se utiliza esta técnica, deberá de una incisión interna estándar y para permitir
realizarse una incisión más posterior, con lo que una reducción precisa se deben extraer todos los
se facilitará el acceso al borde posterior del pe- restos de periostio interpuestos en la línea de
roné. Por lo general, se utiliza una placa de tercio fractura. Para mantener la reducción es muy útil
de tubo de S o 6 agujeros aplicada sobre la cara utilizar una pinza de reducción de puntas que
posterior del peroné que cubra el vértice proxi- se apoye en el maléolo interno. La estabilización
mal de la fractura. La placa será recta y, o bien se transitoria con agujas de Kirschncr vendrá se-
sujeta con una pinza al peroné proximalmente,
o con un tornillo colocado en su agujero más
proximal. Se inserta después el tornillo inmedia-
tamente proximal a la fractura, y esto fuerza a la
placa a empujar al fragmento distal que se desli-
za sobre la superficie oblicua de la fractura lo-
grando su reducción y estabilización. Para con-
trolar la rotación durante la aplicación de la placa
resu lta muy útil coloccir una pinza de reducción
en la punta del peroné (vídeo A000069b).

6.4 Lado interno


Las lesiones del ligamento dcltoideo no precisan
una exploración de rutina. Sin embargo, si des-
pués de la reducción de la fractura peronea, las
radiografías i111raoperatorias muestran que el es- ~
pacio interno de la articulación se mantiene en- ~ Video A000069b
578

a) e) d)

e) Visión e')
anterior

44-B3

Visión interna Visión posterior


Fig. 4.9-1 5 . Fijación interna típica de las fracturas tipo B.
a) El la fractura oblicua corta del peroné se fija con tornillos de
cortical a compresión de 3,5 mm y se complementa con una
placa de tercio de tubo que actúa como placa de neutralización. g)
b) Colocación de una placa posterior como •placa de sostén».
c/d) Los diferentes tipos de fijación del maléolo tibial con un
tornillo de tracción o un tirante con alambre
e) Un gran fragmento (de Volkmann) posteroextemo de la tibia
se reduce de manera cuidadosa y se fija con un tomillo de
esponjosa de 4 mm que se inserta en dirección anteroposterior.
e') Si el tamaño del fragmento no permite albergar un tornillo de
espon¡osa, se puede utilizar uno de cortical de 3,5 mm como
tornillo de compresión.
f) Alternativa a su fijación por medio de un tornillo insertado por
vía posterior.
g) Si debido a su interposición es preoso exponer el ligamento
deltoideo, éste debe suturarse.
4.9 Fracturas maleolares - I J M. Hahn y C. L. .Colcon 579

guida de la estabilización definitiva, que se con · 2 tornillos paralelos (vídeo A000068b). Si los
sigue con un tornillo de esponjosa de rosca par- fragmentos son más pequeños puede combi-
cial de 4 mm a compresión (fig. 4.9- 15c). Si el narse un torni llo con una aguja de Kirschner
fragmento es suficientemente grande se utilizan (video A000070a). Los tornillos deben ser lo
suficientemente largos para permitir que la to-
talidad de su rosca pase al otro lado de la frac-
tura. En la porción metafisaria distal de Ja tibia
de los pacientes de edad avanzada o en aquellos
en los que se ha tenido que retrasar la operación
por la calidad del hueso, ocurre que a ese nivel
no es lo suficientemente denso para que torni-
llos demasi.:ido largos hagan buen.:i presa. Otra
alternaliva técnica consiste en l1lilizar 2 agujas
de Kirschner paralelas y un tirante con alambre
(fig. 4 9 15d).

6.5 Fragmentos
posteroexternos
o fracturas del maléolo
posterior
Vídeo A000068b En las fracturas de tipo By rar.:imente en las de
C, el fragmento posteroextcrno (de Volkmann)
se desplaza con el maléo lo interno, permane-
ciendo unidos por el ligamento tibioperoneo
posterior. Puede que la reducción anatómica del
peroné haya disminuido en parte el desplaza-
miento hacia arriba del fragmento tibial. pero la
línea de fractura permanecerá abierta. Aquellos
fragmentos que en la proyección laterc1l repre-
senten más del 25 % de la superficie articular,
deben reducirse y estabilizarse, si se desea evi-
tar la ulterior subluxación del astrágalo. Los
fragmentos mayores se estabilizan tan to por me-
dio de un torni llo anteroposterior .:i tracción por
un acceso puntiforme anterior (h ·~. 4 J(" ) (v -

j
<{
l ~ ), o por la exposición directa del
fragmento posterior a través de una incisión
posteroexterna y la inserción de un tornillo pos-
U)
teroanterior ( .,. ,_ ). La ültima técnica pre-
cisa mayor disección, pero a veces permite una
colocación más precisa del tornillo. Si se usa la
Video A000070a técnica percutánca, de delame atrás, conviene
580

~ Video A000070b ~ Vídeo A000070c

recordar que el fragmento, en las fracturas de directa, y la mejor en estos casos consiste en uti-
tipo B. suele estar constituido por el ángulo pos- lizar la placa como instrumento de reducción.
teroexterno de la tibia y. por lo tanto, el tornillo Deben exponerse el maléolo y la diáfisis del
debe orientarse correctamente (fig. 4 9-tse). peroné en las partes distal y proximal a la frac-
tura, sin disecar Ja zona de conminución. Se
moldeará t1 na placa de tercio de tubo de la lon-
gitud apropiada para así poder recuperar la
6.6 Fracturas longitud del peroné y es aconsejable determi-
suprasindesmales nar gráficamente esta circunstancia en la plani-
ficación previa a la intervención. La placa se fija
del peroné: fracturas en el peroné distal, ponteando la zona de con-
maleolares tipo 44.Cl .3 minución y se coloca entonces un tornillo en Ja
diáfisis del peroné, proximal al extremo superior
(fig. 4.9-16) de Ja placa que se mantiene adosada a éste con
una pinza para placas. Mediante una pin;r,a de
Como en las fracturas tipos A y B, el primer distracción, con los extremos planos y apoyando
paso, en el tratamiento de las fracturas tipo e, es uno de ellos en el tornillo, se desplaza dista l-
el acceso del peroné. La clave del éxito ele su fi- mentc la placa hasla que el peroné recupera su
jación, radica en devolver su longitud al peroné longitud normal.
y corregir su rotación. Si la fractura del peroné La pcrfección de la reducción se comprueba
es oblicua corta o espiroidea, debe exponerse y en las radiografías de control por la correspon-
reducirse anatómicamente, utilizando una pinza dencia entre Ja línea del hueso subcondral de la
reductora y fijarse con torni llos de tracción y superficie tibia! y la del ma léolo externo. l.a pla-
una µlaca de tercio de tubo (vídeo A000070c). nificación prcopcraloria superpuesta sobre el to-
Si por el contrario la fractura es mu ltifragmen billo sano es una referencia intraoperatoria ines-
taria, deben utilizarse técnicas de reducción in timable.
4.9 Fracturas maleolares n. M. llahn ve l .. Colto11 581

La placa puede fijarse entonces en su parte ción del tobillo, mayor de 2 mm, constituye un
proximal, con la longitud y o rientación del pero- signo de inestabilidad de la sindesmosis.
né ya restauradas y los fragmentos intermedios Si exis te inestabilida d de la sindesrnos is,
indirectamente reducidos. debe colocarse un torni llo de posición tibiope-
Las fracturas proximales del cuello del pero- roneo, que se introducirá oblicuamente, de
né, por lo general no deben exponerse, pero el atrás adelante en un ángulo de 25-30º con el
peroné sí debe ser restituido a su posición inicial plano frontal, paralelo a la superficie articular
(en la incisura fibularis) por tracción, con una de la tibia y situado inmediatamente por enci-
pinza de campo o de reducción de puntas. Ob- ma de la articulación tibioperonea. Este torni-
tenida la reducción, podrá mantenerse provi- llo, de 3,5 mm, no debe actuar nunca como
siona lmente, con 1 o 2 agujas de Kirschner ti- tornillo de compresión, por lo que los orificios
bioperoneas y después se inserta el tornillo del peroné y de la tibia ha n de terrajarse en su
definitivo de posición tibioperoneo (v. más ade- totalidad antes de introducirlo, para que el pe-
lan te). roné quede sin compresión en su relación ana-
Las fracturas del maléolo interno se reducen tómica co n la tibia.
y fijan según las técnicas anteriormente descri- Dura nte su colocación, e l pie debe mante-
tas para el tratamiento de las fracturas tipo B. nerse en ligera dorsiflexión. En esta posición, la
porción más anterior de Ja lróclea astragalina,
la más ancha, mantendrá la normal separación
6. 7 Tornillo «suprasindesmal» de la pinza maleolar, para prevenir un estrecha-
miento que podría originar una pérdida perma-
tibioperoneo nente de la dorsiflexión, incluso después de la
de posición retirada del tornillo (v. más adelante).
Todavía no existe acuerdo en si este tomillo
La decisión de si es necesa ria una u lterior fi- de posición debe atravesar una o las 2 cortica - La estabilidad de la sindesmosis
jación depen de de la estabilidad de la sin des- les de la tibia. Por supuesto, si la fractura del determinará si es necesaria la
mosis una vez que se ha recobrado la longitud, peroné es tan alta que no es posible su t rata - colocación de un tornillo de
se ha fijado el peroné y se ha reconstruido el miento quirúrgico (como en las fracturas de posición.
lado interno del tobillo. La sindesmosis anterior Maissoneuve), es conveniente que el tornillo ti·
se expone a través de la incisión externa. Si el bioperoneo haga presa en las 2 corticales. En
ligamento tibioperoneo se encuentra avulsio- ciertos casos, y en estas circunstancias, pueden
nado con el tubérculo Libia! anterior (de Ti- ser necesarios 2 tornillos de posición. Otra de
llaux-Chaput) o del peroné, puede reducirse y fi- las ventajas de fijar las dos corticales es que si el
jarse con un pequeño tornillo de tracción, pero torni llo se rompe en un paciente no disciplina-
si el ligamento está roto por e l centro puede su- do, la pilrte roscada de éste podr..1 extraerse por
turarse. una míni rnJ ventana en la cortical interna de la
La necesidad de una ulterior estabilización tibia.
e
¡¡; del peroné se determina con la prueba del gan- Para confirmar la buena colocación del torni-
cho, consistente en sujetar el peroné con una llo se recomienda el control radioscópico ora·
pinza de puntas o con un gancho y traccionan- diografías intraoperatorias.
< do suavemente hacia fuera se constata si existe
(/)
inestabilidad residual tibioperonea. Además pue-
den realizarse intraoperatoriamente radiografías
forzando la rotación externa del pie. Cualquier
di ,1stasis en la interlínea int ernJ de la articula-
582

a) b)

11tm

:nn
~, .
}o
44-Cl.3

Fio 4 1· t C Fíjación interna


r;. r. ~

44-(2
e) 44-C3

©
típíca de las fracturas tipo C.
a) La fractura de la diáfisís b')
peronea se reduce y estabilíza
con una placa de tercio de tubo.
Las pequeñas fracturas por
arrancamíento del maléolo
ínterno pueden estabilizarse con b/b') Una fractura en el tercio medio de la diáfisis peronea
agujas de Kirschner y un tírante se trata con una placa. La síndesmosis anterior ha sido
con alambre a tensión. La avulsionada de su inserción en el maléolo externo. Se
estabílidad del ligamento reduce y se fija con un tornillo de esponjosa o con una
tibioperoneo anterior suturado sutura con alambre metálico. La rotura del ligamento
se comprueba traccionando del
peroné con un gancho.
deltoídeo puede suturarse. En este tipo de fracturas es rara
la presencia de un gran fragmento posteroexterno, pero si
=

li
existiese, debe reducirse de manera cuídadosa y
estabilízarse con un tornillo de esponjosa a compresión, lo
que restablecerá la estabilidad de la pinza maleolar.

c/c') No raramente se constata la presencia de una fractura muy proximal del peroné, que no
produce acortamiento y no precisa tratarse quirúrgicamente. No es menos importante, sin
embargo, verificar, en una proyección anteroposterior del tobíllo, si existe algún acortamiento del
peroné. Observar si existe algún escalón entre las líneas subcondrales de la superficie tibia! y de la
carilla articular del peroné. El menor acortamiento debe corregirse. Todo pequeño arrancamiento
(fractura por avulsión) del tubérculo tibia! anterior debe reducirse y fijarse con un pequeño tornillo
de esponjosa.
Dado que esta lesión se extiende casi a la totalidad de la membrana interósea, puede que la
fijación del origen del ligamento tibioperoneo anterior no proporcione la suficiente estabilidad a la
pinza maleolar y sea necesaria la colocación de un tornillo de posición suprasindesmal. Esta
inestabilidad podrá comprobarse con la prueba del gancho. Si se constata la inestabilidad deben
colocarse 2 tornillos en dírección oblicua de atrás adelante en un ángulo de 25-30°, sobre una
rosca labrada tanto en el peroné como en la tibia. La fractura-arrancamiento (por avulsión) del
maléolo posterior se fija a compresión con 2 tornillos de esponjosa de 4,0 mm. Los tornillos
suprasindesmales de posición deben retirarse a las 6-8 semanas.
4.9 Fracturas maleolares lJ M. Hahn y C. L. Culton 583

7 Tratamiento
postoperatorio

1 = Ambas incisiones, externa e interna, se cierran


con suturas finas sin tensión. Se recomienda la
colocación de un drenaje de aspiración en el
lado externo. Se inmoviliza el tobillo con una fé-
rula escayolada que mantenga el pie en 90°
para evitar el equino. Cuando no ha sido posible
obtener una reducción anatómica del peroné, es
aconsejable, en el postoperatorio inmediato,
realizar una TC de la sindesmosis, que permita
descartar la malrotación del peroné [11 ]. Se ani-
ma al paciente a comenzar la movilización acti-
va precoz de los dedos del pie, y si las heridas se
encuentran bien a las 24-48 h, p uede comen-
zarse la movilización activa del tobillo bajo una
supervisión cualificada. Una vez lograda la com-
pleta dorsiflexión del tobillo, la decisión de dejar
el tobillo libre o si se inmoviliza en una bota de
yeso, depende de numerosos factores, como la
estabilidad de la fijación alcanzada por el ciruja-
no, la movilidad general del paciente y las ex-
pectativas de observancia de las normas posl-
operatorias establecidas. Algunos estudios l12 ,
d) La reducción anatómica del peroné en relación con la tibia
(incisura fibularis) garantiza la normalidad de la mortaja
13 J han demostrado que el resultado a largo
maleolar. Una reducción insuficiente, con acortamiento o plazo es el mismo, tanto si el tobillo se ha deja-
rotación del peroné, produce un ensanchamiento de la pinza do libre como si ha sido inmovilizado dura nte
maleolar y una inclinación del astrágalo en valgo. Incluso 6 semanas después de la intervención. La deci-
unos pocos grados de reducción insuficiente son capaces de sión de autorizar la carga del tobillo, libre o in-
originar una artrosis postraumática (v. fig. 4.9 12). A la
izquierda, el peroné se halla muy acortado y rotado movilizado con yeso, depende también en gran
externamente con la consecuencia de una incongruencia de parte de la estabilidad conseguida con la osteo-
la sindesmosis e inestabilidad del tobillo. A la derecha, tras la síntesis y de la cooperación del paciente. Tam-
reducción anatómica del peroné, se normaliza la relación poco han encontrado problemas los autores que
tibioperonea. han instaurado un régimen de carga progresiva
ligera con yeso, durante 6 semanas, a unque la
recuperación completa Cue más rápida en los
pacientes del grupo en el que se instauró la mo-
vilización precoz. Transcurrido este período
puede autorizarse la movilización activa y la
carga totales. Si se ha colocado un tornillo su-
prasindesmal y se ha dejado el tobillo libre, se
recomienda evitar la carga hasta las 6-8 sema-
584

nJs, aunque es permisible una ligera carga con 8.2 Fracturas abiertas
un yeso protector.
Existe controversia sobre la retirada del tor- Las lesiones de las partes blandas deben tratarse
nillo suprasindesmal, que puede extraerse a las según los principios que rigen el tratamiento de
6 o a las 8 semanas, antes de volver a una acti- todas las fracturas abiertas l 14] (v. cap. 5.1). La
vidad completa normn l. Cuando la inestabi li- herida más frecuente e n las fracturas- luxaciones
dad, tanto interna como de la sindesmosis, son abiertas del tobillo es la transversal en su cara
puramente ligamentosas es recomendable man- interna. Una vez realizado el desbridamiento
tener el tornillo de posición suprasindcsmal y de las heridas, en la mayoría de los casos debe
restringir la actividad completa al menos de lO a realizarse también reducción anatómica y fija -
12 semanas. ción estable de la pinza maleolar. Las heridas
Si no se extrae el tornillo tibioperoneo, éste, deben dejarse abiertas, pero las incisiones qui-
al recuperarse la movilidad libioperonea, puede rúrgicas de ampliación para el desbrídamic11to
erosionar el peroné, producir osteólisis a su al- p ueden cerrarse prírnariamcntc siempre que no
rededor o romperse, lo cua l debe explicarse a los exista tensión. Se aplica después un vendaje
pacientes para que conozcan perfectamente bien almohadillado, absorbente y no adhesivo
los posibles problemas postoperatorios. seguido de la elevación del miembro y a las
48-72 h se lleva a cabo la «segunda mirada». El
cierre definitívo de las heridas tendrá en cuenta
los p1incipios expuestos anteriormente.

8 Riesgos y complicaciones
8.3 Hueso osteoporótico
8.1 Problemas con las partes Cuando el hueso es osteoporótico pueden utili
blandas zarse las técnicas descritas para el lado externo
del tobillo, incluida la de la placa de sostén y las
A las pocas horas del traumatismo las fracturas descritas de reducción indirecta para la restau-
del tobillo pueden inflamarse de forma alt1rman- ración de la lo ngitud del peroné. La reducción
te. Si es posible practicar la intervención antes 01iopédica y la fijación del peroné con un clavo
de las 6-8 h, la inflamación suele deberse al he- intramedular en aquellos tipos de fractura axial-
matoma y no a edema de los tejidos. En estas mente estables puede ser otra alternativa en
circunstancias suele ser posible el cierre prima- hueso osteoporótico, en particular si existe com-
rio de las heridas quirúrgicas, pero, si la herida promiso de las partes blandas. En el lado inter·
debe suturarse a tensión, lo mejor es deja rla no, para la fijación del fragmento interno, un
abierta, y aplicar compresas estériles absorben- torni llo a compresión no hace suficiente presa y,
tes manteniendo el pie elevado. Una det0nida por lo tanto, la estabilización con agujas de Kirs-
planificación previa de la localización de las in- chner y tirante con alambre puede ser más útil
cis iones debe tener e n cuenta esta posibilidad en las fra cturas tipos By C.
para 0vitar dejar los implantes al descubierto.
A las 48 h deben examinarse las heridas y muy
a menudo pueden cerrarse en ese momento.
Si han aparecido edema y fl ictenas, se reco-
mienda posponer la i11tervención 4-6 días, has-
ta que se hayan norm,11izado las partes blandas.
FRACTURAS DE TIBIA
FRACTURAS DE MESETATIBIAL

EPIDEMIOLOGIA
• Alta energía en personas jóvenes
• 1-3% son de baja energía
Mecanismo en varo o valgo
• 4-% alta energía

• 1% de todas las Fracturas


• 8% de todas las Fx en ancianos
• Mas frecuente en ancianos es la Tipo III

• 1-3% Fx expuestas
• 55-70% Platillo lateral (Tipo I) mas frecuente
• 10-35% Platillo medial
• 10-30% Bicondileas
FRACTURAS DE MESETATIBIAL

Anatomía Funcional
– Forma parte de la tibia proximal.
– Se articula con los cóndilos femorales para formar la
articulación de la rodilla.
– La superficie de la meseta tibial se inclina posterior e
inferiormente de 10º a 15º en el plano coronal.
– En el plano sagital, la meseta está a un ángulo casi recto
respecto al eje de la diáfisis tibial, formando un ángulo de 3º
de varo.
FRACTURAS DE MESETATIBIAL
FRACTURAS DE MESETATIBIAL
FRACTURAS DE MESETATIBIAL
FRACTURAS DE MESETATIBIAL
FRACTURAS DE MESETATIBIAL
FRACTURAS DE MESETATIBIAL
MECANISMO DE LESIÓN
DIRECTO: Más frecuente
Traumatismo de alta energía: Traumatismo de baja energía
 Accidentes automovilísticos o motocicleta  Fracturas por stress
 Atropellamiento  Patologicas
 Caidas de altura
 Heridas por armas de fuego
 Heridas por arma contuso cortante
 Accidentes deportivos (Football)

INDIRECTO:
característico trazo espiroideo u oblicuo largo
 Torsion ( ej. Esquiadores)
 Incurvacion
FRACTURAS DE MESETA TIBIAL

• Mecanismo de la
Fractura.
– Las fracturas de los platillos tibiales
pueden producirse por una gran
variedad de fuerzas.
• Valgo y varo forzados.
• Compresión axial.
• Flexión / Extensión.
• Traumatismo directo.
FRACTURAS DE MESETATIBIAL

• Mecanismo de la Fractura.

– Existen dos subgrupos:


• Pacientes jóvenes con buen hueso (alta energía).
• Pacientes ancianos con osteoporosis (baja energía).
FRACTURAS DE MESETATIBIAL

– Los traumatismos de alta energía pueden presentar:


• Extensas lesiones de los tejidos blandos.
• Contusiones.
• Lesiones abiertas.
• Síndrome compartimental.
• Lesión nerviosa y/o arterial.
• Problemas biológicos.
FRACTURAS DE MESETATIBIAL

– Traumatismos de baja energía.


• Traumatismo axial.
• No contusiones.
• Lesiones cerradas.
• No problemas con los tejidos blandos.
• Desviaciones axiales.
• Problemas de fijación de los implantes (osteoporosis).
FRACTURAS DE MESETATIBIAL

EVALUACIÓN CLÍNICA.
– ATLS.
– Historia Clínica.
• Signos y Síntomas.
– Dolor por la hemartrosis
– Tipo I-II: Hay movilidad de la rodilla con mínimo dolor
– Tipo IV-VI: Hay dolor con la movilidad
– Edema.
– Limitacion para la flexión
– Limitación Funcional.
– Deformidad.
FRACTURAS DE MESETATIBIAL

• Pruebas de imágenes.
– Radiografía.
• AP
• Lateral.
• Oblicuas a 45°
– TC.
– RM.
– Angiografía.
FRACTURAS DE MESETATIBIAL
FRACTURAS DE MESETATIBIAL
FRACTURAS DE MESETATIBIAL

• Clasificación de Hohl y Moore


FRACTURAS DE MESETATIBIAL

• Clasificación de Hohl y Moore


FRACTURAS DE MESETATIBIAL

• Clasificación de Schatzker

• Tipo I: Fractura astillada


platillo tibial externo de la
tibia sin hundimiento
articular
• Tipo II: Fractura astillada
con hundimiento del
platillo externo de la tibia
• Tipo III: Fractura con
hundimiento aislado del
platillo externo
FRACTURAS DE MESETATIBIAL

• Clasificación de Schatzker
• Tipo IV: Fractura del platillo medial
• Tipo V: Fractura bicondilea de la meseta con variación en los grados de hundimiento articular
y desplazamiento de los cóndilos.
• Tipo VI: Fractura bicondilea de la meseta tibial con una separación diafiso-metafisiaria.
FRACTURAS DE MESETATIBIAL

• Clasificación AO
Tipo A = Extraarticular:
A1 = avulsión
A2 = metafisaria simple
A3 = metafisaria multifragmentaria

Tipo B = parcial articular:


B1 = separación pura
B2 = hundimiento puro
B3 = separación-hundimiento

Tipo C = articular completa


C1 = articular simple, metafisaria simple
C2 = articular simple, metafisaria
multifragmentaria
C3 = articular multifragmentaria
FRACTURAS DE MESETATIBIAL

• Tratamiento.
– Conservar un soporte óseo de la pared lateral y
medial.
– Mantener la inclinación normal de las mesetas
tibiales (3° a 5° de valgo y 5° a 7° de inclinación
posterior).
FRACTURAS DE MESETATIBIAL

– Asegurar el soporte óseo suficiente de la superficie


articular.
– Los desplazamientos laterales deber ser, si es
posible, menores de 3mm. Al igual que no debe
haber escalones mayores de 2mm.
– Es preciso restituir la integridad y estabilidad
capsuloligamentarea de la articulación.
FRACTURAS DE MESETATIBIAL

• Tratamiento conservador.
– Escalón no mayor de > 2 mm.
– Que no exista inestabilidad axial.
– Osteoporosis grave.
– Contraindicaciones locales y generales
FRACTURAS DE MESETATIBIAL

• Tratamiento conservador.

– La tracción puede ser útil durante un corto periodo de tiempo.


– Movilización precoz activa con una ortesis de protección
– Marcha concarga mínima si lo permite el estado del paciente.
– Marcha con la carga que tolerable a las 6 semanas.
– El tratamiento conservador va bien en pacientes ancianos con poca
demanda funcional.
FRACTURAS DE MESETATIBIAL

• Tratamiento conservador.
FRACTURAS DE MESETATIBIAL

• Tratamiento quirúrgico de urgencia.


– Lesión vascular.
– Síndrome compartimental.
– Fracturas abiertas.
– Luxación con gran desplazamiento.
– Rodilla flotante.
– Politraumatizado.

INSALL & SCOTT. RODILLA. TOMO 2. 2009


FRACTURAS DE MESETATIBIAL

• Tratamiento quirúrgico diferido.


– Permite la recuperación de los tejidos blandos y
una evaluación adecuada
– La utilización de un fijador externo en puente
permitirá una óptima recuperación de los tejidos
blandos mientras se preserva la longitud y los ejes
– El acceso quirúrgico puede ser abierto o
artroscópico.
FRACTURAS DE MESETATIBIAL

FRACTURAS DE MESETA TIBIAL


• Abordajes Quirúrgicos.
– Anteromedial.
– Posterolateral.
– Mínimamente invasivo.
FRACTURAS DE MESETATIBIAL

• Anterolateral. • Posteromedial.
FRACTURAS DE MESETATIBIAL

FRACTURAS DE MESETA TIBIAL


• MIO
FRACTURAS DE MESETATIBIAL

FRACTURAS DE MESETA TIBIAL


• Técnicas de fijación y osteosíntesis.
– Reducción cerrada y fijación percutánea.
– Reducción cerrada y fijación externa.
– Reducción y fijación con asistencia artroscópica.
– Reducción abierta y fijación interna.
FRACTURAS DE MESETATIBIAL

• Reducción cerrada y fijación percutánea.


FRACTURAS DE MESETATIBIAL

• Reducción cerrada y fijación percutánea.


FRACTURAS DE MESETATIBIAL

• Reducción cerrada y fijación externa.


FRACTURAS DE MESETATIBIAL

• Reducción cerrada y fijación externa.


FRACTURAS DE MESETATIBIAL

• Reducción cerrada y fijación externa.


FRACTURAS DE MESETATIBIAL

• Reducción cerrada y fijación externa


FRACTURAS DE MESETATIBIAL

• Reducción cerrada y fijación percutánea.


FRACTURAS DE MESETATIBIAL

• Reducción abierta y fijación interna.


FRACTURAS DE MESETATIBIAL

• Reducción y fijación con asistencia


artroscópica.
FRACTURAS DE MESETATIBIAL

• Tratamiento postoperatorio.
– Elevar la extremidad en una férula por 5 días o
dispositivo de movilización pasiva continua a 20° a
60° de flexión de rodilla.
– Ortesis se retira cuando el paciente tiene control
cuadricipital (7 – 10 día se consigue una flexión de
90°).
FRACTURAS DE MESETATIBIAL

– Fracturas tipo B o C permacen con carga parcial (10 –


15 Kg.) o sin carga, aproximadamente de 6 – 8
semanas.
– Se permite mayor carga, hasta el 50% del peso
corporal, después de las 6 – 8 semanas.
– Pacientes con fracturas de alta energía (lesiones B3 y
C3) la carga total debe aplazarse 12 a 16 semanas.
FRACTURAS DE MESETATIBIAL

– Lesiones de baja energía la carga total


debe indicarse a la 8 – 12 semanas.
– Estos pacientes pueden realizar sus
atividades normales a las 4 a 6 meses.
– Paciente con lesiones de alta energía
precisan realizar sus actividades diarias de 12 a 18
meses.
FRACTURAS DE MESETATIBIAL

• Complicaciones.
– 12% a 56% varían las complicaciones.
• Infección.
• Falta de consolidación.
• Contractura de la rodilla.
• Inestabilidad ligamentosa.
• Lesiones neurovasculares.
• Artrofibrosis.
• Distrofia simpática refleja.
• Artrosis.
FRACTURAS DIAFISIARIAS DE TIBIA

FRACTURAS
DIAFISIARIAS DE TIBIA
FRACTURAS DIAFISIARIAS DE TIBIA

EPIDEMIOLOGÍA

• Fx de huesos largos más frecuente


• Traumatismos de alta energía
• Gran incidencia de complicaciones
• Es frecuente las fracturas expuestas
• Alta probabilidad de Síndrome Compartamental
• Lesiones asociadas
FRACTURAS DIAFISIARIAS DE TIBIA

ANATOMÍA
Hueso de carga primario en la pierna

Osificación
▪ Primaria: Cuerpo -- 7 semanas (fetal)
▪ Secundario
✓ Epífisis proximal -- 9 meses
✓ Epífisis distal -- 1 año
✓ Tuberosidad tibial
Fusión
▪ Primario: Cuerpo – 18 años
▪ Secundario: 18 a 20 años

Centro de osificación: tuberosidad tibial


FRACTURAS DIAFISIARIAS DE TIBIA
5
0
FRACTURAS DIAFISIARIAS DE TIBIA

MECANISMO DE LESIÓN
DIRECTO
Fuerza índice de frente sobre el hueso
▪ Puntapié en la diáfisis ----
Fracturas transversales
▪ Aplastamiento compresiones ---
Fracturas conminutas
INDIRECTO
Trauma se transmite al hueso
• Cizallamiento
• Hiperflexión con 3 puntos de
apoyo
• Rotación o torsión
• Fatiga
• Patológico
Traumatismo de pierna, tobillo y pie; Manuel Berrenechea Olivera; Cirugía Ortopédica y Traumatología; Pag. 197 - 202
FRACTURAS DIAFISIARIAS DE TIBIA

MECANISMO DE LESIÓN
5 Causas principales:
Caídas
Lesiones deportivas
Impactos directos o agresiones
Accidentes de trágico
Lesiones por arma de fuego

La mayor incidencia de fracturas:


❑ Accidentes de trafico
FRACTURAS DIAFISIARIAS DE TIBIA

CUADRO CLÍNICO
▪ Dolor intenso
▪ Incapacidad funcional
▪ Movimientos anormales
▪ Aumento de volumen
▪ Deformación
▪ Flictenas – Signo de
CHASSAINAR
FRACTURAS DIAFISIARIAS DE TIBIA

CONSIDERACIONES DIAGNOSTICAS
Realizar
• Examen neurológico de la
pierna
• Toma de pulso
• Valoración del grado de
retorno venosos en el pie y
dedos
• Examinación de la piel
FRACTURAS DIAFISIARIAS DE TIBIA

Radiografía
• AP y lateral
• Incluir el tobillo y
la rodilla
FRACTURAS DIAFISIARIAS DE TIBIA

SERIE DE DATOS QUE SE BUSCARÁ EN LAS Rx


1. La localización y forma de la fx
2. La presencia de líneas de fx secundarias que sean capaces de desplazarse
durante el tto quirúrgico
3. La presencia de conminución, indicando una lesión de alta energía
4. La distancia de desplazamiento de los fragmentos óseos desde su
localización normal.
5. Defectos óseos que sugieran pérdida de hueso
6. Líneas de la fx que se extiendan proximalmente a la rodilla o distalmente al
tobillo
7. El estado del hueso.
8. Artrosis o presencia de artroplastia de rodilla
9. Gas en el tejido
CLASIFICACIÓN AO FRACTURAS DIAFISIARIAS DE TIBIA

Tipo A: Tipo B: Fx Tipo C:


Fx Unifocales Acuñadas Fx complejas

C1
A1 B1 Espiroideas
Espiroideas
Espiroideas en cuña
complejas

B2 Acodadas C2
A2 Oblicuas
en cuña Segmentarias

A3 B3 Acuñadas C3
Transversales conminutas Conminutas
FRACTURAS DIAFISIARIAS DE TIBIA

58
FRACTURAS DIAFISIARIAS DE TIBIA

59
FRACTURAS DIAFISIARIAS DE TIBIA

CLASIFICACIÓN TSCHERNE
C0 C1 C2 C3
• Poca o • Abrasión • Abrasión • Gran
ninguna lesión superficial profunda y contusión
de partes • Fractura contaminada cutánea o
blandas moderadame • Contusión aplastamiento
nte grave local de piel y o destrucción
musculo muscular
• Fractura • Fractura grave
moderadame • Necrosis
nte grave cutánea o
• Edema muscular
próximo al sx • Lesión
compartiment vascular o sx
al compartiment
al
FRACTURAS DIAFISIARIAS DE TIBIA
FRACTURAS DIAFISIARIAS DE TIBIA

TRATAMIENTO

Objetivo:
▪ Lograr a consolidación
ósea
▪ Alineación aceptable de
la fractura
▪ Retorno al nivel funcional
antes de la fractura
FRACTURAS DIAFISIARIAS DE TIBIA

CONSERVADOR
INDICACIONES

• Daño mínimo asociado a partes


blandas
• Fracturas estables
• Angulación coronal < 5°
• Angulación sagital <10°
• Rotación <5°
• Acortamiento <1 cm
• Capacidad para rápido apoyo
del peso con enyesado o
método funcional
FRACTURAS DIAFISIARIAS DE TIBIA

QUIRÚRGICO
INDICACIONES
• Fractura por trauma de alta energía
• Afección moderada-severa de
partes blandas
• Fracturas inestables
• Fracturas abiertas
• Presencia de sx compartimental
• Fractura del fémur ipsilateral
• Incapacidad para mantener
reducción
FRACTURAS DIAFISIARIAS DE TIBIA

Enclavado intramedular ▪ Menor tiempo quirúrgico


bloqueado ▪ Disminuye la perdida hemática
▪ Consolidación de 72 – 100%

Primera Segunda Tercera

• Coloca sobre una • Fractura se reduce y • Tracción manual


mesa de enclavado Valorar
mantiene con una • Flexión de rodilla 90°
con una almohadilla • Foco
barradedelafijación
fractura • Paciente en decúbito
bajo el hueco externa se
• Fractura o con
puede reducir supino
poplíteo distractores universales
• Rodilla flexiona 90° AO
• Tracción del pie
• Clavo calcáneo
• Atando el pie con
correas en la mesa
FRACTURAS DIAFISIARIAS DE TIBIA

Punzón óseo se Rompe la


hace el lugar de metafisis
Incisión
inserción del proximal –
clavo metafisis distal
FRACTURAS DIAFISIARIAS DE TIBIA

Insertan tornillos de
Introduce el clavo bloqueo proximal
y/o distal
FRACTURAS DIAFISIARIAS DE TIBIA
Contraindicaciones Complicaciones
▪ Canal medular < 6 mm ▪ Dolor en rodilla
▪ Gran contaminación del ▪ Alteraciones neurológica
canal medular ▪ Lesión vascular
▪ Gran daño de ñas partes ▪ Rotura de fijaciones
blandas ▪ Aumenta lesión ósea
▪ Deformidades previas del ▪ Necrosis térmica
canal medular
▪ Presencia de prótesis total
de rodilla
FRACTURAS DIAFISIARIAS DE TIBIA

69

• Fractura tipo A de la AO
• Fractura bifocal
• Clavo de fijación intramedular
FRACTURAS DIAFISIARIAS DE TIBIA

70
FRACTURAS DIAFISIARIAS DE TIBIA

• Pérdida ósea
• Consolidación y
función se obtuvieron
tras dos injertos óseos
autógenos
FRACTURAS DIAFISIARIAS DE TIBIA

❑ Barra monolateral
Fijadores externos
❑ Fijaor con anillos
❑ Fijador de multiples planos

Indicaciones
▪ Canal medular estrecho
▪ Fractura transversal de la tibia

Complicaciones
▪ Incidencia de seudoartrosis
▪ Consolidación defectuosa
▪ Infección del canal del clavo
FRACTURAS DIAFISIARIAS DE TIBIA

Colocación de placas

Trazo transverso
• Tiraje o compresión
axial
Complicaciones
• Infección
• Seudoartrosis
74

• Fractura diafisiaria
proximal

• Utilización de 2
placas

• Usa tornillo
interfragmentario
para estabilizar la
fractura diafisiaria
antes de colocar
la placa

Fracturas en el adulto; Rockwood & Green´s; 5ª Edición; Pag. 1939 - 1995


FRACTURAS DIAFISIARIAS DE TIBIA

Fracturas
abiertas

Antimicrobianos
• Administrar en las 3 horas siguientes a la
lesiomn
• Se disminuye hasta un 59% riesgo de
infección
• Cefalosporinas de 1ra generación
• Cefalosporinas + aminoglucósidos
FRACTURAS DIAFISIARIAS DE TIBIA
COMPLICACIONES
Problemas de partes
blandas

Amputación

Síndrome
compartimental

Distrofia simpática
refleja

Repercusión de la
función muscular
Consolidación
Seudoartrosis Pérdida ósea
defectuosa
FRACTURAS DIAFISIARIAS DE TIBIA

PRONÓSTICO

Factores de mal ▪ Desplazamiento


pronostico ✓ Retardo en la
consolidación
✓ Seudoartrosis
▪ Conminación
▪ Lesión de partes blandas
▪ Infección
FRACTURAS DE PILON TIBIAL

FRACTURAS DE TIBIA DISTAL


FRACTURAS DE PILON TIBIAL

SINÓNIMOS
• Fx de la plataforma tibial
• Fx de la cara articular inferior de la tibia
• Fx de pilon
• Fx distales de la tibia por estallido.
FRACTURAS DE PILON TIBIAL

DEFINICION
Son las fx intraarticulares de la tibia distal
(Campbel).

Las fx del platillo tibial afectan a la superficie de cartilago


horizontal distal de la tibia –el platillo-.(Hopperfeld).

Las fx del pilon(porcion supramaleolar distal de la tibia) son


un subtipo de fx dl platillo (Hopperfeld).
FRACTURAS DE PILON TIBIAL

Epidemiologia
• Constituyen menos del 10 % de todas las fx del miembro inferior.
• Representan el 1 % de todas las fracturas.
• Representan del 3-9 % de todas las fx de la tibia.
• Son mas frec en hombres 35-40 años (Rockwood).
• Relacionadas con fracturas de peroné 20-50%
(80 % según Campbell)
FRACTURAS DE PILON TIBIAL

Epidemiologia
 El 27- 51 % delas fx de pilon tibial se asocian a otras fx .

 El 0-8 % son fx bilaterales.

 El 3-6 % de las fx de bja energia de pilon son abiertas.

 El 12-56 % de de las fx de alta energia de pilon son

abiertas.
 0-5 % de las fx de pilon tibial aparecen sind. Compartimentales y

lesion vascular.
FRACTURAS DE PILON TIBIAL

ANATOMÍA
Limites del pilón tibial
• Distal: carilla articular
de tibia distal
• Proximal:8 cm
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ANATOMÍA
FRACTURAS DE PILON TIBIAL
FRACTURAS DE PILON TIBIAL
FRACTURAS DE PILON TIBIAL

Irrigado por ramas de la arteria peronea y la tibia distal por ramas de la arteria tibial posterior y
anterior
FRACTURAS DE PILON TIBIAL
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MECANISMO DE LESION
Compresión AXIAL
• Lesiones de alta energía con afectación extensa de tejidos
blandos
• CAIDAS DE ALTURA
• ACCIDENTES DE TRAFICO
• Fx complejas intraarticulares + impactación metafisaria

Rotacional:
• Baja energía, desplazamiento de traslación por el astrágalo
• Escasa lesión de partes blandas
FRACTURAS DE PILON TIBIAL
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SIGNOS Y SINTOMAS
• Aumento de volumen
• Edema
• Signo del pliegue
• Deformidad
• Ampollas de liquido claro vs sanguinolentas
• Ampollas con sangre tienen mas índice de complicaciones cuando se drenan.

Examen físico:
• Valorar lesiones de los tejidos blandos
• Valorar función sensitiva y motora del pie
• Valorar signos precoces de síndrome compartimental
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IMÁGENES
 Radigrafia AP, Lateral, Mortaja
 TC
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CLASIFICACIÓN DE
RUEDI ALLGOWER
• Tipo I: fx no desplazadas
• Tipo II: desplazada con minima
conminucion.
• Tipo III: desplazada con conminucion
metefisaria y articular.
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CLASIFICACIÓN AO
• TIPO A :
Fx extraarticulares. (A1,A2, A3)

• TIPO B :
B: fx articular parcial. (B1, B2, B3)

• TIPO C :
Articular total. (C1, C2, C3).

Nota: se subdividen dependiendo el grado de


conminucion y hundimiento.
FRACTURAS DE PILON TIBIAL
FRACTURAS DE PILON TIBIAL
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Tratamiento inicial

1. Reduccion de la articulacion ( sobre todo el


astragalo).
2. Inmovilizacion del tobillo ( con ferula o escayola bivalva).
3. Si no se puede mantener reduccion con yeso se le coloca
traccion calcanea y elevar miembro en estructura de
bohler con una traccion de 4.5 KG.
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Fijador externo Vs traccion calcanea

 Algunos traumatologos prefieren colocar un fijador


extensible como primer paso en el tratamiento de las fx
desplazadas y despues volver al QX para un segundo
procedimiento cuando halla disminuido el edema y fijar la
superficie articular definitivamente.
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Traccion calcanea
 Algunos prefieren evitar este abordaje QX secundario
utilizando inicialmente una traccion calcanea, seguida de
un TX QX definitivo cuando halla disminuido el edema de
los tejidos blandos.
FRACTURAS DE PILON TIBIAL
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Tratamiento definitivo

Placa
Fijador hibrido
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Fx no desplazadas

 Escayola o fijador externo sin reduccion.

El tiempo de reposo y extraccion del material debe


individualizarse dependiendo la fx.
FRACTURAS DE PILON TIBIAL
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Fx desplazadas
 Fijador externo extensible
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Fijador externo extensible

 Ventajas: tecnica uniforme de colocacion, traccion,


reduccion de la fx, permite visualizar la superficie articular
y estabiliza la tibia distal, permite control des astragalo y
perone distal.

 Desventajas: requiere precisa colocacion de losclavos


insertados en el retropie.
FRACTURAS DE PILON TIBIAL
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Tiempo para Cx secundaria

 Sirkin y cols. Recomendaron de 7-14 dias despues de la


lesion.
 Patterson y cole recomiendan: 24-49 dias.
 14-21 dias (Wiss).

Los que va a colocar f. hibridos operan mas precoz.


Ojo: al final todo depende del estado de los tejidos
blandos.
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