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Amelia Podetti

Comentario a la
Introducción a la

Fenomenolo

del
Espíritu
Amet¡a Podetz¡
Comentario
a la¡ntro d ucc¡ó n
laFenomenalagía
delEspíritu

Editorial muros
ï F o.5 9 A: a x,í
Podetti, Amelia
Cumentario a la Introducción a 1a Fenomenología del
Espiritu. - la. ed. es
BuenosAires: Biblos, 2007.
155pp.;23x16cmv, *

ISBN978-950-786625»8
1.Fiïoaoagï. Título. L k,
LCD!)190M

Diseño
detapa:
Luciano
Tïrabassi
U.
Armado: Hernán Díaz

@Humberto Pmietti, Laura Pudetti, Darila.Pedetti, J. Ramiro Podetti, 2007


@ Editorial Bibïos, 2007
PasajeJoséM. Giuüa 318, C1064ADDBuenosAires
infaïñedïtoúalhïbïtmeom l wwvazedítorialhibloscom
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Esta primera ediciónde 2.060ejemplares


fue impresaen Primera Clase,
Califumía 1231, Buenos Aires,
República Argentina,
en noviembre de 2007.
Dedica
estejibro
alprofesor
Carlos
Astrada,
encuyo
último
curso
en
FacultaddeFilosofía
y Letrasdela Universidad
deBuenas
Aires,en1.955
sobre
laGlenda
dela deHegel,
¿amé
contacto
coneste
lósofo.
d:L9255-74?
93¬
añ? Práflaene noLvalvzó
L :9Filsüï! de la JUmverszdad
aerfseñarse
de BuenosAazres
HegeíenlaFacutta
hasta¿oscursosde 1964,
1955
2V
1955
diíïïmïíïüïar
elprofesor
André;
Mercado
Viera,
discípulo
de
MÏTQCÏG
y en}
cuyaciesarrollarsolaboraé;
Esteltbmeselresultado
deltrabajo
realzzadaen esasopartunidades,por la cua! ¡nedeclarotiendan: no sólodel
profesorMercadoWimsinovcle
la rica discusiónsobrelos textosde Hegel
realizada a lo largo de muchasharas en el ámbito de su cátedra.

Mim-m
PÜÜETH.
1933
Índice

Próloga,porJaïgeMaría BergaglmSJ. 1,1

Advertencia
preliminar,
porJ.Rámiá-a
PodettiV....... 15
LAproximación
s ¡aFenomenolagía
delEagiíritu, M
pürAnaMaríazáimetta
deColom .......;............ 35
LA FENGMENOILÜGM DEL ESPÍRITU Y LAHESTÜRIAÏÏQEOCCIDENTE

MEl proceso
de universdización;...........
.........
La aparicáónw
de América en la 50
L_
E; mara,higtgcgde1gFenppgenaagía
del Espíritu 52

ïcanammo
ALA
mmomjccïón
ALAFENtJMENoLoam
1321;
539mm
i; Elconocimiento:
crítica
y fenomenulugía 61
1, Lareianiún
entresery conocer
enla ïosna raticay}
enla Fenomenolagía.
La 51030531291116
manadei¿renacimiento 61
2. El cüneeptu
hegeliauo
deciencia.
Cienciay ciencias
particulares 69
3. La distinción crítica}entren: y conocer 73
4. Justificación dela ioaaa mítica: necesidadde ¡a Fenomenoiogín 76
5. La fenomenología
noescienciasinocaninohaciala ciencia 79
El camino hacia} la ciencia ........ 82
6. La negatividaá fenamenológica .......... ...... 32
7. La necesidaddel proceso ...... 88
8. E} términodel proceso.
Didácticade Ia naturalezay
W dialéctica de la conciencia,.... .................. 91
Iiï. El criterio de verdad para la realización de la ciencia .......................... 10-3
9. El problema
de}criteriadeverdad.....................
.. ».o.. .. 305
V1¬);LNaturaleza
dela conciencia:
ellaesseparación
M L M ........... 104
12. La conciencia da su criterio en elia misma .......................... .. .. 107
13. La concienciase prueba a si misma ......................... .;......................... .. 112
14, El movímionto ¿e la concienciaes lo que propiamente
se llama experiencia .............. .................................................. .. 118
15. La experiencia de la concienoiaes dialéctica .............................. ...... 120
16. El camino hacia Ia cienciaya es ciencia ............................................. .. 123
17. La concienciay el saint absoluto ........................................................ .. 127

INTRODUCCIÓN A LA FENQMENOLOGM DEL ESPÍRITU


{Texto bilingüe}

Texto alemán ................................. ................................................................ .. 132


Texto castellano ...................... ...... .... ....................................... .. 133

Notas a ¡a traducción ....... ........................... .................................. .. 153


Aceptécongustola solicitudde loshermanosodo
AmeliaoPodetti
de e3-
oribirunaspalabrasa maneradE prólogosobreestetrabajo.Ho otenido
y
tengomuyoopresentesvosus
enseñaozaaque
ohicieron
unaooontrihución
im»
portantea la reexión y la autoconciencia
delpaísenun momentosingular
desuhistoria,enlasdécaciasode
1960y 1,970.
Aunquesuprematuramuer-
te nosprivóseguramentedeouna mayorfructicacióndesupensamiento,
sutrabajofenvla
cátedrauniversitaria,
susartículos,
suparticipaciónenlos
ricosdebatesdelaArgentinadeesosaños,alcanzaron para dejarsentadas
ideasy rumbos demvestigaciónquesiguenteniendounatremenda actua-
iidad. r » ï
En un momentoenel queAméricaLatina resquíore
justamentedeLuna
autoconciencia
renovatla,
queseacapazde íntegramente
supropia
condición,
susparticularesnecesidades, para sóloclesdeallí producirsus
nuevasy propiasrespuestashistóricas,creosumamenteoportunorecupe-
rar el esfuerzo
cienuestrospensaáores,nuestros
lósofos,¡delmismomodo
en quelo hemosvenidohaciendo, desdehacealgunascïéoadas,connues-
trosescritoresy poetas.Quierodecir,asícomodimosunogran saltoenla
valoración de nuestrasietras,en parteimpulsados
desdeel exteriore1
ofamoso
boomdela literatura latinoamericana»; tenemospendiente un sal»
to similaren relaciónconnuestraproducción losóca.
Sería, además,ei mejor homenajea personalidades oque,comola de
AmeliaPocietti,hicieronun apostolado de}empeñoen pensardesdenues-
tra propia y singularrealidad, no en funciónde escuelaso categoríasadop-
tadas,sinoa partir de nuestraspropiasnecesidades, comoJuan Bautista
Alberdiya nosplantearacuandosecerrabael momentoauguraidela Inde-
pendencia,en la década de 1830.
Un buenejemplode esa actitucïes estetrabajo,para el que asumióel
desafíode oecer una nueva versión en castellanode un texto célebre,como
ines1aIntroducción
a ia Fenomenología
delEspíritu.Célobre
porel papal
do}esaoobraonooïao
historiadoia ïoooa moderna
y contemporánoa,y céle-
o- o o ¿u a
12 Jorge Marin Bergogiio, 3.-].

bre por su eomplejidad (Ia Introducción a la Fenonzenología del Espíritu, ha


dicho Heidegger, osa realizar un salto absalutn al Absoluto...)
Porque detrás de este partímar empeño, como en el de sus traducciones de
Edmund Husserl o Nicnlai Hartmann, alentaba el programa de una cabal y
creciente aprcpíacíón del pensamiento clásica, medieval y moderno, para
que nuestro prapio pensamiento pudiera desplegarse con vocación univer-
sal, no sólo local.
Sería muy dicil hacer losoa en el mundo contemporáneo salteándo-
se a Hegel.Y Amelia Podetti formóparte de un momentodel pensamiento
argentino en el que se intentó un diálogo genuino con el lósofo alemán:
allí descollaron sus maestros Carlos Astrada y Andrés Mercadü Vera, pero
hubo otros también impartantes}, Entiendo que un cïiálügo es genuino cuan-
do las preguntasvsonauténticas, es decir, propias, no adoptadas;cuando
nacende una reexión surgida delos problemas,ios desaos; las inquietu-
desy Iiasesperanzasdeunatomunïdad determinada. Los grandes probïe»
mas humanos soznain duda,universales, y en cierta mudointemporales;
peroen1aconciencia
dellósofncorrenel riesgodecïesvanecerse
enforma-
laciones vacías, abstractas, si no pasan par eltamiz de ¡a pura y dura rea-
lidad. Y la readad es siempre encarnada,particular, concreta.No puede
haber accesoa la universalidad sin asumir, piernae íntegramente,laencar-
nación.
Entre los rasgosbien conocidosde los hábitos docentescieAmelia Podeis-
ti estuvo su apegoa 10sclásicoslosócas y su pocointerés por los comer»-
taatas. No porque no creyera en la utilidad de éstos sino por su tenaz
vocaciónde estabïecernuestro propio diálogo con la tradición losóca.
Hoy podríamosdecir: ella forma parte de quienesharrcontribuidn a cons«
truir nuestra propia tradición en la exégesisy los comentariosde la loson
ña clásica,medievaly moderna.Y naturalmente una pana signiaativa de
ese diálogo genuino con ia ist-ación losóca era y es la Iabor de producir
versiones castellanas técnicamente cansistentes de esos clásicos.
El team:que se edita hoy por primera vez bajo la forma «ielibro tuvo uso
interno, por varios años,en mareossobreHistoria dela Filosoa Moderna e
Estaria de la Filesoa Contemporánea de Eosque Amelia Podetti partici»
paba como decente. Quiso e} ¿estimoque también lo propusiera como mate-
rial da trabajo en uno de sus últimos cursos, en 1978, justamente de Fílosow
ña de la Historia. Ese curso estuvo, raticando la idea de la necesidad de
hacer nuestra propia revisión de 1ahistoria de Occidente, centrado en San
Agustín y en Hegel, algo así como las dos puntas de la losoa de la
historia en Occidente.
Precisamente por ello en ese momento empieza a expresar su idea de la
irrupción de América en la historia como el hecho andamenta} de la m0-
demidad, pues da lugar al surgimientn de la historia universal. Y si bien el
Próïoga 13

cunceptude historia universal fue ampliamente usada ya por Hegel, la


formulación de Amelia Podetti toma distancia ¿el lósafo alemán, así como
cieotras visiones europeasde 1aIrstoña, en las queparecieraque el hacha
de Ia planetarizacíón, como ella dice,no termina de ser asumicloen todas
sus consecuencias históricas y losócas.
Reítern entonces mi crmvicciún acerca de la tan propicia aportunidad en
que reapareceeste trabajo de Amelia Podetti, ente a la multitud de sig-
nus que en nuestro presenteratican la perennídaddel objetivo y la espe-
ranza de una América Latina unida y solidaria, caminando en pos de su
máspienaexpresióncultural y civilizatoria,paraejercersusresponsabili-
dadeshistóricas en plenitud, para sí misma y para el mundo.
Esperoqueesta relecturay diálogoconun clásicodela historia de la
losoa, nevadosa cabodesde estaarcillalejana de (incidente, sigadando
frutos en nuestras universidades y en tados los ámbitos en los que debe
rearmarse nuestra xerte vocación por el dominio de la losoa. Somos
por ciertoherederosdeuna magnínatradiciónal respecta,desdee} mo-
mentoaugura}en quepersonalidadescomoAlonsodeVeracruzoVascode
Quiroga en México, o José cieAcosta en.el Perú se animaron a pensar a
¿américadesde América y como americanos.

CARDENAL Jonas Mama 13334309150 SJ.


Arzobispo de Buenas Aires
Buenos Aires, 20 de febrero de 2006
vertencia preliminar

L La traduccióny el aumentaría
a la Introducción
a laLFerwmVenologúz
del
¡Ïïzpírituquehoysepublicaherealizada en1966enelcontexto
deestudios
hegelianos deL
la autora.En 1978fueobjetodeunaedicióninternaen}la
Famltad de Filosoa y Letrasde la Univemidaúde BuenosAires,para su
utilización
enel cursodeFilosofía
dela Historia,
dictadoporAmeliaPodetti
en el pmer semestre de año,centrado en}SanAgustíny Hegel.La
presente edición
sehaefectuadosobreiaïáasededosoxigínales mecanogra-
ados, unode ellosconcorrecciones manager-ima de la autora,tomando
también. encuenta}
1aediciónLinterna
dela gamma. El oxiginaldela tra»
¿acción estáfechadoen 1966Lye1delcomentario en}1968,
Conpastel-indad a sugraáuación enla VFacultadde Filosoa y Letras
de la Universiáadde BuenosAires,Amelia Podetti amplió sus estuáios
sobreHegelcon0th) Langfeider en un seminarioparticularreaïizadoen
1959y en otroscursos,mientrasestudiabaalemán.Paralelamenteexistan»
{fijó
susIecturasysuaprendizaje
¿eLaioaoa ValemanaVen
Buenos
Airesy
en París;en esteúltimo casoconPau! RicoeuryJeanWahl

l. Datosproporcionados
pu: el doctorArmandoPnratti, adjunta-deAmelia Podettien esa
cátedra. W
2_OttoErichLangfeïderfuepmfasorcieRimax-ia de la FilosofíaCantemporánea
enla Facu}.
tad de Fiiosoa y Letrasde la Uuiveersicïad
de BuenosAiresy miambmrelatordel Congreso
NacionaldeFilosofíadeMenúozaciei949. En 1959realizóia primeraversióncastellanadela
Fénemenlg de la conciencia del tiempoEnmanente, de EdmundRussel-l,que publicara
W la editorial Nova.
y 3. CursosobrekaCríttïca
dela razónpara(Francisca
Romero
y AdolfoCarpio,1957-1958};
seminario sobre la Introducción a la mezczfïsicade Heidegger (A. Cazpia, 1959); seminario
sabrelas MeditacíanescartesmnascieHusserl (Andrés Mercado Vera, 1960); cursa sobreKant
'
y Hegel(Sedán;
Abona,
1960);cursoNietznhe at la pensáscontempuraine(Jean Wash}.
1961-
IQESÉkmKBG Des Méditasians cartészïenmsa la Criss de SciencesEuímpéenues {Pau} Hitman
ïlülaifz}; cursa ¿intraduction au prehleme du temps. La nation de conscience {R RL
emm,961-1962
* desobjetivas
auxMédimiions
¿eegcartes
(Ferdinand
A1»
15 J. Ramim Ïhïdetü

El trabajo sobre textos de Hegel fue parte de su labor docente y de inves-


tigación enla Facultad de Filosoa y Letras cie la Universidad de Buenos
Aires, que inició a su regreso de París. Así, en 1964 integró como docente
auxiliar el seminario sobre la Fenomenolagía del Espíritu dictado per el
profesor Andrés Mercado Vera? en 1965, y en el mismo carácter, participé
del mxraode Historia cie la Filasofía Contemporánea, también dictado por
Mercado Vera, cuyos textos de trabajas prácticos fueron el Prefacio y la
introducción a la Fenanbenología dal Espíritu; en 1968 y 1970 fue jefa de
trabajos prácticos de otros dos seminarios de Mercado Vera sobre la Fencr
menologia del Espíritu.
El texto de la Introáucción se publica, tanto en alemán como en la vere
sión castellana de Amelia Fodetti, manteniendo la numeración que la auto»-
ra diera a los párrafos no pertenece al original de Hegelmpara facilitar su
correlaciónconel comentario.Éstesedesarrollaen tres capítulos,dividi-
dos a su vez en diecisiete subtítulos que se corresponden con los diecisiete
parágrafos de la Intruducción. .
El procedimientofue usadopor Martin Heideggeren su trabajo El com
capta de experiencia en Hegel -inc1uídr3 en el vnlumen Halzwege (1950)»
cuyo desarrollo es también un comentario a la Introducción ala Fenameno-
logia del Espíritu parágrafo par parágrafo? Es evidente que Amelia Podettí
manejó ampliamente este trabajo de Heidegger, al que cita siete veces en su
propio comentario, aunque no siempre coincide con Ia mterpretación que él
ofrece del texto de Hegel. Cama no se dispone de ninguna indicación preli»

quié,19614962);
cursaÉïude etcommentaire
desPassiarw
de¿ame
deDescamas
(F.Alquié,
l,961-1962); curso Introduction a la philoaophie de Descartes (Henri Gouhier, 1961-1962};
curso Kant, Prolegomenea" (M. Guille-nuit, 19614962); seminario Razón y realidad en Bus»
serl (Eugenio Puceiarelli, 1964).
4. Andrés Mercadc Vara (1918-1992) se graduó en 1945 en Fiïnsaa en la Universidad de
Buenas Aires. Fue discípulo de Carlos Aguada y su acunm en Gnoseslogía y Metasica, y
luega adjunto y titular de ¡Bateria de la Filosoa Muüema. Es autor de Carlos Mirada, la
revolución existencial, Buenas Aires, Li bros de Hoy, 1953; Valoración de ¿aFenamenología de!
Espiritu (en 291.),BuenosAires, Dwenir, 1964; Apenas para la. fumianrentación de un fïlosaw
far latinoamericana, Universidad Nacional de La Plata, 1974, y El proceso dialéctica en la
Fenozrmnalogía", Fenomenelugía traseendental y teoría ¿el conocimiento, Astrada y la feo
nnmenalogía, la losoa política de Hegalï enanaotros artículos. además de haber realiza-
da una labrar docente memurable.
5. Con la única excepción del parágrafo 16, al que Heidegger dio tm tratamienm especia} pues
lo consideraba clave de todo el texto. De ahí que Heiciegger hable de dieciséis parágrafos y
m: de diecisiete.
6. La edicióncitada por la autora esM. Heidegger,Hegel et son conceptde Fexpérience,en
Cheminsqui ne ménenlnullepart, trad. francesadeWalfangBrokmeiery ediciónde Francois
Fédier, París, Galljmard, 1962, pp. 101-172. Actualmente está disponible la traducción casta»
llana de Helena (Janés y Arturo Leyte, El concapto de experiencia ¡ie Hegel, en M. Heideg-
ger. Caminos de bosque, Madrid. Alianza, 1996, pp. 31:24am.
Advertencia preliminar 17

¡minar a su propio comentario, no es posible saber si la idea de este trabajo


se tomó del análogo de aquél. El concepto de experiencia en Hegel pravine
de un cursosobrela Fenanaerwlogía
del Espíritu cfrecido por Heideggeren
el aim académico 1942-1943. Su contenido fue luego expuesto y debatido
por el autor en dos oportunidades en trabajo de seminario, y posiblemente
fue reelaboraciopara la publicación de 3.950,7Su referencia textual, en cuanto
a la Introducción, fue La¡adición mítica de 1a Fenamsnologm del Espíritu
emprendida por Johannes Hoaeister y publicada en 1aPhilosaphische ÍBi«
blánthek de Felix Meíner en 1937.
Para su traducción, Amelia Padetti usó la edición de Maine! ¡le 1952
(volumen V de las Obras completas, texto jado por Georg Lasson) que rei-
tera la ediciónde 1937,y corontó, comasurgede sus notas, con la traducú
ción castellana completa de Wenceslao Roces, editada por Fondo de Quita»
m Económica, y con la parcial de Xavier Zubiri (Prefacio, Introducción y el
capítulo VIII y último, El saber absoluto), editada por Revista de Ücciden-
te, en.su colecciónlhxtos Filosócos, en 1935.También tuvo en cuenta la
raducciónancesa y la obra clásica sobrela Fenomenoiogíadel Espiritu
de Jean Hyppolíte, la traducción italiana de Enrico de Negril y la traduc-
ción inglesa de J.»B. Baíllief"
La primera versión completa en castellano de la Fenomenalagía del Es»
Lpíritu fue la citada de Roces, realizada can la colaboración de Ricardn Gue-
rra, que salió a las librerías en enero de 1966. Roces calicó su trabajo
tam!) intento y así lo fundamentaba en las palabras preliminares a la
edición mexicana de su traducción: No por prurito de modestia, sino por-
que realmente es así, calico de primer intento esta versión españolaque
lraquíve la luz. Estoy absolutamrentesegurode que una labor de esta natu-
raleza, por muchoque se aquate, nu puedealcanzarresultadss satisfacto»
¡dos en un primero y personal empeño. Que sólo la crítica de muchos brín»

i 7. Los datos previenende las referenciassobrelos textns incluidos en Hcaizwege. M. Heideg»


'
_ r, Hegelmï p. 312.Del mismoaño 1942,pero anterior al consultarlay referido por Amelia
fPezsdetti,
existeotro trabajo tie Heidrr sobrela Intreclnccíóna la Fenanmnalogmdel Espíri-
m, racientementetraducido al castellanopor la doctoraDina Picatti, Dilucidación de la Irr-
mtsducción a la Fenomaermlagía del Espíritu.de Hegel, y publicadaen el volumen M. Heidegw
Hegel, BuenosAires. Biblioteca Internacional Martin Heidegger-Almaguer,200D,313
* 331:),
Presumiblemente sa trata de la versión original del contenido del curso 19424943.
G.W.F. Hegel, La Phénaménologie de ïEsprit, traduction de Jean Hyppniite, 2 L. París,
Aubier, 1939,y J. Hyppolite, Génesee: structure de la.Phémzrrwnolngie
de ¿Esprüde Hegel,2
iwíParís, Aubiar, 1948.
l 9; Glïlï. Hegel,Fenamenolagia dellaSpirizo,trad. Enrico de Negri. 2 VOL,Florencia.La Num
vá Italia Editrice, y Enrico De Negrí. I Principí di Hegel, Florencia, La Nuova italia Editrice,
_1' g
Hi2gEÏ¿
TherPhenamenologyafMind, trad. «LB. Baillie, lsondrex, library of Philoso-
¡B J. Ramiro Padetti

dará los elementesnecesariospara ir superandosobre la marcha, en un


procesode correccióny perfeccianamientu,el texto españolque aquí se es-
tablece como punta de plartidaï"
Pesea quepudieranefectivamente
considerarse
las palabrasde Roces
utol desu modestia,al provenir del principal traductor de obraslosócas
y humanística alemanasal castellano«alrededorde cientítulas, son en
realidadun tastimonio
dela dicultaddel textohegeliano.
Así,la lsraduc»
ción de Amelia Podettí, pesea lo limitado de su extensión conrelaclón a la
obradeHegel,puedeconsiderarse
comoun aporteenel sentidodelo pen-
sadopor Roces.Más allá de la pura traducciény de los debatestécnlccs
wlexicográcos,
sintácticos
y semánticosm,
talesesfuerzos
hansidoysigtïen
siendouna partedel procesode mcorporación
de lo mejordela tradscïzón
lasóca alemana a ia reexión losóca en castellano y al desarrollo de la
cultura losóca latinoamericana. Par eso puede resultar oportuna evocar
también el contextolosóco del trabajo de Amelia Podetti.

El ambiente losóco en la Argentina en e} período 19404970

Despuésde un fugazpasoperla Facultadde Derecho,AmeliaPodetti


ingresóen la FacultaddeFilosoa y Letrasen 1948,cuandoya estabaen
cursola organización
delPrimerCongreso
NacionaldeFilosoa,uneyento
queresultaríasingularenmuchos
aspectas,
y queestimularíg
el ambxente
de los estudios losócos en la Algentina. Coriolano Alberinf lo ha con»
siderado
la culminación
deun períodu
¿leespecial
importancia
paralg lo»
sofiaen la Argentina,expresadoen la creacióndeinstitucionesy socaedav
deslosócas, la irrupción de editorialescensagradas a la losoa y la
crecienteproducciónbibliográca,junto conla realizacióny publicaciónde
traducciones directas de clásicos losócos.

11..W. Ranes,Nota del traducmr. en G.W.F.Hegel, Fenamenotogíadel Espíritu, Méxicc»


Buenas Aires, Fundo de Cultura Económica, 2956. P- 1»
12. CariolanoAlberiní (1886-1960),
graduadaen la Facultat! de Filosoa y Letras de la Uni»
versidad
deBuenos
Airesen1911,
cuando
llevabaunadécada
y mediadefundada,
fuesu
almamatar.
Integrante
dela Reforma
Universitaria,
impulsó
la candidatura
deAlejatïdro
Kerr),primerdecanopostReforma,y de su sncesar,
RicardoRojas.Luegoseríaél ¡msnm
decana,en ¡annaaltemacia,ciurantetres períodos.Primer titular de la cátedra de Intruduc}
cióna laFilosoaen1920.
fueprofesmdeGnoseolcgía
y Metafísica
enla Univefaiáad
Nzlcic-
naldeLaPlata.
Introductm-
deBergman
yCrece
enlaArgentina,
seocupó
tamlnén
deEplste-
mología.Fuevicepresidente
del Comité(le Hunury secretaríatécnicodualPruna:Cangreso
Naciunlal de Filusoa de Mendoza de 1949.
13.C. Alberini, Prólogna Luis Farré, Cincuentauñasde losoa en Argentina, Buenos Aires,
Pensar, i958, pp. 749. -
vertencía preliminar 19

Esta actividad se desplegó no sólo en las aulas universitarias. Desde el


legio Novecentista,fundadopor JoséGabriel en 1919y animadopor Ale-
l sandraKorn y Coriolano Alberíni, hasta la SociedadTnmista Argentina,
ancladaen 1948,pasandopor la SociedadKantiana y el ColegioLibre de
EstudiosSuperiores,impulsados
entre(¡trosporFranciscaRomero,
surgie-
M911varios ámbitns signicativos de reemén losóca en eseperíodo.A
Llpartir de 1922seenseñalosofía enlas Cursosde Cultura Católica CCCCJ,
í Cátedraque con el tiempo dará lugar ala creaciónde una Escuelade Filo»-
; soa bajo la dirección de OctavioNicolásDerisi, y que es antecedentede la
másimportante fundación de Derisi, la Universidad Católica Argentina.
íLllLasCCCpatrocinaron la venida deJacquesMañtain en 1936y más tarde la
¿laRéginalclGazïigou-Lagrange,así comolos novecentistashabían recibía
51:1:
el fuerte inuja de Eugenio D0rs y José Ortega y Gasset.También de
, las CCCsurgeel grupo Convivio,quemarcan-íasignicativamente, por ejem-
pla, al poetay escïritcrde raigïambremetafísica LeopaldoMarechaIH-EOtro
ï núcleolcsóco de importancia secreóen el senodel CulegloMáximo de la
(Zompañíade Jesús, mudado en 1931,y en el que se destacaríala labor de
ismael Quiles 3.1., entre otros. En Córdaba, Nimio de Anquínl y Rodolfo
Martínez Espinosafundaron el instituto Santo TomásdeAquino en 1932,
lásurgidnde la tertulia losóca de Luis Martínez Villada.
Otro sign) del mismoprocesoesla incorporacióna las cátedrasde profe-
ures formados en el exterior, especialmenteen Alemania. Además, el

M. VéaseAlberto Caturelli, Histaria de ¿afilosofía en la Argentina 1600-2000,BuenosAires,


Íïliudad
Argentinalïniversídaddel Salvador,2901,pp. 678-680y 809,e Introducción.La
losoa argentina, en Juan AdolfoVázquez,Antoiagíalosáca argentinadel siglo XX,Buzz?-
»¡msAires, Eudeba,1965,p. 26. Entre los ducentes(le las CCCguramn hombresde la talla de
l LGGIIEITÓD
Castellani y JuanRamónSepich.El padreLeonardoCasmliani (181)5214981), alum-
na de ÉmileBréhieren la Snrbonay deJosephde Maréchalen Lnvaina,llevóa cabouna
intensa y múltiple obra que se conocemásen el terrerw de:la limratura, el ensayay la teoluv
gía, peroque en losva centríbuyóa la reexión sobreSïïrenKíerkegnard y Anmnin Roami-
_ni. En materia dedisciplina losóca escribiúConversación y crítica losóca, BuenasAires,
lïïspssaalpc, 1941,230 9p.; Elementosde metafísica,Dalia, 195i, 225 m3., y DeKierkegaarci
i: TomásdeAquirw. BuenosAires, Guadalnpe,1973,264 pp.
Mi En npirúónde GracielaMature),Marechal guardó ímbcrrablerecuerdade esaexperiencia
y especialmente de César Pico y Ibmás Casares"; G. Mature), Mamchal, ¿elcamino de Zn be..¿e«
2a, Buenos Aires, Biblos, 1999. p. 29.
16.Saúl Tabnrda(18854944),provenientedel anarquismo.segraduóan Derechoen la Un}
xzarsidadde La Plata en 1913.Entre 1922y 3926 permanecióen Europa, dendeestudió a
lviussterl,Cassérer,Schelery Carl Schmitt en Marburgo, Zurich, Viena y París. Luis J uan
Ciuerrero(189949573se doctoróen Filasotïaen la Universidad de Zurích-Marburgoen 1925
sean¡a tesisDie EntstehungeinerallgerrteinenWedlehrs¿nder Phílosaphieder Gegenlauan (El
(¡Wigan de una axiolagía general en la losoa cantempnránea)publicada En Marburgo en
¿QïliPrnveniente
come
Alberinídelaslas dela Reforma
ílníversitaria,
fueprofesa?
de
PÏÉVÍÉÏHEÏÉEHÏÉÏIÍÜE
enla Facultad(leFilosafíay Letrasdela {Jniversidad
deBuenos
Airesy enla
20 J. Ramiro Podetti

manejodetextosfundamentales dela losoa alemanafuemuyimportan-


te para los estudioslomícos en 1aArgentinaa partir de la segunda y la
tercera décadadel siglo XX." Se ha señaladola primera y larga visita de
JoséOrtegay Gasset«seismesesaen 1916,camaun puntodeinexión en
cuanto a la inuencia de la lasofía alemana en la Argentina, ndamen-
nalmentea partir del ímpuïsoquedio al estudio deguras comoEdmund
Husserly Max Scheier,A] mismatiempo,seincorporana la cátedraprofe-
soreseuropeos, entreloscualescabedestacarmuyespecialmente a Rndoífo
Mondalfo (1877-1976),quien al emigrar en 1940ya era una eminenciain-
ternacionalen filosofiaantiguadesdesu sedeen la Universiad de Bala-
nia,y quecontinuaríasuampliaproducciónenla Argentina,Enseñóenlas
universidadesde Córdaba(19404948) y Thcumán(12)49419523, luego de lo
cua}se retiró de ia actividad docenteregular, aunquecircunstanciaïmente
dictócursosy conferencias
enla UniversidaddeBuenasAires.La Univer-
sidad de Tucumán contrató en 1937 a Manuel García Morente, discípulo de
Ortegay Gasset,comointegrantedelprimereïencodocente
delreciéncreado
Departamenmde Filosoa, dondeímpartiría ¿oscursosquedaríanlugar
más tarde, editadas por la mismauniversidad, a sus Leccionespreiimina-
res de osofïa.
Todoesteprocesoexplicala aparicióndeun eventodela magnituddel
PrimerCongresoNacionaldeFilosofía,realizadoenMendozaen 1949,que
fue en los hechosun congresointemacional. Atal punto, que seconvertiría
enel primer granencuentrolosóco conposterioridada la SeguradaGue- V
rra Mundial,permitiendola renovacióndeldiálogopersonalentrenumera»
soslósofos luegodeIa largaintermpción,tramolo señalaríaHans-Georg
Gacïamera} hablar en la sesiónde apertura en nomlïre de los membros

Fïauultadde Humanidadesciela Universidad Naciona}de La Plata hasta 1955.Fue miembro.


secretario
deactasy expositnren¡madeiassesiones planariasdelPrimerCana-eso Nacienai
daFïlusoadeMendoza,y a su cuídatinestuvoia edicióndelasActas.En opiniándeAiberto
Buela,Guerrerocreé,en ios tresvolúmenes de suEstética.
(Revelacióny acogimientode la
abradearte,1956.Cmación y ejecución
dela obradearte,1957,y Promoción y requerimiento
de¿aobradearte, 1967)el primersistemade esadisciplinaen hangua castelïana.Nimiode :
Anquïn(18964979) estudióen 1926y 1927enHamburgo, dondefuealumnodeErnstCassi-
rer.Profesorciemgicay MetafísicaenIa UniversidaddeCórdoba y ducto:-
hcmoriscausaper _
la UniversiúaddeMaguncia,en 1955fueexpulsada desuscátedras.Fuemiembrorelatore I
integrantedel comitéejecutivode}PrimerCongreso Nacionalde Filosaa.VicenteFatone
(1903-1962)partióa Calcutaen1937,¿andeestudiópordosañosel pensamiento hindú.Car-
losMirada, tal vezel lósofo argentino de mayor compenetraciónconla losoa alemana,es
considerado aparte.
17.Yaen 1930sepubïicenBerlínel libro deCoolanoAïberíniDieDeutsche
Philosophie
in.
Argentinien,
ctmpróiogo
deAlbertEinstein
(Mbeníhabíapublicado
eni924 en¡aRevista
de.,
EaUniversidad
deBuenos
Airesel articulaLa refarmaepistemoiógíca
deEinstein, y fueuna
Ativeztencia
preliminar 31

europeos.Por una razónsimilar podría considerarsetambién el primer con-


greso latinoamericano de ñlosufïa, como lo destacó J uan Hambías de Aze-
¿vacioen su discurso de la sesión de clausura, al había! en ncambrede los
Lmiembros latinoamericanos. Participaron 105 miembros relatores extran-
, jems, 120 relatores argentinos y 59 adherentesactivos, entra argentinosy
extranjeros. Puede apreciarse cabalmente su sigzicación global en la
evocaciónque uno de sus miembros,el lósofo peruanoAlberto Wagner de
Reyna, efectuara en 1999 con mutivo del cincuentenario de la cita losóca
1 znendocinaïLa dimensiónseñaiadaresalta per e} contrasteque haceWag»
j ner de Reynaentre el Congress)de Mendoza y el último gran. encuentro
losóco internacional que lo precedió,el CongresoDescartes,realizado en
[ París en 1937, con motiva del tercercentenario del Deïscursodel método,
Vhündamente condicionado«y conmocionado»por una Europa desgarraday
en ias vísperas de una nueva catástrofe histórica.
L Nepuedeextrañarquela ich-za
derealizarun congreso
delosoa sur-
gíera en el ambiente intelectual argentino de Ia época,y especialmentesi
t se toma en cuenta que el orecimientn que se ha señalado a partir de la
Vaagnnda y tercera décadas del sigla XX implicaba además la existencia de
¿un rico diálogoy una agudapolémicalosóca. La que resulta llamativo es
y ¿guela iniciativa apareciera en un ámbito relativamente nuevo para las
estudios humanísticos (la Universidad de Cuyo fue creada en 1938y un
17
ñïküdespuéssu Facultadde Filosoa y Letras).Entre los primerosprofe-
¡Í891135
de Fiïosoíïa de la nueva facultad se contaron Manuel Trias, Juan
pichzy Siege Pro. La idea fue asumida y promovidacon entusiasmopor

18.Entre los miembrosrelatoresextranjerasestuvierox:Bertrand Russel},BenedettoCrane,


Kari J aspers,Gabriel Marceï,Juíián Marías, Hans-GeorgGadamer,Micheie FedericaSciac-
í JacquesMaritain,NimlaiHartmann,NicolaAbhagnann,
MauriceBlandel,ÉmiíeBréhier,
EugenFink,JeanHyppolïte,WernerJaeger,NormanKempSmith,LudwigLancïgïebe,Karl
wwith, G. E. Moure,Eduard Sprangm,RégínaldGarrigou-Lagrange,ErnestoGrássi, Come»
Íü Fabre»,Louis Lavalle, Juan David García Baena. Entre los miembros relatares latinoameri»
¿anosestuvieronJoséVasconcelos, FranciscoLarroye, Joáo Cruz Costa. Guienïm Franca-
vich, Alberto Wagner de Reyna, Danilo Cruz Vélez, Carlas Vaz Ferreira, Mariano Ibérico,
ÏzzanLlambías de Azevedo,FranciscoMiró Quesada,OswaldoRnbles.Alceu AmarosoLima
¿latasdel Primer CongresoNacimmi de Filosafïa, t. I, UniversiciadNacional de Cuyo,Mendo-
¿{s(19503,pp. 23-41.Hay un estudia de las ponencias:Nancy Simó, El Primer Cnngrxesa
NacianaldeFilosoa deMendoza,tesisde ïícenciatura,Mendoza.Universidadde Cuyo,2004.
23.A. Wagnerde Reyna,La fiesta ¿e 1alasoa, despuésde doceaños de cuaresma.en
anxzraemaaños de La comunidad organizada". Buenos Aires, Fxmdaciún Cuïtura et Labor,

¿cifréciitiui dellósofo, ik»,1946,124pp; Lecturasde zrwzafzïsica,


ill, 252 pp; Introducción a la
t namasAires, Emecíe,1952,201 pp.; La lasafïa de Ser y Tiempo de Heidegger,Buenas
ta;Nltïmïíéíïïlp, 1954,52?333),;
Propedéusicalosóca. ¡referia al Sistema de ¿acien-
22 J Ramiro Podetti

el rector de la universidad, el heïenista Irineo Fernando Cruz? La resolu-


ción de Cruz, de diciembre de 1947, dene el evento como Primer Congre-
soArgentino de Filosoa, pero determina que deberá hacersecon particie
pasión de todos los paíseshispanohablantes.A1 año siguiente, se dio al
congresocarácter nacional por decretodel PoderEjecutivo y se lo dotó de
fondos especiales,aunque se conrmó al Comité Ejecutivo y a} Comité
de Honor ya existentes. Así io juzgaria Alberíni: Tiene lugar, por n, un
gran acontecimientoen la historia de la ctútura losóca argentina: se rea-
Iiza el Primer CongresoNacional de Filosofíade Mendoza,espléndiciamen-
te apoyadopor el Estado,habiendosido, en realidad, un CongresoInterno»
cional. Todosestos antecedentesrevelan que el ixzteréspor la losofía ha
cobrado un vuelo extraordinaria???
Dentro de este fenómeno general »«yen el marco particuiar de la pre-
sencia de la losoa alemana en la Argentina entre los profesores que
marcaron con su inuencia a Ameiia Podetti, se cuenta desdeluego Carlos
Astrada (1894»19'F0),
profesor de Historia de la Fiïosoíïa Moderna y de
Historia de 1a Filosofía Contemporánea entre 1936 y 1947, director
del Instituto de Filosoa de la Facultad entre 1948 y 1955 «el peodo de
estudiante de Amelia Podettiw, mdador de la revista Cuadernos de Filo-
sofía y titular de Gnoseolngía y Metafísica hasta 1955, año en que es ex-
pulsadode sus cátedras.Aguada, alumno de Scholar,Hartmann, Husserl
y Heideggerdurante su estancia}de cuatro añosen Colonia y Friburgo, fue
uno de Eosintroductores de la fenomenoïogía y el existencialismo en la
Argentina; ya en Idealisma fenomenalógtïco
y metafísicaexistencial (1936)
había reivindicado a Busscar}y a Heidegger como las dos principales opcio-
nes del pensamientolosóco contemporáneo.Ello inuyó muy posible-

cíuíe Hegel,version y exposición,BuenosAires, Itinerarium, 1972.312 pp; Latinaaruéca,


¿madureza decadencia ?.Instituto de Filosoa Argentina y Americana,Universidad sieCuyo,
1987,
288pp.Fueproesor
de Éticaer;laFacultad
deHumanidades
dela Universidad
CÏBLa
Plata hasta 1955.Entre 1958y 1966fue profesoren la Universidad Técnicade Berlín. En
1967 retomó a la Argaentína y fue profesor on la Universiciad de Cuyo hasta 1978.
21. Irineo FernandoCruz (19044954) egresóde ía Facuitad de Fiiosoa y Letras de la Uní
versidaddeBuenosAires en 1933,especializándose en ïenguaseii-fisicas.
A partir de 1940fue
profesorde Iangna y Cultura Griegaen la UniversidadNacionalde Cuyo.bras: La cuestión
hoznérica(1953);Horacio y su inuencia en.la cultura románica; El sentidode natumieza
entire los griegos; 1405idilios de Team-iio;Historia y fzumnnisma.
22, C. Alberíni, Prólogo. pp. 1445. El discursodeclausura del Congreso,pronunciadopor el
presidenteJuan DomingoPerón. se convertiría con los años,fundamentalmentedespuéscie
la intaetrupcíón(iii!¿sugobiernoconstitucionalpor el golpede Estadode 1955y su prescripción
por casi veinta años,en una cielas basesdoctrinarias del justicialismo, a} publicarsecomo
libro, bajo ei título La conmnidadorganaada; sereeditábajociistintossellosa io largo de esos
años. Se han atribuido diversas inuencias a su reáaccián, entre ellas ias de Carlos Ash-ada y
Nimiu de Anquín. Puede ¡caersecompleto en Actas, pp. 131-1705.
23. Astraciafue deslumbraclopor Heidegger,de (guíandiría que ante él senciamente, este»
_dvertencia
preliminar 23

t enteenla fuertededicación
inicial a losestudiosdeHusserlporparte de
JamahaPodetti.Astradafuetambién ungranestudiosodeHegel,delo que
ha áejadorastro en varios libros, desdesu temprano trabajo de 1931 En
¡komo a la losoa «ie Hegel hasta su obra póstumo, La dialéctica en la
filosofía de Hegel (1970), así comotaïnbién de Kar} Marx, a quien dedicó
varios trabajos? Se ha consideradoque el estudio en profundidad de He«
gol marcóun punto de inexión en su pensamiento,luego de la temprana
inuencia de Heidegger. En cualquier caso,hay coincidencia en que As-
trada fue más alïá del conjunto de sus inuencias. Alberto Caturelli, quien
alude al pensamientodeAstrada comoun ¿humanismo dialéctica, ha ar-
mado al respecto:El vítalismo de Nietzsche,el iáealísmo alemán (Hegel
principalmente) y la fenomenelogíaque va de Husserl a Heideggery Sche-
íor, iejos de su teatro geográco, alcanzóen la Argentina una formulacion
original como no la tuvo en ningún otro país de lengua castellana, incluida
o España. Me reero al pensamiento lerte, intransigente, sistemático y
trágico de Carlos Astradaï Aparte de su relación directa, comoalumna,
conAstrada, Amelia Podetti realizó gran parte de su trabajo docentey de
investigaciónjunto a MercadoVera, discípulo deAstrada que fuera adjun»
to de su cátedra de Gnoseologíay Metafísica.

El sentido de volcar ios clásicos filosóficos al castellano

En sus trabajos sobreel uso del casteliano en losoa, e! lósofo uru-


guayo Arturo Ardao ha reparado en la curiosa circunstancia de que las
guras que setienen comoiniciaáoras de la ïosoíïa española y de 1ahispa-

mosonpresencia
«podemos
decirïo
pesando
nuestraañnnación
delgenio.Fuesualumno
enFrnburgoen 1929-1930;basterecordarqueep 1927habiaaparecido
SeinundZeit.
24.El nzarxisma
y las escatologías,
BuenosAires,Procyon,1957;,
Marxy Hegel.ïhzbqioy
szlienocíón
en la Füilamïilgí y en los Manuscritos,BuenosAires, Siglo Veinte, 1958.
ïíáñ.
Asíioseñala
oo:ejemoïo
Juan
Adolfo
Vázquez,
Carlos
Astrada.enAntología,
pp.
206-208. Sobre la muenma cie Hegel en la Argentum, le escribía Mercado Vara a Alberto
Buela,aludiendoal libro publicadopor ésteen 1985,Derecho,
moraly Estado:Ustedpone
de relieve la sozerradaanidad hegeiianadel pensamientode Perón,así comoia áepuracián
pooulor
a la quelosomete,
tácitamente,
elconductor
[m]aigunavezyatambién
heintenta-
doÏodncar
estolgnorada
amdad,
quenmcho
hainuidoenmipropiatomadeposición
ïnoímcaL"! ¡o maite a que siga trabajando con igual {érvor e inteligencia; carta del 6 cie
enerode 1986,titanio por Nora ?avón, Alberto Buela, el hombre y su obra, articulo publi-
cadoen el sitioen ¡a red de JoséLuís GómezsMartínez(wwvmensayomom.ugmedu). Según
Pavón,Der-echo,moraly Estadodeendeía tesisdaa
quelanociónhegoiíanadeGatmngestá
anla génesisdeíaideadecontuniciad
organizadautiiizadaporel peronismo
comoprincipio
¡mudanzade su ideología.
26.A. Caturellí, Historia, p. 706.
2d J. Ramim Pcáetti

noamericana(Sénecay Manso de Veracruz),pesea la distancia de quince


siglosquelassepara,usaronla iengualatina parahacerlosoa. La refe-
rencia es útil para recordar que mientras e}latín fue la lengua par excelens
cia de ia losoa por casi dosmi} años,el castellanodic sus primeros pasos
comavehícuh)de disciplina iesóñca hacesólo dos siglos y medio, con el
trabajode}benedictinoJerónimaFeijóo;un sigiodespuésqueel francésy
e} inglés,peroen formacoetáneaconel ¿Hernán
(enestecaso,por obrade
Christian Wolff). En ese sentido no debe oividarse que cuando Kant; esta-
blecesuterminología,porejemplo,estáusandoun alemánpárvuïofosó-
namente hablandmïaPero el hechoes que la sustituein del latín perlas
lenguasvemáculasgeneróun prabiemade intercnmunicación dentro de
los paísesherederasde la tradición losóca grecülatina.Se han vivido
desdeentoncessucesivospredominioslingüísticas en ln que a esa interco-
municaciónse reere: durante el sigla XVIII el francés marcó e} rumbo del
lenguajelosóco (cuandoGottíïiedLeibnízdecideabandonarel latín, por
ejempln,escribeenfrancésy no en alemán),y seextendióal sigloXIX,aux»
queya en su segundamitad!el alemánempezóa hacersentir su inujo,
paravolversepredominantedesde principioscialsigloXX,que,noobstante,
terminó con una fuerte presenciadel inglés.
Sin entrar a considerar todas ias signicaciones, no sólo losócas na-
turalmenm, deestaspreáominíns,el hechoesque el desarmïlodel castella-
no losóco se vio necesitado,de modocrecientea partir delsíglo XIX,de
constituir su propia versión de los clásicosde ¡a losofía: desdegriegos y
latinos hasta las modernosen lenguasvernáculas. La importancia de este
procesapuedeapreciarsemuy bienen la deniciónde ias responsabilida-
desqueacompañan a la tareadetraducción,segúnel doctorHernánZue-
chi, traductor de la Metafísica de Aristóteles: La obligaciónde establecer
el estadode la cuestión,el deberde consultarla bibliogafía más apropiada
al tratamiento de cada tema, y la necesidad(o más bien ía aspiración} de
sintetizar, resumir, en n, de acertar con el sentido de cada libro, cada
capítulo,cadafrasey cadapalabrade la obra? Es manifiestoque todo

27.A, Axdau,Filosofia de lenguaespaíïala,Muntevitïeo,Alfa, 1953,p. 41g


28.Porejempla,Kant.necesitajar e!mnceptodeestéticawa}iniciodeia Estética¡Yascenn
dental áiferenciándosede Alexander Baumgarten. Las das volúmenesde la Estética de
Baumgarzen
aparecieron
en 1750y 1758,apenasalgomásdeveinteañosantesquela prime-
ra edición de la Crítica de {a razón pum, pero al iguai que tada la obra de Baumganen,
estabanaún esctritosen latin. Elio no quieredecir quee} usade las lenguasvernáctnlaseontra»
dijera el sentidociásicodelos términoslosócos, perosi quedebióestablecerseuna termino»
Magia nueva;en estecasa,Kant.quisorecuperaren alemánuna signicacién griega,peronues-
tro concepts
actua}deestéticaseajustaa}latinadeBamngarteny noal aáemán
deinspiración
griega de Emt.
2.9.Aristóteles, Memsxïca,traducción. introáuccíón,exposicionessistemáticase índices de
HamánZncc/hí, Buenas Aires, Sudíamericana, 1978, 633 119.,p. 7.
Avertencía preliminar 25

Lintente de estudiar y crear o recreazu-en losoa requiere aïgún modade


zjnnocimiento
y apropiacióndesu tradicióndosvecesmilenaria;perodebia
dma la crucial importancia del lenguaje en losofía, ta} conocimientoimpo«
neel esxerzo
ctieoderecuperacióny delidada 10ssignicados
pronun-
ciadas en la lengua originaria. ,
Por esouna medida de la signicación losóca que tuvieran en la Ap
gentina los años que se están considerandoes su esnzrzo por establecer
versiones castellanas (directas y con aparato crítico) de los clásicos. Gamo
muestra de ta! empeño, baste citar la traáucción del Parménides de Platón
(1944, por Rodoifn Agoglia, de quien años más tarde Ameiia Podetti sería
adjunta en su cátedra de Filosoa de la Historia en la Universidad de La
Plata), la primera versión completaen castellanode la Suma ïbológica de
Santo Tbmás (veinte tomos, por Leonardo Casteilaní, Antonio Ennis e Is»
mae}Quües,19434950),la PoéticadeAristóteles (por Eilhard Schlesinger,
titular de Griego de la Facultad de Filosofíay Letras de la Universidad de
BuenosAires, 1947),la primera versión castellanade 1aSumacontragenial
las de Santo Tbmás(cuatro tomas,por María MercedesBergadá y revisión
de Ismael Quiles, 1951),EZarte de la retórica de Aristóteles (por Ignacia
Granero,catedráticodel Instituto de Lenguasy Literaturas Clásicasde la
Universidad Nacional de Cuyo, 1951),la primera versión en castellano de
ia Cienciade la.Lógicade Hegel(dostomos,Rodolfoy AugustaMondoïfa,
1956),la RepúbiicadePlatón (porAntonio Camarero,titular de Griegode la
Facultad de Humanidades de ¡a entonces Universidacï Nacionai del Sur-
BahíaBianca, 1963),el Fedóny e}Critán {por ConradoEgers Lan, profesor
de Histaria de la Filosoa Antigua en la Universidad deBuenosAires, 1967
y 1972)y la Metasica deAstsóteïes(por Hernán Zucchi,profesorde Pstcnw

30. La muestra pretendeser representativade todael país,considerandotraduccionesraaïi-


zadasen el contentade actividad ioséfica académicaen Bahía Blanca, La Pïata, CUYÜ,Cór-
doba, Tïlcnmán y Buenos Aires.
31. Rodolfa Agogiia (1920v-1985)se graduó en la Facultad de Filosofía de la Universidad dg
BuenasAires en 1945con la tesisLa diaiécticaplatfmica,acompañada porla traduocióny e!
aumentaríadel Parménides.Fue Iniembrc)relatar de}.Primer Cangmsode Filosoa, profesor
y decanodela FacultaddeHumanidadesde La Plata entre 1954 y 1955.Obras:Platán,Buenos
Aírfzs,
Cfzntro
EditardeAmérica
Latina,1967;
Sentido
y {inyectará}
dela losafftz
moderna,
Lïmversxdaá
Éïatóïica
deQuita,
39'39;
Hísfnria
contemporánea
y cantempamneídad
de¿a¡Lista-k
rm, BuenosAmas,CentroEditor deAméricalatina, 1979;Concienciahistóricay tiempahmtóri
ca, Buenos Aires, Centro Editor de América Latina, 1980; Szïgzrticadohistórica de ¿ateoría del
derecho de Hegel, Buenos Aires, Centro Editor de América Latina, 1981. Entre sus anftículnsse
cïestacanCultura nacional y losoa de la historia en América Latina, Cuadernos Salmanti-
masdeFilosoa, 1981,La idea de ídentidacinacionalenAméricaLatina, Hechas e Ideas,1995,
y especíaimesnwe} que resumesu posiciónkzsóca, La losoa comosabiduría de} amar,
ReuisïnríeFikmafa, La Plata, 196?.Colíaboró,
junto canA. Caturelli y G. Casas,en Francesco,
M153381392
ïïiüemá italianamila losoa riaplatense,
«Florencia,
Valmartina,1969.
326 J. Ramiro Podetti

ria de la Filosoa Antigua en LaUniversidad Nacional de ÏPucumán).En


cuanto a la losoa contemporánea, en las décadasde 195¬)y 1960se reali-
zaron versiones de Russel-Iy Heidegger,entre ellas Qué signica pensar
(doscursosque Heideger dictó en 1952,y cuyaversión casteïíana,por Ha-
raldo Kahnemann,ya estabapubïicadaen BuenosAiresen 1958),la intra)»-
duccióna olametafísicade Heidegger(por Emilio Estiú, profesorde la Facul-
tad de Humanidades de la Universidad de La Piata, 1966), La pregunta por
la cosade Heidegger(por EcïuardoGarcíaBeisuncey Zoltan Szoxxkay, 1964),
o la Fenonwnoiagíade la constanciadel tiempoinmanente de Husserl (por
Ütto Lanelder, 1959)yLczlosofía comocienciaestrictadeBasset! (por Eïsa
Taborznigde ïucciarelli, 1962,quien en 1970publicaría un breve ensayo
sobre ias cuestiones inherentes a la traducción).
Se trata, asimismo, de un fenómeno paraïelo al que acontece en México,
y cuyomejorejemplo es la obra emprendidapor JoséGaosdesdee! Fondo
de Cultura Económica.
Dadoque hablar de traduccioneses hablar tambiénde editoriales,la
editorial Imsada creó en 1938 la Biblioteca Fiiosóca, bajo ia dirección de
FranciscoRomero,que editaría a Kant, Dílthoy y Saxüre,entre otros, así
como los tres ¿volúmenes de la Estética de Luis Juan Guerrero. La editorial
Nova creó hacolecciónLa vida del espíritu, bajo la dirección del doctor
Eugenio Pucciarellí «quien era director de tesis de Amelia Podettiw-que
incluyó obras de Heidegger,Husserl, Scholar,Simmel, Kierkegaard y Ga»
briel Marcel. La editorial Sudamericana formó también una Biblioteca de
Filosoa, bajo la direcciónde Juan Adolfo Vázquez,publicandola Historia
dela losoa de ÉmiieBrehier, y obrascieHartmann,Jaspers,Marcely
Gujtton, entre otros, ademásde la obra magna del Diccionario de losofía
de JoséFerrater Mora y Ia versión castellanade} doctor Hernán Zucchi de
la MetafísicadeAnstóteles. La editorial Hachette crearía, bajo la áirección
de GregorioWeinherg,su propia Bibïioteca de Filosoa, en Ia que se publi»
caríaolaversión ya citadade la Ciencia de la Lógica de Hegel, y los cuatro
tomosde la Historia de la losoa de PaoloLamanna, entre otros. La edi-
torial Emecéformó la Biblioteca Sophia de Filosofía e Historia, dirigida
por TomásCasares.Club de Lectoresy Descléede Brouwer formarían en
los mismos años amplios fondos editoriaies dedicadospreferentementeal
neotomismo.La editorial Aguíïar creóuna Biblioteca de Iniciación Fiïosó-
caque editóversionesprejos enformato de bolsillo de clásicosde 1aloso-
a, y entre 1947y 1951publicóias bras completasde Nietzscheen quince
tomos. El Instituto de Filosofía de la Universidad de Buenos Aires enearó a
su vez la colección Clásicos do la Filosoa, bajo ia dirección de Guerrero,
que en 194Gpublicaría la primera versión castellanadel De enteet essentia
de Santo Tomás,en edición bilingüe anotada a cargo del padre Juan Se»
pich..E1Instituto de Filosofía de la Universidad Nacíonaïde La Plata creó
una seccionalesWXÏZÜS en la que se pubiíoóel Proslogzïon
de SanAnselmoen
Advertencia preliminar Q7

ociición bilingüe a cargo de Beatriz Mass en 1950. La Universidad Nacional


de Córdobaformó una Biblioteca de Filosoa, que en 1967incluiría la elo-
giadaversión del Fedónreaïizadapor ConradoEggersLan. Por su parte, el
ColegioMáximo (le San Migue} crearía en 1938 la revista Stromata y la
Biblioteca Iberoamericanade Fiiosoa, dedicadaa la publicación de clási-
coslosócos en edición bilingüe. Dentro de esta biblioteca, y bajo el sello
del Club de Lectores,sepublicó la traducción de la Suma contra gentiles ya
aludida. Más oentado alos clásicosen sentido ampiio, el sello Marymar
publicónuevasversionescastelianasde Nietzschey Hülderlin, y publicó en
1976Hegel y ¿alógica de ía pasión de Héctor Raurích. Mientras surgen
ediioriales o colecciones,aparecentambién revistas losócas, comoValue»
raciones(La Plata, 1923)fundada por el grupo Renovaciónde la Reforma
Universitaria y dirigida por Alejandro Korn; Sustancia (Ïhcumán, 1939),
fundada por Alfredo Coviello;Sapientia (La Plata, i946) y Revista de F110»
sofia (La Plata, 1950), ambas mdadas por Üctavio Derisi; Cuadernos de
Filosofía (Buenos Aires, 51948),fundada por Astrada; Notas y Estudios
de Filosoa (Tucumán,1949)fundada por Vázquez, Arkhé (Córdoba,1952)
fundada por Nimío de Anquín, entre otras.
Cuandoasumióla presentetraducción,Amelia Podetti ya había realiza»
do varias versionesdirectas del alemán de escritosde Husserï: los capita»
los I y II deLa crisis delas cienciaseuropeasy la fenomenoiagíatrascenden-
tal (1959), la segundameditación de Meditacionescanesianas (1964),El
matado del presente viviente y la constitución del mundo circundante extra»
somátíco(1965)y Ei origen de la geometria (1966).Su manejo dal alemán
losóco se había desarroïlado también con versiones de otros autores, como
la Introducción a El hombre, su naturaleza, su situación en el Irlanda, de
Arnoid Gehlen (1961); extractos de la Tercera.Parte, El problema de la
libertadgiela voluntad,
dela ÉticadeNicolaíHartmann
(1963)
y losarw
tícuios Etica (de Haraid Dalías), Historia de 1a losoa (de Alwin Die-
mer e Iring Fetscher),Antropoiogia {de Jürgen Habermas),y Lógica y
logística (de Günther Patzig) de la EnciclopediaFischer (1964).

Por qué la Fenomenología del Espíritu

La eïecciónde un texto de la Fenomenologíadel Espiritu para continuar


con su ejercicio del alemán iosóco se explica en el contexto de estudios
hegelianosya señalado.Asimismo, el hechode que su comentariode Hegel
encierra en cierto modo también un diálogo con Heidegger «además de la
reiación natura} de la Fenomenalogía del Espíritu con la tarea losóca de
Husserl- es elocuenteen couantoal ambiente losóco en ei que eiia se
desenvolvié.Un anaiente que fue constituyéndose,comose ha descripto,
en las décadasde 1920,1930y 1940,y que en cierto modofmctificó nal-
28 J . Ramiro Podetti

mente en el Primer CongresoNacianal de Filo/soa. En.ese ambiente se


conjugaron el impacto de la fenamenolagíay el eidstencíalismcpor un lado,
y la renovaciónde las estudiostomistasy hegeliannspor otro.El debate
más signicativo del Congreso,en esesentirlo,fue dado entreel existencia»
lisina y el necrtomismo;en orden de importancia, sucedióa ambosla feno-
menología.El manïísmntuvo escasarelevancial-«pese a contar conun miem-
bro relator de alto nivel en estudios maraïistas como Rodolfo Mondolfow- del
mismo modo que el positivismo lógico.
Estos componentesdel ambiente losóco argentino de esosañospue»
den apreciarse también en las.trayectorias personales.Casostestimonim
les sonNímio deAnquín, que haceun tránsito en su pensamientadesdeel
tomismo hacia el hegelianismc, o Juan Ramón Sepích, quien desdesu
origentomista pasaa la inuencia heideggerianapara dedicarsusúlti-
mos aes a los estudios hegelianos. Es el mismo ambiente en el que Car-
los Cossío formuió su teoría del derecho «La team; egoiógica del derecho
y el conceptode la libertad (1946),Norma, derechoy losafïa (19475)y
Teoríade la verdadjurídica (1954)»Claude(lesdeun fundamento kantia-
no juegan un papel susltantivo Husserl, Scheler y Heidegger. Y en una
perspectivaquesemantieneíntegramentedentrodeun pensamiento
cris»-
tiano, Manuel GonzaloCasas, que a su iformaciónoriginal tomista suma
el estudiode Heidegger,Jaspersy, más tarde, el de Michele FedericoSciacv
ca; también el Mpadrve
Hernán Benítez, quien proponeuna visión cristiana
del pensamientode Miguel Unamunn en El drama religiosa de Unamuna
(19á9135Ü Anuro Enrique Sampay,uno de los padres de la reforma con!»

32.CarlasCossío
(19034987),
juristavolcadaa la losofíadelderechcï;
iniciósuextensalab/ar
publicá en 1927 La Reforma.
Universitariaa celprobiemcs
de¿anuevageneración.
Fuepro»
Fagorde losofía del Derecho en las universidades de La Plata y Buenos Aires hasta 1955 y
creóel lnstitum Argentina de Filosoa Jurídica y Sncial.Fue miembrorelatar e integrante de
la ComisiónAsesorade la Secretaríade Actas del Congresode Fílusoiïade Mendoza,Su ex» '
pulsión¡le las cátedrasen 1955sebasóen habercolaburacio
en un libro sobrela reforma '
ccmstitucionalde 1949.Curiosamente,en su ponenciapara esevolumen, Gnssioproponela
Cuarta Pnsición,diferente del individualismo manchesteriano,del comunismoruso y del _
totalitarismo centrueumpec{AA.W.,Encuesta.sobra¿arevisión canstitucíonal,Facultad de
Derechode la Universidad de BuenosAires. 1949,p. 107),marcandoun matiz con relacióna '
la Pe-meraPosiciónjusticialista, más allá de su adhesiónal peronismo.
33. VéaseJess: Vilanova, Carlos Cossío y la teuría egnlógicsi en Cuademasde Filosofia, N
22-23,enero-«diciembre da 1975,Facultad deFilosofíay Letras, Universidadde BuenosAires
pp. 255-269.
34. ManuelGonzaloCasas(19)14953124, graduadoen Filosoa en SantaFe,fue profesorde lay
universídaéasde La Paz,Tucumány Cuye.Fue miembrorelator del Congresode Filusolïa de '
Mendeza.Su Írtlmduccián a la Filosoa, editadapor la Universitiad de Tucumánen 3952.ha
sidoposteriormente
reeditadavariasvecespor la eáimrialGredos¿eMadrid,daniloa su
autm una proyección amplia en el mundo hispanoamericana.
35.El.patín;HernánBanítez
(1907»1996}
fuemiemibm
relatardelGqzzgreso
deFilqsufïa
de
Advertenciapreliminar 2g

titucional
arggsitina
(le1949,
queenelcampcidela losofíapolítica,
des-
deiuiaformacion
tomistapresentó
unasíntesis
y críticadelpensamiento
politico moderno en su Introducción a la teoría del Estado (1951).3Sam-
pay introdujo ademásen la Argentina y América Latina el pensamiento
de Carl Schmitt.
Uriabuenasíntesisdela signicación
atribuidaentonces
alosestudios
liggehanos
puede
apreciarse
enlassiguientes
palabras
deMigueïÁngel
Vxrasoro,pronunciadasen el CongresoNacianal de Filosoa de 1949:

Una revaloracién
y remmprensión
dela Fenanzenologia
delEspí.
rita pareceser el tema candentede la losoa, ExigenPink, una cie
los pensadoresalemanesde mayorporvenir que nosvisita, ha dedica-
dotodoel cursoacadémico
de1948al análisisy comantarin
dela Fe-
nonïzenalogía
hegeliana.
Igualmenteelprofesor
LuisLandgrebe,
dela
UnwersidadídeKiel,tambiénentrenosotros,
tieneenpreparación
un
cursosobre ella.EnIii-ansiasonconocidos
losestudiasdeJeauHyppo-
lite, sobreGénesis
y estructuradela Fenamenología del Espíritu,los
cursos de Koyré y especialmentede Kojéve, que ha dedicadoal co-
mentario y exposiciónde esta obra de Hegelvarios añoscansecutivos.
EnItaliaEnricodeNegri,eigualmente
enlaArgentina.EsÜÏJVÍO
un
interéscrxïsctiente
porla Fenomenología
deHegel.Talesestudios
nus
han permitida ver cómoel pensamientohegelíano,que considerado
e};sunúcleo,
parece
perlarsecama
unodelosnuevos
puntosdepar
tida de la especulaciónoccidental,no esen su esenciacontradictorio e
incompatible
conel existencialisma.
Másbienpuedeatisbarsequeen
él seencuentravirtualmentecomprendida
tadala fennmenología
es-
tética deHussetl, conservaday potenciatiaen el movimientodialécti-
co,que esel únicoqueIcgra extraer dela concienciatodosucontenido
oniológígo;
ytambién,
ensuraízyprospectivamente,
lalosoadela
existencia, que asimila en el movimiento dialéctica-histórico,en el
que la realidaclexistencialdeberáir realizandoy revelandohistórica-
mente su esencia. 1 i
;

Iljlendoza
ydirector
lielaRevista
delaUniversidad
deBuenas
Aires
hasta
1955.
Asistió
aEva
l martín
en la FundacióndeAyudaSocialy fue su confesor,
36-Amlm53m1?SammyÜ9Ï14977l SegraduóenDerecho enla Universidadde:La Plata,
{lundefueprofescir
deDerecho
Políticoentre1943y 1952.Entresusobrasmásimpnrtantes
Ïiabendestacarse
LacrisisdelEstadodederecho
liberal-burgués,
BuenasAires,
Ilusada,
1942,
¿S6 pp;Lalosoa¿{el
Ilummzsmo y laConstitución
de1853,
Buenos
Aires,Losada.
1944,
'39
girl;
irareforma
COIISÏIÉUCWHKIÏ,
i949;y Laentnlogía
delEstado
(1945),
Fundamentos gnc-
Ïeniogices
deiinateoría
realista
delEstado
(1945),
Necesidad
delateoría
delEstado
(1946),
* "Laaomprensióndel Estadoen Dilthey"(1946l, entre numerosasartículos,ademásdesu obra
imagnaya citada,lntmducvc-ïkín
a la teoriadel Estudi},BuenosAires,Politeia,1951,532pp.
Iberia;-
MethalíFerrésuelerecardarqueestelibro fuemuyimportanteensuformaciónlosó-
firwpclftica.
Vi1Ï Vitamin).
Galán
deRuggÍemÏ.
enAcum",
t.I,139.609-6111
Vtïñür
(190%
J. RamimPodettií

Palabrasqueayudana contextuaiizar
estetrabajo,al resumirla sigui»
caoión que para la generaciónde losmaestrosdeAmeliaPodettituvo la
Fenomenología delEspíritu.Cabalexpresiónde ellofueel volumencolecti-
vo elaboradobajola direcciónde CarlosAstradaValoraciónde la Fenome-
rwlogíadel Espíritu,aparecido
en 1964.33
El padreJuanSepich,porsu
parte,haria unaversióndel alemány comentario
delPrefacioa la Fenomo
nologíadelEspírituen 1971,quepermanece ixiédita. Paracompletar el
panorama delosestudioshegelianos
en laArgentinaenesosañosesnece-
sarioagregara HéctorRaurich,autordelvoluminosoestudioHegel,la ló-
gicade la pasion,ya señalado,quereúnelosmaterialesde tres seminarios
sobreHegelofrecidos pore} autor entre 1952y 1954.
Ahorabien,loscomponentes descriptos,
encuantocorrientes
delpensa»
mientolosóco, y losdebates consiguientes,
antesy después
delCongreso
Nacionalde Filosofia,teníancomotelóndefondoel destinopolíticodela
Argentina y delospaíseslatinoamericanos,
cuestión
queirrumpióconfuerza
en el períodode entreguerras,y queseagudizaríadurantee inmediata-
mentedespuésde la SegundaGuerra Mundial, ante la inminenciade un
nuevoconflicto,quenalmente seprodujo:la guerraentreEstadosUnidos
y la Unión Soviética,culminadaen 1991. Cuestiónde fondo«el destino
poïiticode la Argentinay de lospaísesIatinoamericanosw queponíaun
límitesignicativoa unaactividad losóca quesedetuviera enel estudio
sin llegar a un ejercicio
librey propio.El padrede la renovaciónde los
estudios losócos argentinos enei sigloXX,Alejandro
Korn,enunensayo

1956),aunque
graduado
como
abogado,
seconsagró
a ia losoa desdesusépocas
deestu»
diante.
En1932pubïicó
Lalógica
deHaga!
(Buenos
Aires,
Gleizer,
1932,187ppJ.integróia
cátedra
deHistoria
deFilosoaModerna
y Contemporánea
eniaFacultad
deFilosofia
y Le-
trasdeia Universidad
deBuenos
Aires,y dictóFilosofia
Contemporánea
enla Universidad
Nacionaldel Litorai hastasu expuisióhde ias cátedrasen 1955.Pudovolvera ia cátedraen
i960.en la Universidad
Nacional
delSury en ¡a Universidad
Nacional
deCuyo.En 1949
tradujoai casteiianoEi sery la nada de JeaxyPaulSartre. Fue miembrorelatordel Primer
Congreso
Nacional
deFilosofía
deMendoza,
integró
laSecretaria
deActas
y tuvoasucargo
el
homenajedel Congreso
a Guidode Ruggioro,
38.Carlos
Astracla,
AndrésMercado
Vera,PedrovonHaseriberg,
Francisco
González
Ríos,
Miguel
Ángel
Virasoro,
Aïfredo
132mm,
ïrïilaroción
delaFenomeno-logia
deiespíritu,
Buenos
Aires, Devenir, 1964.
39.Fw:materiadountorsoofrecido enla Universidad
deCuyoeseaño.VéaseA. Caturelii,
Historia. p. 1186.Al añosiguiente
publiearía
otraversión
deHegel,ya mencionada.
40. HéctorRaurich(39034963).abogado,
fue profesor
de Fiiosofïatie]Derechoen ¡a Univerw
sidadde La Plata.Miarxista
heterodoxo,
ejercióuna graninuenciasobreJorgeAbelardo
Ramos
y Alberto
Buela
(aquien
debo
estas
referencias).
Otrosdesuslibros
sonNotas
parala
acttuczüdczd
de Hegely Aíarïï (BuenosAires, Marymar,1968)y De la crítica comocreación.
{BuenosAires, Nlarynzar, 1965).
dvertienzia
preliminar 31

i o1935
quereunió
algunas
conferencias
bajo
eltítulo
Exposiciózi
crítica
de
losoa actual, sehabíaocupado
deltemaenla culminacion
deeso
ioíbro
en elcapítulo
Unaposiciónaxgentinsïfï-
ironizando
sobre
cierto
acia»
tadcaracterizada
porla esperadelaúltima
novedad
losóco.A111
Korn
convocóa recuperarel programalosóco propuesto porAlberdientre 1838
oy 1840 «desdeel Fragmento preliminar al estudiodel derechohasta las
Ideas
parauncurso
delosoa contemporánea-
y quesereoume
enla
sentenciaNuestra iosoiïa, pues,ha de salir de nuestranecesidad.Para
Korn,éste esel programaquetodaviatienequeregimos:buscardentrocie
nuestropropioambientela soluciónde nuestrosproblemas.Comoha ad-
vertido
Ardao,
esteplanteo
sereunió
aznnónicamente
coneldeJoséGaos
y
¿su
discípulo
Leopoldo
Zea,quienes
juntoconotros
lósofosiatínoamemeo
nos inician una formulación sistemática de la cuestión de la losofía amen»
cana,quetendría su primera expresiónen el Ebrode ZeaEn tornoa una
filosofíaamericana,aparecidoen 1945,aunquecabeseñalarque el mate»
ria}deestelibrofueron
conferencias
dictadas
en1942,enplenagoerra/Q
Desde
unaperspectiva
europea,
Ferrater
Moradeníalasitusición
die
la
losofíaa mediados
dela década
de195G
entérminos
dietresimperioo
losócos, cuyasmetrópoliseran Europaoccidental,Rusiay EstadosUm-
dos Si debieracaracterízarseal Congresode Filosofíade Mendozaen
función
desusinuencias,
sinduda
habríaqueIigarlo
alimperioeuro-
peo,
iocua]porotraparteresultaba
congruente
conlasaspiraciones
políti»
cas,por entoncespredominantesen la Argentina,de una "IïerceraPosi-
ción, no sólo política sino ideológica,frente a ias que liderahan los
protagonistas
de la guano, EstadosUnidosy la Unión Soviética.No ca-
suaimente,en la universidadargentinaposteriora 1955cohraríanaugeel
marxismoy el positivismológico,corrientesligadasa losotrosdosimpe-
rios, losócamenm habiando.
La cuestiónplanteadapor Alberdiy actualizadapor Korn es, pues,el

41.A. Korn,Exposición
críticadela losofía actual,en Obras,voi.i}, UniversidadNacionalde
La Plata, 1939, pp. 215262.
e12.
Decía
porejempio
JoséGoes:
Hayenlaobro
doAibeidi
algo
deinterés
singular
enia
historia
de}pensamiento
nosólo
argentino,
msiquiera
hispanoamericana
l...)smo
paraol
{iensamiento
deiengua
españoia
tocio:
unos
artículos
y unas
Ideas
parauncursa
delosoa
enque
foi-tuxtla
mejorque
nadie,
niantes
niudeïpués,
ioque
debe
sarelponsaxiltooto
dela
América
ospañoïa
«ydeEspaña,
cabría
añadnw
;J.Gaos,
Antologia
delpensamiento
do¡{Nic
¿{uaespañolaenIa Edad Contemporánea,
MÉXÍCÜ.
1945.P-XXVÜ-ÜWÍÏÜP? A A1"
daÜ-Filas
Éïza...
p.159.Conviene
recordar
queGana
eraespañol
(uno
deiosconspicuos
integrantes
dela
Españatrunsterracla,
que tanto inuyeron en la losofía, las humanidades
y el derechüen
Hispanoamérica).
43, J, Ferrara: Mora, Las tres ñlosoiïas, en La losoa en el mundo de hoy, Madrid, Revista
¡iioÜccidente, 1959.
32

otro componentedel ambiente losóco que se está describiendo.Lo expres


só por ejemplo Saúl Taborda, a punto de asumido como programa de su í
revista Facundo, fundada en 1935,y explica la labor iniciada por Rodolfo
Kusc 4 en la década de 195G,o los esfuerzos de Diego Pro por sistemati-
zar el estudio del pensamientolosóco argentino. También apareceen la
eosayísticade temassocialesy políticos,desdeEduardo Mallas.o Ezequiel o
Martínez Estrada hasta Raúl Scalabrlni Ortiz o José Luis Torres. En el o
campode las revistas, de temática an ala ensayística,podrían citarse Sol
y Luna, Dinámica Social o Hechos e Ideas, esta última no casualmente o.
remdada por Amelia Podeíïtíen 1973 y continuada actualmente por la
profesoraAna Colotti. No obstante,la expresiónde un pensamientolibre y
original no podía en ningún casoconsiderarsecontrapuesto,sino todo lo o
contrario, con un estudio riguroso de la tradición losóca. Así lo expresa»
ría Amelia Podettí: Cuando se habla de una cultura o un pensamiento
nacionales,a vecesse entiende que estosignica que sólodebemosocupar»
nos de problemasnacionales;por lo tanto, se estableceuna especiede con»
tradicción antagónioaentre una cultura nacional y una cultura universal.
Esto es falso, l...) cualquier grado o nivel de universalidad al que sellegue
desde1a losofía o desde cualquier otra actividad, se logra siempre por
mediación de alguna particularidadï Tal vez el más signicativo repre-
sentante de los estudios hegelianos en Argentina, Andrés Mercado Vera, lo
diría (le este modo:

44. RodolfoKusch (19224979). gaduado en Filosoa y Antropologíaen la Universidaú de


BuenosAires, se consagróluego a trabajos de campo de antropologíaargentina, primero
en BuenosAires y luegoen e] norte y en Bolivia. Autor de La ciudad mestiza(1952),América
profunda (1962), El pensamiento indígena y popular en América (1971), Geocultura del hotw
bre anterimno (19763 y Barbozade una antropología. filosófico americana (1978), entre otras
obras.Fue profesorde las universidadesde Salta y SanAndrés de La Paz.
45. Diego F. Pro (1915-2600). formado en el Instituto del Profesorado de Paraná, ha sido el
pneipal ostudiosodel pensamientoargentino,junto con Caturelli. Obras:Alberto Rougés,
Tucumán, 1957, 386 pp; Corialano Alberáni. Vida, pensamiento»y entorno, Thcumán, 1960,
541 9p.; Rodolfo Mondoifo. Vaio, ideas y obras del lósofo, 2 vela, Losada, 1967-1963, 252 y
234 pp; Tomasy motivosdel pensamientogriego,Amancay,1971,352 9p.; Entre la antología
y la antropologíalosóca; Universidad NacionaldeCuyo, 1981,131po; Historia del pensa-
miento losóco organismo. en colab. con Clara Jalif de Bertranou, Celina Lértora Menáoza y
Gloria Prada, Universidad Nacional de Cuyo, 1973-1980,229, 314 y 382 pp. Fue miembro
relator del Frimer Congresode losoa. Engañoen las universidadesde Cuyo (1940-1948)y
Tucumán (1948á955k donde fue dir-ocio:-del Instituto de Filosofía y decano de la Fhcultad de
Humanidades. Expulsado} de la cátedra en 1955, pudo retomar a la actividad universitaria en
1965;,en la Universiáadde Cuyo,fundandoentoncesel anuario Cuyo,dedicadoa! pensamieu»
to argentino, que lleva publicados veintitrés volúmenes.
PooítÏFÏsoil l h{loss;sgmelïfioanaï.
311713861103
eIdeasjercora
época,
N 15-16,
do ooo: molde-ima.
of;¿horacio
En cuanto resultado, el problema de la losofía latinoamericana
parecieraser tarea de generaciones,que para ser realizada exige,en
mi opinión,nadamenosqueapropiarsedetodool pasadoftlosóco y
recrear la totalitlad de la problemáticalosóca que importa a la hu«
manida actual, desdela realidad intransferible de nuestro propio
sujeto,el hombrede América Latina.

Finalmente,cabenalgunasprecisionessobreestaedición.Debidoa la
ooxtensióndel comentario,el criterio ha sido colocarloen primer lugar y a
continuaciónel texto de Hegelen versión bilingüe.Alas efectosde mantener
la estrecharelación con el textocomentado,y para facilitar la lectura, cada
subtítulo del comentarioestá precedidopor e} texto en castellanodel paráu
grafocorrespondiente deHegel,sin las notas,queseoecenenla presenta-
ciónnal, junto conel textoenalemán.Todaslasnotasnumeradas, tantodel
textode Hegelcomodel comentario,pertenecen a AmeliaPodetti.Sohan
intercaladoalgunaspocasnotasaclaratoria dediversotipo,las queseíndi-
can con asterisco.También se han incluido al pie de página, señaladasasí-
mismo con asterisco,traduccionescastellanosde algunosfragmentos cita-
dos en francés dentro del texto. Las notas de Podetti han sido no obstante
revisadasíntegramente,
igualqueel textoengeneral,cotejando
lasfuentes,
susreferenciasy el texto completode cadacitaen su original.
Por último, en mi nombre y en el de mis hemnanosHumberto, Laura y
MaríaDoríla,quieroagradeceriaposibilidadde reiniciarconestetrabajo
la publicacióndeescritosdenuestrahemnana AmeliaPodetti.Despuésdel
esfuerzopionerodola profesoraAna Colotti,queeditaraen 1981La irrup»
ción de Anzéricaen la historia, con una presentacióndel doctor Armando
Poratti,y dela publicación,porla EditorialUniversitariadeBuenosAires,
dentro de su colecciónde ensayosdeAntropologíadirigida por el antropóio»
goCarlosBerbeglia,deEl pensamiento deMoi-Strauss,una visióncrítica,
conunapresentacion dela profesoraLauraPodetti,éstaes1aprimeraobray
deAmeliaquesalea la luz.
Tambiénen nombrede mis hermanosy en el mío, esta edición se dedica
a losalumnos,amigosy compañeros
deAmelia,quehanmantenidovigente
la memoria de sus enseñanzashasta el día de hay,y conmotivo de haberse
cumplido en 2004 los veinticinco añosde su muerte.
J. Ramon) PonEm
Montevideo, marzo de 2005

aii.A.Mercado
Vera,Necesidades
y oxígenciaa
delosoaenAmérica
latina,hay".poneouia
ooel PrimerColoquio{Vilosoco
delinstitutodoPensamiento
Latinoamericano,
Universidad
de Morón, 1985.Publicadoen Hechose Ideas,tercera época,N 23h24,noviembrede 1995,pp.
237-242.
Aproximación a la Fenamenalogía del Espíritu

AmeliaPodettiexplicaba
en19781aactualidad
dela Fenamenología del
Espírzïtu
ennción de1atensiónhaciaeiuniversalismo
y denuestrasitua-
cióncomoargentinos
y americanas,
caracterizada
en otroimportanteescriw
to dela mismaépoca,
La irrupcióndeAméricaenla histeria,publicado
póstumamente
en 1981. v " t
La Fenomenología
es una abrade gran ciensidad,
que presentadicul-
tadesinsalvables.
parasercontenida
y muchomenús
agotadaconunafóxs
mulaounresultado. Justamente
constituye
comounaantesala
deingreso,
unaexposición,narraciónuhistoriaciela conciencia
para suplenadesao?-
lïo. A travésde estemovimiento,lospensamientos devienenconceptos
y
sóloentoncesson1oquesonenverciad,automovimientas,círculws.
* Esto
ímpiicala necesidad
y el despliegue
"enun todoorgánico
dondelo esencial
no es solamentee} resultado,o el comienzoY el n, sino qua implica.la
totalidaddel devenirdel proceso. La obrase constituye,asimismo,porsu
intencionalidad y susalcances,camauna especie¿iesumatoria.de 1apro-
bïemáticay las vicisitudesde la razón occidentaldesdelospresocráticos,
en especial¿sedeHeráclito,hastala épocade su pubIimción.
Hegel, nacidoen Stuttgart en 1770, estuéiaentre 1788 y 1793 en el
seminarioteoïógico de Iïxbinga,¡teniendo
comocondiscípnïos a Schelïingy
a Hólderlm En esaépocasupreatmpación teológicale inspiravariosescri-
tosy manifiesta,junto conlostnombrados, una preocupación especialpar
relacionarel legadodel heïenismoconel mensajecristiano.Esta preocupar-
ciénfue un tema dominantede la patrísticacristianaya desdeel sigloI y
constituyeun tema recurrentey siempreabiertaen el pensamientoocci-
dental.
Tambiénen Tubingatoma contactoconel pensamientode Kant y su

l. W.G,F.llege},Fenomenolagía
del Espíritu, México,Fondade Cultura Económica,1966.
p. 25.
{35}
36 AnaMaría
Aimetta
deCniatti

pura en 1781y la Críticade¿arazónprácticaen 1787,referenteabligad


de las lósofos del llamado ideaiismn alemán, comaFichte, Schelng y el
mismoHegel Asimismotomacontactaconpositivointerésconlas nuevas
ideas de la Revoiución Francesa, asumidas entre los intelectuales y artis-
tas comoel inicio de una nueva épocade la historia, estimulando un clima
étricoderuptura y renovación.
Algunas
ideas
zndantes
de laRevolución
Francesa,
comolacreencia
en t
laomnipotencia
delaRazón,
quellegóasuáivinización
enelpanteón
revo-
lucionaño,
y,relacionada
conésta,
elmitodelprogreso
indeíïnida,
consti-
tuya}Sustratos
quemuyen también
ensufürmación
y suObra
futura.
A
. . . .
este
respecto,
Kantasunaeste
proceso
enfarma
áaferenmada
consuobra
Lapazperpetua
(1795),
quepuedeíïüïliïïeïaïs¡m3SÏHÏGÉS
dePeïlïïaelï W
te actualidadde losfundamentos
del sistemaliberal?
Sobreestas bases,entre 1801y 1806dicta clasesen la Universidad de í
Jana y trabaja en la Fenomenologïadel Espíritu que sepublica en 1807.En
ella establecelos lineamientos,segúnse manifiestatextualmente,de un
caminohacia una cienciade la experienciaque hace1aconciencia.Se
constituye comoel esfuerzomás acabadopara brindar a la razón la máxi» t
maposibilidad
dellegaralaverdad.
ParaesteIaconciencia
debedesenvol-
verseenunmediaespeeíak
E1pumconocerse
a S;mamaene;3133031,,
se,0m,esteéteren
cuanatai, esel fundamentodela cienciay Labasedela cienciao el
saberengeneral.El comienzo de la losoa sientacomosupuesto a
exigenciael que1acnnciencia
sehalleen esteelemento.
3

Seplanteaqueia losoa se aproximaa la foma de la ciencia,a 3a


metaen quepuedadejar de llamarseuntarpor el saberpara llegar a ser
saberreal. Asílnisme se arma que la verdadera gura en que existe la
verdad no puede ser sino e} sistema cientíco de ella Esto impïica que
la razón congurada comoconocimientodiscursiva es la única fuente de}
conocimientoy seniega a otras fuentes,comola intuición, la posibilidad de
accesoal saber.Este punto de vista también es sostenidopor Kant, para

2,Enestaobra
Kantconsideró
lasaportes
delos
enciclopedistas
franceses
camaValtaire,
Rnusseau,
Mantesquieu,
y deiospenksadores
ingleses
como
AdamSmith,Hobbes
y Make.La y
obra fue mncebida cama homenaje a! lósofo escéptico escocésDavid Hume (r 1776) qmen,
52133151"
menxïiaatextualmente Kant, ¡o había¿empeñado
de su sueñodogmático.En eïla se
rms aïíïïstxïdoliberalaquelenqueel individuoejerceia libertadmenta!yjurídica.existen
¿{é ïtáürrgpresezïmtivus,
justiciaindependiente,
iibertaddeprensa,
deCameras),
'
pm " sde¡alimitacióny¡aáemocracialiberaL
Lpcmáimaeiáájïareíxbmnolégía
deiespíritu

quienel}conocimiento
espiritualdei hambreesexclusivamente
discursiva,
n sea activo, lo que ha signicado un presupuestodowaátieo de gran relev-
vancia en la teoríadel conocimiento.
SegúnmanifiestaJosefPieper:
Tanto¡G8 yhístóieies nomenosquePlatón,camalosgran-
despensadores
medievales,
creíanquehabíanosóloenla percepción
sensible
sintambié
e elÉ°n°cimífïm339573!¿E1
¡Ümbïes
"
m?! de¡mmmntempïamóf meptvai° m?if?Herácht?¿e
mi atea?)
alser¿gaseosa?
LaEdad
Mad}?
¿mangas
1atam
como ratwde1arazon como entellectus. Larana esIafacultad tie!
pensar discursiva dei buscaste investi ar del abstraer del recisar
cüncïum El¿nkgtus encambio eseïngmbm ¿e¡a¿mn i want:
esla facuitad
de}siznplex
intuitus,dela simple
visión,a locua]se
ofreceloverdacïero
comoe}ojoal paisaje.u El caminodelpensar
discursivaestáacompañado y entretejidopmla visióncompmbadora
y sin esfuerzodelinteilectua,
el cuales.unafacultaddel almanoacti-
L Va,SimPasiva.
ümejordichoFecepïiva;
unaVfücuïïa
uyaactividad
39113139B
e W151i
_ _
t Esta¡daade13Ümnlwmncia de13W535:
FTÜVERÏQHÉ?9B8MBmeïïid
i deia Ilustración
y laRevcïución
Francesa,
esvistaporalgunos
como
una
pretensión que; sobrepasa las posibilidades humanas, y motivó a Goethe
parahablardeHegel y delos lósofosdesu clase,camade«aquellosSana
P33QueW95090d MdÜH-¡Ínaï 3 DÏÚS»
EÏ 81313»
¿Ïmundi Y 503°1° que nadie
es capazde comprenderperfectamente»(en una carta a Zeitler de 1827?,
También puedeverseestacapacidadiiimitada, virtualmente demiúrgi-
ca, del pensamiento especulatívo para llegar al lndamento de la realidad,
cuando paga¿leseran caminograua} gn1aFgngmgnglggía a1métodg¿e13
V dialécticaenla Cienciadela Lógica:(1812y 1816).Puedecitarsea Nikolai
Hammann en referencia a esta 95m;
1
Poresotienesentidola proposición
según1acua}la dialécticaes
ennosotrosel autopensamiento
deDias,la razóneternaquesereali-
EaEnINEM-TO P8119311

Más tarde, en 1aFilosoa del derecho (1820), Hegel expresa en este sen-
. tidosufarmulación
másconocidas
Víncuïándla3 la ¿PÏÏÏÏCÏÓÚ
dela ÏÜSÜ
y 53 antigua:

5.J. Píeper,
El ocáo
y la vidaintelectual,
Madrid,Ríaïp,1997,
pp.19y20.
¿í¡{iemyppm
142y 143
7. N. Hartmann. La flosoa del idealismo alemán , Buenos Aires, Sudamericana, 1960, t. Iï, p.
2M.
A María
¿E3335
dei691

PoresoPlatónsehamanifestado
ungranespíritu,
porque
e}prín»
cipioen tornodei cua!gira aquelloquehay de decisivoen su idea,es
e}ejealrededor
delcua}ha giradoIa revoiucién
mundialquesepre-
parabaentonces:
Lo que es racionalesmas?
y lo queesreal es racio-
nal. 3

Estatendencia
haciael pensamiento
especulativo,
conunaltogradod
abstracción,
respondetambiéna la peculiarsituaciónde Alemaniaen h!
épocadeHegel.En 1844Marx,quejuntoconEngels,Straussy Bauerper»:
teneció
a losllamados
hegeïíanos
deizquierda,expresalo siguiente:
Comalaspueblos
antiguos
vivieron
suprehistoria
enla imagina»
ción,en la mitología,nosotras,
alemanes,hemosvividonuestrahisto-
ria en Ia filasaa. Somos
lósofoscontemporáneos
delpresente
sin
ser contemparáneaa
históricos.La losoa alemanaes la prolonga»
ciónidealdeLahistoriaalemana.L] Losalemanes
hanpensado
lo
que otros puebloshan hecha.Alemania ha sido su concienciateórica.
La abstracción
y dlevacindesupensamiento
marcharon
siempre
a
igualpasoconla miiiateralidady la humildadde suvida real. 9

Lascircunstanciasmencionadas deangostamiento de}!marcoreal y la


falta denutrición! sensorialenel planohistóricopropiosonabsolutamena
te extrañasa lospensadores delosprocesos revolucionarios
enInglaterra,
Francia,Estados Unidose Ïberoaméúca, quedealgunamaneravivieron
ensupropiomedioy personalmente losacontecimientos.Másbienguarda
relación conla situación
dePlatón,quedesarroósupensamiento después
dela ruinadela polisateniense, cuando losgriegos
habíanperdido supa-
tria y sulibertad,y habíanquedado atráslasrealízacinnespolíticas
dela
época clásica.
Dealgúnmadoestamotivó tambiéna otrocontemporáneo de
HegelcomoSchopenhauer a considerar despectivamente 1aproducción-
losócadelidealismo alemán,comouna especulación decenáculo cerrado,
coma¿losofíadelasuniversidades y, conreferenciaa Hegelmanifiesta
que desmïolïauna jerga expositivainsensataque recuerdael deliriode
los locos.
A 9311111
deIa Fenomenología
Haga}tomadistanciadeScheïïingporla
conciencia
acieníca queimplicasulosofíadeEaidentidad, que arran-
ca del saberabsoluto
comoun pistoietazo,desechandootrospuntosde
vistay desarroliándose
comauna.profundidadvapíatan.supercialcomo

8. WGF. Hegel,Fiíssoudelderecho,
Buenas
Aires,Claridad,
1968,pp.33y 34,y Príncipes
de {a phifosapfzíe
du droit,París,Gallimard,1940,p. 4}.
9.K.Marx,Introducciórt
para¿aCrítica
dela Filosoadelderecho
deHegel,
Buenos
Aires, _
Claridad,
1968,
pp.13ss.
roícïmácidïï:
alaFézwmenaïogúz
delezrpiriáu

Laanchura vacía de una extensiónde la diversidadde variedadnita y


tán CQÏIQBÍÓB.
Asimismo merece mencionarse la limitación del conocimiento sico-
atemático frente al conocimientohistóricoque se revaloriza en la obra. El
«ttmocimientomatemático, tal como se percibe en la demostración de un
tanrema,sedesarrollasegúnun ordenexterior,mecánico,
quepuedeaban-
«dnnarsecon su resultado y despuésen forma aleataria puede pasarse a
* ctzalquier
otroteorema,utilizandno no elementosde la anteriordemostrará.»
"ción. En cambio, el conocimientohistórico tiene interioridad y un creci»
ziziento
orgánicoa partir de su sustanciasingular,similara] árbolquepro»
¿sedede la semilla. Por eso se arma:

La cosano se reduce a su fm, sino que se halla en su desarrolla, ni


el msultada es e! todo mal, sino que lo es en unión con su devenir; el
n para sí es lo universalcarentede vida, del mismomodoqueIa
tendenciaes el simpïeimpulsoprivadotndavíade su realidad,y ei
resultado
escueto
Simplemente
ei cadáver
quela tendancia
dejatras
sí. Asimisme la diversidad es más bien el límite de la casa; aparece
allí donde la cimatermina o es lo que ésta m) es. m

Se deseabanen la obra las actitudes de escepticismognoseclógico,inch»


suei metódico,porqueimplicanuna formade dudaquedejade ladoen el
procesoy en el resuitadoel valor portentosode lo negativo, que forma
parte decisivade la realidad.En estesentidola construcción
kantiana es
vistacomo
unesquematísmo
0unformalismo,
undeberseraddunalto
gradode exteríoridad,lo que impideun desarrolleplenodel espmtu,pro-
pio del pensar especulativo.Se manifiesta:

La razónesespírituen tantoqueelevaa verdadla certezade ser


tada realidady es consciente
de si mismacomode su mundoy del
mundo como de sí misma. i

Esta accióndel espíritu,segúnHegel, trasciendeel campoindividual


ya que la actividadque al individuole corresponde
en la obra total del
espíritues mínima y adquierepianosentiduen 1auniversalidadque la
épocaexige.Con esteespíritu, tambiéntensíonadchacia una conciencia
universal, se desarrolla Ia conocidadialéctica entre el amo y el esclavo:

Ambos momentosson esenciales;pero comosan al comienzodes-


iguaïes y opuestos,y su reexión: en la unidad no se ha logrado aún,

_ ÏÜ W-G-F-
Hegel,
Fwümenülagíwn,
p.9.
_ 1Lmen),
p_25g,
40 AnaMaríaAimettadeCatottiK

tenemos que estosdos momenms san como guras contrapuestas de


la conciencia: una es ¡a conciencia independiente que tiene par esen-
cia el ser para sí, otra la conciencia depencïíente, cuya esencia es la
vida o el ser para otro; ia primera es el amo (señor), 1a segunda el
esclavo (siervo). z

Hasta su muerte en 1831 Hegel dictó clases en la Universidad de Bea»


Iín. En años sucesivos sus discípulos publicaron importantes obras extraí-
das de sus lecciones, que cmronaron en forma coherente y consecuente un
eslerzo intelectual desarrollado durante más de treinta años. A la época
heroica de Ia revolución y las campañasnapoleónicas,le había sucedido
la trivialidad de la restauración. Posteriormente se aceleró un gran avance
cientíca, con un progresaespeciahnenteimportante en cienciasnaturales
y ciencias humanas, coincidente con. los avances de la llamada segunda
revoluciónindustrial. Durante décadasuna oleadapositivista, con su cli-
ma antimetafïsicu, puso su obra en un cono de sombra.
Pero después su abra cristalizada, a pesar de sus dicultades expositi»
vas, fue valorada como una aventura intelectual de gran envergadura, apa»
sionada y apasionante, y desarrolló una gran inuencia}. Esta inuencia no
fue iíneal como en el caso de Kant y los poskantianns, sino más bien como
una irradiación generalizada, que trascendió e} campo losóco y se exten-
dió al campo de las ideas palíticas. Algo similar a lo sucedido con Heráclito,
cun la osmmdad de su discurso, que fue uno de los pensadores más citados
por los lósofos de la Antigüedad, no en mción de su cosmología sino por
su visión histórica y ética-religiosa. En el campo losóco se extendió,
por ejempie, a la dialéctica marxista, a la fenomenologíade Husserl, al
existencialismode Heideggere incluso segúnalgunosinuyó en la concep-
ción de Ia evolución creadora de Bergasa.
En el Campade las ideaspolíticas,trascendióla mera apologíadel Esta-V
do prusiano de su época,para servista comoun precedentede tipo ideoló-
gico de los regímenestotaíítarius propios del nazifascismoy del bola-havi-
quismo. En este caso es bastante paradójica la inuencia complementaria
de la obra de GeorgesSorel, sobre todo Reexionessobrela vivienda cie
1906, con una concepción de lasofía activista, inspirada en el mito rave»
lucionario, cantradictoria con Karacionalidad hegeliana y que fuera consi
derada coma un referente obligado por Lenin y Mussolini. Esto implica,

12. Íciem,p. E17.


13.Aastas Reexiones...puedesumarsecomointroductoria, por ¡a amplitud del marcohistó
rico considerado, La ruina dei Hamás anttguxsde 1901, del cua} extraemus las siguientes citas
aman la publicaciónde Intermundü,BuenosAires, 1946:Ibdas tenemosconcienciade queno
=israháaïnpgzsíulamente
paraobtenerla mayorsumaposíbiedebienestary queperconsecuen-
¿ Vaïsqïéed páïxítim
escesamuydistintadeunaasociación de provechos.Paraexpresar
Apmxímszcíïón
ahaFermínenalagfu
¿elespíritu ¿k1

más aá de un aceleradodebate de tendenciaspropio de las postrimerías


de} siglo m y comienzos del siglo XX, un acentuado divorcio entre el pensa»
miento y la acción;
En nuestro país, despuésde los trágicos acontecimientosde dos gue-
rras mundiales, en La camunídad organizada, publicada en 1949, se ex»
presa:Es posible que la accióndel pensamientohaya perdido en las últi-
mostiemposcontactocon las reaïiciadesde ia vida de los pueblos.También
es posibleque el cuitivo de ias grandesverdades,la persecucióninfatigabie
de las razones últimas, hayan convertido a una ciencia abstracta y docente
pm"su naturaleza en un virtuasismo técnico, con el consiguiente distancia-
miento de las perspectivas en que el hombre debe desenvolversa. 1 Bam-
bién se habla de asumir en la forma menos traumática una transición del
hombre hacia un espíritu colectivo. Se maniesta:

Hegel llevó a sus últimas consecuencias esta certera intuición.


Armó del espíritu, que existe por si mismo",que sélopodrá llegar a]
pleno"ser en si en la medidaen queei yo seeleveal msatms, al ya de
la humanidad.

Podemos armar, interpretando a Heidegger en su seminario de 1942


sobre la Fenamenolagía, que las obras de Kant y Hegel inauguran una eta-
pa en que la losofía se hace ciencia y que por consigtxieute se pasa de una
época.fxïosóca a una época cientíca.
Yaen plena actualidad entramosen una épocallamada tecnológica.El
cientíco Konrad Larenz en los años60 caracterizóesteprocesocomotec-
nomursmo, y colocóla ¿sanaciónmdoctúnada, que se desarrolia sin be-
ner en cuenta el sentido profundo de ias doctrinas ariginales, sumouna de
las causales autodestmctivas del hombre, junto con la diseminación uuu
ciear, la ingenieríagenética y la poiución informativa." También Vlktor

esasrealieiadesempleamosun ienguaieque ¡mha sidahechopara ello, y por consiguiente,no


podemosaxpreaarïomás que¡normitos: hay muchaventaja en entrar ¡"muak-amante en ¡a vía
de las axposicianesmíticas, en lugar de dqjarseengañarpor aparienciascientícas y jurídi»
cas ip. 222}.Y referido a la ciencia suciológica;Me pareceque si la saciologíamadenm es
impotente para crear nada, eso nbedecaen gran parte a que no ha reconocidoel carácter
mítico de muchasnocionesque examinay que pretendeexponeren un lenguajecientíco que
no ¡e es apmpiaáo: de ahí resume una singular aberración, y que can frecuencia hace hablar a
los sociólogos comoa mnúmbulos (p. 224).
14. Juan D. Perón, La comunidad organizada, Buenos Aires, Editerial de la Reconstrucción.
1975, p. 393.
15,ídem,pp.403404.
16. M. Heidegger, E! concepto hegelíano de experiencia. en sendas perdidas, Buenas Aires,
Losada, 1979, pp. 114 ss.
17. K. Larenz, La aocicín de la naturaleza y el destina del hombre. Madrid, Alianza, i988.
¿El AnaMaría
Aimetta
deColatti

Frank} manifiesta que el hambre cnntemporáneopadecede una neurosis}


ncrógena, que consisteen una pérdida de la voluntad de sentido, par e} :
quiebre del horizonte normativo y la carencia de una perspectiva trascen-
dente. Aiuda al fatalismo frente a 1otecnológico,la degradacióndel pensa-
miento, la propensiónhacía lo novedosoy el espectáculo,que produceuna
contracultura y provocala desorientacióngeneralizada en las sociedades
occidentales. Asimismo, Heidegger ha llegado a señalar en 1962 que se
avizura un panorama dondelas Ciencias van a ser dirigidas por la Ciber»
nética, se pase del lenguaje a un intercambio de noticiase inclusolas Axïes
se conviertan en instrumentos de infurmaciónmanipulados y manipulacion
ref.
Existencaracterízaciones
de esteprocesoacuñadaspor pensadores
de
diversas tendencias, comola era de la fe volátii, el vacío de} pensamien-
to, el pensamientolight, el avance de 1ainsignicancia, el reinado de
10 efímera, etc. Este)se dene en genera} como la condiciónposmoderna,
que viene a signicar la pérdida de losdvaloïesde la modernidad, entre
ellos el del hombre comosujeto de la histnria. Se asiste a la decadenciade
las expiicacionesintegrales o grandes relatos y se cae en io agmenta-
rio, la cultura del voltage,el multíeulturalisma e incluso una subcultura.
De estemodoha podidopensarseconFrancisFukuyamaen el n de la
historia y el ancuentmdenitivo del eslabón perdidoentre la economía
iibera} y la poiítica liberafï?

18. V. Franki, El hombrem busca de sentido, Barcekma, Herder, 1999.


19. Martin Heidegger, Ser y tiempo, Madrid, lunas, 1988, p. 79,
20+Francis
Fukuyama,
El n dela historia
y el últimahembra,
Bueríbs
Aires,Píaneta,1992,
p. 283. En estaobrasedesarrollauna intarpretación
arbitrariade la Fílasofïadela historia
de Hegel que apareció en i846, despuésde su muerte, como tecopiiaciútux
de sus ieccianes
universitarias.Se manifiestam1formainfundadny tendenciosa
queHegelhabríaplanbeadu
el n de la histaria con la instauración de la damncraciaSáhara}.El libro de Hegeï En realidad
esunahistoria lcsóca quesedesarrullaenfoma bastantesintéticadesde¡a remataanti
güedad hasta 2aRevoluciónFrancesa, concebidacomoun canino de la concienciahacia una
progresiva libertad. En este procesoios hitos más actuales y ¡diamanteshacia esa libertad
seríanel cstianísma, laspuebïosgermáxúcos, ia Raformaprobestante y la Revüïución
Fran»
cesa.En la elecciónde estoshitoshan inuido, en gran parte,las anidades personaiesdel
autur.La (¡bm¿imala perspectiva de au épocay de ahí porejempïosu xrísión
de queAmérica
o ei Nueva Mundo aún m: sonrelevantes para esa histeria losóca; asimismu soncuestiona»
bles sus consideracionesfavorablesacercade la pureza raciai, más aún en el casadel prosa-so
de mestizaje e hibxídacíónpropia)de nuestra identidad iberüamericann.Consideramasque en
la obra de Hegel se mantiene una perspectwa abierta e íncïuso hacia el nal se señala la
historia comaverdadera teodicea y designiode la pmvidencia divina. Evidentemente la in»
terpretación mencionadaes un ejemplo más de las distorsionesque ha sufrido, a lo largo del
tiempo,e}pensamienm hegeiiaxïc;
enestecasoseha inzentaduíntegrarioal sentidodeLa paz
pgrgetuadeKant, paradigmadelsistemaliberai,comamencíonamas anteríonnente.Semen-
, ,, Cindíïéíïeïdíïíïïffïííípp;
8658,de¡aedición
citada)
elartículo
deMichael
Dnyle:
Kant.Ïegados
ápmximacinád
{aFenomenalagía
delespíritu 43

Estosetraducetambiénen un proceso de falsouniversaïísmo,llamada


globalización, queconel espejismo
de 10súltimosadelantostecnológicos
y de los estereotiposdifundidas per los medios masivos de comunicación
encubre una ccncentracíónsin precedentesdel poder económico-nanciero
y producela framentación, ia exclusióny losguetos globakesde queya
hablabaZbigniewBrzezinskyen su obraLa era tecnotrnícade 1970.
La situacióndescriptatorna más relevanteslas reeacionesde Amelia
Podetti extraídas de sus leccionesde 1978, que mencionamosal principio.
Especiaimenteimplica el fortalecimíentade dnuestra
identidadcomoar-
gentinos
e iberoamericanos,
quenosconstituimos
como
unasíntesis
totali-
zadora,un gran relato, productodelas culturasautóctonas, la conquista
de América,la evangelizacióncristiana,ias iuchaspor Ia independencia,
las luchaspor la organización
nacional,losaportesinmigraborios y las lu»
chaspermanentesperla soberaníanacionaly losderechossociales.Esta
identidadse constituyeno solamentea partir del arraigoa un territorio
sino a través de la historia y de una cultura propia tensionada hacia ei
universalismo comola evoluciónque la épocaimpone.
Recordamosuna breve nota editoria} de 1981, cuando a través del Gen»
tro de Investigaciones
Cuíturalespublicamos
La irrupciónde Américaen
la historia:

1. En estesentido,ei pensamiento
deAmeliaPodettinoesni his*
toriográco ni hismriciata;es más bien el intentode ancuutrarlas
categoríasmedulartïes
que surgendel acontecimientoamaricanoy cómo
esdesdey después deAmérica.Y éstaesla perspectiva para winter-
pretar el pasado«la totalidaddel pasado-w
en vistade una apertura
histórico-ontoiógica
propia.2. Creemosver resumidala actitudde Ea
aumra frente al problema de ¡a ciencia en una nota que encentmmos
en apuntesdeclasessobreKant conreexionea acarreadel cienticis-
mu,que nc debeser criticadoen nombrede un irracicmalísmo que
niegueIa cienciasinoen nombredeuna racionalidadqueia inciuyay
expïique.

Sobre esta base,Amelia Podettí desarroïló una obra esclarecedura,con-


tinuadomy tambiénprecursorade pensadores de nuestropaísy de Ibero»
américa.Ésta no seiimitó a la cátedrauniversitaria,sinoqueseextendió
a la acciónpoiíticade nuestropuebloen su lucha por la soberaníay la
justicia social.La acompañamos hasta su fallecimientoen 1979,recibien-

liberalesy reïaciunesinternacionaies,aparecidode 1985,dendese actualizaestaobra,ctm


una ampüabasede datossabrelas democraciasliberales desdesu épocahasta ntsestros
días.
44 . AnamríaLamgttaVïd
Cel

do ïosfrutos rie su enseñanzamu amplítudde criteriogrstzcontracción


trabajo, y desde entoncesla seguímosacompaandü en el mísmcrcamin
Con este criteria basamosestas reexiones sobrelaílïenomenalogïa,coma
reexiones complementarias y comoacompañamientooísïiue Lposibïemente}
sea}pra; nosotras el mejor homenaje a su trayectoria; de esta fama más};
que lamentar una ausencia irreparable, su presencia viva y:
permanente.
Pïtmfesoïá
AKA AIMETTA
DE:
CLQLGT
L MLBuenos Aires, dícieznbre; de 2005
de

TTIV

LA FENOMENOLOGIÉA DEL ESPÍRITU


Y LA HISTORIA DE OCCIDENTE?

ÑVersión grabada de una dass de Ameiia Podetti sobre el sentido»y la ubicación da la Fenome-
noíogía del Espíritu (1978). Na corresponde, pues, a la versión original del Cnmentario a la
Intmciucción, y se agrega en esta edición por su utilidad camu caracterización genera} del
texto hegeliano,
Elpróceso
deuniversalizaeión
W
¿Cuál es nuestra ubicación y nuestro destino en este mundo, como ar-
gentinas y latinoamericanos? LParqueel punto deWpartidanecesaria para el
desarrollo(ie un nnewypensamienta,tanto enel ¡ámbitocientíco comoen
el losóco, esprecisamentetratar de comprendercuálesson las aitemati»
vas que estánhay en juego en la situación mundial y cuáles sus cursos
posibles. L
Un rasgodenizorio del mundocontemporáneoV es el avanzadov desao»-
Ilo de lo quepodriamosHamar1auniversalízascíón. Casi todos los proble-
mas que caracterizanla realidad actual tienen dimensión global. Y exigen
solucionesglobales.La destrucciónaceleradade los recursosnaturales, la
explosión demogáca, la diferencia cadaLvezmayor (y mayor desde un
punto,detvistacualitativo) que separaa los paísespor su distinta grado de
desarrollatecnológico,las distintas formasde deterioro de la vida humana,
ias nuevasmodalidadesde} poder político,económico,técnico y cientíco:
todasestossonproblemasque afectanal mundo en su totalidad. Cada vez
es más claroy hay mayor concienciadequalasolución de estosproblemas
sólo es posibleen el marco de una planicación y accióntotales.
La unicación del mundo está llegando a su realización histórica a tra-
vés de una vieja e ilustre idea, que ha animadoa la civilización occidental
desde su inicio, la idea de la unidaó. del hombre o la idea de 1a unidad de!
género humana. Se trata de una idea que aparece en la hiswria de Occiden»
te, no por cierto a partir de su tronco griego, sino de su tronco judeo-cristia-
no. Quizá adquiere una formuiacién más clara y precisa con el advenimien-
to del cristianismn, pero ya está planteadoen la cosmovisiónque anima el
Antiguo Testamento.
Y es interesante que el primer lósofo que se plantea este problema de
la unidad del génerohumano seaun lósofo cristiano, SanAgustín, que es
también el primero que eiaborauna losofía dela historia, que intenta una
H7}
¿a AmeliaPatient:
_,

interpretacion
globaldelproceso
histórico.
Justamente
expiícitaestaidea}
dela unidad
deihombro
comentando
untexto
delAntiguo
Tcstamentoc
HiceSanAgustínen Lo:Ciudadde Dios,a Ia quepuedeconsxderarse la g
primeralosofía dcla historia,queDiosquisohacerdescender
a todoslos
hombres
deunasoiapareja,
y queincluso
quiso
sacar
a¡Ea
mcjer
delcostaá
dodel hombre,para queloshombrestuvieranclara concxencxa
de queeran
uno,quepertenecían
todosa ia mismaestirpe,paraqueloshombres
supie-
ranqueerantodos
miembros
deunagranunidad,
envirtud delos
quenecesariamente
unena ioshombres
sidescienden
todos
deunamxsma
pareja. t
VEBte
planteoagnstiniano
puedecompararse
conunaideadePlatón,con
laqueguardacierta
anaïogía.
EnRepública,enunpasaje muycélebfe y
muycontrovertido
también, Platón
proponequeenla ciudad idoaltiene
quehaber comunidaddeinmersos
y dehijos;
esdecir,la ciudad¡deaïoo
debearticularse
sobrela base
dela institución
deIa pareja y la famlha.
Esteplanteo
semdamcnta aquí viene
la analogízy-
enla nec-conar! de
garantizarla unidaddeIa polis.En ía medidaen quetoáosiosmñospue-
dansentirse hijosdetodosloshombres y mujeres
adultosdela polis,y que
éstossesientanpadrescietodoslosniños,seestableceríaunagarantíade
unidad a través de los lazos oonsanguíneos.
Esinteresante
la comparación
entreestas
dosideas,
gncmuestrsoïa
distancia
entreei pensamiento
griogoy el pensamiento
cnstmno.
Platon,
en su formulación,pïantoael problemade la unidad pero en los marcos
limitados
delapolis,
delaciudad,
mientras
SanAgustín
lohacc
enelmar-
cogeneraldoia especie
humana:todosloshombres
estánunldosporsu
origen
común.
Apartirdeesaunidad
originaria,
seproduce
Ioego
elproce»
oodedispersión
sobre
todo elplaneta.
Dispersión
quedotermma
unodelos
sentidosde la historia,queesjustamentela reunicación de lo que se ha

dispersado.

Desde
elmomento
en
que
San
Agustín
formula
este
pensamie
se
puededecirqueel prohiema
dela unidaddelhombrey dela universahza-
ciónesuna constanteen el pensamiento
occidentalIncïusohay,viendola
anación
actual
delmundo,
sepuede
interpretar
lahistoria
(po?
lomegas
ía historiaoccidental}comoel desarrollode esteprocesode unswcrsahza»
cion
y unicación
delhombro.
Porsupuesto
esteproceso
sedesacrolïo
de
maneramuycompleja,y todointerpretación
necesariamente
lo sxmphca
oïonïzioïdc
quesomos
conscientes
deunmodoextremada. whoy-deque cualquier
hechoque_ocurra
_
} j to La ctïáltïníoï
decisión
que
historia,entonces, setomeenencualquier
sedesarrolïa lugar
el sentidode 1adelplaneta
afecta
UIIÍVÉFSQIJZHCIÓB;
cada vez más ios hombresse reconocencomosemejantesios unosa los
amas.Sin introduciren estoningunovaloración,sinosimplementeen el
c m qgíodelespiritu
y lahistoria
deGenios-nte 4&#39

Iaoïtotalidad.
De modoque el destinode los hombreso e} ¿estimode un
pueblo
puedenesta:deciáiéndose
poralgoqueocurreeniasantípodas,
así
comoque en este procesode univcrsalizacion necesariamentese enootan
y entmcxuzan
proyectos,
líneasy conciencias
distintas},
asumeformasy di«
reacciones
distintasy puedeser interpretadode mododiferente.
Porejemplo Zbignicw Brzezinski,
enLa eratecnotrnico,propone desde
unadeterminada perspectivaunainterpretación
deesteproceso deunivez»
salización
ligadoal desarrollo
de}podertécnicosobrela naturaleza
y sobre
los hombres.Para Brzczinski 1a situación actual del mundo es la culmina-
ciónde esteprocesode crecimientode}podertécnico,comodesarrollotec-
nológicoy desarrollo de ios medios de dominación a través de la técnica.
Esaculminación
esla sociedad
tecnotrónica,
unaformulación
queél pre-o»-
re a Ia de sociedadposindustria},
aunquecïesignaríael mismofenómeno:
una sociedad constituidanoya meramentesobrela basede las máquinas,
sinosobrela basodemáquinas
queno operaei hombresinoqueoperan
otrasmáquinas.Es decirquela culminaciónde esteproceso
se alcanzaen
la medidaquehoyel motorde losgrandescambiosquesedan en o}mundo
contemporáneoes el desarrollo de la técmicaelectrónica.
Otra visiónes la de PauloV1,que proponeuna interpretaciónde este
procesoque«ioaïgunamaneraha sidosostenida y desarrollada
porla Igle»
siaCatólico
a todoiolargo¿ela historiadeOcciente.E513meadequeei
procesode univorsalización
estáligadoa la predicación del Evangeïio.
El proceso
de universazación en la historiacompisunafunción,quees
creare}marcopara queseaposibïola cvangoiizaciándetodosloshombres:
el lugar de reunióncietodosloshombrespara queseaposibïetransmitir el
Evangeïio.
Sondosinterpretaciones
de esteproceso
y dela situación
contemporá-
neatotaímente
distintas,
peroquedealgunamaneraestániigaáasal desa-
rrollo de ia unidad o unicación dei mundo.
ento: ?orotraparte,hayunsegundorasgo,ounsegumioaspecto,queaparc-
cecomomuy pococaracterístico de ia situacióncontemporánea
ligadotam»
biénal primero.Es lo que sedesignaconel nombrede «sio. Es también
una conviccióngeneralizaday aceptadaportodoslas líneasde interpreta-
ción:actualmentese vive en una situaciónde quiebrao agotamientode
una determinadaformahistóricade 1avida humana,para decir-ioen los
térzninosmás generales.Dondese produceuna quiebrade las institucio-
nes, de los valores, de las conviccionesexistentes, ¿onde está en cuestión
; todoel universoquee}hombreha construido,
todassmsconvicciones,
todas
sus concepciones,sus escalasde valores.
Frente a la crisisse puedefonnuiar1a hipótesisde} desarrollode un
50

univerealización,
sinoquetambiénpuedapiantearse cuálessenlaselige
nativasrealesqueestánenjuego,a partir decuálesla naturaleza
de e
crisis,decuáles
sonloscaminos
parala solución.Creoquehayestápre,
teesaposibilidaci,
y queademás
debemos
entendemns
camu
panadeaii
Piensoquepormuchas
razones
y mevoya referira una.

La aparición.de Américaen la historia

mïïrïïïïïiïïéïïïíïsïííïaïÏïïíïíïiïïïïtïïíï
Éïoïïïsïïíïí
rialy espiritual
sobre
iacualhabíamarchado
hastaesemomento
elproce-
sadeuniversalización
delhombre.
Dee
hecho,
nosólo1afermay lasestimen]
sionesdel mundose transformaronconla aparicióndeAmérica,sinoque
tambiénsetransformanlas situaciones
relativascieloslugareshasta ese
memento conocidos;
el Mediterráneo,porejemplo,
dejadeserel centroai
rededordei cua}seorganizala civilización,
y suscostasdejan¿leserei
escenañoe
privilegiadode la historia.
Desdeelpuntodevistadela unicacióndelplaneta,sóloal encontrara
el ViejoMundomediterráneo
y América comienza deunmodo efectivo
tenerunprincipio
dereaiización
ciertaestaideadelaunidad
delahisto
y dela unidad
delhombre.Esdecir,
sóioconelencuentroentreAmérica_
elWejoMundo comienzaloqueHegelvaaama: laHistoria Universal.
E3
decir,America
signicaporsusolapresencia
unatransformación
muypraa
funda,denaturaleza
catastrófica
-en el sentido
dequesetransforma
enLv
fomaabsoluta
y totalm
del¡»receso
deuniversalización
y unicación
del;
mundo.
Porque
enrealidad,aunque
loseusmpeoe
siempre
hayandicho
que
en 1492sedescubrió
el NuevoMundo«y nosotros
lo sigamee
díciendo,lo1
queenrealidasedescubrió
nofueelnuevo
mundo.
Loquesedescubrió
fue
elmundo,
porque
apartir
deeee
momento
los
hombres
pudieren
cono-
e
cerrealmente
cómoeraelmundo;
queeraalgototalmente
diferente
a la
que
habían
conocido
los
hombres
precolombinos,
metan
europeos
oameri-v
081105,
Yaque
91911751331310?
353m3
aambos.
Es
decir
que
encierto
modo,
apartir
delencuentro
de
estas
dos
panes
del
mundo
que
hasta
eee
momenta
ignoraron
mutuamente
su
existencia
la
historia
sehace
efectivamente
universal,
porqueapartir
deese
memento
los
hombres
comienzan
aconocerla
Iïerra
ta!como
esysaben
que
yaestán
dispersados
entodas
sus
direcciones,
que
latierra
ensutotalidad
yaestá
ocupada
por
los
hombres.
pmïsgzïzïïzzïz:ïzïgïïgïïsïï;
3::51:32:55:;::°V::
deloquehaocurrido
coneldescubrimiento
deAmérica.
Esepensamiento
n?¿miga¿'33
932315733
iflahistoria
deÜccidente 51

L¿{una
sable
esehecho
cansiclerándolo
comounomásentre19s
muchas
PmdufïdP01¡aEuropa
moderna;
esunomás,comoeldescubri»
L?
msie
lalmprenta
adelapóïvora.
elesa
aque
Europa
mxsma
eslaque
concïuce
este
proceso,
sin
embarg
"E"
ïmgaïnïem eumpeü
B10691321,
hastasuculminación
enHegelnoe
neaa Europa
como
ubxeada
enelcentro
deunmunclo
nueve
y diferente;
uïáïgïáaïiïïïaï?
351°
Se
haProducido
una
especie
deampliación
del
íï went?
europeo
hay
algunas Hay
unmomento
en
que
e:
Lïïïïïeïïlïlgg,
m.)
Toílás e;
[a e}momento
est,
enLei contemporáneo
hemamsmoyenel delfiescubm
pensamzenm
deautores
V e eOrgo ampanella,
oErasmo,
aparece
-dealguna
manera
esteproblema.
Esmteresante
el hecho
dequeenel pensamiento
human
fiin
e}descubrimiento
de
América
genera
loque
podríamos
llamar
elrenu?
miento
delautopía.
Los
autores
renacentista
escriben
utopías
motivaga
eldescubrimiento
denuevos
mundos,
denuevas
culturas.
Y hayuna
¿Lïeá-Ïaïegïïeeïsar
M
laczáaamón
entre
I , _ _ assoc:des
que
esos
han
neevos
mundoe,
surgido
ante
esos
lavista
nuevog
delos
1mm-
europeas
y a vacia
mzsmade loseuropeos
comouna tntalidad,comouna unmad
cama
uneseenzmo
nuevo
dondetodova a cambiar
también
para10seuro»
penea partir de haberdescubierto
esenuevomundo,esasnuevasgocieda.
desíresabeéueva
relacnón
(iraníes
hombres
con
lanaturaleza.
am1 aparece
esta¡deeeneipensamlenm
españa!
contemporáneo
¿Mi
deseubnmïem
Y¡aCimqulsta.
Citesolamente
eicaso
deViteriaquees
tambien
ceutemporázxeo
deErasmo.
Vitoriaelabora
1amaa delo quepo.
vadeformular
¿mcameute
estehecho
nuevo
de¡auniversal,,6 d el
muncïo
ydelauníversalización
delpianeta 1mm
ne
Pero
parece
claro
quea partirdela decreta
delIm rioE añ}
v podemos
llamar
Hispanoamérica
imperio
quereúne
aïïdo
elsp 3iqua
reciera
que
elpensanziento
euroéeo
comienza
areducirse.
muG,pa-
s espacio
europeo.
Yalespacio
europeo
talcomo
yaestá
sexïaïlïvamïn
a
a, ááción:
ese
pensamiento,
desde
Descartes
hasta
Hee}hasta
i?POE
Étía
o eemueve
enlasdimensiones
del
mundo
mediterráñeoyeíl}
aoyÜFria
de}
Imperio
Romanaysus
fronteras
no
vamás
alláEr;
este tïïinlne
hecho
que
lomuestra
muyclaramente
yesque
para
9512:?
I ena-y
un
Améïíca
3°existe
90m0
Pan?
3113387331
yesencial
dei
mundo
ïgïïxrïeïez
:2:z::ïs°::2::Se
ame mtïwïma
e
Haga,pm.ejemplo
queesquienavanza
en¡a tentativa

e unpense
5.2 l Amelia334x183:

mientouniversalizader,sin embargaalicequeAméricano eyciste


parae
lósofoporqueen,Américaenrealidadelespíritunohaproducido
nada.El
decir,enAméricanoesciste
la.cultura,enAméricatodoesnaturaleza,tam
biénlasrelaciones
entre
loshombres,
también
lasculturas
precolombina
paraHegelsonnaturaleza,
nohandadaelsaltodesde
Lanaturaleza
a la
culturaenAmérica.
Y comoHegelpiensaqueel lósofosólopuedetomar
conciencia
oreexionar
acerca
deloquedehecho
es,laquehistóricamente
gonna,
y paraél 1oquehistóricamente
ocurre
y le quedehecho
es,e
el ámbitodela cultura,noel ámbitodela naturaleza,porest)esqueparae
sfü Américam, ¿x-lam
Podríamos
agregar
loquedice
Hegel:
Quizá
América
eslatierra
del;
porvegi,
quizá
cuandoenEuropahaya
muerto,
elespíritu
soplará
en}
América,
yquizálasnuevas
{armas
olasnuevas
dimensiones
{lela«faltara,
f
o las nuevasguras ¿el espíritu 430m0¿iceHegel-q seproclumránenuí
América inclusodicemás:ocurriráno surgiránen Américacomocansar
cuencia
deunacontradicciónentrela Américadellïïortey la Américadel
su; paraesta,diceHegel,no esmásqueprofecía, y la pmfecíanoesla:
macióndel ¿msm-oy t
América
esefectivamente
elúltimalugaradonde
llegaelhombre
en{el
proceso
deocupación
delplaneta,
eslaúltima
punta
deOccidente,
elfïrusl
terrae,
ellugar
donde
termina,
yesta!vezdesde
este
punto
último
ynal
dondeseaposiblecontemplar
la totalidad,nasólola totalidaddelproceso _
histórica,sinotambiénla totalidaddel espacioen el cual eseprocesoha
Ücum &
QuizásóloAmérica,
lporsuubicacióneneltiempo y enelespacio,
seael -
lugardonde
hayestádadala posibilidad
histórica
depensar realmente
la ¿
universalización.
Quizála conciencia
americana
eshaycapazdemoverse
en los marcasde la universlalizaciún
contemporánea,
justamenteporque
ellaesellugar
donde
esa.
universe-anación
alcanzó
sucumplimiento
apar-
tír del hechooriginariodel descubrimiento
y detodoel procesoquele con-
tmuó
Esto
¿Bwe¡ego
esunahjpótegis_ -

El marcohistórico dela Fenomenalogía


del Espíritu
La consideración
dela historiadeOccidente,
desusarticulaciones
y (le
susgrandes
líneasdedesarrello,
quesedesprende
dela Fenomenología
del
Espiritu,
resulta
útilparaquien
seocupe
delamisma
cuestión
enlostér»
¿(nosnuevosenqueestáplanteada,
quesonlostérminosdelgradoa que
hanegado
e}procesa
dauniversazación, _ ¿
Sehaelegido
laFenomenología
delEspíritucomo
unaguíaomotlvaclonj
lgaya,
estetrabajaporqueesunaobramuysignicativaenel marcodetodo
¿StePïms
ll f , l l rifa yia historia(leOccitlente

_l ¿Par
un ladola Fenonzenoíogïïa
estáencuadrada
porHegelmismoen una
'
naciónqueél denecomael n demmépoca y el proceso
detransición
gestación
haciaunanuevaépoca,haciaunanuevacultura,hacíaun nue-
lvc)
mundo
histórico. _
t Estehecho
estáligadoconla expresión
altamente
valarativa,
peromuy
gparticular,quehaceHegelsobrela Revolución
Francesay sobreNapoleón.
e M9era
laFenamenoiogía
presenta,
desde
elpunto
devista
¿le
esta
relación
de
l Hegel
conlaRevolución
Francesa
ysuexpansión
napoleónlca,
elrasgo
anec-
clétuzo,
perosignicativo,dequefue terminadaal día siguiente
dela bata-
lla deJana.Una batallaen la queNapoleóndermtóal ejércitopmsiano,y
que
fueinterpretada
porHggel,
Coalo
pormuchos
intelectuales
alemanes
anula
unprácrceso
quepermxtxxía
sahraAlemania
desuestado
deatlaso
508131,
político,
institucional,
cultural,
paraponerse
a laalturadelos¿lem-
posodelas nacianesquellevabanmásadelanteesteproceso.
Hegeldiceen una carta,reriéndosea Napoleón,
justamentepocodes»
puésdela batalladeJana:He vistoal amperador,
estaalmadelmundo,
salirdela ciudadparahacerun reconocimiento.
Esporciertounasensa»
ciónmaravillosaver a semejanteindividuo,que concentrado
aquí,en un
punto,sentado
sobre
sucaballo,
seextiende
sobre
elmundo
y lodamina.
Elinterés
deHegel
está
referido
aNapcleón
como
un¿agente
histórico
enel
Aproceso
deuniversalizacián,
enelproceso
¡de
unicacnón
delmundo.
A partirdeubicarse
enesasituaciónlnsbórica,
la queHegelseplantea
L enla Fenomenolagía
esdescribirel proceso
deformacióndelmundomader-
' no;esdecir,el proceso
deformacióny desarrollo
dela culturaoccidental
desdesusorígenes enGrecia hastala Revolución
Francesa y Napoleón.
¿ Interesa
vercuáles sonlasgrandes
articulaciones
delahistoriaaccidental,
segúnHegellasmuestray lasinterpretaen la Fenomenalogía,
entanto
puedenservir para elabarara partir de ellas nuevashipótesisacercade
cómo
senes
presentan
anosotros
esas
artictllacianes
dela}hisitoria
occiden-
tal, perodesdeestenuevomarcodelarefecnvaunlversahzaczón.
Hegel
xaasupropxa
epoca
como
unmonyïgnto
decnsxs,
¡letransición
y
degestacmn
haciaunanuevaformadel espiritu.Porotra parte,caracter»
za su épocacoma un momentode maclurezdel espíritu humano; un mo-
mentoenqueelhombreharecorrido
lasetapasnecesarias
parallegara un
grado de conocimientoy de saber de tal naturaleza y de tales característi-
casqueHegelcalica comola ciencia.El hombreharecorridouncaminoen
la lústoria,y esecaminaha llegadoa unaculminación,
porquea través
delasetapas
recorridas
haacumulado
unagxperiencia
envirtud
delacual
puedellegaral verdadero
saber,al conocimiento
verdadero,
queHegel112w
maciencia.
Éldice
enlaFenomezlología
quehallegado
elmomento
enque
lalosoapuede
clonvertirse
en81611613
porque
hanegativa)
elmomento
dela
madurez
delespíntuhumano.
CuandoHegelhabladela ciencia,nolo haceenel sentidoen quehay
54 AmeïíaoPoiïe

la entendemos;no se reere a las ciencias particulares, a la física, aV


matemática o a las cienciashistóricas o sociales,que son disciplinas auto-
nomas,separadas entresíy quetambiénestánseparadas conrespectoa la
losofía.Hago}entiendela cienciacomo unaunidaddetodaslas formasde
saberque seencuentrano integradasy axmónicamentereiacionadasentre
si. Esas formas del saber abarcan desde el conocimiento sensible más in
medjato,la experienciacomúndetodosloshombres,hastala cienciamás
perfectay desarrollada,
queseríala losoa, pasandopor las cienciaspax»
ticulares,pero»
tambiénpasandopor el artey Ia religióny tambiéninclus-
yendoe} saberprácticohistórico,esdecir,1aexperiencia
históricaviviente
y trágicadelospueblos,
todoestounidoy trabadointernamente.
Y aïcan-
zar la ciencia;
algo siemprebuscadopor loshombres-ha sitioposiblegra-
ciasa un largodesarrollohistóricodel cualesla culminación.
Peroparaquesecumpla. esarealizaciónefectivadela ciencia,serequie-a
re quela experienciahistórica,esetrabajoo esedolor de siglosa través í
del cua] los hombreshanaïcanzadola cienciay el saber, y que está deposi»
todocomohuelladel trabajodelespíritudeloshombres,esdecir,quevivo 1
dealgunamanera,
peroquevivetodavíacomo
algosumido
enolespíritude
lo época,esnecesario quesalgaa la luz, seexteriorice,seformule,seobje»Y
tivo, es decir, se hagaplenamenteconsciente.No hastaque el lósofo
Hegei» hayallegadoa la ciencia,entanto enél ya esautooonsoiente esta o
experienciaglobaldeloshombres:lo queél sepianteaesqueestaexperíon
cia tienequeser autoconsciontepara todosloshombres.
Para estoseproponeescribirla Fenomenología del Espíritu. Dichode
maneramuygeneral,estaobraseproponedescribirel procesoa travésdel
cualel espíritudel hombrealcanzosupianodesarroo.Un rasgomuy im»
portantedela Fenomenología esquetieneun objetivoo pedagógico, quees
servirdeguíao de escalera«segúntambiéndiceHegelma la conciencia
común,a la conciencia ingenua,al índiviáuono cultivado,para quepueda
él también acceder-a la cioncia, acceder a la verdad. «
La Fenomenología ese}itinerariodela formacióndeiespírituqueha de
servir de guía para.que los individuosparticulares,a su vez,se formen,
haganensí mismosesamismaformación
quefuehastaahorallevadaa
cabopor e} espíritu do} hombre en ia historia.
Se sueïeseñalar la reiacién que existe entre la Fenonzenologícz
y cierto
tipo de novelamuy característica
del sigloXVIH,la llamadanoveladefor-
mación,comoel Emilio de Rousseau, o aigunanoveïadeGoethedondese
pinta el itinerariodeun aimaEs decir,describenel procesodeformacion
de un hombre o cie un alma.

* La aïusióncorresponde
a Losañosdeaprondizojis
deWilhelmbíeister(1796).Cabesoñalar
quee]antecedente
juvoniiLasdeswznmms
cíoljoven
Werthíer
(17743
seríalanovela
prodíïecta
do Napoïeón,quien confesarïahaberïaleído ochoveces.
(«Fenommología
déííéspïrítu
y iahistoria
¿lo(Incidente 55

Sehacomparado
tambiénelproyecto
dela Fenomenologzïo
conIa alego-
Lríaplatonicas
delacaverna.
Dealguna
manera,
ellósofo
quehalogrado
o roahzareseescarpado
ascenso
desdeel BITOIy la iíusiónquereinas:on el
fondodeíacaverna
hastaalcanzar
la verdad,
debevolvera lacavernapara
mosfrara loshombres,
queaúncontinúanencadenados y prisioneros,
el
camozo
delaooenso
ala verdad.
Porsupuesto
quesonanalogías.
Lasdife-
renciastamblenresultanmuy profundas,perosonanalogíasenel sentido
de mostrar estecamino, este tránsito, este ascenso.
N)Tambxén
secompora
esteproyecto
dolaFenomenologzïo
conlasGorafe»
¿"33
¿eSan
A89317111,
(B18
narran
laontario
deunalma,
desde
elerror
astaja verdad,
queenestecasoesDans.
El almarealmente
cumple
su
recomdo cuando
descubro
a Dios.
dudïaïgïj
ÏIÏ}las
olledaitgïfones
metasicas
depES-ÍÏBÏÏES,
donde
desde
la
tas
com
aïícïlïïzïïs
ae 1(¿sofa
llega
aldesoubnmaento
delaverdad.
Es-
lo¿a
P PÜFIIKI
a opeyznxtenáprecxsar
elproyecto
oeiaFenome
gzngaPÏTÜPO;
m adDermuzen
senolar
quées1oque
orencia
ala
borgaeooogza
etooo
loquo
hefnos
senolafio
antes,
porque
1oque
esta
ora escmbe
estazrxbxen
lahxotozja
deun1nd1v1duo,
como
1osonlasCan/io
0%?!)
tlauglbzéo
lasMednocmneo
metasicos,
poroeï
individuo
cuya
esdes;elige
beocnbe
esloque
é}mlsmollama
elmchvuiuo
universal
historia,
12mreenÏanoïiïdpecne,
elconguntooe
hombro?
atírovés
desu
cuan)
13.613;
31::cuanum ,oncuñanto
constituyen
unmdrvlduo
yen
y sedesarrollahgtstóncamento
a travésdelospueblosy de
las culturas.
uniáddglïrí}
Hegel
retoma
la¡dos
b o o om1-2,);
prensa
delauoidad
latoscana
del
género"
humano,
uozversal
como
dela
lahlstoria
delhom-
re,conao
unototalidad,comounaespecie.
LoqueHegelvaa subrayares
quela daversxdad
deacontecimientos
históricos,la diversidaddepueblosy
gïggïiïv
bre ¡aVamíïd
com;
:3). Iáïacïlfïmeflïe.
aviaeselmxsmo íoacabaole
1ndmduo: ¿to
gurao
deiacontec
el¿ndzuaduo
unauorsozï,
elbom»
peazo,que a través de esoprocesose forma, se desarrolla y
puedellegara conocerse
a sí mismo.Loquejustamenteva a plantearHe«
golesquepensar
launidad
deihombro
noescontradictorio
conlamultií-
Ïldfad
delos
homoreo
oquo
launload
«ie
iaespecie
humana
noescontradi
foma comi
arnïtuitzphcxdad
cie lasculturas,delospueblos;
ormashzstomcasen que el hombre se encarna.
esdecir,
delas
Pensarquehaycontradicciónentrela unidady lamultipiícidad,
oque
haycootrocïlñxccxón
entrela universalidad
dela especiey la particuiaridad
do¿los
mdxvxduosrealeshistóricos,
espropio dela lógicatradicional,
dela
iogxca delo queél liamael entendimiento.Esel entendimientocomúnque
pxonsa ia realidaden formaestáticay separandoio queen realidadestá
lïïlïfïíïf;
Para38¬eïüdimientïo haycontradicciónentrela unïd '
tlphcidad,o hay contradicciónentre lo universaly lo pa.
56

Hegel
vaadeciresqueenrealidad
nohayninguna
contradicción,
sinoq
esa artir de un ti o azticularde tensión de relación ue seestablece
canta-epic
uno
SÏomúïtïige,
entre
louniversal
51a
ïïürticularïicomo
serealiz
histácamenm
e}hmbïe- L
Dicha
dentra
manera,
loque
Hegel
va
aplantear
esque
launiversal!
altiad
delhombïe serealiza
atraïsrés
de suspaïiïtaïiïddïshisáórica yÏau
a unidadde a especiesere iza a través e a m tip ácida y varia
de
las
formas
particulares
Enelesquema
enque
históricamente
delcapítulo
seencarnan.
VIdelaFenomenoíogía
puede
W
apreciarse
asia
visión
dialéctica
yeisentido
propio
delaFenamenuiogía,
porque
Hegel
elabora
allísuinterpretación
delahistoria
deOccidente
ydesus
articuízk
ciones
funcïamentales.
Ese
capítulo
searticula
entres
partes
que
son
los
tres
grandes
momentosdeldesarrollo
del
mundo
moderno:
a}Elespíritu
verdadero:
labella
eticidadaunidad
inmediata.
b)Elespíritu
alienade:
lacuïturawruptura.
c}Elespiritu
cierta
desímismo:
lamoralidad-reconciliació
. _ _ _t
La primerapartesereereal mundogriego,a su3180121161051
y al poste
rior
pasaje
a}Imperio
Rumano.
Enlasegundaparte
interpreta
alproceso
queva
desde
nismo
laLEdad
Media
hasta
enlaRevolución
laRevoiución
Francesa;
Francesa,
nosetietiene
hasta
demasiado
e}jacobk
enlaEdadMe»-
díaporqueconsidera
esteperíodo
sólocomola génesis
de1asociedad
mo-
dama,
campartiendn
elcriterio
peyorativo
con
respecto
alaEdad
Media
de
todo
e!pensamiento
europeo
moderno.
Iistudia
mdamentalmente
elsur-
gímiento
de¡aEdad
Moderna
interpretando
cómo
seproducen
lasreiacío-
nes
entre
feudalismo
yriqueza
oburguesía
ycapitalistas
ymonarquía,
yt
luego
dedicando
bastante
espacio
alaIlustración,
especialmente
ensucom»
L
bate
contra
lafemedieval
ysus.
supervivencia;
nalmente
analiza
laRe»-
voiución
Francesa
hasta
Robespierre.
Enlatercera
parte
describe
pesea
queélsostiene
queellósofo
nohaceprofecíam,
más que
unmomento
his-
tóricu
real,suexpectativa
acerca
deloqueseráelnueva
mundo
surgido
despuésdelaRevolución
Francesa
ydeNapoleón. L
Estostres mnmentus
tienen
unaarticulación
interna
yque
enforma
muyglobaipodríamaa denir delsiguiente modo.El primermomentodel
espírituvardadero
quellamaIa etícicïad,
y quecorresponde
al mundogrie-
goy suposterior
proceso dedisaluciónenei ImperioRomano,esdescripto
coma un momentcade unidad armoniosa entre el individuo y su mundo
(chó ténnintasmás especícamente
griegos,entre e} ciudadanoy la
paliar.
Laïama
labellaeticídad
porque
nohayrupturaentreelindividuo
t LLj entre
elciudadana
ylapolis,sinoqueelciudadano
estápazfec-
ent ntegradcuïse
sienteparfectamente
expresado
porlasinstituciones
palíticas,
sociales
religiosas
Esdecir
a hayunidaá
entreel ¿mii
v1.dua y su
. . .
Ïaïíïgfgïáïï
3:1:ïeïaíïetïlmsnm
dada.
".0
esuna
unidad
q
anterior,
sinoque
eslaunidad
dadCmÉI
É esmslún
odeuna
Fuptum
desde
suorigen
aesa
sociedai
aesa En
1137???
hace
com,
unidad
Y?
as, ¿a¿
¿nme¿¡a¿a_
emu°115mm:
P0
a _
95°
93
una
11m
e
ciaïg
Ïkïelïdïagzïsiïgïï:
es¡aáisohleión
¿ei
EÉÏÏÏXÉÉSIÁIÉEa
mundo
llista
sus
. o 3a S313
animas
consecu
ata-
E!PTOCESO
C18
ïfüptura
extremas
en¿Ocio
el eli¿X1533
ageo?es¿giga
asus
unsecvuenma
fïïfás
alienado,
porque
está
escindido
el d? a Q
pore30
1°amaeÏÉsíïllïfïtu
ciones,
nosereconoce
enelmsindcïnhí
:31'10
noSe
reconce
9:11
lasmantu-
áesgmmmento que
asume
, fórmas
disïinrtïso
} . yéecïïxsrïá:
L císïaacáïee
ns ¡co e

tïïïïjïíïóï;
ÏÏÏZÉÏÏÏÏÉÉGÏ:
Si:31mm)
deFa In?(a?.61
Sentid"de
t pecto
asumundo es progese
def0eágaygamgento
del
1nd1v1duo
c911¿es?
ón. L ¿noSeseparayestablece
una
mpturggïtgíené}.
Oilümente
cuando
elUNFV!
zasuverdadera
formación,
sueducación.
E;tercermomento
es¡ameüiac-.
mismo ysumundo
Et
Gemm ,
doque
surgirá
después
de1aRevela
1.0611.
F5epríodo
sera
e}nuevo
man.
proámir
¡a
reconcmación
v0mundo. ú
¿eese¡ncxáv
n range.
l ug98cm
y
1do
Napdeón
que
yahenado
con
Vaa
sunue"
t '
'
- . . ,
las
ÉÏ-Ïazahïsïgïgïeïaz
las
lnstltyclones
Se
Va
aracimos?
E?
¡Mmvaaa¡canzar
nuevamenga
¡avïjdasgmir
{Ésta
nueva
guraE}mdf"
mer
momento
dedesármlio
delesiritl a qlue
ocaraterïzaba
ene}.
pu
pero
esaunida;
¿magma¿esgs¿uienemoment) d?
mundigrÏego
gnmecam
Sim)
13V
unidadmeáiïüza
e amïpmr
o5373
Ym3ïmldüd
gmramienm.
pm,eso
¡a¡ima
elm0aTrae
PIWQSPÏiÉWPtÚT
YSdes;
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reaimente
aSi?0 erec°nühacïáns
¿nde33
9991*
promda ¿asudesarmü 13m0 e¡Oda Smquezaoï ¿D53
Ï
pm.e50
Hegel
armaqueljïuandü
¿e í
¡«econ-jch,
e}caminc;
que¡epetmúte
por?!
aïïïgïiï,
ïzrïïáíhel
ïlgbm.
ha
¡aCiencia
comomtaiidad
de¿(Kia
esta
expeemia Éstees ° 3Üleïlïïlïiï
- , pues, el punto
enel cua!seubicala reexióncontenida
enia Feümflolggía
¿{,31ESp¿,.¿¿u__
COMENTARIOA LA IIJTRODUCCIÓNA LA
FENOMENOLOGÍA DEL ESPÍRITU
I.LEIcbnocimiento:
crítica
yfenomenolagía

1.Larelación seryconocer
enlalosoa crítica
yen¡a
Fenomenología.
Lalosoa como
teoríadelconocimiento
LEs natura}repreaentarse
queen losoa, antesde penetraren la
cesa misma, esto es, en e} conocerefectivamente real de lo que en
verdad es, sea necesario entenderse previamente sobre el conocm,
considerada
comoel insmxmeatomediantee: cual nosapoderamos
ciein absoluta, o comoe} meáio a través tie! cua} lo visïumbramos. La
cautelaparecejusticada, enparbe, porquepodríahaber tiiversas
especies
de conocimientos,y una entre ellas ser más adecuadaque
otrasparaalcanzar
aqnellametanaï; y esteharíaposible
unaem:-
ciónequivocada
entreellas;en parte tambiénporquedadoqueel co»
naceremmafacultadde y alcancedeterminados,sinhadexter»
minacióntigurosaV
de su naturalezay tie}suslímites,aicanzaría»
másLashabendel}em: enlugardelcielodela vetdazLEsta cautela
ha detransformarse
nalmenteenla acuñación dequeLtodalaem-
presadeganarparala conciencia,
mediana el conocer;
aquelloqueea
ensi,esuncantrasentio
ensuconcepto,
y dequeMantra}
el conocer
y
ia absoïubo Mhayun límite que ¡esseparacampïetamente. Puessi ei
conooeríes el instrumentovpara apoderamosdel ser aheolutag sueati-
Mvierte de inmediatoquela aplicaciónde}m1instrumentoauna casa M
nola dejaya comoellaesdeporMsi sinoqueconesaaplicaciónse(¡para
unaconfammcióny una alteración.0 si el cenocerm:esinstrumento
de nuestra actividad sino en cierto moda un naediumpasivo a través
delcua}nosalcanza
la luzdelaverdad,
entonces
norecibimos
tampm
co la verdad comoella es en si, sino comoella es en y a través de e32:
nzedium.En amboscasosutilizamosun medioqueproduceinmedia-
tamente lo contrario de su objetivo; o ei cnntrasentido es más bien
quenosamamosen generalde un medio.Ciertamente,pareceque
esteobstáculosepuedesubsanarmediantee}conocimiento del momia
de operarde!instrumento,puesellopermiteextraerdei resultadola
parteque perteneceal instrumentoen la representación
que hemos
obtenidode lo absolutomediante ese instrumento, y así aicanzar pu-
ramente la verdasiero.Sólo que esta (retracción,de hecho, masretro-
i611
62

traería adonde estábamosantes. Si de una cosacongurada extrae»-


mmsluegoio queel instrumentoha hechoen eila, entancesle casa-
aquí le absoluto- es de nuevo para nosotrosexactamente comoera
antesdeeeeesfuerza,per endesuperuo. Si, medianteel instrumen»
to,loabsolutosólohubieradeseraproximada a nosotrossinquenada
cambiaraen él, cameel pájaro»
(cazacïa)
mediantela trampa,la aber)»
luto se hurlaría de este ardid si no estuviera y no pudiera estar ya
junto a nosotrosen.y porsi;en estecaso,el conocerseriaciertamente
un ardid, porquemediantesu múltipleesforzarsesedaría el aire de
buscaralgocompletamente distintoqueproducirsimplemente la ren
¡acióninmediata,y porellofácil.O si la prueba del conocer que nos
representamos comoun mediumnosenseñala ley de refracciónde
susrayos,tampocusirvedenada deduciresarefraccióntie!resultado,
puesel ¿renacer
no es la refracciónde!rayosinoel rayomismo,a tra-
vés del cua] la verdad nos teca, y sustraíde el raya sólose ¡ms indica-
rríala puradireccióno ei iugarvacío.

La cosa naisma en iosna consiste en conocer de modo efectivamente


realloqueenverdad
es,osea,conocer
verdaderamente
loqueesnosólo
en
apariencia,
no sólapara nosotros,
sinolu queesen sí y porsi; es (leen;.
conocer lo absoluto.
Hegelarma, pues,desde
el principio,
y sinningunarestricción,
queel e
conocimientolosóco es conocimientoauténticocielo verdaderamentereal,
armación en la queculminasulargoenfrentamiento conla losoa críti-
cao fúosoa dela subjetividad,comocalicaba en suspñmerespublicacio-
nesa las de Kant, Fichtey Jacobi.Ibdosestoslósofos coinciden,
en de-
nitivay másallá cielas diferencias
quelosseparan,en quenopodemos
conocer
realmenteel seren si.Perosostener, comohaceeïíeagel,
quesí pede-
moeconocerio,
enfrentándose a la Filosoa crítica,no suponeque la rela-
ción
entre
conocimiento
yserseaunarelación
inmediata
ycumplida
desde
el comienzo;noeetrata de oponer,a la separación
denitiva, la mmechata
identidad;estaposiciónhabíasidoen ciertomodosostenida porHegelen e}
período
anterior
a la Fenomenología,
siguiendo
a Scheing,quienseen-
frentabatambién a loslósofos dela reexión oponiéndoïes
una identldad
inmediata y real, desdee} comienzo,entre conocery ser.
La filosofía,estees,el cunocimiento
efectivamente real de1oqueen ver-
dades,nc» puededarse desdeel principioa la maneradelentusiasmoque
comienzainmeáiatamente conel saber absoluto,comoconun pistoletazo,y
liquidalosotros puntosdevista? sinoqueesnecesario
iograrlo,alcanzar-

1. Hegel,
Premiere;
publications;
Diérence
dessyetéïnes
pilosnphiques
deFiche
etde
Schelling;
Fai e: mimi»,tran}.francesade MarcelMery,Paris,Vrzn,1952.
2. Íiïegeh
Píuïnamenaíogie
desGciszes,
sizimtláche
Werke,
suene
kritísche
Ausgabe.
be-
uecíóna la Fenemermfogía
dei espíritu

in,y paraelloserequiere
untrabajoserioy peneso
queconsiste
enrecorrer
ei caminoqueseparay al mismotiempocomunicael conocer
y el ser.Esto
esla quesignicabaexpresión
de modoefectivamente
real queal mismo
tiemposepare.y une las expresiones
eenocer y lo queen verdades.
En su áenieión del conocimiento losóco, Haga-Iestablecepues su
posición
diferencíándaee deKant y en generaldeIatlusoa dela subjetivi-
dad,dondeconocer y serestándenitivamente separadas, y de la filosofía
de Eaidentied, donde conocery ser están inmediatamente unidos.
En losprimeroscincopárrafosde la Introduccióna la Fenamenalogía,
Hegelcriticay refuta la conclusión
eecéptica
de lasleeoas de la subjeti-
vidad.La renación expresadela concepción deSchelling,esdecir,la iden-
tidaci,seráefectuada?
eepeciaïmente
en el Prefacio
dela Fenamenalogía,
aunque esté ya implícita, comoveremos,en esta Introducción.
Segúnuna representación
natura},diceHegel,en losoa, antesde co-
nocerel ser,hayqueconocer
y criticarel conocer
mismo,dadoqueéstees
entendidocomoun instrumentoactivopara apoderarseáeI ser o comoun
medium pasivoa travésde}cua}selo percibe.
Estarepresentación
naturai, valedecir,corriente,
habitual,espontá-
nea, en el clima losóco contemporáneo a la juventud de Hegel, es, en
realidad, la de la losoa crítica,que se encuentraen estrecharelación,
tantohistórica
comosistemática,
segúnveremos,
cenla queHegelpresenw
ta en la Fenomenología. En los primerospárrafosde la Introducciónse
ponede manifiestoestarelación,lo quepermitemostrarque1aconcepción
fenomenoïógica de} conocimientosurgesistemáticamentede la concep-
cióncrítica,y estaexpïicaquela una sucedaa ¡a atte, conformea la con-
cepciónhegeliana de la historia ciela losofía.
Por elloconsideramos
pocoprecisoel marcohistóricaqueproponeHBÍ
deggerconrelacióna estepasajey que es simpiementeel de la ioeofïa
moderna a partirdeDescartes.
EsciertoqueDescartes
inicia,segúnHe-
gel,unaetapafundamental;
encuantointroduce
en1alosoa el principio>
de la subjetividad y sabeque la autoconciencíaes un momento esencialde
la verdad? pero,para Hegeï,Descartesno es un lósofo crítico,es decir,
un lósofo para el cua}antesde conocersea precisoexaminarel instru-

gründetvonGeorgLesson,in neuerAnerdnungundBearbeitung herausgegeben


vonJeham
nesHeffmeister,Hamburgo,Felix Meiner,BandV, 1952,p. 26.
Pesea quee}Prefacioprecedea la Introducción
en e}ordendela Fenomerwlagía
del Espíri-
tu, su redacción fue pestaña? a 1a terminación de la obra, De ahí el use de! future (será
efectuada).
3. M. Heidegger,Hegei et sonccmceptde Vexpéríence, en Cheminsqui nemenearnullepart,
trad. francesadeW. Brokmeier.París,Galiimard.1962,p. 109.
4. G.W.F.Hegel,Lecciones sobre¡czhiszoriade ¡a losoa. traci.esp.de WenceslaeRoces,
México,Fondode CulturaEconómica, 1955,vol. m, p. 253.
mento o medium en que consistela facultad de conocer,y estoes}espocí
mente lo que le refuta en este texto. Asimismo,Hegel no refuta a Descartüü
si nosatenemosal concepto
hegelianode refutaoíónlosóca? La tofu t
ciónno es el ejercicioabstractode un pensadorcontra un pensamientocual;
quiera sino un momento,históricay sistemáticamente necesario,de
desarrollodondecadaïosoa niegay contienea la anterior.Podría
se que Hegel no hace en esta Introtiuccián historia de la losoa, sino q
cononta, desde unopunto de teórico,dosconcepciones diferentes,com
hace por ejemplocuandocompara conel escepticismoo conla duda la nega
tívídad propia del camino que la Fenomenología áescribe. Pero aquí no se
trata de ponercierelieveciertascaracterísticas
del procesofenomenológi
co, sino de presentar todoese procesocomouna concepcióndel conocimien
to distinta áe otra, a la que debe sustitïxir. o
Hegel muestra aquí, en el plano sistemático,lo que en el plano históri.
co mostrará en el Prefacio: lo que 1a Fenomenolagía se propone es una; y
tarea exigida por la época y esta supone que es suscitada por la losoa;
misma a la que debe refutar. Pues si bien cada losoa es la toma de
concienciade un mundo histórico concretoy está históricamente determi
nada comola producciónsuprema de un mundo del espíritu, y por lo tan
to el orden histórico de la losofía os también el orden histórico del tiesa
rroilo del hombre, sin embargo las losofías se suceden además en uno
orden sistemático, pues cada losofía «saunacategoría en el desarrollo de o
la Idea. Por esoel desarrollo de la losofía es necesario:cada losoa está o
determinada. por la intrínseca necesidaddel desarrollo de la Idea. Es de
oir, la fosoa está al mismo tiempo determinada históricamente {por su
desarrollo temporal condicionadoa un mundo concreto del espíritu del
que es la expresión suprema) y sistemáticamente (en.cuanto ser ahí his-
tórico de una categoría lógica}?
Interpretar la facultad de conocercomoun instrumento activo que se
apodera de su objetopuede muy bien ser el casode Kant; por ejomplo;pero,
¿quélósofo críticoentiendeesafacultadcomoun ¡medium pasivo?Es cier-
to quepara Kant el conocimiento
sóloesposibiemedianteel enlacede con-
ceptoe intuición. Y mientras el conceptopertenecea la espontaneidad,esto
es, a la facultad activa (instrumento), la intuición pertenece a ía sensibili-
dad, que Kant ama receptividad, o sea que ella podría ser considerada
comoun medium pasivo de recepcióndel conocimiento.Empero para Kant

5. Véase G.W.F. Hago},Einleitung in die Geschichteder Philosophie,Hamburgo, Feiix Meiner,


1959, p. 126.
3. Ídem,p.12.
7. ídem.91th143ss.Estaconcepcion
ya estáeiahoradaen la épocade la Fenomenología.
usarána 1aFenanzenolagía
de!espíritu

la sensibilidadpor sí solaesincapazde conocer,


comolo es tambiénel en-
} tendimiento
porsí solo.El conocimientosóloesposible,
si nosvalemos de
lasmetáforas
hegeiianas, aplicando
el instrumentoactivoa lo quenoses
dadoa travésdel mediopasivo.
Perocuando
Hegelhabiade instrumento
y media,parecehablarmás
biendedosconcepciones
distintasdelconocimiento
y nodedosfacultades
de cuya unión resulta el conocimiento.
La concepción
dela facultaddeconocer
como
mediopuedeencontrarse,
eocambio,
ene}lósofocñtico
Karlleonhard
Eeinhold
(1758-1823).
El
mzsmo
Hago}reseñaelpensamiento
deReinhold,
paraquienloabsoluto
es
la vereiado lo verdadero
primitiva:

PuestoqueioAbsoluto tieneestaformadeverdadero primitivo,


nosetrata enlosofíadeproducir el sabery la verdad;
porIa razón;lo
Absoïutobajoformadeverdadnoesunaobrade1arazón,sinoquees
yaensiyporsi algoverdadero. L) Larazónnopuededarseninguna
relaciónactivaconél: poroí contrario,todaactividad de la razón,
todaformaqueloAbsoluto 31hrecibiera,serápreciso mirarlacomo
unaalteracióndeioAbsoluto; y unaafteración deloverdadero prim}
tivoseríala producciónde!error.En consecuencia, losofarquiere
deciracogerensíconreceptividad puramente pasivael objetoyatodo
hecho del saber.

La referenciapodríavaler tambiénpara Locko,si aceptamosqueen


Lockela facultadde conocer
es un nzedium pasivo,puestoqueHegello
considera
unlósofocrítico.
Enunadesusprimeras
publicaciones,
Hegel
cita un largotextode la Introducción
al Ensayosobreel entendimiento hu-
mano,y arma queigualmentebienpodríaservirde introducción a ¡a lo-
soa deKant?Lockey Kantpiensanambosqueelcontenido
dela losoa
consiste
no en conocer
lo Absoluto,
sinoen conocor
esasubjetividado en
criticar su facultad de conocimiento. =
La preocupación
o cautelacríticaparecejustificadapordosrazones:
primero,porquepuedehabervariasespecies de conocimiento,
y unaser
másapropiada queotra para conocerlo absoluto;
segunda,porquedado
queel conocer
esuna determinadafacultad,sehacenecesario
alcanzarsus
determinaciones,estaes,susÍímites,suextensióny naturaleza.
Aunque Hegeïdicecautelosamente queparecejustificada,sinembar»
goeliasejustificaefectivamente
en la concepción
hegelianadela historia
de la losofía:ningunaiosoña esfalsa(oinjustificada),
puestoquecada

S. G.W.F.Hago},Premíéres
publécationsm,
p. 163.
9. ídem,po.295.207.
65 AmcíiaPogï

tante claridad:La historica


de Ia losoa solotiene valor e interéssi e11
mantiene
estos
puntos
devista{losdelasdistintas
losoas};smello,o
lugar
delahistoria
delaeterna
yúnica
razón,
queseexponc
enlamuito),
cidadinnita dc susformas,no ofrecemásqueuna narracmnde acentos

guiadas
a la razon,
delasquesólo
esresponsable
quienhafaïscado
s
sentido
pornohaberreconocidoenellas1oracional?La lntrcducczón a
Fenomenología
va a mostrarcómosejustificala losofíacríticay,a la vago
1aforma.
enqueellamisma,envirtuádesuscontradicciones insuperablcs;
genera
otralosoa quesesumerge directamenteeno}objeto
poro.
cono-
cerlo,
sindetenerse
a analizar
críticamente laposibihdad
y ioshcntes
de
sufacultad.
SegúnHeidegger,
la primera razónquepareceJustüïcoï
la
losoa crítica
sereerooaDescartes;la segunda,
a Kant?P?!1°dick?
antes,
creemosqueHegelnoaludea Descartes
enestas
referenoms. Peliloow
mosmásbienqueambas
seaplican tantoa Kantcomoa ia críticaompxrfsw
ta. Kantdistingue
ciaramente
variasespecies
deconocimiento:
s188112618S
quiere
decirfacultades,
distingue
entresensibilidad,
entenoiixoion
oy ra-
zón;siespecies
quiere
decirmodos
deooraocimiento,
Kantdzotlnguo
ootrc
conocimiento
a prioriy a posteriori,
y entrea priorianalítnco
y a pnon
sintético.Y porlo demásel mismoKant dice:

La razónpuraospeculativa
tieneensiestadepeculiar:
quepuede
y debemedirsupropia
facultad
según
la diferencia
delmodocomo
eligeobjetos
paracipensar;
y quepueáe
y debeenumerarcompleto-
montolosdiversos
modos
deproponerse
problemas.

Encuanto
a ia segunda
razón,
la olusion
a Kantesmuyclara,
pero
recordamos
quetambiénLocke,
porogemolo,
seplantea
elproblomaen
esostémúnos,
justamente
en un párrafocxtado
porHegel:He creado
que
paradarunarespuesta
satisfactoria
a lasdiversas
investigaciones
fácib
mente
emprendidas
porc!espíritu
humano,
olprimer
paso
encxerto
noodo
consistiría
paranosotros
enconsiderar
exactamente
nuestro
entenchmuan-
to,escrutar
nuestros
poderes
yvoraouéobjetos
seadaptan:
[T]S1sehu-
bierareexionadobiensobrela capamdadde nuestroentondxmzento,
y ter-

lí}. G.W.ï".
Hegel,Promiéres
pubhïcationa,
p. 105;véasePhánonzenologie
desGezotes,
p. 10.
11.M. Heidegger,Hegelotsoncoocoptuf,
p. 11Ü.
12,1Kant,Kritikderreinar:
ïrïemun,Hamburgo.FeïixMeíner,1956,p.23(B.mn).
omootoïriooá a¡aFenamenologia
¿el
espíritu 67

minadopor descubrirhasta dondese extiendenuestroconocimiento,


se
hubieran evitado muchos extravíofa
De inmediatoHegelexponela contradicción insuperablea la quecondu»
octodalosoa crítica:nalmente sellega a la convicciónde queel conocer
es incapazde conocerlo que es en sí, o sea, que 1oabsolutoy e} com»
cerestándenitivamente (Schlechthin)separados. Hegeïno criticala se-
paración sino su carácter denitivo, insuperable; pues, comoveremos, el
momentode la separación
propiode la losoa críticaestambiénun ¡no-
mento necesariopara el conocimientode Io absoluto.
La losoa de la reexión «Kant, Fichtey Jacabo-ñen el momentoen
queasumeel puntode vista crítico(quepara Hegeïincluyola concepción
de} saneamiento comoinstmnnentoo comomedium), se condenaa no cono-
cerlo absoluto.La separación
ironia}establecida
entrec1conocer
y el serse
reveladefinitiva,puestoqueun instrumentoo un mediojamás nospermi-
ten alcanzar, o nos don, la cosatal comoella es on si, sino solo ta! comoes
elaboradapor o} instrumentoo refractadapor el medio.Y esta situación
es insuperable, pesoa ïos remediosque pretenden suboanarla.
w Estudiar el modode accióndel instrumentopara extraer,luegode 1a
S representaciónde lo absolutoobtenida con él, la modicación introducida
por ese modo de acciónresulta inútil, pues entoncesnos daría la cosatal
comoora antes de la aplicacióndel instrumento.
Esta armación deHegelpareceobjctablo: si aplicamos un instrumento
es porqueno podemosobtenerla cosasin él y, si aplicadoo] instrumentoy
obtenida la representación,podemosefectivamente oustraer la modica-
ción,habremosobtenidolo que queríamos,la cosacomoes en sí y que de
otro modono podíamosobtener,Hegel deberíaprobarque no es posible
sustraerla accióndelinstrumentodel resultadoobtenidoparaquesucríti-v
ca fuera consistente.
Un problemade estetipose pïantcaen la cpistomologïa actualconrola»
ción;porejemplo,a lasmodicacionesquelosinstrumentos de observación
y
de medida introducenen loshechosde la microfísica, y encuentraformulw
ciónenel principiodeixxdeterminación,
quequizá puedaexplicarse delmodo
siguiente:todamedición sica requiereun cambiodeenergíaentreei objeto
medidoy el aparatode medida(quepuedeserel mismoobservador): puede
dirigirsesobreel objetoun rayodeluz, porejemplo,y absorbersepartedela
luz dispersadapor aquél en el instrumento de medición.Pero tal cambiode
energíaaiterará el estadode}!objeto,que se encontrará,despuésde haber

13KfÏnWF.Hegel,Premiér-es
publications, p. 206.La citadeHegelcorresponde
a JohnLocke,
Ar:EssoyConcernmg HumanUnderssanding. Introduccion, 7.
14.G.W.F.Hegel,Premiérespublications p. 228.
68 , ¿

sidomedido,enun estadadiferentedelqueteníaantes;asípues,la meici -


hacealgoasí comodamosa eonocerun estadoqueacabadeser destruida &#3
el proceso mismo de medición? En este caso, el irastmmento modicar
cosade manera que ésta setransforma en otra: hay una fusión entre la nos;
y el efectoque sobreella.causael instrumento; de modoque la cesa,sin ¡a
accióndel instrumento, permanecedesconocida, pero bajo la acciónde! ias
munento,setransformaenotra;resultaríaqueenciertomodoestávisto
Kant:sin las formas a pziori, estoes,sin instruments deformadoro confura
mador, no conocemosnada, pero con ellas conocemüsuna cosa en cuya cun-
formación la acción úei instrumento es decisiva. M
Sin dudaHegelplanteaunarelacióncieestetipo,donderesultaimposiéí
ble mascar la cosatal comoes en si, extrayendola deformaciónque el i334
tmmenm opera sobreella: porquela mediciónha transformadoya la cosa;
el ser conocida,no es algo jo e inmóvii, que se mantiene sin cambios en el
procesode llegar a ser conociáo,sino que el conocimientolo transfomna.Y
ésta es la verdad de ia crítica, pero esatransformaciónno es, segtínHaga ,
comoveremos,un obstáculopara llegar a un pmsunto ser inmóvil, sino que
es, al mismo tiempo, la mediaciónnecesariapara que nosotroslo conozca-
masy Ia mediaciónnecesariapara que él se:realice efectivamente.E} error
de la lusna mitica nu consiste en armar que hay una mediaciónpara
conocer,
sinoen cansideraresameáiaciónuna barrerainanqueable.
Si ese,
estherzo
críticopretendíanentonces
(¿unavezrealizada
la sus- >
tracción
antesseñalada?)
quesimplemente
nosacerca
loabsoluto
sinalte-
rarloresultaría,
además demútíl,unatrataddícula:
pretendería
realizarí
uneáxerzo enorme 3*complicado
para úbtener
unresultado
muysinllïlle.
Y¡J
a1Ïmïeeï descansad3' a} l _ od
un me ¿tenim g a a 50*Em que Sepr Zea W
alteración
alguna.Perolo absoluto,
quepadríaconsidera?
ridículoeseafa-
name.y burlarsedeél,nolo hace,porquesabequeestáy puedeesta!desde
ei principio junto a nosotros.Ü seaque el conoceressiemprecanocerde lo
absolutoy no autistatal separación,ni espor lo tanto necesarioei esxerzo í
quepretendecorregirla separación
presupuestapor la crítica,
E110noquieredecirqueel contraer
seaalgofáciïy desearlsada,
ni tampocoL
quenoseproduzcan
alteraciones
ensucurso.
Porel centrarán,
la relación
en-
tre ser y conocerno es fácil ni descansadani inmediata, ni es una relación
mecáma
¿(Kia
losfmmïeg
nosemotücan
aunque
¿mig
mnocmienmBea
¿Eme
elpncipio
mnecïmienm
¿elSan
¿e10
abso¡um_
pues
¡amesa
escom}
cimiento
efïectiuamente
maldelaabsoluto,
yestoquiere
decir
queeseconocí»
menta¿aberserrealizado
famgioñy surealización
esalmismotiempo
¡a
reahzacíán
efectiva
, 91918,10
, cumpmignto
., V ddser.

15.Karl R. Pepper.La lágícade la investigacióncientfca, track.esp.de V. B. de Zavala.Ma-


Eïridfïïacnm,1962,p. 203.
> r ._ . cáíünalaFenanmnalogiïzx
(¡se!
espíritu

0 sea,ei conocery el ser estánai mismotiempounidasy separadas;


39; unidosen una unidad inmediata inicia}, puestoque lo absolutaestá y quiew
re estar ya junto a nessa-os en y por sí. Así, el ser verdadero, nu es el resub
tado na} de una marcha progresiva sing que está demís el principio, y
sigueestandoa lo largo de todo el proceso;pero a lo largo de eseproceso,él
mismoserealiza plenamente.Todoconocimientomame el ser aunquem: la
sepatodavía.
Peroconocery ser estánseparados,aunqueal mismotiempo Íïïtïír-
mente referidosVel una al otra, por e} esnerzo que hace efectivamente mai
tanto a} conocer como al ser. Lo absoluto está junto a nosotros decadael
, principio,peroeseestartienequerealizarse,tiene que,llegar a ser efecti-
, vamentereal;por la tanto, tampocoesalgo inmérvilque permanezcamalta-
rado durante el proceso,

2. El concepto llege-Hana de ciencia.


Ciencia y ciencias particulares

Entretanto,si la preacupación
decaerenel errmdescana dela
ciencia.quesin talesevrïïuiü se9011¬
318Obramima 3'
6911006
d?
m0<30
eïmívmnt real.noseüïaïa a Ve!P0!Inés
811
mïbïü»¡w
> 5*deb?Ïemmïíïaï
deesta¡Ümmïaïïïa-Í PWÜCPÉTW
deIW ya
este
M91a¿"arseaeim mmm Dehac!este
mmm
prempme
algo?
¡Hausa much mm?vemad ymdsuseserúpglyBug a
¿galanes sabreaquella
mismoq hadeprgbmse previamente SBS
verdad.Osea, presupone
representaciones
(rumaniay comoun medianapresupone
de!campercomo unins-
tambiénuna difïerencia
de
astrosmkmscmrespecta
a¿SeCanacimíntoi
pe,¿bmtada¡FW
supone
queaunque)
¡oabsoluto
este
deunlado y a conocer
dectm,
porsíy separado
delo absnluto,
el conacervsea
sin embargomai,ucan
eïlopresupone
queel conocer,
e! cua},encuantoestáfueradelo absw
lutoestátambiénfueraciertamentedela verdad,escontodaVüïdá
dem;unasupusiciónmediante la cua}loquesellamamíecioalcerrar
Sed aEme másbiemmmiem
al Verdad
aq _ ,
Lacautela
criticanosmxpuisa
adesconar
delaczencxa,
page
aqueésta
sepone
a laabrayconoce
demoda
efectivamente
rea].
sintalesescrúpuïos;
Í aunque,como indicaHeidegger,
estanosignicaque1aciencia
carezca cie
L escrúpulossinoquatieneotros;osea,también
ellaescauteiosa
y secuida
delerror,peroesacautelanola llevaa desconardesí misma ni a sus-
pender su trabajo.

. 16. M. Heidegger,Haga?et semmnceptnf,pp. 113414.


¿Quéesestaciencia,estaWïssenscha a cuyaexistenciaefectiva¡Siege!
apcia?Ya Kant habíaapeladaa la ciencia,a la existenciaefectivade la
ciencia,pero no desdeIuegcpara condenaria cautelacrítica, sinopara
refutar el escepticismo
a quellevabaei análisisdelosconceptosenLockey
en Hume:Pero la derivaciónempírica{denuestrosconceptos} queambos
autores vericaron, no se compaginacon "larealidad de los conocimientos_
cientícos a priori queposeemos,
a saber:la ntatcmáticapara y la ciencia,
universal de Zac
naturaleza, y por tanto, quedarenada por el hecho(Fac-
tumfï Faro él la cienciaes puesla matemática y la física, que sc distin-
guentantodela metyasica
racionalistaqueél refuta, como
dela metafísica¿
inmanente, legítima {que consisteen el inventario de todosnuestros con-
ceptosa piiori), comotambiénde la crítica considerada
comouna prope-
déutica.
Pero la fundamentación kantiana de la ciencia se basa justamente en su
limitación al campode iosfenómenos;vale decir que si bien tenemoscono»
cimiento cientíco en estecampo, no podemosen cambioconocerlascosas
en sí. Por ello Kant rechaza denitivamente la metafísica racionalista que
pretendeconocerlas
realidadessuprasensibies.
Ei únicoacceso
al mundo
nouménico es la vía moral.
La objeciónde Hegelal conceptokantiano de cienciaapunta,justamente
a queen Kant la ciencianoesconocimiento
del ser.Objecióndirigida no
sóloa la ciencia comoKritik o comometasica, sino también a las ciencias
particulares,enla medidaenqueellassonconocimiento defenómenos y no
de cosas en sí, y no se perfeccionaen conocimiento
del ser mediantesu
relación conla mctaiïsica, porquela metafísicaque Kant admite tampoco
conoceel ser.Porello,arma Hegel,aunqueKant ha vistoloslímitesdeias
cienciasy su subordinacióna la losofía, noha podido
sacardeello canse»
cucncias fecundas.
ParaHegel,comohemos
visto,la ciencia,la Wïssenscha,
queestam»
bién la losofía, es»
conocimientoefectivodel verdaderoser.Es cierto que la
ciencianocs conocimientoinmediato, sino el resultado (aunquetambién el
presupuesto)
de un despiieguemuy complejo,sincrónicoo
y djacrónico,de
relacionesentre c1 ser y el conocer;peroes siempre, en cualquier grado
de su dcsarrolio, conocimientodel ser, aun cuando este conocimientono
esté todavía efectivamente realizado: la ciencia tiene que realizarse, tiene

1&#39;),
I. Kant, Kritikm, pp. 3.35436 (B. 128).
.18.Ü.W.F.
Hegel,Überdiewisscrwcholicíien Behamilungsartcn desNaturrechtsseineSteiic
in dor praktischcnPhilosophic
und seinWrhttariíszu dempcsititsenRechtswissensehafien,
publicado por Lagoon,SammicheWcrke,vol. vu, trad. itaiiana tic AntonioNegrí,Le
mcmíénïe«zii
tmttorescicnticamentc
il diriztonaturale,posiciona
di questonellalosofíapro-
i mppolïoconlc scicrzcc
gíuridiciee
positive,
enScrittidi losofíadeldir-mo,Bari,
i Cïíïtoctaïzazïioo.
a. ttïútió aiaFcnamcnoivgía
delespíritu

que cumpiirse; es el resultado de un proceso a lo largo del cua! debesínte-


tizar, integrar, totaiizar, todoslos diferentes accesosal ser y todas las dife-
rentes realizaciones del ser, cualquiera sea la forma en que ellos se present»
ten. Solo así la ciencia podrá ser conocimiento efectivo del verdadero ser y,
por tanto, conocimiento total de la tctalidad de} ser.
El problema de las relaciones entre ia ciencia,así entendida, y las cien-
cias particulares, preocupóa Hegel, especialmentedesdesu llcgaclaa Jana
en enero de 1881. En su artículo sobre el derechonatura], escrito en 1802,
afirma que las cienciasparticulares (entrelas cualesHegelcita, ademásde
ia ciencia del derecho natural, la mecánica y la fisica} formaron parte de la
losofía, perotuvieron c} destinocomúnde que lo propiamentelosóco de
Ia losofía iese transferido a la metafísica, mientras que a las ciencias
particulares les fue concedida bien poca participación en ella, y fueron
más bien tratadas en su principio particular, en forma totalmente indepen-
diente de la ideaï Así ias ciencias particulares fueron constreñitias a con-
fesarse más o menos lejanas de 1alosofía y a reconocer su principio cientí-
co en lo que suele llamarse experiencia, renunciancio con esto a Ia
pretensión de ser verdadera ciencia y contentándose con estar compuestas
de una colección de conocimientos empíricos y de servirse de conceptos dei
entendimiento? De hecho,cualquier parte de la losoa en su singulori»
dad es capaz de ser una ciencia autónoma y de poseeruna pleno necesidad
intrínseca, porqueaqueilopor lo cual ella esverdaderacienciaes io absolu-
to, y la idea es capaz de reejarse en esta ciencia determinada tan pura-
mente comola vida absoluta se expresa en todo ser viviente, sin que empe-
ro aquello que es propiamente cientíco de ta} ciencia, c su racionalidad
intrínseca, se sublcvecontra la pura forma de la idea, que es la esenciade
toda ciencia,y contra la losoa comocienciaabsoluta. Pero c1perfeccio-
namiento de la ciencia, agregaHegel, castigo tanto que ella alcancee} ele»
montologico,cuanto que se aceptela singularidad de ia ciencia separada
y sin embargoreal? E1113Propedéuticalosóca, Hegel se ocupade las
cienciasparticulares y desu relación conla ciencia,cuyoobjetoes conside-
rar ei círculo total de las ciencias según ei objetode cadouna de cilas y
segúnei conceptomdamenta} tic este objeto?

19. Véase nota 18.


20. G.W.F. Hegel, Le maniérew p. 3.
21. Ibídcm.
22. Ídem, p. 5.
23. (3.W.F. Hegel, Prvpédeutique phüasaphique, trail. de Maurice de Gantïílïac, París, Minuit,
1963,p. 163.El tema aparecetratado en la Introduccióna la segundosubdivisión,titulada
Enciclopedia losóca, pp. 163-165.
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¡ueeeïlïaïlaÜmíiáeraciá deSesenciacmstu
yenBs aca una¡Hacia pmmilarfá
La reunión y ordenación de las ciencias particulares en una encíclop]
dia, dene Haga},puedeefectuarseciedosmodos:en una enciclopediaor L
maria,las cienciasson tomadasempíricamente,ta} comose las encuentra
y se las ordenapor anidad analógicade 1oque essemejantey se emanan
tra bajo determinacianes cnmunes. En cambio, la enciclopedia losóca,
es la cienciaque conciernea 1a correlación necesaria, conceptualmente
determinada, y a ia génesis losóca cie los conceptus y principios funda
mantalas de las ciencias? El carácter necesarioy conceptuai en que s
funda el «etacede las ciencias,y que constituyen ia enciclopedialosóca,
convierte a ésta en representación del contenido universal de la losoa,
pues todo aquelloque en las cienciasse fuuda sobrela razón dependedela
losoa, pero aquello que en ellas se falaciasobre determinaciones arbitra-
rias y exteriores [m] permaneceexterior a la loscvaï? Segúnsu modode
cunocimíento,las cienciaspueden ser empíricas c: puramente racionales,
para consideradasabsolutamenteunas y otras debentener el mismo coná
tenido"? La tarea del sabio consiste en eievar Io que es sabido de manera
puramente ampízricaal ¡live! de lo que es siempre verdadero, al nivel del
concepto,convertirlo en racional e incorporarlo así a la cienciaracionalïg
Y esta extensión ranita-naide las ciencias es al mismo tiempo una extensión
de la losoa misma. Las cienciasno integran la enciciapediaiosóca (ni
per ende3aWissenscha)tal comosedan, sino elevadasal nivel del conceg»
co; a sea,pdïíamos decir, comolosofía de la ciencia, tanto de la ciencia
natural came¿lela ciencia dei espíritu. Así pues las cienciasparticulares

24G&#39;W&#39;F&#39;
Hegel
Pïpdgmíqmf
phiïmpïlíqug
P153
25*
mam-
P>
154"
28.Ibídem,
27, 11,14¬, V
28.Ebídem.
Véase:
Enel mnmïimiento
cientíca[Mipersiste
ia razónvulgar;pormásque
aquíse:¡magael énfasissubs-e
ciertaacategarías,
camala decausa,esta;y «sebusquen
deter-
mmacíonesgeneraría,génerosy leyes»{GW}? Siege},Euciciopediade:¿a3ciencias¡íiosó/ïcas,
á 12};96m se usan mesas
categaríasy sus conexionesen manera dei toda exenta de mítica y
mngïgncia»(ídem, 3a); y, pa: tanto, aquí también el procesoüialtïtcïiw está impedido de
malïznrse;ÁngelP7333119,
Ensayosobre¿aéticadeKant y ¿ametasicade Hegel,Buenos
Aires, Pucará, 1945,p. 122.
gemerstann
ala ntnzducmñn
áÍaíenamenvfagía
delespíritu;
constituyenmomentosen ei procesode realizaciónde la cienciay por to
L tanto la integran y tienen en ella su cumpiimiento y su verdad. Pero la
relaciónde ias cienciasconia cienciano esmecánicani inmediata:exige
unatransmutación
deaqueilas,
suelevación
ai niveïdelconcepto:
lo que
encontraremos
integrando
la Wïssenschanosonlascienciasensuforma
dada,
sinotransmutadas
porla síntesis
quelaseïieva
a momentos
dela
ciencia: no La ciencia física ella misma, sino una losoa cie esa ciencia.
Además, la elevación de ias ciencias particulares al concepto no les hace
perder su autonomía y su peculiaridad, pero ellas se cumplen y se realizan
en cuanto momentosdel saberabsoluto,en ei cua} negadas,se conservan;
al mismotiempo el saberabsoluto,la ciencia,se realiza efectivamentegra»
cias a esta elevación al concepto de los momentos particulares del saber.
Pero ¡a ciencia es el conocimiento total del ser, y este conocimiento debe
realizarse en un praceso a lo largo del cua} también ei ser se realiza Las
ciencias son sólo un momento, parcial y limitado, de la realización de
la ciencia, aun teniendo en cuenta que Hege}habla de ciencia {particuïar}
en un sentido más amplio (y más moderno)que Kant, puesto que incluye
entre las ciencias aquellas cuyo objeto es el estudio dela realidad socia} y
sus prociuctos. Pero una explicitación más completa de lo que es la Wissens»
cha hegeliana requiere el manejo del concepto {le experiencia que Hegel
desarrolla a la largo de esta introducción.
En cuanto a la losoa crítica, que pese a ia existencia efectiva de la
ciencia teme caer en el error, Hegel se pregunta por qué ese temar no
paraliza también 1a actividad crítica, y muestra cómo la crítica admite
acríticamente muchos presupuestos: presupune que e} conocimiento es
un instrumento o medium; presupone que nosotros somos diferentes de
ese conocimiento, y sobre todo presupone que la absnïum y el conocer e49
tán separados, y que, sin embargo, puede haber un cunocimiento verda-
dero, aunque ningún conocimiento pueda conocerlo real.

3. La distinción crítica entre ser y conocer

Estaconsecuencia
resulta
dequeloabsoluto
esloúnico
verdadero
oqueloverdadero
esIoúnicoabsoluto.
E313puede
serrefutada
me»
diante la distinción (le que un mueca!que precisamenteno contraelo
absohxto ta} como Io quiere la ciencia, sin embargo podría ser también
VaïdademayQuee}G03093?
engeerahaunq?5mm¡B93317353
de313V?
heïldeï PÏW-ïisaïnente
¡Ü31330111W»
Wikia 3k 931533803m93933d?
otra verdad. Pero poco a poco vemos que tales idas y venidas Hagan a

29. Véaseaumentaríaal párrafo 16.


&#39;34 Améliallïtxiot

una.oscura distinoion entro un verdadero absoluto y otro verdadero, y


que lo absoluto, ol conocer,etc, son palabras que presuponenuna
signicación y lo que hay que hace: es precisamentelograría.

La losoa crítica,quopretendesermiedoal error,esmásbienmiecío"


a lo verdad, porque la verdad es siempre conocimientode lo absoluto,el
verdadero ser. El miedo al error sólo sejustifica si verdad y conocimient
del ser no coinciden; el miedo al error se ¿notica si un conocer que no?
conoceel ser en sí puede sor, pese a ello, verciadoro,o si ol conoceren;
generales igualmenteverdaderoaunqueseaincapazde conocerel ser
verdadero. o
Si ta] conoceren particular, o ol conoceren general, por su naturaleza,
no conocelo efectivamentereal, so requiere la cautela expresadapor el o
miedo al error, pues falta la prueba que lo absolutomismo, en cuanto por
denición os verdadero, proporciona al conocimiento.
Hago}oontrapone,pues,dos concepcionesdel conocimientoy de la ver»
dad; la suya propia, segúnla ma} verdad y ser coincidenque implica que
el conocimientoes siempreconocimientodel sezu- y la de la filosofía crítica
en general, segfmla cual un conocimientoen particular, o el conocímion-o
to on generalpor ou naturaleza, no conoceol ser o lo que en verdad es,y sin
embargoesverdad. Clseaque en esaconcepciónverdad y absoluto,verdad o
y ser, no coinciden,y el conocimientono es necesariamenteconocimiento
del ser. Concepciónque nalmente lleva, segúnHegel, a armar que el
conocimientono puedonunca conocerel ser, peropuede sin embargoser
verdadero.La verdad,pues,ya no dependedel objeto,del ser,oi está deni-
da por el éxito de la relación entre el conocery el ser, sino que se restringe
al conocer.Hago},en cambio,recupera la relación ontológioaquo denía a
la verdad antesde la armación del principio dela subjetividad en la lo-
soa moderna, y va aun más allá, puesto que la verdad no es sólo la rela-
ción entre conocery sor sino, más bien, el ser mismo.Aunque esteser no os
una opacasustancialídad,sino un elaboradosistemade relacionesque con»
tiene, negaday conservada,cada ofoctuaoiónconcreta(o fenomenológica)
de la verdad como relación entre ol ser y el conocer.
Heideggersostieneque las armaciones con que Hegel inicia este ter-
cer párrafo: lo absoluto es lo único verdadero o lo verdadero es lo único
absoluto, se presentan sin fundamento; no se pueden fumclarpues nin-
gún fundamento alcanzaría su fondo; so trata, pues, de proposicionesin-
fundabios? Pero, desdeel punto devista de Hegel,¿noestán fundadas en

23&#39;13;
Holdoggoïj.
Hogol
el,sonconoopt...,
p.115.
Comontoñoíalo
oouodomoo
olaFenonwnologzïz
delospírifu 75

la naturaleza de lo absoluto y la naturaleza de la verdad, tal como han


sido antes defmidos?
La losofía crítica, en cambio, distingue o separa la verdad y lo absoluto
pues sostiene que es posible un conocimiento verdadero que no sea conoci-
miento de lo absoluto. Esta oscura distinción presupone la signicación de
los términos que usa sin haberla adquirido (erlangen); esto es, sin haber
efectuado el trabajo, o recorrido el camino necesario para conquistar esas
signioaoiones.
Y esto es lo que debemos hacer: lograr, ganar la signicación de pala-
bras como lo absoluto, la verdad, 2to., pues si pueden ser usadas en la
exposición de tales arbitrariedades es porque no se conoce, o no se conoce
bien, su signicado. En. el Prefacio a la Fenomenologzüa,Hegel se reero
también a la necesidad de apropiarse de las representaciones, que no por
ser notorias son conocidas, que son consabidas pero no habídao.

La más habitual ilusión de uno mismo y do los demás es presupo-


ner, en el conocimiento, algo como notorio [bekamztí y contentaroo con
ollo. [m] El sujeto y ol objeto, Dios, la naturaleza, el entendimiento, la
sensibilidad, etc, pasan sin ¡examen como algo notorio y ya sabido, y
solos pone como fundamento válido, constituyendo puntos fijos, tan»
to de la partida como de la vuelta. El movimiento transcurre on un ir
y venir entre ellos, que permaneceninmóvilos, y se mantiene por tan»
to sobre su supercie. Y la intolocción y la prueba consisten Solomon»
to en ver si todos encuentran, o su vez, en su representación, lo que se
dice cio aquéllos, si los parece así y si los es notorio o no.

Hegel sostiene, pues, la necesidad de lo que podrímnos llamar una in-


vestigación semántica como propedéutica al conooiomoiento. Pero esta inves-
tigación semántica no consiste en jar y uniformar los signicados de las
palabras, coosiderándolos signicados aislados e inmoviles, sino que oo la
apropiación del trabajo por ¡mediodel cual se elaboraron los signicados, o
bien la descripción,que servirá pedagógicamentea quienquiera posoerlos,
del trabajo efectivomediante el cual ellos se realizan. 0 sea,la investiga-
ción semántica que Hegel exige no es otra que la Fenomenologio misma, on
cuanto olla describe (y enseña) como se hicieron efectivas las signicancia:-
nes, puesto que el sistema diferenciado y concreto de tales signicaoiones
constituye el saber absoluto.

31. G.W.F. Hegel, Plziinorrwnologiew pp. 286.29.


2m {Améïiá
zvogigz
4. Justificación de la losoa crítica:
necesidad de la Fenamenología

En vez de Ïatigarse son takes inútiles rapresentaciones y modos


de hablar del canecercomode un instrumento para ilegar a poseerlo
absoluta, a como de un ¡medium a través del cua}. cantemplamos la
verdad, ata. mreiaciouesa las que nalmente llevan todas estas re»
presentaciones de un (renacerseparado de la absoluto y de un absolu»
to separadadel enumera»; en iugar de fatigarse con subterfugiosque
la impntwencia
parala cienciaextrae de la presuposiniónde tales rela
cionespara Iiberarse, al mismo tiempo, del esxerzo por eïla y dar
simultáneamentela aparienciade un esfúrzarseserioy plenotie celo,
así tramo en ¡agar de fatigarse buscanda respuestas a tado esta, todas
esas representaciones pndan ser úerethamente desestímaáas cama
contingentesy arbitrarias, y consideradocamaun engañoe! uso, li-
gado con cañas,de expresiones como io abaoluto, el conocer, lo
objetivo y Io subjetivo y otras innumerabies, cuyo signicado se
presuponecamu generalmente conocido.Pues pretender, por una
parte, que su signicado es generalmente conocida y, por otra parte,
que ya se pbseaesu cnncepta, parece más bien solamente haber de
ahurrarse la casa funúamental, esta es, dar ese concepto. Por ei con-
trario, cun mejor razón, una pudría ahorrarse e} esfuerza de infoï»
mares en general acerca de tnies representaciunes y modos de ha»
bïar, en virtud de ios cuales la ciencia misma tendría que ser
rechazada, pues aïlas sólo pmducen una vacía apariencia de sa»
ber que se desvanace de inmediata cuando la ciencia se presenta.
Peru la ciencia al presentarseas ella misma una apariencia; su pre-
sentación un está todavía cumplida ni despiegada en su verdad, A3
decirestaesindiferente rapresentarseque la cieytcicygss
la apariencia
parque se presenta jzuntv a otra saber, o llamar a ese ctm saber na
verdaderosu parecer.Pero la ciencia debeliberarse de esta aparien-
cia y sólapuedehacerla enfrentánüola,Pueslaciencia m: puedesím-
pïemeuterechazarun saber no verdaderocomouna visión vuïgarde
las casas, y asegurar que ella es un conocimiento completamente dis-
tinta y que aquel saber para ella rmesnada, ni puedetampocoinvc»
car a! barrunto de un saber mejor an él. Meáíante ta} asegurar ella
explica su ser por su fuerza; pero el saber m) verdadero invoca tata»
bién e} hecha de que é} es y asegura que para él la ciencia no es nada;
pero un asegurar desnuda vale justamente tanto como otro. Aun
menos puede ella invocar el barrunm mejor que existiría en el cono-
cer no verdadero y que en él misma seria la indicación de ella; pues
por una parte invucaría igualmente de nueve un ser, pero por otra
parte se invocaría a si misma, como a} modo de ella que está en el
cüuoeer no verdadero, esta es, invocaría un ma] modo de su ser, y su
apariencia antes que le:que ella es en sí y por sí. Por esútarazón debe
ser emprendida aquí la presentación tie] saber que aparece.
záe: a láFenamenalcgíá
delespíritu

t =En estepárrafoHegelrecapitulasumíticaa todaslas concepciones


de}
conocimiento como instrumento o medm, en las que siempre se termina
cuando se separan el ser y el conocer,y ias rechaza por varias razones.
Primero, porque son inútiles, segúnlo señaladoen el párrafo 1. Segzmdo,
porquepmparcianan
subterfugios
a.la impotenciaparala ciencia.Contales
subterfugios,la ciencia se libra del trabajo y del esfuerzonecesariopara
alcanzarel saber,y disfraza al mismo tiempo suimpatenciay su perezacon
una actividadaparentemente
celasay motivadapor la aspiracióna alcann
zar el saber.Ibi-cera,porque esasconcepcionessancontingentesy arbitra-
rias: se utilizan païabras cuyo signicado nn se conoceverdaderamente,
puesnnseha hechoel esfuerzonecesarioparaapropiárseln, segúnlo dicho
en el párrafo3. Y en estascondiciones, pretenderqueya seposeentales
signícadnssólaevidenciaquesequiereahorrar el trabajonecesario: prou
ducir,dar el concepto.Cuarto,parquetodaesaactividadcríticasóloprada»
ceunaaparienciadesaber,nuncael verdaderasaber,puestoqueendeni»
tiva todasias fatigasdela críticaconcluyenenla imposibilidaddeconacer
e} ser.Y par lo tanto, quedanreducidasa nadaante la presenciade un
conocerque efectivamenteIs comme,es decir, de la ciencia.
La primera parte de estepárraforetomacríticasa.las losoas de la
reexiónque Hegelya habíafomzuiadoen susdosprimerasamaspublica»-
das. Aí caracterizaba estas losofías como un saber formal, un pensa-
mientovacíoquehaceabstraccindetodocontenida,llamabaa la losoa
de Fichte saber de un saber enteramente vacío, y criticaba la. pretensión
de Reinhüld de reducir la losofía a la lógica, comparandosus esfuerzos
paraalcanzarla verdadconel esxerzodelas Danaides3mCuantíaHegel
habla de impotenciapara la ¡cienciase reere seguramentea Reinhuid,
coma lo avala e} siguiente texts:

El amar a Ia vez-dar}
y la fe en ea sehan elevadoa una aitura tan
pttray vertigínnsa,queReínhcld,paraabrir y asentarcamaespreci»
soel caminodel templa,construyeun anchoatrio,dendesulosea,
paraeconomizarse el camino,seponea instituir análisis,métodosy
comentarios,al punto de eonsoïarsede su incapaüidadiasóca, per»
suadiéndose
dequeLasaudaces
marchasdeotros[esdecir,losprogre-w
sosen el caminode Ia cienciaque realmenteconoce}han sido simple-
menteejerciciospreliminares y extremosde! espíritu.

* Enla mitologíagriega,hijasdeDánao,condenadas
a llenaretemmïaente
un tune}sinfonda.
32. G.W.F.Hegei,Premiérespublications. p. 170.
33.Ídem,p. a5.
7a Amena
Podestá
f

Sinembargo, despuésdehabercriticadola fxlosoacrítica, Haga!pa-


recejusticarla en la segunda
partedel párrafo.Es ciertoquedellase
evidenciacomosabervacíoo comoaparienciadesabersi la confrontamos
conla ciencia,pero,diceHegel,la ciencianoestájustificadacomota} en
sucomienzo;ella es,mientrasno sejustique, aparienciade sabero sa-
ber que aparecesin distinguirsede los otros saberes.La armación de
queIa ciencianoestájustificadaen sucomienzo
o porsu solapresencia
puede
fundarse
abienenelhecho
dequeaparece
juntoa otrosaber,
que
ella considera
noverdadero,
y queambosseexcluyen,
o bienen queia
cienciase presentaencubiertabaje el saberno verdadero.Peroambas
concepcionessonequivalentes,puesen ningunodelos doscasos la cien-
ciapuedejustificarsecomota]: si losdossaberes
sonrealesy seexcluyen,
esinútil quela cienciapretendaimponersedogmátícamente
rechazando
el saberquesele enfrenta
porque
éstees,según
ella,sabervulgaro no
cientíco.En ta} casosu únicajustificaciónessu existencia,
pero tam-
biénel sabervulgarexistey conel mismoderechopodríarechazarel
pretendidosabercientíco. Igualmenteinfundadaesla pretensiónde la
cienciadejustificarse comota} apelandoal hechode que ella estácomo
un presentimientoen el sabervulgar.Tambiénen estecasosejustifica
parla existencia,peroademásporun modoinferiordeexistencia;
el que
ellatenía.al aparecer
encubierta
bajoel sabervulgar.
Tenemos entonces,por un lado,quela cienciadebejustificarseanteel
saberno cientico;por otro,queno puedejustificarseasumiendoantees-
te saber ni una actitud dogmátácani una actitud conformieta. Pareceero
toncesquela críticatienerazón:uno de suspropósitosfundamentaleses
justamentelegitimarÏa ciencia,mostrarcuálessonlostítulosen quese
fundasu cienticidad,mostrarcomoy bajoquécondiciones
un saberentró
enla víaseguradela ciencia.
PeroHegelharecusadoyala crítica;porlo
tantohayqueintentarotrocamino, y éstoesemprender
la presentación
deisaberqueaparece.Y estoimplicaqueel mododevericar la cienciano
esotro quepresentarlaa ella mismaensu despïíegue
a partir delas diver»
sasformasqueel saberfenoménico
adopta.
Puesto
quenotenemos
ningún
criterioquedistingademodoinmediatoa la cienciadelosotrossaberes,1a
ciencianopuedecomenzar
comota},puesnadala justifica,perotampoco
puedeserprecedidapor unacrítica.queno conoce
y quecierrael caminoal
verdaderosaber;sedebepuescomenzarconun saberqueefectivamente
conoce
aunquenoseatodavíaciencia;esesaberno esia cienciaen sí y por
si,ensugura propiay auténtica,
peroesciencia
ensí,puessóïohaycono-
cimiento delo absolutof

34. Veasecomentarioal párrafo 11.


díJ ale;tooduooíón
áleFenomenaiogzïz
de}
espíritu}
5 La fenamenolngía no es ciencia sino camino hacia la ciencia

Ahora, dado que esta presentaciónsólo tiene por objeto el saber


queaparece,
ellamismanopareceserla librecienciaqeesemueve
ensu gura auténtica,
sinoquedesdeestepuntodemeta;¿{ÏaÜfa
presentación]
puedesereno-arado
comoei caminodelo.oonmeneza
naturalquefuerza
elpasohaciaelverdadero
saber,
ocomo
elcarmno
deialmaqueatraviesa1aseriedesusformaciones
como
estacmnes
quele sonjadas por su naturaleza,demodoque{recomendaba}
se
purique en espíritu, en cuanto,mediante1aexperienciatotal de ella
misma, alcanza ei conocimiento de lo que es en sí misma.

En primer lugar Hegeïdene el objetodela presentación,es decir de la


Fenomenología.
Éstanovaadescribir
iaciencia
misma,
ensugurapro»
piay auténtica,
puesestaguraesel saberabsoluto,
rihanna
etapay por
tantoresultado
delproceso
quelaFenomenología
descnbe.Esteproceso
es
el del saber que aparece,el del saberfenomenológuxo;
es decir, e} del saber
quesefonomenalizaendistintasgurashastallegar
al staber
absoluto.
0
sea,laciencia.
ElobjetodelaFenomenotogía
noeslaozenmaísmce]oamzmo
haciala ciencia.
Peroestacaracterización
dela Fenanzenalagía
estáatea
nuada porunparece,
pues,como severáenelperrofo
14, yespecialmente
en el 16, el camino hacía la ciencia es también amenaza.
En segundolugar Hegel nos informa acercade cómodebemosentender
el desplieguedel saberqueaparece,esdecirel caminollamael saberreal.
Éstepuedeserconsiderado
comoel caminoV
de la conciencia natural que fuerza el paso hacia el verdadero
saber, o
como el camino del alma que atraviesa las guras
jadas por su propia
naturaleza hacia e! espíritu.
Esdecir,
delalma que hace la experiencia _
total de sí misma hacia el conocimiento
delo que es en sí miema.

En estadescripción
parecequeHegeldistingueentreun aspecto
Inte-
lectual y otro que podríamosllamar práctico o ÉÍSICD
del proceso.En un caso
setratadelaconciencia
queadquiere
elsaber;
eno}otro,delalmaquese
transfonnaenespíritumedianteunapuriñcaczón queHegelparececom»
pararconel caminodelCalvario,a travésdela alusiónalasestaezones
qee
el alma debe recorrer (durchwandemjñ Pero esos aspectos son ¡ndïtsocla-

35. E} verbo duroízwendem también tiene ei sentido religioso de peregrina.


se o o o ¿meïïasïéoáo

bles para Hegel. Es cierto que hay guras donde prima un aspéctïï¿Par
ejemplo,el de la formación intelectual en Ia COHCJÏEILCIÏIE,
o el de la puricae
ción.espiritual en la autoconcizncéa- pero ya en ia gtlra de la razón ambos
aspectosse interreiacionan. Y ello ocurre aun más claramenteen el espíria
tu: formaciónintelectual y farra-aciónética o práctica sóïoaparecendisocia+
das en las guras de ía primera parte de la Fenomenología,que sólo son
abstraccionesde} espíritu, y por eo solo son guras ciela conciencia y
no guras de un mundo? Por lo tanto, el oder que conectaias dosexpre-
sioneses un oder inciusivo y no exclusivo.Por lo mismo Ia última proposb
ción comentalas dosprimeras, o quizá mejor, las sintetiza, puestoque des- o
criba el caminocomoel del alma (que en la segundaproposiciónse puca
enespíritu)quellegaal conocimiento,
a travésdela experiencia.
Poáemost
decir entoncesquela experienciacuya descpcián constituye el objetode ia
Fenomenologíaes la totalidad de la experiencia,tanto teórica o intelectual
como práctica, sea religiosa, artística, política, economica o técnica. Por
olía, aunqueen los párrafos siguientesHegel empieelas expresionessaber
y verdaden su descripcióndel movimientodeia experiencia,debemossiem-
pre entenderque se trata de todoslos tipos de experienciay no sólode una
experienciarestringida al ámbito del conocimiento,comodela que se ocuw
pa por ejemplo Kant.
Sin embargo,la riqueza y la extensiónque pretendeabarcar tal concep-
to de experienciaexperiencio total, diceel texto, señaladapor la progre-
siva universaiización de las tres expresionesque describenel camino, pa-
rece quedar también desvirtuada de algún modo por la progresiva
interiorización que esas mismas expresiones indican: primero se trata de
forzar el paso hacia el saber,luego de atravesar estacionesfxjadaspor la
propia naturaleza del alma y naïmente de hacerla experiencia,total, es
cierto, pero de sí misma, y para adquirir e} conocimientode lo que el alma
esen sí misma: la dialéctica de la experienciaes nahnente dialéctica de la
autoconciencia, cuya experiencia consiste en conocerse a si misma a través
de sí misma.
Sin embargo,hay que ser cauteiosocuantíase dirige a Hegeleste tipo
de crítica. No hay que confundir la interiorización, dinámica y sustancial,

38. G.W.F. Hegel, Phünomenologíeuq p. 313.


37. Así, arma Jean Hyppoïite: La experiencia que hace aquí la venciendo no es sólo ¡a
oxperencia teoréticia, el saber del objeto, sino toda ia experiencia. Se trata de considerarla vida
de la conciencia tanto cuando conoce el mundo como objeto de ciencia, como cuando se conoce
a si,mismacomovida, o cuandoseproponeuna meta. Ibdaslas formasde experiencia,éticas,
jurídicas, mligiosas,encontraránpuessu lugar porquede lo que se trata es de considerarla
yzxperionoiade la concienciaen general;J. Hyrppolite,Génzseet strrxcmrede la Phénomenolo-
gíade Fospritde Haga, París, Aubier, 7.948,vol. I, p, L5.
ozo Üomontamr
laintrotiuccíóïia
iaFenomenolagéa
de!espiritu 81

de la concienciafenomenológiea,con el árido reylegazsede una subjetivi-


dad meramente individual, puramente psicoïógiea.Ésta confusión, en la
que tantoMazo:comoAithusser parecentropezar en algfmmomentocuan»
do critican a Hegei, es por ejemplo agrante en los textos de Lfétre e: le
néarzt,donde Sartre comentay refuta lo que él entiende ser la concepción
hegeliana de la existencia del otros
Es, pues, preciso subrayar que esta experiencia no es ciertamente una
experienciamdívidual, en cuanto experienciade un sujeto individual, aun
cuandoen la Fenomenoiogíatambién se trata tie.ta} experiencia.En térmi-
nos muy generaba-s, la experienciafenomenoïógcaes ia.experiencia áe un
mundo; o sea,es la experienciade un indiviúuo universal, que se fenome-
naliza en distintas guras, en distintas conguraciones del espíritu, que
constituyen individuos particulares:

El mdivíduo particular es el espíritu incompleto,una congurar


ción concretaen cuya existencia entera domina una deberminidaüy
donde las demás están presentes 36h:-borrosamente.

38. Que es siempreconcienciade un mundo.Véasecomentarioal párrafo 12.


39. VéaseJean-PaulSartre, ¿étre et le ncïant.Paris. Gaïlimm-d,1943,pp. 288 ss.
40. G.W.F.Hegei,Phcïnomenologiem, p; 26. Véaseaumentadoa} párrafo 12
,

II. El camino hacia la ciencia

6. La negatividad fcnomenológíca
La conciencia natural mostrará que ella es sanamente concepto
del saber o saber no real. Pero en cuanta ella se considera inmediata-
mente más bien saber real, este camino tiene signicación negati-
va para ella, y aqueiioque es 1a.raalizaeiándel cúncepmvaie más
bienparaellacomopérdida desímisma;puesa lo largodeestecami»
no elia pierdesu verdad.Tal caminopuedepor ello ser mirado comoel
camino de la duda u, más adecuadamente,comoe}.camina de la des-
esperación;
a.saber,enél noocurrela quesueleentenderse
porduda:
una conmociónde estao aquella supuestaverdad,a la que sigue una
correspondiente
desaparición
dela duday una vueltaa esaverdad,
de modoque nalmente la cosaes tomada comoantes, Sino que este
camino es la intelección consciente de ia no verdad del saber que apsr
rece, el cua} consideracomo1omás real aqneïlo que en verdadmás
bien sólo es el conceptono realizado.Per ello esteescepticismccum.»
plidotampocoesaquélque;el celoplenodeseriedadpor la verdady
por ia cienciaseimaginaefectuado
y organizado
paraellas;esdecir,
1amsolución de nc entregarse, en la ciencia, a la autoridad de las
ideasdeotro,sim)probartodounomismoy seguirsolamente la pm-
pia convicción;
o, todavíamejor,produciríatodounamismoy sólote-
ner por verdaderoel pmpio hacer.La seriede susconguraciones,
queLaconciencia atraviesaen estecamino,es másbien la historia
circunstanciadade la formación dela concienciatnismaen la ciencia,
Aqueiïiaresoluciónrepresentala formaciónbajoc} simplemadodela
resciución,comoalga inmediatamentehechoy acontecido;pero fren-
te a esta no verdad, esecamino es la crealizaciónefectivamentereal.
Seguiria propiaconvicción
essin dudamejorquescmctersca la au»
mrídad;peramediantela transfonnación
deunaopiniónapoyadaen
la autoridad en una opinión fundada en ia propia convicción, no se
altera necesariamente el contenido de ia misma ni aparece la verdad
encl lugardelerror.Hundirseenel sistemadeia opinióny deiprejui»
ciopm-la autoridaddeotras.o porla convicción
prcpiasólosediferen-
l Ümñïaïííïñïaíï
mducládaïiaíïeexanmtwlogïa
dclespïriru
cian por la vanidad que habita en la última manera. Por el contraria,
sólo el escepticismo dirigido al ámbítc total de la conciencia que apa»
rece hace al espíritu diestro para probar qué es la verdad, en cuanto
lleva a desesperar de las cpiníones, ideas y representaciones Hannah
das naturales, a las cualeses indiferente que se las Ilame propias o
ajenas,y de las cualesestátodavía llena y cargadala concienciaque
se pone directamente a efectuar la prueba, peru; que por ella es de
hecho incapaz para lo que quiere emprender.

En este párrafo comienza la descripción de ciertas características pvc»


palasde la marcha de la conciencia natural hacia el verdadero saber.
A lo largo de esa marcha, la conciencia natural aprenderá que ella es
solamente saber no rea}; c sea que ella es sóïo conceptn del saber, enten-
diendoaquí conceptscomoconceptoabstracto,no realizado,no hechoefes-
tivamente real, del saber. Pero puesto que la conciencia se toma a sí misma
como saber real, o sea como concepto del saber «osientendemos ahora con»
cepto en sentídc hegeliano, vale decir como concepto realizado y cnncreto,
en cuanto contiene en sí todas ias mediaciones de las que es el resultados»,
ese aprendizaje es para ella negativo. El concepto real del saber stilo se
alcanzará cuando ia conciencia haya recorrido la serie entera de sus
ras; en cualquier estación anterior, su saber, aunque más} concreto y por
ende más rea} mientras más avanzada esté en el camino, seguirá siendo
siempre saber no rea} y, por tanto, la conciencia se engañará al tomarlo par
saber real.
En consecuencia, suírá a través de su marcha un repetida desengaño,
al aprender que Io que creía acabe:-real no lo era. Puesto que el concepto de}
saber se reaïiza a lo largo de ese mismo camino, la reaiización de ese con-
cepto impïica la pérdida de 1o que para la conciencia es en cada caso el
saber. Por Io tanto, 1arealización positiva dei saber implica una experiencia
negativa para la conciencia. El camino de la realización del concepto del
saber, que es un camino positivo para el saber rea}, verdadero, es en cambio
para la conciencia el camino de la duda; pero de una duda que se caracteri-
za, frente a otros tipos de duda, como desesperación o, si queremos cansar»
var la raíz común de las palabras alemanas, como duda desesperada.
Hegel compara la duda en general y la duda desesperadadesdetres
puntos de vista:

a) En cuanto a su aicance (Umfartg): 1aduda ordinania en su concepto ge-


neral es ia pérdida, o más bien la conmoción, de una supuesta verdad par-
cial, a la que sigue, después de un proceso de vericación, la recuperación
de aquella verdad. De modo que ia verdad no sufre cambio alguno en todo
el movimiento. Esto es ia que ocurre en ía duda ordinaria, pero también en
1a cartesiana: cuando ia duda termina con el hallazgo de 1a primera ver-
dadaLY 3 Farmde¿StaSePrueba13exísteïïíaY 13Veïmïídaíï ¿i?13303»
33
recupera e}nbjetodela dudasinqueéstesehayaalteradodenhxgún moda
enB1P139930; P11931a393838¿f313¿Vidücia
deque803911 ¡a3ideas¿M33
3distintas:5183133433
dehaber PT053110 1383513833E
de13h35YS VETE-Ci
dad,no afectaennadala realidadobjetivadelas icïeas,estoes,susconte
ïlïdü- CabePTEHÜHWSE Si 85W68V#511510Cambia!Pam el Cïlcïïnïet
sensibïe,paralas ideasconfusas,puesparecequee} procesodela dudale
permitea ¡Descartesrechazarla pretendidaverdadde}conocimiento sen Ï
bieen1oquesereere a la esenciadeloscuerpos,y aceptaríasóloencuan
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¿L Rauégescammk
M¿¿¿¿a¿¿mms
¿e¡Inmaphilggphia
Médügguw
pyléqpygiqugg,texte
latín m;traductíondaDm:deLuynes,introductionet notesdeGeneviéve
Badia-Lewis,
París,
J, Vrin. 1953,VI Méditatiün, 29.
* wtengn
lacostumbre
detrastmcar
yconfundir
elorden
delanaturaieza,
pera207239
esta;
scntimientnso percepcinnasde ¡ns sentidoshan sida puestosen mi para íntima!a m: espin-
tu qué cosasson convenientesa nocivasa! compuestotie}que es parte, y semsucientemen-
teclaras
ydistintos
para
susnes,mesirvo,
sinembargo,
deelias
como
sifueran
reglas
muyciertas
poriasquepuede
conocer
inmeáíatamente
iaesencia
y¡anaturaieza
delos
cuerpos
queestán
fuera
demí,delasque,sinembargo,
ncmepueden
enseñar
nada
quem)
seamuy oscuroy confusa;R. Descartes,Obrasescogidas,
trad. de Ezequielde 01350y
Thmás Zwauck,salen-chin,
prólogoy netasdeEzequielde(Basa,BuenosAires,Bndauwerica-
¡m! 1957,m)gglgsa
42MHaideggar
Hegel
etmmnmpt *p1271 _
43MartialGuemnlt,
lïlescartes
salon
Porche
desraasmzs,
París,Aubzer,
1953,
t. I, p.4G.
W eciézri
a la Fenomenalogía
delespiritu

¿ida¡estarestricción
tie}alcance
dela dudacartesiana,
nocreemos quela
natadepagïrialídad,ta} comoHegella presenta,puedaaplicársele;pues
cuandoHegelhabiadeparcialidad habladeverdadesparciales,estaes,de
mntenicios,
derepresentaciones,y no(¡elactomismo.Porlo tantoestapri-
t 3131-3degcrjpcján
¿e1aduda,cansus¿osnotas,inajteración y parcialidad
V «le!objetodela duda,seaplicaa la dudaordinaria,y en lo quesereere a
_ 1agngeraciánde}gbjeg,31a¿miacart35iana_
Ladudafermmenazógica, porsuparte,es1aintelecciónconscientedela
m,verá ¿a1saberqueaparece, a sea,esuna¿ndatam; quaabarcamac
t e}saberqueaparece.
Y ademásea no sedesvaxïeceluego,permitiendo
la
recuperaciónsinalteraciones
delobjetodeia duda,puestoqueellanocon-
* sister:
simplementeen dudarsinoen alcanzarla intelecciónconsciente
de
. quesu 0:35am
(¡a¿gt¿¿a¿de;saberqueaparece)m, esVemaera

: b) En cuantoal modaenqueseefectúa:la dudaquesepresentacomomo-


. mentoprevioa la cienciase efectúabajo la formade una resoluciónde
dudar,denoaceptarnadaporcañeríadeautoridad,sinodesometertodoal
propioexamen
y atenerse
sóloa la propiaconvicción.
Esclaroquela.duda
cartesianasecaracterizapor estasdosnotas:sepresenta(zumo
prapeciéuti»
¿aa 13cienciay cam.)
resozucwn,
como¿ecigjón
Vgluntaa según
Surge
¿e
la cita anterior.Esteúltimo carácterseadvierteconmásnitidezenel Dtlsv
Curso
¿egmétodg
cuartaparte;A135,a ¿auge
quanossemmmstrompem
quelquefois,
je voulussupposerqxfil Ify avait aucuneabusequi.fút ¿elle
V queïisnanala font.imaginar.E...1E: enn, considérant
quatouteslesmé-
mespensées,quenousavons¿tantéveillés, nouspeuvent aussivenirquand
nanadormons sansquïl y en ait aucune,pourlara,quisoisvraie,je me
résolus defeindrequetoutesleschoses qui nfátaientjamaísentréesen
Yegprjt,
¡fétaientnanplugVraiagquelaslusigs de¡n33sgnggs"_* S3
tratapuesdeunaresolución quese torna
demodoinmediato y acabado,y
que se mantiene exterior a los contenidos, las cuales no son afectados in-
txínsecamentepor ella, sim) simplemente caracterizadoscomodudosnse
aun como falsos.
Pero esta duda no sólo es exterior a los contenidos sino también al moví-
mientonatura}da 1aggngjencja
misma;no esuna dudaprovocada
pm-la

¿áRDescartes
mscüurs
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Mézhde
texte
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_ te losmismospensamienmsquetenemes estandodespiertos naspuedensubrevenír estando
dormidossin que hayaninguno,por ende,queseaverdadero,meresoiví a ngir quetodaslas
casas
que
habían
penetradü
alguna
vez
enmiespíritu
noeran
más
verdaderas
que
lasiïusio»
» nes¿emissueños";
R Descartes
0bras."mi 159,169.
es Amaia
me

conciencia,sinounadudaagregadaforzadamente desdefuera poroceïclós


fo;y ellohacenecesario
inventaruna cción para reforzarla duday forta
Iecer ia voluntad en su resolución,considerando las antiguas y ordinarias
opinionesnosóiocomodudcsassinocomofalsas,para evitar quemi espía";
tu se dcslíceínsensiblmnentea caer de nuevo bajo su dominioï La neoesie
dad de inventar el geniomalignoy la funciónque éste cumpleprueba
hasta qué puntola duda cartesianaes totalmentearticial y extrínseca
para la conciencia.
Y el fmal de la primerameditaciónnosindicaademás
quea la cción de un geniomalignoqueempleatodosupodery todasu
astuciasólocn engañarme,todavía deboagregar"para no caer en las
antiguasopiniones,preriendo una esclavitudtranquiia a una libertad
inquietay comidaen la incertidumbre»-
un esfuerzocuidadoso y perma-
nente.La duda, pues,no sóloesuna resoluciónde nuestravoluntadsino
que ademáses una armación de la libertad:

Mais quand ceïuiqui nousa créeseraittout puissant,et quand


méme ü prendrait plaisír á noustrompa};nousne laissonspas
dïprouvcr en nousuneiihertéqui est;talle quce,
toutes¡esfoisqueïl
nousplait, nouspouvonsnousabstenirdemcevciren notrecroyance
ieschosesquenousne connaissous pas bien,et ainsinousempécher
KÏÉÏSÏB
jamaïa trompésáá

En cambio,la dudafenomenológica
noesuna resolución
quesetoma de _
modoinmediato y acabado y que no altera susobjetos,sino que es un proce- o
sodeformación,
a travésdelcua}y pormedio(¡elcua}la conciencia
alcanzaM
el verdadero saber.Esta duda es, al mismo tiempo, formadora, educadora &#39;
de ¿aconciencia (comoIo es tambiénla dudacartcsiana)y realizadores
del
saberreal (mientrasque en Descartesla duda sóloes el caminohacia el o
saber,peronoaltera loscontenidos deesesabersinoquesóloiosdotadeun
índicede certezaqueantesno tenían).La conciencia seelevaal sabery el
sabersehacerea} enviriud del caminonegativoy desesperado queaquélla
recorre.Las diferencias,pues,entre la dudaen general(queen estecaso
pareceestar ejempliñcacïa por la dudacartesiana)y la negativíáadde la
concienciafenomenoïógica sondos.Una, encuantoa la concienciaqueduda
resolucióninmediatay acabadaen un caso,proceso deformacionen el otro.

45. R. Descartes. Les príncipes de ¿apfuïlosophie,premiére partie, introduction et notes par


Guy Durandin, París, J. Vrin, 195i), art 6, p, 53.
* Pero contodo,sea de quienfuesc,en n, de quienpmvengamos, y aunquesea todolo
poderoso oeugaáatiorquesequiera,cxperimcntaruos, sinembargo, queexisteen nosotros
la
libertadde podemosabstcnetde creersiempreen aquellascosasquenosoncompletamente
cian-tas
y averíguadas;y evitamosasí de error algunavez; R. Desczzcrïes,
Obrasm,pp. 314,»
315,
Comentario
Vacio
Intéoáoccion
alaFenomcnologtïz:
delespiritu 87

Gira, en cuantoal objetosometidoa la duda:nosufre cambioaigunoen un


caso,no sólo cambia sino que en sus cambiosmismos va generándoseel
verdadero saber en ei otro.

c) En cuanta a su ecacia: la duda (aquí parecetratarse también de ia duda


cartesiana) resulta en realidad inútil, pues no hay diferencia entre asumir
opiniones
perla autoridadde otrosy asumirlaspor ia convicción
propia,o
nohay másdiferenciaquela vanidaden el últimocaso.FaroHegel asume
queesmejor seguirla propiaconvicción
queentregarsea la autoridadaja-
na; lo que destacaes que esa diferencia desaparecesacando
en amboscasos
nosehacesinoaceptaropiniones. Vale decir,seríamejorrecibirIa verdad
por autoridadque asumir opinionesfundándoseen la propiaconvicción.
Frentea esta duda, incapazde alcanzarel propósitoque la hizo surgir,o
seaIa obtencióndel verdaderosaber,la dudafenomenológica, al ¿escape-
rar inclusode las representaciones
naturalesde quesiguecargadala con»
cienciaque toma la resoluciónde dudar, y que le impiden realizar efectiva-
menteloquesepropone,realizalo queaquellaresolución
seproponía;esta
es, adiestra al espíritu para el logro de la verdad. Y esto lo hace en cuanto
no se ¡imita a agregar la etiqueta dudoso o falso a una representación
quefuera de ello quedacomoantes,sinoquedesespera
de las representa-
cionesmismas y las cuestionaen cuanto a sus contenidos.
En ios primerospárrafosHegel mostrócómola crítica sejustificaba,
pero no por las razones que ella misma daba (la necesidadde encontrar
entre diversas especiesde conocimiento¡a más adecuadapara aïcanzar la
verdad; la necesidadde determinar la naturaleza y los límites de la facul-
tad de conocer),y que nalmente la Fenomenologíase presentaba como
la realización efectiva de lo que la crítica era incapaz de realizar: esto es, la
unidadentre ser y pensar.Unidad que no podía ser inmediata(en lo que
la críticatenía razóncontraSchelling,porejemplo),peroqueera imposible
si separtía de una separaciónentresery pensar(enlo queSchellingtenía
razóncontrala crítica).De} mismo modola dudasejustifica,perono por
las razonesque ella da «sustituir1aautoridadpor la propiaconvicción,
sinoporqueel saberverdaderonoesinmediato.Loqueequivalea decir que
el saberinmediatonoessaberverdaderoy queporendehay quedudar de
él. Pero esta duda es total, no parcial; afecta ¡oscontenidosy no se mantie»
ne extrínseca a ellos. Es un procesode formación y no una resolución inw
mediata y acabada, y en virtud de estas notas logrará abrir el camino hacia
1aciencia, cosaque según Hegel la duda no lograba.
En resumen, este pánafo 6 nospresenta la Fenonzenologíacomoun ca-
mino que podemoscaracterizar así:
ss L = L.Amaigraam

Punto de partida Camino Meta

Cnnceptn
(m)realizada)Realización
de}concepto
. Cohcepto
realizado
del
del saber de} saber, o sea saber

Saber no real Realización de} saber, Saber real


o sea pérdidaáeï saber
no real

Conciencia natural Realización de la ciencia, Ciencia


o sea negación de la
conciencia natural

La realizaciónde! conceptodel sabe-z;


esdecir,la conquistade} saber
absoluto, es para ia conciencia natura} la pérdida de su saber, pam esta;
trae consigo la pérdida de sí misma
Por cierta no hay que entender punto de partida y meta coma dos puntos
jos e inmóxriles,sinoque justamente el camino consisteen que el saber
sea cada vez más real. Pero sólo dejará de ser saber no real y será sa-
ber real cuando la conciencia haya recorrido todas las etapas del camino yr
se haya farmacia totalmente a sí misma.

7. La necesidad del proceso

La totalidad plena de las formas de la conciencia no real se Lpmdu-


cirá en virtud de la necesidad del proceso y de la eunexión misma.
Para hacer esta comprensible se puede observar, en general, de ante-
mano, que la presentaciónde la concienciano verciaderaen su no
verdad gwes un movimientomeramentenegativo.Tal visión Iuniiate
ral es la que Ia conciencia natural tiene, en general, de ese movimien»
to y un saber que convierte esta uniiateraiídad en su esencia, es una
de las formas de la conciencia incompleta que cae en el curso de} ca-
mino y se presentará en él. Es, a saber, el escepticismo, que en el
resultado siempre ve sólo la para nada y hace abstracción de que esta
nada es, de un mudo determinada), la nada de aquello de donde ella
resulta. Pero de hecha el verdadera resultado sóla es la nada tomada
cama la nada rie aquello de donde ella procede; elia misma es por esto
un algo determinado y tiene un centenido. El esceptícismd),que termi-
na en la abstraccíñn de la nada o del vacío, no puede seguir avanzan-
do más alïá, sino que debe estar a la expectativa de si se le ofrece algo
nuevo «y cie lo que se le ufrezcaw, para echarle en el mismo abismo
vacío. Por el contrario, en tanto e} resultado es aprehendido cama es
en verdad, o sea como negación determinada, inmediatamente se eri»
m íáflaíïtíínïtrüduccíón
aLa
Feïwmenaiagïa
delespíritu
ginauna nueva forma, y en ia negaciónse haceel tránsito mediante
el cua}el procesaseproducepor sí mismoa través de la serie total tie
las formaciones.

La conciencia recorrerá todas las etapas, dice este párrafo, en víriud de


ia necesidaddel procesoy de 1aconexiónentre las guras. No sóloel proce«
so en su corljunto es necesario,Sinntambién la conexiónentre las guras,
porqueesanecesidadno esimpuesta desdeafuera sino que es intrínseca.
¿Porqué son necesariosel procesoy la conexiónentre las gtsras?En
virtud de una característica del camino de la conciencia, descrípta por He-
gel en el párrafn 6: el carácter negativo que tiene para la concienciaese
camino.AhoraHegelcaracterizamásprofundamenteesanegatividad para
mostrar que lo queresulta negativodesdeel punto devista de la conciencia
espositivo desdeel punto de vistadeia ciencia,puestaque la negaciónesel
motor que necesariamentehacesurgir cadagura de lo anteríur,
E} movimiento que la Fenomenaiogaïa ¿escribeno es meramentenegati-
vo como lo cree la conciencia natural, visión unilateral que cuando se con-
vierte en esencia de un saber constituye una de las guras de la Fenomeno»
logia. A lo largo de su camino, que consistesiempre en perderlo que ella
tenía por verdad, la concienciarecorre una gura donde se vuelve cansa
ciente de que constantementepierde su verdad. En la gura del escepticis-
nm se hace conscientede la no verdad de las guras anteriores y da 1ano
verdad de todo en si, de modo que aicanza la total libertad del ser para sí.
Hegelefectúaahora una.confrontaciónentre el escepticismoy la negati-
vidadde}caminofenomenológicopara extraer las notasdefmítorias de esta
úïtíma. Esta confrontación se anunció ya en el párraíb 6, donde de algún
modoel escepticismolosóco que apareceen la histuria de la fxïosoa se
considerasemejantea la duda desesperadade la Fenomenología,en tanto
que ambosson diferentes de la duda ordinaria. EI escepticismode que se
trata en todosestoscasases el escepticismoantiguo, que Hegel cuntrapone
al modernode un Schulze,por ejemplo.Este último más bien se empareja-
ría con la duda ordinaria, en cuanto no pone en cuestiónel ámbito entero
de la experiencia,sino S610algunos sectoresdel conocimiento,comoel es-
cepticismometafísicoque no cuestionalas verdadesde} sentido común.
Peroya en el párrafo 6 Haga}insinúa la diferencia entre al escepticismo
antiguo y el de la Fenomenoíogiacuandodesignaa este último con la ex-
presiónescepticismocumplido, realizado(vollbringendeSkeptizismus).Es

46. Véase su escrito sobre la relación del escepticisma ctm ia losoa: G.W.F. Hegehverháitnis
desSkeptiaismtxs
zur Philasaphie,sámtlicheWerke,nenekritische Ausgabe,begründet.van
GeürgLasson,in never Anordnungund Bearbeitungherausgegeben von JohannesHolïmeis-
ter. Band 2,Hamburgo, Feïix Maine); 1949.
Vmgïugïïéac
decir, es el cumplimiento del escepticismoantiguo, abstracto,no realizará)
Y la diferencia se acentúa al nal del párrafo cuandoarma que este
cepticismo es el que verdaderamente abre el camino hacia la ciencia. L
chferenczaes aclarada en el pánafo 7,
El escepticismo antiguo se caracteriza:

1) Por ser unilateral: sólove un lado,sólove el aspectomeramenteriega &#39;


vo de la experiencia. AJ ser unilateral es abstracto: abstrae el resultado
negativo, separándoïo,aialázndolodel procesodel cual justamente es e}
resultado, de motín que interpreta ese resultado como una nada vacía
Sutomadeconciencia
seacabaaquí:nove quecadanoverdadda¡agar
a una nueva verdad.
2) Al ser unilateral y abstracta,e} escepticismesáio puede interpretar el
movimiento
de1aexperiencia
comocontingente,
y enconsecuencia
la 1
conemónentre los distintas momentoscamapuramenteextrínseca.Tie»
ne que esperara quesele ofrezcaalgo nuevo,lo que sea,para echarloen
e}. mxsma vacía.

En cambio,el escepticismofenomenoiógico:

I} Na esunilateral ni abstracto porque consicïerael resultarántal comoes t


en verdad, o sea,con su génesis,aunque negada:ei resultado negativo
ciela experienciaesalgo determinaday tiene:un contenidoque esjusta-
mente lo negado.
2) Al aprehenderel resultadoen su verdad,otra gura seogina necesa-}
amante: la negacióndeterminada de la anterior, que cantíenea ésta
aunquesuperada.El resultadodecadaexperienciaesunaAuwbzang;o
sea,esal mismatiemporwgación,conservación.
y superación
tielo sega»
do. Es una negaciónque tieneun resultado positivo: el descubrimiento
-de la no verdad de un saber constituye un nuevo saber y una nueva
verdad. Cuandola concienciaverica su saber sensibïe,la certezasen-
slble,y descúubre
quelo queella creíaalcanzarenesacerteza,el aquí y
ahora «y que creía aïcanzar de moda inmediato-n en realidad se le esca»
pa, esta negaciónde la inmediatez de su saberque eIla creía la verdad
e?un nuevosabery unanuevaverdad.Y en consecuencia
el proceso
tneneuna necesidadque se fundaen ia conexiónintrínseca delas gu»
ras: cada figura se origina necesariamenteen la anterior y da necesaw-
namente orzgen a la siguiente.

Pero el punto de vista de} escepticismofenomenoiógicono es el de la


concienciaque hace la experiencia«la cua! más bien está en el punto de
vista del escepticismo abstractamente negativa»- sino el del saber absoluto.
ciete Come-atañe
zactuzmdmsssan
alaFerzamenalagía
deiespiritu 91

Pues sólo al ver y describir el procesodesdesu término sabemos(Hegel y


nosotrosguiadospor él) que el canino negativo dela concienciaes en rea-
lidad la realización del saber y que cada gura de la conciencia es.el resul-
taría de 1a anterior.

8. El término del proceso. Didáctica de ia naturaleza y


diaiéctica de la conciencia

Pero ia meta ie estájada al saberde modotan necesariacamala


secuenciadel procesa;estáallí dandeya no tiene necesariamenteque
ir más allá de si mismo, dende se encuentra a si mismo, y el coacapto
correspondeal objeto y e! objeto al concepto.Pa: ella es impasible
detener la marchahacíaesa meta y no puedeencontrar satisfaccién
en ninguna estaciánanterior. Lo queestálimitado a una viüa natural
no puede,por sí mismo,ir más aliá de su existenciainmediata; pero
es impulsado más aïlá decallapor otro, y esteser arrebatado más
aïïá es su muerte. Pero la ¡tendencia es por sí misma su concepts)y por
ello es inmediatamente el ir más allá de h; limitado, y puesto que ese
limitado¡e gzsertïeuece,
ir más allá de si misma; con1osingular le está
puestoal mismo tiempo el más allá, aunquesóio sea,camuen el in-
tuir espacial,junto a io limitado. Por ende la concienciapadeceesta
violencia de arrujnarse la satisfacción iimitada a partir de ella mis»
ma. En el sentimiento de esta violencia, la angustia puede par cierto
retroceder ante la verdad y esforzarse par causewar aquello cuya pér-
dida amenaza. Pero ella m) puede encontrar scsíegc;aïguno, aunqutz
quiera pennaneceren una apatía sin pensamiento;el pensamienw
atenta contra la carenciade pensanzientcy su desasosiego
trastorna
1aapatía, o aunquese inmovílicecomaseutimentalísmoque asegura
encontrar todo buenaen su especia;puesesta seguridades también
víolentadaporla razón,¡acua},justamente,encuentraquaalgom)es
buenoen cuantoesuzxaespecie.O aunquee! miedoa Ia verdad pueda
encubrirse, ante sí y ante las atras, tras la apariencia de que justa-
menteel ceioapasionadapor la verdad misma le hacedííïc, incluso
imposible,hallar otra verdad sino la única de la vanidad de ser sien»
pre mm más cuerdoque cualquier pensamientoque se tiene por sí
mismoo por los otros; esta vanidad que se empeñaen frustrar toda
verdad para volver a sí misma, y se cebaen este entendimiento pu»
pio que sabedisolver constantementetodos Eospensamientosy en-
centrar, en lugar decualquiercontenido,5612:)e! árido ya, es una satis»
facción que ha de ser abandonadaa si misma; pues ella rehúye el
universal y sólo busca el ser para sí.

Nosóloelpmceso
y laconexión
desusmomentos
son113mmst}
bién la meta,el punto nal del camino,está jada necesariamé
93 Amelia Paciettiz

to nal es aquel donde se alcanza la identidad, es decir, (¡antic objetar)


sabercoincicien.El procesoccntinúa inintenumpidamente y 1mpueded
tenerse hasta alcanzar esa meta; dicha de otra manera, la meta es necesa
ria. La necesidadprovienede que esepunto na], estoes,el saberabsolutcgfï
aunque será un resultaríaconcreción del proceso,está ya desdeel prin4
cipio como un germen que debe desarroliarse, en cuanto la conciencia es»
por sí misma su propio concepto.0 seaque así comola necesidaddel proce-t
so y de la conexiónno es exterior, tampocola nalidad del procesoes unai
nalidad exterior,impuestaforzadamente desdeafuera, Hegelcomparala
vida de la concienciaconia vida natural: en la planta,por ejemplo,el ir
más allá de ella misma, el salir de su existenciainmediata, no estáen ea,
sino en algo otro: el conceptode la pianta está en nosotrosque la cencebi-i
mos y, a] hacerlo, la negamoscomoesteser singular; en la concienciael ir
mas allá de su propIa singularidad está en ella misma: la concienciaespar
si misma su propio concepto.C)sea,ella esenella misma algo más de lo que
en.cadacaso,en cadagura particular, es. Eilïa es ya por sí (aunque.no low
seatodavíapara si} su propioconcepto,
y su propioconceptoesel saber
absoluto:conceptotodavía no realizado por la concienciaque hacela expe-i
riencia, pero que ella es par si y no por otro. El ir más allá de ella misma (es?
decir,el impulsa a reaiizar su concepto)está puestoen ella aunquesóloseai
junta a lo limitado. Junto porque todavía no se ha reaiizado la identidad
entre lo particular y lo universal, que seaicanzaráal nal del camino; en f
las etapas de! camino, lo limitado y su superaciónestán al lado uno del
otro.
Nos detendremosen esta comparaciónentre la dialéctica de la natura
leza y la de la conciencia, confmzsntandoeste breve texto con e} tratamiento}
muchomás amplio que Haga-idedica,en.la mtroducción aIa Historia de l
losofíaf al desarmlln
engeneral,y donde
compara
y distingue
eldesarrwi
llo en la naturaieza y en el espíritu.
Paraentenderenquéconsisteel desarrollohayquedistinguirdnsestauÏ
dos:

l} Lo primero que debe existir para que haya desarrollo es un punto de


partida no desanollado que comienzaa desarrollarse; Hegel llama
este germen, aptitud, potencia, posibilidad real, o en si.
Lo puramenteen si no es para Hegel,en estecaso,lo que es así indepezh
dientementede otra cosa,comeen la denición de sustancia de SPÍHO".
za. Para Hegel 10puramente en si indica lo no desarrollado,lo no des i
plegado,
queencuantota}esabstracto
y porlotantonoverdadero,
puesto

47. Cnncreiumes el participio pasivode:cancrescere


(en latíncondensarse,
caagularse).
#8. G.W.F. HegeLEmleitung...
Cámentíáïia
a"iaIiíïíouácián
aiaïznamenoíagía
deiespíriiu 93

que Ia verdad para é} es el resultado de un desarrcllo y nunca algo inmew


diam. La verdad es lu concreto, lo concrecido; la verdad es el todo y su
génesis; es el resultado y el proceso del que ese resultado es el punto

nal.

Lc:
ensies
potencialmente
verdadero,
como
Ioes
potencialment
toda
la
multipiicidad que va a desplegaren su desarrollo, pero lo es de una
manera simple, envuelta, no realizada. De todos modos la importante es
que en su simplicidaá y unidad iniciales, todavía indiferencianïias, cun-
tiene en sí todas las determinaciones que aparecerán. luegu en el curso
del desarmlio, de modoque en esecurso nc aparecenada que no estu-
viera ya en el germen en potencia.
2} El segundoestadao momentoes aquel en que lo envuelto se dasenvuel-
ve, lo plegado se despiiega, Io que era en potencia pasa a ser en acto, lo
que era virtual pasa a 1aexistencia. En este segundo momento pasan a
la existencia la multitud de cïetenninaciones que. se encontraban en es-
tado potencia} en la simpliciciad inicial.

Hegel da dos ejempïos: la semia es un en sí, un árbol en potencia, vir-


tualmente, pero no reaimente; posee la aptitud para desarrollarse como
árbol Ea no es todavía lo que ha de Iiegar a ser, pero encierra en su sim»
piicidad todas las detemïiinaciones posteriores del árbol, incluso Ia forma,
el color, el olor de sus ores, el gtisto tie sus frutos, etc. Nada hay en el árbol
que no estuviera ya potencialmenteen la semilia, pero sin embargola se-
milia no es ei árboï, ia semilla es el árbol en si pero no io es realmente. Y
sampacoes meramente semiila, o su ser semilla cansiste en ser potencial-
mente un árbol; ella es y no es semiila y árbol . En esta tensión interna se
encuentrael motor que impulsa su desarruiio.La semilla genuina y produ-
ce el six-boi;esta es, el árbol potencial en la semïila pasa a la existencia, pero
todo lo que el árbol es en la existencia,lo era ya en potenciaen la semilla.
Otro ejemplo es el hombre: el hombre es racional en sí, pero esta racio-
naliiiad debedesplegarse,pasar a Ia existencia.Y pasar a la existenciaen
la esferadel espíritu signica hacerseconsciente.A la existenciaen la con-
ciencia, en el espíritu, la llamamos saber, concepto pensante. El espíritu es
traer a la existencia, es decir a la conciencia, lo que en él estaba envuelto,
no desarrollado. E1 espíritu se province, existe, en cuanta se hace a sí mísw
mo objeto del pensar. Lo que es en sí tiene que:convenime en objeto para el
hombre, devenir para sí. O sea, el hombre, para elevarse a espíritu, tiene
que dupiicarse: una vez es razón, es pensar, en sí, potenciaïmenbe; luego
esa razón que é} es la convierte en su propio objeto, y así el pensar es lo
que piensa y lo pensada. Pero con esto el hombre no ha hecho otra cosa que
ama aquí el ser para si, pero que más bien convienellamar e}.ser en wsí o
para si, pues la tercera determinacióno momentode} ciesarrokloes la irían
tidad de los dos momentos diferentes: el en sí inicial, pero para sí, o I
existencia. o
El sentidopropio del desarrollo consisteprecisamenteen que el resulta
dodel movimientoesidéntico,en cierto modo,al momontoinicial:simple
mente lo que era en sí ha ilegado a ser para sí, 1oque estaba envuelto se h;
desplegado.Por lo tanto el tercm momento es la unidad del germen y ti
lo dasarroliaúo, es la unidad de los dos momentosdiferentes. 7
Por eo el desanollo no es mero cambio,en el cambioaparece otra cosa
en el desarrollo la misma cosase mueve y se despliega.Y lo esencial de
desarrollo es la unidad del en sí y del para sí, la unidad de lo envuelto y á
su desenvolvhnienzo.
Por esto, agrega Hegel, es un conceptoespeculativo,es decir un concep
to deia razón,queel entendimiento
abstrayentey!separaáornopuetievan-t
tender. LA)que es una contradiccióninsuperable para el entendimientog;
para la razón es una contradicciónviviente, que se supera ella misma en la
síntesis de los momentos contrarios.
Siahoraretomamos
losdosejemplos
anteriores
4a semiila,
el hombre
en cuanto ser racional, que corresponden,respectivamente,a la esfera de o
1anaturaleza y a 1adel espíritu», veremosque las cosasocurren de manera
totalmente distinta en cada caso.
Hegeï destaca las siguientesdiferencias:

l} Eneidesarrollo
delaplanta,
elpunto
departida
yelpunto
nalson
dos
t
individuos distintos: hay una duplicaciónefectiva, pouesbo que el punto
de partida es la semilla y el punto nal, el tercer momento del desao»
llo, es también la semilla, pero se trata de dosindividuos distintos aun-
que ambossean semilla. En el desarrollode ia razón, en cambio, sea en
el hombre individuo}, sea en un mundo, sea en el género humano, el o
punto de partida y el punto de llegada son ei mismo individuo, sóloque
primero en sí y luegoen sí para sí. O sea, Ia duplicacióntiene lugar en el
mismo individuo.
2) Esto acarrea una segundae importante diferencia: en el desarrollo na-
tural no hay un enriquecimientoa través del desarrollo,no hay un acre-
cerse, un verdadero concrecer,de modo que unas determinacionesva-
yan integrándose, aunque negadas y transformadas a lo largo del
desarrolïo,comoocurre en el espíritu. La semíïla, consideradacomore-
sultado del proceso,no es más rica, más profunda ni más concretaque
ía semilla considoeradacomopunto de partida; en cambioel espíritu, la
razón, e} pensamiento,comoresultado de un desarrollo,es más rico que
e! momento inicial de ese desarroilo,justamente porque se trata de un
nuismo
individuo
quedespliega
suspoteñciaïídades.
Wnfa1aFermmxznologíaodei
espiritu

3) Y estas diferencias;a su vez, se relacionan conuna tercera que en cierto


modolas engiobazo
el hombresabelo queél es,Y en esoconsisteel tiesa»
rrollo para el hombre: saber lo que él es. Por esono hay dos individuos
distintosen Lasdospuntasdel desarrolio;porqueel desarrolloen la
esfera de} espíritu- consisteen que un individuo se sepa, llegue a ser
para sí lo queesen sí.Y poresohay crecimiento,
enriquecimiento. Aun»
queel desarrollonoaporta nada quenoestuvieraya en gennen,la toma
de conciencia de lo que estabaenvueltoequivalepara el espíritu a la
existencia.AI auboconocerse, se hacé verdaderamente rea}; es decir, se
hace real, se hace vercïaderoy, por lo tanto, se enriquecey se constata.

El desarrolloen la esfera de} espíritu se manifiesta comoconcreción,es


decir que a lo largodel desarrollolo abstractosehace concreto;de modo
quelosmomentosíniciaiesde tododesarrollo,desdeel puntode vista del
pensamiento,sonsiemprelos más pobres,los más abstractos,mientras
que los últimos 3011108
más ricos, los más concretos. x
Por eo no hay que entenderel desarrollocomoun procesosimpley
unitario; ta} desarrollo sería abstracto, sería entendido comoagregado de
elementos extendiéndose indenidamente, sería el falso infinito donde no
se aicanza nunca la totalidad.
El verdadero desarrollode un todoúnico es tal que cada momento, cada
etapa,cadaelemento,esa su ve: un todoquesedesarrolla.Un verdadero
todo es un todo de totalidaaïesy no un todo de elementos;la totalidad no
existe comototalidad de elementos, sino comointegridad en el curso del
desarrollo. La totaiidad está entera en cada momento de] desarrollo, aun»
que en distintosnivelesde realizacion.Y es por esteque cuantomás se
desarrollael espíritu,cuantomásseexteoriza, másprofundoes, porque
cada nuevo momento no es un elemento inmóvil y extraño que se agrega
extrínsecamentegosino
quees él mismoya un desarrollodel espíritu.Sada
momento aumenta la. extensión, la exteriorídad, pero al mismo tiempo la
profundidad,¡a intención,la comprensión.
De ahí las críticasde Hegela la profundidadvacía:Pero así comohay
una supercialidad vacía,tambiénhay una vacíaprofundidad;así como
hay una extensiónde la sustanciaque se derramaen una multiplicidad
nita sinfuerzaparacohesionarse, tambiénhayunaintensidadcarentede
contenido queen cuantosemantienecomopura fuerza sin expansióneslo
mismo quela supercialidad.La fuerzade}espírituno esmásgrande que
su extensión,su profundidades tan profundacomosu atrevimientopara
extendersey perderseen su explicación? Y por ello decimosque cada

49, G.W.F. Hegel, Phánomenalagiew p. Lía.


etapaeamáscauca-eta
quela anterior,
entendiendo
quemásconcreto}
ca más rico en extensión y al mismo tiempe más rico en profundidad,
esta es lo que explica el carácter diaiécticcde cada etapa o momentc:es: t
mismo tiempo resultado y germen, cosaque no podría decirsede un me!
elemento que se agrega mecánicamentea un todo.
Retomando1aIntroduccióna la Fenomcnclcgzïa,
cabereccrdarla difca
rencia allí señalada entre el ser natural y ia conciencia:La que está
tado a una vida natural,nopuede,por sí mismo,ir másallá de su existcnv
cia inmediata; pero es impulsado más ailá de ella por otro, y este se
arrebatadc más aliá es su muerte. Pero ia concienciaes pct sí misma su
concepto,
y porelïoesinmediatamente c1ir másallá de lolimitada,y pues
tc queeselimitadole pertenece,ir másallá de sí misma;conlo singularle
estápuesto
al mismatíeanpc
el más Esciecír,
c1sernaturainopue
de desarrollarse saliendo de su individualidad e inmediatez por sí misma
sino sólaperla acción¿e otra; en cambio,la concienciase desarrolla por un
impulsoqueestáen ella:el concepto
queella mismaes.
(3 sea,Hegel encaraaquí e}.movimientodesdeel puntode vista de Ia
elevación.de lo inmediato e individuaï a} concepto,o dc ia realización de
concepto porel individuo;Y la diferenciaquesurgeentreel sernaturaly la
conciencia es debida al carácter«axtrínsccoen un casa,intrínsecoen ei c,
otro»quetiene escmcvixnientc desdec1puntode vista del ÍIICÏÍVÍCIUO.
¿En f
quécunsiste la elevacióna concepto de la semilla,porejemplo»?Podríamosi
contestarque, desde el punto tie vista de la naturaleza, ka realizacián
del conceptodc la semillaes el árboly luegola nuevasemilla.Y así comoc,
Hwel dicequela semillaesel concepto dela planta? pcdríamosagregar¡
quela planta.esel ccncepto realizadode 1asemilla,puescevidentemcnte la :
semillaes el concepto nc realizado,abstracto,de la pïanta.Perodesdeci "
puntadevista delespíritu,la cïevacióna ccnccpto de 1asemillaindividual
y rea} consisteen quec113seapensadabajocl concepto semilla;o sea,con»
síste cn saber que ella es una semilla.Pero esta no puedehaccrioni la
semülamisma,ni c1árboï,ni ningúnsernatural,sinoseáis un serpensante
queeleveIn singularexistentea la universalidaddel pensamíenta. Vemos
entoncesqueel movimientoes cxtrínscccsólobaja c! segundopuntode
vista, puestoque en el primer casoel impulsoa desarrollarseestá en la
semillamisma,peroen amboscasosel individuocomotai muere,csdecir,
es negadoabstracta y no diaiécticamcnte.
En la naturaleza,entonces,el desarroo esimpulsadadesdeaxcra si lc
queconsideramos esla elevacióna concepto:
semillareal individuala con-
ceptode semilia.Peroel impulsoprovienede ella mismasi ccnsíderamcs

50. Ü.W.F. Hcgai. Einlcitungw p. 102.


aEnix-camisa:
aiaFencmérzaïagzïcíel
espíritu

su realización en el elemento de la encístenczianatural: semillasáxbc}. En


amboscascsel individuoinicia}esanuladoaunquede distintamanera.Si
unicamcs las dosperspectivas podemcsdecir que el ser-ahí individual
natural es negadodosveces:por el movimientodela naturaleza, la semilla
individualáesaparece cuantíanacec1árbol;por ¡a actividadccnceptua}de
la esfera(ÏEÏespíritu,la semilladesaparececuandoyo piensosu concepto.
Al pensarlas cosaslas ccnvcrtimos en algogeneral,peroias cosasde por
sí sonsingulares? al clevarlasa la universalidaddel cnncepto las supri-
mímnscomosingulares y esta supresiónies viene clesdeaxera; la inade-
cuaciéndel animala iactmiversalidad
essuenfermedad
originaria y el con-
génitogermen de su muerte? c
Peroconsiderarla muertedel individuoes considerarsóloun lada, el
iadoabstractode}movimiento,puesesta segundasupresiónes la verdad
de la naturaleza.La meta de la naturaiezaesmatarsea sí mismay rom-
per su cortezade lo mmediatu,lo sensibie,quemarsecomoel fénix para
emergerde estaextericridadrejuvenccida comoespíritu? la naturaleza
comota} no aicanzala concienciade sí núsma E...)lo que pertenecea la
naturalezacomota} quedadetrástie}espíritu;esciertoqueésteIicvaen sí
mismotodoe} contenidode la naturaleza,peroias determinaciones de la
naturalezasehallan en el espíritudeun mariocompletamente distinto.L..3
El espírituha ¿avenidacomola verciadde la naturaleza.El espíritudeve-
nidotieneportanto el sentidode quela naturalezase suprimeen é} como
lo no verdadero?
Si comparamos ambostextos¿Introduccióna la Fcncmenalcgía, intro-
duccióna la Historiade la losoa-g observamos,
en lo quese reere al ser
natural, una coincidencia:el individuo natural muere, se anahi, a} saiir de
su existencia individual, y una diferencia: en un casoesa muerte cs el re-
sultadode un mcvimientcqueviene de aaera, en el ctm el movimiento
queanulaa} individuocecriginaen esemismoindividuo.Estadivergencia
provienede la diferenciaentreios puntosdc vista conquees cncaradoe}
sernatural en cada caso:una vez desdec1puntode vista del movimiento
delccnceptc,otra desdeel punto devistadeIa naturalezaorgánicamisma.
Perosi pasamosa ¡a esferade}espíritu,vemosque sólouna de estosdos

51. CitadoporErnestBlcch,El pensamiento


de Hegei,México,Fondade Cztura Económica,
2949, p. 197.
52. GJVF. Hegel, Enzyizlopüdieder philompizischenWíssenschaen im Grundrisse, neu hem
rausgcgcben
vonFríedbclmNícclinundOttoPüggcier,
Hamburgo,FeiixMeincr,1959,é 3&#39;75
p. 309.
53.Ídcm.y 37s,p.309.
54.ídem,a ass.339,pp.318-320.
gg . .

puntosdevistaesaplicable:
el movimiento
deelevación
al oonoeptoeía
t}
quepuedanconsiderarse
clistintos
gradosoeniveles
enesaelevación
aloe
oepto,comoluegoveremos).Y por ello,las notasseñaladascomopmípÏ
del desarrolloen la esferadel espíritu,al confrontarésteconel de leona"
ralezaen la Introducción a la Hiatoriadela.filosofía«el mismoindívídu
principioy al fmal del desarrollo,enriquecimiento del mdividuoquese
sano-olla,
eseclesarrollo
consiste
en le tomade concienciar,
oorrespond
l
al desarrolloquela Fenomenalogía
describe.
Lo que ahora nosinteresaes que, para el ser natural, la elevación»
conceptoes el resultadode un movimientoexterioren que el índivídu
muere;en cambio,para la conciencia
«quees la eñstenoia inmediatadl
espírituï es el resultadode un movimientoque surgecieuna tensió
mtema:la sancionada
esal mismotiempohmltaday parcial,y supera
ciónde esa limitacióny parcialidad;ella es le que es en cada mamen

todesuelevación
oconcepto,
porquesuconcepto
estáenellapugnando
po
realizarse
y negando
cadarealización
incompleta;
peroestanegación
no
tienecomoresultadola muerteabstractadelo negado,sinosuabsorción
en-
el resultadodel movimiento;
o sea,esunaAuzebung.
EnrealidadHegelnoempleala palabraEntwtïcklung
(doom-rollo)
para¡
designar
el movimiento
dela conciencia.
Preere otrasexpresiones
como:
camino Meg), serie de suscongxraciones (dieReiheihrer Gestaitun-l
gen),realizacióndel concepto
(Reolisierung
desBegri), historia oir-Lo
cunstanciada
dela formación{auslhrlicheGeschichte
derBildung)? rea
lizaciónefectiva (wirklicheAusführung),movimiento (Bewegung),
marcha (Fongang), investigación (Untersuchung),prueba (Prütngjl
y nalmente,movimiento dialéctica(dialektische
Bewegu ng)y experíerv
cia (Erfahrunglml
En realidadEntwiïcklung esun términomásgeneraly
aplicableportantoa tododespliegue, a todomovimiento;asíporejemplol
Hegelhabladel desarrolloinmanentedel concepto(Üié ímmanenteEnt-
wícklungdesBegris) y deldesarrollodetodavida naturaly espiritual)
(DieEntwicklung
aliasnatürlichen
undgeistigenLebens f porlo tantoes
tambiénaplicable
a la conciencia.
Peroel desarrollodela conciencia
pre-

55. G.W.F.Hegel,Enzykiopádiewp. 32.


56.Ídem,p.67.
5?.Ídom,p,70.
os.Ídem,p.73.
59.G.W.F.
Hegel,lssenschaderLogik,herausgegeben
vonGeorg
Lesson,
erstertell,Ham-
burgo,FelixMeiner,1963,p. 7.
oamegamze;
lel han
lalïxlïenotnenoïogïoe
delexpo-ita

santapeculiaridadesquejustamentesonexpresadas pasoa pasoa lo largo


dela Introducción
a la Fenorrzenología
mediantela variedaddeexpresiones
que hemosseñaladol
Y esta dualidad, intrínseca a la conciencia,hace que ella misma sea
actory pacientede la violenciaquesignica seramenazada a.su existencia
inmecliatay limitada.En el sentimientode estaviolencianacela angustia
que retrooecieante la verclady, sobretodo, retrocedeante el esfuerzonece-
sario para lograría,y quiere satisfacerse
conalgmma
situaciónlimitada,
dedicandosu esfuerzoa conservarlo que ya posee,sustrayéndoloal movi-
mientoque negaráesa posesión,absorbiéndola en un nuevologo. Esta
mencióndela violenciay la angustiaessubrayacla
poralgunosintérpretes:

Esta angustiaqueposeea la conciencia


humanay la impulsasiem-
pre haciaadelantede ella mismaLg}es no sólouna angustiaen el
orden del conocimiento,sino, comotiende a probarlo toda la Fenome-
nología, una angustia ekistencial.

Esta interpretación tiende a exaltar el aspectotrágico y a csmínuir la


racionalidad del movimientode la Fenamenología.Foro se lo puede objetar
a Hyppolitequeno esla angmtia lo queimpulsaa la conciencia a salir de
su estadolinxitado;Hegelarma másbienquela conciencia esimpulsada
másallá de ella mismapor su propioconcepto,
que ella es por sí. La ten-
denciainmanente hacia el saber absolutoes 1oque hace que ella misma se
arranque a cada situaciónparticular o limitada, pues ese conceptoprovc»
caen ella unatensión,unainquietudpermanente,quenoencontrarásatiew
facciónhasta que se haya realizado. La angustia, que Hyppolite considera
el motor que la impulsa, parece más bien un obstáculo que paraliza su
marcha hacia adelanto: La angustia puede por cierto retroceder ante la
verdad y esforzarsepor conservaraquello cuya pérdida amenaza. Es de-
cír,la angustiaempujaa ia conciencia,
incapazde superarla,a refugiarse
en actitudesescapistas
o conservadoras.
También Heidegger se reere a este texto interpretánriolo en este últi-
mo sentido:

La conciencianatural es, cadavez, la concienciatodavía no verda-


dera que se encuentra sumergida por la violencia que la arrastra en
suverdad.La conciencia
naturalsienteestaviolencia,y esempujado
a la angustia conrelación a su propia existencia.Hegel, cuyoracionav
llamo no se alcanza a celebrar o a difamer bastante, en el momento
decisivo, donde nombra la relación del saber natural con el ser del
ente, habla del sentimiento de violencia. Sentir la violencia de la

60. J. Hyppolite, Génesan,vol. i, p. 23.


valuntad, gura baáala cual e} absoluto es, caracteriza el mGdoWenLQue
1a cnnciencía natural sólo es canceptu del saber. Penn sería tanto
creer que Haga} piensa que Ia angustia natural que hace retraeeder a
1aconcienciadelante del ser del entre:
estambién, en la medidaen que
ella esrelaciónnatura} conel ser,el modoen el cua},a el órganapar el
cual, la ioaoa piensa el ser del ente, comosi allí dondeel pensa»
miento sólo puederenútir al sentimiento, {a lusoa estuviera bra-
da a los puras sentimientos en lugar de estar fundada sobre la cien-
cia. Esta apiníán supercial, que hay como siempre hace escueia,
pertenecetambién a esavaníad dei entendimientoque se aíimenta
de la inercia premiade au ausenciade pensamientoy eiisuelvetodoen
3213.5

La angustia ante 1avercïad nos arroja pues en actitudes conservadoras


o escapistascunlas que pretendemoslibrarnos del penosoesfuerzonecesa-
rio para. Veonquistarla verdad. Hegel denuncia tres:

1) La inercia que pretendesimplementeno pensary en la que es imposibie


mantenerse,pues esquebrantada por el pensamientomismo.
2) Un sentimentalisma según,el cual todo tiene su lado bueno; es decir;
cada momento particular es bueno como ta}. Contra él la razón se lavan»-
ta porquepara ella algono esbuenojustamente en cuanto es particular,
en cuanto es una especie: para la razón sólo es bueno lo universaï (y la
universal concreto).
3} La exacerbación vanidasa de la crítica, que termina en un ya vacío sin
ningún contenido, que debe ser rechazada en cuanto no buscalo univer-
sal sino sólo la subjetivicïad vacía.

Iïataremos de aclarar a qué alude Hegel en ios dos primeros casas «Ja
alusión a la losofía crítica es cima en el ÜQÏCGÏO,
con el auxiiio de un textu
de sus primeras publicaciones, ¿onde se reere a ias ciistintas actitudes en L
que es posible caer cuando ia losoa no satisface la necesidad de má: el
430171089!
y el ser.
La inercia sin pensamiento (quizá sería mejor traducir la inercia cie!
pensamiento,es deciruna posiciónque simplementepretenáe no pensar,
suprimir el concepto)puedeestar tal vez encarnadapor el Schwármer {vi L
sionario}, esta es, ei exaltado, el iluminado, que desdeña la reexión y se
entrega a la imaginación, resolviendola naturaleza en guras ixornnes.
Pero también podría ser una gura de inercia sin pensamiento la de la fe, a

61mM. Heidegger, Haga! et son concept}, p. i36.


62. G.W.F. Hegel, Premiérüs pubiicalimlam, p, KTÜ.
Gümegïtah LazeciEahVaLIaWFenonwmIagia
delespíritu

la que Hegel sereere en 1aFenomenologíacomoopuesta a 13¿el Ïïeïe


tualismo de la ilustración, señalandoque ante el 931m0reina ¿e 511Feü-
miento, la realidaci efectiva se presentacamuuna existencia sin espíritu
que es precisosuperarde una maneraexterior? Puestoque el pensan
miento no puede ser calmo, esta fe se presenta en reaiidad camesin pen-
Sarmiento.
La segundaactitud puede ser ejemplicada por el eudemonismode la
Ilustración, que buscasu justificación y ei socorro de una buena concien-
cia gracias a una doctrina de la felicidad que permite recanciliarsecon la
realidad vulgar, nita y singular.
En cuantoa la terceraactitud, es propia,por ejempla,de la lusoa
crítica, que separaiíza estudiandola facultad de conoceren vezde lanzarse
directamente a canocer,y sobre ella diceHegel, reriéndose a Reinhold:
Dela angustiadecaeren el saber,nohay otra salidaqueCalentarsen SU
amor y en su fe y en su tendenciahacia una meta jada, a fuerzade anáü-
sis, métodos,narraciones? Más ¿adelante comparael Esifï-Odíatales ÍÏ-
lósofosquepemnanecen
enla esenciainterior, comoKant, Fichïs39400331,
con el ¡ie las Danaidesque no puedenlienar nuncaun barril Sin fondo:las
fatigas interminables de estos fósofos con el conocerno llegan nunca a
conocernada más que un yovacío, y nalmente sereere al tmnnstmoso
orgullo,al delirio depresunciónde eseYoque llegahasta el espanto,el
horror y la aicción ante e}!pensamiento de ser uno cun eï universo, de
sufrir en sí la acción de la Naturaleza eternaï
Made,angustia,sentimientodevinlencia,pereza,53190593631,
110
deben
ser entendidoscomoexpïicacionespsicológicasdemavimientoshistóricos y
losócos,puesesosmovimientoscomotalestienenuna mdamentación
histórica y sistemática,segúnnaslo enseñala Introducción a la Historia de
la losafiazunalosoa espor una parteel ser-ahíhistóricüdéuna 63W
goríadesdeei puntodevista deldesarrolïodela ideay, porotra partees1a
toma de conciencia de un mundo dei espíritu: se fundamentan, pues, tanto
histórica comosistemáticamente.L0 que estas motivacionespsicclógicas
explicanesel aferrarsea determinadas soluciones
históricasde1aioscfïa,
queya no puedenjustificarsepuesha pasadoel moments:del desarrollo
al queellascorresponden: ni e}pratestantismo,
ni 3aIlustración,ni la in-
sofíacrítica seexplicanpor pereza,impatenciao angustia; perolo que aqué»

63. G.W.F. Hegel, Pizünomenologievl, p. 381.


64. G.W.F. Hegei. Premiéres publications. p. x61.
s5. Ídem, p. 17o.
66. Ídem, p. 288.
67. (lWF. Hegel, Eín.le¿tung.... pp. 118 ss.
¡lassíexplican
esqueenlaépoca
deHegel,
cuandola
Itleayla historia
llegada al saber absoluto,se siga after-rado
a ellas. L
ns.laFéncynzemiogih
delEspíritu

III. El criterio de verdad


para la realización de la ciencia

9. El problema del criterio de verdad

Así comtxpravisionaimentey en general, se ha dichoio anteriar


sobreel mudayla necaeSÍClLad
del procesa,puedeserútil ademásrecursl
dar algosobreel nzétodade realización.Esta presentación,entendida
coma un comportarsede la ciencia respectodel saber que aparece,
y come)investigación y prueba de la realidad tie] summer, no parece
poderefectuarsesin una cierta presuposíciónqueseadoptammmme-
Puesla ¡amabaconsisteenla aplicaciónde un metro aceptado,y
la decisiónde si ¡aprobada es correcta o no, resida en la igualdad o
desigualdadresultantesentreln que ¿es probadoy el metro;y el metro
en general, y también la ciencia si ella} fuera el metro, sun aceptadas
entonces comola esencia o el en si. Para aquí, donde la ciencia sólo se
presenta, ni ella misma ni la que fuere se justifican como la esencia u»
camu el en m; y sin algo tal, ninguna prueba parece poder tener lugar.

Seha hablado del modo(párrafo 6) y dela necesidad,respectodel proce-


so (párrafo 7) y respecto de su meta {párrafo 8) que caracterizan} el camino
de la conciencia hacia el saber. Pero, anota Hegel, se ha hablado provisio-
nalmentey en general:tanto el modocomola necesidadseharán manies»
tos para nosctros (y no serán sólo algo sobre lo que se habla) en forma
denitiva y partíctarizada CÜQXHÏD, guiados por Hegel que ya ha llegado al
saber absoluto, ¡e-cortamostambién el camino y lleguemos también a su
meta. En una introducción sólo se puede hablar, y hablar provisionalmente
y en general, porque la verdad no es el resultado sino el resultado con su
devenir P
De la misma manera Hegel va a hablar ahora sobre el método de reali»
zación, de ejecución, de eserecorriáa, que sólo conoceremosrealmente cuando
nosotros mismos lo realicemos a lo largo de la Fenomenología.

68. G.W.F.Hegel, Phünomenalagienq p. 11.


104 Padett

Estecamino, encuyorecorrido sealcanzaránal mismotiempoIaoforma


cióndela concienciay la realizaciónde1aciencia,
la puricacióndelalm
y la realización
delespíritu,y queesía presentación
delsaberqueaparece
se presentacomoun comportamiento
de la cienciaconrespectoal sabe
que aparece y como una mvestigación y vericación de la verdad de ese;
saber.
Deinmediato
surgeunadíouïtad:parece
necesario
unpresupuesto
quesirvademetroparaconfrontar
loquequeremos
probarconesemetro;
f
necesitamos
medir,conunmetroquedebemos
ya poseer,
cadagura dela;
conciencia,
cadaconguracion
delsaborqueaparece,
paraponerlo
a pruev
ba y vericar si ese saber os o no verdadero.
Estemetropresupuesto
seríaentonces
aceptado
como
esencia,
como
en
sí, comoabsoiuto;
si consideramos
quela cienciaesesemetro,la considera
mas entoncesa ella comoen sí, comoverdad. o
La dicultaá surgedelo queya seindicóen el párrafo4; Lacienciaal
presentarseestambiénun aparecerquenosejustificaconansolapresea»
cia:joustamento
estehechohizopatentela necesidad
dela Fenomenología,
quedebemostrarcomo1aciencia
serealizadesplegándose
eny a travésde!*
saber que aparece.La cienciano estájusticada comoesenciao en sí o o
verdadpor su mera presencia:sólose¡noticará mostrándoso
comoel rea
soltadodellargoy difícilcomino
dela experiencia
en3aqueellaseorigina.
Y porIotantonopuedeserel metroparamedirel sabernoreal, hastaque
sehayajustificadocomociencia,cosaquesóioocurriráal nal del camino.
E}párrafo9 ponepuesderelieveunacontradicción
enel}propósito
mis»
modeIa Fenomenologxïa:hayquevericar, probar,el sabornoreal;para
hacerlosenecesitaun metroquenopuedeserotroqueel saberma},la
ciencia,y esemetronoestávericado ni probado
él mismo,puessólolo
estarácuandosehaya cumplidola totalverificacióndel}saberno real. Por
lotanto,notenemos
metroa] comenzar
elcamino
y sinta] metronopode»
mos recorrer el camino, o sea, vericar el saber real.

10. Naturalezade la conciencia:ella esseparación


entre saber y verdad

Esta contradicción
y su desaparición
resultaránmásdenidas si
recordamos ante todolas determinaciones
abstractasdei sabery de
1averdad,tal comosepmsentanen 1aconciencia.A saber,éstadistin-
guedosíaïgoa locualai mismotiempo sereere;ocomo seloexpresa
tamWbién:
estoesalgoparaeiia;y el ladodetenninaciodeestereferir,o
¿elserdealgoparaunaconcrloncio, esei saber.De esteserparaun
otrodistinoguimos
amparoel seren si; lo referidoal saberesal mismo
tiempociistinguido
de él y puoesto
comooigoqueestambiénfuerade:
la referencia;
el ïaáodeesteensisellamaverdad.
Loquepropiamen»
Cotoïerïiariooaïl
Introuooioo
alaFenomenolagía
detespíritu 165

te esté en estas determinacionesya no nos concierneaquí en natia,


puesentantoeisáberqueaparece
seanuestro
objeto,
susdeterminw
cionesse contarán inicialmente también tales comoinmediatamente
se presentan y ellas se presentan ciertamente así comohan sido cap
todas.

La concienciamisma, en virtud de ciertas determinacionesque se pre-


sentan en.ella segúxlla naturaleza, resuelve Ia aparente oontradicciñnse-
ñaladaen el párrafo 9: hay que vericar el saber no real para lo cual se
necesitaun metroquetodavíano estátvericadoy que sólolo estarácuan-
do se haya cumplido la total vericación de todas las formas del saber no
real o, dichode otra manera, para realizar el saber se necesitael metro que
sólotendremoscuandohayamosrealizadoel saber.
Las determinacionescuyomovimientopermitirá superarla oontradíc»
ciónsonlas del sabery la verdad.La concienciasabealgo;estosignica
que la conciencia
distinguede sí algoa 1ocual al nlismotiomposereere,
peroque,en cuantodistintode la conciencia,
existetambiénxera dela &#
referencia, no queda agotadopor ella.
El referirsees el lado determinado, sabidopor la conciencia:saber,rafae-
rencia; pero la concienciadistingue otro lado, en que Io referido es
guidodelsaber,esdecirdela referencia,y puestocomosiendoen sí;estoes,
como siendo también fuera de la referencia misma, y a este lado ella lo
llama verdad.
Tomemosentoncesque la conciencia:

1) Es reerencia a algo.
2) Distingue de sí el algo al que se reere y lo pone comosiendo zera de la
refïerencia.

Y porotra parte tenemosqueel algo:

I) Es lo sabido,lo referido por 3a conciencia:saber.


2) Es distinto de la conciencia,no se agota en ser sabido,en ser lo referido
por 1a conciencia,sino que es en si, es fuera de la referencia, es verdad.

Estas determinacionesson abstractas, son propias de la concienciaque


en cualquier momento de su desanollo es abstracta con relación al saber
absoluto; sólo en éste tales determinaciones serán concretas, es decir, sa»
bromas lo que realmente, propiamente, está contenidoen elias, pero oso
aquí no nosinteresa pues no es el saber absolutoal que ya hemosllegadolo
que debeproporcionarel metro para Hogar a é}; ese metro debe estar en 1a
concienciamisma (aunque ella misma lo ignore y sólo al Hogar al saber
absolutoseamoscapacesde verlo operar enla conciencianatural), y por lo
106 wo o Poio

tanto lasdeterminaciones
cuyomovimiento va a pennjtirquela concienox.
mísmaseael metro,sonesasdeterminaciones takescomoaparecen en;
conciencia,
dondesabery verdad,sujetoy sustancia,
concepto y objcto,
so
momentos distintos;
y losonporla naturalezamismadela conciencia qu
esescisión,separación,
entresabery objeto. o
En el saberabsoluto,sabery verdadseránidénticosperosu identída
1&#39;10
Seráinmediata Sinújustamente meíïïtiada (Yal mismotiempohac}:
posible)porla escisión quekaconciencia establece y constantemente r
suelvepara plantearlanuevamente a un nivelmásalto a lo largo(ie
Fenomenologíc. Estasescisiones y sussolucionessonc1contenido negado
conservado y superado en c} saberabsoluto,en el cua},porvirtudde es}
contamos, la identidadentresabery verdací noesla identidad inmediata f
indifcrcnciada delabsoluto deSchellíng,dondetocino losgatossonpardos
Pero,repetimos, quéseanverdaderamente sabery verdadnonosínte
¡"esa
aquí;sólonosinteresa quésonsaberyverdadparala conciencia, puesto
oquesóloasípodráresolverse la contradicción
planteada enel párrafo9.

11. La verdad del saber como cterio

Si investígamos ahorala vordaddci saber,pareceentoncesque


investigamos io queél es en sí. 861oqueen esta investigación él es
¡"mostroobjeto,él espara nosotros;y el ensi del mismoqueresultaría
{de nuestrainvestigación) seríamásbiensu serpara nosotros; aque-
llo que armáramos comosu csonciasería más bien no su verdad sino
sólonuestrosaberde él. La esenciao el metrocaeríanen nosotros,
y
aqueiloquedeberíamos comparar,y acercadc lo cua]deberíamosdc-
cidirmedianteestacomparación, notendríaquereconocer necesaria-
mente el metro.

Investiguemos
ahormutílizando
estasodctcrminaciones
abstractas
dela
conciencia,
laYcrdod
delsaber;
osea,
elensíolaesencia
delser
dcalgo}
para una conmenma,puesto que nuestro problema es Justamente encon- o
1 L dd d . i be _ ,
trar aVera es ec e metmdels3 r quequeremas Investigar
Para
entoncesqueinvestigamosc1ensídelsaber, esdecirlaesencia,laverdad
delsaber.
Peroenta]investigación
el en sídelsaberesnuestro
objeto,
es
objetoparanosotros,
demodoquelo queobtendremos
dela investigación
no será su ser en sí, su verdad, sino su ser para nosotros.La esencia o el «
metronoseríanentonceslo en si, puestoqueestaríanen nosotros,
y aque-
lioquequisiéramos
comparar
conesemetronotendría
porquéadmitirun
metroqueprotenderío
aplicároele
desdefuera,y quesólosehajusticacio &
como
verdad
paranosotros
peronopara
elsaber
noreal,quesiempre
pm
¿iría
reohazarïo
comonofundado;
puc-s
una
armación
desnuda,
fundada
sobre
la presencia
bruta,vaiotantocomo
otra:Hegel,imponiendo
desde
W sumamos;ala introducción
a la Fenomenología
¿clespíritu 107

xera sumetroa la conciencianatural,haría lo mismoquela cienciapam-


t tendiendoimponersedesdefueraal cabernoreal.
Poriotanto,parasolucionarelproblema quepianteala diferencia
entre
saborrealy sabernoreal,o entrecienciay conciencia,
nohastala distin»
ciónentre sabery verdacíta} comoseda en la.conciencia.
Si nosotrospre-
tendemosvalernosdesdefuera de Ia relaciónentre esasdeterminaciones
parasoïuoionarel problema,vuelvea piantcársenosla mismasituaciónsin
salidadescriptoenel párrafo4: 1aconcienciaoel sabervulgarnoencuen-
tra ningúnfundamento, ningunajustificación,
parareconocera ¡aciencia
y
aceptarla comota}.0, enlostérmcinosenqueahoraseplanteael problema,
Lc noencuentra fundamento nijustificación
pararecoooceryaceptarc1metro
quepretende imponérsele. Y estoocurreporque esemetroha sidobus-nacio
y justificado
desdefuera,pornosotros, porHegelquecontempla el proce-
o soy quepretendería, actuando deesemodo,imponerle suspropiaspautas
oel resultadodeunainvestigación quenosurgedelmovimiento mismode
la conciencia.
E}trámiteaquídescripto fracasaría,
porquehemos abstraído
el saber y la verdad cdosu movimiento y reiación on la concienciamisma,
Este fracasonos indica él mismo la vía para salir Kielatoliadoro.

12. La conciencia da su criterio en eiia misma

Pero la naturaleza de! objetoque investigamoasuprime esta sepa»


ración, o esta apariencia de separacióny presupuesto.La conciencia
de su metro está en ella mama, y 1ainvestigaciónserá, por ello, una
comparacióndo.ia concienciaconsigonúsma, pues la distinción que
se acaba dc hace: cae en eila. Hay en ella un paro un otro, o ella tiene
en genoraïla (ietcnninidaddei ¡namiento
del saberen ella; al mismo
tiempoesteotronolo essólopara ella, sinoquetambiénes fuerade
s estaïrefemïïmaf
:3e"ÍEÏRÉÉÏÉÏÉÏÉÏÏÉÏZÏEÏÏÉZÉÏ;Ï
at}:zïlïcïaïïïivïnïemble
para
meür
con
¿lsusabén
Siama
¡nos
alsaber
concepto
y,porotraparte,
alaesencia
oaloverdadero,
ente
uobjeto,
entonces
lapruebaconsiste
enversielconcepto
corres»
madealobjgto
pero
Siamamos aga¿senda
oa1ens;¿el9233;),
concepm,
y a;303133,50,
entgndemgg
po,05km
é]{mismo}
com,
05g.
to,estaes,talcomo
élesparaotro,entonces
laprueba
consiste
enver
si el objetocorresponde
a cuconcepto.
Sevobienqueamboscasosson
io Inismo;
99m1°seïïcïaï 95Ste? ñmemenïe»
duranteKia l
ïvestïgüíïiólïo.
queG51508
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COM-BP?
1V
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9¬!¡{araIm
&#39; otroy serensímismo,
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degcarténd?
todo
Ella
Empate.
mos
mms]
MaraCosa
como
e aesm ym Simisma"
108 L « L Ameïiaïmde
L

Nos encontramosa} parecer ante un obstáculoque desaa nuestro es»


fulerznpara eliminarlo,aun utilizandodeterminaciones
propiasde la con.L Í
ciencia: esta apariencia de separacióny presupuestoen el probiemade las
relacinnes entre saber vulgar y ciencia, cuando se trata de queeel saber t
vulgarSetransformeenciencia.La separación
entrelo quehay quemedir
y e} metro haceal mismo tiempode} metro un presupuesto,en cuantoel
metroessupuestocomoya listo desáeel comienzo y como1oquehay que L
suponerpara que la mediciónseaposible.Inversamente,ponerel metro
comoun presupuesto signica separarel metro y io quehay quemedir;el
presupuestoen cuantotal estáseparadodel saberpuestoqueestáfuera ú
del saber.
Perola naturalezadel objetoqueinvestígamossuperaestaapariencia,
arma Hegel.Naspreguntamos, pues:¿cuáles esteobjeto?y ¿cuáles su
naturaleza?
El objetoque investigamoses la conciencianatural o el alma en cuanto
ella recorreel camino(ansiaes,su aprendizajeo supuricación) haciael
verdaderosabero el espíritu,Camaya dijimosa} comenta;-e} párrafo5,
estostres paresde expresiunes designanlo mismoaunquepor mediode
Sígictïü diferentes.Recordemos tambiénquepuntodepartida y punto
nal delcaminonosonpuntosjos e inmóvil-ers, independientes y extrínse-
cosal movimiento,sinoquepuntode partida,caminoy puntona} están t
tudosen movimienm e interreáacíonados:
setrata de una relacióny deun
movimientodialécticaconformea lo dichoenei comentarioa! párrafoB,Y
parlo tantoel momentoinicial contieneya,comoun gerznen quedebedesa- t
rrollayse,el momentonal, así comoéstecontiene al primero negadoy
superado,pero conservada.
Aquí nosinteresasobretodoel.hechodequela conciencianatural o el
almaesya desdee}principio,aunquesóloenpotencia,el verriaderosaber
oel espíritu totalmenteautoconsciente.C}comoio diceHegelen el párra-
fo 1:el saberabsolutoestáya desdee] principioennosotros:beiuns,y por
esono seburla de nuestrosesfuerzospara alcanzaría,
Vemosentoncesdeinmediataquesi consideramos, confonnea la pers-
pectivadnminanteenestaIntroducción,a la conciencianuestroobjeto,esta
conciencia no eslo quehabitualmenteentendemos por tal. Esdecir,no se
trata dela cancienciaingenuay abstracta,puramenteindividualy subjetí»
va, que tiene concienciade su objetoy concienciano tematizada ciesí mis»
ma,sinoquenuestroobjetoesïa conciencia en cuantaexistenciainmedia-
ta del espíritu (unmittelbareDaseindesGeisteslsg
Existencia,porqueen
la esferadel espírituexistir eshacerse
consciente,"inmediata,porqueto-

69. G.W,F;Haga}.Phiinamenologiehu,
p. 32.
7G.G.W.F.Hegel,Einleítungn, pp. 104ss.
Camentaiíoa
Mntmducciónaia
Fenemsnoiagïkx
¿etespíritu

daVí 11°ha Uïlïïïlïïïdï?(0 351°está WmPÏÍGHCÏO)


&#39;31
PTOWSÜ
de mediacïüïles
Í queharás:posiblela existenciaverdacïera
delespíritu,esteesel total auto»
Cíïïlücïmïenïü,de SÍmïíïm-
Áhm debeïnüsPïegïmïmsï ¿qué33 91GSPÏTÏW?
Cïïïïïezmfïs T9301
* dendeque}el espíritu es el tercermomentoen Ia estructuradel sistema
L hegeïïaü-El Prime! CÜÍTGSPDRÓG
a ¡B¡deal6&#39;71
SíJPG? Si»En 8191911198430
üïïsïïaï-ÉÜ
519113913531,
bÏ ¿G11033 que¡L035311531
98Ï ÏÓBIÏCR- El 888113310
33
la ¡del!enSu8¬?
017D,
El!311
ïiÏïERBCÍÓïI31113
naturaleza» Y13¿Ïeïli43017178S
pendienteesla losoa dela naturaleza.El tercero,el espíritu,esla idea
ú 311 cuan?Web? 3 SÍa Partir deS Se!13m3;93¿E6113611811311110
SeTECOIICÍÏÍB
consigomisma y se reconocetotaïmente a sí misma, despuésde haberse
aïïïld Wïaïïem 3B ¡a 11311131933:Y ¡a 175311351
CÜYÏESPÜHCÏÍWW931a
iosoa delespíritu.Estevulver a sí mismadela ideaesposiblegraciasa
la apañción de la conciencia, puesto que el espíritu consiste justamente en
sabersea SÍ B11513510,
En 581aïlïfmnsïeïe-
Guam! 91ESPÍÑÏha 1383350 a la ¿a1 auïüïcïïeiïía 3 Patti! ¿a S
alienaciónen 1ootro, y se sabea si mismoen toda1ootro, esel espxLíritu
übslüïaque83al misma¿iemo83333316M 3&#39;
jeta B13513351? abïïm
esel tercermomentoenel desarrollodel espíritu.E} primerolo constitu-
ye el espíritusubjetivo,quees enla formadeia relación.consigomismo;
ei segundo,el espírituobjetiva,queesenla formadela realiúaden cuan-
130¡G13313d?!i111
ïïïd) a Fï-Odíïíï Y Pïïïïïíïïd?¡Wel Ïmïlbïe mïsmíïas Y
el terceroel espírituabsoluta,quees en la unidadde la objetividaddel
L 95957313 Y dé S idealïáaïïz0 de S CÜBÜBPÜG, 11111535
qu?ESe9-5?Y Pa?!SÍ
y queeternamentesepraduce:e}espírituen su verdadabsoluta?
Ahora bien, el espíritu subjetivo aparecedividizim,en la Enciclopedia,
en tfe 13103393V: 51637117141»
¡a 0071033114331
Yel 23137575W-
El 31m3» B50559ide
13üïltïüpzïïgïüsY93e}951315!en003m0¿Odvïadeïwïld¿e135CÜDÜÍÜÏW
nesnaturalesy estácomohundidoenla sensación; esel espíritunatural,e!
espíritu 31138453W 0 en SÏ-La 00303913953»
03133330}
¿e 33» fnïïwmlg; B5
e}espíritumedíatizado encuantoreexión,espírituparasí. Finalmentee]
ÜSPÏTÏÜI 0333950de Ïa 119356030331.
es 81BSPÏTÏÏHen SÍy Pïa SÍ,que esla
í Veïdaá59131m3Y de¡a Cücïeüïa-
¡G31105¿EÍïmíïïiït (¡de31m3:301135911053-
Y espíritu.en ÜïlïaïüÚÍVÍSÏO
R95¿G1 ESPÏIÜUSÜÏJÏBÏÏVÜ,
R0wííde C011 10que50HEncuan?Cuüïqïlïeï
de esostérminos puede¿asigna?31055315
de ïmestm ÏÜVESÏ-ïgaíïióïl-
Si nosdetenemosen la conciencia
comomomentodelespíritusubjetivo
queLaEnciclopedia
estudia,vemosque estaconciencia esaproximadamente
¡OqueHOSÜWÜS BBÍGHÚEEÜS 00m0Cüíïieïa-Y 13feïïlüïelügï;C1116 303-

71. G.W.F.Hegei,Erazyíaícpádíem,
é 385.
11° o i e Amoiia
adetti

bamos
deve;-
denidacomo
laramadeleFilosoa
delespïñm
cuyo
objeto.
esla 80861611813,
solocomprende losnivelesdedesarrollo correspondientes
o conciencia,autoconciencia
y razon(esdecir,loscincoprimeros capítuïoe
ciela Fenomenología delEspíritu).Vemos entonces quesi consideramos a
la conciencia
elobjeto denuestrainvestigación,la entendemos enun sentin
domucho másamplioy xicoenla Fenomenolagía queenla Enciclopedia, en
quela conciencia essólounmomento deldesarwollo delespíritusubjetivo,
y tambiénqueel delprimercapítulodela Fenomenoiogía, tituladojusto»
menteconciencia y queabarcala certezasensible,Ia percepcióny ei enter» >
dïmïeïïïïü-
Consideremos nuevamente el desarrollo
delespíritu.Parallegara}es«
pírituabsoluto (queenla Enciclopediaseartícuiaenarte,religión,loso» r
ña),el espíritusubjetivo
tienequeelevarse al espírituobjetivo. Ésteesla
realidaddeunmundo,diceHegel,perodeunmundoproducido y a produ- e
oirporel hombre mismo;estaes,un mundodela (sakura, unmundohistó- i
rico-oocial
quesededeterminada
institucionalidad
económica,
social
y po-
Iítica,y tomaconcienciade sí en un arte,unareligióny unalosoa. El
espírituobjetivoes,pues,unpueblo, unaculturaconcreta, unacomunidad
políticamente articulada,en Ia cualy para la cua}losindividuos
viven.
Además estamodalidad cie-l
espírituesla primeragura real queaparece
enla Fenomenologáa (correspondeal capítuioVI):
Elespíritu
(aquíelespíritu
objetivo)
espues
elaerabsoluto
y real
(1.119
888081359113
e 81&#39;
0155"qbdas i 581mm;anteriores
cielaconcien-
ciasonabstracciones
deesteespíritu.
Resulten
deihecho
dequeel
espíritu
8.3
analiza
distinga
S wmenms
y3°¿tie?e 1° m
mentos
singulares}?
Resultaclaroentonces
quela conciencia
dequee
setratoenla Fenome-
nologzïa
noessólola conciencia
individual
(queencuanto
ta}essóloun
momento abstracto del desmollo), sino la concienciahistórico-socia]de
un pueblo,de un momento del desarroilohistórico.Es, podríamosdecir,
una concienciaintel-subjetiva.
No sóloteórica,en cuantoconciencia por
ejemplode}quehacer intersubjetivo
de Ia ciencia,sinotambiénpráctica:
estoes,política,económica,
religiosa.
Y además estaconciencia,teóricay
práctica
y teórico-práctica,
individual
e intersubjetiva,essiempre concierh
ciadeunmomento concreto
ene}desarrollo histórico:
oesla concienciade
un pueblo,porejempioel espíritugmego,o esla conciencia
de un determi-
nado
y caracterísizico
periodo,
como
la Ilustración.
Aunque
la conciencia
quehacela experiencia
noio sepa,nuncaesunaconciencia
intersubjetiva

72»GW?-Hegel.
Phünomenolagíem
p.314.
i Gomeoterio
ehi1 reelección
aiaFenomenología
delespiritu

abstracta,
encuanto
separada
delarealidad
histórica
cuyaconciencia
es
ellajustamente.
r Y ahorapreguntamos: ¿cuálesla naturalezadela conciencia? Aquíla
respuesta norequieretantasdistinciones y restriccionescomoen el caso
anterior,
puescualquiera seael nivelola perspectiva bajo1acua!coneidew
remosla conciencia,
éstasecaracteriza siempreporserescisión, duplica-
ción.Aunquelasmodalidades dela escisióny delostérminos escindidos
se
especiquen ciemanerasdiferentessegúnel gradodedesarrollo dela con-
ciencia.
La concienciasepara,distingue,
escinde, sujetoy objeto,
certidumbre y
verdad,sabery concepto; enesteconsiste sunaturaleza, quenospermite
superarla aparienciade contradiccióna la quehabíamos llegadoconel
problema de}metro.Ea virtuddeeunaturaleza misma,la concienciaque
esnuestroobjetoenla Fenonzenología, de ea mismasupropiometro:no
necesitamos presuponerun metroa púorirespecto delmovimiento de la
conciencia,
niimponérselo
desde
fuera.
Porlotantola investigación
noten-
dráqueserunacomparación entrela conciencia
y unmetroexteriora ella
y nojusticadoanteelia,sinounacomparación o unaconfrontacióndele
concienciaconsigomisma.
Nosencontramos puesconunasolución análogaa la queoedabaente
a la posición
aparentemente
exclusivaeincompatible
enqueseencuentran
el saber real y el saber no real: no es necesario compararlos desde fuera
paratransformarel sabernorealensaberreal,sinoquela comparaciónse
de en el movimientomismodela concienciaen cuantoella es,a! mismo
tíempgsabe;-
ng¡e31y ggncepto
de}saba-
rea}todavía
noreazadgh
1333}-
mente
laconciencia
esalmismo
tiempo
saber
yverdad,
esdecir,
lodistin-
cion
entre
serparaotro
yserensicae
dentro
deEaconciencia
misma.
La
concienciamisma, en cuanto sabe algo, arma al mismo tiempo ese algo
comoen sí o comoverdad, y en esta vercïadque 1aconcienciamisma arma
tenemosel metro que eliai misma proporcionapara medir su propio saber.
En 1a concienciaestán los dos momentos:el momento del saber y el mo-
mento de la verdad.
Podemosama: al saber conceptoy a la verdad objeto,y en este casola
prueba consisteen ver si el conceptocorrespondeal objeto, esto es, si con-
siete en ver si hay adeequaticrei ct intellectus.Ei conceptoes en este casoel
conceptotradicionai, que recogeenla representaciónlas notas de ie.coso,y
el objetoes la cosareal. Podemospues decir que en este casohay una priw
¡nacía de la cosay que correspondepor ejempio a la concepciónclásicadel
conocimiento,
y tambiéna la concepción
clásicawomejorgriegaw
dela r
así comoei objeto es el determinante en la relación cognoscítiva, &#39;
o
esto es ia objetividad socia},es el factor determinante en 1a 1 o
ca individuo-sociedad.
Pero tambiénpodemos
llamar a la verdadconceete
112 = W Amelia Patietti;

mtonces la prueba consisteen ver si el objeto}correspandea su concepto,si


el objeto se adecua a la razón. En este casohay pues una primacía del} V
concepto,de la razón, que determina al objetu: es decir, estamosdespués
del giro copemicano,en 1aconcepciónmoderna,subjetivista en materia de L
conocimiento,individualista en relacionassocialesy políticas.
Peroen la armación de que ambasmanerasde poner la relación son1o
mismo aparecela concepciónhegelianadel probiema,que supera la antíte-
sis abstracta entre un realismo que ponela objetividad de manera absnlu-
ta y un idealismo que ponela subjetividad de manera absoluta? Es de«
air, entre un realismoy un idealismo que jan e inmoviïizan los términos y
la reïacíón entre ellos: ni el objeto»
es objetoabsoluto mi el sujeto es sujeto
absaluto, sino que ambas son cd misma tiempo sujetoy objeto,aunque la
concienciaque hacela experienciano lo sepatodavía o lo haya alviciado,y
en su relación pesanel una en el otro enriqueciéncsemutuamente.
Por esoen algunasguras de la Fenarnenología el metro seráizúcialmen-
te el objeto,el Sanla ohjetivíéadsocial o espiritual; en otras, el metro será
inicíalmentevelúconocer,el saber,el sujeto,perodentro de cadagura lo que
era objetopasaráa ser conceptoy a la inversa.Pueslo esenciales annar y
sostener siempre a In largo de la Fenomenologm que ambas cosasson lo mis»
mu, qua ambasmomentos,sabery verdad,cualquieraseala relación en que
seencuentren,caendestinadel saberqueinvestigamos,estoesen la concien-
cia no real, en la concienciaimperfecta,y que por tanto nc necesitamosapor-
tar nuestra metro, nuestra verdad, pues el metro lo da siempre la conciencia
misma. Pensamos que limitantes entonces a considerar la cosa tai como es en
si y por sí sin deformaa con aportesexteriores y arbitrarias.
La conciemia fenomenolágica,conrme a lo dicha antes, es conciencia
de un espíritu, de un movimiento espiritual, de una época/ïhistóúca,y este
espíritu constituyeel suelo,el cndamento, la totalidad a partir de la cua! y
dentro de la cua! se opera la escisión;y por ello la escisiónenenta dos
momentosdentro del mismotodo espiritual; esetodo,en cuanto conciencia,
se divide en sabery objeto,en sujeto y sustancia,en para sí y para otro. Y
por ello Hegel puededecir que ambosmomentoscaendentro de la concien-
cia,pero esta concienciano esla concienciameramenteindividual, psicoló-
gica, sino que es espiritual, aun cuando se actualice en el individuo.

13. La conciencia se prueba a sí misma

Pero m: sóloresulta superuo un agregadopor nuestra parte bajo


esteaspecto:queconceptoy ubjetu,e] metroy ln queha de ser grabado,

Haga}, Prezníémspubíieatiansm p. 106.


Cbmentsarïéká:
laïnïreducción
alaFemmaaalogzïa
deiespíritu

se ancnentran en la conciencia misma, sino que también nos ¡ibamos


del egfxxerzo
de la mmparaciónentreambosy de la prueba misma. de
modaque,cancuantola gencienciase pruebas:si misma, sólanos que«
da, también bajo este aspects, el pum ver. Pues,por un lado, la concien-
cia es conciencia del abjeta, por ctm conciencia de si misma; cancíeneia
de aquelloquepara ella eslo veradero y cancienciadesu saberdeello.
En cuantaamïácssanpara ella misma,ella misma essu comparación;
serápam ella misma quesu sabertie! objetocorrespanderáa éatea no.
El objetoparececiertamente ser para ella sóla así como911310sabe;
iguahnentepareceque eïla no puedeir por detrásy descubrircómoas
el objeto m; para ella misma sino en si, y por ende (parece) que tampoco
¡suecia
probarsu saberen é]. sóla quejustamenteen e} hecho(le queen
genera}eila sabede un objeto,está ya presentela diferencia de que
para ella aigo es ei en si, pero que elsaber o el ser de} objetopara la
conciencia es atrasmomento. Sobre esta diferencia, que está presente,
se mda Laprueba.Si los dos momentosno se correspondanen esta
comparación,pareceentoncesque la concienciadebecambiar su saber
para hacerloconfarïneR11
objeto;peroen el cambiadei sabersele cama
bía también de hecha el objeto mismo, puesel saber que ella tenía era
esencialmente un saber del abjeto: también éi se convierte en otro con
el saber,puespertenecíaesencialmentea esesaber.Con ella a la cun-
cíenciale (¡cunaque lo que antes¡e era e! en si?no es en sí, o que 3610
era en sipara cua. Por ende,en cuantoella encuentraen su abjetoque
su saber no le corresponde a éste, tampoco el objeto mismo se mantie-
ne,oel metrode la pruebasecambia,si aque-alía
cuyometanél debíasar
no sesastieneen Laprueba;y la pruebana essólouna pruebade}saber,
sino también de su metro.

Semuestra aquí un nueva aspectobajo el cual el mnvimíento de la con-


ciencia en su marcha hacia el saber se revela como espontáneo, como auto»
movimiento, comopor si. No sóïc el metro es inmanente a 1aconciencia,
sim: que ademásla medición no requiere nuestra intervención: m) somos
nosotrosni Hegel quienesdebemosconontar metro y saber, bomándolos
ta} como eilos están en ¡a conciencia, sino que la conciencia misma es ¿a
cunfrontación,la comparación;ella consisteen nzedirsu sabery su verdad,
ella es ei movimiento de ver si se correspondeno no. Puesto que tanto e}
saber comoel objeto son para.la cunciencia,no sólo no tenemosque traer
nuestra metro, sea.la ciencia u otro cualquiera, desde afuera y apcárselo a
1afuerza, sino que tampocotenemosque aplicar nosotrasmismosel metro
quela concienciada: 361otenemosquecontemplar,inspeccionarlo quepasa,
el movimientode comparacióny prueba que la coracienciamisma efectúa.
Que la concienciasabealgo signica: l) ¡a concienciaes concienciadel
objeto,o sea,concienciade un objetoen sí queponecomosiendofuera de su
referencia a éi; 2) la conciencia es conciencia dei saber da este objeto, con-
ciencia cie si misma, dice Hegel. No dice Selbsbezvussteseizz, sino Bewusst-
1.14

sein seiner selbst: no se trata de la vuelta ciela concienciasobresí, de la M


autocertezade la conciencia,momentoque apareceráa detenninadvaaltu-
ra del camino,sino del saberde si no tematízado,por así decirlo,que es o
propio de la conciencia,por denición, y que es el fundamento de la rev
exión. O sea,sabeeï objetoen sí y sabesu saberde}objeto.Lo queHegelï
quiere subrayar es que el sabery e! objeto son ambaspara la misma com
ciencia.
Ciertamente, diceHegel,ei objetopareceserpara1aconciencia
sólocomo
eila lo sabey pareceque la concienciano puedeir másallá de to que el ï
objeto es para ella, no puedellegar a1objetota} comoes en sí, fuera de ia
referencia,no puedeir por detráspara verlo tal comoes independiente-
mentedesu reiaciéncon1aconciencia; pareceentoncesplantearseel pri»
blema:¿como puedela concienciaponera pruebasu saberdelobjetoen el
objeto mismo tal como él es en verdad? Pero esto es en reaiidad un falso
problema:el objetotambiénespara la conciencia; y en el hechodequela
conciencia sabeun objetoestáya la diferenciaentredosmomentos que¡una
da la posibdidadde¿aprueba:el objetoqueespara ellay el saberoel serdel
objeto para la conciencia.
Queel objetoseaparala concienciay quela conciencia
no tengasiquie-
ra queplantearsela necesidad
desalir fueradesí paraver comoesel obje-
to independientementede ella, no implica en modoalguno una recaídaen
ei idealismosubjetivosi tenemospresentequéquieredecirconcienciaen esta
Introducción.En el Prefacio,Hegel.nosdiceque la conciencia, existencia
inmediatadelespíritu,tienelosdosmomentos, el delsaber y el dela obje-
tividadnegativadelsaber.Estosmomentos sonpuesmomentos delespíri-
tu, que le correspondenen cuantoexistey sedesarrolla en e! elementode la
conciencia,y quesonmohospara la conciencia.En su desplieguela con-
cienciano sabeni concibe(wsziss
und begreit)más que lo queestáen su
experiencia,puestoque lo que está en su experienciasólo es la sustancia
espiritual,y precisamente
comoobjetode sí misma.Saber y objeto,yo y
sustancia, son ambos para la conciencia en cuanto esta conciencia es la
existenciainmediatadel espírituy encuantoesel lugar enqueel espíritu
mismo seescindey pone sus montentoscontoextraños:el objeto,la gustan»
oía,estambiénel espíritu,esel haberya adquiridodel espírituuniversal
lo queconstituyela sustanciariel individuoy su naturaiezainorgánica;
inorgánicaporquetodavíano ha sidoapropiadapor el individuoquehace
la experiencia,
y por lo tanto sele apareceexterior,extraña.Y por eo la
cultura, mirada desdeeste punto de vista, del íado del individuo, consiste
en adquirir esteque está ahí, en asimilarsesu naturaïezainorgánioay

74. (LWP. Hegel,Phárzomenologiem,


p, 32.
Comentario-za
Ïáïïñtroéucoion
alaFenomenoiogía
delespiritu 1&#39;1

adueñarse de alía. Pero del lado del espíritu general como sustancia, con-
siste en que la sustancia se dé a sí misma su autoconciencia y haga emer-
ger ciesí misma su devenir y su reeyzión. Podríamosedecirque el proceso
de 1a experiencia es una relación entre una conciencia subjetiva, que hace
su aprendizaje, y una objetividad histórico-social de la que esa conciencia
debe apropiarse, pero esa objetividad,no es algo que existafuera de la
conciencia (aunque a ésta puede parecérseïo), sino que es para la mie
ma conciencia que hace la experiencia en cuanto es su sustancia, su matan
raleza inorgánica. El individuo que hace la experiencia no es el mero indi-
viduo sino el individuo en cuanto miembro de un mundo deloespírituoy que,
en cuantota}, poseeen él mismouna sustancia:íenguaje,costumbres,idea»-
iogía, ciencia, de Ia que debe apropiarse. TOCÏD
esose le apareceprimero
bajo la forma de objetosextraños,independientesde é}: y lo son si lo consi-
deramos meramente como ixtndividuo,pero no lo son si lo consideramos,miem-
bro de un mundo del espíritu, aunque inicialmente sólo lo sea en potencia:
para llegar a serlo efectivamentetiene que apropiarse de esa sustancia.
Pero a su vez esa, sustancia se vuelve conciencia cuando el individuo ee la
apropia. EI movimiento de la experienciaconsisteen.queel sujeto se haga
sustancrïay la sustancia se haga sujeto. La experiencia no sólo transforma
al sujeto, enriqueciendo su saber, sino que también transforma ia sustan-
cia, el objeto, el haber ya poseído dei espíritu.
La experiencia,e} conocimiento,es para Hegel un procesoconcreto,his»
tórico, cuyosfactoresmeíonan en virtud de una relacióndialéctica que los
transforma constantemente. Pero además ese proceso no puede ser aislado
de un contexto que le da sentido y lo hace posible: no puerle pensarse un
sujetoy un objetoaíaados,extraídosde la historia que constantementelos
transforma. ¡Echo de otro modo, el conocimiento, la experiencia, nooes un
procesoentre doselementosabstractos,inmóvilesy extraños,sino quetrans»-
curre dentro de una cultura, dentro de un espíritu objetivo, y de lo que se
trata es de que el individuo se apropie la cultura, el objeto ya producido,
que al ser apropiadosigue produciéndose.
Y por ello la diferencia entre saber y objeto no implica una separación
entre ambos, de modo que el objeto se mantendría siempre idéntico y se
dejaría aprehenderpocoa pocopor el saber;por el contrario en esarelación
se desarrollan, se compiten,se despliegan,tanto el sabercomoel objeto.El
objeto sólo se realiza efectivamente cuanto se autoconoee; para autocono»
cerse tiene que convertirse en objeto de una concienciaque al hacer su
experienciaaprendeque eseobjetoes eila misma: entoncesel objeto se ha
realizado efectivamente,pero el camino debecontinuar hasta que 1areali-

75. G.W.F. Hegel, Phánolnenologiew, p. 27.


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mismas
enloabsoluto
unaidentidad
delsujeto
y
del objeto, cada conocimientn es una verdad.

76.ELWF,
Hegel,
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p.141.
Cümeníxariiárs
ïítíïrïnrduccíénaïa
Fenamenología
delespíritu 117

Cabe
preguntarse
nalmente
silaconciencia
que
aparece
como
certeza
sensibleeneïprimercapítulodela Fenomenoiogzïa
esun surgimientoabso-
luto,si ellaesefectivamente
la primerafaunadeconciencia.
Hegelcomían»
zala génesis
de la conciencia,
enla Fenamenalogía
delEspíritu,porla
certeza
inmediata
de}nbjetosingulardadocomo
ta} a ia intuición.
Está
ciaro
queundatodeese
género
noesinmediato
sino
demanera
comple
tamente
relativa:
eiestemontado
enlacerteza
sensible esyaunobjeto,
e
k implica
encuanto
ta]una
forma
deconciencia
que
sólo
hapodido
aparece
porunlargo
proceso
deconstitución.
Lacosa
dada
enlapercepcián
ante-
33393
predicativa
impïíca
yaios
¿ady 13permanencia
momentos
sustanciaL
cie
Iacualidad,
laespaciotemp
Escierta: laFenomgnologíu
nodescribe
laprimera
formación
deconcep-
tos,elsaltodesdelopreconceptual
aloconceptual;
partedeundate-mina-
da nivel deconciencia,
ya muy avanzado;notomael procesodesdesu mí-
genprimero,
sinoquelotomaenunniveldonde
laexistencia
brutayaha
sido
transformada
ensustancia
espiritual;
decómo
ocurrió
esapñmera
negación,
la Fenomenologíanonosinforma.
Peroestanoesunacarencia
dela Fenomenolagih
sinounresultadodelpropósito
(leHegel:
la Fenome-
nología
noes lahistoriadelarazónhunzrana,
ellaesmásbienunainvesti»
gacwíón
arqueológica
(lelarazón
eurepea
moderna;
nosetrata
deexplicita
iagénesis
delarazón
engeneral
sinodeindagar
apartirdeunsaber
abso-
Into ya cnnstituido,disponibley contemporáneo, y queesla razóneuropea-
occidental
tie}
siglo
XVIII
ynesdelXIX
y,dentro
mismo
deese
saber,
los
W estratos
que
sehan
sintetizadu
ené}yque
loconstituyen.
Hegelnoignoraque1aelaboración
deconceptos
hasidoprecedida
por
unaetapa
deensayospreconceptuaies
y sabe}
queIaFenonzenología
noras»
crea3agenealogía
del saberabsoluta,deia cultura europeamoderna,más
aïlá
desurelación
conlapercepción:
Quelorepresentado
llegue
aser
propiedad
delaautoconciencia
pura,
esta
elevación
[Erhebung]
alauní-
versaiidadengeneralsóloesun ïado,notodavíala formacióncumpïeta.El
11.10%)
del
estudio
handacï
de queenlaAntiégüedad
aquél tiene,
constzuía ¡fan
respect}:-
laauténtica a}moderno,
formacxón
total lapgcu-
deIacnncnen
.
cia natural.Ensayancio
particularmenteen etnia
.
parte
.
de su existencia
.
y
goï:¡Ïgïgïiïseïïfn
t losgfanán
sobre
toda
1o_
que
agontece,
{lacanczencia
naturgll
seprodugo
a
símmma
como
unaunIveISaÏJdad
quepone
todo
enmovxmxento.
Porei
contrarioenla épocamudernael individuoencuentra
__
ya preparada
z
la fu»
_
maabüïactï?
elESÏÜEWÜ
130?
¡Prehendfíïïa
YBPÏÜPÍÉWSEÏa
esmas31113333
so inmediato de la interioridad y la produccióny el recorte da lo universal
queun extraerlodeïo concretoy deiarnuïtipïicidaddela axiatenciaï Y 10

71¿WE
Hegel}
Phánomenlagiem
p3a
118 l a alo * ï Amcliaflocïctïh

quea la Fenomenología
le mtercaa
esel individuo
yael espíritu
europeo
moderno; o seaqueellanoseplanteael problema decómoel espírituun
versa}llegóa poseercomosu patrimonio, comosu sustancia y portanto
comoobjeto parala conciencia
que: cssuexistencia
inmediata, la existencia
concreta ya trancmutada en la formade lo general,o sea,cómollegóa
elaborarun sistema decategorías,
un sistemadesignicación.

14. El movimientode la concienciaeslo que propiamente


se llama experiencia

Estemovimiento
dialéctica
quelaconciencia
ejecuta
enellamisma,
tantoensusaborcomoencuobjeto,enla medida
enquedeesemom.
miento
seorigina
paraellaclnuevo
objcio
verdadero,
espropiamente
lo quesellamaexperiencia.
A escrespectohayquedestacar másdc
cercaunmomento enelprocesoalqueseacabadealudir,conlocualse
proyectaráunaluznuevasobreel ladocientícodela siguientepre-
sentación.
La conciencia
sabealgo,esteobjeto
esla esencia
oel ensi;
perotaïnhién
eselensiparala conciencia,
y conelloaparecela ambi-
güedaddcestealgovcrdadcro.
Vemosqueahorala conciencia
tienedos
objetos:
uno,primero,
elensi;cl segundo,
elserparaelladeesteensi.
Inicialmente,el últimoparc-ce
sersólola reexión dela conciencia
ensí
misma,unrepresentar nodeunobjeto, sinosólociesusaberdoaquel
primero.Sóloque,comosehamostrado antes,
conelloel primerobjeto
aclccambia; dejadeserel enoíy sele convierte
cnunotalquesóloes
clensípomello;peroconelloíocurrel entoncescabo:clscrparoellade
esteensíesloverdadero,
y estosignicaqueéleslaesencia osuobjeto.
Estenuevo
objeto
contiene
laaníquilacíón
delprimero,
eslaexponer»
cia hecha sobre él.

El párrafocomicnzahablando sobreel movimientoque la conciencia


ejecutaen ellamisma,tantoen susabercomoen suobjeto.La formade
estaexpresión ¿parece
sugerirquela concienciaesel sujetode un movi-
mientoqueconstituyeel objetodcsuaccion perodebemostenerpresente
quelaconciencia
misma
esjustamente
laprueba,
elmovimiento
decompa-
raciónentresujeto
y objeto,
asícomo
ellamismaessusabery suobjeto
y la
cacisión
entremohos.
Y elmovimiento,
quelaconciencia
misma
es,y quees
dialéctica
porqueocurretantoen el saborconan
en el objeto,y ocurreen
cadaunodeellosjustamenteencuantoocurrecnel otro,esademás loque
gonoínamente
sellamaexperiencia
enla nmedida
enque(insofcrn)
deese
movxmmnio
mismose originaun nuevoobjetoverdaderopara la concien»
cia.Esdecir,expermncia
noeslo quehabitualmente entendemos
porella,
sinoque¿overdaderoexperiencia
o la experiencia
ensentido
propioeseste
Iïlüüiïniéitü dialéctica de la corlciorscia.
h Comcntaxáo
alalnlroduccióo
alaFcnonzcnologíc
delespíritu 119

Heidegger arma que el movimiento es dialéctica porque entre saber y


conceptosc encuentra la palabra que reere uno a otro. La conciencia
es concienciaen tanto diálogoentre saber.natural y saber real y el mmm
miento es dialécticoen la medida en que la formación de la concienciaada-
viene a. la vez comorecogerde ese diálogoy comodivulgación del recoger.
Aunque Heidegger indica que deja de lado la discusiónacerca de si la dia»
léctica es movimiento rca! o cs sólo conocimiento de esc movimiento, esta
denición de la concienciacomo¿ialéctica en cuanto recogery divulgar el
recogerparece aludir al movimiento real de la concienciay también al co-
nocer o decir ese movimiento. Pero lo que hace que cl movimiento sea dia-
léctica)no es la mera rclación entre saber y objetoni tampoco el hecho de
que la concienciarecoja esc diálogoy lo divulgada,sino mdamentalmente
(comoel mismo Heidegger lo señala) el hechode que esc movimiento es: 1)
negativo en cuanto de él resulta la aniquilación del primer objeto y de su
saber; 2) positivo en cuanto de él resulta un nuevo objetoy un nuevo saber,
y S) ¡accesorioen cuanto el momento positivoes el resultado necesariodel
momento negativo, pues no consistecn otra cosaque en la negación,supew
racion y conservacióndc ese momento negativo.
Por ello lo esenciales la produccióndel nuevo objeto{y del nuevo sabor),
comoresultado del movimiento mismo, y justamente el movimiento se llo-
ma experienciaen sentido propio en cuanto producepara la concienciael
nuevo objeto,porquecomoya dijimos y veremosmejor en el párrafo 15, este
sentido de experienciase oponeal que manejamosen el uso cotidiano de la
palabra. La verdadera experienciaespues negativa, positiva y rtecesaria.
En virtud de su carácter negativo y positivohay un momento del desa-
rrollo de cada experiencia en que la conciencia,que inicio el procesopose-
yendo un objeto, se encuentra con dosobjetos:el objetose le duplica o apa-
receuna ambigüedadcn él. El en sí inicial y el en sí para la conciencia,
resultado de la experiencia. Pero aquí hay que disipar (los equivocas:1) el
segundoobjetono esmeramenteun saberduplicadoo reejo del primero,
un saber del saber del objeto,sino que es efectivamente un objeto,el resul-
tado de la experiencia que la concienciaefectuósobreel primer objeto,y 2)
comola conciencia,en cuanto cs clialéctica,aniquila su objeto en la expe-
riencia, no hay (losobjetossino sólouno nuevo, resultado de la experiencia
negativa y que además la contiene en sí y al cual correspondeun nuevo
saber.Ésteesel aspecto
positivo
dcla dialéctica
dela experiencia.
Y este
aspectoes cl positivo:cl hechode que un nuevo objetoemcrja ofectivamcn»
te de la experiencia comoresultado de la negación,nos conducea su aspec-

78 M, Heidegger,Hegel et sonconceptw, p. 153.


120 i o ¿meiíaiïodeti

to necesarioque nos dará nueva luz,sobreei carácter cientíco de LaFono?


menolagío,comoveremosen el párrafo15.
alcance
yelsentido
delconcepto
deexperiencia,
encuanto
ella
esla}
concienciamisma en su movimiento, dependerán del sentido y el alcances:
que demos al conceptode concienciaen esta Introducción. Conforme a lo
dichoenel comentario
ai párrafo12,entendemos
quela conciencia
deque
se trata en la Fcnomenología,en cuanto ella es la existenciainmediata del
espíritu, debeserentendidaen su mayoramplitud:comoconciencia
indi-
vidual,social,historica;
como conciencia
natural,cientíca,artística,reli-
giosa,losóca. Porlo tantotambiénel concepto deexperiencia ha deser
entendidoensumásampliosentido: ¿aexperienciaquela Fenomenología
describeesla totalidaddela.experienciahumanabajotodossusaspectos,
entodassusfonnas,aunquesolodentrodeciertoperíodo.
Recordemos loquenosdiceel páxïafo5 acerca
dela Fenomenología: elle
debeserentendidacomo el caminodei alma queatraviesala seriede sus
formacionescomo estaciones
quele sonjadas porsunaturaleza, demodo
que[recomendadas] sepurique en espíritu,encuantomediante la expo»
riendatotaldeellamismaalcanzael conocimiento deloqueesen sí misw
ma. Y enel párrafonal deestaIntroducción nosdicequela Fenomenolo-
gía abarcaráel sistemaenterode la conciencia
o, lo que es lo mismo,el
reinoenterodeia verdaddelespíritu,perobajola conguración
propiade
la conciencia,
o sea,comoexperiencia.

15. La experiencia de la conciencia es dialéctica

Enestapresentación
deltranscurso
dela experiencia
hayunmo»-
mentoporel cua}ella parecenocoincidirconloquehabitualmentese
entiendeporexperiencia.
A saber,el tránsitodelprimerobjeto,
y de)
saberdelmismo,al otroobjeto,
en.elcualsedicequela experienciase
ha realizado,
fueprecisadode ta} maneraqueel saberdel primer
objeto,
o e}parala conciencia
delprimerensí,debíallegara serél
mismoel segundo
objeto.Y, porel contrario,parecequenosotros
ha-
cemosla experiencia
dela noverdaddenuestro
primerconcepto en
otroobjeto,
queencontremos
quizádemaneraaccidental
y extrínse»
ca,demodoqueengeneralsólocaeennosotros
la puracaptaciónde
aquelloquees en,y porsi. Pero,segúnnuestromodode ver,e! nuevo
objetose muestraoriginadomedianteunatransformación.de la con-
ciencia misma. Nosotros agregamos esta consideración de ia cosa
mediantela cua]la sucesión de las experiencias
de ia conciencia
se
elevaa un cursocientífico,quenoes para la conciencia queestamos
considerando.
Perodehecho
éstaesla mismo
circunstancia
dela que
ya hemoshabladoentes,cuandonosocupamos de la relaciónde esta
presentación
conel escepticismo;
o seaquee}resultadoqueseorigina
Comentario
a ¡a introduccion
a la Fcnomenologío
delespíritu

en cada caso en un saber no verdadero no ha de conuir en ¡me nada


vacía, sinoque debenecesariamenteser captadocomola nada de aque-
llo cuyo resultado es; un resultado que encierra lo que el saber ante
rior tiene en él de verdadero. Esto se nos presenta aquí de tal modo,
que en cuantolo que apareceprimero comoel objetose rebaja, para ia
conciencia,a un saber de ella, y e} en sí se convierte en ser del en sí
para lo conciencia,éste es el nuevo objeto, con lo cua} también se
presenta una nueva gura de 1a conciencia,para la cual la esenciaes
algo diferente de io que [era la esencia}para la precedente.Esta cir-
cunstancia ee ía que conduceIa entera sucesionde las guras de la
concienciaen su necesidad.Sólo {que}esta necesidadmisma, o el ori-
ginarse del nuevo objetoque se le presenta a la concienciasin que ella
sepacomole ocurre,es lo que para nosotrossucede,por decirloasí,
detrás de sus comidas. Por ello en su movimiento llega un momento
del ser en sí a para nosotros,
que no se ie presentaa la conciencia
comida en la experiencia misma; pero el contenidode aquello que se
originaparanosotros
esparaellay sólonosotros
copiamos
loformall
o supurooriginafse;
para ella esteoriginadosóloescomoobjeto,para A
nosotroses al mismo tiempo comomovimiento y devenir.

Esta experienciaqueIa Fcnonzenología


describeparece{Scheint}
no co-
incidir con ¡o que nosotrosentendemoshabitualmente por experiencia. En
la experiencia fenomenológicaei pasaje del primer objeto al segundo es
entendidocomoel resultado de la experienciahecha sobreel primer objeto,
o sea el segundoobjetoes una superacióndel primero, un resultado necesa-
rio de la pruebaefectuadaporla conciencia
sobreel primero.Ei pasajedel
uno al otro es necesario e intrínseco. En cambio, según nuestro concepto
vulgardeexperiencia,
ei pasajede un objetoo.otroesaccidentaly extrínse-
co.Nuestraexperienciade queel primer objeto(y todoestovaio también
mutatismutandispara el sabercorrespondiente) noera verdad,sehaceen
otro objetoque para nosotrosaparece de modocontingentey exterior: no es
e} resultado necesario de nuestra experiencia sino que aparece a] azar y
viviendodeañiera,Lo quenosotros captamos esun objetoqueesen si y por
sí (y noen sí para nosotros).
En cambio,en la experienciafenomenológïca,
ei nuevoobjetoaparececomoresultadode una transformoecion de Lacon»
ciencia (Unkehrung desBcwusstsein)de tal modo que esa transformación,
esemovimiento de la conciencia,da necesariamenteorigen al nuevo objeoto.
Sin embargo, este carácter necesariodela experiencia fenomenológica,
graciasa} cua}los nuevosobjetosque experimentamos
se originande un
modo necesarioe intrínseco en ella misma, sólo es conocidopor nosotros
que lo agregamos,dice Hegel. Pero este agregadono es tampocoalgo exte-
rior, puestoque ia experienciaposeeesecarácteraunqueella no lo sabe,
elia no conocela necesidady la conexiónintrínseca dc su marcha, y por eso
el objeto se lo aparece siempre comoencontrado, comouna contingencia
122 , y v í* V

extraña y exterior; la conciencia olvida sus momentos antericres, ía géne.


sis de su objeto. Lo que nosotrosrestituimos es eseolvido, esa génesis.O
saa que en realidad no hay diferencia entre experienciafenomenoiégicay
experienciavulgar {camaya lo sugiereel scheint inicial); la diferencia está
en nuestro saber no verdadero de la experiencia, en nuestro concepto val-
gar de experiencia;para en readad lo que líamamosexperienciavulgar es
experienciafenomenoiógica,
SÓÏO
que,entantonohemosrecorridoel campM
no y na hemosllegado al saberabsoluto,no lo sabemos.A1 llegar ai saber;
absoluto habremostertnínaa de hacer Ia experiencia de que nuestro saw
ber, nuestro conceptodel objeto,de la experiencia,era no verdaderoy que
la experiencia, considerada par nosotros contingente, es en realidad nace»_
saria.
Uno de los.momentosen que esaexperienciadeIa ne verdaclde nuestro :
saber del objeto de la experiencia sehace patente es el escepticismo, el cual
también me, comonuestro sabervulgar dela experiencia,que el resultado M
negativo es una pura nada y m) una nada determinada, cuya génesisse L
encuentra en aquello de lo que esa nada es el resuítado. Y que por lo tanta :
es un nuevo saber que contienela verdad del saber anterior.
Enla Fenomenología
e}proceso
sedesarroademodoquecuando el V
objeto
sereduce
alsaber
estesaber
deiobjeto
esunnuevo
objeto,
conloque
aparece
tambiénun nuevasaber,y ambos
. . .
conguranuna nuevagura de .
., . , W
la concxencïa.
E1nuevo
übjeto
noesmerareexum sobreel anterwrsmo-
quetambién
esesencia,
oSeaSustancia
per,¡oes¡mfumaalgo¿if-emana
a como10eme}Objem anterior;puestoquecontiene
el primerobjetoy e} L
saberde eseprimerobjeto:estámáscargadode saber,de sujeta,par1g
tantomáscerca
deLaidentidvad.
Y lomismo
ocurreconelnuevo
saber
que
lecorresponde:
esmásobjativo,
mássustancial}
que¿,1Saber
¿Slim
Peroestatransformación,
puestoqueesunatransforïnación
intrínseca
deiaconciencia
misma,haceque1anueva gurasurgidadelatransfarma-
ciónesténecesariamente
conectadaconla anterior,
asícomoloestarácun
¡aquele seguirá
y nahnente
¿mas
lasgurasestáen unaconexián
nectasaria
eintrínseca:
nocualquier
gurasigueacualquier otra,sinoque
cadaguraesnecesariamente
elresultado
dela anterior
ygenera necesa-
amantela siguiente
Perosólonosotros captamos estecarácternecesario
del proceso;
sólo
nüsatrscaptamosdiceHegel}10foma},es¿e¡¡¡,e1pur0originar, miga,
trasqueloúnicoquesapresenta
ala conciencia
eselcontenido,
elobjeto,L
nuncala forma,0888,81surgir.Nosotros
encambio
vemosal mismotiempo&#3
el contenido
y el devenirnecesaria
deesecontenido,
devenirqueocurrea
espaldas de la conciencia.
Esto explica el dable punto de vista que encontramas en la Fenomenoio-
gía: für es:(para eila, para la conciencia)es el punto de vista de la concien-
Cementaríútzla
Ïxitfeducción
aíaFenomerwlagïu
¿eiespíritu 123

cía que ignora la necesidad de su movimiento y olvida la génesis de sus


objetos,ella sólove ios contenidosy los ve comocontenidosaccidentalesy
extraños;für una:(para nosotras,para Hegel)es el punta de vista del saber
absoluto;E9831;1108015193;güïadüsP01é} que ya 10¡la alcanzado,83561110S
que la experiencia de la conciencia es necesaria y conocemos la fuma ¿e
esoscantenidos:sugénesisnecesariay su necesariogenerar.La conciencia
quehacela experienciano sabequeeila:marchasiguiendoun itinerario
necesarioque necesariamentela llevará al saberabsoiuto:en cambiaHegel
y nosotrossabenwsqua la experienciamarcha necesariamentehaciael sa-
ber absolutoya «alcanzado
por Hegel.

16. El camino hacia la ciencia ya es ciencia

En Virtuddeesaacesídad,esteCalvin!hacia¡a Cienciaesél mis


m0ya CienciaY,888139
SuCtniiïü, Cienciade ï xprïïeïïvíïi
¿ie¿ü
3°"9-
í _ __ ,
Eneste:b!&#39;¬V(-3
yanrafo
seno;dxgealgogntlcipado
enelparrafo
14:al
camu?
hac?lafaenmaesy?E9313e Vlrtufid?S Ecesïdadv 37°p 5
c°nteïïld°=
mencïade
¡aexPenencla
W
d ¡aÜncïecm-
&#39;&#39; 7 &#39;
a
t Tratamos
aoïadeaclalïar
lanaturaleza
delamencm
paraHegel?
Caen
e13
esfzïlfzanacamzenfo
¿activamente
ma}delo(¡ge
en!
vgrdad
es. esta
denxcmn,el conoctmlento
y el serestán,al mismotzempo,
umdos(y no
denitivamenteseparados
comoen ¡a losofíacauca}, y Maparados
(y
mmá enlafQÏWaMWWQdHÏa YP 1°Fa?mdere9°1ad3É°m9PÏemn
delafoscfíadelaxdentadacüïpor
lamediaczón
queüreahzwz;
Laatentan,
deta}
m°d°que¿uae33 a serfectlvamente
malaYal mmmtïemphaceverda
daralSe?
v9° ende!la ciecïa¿festivaEME1°queenVerdad
es
Estïmgdlacïó
esáescnïmÏ 9°:la Fefwmenolm deáEwïmlfumm
cgmmogue
recorre
la conctencla
reayzandn
suexperlencxa.
Lacun-
men?escmde
ei¿ber elsergpeïnrSegun
s C0339?dequeen? esp
en?935m3»
la Ünmemaes Ïqentïdádie Saber
y 39?y P: ¡Ütam se
veunpulsada a superarla esc1szon;
conontasu saber y suobjeto,queen
Cada mmnenmfie S 635317911 mSemnesïmndenPuesquee}Cmïcepï
de ia 001361811818
(o sea,la ¡dentxdad
de sabery ser)no seha reahzado
todavía;
LakexpenÉnma
c?Iadesïgaida?entreS SaberYS blemque
39; la wmïlenmaalma la mpuisaa CaminarS Saberparaadecuaral
objetoy superar¡a escisiónque,sin embargo,
ella vueivea efectuar;y

7g Véagg
.31
cglnentarig
a1pánafg2,
124 ,. , , r i. Ameíia
Podettio

este proceso continúa hasta hacer efectivamente real la identiïiad. Por


213o
alnal delcaminolaconciencia
habrállegado
ala ciencia,
estoes,al
conocimientoefectivamentereal de lo que es en verdad. x
EEmovimiento en e} que Ia concienciatrata de superar la escisión 1a
lleva a transformarsu saber(conlo que enriqueceel conocimiento),
pero
también su objeto{conlo que seenriqueceel ser,loque en verdad es}.O sea o
queel caminoque la Fenomenologíadescribeesla génesisde}conocimiento
pero también la de su objeto, de lo que en verdad es, y ambas cosasse
sintetizan diciencloque esecaminoes la génesisdel conocimientocomola
del objeto.Hegelnoconcibeel objetodel conocimientocomoun objetoaca»
badoy subsistenteal queuna cienciaseaplicaríapostfestumy extrínseca-
mente;nohay,como nosioha dichoen el párrafo1, separaciónentresery
saber;y lo absoluto, el ser, es no sólo sustancia sinotambién sujeto: es e}
ser que se sabea si mismo.El sabersea sí mismodel ser es la conciencia,Ia
Mssenscíza, el saberabsoluto. Peroel saberse,el autoconocerse,es inse-
parabledel ser: la meta supremadel espíritu es conocersea sí mismo.Ade-
más, el ser tiene que realizarse, tiene que devenir 1oque es en sí; puesto
que en sí ei ser esimpulso al autoconocimiento,la cienciaesel cumplimien-
to del ser, el ser no se realiza verdaderamente sino en el saber absoluto. O
sea que el aumento del conocimiento es díaiécticamente concomitante con
el desarrollodel ser, puestoque el ser se desarrolla para hacerseautoconk
ciente. Por 1otanto, el conocimientoy su objetoconstituyen una relación
diaïéctica, inseparabïey que, una vez perfectamenterealizada la unidad
entre ambos,constituye la ciencia.
Así denida la cienciaveamos ahoralas relacionesetitre ella y e] cami-
no que conducehacia ea. El camino hacia 1a ciencia que, en cuantoca«
mino, tendría que ser entendido comopropedéutico,comointroductorio,
como el momentoprevioa la ciencia,essin embargoya ciencia.¿Porqué?
En virtud dela necesidad
intrínsecaqueconectatodossusmomentosy los
oonduce inevitablemente a su término. Parecepuesque el camino hacia la
ciencia no puede ser ciencia pues la ciencia sóloestá ai nal dei camino,
perooen realidad sí lo es porque es necesario;pero en estepárrafo parece
desiizarseuna ambigüedad;nose sabebien:si Hegelhabia de} camino mís«
moo de1adescripcion
cieesecaminohechapor la Fenomenología;
ia expre-
sión ciencia de la experiencia de Ia conciencia era el título iniciaimente
elegidopor Hegei para la Fenomenología.
El desarrolloefectivode la concienciaque hacesu experienciano es
todavíacienciaen cuantonoha Bogadoa su término y su carácter cientíco
provienedoia necesidaddel proceso,puestoque esanecesidades el concep»
to de cienciaque la gencienciaes en sí y que pugna por realizarse.
Perola Fenorïwnoiogíaque describeesecamino,esdecir que describela
efectiva y ya ¿{contenida
fenomenoiogíacie}espíritu, sois puede comenzar
Comentario
olaIntroéuocién
aiaFenomnoiogia
dalespíritu 125

cuando la ciencia se ha cumplido reaimante, esto es, cuando ei camino ha


llegadoa su meta. Y esta descripcióntie} camino o de la génesisde la cien-
cia reai puedeser consideradao bien comointroducción a la rciencia,justa»
mente en cuanto ella describesu génesis,su gestación,o bien comoprime»
ra parte de una ciencia que ya está cumplida pero cuya génesisnecesa»
amante la integra. Y a su vez esta ciencia cumplida y realizada {el saber
absoluto)es objetode otra ciencia, o de si misma en un más alto grado de
desarrollo: la ciencia de la lógica tiene comoobjetoel saber absoluto, se
trata dela cienciade Ia ciencia,o ¿ela cienciaque se sabea sí misma como
ciencia, de la reexión de la ciencia sobre sí misma.
Con todoestevemosque la expresióncienciatiene varios senticios.En
este párrafo que comentamos está usada tres veces y las tres veces con un
sentido diferente:

l) en el camino hacia la ciencia, la expresióncienciaainda a la ciencia


efectiva ya realizada, el saber absoiuto,la cienciaen si y para si;
2) es ya ciencia, aquí se trata deIa cienciatodavíanorealizada, pero que,
en cuanto conceptode la conciencia,estáya desdeel principio; es decir,
se trata de la ciencia en si;
ciencia de la experiencia de la conciencia,creemosque aquí ciencia
alude a la Fenamenoíagía«En cuanto cienciaque describe1aexperiencia
ya realizada de Ia conciencia.

Estos tres sentidos pueden sintetizarse así:

1} En el sentido primario y más perfecto ciencia es ia identidad del cono-


cer y del ser, perotociavez que esa identidad noestá cumplida desdee}
comienzosino que debecumplirse a travoésde la experiencia de la con-
ciencia; la ciencia an este sentiría puede ser en sí un germen, en poten-
cia, estoes,puedeserie-lconceptode cienciatodavía norealizado,y puew
(ie ser también la cienciapara sí, desplegaday actualizada, el concepto
realizado de ciencia, o sea, el saber absoluto,
2) En un sentido derivado y menos perfecto (y tradicional), ciencia es el
conocimientometódicode esa ciencia real o del camino que lleva hasta
eiïa, por ejempïola lógica: es la ciencia en segundosentido de la ciencia
en su primer sentido, ciencia del saber absoluto, ciencia del logos; ia
Fenomenologíaes ciencia, en el seguncïosentido, de la experiencia de
la conciencia,o sea,de 1agénesisde ia ciencia en el primer sentido.

Y a partir de esto podemosdecir que el camino es ciencia en el piámer


sentido»peroen sí, porque es el desplieguenecesariodel conceptode esa
ciencia.Peroademásesecaminouna vez reaïizadointegrará esacienciaya
m: cí c - s Amaiiafñitiefï

realizada. Es verdad que la ciencia auténtica sóloes el sabercahsoïutccperar}


el resultadonoesnada sinsugénesisquenecesariamente
la integra,pues:
la cosa no está agotada en su término, sino en. su realización, ni el todoÏ
efectivaïnente real es el resultado, sino el resultadojunto con su devenirï
Y lo verdadero es el todo. Pero el toda sóla es la esencia que se completa}
mediante su desarrolkfïg Ü sea que si e} camino no es tcdavía ciencia au
téntica, aunque si es ciencia en si, cuandose haya alcanzadoel término del}
camino,ei saberabsoluto,el caminomismoformaráparte tie la ciencia,
esta es, de} saber absoluta,pueséste sin su génesissólosería una generaiiüc
dad vacía.
Por su parte, la Fanarrzenolagía,
descripción
de esecamino,es ciencia
en el segundosentidoporquesu ohjetaes ei caminohacia la cienciaver-y
(ladera.
Pero esta última armación (que suponeuna cienciaocupándose
ex
trínsecamente y post festum de:la. génesisdel saber absoluto comode su
objeto)presentadosdicultades graves.En primer lugar la cienciasegun»
da operaríafrentea su cnbjeto,
la génesisde la cienciaprimera,de un modo}
semejante a las cienciasdel enzendimiento, operar-íaabstractamente pre-
tendiendo que su objetoestá allí cumplido y que ella debe descríbírio el-
mente, pero sin que ta} descripciónpueda afectaría. Y esto es imposible
puesta que ser y conocerestán dialécticamente relacionadosy la actividad
cognoscitívanecesariamenteafecta al objeto,comoya había visto la 51030»
fía crítica. Sólo que la losoa crítica, vislumbrando la verdadera relación
sujeto-objeto,pero anclada en la visión abstracta del entendimiento, es in-
capaz de Bavaria a sus últimúasconsecuenciasy pretende que ta} modica»
ción es para el verdadero ser un accidente y no una parte integrante y
necesaria de su realización, y por est)se esfuerza en alcanzar ese pretendí»
do verdadera ser sin Las alteraciones extzrínsecasque el conocimientole
impone.En segundoiugarla Fermmenolagía,
la Lógica,la Enciclapedia,
en
cuanto cienciassegundasextrínsecas,comohechoshistóricos,no encontra- cc
rían explicacióndentro del sistema; parecería que ellas podrían existir o no
sin que esc afectara la realización de la totaiicïad del ser.
Por eso aqueïlos dos sentidosde ciencia deben entenderse de modo que
el segundosentidorespondaal caráctergeneraldei conocer(queen cuanto
ta} mantiene una reïación dialéctica conel ser) y se integre necesariamente
dentro del sistema.
Comocontribuciónal estabieciïnientode ese sentido nosparece adecua»
da ia siguiente observaciónde Aiexandre Kcjéve:

80. G.W.F, Hegel, Phtïnamencolagiau,p. 11.


S1.Ïdcn1,p.21.
Ccmentarie a ía Intraducrïiñn a ía Fenamenoivgihdel espíritu

La Ciencia 565oserá ma} en cuanta Ciencia cn el moments;en que


pueda insertarse en cuanto Ciencia en la totalidad real del ser. Se
insertará bajo la forma de] libro escrito par el sabio.Es por lo tanto el
libro y en ccusecuenciatambién el sabiolos que sonla Wirkláchkeíá{la
reaiidad objetiva} de la Ciencia absoluta (de la ïsszenschab.

Compietandc esta observaciónpodríamos decir que la Fenomenología


es ciencia porque contribuye al establecimientociela cienciay por tanto la
intriga en cuanto describesu génesis,pues esta descripción;1) da una Wir-
klichkeit efectiva a esa génesisno encarnada todavía en cuanto tal en nin»
guna institución; 2) justifica la cicncia ante la concienciacomún y de ese
modohace que el saber absolutose realice efectivamente. Aunque con He-
gel y en Hegei la humanidad haya tomada concienciadel saber absoluto,
esta tiene que ser reconocidopor los hombres, acto tiene que llegar a ser
para sí en todos los hombres así comoha llegado a ser para sí en Hegel,
para cumplirse efectiva y tctalmente.
Entonces,¡a Fenomenologíaestambiénuna mediación¿necesaria
de la
ciencia y por ello es también ciencia, pero puede ser considerada intra»
ducción a la ciencia en cuanto describe la génesis de eiia, y parte ¿ntev
grante en cuanto la instituye socialmentey así Ia entrega al procesade su
total cumplimiento comopedagogía.

17. La conciencia y el saber absoluto

La experiencia que ia concienciahace sabre si misma no puede


abarcar en si, según su concepto,nada menos que c1sistema tata! de
la misma, o ei reino total de la verdad del espíritu, de mudoque las
momentos de ia misma se presentan en esta determinidad peculiar
no comomomentos puros, abstractos,sino ta} comoclics son para la
conciencia,
o camaesta mismasepresentaen sureferenciaa años,en
virtud de lo cua! los momentosde} todo son guras (le la}conciencia.
Puesto que la concienciase impuïsa continuamente hacia su existen-
cia verdadera, alcanzará un punto en e! que abandonará su apa-
riencia de estar afectada por algo extraño que sólo es para ella y en
cuanta atte, o denciala aparición se igualará con ia esencia,y con ello
su presentacióncoincidiráconeste puntojusto de la auténtica ciencia
del espíritu y nalmente, en cuanto la cancienciamisma capta esta
esenciasuya, expresará la naturaieza del saber absoluto mismo.

82.A.Kojéve,
Introduction
álaÏÉÜÍRÏEÏÍQ
452g
í
128 AméliaPoáetti

La experienciaque la concienciahacede si misma y de su csbjetoes la


experiencia que el espíritu camu conciencia hace del espíritu cama gustan»
cia o comoobjeto,extrañadode sí y enfrentadoa sí camaalgo extraño Esta
experiencia tiene que abarcar necesariamente la tatalidad de sus momen-
tos en virtud de su eoncapto mismo. La experiencia es el nmuimienta ¿iia-
lécticoy necesariapor el cual la concienciaseescindeen sujetoy objetoy se
pone constantementea prztebapara igualar su.sabery su abjetcgenerandc
un nuevo scxbery un nuevo objeto cuando descubre la mutua inadecuación
de las que poseía.Mientras subsista la Mínadecuación,
la concienciana se
detendrá en su movimiento puestoque, segúnsu concepto,ella esla identi-
dadentresabery objeto.Porla tanto ella tienequerealizarensuexperien-
cia todosios momentosde inadecuamiónentre sabery objeto.Através de la
totalidad ¿{eesosmomentosse realiza Ia identidad.Cadanuevosabery
cada nuevoobjeto,resultados ciela experienciaanterior, son más adecua»
dos entre sí: cada nuevo abjeto es más subjetiva),cada nuevo saber más
objetivo. Perouna vez alcanzadoel término tendrá que haberlas realizado
todos, pues de lo contrario no hubiera llegado a ese término, no hubiera
alcanzado la verdadera identidad.

En la Fenomenolagía dei Espíritu {Bam}:y Würzb, 1807)he repre-


sentadaa la concienciaen su mcwimientnprogresiva,dencia:
su prime-
ra oposición inmediata respecto de! objato, hasta e} saber aberrante».
Este camina pasa a través de tandasias formas de ¡as relaciones de la
canciancia con ei objeto.

E! sistema tota! de la experiencia de la conciencia es tambiáï: el reino


tota?dela verdaddelespíritu:esel espírituqueha realalzagia
totalmentesu
esenciaai canocersetotalmentea sí nazismo;
c)sea,esefectivamentele abso-
luto que es verdaderoy lo verdaderoque esabsoluto,es el autoconocimien»
to efectivamente real delo queen verdades.Y estaverdaddel espíritues
sistemafatal: esla totalidad,queposeeunaconexiónintrínseca¡zecesaria
y
donde cada ¡momentoes un momento necemzriode esa totalidad.
Pero los momentosde este sistema Ltotalaparecenaquí bajo una deter-
minídad peculiar: EÏÏGSaparecentales comoson para la concienciao bien
ta} comola concienciamismaapareceen su relacióncanellas;oseaquese
trata tanto delas aparicionesdei abjetoa la conciencia,
comodeias apari»
cionesde la concienciaen relación con su cbjeto, puestoque Ia experiencia
es tanto experienciadel sabercomoexperienciadel objeto.Es decir que

S3. Véase e! ¡semanario al párrafo 5.


84.Gkïlï.Hegel,Wíssenscham,
ve}.I, p. 2139;
Cianxricz
de la lógica,trad. aspkcieAugustay
RodolfoMondolfu.BuenasAires, Hachette, 19:36,vcd.1,p. 64k
Ccnieñtario
a la Intmduecíán
a la Fenommolagih
delespíritu L W

estos momentosno apareceráncomomomentospuros, abstractos,libera-


dos,depuraosdesu caráctercieapariciones,
ta} como
seencontrarán
¿en
cambioen la Lógica, donde son ¡ns pensamientospuros o sea el espíntu
que piensasu propia esencia?
Y por esta las momenms que la Fenomenologmdescribe son guras,
formaciones
o conguraciones
dela conciencia. *
Ahora bien, puestoque 1aconcienciaseimpulsa haciasu existencxaver»
dadera,que es el saberabsoluto,y que constituye su propio cancepm,y que
envirtud de estepadeceuna violencia a partir de ella misma, una videncia
que la ananca a caáa una de las guras que ella recorre en cuanto son
tociavíamodosimperfectosde la realización de su cancepto,alcanzarápor
fm un puntoen querealizarásu concepto,estaes,la identidadentre su
sabery suobjeto,
yyanosufrirála apariencia
deestarafectada
por
otro, par aigoextrañoque sele enfrenta.sin queella sepacómo;
es decir,
donde ella será nalmente ciencia auténtica del espíritu, dejará de ser cien-
cia en vías de realización, cienciatodavía no realizada, para ser por n ia
verdadera ciencia. Pero además elïa captará esta identidad y en cuanto
la captaexpresarála naturaleza de} saber absoluto mismo: el saber abso-
luto es el autoconocimiento autoconsciente del espíritu. Y entonces ya no
será conciencia sino concepto.
Esta última gura ¿el espíritu, e} espíritu que a su contenidoverdadera
y tata} da al mismo tiempo la forma de sí y de esemodorealiza íguaïmente
su concepto,en cuanto en esta realización permaneceen su concepto,es e!
saberabsoluto;es ei espíritu sabiéndosea si mismo en la gura del espíri-
tu, o el saberconceptualizante(begreifendeWïssen)?La ciencia pura pre»
supone...la liberación con respectoa la oposiciónde ¡a conciencia.
Ea contiene el pensamiento,en cuanta éstees también ¿acasaen si
misma, o bien contiene la casaen si, en.cuanto ésta es también el pensa
mientepara. Comociencia la verdad es la para concienciade si mismo que
sedesarrolla,
y tienela formadesi mismo,esdecirqueía existente
ensiy
por si es conceptoconsciente,pera el conceptocomotal es ¿oexistenteen si
y para si.

85. (LWP. Hegei, Wissenschafiu, p, 7; Calzada de la lógica, P 39-


86. G.W.F. Hegeï, Phtinamenoiagiem, p. 556.
S7.VéaseG,W.F.Hegel, Wïssenscham,p. 30; Cienciade la lógica. p. 65.
FENOMENLOLGGÍLA
DELESPÍRITU.
g (Te¿a hmngüe) ï
132 Georg Wilhelm Friedrich Hegel

Einleitnng

l. Es ist eine natürïiche Vorstellnng, (1313,


ehe in der Philosophie an die
Sacha selbst, námlich an das wirklicho Erkennen dessen, was in Wahrheit
ist, gegangen nrird, es notwendig sei, vorher über ¿las Erkennen sich zu
verstándigen, das als das Werkzeug, wodurch man des Absoiuten sich be-
máchtige, oder als das Mitte}, durch welches hindurch man es erblicke,
betrachtet wird. Die Besorgnis scheint gereoht, teils, da es verschiedene
Arben der Erkenntnís gebon und darunter eine gesehickter als eine andare
zur Erreichung dieses Endzweckes sein müchte, hiennit durch faïsche Wahl
unter ihnen, - teíls auch da, indem das Erkennen ein Vermügen von be«
stimmterArt und Umfange ist, ohne die gonauere Bestimmung seiner Natur
und Grenze Walker; des Irrtums statt des Himmels der Wahrheit erfat
werden.Dícese BesorgnismuB sich wohl sugarin die Überzeugïmgverwan»
dela, da ciasgnnzeRegimen, dasjenigve,was an sich ist, durchdas Erken»
nen dem Bewutaein zu emerben, in semen: Begriffe widersinnig sei, und
zwíschen das Erkennen und das Absolute eine sie schlechthin scheidendo
Granma falle. Dann ist das Erkennen das Werkzeug, sich des absoluten
Wesons zu bemáchtigen, so tam»,sogleich auf, daB die Anwendung eines
Werkzengs auf eine Sacha sie vielmehr nicht lát, wie sie für sich ist, som
dom eine Formierung und Veránderung mit ihr vornimmt. Oder ist das
Erkenuen nicht Werkzeug unserer Tátigkeit, Bandera gewissormaen ein
passives Medium, durch welches hindurch (las Licht ¿er Wahrheit an uns
gelangt, so erhalten wir auch so sie nicht, wie sie an sich, sondem wie sie
durch und in diesen: Medium ist. Wir gebrauchen in beiden Fállen ein Mit-
tel, welches nnmitteibar das Gegonteil seines Zwecks hervorbringt; oder
das Widersinnige ist vielmehr, dai?»wir uns überhaupt eineïsMittels bedie«
nen. Es schoínt zwar, dai?»
diesen:Übeïstandedurch die Kenntnis der Wir-
kungsweise des Werkzeugs abzuhelfen steht, dorm sie machi; es müglich,
den Tail, weïcher in rior Vorstellung, die wir durch es vom Absolnten erhal-
ten, dem Werkzeuge angehürt, im Resultats; abzuziehen und so das Wahre
rain zu erhalten. Allein dieseVerbessemmg Würde uns in der Tat nur dahin
zurückbringen, wo wir vorher warez}. Wenn wir von einem formíerten Din-
ge das wieder wegnehmen, was das Werkzeug daran getan hat, so ist uns
das Ding -« hier das Absolute «wgerade Wieder soviol als vor dieser somit
überüssigen Bemühung. Souto das Absolute durch das Werkzeug una mu
überhaupt náher gebracht werden, ohne etwas an ihm zu verándern, wie
etwa durch die Leimrute der Vogel, so wi-do es wohl, wenn es nicht an und
n sich sehen bei uns wáre und sein wollte, dieser List spotten; denn eine
List wáre in. diesen) Fallo das Erkennen, da es durch sein vielfaches Bemü-
hen ganz etwas andoros zu treiben sich die Mene gíbt, als nur die unmit-
telbaro und somít mühelose Beziehung hervorzubríngen. Oder wenn die
Prügng des Erkennnens, das wir als ein Medium uns vorstellen, uns das
ïntrociucéion a Ïa Fenomenologíc: dei espíritu

Introducción

1. Es natura} representamos que en losofía, antes de penetrar en la


cosa misma, esto es, en el conocer efectivamente real? de lo que en veráad
es, sea necesario entenderse previamente sobre o} conocer,considerado como
el instrumento mediante el cual nos apoderamos de 1o absoluto, o como el
medio [Mistral] a través del cua} lo vislumbramos. La cautela pamce justifi-
cada,en parte, porquepodría haber?diversasespeciesde conocimientos,y
una entre elias ser más adecuada. que otras para alcanzar aquella meta
nal, y esto haría posible una elecciónequivocadaentre elias; en parte
también porque dado que el conoceres una facultad de especiey alcance
determinados,sin la determinación rigurosa de su naturaleza y de sus 11&#3
mitos, aícanzaríamos las nubes del error en lugar del cielo de la verdad.
Esta cautela ha de transformarse nalmente enla convicción disque toda
la empresadeïgánarpara la conciencia,mediante el conocer,aqnolio(¿nenes
en si, es un contvasentido en su concepto, y de que entre el conocer y lo
absolutohay un ilínteoquelos separacompletamente.Puessi el}conoceres
ei instrumento párafapoderamosde} ser absoïuto,seadvierte deinmediato
que la aplicacióndo un instrumento a una cosano la deja ya comoella esde
por of sino que con esaaplicación se operauna conformación y una altera-
ción. 0 si el conocer no es monumento de nuestra actividad sino en cierto
modoun nzediumpasivo a través del cua} nos a1canza1ah1zde la verdad,
entoncesno recibimos tampocola verdad comoella es en si, sino comoella
es en y a través de esemedium. En amboscasosutilizamos un medio que
produceinmediatamente lo contrario de su objetivo; o el contrasontido es
más bien que nos sírvamos en general de un medio. Ciertamente, parece
que este obstáculose pueáe subsanar mediante el conocimiento(¡el modo
de operar dei instrumento, puesello permite extraer del resultado la parto
que portenecoa! instrumento en la representaciónque hemosobtenido do
lo absolutomediante eseinstrnmento así alcanzar puramente lo vercio-
dero. Sóio que esta corrección,de hecho, nos retrotraea adondeestáha:
¡nos antes. Si de una cosacongurada extraemosluego lo que el instan
mento ha hecho en ella, entonces la cosa «aquí 1o absolubo- es de nuevo
para nosotrosexactamentecomoera antes dee32esmas-zo,
por endesupera
no. Si, mediante el instrumento, io absoluto sóío hubiera de ser aproxi-
mado a nosotrossin que nacíacambiara en él, comoel pájaro (cazado)me»
diante la trampa, lo absohztose burlaría de esteardid si no estuviera y no
pudiera estar ya junto a nosotrosen y por si? en estecaso,el conmzersería
ciertamente un ardid, porque mediante su múltiple esforzarsese daría el
aire de buscar aïgo completamentedistinto que producir simplemente La
reiacián inmediata, y por ollo fácil. O si la prueba del conocer que nos re-
presentamoscomoun medium nosenseñala ley de refracciónde sus rayos,
134 Georg
Wilhelm
Friíeárich
Hegel

GesetzseinerStrahlenbrechung kennenlehrt, sunützt esebensenichts,


sieim Resultats:abzuziehen;
cleannicht dasBreaker:desStrahls,gundam
der Strahl selbst,wodurchdie Wahrheituns herüh, ist dasErkennen,
und diesesahgezogen, wáïeuns nur die reinaRichtungorierder leereOrt
bezeichnet werden.

2.Inzwischen,wenndieBesorgnis,in Imum zugeraten,ein Mitrauen


in die Wissenschafb
setzt,wLeIche
ohnedergieichenBedenklichkeitenans
Werkselbstgehtundvirirkliehterkennt,
snist nicht abzusehen,
wannanicht
umgekehrtein Mitrauen in diesMitrauen gesetzi:und besorgtwerden
sol},da dieseFurcht zu irren sehender Ïrrtum selhst ist. In der Tai;setzt
sie etwas,¡undzwarmanches, als Wahrheitvorausund stützt damufihre
Bedenklichkeitenund Kunsequenzen, was seibstvarhertzuvLpz-üfen
ist, ob
es Wahrheit sei. Sie setztnámlich}Vorstellungen
von demLErkennen als
einem Werkzeugeund Medium, auch einenUnterschied¡aanserer
selbszvon
diesen:Erkennenvoraus;vurzügiichaberdies,dai}dasAbsaluteLaufeiner
Seitesteheund olasErkennenauf der andernSeitefür sich und getrexmt
von dem Absaluten ¿ochetwas Reseñas[sei], oder hiermít, da das Erken-
nen, welches,indem es auer dem Absoluten, wahl auch auer der Wahr-
heitist, dashwahrha;sei,eineAnnahme,wodurchdas,was sichFurcht
vor demÏrrtume nennt,sicheherals Furcht vor der Wahrheit zu erkennen
gábt.

3. LDíese
Kansequenz ergibtsichdai-aus,da dasAbsoluteaïlein wahr,
oderdasWahnealiein absolutist. Sie kann abgelehntwerdendurchden
Unterschied,daBein Erkennen,weleheszwmnicht, wie die Wissenseha;
Will,dasAbsolute
erkennt,dochauchwahrunddasErkennenüberhaupt,
wennesdasselbezufassenzwal-Vunfihig
sei,dashandare!
Wakmheit
fáhig
sein künnen. Aber wir sehennachgerade,dai?»
soichesHin- und HEITBCÏEI!
auf amen trüben Unterschied zwischen einem absolutea Wahrenund ei-
nem sonstigen Waïimren hinausláu, und dasAbsalute, das Erkennen así.
Wartesind,weicheeineBedeutung
voraussetzen,
um die zueriangenes
erst zu tun ist.
Introtiúccián
aïaFenamermlagía
deá
espíritu 135

tampoco sirve de nada deducir esa refmcciéng del resultarán, pues el conow
cer no es la refracción de} rayo sino el rayo mismo, a través del cua} la
verdad nos toca; y sustraído el rayo sólo sa masíndicaría Lapura díreeciónvo
el lugar vacío.

2.} Entre tanto, si la preocupación de caer en el error desmna de la


ciencia, que sin tales escrúpulos; se pone ala obra misma y cenocede moda
efectivamente rea}, no se alcanza a ver pm qué, en cambio, no se debe des»
conar de esta tiesconanza, ni preacuparse de que ya este miedo a terra:
sea el mm mismo. De hecho este mieda presupone algo, e incluso mucho;
como verdad, y lnda sus escrúpuïas y sus ¿aliaciones sobre aquzellemis
m0 que ha de probarse previamente si es verdad. C)San, presupone repre-
sentaciones
deiconocer
como
uninstrumento
ycomo
unmediumaprtiesï
ne también una diferencia de nosotras mismos con respecto a esecanocammn-
to; pero sobre todo {presupone que aunque} lo abmluta está de un ¿adoy el
conocer de aim, por sí y separado de lo absclutu, e} conocer sea sin embargo
real, o con ello presupone que el conocer, el cua}, en ¡manto estárfuera de lo
absoluta está también fuera ciertamente de la verdad, es con todo vez-dañe»
ro; una suposieiónruediantevla cua} h} que se llama miedo al cerrar se da a
¿renacer más bien como miede a la verdad.

3.Estaccnsecuenciavresulta
dequeloabsuluto
esloúnicoverdadem
o
que:ia verdaderoes lo único absoiuto.Elia puedeser refutada medxantela
distinción
deque1mconocer
que}
precisamente
notragarse
ic:absoluto
ta]
como lo ¡quiere la ciencia podría, sin embargo, ser tamblén verdadera, y que
ei cnnoeeten genera}FV
aunquemera incapazde aprehenderprecisamentelo
absoluta, podría sin embargo ser capaz de Letra vardad. Pero poco a poco
vernos que tales idas y venidas Hagana una oscura distinción entre un
verdadero absoiuto y otro verdadero, y que lo 31359111130,
el ccanocer,3ta., son
palabras que presuponen una signicación y h) que hay que hacer es preca-
samente íograria [erlcmgen].
136 GmrgWúheIm Friedrich ¿ilegal

4. Stata;mit dergïeichen
urmützenVorsteliungen
und Redensartenvon
dem Erkennen als einem Werkzeuge, Vales Absoluten hahhaiï: zu werden,
oder als einem Medium, durch das hindurch wir die Wahrheit erblicken
usf. n»Verháltniose, woraufwohl alle dieseVorstellungenvon einem Erkezïu
nen, das vom Absolutem und einem Absoluten, das von dem Erkennen ge-
trennt ist, hinausolaufen-, statt; mit den Ausreden, weiche das Unvermü«
gender Wissenscha ausder VoraussetzungsolcherVerháltnisseschüpñ,
um vonder Mühe der Wíssenschaft
zugleichsichzu befreienund zugleich
sich das Ansehen eines omsthaon und eizfrigenBemühens zu gohan, so
wie start mii;Antwortenoaufoallesdiesessich hemmzuplacken, künnten sie
aio zufálligeund willkürïicheVorstellungengeradezuverwozfenund der
damít verbundene Gebrauch von Worten alsdem Absoluten, tien: Erkerb
nen, auchdem Objektivenuna}Subjektivenund unzáhïigenanderen,de-
ren Beutmg alsallgemeinbekanntvorausgesetzt wird, sugaralsBaix-ug
auge-sehenwerden.Dem: das Vorgeben,teiis da ¿breBedeutungange-
men:bekanntist, teilsauch,daBman selbstihren Begri hat, scheintaber
nur die Hauptsacheersparenzu solían,námlíchdiesenBegri zu geben.
Mit mehr Rechtdagegenkünnte die Mühe gespartwerden,von solchen
Vorstellungen
undRedensarten, wodurohdieWissenschaselbstabgowehrt
werdensoil,überhauptNotíz zu nehmeu,dennsie machennur einelet-tre
ErscheinungdesWissensaus,welchevor der auretenden Wissenschaft
unmittelbar verschwindet. Abe! die Wissenschaft clarín, da sie auítritt,
ist sie selbsteine Erscheinung¡hr áuftreten ist nochnicht sie in ihrer
Wahrheitausgeführtundausgebreitet.Es ist hierbeigleichgültig,sichvor»
zustellen,daBsie dieErscheinungist, Weilsienebenanderemautt, oder
jones.andareunwahreWissen¡hr Erscheínenzu nennen.Die Wissenschaft
mui?»
sich aber von diesen:Schemabefreien, und sie kann eliasnur daduxch,
da sie sichgegenihn wendet.Dann sie kann ein Wissen,weichesnicht.
walarha ist, WederalseinegemeineAnsíchtder Dingenur verwerfenund
versíchern,daBsieeineganaandare ErkenntnisundjonesWissenir sie
gar nichtsist, nochsichauf die Ahnungeinesbessernin ibm selbstbem»
feo. Durchjene Wrsicherungerklñrte sieihr Sem für ihre Iíraft; aberdas
unwahre Wissen beru: sich eben so darauf, daB es ist, und uersichert,daB
ihm dio Wissenseha: nichts ist; ein trockenesVersichem gíït aber gerade
savia}als ein anden-es.Noah weníger kann sie sich auf die besaereAïmung
berufen, welche in dem nicht wahrhaen Erkennen vnrhanden und in ibm
selbstdié Hínweisungauf sie sei;dem";einesteilsberiefesie sichebenso
wieder auf ein Sein, andernteiis aber auf sich ais auf die Woíse, wie sie im
nicht wahrhaen Erkennen ist, d. h. auf eine schlechteWeiss íhres Seixas
und auf íhre Erscheinungvielmehrals darauf,wie sie an und für sichist.
Aus diesem Grande sol! hier doieDarstellung des erscheínendenWissens
vorgenommenwerden.
mtrociaecáóna la Fermmermlogíadel espíritu. 137

4. En vez de fatigarsecontales inútiies representaciones


y modosde
hablar dei conocercomode un instrumento para Hegar a poseerlo absolu-
to, o comode un medium a través del cua} contemplamosla verdad, etc.
qeiaciones a las que nalmente llevan todas estas representacionesde un
conocerseparadodelo absolutoy de un absolutoseparadodel common», en
lugarde}fatigarseconsubterzgiusqueIa impotenciapara la cienciaextrae
deia presuposición cietales relacionespara liberarse,al mismotiempo,¿el
eszerzo[Mühe]porella y dar simultáneamente la aparienciade un esfor-
zarse[Bemühen]serioy plenode celo,así comoen lugar de fatigarsebus-
candorespuestas a todoesto,todasesasrepresentaciones podríanserdere-
chamentedesestimadas comocontingentes y arbitrarias,y considerado
un
engañoel uso,ligadoconellas,de palabras¡como lo absoluta,el conocer,
lo objetivo y lo subjetivoy otrasinnumerables,cuyosignicado sepre--
suponecomogeneralmenteconocido. Puespretender,por una parte, gue
su signicado es generalmente conocidoy, por otra parte, queoya geopo-
see su conceptcg
parecemás bien solamentehaber do ahorrarsela tiesa
fundamental, este es, ¡dar eso concepto.Por el contrario, con mejor orazán,
uno podríaahorrarseel esxerzo[Mühe] de infunnarseen generalacerca
detalesrepresentaciones y modosde hablar,en virtud de loscualesla cien»
cia misma tendríaLoquoser rechazada,opuoesellossóioproducenuna vacía
aparienciade que se desvanecede inmedivato cuandola cienciase
presenza.Perola cíenciaoalpresentarseesella mismauna apariencia[Ero-
cheinurzg];su presentación no estátodavía cumplidani desplegadaen su
verdad.AI decirestacasioáiferenterepresentarse que la cienciaesla opa»
¡"Esencia
porquese presentajunto a otrosaber,o ama! a eseotrosaberno
verdaderosu parecerlrscheinen}.Pero la cienciadebeliberarsede esta
apariencia[Schema]yslo puedehacerloenü-entándola. Puesla cienciano
puedesimplementerechazarun saberno verdadero comouna visiónvu!»-
gar do las cosas,y asegurarque ella es un conocimiento completamente
distintoy queaquelsaberpara.ella noesnada, ni puedetampocoinvocarel
barruuto¿ieun sabermejoren él. Mediantetal asegurarella explicasuser
porsu je-na; peroel sabernoverdaderoinvocatambién el hechode queél
es y aseguroquepara éi la cienciano es nada; peroun asegurardesnudo
valejustamentetantocomootro.Aún menospuede. ella invocarel barrunto
mejorque endstiríaen el conocerno verdadero y que en él mismoseríala
indicaciónde ella; puespor una parte ínvocaríaigualmentede nuevoun
ser,peropor otra parte seinvocaríaa sí misma,comoal modode ella que
está en ol conocerno verdadero, esto es, invocaría un mal modode su ser, y
suapariencia[Erscheinung]antesquelo queelïa esen sí y por sí. Por esta
razón debe ser emprendida aquí la presentacióndel saber que aparece.
138 Georg Wiïhelm Friedrich Hegel

5. Weil nun diese Darsteliung nur das erscheinende Wissen zum Gegen-
stands hat, so scheint: sie seibst nicht die freie, in íhrer eigentümlichen
Gestalt sich bewegendewíssenschaft zu sem, sondern sie kazaavon diesem
Standpuïzkte aus als der Weg des natürlichen Bewutseíns, das zum wah»
ren Wíïssenáringt, genommen werden, oder als der Weg der Seeie, weiche
die Reiha íhrer Gestaltungenv, als durch ihre Natur ihr vorgesteckter Step»
tienen, durchwandert, da sie sich zum Geishaláutere, indem sie durch die
vollstándige Erfahmng ihrer selbst zur Kenntnis desjenígen gelangt, was
sie an sich seïbst ist.

6. Das natíirliche Bewutseín wird sich emeísen, nur Begri ¿es Wis-
sens nder nicht reales Wissen zu asin, Indem es aber unmittgïbar sich vial-
mehr fiïr das male Wissen hált, so hat dieser ww ïr es negative Baden-
tung, und ihm gilt das vieimehr für Veriust seiner selbst, was die
Realísiemng des Begrís ist; dem; es verliert auf diesen; Wege} seíne Wahr-
heit. Er kann deswegen adsder Weg des Zweifels angesehen werden oder
eigentlicher als der Weg der Varzweiung; auf ibm geschieht námlich nicht
das, was unter Zweifeln verstanden zu werden pegt, ein Rütteln an dieser
oder janet vermeinten Wahrheit, auf welches ein gehüriges Wieclervezu
schwinden des Zweifels und eine Rückkehr zu janet Wahrheit erfnlgt, se
daB am Ende die Sacha genommen wird wie vorher. Sondem er isa: die
bewute Einsicht in die Unwahrheit des erscheinenden Wissens, dem daw
jenige ¿as Reeste ist, was in Wahrheit víelmehr nur der nicht reaïísierte
Begríff ist. Diesel: sich vollbríngende Skeptizismus ist darwin auch nicht
dasjeniga, womit wcahlder ernsthaa Eifer um Wahrheit und Wissenúscha;
sich für diese fertig gema-chi;und ausgerüstet zu haben wáhnt; námlich
mit: dem Vorsatze, in der Wissenscha auf die Autoritát {Irán} sich den Ge-
dankenandexjernicht;zu ergeben,sondemgilesselbstzu príifen und nur
¿ereigenenÍerzeugung zu folgen,oderbessernoch,aliasseibst zu pm-
duzieren und nur die eigene Tai; für das Wahre zu halten. Die Reihe Steiner
Gestaltungen, welche ciasBewutsein auf diesen: Wegedurchláu, ist vieL
mehr die ausführlíche Geschichteder Bildwzg des Bewutseins sejkbstzur
Wissenscha. Janet Vorsatz staïlt die Biidung in der einfachen Weiss: des
Vnrsatzesals unmittelbar abgetanund geschehenvor; dieser Wegaber ist
gegendieseUnwahrheitdie wirklicheAusíhrung.Der eigenenÜber-zen-
gmmgfolgen ist allerdmgs mehr,aïs sich der Autoritíát ergeben;aber durch
qieVerkehrungdesDairhaltensausAutoritát in Dafürhaltenauseigener
Uberzeugungist nicht notwendig der Inhalt desseibengeándertund an die
Steliede; Imums Wahrheítgetreten.Auf dieAutoritát andererocïeraus
eigeuer Uberzeugung im Systems des Meinens und des Vorurteiïs zu stek-
ken, unterscheidet sich vuneínancieï" allein durch die Eiteikeit, welche der
iatzteren Weise beinvohnt. Der sich auf den ganzen Umfang des erscheb
mandenBewulütseins tichtenúe Skeptizismus macht dagegen den Geist erst
Íntroáuccïán
alaFenomeazmiogia
delespíritu 139

5. Ahora, dado que esta presentaciónsólo tiene por objeto el saber que
aparece,ellamismanopareceserIa libre ciencáa
quesemueveensugura
auténtica,sinoquedesdeestepuntode vista,eïïa[la presentación]
puede
ser encarada como e} camino de la canciencia natural que xerza el paso
hacia el verdaderosaber,o comoel camina del aima que atraviesa 1aserie
ciesus formaciones[Gestaltungen] comoestacionesque le son jadas por
su naturaleza, de modo que fíreconíéndolas)se purique en espíritu, en
enantomediante1aexperienciatotal Vde ella misma, alcanzae} conocimien-
to de lo que es en sí misma.

6. La conciencianatura} mostrará que ella es solamente cnnceptndel


saber o saber no real. Pero en cuanta ella se considera inmediatamente
más bien saberreal, este camino tiene signicación negativa para ella, y
aquellaqueesla realización
del concepto
valemásbienparaella cama
pérdidadesí misma;puesa lo iargode estecaminoella pierdesu}verdad.
Tal caminopuedepor ello ser miradocomoel caminode la duda u, más
aáecuadamente,coma el camino de la desesperación?a saber; en él no
ocurrelo quesueleentendersepor duda:una camnoción de estao aquella
supuestaverdad,a la que sigueuna correspondiente desaparición«dela
duda,y unavueitaa esaVerdad,demadoquenalmentela cosaestomada
comoantes.Sinoque estecaminoes la inteiecciónconscientede la no
verdaddel saberqueaparece,el cua)consideracamelo másreal aquello
queenverdadmásbiensólaese}concepto norealizado.Por211o esteescep«
ticismocumplido tampocoes aquélqueel ceïuplenode seriadadpor la
verdady por la cienciase imaginaefectuadoy urganjzao paraellas;es
decir,la resoluciónde no entregarse,en la ciencia,a la autoridadde las
ideasde otro, sino prabartodo una mismoy seguirsolamentela prupia
convicción;o todavía mejor, producirlo todo uno mismo y sólo tener por
Verdadero
e!prepíohacer.La seriedesuseonguracínnes,
quela concien»
cia atraviesa en este canúno,es más bien la histcria circunstauciada de la
formaciónáe la conciencia mismaen la ciencia.Aquellaresaluciónrepreu
santala furmaciónbajoel simplemododela resolución,comoalgoinmedia-
tamentehechny acontecido; perofrentea estam)verdad,esecaminoes1a
reaïízaciónefectivamentereal. Seguir la propia canvicciónessin duda mejor
quesometerse a la autoridad;peromediantela transformación deuna opi-
niónapoyadaen ia autoricïaden una opiniónmudadaen la propiaconvic-
ción,nosealtera necesariamente el contenidode la mismani aparecela
verdaden el Ïugar del error. Hundirseen ei sistemade la opinióny del
prejuicioporla autoridadcieotrosopor la convicción propiaS610
sediferen-
cianporla vanidadquehabitaen¡aúltima manera.Porei cuntrarío,sóloel
escepticismo dirigido al ámbitotota! de 1aconcienciaqueaparecehaceal
149 GeargWiihelm,Frieáchïíegél

geschickt zu prüfen, was Wahrheit ist, indem er eine Verzweiung an den


sogenannten natürlichen Vorstellungen, Gedanken und Meinungen zustan-
de bringt, welche es gleichgíiltig ist, eígene oder emde zu nennen, und
mit Welt-handas Bewutsein, das geradezuans Prüfen gema,noch erït
und behaset, dadurch aber in der Tai; dessen unfáhig ist, was es unterneh-
men will.

7. Die Vbilstándigkeit der Forman des nicht realen Bewutseins wird


sich durch die NotwendgigkeitdesFortgangesund Zusammenhangesseïbst
ergeben. Um dies begreiich zu machen, kann im allgemeinen zum voraus
bemetkt werden, dal} die Darsteïlung des nicht wahrhaften Bewutsesixas
in seiner Unwahrheitnicht einebloe negativeBewegïmgist, Eme solche
einseitíge Ansicht hat das natürliche Bewutsein überhaupt von ihr; und
ein Wissen, welches diese Eínsezitígkeit zu seinem Wesen machi, ist eine
der Gestalten des unvoendeten Bewutseins, weiche in den Verlauf des
Wegesselbstfálltund daria sich darbieten urird. Sie ist námïich der Shap-
tizismus, der in dem Resultats nur immer (las mine Nichts sieht und davnn
abstrahiert, da dies Nichts bestimmt das Nichts dessen ist, vworauses re-
sultierï. Das Níchts ist aber nur, genummen als das Nichts dessen, woraus
es herkommt, in der TM das walïwhae Resulta: es ist hiermit selbst ein
bestimmtes und hat einen I aim! t. Der Skeptizismus, der mit der Ahstrakti-
on desNichts oderder Leerheit endígb,kann von diesernichtweiterfortge«
hen, gundam muii es emanan, ob und was ihm etwa Neues sich darbietet,
um es in denselvbenIeerenAbgrund zu werfen. lndem dagegendas Resul-
tat, wie es in Wahrheit ist, aufgefat wird, als bestimmteNegation, su ist
«glamit
urlmittelbareineneneForm entsprungen,und in der Negationder
Uberganggemacht,wodurch sich der Furtgang durch die vellstündige Rei-
he der Gestalten von selbst ergibt.

8. Das Z112!
aber ist dem Wissen ebensonatwendíg als die Reihe ¿es
Fortganges gesteckt; es ist da, wc: es nicht mehr über sich selbst hinauszu»
gehennütig hat, WOessich selbst ndet und der Bagri dem Gegenstande,
de!Gegenstanddem Begriffe entspïícht. Der Fortgang zu diesen:Zieieist
(¡aber auch unaumltsam und auf ¡{einer früheren Station Befríeciigung
zu nden. Was auf ein natürliches Leben beschránkt ist, vermag durch
sich selbst nicht über seín unmittelbares Dasein hínauszugehen; aber es
wird durch ein Anderes darüber hinausgetrieben, und dies Hinausgessen
werden ist seín Pod.Das Bewutseín aber ist für sich seibzstsem Begri,
dadurch unmittelbar das Hinausgehen über das Beschránkte und, da ihm
dies Beschránkte angehtirt, über sich selbst; mit diam Einzelnen ist ibm
zugleich das Jenseits gesetzt, wáre es auch mu", wie im ráumlichen An-
schauen, neben dem Beschránkten. Das Bewutsein leidet also diese Ger
lntmd mi n}a la Fenamenolagía tie! espíritu

espíritudiestroparaprobarquéesla verdad,encuantollevaa desespera


delasopiniones,ideasy representaciones llamadasnaturales,a las cuales
esinciiferentequeselas llamepropiaso ajenas,y delascualesestátodavía
llena y cargadala concienciaqueseponedirectamente [geradezu]a efec-
tuar la prueba,perraque par ello es de hechoincapazpara la que quiere
emprender.

7. La totalidadplena deiasformasdela conciencia


no real seproduct-
rá en virtud de la necesidaddel procesa[Fangangiy de la canexíónmisma,
Para hacer estacomprensiblese pueáeabservar,en general, de antemano,
quela presentación
tie IaLeonciencia
noverdaderaensu noverdadno esun
movimientomeramentenegativa.Tal visión unilateral esla que la consisten»
cia natural tiene, en general, de esemovimiento y un saberque convierte
esta unilateralidad en su esencia,es una de las formas de la conciencia
incomgetaquecaeenel cursadelcaminoy sepresentaráenél. Es,a saber,
el escepticismo,
que en el resultadosiempreve sólola para yhace
abstraccióndequeestanadaes,deun mododeterminado, la nadadeaque-
llo de donde eíla resuita. Pero de hecho el verdadero resultado sólo es la
nada tomada comola nada de aqueïlode dondeella procede;ella misma es
por estoun algo determinadoy tiene un contenido.El escepticismo,
que
termina en la abstracción de la nada o del vacío, no puede seguir avan-
zandamás allá, sirm que debeestar a 1aexpectativade si se le ofrecealgo
nuevamyde lo quesele ofrezcanpara echarleen el mismoahismevacío.
Par el contrario, en tanto el resultado es aprehendidocamaes en verdaá, o
seacomanegacióndeterminada,inmediatamente seoriginaunanuevafor-
ma,y enla negaciónsehacee}tránsitomedianteel cua!el procesosepro-
ducepor sí mismoa travésdela serie120m1
delas formaciones [Gestalten].

8. Pero la meta le está jada [ stecken


J al saber de modo tan necesario
comola secuencia(le! proceso};
estáallí dondeyano tienenecersaxiament
queir másallá de si misma,dondeseencuentraa sí mismoy el concepto
corresponde
a} objetoy el ebjetoal concepto.
Porello esimpasible¿atenua
la marcha hacia esa meta y no puede encontrar satisfacción en ninguna
estaciónanteriar.Lo queestálimitadoa unavidanatural, nopuede,por sí
mismo,ir másailá desu existencia[Dasein]inmediata;peroesimpulsado
másallá de9113 por otro,y estaserarrebatadomásallá essu muerte.Pero
la conciencia
espor sí raísmasuconceptoy por elisaes.inmediatamenteel
ir más allá de lo limitaúo, y puesto que eselimitado le pertenece,ir más
aliá de s1misma; con lo singular le está puesto al mismo tiempo el más
aliá, aunquesólosea,comoen el intuir espacial,junto a Imlimitado. Por
endeha.concienciapadeceestavioienciadeamninarse1asatisfacciónlimi
142

wait sichdie beschránkteBefriedigungzu verderben,vonibm selbst.Bei


dem G-eihïe dieser Gewalt mag die Angst vor der Wahrheit w311izurück-
traten und sich dasjenige, dessenVer-llum; droht, zu erhaiten streherznSie
12mmaber keine Ruhe fmden, es sei, Vda sie in gedaxxkenloserLTrügLheít
stahen bleibexzxwillgder Gedanke verkümmertcïie Gedankenïosigkeit, und
seine Unruhe stürt die Triigheit; oder daB sie als Empndsamkeit sich be-
festigt, welche alles in seinerArt gut zu nden versíchert; diese Versiche«
rung leidet ebensoGewalt von der Vernunft, twelchegerade dartxm etwas
nicht gut ndet, insofem es eine Art ist. Oder die Furcht der Wahrheit mag
sichvor sichund anderenhinter demSchemaverbergen,als obganadader
heie Eifer für die Wahrheitaelbstesvihrsoschwer,ja Lunmóglich
mache,
eine andare Wahrheit zu nden als die einzige der Eitelkeit, immer noch
gescheiterzu sem als jade Gedanken, welcheman aus sich seibst eder von
anderenhat; dieseEitelkeit, weichesichjade Wahrheitzu vereiteln,dar»
aus in sich zurückzukehren versteht und an diesen:eigenenVerstande sich
weidet, der alleGedanken immer aufzulüsen und statt alles Inhaïtza nur
dastrockeneIch zu ntien wei, ist eine Befríedigtmg,welchesichselbst
überlassenwerdenmu; dennsieieht ciasAilgemeineund suchtnur das
Fürsichsein. W W

9. Wie diesesvorïáug und im agamemen über die Weiss und Numan-


digkeit des Fortgangs gesagt werden ist, so kann nach über die Methods
derAusführung etwas zu erinnem dienlich seín. Diese Darstelluug als ein
ïferhalten der Wissenscha zu dem erscheinendenWissen und als Untersu-
chung und Prüang der Realitüt desErkennens vorgestellt,scheintnicht
nhneirgendeineVoraussetzung, die als Masmb zu Grundegeiegtwird,
stattnden zu künnen.Dann die Prüfung bestehtin dem Anlegen¡gines
angenommenen Mastabes, und in der sich ergebenden Gleichheit ader
Ungïeichheítdessen,was geprüúwird, mit íhm iegt} die LEntQche-idung,
ohesrichtigoderunrichtigist;und der Mastab überhauptundchemadie
Wissenschaft,wenn sie der Mastab wám, ist dabei als das Wesenoder als
das Ansich angenommen.Abe! hier, wo die Hssenscha erst auftrítt, hat
weder sie selbst, noch was es sei, sich als das Wesen oder Lalsdas Ansich
gerechtfertigt;und ohneein solchesscheíntkeixue
Pñífung stattnden zu
kónnen.
Intrüáumién
aiaFenomenoéagfa
CÏEÏESpÍIu WA

tadaa partirdeellamisma.En el sentimiento


deestaviolencia,
la angus-
tia puedepor ciertoretroceáerante la veráady esforzarseper conservar
aqueïlocuyapérclida
amenaza.
Paraellanopuedeencontrar
sosiego
algu-
no, aunquequierapermaneceren una Lapatíasin pensamiento;el pensa-
mientoatenta-contra
la carencia
depensamiento
y sudesasosíego
traste»
naía apatía,o aunqueseinmovilice
comosentimentalísmaïr
queLasegura
encontrartodobaenaen suespecie;
puesestaseguridadestambiénviolen-
tadaporla razón,la cual,justamente,
encuentra
quealganoesbuenoen
cuantoes una tespecie,0 aunqueel míedaa la verdadpueda.Lerurubrirse,
antesí y antelosotros,tras la apariencia¿e quejustamenteel celoapasio-
nadopor1averdadmismale hacedicil, inclusoimposible,hallar otra ver-
daásinola únicadela vanidaddesersiempreaunmáscuerdoque6331*
quier pensamientoquesetiene por sí misma:o porlos otros;estavanidad
queseempeñaen frustrartodaverdad para volvera sí}misma,y secebaen
esteentendimientopropioquesabedisolverconstantemente todoslnspem
samientnsy encuentra};
en ïugar de cualquiarv
canteníéo,sóloel áridoyo,es
unasatisfacciónque
ha deserabandonada
a símisma;
puesellaMrehúye
el
universaly sólobuscael serpara si

9. Así como,provisianalmentey en general,se ha dicholo anterior


sobre el modoy 1anecesidaddel proceso,puedeser útil ademásrecordar
algo sobreel rraétodode realización.Esta presentación,entendidacomo
un comportarse ¿e iaLcienciarespectodel saberqueaparece,y comoinvew
tigación y pruebade la reatidad del (renacer,no parece poder efectuarse
sinuna.ciertapresuposíción
queseadoptecomometro. Puesla prueba
consiste
en la aplicación
deun metroaceptada, y la decisión
desi lo prou
badoescorrecto o noLreside
en la igualdado desigualdadresultantes em
tre lo queesprobadoy el metro; y ei metroen general,y tambiénla cierra»
cia si eiia fuera e} metro, sonaceptadosentoncescomo la esencia.
o el en
si)?Peroaquí,¿andela cienciasólosepresenta,
ni ella mismani lo que
fueresejustificancamala esencia
ocomoel ensi;y sinalgota},ninguna
pruebaparecepodertener lugar.
144 Gana-gWíïhetm «FrieáríchHegel

10. Diesel Widerspmchund seineWegráumungwird sichbestimmter


ergeben,wenn znerstMandie abstraktanBestimmulïxgen
desWissensund
der Wahrheit erinne wird, wie sie an dem Bewutsein vorkoïznmen,Die-
ses unter-scheme:námïích etwas von sich, war-aufes sich zugleich bezieht;
ceder
wiediesausgedrückt
wird:esist etwasfür dasseibe;
unddiebestimm»
te Seite diesesBaziehenssaciar
des Seins von etwas für sin Bewutsein ist
das Wissen. Van áiesem Seix: ír ein anderes unterscheicien wir aber das
Anszïcfzssein;
das auf das Wïssen Bezogenewird ebensovon ihm unterschie
den und gesetztals seiqend
auchauer dieserBeziehung;¿ie Seite dieses
Ansichheít Wahrheit.Waseigentlichan diesenBestimmungen sei,geht
uns weiter hier nichts an; denn indem das erscheinendeWissenv
unser Ge-
gemstandist, so werdenauch zunáchstseineBestimmungenaufgenom-
men, wie sie sich unmittelbar darbieteu; und so, wie sie gefat worden
sinci,ist es w011],daB sie sich darbieten.

11. Untersuchen wir nun} die Wahrheit des Wissens, so seheint es, wir
untersuchen,was es an sich ist. Allein in dieser Untersuchung ist es anger
Gegenstand,
esist für uns;und (lasAmic}:desseiben,
weichessichergábe,
Ware so vielmehr sein Sein für uns; was wir als sei}: Wesen behaupten
würden, wáre vielmehr nicht seine Waluheit, sondem nur unser Wissen
von ihm. Das Wesen oder der M121333133}:
eie in uns, und dasjenige,was mit
ibm verglichenund über weichesdurch dieseVergleichungentschieden
werden sollte, hátte ihn.nicht;notwendig anzuerkennen.

12. Abe! die Natur desGegenstandes,


den wir untersuchen,überhebt
tiiesarfrennung ade! diesesSchemavon ïïenmtng und Voraussetzung.
DasBewutsein gibtsemenMastab an ibm seibst,und dierUntersuchung
wird dadurcheineVergleichungseinermit sichselbstsem;denndie Un-
terscheidung, weïchesoebengemachtwarden ist, fálït in es.Es ist in 31m
Ginesfür ein Anderes,oderes hat überhauptdie Bestimmtheitdes M0-
mentsdesWissensan ibm; zugleichist íhm dies Anáerenicht nur für es,
sondem auch auBer dieser Beziehung oder an sich: das Moment der Wahr-
heit. An (¡em also, was das Bewutsein ínnerhalb seiner für das Ansich
oder ¿as Wahm erkiá, haben wir den Mastab, den es seibst aufstelit,
seínWissendaran zu messen.Nennen wir das Wassen den Begri] das Wesen
oder das Wahre aber das Seiende oder den Gegenstand, so besteht die Prü»
fung darin, zuvzusehen,ob der Begri dem Gegenstandeentspricht. Nan
nen wir aber das Wesenoáer das Ansich des Gegenstandesden Begri und
verstehendagegenunter dem (Éegenstande
ihn als Gegenstand,námlich
wie er für eánAnderes ist, so besteht die Prüzng clarín, da wir zusehen,
¡tabder ÜmgenstanáseinemBegriffentspcht. Man siehtwohl,da beides
, Ldasselbeist; das Wesentlicheaber ist, dies für die ganze Untersuchung
Lftïsïïszuhmtn,
daBdiesebeiéenMomente,BegráffundGegenstand, Fair-ein-
Introduccién a 1a Fenamenoíogïndei espía-in). 14:3

10. Esta contradiccióny su desaparición resultarán más denidas si


recnrdamosante todo las determinacionesabstractas«delsaber y de la
verdad, ta} comose presentan en la conciencia.A saber, ésta distingue de
sí algoa lo cua}al mismotiempc»
sereere; o comoselo expresatambién:
este es algo para alfa; y el lado determinado de este referir, a dei ser de
algapara una conciencia,es el saber.De esteserpara un otro dístingui»
masemperr)el ser en si; lo referidoal saberes al mismatiempodistin-
guiéo de él y puesto comoalgo quLees también fuera de la referencia; el
lado«deesteen si se llama verdad.Lo que propiamenteestáen estasde-
terminacianes ya no nos concierne aquí en nada, pues en tanta el saber
que aparece sea nuestra objeto, sus determinaciones se captarán inicial-
mente también takescamuinmediatamentese presentany ellas se pre-
sentan ciertamente así comohan sitio captadas.

11. Si investigamnsahorala verdaddel saber,pareceentoncesque in»


vestigamoslo que é} esen si. Sóloque en esta investigación
é}.es nuestroV
objetar),
él espara nosatros;
y 91m si de} mismoque resultaría {denuestra
investigación}sería másbien su serpara nosatras;aquelloque armára»
mas como su esencia sería más bien no su verúad sind:sólo nuastro salazarde
éi. La esenciao e} metro metían en nosotras,y aquelloque debeamos
comparar,y acercade lo cual deberíamosciecidirmedianteesta campana»
ción, no tendría que reconocernecesariamente el metro.

12.Perola naturalezadel objeto.


queinvestigamos
suprimeestasepara-
ción, o esta apariencia de separacióny presupuesto. La concienciade su
metroestá en ella misma,y la mvestigaciónserá,por 311o, ¡unacompara-
ción de la concienciaconsigomisma,puesIa distinciónque se acabade
hacercae en ea. Hay en ella un para un otro,o ella tiene en generalla
determiniciad[Besíimmtfaeát]
delmomentode}saberenella;al mismotiempa
este otro no lo es 563opara ella, sino que también es fuera de esta referencia
o esen si: el momentode la verdad.En aquello,pues,quela ccncíenciada
por el en si o lo verdaderodentrode sí, tenemosel metro que ea misma
establecepara medir conél su saber.Si llamamosal saber COILCBPÉOy, por
otra parta, a la esenciao a la verdadero, ente u objeto,entoncesLa prueba
consisteen ver si el conceptocorrespondea} objeto. Pero si liamamos a la
esencia o al en sí del objeto,concepto,y a] contrario, entendemosput objeto
él {mismo}comaobjeto, estees,tal comoél espara ntm, entoncesla prue»
ba consisteen ver si el objetoconespondea su cunceptu.Se ve bien que
amboscasosson lo mismo;pero lo esencial es sostenerrmemente, duran
te toda la investigación,que estosdosmamentos,conceptoy abje
14s y emVsseariaxVLaeg

Anderwes» und Anvsich-selbst-Sein, in das Wissen,dasWir untersuchen,selhst


fallennmd híermit wir nicht nütig haben, Mastábe mitzubringen und
unsere Eínfálle und Gedanken bei der Untersuchung zu applizierengda-
durch, dai} wir diese wegïassen,erreichen wir es, die Sacha,wie sie an und
für sick selbst ist, zu betrachten.

13. Aher nicht nur nach dieser Seite, da Begri und Gegenstand, der
Mastab und das zu Príifende, in dem Bewutsein selbst vorhanden sind,
wird eine Zutat von una überüssig, sondern wir weráen auch der Mühe
cierVergleichungbeiderund der eigentlichenPríixlng überhoben,soda,
indem das Bewutseín sich selbstprüí, uns auch von dieser Seite nur das
mine Zusehen bïeíbt. Dann das Bewutsein ist einerseits Bewutsein ¿es
G-egenstandes,
anderseitsBewutsain seínerselbst;Bewutsein dessen,
was ihm das Wahre ist, und Bewutseín seinesWïïssensdavon. Indem bei-
de für dasselbesind},ist esLselbst
ihre Vergleiuhung;es vcrirtïfïirdasselbe,ob
sein Wissen von deuxGegenstande diesem entspricht oder nicht. Der Ge»
genstandscheintzwar ïr áasselbenur suzusein,wieesihnwei; esscheint
gleichsamnicht dahínter kommenzu künnen,wie:er, nicht für ciasselbe,
sandem wie er tm sich ist, und also auch sein Wissen nicht an ihm prüfen
zu künnen. Allein gerade clarín, daB ea überhaupt von einem Gegemstande
wei, ist sehender Unterschied vnrhancïen,dal: ¿funetwas dasAnsich, ein
anderes Moment aber das Wissen oder das Steindes Gegenstandesfür das
Bewutsein ist. Auf áieser Unterscheidung welche vorhanden ist, beruht
die Prüfung. Entspricht sich in dieser Vergleichmlgbeidesnicht, soscheint
das Bewutsein sem Wissen ánúem zu müssen, um es dem Gegenstande
gemü zu machen; aber in de: Veründerung desWissensanden sich ihm in
de: Tai; auch der Gegenstandúselbst, damn ¿as vorhandene Wissen war
wesentlich ein Wissen von dem Gegenstande;mit dem Wissenwird auch er
ein anderer, denn er gehürtewesentlích}diesen;Wíssen an. Es.wird hiermit
dem Bewutsein, da dasjanige, was ibm vox-herdas Ansich war, nicht an
sich ist, oder (¡a8 es nur für esan sich war. Indem es also an seinem Gegezïv
stands sein Wíssen diesem nicht entsprechend ndet, hált auch der Ge»
genstandselhstnicht aus; oder der Mastab der Prüfxjngündert sich, wenn
dasjenige,dessenMastab er seín solita, in dwer Ï°rüfung nicht basica-ht;
und
die Prümg ist nicht nur eine Prüfung des Wissens, sondem auch ¿bres
Mastabes.
gei Introducción
a laïerïomnivgïa ¿i221
espíriiu

zmotra y seren si misma,caenellosmismosen el saberqueinvestigamos


y
queporellanonecesitamos
apartarmetrosni aplicaren la investigación
nuestrasocurrenciase ideas;descartando
tadoello,lograremosconsiderar
la cosacomoella esen y por si misma.

13.Peronosóïoresultasuperuoun agregado
parnuestrapartebajo
esteaspecto:
queconceptoy objeto,el metres
y lo queha de serprobado,se
encuentranen Laconciencia
misma,sinoquetambiénnoslibramosdel es-
fuerzadela comparación
entreambos y deiapruebamisma,demadoque;
encuantala canciencia
sepruebaa sí misma,sólonosqueda,tambiénbajo
esteaspecto,el purover. Pues, por un ladoLacancienciaesconciencia
ade}
objeto,porotromncienciaLdesímisma;conciencia deaquelloqueparaella
esloverdadero y conciencia
desu}saberdeello}.Encuantoambos sunpara
eiia misma,ella mismaessu comparación; serápam ella mismaquesu
saberde}objetocarresponderá a ésteono.El objeto
parececiertamenteser
paraellasóloasícomo eïlaio sabe;igualmenteparecequeellanopuedeir
pordetrásy descubrircómo esel objeto
nopara ellamáïmasinoensi,y por
ende{parece}quetampoco puedeprobarsusaberenél.Sóloquejustamem
te enel heehodeque engeneralellasabedeun objeto,estáya presente la
diferenciade quepam ella algoese}en si, peroquee! sabero el serdel
objetoparala conciencia
esotromomento. Sobreestadiferencia,
queestá
presente,sefundaia prueba.Si losdosmamentos nusecorresponden en
esta comparación,parece entoncesque ia concienciadebe cambiar su saber
para hacerlov
conformeal objeto;peroan el cambiodei saberse le cambia
tambiéndehecho¡elebjetomismo,puesel saberqueella tenía era esencial»-
menteunsaberdelabjeto: tambiénél seconvierte enentro
canel saber,pues
pertenecíaesencialmente a esesaber.Camelia a la conciencia
le ocurreque
lo queantesle era el en m, noesen sí, 0 quesóloeraen si para ella. Pm
ende,encuantoella encuentra ensuobjetoquesusabernole conmsponde
a éste,tampoco el objetomismosemantiene,o el metro de ¡a pruebase
cambia,siaquellocuyometroéï debíasernosesostiene enla prueba;y la
prueba na essóiouna pruebadel saber;sinotambiénde su metro.
14.Dícese
díaleíetlïsche
Bewegxmg,welchedasBewutsein anihm selbst, i
sowohl an semen: Wissen 31san semen; Gegenstande ausübt, iusofern ¿lam
der nenewakre Gegenstanddarauaentspringt, ist eigentiich dasjenige,was
Erfahrung genannt wird. Es ist in dieser Beziehung an dem acabener-
wáhnten Verlaufe ein Mamen: noch náher herauszuheben, wodurch sich
über die wissanschañïliche Seite der folgenden Darstelïung ein nenes Licht
verbreiten wird. Das Bewutsein Weil?» etwas, dieser Gegenstand ist (ias
Wesen oder cias Ansich; er ist aber auch ir das Bemztseín das Ansich;
damit tritt die Zweideutígkeit diesesWahren ein. Wir sehen,¿a3 das Be-
wutseixxjetzt zweíGegenstándehat, den einendas ersteAnsich, den ZWBÍr
teni, das Füzxes-Sein dieses Ansich. Der ietztere scheint zunáchst nur die
Reexion des Bewuitseins in sich seibst zu asin, ein Vorstelien, nicht eines
Gegenstandes,Banderanur seines Wissensvon jenem ersten. Aem wie
vorhin gezeigtwerden, ándert sich ihm dabeider ersteGegenstand;er híirt
auf [,] das Ansich zu sein, und wird ihm zu einem solchen, der nur für ES
ciasAnsich ist; somit aber ist claim dies: das Für-es-Sein dieses Ansich, das
Wahre, das heit aber, dies ist das Wesen,oder sein Gegenstand.Dieser
nene Gegenstandentháit die Nichtigkeít des ersten, er ist die über ihn
gemachte Erfalmmg.

15. An dieser Darstellung des Verlaufs der Erfahmng ist ein Moment,
wodurchsie mit demjenígennicht übereinzustimxgen
scheint,was unter
der Erfahrung verstanden zu werden pegt. Der Ubergang námlich vam
ersten Gegenstandeund dem Wissen desseibenzu dem anderen Gegen»
stande,mi demman.sagt, da die Erfahrung gemachtwerden sei,wurde so
angegeben,da das Wissen vom ersten Gegenstande,oder das Far-das-
Bewutsein des.ersten Ansich, der zweite Gegenstandseibst werden sali.
Dagegenes sonst scheint, dai?»wir die Erfahrung von der Unwahrheit un-
seresemitenBegris cm einem anderen Gegenstandemachen,den wir zu-
fáliiger Weiss:und áueriich etwa fmden, so dai:überhaupt nur das ¡eine
Auassen deseen,was an und für sich ist, in una faile. In jener Ansicht
aber zeigt sich der nene Gegenstandals gewordendurch eine Umkehrung
des Bewutseirta selbst. Diem Betrachtung der Sacha ist unsere Zutat, w0-
{iurch sich die Reihe de!Erfalïimngen desBewutseins zum wissenscha-
lichen Gangaerhebt, und Welchenicht für das Bewuíitsein ist, (las wir be-
trachten. Es ist aber dies in der Tai auch derselbe Umstand, van weïchem
cabensehen in Ansehung des.Verháltnisses dieser Darsteilung zum Skepti-
zismus die Rede war, daB námïich das jedesmaïíge Resultat, weiches sich
an einem nicht wahrhafïzen Wissen ergibt, nicht in ein Ieeres Nichts zw
sammeniaufen dürfe, sondem notwendig als Nichts desjerzigen,dessenRe-
suitat es ist, aufgefat werden müsse;ein Resuitat, welchesdas enthált,
was dasvorhergehendeWissenWahresan íhm hat. Dies bietet sich hier so
dar, da, indem dais,was zuerst als der Gegenstand erschien, dem Bewut-
Intmducciénaia
Fenzzmeraalcgía
delespíritu ïi í

14. Este movimientoi dialéctica que la ccnciencia ejecuta en ella misma,


tanta en su saber como en su objeto, en la medida en que da ese movimiento
se origina para ella el nuevoobjeto verdadero,es propiamente lo que se
llama experiencitLA ese respecto hay que destacar más de cerca un ma»
mento en el proceso al que se acaba de aludir, con lo cual se proyectará una
luz nueva sobre el lado cientíco de la siguente pmsentación. La concien-
cia sabealgo, este objeto es la esenciao el en si; pero también es el en si
para la conciencia,y can ello apareceia ambigüedadde este algo verdade-
ra. Vemos que ahora la conciencia tiene dos nbjetos: uno, primero, e} en si;
el segundo,el serpara ella de esteen sí. Inicialmente, el última pareceser
sóla la reexión de la concienciaen si misma, un representar no de un
objeto, sino sólo de su saber de aquel primero. Sólo que, como se ha mostra-
do antes, C011
2110ei primer objeto se le cambia; deja de ser el en sí yiaeiiïe
convierte en uno ta} que sólo es el en si para ella; pero con ello {ocurre}
entonces esto: e} ser para ella de este en si es lo verdadero, y esta signica
que éi es la esencia o su objeto. Este nuevo objeto contiene ia aniquilación
del primero, es la experiencia hecha sobre él.

15. En esta presentación del transcurso de la experiencia hay un mo»


mento por el cua} elia pareceno coincidir con 1oque habitualmente se em
tiende por experiencia. A saber, el tránsita del primer objeto, y del saber del
mismo, a} otro objeto, en ei cual?se dice que la experiencia se ha reaiizado,
fue precisado de tal manera que ei saber del primer objeto, o el para la
conciencia del primer en sí, debía llegar a ser él mismo el seguido ubjeto. Y,
por el contrario, parece que nosotros hacemas la experiencia de la no ver
dad de nuestro primer concepto en otro objeto, que encontramos quizá de
manera accidental y extrínseca, de moda que en general sólo cae en noso-
tros la pura captación de aquello que es en y por sí. Pero, según nuestro
modode ver, el nuevo objeto se:muestra originado mediante una transfor-
maciónde la concienciamisma. Nosotrosagregamosesta considaraciónde
la cosamediante la cua}la sucesiónde ¡as experienciasde:la cnnciencíase
eleva a un curso cientíco, que no es para Ia cencíencia que estamos comí»
derando. Pero de hecho ésta es la misma circunstancia de la que ya hemos
hablado antes, cuando nos ocupamos de la relación de esta presentación
con el escepticismo; 0 sea que el resultado que se origina en cada caso en un
saber no verdadero no ha de cunuir en una nada vacía, sino que debe
necesariamente ser captado como ia nada de aquella cuyo resultado es; un
resultado que encierra lo que e! saber anterior tiene en él de verdadero.
Esto se nos presenta aquí de tal modo, que en cuanto lo que aparece prime»
150

sein zu einem Wissen von ibm herabsinkt undxdasAnsichozu einem _


das-Bewutsein-Sein des Anais]: «ma, dies der nene Gegenstaná ist, womit L
auch eine nene Gestalt des Bewutseins auftritt, welcher etwoas oradores
das Wesen ist als der vorhergehenden. Dieser Umstand ist es, wake-herdie t
ganga Folge der Gestalten des Bewutseins in ihrer Notwemiigkeit leitet,
N111 diese Notwendigkeit selhst}oder die Entstehung dos neuen Gegonstan-
des, der dem Bewutsein, ohne}zu wissen, wie ibm geschieht, sich ríarbie-
tot, ist es, was für uns gleichsam hinter seínem Rücken vorgeht. Es kommt
Ldadurch in seine Bewegzmg ein Moment des Ansich» oder Fürunsseins,
Welt-has nicht das Bewutsein, das in der Erfahmng selbst begrien
ist, sich darstellt; der Inholt aber dessen, was una entsteht, ist für es, und
wir begreifen nur das Formelleodesselben oder sein reinos Entstehen; für
es ist dios Entstandene nur aio Gegenstand, ir uns zugleich als Bewegong
unci Women.

16. Durch diese¿Notwendígkeitist dieser Weg zur Wíssenschaftselbst


sehen Wissenscha, und nach ihrem Inhalte híermit Wissenscha der Er-
snhrung des Bewutseins.

17. Die Erfahmng, welche das Bewutsein über sich macht, kann ib-
rem Begrie nach nichts weniger in sich hegreifen als das ganara System
desselben, oder dos ganze Reich der Wahrheit dos Geistes, so daB die Mo-
mento dersolbenin dieser eigentümlïchen Bestimmtheit sich darsteen,
nicht abstrakte, reino Momento zu sein, sonda-rn so, me sie für das Be-
wutsein sind oder wie dioses selbst ionseiner Beziehung auf sie auftritt,
wodurch die Momento des Ganzen Gestalten des Bewutseins sind. Indem
es zu seiner wahron Existenz sich forttreibt, wird es einen Panini: erre-i»
chan, auf welchem os semen Schein ablegt, mit Fremcïartigem, das nur ir
es ¿undals ein Anderes ist, behaaet zu sein, ooderwo die Erscheinung dem
Westongïeich wird, seíneDarsteïlung hiermit mit ebendiesemPunkte der
eigentlichen WissenschaftdosGeisteszuoammenfálït;¡undendlich, índem
es selbst dies sem Wesen erfat, wird es die Natal des absoluten Wissens
selbst bezoichnen.
Introduccióa a la Fenomenologïa del espíritu

to como el objeto se rebaja, para la conciencia, a un saber de eïla, y el en sí


se convierte en ser del en si para la conciencia, éste es el nuevo objeto, con
lo cual también se presenta una nueva gura de la conciencia, para Ía cual
la esenciaes algo diferente de lo que [era la esencia}para la precedente.
Esta circunstancia esla que conducela entera sucesiónde ias gxzrasde la
conciencia en su necesidad. Sólo {que} esta necesidad misma, o el originar-
sedel nuevoobjetoque se le presentaa la concienciasin que ella sepacómo
ie ocurre, es lo que para nosotros sucede, por decirlo así, detrás de sus
espaldas.Por ello en su movimiento Hagaun momento del ser en.si a para
nosotros,que no se le presenta a la concienciasumido en la experiencia
misma; pero ei contenidade aquello que se origina para nosotroses para
ella y sólo nosotroscaptamosIo formal o su puro origínarse;para ella esta
originario sólo es como objeto, para nosotros es a1mismo tiempo como moovi-
miento y devenir.

16. En virtua de esa necesidad, este ¿anginahacia la ciencia os él mismo


ya ciencia y, según su contenido, ciencia de la experiencia de la conciencia.

17. La experiencia que la conciencia hace sobre sí misma no puede abaorm


car en si, según su concepto, nada menos que ei sistema total de la misma,
o e} reino total cie 1averdad do} espíritu, de modo que ios momentos de 1a
misma se presentan en esta determinídad peculiar no comomomentospu-
ros, abstractos, sino tal como ellos son para la conciencia, o como ésta mis»
ma se presenta en su referencia a ellos, en virtud de io cual los momentos
del todo son guras de la cancáenczïct.
Puesto que la concienciase impulsa
continuamente hacia su existencia verdadera, alcanzará un punto en el
que abandonará su apariencia [Schein] ¿e estar afectado.por algo extra»
ño que sólo es para olía y en cuanto otro, o donde la aparición [Erscheb
nung] se igualará con la esencia,y con ello su presentacióncoincidirá con
este punto justo de ia auténtica ciencia de} espíritu y nalmente, en cuanto
la conciencia misma capta esta esencia suya, expresará 1a naturaleza del
saber absoïuto mismo.
Notas a la traducción

1. Ïïaducímos iíteraimente 1a expresióndie Sasha selbst, ¡a cosamisma, si?


guiemieal traductmï
ancésHyppolite(la aftosa
méme}y no al inglésBaikyvíita
subjectproper}ni a Zubiri, quepreere matericntraduccícmes
correctasperdjque
suprimen
ungirohegelíano
característica
y expresivo.
Comodime
Enrico
(I Principidí Hegel,Florencia,
LaNac-va
ItaliaWEditrice,
1949},LaMmsa
es
una expresiónque serepite continuamenteen Hegelhasta asumir un valor catego-
rial. La expresiónaparecesistemáticamente
en el capítulbde la Fennmenülogím
sobreia razón. Con ella Hegel designala uniciada mejor la campenetración de la
realidad efectiva y de la individualidad. La cosamismavesIaoperaciénx: e] ubrar
queefectúaesaunidad;puedesertanto¡apura operación
engeneral otambiénla
operaeiánde este individuo particular; alía es al misma tiempa meta que ha de
realizarsey que por tanto seenfrenta a la realidad efectiva, pasajede la mata a la
efectividady nalmente realidad efectiva que se presenta ante la conciencia.S11
carácter mdamenvtalentonceses e} de constituir la operaciónen virtudvde la cual
concienciay ser secompenetran.En ei capítulocitada, la casamisma designatodas
las obrasculturalesensentidoamplio.PuestoqueparaHegella losofíaes la cab
minacióndelmundodelespítu, la losoa esia cesamismaporexcelencia, aque-
lïa dondese opera1amás alta y tata} compenetraciónde concienciay ser.Y por ella
la cosamisma en losofía es conocerefectivamente1oque en verdad.es. Seguimos
pues a Gana. W

2. Traducimoswirkliche por eféctivamentereal, siguiendu a Hyppolite y no a


Gaas,que traduce real. Hegeldistingue Realitüt de Wirklichkeit, en cuanta»la pri-
mera es todavía abstracta y la segundaes la realidad efectivamenteraalizada, ya
efectuada.

3. Traducimosmóchtegebenpor podría haber, en vez de hay, como traducen


Baiy y Gana.Antes de haber hechola crítica no es posiblesaber si efectivamente
hay o no varias clases de cnnocimiento.

4. An sich; lo que esen si, 10que esen verdad,Io Absoluto.0 seaque aquí an sich
se aponea para la concienciaa para otro, comodirá Hegelnlás ade
comenta esta expresión señaïando que e} in 5&#39; ú am:
15a L tL Amélia
Pmatti

y quese:encuautranya enSchleiermacher,
seenlazancan31112153y elper.setradi-
cionales,queseencuentranporejemploanla dsnícin desustanciadadaporSpi»
moza:
Id, quodin seest,etpersecancipítur.
Según
estadenición,la sustancia
esen
si an cuanto eiïa es independientementede otra ser, pero acïemásse caracteriza
cum!) per se en cuanta es concebida independientemente del wncepm de caro ser.
Esta permitiría arman que el ¿nsich (t: cm sich.)se reere al ser, y e} für sich a!
concepto,al saber,al sujeto.Si bien esta escierto, en Hegel,puestoque tales deteru
minacienea
no sanjas e inmóves,presentangranriqueza y cnmpiejidad. Según
DeNegrie}¿nsichy e}ïr sáchexpresanenHegeïias funcionespurasdel in sey el
per seclásicos,que están aiempm referidos a un sustantivo; es decir, no expresan
funcionespurassinofunciones explicadasparun sustratonaminal.Porotra parte,
el an sich procededel lenguajelosóco alemán,concretamente ¿elciasDing an
sich(la cosaensí)kantiano.nalmente Hegeladaptaestaúltima expresiónenve:
de in. sich. W

5.Für sich:Aquínoestáempleado
enreferenciaal cmsich,simaquedesignala
queesdesuyo,espontáneamnteajaor
si. Se.operan:
puesa lo queesu obrapor otra.
S,Mittsl:medio
ensentidoj
amplio,
aplicada
tantoalconocimiento
activo
como
a}
pasivo;en genera}tadolo queactúacamemediadorabstractoentresery cunacer
alude pues tanto al instrumento cama al nzedium.

i. ¿siuns ciasBing -h¿erdas Absaluteu- geradewizder se ¿rielals vartlieser


sentir überüssiger Bemühung. L M

S.Aquítraducimusan undfür sin}:camaeny por si, envezdeeny para si, pues


aunqueloAbsolutoseaparasi, creemos queaquíHegelarma quelo Absalumestá
en ei saberpor si mismoy na por obrade manipulacioneso de instrumentosqne
hubieran de aproximarlü a ncssotros,
mientras él permanecierapasivo.
9.Zubiritraducededuciresaley,Parael textoesinequívecfí:
sieimResultate
abzuziehen;sie no puentereferir a ley, que en alemánes neutro.
10.Zubiritraduce:estecaminotienesignicaciónnegativapara el saberreal.
Aunque el texto es ambiguo,pues dice für es, o sea,para elle, y tanta canciermia
calmo
sabersannautrosenaiemán,m:cabeduda,porel contexto,quesetrata dela
conciencia:esjustamente ella la que pierde en esecaminosu saber.
11.Hegelhacejugar la raíz camúnde las palabrasZweiel(duda),y Várzwei»
¡lung (desesperación),
ya queen ambasseencuentraia raízZtaei(des),paracam-
pararduday ciesesperación.La raízduoseencuentratambiénenla palabraiatina
dubitatia.

12.Einsicht: SegúnDe Negri, éste esel término alemán correspondienteal lati-


no intelligentía.

13. Víailbringen;realizar efectivamente,cumplir.


Notas a 1atraducción í Z Ï55í

14. Vállstánciiglzeit: integridad. Hyppolite traduce sistema completa, peru Hegel


no ha presentarán mdavïa en esta Introducción e} concepto de sistema.

15. Lïm dies begreiich zu machen, kann in allgemeinen zum Vorauz bemerkt
werden, dass die Darstellung des nicht wahrhafïen Bewusstseins in same: Unw-
ahrheit nicht eine blosse negative Bewegnng ist. Eine saltabaeinseitige Ansicht hat
das natürliche Bewusstsein überhaupt van ihr... Iïaïlucimos Ea última ase del
párrafn transcripta: que 2a conciencia natural tiene en ganara! de ese movimienta,
interpretando que la expresión von ¿hr se reere a} Bewegu ng ¿uterina Gaas tradu»
ce: que ¿a conciencia natural tiene de si misma. Pera ¿kr es femenino y conciencia
neutro en alemán,mientras Eewegungesfemenino.Hyppolite traduce: la présem
taiion de la conscáencenon vraíe dans sa non-veria? nïest pas un mouvement senha»
ment négatif, comme elle ¿estsalon la maniére de voir unilatérale de la conscience
natureüe. Es ciecir que, según Hyppnlite, uan ¿hr se reere a1Dmrstellung anterior.

16. Preferimas travziueirtermina en, y no termina con, came (Sans,quien sigue a


Hyppolite, para evitar el equivoco en castellano: Hegei nn dice que el escepticismu =
viene a acabar con la abstracción ¡ie la nada o el vacío, sixm que termina en ella.

17 Für sich selbst: G395 traduce para si misma; prefserimos por sí misma. La
cünciencia es su propio concepto antes de devenirlo para sí.

1B.Einzelnen: Zubiri traduce particular; I-Iyppolite, existencia singular.

19. Masmb: medida, piedra de toque, unidad de nzedida. Seguimos la traduc-


ción de Zubiti: metra. G305:pauta.

20. Das Ansich: objetividad, apuesto a} para am).

21. Verstehen dagegen unter dem Gegenstande 11mals Geganstand: es decir,


entendemos por objeto el objeto mismo en cuanto ta}; este es, en cuanto objeto de un
saber, c) sea como saber.
1SBN978-950-7856256

me mamas
89507 866253

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