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1.

ESTADO DEL ARTE


La tierra es uno de los materiales más antiguos usados en la construcción de edificaciones. La
construcción con tierra tiene miles de años de historia y existe evidencia arqueológica que siguiere
la existencia de ciudades enteramente construidas en tierra. Cuando los españoles empezaron su
conquista del Nuevo Mundo, trajeron consigo el conocimiento de la construcción con adobe y tapia
pisada, fue así como inició la construcción de las principales ciudades capitales del reino de la
Nueva Granada. Con el avance de los siglos, el ladrillo cocido desplazó las técnicas de
construcción con tierra y estos sistemas tradicionales han ido desapareciendo [6].

Se han realizado estudios para este tipo de construcciones enfocadas en dos áreas, la primera
acerca de la capacidad para soportar eventos sísmicos (estudios de vulnerabilidad) y la segunda
en técnicas de rehabilitación y reforzamiento de este tipo de estructuras. Los resultados obtenidos
han permitido proponer metodologías para la evaluación de la vulnerabilidad, además de medidas
de rehabilitación y reforzamiento sísmico. Entre los estudios realizados se presentan los
siguientes:

La Asociación Colombiana de Ingeniería Sísmica (AIS) ha desarrollado estudios experimentales


con el fin de estimar la vulnerabilidad sísmica de las edificaciones construidas con técnicas
tradicionales y así proponer medidas de rehabilitación y reforzamiento sísmico. Estos estudios han
aportado valiosos conocimientos para la adecuada protección del patrimonio arquitectónico y
cultural construido con estos materiales ancestrales, característicos en el territorio nacional [2].

Aguirre Jorge e Irikura Kojiro modelaron las características en cuanto a tamaño y energía de
sismos que podrían esperarse en el futuro a partir de las características de sismos ocurridos,
obteniendo el modelo de fuente sísmica más probable a ocurrir en el futuro [6].

En este estudio Rivera Juan y Muñoz Edgar desarrollaron primero una ficha de caracterización del
adobe como material estructural en cuanto a sus propiedades físicas, químicas y mecánicas,
además de su evaluación sismo-resistente y segundo una guía metodológica para evaluación de
sistemas constructivos estructurales y sismo-resistentes de edificaciones de valor e interés
patrimonial y cultural, particularmente en arquitectura religiosa (capillas y templos doctrineros) [7].

K. Díaz y J. Rios en su investigación buscaron determinar el comportamiento sísmico de


estructuras construidas en tapia pisada sometidas a cargas dinámicas en la base, para así
establecer alternativas viables de refuerzo sismo-resistente desde el punto de vista de seguridad,
economía y facilidad de construcción. Realizaron una caracterización general de las propiedades
físicas y mecánicas de los diferentes materiales empleados, e implementaron 2 alternativas de
rehabilitación en modelos de edificación típica (vivienda) a escala en tapia pisada, sometiendo
estos modelos a ensayos sobre mesa vibratoria, determinando la alternativa de rehabilitación de
mejor comportamiento ante cargas sísmicas. Como conclusión las alternativas de rehabilitación
propuestas conformaron una serie de recomendaciones que tiene por objetivo disminuir el riesgo
sísmico al que están sometidas las edificaciones de tapia pisada [8].

Algunos investigadores han realizado estudios con modelos a escala natural como Yamin Luis y
otros determinaron las principales características y propiedades mecánicas de los elementos
estructurales que conforman las edificaciones en tierra y a partir de esta información se plantearon
medidas de rehabilitación consistentes en el reforzamiento con mallas de acero y pañetes a base
de cal, y reforzamiento con elementos de madera confinantes, realizando ensayos experimentales
en modelos a escala natural y escala 1:5 sometidos a la acción de la mesa vibratoria. Se encontró
que a pesar de la alta vulnerabilidad sísmica de estos sistemas constructivos, el método de
rehabilitación con elementos de madera confinantes representa una alternativa viable y atractiva
para la disminución del riesgo en este tipo de construcciones [9].

Yamin Luis y otros en el artículo “Estudios de vulnerabilidad sísmica, rehabilitación y refuerzo de


casas en adobe y tapia pisada”, los autores proponen una serie de recomendaciones con el fin de
disminuir el riesgo sísmico al que está sometido este tipo de edificaciones y evitar la ocurrencia del
colapso o en lo posible retardarlo para permitir la salida de los ocupantes. Estas recomendaciones
están dirigidas a proteger la vida de los ocupantes más no en la protección de la propiedad ni en la
minimización de los daños. Las medidas de rehabilitación que proponen fueron: disminuir la masa
de las edificaciones, proporcionar en lo posible un diafragma rígido con adecuadas conexiones y
contactos a los muros perimetrales y proporcionar capacidad a la flexión a los muros estructurales
principales de la edificación [5].

Otro estudio con modelo escala natural fue el realizado por Ottazzi Gianfranco y otros en donde se
realizaron ensayos de simulación sísmica en construcciones de adobe a escala natural de
especímenes representativos de viviendas rurales de un piso, aplicando señales de excitación
dinámica con la mesa vibratoria, derivadas de un registro de terremoto en Perú, simulando
movimientos sísmicos de intensidad creciente. La investigación evaluó la influencia de mejoras en
las técnicas constructivas y del empleo de sistemas de refuerzo en el comportamiento sísmico de
las edificaciones de adobe, comprobando que es recomendable mejorar la calidad de los
materiales y de las técnicas de construcción incluyendo sistemas de refuerzo adecuados que
garanticen la seguridad de las viviendas de adobe [10].

Rivero Bolaños Santiago de la Fundación Tierra Viva, en su artículo “El uso masivo de la tierra
como material de construcción en Colombia” expone un panorama de qué se está haciendo en
Colombia para retomar las raíces de prácticas constructivas ancestrales y como la arquitectura de
tierra cada día despierta mayor interés. Además, presenta como la Fundación Tierra Viva está
contribuyendo al desarrollo de esta técnica constructiva en poblaciones de Santander como son
Barichara y Cepitá, y en Antioquía con apoyo de la Gobernación como adelantaron dos proyectos
piloto de vivienda de interés social en tierra cruda, el primer proyecto llamado Casa Viva de 250
viviendas ubicado en Vegachí, y el segundo proyecto fue la urbanización Guillermo Gaviria Correa
conformada por 70 viviendas de tapia pisada ubicado en el municipio de Sonsón [4].

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