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“El CODIGO CIVIL Y COMERCIAL ARGENTINO, desde una perspectiva

crítica en materia de derecho internacional privado”

Autor: KOLASINSKI PABLO GABRIEL.

Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, UNCOMA, sede General Roca, Provincia


de Rio Negro
INTRODUCCION

El presente trabajo ha sido confeccionado a partir de las enriquecedora


experiencia vivenciada en modalidad virtual del seminario "El Derecho Internacional
Privado argentino a cinco años de vigencia del Código Civil y Comercial" organizado por el
Instituto Gioja (UBA) y el CIJS (UNC-CONICET ) cuyo prestigioso panel disertante ha
contribuido magistralmente a la culminación exitosa de una empresa más que elogiable
desde el punto de vista de la académico. Las enseñanzas, el aprendizaje y las citas a las
que asistí todos y cada uno de los viernes entre los meses de octubre a diciembre del
2020 han suscitado un interés personal en la materia que hoy da cause a la intención de
perfeccionar la labor monográfica haciendo mención a precisiones que advertí en el
desarrollo del mismo ,producto de las excelsas exposiciones de los ponentes, así como
de los ávidos debates concertados en consecuencia, coetáneamente al estudio especial y
minucioso de la asignatura derecho internacional privado a los fines de aprobar el
examen final de la materia curricular en la casa de estudios UNCOMA, fadecs, sede
Gral. Roca.1

Particularmente y después de haber incursionado en el estudio de la


asignatura ,con el aporte de la bibliografía especifica conjuntamente con las ponencias
brindadas en el seminario, el objeto de la obra se concretiza en la intención de
explayarme desde una perspectiva analítica en relación a lo que considero los aciertos ,
desaciertos y menciones dignas de traer a colación respecto a la consolidación del texto
de fondo, específicamente atendiendo al tratamiento dispensado al derecho internacional
privado, posibilitando el abordaje critico de los institutos más relevantes aunque lejos de
emprender un estudio exhaustivo que agote en profundidad y minuciosamente las
particularidades de la materia; con la finalidad última de elaborar una apreciación
evaluativa conclusiva fundada y argumentalmente respaldada motivando
paralelamente al lector a tener en consideración las vertidas al momento de elaborar
concienzudamente la propia, respecto del sistema jurídico plasmado a partir del nuevo
Código Civil y Comercial 2015 en el plano internacional privado.

1
KOLASINSKI, Pablo Gabriel, estudiante de la carrera de abogacía en FADECS, sede
General Roca, Provincia de Rio Negro.
Agradecimiento:

La labor ha sido concluida gracias a la posibilidad de acceder al mencionado


seminario en forma gratuita y bajo la modalidad virtual Zoom cuyos organizadores
merecen especial mención por tan altruista y distinguida performance, a quienes
aprovecho también para brindarle mis congratulaciones;
Dirección: Dra. Luciana Scotti (UBA) y Dra. Candela Villegas (UNC – CONICET)
Coordinación: Mariana Antón Pérez (UBA), Leandro Baltar (UBA), Virginia Carletti
(UNC) y Lucía Protti (UNR)
Colaboradores: Martina Klor (UNC), Martín Juez (UNC) y María Belen Villareal
(UNC).

El agradecimiento se hace extensivo a mis profesores de Derecho Internacional


(Publico - Privado) de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, Gral. Roca,
UNCOMA, quienes se dedican con total entrega y excelencia a la noble tarea de
contribuir con la enseñanza de la especialidad: Dr. Iñiguez Marcelo, Dr. Pascuarelli
Jorge, Dra. Serrano Marcela, Dr. García Guillermo.
DESAROLLO

Concepto

Partiendo de la concepción del derecho internacional privado como una


disciplina especial ,científicamente autónoma, orientada al avocamiento regulatorio de
cuestiones que trascienden los límites fronterizos interconectando ordenamientos
jurídicos disimiles, puede conceptualizarse como aquel conjunto sistematizado de
normas, principios y valores, de fuente internacional como de fuente interna, que tiene
por objeto el estudio de las situaciones privadas internacionales (desde ahora SPI)y cuyo
contenido se orienta hacia la determinación de la jurisdicción más próxima, el derecho
aplicable más vinculado y eventualmente la cooperación internacional de primero,
segundo y tercer grado, cuyo fundamento ultimo radica en la idea de pervivencia de los
derechos humanos. Tal definición, trasluce la esquematización general de la
especialidad, evidenciando el ámbito (normas-principios-valores), las fuentes (internas-
internacionales), el objeto (situaciones privadas internacionales), el contenido
( jurisdicción-derecho aplicable-cooperación internacional) y el fundamento (DDHH);
parámetros éstos que prefiguran el punto de partida basal para quienes pretenden
adentrarse en el derecho internacional privado.

Imprecisión Metodológica

Advirtiendo la importancia del respeto por el “orden metodológico” que exige el


entendimiento de toda disciplina y de la que el Derecho Internacional Privado (desde
ahora Dipr) no es una excepción, a poco de inmiscuirnos en la metodología del Código
Civil y Comercial argentino (desde ahora CCC) a saber : libro VI / título IV
“disposiciones de derecho internacional privado”/ 3 capítulos rotulados “disposiciones
generales”- “jurisdicción internacional “ –“parte espacial”( 16 secciones), se evidencia
un grave e insoslayable error de técnica legislativa, al abordar con antelación el
tratamiento de las consideraciones alusivas al “derecho aplicable” por sobre las
relativas a las “jurisdicción” internacional. Si bien dicha critica puede ser refutada en la
prédica de que el CCC no es una obra con fines didácticos, tarea delegada a labor
doctrinaria, y que los códigos de fondo incurren permanentemente en dichas
inconsistencias, no es menos cierto que la mención sobre la perfectibilidad en la
esquematización deje de ser una cuestión digna de mención , reprochable y atendible
por quienes intenten incursionar en el aprendizaje de la especialidad so color de evitar
dificultades en la hilvanacion lógica de la disciplina.

Carácter de “internacionalidad”

En el mismo orden de ideas, pasando revista a otro de los desencuentros con los
que me tope al abordar la bibliografía especializada sobre la materia así como también
las advertí en alguna de las exposiciones del seminario quizás con la intención de los
ponentes en evitar caer en redundancia , es dable hacer especial hincapié en la
aseveración de entender a la disciplina como un ámbito autónomo, que exige una
intelección especifica, orientada a discriminar el elemento extranjero que dota de
internacionalidad al caso fáctico planteado, subsumiéndolo bajo el manto regulatorio
especifico; consecuentemente, la crítica en este sentido , esta direccionada a destacar
incansablemente en el abordaje de todos y cada uno de los institutos especiales de la
disciplina (matrimonio, adopción, filiación entre otros), la fundamentación o
consecuente razonamiento de porqué determinada cuestión tiene carácter internacional o
porqué no lo tiene, y respectivamente ser subsumida dentro de las previsiones del
derecho privado internacional o dentro de las previsiones del derecho privado interno.
Así, como premisa inicial puede aseverarse, que la cuestión será internacional cuando
alguno de los elementos relevantes de la situación fáctica presente vinculación con uno
o varios ordenamientos jurídicos distintos; vgr:. La sucesión será internacional, cuando
el domicilio del causante, los eventuales herederos y/ o los bienes del fallecido se sitúen
en diferentes Estados.

Monismo atemperado
Estrechamente vinculado a la perspectiva didáctica con la que se afronta la
materia, otro de las imperfecciones que amerita especial atención a los fines de evitar
emprender un camino equivocado en la especialidad resulta de la consideración cuasi
indistinta ,metodológicamente hablando, que hacen los autores en cuanto al tratamiento
de las convenciones internacionales vigentes, llegando incluso a abordar el tratamiento
especial de un instituto para desarrollar al final de su explicación, la fuente
convencional pertinente. Adviértase que dicho abordaje no solo puede conducir a un
error de aprendizaje sino de interpretación y aun más grave de aplicación normativa
deficiente, teniendo en cuenta que nuestro ordenamiento jurídico es catalogado como un
sistema monista que otorga preeminencia al derecho internacional por sobre las leyes
de fuente interna conf art 75 inc 22 de la CN destacándose el carácter supralegal de las
convenciones internacionales. De lo dicho, es menester evidenciar hasta el hartazgo ,que
toda obra que pretenda ilustrar el tratamiento del derecho internacional en el ámbito de
aplicación del sistema jurídico argentino, debe infranqueablemente tematizar en forma
primigenia la fuente de base internacional respetando la jerarquía normativa piramidal;
a saber: primero, la CN y los tratados de DDHH expresamente enunciados en el art 75
inc 22, eventualmente , aquellos tratados de DDHH a los que el Congreso les otorgue
jerarquía constitucional procedimiento constitucional mediante al efecto; en segundo
lugar, los demás tratados o convenciones internacionales, los tratados de integración, los
tratados internacionales que una provincia celebre con naciones extranjeras suscitando
el compromiso del Estado Argentino (desde que las provincias no son consideradas
sujetos de derecho internacional público), los concordatos con la Santa Sede y los
tratados de derechos humanos a los que no se les haya expresamente otorgado jerarquía
constitucional; para después, en tercer lugar, proceder a la consideración del derecho de
fuente interna materia / formal.

Calificaciones autónomas

Reconduciendo el análisis crítico hacia la metodología del CCC, el particular


acápite, rotulado “parte especial”, es meritorio de elogio, desde que el puntapié inicial
con el que da curso al articulado, emplea “calificaciones autónomas” precisando los
conceptos de “domicilio”, “residencia habitual” y “simple residencia”. Téngase
presente, el acierto del legislador en su postulado, desde que tales nociones son tenidos
como instrumentos útiles a los fines de determinar los “puntos de proximidad”
(jurisdicción internacional: cuál es el juez más próximo para entender en la SPI) como
los “puntos de conexión” (derecho aplicable”: cuál es el derecho más vinculado para
resolver la SPI), simplificando la tarea del operador jurídico sobre el particular. A modo
ilustrativo, puede verse que el domicilio se caracteriza por el “corpus” (Estado donde el
sujeto reside) y el “animus” (intención de permanencia del sujeto en dicho Estado); la
residencia habitual por el “corpus” (Estado donde el sujeto reside) y el elemento factico
(Estado donde el sujeto entabla vínculos duraderos, circulo de vida) sin el elemento
subjetivo del “animus” (o sea, sin intención de permanecer); mientras que la residencia
simple es el lugar donde el sujeto habita sin la verificación de los parámetros
antedichos.

Clausula de excepción

En la misma senda y atinadamente, no es posible dejar de mencionar el


enunciado asertivo con fundamento en la “flexibilidad” del sistema, que plasma la
“clausula de excepción” (art 2597 CCC) en la hipótesis en que el derecho aplicable
designado por la norma de conflicto guarde poca vinculación con la SPI planteada,
brindando la posibilidad de que a pedido de parte, el juez pueda adecuar dicha
circunstancia fáctica con un derecho más vinculado sobre el cual resulte válidamente
consolidada. El ejemplo por excelencia, que admite romper con la rigidez de los puntos
de conexión prefigurados, lo cita el Dr Iñiguez cuando plantea la hipotética situación en
la que un matrimonio es celebrado en el extranjero (ej Suecia) constituyendo el primer
domicilio conyugal, para inmediatamente trasladar la convivencia conyugal a la
República Argentina, donde los cónyuges después de transcurridos 20 años de
matrimonio deciden desvincularse mediante el divorcio ante un juez argentino, por lo
que en relación a los efectos patrimoniales del matrimonio, un estricto apego exegeta a
la ley argentina, sindicaría como derecho aplicable el Sueco (primer domicilio conyugal
conf art 2625 CCC 2ª parrafo), no obstante surgir evidente del sustrato factico la poca
vinculación del matrimonio con ese derecho y la estrecha vinculación con el argentino.
Armonización y dialogo de fuentes

Otra de las apreciaciones que repercuten a mi criterio de manera positiva se


reduce a la intencionalidad del legislador argentino de procurar afianzar la
armonización entre la fuente internacional vigente y los “nuevos” postulados vertidos en
el código de fondo, a través de la concertación del “dialogo de fuentes”; se deja ver en
tal sentido, a medida que se avanza en el estudio de la materia, no solo la incorporación
al código de las previsiones vigentes de fuente internacional (principalmente CIDIP’s )
sino su aggiornamiento, acondicionando a los tiempos que corren las
conceptualizaciones vetustas de antaño (véase a modo de ejemplo las disposiciones de
los tratados de Montevideo 1889-1940, en materia matrimonial sobre las previsiones
respecto de la indeterminación del domicilio conyugal, la posibilidad de la mujer
abandonada de conservar el domicilio conyugal, etc, en materia filiatoria la distinción
entre hijos matrimoniales y extramatrimoniales, entre otras ). Sin pretender hacer un
análisis exhaustivo, entre las que considero dignas de mención por su grado de
importancia se hallan, la inserción de las previsiones orientadas a la cooperación
administrativa/judicial internacional amplia en materia civil-comercial-laboral, las
relativas a la asistencia procesal internacional de donde se destacan las comunicaciones
directas ,las relativas a la cooperación jurídica internacional de segundo grado relativas
al diligenciamiento de medidas cautelares, (sin dejar de advertir el fuerte
cuestionamiento doctrinario que considera dicha previsión como un avance indebido
atentatorio del sistema federal, desde que las consideraciones vertidas parecen
inmiscuirse en materia procesal local-provincial, al ordenar la forma en que deben
concretarse actuaciones internacionales entre los jueces), la adopción expresa de la
teoría del uso jurídico (art 2595 inc A) en consonancia con las prescripciones de la
CIDIP II pertinente (Convención Interamericana sobre Normas Generales de Dipr),
exhortando a los magistrados a resolver las SPI aplicando el derecho extranjero
conforme lo haría el juez de dicho derecho que resulte aplicable, es decir, imitando su
eventual sentencia; admitiendo correlativamente la adhesión al instituto del “reenvio”,
desde la conceptualización de la teoría de la referencia máxima del maestro
Goldschmidt2, persistiendo insistentemente en la búsqueda del derecho aplicable a la
SPI hasta lograr que alguna norma de conflicto de un Estado extranjero admita el

2
DR IÑIGUEZ ,Marcelo Daniel, “Curso de Derecho Internacional Privado” cap. 1ero:
introducción.objeto.concepto. pp 337
ingreso para la aplicación de su derecho material interno sobre la base del cual se ha de
resolver la cuestión disputada. La positivización en materia de jurisdicción directa
alusiva al foro de necesidad, consagrando el avocamiento jurisdiccional con fundamento
en la evitación de denegación de justicia, de los jueces argentinos que resultando
internacionalmente incompetentes, observen: la existencia de derechos fundamentales
en juego, el debido contacto del caso con el ordenamiento jurídico argentino, la
imposibilidad/dificultad grave del reclamante de acceder a los estrados que resulten con
competencia internacional , el respeto por las garantías del debido proceso y finalmente
atiendan a la conveniencia de emitir una sentencia eficaz; entre otras.

Método de Reconocimiento

En la misma senda, aunque digna de mención distinguida, es el acierto del


legislador en la incorporación del “método de reconocimiento”, como una via legal
simplificada tendiente a admitir la procedencia de actos/situaciones validas,
formalmente consagradas en el extranjero, permitiendo su incorporación efectiva en
nuestro derecho, eludiendo las exigencias formales del exequátur aunque sometiéndose
a un análisis de compatibilidad con el orden publico internacional , procurando la
ultraactividad tuitiva de dichas manifestaciones foráneas dada la importancia y
sensibilidad de la materia tematizada; asi dicho método se refleja en materia filiatoria
(art 2634) y de medidas protectorias de NNA (art 2640 seg parrafo).

Parte especial

En correlación con lo antedicho, la armonización entre la fuente convencional y


la interna internacional que plasma el CCC, se hace presente en materias de
trascendental importancia como la alimentaria, la filiatoria, la de restitución
internacional de NNA, la contractual, y la de responsabilidad extracontractual. En la
primera de ellas, el CCC en sus art 2629-2630 respectivamente, consagra a los fines de
fijar tanto la jurisdicción como el derecho aplicable, la tripartición distintiva y necesaria
entre la cuestión alimentaria derivada de una relación parental, o de una relación
matrimonial /convivencial, o aquella derivada de un acuerdo alimentario previo,
previsiones estas que no habían sido fijadas por el viejo Código Civil de Vélez, pero que

guardan consonancia con las prescripciones de la CIDIP IV s/obligaciones alimentarias .


En materia filiatoria innova el CCC respecto de los Tratados de Montevideo aplicables
fijando los “punto de proximidad” domiciliares de los sujetos involucrados a los fines
de determinar la jurisdicción en relación a un emplazamiento/impugnación/ acto de
reconocimiento de un vinculo filiatorio , dispensando coetáneamente ,pero ya en
materia de derecho aplicable, “puntos de conexión” domiciliares y con cortes
temporales “al momento del nacimiento” de la persona en cuestión o “al momento del
otorgamiento del acto de reconocimiento”; lo particular en este apartado es la
consagración de lo que doctrinariamente se conoce como “norma indirecta
materialmente direccionada”, la cual exhorta a seleccionar entre la variedad de los
derechos que eventualmente resulte aplicable, aquel que sea más beneficioso para los
intereses del “hijo”, haciendo la advertencia de que si bien el compendio prevé esta
solución sòlo en su art 2632 la doctrina también lo hace extensible al caso del acto de
reconocimiento (art 2633).

Continuando el desglose discrecional sobre la parte especial del CCC en la


cuestión relativa a restitución internacional de NNA, manteniendo la coherencia con las
convenciones internacionalmente imperantes, en este caso la CIDIP IV s/restitución
internacional de menores y la Convención de la Haya s/aspectos civiles de la
sustracción internacional de menores , el CCC se encarga de singularizar la actuación
judicial en la previsión de 6 deberes de suma importancia en relación a la cuestión
aludida, así, exhorta la aplicación de los pactos internacionales vigentes, en defecto de
aplicación, exige la necesaria adecuación al caso de restitución a los principios
devengados de las convenciones vigentes; seguidamente compele al juez a fomentar el
cumplimiento voluntario de las medidas dispuestas por el juez requirente, así como a
supervisar el regreso en condiciones por el juez requerido, pudiendo a tales fines
emplear las comunicaciones directas previstas como mecanismo de asistencia procesal
internacional como habilitándolo a bregar por los intereses del menor del que se ha
anoticiado ingresará al país en circunstancias de ser objeto de requerimiento por
restitución, adoptando medidas anticipadas protectorias de los bienes e intereses del
NNA.
Específicamente en materia contractual consecuente con la idea de dar
preeminencia a la autonomía de la voluntad en cuestiones disponibles/internacionales/y
exclusivamente patrimoniales y en paralela coherencia con la Convención sobre compra
y venta internacional de mercaderías , tanto en materia de jurisdicción como derecho
aplicable hace notar la subsidiaridad de las previsiones normativas positivizadas,
dispensando un amplio espectro para la autonomía de la voluntad sea en la elección de
foro, como en la elección respectiva del derecho aplicable, limitándose el legislador a
predeterminar pautas precisas que circunscriben dicha autonomía, por lo que bien puede
vislumbrarse la intención atemperada en este acápite ha sido el de afianzar una
autonomía de la voluntad “reglada” ; en tal sentido, aludiendo a la jurisdicción se hace
mención a la posibilidad de que las partes puedan fijar el juez que va a entender en la
cuestión contractual suscitada siempre que la prorroga no esté expresamente prohibida
por ley (ej materia de consumo) o se trate de una jurisdicción exclusiva; debe versar
sobre materia internacional, es decir que vincule a dos o más ordenamientos jurídicos
diferentes; y tratarse de materia exclusivamente patrimonial, es decir , disponible por
voluntad de partes. Ante tales recaudos, es posible que las partes en forma expresa
(acuerdo escrito) o tacita (en el ámbito procesal, inicio de demanda sin oponer
excepción de incompetencia) puedan eventualmente prorrogar la jurisdicción por
voluntad conjunta común. Aclarando finalmente, la importancia superlativa de
considerar a dicho juez designado con jurisdicción “exclusiva”. (remito a la lectura del
art 2650 y siguientes). Concretamente en materia de derecho aplicable, las pautas a la
autonomía de la voluntad a mas de las antedichas (materia
disponible/internacional/patrimonial), hace mención de la posibilidad del ejercicio de la
autonomía de la voluntad conflictual (elección del derecho aplicable o de los derechos
aplicables vgr: dépeçage) o de la autonomía de la voluntad material (las partes
determinan la sustancialidad), así como de la posibilidad de traer a colación los
principios, reglas o directrices de las practicas, usos y costumbre internacionales (lex
mercatoria, soft law, principios de Uncitral, etc) para concluir restringiendo la mentada
potestad conjunta de las partes con las limitaciones y respeto propios del orden publico
internacional, las normas de policía argentinas o de los estados que tengan
vinculaciones preponderantes con el caso y el fraude a la ley, reiterando la prohibición
coincidente en materia de jurisdicción, imposibilitando a las partes de una relación de
consumo, seleccionar el derecho que va a regularlas .Puntualmente y en correlato con
esta ultima limitación, ciñendo la atención a la materia consumeril, es dable advertir la
critica que ha sido evidenciada agudamente por el panel disertante sobre el particular y
respecto de la cual coincido argumentalmente, sosteniendo que, si la finalidad tuitiva
que tienen las previsiones normativas al respecto tienden a equilibrar la relación
asimétrica entre proveedor y consumidor , la consagración de una norma indirecta
materialmente direccionada ha sido un olvido o cuanto menos una desatención del
legislador al omitirla, atento a que no advierto qué mejor manera de proteger al
consumidor, que otorgándole la posibilidad de que ,ante una relación de consumo
internacional, se posibilite al magistrado que entienda en la cuestión, aplicar aquel
derecho que resulte más beneficioso a los intereses de este ultimo.

Ultimando con las apreciaciones que singularmente han sido de consideración


discrecional , la especialidad relativa a responsabilidad por acto ilícito adquiere
particular interés desde que a mas de compatibilizar armónicamente con las
convenciones internacionales vigentes, innova en relación a la dicotomía entre el lugar
del “hecho generador” del daño y el lugar donde se producen las “consecuencias
directas” del daño acaecido; consecuentemente, posibilita que ante un supuesto
especifico de daño derivado de un hecho ilícito que no tenga fuente contractual, el
accionante tenga a su disposición no sólo la jurisdicción del lugar donde se produce el
hecho generador, sino también donde se han producido las consecuencias disvaliosas
directas (entiéndase aquellas consecuencias que se originan segun el curso normal y
ordinario de los acontecimientos, sin estar conectadas con otro hecho) y el domicilio del
demandado. En lo relativo al derecho aplicable, fija como punto de conexión el lugar
donde se produce el daño directo, salvo que el “domicilio común” de las partes al
momento del hecho, este ubicado en un estado distinto al de donde se produce el ilícito,
por lo que la cuestión se va a regular por aquel derecho excepcionalmente. Sobre el
distingo su importancia, resultan ilustrativas los antecedentes consagrados en:
“Ñandubaysal S.A. y otros c. Botnia S.A. y otra – acción tutela preventiva de daños”
año 2010. 
CONCLUSION:

Habiendo desglosado discrecionalmente y desde una perspectiva netamente


subjetiva el abordaje del presente trabajo, tal como lo exige una labor monográfica y
consciente de verter apreciaciones valorativas/criticas que no dejan de estar imbuidas
de parcialidad y ser a su vez objetables argumentalmente, lejos de pretender lograr un
convencimiento o correlato univoco de lo aquí expresado, el ámbito de libre
consideración consignada sumado a la comprensión y el entendimiento de la
operatividad del sistema internacionalista logrado a través de la aprehensión del
contenido necesario y especifico del derecho internacional privado, hizo posible advertir
que, como toda obra, el CCC es susceptible de elogios, reprimendas y críticas
constructivas orientadas hacia la perfectibilidad del sistema, no obstante lo cual, nunca
debe perderse de vista la naturaleza “instrumental” del derecho como herramienta de
transformación social, lo cual nos lleva al razonamiento consecuente de afirmar que la
perfección de una obra no se halla en su texto sino en su operatividad. De donde se
deduce correspectivamente otra de las apreciaciones advertidas, consistente en la
prédica de que la guía que da sustento a todo el andamiaje internacionalista (como
también interno) radica en la pervivencia de los derechos humanos, es decir, pese a las
particularidades que los diferentes países puedan reivindicar como propio y
diferenciado, tanto en el ámbito político, social, económico como jurídico, la persistente
e incesante necesidad de consolidar, proteger, ampliar y bregar por un núcleo mínimo
de valores, preceptos y prerrogativas comunes y compartidas se deja evidenciar
notablemente a modo de hilo conductor uniforme fundante de todas y cada una de las
instituciones pergeñadas en las relaciones internacionales ,pudiendo aseverarse que el “
ius cogens” perfila una necesaria redefinición del concepto de “soberanía” estatal, a
mas de exhortar a los operadores jurídicos a actuar en consecuencia, proactivamente,
moldeando las instituciones en pos de la consagración de predicados como el acceso a la
justicia, la tutela judicial efectiva, las garantías del debido proceso, la igualdad de trato,
entre otros. Téngase presente que dicho paradigma presupone una necesaria adecuación
y operatividad de la normativa interna conforme a los compromisos convencionales
asumidos, dada la preeminencia del derecho de fuente internacional por sobre las
normas del derecho interno, por lo que el control de constitucionalidad judicial, difuso,
in concreto y con efectos inter partes debe ser complementado con el análisis de
convencionalidad, evidenciando ,verbigracia, que instituciones como el “arraigo” son
resabio del capricho procesalista de antaño pese a que aun se sigue exigiendo como
requisito de procedencia formal por algunos tribunales jurisdiccionales. Todo lo cual,
conduce a la constante y persistente consideración final digna de ser reiterada hasta el
hartazgo, de que las normas jurídicas y el ordenamiento jurídico todo, constituyen
siempre una herramienta o medio cuyo empleo debe estar al servicio tuitivo de los
DDHH, no solo y particularmente en el ámbito interno sino también en el
internacional…la virtud del operador jurídico está en advertirlo!
Bibliografia :

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BOGGIANO, Antonio “Curso de Derecho Internacional Privado”. Abeledo Perrot , 2da


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BARBOZA Julio. “Derecho Internacional Publico”; segunda edición. Buenos Aires.


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DEPARTAMENTO DE PUBLICACIONES- FACULTAD DE DERECHO.UBA. “Revista Juridica


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