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El caso, por ejemplo, de un fenómeno de anexión entre Estados que altera las fronteras
estatales; donde un inmueble situado en el territorio del Estado predecesor, y propiedad de un
nacional de dicho Estado, puede quedar, en virtud de tal fenómeno, dentro de la soberanía
territorial de otro Estado. En este caso, como consecuencia de este fenómeno, situaciones
originalmente Internas pasan a convertirse en relaciones jurídicas internacionales .
De conformidad con todo lo anteriormente señalado, el objeto del Derecho Internacional
Privado quedaría configurado por la relación Juridico-privada Internacional, o caso jus
privatista con elementos extranjeros relevantes como lo denomina Goldschmidt.'2*
reglamentada de acuerdo con dichos elementos. Esto significa que el Derecho Internacional
Privado tendría por misión la configuración de una reglamentación respetuosa del carácter
extranjero de los elementos presentes en la relación Jurídica a regular. Inspirándose el mismo en
la particularidad de dichos elementos.
Es importante destacar que frente a una relación privada Internacional caben diversas
actitudes:
1) De desconocimiento del elemento extranjero, el cual puede revestir dos formas: hostilidad
o Indiferencia hacia el elemento extranjero: es decir, rechazo por un lado o asimilación
completa a las relaciones nacionales por el otro.
2) De reconocimiento del elemento extranjero, ya sea estableciendo dos Derechos, uno para
casos nacionales y otro para casos con elementos extranjeros: o aplicando siempre el Derecho
del país al cual se halle más vinculado el supuesto con los elementos extranjeros a regular.
Consideramos que el Derecho Internacional Privado debe mantener en todo momento una
actitud de reconocimiento y respeto al elemento extranjero, estableciendo una normatividad
adecuada a la naturaleza Internacional de la relación jurídica a regular: de lo contrario, se estaría
negando a si mismo, ya que este es su razón de ser y causa fundamenta] de su existencia.
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normativistas. en especial desde las obras de PUlet y de Bartln. Como nos lo señalan los autores
Fernández Rozas y Sánchez Lorenzo,25 para el profesor Plllet el objeto principal del Derecho
Internacional Privado era la solución del conflicto de leyes; las cuestiones relativas a los conflictos eran,
en su opinión, las mas numerosas y las que servían de alimento a nuestra disciplina, por lo que por sí
solas constituían su objeto. A partir de esta concepción, adoptada por diferentes ordenamientos
jurídicos, entre ellos el francés y el español, al Derecho Internacional Privado se le asignaba un triple
objeto: la solución de los conflictos de leyes, la solución de los conflictos de jurisdicción, la nacionalidad
y la condición de los extranjeros.
Hoy en día, la tendencia moderna hace una importante diferenciación entre el objeto del Derecho
Internacional Privado y el contenido del mismo. De esta forma, mientras el objeto de nuestra disciplina
estaría configurado por la relación privada internacional, la cual encuentra su regulación en el marco de
nuestro ordenamiento, su contenido, en cambio, estaría conformado por las materias que integran su
temática. Existen, al respecto, tres concepciones tradicionales: la concepción estricta, la concepción
Intermedia y la concepción amplia.
Según este criterio, sostenido principalmente por la doctrina alemana, el Derecho Internacional Privado
debe limitarse al estudio y solución de los conflictos de leyes. Este encuentra su fundamento en la
norma de conflicto, considerada como pilar de nuestra disciplina. Por consiguiente, esta concepción
excluye del contenido del Derecho Internacional Privado a los conflictos de Jurisdicción, a la
nacionalidad y a la condición Jurídica de los extranjeros.
Los Internacionalistas que abogan por esta tesis piensan que las disposiciones legales sobre estas dos
últimas materias no pueden provocar conflictos de competencia legislativa o conflicto de leyes respecto
del Estado que los ha sancionado, porque cada país establece soberanamente quiénes son sus
nacionales y qué derechos otorgan al extranjero. Así elaborada, esta concepción se presenta hoy como
insuficiente en la medida que:
1} Cada día cobra mayor fuerza la tendencia mayoritaria actual que sostiene que el Derecho
Internacional Privado no se agota en el conflicto de leyes; suponer lo contrario es tener una visión
incompleta de nuestra disciplina.
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2.2. La concepción Intermedia
De acuerdo con este criterio, sostenido por la doctrina anglosajona, principalmente por
Inglaterra y Estados Unidos, el contenido del Derecho Internacional Privado abarcaría
los conflictos de leyes y los conflictos de jurisdicción, constituyendo estos últimos el
conjunto de problemas de derecho judicial privado en materia Internacional y más
precisamente de competencia judicial. Asi, por ejemplo, el domicilio de un extranjero
en el Perú resulta suficiente para dar competencia a los tribunales peruanos —Código
Civil Peruano, libro X. art. 2058 —. En el caso específico de la doctrina anglosajona, el
conunon law, la circunstancia de que el juez cree derecho y no se limite tan solo a
aplicarlo obliga a estudiar, Junto con los problemas de la ley aplicable que mantienen
su carácter protagónico. aquellos problemas relativos al conflicto de Jurisdicciones, el
cual se presenta como un presupuesto previo en !a resolución de las controversias
privadas internacionales, en la medida que el problema de la ley aplicable no será
resuelto por el Juez sino luego de determinar su propia competencia.
Los defensores de la concepción estricta le han objetado a esta concepción
Intermedia que los conflictos de jurisdicción no son más que conflictos de leyes de
carácter procesal, con lo cual el contenido del Derecho Internacional Privado quedaría
reducido al conflicto de leyes. Sin embargo, hay fondados motivos para concederle a
cada uno de estos tipos de conflicto un lugar diferente dentro de nuestra disciplina.
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1. De la condición jurídica de los extranjeros, en el artículo 2046 de las
disposiciones generales; al establecer como regla general la Igualdad de peruanos
y extranjeros en goce de los derechos civiles —campo del goce de derechos—.
2. De la competencia jurisdiccional o conllictos de Jurisdicción en el título II. y del
reconocimiento y ejecución de sentencias extranjeras en el título IV —campo de
la sanción de los derechos—.
3. Del conflicto de leyes; vale decir, de la ley aplicable en el título III — del
ejercicio de los derechos—.
2.3.1. La nacionalidad
De acuerdo con la concepción amplia, a esta materia se la considera como parte del
contenido del Derecho Internacional Privado, en función de la importancia que muchas
legislaciones le conceden a la ley nacional como factor de conexión y también por ser
un modo importante de situar a las personas en las relaciones internacionales. Así, por
ejemplo, la nacionalidad es el factor de conexión adoptado por diferentes legislaciones
—España entre ellas— para la solución de los problemas relativos al estado y
capacidad de las personas.
Batiffol26 justifica la inclusión formal de la nacionalidad dentro del contenido del
Derecho Internacional Privado dada su estrecha vinculación con la condición de
extrar\Jero. Ahora bien; la existencia de una condición de extranjero en un Estado
determinado significa que el extranjero goza de derechos civiles, pero no de todos los
que goza un nacional de dicho Estado; de allí la necesidad de dejar establecido en
forma previa el carácter de nacional o de extranjero de un sujeto que reclama el ejerci-
cio de algún derecho.
La razón fundamental por la cual se incluye esta materia dentro del contenido de
nuestra disciplina obedece a la necesidad de determinar en forma previa la calidad de
nacional o extranjero de los sujetos Involucrados como factor condicionante del goce
de ciertos derechos reconocidos a estos por la ley del foro. En efecto, para decidir si un
extranjero puede ejercer un derecho es preciso determinar primero si este realmente
goza tal derecho. Asi, por ejemplo, si en un país cualquiera los extranjeros carecieran
de status y no se les concedieran derechos civiles, resultaría vana la preocupación sobre
la eventual aplicación de leyes de otro Estado. La privación se fundamenta única y
exclusivamente en la condición de extranjería de la persona en cuestión. De esta
manera, la Constitución
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Peruana de 1993, aun cuando establece en la primera parte del articulo 71 la igualdad de derechos entre peruanos
y extranjeros con relación a la propiedad, en la segunda parte del mismo articulo establece la prohibición para ios
extranjeros de adquirir o poseer, por título alguno, minas, tierras, bosques, aguas, combustibles o fuentes de
energía —directa o indirectamente— dentro de cincuenta kilómetros de las fronteras, salvo caso de necesidad
pública expresamente declarada por decreto supremo aprobado por el Consejo de Ministros. En consecuencia,
resulta de sumo interés para el Derecho Internacional Privado saber si un extranjero es apto para gozar de los
mismo derechos que un nacional. Además, ocurre frecuentemente que la cuestión de condición de extranjero se
presenta muy vinculada a la cuestión de conflicto de leyes. Asi. por ejemplo, cuando un extranjero pretende
ejercer un derecho en un determinado país, muchas veces no solo hace falta determinar cuál es la ley llamada a
regular el ejercicio de tal derecho, sino también determinar si este es apto para gozar del mismo; si nos remitimos
a nuestro ejemplo anterior, comprobaremos fácilmente esta necesidad.
En efecto, el conflicto de leyes resuelve solo el problema del ejercicio de los derechos; sin embargo, antes de
ejercitar un derecho es preciso saber si efectivamente se goza del mismo, ya que dentro de un Estado los únicos
que gozan de la plenitud de los derechos civiles y políticos son los nacionales. Asimismo, en la generalidad de los
casos, ser nacional de un país Implica ser extranjero en otros países. Vista la pluralidad de países y la diversidad
de nacionalidades de las personas involucradas en las relaciones de tráfico externo, el estatuto de los extranjeros
está íntimamente ligado a la solución de los problemas que trata el Derecho Internacional Privado.
Son la materia central del Derecho Internacional Privado. Suponen un procedimiento indirecto de determinación
del Derecho aplicable a una relación privada internacional, que consiste en la designación de la ley competente
para regir el asunto en cuestión a través del empleo de las normas de conflicto, también denominadas normas
formales. Indirectas o de atribución en la medida que no resuelven directamente el asunto a regular, sino que
cumplen su función señalando la ley material, sustantiva o de fondo que va a reglamentar dicho supuesto. Así, por
ejemplo, las normas de conflicto peruanas, contenidas en el libro de Derecho Internacional Privado, libro X, titulo
III, del Código Civil Peruano, establecen que el estado y la capacidad de la persona natural se rigen por la ley de
su domicilio (art. 2070); que la constitución, contenido y extinción de los derechos reales sobre bienes corporales
se rigen por la ley de situación al momento de constituirse el derecho real (art. 2088); que la forma de los actos
Jurídicos se rige por la ley del lugar en que se otorgan o por la ley que regula la relación jurídica objeto del acto
(art 2094).
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Este sistema, cuyo nombre ha sido ampliamente cuestionado, es tradicionalmente conocido como conflicto de
leyes, debido a la función que le corresponde desempeñar: determinar el campo de aplicación de las diferentes
leyes a las que aparece vinculada determinada relación privada internacional. De esta manera, si una persona
domiciliada en el Perú compra en Venezuela un inmueble situado en Colombia, su capacidad de contratar será
regida por la ley peruana: la forma del contrato, por la ley venezolana; y la transferencia de la propiedad, por la
ley colombiana. No tenemos en presencia ninguna regla material o sustancial* sino solamente la simple
designación de la ley competente para regir el asunto en cuestión.
Este sistema, adoptado por el Derecho Internacional Privado desde hace varios siglos, ha venido reglamentando
las relaciones privadas internacionales; por ello, su estudio constituye la materia esencial del Derecho
Internacional Privado.
Como lo mencionamos anteriormente, ambas materias pertenecen al campo de la sanción de los derechos, y el
interés de incluirlas radicaría fundamentalmente:
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El primer argumento, esgrimido por Henri Batíffol. habría servido como base a la doctrina francesa
para la formulación de la concepción amplia sobre el contenido del Derecho Internacional Privado.
Según este argumento, la concepción amplia encontraría sustento en la necesidad de dar una respuesta
de conjunto a la situación jurídica del individuo en las relaciones privadas internacionales; es decir, en
la necesidad de que el objeto del Derecho Internacional Privado sea abordado de manera completa,
agotando las materias.
De este modo, si se excluyeran del estudio del Derecho Internacional Privado materia] la nacionalidad
y la condición de extranjero, las relaciones privadas internacionales recibirían un tratamiento
incompleto.
La respuesta de conjunto, como lo señalan los autores Fernández Rozas y Sánchez Lorenzo.18 se
esgrime sobre la base de una concepción de la realidad Jurídica que forzosamente obliga a toda
disciplina a triplicar su perspectiva y extenderla a sujeto-derecho-sanción, donde la nacionalidad y la
condición de extranjero se encuadrarían en el ámbito de los sujetos (quiénes tienen el goce de los
derechos): los conflictos de leyes, en el ámbito del ejercicio de los derechos-, y los conflictos de
jurisdicción, en el ámbito de la sanción de los derechos.
Efectivamente, como lo enfatizan Fernández Rozas y Sánchez Lorenzo,29 desde la perspectiva del
objeto del Derecho Internacional Privado, que no es otro que la relación privada internacional es
indudable que el factor de internacionalidad incide en todas las materias que tradicionalmente han
conformado nuestra disciplina. Esto revela, según los Internacionalistas, un núcleo común indiscutible
entre todos estos sectores, el cual se evidencia si proyectamos en este ámbito la doctrina de los
intereses del Estado, ya que dichos intereses Inciden con la misma fuerza en los todos los sectores
indicados. Así, por ejemplo, atendiendo a los movimientos migratorios internacionales, el empleo por
las normas de conflicto del domicilio como factor de conexión. !a utilización de ius soli en materia de
nacionalidad, el establecimiento de determinados foros de competencia, o la dación de una norma de
extranjería que consagre el principio de la igualdad entre nacionales y extranjeros, son elementos que
presentan una correspondencia directa en Estados con una política de atracción de extranjeros.
2} La condición de extranjero, que ha sido considerada como presupuesto de existencia de los derechos
que predetermina de antemano las soluciones del Derecho Internacional Privado, en los tiempos
actuales ha visto disminuida su importancia cuantitativa por la progresiva asimilación del extranjero al
nacional. Esto habría determinado la reducción de las situaciones diferenciales entre nacionales y
extranjeros a campos como el acceso a la propiedad inmobiliaria, a determinadas profesiones o
actividades mercantiles y al régimen de las relaciones laborales. Por todo ello, actualmente este sector
solo incidiría de forma limitada en las relaciones privadas internacionales, haciendo innecesaria su
consideración como una materia autónoma del Derecho Internacional Privado. En consecuencia, según
esta posición bastaría un estudio particularizado de las instituciones concretas de esta disciplina a la
hora de estudiar alguna situación privada Internacional en la que pueda existir algún límite impuesto
por la condición de extranjero de alguna de las partes.
2.4. Una nueva concepción sobre el contenido del Derecho Internacional Privado. Inclusión del
Derecho Uniforme
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en la XV Conferencia de Octubre de 1984, que aprobara dicha Convención— que
defienden la inclusión del Derecho uniforme dentro del contenido de nuestra disciplina.
De este modo, este jurista llega a manifestar expresamente que hoy en día el Derecho
Internacional Privado no se limita a las reglas de conflicto, sino que por el contrario
comprende todos los métodos a través de los cuales es posible reglamentar las relaciones
jurídico-priva-das internacionales.31 En la misma línea se ubica el pensamiento del Ins-
tituto de Derecho Internacional, el cual en su sesión del ano 1981. al adoptar una
resolución sobre el campo de aplicación de las reglas de conflicto y de Derecho
material previstas por los tratados, admitió que la norma material Interesa y es ya
objeto de estudio del Derecho Internacional Privado.
Por todo ello, concordamos con el internacionalista uruguayo Tellechea Bergman
cuando plantea32 que si bien debemos reconocer que el Derecho Internacional nace y
alcanza su madurez y perfil propio al derredor de la regulación conflictualista. también
debemos estar conscientes de que la norma material reguladora del tráfico privado
internacional plantea cuestiones cuya cabal respuesta requiere el aporte del Derecho In-
ternacional Privado.
Así, por ejemplo, el aporte de nuestra disciplina resulta fundamental en la
determinación del alcance extensivo de la norma material de fuente nacional o
convencional —es decir, cuándo y en qué casos se ha de aplicar y su armonización con
el resto de las normas reguladoras del comercio internacional—, así como en la
interpretación de las disposiciones convencionales directas: efectivamente, es sencillo
comprobar cómo de la misma forma que se producen con frecuencia situaciones de
eventuales discrepancias interpretativas en diferentes tribunales nacionales con relación
a una misma norma indirecta, también se dan en torno a las normas materiales. De esta
manera, frente a una norma material como es el artículo 31 de la Convención de
Ginebra de 1930 sobre Letras de Cambio, que en caso de falta de indicación de por
cuenta de quién es dado el aval reputa que lo es por el librador, los tribunales franceses
interpretan que dicha presunción es iwis tantum y los alemanes que es íurís et de jure.
En opinión de Lagarde,33 las interpretaciones divergentes de una ley uniforme darían
lugar a un conflicto de leyes.
Resulta pues conforme con las actuales tendencias doctrinales y con el Derecho
positivo la inclusión, dentro del contenido del Derecho Internacional Privado, del
estudio de los aspectos relativos al funcionamiento y aplicación de las normas
materiales reguladoras de las relaciones jurídicas privadas internacionales. La
codificación de materias de Derecho Privado llevada a cabo por las convenciones
internacionales son hoy una realidad, un fenómeno característico de nuestra época. Por
ello, corresponde a las exigencias del desarrollo del derecho que toda disposición
convencional en materia de Derecho Privado, ya sea una norma de conflicto o una
norma material, sea Incorporada en el Derecho Internacional Privado.
3. Conclusiones
2o De este modo, el objeto del Derecho Internacional Privado estaría constituido por la
relación privada Internacional o situación de tráfico externo cuyos elementos no
se localizan en un solo ordenamiento jurídico y por tanto rebasan las fronteras
estatales. Por consiguiente, las normas de Derecho Internacional Privado estarían
llamadas a resolver los múltiples problemas jurídicos que nacen de las relaciones
Jurídicas entre personas privadas cuando estas presentan elementos
internacionales. Estos factores de extranjería son inherentes, por ejemplo, a las
relaciones entre personas que se encuentran separadas por una frontera; también
son propios de los supuestos en los cuales un sujeto posee bienes en el extranjero,
o cuando este mismo sujeto comercializa sus bienes fuera del país. Por el
contrario, en ausencia de todo elemento extranjero, serán las reglas de Derecho
Privado interno, incorporadas o no en los códigos civiles nacionales, las que
resuelvan los problemas de orden Jurídico provenientes de las relaciones privadas
internas.
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En tal contexto, la función del Derecho Internacional Privado consistiría en proporcionar seguridad
Jurídica a las relaciones de tráfico extemo, a través de soluciones que racionalicen y garanticen su
continuidad en el espacio, brindando de esta forma una solución adecuada al caso concreto. Será
preciso entonces recurrir al Derecho Internacional Privado cada vez que una relación jurídica traspase,
en razón de sus elementos de extranjería, los límites del Derecho Privado de un solo Estado.
4o Ahora bien: la relación privada internacional objeto de nuestra disciplina, aun cuando se caracteriza
por la presencia relevante del elemento extranjero, no siempre cuenta con el mismo grado de
internacionalidad: los elementos de extranjería pueden existir en diferente proporción y pueden
aparecer en diferentes momentos de la vida de la relación jurídica. Este fenómeno da origen a
diferentes clases de relaciones Jurídicas internacionales: sin embargo, las que atañen al Derecho
Internacional Privado están caracterizadas todas ellas por un factor común: su carácter privado, el cual
les viene dado por el interés particular comprometido en cada una de ellas.
6o De acuerdo con las dos concepciones tradicionales más difundidas acerca del contenido del Derecho
Internacional Privado, la concepción intermedia y la concepción amplia, podríamos hablar de la exis-
tencia de dos tipos de contenido de nuestra disciplina: lato sensu y sí rícío sensu.
a) El contenido strícto sensu parte de un punto de vista estricto del contenido del Derecho
Internacional Privado, el cual viene predeterminado por la consideración de la relación privada
internacional como objeto único y específico de nuestra disciplina. En tal medida, el contenido del
Derecho Internacional Privado se ceñiría solamente: al conflicto de Jurisdicciones o determinación del
tribunal competente para conocer de una relación privada internacional (competencia Judicial
internacional): al conflicto de leyes o determinación de la ley aplicable); al reconocimiento y ejecución
de actos y decisiones extranjeras que han resuelto acerca de una relación privada internacional. Queda-
rían entonces fuera del contenido del Derecho Internacional Privado todas las materias o los sectores
cuyo objeto no sean las relaciones privadas internacionales entre sujetos de Derecho Privado, como la
nacionalidad y la condición de extranjero.
b) El contenido lato sensu, que es el contenido adoptado por aquellos países que. como el Perú,
siguen la tradición francesa, parte de una concepción amplia sobre el contenido del Derecho
Internacional Privado. Esta descansa en la consideración de que el objeto de nuestra disciplina no solo
viene determinado por un tipo especial de relaciones Jurídicas, sino también por una especial función
normativa, por determinadas técnicas normativas vinculadas al método del conflicto de leyes, el cual ha
sido desde antaño el instrumento de trabajo fundamental del Derecho Internacional Privado. De este
modo, según esta concepción quedarían comprendidas dentro del contenido de nuestra disciplina las
siguientes materias: la nacionalidad, la condición de extranjero, el conflicto de leyes, el conflicto de
jurisdicción, y el reconocimiento y ejecución de actos y decisiones extranjeras.
Asimismo, ha quedado demostrado que no es dable actualmente establecer una confrontación entre el
método conflictual y el método material o sustancialista. sino que, por el contrario, es preciso admitir
dentro del contenido de nuestra disciplina un estudio serio acerca de las soluciones materiales,
especialmente en lo relativo al alcance de tales normas y su armonización respecto a las otras
reguladoras del tráfico Jurídico-privado internacional. Con esta inclusión, el contenido del Derecho
Internacional queda notablemente enriquecido.
8o Por consiguiente, consideramos que además de las materias tradicionalmente comprendidas dentro
del contenido de nuestra disciplina, existe otro tema más que debemos comprender en el contenido del
Derecho Internacional Privado: el Derecho Privado material convencional o Derecho uniforme,
contenido en los convenios internacionales, en tanto derecho regulador de las relaciones privadas
internacionales. En efecto, numerosos tratados internacionales consagran reglas materiales (de fondo)
de Derecho Privado que estos unifican en el plano internacional. Por ello, si bien el Derecho Privado
material cae por definición fuera de los límites del Derecho Internacional Privado, una vez que ciertas
reglas de Derecho material reguladoras de la relación privada internacional son elevadas al nivel
internacional, gracias a las convenciones que ellas incorporan, no existe razón para sustraerlas de
nuestra disciplina.
En el transcurso del siguiente capítulo examinaremos los diferentes métodos normativos de los que se
vale el Derecho Internacional Privado en su tarea reguladora, y analizaremos cómo la selección de
aquellos viene en gran medida condicionada por los distintos ingredientes presentes en la relación
privada internacional, objeto por excelencia de nuestra disciplina.
CAPÍTULO II
Introducción
Pluralismo metodológico
Durante largo tiempo, siguiendo la postura metodológica clásica, el método confllctual se constituyó
prácticamente en el único método del Derecho Internacional Privado. Efectivamente, a pesar de que
históricamente han coexistido métodos de solución de los problemas de tráfico externo distintos al
método de elección o atribución, durante mucho tiempo se consideró que este método — indirecto, de
atribución o de elección — y las normas que este emplea —normas de conflicto— eran el único pro-
cedimiento, el único instrumento metodológico y las únicas normas de las que disponía el Derecho
Internacional Privado. Así. por ejemplo, el Derecho romano se sirvió del tus gentium para reglamentar
determinadas relaciones jurídicas que no involucraban a ciudadanos romanos. Tal reglamentación
consistía en normas especiales de carácter material o sustantivo que regulaban directamente los
supuestos de tráfico externo sin tener que recurrir a una previa designación del ordenamiento com-
petente a través de las normas de conflicto. Lo mismo puede decirse del íus mercatorum bajo medieval,
inspirado en la misma técnica, aun cuando este último obedece a diferentes motivos.1 Sin embargo, en
los últimos tiempos esta posición ha sufrido una importante evolución, y hoy en día se ha comprobado
que además del método del conflicto de leyes, que sigue siendo el método fundamental del Derecho
Internacional Privado, nuestra disciplina cuenta con otros métodos normativos que cumplen también un
papel significativo en la regulación de la relación privada internacional.
Es Indudable el gran desarrollo alcanzado hoy por el comercio internacional y por las relaciones
privadas internacionales que este comprende.
Asi como también es evidente la gran Injerencia de los Estados en la vida económica nacional e
internacional. Todo esto ha revelado el método del conflicto de leyes como insuficiente para
reglamentar por sí solo esta nueva realidad. En efecto, hoy en día nos encontramos frente a un pleno
proceso de transformación del Derecho Internacional Privado con relación a su método, originado por
el cuestionamiento doctrinal del método conflictualista como único instrumento de nuestra disciplina
para reglamentar la relación privada internacional. Este proceso ha conducido a la doctrina moderna
actual a consagrar la existencia de un pluralismo metodológico normativo al servicio del Derecho
Internacional Privado. Por ello, como bien señala el profesor Carrillo Salcedo,2 actualmente resulta
fundamental tomar conciencia no solamente de la pluralidad de métodos de reglamentación con los
que cuenta el Derecho Internacional Privado, sino también de las relaciones de complementariedad y
conflicto que pueden existir entre los mismos.
En la actualidad se habla de la existencia de tres métodos normativos para formular las normas del
Derecho Internacional Privado que habrán de regular la relación privada internacional: el método del
conflicto de leyes (también conocido como método de elección, conflictualista o de atribución): el
método autolimitativo o exclusivista (ambos propios de nuestra disciplina): y el método sustancialista
(común a los demás sectores del derecho). Todos ellos coexisten en la regulación del tráfico externo,
dando respuesta a los diferentes problemas surgidos en torno a las relaciones privadas internacionales.
Podríamos sintetizar en dos clases los tipos de Justificación que fundamentan la existencia de un
pluralismo normativo al servicio del Derecho Internacional Privado y la utilización en cada caso de un
método normativo con preferencia o con exclusión de los otros: una justificación de naturaleza teórica-
valorativa y una Justificación de naturaleza funcional.
Justificación teórico-valorativa
Asimismo, es evidente que el nivel de principios Jurídicos comunes existentes entre los diferentes
Estados vinculados a una misma relación jurídica varía considerablemente según cuáles sean los países
involucrados y el grado de comunidad Jurídica existente entre ellos, factor que ejerce una importante
Influencia en la elección del método. Esto se puso en evidencia en la situación planteada en el círculo
de países de economía socialista. Se percibe allí el predominio de las normas materiales en las
relaciones de los países socialistas entre si, quedando los sistemas de conflicto prácticamente relegados
a la función de reglamentar las relaciones con terceros Estados. Por ello, el profesor Talicc acierta al
señalar que, dados los distintos factores en juego, el Derecho Internacional Privado, no obstante la
originalidad de su objeto, debe acudir en su tarea reguladora, tendiente a la formulación de un derecho
adecuado, a distintos métodos normativos.3
a) Cuando exista una comunidad de principios de Derecho material que permita la creación de un
nuevo derecho sustancial, material requerido por las exigencias del tráfico internacional, estaremos en
presencia de un sustancialismo parcial y concurrente con el conflictualismo general.
b) Cuando la comunidad de principios de Derecho material sea escasa, solo será posible una
actitud de tolerancia extraterritorial respecto de las distintas particularidades de estos principios
comunes, y por ello podrá recurrirse solo al método conflictualista.
cj Cuando no exista comunidad de principios jurídicos, habrá un exclusivismo radical que excluirá de
raíz toda solución foránea, y se recurrirá por tanto al método autolimitativo o exclusivista. Cabe resaltar
que mientras en los dos primeros supuestos se les reconoce relevancia Jurídica a los elementos
extranjeros presentes en la relación a regular, en el tercer y último supuesto no se les concede rele-
vancia Jurídica alguna a dichos elementos, por lo cual solo un método puede ser empleado: el método
de las normas autolimitativas o exclusivistas. Este supone la aplicación necesaria de las normas del De-
recho interno del foro. Por consiguiente, vemos que frente a una relación privada Internacional
existen importantes factores que determinan la utilización de diferentes procedimientos
metodológicos para la regulación de la misma: todos los cuales están al servicio del
Derecho Internacional Privado y, por consiguiente, forman parte de nuestra disciplina.
De esta forma, la relación privada internacional puede quedar regulada: por el
Derecho material elegido por las normas de conflicto, a través del empleo de normas
que regulan de modo indirecto la relación privada internacional en virtud de la
referencia que hacen a uno de los ordenamientos con los que aquel se halla vinculado y
en el cual queda localizado (método de elección o conflictualísta); por un Derecho
material especialmente elaborado para adaptarse a la naturaleza de la relación privada
internacional, a través del empleo de normas sustantivas o materiales que regulan de
forma directa las consecuencias Jurídicas de una relación privada internacional
(método de creación o sustancíalista); por el Derecho material del foro, con exclusión
de cualquier Derecho extranjero que pudiera resultar en principio competente cuando la
aplicación de este último vulnera intereses fundamentales del ordenamiento jurídico del
foro, a través de la aplicación necesaria de normas de Derecho Interno del
ordenamiento jurídico del foro a la relación situación internacional de que se trate, a
pesar de los elementos extranjeros que puedan presentarse en la misma (método
autolimitativo o exclusivista).
Vemos así, como bien lo denota el profesor Carrillo Salcedo,5 cómo el pluralismo
metodológico o pluralidad de procedimientos de reglamentación con los que cuenta el
Derecho Internacional Privado determina, a su vez. el empleo por parte de nuestra
disciplina de diversos tipos de normas, de los cuales alguno podrá ser predominante
pero de ninguna forma exclusivo. Asimismo, cada uno de estos tipos de normas
responden a diferentes valores: la norma de conflicto o norma de atribución (método
conflictualísta) se fundamenta en la tolerancia con lo extranjero; las normas materiales
o sustantivas (método de creación y sustancíalista) son fruto de la equidad: y las
normas de aplicación inmediata, también conocidas como normas de policía, seguridad
u orden público, (método autolimitativo o exclusivista) persiguen la defensa del interés
nacional.0
Por consiguiente, como bien lo resaltan los profesores Fernández Rozas y Sánchez
Lorenzo,7 la ecuación Derecho Internacional Privado/ norma de conflicto debe ser
negada por dos motivos fundamentales:
a) Por la existencia de otros métodos de solución para determinar el Derecho
aplicable, muy diferentes al método del conflicto de leyes.
b) Por la incapacidad de esta ecuación para definir el Upo normativo propio de otros
sectores que forman parte del contenido de nuestra disciplina.
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En efecto, las normas que determinan la competencia judicial internacional de nuestros
tribunales, así como las que regulan el régimen de reconocimiento y ejecución de las
decisiones extranjeras, son por definición normas de carácter directo y material, de
estructura bastante similar a la del resto de las normas jurídicas. Por tanto, estas no
encajan de manera alguna en el Upo normativo de la norma de conflicto, así como
tampoco encajan con facilidad en las distintas categorías de normas materiales propias
del sector del Derecho aplicable, en la medida que regulan sectores diferentes al campo
de la determinación de la ley competente.
Io El cada vez más voluminoso tráfico externo, que demanda la creación de normas
materiales preestablecidas adaptadas a la naturaleza internacional de la relación, y
especial, exclusiva y directamente aplicables a esta. Todo esto le demanda al
Derecho Internacional Privado y a las normas que lo comprenden un nivel de
especialización cada vez mayor en todos los sectores en general, sobre todo en el
campo del Derecho aplicable, tornando siempre como punto de partida los supuestos
que rodean al caso concreto. Así. por ejemplo, el carácter internacional de ciertos
sectores del Derecho mercantil, como el de los contratos internacionales, exige una
solución distinta a la prevista por el ordenamiento jurídico del foro para resolver los
problemas vinculados a los contratos Internos, resultado al que conducen las normas
de conflicto cuando nos señalan la ley material interna que resolverá el conflicto
suscitado por una relación privada internacional. 2o El creciente intervencionismo
estatal en la defensa de las condiciones del mercado interior, actitud que contrasta
considerablemente con la que mantenía el Estado en el siglo XIX al momento del
nacimiento de la norma de conflicto, tiempo en que reinaba el liberalismo
económico. Todo ello determina, hoy en día, la creciente aparición de normas
materiales imperativas, de aplicación necesaria e inmediata, que persiguen la defensa
y la salvaguardia de intereses fundamentales del ordenamiento jurídico del foro,
autolimitando exclusivamente la aplicabilidad del derecho nacional a una
determinada relación privada internacional y excluyendo, de este modo, la aplicación
de la norma material extranjera determinada en principio competente por la norma de
conflicto.
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Hoy en día, entonces, no solo se deja sentir la necesidad de consagrar un pluralismo normativo al
servicio del Derecho Internacional Privado, sino que este ya es una realidad. El Derecho Internacional
Privado de hoy recurre a diario a diferentes métodos normativos para cumplir su tarea
Como lo recordáramos anteriormente, durante mucho tiempo se pensó que este método, también
conocido como método de atribución o de elección, y las normas de conflicto que este comprende, era
el único procedimiento y las únicas normas de los cuales disponía el Derecho Internacional Privado
para llevar a cabo su tarea de reglamentación del tráfico externo, a tal extremo que se llegó a identificar
conflicto de leyes y Derecho Internacional Privado y a considerar las normas de conflicto, también
conocidas como normas formales e indirectas, como las normas del Derecho Internacional Privado.
Hoy, a pesar de haberse comprobado la necesidad de que el Derecho Internacional Privado utilice otros
métodos normativos para la regulación del tráfico externo, el método conflictual sigue ocupando un
lugar privilegiado y un rol preponderante dentro de nuestra disciplina.
Este método debe su nombre a una vieja tradición desarrollada en el seno del Derecho Internacional
Privado; sin embargo, como lo han resaltado renombrados juristas como Carrillo Salcedo, no existe
realmente un conflicto entre los diferentes ordenamientos estatales, sino tan solo tina pluralidad de
ordenamientos jurídicos con los que se halla conectada la relación privada internacional, donde el
problema a solucionar es la elección del Derecho aplicable entre todos aquellos a los que ésta se
encuentra vinculada. Así. por ejemplo, estaremos frente a un conflicto de leyes cuando un inglés y una
Italiana contraigan matrimonio en Alemania y luego se muden a vivir al Perú: si dicha pareja entabla
un proceso Judicial con relación al régimen patrimonial del matrimonio, a los derechos y deberes de
los cónyuges o sobre el derecho al divorcio o la separación de cuerpos, ¿cuál será la ley que el Juez
peruano aplicará para resolver estos casos? Él puede recurrir a su propia ley —lexfoñ—, la cual es al
mismo tiempo la ley del domicilio de los cónyuges; también puede considerar la aplicación de la ley
nacional del marido —ley inglesa—, la ley nacional de la esposa —ley italiana—, la ley del lugar
donde se celebró el matrimonio —ley alemana— o la ley del domicilio conyugal —ley peruana—.
Cada una de estas leyes otorgan una solución diferente al caso; y al tener todas ellas vocación de ser
aplicadas, generan lo que la doctrina tradicional ha denominado un conflicto de leyes. Para resolver el
problema, el Juez deberá consultar sus normas de conflicto, las cuales le señalarán cuál entre todas
aquellas leyes es la ley material competente para regular el asunto en cuestión. Cualquiera sea la ley
que resulte elegida, sea esta la ley nacional o una ley extranjera, será la ley competente para resolver la
controversia, la ley que resolverá directa y materialmente el problema planteado.
b) Problema a resolver. El asunto a ser resuelto radica en determinar cuál de todos los
ordenamientos jurídicos involucrados es el competente para regir una determinada relación
internacional.
c) Solución del conflicto. El problema de la determinación del Derecho competente es resuelto por
las normas de conflicto, las cuales cumplen su función designando la ley material, nacional o extranjera
que resolverá el conflicto, en función de la importancia de los vínculos que ésta presente con el
supuesto a regular. Esto supone una tarea de localización de la relación o situación internacional a ser
regulada, a través de un procedimiento especial de reglamentación donde la norma de conflicto cumple
su misión remitiendo al ordenamiento, a la ley que ha de proporcionar la solución. La norma de
conflicto, entonces, no resuelve directamente una cuestión jurídica; no contiene disposiciones de
Derecho material que regulen directamente la relación privada internacional, sino que es una norma for-
mal, mediata e indirecta que agota su función señalando, respecto de cada categoría de hechos o
relaciones Jurídicas, la ley material interna que resolverá directamente el asunto en cuestión.
a) Cada Estado tiene su propio sistema de normas de conflicto, aunque puede darse el caso de que
coexistan varios sistemas dentro de un mismo Estado por el hecho de no contar con un sistema jurídico
unificado. Así. por ejemplo, el sistema de normas de conflicto peruano está contenido en el libro X.
título III, del Código Civil; esto determina que el juez competente para conocer una controversia
suscitada por una relación privada internacional aplique en la resolución del litigio su propio sistema
conflictual.
c) La elección de la ley aplicable, del Derecho competente, debe realizarse entonces a favor del
derecho nacional del país con el cual el caso se encuentra más relacionado, donde esté su centro de
gravedad. De este modo, si un caso multinacional se relaciona esencialmente con un país a pesar de sus
múltiples conexiones con otros, a esa relación esencial se le reconoce una suerte de poder centraliza-
dor, localizador del caso y, por tanto, capaz de nacionalizarlo en un país de los varios relacionados con
él.8 En tal sentido, el Derecho que debe ser aplicado al caso será, en palabras del profesor Goldschmidt,
el derecho de aquel país al cual el caso preferentemente pertenece, o el de la sede o centro de gravedad
de la relación jurídica según los juristas Savigny y Gierke. La determinación entonces será sencilla
cuando el supuesto se relacione casi exclusivamente con un solo Estado; en caso contrario, la elección
será bastante más complicada.9
d) En la elección del Derecho aplicable, la ley del foro y la ley extranjera están en plano de
igualdad, ya que el derecho elegido puede ser tanto el Derecho del foro como el Derecho extranjero; de
allí su carácter bilateral. Sin embargo, en la aplicación del Derecho competente, la ley extranjera está
subordinada a los principios de orden público de la lex fort
e) La elección puede ser rígida o flexible. Será rígida cuando someta el caso estrictamente al
derecho designado por la conexión -como es el caso del art 2100 del Código Civil Peruano de 1984—;
será flexible, en cambio, cuando el Juez cuente con un margen de libertad para determinar el derecho
aplicable al caso, tomando en consideración el contexto en que se desenvuelva y las circunstancias que
lo rodeen —como es el caso del art.2083 del Código Civil Peruano de 1984—.
a) Es índírecta, porque no resuelve directamente el problema en cuestión, sino tan solo designa la
ley material que proporcionará la solución.
b) Es bilateral, porque la ley designada por ésta como competente puede ser tanto una ley
extranjera como la propia ley nacional del foro.
62
Asimismo, las normas de conflicto pueden ser de varias clases: aten-
diendo al lugar de su procedencia, a su fuente formal de positivación.
pueden ser Internas —creación del legislador nacional— o internacionales
—producto de un convenio internacional—. Las primeras son las mas
numerosas; sin embargo las segundas, aunque menores en cantidad, ocupan
actualmente un lugar cada vez más importante en la reglamentación del
tráfico externo. Se trata, en la mayor parte de los casos, de normas
convencionales surgidas a partir del acuerdo entre Estados, entre las cuales
cabe destacar: el Código Bustamante de Derecho Internacional Privado de
1928, los Tratados de Montevideo de 1889 y de 1940, y las Conferencias
Interamerícanas de Derecho Internacional Privado celebradas a partir de
1975.
En cuanto a los elementos contenidos en una norma de conflicto, po-
demos detectar tres característicos:
Hoy en día resulta frecuente oír hablar a los internacionalistas de una crisis en la
concepción tradicional del Derecho Internacional Privado. Esto se debe
fundamentalmente a la Incapacidad del método tradicional de nuestra disciplina, del
método del conflicto de leyes, para reglamentar por sí solo y en forma adecuada todos
los supuestos de tranco privado externo. En tal sentido, las mayores limitaciones que
presentaría este método serían las siguientes:
b) No toma en cuenta la cada vez mayor injerencia del Estado —con sus
múltiples variantes, dependiendo del nivel de desarrollo y del sistema
socio-político y económico Imperante en los países involucrados— en el
desenvolvimiento de las relaciones privadas. Esto determina no solo el
otorgarle menor consideración al Derecho extranjero, sino en ocasiones
la exclusión de la aplicación de la ley material extranjera en principio
competente en campos y materias que el ordenamiento estatal considere
fundamentales para los intereses del Estado y de la sociedad nacional, y
la aplicación de normas de Derecho interno de aplicación necesaria o
inmediata previstas por el ordenamiento Jurídico del foro: leyes de
policía y seguridad y leyes de orden público.
2. Método de creación o sustancialista
De este modo, podemos observar que al mismo tiempo que en el Norte de Italia y en Francia
los glosadores y los post-glosadores propugnaban la técnica conflictualista para regular las
relaciones jurídicas entabladas entre las distintas ciudades y entre los estatutos legislados por
aquellas, los mercaderes que se desplazaban por las ferias de toda Europa —desde la
Champaña francesa a Lille, Ypres. Douai y Brujas en Flandes; Colonia. Leipzig y Lubeck en
Alemania; Novgorod en Rusia y desde el norte a Venezia— desarrollaron una regulación
material y directa, un jus mercatorum para regir sus relaciones comerciales. Esta lex mercatoria
reguló el comercio de la época.
Dentro de la gran diversidad que presentan las normas materiales podemos diferenciar varias clases,
constituyendo la clasificación más importante la que agrupa a las normas materiales en razón de su
fuente de creación. Estas se distinguen en tres grupos fundamentales, tres contextos diferentes de
producción normativa sin cuya referencia hoy es imposible contemplar la realidad del tráfico externo de
nuestros días: nomos etáticas o de inspiración nacional, normas tnteretátícas o de inspiración Internacio-
nal, creadas por vía de acuerdos entre Estados —Derecho Internacional Privado convencional—, y
normas extraetátícas o transnacionales, que nacen del comercio internacional por obra de los particulares
—Derecho transnacional que realiza en el ámbito del jus mercatorum.
,
2.2.1. Normas etáticas o de inspiración nacional
Estas normas, como su nombre lo indica, se generan en el ámbito de un Estado determinado y deben su
creación a una ley nacional; por consiguiente, la relación privada internacional queda sometida a un
Derecho Privado nacional creado especialmente para regularla y exclusivamente aplicable a la misma.21
Así, por ejemplo, podemos fácilmente encontrar en la legislación y en la jurisprudencia de un Estado
soluciones especiales en materia de importación y exportación de mercancías, de créditos y deudas entre
partes domiciliadas en diferentes países, etc., todas ellas dirigidas a regular de modo material y directo las
relaciones económicas internacionales.
Varias de las más modernas legislaciones y proyectos nacionales de Derecho Internacional Privado
establecen soluciones materiales para determinadas situaciones Jurídicas; entre las más importantes
figuran:
- El Código Civil español, el cual en su articulo 732 autoriza a los españoles a otorgar testamento
ológrafo en el extranjero, aun cuando en el país donde este fuera extendido no se admitiera dicha forma.22
- El Código Civil peruano, el cual en su artículo 2068 autoriza a aplicar las presunciones de
sobrevivencia contenidas en el artículo 62 del mismo código cuando un efecto jurídico dependa de la
sobrevivencia de una u otra persona y estas tengan leyes domiciliarias distintas y las presunciones de
sobrevivencia de esas leyes fueran incompatibles.
También pertenecen al género de normas materiales de producción nacional todas aquellas normas
relativas a:
- Los conflictos de jurisdicción, a la competencia judicial internacional. Asi, por ejemplo, las normas
contenidas en el título II del libro X del Código Civil Peruano regulan directa y materialmente todo lo
referente a la competencia Jurisdiccional, respondiendo a las diferentes interrogantes que puedan
presentarse acerca de la competencia de los tribunales peruanos para conocer determinadas situaciones
de tráfico externo; como por ejemplo si el domicilio de un extranjero en el Perú es un factor suficiente para
otorgarle competencia a los tribunales peruanos. El artículo 2047 del Código Civil Peruano le da una
respuesta material y directa al problema. Sucede que las reglas de competencia Jurisdiccional no son
idénticas a las normas de conflicto de leyes. De esta manera, un inglés que ha celebrado un contrato con
un peruano puede accionar ante un tribunal peruano como tribunal del domicilio del demandado, pero
esto no obsta para que la ley aplicable pueda ser una ley extranjera, por ejemplo la ley inglesa. Puede
suceder entonces que exista al mismo tiempo competencia jurisdiccional de los tribunales peruanos y
competencia legislativa de una ley extranjera.
- Las reglas que regulan el procedimiento a seguir cuando se trata de Juzgar un caso con
elementos extranjeros jurídicamente relevantes. Así. estas normas determinarán de manera sustancial y
directa cuál va a ser la ley aplicable, la ley extranjera o la peruana, a las pruebas dentro de un proceso
Judicial donde, siendo competente el tribunal peruano, este deba aplicar una ley extranjera en tanto ley
del contrato.
- Las reglas relativas a la condición de extranjero, es decir, a la aptitud de los extranjeros de ser
titulares de derechos en el Perú, y las reglas relativas a la nacionalidad, ya que para determinar la condi-
ción de extranjero es necesario primero poder distinguir a los nacionales de los extranjeros.23
Asimismo, pertenecen a la reglamentación sustancial de fuente interna las llamadas normas auto
limitativas o exclusivistas, las cuales por sus peculiares características las abordaremos más adelante.
a.l. Características
Cada Estado elabora sus normas etáticas de Derecho Internacional Privado en función de su particular
concepción acerca del Derecho, la justicia y los demás valores a ser salvaguardados en la
reglamentación de las relaciones privadas internacionales. En este tipo de normas el ordenamiento
jurídico del foro, si bien está consciente del plano internacional en que se desenvuelve al legislar, presenta
dos importantes características:
1J Intenta proyectar sus propios puntos de vista, sus propias categorías jurídicas, a la reglamentación
especifica que establece.
2} Olvida tomar en cuenta las soluciones previstas por otros ordenamientos jurídicos.
En consecuencia, convenimos con el profesor Carrillo Salcedo cuando señala24 que aim cuando las
normas materiales de Derecho Internacional Privado de inspiración nacional tienen en cuenta tanto los
factores de extranjería presentes en la relación a regular, como la naturaleza específica del tráfico externo
y las exigencias y necesidades del comercio internacional, la consideración que de ellos hace el
ordenamiento del foro es a partir de sus propias concepciones, desde sus propios puntos de vista; es
decir, en atención a los intereses y a la concepción que el ordenamiento interno del cual se parte tenga
respecto de la materia a regular. Sin embargo, si bien podemos afirmar que los Estados son soberanos
en cuanto a la formación de sus normas de Derecho Internacional Privado, debemos estar conscientes
de que esta libertad no es absoluta, ya que el Estado tiene compromisos internacionales que debe
respetar si quiere salvaguardar la armonía internacional.
Diremos entonces que, además del debido respeto al elemento extranjero, serían dos los objetivos
fundamentales que persiguen las normas materiales etátlcas en su tarea de reglamentación del tráfico
externo: velar por la cohesión y homogeneidad del ordenamiento jurídico del foro. y proyectar al plano
internacional sus propias categorías Jurídicas, sus propias soluciones jurídicas, las cuales muchas veces
son opuestas a aquellas que Uene previstas para las relaciones internas.
a.2. Ventajas
Las normas materiales del Derecho Internacional Privado de inspiración nacional proporcionan un
instrumento útil para la regulación de amplios sectores de la vida internacional, económica y profesional,
en la medida que permiten tener en cuenta tanto las necesidades de la vida Internacional como los
intereses del ordenamiento jurídico del foro. De este modo, este tipo de normas permite armonizar dos
exigencias muchas veces contradictorias: por un lado, la consideración debida al elemento extranjero; y
por el otro, los intereses y objetivos que el Estado protege y organiza.
a. 3. Limites
Si bien a través de estas normas el ordenamiento jurídico del foro establece una reglamentación
específica y adecuada al carácter internacional de las relaciones de tráfico externo, ésta desatiende las
soluciones previstas por otros ordenamientos jurídicos para el mismo tipo de situaciones, tomando en cuenta
solamente sus propios intereses y sus propias concepciones.
Como su nombre lo indica, son normas creadas por convenios o tratados internacionales. En tal sentido, las
relaciones privadas internacionales quedan sometidas a determinadas soluciones materiales uniformes crea-
das a partir del acuerdo entre los Estados.26 Como señala claramente Antonio Boggiano,37 se trata entonces
ya no de unificar las elecciones de los derechos nacionales que proveerán la solución del caso en sentido
material, sino de crear soluciones materiales adaptadas a los casos multinacionales y aceptadas de manera
uniforme por un conjunto de países.
b.l. Características
En la elaboración de este tipo de normas se tiene como objetivo fundamental armonizar las propias
soluciones con las de otros sistemas jurídicos, en aras de lograr un cierto grado de homogeneidad
legislativa. Se percibe entonces una marcada tendencia hacia la uniformidad legislativa, esencial en nuestros
días para garantizar la estabilidad y seguridad del comercio internacional. En tal contexto, el Derecho
uniforme se nos presenta como el conjunto de disposiciones legislativas adoptadas por los Estados con un
objetivo doble;
b.3. Ventajas
Io Su especialidad. Efectivamente, son normas creadas especialmente para regir las relaciones privadas
de tráfico extrerno, y por ello son reglas adaptadas a la naturaleza Internacional de tales relaciones. Son
entonces, en principio, las más adecuadas para reglamentar las relaciones privadas con elementos
extranjeros Jurídicamente relevantes.
2o Su uniformidad. Al proporcionar soluciones homogéneas con vigencia en diferentes Estados,
permiten que una misma relación pueda recibir un tratamiento uniforme en cualquiera de los mismos.
3o La mayor seguridad y estabilidad jurídica que le proporcionan al comercio internacional en
particular y a las relaciones privadas internacionales en general. Estas normas permiten a las partes prever
con mayor certeza las consecuencias jurídicas de los supuestos de tráfico externo que protagonicen. Este
mayor margen de previsibilidad dota a las partes de una mayor seguridad en sus relaciones Internacionales,
dinamizando y multiplicando el comercio internacional.
Las referidas normas también operan muchas veces como limitativas de la autonomía de reglamentación de
las partes en sus relaciones contractuales, ya que en múltiples ocasiones establecen ciertas reglas en contra
de las cuales las partes no pueden pactar, en aras de proteger determinados intereses fundamentales
comunes a los Estados firmantes del tratado o convención.
b.4. Límites
1) Las reglas materiales, al ser de carácter excepcional y por tanto aplicables solo en el definido
espacio de su mandato expreso, no pueden extender su aplicación fuera de este ámbito. Esto significa que
aquellos aspectos no alcanzados por las normas materiales pertenecen al dominio exclusivo de las normas
de conflicto. Incluso en el campo del arbitraje internacional, donde se pretende excluir el método conflictual
vía la autonomía de la voluntad de las partes, no se ha podido descartar el empleo de dicho método en los
casos donde el Derecho material referido o autogestado se ha revelado insuficiente. De este modo, dado que
el Derecho material uniforme no consigue preverlo todo, ninguna de las variedades del Derecho uniforme
convencional ha podido excluir totalmente el empleo de las normas de conflicto. Por tanto, como resalta
Didier Opertti Badán,29 el método de atribución no solo mantiene aún una función que le es propia e
indelegable -esto es, resolver la aplicación de la ley en el espacio—. sino que ahora además cuenta con otra
importante tarea: la de delimitar el alcance de las normas materiales uniformes respecto de los derechos
nacionales aplicables a la misma materia. Como señala el profesor Henri Batlflbl,30 si se pretende hacer
Derecho uniforme sin conflicto de leyes, ocurre como cuando se quiere hacer física sin matemáticas: se
pretende ganar tiempo y prescindir de una herramienta cuyo empleo parece bastante complicado, y lo único
que se consigue es perder más tiempo que el que se hubiera perdido en aprender a usarla. En el mismo
sentido, si pretendemos hacer Derecho uniforme prescindiendo totalmente del conflicto de leyes, no
llegaremos a resolver el problema, ya que éste aparecerá en algún momento.
2) Si bien la finalidad del Derecho uniforme es borrar la diversidad de los ordenamientos jurídicos y
excluir así su posible conflicto, esta diversidad no Uega a desaparecer, aun en los casos en que se logre una
uniformizaclón del derecho. Esto sucede debido a lo siguiente:
a) Es sumamente difícil unificar efectivamente el Derecho entre Estados que siguen siendo
Independientes.
74
c) Para que una ley sea verdaderamente uniforme tendría que regir sociedades de un mismo
desarrollo económico y de civilizaciones equivalentes, cosa que no siempre sucede.
3) La unificación solo es posible en ciertas materias que pueden ser unificadas debido a que no ofrecen
mayor resistencia por parte de los Estados, dado que se trata de materias en donde existe un fondo común de
principios jurídicos. Si falta esa coincidencia de ideas, nos dice Antonio Boggiano,31 no sería justo
sacrificar algunas concepciones nacionales, aunque parezcan injustas desde la perspectiva de las otras, en
aras de estas últimas. Por consiguiente:
Existen materias en las cuales la unificación sustancial es difícil de imaginar; por ejemplo, en cuestiones
familiares profundamente arraigadas en costumbres locales, en cuestiones hereditarias, en cuestiones
inmobiliarias, etc.
Hay otras materias que. por el contrario, propician este tipo de unificación; por ejemplo, materias de
naturaleza económica: transportes, compraventa, títulos-valores, etc.32 Sin embargo, como bien lo señala el
profesor francés J. P. Niboyet. es muy difícil que se pueda dar uniformidad completa a una materia.
Podemos observar entonces que la uniformidad del Derecho no es realizable sino dentro de límites bastante
restringidos, exigiendo por parte de los Estados un sacrificio más grande que el que supone la creación de
reglas comunes de conflictos de leyes, puesto que esta los obliga a renunciar a su propia legislación ante la
presencia de una nueva legislación internacional. En tal sentido, J. P. Niboyet considera que la uniformidad
debería limitarse:
- a las materias cuya reglamentación convencional uniforme sea necesaria para la vida internacional;
- a las que por su progresivo perfeccionamiento están lo suficientemente próximas entre si para que la
uniformidad opere con mayor facilidad:
- a aquellas en las cuales es técnicamente demasiado difícil para los Estados llegar a un acuerdo sobre
reglas de conflicto comunes. Asi. por ejemplo, en materia de contratos de compraventa se tropieza
con la gran dificultad de determinar la ley aplicable a las reglas que quedan fuera de la libertad de
estipulaciones; resulta entonces necesario encontrar una ley satisfactoria que se aplique, dentro de lo
posible, a los diversos aspectos del problema, o como lo llama Niboyet un estatuto único del
contrato.
c.2. Límites