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“LA INTELIGENCIA ESPIRITUAL Y LA GESTION DEL TALENTO HUMANO”

…como filosofía de vida que horade las vías para un transitar fluido
y en bonhomía, enrumbado al desarrollo personal.

La gestión del talento humano constituye un proceso si se quiere


complejo, constituido por diferentes subprocesos que interactúan entre sí,
como un sistema interconectado que va desde el reclutamiento y selección,
hasta el desarrollo de carrera, la seguridad laboral, la formación y desarrollo del
talento, la evaluación y sistema de compensación, proceso de vital importancia
del cual depende el éxito de las organizaciones.

Dada la naturaleza propia del ser humano, en su gestión juega un


papel fundamental la inteligencia; esta estuvo inicialmente vinculada con el
coeficiente intelectual, referida a la capacidad lógico-matemática y verbal; por
lo que es conocida como racionalidad instrumental, puesto que permite la
aprehensión técnica del mundo. Este primer momento de la inteligencia tuvo
como representante a Alfred Binet, hacia el año 1900. Posteriormente a ello,
se presenta hacia el año 1967 una nueva visión de la inteligencia de carácter
pluralista, a través de la teoría de las inteligencias múltiples, desarrollada por
Howard Gardner; en la cual se establecen diversas facetas de la cognición,
así como diferentes estilos cognitivos en el hombre. Gardner establece ocho
tipos de inteligencias:

 inteligencia lógico-matemática.
 inteligencia lingüística.
 inteligencia musical.
 inteligencia corporal.
 inteligencia espacial.
 inteligencia interpersonal.
 inteligencia intrapersonal.
 inteligencia naturalista.
Esta teoría apertura el camino para otras investigaciones como, el desarrollo de
la inteligencia emocional a cargo de Daniel Goleman, quién fundamentó su
trabajo, en la inteligencia interpersonal e intrapersonal de Gardner.

La inteligencia emocional de acuerdo a la definición desarrollada por


Goleman, constituye la capacidad que posee el individuo de tomar
conciencia de sus propias emociones, comprender los sentimientos de los
demás, tolerar las presiones y frustraciones, profundizar la capacidad de
trabajar en equipo y adoptar una actitud empática; es decir calzarse la
zapatilla del otro, que lo guíe a abrir las posibilidades de su desarrollo
personal; esto constituye el segundo momento de la inteligencia.

Diversos experimentos realizados, han demostrado que aquellas


personas que controlan sus emociones, en función de un objetivo resultan
ser más emprendedoras y sociables, mientras que aquellas que actúan con
impulsividad tienden a desmoralizarse con facilidad, resultando menos
brillantes.

Esto resulta de vital importancia para las organizaciones, ya que su éxito


y desarrollo depende del talento humano con el que esta cuenta, por lo que
habilidades sociales que posea dicho personal, que le permite conocer y
manejar sus propios sentimientos, el saber manejar bien las emociones en
una relación e interpretar adecuadamente las situaciones ; interactuar sin
dificultad; y utilizar estas habilidades para persuadir, dirigir, negociar y
resolver disputas constituyen la base fundamental para la cooperación y el
trabajo en equipo.

No se trata de eliminar u ocultar las emociones, y las pasiones sino de


administrarlas con inteligencia, por tanto el aprovechar la inteligencia
emocional no significa estar siempre felices o contentos sino saber mantener
el equilibrio, saber atravesar aquellas pruebas que nos presenta la vida,
reconociendo nuestros propios sentimientos y saliendo airosos de esas
situaciones sin causar daño a sí mismos ,o a los demás, todo lo cual
permitirá que al sentirnos satisfechos con nosotros mismos, tendamos a crear
hábitos mentales que desarrollen nuestra productividad en beneficio propio y
de nuestro entorno.

La inteligencia espiritual constituye la más nueva de las inteligencias y


la más antigua; así desde las antiguas escrituras se tiene que el Apóstol
Pablo de Tarso en la carta a los Colosenses en el Capítulo 1:9-10 ora
pidiendo inteligencia espiritual y a su vez la describe como la capacidad dada
por Dios, para vivir plenamente en congruencia con la fe cristiana proclamada.
De igual forma Buda se refiere a esta inteligencia, hace 2500 años,
llamándola visión cabal o Vipassana, definiéndola como la capacidad de
visión penetrativa para comprender la realidad profunda de los fenómenos;
es decir ver las cosas como son.

De acuerdo a lo expuesto existe una estructura jerárquica de la


inteligencia, partiendo de aquella inteligencia básica, que compartimos con los
animales, fundamentada e instintos, impulsos y sensaciones. Constituye una
inteligencia primitiva, pre-racional, necesaria para la supervivencia. El
segundo nivel de inteligencia, es de carácter exclusivamente humano,
fundamentada en la mente, en la capacidad de racionamiento, en lo cognitivo,
en el pensamiento lógico.

Es entonces una inteligencia cultural, social, basada en el lenguaje y en


la capacidad de simbolizar del hombre, que nos permite controlar y medir el
mundo operando con el ojo de la mente; mientras que el tercer nivel de
inteligencia, aun cuando también es de naturaleza exclusivamente humana,
está basada en la sabiduría y en la capacidad de ver y comprender de forma
holista al mundo, de manera que es la capacidad de trascendencia, de ir más
allá de lo físico, de las emociones. Esta inteligencia opera con el ojo de la
contemplación, con visión universal; es transpersonal porque supera el ego
narcisista, otorgándole sentido espiritual a la vida; con lo que se alimenta la
integridad de nuestra conciencia, permitiéndonos la relación armónica con el
Teijero define la inteligencia espiritual:

Esa inteligencia que produce un estado de relajación en el ser


humano cuando logra que el espíritu se acerque al cuerpo y se
produzca la multiplicación del poder de la mente. Es en ese
momento, cuando el ser humano se activa, pierde el miedo, baja los
niveles de estrés, es capaz derealizar un sexo inteligente sólo o
acompañado, en fin es capaz de unir lo espiritual con lo material y
llevar una vida más feliz. Se convierte, a su vez, en un ser humano
dispuesto a enfrentarla vida, asumir riesgos, vivir, sentir y brindar
placera sus semejantes. Es la conversión de un ser humano normal a
uno creativo, eminentemente inteligente y sobre todo eminentemente
espiritual.

Considero que gestionando de forma adecuada el talento humano,


centrando esta gestión en la inteligencia espiritual, se impactara de forma
positiva en la productividad de las empresas de manera total, minimizándose
las improductividades de los diferentes procesos mediante una mayor fluidez
de los recursos y energía, cuya sinergia permitirá un mayor rentabilidad que a
su vez abrirá las puertas para la conquista de nuevos mercados a mediano y
corto plazo. Con la finalidad de contribuir a la mejora del compromiso de los
trabajadores con la organización, y facilitar su alineación con los objetivos
organizacionales, coadyuvando a la mejora del clima organizacional;
fomentando con ello el desarrollo de una cultura fundada en valores.

Debemos apuntar a que Construyendo saberes empresariales,


cimentados en el desarrollo de la inteligencia espiritual de su gente,
favoreceremos la mejora de la motivación e interés de los trabajadores, para
el logro de las objetivos trazados; vinculado esto, al modo de ejecutar de
manera efectiva y eficaz su trabajo; como filosofía de vida que horade las
vías para un transitar fluido y en bonhomía, enrumbado al desarrollo
personal.

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