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4 frases para acabar con las rabietas de tus hijos

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No hay reto más complejo para un padre que aplacar pataletas y berrinches. Sin embargo, acabar con las rabietas es absolutamente

posible, siempre y cuando como adultos actuemos adecuadamente. Bajo ningú n concepto se trata de gritar, insultar, humillar, amenazar o

castigar al niñ o.

Una vez má s, la comunicació n lo es todo en nuestras vidas y en la de nuestros hijos. El diálogo es el que nos ayudará a superar estas crisis.

Es má s, con el tiempo, verá s có mo dialogar proporcionará a tu hijo las herramientas necesarias para poder expresar lo que siente de

manera correcta.

Pero… ¿Cuál es el secreto adicional?


La frase final de estos diálogos es siempre la más importante. Eso sí, debes emplearla solo en caso de que tu hijo no quiera entender

aquello que y te has cansado de explicar y repetir una y otra vez con infinita paciencia. ¿Quieres saber de qu é se trata? ¡Descú brelo a

continuació n!

¿Cómo acabar con las rabietas?


En primer lugar, un detalle que no se nos puede escapar es saber exactamente qu é es una pataleta o un berrinche. Bien, se trata nada más

ni nada menos que del único recurso que tiene tu hijo para poder expresar sus necesidades, sentimientos y emociones.

Es natural que como padre te resulte molesto, incó modo y, en ocasiones, tambié n frustrante. Pero debes entender que tu hijo todavía no

sabe expresar con palabras aquellas emociones y sentimientos que lo exceden. Es decir, no controla ni gestiona y, por lo tanto, menos a ú n

sabe comunicarlo. Conservar la calma y armarse de interminables dosis de paciencia es condición indispensable para superar esta

circunstancia. Estar dispuesto a dialogar y a explicar la cantidad de veces que haga falta los motivos por los cuales “no es no”.

No se trata de manejar la situación con autoritarismo, pero tampoco confundir esto último con autoridad. Entonces, sí, manté n una

postura firme e inquebrantable. Por supuesto, tambié n, abierto al diá logo, comunicá ndote con un tono de voz suave, relajado y sincero.

De este modo, lo primero que debes proponerte es conocer las razones por las que tu hijo se encuentra tan enfadado o molesto.  El segundo

paso es aportar explicaciones, consecuencias y, en caso de que no sea suficiente, proponer tambi é n alternativas. Ahora bien, ¿qué tienes

que decirle al a tu hijo para que deje de patalear?

Frases de cierre para acabar con las rabietas


Tu hijo va a sacar todo lo que tiene dentro y no dejará de llorar y gritar hasta conseguir lo que quiera. No es para menos, desde que ha

llegado el mundo, naturalmente le hemos dejado todo lo que necesita a sus pies. É l lo sabe, por eso un “no” para é l puede ser algo tan

horrible. La situació n se complicará cuando comience a experimentar cosas que no sabe controlar ni manifestar.

Pero descuida, porque, una vez que hayas realizado con templanza los pasos anteriores, tienes que jugar la última carta. La frase de

cierre. Muchas veces sucede que los niñ os nos terminan ganando por cansancio. O incluso, sacando lo peor de nosotros. Otras tantas veces,

esta típica y normal situació n desemboca en una interminable lucha esté ril para madres y para hijos. La idea es que este diá logo se pueda

dar por finalizado mediante una serie de frases.

Eso sí, proferidas con total firmeza. Se trata de poner el gancho de oro cuando tu hijo no quiera entender o planee continuar una

negociación sin sentido. Nada má s que el establecimiento de un punto final a toda discusió n.

Las 4 frases finales de la salvación

 “Ya te respondí”. Puede que el niñ o despué s de todas las explicaciones, consecuencias y alternativas brindadas, intente lograr

su objetivo de todos modos. Uno de sus métodos puede ser la interrogación al estilo policial que, como verás, no tendrá

fin. Preguntará una y otra vez la misma cosa que ya has respondido cantidades de veces. La solució n está en frenar esta retahíla

interminable: contestar con un “ya te respondí” ante cada reiteració n.

 “Esto ya no está en discusión”. Cuando quieras acabar con las rabietas que se originan por algo que simplemente no debes

permitir a tu hijo por cuestiones de seguridad , debes ser contundente. Tras los pasos anteriores, si el niñ o insiste, cierra la charla

con un “no vamos a discutir má s esto”. Puedes parecer dura, pero su bienestar debe estar por encima de todas las cosas.

 “Esta conversación se acabó”. Otra buena manera de cerrar estas extensas conversaciones. Especialmente cuando el ni ñ o

vuelve a la carga una y otra vez tras cientos de explicaciones. Si no comprende las consecuencias ni responde a las alternativas, es

hora de dar por finalizada la charla. Despué s de terminar con esta frase en tono firme, el cambiar de tema o buscar

otra actividad  será vital para acabar con las rabietas.

 “La decisión está tomada. Si vuelves a mencionarlo, habrá consecuencias”. Si tu hijo se muestra muy insistente a pesar de

haber puesto todo tu empeñ o, esta es una buena opció n. Está de má s decir que, si apelas a esta estrategia, debes ser capaz de

cumplirla. Si tras esta frase, tu  hijo aú n mantiene su actitud desafiante, es bueno que vea que cumples lo que dices:  “te dije que

habría consecuencias, vete a tu habitació n y ponte a hacer los deberes”.


La etapa de las rabietas es buena y pobre del niño que no la pase, porque eso quiere decir que no tiene ideas propias o que le han

machacado tanto que ya ha dejado de defenderlas.

~ Rosa Jové  ~

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