Está en la página 1de 6

El

carácter Fálico- Narcisista

El término fálico- narcisista, introducido por Reich, indica que


la persona de este carácter tiene una parte neurótica
(represión, sentimiento de culpa, rigidez) y otra parte narcisista
(más preocupado por su imagen, en este caso de su imagen
sexual, que por su verdadero ser.
Es la versión masculina del carácter histérico. Ambos tienen una
estructura defensiva rígida, formada en el estadio genital. Sin
embargo la problemática se estructura de forma diferente en
los dos sexos: diferentes valores cultivados en cada uno de ellos,
y por lo tanto, diferentes tipos de represión.

Factores etiológicos e históricos


La estructura de carácter defensiva del fálico- narcisista se
organiza a la edad aproximada de los tres años, es decir cuando
la energía en términos de Lowen) está ya anclada en la pelvis.
Es la época en que el niño empieza a explorar su individualidad
y su independencia dentro de la estructura familiar. Es en esta
época cuando el niño recibe un doble mensaje. Por una parte
sus juegos sexuales son reprimidos, por otra parte es
sobrevalorado. Esta sobrevaloración viene sobretodo de parte
de la madre. (“tu eres el hombrecito de mamá”) que le atribuye
un rol que correspondería al padre. El niño es valorado en
función de los deseos de la madre, deseos que el padre no ha
podido o querido cubrir. “Mi hijo si que será el director, o el más
elegante…”
Contando su propia historia Lowen lo cuenta así:
“Mi madre se veía en mi: con iaba que yo iba a satisfacer sus
ambiciones. Para ella yo era más importante que mi padre. Y,
aunque mi madre no ejercía abiertamente una seducción
sexual, la connotación de sus sentimientos era sexual. Por otra
parte mediante mi identi icación con mi padre, una persona
1

f
f

sencilla muy trabajadora y hedonista, mantuve mi respuesta


afectiva por la vida del cuerpo, que es la esencia de la
percepción del yo”.
El niño debe satisfacer las necesidades de uno de los padres en
vez de ser amado por sí mismo, ayudado y sostenido en su
propio desarrollo.
Este hecho crea en el niño el sentimiento de ser alguien especial,
pero el control, la necesidad de posesión por parte de la madre,
provoca en el hijo por una parte la desconexión de sus propios
sentimientos para adaptarse a la imagen que la madre espera
de el y por otra la represión y sentimiento de culpa por sus
sensaciones sexuales.
Se habla mucho de los abusos sexuales de los que son objeto las
niñas en sus familias y, muy poco de las que pueden ser objeto
los niños. No por ello no existen, pasan mas desapercibidos,
confundidos con los cuidados corporales. Los niños son también
victimas de la sexualización de los afectos por parte de los
adultos insatisfechos. Las bromas, las referencias continuas,
claras o veladas a la valoración de la potencia fálica y la
represión sobre añadida, centran el interés del niño en una
sexualidad en la que es sobrevalorada la potencia eréctil, en
detrimento de una sexualidad plena y placentera donde esta
implicado el ser por entero, incluyendo los sentimientos.

Aspectos Psicológicos.
Por el hecho de tener la energía bien enraizada en la cabeza y
en la pelvis, el fálico-narcisista esta en contacto con la realidad
y bien adaptado a la sociedad. Suele tener éxito en su trabajo y
resultar sexualmente atractivo. Parece seguro de sí mismo,
vigoroso, y , muchas veces un poco arrogante. Uno de sus rasgos
de carácter es su valor agresivo (en el sentido de actuar),
característica que le llevará al éxito.
Este carácter tiene tendencia a separar el afecto de la
sexualidad. Muchas veces distintas mujeres son las depositarias
de uno y otro sentimiento.

Conserva una cierta espontaneidad, aunque la imagen de si


mismo está muchas veces in lada sobretodo en lo que concierne
su imagen sexual.
Por ello la seducción de las mujeres ocupa un puesto importante
en su vida. Se complace en alardear de sus conquistas y su poder
sexual. Aunque este poder sexual tiene poco que ver con la
potencia orgástica que implica todo el cuerpo, los sentimientos
y la capacidad de placer. (Hay muchas veces confusión entre
capacidad de erección y capacidad de orgasmo).
Puede parecer un hombre de éxito y seguro de si mismo; en el
fondo tiene insatisfacción e inseguridad. Su necesidad de estar
siempre activo, siempre demostrándose su valía es porque su
triunfo en la vida no ha sido basado en su realidad. Sus
necesidades profundas de respeto y amor no han sido cubiertas.
Aunque llegue a tenerlo todo en la vida, la insatisfacción
continua y por eso siente constantemente la necesidad de
buscar algo nuevo. Su sentimiento es de vivir bajo una continua
presión. El hecho de no encontrar satisfacción profunda en
ningún nivel de actividad, le empuja a la lucha y a la conquista.

Aspectos ísicos.
Las personas con este carácter tiene un cuerpo mas o menos
proporcionado. Su tronco esta conectado con las extremidades.
Su rostro es expresivo, sus ojos vivos y brillantes. Suele estar
delgado, con una musculatura bien desarrollada y sus gestos y
movimientos son animados.
Los hombros son anchos, el cuello bastante rígido, la pelvis
estrecha. las nalgas y la musculatura pélvica están muy duras.
El pecho está ijado en inspiración y su respiración es mas bien
abdominal aunque su vientre es duro al tacto, aún así aparece
abombado.
Al levantar las piernas en ángulo recto aparecerá su gran
rigidez. Su apariencia suele ser agradable y da una cierta
sensación de gracia y agilidad.

Condiciones energéticas.

Tienen una carga periférica bastante buena. Por lo tanto su piel


aparece habitualmente bien irrigada.
En las situaciones de estrés la retirada energética es solamente
periférica, es decir, que en el momento de con licto, no se retiran
con su energía hacia el interior sino que se rigidizan, lo cual
permite la circulación de los sentimientos pero limita su
expresión.
Su corriente energética es canalizada hacia el cerebro y los
órganos genitales, cargando estos dos extremos debido a la
compresión que ejerce la musculatura contraída. De esta
manera la agresividad ( en su acepción de acción) es favorecida
en detrimento de la lexibilidad. La compresión pélvica limita
las funciones genitales. Por ello la persona fálico-narcisista es
sexualmente agresiva (necesita descargar la sobrecarga) pero,
sufriendo de eyaculación precoz.
Su descarga sexual se produce por rebosamiento; Es decir
habitualmente hay falta de descarga orgástica y solamente se
descarga el aumento de carga que no tiene cabida ya, en un
deposito rígido. Al estar su pelvis en posición de carga, hay de
nuevo erección, a la mas pequeña excitación, con necesidad de
descarga. Esto es lo que se confunde con potencia sexual.
Con estos mecanismos, estos hombres suelen obtener poco
placer en sus experiencias sexuales, porque la estructura
tubular transporta la energía directamente de un extremo a
otro del sistema. Es su insatisfacción que le empuja hacia
nuevas conquistas, esperando consciente o inconscientemente,
tener mas éxito con una nueva pareja. En realidad, la novedad
le aporta una mayor carga energética y durante un breve
tiempo, tendrá mas capacidad de placer; hasta que la excitación
de la novedad desaparezca.

Formas de resistencia en la sesión.


No suele ser el individuo que acude a una terapia para
cuestionarse. Cuando viene a este espacio es movido por una
necesidad de soltar la tensión interna, encontrar una actividad

que le sugiere cierta lexibilidad o movido por agradar a su


conquista actual.
Cuando encuentra una pequeña mejoría lo mas frecuente es que
con una buena excusa (es un hombre muy ocupado) deje de
asistir a las sesiones. Aunque pueda estar sinceramente
interesado por nuestras propuestas.
Le es di ícil deshacer su imagen social y dejar aparecer su
realidad mas aún si la terapeuta es mujer.
Como quiere complacer, ser e icaz (cuando decide hacer algo, lo
quiere hacer bien), es una persona que logra respirar, soltar la
tensión, por lo tanto aparecen fácilmente reacciones
energéticas (temblores sensación de corriente eléctrica,
erecciones etc.) y angustia. Pero tiene mucha di icultad para
expresar sus sentimientos, y además, ello deterioraría su
imagen; por esta razón su mayor resistencia es: no volver.
Si decide quedarse utilizará la palabra, llevándonos hábilmente
del terreno corporal y artístico al verbal. También puede poner
en acción consciente e inconscientemente un juego de
seducción.
Otra de sus resistencias es su empeño en “Hacer bien” utilizando
para ello la voluntad y la fuerza. Sistema que le protege del
contacto con su vulnerabilidad. Tiene miedo a la entrega, al
amor, y también a la sesión. Para el la entrega signi ica
sumisión y pérdida de libertad.

Algunas ayudas terapéuticas.


A pesar que se muestra muy interesado y cooperativo, (quiere
arreglar todo lo mas rápidamente posible) hay que ser
prudentes y avanzar paulatinamente. Lo que en un principio
podría parecernos un gran avance, puede provocar la mayor
resistencia. Hay que ayudar al hombre fálico- narcisista a ir
tolerando poco a poco niveles cada vez mas altos de energía,
trabajando la respiración, la canalización de la energía hacia la
pelvis solamente hasta el punto en que sea asimilable. Las
grandes reacciones le van a asustar, provocar angustia y hacer
entrar en resistencia.

f
f

Será útil explicar siempre qué pretendemos. Poder comprender


el trabajo a nivel intelectual le ayudará a entender sus
reacciones, y quizás abrirá una puerta a poder expresar sus
sentimientos.
Hay que animarle a expresar lo que va sintiendo verbal, y
corporalmente utilizando la musculatura y el material de
expresión. Por ejemplo si siente dolor expresarlo pegando,
gesticulando, haciendo muecas, expresándolo sobre el papel,
manipulando la arcilla etc.
Es importante invitarle a ir dejando su actitud auto-exigente de
“hacer bien”, sustituyendo la presión del “debo cumplir” por el
de abandonarse permitiéndose mostrar tal cual, sin ningún
juicio, conectando con los sentimientos tiernos: tristeza,
ternura, llanto..

Actitud del terapeuta.


Ha sido manipulado por la madre que necesitaba un hijo creado
a la medida de sus necesidades. Ha aprendido a renunciar a su
personalidad para complacerla.
El terapeuta debe cuidar mucho de no jugar inconscientemente
el mismo papel. Si el paciente se muestra cumplidor y
complaciente, y responde a nuestras expectativas, corremos el
riesgo que continúe con su sistema de siempre. Debe quedar
claro que no buscamos ningún resultado concreto, sino
simplemente su conexión consigo mismo. No es a nosotros a
quien debe complacer sino buscar su propio camino, utilizando
nuestra ayuda, para sentirse mas en contacto con la vida y ser
mas feliz.

Biblogra ía:
Escritos de Malén Ciseró
El Lenguaje del cuerpo de Alexander Lowen
Análisis del carácter de W. Reich.
Bioenergética de Alexander Lowen

También podría gustarte