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La clase virtual

Sobre la virtualidad y las clases

Siempre que emprendemos nuestra tarea docente necesitamos planificar y definir hacia dónde
queremos ir. No vamos a caer en la reducción de que “toda crisis es una oportunidad”, pero no
estamos lejos de esa premisa. Es un momento para definir contenidos centrales de nuestra materia,
ver qué materiales son imprescindibles y cómo ayudamos a que se comprendan mejor. Son los
interrogantes de siempre:

 Qué vamos a hacer.

 Para qué.

 Cómo lo vamos a hacer.

 Con qué.

Los recursos digitales deben estar al servicio de los objetivos y no al revés. Es tiempo de establecer
vínculos, de generar empatía. ¿Podemos resolver estos temas con recursos virtuales? ¡Claro que
podemos!, mientras sea pensado y con sentido (nada muy diferente de lo que nos pasa en la
presencialidad).

Las clases virtuales son una herramienta eficaz para ofrecer a los alumnos y las alumnas los contenidos,
ya que en ellas se puede utilizar todo tipo de comunicación multimedial. ¿Por qué no aprovecharlas?

Se intenta reproducir en los ambientes virtuales aquello que los y las docentes hacemos en clase:
explicar, ampliar, ejemplificar, ayudar a desentrañar los conceptos complejos. Ayudar a que los/as
estudiantes aprendan. Sabemos que si la enseñanza tratara solo de transmitir información disciplinar

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no harían falta los/as docentes, simplemente alcanzaría con buenos libros (o Google). Pero nuestro rol
docente consiste, también, en transmitir información disciplinar. No obstante, no olvidemos que
ninguna pantalla enseñará a nuestros estudiantes a entender el mundo. Esa responsabilidad es
del/la docente.

Para que la comunicación y la formación sea efectiva, la clase debe ser una guía fundamental para
poder acceder a otros materiales que ofrece el espacio, como la posibilidad de compartir materiales
escritos, vincular sitios webs de interés para el tema, participar en debates, acceder a encuestas,
realizar actividades específicas, obtener materiales de estudio. Es decir, la clase constituye un
elemento muy importante en el modelo pedagógico. Entendemos qué significa, para la actual etapa de
desarrollo de la educación en la modalidad virtual, la conjunción de lo rescatable de los formatos y las
buenas prácticas docentes de la clase presencial con las concepciones que tienden a centrar mucho
más los aprendizajes en la propia actividad de los alumnos, y con la incorporación de las nuevas
posibilidades que ofrecen los medios digitales.

En la presencialidad, la clase es, en general, el centro de la estructura compleja del proceso de


enseñanza. Alrededor de ella giran el resto de los componentes: bibliografía, prácticos, ejercicios,
estudio individual y colectivo, evaluaciones, etcétera. Incluso, en aquellos procesos muy centrados en
los/as estudiantes, el aula y la actividad del/a profesor/a actúan como elementos aglutinantes y
organizadores.

Dice Daniel Feldman (2010), en Didáctica general, que “enseñanza” son las acciones ligadas con las distintas
posibilidades para guiar, ayudar o conducir las tareas de aprendizaje. De esta caracterización acerca de la
tarea de enseñar que propone Feldman, puntualicemos dos aspectos centrales: gestionar la clase y generar

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situaciones de aprendizaje.

Gestionar la clase consiste en: organizar las tareas de aprendizaje, promover la interacción con el material de
trabajo y establecer un tiempo y un ritmo adecuado, dar pautas para graduar el ritmo de trabajo de acuerdo
con las posibilidades que brinda cada clase e intervenir eficazmente en situaciones cambiantes de la clase.

Generar situaciones de aprendizaje mediante el uso de distintas estrategias, procedimientos y técnicas de


enseñanza. El desafío no consiste en encontrar la propuesta ideal, sino en elegir y usar de forma válida
métodos pertinente a los propósitos a lograr. El repertorio de estrategias, procedimientos y técnicas de que
disponemos los docentes es muy amplio; sin embargo, de todo ese menú de opciones debemos considerar
aquellas que se adecuen a los propósitos educativos que plantea el proyecto en el que se inscribe nuestra
práctica profesional y a los alumnos que integran la clase.

Con esta distinción queremos dejar claro que las estrategias de enseñanza y las estrategias de aprendizaje se
resignifican cuando agregamos una nueva herramienta: la tecnología.

Momentos de la clase

Como en cualquier clase presencial, deberemos tener en cuenta que esta debe tener un momento
introductorio, un desarrollo y un cierre.

En cuanto a la apertura o introducción, debemos considerar que, si es un tema que ya venimos


desarrollando, puede tener referencias a clase anteriores; se debe vincular con lo visto de modo que
generemos una secuencia bien estructurada.

En la apertura, podemos saludar, hacer algún comentario que tenga que ver con la vida cotidiana, ya
sea el clima, deportes, novedades personales que queramos compartir, etc. Podemos comenzar con

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una pregunta disparadora, una anécdota, un relato, una metáfora, etc. Cada uno/a de ustedes apelará
al modo en que habitualmente se dirige a sus alumnos y alumnas.

Estos elementos permiten establecer vínculos más fuertes. Ustedes saben que lograr empatía es un
gran desafío. Los saludos o comentarios no son de ningún modo una receta, sino que dependerán de
nuestras propias características personales y el estilo del docente. Pero no debemos olvidar que esto
es solo la introducción.

En el desarrollo, debemos centrarnos en el contenido, según lo que nos planteamos en los objetivos de
esa clase. Puede que expliquemos un tema, que lo ampliemos, que demos una guía de lectura,
etcétera. Es la parte central de la clase y donde debemos poner mucha de nuestra atención.

En el cierre, deberemos indicar qué actividades deben hacer, qué plazos tienen, etc. Vincular con los
temas que siguen y hacer una suerte de síntesis de lo analizado. Si es una clase de cierre del tema o de
la unidad, deberá contener una reflexión final.

Sobre los modos de escribir

Nos parece central pensar en cómo escribir. Según nuestro colega Daniel Prieto Castillo (1991) en su
libro La mediación pedagógica:

Cuando un discurso no discurre la comunicación se empantana, nada avanza, nada fluye y,


por lo tanto la interlocución no se produce.

Si la narratividad favorece la interlocución, un texto educativo no puede dejarla afuera. En tal sentido,
sugerimos tomar en consideración los siguientes puntos:

 estilo coloquial,

 relación dialógica,

 personalización,

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 presencia del narrador,

 claridad y sencillez,

 belleza de la expresión.

Como sostiene Holmberg (1981) en su clásico libro sobre educación a distancia:

Si un material de estudio a distancia representa una forma consistente un proceso


comunicacional, de manera que se perciba como una conversación, los estudiantes se
motivarán y tendrán un mayor éxito que con un material de estudio con las características de
un libro de texto impersonal.

Algunas recomendaciones

Escribir es circunscribir, es acotar la realidad para poder comprenderla. Para ello, necesitamos nombrar las
cosas de modo que emisor y receptor puedan entenderse, esto supone:

 utilizar términos claros, precisos;


 evitar las palabras superfluas;
 usar un lenguaje objetivo, explicando las afirmaciones;
 oraciones y parágrafos poco extensos, bien construidos;
 oraciones bimembres;
 seguir un hilo argumental con coherencia interna; un texto no es una sumatoria de oraciones;
 usar frases breves y poco complejas sintácticamente;
 se debe tener mucho cuidado con el uso de los pronombres. La comprensión de los pronombres
siempre requiere de cierto trabajo por parte del lector ya que es necesario determinar la palabra
a la que se refieren. En algunos casos, cuando esta determinación es fatigosa, es mejor repetir la
palabra o usar un sinónimo.

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¿Qué y cómo? El arte de usar recursos digitales

Recuerden que la elección del recurso tiene que necesariamente responder al objetivo de la clase, y no
al revés. No hace falta usar muchos recursos, ni usarlos para cada clase o comunicación que
establezcan con sus estudiantes. Poco, pero efectivo, es mejor que mucho que no se entiende.

Muchas veces, cuando estamos iniciándonos en esto, cometemos el error de confundir la enseñanza
en la virtualidad con la enseñanza de recursos digitales. No enseñamos Informática, usamos los
recursos tecnológicos que tenemos a mano para enseñar otros contenidos.

Lectura recomendada

"Tipos textuales en la educación virtual". Juan Carlos Asinsten (2014)

En: http://tizaymouse.com/PDFs/TyM-
Tipos_textuales_en_educ_virtual.pdf

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Crear una clase

El aula virtual es un espacio web dentro del nodo institucional, dentro del cual puede darse un proceso
de intercambio entre docentes y estudiantes que posibiliten el aprendizaje. No debería ser solo un
mecanismo para la distribución de la información, sino que debe ser un sistema adonde las
actividades involucradas en el proceso de aprendizaje puedan tomar lugar, es decir, que puedan
permitir interactividad, comunicación, aplicación de los conocimientos, evaluación y manejo de la
clase. ¿Por qué no aprovecharlas?

Es posible ofrecer continuidad a las clases presenciales mediante diferentes recursos en las
aulas virtuales, que disminuyan la fragmentación y discontinuidad que presenta la actividad
presencial, de ritmo generalmente semanal, en el que cada semana hay que recomenzar,
recordando el punto donde se dejó el trabajo.

Asinsten, J. C., Asinsten, G. y Espiro, S. (2012)

No se trataría –no debería tratarse– de un espacio expositivo, donde el docente demuestre todo lo que
sabe del tema. Esta clase no se refiere a “dar clase”. Sabemos que no se cuenta en general con el
tiempo para hacer eso, quizás tampoco los estudiantes se tomen el tiempo de leer una extensa
exposición magistral, pero, fundamentalmente, se trata de usar estos recursos de un modo superador
y transformador de prácticas conservadoras de la enseñanza.

El texto de la clase representa la voz del docente cuando él no está, por lo tanto, resulta más cálido y
agradable para los alumnos leer un documento en un registro se asemeje al discurso de la
presencialidad.

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 La clase no debería ser un conjunto de información más o menos ordenada como si fuese una
cartelera o un conjunto de notas adhesivas. Es más efectiva si va enlazando la información a dar
en forma coherente y en un “tono dialógico”.

 Esto no deja de ser un texto para leer en pantalla. Todos leemos menos en ellas y por eso es
mejor que sea breve.

 Un texto para la web suele ser “hipertextual”. Aprovechemos eso para enlazar a ella los
elementos que mencionamos, agregando, además, links a datos extra como “notas al pie”.

 Un documento en la web tiene la potencialidad de la multimedia, por lo que las clases


resultarán mejores si les agregamos alguna imagen importante, un diagrama, un video, un
audio. Aquí podemos incrustar nuestras presentaciones, prezis, líneas de tiempo, etcétera.

 Finalmente, contamos con los recursos del editor, que nos permiten resaltar, subrayar o
cambiar el tamaño o color de las tipografías para una mejor organización visual del texto. En un
texto web el diseño visual no es “adorno”, es comunicación.

Desde el punto de vista tecnológico, la plataforma permite la organización de las clases subdividiendo
en Clases (A) y Textos (B), les mostramos la diferencia entre ambas a través de la siguiente imagen que
corresponde a este espacio:

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La clase virtual no es un libro

Entonces, lo más importante es la organización, realizar una planificación previa. ¿Qué contenidos
conviene que estén en este formato? ¿Todos los contenidos tienen que ir en ese espacio o con algunos
conviene utilizar un PDF o un DOC? ¿Cuántas píldoras es conveniente utilizar? Si el texto es muy largo,
¿lo coloco aquí o mejor en material de estudio?

El procesador de textos tiene una gran cantidad de herramientas, muchas de ellas parecidas a Word
(otras no tanto) para poder agregar contenidos. Pero lo más destacado es que se puede grabar audio
y video directamente desde los equipos personales. Un acercamiento hacia los alumnos y un
“salvador” a la hora de expresarse mejor hablando.

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Una clase en pocos pasos

Aprovechando las herramientas que ofrece el editor de clases se puede realizar un primer intento en
pocos pasos.

Veamos un ejemplo

A. Primero crear la clase y el texto (píldora) que va a formar parte de esta. Luego, dentro del
editor, comenzar a colocar los elementos. Por ejemplo, se puede empezar con un video para
explicar qué tema se va a tratar:

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B. Se pueden definir espacios con diseños ya creados mediante el uso de plantillas. Por ejemplo,
aquí se muestran tres plantillas diferentes, la imagen fue copiada directamente de internet:

C. Continuar con un audio aclaratorio que se puede grabar directamente desde el equipo
personal:

D. Finalizar con una invitación para recorrer otros espacios o proponer otras lecturas. Las
plantillas son útiles para estas propuestas y la forma de realizar enlaces se puede visualizar
aquí:

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Estos tutoriales ofrecen todas las posibilidades para crear una clase en la plataforma:

Tutoriales

Creación y organización

 Cómo crear las clases


 Cómo cargar una píldora de texto
 Organizar clases y contenidos

Plantillas

 Insertar y eliminar una plantilla


 Modificar los elementos de la plantilla
 Plantillas de ejemplo

Textos

 Cómo editar textos en una clase

Imágenes

 Cómo insertar imágenes desde el repositorio


 Cómo pegar una imagen en la clase

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Audios y videos

 Utilizar audio en la clase


 Cómo insertar un video desde el repositorio
 Cómo grabar video desde el editor de contenidos
 Cómo añadir un video de YouTube

Hipervínculos

 Cómo insertar hipervínculos

Materiales de estudio

Una buena clase puede complementarse con dos posibilidades que ofrece la plataforma:
las actividades y el material de estudio.

El material de estudio ofrece documentación extra de lectura al estudiante, las actividades permiten la
entrega y el seguimiento de trabajos. Ambos están asociados a una clase. La siguiente imagen permite
observar cómo el estudiante ve un material de estudio:

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Una recomendación interesante es armar guías de lectura que pueden publicarse con el material de
estudio.

Lo que un lector obtiene de los textos es la «respuesta» a lo que ha


aprendido a buscar en ellos, siendo las preguntas que se formulen dependientes de sus
conocimientos previos y sus objetivos de lectura. Y es el buen profesor el que enseña el tipo
de cosas que la comunidad de lectores de su campo de estudio busca en la bibliografía. Este
docente ofrece categorías de análisis para interpretar los textos, enseñando a hacer con lo
leído lo que ha tomado conciencia que realiza él mismo.

Carlino (2005)

Nos dice Juan Carlos Asinsten (2007):

Una guía de lectura es algo más, mucho más que una recomendación de leer, y una indicación
genérica de prestar atención a lo que se lee. La comprensión de textos es un proceso complejo,
en el que interviene tanto el propio texto, como la actividad cognitiva desarrollada por el lector,
que reconstruye el sentido del texto según sus conocimientos y experiencias anteriores. Es decir,
que no es suficiente que el texto contenga la información necesaria sobre el contenido que sea,
sino que la misma esté al alcance de las herramientas de análisis que los lectores ya poseen. Y
como ésta es una competencia que se adquiere de manera no automática, es función de las guías
de lectura ayudar a los estudiantes a preguntarles a los textos lo que necesitan saber. Ya que,
como afirma Carlino "los docentes suponemos que leer es encontrar en el texto la información

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que parece ofrecer, pero desconocemos que esa información sólo está disponible y puede ser
apreciada por quienes tienen ciertos marcos cognitivos específicos".

Confección de una guía

No existe un modelo de guías de lectura. Seguramente cada disciplina presenta requerimientos


específicos.

Algunos aspectos para tener en cuenta:

 Ofrecer información completa sobre el texto, que incluya:


 Autor, con una caracterización del mismo, si es relevante.
 Título completo de la obra. Edición. Extensión de la misma.
 Ofrecer un marco de significatividad. Indicar por qué y para qué se incluye esa lectura en la
bibliografía.
 Ofrecer un modelo de análisis. Esto puede realizarse con preguntas que orienten a la búsqueda
de información relevante.
 Llamar la atención sobre conceptos que pueden (deben) inferirse del texto, y no están
explicitados. Hacerlo de manera indirecta, de modo que el estudiante vaya aprendiendo a
realizar esta tarea con autonomía.
 Aclarar supuestos de conocimiento que el autor atribuye al lector y que, en el caso de los
estudiantes, estos no poseen.
Seguramente, se habrán preguntado qué diferencia hay entre colocar aquí los archivos, como
"Material de estudio", o en la sección Archivos o Biblioteca.

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Veamos eso:

Se denomina "Material de estudio" a los archivos


que se les ofrecen a los alumnos en el mismo espacio
de la clase para que profundicen los contenidos presentados
y/o como apoyo para realizar sus actividades.

Los materiales digitales, en general, pueden ser ofrecidos a los alumnos subiéndolos a la sección
Archivos para que accedan a ellos desde la clase, ya sea por medio de links en el propio texto o a
través la casilla de Archivos de la clase en la vista de Administrador, mediante la habilitación de un
acceso directo a los mismos.

Pero subir esos materiales a la sección Material de estudio dentro de una clase presenta
características particulares y distintivas:

Como material de estudio:

 El docente podrá definir si un archivo es de lectura obligatoria o no y hasta podrá determinar


que el alumno no pueda acceder a una clase posterior si no ha descargado ese o más archivos
obligatorios de esa clase.

 Cada alumno sabrá si un archivo es de lectura obligatoria porque aparece indicado y tendrá un
control acerca de qué archivos ha descargado y cuáles no

Pero hay que tener en cuenta que un “Material de estudio” siempre está vinculado a una clase, por lo
que, si hay materiales de lectura general o ampliatorios, no habría que ubicarlos aquí, sino en la
sección Archivos.

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Tutoriales

 Insertar material de estudio


 Modificar y eliminar material de estudio
 Ordenar el material de estudio en la clase

Actividades

Algunas consideraciones para tener en cuenta


al diseñar actividades

Como señala en uno de sus libros Begonia Gros:

Todo enfoque constructivista debería ser capaz de articular cinco atributos que son
necesarios para conseguir un aprendizaje significativo: la actividad, la reflexión, la
complejidad, la autenticidad de las tareas y la comunicación.
Cada uno de los atributos señalados es muy importante para la construcción del aprendizaje,
pero es necesario llegar a la articulación de los cinco elementos para que haya realmente un
aprendizaje significativo.

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Anticipando algunos problemas comunes en el diseño de actividades, les sugerimos los siguientes tips:

 Muchas de las actividades que se suelen proponer necesitan excesivo tiempo para
completarlas. Tener en cuenta los tiempos reales de trabajo.
 Otras, no tienen suficiente información para que sus alumnos/as puedan realizarlas. Solo
presentan el tema y piden desarrollos o conclusiones. Es necesario que revisen, tratando de
pensar desde el lugar de sus estudiantes, si podrían hacer la actividad completa con la
información suministrada, o si es necesario completarla. No se olviden que ustedes no estarán
allí, en vivo, para responder las consultas que surjan de la lectura de las consignas. Cuanto
más clara la actividad, más productiva.
 Las actividades deben tener sentido, el esfuerzo debe estar centrado en resolver la situación, en
aprender a resolver el problema.
 En otros casos, las actividades se reducen a pedir resúmenes de lo leído. Aunque el resumen es
una actividad de aprendizaje, la realización a distancia permite una confección mecánica, sin
aprendizajes como saldo. Tratar de salir de los modelos más "tradicionales" o habituales de
actividades, pensando con originalidad y creatividad.
 No todo debe ser escrito. Podemos utilizar videos breves explicando un tema, justificando una
lectura, dando pautas. Es preferible presentar varios videos cortos con sentido que uno muy
largo con muchos temas.
 No abusar de links para visitar, seleccionar los que aporten al objetivo de la clase, indicar qué
mirar, dónde prestar atención, etcétera.
 Centralicen las consultas de sus estudiantes y especifiquen dónde y cuándo los pueden
encontrar a ustedes: ya sea que decidan conectarse sistemáticamente en algún momento
puntual del día, o sea que decidan responder mensajes en un rango horario, informen estas
decisiones de antemano. Organicen la cursada, organicen su trabajo y el de sus estudiantes.

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Las actividades están asociadas a una clase
y permite que el estudiante realice una entrega
de un trabajo establecido por el/la docente.

En la imagen que se encuentra a continuación, observarán cómo el estudiante accede a una actividad
para encontrar allí la consigna. El docente podrá calificar y realizar una devolución de la tarea
realizada.

Tutoriales

 Cómo crear una actividad


 Cómo realiza la actividad el cursante
 Cómo se corrige una actividad
 Cómo se crea una actividad grupal
 Cómo realizan los cursantes una actividad grupal
 Copiar actividades a otras aulas

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Formularios

Realizar un análisis cuantitativo y cualitativo sobre el proceso y los resultados de una cursada es una
tarea importante para valorar y renovar la propia práctica, redefinir la adecuación de los recursos
utilizados y, sobre todo, conocer las opiniones de los estudiantes, como también dimensionar su
progreso. La encuesta, como instrumento específico, facilita este análisis dada la diversidad de
dimensiones posibles de evaluar.

Al igual que la educación presencial, la educación virtual requiere de métodos para conocer
al participante de manera previa, con el fin de contextualizar los contenidos y la metodología
del proceso al público meta. El tipo de sondeo que se efectúe debe considerar características
personales, aspectos referentes a los conocimientos previos en el área de estudio y,
finalmente, la perspectiva tecnológica y de acceso. El último punto resulta clave, puesto que
en un curso virtual los participantes suelen presentar problemas técnicos, derivados de la
falta de experiencia en los entornos virtuales de aprendizaje (EVA), y de la carencia de
algunos programas en sus computadoras. Por otra parte, se encuentra la evaluación final del
proceso, la cual es de suma relevancia, pues mostrará la percepción del curso según los
participantes, así como la valoración de las actividades, de los contenidos y de la dinámica
utilizada, y, en especial, del papel del facilitador. Con el fin de que exista una cultura
de mejora, es necesario que los resultados de la evaluación final de los participantes en un
determinado curso sean sistematizados y analizados para poder, así, incluir los resultados de
las evaluaciones en futuras capacitaciones.

Francisco Mora Vicarioli (2011)

La herramienta Formularios permite realizar encuestas dentro del aula y son muchas las posibilidades
que ofrecen. Por ejemplo:

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 Realizar un test inicial para conocer a los alumnos, sus posibilidades, sus conocimientos previos,
percibir su entorno, lo que pretende sobre la materia.
 Evaluar un proyecto que se está llevando a cabo, es una herramienta vital para el trabajo
colaborativo.
 Motivar sobre temas que se desarrollarán sobre una clase o una secuencia.
 Fomentar una actitud crítica frente a determinadas situaciones sociales.
 Indagar sobre el alcance de los objetivos propuestos.
 Conocer las críticas de los estudiantes sobre el desarrollo del área y el desempeño del docente.

Tutoriales

 Crear un formulario
 Añadir preguntas en un formulario
 Cómo responde el cursante un formulario
 Administrar un formulario
 Eliminar formularios y participaciones
 Copiar en aula y notificar

Evaluaciones

Entendemos a la evaluación como un proceso continuo sobre los estudiantes y la propia práctica.
Partiendo de esta consideración, no es la intención de este curso profundizar sobre el tema, lo que
requeriría hacer un amplio recorrido de autores, experiencias y debates actuales, sino mostrar una
herramienta digital que se encuentra dentro de aula virtual.

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Una de las posibilidades que nos da la plataforma es la de crear evaluaciones que el alumno/a puede
realizar en cualquier momento y lugar, y recibir un resultado inmediato de su desempeño a modo de
autoevaluación.

Se trata de evaluaciones de las llamadas “objetivas”,


instrumentos que, a través de preguntas del tipo opción múltiple, verdadero o falso, relacionar
conceptos, etc., permiten acotar la variedad de respuestas posibles, libres de “interpretación”, y, por
ende, factibles de ser administradas por un sistema informático
para ofrecer un resultado cuantitativo.

Tutoriales

 Crear una evaluación


 Tipos de preguntas
 Generar preguntas previamente
 Cómo realiza la evaluación el cursante
 Seguimiento de las evaluaciones

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Debates

El debate es un elemento de foro, pero, a diferencia de los creados en la sección Foros, el debate
forma parte de la secuencia de contenidos de una clase como los Materiales de estudio, las
Actividades, las Evaluaciones y los Formularios. Podemos asignarle la condición de participación
obligatoria, indicar cantidad mínima requerida de intervenciones para que la participación sea válida,
asignarle una calificación y mostrar la nota obtenida en la sección Calificaciones. Este modo permite
realizar un seguimiento por usuario o grupos de usuarios.

La experiencia indica que los debates más ricos


se dan sobre temas acotados. Las intervenciones en un foro
no son ensayos o monografías. Los buenos debates se arman
con intervenciones breves. Mientras más acotado sea el tema,
más fácil ese tipo de participación.

La temática debe permitir la participación del estudiante. Para que exista debate se deben dar algunas
condiciones:

 Debe haber un tema sobre el que se pueda opinar. Pero un tema solo no es un iniciador de
debate. Es necesario que la formulación inicial abra la posibilidad de opinar sobre algo.

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 El debate necesita de controversia. Necesita que existan por lo menos dos posibilidades de
respuesta. La controversia puede ser explicitada desde el planteo inicial, o ser provocada más
adelante.

 Los textos disparadores o iniciadores deben ser abiertos. Los textos cerrados, en los que la
verdad está dicha, no sirven para debatir. No permiten que el lector participe ni opine, o, por lo
menos, dificultan seriamente la participación. Es necesario un participante muy seguro de sus
conocimientos para que se anime a intervenir en un foro diciendo esto no es así, cuando algún
autor de autoridad o el propio profesor afirman lo contrario.

 Es necesario que el contenido sea relativamente dominado por los participantes, de manera de
que las participaciones superen el reproducir “opiniones autorizadas”. El valor educativo de los
foros pasa, justamente, por crear situaciones en las que el estudiante debe poner en sus
propias palabras los conceptos, ideas, formulaciones, etc., lo que implica el nivel más alto en el
manejo de la información: cuando se la internaliza, se la apropia y puede construir a partir de
ella nuevas proposiciones.

Algunas recomendaciones para transmitir a los estudiantes

El espacio de los foros de discusión emula el debate e intercambio que se da naturalmente en el aula
presencial. Así como en ese espacio hay códigos explícitos o implícitos de interacción, proponemos las
siguientes recomendaciones generales para la participación en los foros virtuales.

 Hacer aportes estrictamente relacionados con la temática en discusión y con la línea de debate.
 Realizar lecturas previas que le permitan sustentar teóricamente los aportes.
 Contemplar las afirmaciones de los compañeros para cuestionarlas o enriquecerlas.

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 Cada vez que se realiza una cita de material online, hay que referenciarla correctamente con
todos los datos posibles. Nunca tomar palabras ajenas como propias, porque esto es plagio.
 Participar desde el inicio y durante todo el tiempo de desarrollo. No dejar la participación para
el final.
 Ser breves: intervenciones muy largas desalientan la lectura.
 Sobre el uso del color, fondo blanco y letras negras suele ser la mejor opción. Podemos usar
colores para resaltar algo, pero no para todo el mensaje.
 No es necesario tener la respuesta “correcta” para participar en los debates. La participación
(siempre que se acerque a lo solicitado en la consigna) es el instrumento principal para la
construcción del conocimiento.

Es importante tener en cuenta las siguientes indicaciones:

 Extensión máxima de 20 líneas por intervención.


 El mensaje debe estar relacionado con el desarrollo de la línea de debate hasta el momento
de la participación.
 Si desea comunicar algo personal al docente o a otro compañero o compañera, es más
aconsejable utilizar la mensajería interna.
 No es prudente publicitar en un foro el contenido de un mensaje personal o privado. Un
mensaje en la mensajería interna (salvo que sea grupal) es un mensaje privado.

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Tutoriales

 Cómo crear un debate


 Tipos de debate
 Cómo reconocer la participación en un debate
 Cómo se califica un debate
 Cómo se ven las calificaciones de los debates

Créditos
Autores: Equipo TIC del INFoD.
Cómo citar este texto:
Equipo TIC del INFoD. (2020). La clase virtual. Espacio de acompañamiento: Aulas Virtuales para docentes.
Buenos Aires: Ministerio de Educación de la Nación.

Esta obra está bajo una licencia Creative Commons

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