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PROCESOS ADMINISTRATIVOS
2021
U n e quipo de s c oor dina do
La descoordinación del grupo de trabajo resulta fatal para la productividad de la
compañía. De ahí que sea uno de los ejemplos de conflictos laborales que hay que
atajar cuanto antes. Dentro de esta situación, puedes encontrarte con trabajadores
que no tienen claro cuál es su misión, empleados que se solapan en la ejecución de
tareas o errores en la comunicación.
¿Qué puedes hacer en estos casos? En primer lugar, asegúrate de que, como
líder, estás compartiendo los valores de la empresa y facilitando los objetivos a los
colaboradores de forma clara y comprensible, para que todos sepan hacia dónde
deben remar. No olvides habilitar los canales de comunicación precisos para que
pueda producirse un feedback continuo entre los empleados y el líder.
Conflictos de personalidad
Puede darse el caso de que los conflictos estén causados por incompatibilidad de
caracteres entre los empleados. De ahí la importancia de contratar a los perfiles que
se mejor se adapten a la organización a través de procesos de selección que
evalúen tanto las competencias técnicas, como las habilidades personales.
Impuntualidad
¿Qué debes hacer con ese trabajador que llega tarde de forma sistemática? La
aceptación no es una opción. De este modo sólo provocarás que el resto de
compañeros, ante la impunidad, imite su comportamiento.
Este conflicto en el trabajo puede solventarse a través de la ya obligada instalación
de sistemas de medición en la oficina. Pero sin duda más efectivo es la implantación
de una estrategia positiva, donde cabe citar un sistema de bonos por puntualidad.
Así, los empleados responsables verán premiada su profesionalidad, induciendo a
que esta sea la conducta a seguir.
Mentiras, rumores y comportamientos negativos
De nuevo, la clave para evitar estos ejemplos de conflictos en el trabajo reside en
desarrollar un proceso de selección de personal de calidad, prescindiendo de
aquellos candidatos que pueden influir negativamente en el ambiente laboral.
Pero si ya cuentas con algún empleado tóxico, que no para de quejarse, criticar a
sus compañeros, extender rumores o inventar historias para justificar su falta de
productividad, tu mejor baza es, sin duda, mantener un encuentro con la persona en
cuestión, ejerciendo un liderazgo motivador que provoque un cambio de actitud y,
por ende, mejore el clima en su entorno de trabajo.