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60 Harvard Deusto Business Review

Los cuatro
villanos de
la toma de
decisiones
El modelo WRAP propuesto por los autores puede ayudar a
compensar los cuatro sesgos de pensamiento más comunes,
"villanos" que nos conducen a fracasar en la toma de decisiones

Chip Heath
Profesor de Comportamiento Organizativo
de la Thrive Foundation for Youth, en la
Graduate School of Business de Stanford

Dan Heath
Investigador en el centro CASE
de la Universidad de Duke

S i estudiamos detenidamente las decisiones


que la gente toma y los resultados de esas
decisiones, descubriremos que la humani-
dad no cuenta con un historial demasiado
brillante. Con frecuencia, las personas abandonan
carreras profesionales que habían elegido o se lamen-
tan de haberlas seguido; y las decisiones en materia
de negocios, a menudo, tienen deficiencias. A nivel
personal no lo hacemos mucho mejor: no ahorramos
lo suficiente de cara a la jubilación; dejamos que el
trabajo interfiera en nuestra vida familiar; y un 88%
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de los propósitos de Año Nuevo no se cumplen. ¿Por


qué nos cuesta tanto tomar buenas decisiones?
Esto no es todo. Los estudios en el ámbito de la psi-
cología de los últimos 40 años han identificado un
amplio conjunto de sesgos en nuestro pensamiento que

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condenan nuestra toma de decisiones al fracaso. Si
aspiramos a tomar mejores decisiones, debemos apren-
der cómo funcionan estos sesgos y cómo combatirlos.

Villano n.º 1: los marcos estrechos


“En cualquier momento de la vida nos vemos tenta-
dos a pensar: ‘¿Debería hacer esto o esto otro?’. En
lugar de eso, debemos preguntarnos: ‘¿Hay alguna
manera de hacer esto y esto otro?’. Aunque parezca
sorprendente, a menudo resulta factible hacer ambas
cosas”. Estas son las palabras de Steve Cole, el vice-
presidente de Investigación y Desarrollo de HopeLab,
una ONG que lucha por mejorar la salud de los niños
usando la tecnología. Para un proyecto de importan-
te calado, Cole y su equipo querían encontrar una
empresa de diseño que les pudiera ayudar a diseñar
un aparato portátil capaz de medir la cantidad de
ejercicio que realizaban los niños.
Había al menos siete u ocho empresas locales de
diseño capaces de llevar a cabo esa tarea. En una
situación contractual típica, HopeLab habría solici-
tado una propuesta a cada una de las empresas y luego
habría ofrecido al ganador un contrato de enormes
dimensiones. Sin embargo, en lugar de elegir un gana-
dor, Cole decidió organizar una “carrera de caballos”:
redució la envergadura del trabajo de modo que solo
cubriera la primera fase del proyecto, y luego contra-
tó a cinco empresas diferentes para que trabajaran en
la primera fase de manera independiente. Cabe decir
que Cole no estaba quintuplicando su presupuesto:
siendo una ONG, HopeLab no contaba con recursos
ilimitados. Cole sabía que aquello que aprendería des-
pués de la primera ronda haría que las otras rondas
fueran más eficientes.
Con esta estrategia, Cole se aseguró de tener múl-
tiples alternativas de diseño para su aparato. O bien
elegiría su diseño favorito, o bien combinaría las mejo-
res características de varios de ellos. Luego, durante
la segunda ronda de diseño, prescindiría de aquellos
proveedores de servicios que mostraran indiferencia
o que resultaran ineficientes. Al seguir esta estrategia
no tradicional, Cole estaba combatiendo al primer
villano de la toma de decisiones. ➤➤➤
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➤ ➤ ➤ Los “marcos estrechos” son la tendencia ocurrir si se habla solo con una persona. Además, cuan-
común que tenemos al definir nuestras opciones de un do cinco empresas saben que hay otras cuatro involu-
modo demasiado acotado, con el fin de verlas en tér- cradas, siempre dan lo mejor de sí”.
minos binarios. Nos preguntamos: “¿Debería romper Nótese el contraste con la estrategia de pros y con-
con mi pareja o no?”, en vez de: “¿Cómo podría hacer tras. Cole podría haber hecho un recuento de las ven-
que esta relación fuera mejor?”. Con demasiada fre- tajas e inconvenientes de trabajar con cada empresa,
cuencia nos encontramos atrapados en un marco estre- y luego usar aquel análisis a la hora de tomar una
cho que destaca una alternativa a expensas de las otras. decisión. Sin embargo, esto habría reflejado un marco
Cole, con esta estrategia, se liberó de esa trampa. estrecho. De forma implícita, estaría dando por sen-
tado que existía un único proveedor capaz de crear la
solución perfecta y que podía identificar a ese provee-
dor de servicios basándose en una propuesta.
También está implicado otro factor más sutil: al
Si aspiramos a tomar mejores decisiones, reunirse con los equipos, de forma inevitable, Cole
habría terminado teniendo un favorito, un equipo con
debemos aprender cómo funcionan los el que “conectara”. Y, si bien a nivel intelectual podría
darse cuenta de que las personas que le gustan a nivel
sesgos cognitivos y cómo combatirlos personal no son necesariamente quienes crearán los
mejores productos, estaría tentado a manipular a su
favor la lista con los pros y los contras. Quizá Cole no
sería ni siquiera consciente de estar haciéndolo, pero
dado que los pros y los contras se generan en nuestra
mente, resulta muy fácil sesgar los factores. Creemos

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que estamos llevando a cabo una comparación obje-
tiva, pero, en realidad, nuestros cerebros están
siguiendo órdenes de nuestras entrañas.

Villano n.º 2: el sesgo de confirmación


Un hábito normal en nuestras vidas es desarrollar una
creencia precipitada acerca de una situación y luego
buscar información que refuerce esa creencia. Este
hábito problemático, llamado el “sesgo de confirma-
ción”, es el segundo villano de la toma de decisiones.
He aquí un resultado típico de la extensa bibliogra-
fía sobre el tema: los fumadores, en los años 60 –cuan-
do los estudios médicos sobre los daños causados por
el tabaco eran menos claros–, tenían más probabili-
dades de mostrar interés al leer un artículo titulado
“Fumar no causa cáncer de pulmón” que uno con el
titular “Fumar causa cáncer de pulmón”. Para ver de
qué modo esto puede llevar a malas decisiones, ima-
gine que su jefe tiene delante dos estudios de investi-
No se trataba de una decisión obvia. Tuvo que defen- gación, titulados “Los datos respaldan lo que usted
der el concepto con uñas y dientes a nivel interno. “Al piensa” y “Los datos contradicen lo que usted piensa”.
principio, mis compañeros de trabajo pensaban que ¿Cuál cree que se citará en la reunión de personal?
estaba loco. Cuando se empieza, es algo que cuesta Los investigadores se han encontrado con este
dinero y requiere tiempo. Ahora, sin embargo, todo el resultado una y otra vez: cuando la gente tiene la
mundo lo hace en esta empresa. Uno tiene la oportu- oportunidad de recopilar información a partir del
nidad de aprender muchas cosas diferentes acerca de mundo, es más probable que seleccione aquella infor-
la industria. Se obtienen convergencias en algunos mación que respalda su actitud, sus creencias y sus
aspectos, de modo que uno sabe que son correctos; acciones preexistentes. Los partidistas políticos
también se aprende a apreciar aquello que diferencia buscan medios de comunicación que apoyen a su
a las empresas y las hace especiales. Nada de esto puede bando, y raramente pondrán en riesgo sus ➤ ➤ ➤
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➤ ➤ ➤ creencias buscando el punto de vista del cuando saquemos conclusiones a partir de aquellos
lado contrario. Los consumidores que codician nue- elementos destacados, nos felicitaremos por haber
vos coches u ordenadores buscarán razones para llevado a cabo una decisión razonada.
justificar la compra, pero no serán tan diligentes a En su autobiografía, Only the paranoid survive (Solo
la hora de buscar razones para posponerla. los paranoicos sobreviven), Andy Grove recordaba el
Lo complicado del sesgo de confirmación es que difícil dilema al que se enfrentó en 1985, siendo presi-
puede parecer muy específico. Después de todo, esta- dente de Intel: terminar o no con su línea de chips de
mos recopilando datos. Dan Lovallo, profesor e inves- memoria. Los negocios de Intel se habían cimentado
tigador en materia de toma de decisiones, sostiene en las memorias de ordenador. Durante un tiempo, de
que “el sesgo de confirmación probablemente sea el hecho, la compañía era la única fuente de memorias
mayor problema de los negocios, porque hasta las del mundo, pero a finales de los años 70 del siglo xx
personas más inteligentes lo entienden mal. La gente habían emergido cerca de una docena de competidores.
sale a recopilar datos y no se da cuenta de que está Mientras tanto, un pequeño equipo en Intel había desa-
falseando las cuentas”. rrollado otro producto, el microprocesador. En 1981, el
Tanto en el trabajo como en la vida, a menudo fingi- equipo consiguió su primer gran éxito cuando IBM
mos querer saber la verdad, cuando, en realidad, bus- eligió el microprocesador de Intel para que fuera el
camos reafirmarnos: “¿Estos tejanos me hacen parecer “cerebro” de su nuevo ordenador personal. El equipo
gordo?”, “¿Qué piensas de mi poema?”. Estas no son de Intel se lanzó a desarrollar la capacidad de produc-
preguntas que ansíen respuestas honestas. Tenga pie- ción que necesitarían para fabricar los chips.
dad de los pobres concursantes que intentan cantar en En ese momento, Intel se convirtió en una compañía
los programas de telerrealidad, a pesar de no contar con dos productos: la memoria y los microprocesado-
con ninguna habilidad perceptible a la hora de seguir res. La memoria todavía era su principal fuente de
la melodía. Cuando reciben una dura respuesta por ingresos, pero, a principios de los años 80, la posición
parte de los jueces, se muestran estupefactos. Es enton- competitiva de la compañía en el negocio de la memo-
ces cuando uno se da cuenta de que es la primera vez ria se vio amenazada por las empresas japonesas.
en su vida que reciben una opinión honesta. Ansiosos “Quienes volvían de una visita a Japón contaban his-
por verse reafirmados, han centrado toda su atención torias aterradoras”, afirmaba Grove. Se había anun-
en los halagos y el apoyo que han recibido de sus amigos ciado que una empresa japonesa estaba diseñando
y de su familia. Teniendo en cuenta esa afirmación, no múltiples generaciones de memoria a la vez: quienes
resulta difícil entender por qué pensaban que tenían trabajaban con 16K estaban en una planta; los de 64K,
posibilidades de convertirse en el próximo ganador de una planta más arriba, y el equipo de 256K se encon-
American Idol. Se trataba de una conclusión razonable, traba encima de ellos.
sacada de un fondo de datos totalmente distorsionados. Los clientes de Intel empezaron a halagar la calidad
Esto es lo ligeramente terrorífico del sesgo de con- de las memorias japonesas. “Los niveles de calidad
firmación: cuando queramos que algo sea cierto, hare- atribuidos a las memorias japonesas se encontraban
mos destacar aquellas cosas que lo respalden. Luego, más allá de lo que creíamos posible”, afirmaba Grove.
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trante. Durante ese tiempo trabajamos duro sin tener


una noción clara de cómo iban a mejorar las cosas
algún día. Habíamos perdido el rumbo”.
A mediados de 1985, después de muchos meses de
debates infructuosos, Grove estaba conversando en
su despacho sobre el dilema de la memoria con el pre-
sidente y CEO de Intel, Gordon Moore. Ambos se sen-
tían fatigados a causa de las deliberaciones internas.
Luego Grove tuvo una inspiración:
“Miré por la ventana y vi la noria del parque de atrac-
ciones Great America dando vueltas en la distancia,
luego me giré hacia Gordon y le pregunté: ‘Si nos echaran
y el comité trajera a un nuevo CEO, ¿qué crees que haría
él?’. Gordon respondió sin vacilar: ‘Nos sacaría del nego-
cio de las memorias’. Lo miré fijamente, paralizado, y
luego le dije: ‘¿Por qué no salimos tú y yo por la puerta,
volvemos a entrar y lo hacemos nosotros mismos?’”.
“Nuestra primera reacción fue la negación: tenían que Ese fue el momento de lucidez. Desde la perspectiva
estar equivocados. Tal como suele hacer la gente en de alguien de fuera, alguien que no cargara con el peso
este tipo de situaciones, atacamos los datos enérgica- del legado histórico y las luchas internas políticas,
mente. Solo cuando nosotros mismos confirmamos cerrar el negocio de la memoria era la acción más
que aquellas afirmaciones se acercaban bastante a la obvia. El cambio de perspectivas (“¿qué harían nues-
realidad, empezamos a trabajar en la calidad de nues- tros sucesores?”) ayudó a Moore y a Grove a ver el
tro producto. Estábamos claramente por detrás”. panorama general de un modo más claro.
Entre 1978 y 1988, la cuota de mercado de las com- Evidentemente, abandonar las memorias no fue
pañías japonesas se dobló, pasando de un 30% a un fácil. Muchos de los colegas de Grove se opusieron
60%. Un debate cobró fuerza dentro de Intel respecto furiosamente a la idea. Algunos sostenían que las
a cómo responder a los competidores japoneses. Un memorias eran el semillero de experiencia en tecno-
grupo de directivos quería saltar por encima de los logía de Intel y que, sin ellas, otras áreas de investiga-
japoneses a nivel de producción: proponían construir ción, probablemente, se verían negativamente afec-
una nueva y gigantesca fábrica para producir los chips tadas. Otros insistían en que el personal de ventas de
de memoria. Otro grupo quería apostar por una nueva Intel no podría atraer la atención de los clientes sin

Esto es lo ligeramente terrorífico del sesgo de confirmación: cuando queramos que algo sea cierto,
haremos destacar aquellas cosas que lo respalden. Luego, cuando saquemos conclusiones a partir de
aquellos elementos destacados, nos felicitaremos por haber llevado a cabo una decisión razonada

tecnología de vanguardia que creía que los japoneses vender una amplia gama de productos; ofreciendo
no podrían igualar. Un tercer grupo quería doblar la memorias, además de microprocesadores.
apuesta a favor de la estrategia de la compañía con- Después de mucho rechinar los dientes, Grove insis-
sistente en proveer a mercados especializados. tió en que el personal de ventas comunicara a sus
Mientras el debate continuaba, la compañía empe- clientes que Intel ya no contaría con productos de
zó a perder más y más dinero. El negocio de micropro- memoria. La reacción de los clientes fue, en esencia,
cesadores estaba creciendo rápidamente, pero los un gran bostezo. Uno de ellos llegó a decir: “Desde
fracasos de Intel en el terreno de la memoria estaban luego, sí que les llevó tiempo”. Desde el momento de
empezando a lastrar los beneficios. Grove resumió el esa decisión, tomada en 1985, Intel ha dominado el
año 1984 afirmando que “fue un año sombrío y frus- mercado de los microprocesadores. ➤➤➤
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➤ ➤ ➤ Si el día en que Grove tuvo aquella idea, modo diferente. Hemos levantado tanta polvareda que
usted hubiera invertido 1.000 dólares en Intel, en no podemos ver el camino a seguir. Es en estos momen-
2012, su inversión habría valido 47.000 dólares (com- tos cuando necesitamos una infusión de perspectiva.
párelos con los 7.600 dólares que habría obtenido por Benjamin Franklin era consciente de los efectos de
el S&P 500, un compuesto de otras grandes compa- las emociones temporales. Su “álgebra moral” sugiere,
ñías). No parece arriesgado afirmar que Grove tomó sabiamente, que la gente se tome varios días para
la decisión adecuada. redactar su lista de pros y contras, lo cual le da la opor-
El relato de Grove revela un defecto en el modo en tunidad de ir entusiasmándose más o menos con una
que los expertos piensan en las decisiones. Si analiza- idea en particular. Aun así, comparar las opciones con
mos la bibliografía de estudios al respecto, descubri- rigor no es sinónimo de ver la perspectiva más general.
remos que muchos modelos de toma de decisiones no No hay duda de que Grove había pasado muchos años
son más que hojas de cálculo embellecidas. Si estamos compilando su lista de pros y contras respecto a si salir
buscando piso, por ejemplo, puede que nos aconsejen del negocio de las memorias. Sin embargo, el análisis

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hacer una lista de los ocho pisos que hemos encontra- lo había dejado paralizado, e hizo falta una dosis rápi-
do, que los ordenemos según un número determinado da de distanciamiento –ver las cosas desde la perspec-
de factores clave (el coste, el emplazamiento, el tamaño, tiva de su sucesor– para romper la parálisis.
etc.), que asignemos una ponderación que refleje la
importancia de cada factor (el coste es más importan- Villano N.º 4: el exceso de confianza
Nuestro estudio sobre el último villano de la toma de
decisiones nos lleva hasta el 1 de enero de 1962, cundo
un joven cuarteto de rock & roll llamado The Beatles
fue invitado a una audición en Londres por una de las
La decisión de Grove no era difícil porque le faltaran dos discográficas británicas más importantes, Decca
Records. “Todos estábamos emocionados”, afirmaba
opciones o información, sino porque se sentía en John Lennon. “Se trataba de Decca”. Durante la audi-
ción, de una hora de duración, tocaron diferentes
conflicto. Las presiones a corto plazo y los debates canciones, la mayoría versiones. The Beatles y su
mánager, Brian Epstein, tenían la esperanza de que
políticos nublaban su mente y ocultaban la necesidad, conseguirían un contrato y esperaron con ansia una
respuesta. Al final recibieron el veredicto: Decca había
a largo plazo, de salir del negocio de las memorias decidido no contratarlos. En una carta a Epstein, Dick
Rowe, un destacado cazatalentos de Decca Records,
escribía: “No nos gusta el sonido de tus chicos. Los
te que el tamaño) y que luego hagamos los cálculos para grupos ya no se llevan. Los cuartetos con guitarra, en
encontrar la respuesta (volver a casa de los padres). particular, están acabados”.
Este tipo de análisis carece de un elemento crucial: Como Dick Rowe no tardaría en aprender, el cuarto

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las emociones. La decisión de Grove no era difícil villano de la toma de decisiones es “el exceso de con-
porque le faltaran opciones o información, sino por- fianza”. La gente cree saber más de lo que en realidad
que se sentía en conflicto. Las presiones a corto plazo sabe sobre el futuro. Recordemos que los colegas de
y los debates políticos nublaban su mente y oculta- Andy Grove hicieron horribles predicciones sobre qué
ban la necesidad, a largo plazo, de salir del negocio ocurriría si Intel dejaba de producir chips de memoria:
de las memorias. “Perderemos el semillero de nuestra I+D. Nuestro per-
sonal de ventas no puede tener éxito sin una línea com-
Villano n.º 3: las emociones a corto plazo pleta de productos”. La historia demuestra que estaban
Esto nos lleva al tercer villano de la toma de decisiones: equivocados: tanto la I+D como las ventas de Intel
“las emociones a corto plazo”. Cuando debemos tomar siguieron teniendo fuerza. Sin embargo, lo interesante
una decisión difícil, nuestros sentimientos se agitan. es que, en el momento en que hicieron estas proclamas,
Repetimos los mismos argumentos en nuestra cabeza. no tenían ninguna duda. No se cubrían las espaldas con
Nos desesperamos por nuestras circunstancias. Cam- sus comentarios diciendo “es posible que...” o “es solo
biamos de opinión de un día para otro. Si nuestra deci- que me preocupa que esto pueda ocurrir algún día”.
sión estuviera representada en una hoja de cálculo, Ellos sabían que tenían razón. “Simplemente, lo sabían”.
ninguno de los números cambiaría –no se añade nueva En otra parte, un estudio revelaba que, cuando los
información–, pero en nuestra cabeza se sentiría de un doctores se consideraban “totalmente segu- ➤ ➤ ➤
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➤ ➤ ➤ ros” acerca de un diagnóstico, estaban equi- 4. Luego vivimos con ella, pero, a menudo, confiare-
vocados un 40% de las veces. En otro estudio, cuando mos demasiado respecto a lo que deparará el futu-
un grupo de estudiantes realizó estimaciones que ro. Así pues..., PREPARÉMONOS para estar equi-
creían tener solo un 1% de posibilidades de ser erró- vocados.
neas, en realidad fueron erróneas un 27% de las veces.
Tenemos demasiada confianza en nuestras propias Los cuatro pasos de nuestro “modelo WRAP” (por
predicciones debido a que, cuando hacemos suposi- sus siglas en inglés) son secuenciales –por lo general,
ciones sobre el futuro, centramos nuestra atención en pueden seguirse por orden–, pero no de un modo rígi-
la información que tenemos a mano, y luego sacamos do. Por ejemplo, un ascenso muy esperado no exigirá
conclusiones a partir de esa información. El exceso mucha “ampliación” o “ distancia” antes de aceptarlo
de confianza es un villano engañoso. y abrir el champán.

Cómo contrarrestar nuestros sesgos Para concluir


Si pensamos en un proceso normal de decisión, nor- En su esencia, el modelo WRAP nos exhorta a cambiar
malmente se lleva a cabo en cuatro pasos: el “autoenfoque” a un “enfoque manual”. En vez de
1. Nos encontramos con una elección. tomar decisiones basadas en lo que nos llama la aten-
2. A nalizamos nuestras opciones. ción de forma natural –emociones viscerales, infor-
3. Tomamos una decisión. mación interesada, predicciones demasiado confia-
4. Luego vivimos con ella. das, etc.–, iluminamos de forma deliberada más
puntos estratégicos. Proyectamos nuestra luz sobre
Lo que hemos visto es que hay un villano que aflige un paisaje más amplio y la centramos en esquinas
cada una de estas etapas: escondidas.
Nuestro libro es una crónica de varios héroes que
• Nestrecho
os encontramos con una elección, pero un marco
hace que no tengamos en cuenta algunas
han logrado derrotar a los villanos de la toma de deci-
siones. A modo de ejemplo, la mayor parte de las
opciones. empresas se enfrentan a frecuentes decepciones
•A nalizamos nuestras opciones, pero el sesgo de
confirmación nos lleva a recopilar información
durante su proceso de contratación, pero encontra-
mos algunas que han afinado su proceso de modos
interesada. que reducen considerablemente el índice de fracasos.
•Tomamos una decisión, pero las emociones a corto
plazo, a menudo, nos tentarán a tomar la decisión
Entrevistamos a un estudiante de graduado que
sobrevivió a una enfermedad muy grave, en parte gra-
equivocada. cias a haber adoptado un proceso mejor a la hora de
•Luego vivimos con ella, pero, a menudo, confiaremos
demasiado respecto a lo que deparará el futuro.
recopilar información de sus médicos. También des-
cubrimos un sencillo cambio en los procesos, que hizo
que las decisiones estratégicas de una empresa tec-
No podemos “desactivar” nuestros sesgos, pero, con nológica tuvieran seis veces más posibilidades de ser
la disciplina adecuada, podemos contrarrestarlos. La calificadas como “muy exitosas” diez años después.
naturaleza de cada villano ya sugiere una estrategia Todos estos casos sugieren que las organizaciones y
para derrotarlo. los individuos inteligentes pueden vencer a los villanos
adoptando el proceso adecuado.
1. Nos encontramos con una elección, pero un marco Nuestras decisiones nunca serán perfectas, pero
estrecho hace que nos dejemos opciones. Así pues..., pueden ser mejores, más audaces y más sabias. El pro-
AMPLIEMOS nuestras opciones. ceso adecuado puede encaminarnos hacia la decisión
adecuada. Y la decisión adecuada, en el momento
2. A nalizamos nuestras opciones, pero el sesgo de adecuado, puede marcar toda la diferencia. ■
confirmación nos lleva a recopilar información
interesada. Así pues..., pasemos nuestros supues-
tos por la PRUEBA DE LA REALIDAD.
“Los cuatro villanos de la toma de decisiones”. Extracto de Decisive. Copyright
2013 Chip y Dan Heath. Publicado por Random House Canada, una marca de
3. Tomamos una decisión, pero las emociones a corto Knopf Random Canada Publishing Group, la cual es una división de Random
plazo, a menudo, nos tentarán a tomar la decisión House of Canada Limited. Reproducido por un acuerdo con la editorial.
Este artículo apareció originalmente en Rotman Magazine (publicada por la
equivocada. Así pues..., TOMEMOS distancia Rotman School of Management de la Universidad de Toronto) con el título
antes de decidir. “The Four Villains of Decisions Making”.

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