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Universidad de Concepción PhD.

Adolfo
Albornoz
Facultad de Ciencias Sociales 04/10/2020
Sociología cultural

¿Por qué el campo cultural está en constante cambio?

Camila Fuentes

En las últimas décadas, el área cultural se ha desarrollado a tal nivel que ha diversificado
sus formas de producción, circulación y consumo, abarcando nuevas modalidades basadas
en la economía y cambios estructurales a medida que la sociedad avanza y se acomoda a
nuevos escenarios de la perspectiva mundial. Es aquí cuando el lugar cultural se hace
presente en las distintas etapas de la sociedad. El campo cultural, ha sido controlado y
dirigido a un tipo específico de público que se ha ido desarrollando a la par de los procesos
históricos, “estas transformaciones se inscriben en el proceso general de progreso
socioeconómico que ha tenido lugar en las sociedades occidentales a lo largo del último
siglo y especialmente a partir de la II Guerra Mundial”. (Rodríguez, 2007, p. 13). El mundo
de las artes y la cultura se ve reorganizado debido al consumo, tiempo de ocio y elevación
del nivel educativo de las sociedades actuales, aumentando su productividad a un nivel
impensado también influido por la globalización. Rodríguez (2007)

Desde la postguerra de la II guerra mundial el valor simbólico de la cultura se ha


diversificado desde la teoría de la cultura de las masas de Bell hasta la teoría de la
modernidad artística de Bourdieu. Estas se hacen presente a la hora de contrastar y realizar
un análisis en la evolución de la cultura, ya que este “mundo” registra un crecimiento del
trabajo artístico y diversificación del mismo como las nuevas prácticas amateur, que
desplazan a las formas tradicionales de arte clásico y exclusivo a un grupo social
determinado, incidiendo directamente en los mercados del campo artístico De igual forma,
han crecido paralelamente las prácticas artísticas amateur. Y una evolución semejante ha
podido registrarse también con respecto a los mercados de trabajo artístico, que han
aumentado considerablemente sus efectivos y todavía más su capacidad de atracción
De esta forma “el ocio se convierte en un espacio privilegiado del consumo y en él las
actividades se cargan cada vez más de contenido simbólico y espectacular. En la
producción (…) la dimensión simbólica adquiere, de hecho, una importancia central,
produciéndose una estetización generalizada de las prácticas”. (Featherstone, 1991; Lash y
Urry, 1994; Rodríguez, 2007).” El avance de las tecnologías y el rápido acceso a las nuevas
plataformas digitales que nos permiten conocer todo de forma inmediata, nos demuestran
que el ocio y la atracción masiva por consumir productos culturales (cine, televisión,
literatura, artes escénicas, plásticas y visuales, música, etc.) está al alcance de nuestras
manos con un solo click, creando este “universo simbólico producido y propagado por los
nuevos medios de comunicación de masa.” (Rodríguez, 2007, p.16). Por lo que “la
constitución de una alta cultura institucionalizada fue inseparable de la emergencia de las
industrias de cultura popular” (Rodríguez, 2007, p.15). Un ejemplo de esto, es la situación
del área cultural en pandemia, las artes se transforman en un espacio simbólico y “liquido”,
existiendo un nuevo acuerdo en las transacciones de los bienes y servicios culturales.

En este sentido, el boom de la una sociedad consumista en los años veinte esclarecía ya una
nueva modalidad que se expresaba en toda una visión sobre la configuración del orden
cultural moderno, sobre su dinámica y su previsible futuro. Rodríguez (2007). La visión de
la cultura de las masas implicaba una homogeneización cultural de la sociedad, de carácter
flexible y adaptado al dinamismo social y técnico del capitalismo, que coincide con la
realidad actual del campo cultural. Rodríguez (2007). Por consiguiente, se forma un nuevo
espacio del arte autónomo, constituyéndose una tensión entre el valor artístico y el valor
económico. Este nuevo espacio social del arte que rige en la actualidad es muy difícil de
delimitar ya que la producción y consumo no está muy operativo y la clasificación del tipo
de interés ya sea innovación o concepto y un arte que satisfaga la demanda está al límite de
la controversia entre los valores simbólicos y económicos.
Bibliografía
Rodríguez, Arturo. “Introducción: la perspectiva de la sociedad de la cultura”. Arturo
Rodríguez (ed.), La sociedad de la cultura. Barcelona: Ariel, 2007: 11-51.

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