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El General Antonio Guzmán Blanco desde Francia decidió que el General en Jefe José
Gregorio Cedeño llevase a cabo un alzamiento militar, que nuevamente lo reivindicase en el poder;
llevándose a efecto en la ciudad de Valencia; hasta que “Saludante” proveniente de París arribase
a Venezuela en 1.879.
Francisco Santiago Sánchez Aranguren, Zago Benítez León, Javier
Iriarte Viana, Mónico Kienzler Tortoza, Dionisio Pedrón Vélez, Juan
Pedrón Vélez y Dionisio Pedrón Vélez en 1.947.
“… Yo recuerdo que en un viaje que realicé en una balandra a velas capitaneada por mi amigo
tarmeño Zago Benítez León y en donde iban acompañándonos los tarmeños Javier Iriarte
Viana, Mónico Kienzler Tortoza, Dionisio Pedrón Vélez, Juan Pedrón Vélez y Dionisio
Pedrón Vélez en 1.947, con buen viento en popa nos dirigimos desde el pueblo y rada marina
de Uricaro (Uricao), a sotavento del pueblo de San Miguel de Chichiriviche, costa de la mar
abajo, en mi Parroquia de Carayaca; ya que yo nací en el sitio conocido como EL POZO en
1.927.
Cuando arribamos a Chichiriviche, nosotros fuimos recibidos por nuestros amigos y hermanos
Juan de Los Santos Mayora, Manuel Mayora y Fermín Mayora, quienes eran familia del
negro Tiburcio Mayora, hijo natural del General en Jefe Francisco Linares Alcántara. José
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de Los Santos Mayora y sus hermanos fueron muy buenos arpistas;
ellos alegraban las fiestas en todos estos pueblos de Tarmas, La
Florida, El Guire, Catia de La Mar y Uricao, y él como buen
pescador y agricultor se estableció en Uricao, en donde levantó a su
familia hasta que murió y fue sepultado en Tarmas, quizás eso
sucedió a mediados de los años sesenta, de este siglo.
En esos días estaba de glorias beisbolera el negro Julián Ladera, quien era primo de mis
amigos José de Los Santos, Fermín y Manuel Mayora. Además de mi amigo el negro tarmeño
Regino Mayora en la Calle de Abajo y en las cercanías de la escuela del pueblo de Tarmas, y
quien de paso trabajó en la construcción de las instalaciones de la Escuela Federal Rural
Nacional “Tarma” N° 50 en 1.946 y luego fue instructor de agricultura en ese plan piloto de
escuela rural, el cual es el mismo centro escolar que ustedes llaman Escuela Básica Nacional
“Tarma” (PÍO RENGIFO)….”.
General en Jefe Antonio Guzmán Blanco
¿Por qué usted señala que intentaron darle un golpe de estado al General Linares
Alcántara en 1.878?
“… El General Antonio Guzmán Blanco nunca creyó en la lealtad del General Francisco
Linares Alcántara. Él no le permitió que gobernase de acuerdo a la Constitución Federal de
1.864, en donde los periodos presidenciales por Constituyente fueron nuevamente recortados a
dos años de mandatos. Guzmán Blanco desde París hizo los preparativos para frenar a quien
su mujer Ana Teresa Ibarra Urbaneja, consideraba era su amigo del alma.
El zambo o mulato de Linares Alcántara, siempre fue un hombre pájaro vivo y vivía más bien
pendiente de cuantas mujeres se podía tirar por todos estos predios, campos y pueblos. Por eso
es que tuvo infinidades de hijos e hijas en toda la región central venezolana, y más en estas
tierras en donde más bien parecíamos personas nacidas en el Estado Aragua, ya que en nuestra
conversaciones hablábamos con tono casi aragüeño, y el joropo que se tocaba en nuestros
saraos y fiestas eran más bien al estilo aragüeño.
Linares Alcántara pensó que esa vaina le acarreaba una corta vida en La Casa Amarilla en
Caracas, en donde desde la época colonial fue el asiento del poder político en Venezuela. Su
gran craso error político, fue cuando modificó nuevamente la Constitución, y volvió a la etapa
de cuatro años en la Presidencia de La República.
Antonio Guzmán Blanco, hablando con su familia y sus secuaces venezolanos allá en la
Francia recién salida de la gran batalla de La Comuna de Paris en 1.870, en donde casi
tomaron por asalto el cielo e hicieron preso al mismísimo DIOS, según palabras del judío
alemán Carlos Marx. Es cuando “Saludante” dijo estas palabras: ¿Qué coño e madre le está
pasando al miserable y desnaturalizado de Francisco Linares Alcántara en Venezuela?
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¿Qué se ha pretendido ese mal parido?
Hagámosle honor a su propias palabras, cuando le dice a su
enemigos: ¿Cuidadito te pongo un zamuro, como prendedor!
Guzmán Blanco, al oir esas palabras de doña Ana Teresa, extremadamente, le preguntó: ¿Qué
bebida le gusta a Linares Alcántara?
Y más luego le dijo estas palabras: “… Mira que tenemos que regresar a Venezuela, porque
hemos gastado en este paraíso francés mucha plata y oro…”.
Se hicieron los preparativos desde Francia, y de esa manera se fue trabajando en el golpe de
estado en contra del General Francisco Linares Alcántara en 1.878. Es casi probable que en el
complot de asesinato y envenenamiento estuvo comprometido su medio hermano el General
Valera…”.
General Joaquin Crespo Torres
“… Yo conocí algunos nietos del General Antonio Guzmán Blanco en el pueblo de Antímano,
que era el lugar en donde vivieron los presidentes de nuestra patria y era la entrada a la ciudad
de Caracas en esos tiempos. El maestro Sánchez Aranguren y yo somos contemporáneos
porque nacimos en el mismo año 1.927. Él aquí en el pueblo de San José de Carayaca y yo en
Santa Teresa del Tuy.
Lo extraño de todas esas cosas que luego se dieron después de la muerte del General Francisco
Linares Alcántara, es que Roma nunca pagaba traidores y eso lo vemos en nuestra historia
cuando el valenciano General en Jefe Gregorio Cedeño se prestó sin disimulo alguno en
preparar todo el magnicidio en contra del hijo del pueblo de Turmero. Todas las cosas que
hicieron nuestros primeros magistrados fueron teatros muy bien montados, y desde Francia “El
Gran Autócrata de Guzmán Blanco” le dio luz verde a sus asesinos para que fueran a través
de su presa LINARES ALCÁNTARA, y a todos su sequitos de sigüices y jala mecates.
Asi fue como se fueron dando los preparativos de un nuevo gobierno que ya sabemos fue
conocido como “EL QUINQUENIO”, pero para esa vaina ellos necesitaron inventarse su
revolución y la llamaron “La Revolución Reivindicadora”, en donde llegó hasta los planos
mismos de la francmasonería nacional. Esto lo digo porque ese bandido llamado Antonio
Guzmán Blanco había sido expulsado de esa Orden Iniciática, y él trató de congraciarse con
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sus miembros cuando le construyó ese Templo Masónico que ahora
tienen en Caracas.
Desde esa época para acá, la francmasonería venezolana perdió su
esplendor de moralidad que hubo en su interior, para que después
llegaran una serie de serviles y arrastrados quienes han hecho de
esa Institución, algo asqueante al servicio de los intereses sionistas
de Israel; convirtiéndose en un Club de Amigos y de Borrachos, en
donde las ideas se quedaron en el pasado, y sus nuevos adeptos solo
viven de las glorias de los viejos masones y nada hacen en sus
Logias por esta patria; porque parecen que el Velo allí aun no se
has rasgado, ya que sus dueños y potentados prohíben hablar de
política y de religión, y eso los aísla de la descolonización de nuestros pensamientos y por ende
de nuestras mentes, siendo esa actitud una esclavitud jesuítica de la razón y la verdad. Eso es la
masonería y por eso nunca quise ser parte de la misma, y más cuando estuve en la Europa,
poco tiempo después de la Segunda Guerra Mundial.
General José Gregorio Varela
Esos carajos al morir Linares Alcántara crearon un Triunvirato, al estilo de los romanos
imperialistas en tiempos de César y Octavio. Ellos habían repetido lo mismo cuando mataron
al General Julio César en los Idus de Marzo y en la etapa final de la República romana; el
General Gregorio Cedeño era CAYO BRUTO, y lo que él nunca supo es que “EL
ACLAMADO DE LOS PUEBLOS”, de Antonio Guzmán Blanco no le iba a pagar su alta
traición en contra del asesinado Presidente de la República. Los otros dos miembros del
Triunvirato fueron los generales José Gregorio Valera y Eleazar Urdaneta (hijo del General
Rafael Urdaneta Farías).
Esa vaina fue un tremendo lio político; porque el General Cedeño, sin notar que estaba siendo
utilizado para sus propósitos y fines por el propio General Guzmán Blanco, se prestó a
comprar al Comandante de la Plaza de Armas de Maracay, mejor dicho al Comandante Maíz;
igualmente lo hicieron con el General Silva quien comandaba el Castillo de Puerto Cabello;
esos dos traidores se pasaron a las fuerzas guzmancistas con hombres, pertrechos y artillería.
Una vez controlado el poder por los guzmancistas del liberalismo amarillo, acabaron con la
Asamblea Nacional Constituyente proclamada por Linares Alcántara, para poder llevar su
mandato a más años de gobierno, y de esa forma darle continuidad a su mala gestión
presidencial; y a continuación desmantelaron el Triunvirato, el cual solo sirvió para asesinar
al “Gran Demócrata”, y darle de esa manera un golpe de estado a sus seguidores.
Allí rodó el dinero por demás para comprar conciencias, y a los traidores de turno. Y Guzmán
Blanco “El Regenerador de Venezuela” expresó lo mismo que el legionario romano cuando
mataron a Viriato, le dijo a su propio traidor; quien descaradamente y sin titubeo alguno lo
expresó de esta forma: “… Yo me aprovecho de la traición; pero desprecio a los traidores…”.
El General José Gregorio Valera se dio cuenta de que estaba en desgracia y trató de levantarse
en armas nuevamente en contra del Guzmancismo, pero como la Constitución era letra muerta
no pudo llegar a acuerdo alguno con el General Ramón Ayala y no pudo mantener el gobierno
que había heredado de su difunto medio hermano Linares Alcántara. A pesar de que se había
formado un nuevo Triunvirato encabezado por los generales Ramón Ayala, José Ignacio
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Pulido y Fernando Pacheco. Lo que si se notaba era que había tres gobiernos liderados por
Guzmán Blanco, José Gregorio Valera y Ramón Ayala.
Con esos tres ejércitos combatiendo entre sis mismos, el bandido de Gregorio Cedeño se les
coló y se metió como ganador en la contienda militar. Todos se unieron al ejército dominante y
de esa manera se consolidó el Guzmancismo, como forma de gobierno durante 18 años. La
gran batalla se dio en la plaza del pueblo de La Victoria en los valles de Aragua.
Lo triste fue que los generales Joaquin Crespo Torres y Apolinar Herrera quien era mi
pariente, y sin sones ni glorias arribaron al sitio con sus fuerzas militares, y quienes dentro del
ejército del difunto Linares Alcántara trataron de enfrentar al General Gregorio Cedeño;
pasándose los muy traidores a las fuerzas de La Revolución Reivindicadora.
Gregorio Cedeño fue tentado por sus derrotados a desconocer al “Ilustre Americano”, quienes
le pidieron que asaltara el poder y no dejara entrar al país a Guzmán Blanco. Ese valenciano
se vio tentado por la propuesta, allí es cuando aparece en escena el General Joaquin Crespo y
en ese juego de traiciones se hizo cargo de la situación y puso al margen al General Gregorio
Cedeño. Diciendo estas palabras;: “… Yo me encargo del poder mientras venga mi compadre
Guzmán Blanco nuevamente a Venezuela…”.
Así fue como el General Crespo, quien de golpista pasó a ser hombre de confianza del General
Antonio Guzmán Blanco, y a partir de ese momento fue llamado “El Héroe del Deber
Cumplido”, y al General Gregorio Cedeño “El Catón venezolano”. Finalmente el traidor de
Gregorio Cedeño, ya no era hombre de su interés y de esa manera lo mandó para el carajo;
sacándolo de la política y del mundo militar venezolano para siempre, porque ya no era santo
de su devoción.
¿No sería emanada la orden de magnicidio en contra del Coronel (Ej.) Carlos Delgado
Chalbaud-Garcia por parte del Comandante (Ej.) Marcos Pérez Jiménez?
Entiende por Progreso, la constante superación del pasado, para emancipar al hombre del dolor,
de la esclavitud y de toda servidumbre material o moral, y hacerlo participar en todos los
beneficios que pueda proporcionar la civilización y la cultura, por medio del dominio de la
naturaleza y de una organización positiva de la sociedad.
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Mantener la rebeldía como expresión liberadora ante quienes expresan en nuestros Talleres
síndromes de anarquía, tiranía y de estar al servicio de mezquinos y oscuros intereses de
clase o de estar en conchupancia en contra de nuestros enemigos históricos.
Considerando que las ideas metafísicas son de exclusiva apreciación individual, la Institución
rechaza toda afirmación dogmática, por lo que no prohíbe ni impone a sus miembros ninguna
convicción teológica o metafísica, pero combate todo fanatismo, porque el fanatismo es
intolerante.
El criterio de todos los Hermanaos Francmasones tiene que ser la unidad de todos en un
solo cuerpo con diferentes Grandes Obediencias a lo largo y ancho del país. Pero no hay unidad
cuando unos “bichitos” como esos se plantean sacar a nuestros Queridos Hermanos del Gran
Templo de Jesuitas a Maturín en Caracas, en base a un juicio desfasado en el tiempo y en el
espacio. El cisma se produjo bajo criterios profanos de muy poca monta y en donde se cometió un
acto criminal por parte de quienes crearon ese problema en 1.956.
Es triste tener que decirlo, y fue porque la masonería venezolana estaba llena de masones
adecos y copeyanos en esos días del fascismo perejimenista, porque ellos en la resistencia eran la
gran mayoría. La gravedad del caso fue que actuaron en contra de una petición de iniciación
masónica del General (Ej.) Marcos Pérez Jiménez, cuyos agitadores principales fueron los
Queridos Hermanos Armando Best (boxeador profesional retirado) e Ismael Noguera Díaz
(INRI).
Ahora continúan esos malos hijos de nuestra Orden, en sus afanes derrotistas creando
incertidumbres en sus membrecías, cuando oímos rumores malsanos de esa calaña. Ellos olvidan
que cambiaron de denominación en esos años y después el Gran Templo fue convertido en
Patrimonio Cultural de la Nación, y ahora esos sesionistas cambiaron su denominación agregándole
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el término de Gran Logia Bolivariana. Cuando se creó la Logia “Renacer” N° 217, se habló con
el candidato a esa Gran Maestría en ese espurio cuerpo francmasónico y se le dijo que había que
buscar la unidad de todos los masones venezolanos, y así fue como se le dio vida a esa iniciativa,
bajo el lema de “Por el Renacimiento y Reunificación de la Francmasonería Venezolana” y de
“Saber es Poder”.
Esa es la misma masonería que muchos de sus “espurios sinvergüenzas con mandiles”
asesinaron a francmasones ilustres como el Almirante José Prudencio Padilla, generales Ezequiel
Zamora Correa, Francisco Linares Alcántara, Augusto César Sandino y al Presidente Mártir
Salvador Allende. ¿Verdad que esas prácticas masónicas y sus seguidores dan caligueba?
¿Cómo es posible que unos tipos con unos cinco meses de iniciados ya son Grado 4° y
otros en menos de un mes pasan al Grado 5° y su supuesto líder va por el Grado 9° con dirección
acelerada al Grado 33°?