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A L:. G:. D:. G:. A:. D:. U:.

S:. F:. U:. - R:. E:. A:. y A:. - L:. I:. F:.
Francmasonería Progresista y Patriótica-Familia Venezolana
Resp:. Log:. Simb:. General en Jefe “Johann von Uesseler Gleichen”
N° 5
Gran Logia Patriótica y Progresista de Venezuela
Solemnemente Instalada el 12 de octubre del 2.016 E:. V:.
Or:. de Capacho Viejo-Edo. Táchira

Or:. de Capacho Viejo, 24 de Diciembre del 2.018 E:. V:..

A TODOS LOS FRANCMASONES Y PROFANOS QUE LA PRESENTE


VIEREN Y LEYEREN:

¿Qué pasó en el asalto al Congreso Nacional en tiempos del


gobierno del General en Jefe José Tadeo Monagas Burgos en
1.848?

Sede del Congreso Nacional en el antiguo Convento de San Francisco en Caracas en 1.848

La nueva modalidad que estamos imponiendo en la Logia General en Jefe


“JOHANN von UESSELER GLEICHEN” o “Juan Uslar” N° 5, como es el de ir
desenmascarando a todos aquellos francmasones que de una u otra forma les han hecho
mucho daño a la francmasonería nacional y mundial, con actos que rompen con nuestros
juramentos en Logia y en los demás Cuerpos Masónicos del Escocismo.

Y eso pasa por develar algo que se toca muy sutilmente en algunos claustros en
donde se enseña la mala historia y en los cuales se desconocen los verdaderos motivos en
donde nuestros enemigos históricos en parte han logrado penetrar nuestros Santuarios y
Canteras en donde comenzamos a formar a nuestros Operarios en el Arte Real, y que es lo

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que aun reina en las conciencias mal habidas de algunos
osados quienes continúan con sus malas praxis antimasónicas
haciendo daños en nuestra Institución.

El General en Jefe y Libertador Simón Bolívar y Palacios en


una ocasión le escribió desde el Oriente de Guayaquil a su
archienemigo y subalterno el General en Jefe Francisco de
Paula Santander, el 15 de abril de 1.823 “… NO CREO
NINGUNA COSA TAN CORROSIVA COMO LA
ALABANZA…”.

El francmasón uruguayo Alejandro Vignati en su obra “Hitler y Las Sociedades


Secretas”, nos alerta cuando señala “que hay sombras del pasado que reencarnan en el
presente”. Estos relatos van dedicado al francmasón guariqueño don Manuel de Jesús
Morales (P:. M:. G° 30°), quien es miembro activo de la Logia “Valle de Los Lirios” N°
123 en jurisdicción de Mi Gran Logia Madre (Gran Logia de la República de Venezuela-
Constitución 1.924 E:. V:.), al Oriente de Valle de La Pascua-Edo. Guárico; cuando en
días pasados en mi página de Facebook titulada “Tarmas, Mi Tierra Querida”;
sugiriéndome que escribiera sobre “El asalto al Congreso Nacional en Caracas en
1.848”. Yo le manifesté por esa vía que lo haría en su honor y a su infinita memoria como
Caballero Kadosh que es en un Consejo Kadosh de nuestro Supremo Consejo
Confederado de Grandes Inspectores Generales de nuestra patria.
General en Jefe Simón Bolívar y Palacios

Los sucesos que se dieron con el asalto al Congreso Nacional en su sede en el viejo
Convento de San Francisco el 24 de enero de 1.848. Ese fue un hecho relevante que tuvo
mucha concordancia con lo acaecido el 23 de diciembre del 2.015 y a muy pocos metros
de su otra sede en El Capitolio Federal y que antiguamente fue conocida como El
Convento de Las Madres Concepciones de Caracas, cuyas estructuras coloniales fueron
derribadas por el General en Jefe y Dr. Antonio Guzmán Blanco y quien fuera conocido
como “El Ilustre Americano”.

Hay que remontarse a nuestro presente para poder entender esas eventualidades
del pasado que se dieron en 1.848. El chisme en Venezuela es algo interesante porque
están llenas de grandes verdades ocultas y eso hace que sea diferente a otras regiones de
nuestra América y del Caribe insular.

Cuando alguien quiere que se sepa una verdad interesante de alguien o de algún
hecho trascendental, lo pone a rodar como un elemento lleno de chismografía en el seno
de la gente, de la familia, de las masas y del pueblo en general. Quienes actúan de esa
manera lo hacen con el fin de protegerse de cualquier agresión física o de ir a prisión por

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difamación e injuria. Por eso es que se aplica el adagio, de “que una mentira bien dicha
tres veces, se convierte en una gran verdad”.
General en Jefe Juan Vicente Gómez Chacón

Hay personajes vinculadas a ciertas familias guaireñas asentadas en la


ciudad de Maracay-Edo. Aragua quienes fueron testigos presenciales
de cómo se fueron dando hechos que dieron al traste con la Asamblea
Nacional que fue electa en los primeros días de diciembre del 2.015. Ya
que eso se cocinó en una prestigiosa universidad privada con nombre
histórico que aun funciona en lo que fue la Ciudad Jardín de
Ve nezuela denominada así por el dictador Juan Vicente Gómez Chacón,
durante los 29 años en que vivió y mandó desde la misma.

Allí se vieron a altos personajes de la política gubernamental y oposicionista caminar


juntos en las viejas estructuras campestres de una aristocrática casa que en el pasado fue
propiedad del Benemérito Tirano de Los Andes, apodado por sus enemigos como “El Bagre” y
cuyo despojos mortales reposan en el Campo Santo de esa ciudad histórica.

Entre café y jugos, galletas y dulces se ofrecieron dádivas, títulos, post grados y paremos
de contar para seguidores del” proceso político”, como para algunos de sus propios opositores.
Eso nos hizo comprender aquellas malignas palabras que en un día cualquiera de nuestra vida
nacional dijera el General Dr. Juan Pietri-Pietri, “y quien carajo puede hablar del derecho en
Venezuela, esa vaina la inventamos nosotros y con esa vaina hacemos lo que nos da las ganas”.

Esas conductas las definen las mismas crisis internas que se han producido en el
espectro político venezolano desde el mismo momento en que arribaron a estas tierras los
primeros saqueadores de las riquezas de los CURIANEROS o CURIANENSES (CUR
HA NA-CURI HA NA-CURIANA), en las cercanías de La Gran Confederación de Los
Taramaquas o Tarmaguas (Taramas-Tarmas), de la Gran Civilización Kari´ña Tupic
Guaraní (KATUGUA), en 1.499.

Pero es que antes de llegar a esos sucesos del 2.015 y que se recrudecieron en los
años sucesivos con las confrontaciones entre el gobierno y la oposición; el difunto
Comandante (Ej.) Eliecer Otaiza Castillo se planteó algo parecido que produjo grandes
confrontaciones en las instalaciones del Palacio Federal; expresando:”… Quien no esté
de acuerdo con nuestras políticas y con nosotros queda bajo estado general de
sospecha…”.

Los venezolanos y venezolanas estamos viviendo una inconstitucionalidad dentro


del estado de derecho, y eso nos está poniendo al borde de una guerra civil o de una
probable e inmediata intervención militar foránea bajo la extraña figura de “Ayuda
Humanitaria”. Realmente, la crisis que nosotros sufrimos es de carácter moral y eso tiene
que ver con la corrupción desmedida que vive el estado venezolano desde los mismos
tiempos en que fue creada nuestra historia republicana en 1.811.

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Esa inmoralidad se circunscribe porque quienes firmaron el
Acta de la Independencia en su mayoría fueron acrisolados
mantuanos esclavistas y usureros quienes se adueñaron de
nuestras riquezas, de las tierras y de todos los espacios de la vida
ciudadana.
Rey Frenando VII de Borbón

Ellos en un principio afianzaron su poder adueñándose de la


economía colonial y guipuzcoana y después fueron a la conquista del
poder político a raíz de la ocupación napoleónica a España en1.808.
Cuando notaron que su asqueroso Rey Fernando VII estaba preso en el Oriente de
Bayona en Francia, comenzaron a realizar su llamada Revolución de los Mantuanos en
Caracas en 1.809.

Gracias a la aparición del francmasón asturiano José Tomás Rodríguez-Boves, las


cosas tomaron el camino correcto y acertado y llevó a los irredentos de nuestra novel
república a conquistar los espacios negados desde la época colonial. Involucrando a
nuestros antepasados en una Guerra Social que los sacó de sus respectivas castas y los
convirtió en VENEZOLANOS y VENEZOLANAS.

No en afro-venezolanos (as) o en el malcriado fascismo indigenista de concebir una


nueva república bajo los crisoles de sus añoranzas pasadas o de un Estado-Nación bajo el
rigor europeo que nos llegó después de la Segunda Guerra Mundial en 1.945.
Comandante General José Tomás Rodríguez-Boves de La Iglesia

Así fue como El Taita Boves acabó con la primera y segunda República (1.812-
1.814), sepultando a una gran parte de nuestros enemigos históricos en las memorables
acciones de La Puerta, Cumaná y Úrica, y que los puso en desbandada con la
Emigración a Oriente.

Sin embargo, en esas lides emergieron nuevos hombres y mujeres del seno del
pueblo quienes lideraron el Ejército Libertador que se llenó de gloria en toda Suramérica
y cuya acción final fueron en las pampas de Ayacucho bajo el mando supremo del
francmasón Mariscal Antonio Josef de Sucre y Alcalá, hijo de la Logia “Protectora de las
Virtudes” N° 1.

Ese ejército fue desmantelado y así fue como Colombia la grande comenzó a
resquebrajarse debido a las corruptelas de sus líderes militares y políticos. Entre ellos
estuvo el francmasón Miguel Peña, considerado uno de los primeros corruptos de nuestra
historia republicana y quien fue miembro de la Logia “Concordia” y después “Alianza”
N° 8 y hoy lleva el nombre de “Fénix” N° 8 en el Oriente de Valencia; de quien el
Libertador Simón Bolívar tuvo que verse en la triste necesidad de señalar estas palabras:

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“… Quien de ahora en adelante se robe un peso del erario
nacional, debe ser irremediablemente pasado por las
armas…”.

Lo más triste es que modestos y humildes hombres


salidos del seno del pueblo venezolano, se convirtieron en
afamados hombres dentro del ámbito político y militar y
comenzaron a encumbrase por encima de los primeros
hombres que lideraron el proceso independentista para no perder nunca
jamás sus condiciones de continuar preservando sus intereses de clase dominante sobre los
demás habitantes de nuestra insipiente República de Colombia. Así fue como nació la
figura energúmena y preponderante del francmasón General en Jefe José Antonio Páez
Herrera, quien realmente fue el heredero de las glorias de José Tomás Rodríguez-Boves.
General en Jefe José Antonio Páez
Herrera

Nuestro primer Soberano Gran Comendador José Antonio Páez, muy pronto se
desclasó de su condición social originaria y comenzó a caminar dentro del ostracismo de
la vieja y desaparecida godarría mantuana, para luego enquistarse en algo muy parecido y
que hoy en día el nuevo godo Coronel (Av.) Castro Soteldo ha denominado
“BURGUESÍA REVOLUCIONARIA BOLIVARIANA”.

El General José Antonio Páez cayó bajo la egida del bandido e inescrupuloso de
Angel Quintero quien es el padre de “La Cosiata” en el Oriente de Valencia, y uno de los
más crueles artífices en la separación de Venezuela de la Gran Colombia a partir de
1.827. Ese hombre fue el dueño de las haciendas Guambras y Tacasuruma en los valles
de Aragua.
Dr. José María Vargas Ponce

Así fue como la godarría mantuana se escudó en ese nuevo Mesías popular y de
paso fundaron la forma de dominación más aberrante y que aún subsiste en las memoria
de nuestros connacionales, como fue la creación y desarrollo el Partido Conservador a
partir de 1.830. Esa gente se burló de las promesas libertarias hacia los esclavizados de
nuestra tierra y en resolverles los problemas inmediatos a los desposeídos de nuestra
patria.

Así fue como nuestro sufrido pueblo buscando nuevas esperanzas de redención
social y se fueron enrolando en el Partido Liberal que fue creado por el francmasón Dr.
Antonio Leocadio Guzmán en 1.835. La situación se fue agravando porque el francmasón
y General de Brigada Pedro Carujo Hernández cumpliendo órdenes de los generales y
francmasones José Antonio Páez y Carlos Soublette y Aristigüieta le dan un golpe de
estado a través de “La Revolución de las Reformas” al francmasón Dr. José María

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Vargas Ponce, quien era hijo de la Logia “Perfecta Armonía”
N° 2 al Oriente de Cumaná, y quien para ese momento era el
Presidente de Venezuela.
General en Jefe Carlos Soublette

El Teniente Coronel Pedro Carujo Hernández fue uno de


los comprometidos con el General de Paula Santander en el
atentado septembrino que le hicieron al General Simón Bolívar
en La Quinta de Bogotá en 1.828. Además ese francmasón fue el fundador de la Escuela
Militar de Colombia.

Durante más de una década los generales en jefes José Antonio Páez y Carlos
Soublette fueron muy señalados como unos vulgares corruptos por la prensa de la época, y
con mucho más énfasis en el periódico “El Venezolano”, como vocero del Partido Liberal
y cuyo dueño fue el francmasón Dr. Antonio Leocadio Guzmán, otro reconocido corrupto
caraqueño quien le robó al Libertador Simón Bolívar, el dinero y el oro que le había
otorgado la Municipalidad de Lima en el Perú en 1.824. Además de la famosa espada
llena de diamantes y trabajada en oro y brillantes que actualmente está bajo custodia en
las bóvedas del Banco Central de Venezuela (BCV).

En esos tiempos Su Excelencia el General en Jefe Simón Bolívar y Palacios tuvo


que ordenar la pena de muerte a toda persona que se robase 10 pesos del erario nacional
en la incipiente República del Perú, ya que en su mandato presidencial tuvo que tomar
medidas drásticas en contra de quienes pensaban anexarse el puerto de Guayaquil en
tierra colombiana, debido a que no fue muy grato en muchos peruanos la creación de la
nueva República de Bolívar o Bolivia, de parte del Mariscal Antonio Josef de Sucre y
Alcalá, justamente en tierras del Alto Perú en esos predios en donde floreció la Cultura
Incásica de manos de Manco Capac y Mama Ocllo.

General en Jefe
José Tadeo
Monagas
Burgos

Los descalabros de ambos partidos políticos y sus


corruptelas de oficio, y quien sin ambages algunos llevó al
poder al General en Jefe José Tadeo Monagas Burgos “El
Sol de Oriente” y otrora prócer de la guerra de la
independencia.

Este personaje nacido en los altos llanos orientales en las cercanías del Oriente de
Maturín quiso deslindar de las políticas enarboladas por sus líderes fundamentales en los
partidos Conservador y Liberal; entrando en grandes contradicciones con los

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francmasones José Antonio Páez y Antonio Leocadio Guzmán. Pero buscando alianzas
de carácter estratégico y táctico dentro del liberalismo de su época.

En todas las épocas cuando se presentan las grandes crisis políticas del seno
popular emergen figuras como las del francmasón General en Jefe Ezequiel Zamora
Correa (Revolución Federal), General en Jefe Antonio Guzmán Blanco (Revolución
Liberal Amarilla de Abril de 1.870), General en Jefe Francisco Linares Alcántara,
Joaquin Crespo Torres (Revolución Legalista), General en Jefe Cipriano Castro Ruiz
(Revolución Liberal Restauradora), General en Jefe Juan Vicente Gómez Chacón,
General de División (Ej.) Marcos Evangelista Pérez Jiménez (Nuevo Ideal Nacional), y
finalmente el Comandante (Ej.) Hugo Rafael Chávez Frías
(Revolución Bolivariana).
Generalísimo Ezequiel Zamora Correa

¿Por qué se daban golpes de estados entre los mismos


masones cuando estuvieron bajo el control del poder político y
militar en Venezuela?

¿Cuándo comenzó esa debacle dentro del seno de la


francmasonería venezolana?

¿Por qué continuamos con esos mismos malestares dentro de nuestra propia
Institución?

¿Hasta cuándo vamos a continuar con


esos infortunios que nos dejaron los
francmasones del ayer?

Logia “Unanimidad” N° 3 en La Guaira

Querido Hermano Manuel de Jesús Morales, para darle repuesta a su pregunta le


diré que la misma se la dará a través de una entrevista que le hice a mi difunto padre
Francisco Santiago Sánchez Aranguren cuando estuvo alojado en nuestro Gran Templo
Masónico ubicado en las célebres esquinas de Jesuitas a Maturín en el Oriente de
Caracas, el 19 de diciembre de 1.999.
General en Jefe Carlos Soublette

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A raíz del cruento deslave que se vivió en
nuestra tierra natal en todo el Estado Vargas y que
gracias a la benevolencia del General de División (Ej.)
Víctor José Higuera Castellanos fue recibido en
nuestro recinto sagrado con las familias de otros
reconocidos francmasones que hicieron vida en la
Logia “Unanimidad” N° 3 en el Oriente de La
Guaira, como fue el caso del francmasón
Hildebrando Panduro quien es peruano de
nacimiento.

Yo recuerdo esa conversación que se dio sobre los sucesos del asalto al Congreso
Nacional en 1.848 y en función a las preguntas que le realicé sobre esos tristes sucesos de
nuestra historia nacional y en los cuales estuvieron comprometidos importantes
francmasones con sus grandes diferencias políticas y en las cuales prevalecieron sus
apetencias personales, que los emanados de nuestros principios filosóficos. Y que paso a
especificar a continuación.
General José Antonio Páez y Herrera

¿Por qué fue asaltado el Congreso Nacional en 1.848?

 “…Yo más bien creo que hubo una fuerte pelea entre conservadores y liberales en los
tiempos en que gobernaba el General José Tadeo Monagas. Eso lo obligó a desligarse
apresuradamente de la ideología esclavista que el General Páez había agarrado de su
compinche Angel Quintero. Claro vale, el General Monagas estuvo algo cerca del
liberalismo; pero miraba con mucho cuidado al bandido de Antonio Leocadio
Guzmán. Porque no puedes olvidar que el fundador del Partido Conservador en
Colombia, fue el mismito Libertador Simón Bolívar.

Lo que pasó con esos mismos partidos en Colombia, con la muerte del Gaitán en
1.948, allá fue una reedición de lo que pasó en Venezuela en 1.848. Eso nos indica que
le llevamos 100 años de adelanto a los actuales colombianos en cuanto a política se
refiere, ja, ja, ja. Fíjate que allá se desató una guerra entre liberales y conservadores
que aun ellos no han superado y de las filas del Partido Liberal nació la figura
histórica de ese campesino llamado Manuel Marulanda Vélez, quien supo interpretar
su rol dentro de la historia colombiana y quien dio su grito de guerra revolucionaria
desde Marquetalia.

Esa misma cosa fue lo que interpretó el General en Jefe Ezequiel Zamora Correa
desde la Sociedad Liberal en Villa de Cura en 1.848, cuando pudo notar que se
necesitaba un liderazgo nuevo y renovado que llevara al pueblo a conquistar los
espacios perdidos con las falsas promesas de aquellos guerreros que aliados a las
castas dominantes se hicieron de todas las estructuras del poder y continuaron
subyugando al pueblo venezolano.

Allí es donde la francmasonería es producto de grandes confrontaciones entre sus


miembros más activos y reconocidos dentro del espectro económico y político en

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Venezuela. Eso desacreditó a esa Orden Iniciática en esos
tiempos y no sé si aún continúan en lo mismo sus miembros.

El General José Tadeo Monagas hizo lo que hace cualquier


gobernante cuando deslinda de sus amigos del pasado. Él tenía
que irse por otro lado y se vio en la obligación de meterse con el
General Páez, y fue más allá lo metió preso y lo boto del país, ya
para eso uso a Dominga Ortíz Ursua de Páez quien fue la
esposa verdadera del Centauro de Carabobo en 1.821. Hay un
detalle y es que el General Monagas no se dejó controlar por los
separatistas de Páez y de su compinche Soublette…”.
¿Por qué él General en Jefe José Antonio Páez Herrera quiso defenestrar del
poder al General en Jefe José Tadeo Monagas Burgos?

 “… Yo creo que el conflicto entre los generales en jefes José Antonio Páez y José
Tadeo Monagas comenzaron las guerras campesinas que se dieron a partir de 1.840.
Que es cuando emerge un nuevo liderazgo militar en la figura del General Ezequiel
Zamora Correa, y quien de paso es conocido como “El General del Pueblo
Soberano”.

Pero aparecieron otras corrientes del pensamiento político, como fue el socialismo
alemán que nos trajeron los colonos de La Colonia Tovar a comienzos del año 1.843 y
que llegaron a incidir en los campesinos y esclavos de Guambras y Tacasuruma;
golpeando en el corazón al saqueador y asesino de Angel Quintero; eso fue un golpe
fatal al Partido Conservador en su propia esencia explotadora.

Ej General Páez cometió un craso error cuando consideró que el General Monagas
sería su más fiel seguidor de su política de dominación en las masas del pueblo
venezolano en ese proceso eleccionario que comenzó en 1.846 y que se reafirmó con su
entronización como Presidente el 1° de marzo de 1.847. La situación fue que el
General Monagas no aceptó ni a los Ministros ni a los Funcionarios a quienes quiso
imponerle el Paecismo en esos momentos. Mandándolos a todos para el cipote.

El General Monagas conformó su Consejo de Ministros con conocidos terratenientes,


latifundistas, hacendados y comerciantes. Lo otro fue que encontrándose con
infinidades de miembros del Partido Liberal quienes se encontraban presos en las
cárceles de la gente del Partido Conservador, de inmediato procedió a la libertad de
todos los detenidos; saliendo de prisión en General Ezequiel Zamora quien se
encontraba recluido en el Castillo de San Carlos en La Barra del Lago de Maracaibo;
y lo más curioso es que le perdonó la vida al Dr. Antonio Leocadio Guzmán quien
estaba sentenciado a muerte por el gobierno del General Páez. Esas contradicciones
de clases marcaron la distancia entre ambos partidos políticos y que en esencia
representaban los intereses de quienes detentaron el poder desde 1.830 a 1.908…”.

Dr. Pedro María José Rojas -Rojas

¿Cuáles fueron los hechos que se dieron en los días anteriores antes de que una
poblada asaltara al Congreso Nacional en Caracas, el 24 de enero de 1.848?

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 “… No olvidemos que ese Congreso Nacional era un nido de ratas godas de todo el
país en esas aciagas horas de nuestra historia nacional. Allí los tipos de la godarría
venezolana El General José Tadeo Monagas había sido un hacendado muy prospero
en el oriente de Venezuela y además era miembro de una familia numerosa que
participó con glorias en todo el proceso independentista y que no cayeron en las
valentías personalistas de los miembros de la familia Bermúdez quienes pagaron con
creces sus sacrificios por la independencia venezolana del yugo hispánico, al igual que
las familias Sucre y Alcalá, García de Sena y los Sotillo.

El General Monagas a sabiendas de que había llegado al poder por la vía de los
conservadores, con gran habilidad y de zorro probado en cientos de combates optó por
sacar a sus antiguos aliados y los fue cambiando por reconocidos godos liberales
encapillados con espíritus de ser conservadores consumados en sus actos de traiciones
constantes a los mismos principios emanados del Partido Liberal y de su propio
fundador el Dr. Antonio Leocadio Guzmán.

El malestar del General Monagas es que los conservadores comenzaron a echarle


para atrás todas sus decisiones y pretendieron hacer algunas maniobras para
derrocarlos desde esas mismas instancias legislativas. Él hizo lo que siempre han
hecho los gobernantes de turno, cuando colocan en puestos claves a sus amigotes y a
algunos miembros opositores, pero de sus enteras confianzas. Eso fue lo que hizo el
adalid oriental en esos días.

El General Monagas conocía a todos los Paecista que se oponían a su gestión


administrativa como primer Magistrado de la República en 1.848. Ellos alegaron que
era una gestión abigarrada de amigos allegados al General Monagas, de que él era un
descuidado con la administración pública y con las recaudaciones de los ingresos
fiscales y de los impuestos, y que indiscretamente amparaba a su entero antojo a los
Dilapadores de los Erarios Nacionales. Pero en el Partido Conservador hubo una
serie de parias quienes con los años demostraron que fueron unos vulgares traidores a
la patria y consumados corruptos vinculados a las grandes casas de empréstitos
extranjeras que se aposentaron en todos los puertos del país y en las ciudades más
importantes, incluyéndose a Caracas.

Claro que ambos jefes llaneros trataron de conciliar sus grandes diferencias y visiones
de poder en Venezuela. Pero el ímpetu oriental de Monagas estaña en su máximo
apogeo en relación a los deseos del llanero portugueseño Páez. Así fue como algunos
Representantes del Pueblo de origen caraqueño se decidieron a enjuiciar al General
José Tadeo Monagas Burgos, pero con la trampa de sacar el Congreso Nacional en
pleno hacia Puerto Cabello y desde allí enarbolar sus denuncias y defenestrarlo del
poder político y militar de la República.

Esa triste aventura para los conservadores comenzó el día 19 de enero de 1.848.Los
ánimos e los liberales que apoyaban al Presidente de la República estaban muy
caldeados en las afueras de la Esquina de San Francisco. Se presagiaba una
confrontación popular en contra de los Diputados y Senadores en el hemiciclo del
Congreso Nacional, el cual sesionaba a duras penas dentro de las instalaciones del
viejo Convento de San Francisco; en el mismo lugar en donde fueron colocados los
restos del Padre de La Patria Simón Bolívar, cuando fueron trasladados desde Santa
Marta a Caracas en 1.830.

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El día 23 de enero de 1.849, se comenzaron a realizar las maniobras en el supuesto
quiebre del mandato presidencial de la nueva autarquía familiar de los Monagas. En
el interior del Convento se dio una gran Asamblea de los Representantes del
Soberano Congreso Nacional allí reunidos en donde decidieron a través del voto
secreto de los 32 representantes quienes votaron en trasladar la sede a Puerto
Cabello, y desde allá defenestrar del poder al General Monagas quien contó con 12
votos de los liberales aliados a su política gubernamental.

Pero esos degenerados conservadores crearon como una fuerza de choque para poder
defender a su gente y a su vez realizar las deliberaciones a su entero favor para tratar
de lograr los objetivos trazados. Pero ellos nunca se imaginaron lo que pasaba por la
mente del General Monagas en esos momentos y quienes jamás pensaron que los
aliados del mandatario asaltarían al Congreso y los pondrían en jaque mate de una
vez por todas a ellos y al Partido Conservador, el 24 de enero de 1.848…”.

Asalto al Congreso Nacional en 1.848

¿Qué fue lo que pasó dentro del Convento


de San Francisco que era la sede del antiguo
Congreso Nacional en 1.848?

 “… La confrontación de índole personal y


de manera colectiva entre liberales y
conservadores estaban en manos de sus
liderazgos y de sus seguidores a pie. El
mejor escenario era en su sede en El
Convento de San Francisco, el cual
estaba cercano a la sede de la vieja
Universidad de Caracas. Al fin llegó el
ansiado y nunca olvidado 24 de Enero de
1.848.

Según me contaron viejitos como Lucio Navarro y Indalecio Padilla Rodríguez en el


pueblo de San José de Carayaca en 1.946, que a ellos les contaron que ese fue un día
verdaderamente muy trágico para la política venezolana. Debido a que el Dr. Tomás
José Sanabria en su condición de Secretario de Interior y Justicia se hizo presente
con el fin de hacer entrega del Mensaje Anual Presidencial del General José Tadeo
Monagas Burgos ante los diputados del Congreso Nacional.

Los Representantes fueron ocupando sus curules dentro de ese sagrado recinto de la
patria en esos instantes. Allí hubo algunos diputados conservadores que le dijeron a su
jefe el Dr. Santos Michelena que no asistiera a ese evento porque estaba metido en el
ojo del huracán Monaguista. Él hizo caso omiso a los planteamientos de su gente y con
algún ímpetu de valentía personal rompió las normas de su propia seguridad personal,
y fue cuando una media hora antes de comenzar las sesiones le llegó una extraña nota
de unos de sus fieles consejeros, en donde le decía lo siguiente: “… Dr. Michelena,
Retírese de la Cámara con cualquier pretexto, porque adentro van atentar en contra
de su vida…”.

Mi abuela Dolores Bravo nos narró que el Dr. Santos Michelena no se amilanó en

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nada ante el escrito que había leído, y de isofacto le dijo a sus
comensales estas palabras: “…Si hay peligro para el
Congreso, aquí debemos permanecer en nuestros
puestos…”.

La confusión se generó cuando el Dr. Sanabria, una vez


entregado el mensaje se fue al recinto en donde estaban los
senadores, y de forma extraña fue emplazado arbitrariamente
por el godo conservador cumanés Dr. Pedro José María
Rojas-Rojas, conjuntamente con su dos acompañantes para
que les informaran a los diputados y senadores sobre los
violentos sucesos que se estaban dando en las calles de Caracas en contra del
gobierno del General Monagas. Para que no perdamos la secuencia de lo que ahora
estamos nosotros conversando, ese godo Pedro José Rojas-Rojas, es el mismito
personaje quien por el Partido Conservador firmó los acuerdos con la gente del
Partido Liberal en la Hacienda “Coche” en Caracas en 1.863.

El lío fue agarrando dimensiones colosales cuando se supo que el Dr. Sanabria y sus
acompañantes habían sido retenidos por los miembros del Partido Conservador en las
instalaciones del Congreso Nacional ese día. Adentro del hemiciclo de la misma se
oían los insultos en su contra y que groseramente los emplazaban para que señalaran
las medidas que se habían tomado para contener a la gente en la calle.

Pero un agitador de oficio, y desde alguna barra en el mismo lugar de los


acontecimientos pegó este grito: “… Han asesinado al doctor Sanabria…”.
Francisco Santiago Sánchez Aranguren (1.927-2.003)

¿Y que sobrevino después de eso papá?

 “… Sobrevino lo que nadie se esperaba en esos momentos y que ni siquiera pasaba por
la mente de los conservadores. Afuera del Congreso Nacional se fue aglutinando gente
y una voz anónima falsamente gritó que habían asesinado al Dr. Sanabria y a los
integrantes de su comitiva presidencial. Los ánimos se fueron caldeando en la gente
apostada fuera del recinto legislativo en Caracas, y solo se esperaba una orden para
arremeter en contra de los tribunos de la República allí reunidos en esos instantes.

Los conservadores miraban de reojos y con gran preocupación los movimientos de los
liberales. Quizás ellos creyeron que el General en Jefe José Tadeo Monagas acabaría
disolviendo al Congreso Nacional y los enjuiciaría a todos por alta traición a la
patria; ya que se estaban haciendo severas investigaciones a causa del máximo estado
de corruptela que hubo en ese mandato presidencial. De pronto se generó el pánico y
muchas personas trataron de salir de ese recinto del Poder Legislativo y trágicamente
murieron 8 de las mismas.

El pueblo molesto de tantas insatisfacciones, ofrecimientos incumplidos y esperanzas


falsas asaltó al Congreso Nacional, el 24 de enero de 1.848. Muriendo mucha gente.
Siempre se ha dicho que esos actos en contra del Parlamento Nacional Bicameral
fueron creados por órdenes del mismísimo General Monagas, en aras de tener el
control exclusivo del mismo…”.
Dr. Santos Michelena

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¿Quiénes fallecieron víctimas de ese asalto al Congreso
Nacional el 24 de enero de 1.848?

 “… Cuando circuló el falso rumor dentro del recinto de que


habían matado al Dr. Tomás José Sanabria; y de repente
apareció una poblada de gente modesta y muy humilde con lo
que tenían en sus manos y se abalanzaron sobre la Guardia que
custodiaba el Convento de San Francisco, y
desenfrenadamente invadieron esas viejas instalaciones
coloniales.

Pero hay algo que nos tiene que llamar la atención es que entre las turbas humanas
hubo soldados del ejército de José Tadeo Monagas quienes estaban entremetidos en la
población civil. Allí se desató un vendaval de gran arrechera entre todos los
comprometidos en el conflicto por la salida del Presidente de Venezuela y por el
cambio de la sede del Congreso a Puerto Cabello, epicentro de la godarría venezolana
desde los tiempos de La Cosiata en 1.827.
El fascista español y francmasón José Ortega y Gasset escribió mucho sobre La
Rebelión de Las Masas, y sus lecturas son de obligatoriedad en todos los hombres y
mujeres de diversas corrientes del pensamiento filosófico en todos los tiempos que
están por venir. Cuando las masas populares se sublevan por sus intereses de clase son
capaces de acabar con todo lo que encuentran en el camino, es como ver la película
llamada MARABUNTA, y que se relaciona con la devastación que producen los
bachacos por donde hacen su transitar en espacio geográfico determinado dentro de la
selva dadora de vida; llevándose por los cachos a todo lo que encuentren en su
camino, bien sean anímales o vegetaciones.

El pueblo caraqueño actuó como la Marabunta, el 24 de enero de 1.848. Lo cierto del


caso fue que uno de los guardias que custodiaban el recinto estando apostado en la
puerta principal y de manera desenfrenada disparó sin medir las consecuencias,
dándole un balazo al Capitán de Guardias Miguel Riverol y otro tiro al sastre don
Juan Maldonado, y también muere don Pedro Azpúrua. Allí resultó herido el
francmasón y Coronel Guillermo Smith quien era héroe de la Legión Británica en la
guerra de la independencia y testaferro del General en Jefe José Antonio Páez.

Ante la gravedad de los hechos, el Dr. Pedro José María Rojas-Rojas con gran
soberbia y arrechera propia de los godos cuando se ven acorralados de tantas
fechorías cometidas en contra del pueblo llano de Venezuela, con un puñal en su mano
derecha se dirigió hacia donde estaba el Dr. Sanabria y trató de asesinarlo en el
mismo lugar de los hechos, y bajo improperios que no son propios de personas que
dicen ser cultas, pero que son incultas porque por generaciones siempre fueron
esclavistas y usureros. Eso parece que se ha convertido en una norma en la política
venezolana desde esos lejanos tiempos hasta el presente. Así fue como nació el
linchamiento y el cayapeo político en contra de los enemigos en cualquiera instancia
política, militar, religiosa, económica y paremos de contar, y que hoy se resuelve en
base al sicariato.

Pero, al Dr. Tomás José Sanabria lo salvó la figura grotesca y amorfa del periodista
Juan Vicente González. Ese mismo hombre de quienes las malas lenguas señalaban de
que era hijo natural del francmasón Dr. José María Vargas Ponce y que fue

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procreado en una de esas fiestas a las cuales iba dicho adamado médico guaireño en el
pueblo de San Sebastián de Maiquetía en tiempos de navidad y justamente en la casa
de las familias Sanabria y Navarrete; en donde presumimos se hacían en la Calle
Navarrete que fue una zona vistosa y muy bonita después de aquellos sucesos que se
dieron con el terremoto de 1.812. En donde había desaparecido el antiguo pueblo que
estuvo ubicado por los lados de la Plaza Padre Santiago Machado y que por eso hubo
esa bella rivalidad entre lo que es Pariata y lo que era Maiquetía anteriormente, ja, ja,
ja. Yo viví algunos años en Pariata en El Callejón Arcaya y allí murió mi padre el
comerciante de origen canario Francisco Sánchez Jiménez, el 10 de noviembre de
1.950.

Juan Vicente González era un buen orador y si se quiere


algo fanfarrón en sus modales y gestos que lo llevaron a
ser visto como un manflórico en esos tiempos. Yo llegó a
pensar que Juan Vicente era como el encargado de leer
un documento que había enviado el General José Antonio
Páez a sus súbditos y allegados en el Congreso Nacional
para que defendieran sus puntos de vistas y se hicieran
matar por la patria de ellos, si era necesario. He allí el
meollo de todo ese tremendo lío que se formó ese día.

Pero, lo que nadie sabía es que uno de esos agitadores de la godarría cumanesa
presente en ese acto en el Congreso Nacional, fue el estudiante Antonio José de Sucre
quien era sobrino del extinto Mariscal Antonio Josef de Sucre y Alcalá. Ese joven con
los años se convirtió en sacerdote y fue quien le dio la extrema unción al General José
María Obando en Colombia, uno de los asesinos de su famoso tío el Gran Mariscal de
Ayacucho en 1.830.
Juan Vicente González

Pero, los ancestros de los ricos de la Venezuela actual estuvieron en esas riñas que se
dieron ese día. Uno de ellos fue un tipo llamado Cristóbal Mendoza, homónimo del
primer Presidente de Venezuela en 1.811 y antepasados del ladrón de Eugenio
Mendoza Goiticoa quien durante el mandato del Presidente Isaías Medina Angarita
se robó un realero cuando era Ministro de Fomento.

Ese tal Cristóbal Mendoza pensó que con su actitud malsana había a resolver el
asunto y pistola en manos le gritó al Dr. Sanabria: ¡Malvado! ¡Este es el fruto de sus
doctrinas!

La verdad es que los godos conservadores perdieron los estribos en ese día, ellos tenía
todas sus razones, ya que lo que estaba en juego era la pérdida del poder en definitiva
y eso los atormentaba día y noche, ja, ja, ja. Mi abuelita Dolores me dijo que entre los
heridos de muerte estuvo un diputado de apellido CERERO quien cayó casi moribundo
a los pies de un cura de apellido QUINTERO, pidiéndole que lo confesara porque
temía que se lo llevara el batoluo en ese momento.

Allí lo que se armó fue una estampida que tenía confundidos a los tirios y troyanos de
ambos partidos políticos, al igual que al pueblo que reclamaba soberanía y su derecho
a la redención y a la justicia social en todas sus manifestaciones. Muchos pasaron por
encima de los otros, ya que todos buscaron en salir de esas instalaciones en donde
reinaba la muerte. El babieco de Juan Vicente González, temeroso de perder la vida y

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como una gallina culeca saltó una de las paredes del Convento y buscando el tejado se
dejó ir hasta que al fin alcanzó la calle y desapareció del escenario.

Al Dr. José de los Santos Michelena lo hieren por un costado de un bayonetazo que le
propinaron en la calle y no dentro de las instalaciones del Convento de San
Francisco. Lo que sí sé es que en esas escaramuzas dentro de ese recinto sagrado de la
patria murieron apuñaleados a bayonetazos por la multitud los diputados Juan
García, Francisco García Argote, Juan Vicente Salas y el Dr. Manuel María
Alemán. Resultado heridos el Lic. Ramón Alcántara Millón (*Caracas-1.811), y el
Diputado Dr. José de Los Santos Michelena y Rojas Queipo quien durante toda su
vida masónica y profana fue un hombre cercano al General José Antonio Páez.

Ramón Alcántara Millón era hijo del Ilustre Prócer General de Brigada Francisco
de Paula Alcántara Piñango y de doña María del Rosario Millón González (natural
de la Isla de Cuba), y era tío del General en Jefe Francisco Linares Alcántara.
Mientras que el Dr. José de Los Santos Michelena murió en la Legación Británica en
Caracas, a causa de la heridas recibidas el 12 de marzo de 1.848.
Q:. H:. Coronel Guillermo Smith

Yo tengo entendido que el valenciano Dr. Santos Michelena fue


miembro de una desaparecida Logia Masónica llamada
“Cartago” que hubo en La Guaira en 1.808 y que después se
fusionó con la Logia “Unanimidad” N° 3. Esa Logia “Cartago”
estuvo bajo la jurisdicción
de La Gran Logia de
Pensilvania en los Estados
Unidos de América. El Dr.
Santos Michelena vivía en
La Guaira dese 1.822.

Yo conocí a través de mi amigo y francmasón


guaireño Juan de Dios Pacheco, que el Dr. Santos Michelena tres días antes de ser
herido en el Congreso Nacional en Caracas había estado en una de las sesiones de la
Logia “Unanimidad” N° 3 en La Guaira. Cuando conversaba con él en mi Oficina en
el Servicio Portuario de La Guaira y en la cual yo era el Jefe de Personal, mientras
que Juan de Dios Pacheco era el Jefe de Mantenimiento en 1.963. En donde ambos
disertábamos y recitábamos de memoria sobre las polémicas de Sócrates y Platón y
que tu hijo mío fuiste testigos en muchas ocasiones sobre nuestras inolvidables
tertulias filosóficas, históricas y literarias.

¿Qué tiempos aquellos en donde reinaba la sabiduría?


Asesinato del Dr. Santos Michelena en 1.848

¿Y que hizo el General en Jefe José Tadeo Monagas al respecto papá?

 “… Ese hombre se montó en uno de sus caballos y con su guardia personal y algunas
tropas a su mando se dirigió al sitio de los acontecimientos. Allí el General Monagas
impuso su propia ley a su entero antojo y capricho. Los congresantes temiendo de sus
vidas se arrodillaron ante sus pies y se pusieron a sus inmediatas órdenes sin titubeos
algunos.

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El General Monagas en esa oportunidad dijo estas palabras:
¡Ah caramba, hay que ver que la Constitución sirve para todo!

Y de inmediato expresó que esos hechos se dieron porque la


Guardia que custodiaba las instalaciones del Convento de San
Francisco y estaban al servicio de la godarría habían osado
enfrentarse al pueblo soberano de Caracas; por el solo hecho de
asistir a formar las barras que asistieron con el fin de oir las
deliberaciones de sus Representantes…”.

El General en Jefe José Antonio Páez Herrera sobre lo


sucedido en el asalto Congreso de la República y encontrándose en el Oriente de Santa
Marta en la República de Colombia en 1.848, con gran fuerza ante algunas personas
gritó:

 “... José Tadeo Monagas, el gran asesino de mi patria, no está tranquilo, ni


puede estarlo, sentado en su silla empapada en la sangre de los Representantes
del Pueblo, que él hizo degollar. La vida de un tirano es un continuo suplicio...".
General José Tadeo Monagas
Burgos

¿Puede hablarnos un poco más sobre el Dr. José de los Santos Michelena Rojas y
Queipo?

 “… Don Santos Michelena contrajo matrimonio con


doña Encarnación Bosques quien era natural de La
Habana-Cuba. Su hija doña Teresa Michelena
Bosques era esposa del Dr. Ramón Narvarte y
Monteverde quien es hijo de doña Ana Monteverde,
prima hermana del Capitán de Navío Juan Domingo
de Monteverde y Herrera (pariente del General en
Jefe José Félix Ribas), y de don Andrés de Narvarte
quien fue encargado de la Presidencia de la
República en los tiempos de La Revolución de Las Reformas en 1.835; cuando
renunció el francmasón Dr. José María Vargas Ponce a la alta Magistratura del
Estado venezolano.

El Dr. Santos Michelena resultó con heridas de sumo cuidado en esa confrontación
callejera afuera del Convento de San Francisco en Caracas, el 24 de enero de 1.848.
Siendo llevado por sus seguidores y demás Representantes a la sede de La Legación
Británica en esa ciudad. Desde su lecho de muerte le dijo al godo Dr. Pedro José
María Rojas que no dejara de asistir al Congreso Nacional, bajo estas palabras: "…
Vaya, José María, la patria reclama este sacrificio…".
Don José de los Santos Michelena Rojas y Queipo

¿Pero en que andaba en esos momentos el Dr. Antonio Leocadio Guzmán?

 “… El degenerado de Antonio Guzmán Blanco., a mi entender yo pienso que él tuvo


las manos metidas en esa situación que sucedió en el Congreso Nacional en 1.848. No

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olvidemos que él era muy panfletario con sus escritos y en esa ocasión con su gente del
Partido Liberal creó condiciones para tratar de acabar con dos corrientes políticas
adversas, de dos hombres quienes venían de ser reconocidos próceres independentistas
en los primeros años de la República.

A pepa de ojo y a pepa de zamuro se apreciaba que Antonio Leocadio Guzmán quiso
darle un zarpazo o una estocada final a la Era de los Monagas en el poder. En un
principio no lo logró en sus deseos de asaltar el poder por la vía violenta de las masas;
pero sí avanzó en llevar al país hacia una confrontación que pocos años después
conocimos como la Guerra Federal. De connotaciones diferentes a las luchas de
castas que libró el Comandante Boves en su Guerra Social, entre los años 1.812 y
1.814.

Eso sabemos que fue así porque el mismo Antonio Leocadio Guzmán en su libro “En
defensa de la Causa Liberal”, señaló lo siguiente: “… El 24 de enero fue un golpe
popular contra el Congreso Oligarca y contra Monagas, que no quería liberalizar su
gobierno francamente…”.

¿No se produjo un vació del poder constitucional a raíz del asalto al Congreso
Nacional papá?

 “… Eso fue lo que quiso hacer Antonio Leocadio Guzmán. Pero, el General Monagas
no era ningún Santurrón de oficio y supo maniobrar muy bien para crear su
hegemonía familiar en el poder; cuyos descendientes llegaron a gobernar con el
mismito dictador Juan Vicente Gómez Chacón. Sin embargo, ese delincuente mitad
godo y mitad mercader de la política en Venezuela logró que ante la opinión pública
nacional e internacional fuera visto el General Monagas como el autor y provocador
de esos sangrientos hechos que se vivieron en la mañana del 24 de enero de 1.848. De
esa misma manera fue como él educó a su hijo Antonio Guzmán Blanco y lo fue
preparando para que fuera Presidente de los Estados Unidos de Venezuela, durante
tres mandatos y que constitucionales.

Su amadísimo hijo “Saludante” o “Manganzoncito”, como le llamaron en el argot


popular fue un cobarde tan desnaturalizado como su propio padre; eran dos alimañas
de la política de la época. Antonio Guzmán Blanco estuvo al lado de mi abuelo Lino
Aranguren Castro en las acciones de armas que se dieron en la Batalla de La
Galipanada en 1.858. Pero ese bastardo y degenerado político prestado al ámbito
militar más bien estaba escondido en la casa de mi bisabuela Cristina Castro en El
Hoyo de La Cumbre; ni siquiera echó un tiro en esa vaina el muy condenado.

La misma gracia hizo cuando estuvo en la Batalla de Santa Inés en 1.859, allí fue más
arrecho en su conducta inmoral de guerrillero federal; cuando él notó que mis
parientes el General en Jefe Pedro Aranguren y su hermano el Coronel Aniceto
Aranguren le habían asestado el golpe fatal a las fuerzas godas y conservadoras del
gobierno de turno; ese inmoral caraqueño a escondidas le dio un tiro en la cabeza a su
caballo y después dijo que se lo habían matado bajo el fragor del combate. Así eran
esos dos Guzmanes del estiércol.

La verdad fue que el general en Jefe José Tadeo Monagas actuó con algo de
prudencia, y buscó por todos los medios de que no se rompiera el orden constitucional,

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que era lo que querían los godos en esos momentos. Pero
eso se debió a la habilidad del civilista y francmasón de
altos quilates, como lo fue el Dr. Diego Bautista Urbaneja
Sturdy. Él logro la estabilidad presidencial del Ejecutivo
Nacional y la continuidad del casi extinto Congreso
Nacional.

Así fue como al día siguiente del asalto a esa entidad


pública se reanudaron nuevamente las actividades
legislativas y ejecutivas del estado venezolano. Después fue
que vino esa frase llena y que de honestidad del Dr. Fermín
Toro, y que ya es conocida por todos. No es que él se
prostituyera sino que él venía de una familia llena de
homosexuales, de traidores a la patria, de entreguistas de nuestra soberanía nacional,
de cobardes y de corruptos y ladrones de las finanzas públicas.

El General Monagas logró bajarle los humos al General José Antonio Páez, a quien
desde ese momento lo llamaron “El Rey de Los Araguatos”. Eso fue lo que hizo que la
luz se le apagara al francmasón valenciano don José de Los Santos Michelena Rojas
y Queipo, el 12 de marzo de 1.848.

Don Fermín Toro

En esos instantes del asalto al Congreso Nacional en 1.848,


don Fermín Toro quien era sobrino del Marques Francisco
Rodríguez del Toro y Rodríguez, dirigiéndose al General José
Tadeo Monagas, les gritó a los presentes: ¡Díganle al General
Monagas, que mi cadáver lo llevarán, pero que Fermín Toro no se
vende ni se prostituye!

¿Quién fue Fermín Toro en la política venezolana papá?

 “… Don Fermín Toro nació en el poblado de El Valle en Caracas, el 14 de julio de


1.806. Él era hijo de don Antonio Rodríguez del Toro y Barba y doña Mercedes
Blanco, y contrajo matrimonio con su prima hermana doña María de La Merced
Tovar y Toro quien falleció en Caracas, el 23 de diciembre de 1.865.

Fermín Toro escribía bajo los seudónimos de Emiro Kastos y Jocosías. Él descendía
de la clase más dañina que haya tenido esta patria venezolana en toda su historia,
como lo fueron sus antepasados Grandes Cacaos y Mantuanos, después fue miembro
de la Godarría Aristocrática de su época y de pensamiento conservador ortodoxo y
convencido a todas letras. ..”.
General en Jefe José Ruperto Monagas

¿Quién fue realmente el Dr. Pedro José María Rojas-Rojas?

 “… Pedro José Rojas nació en el pueblo de Cumaná, el 28 de junio de 1.818. Fueron


sus padres el escribano público don Pedro Elías Rojas Casanova y doña Josefa Isabel

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de Rojas y Martínez de Rivas. Él estudió filosofía en un
colegio cumanés y que dejó sin concluir debido a que se
dieron hechos políticos transcendentales durante su
juventud, como fue la Revolución de las Reformas en
1.935. Ese hombre se dedicó a escribir en reconocidos
periódicos orientales, como “El Manzanares” y en “El
Independiente”.

Ese hombre estaba vinculado a la familia del Libertador


Simón Bolívar, a través de su matrimonio con una nieta
de doña María Antonia Bolívar y Palacios (1.777-
1.842), quien se llamaba Trinidad Camacho Clemente- Bolívar y Palacios (1.817-
1.882). El aparece en los líos que se dieron porque había sido electo representante de
Cumaná ante el Congreso Nacional de 1.848. Su condición de ser miembro del
Partido Conservador lo llevó a irse a la ciudad de Nueva York en donde se encontró
con el General José Antonio Páez, y allí discutieron sobre los asuntos políticos de la
patria y las formas de cómo retomar nuevamente el poder político.

Su acercamiento al General José Antonio Páez, lo convirtió en su Secretario


Personal. A raíz de los sucesos del Congreso Nacional, el 24 de enero de 1.848.
Además era egresado en Derecho Civil de la Universidad de Caracas y regresó a
Venezuela en 1.861 y como Ministro del Interior y de Justicia fue el encargado de
llegar a algunos acuerdos con los liberales comandados por el General Dr. Antonio
Guzmán Blanco en la Hacienda Coche, el 23 de abril de1.863, para darle fin a la
Guerra Federal.

En algunos momentos sustituyó a su Jefe Páez en la Presidencia del país. Una vez que
el Mariscal de Campo Juan Crisóstomo Falcón (1.820-1.870), se reafirmó como
nuevo mandatario del país; el Dr. Pedro José Rojas-Rojas se fue a la isla de Saint
Thomas el 11 de agosto de 1.863 y luego viaja a la ciudad de Madrid en España en
donde publicó su trabajo “España y América”; pescando nuevamente en rio revuelto
se vio envuelto en los líos de la “Revolución Azul” propiciada por el General en Jefe
José Ruperto Monagas en 1.868 y una vez que fue hecho preso abandonó la patria el
11 de noviembre de 1.872 y finalmente se estableció en la ciudad de París en donde
falleció el 28 de mayo de 1.874.

El Dr. Pedro José María Rojas y Rojas no era egresado de la Universidad de


Caracas, sino que esos hombres reciben los títulos “Honoris Causa” que les regalan
sus amigotes que están establecidos en los Claustros Universitarios y por eso él es uno
de esos beneficiados de turno con el título en “Derecho” dado por la Universidad de
Caracas. Así como se lo dio mi hermanito menor José Basilio Sánchez Aranguren al
Dr. Arturo Uslar Pietri en la Universidad Bicentenaria de Aragua (UBA), ja, ja, ja.
Don Ricardo Luy Acosta

Papá, yo recuerdo que el señor Ricardito Luy Acosta quien era dueño del Bazar
San José en Carayaca y quien nació en Mare Abajo en 1.909, y quien me contó sobre el
asalto al Congreso Nacional, que esas fue una acción desventurada en donde hubo
sectores adversos en pugnas y que trajo como consecuencia la Guerra Federal que
desangró a nuestra patria hasta más no dar y que más bien pareció una continuación de le
Guerra de la Independencia.

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En la entrevista que le realicé a tan interesante personaje me respondió estos datos
que para mí son muy veraces y que llenan esos espacios que no escriben los historiadores
más reconocidos de nuestra nación; ya que parte de su familia como la nuestra estuvieron
muy cerca de esos eventos que se dieron en esos tiempos de 1.848.

¿Cómo se dieron los hechos dentro del Convento de San Francisco entre liberales
y conservadores en 1.848 .¿?

 “… Los hechos que se dieron adentro y afuera del Convento de San Francisco fue
una deshonra para la política venezolana en la Caracas de 1.848. Tú mejor que nadie
amigo León Manuel Morales, debes saber que para tomarse cualquier decisión en
instancias organizativas se necesita el quórum reglamentario para iniciar las sesiones
en función de grandes decisiones políticas que se quieran tomar al respecto.

Los conservadores pensaron darle un golpe de estado al General José Tadeo Monagas
el día 19 de enero de 1.848. Ellos llamaron a sesionar ese día y pensaron que los 63
diputados iban a comparecer a esas viejas instalaciones en ese Convento de gran
significado en la historia del país, porque desde allí el Libertador Simón Bolívar dijo
aquellas alegóricas palabras de enfrentar a la naturaleza si era necesario en aquel
devastador terremoto de 1.812 y al año siguiente era declarado Libertador de
Venezuela, y cuando trajeron sus restos mortales allí s ele rindió tributo a su gloria
eterna hasta que fueron conducidos a la bóveda de su familia en La Catedral de
Caracas.

Muy poca gente sabe que los conservadores actuaron inconstitucionalmente en contra
del General Monagas, porque a la sesión solo asistieron 44 diputados de ambos
bandos en pugna por el poder político. Muy pocos Representantes quisieron trasladar
la sede del Poder Legislativo a los predios de su conveniencia en Puerto Cabello, ya
que desde allá pretendían darle un duro golpe al gobierno central y esa fue la
perdición de los conservadores en las horas que sobrevinieron después de esa maléfica
e inoportuna sesión legislativa. Porque le decisión estuvo en manos de solo 32 de los
diputados presentes. Pero esa gente fue mucho más allá debido a que votaron
ilegalmente por una cosa y después le adicionaron que la sesión les servía para juzgar
y enjuiciar al Presidente Monagas.

La gente del General José Tadeo Monagas levantó su voz y reclamaron a voz alta que
la decisión adquiría soberanía, si era discutida en ambas cámaras (Diputados y
Senadores) en pleno. La cosa se fue agravando cuando el Senador Pedro Estanislao
Rendón en nombre del Partido Liberal llamó a que se considerara dicha proposición
planteada en el hemiciclo por los Representantes del Partido Conservador.

Allí los liberales buscaron de retrasar cualquier iniciativa de los conservadores que
fuera en detrimento del Jefe de Estado, y quien de paso tenía una gran cantidad de sus
fieles seguidores en la ciudad de Caracas y quienes estaban dispuestos a enfrentar esas
políticas ilegales que se estañan gestando en esos momentos de parte de sus
adversarios políticos.

Allí es cuando aparece la figura del inglés Coronel Guillermo Smith quien fue
designado por los Paecista para que organizara que las cosas se dieran en
conformidad con lo que ellos habían deliberado fuera del Convento y a escondidas en

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sus casas y demás caletas para darle el golpe de estado al
General Monagas. Los liberales se dieron cuenta de esa burda
maniobra de los conservadores y se pusieron en máximo estado
de alerta.

No olvidemos que el Coronel Guillermo Smith fue uno de los


testaferros más declarados que tuvo el mismito General Páez
durante sus mandatos presidenciales. La verdad es que muy
pocas personas conocen que la Hacienda “El Rincón” fue una
propiedad mal adquirida por el General Páez y la puso a
nombre del General William (Guillermo) Smith. Una vez que éste fallece todas las
propiedad que estuvieron a nombre del legionario británico pasaron a manos de su
hijo Guillermo Smith, incluyéndose haciendas y casas en Puerto Cabello, Valencia,
Caracas y en otros lugares del país.

El General Páez al saber la noticia de que su testaferro el General William Smith


había muerto trató de recuperar a través de su hijo Guillermo Smith sus propiedades y
bienes e inmuebles. Pero... ese joven se le plantó firme y le hizo ver al Centauro
llanero que su papá nada tenía de él y que sus propiedades eran de sus legítimos hijos
e hijas. Y en la práctica nada le devolvió al General Páez, quien a partir de ese
momento quedó arruinado y solo le tocó escribir aquella canción titulada “La Flor del
Retiro”, ja, ja, ja.

La propiedad que Páez supuestamente tuvo en El Rincón de Maiquetía era en donde el


famoso negro Pez Rubia tuvo su famosa cancha de bolas criollas. Allí estuvo la casa
principal de esa hacienda que creo fue parte de la antigua Hacienda Piedra Azul,
propiedad originaria de la familia de la escritora Teresa de La Parra Sanojo, y desde
allí ella escribió aquella novela que se llamaba originalmente “El diario de una chica
que se fastidiaba”, y que después ella llamó “Ifigenia”.
Coronel Dr. Antonio Leocadio Guzmán

¿Por qué los conservadores tomaron esas actitudes revanchistas señor Ricardito
Luy?

 “… Lo que pasó allí en el Convento de San Francisco en Caracas, es que los amigos
conservadores se dieron de cuentas que ya no podían ejecutar sus maniobras golpistas
en Puerto Cabello y comenzaron a notar de que tenían que enfrentar a los liberales en
ese recinto y en la calle si era necesario. Al fin ellos se decidieron por formar un grupo
de persona en sus entornos bajo el protectorado de una Guardia Pretoriana que los
protegiera bajo el mando del Coronel Guillermo Smith.

Así fue como los conservadores lograron reunir a casi 200 conservadores armados
para el día 23 de enero de 1.848. Más bien parecían unos gallitos de pelea, ja, ja, ja.
Al saberse que esa gente anda en esos planes siniestros en contra de los
Representantes del Partido Liberal y del gobierno de Monagas, fue cuando los
liberales se organizaron en grupos armados y comenzaron a rondar todas las calles y
esquinas en donde está el Convento de San Francisco. La provocación entre las
partes, ya era un hecho indescifrable y de consecuencias fatales muy próximas.

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Seguidamente, el General Monagas a través de sus
voceros les mandó a notificar a los miembros de la
Cámara de Diputados que se estaban extralimitando con
esa presencia numerosa y armada dentro del recinto
legislativo en cuestión. Que allí lo único que podía haber
eran unos policías del orden público, para enfrentar
cualquier vicisitud que se presentase en el mismo. Los
conservadores no midieron las consecuencias y fueron
cediendo al llamado del gobierno de turno; dejando
como a unas 20 personas armadas en su interior. Los
errores se pagan muy caros en política, y yo considero
que ese fue el error más grande que hayan cometido los
conservadores desde 1.830…”.

¿Y qué cree usted señor Luy que acaeció en las primeras horas del 24 de enero de
1.848?

 “… Sobrevino lo que nadie se esperaba en esas horas de la mañana del día 24 de


enero de 1.848. A eso de las diez de la mañana de ese día, ya había algo más de 1.000
personas en las afueras ye en las puertas del Convento de San Francisco. Allí
comenzaron a entrar y que los “supuestos hombres notables” de la ciudad y se
colocaron en sus respectivas barras en el hemiciclo del Congreso Nacional. Esos más
bien eran agitadores de oficios quienes se encontraban armados y dispuesto a lo que
fuera por defender sus posiciones políticas encontradas en esos instantes. Pero, el
agitador mayor era el Coronel William Smith.

La situación se tornó mucho más crítica, fue en horas de la tarde cuando hizo su
entrada a ese recinto el Dr. Tomás José Sanabria quien era el Ministro del Interior y
Justicia del gobierno.

Lo que sí sé de lengua de algunos viejos en Maiquetía; es que el Dr. Sanabria asistió


acompañado por dos de sus hijos y por uno de los hijos del General José Tadeo
Monagas. Después lo demás vino por inercia propia, y ya sabemos de qué cuando el
Dr. Sanabria hizo entrega del mensaje presidencial fue cuando vino el cruento impase
con el Dr. Pedro José Rojas.

Allí los conservadores estaban violando el Artículo 136 de la Constitución Nacional


vigente en esa época. La confusión que se generó fue muy caótica, ya que se pensó que
adentro habían asesinado al Dr. Sanabria. Allí se dio un toma que dame y diretes de
todo tipos de expresiones vulgares y muy soeces entre los unos y los otros, y viceversa.
Esos eventos golpistas del ala conservadora pusieron en estado de alerta a todas las
guarniciones militares, cuyos comandantes les dieron previo avisos a los
Representantes para que depusieran sus actitudes en contra del gobierno presidido
por el General José Tadeo Monagas.

General en Jefe José Laurencio Silva

El General José Laurencio Silva sin tapujo alguno y comandando un Batallón de


Infantería se movilizó aceleradamente hacia el Convento de San Francisco a poner
orden en el lugar. Las demás unidades militares a su mando se encargaron de someter

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a una severa vigilancia todos los alrededores del Congreso
Nacional, ante los hechos vividos.

La evacuación de ese recinto se hizo entre fuego y golpes, de


donde fueron desalojados los diplomáticos de las
delegaciones extranjeras acreditadas en el país; al igual que
los Ministro del Poder Público y los Representantes que no
desearon verse envueltos en esas querellas políticas. Lo otro
fue un Batallón de Milicias o de Reserva que estuvo
compuesto por 6 Compañías controlaros todos los caminos
que daban a Petare, Caracas, La Guaira, Carayaca, El
Valle, Antímano, Macarao y Las Adjuntas.

Ya sabemos que el General en Jefe José Tadeo Monagas asistió al lugar acompañado
del General en Jefe Santiago Mariño. Allí se dieron algunas escaramuzas entre
conservadores y liberales, optando ambos próceres de la independencia en retirarse
del lugar. A pesar de que hubo habladores de gamelotes que dijeron que algunas
partidas de facinerosos conservadores habían retenido al General Monagas.

Lo trágico es que murieron 2 diputados conservadores y uno liberal, y en su defecto


hubo aproximadamente 8 personas fallecidas. Los comentarios señalan que quienes
crearon los probables asesinatos y muertes fueron asesinos a sueldos o contratados
como sicarios…”.

¿Y qué pasó después señor Luy?

 “… El día después de esos hechos sangrientos en Caracas, se hizo el quórum


reglamentario y se restablecieron los ejercicios de los poderes Legislativo y Ejecutivo.
A muchos de los diputados hubo que irlos a buscar a las diferentes legaciones
diplomáticas en donde se encontraban asilados. Lo más extraño es que los miembros
en ambas cámaras del Congreso Nacional restablecieron el orden constitucional y le
otorgo poderes especiales y plenipotenciarios al gobierno del General José Tadeo
Monagas, para actuar militarmente en contra de quienes pretendieron tumbarle su
mandato presidencial. Eso nos indica de que el miedo y el terror Monaguista se
apoderó de los conservadores en esas horas y días.

Cuando hay presidentes que son de mentalidad autocrática, se corrobora una vez más
que los Parlamentos son débiles ante cualquier arremetida de gobernante alguno,
quien saca su carta escondida debajo de la manga de su levita o paltó y la poner a
valer en circunstancias como esas. Eso lo hizo don Rómulo Betancourt Bello cuando
tuvo un mandato de cinco años con las garantías constitucionales suspendidas y bajo
el lema de “disparen primero y averigüen después”…”.

Don Ricardo Luy Acosta en su Bazar San José en Carayaca

¿Qué nos puede contar sobre Santos Michelena con sus políticas dentro del
liberalismo económico en los gobiernos del Partido Conservador señor Ricardo Luy?

 “… Don Santos Michelena, si se quiere fue el padre del liberalismo económico


venezolano en los tiempos en que gobernaron los presidentes José Antonio Páez, José

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María Vargas y Carlos Soublette, y que es el sistema económico que se ha impuesto
hasta nuestros días. Ese hombre nació en Valencia en 1.797.Lo que si es cierto es que
el Partido Conservador perdió a un hábil diplomático y a un buen economista en las
finanzas públicas en ese asalto al Congreso Nacional en 1.848.

Hay algunas personas que dicen que él nació en Valencia. Más bien yo creo que él
nació en Maracay, el 1° de noviembre de 1.797. Además él fue uno de esos jóvenes que
combatieron en la Batalla de La Victoria al lado del General en Jefe José Félix Ribas
y Herrera, el 12 de febrero de 1.814. A él le tocó ver el ascenso al gobierno del
Presidente James Monroe en los Estados Unidos de América en 1.816. Y allí convivió
en diferentes momentos con nuestros paisanos José Manuel Villavicencio, Manuel
García de Sena, Telésforo de Orea, Juan Vicente Bolívar, Manuel Palacio Fajardo,
José Rafael Revenga, Pedro Gual, Juan Germán Roscio, Mariano Montilla, Lino de
Clemente, Juan Paz del Castillo.

Don Santos Michelena se casó en La Habana en Cuba, y desde allí se vino con su
esposa y comenzó a hacer vida masónica en La Guaira en 1.822. Allí fue Síndico
Procurador. El Libertador Simón Bolívar le tuvo sobrada confianza y lo nombró
Representante de la República de Colombia en Bogotá en1.824. Después le dieron la
responsabilidad de ser miembro de la Comisión Liquidadora de la Deuda Nacional en
reemplazo del Dr. José Rafael Revenga, quien designado Ministro de Relaciones
Exteriores.

En su trabajo sobre “La Riqueza de las Naciones”, cuando señaló: "… Cuando la
disminución de las rentas proviene del aumento del contrabando, puede ponerse
remedio de dos modos: disminuyendo la tentación al contrabando, y aumentando la
dificultad de hacerlo. La tentación se disminuye rebajando los derechos, y la
dificultad se aumenta con el sistema de la administración más propia para impedir el
fraude…".

Cuando Venezuela se separa de la República de Colombia en 1.830, Santos


Michelena se da cuenta de que los francmasones Dr. Miguel Peña, Carlos Soublette y
Diego Bautista Urbaneja se van de sus cargos de Secretarios del gobierno del General
José Antonio Páez y pasan a ser parte del nuevo Congreso Nacional. Allí es cuando él
recala a ocupar el cargo de Ministro de Relaciones Exteriores del gobierno, y es
cuando ve en las carteras ministeriales la presencia del Dr. Antonio Leocadio
Guzmán Blanco y del General en Jefe Santiago Mariño.

Uno de los temas más cruciales que les tocó discutir fue el Tratado de Límites Pombo
Michelena con los colombianos sobre nuestros problemas limítrofes. Cuando le
escribió estas letras al General Carlos Soublette: “… “Allá va el tratado: ¡Ojalá que
agrade! ¿Qué digo? ¡Ojalá que no parezca malo! Es muy difícil si no imposible
acomodar las cosas al paladar de todos. Siento no llevarlo yo para sostenerlo con
buenas razones. Muy de carrera he puesto la nota que lo acompaña analizando
algunos puntos: esta y las anteriores explican los motivos y los objetos de vanas de las
estipulaciones. Si soy entendido confío en que el gobierno lo aprobará todo y estoy
cierto que nadie habría trabajado más ni con más celo; que tampoco habría obtenido
tanto. El Presidente ha dicho a varios y hoy a mí mismo que la habilidad y carácter del
negociador le habrían hecho acceder a más de cuatro cosas. No es por jactancia ni
vanidad que se lo comunicó a usted sino para que juegue las dificultades que he tenido
que allanar y lo mucho que ha habido que negociar...”.

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Don Agustín Péinate
Sin embargo, papá, el señor don Agustín Péinate que es
oriundo de Tarmas me narró en su casa en La Calle Tamanaco
de Carayaca, que los acontecimientos en la sede y en las afueras
del Convento de San Francisco en 1.848, se dieron de la
siguiente manera.

¿Qué es lo que usted considera señor Péinate acaeció en


el Congreso Nacional en Caracas en 1.848?

 “… Yo nunca tuve escuela, sino la que conocí a través de mi maestra tarmeña doña
Adela Iriarte quien a punta de palmeta y usando el método lancasteriano nos enseñó a
leer y a escribir, y las cuatro reglas de las matemáticas. Yo soy tarmeño nacido en el
sitio de Bachaquero en las cercanías de la Hacienda Anare y de Caripote. Mis
compañeros que siempre recuerdo y fueron quienes aprendieron lo que he dicho antes
en la escuelita de la negra Adela Iriarte, fueron los tarmeños Bruno Antonio Kienzler
Tortoza quien era una mezcla de alemanes y de indígenas tarmeños, y José Benítez
León quien era hijo de mi paisano Tomás Celestino Benítez Capote.

La maestra Adela Iriarte nos contó en las charlas de historia de Venezuela y que ella
rudimentariamente nos daba en esos tiempos, de que el asalto al Congreso Nacional
en 1.848, fue uno de esos dramas que embargaron en dolor y muerte a la Caracas de
esa época. Ella nos decía que en Caracas se vivió un clima de grandes tensiones
políticas, porque el General Páez comenzó a sentir que el poder s ele estaba escapando
de sus manos y de sus narices.

Los diputados paecistas se reunieron secretamente para conspirara en contra del


presidente Monagas, en el hoy desaparecido Club Renaissance; el cual estuvo
ubicado al lado del mismo Congreso Nacional. Los liberales midiendo la situación
política optaron por reunirse en la casa del General Diego Ibarra Toro, la cual
quedaba por los lados de la Esquina de Maturín, justamente por donde hoy en día está
la sede de La Gran Logia de La República de Venezuela, la cual fue construida allí en
el mandato del General Antonio Guzmán Blanco, quien también era francmasón.

Allí hubo una gran divergencia entre los comprometidos en ambos lados, porque el Dr.
Fermín Toro era conservador y era familia del General Diego Ibarra Toro quien era
liberal. Muchas de esas informaciones la adquirió Adela Iriarte a través de los
descendientes de los antiguos dueños de las haciendas de Curiana, Anare, Tarma
Abajo, El Añil, Cataure, La Fundación, Montaña Grande, entre otras. Ellos
informaron que el Dr. Antonio Leocadio Guzmán puso en alerta a las Milicias que
obedecían las líneas políticas de su partido.

Allí hubo gente de los liberales que se apoderaron de algunos fusiles que lograron
sustraer del Cuartel de San Mauricio. Lo grosero fue como Juan Vicente González
llamó a los Representantes de Páez, “de que debían morir en sus curules como los
senadores romanos”. Y Allí fue cuando el godo Dr. Miguel Palacio respondió: “…
Yo soy llanero y no acostumbro pelear enchiquerado…”.

Al cobarde de Juan Vicente González lo salvaron de morir en esa contienda, nada más

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y nada menos que el General Santiago Mariño y el Coronel Juan Sotillo. Y el
conservador Dr. Miguel Palacio se escapó entre los tejados y fue a parar a una
cochera de una casa vecina. El General Páez se levanta en armas y es derrotado en el
sitio de Los Araguatos, de donde le provino el apodo de “Rey de Los Araguatos”…”.
Don Fermín Toro en su ensayo titulado “Reflexiones sobre La Ley del 10 de Abril de
1834”, y que estuvo relacionado con “La Libertad de Contratos ", quitó a la usura la
traba y la sujeción de la ley; el negocio de préstamo fue el mis lucrativo de todos; Su
práctica se extendió en todas las clases de la sociedad; los contratos más monstruosos
se celebraron sin sonrojo y los tribunales de la República fueron llamados a
ejecutarlos, con escándalo de la justicia y con oprobio de las leyes. (...) El clamor
contra la Ley de Abril se ha visto acompañado con hechos muy expresivos: el odio a
los tribunales; la división en la sociedad; las calificaciones de logreros, usureros,
estafadores, por una Parte; y por la otra, alados, tramposos, arteros...”.

Don Ramón Pérez Castellanos

¿Cómo es que el General José Tadeo Monagas se les coleó a los liberales desde
los tiempos del primer gobierno del General José Antonio Páez en 1.830?

 “… Si en Venezuela hubo un hombre justo, ese personaje fue don Cecilio Acosta quien
era paisano del pulpero Ramón Pérez Castellanos y del zambo Adelo Rafael (Manuel)
Morales en el pueblo de Tarmas. Cecilio Acosta en una ocasión dijo estas palabras:
“… Páez, monta en tu corcel, que este beba los vientos y acabes con los malos”. Pero,
si falta saber dónde está la fuerza bruta que necesita contención, quizá dura
contención, podemos acudir a otro “civilizado” del momento: Juan Vicente
González…”.

¿Por qué habría dicho esas palabras don Cecilio Acosta?

Quizás esas palabras las dijo Cecilio Acosta, porque Juan Vicente González no tenía
moral para atacar al Partido Liberal en los días del asalto al Congreso Nacional en
1.848. Cuando Antonio Leocadio Guzmán creó ese partido político como repuesta a
los miembros de La Sociedad Económica de Amigos del País idealizada por el señor
Angel Quintero y bajo la protección del General José Antonio Páez en 1.830; el
ilustre amigo Juan Vicente González sobre ese hombre sacó un artículo periodístico
que rezaba así: “… ¿Con quién se reúne Guzmán? Con la hez de la sociedad, con los
negros, con los morenos, con los sirvientes,
con los borrachos, con los sucios; a esos hay
que parar, a los negros, a los sirvientes, a los
borrachos y a los sucios; y el único que los
puede parar es Páez…”.

Por eso como repuesta a La Sociedad


Económica de Amigos del País, fue como el
General Ezequiel Zamora con esa misma
gente pobre de Venezuela y con los pulperos y
medianeros del campo y de las ciudades, le dio
inicio a La Sociedad Liberal y Económica de Villa de Cura en 1.846. Eso fue lo que
determino las guerras campesinas y al final la Guerra Federal, para de esa forma
poder acabar con la hegemonía política del Partido Conservador en todo el país…”.

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Don Cecilio Acosta Revette

¿Quiénes fueron en realidad los nuevos oligarcas después de


1830?

“… Don Laureano Vallenilla Lanz en “El Cesarismo


Democrático”, nos da a conocer que el General José Antonio
Páez y otro próceres de la independencia unidos a los
terratenientes y latifundistas usureros de turno, comenzaron a
comprar los haberes militares, y sobre todo los llaneros de Apure,
por precios muy bajos e irrisorios; de manera que el latifundio colonial pasó sin
modificación alguna a manos de los generales José Antonio Páez y José Tadeo
Monagas, y de otros iguales o parecidos a ellos y quienes habiendo entrado en la
guerra de la independencia sin bienes algunos de fortuna, en poco tiempo se
convirtieron en los nuevos señores feudales más ricos en la nueva República de
Venezuela, a partir de 1.830.

El General Páez siempre entendió que tenía un contendor que sin ser militar era muy
peligroso antes sus apetencias gubernamentales, y ese hombre era Antonio Leocadio
Guzmán, quien siempre se escudó de ser asesinado por el Paecismo, gracias a la
intervención oportuna de nuestro empobrecido y siempre golpeado populacho
venezolano. El mismito general Soublette le tuvo miedo a las masas y no se atrevió a
fusilarlo, dejando el caso a los jueces de turnos, pero bajo estas palabras: “… No sé
qué hacer, haga usted lo que a bien le parezca, toque usted la campana…”.

Don Cecilio Acosta en pocas palabras pedía que se enjuiciara al Dr. Antonio
Leocadio Guzmán. Pero, el General Páez hacía lo que le pedían los miembros de La
Sociedad Económica de Amigos del País, y fue cuando dijo lo siguiente: “… Yo no
hago pactos con el diablo –es decir, con estos nuevos diablos- y voy a buscar una
manera de atender la solicitud que me está haciendo la sociedad a través de una pluma
tan reverenciada, tan pulcra y tan modosa como la de Cecilio Acosta…”.

Allí fue cuando apareció eso de la Ley de Quita y Espera, en donde los hacendados y
dueños de hatos y fincas, como de algunos comercios pasaron a la quiebra económica.
Eso se notó cuando les quitaron las tierras a los indios Tarmas, en las personas de los
dueños de las haciendas Tarma Abajo, El Añil, Anare, Caripote, Curiana, Guasca,
Guare, Guaricuay, Cataure, Caoma, Mayupán, etc., etc. Quienes entablaron juicios
con los Indígenas de Tarmas en Caracas, y los cuales fueron defendidos por el último
cacique tarmeño Hilario de La Caridad Tortoza Rodríguez (1.797-1.847), quien
rescato sus tierras y resguardo ante el Juez Vicente Isidro Osío en 1.841.

Esos hacendados y con los de otras regiones del centro del país estaban quebrados,
muertos de hambre, sin haciendas y con una esclavitud vieja y sin poder producir
nada, debido a que la Trata Negrera había concluido en Venezuela. Por eso el
bandido de Páez se decide en buscar la ayuda necesaria para ayudar a sus amigos en
desgracias. Y es cuando ese perverso héroe de la independencia, alegó de que había
que poner a producir al país, al precio de lo que fuera.

Así fue como fueron llegando las casas de empréstitos que contribuyeron a los
préstamos con intereses y que dieron luego orígenes a los bancos en el país. Siempre
pensando en la felicidad de los propietarios y de quienes hacían sus cuantiosas

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inversiones. Por eso se convirtió en una norma entre los
venezolanos, de que los pobres tenían que ser subyugados y
explotados en todas las formas laborales y de explotaciones
que llegaron desde los consorcios mercantilistas y capitalistas
de Londres, Filadelfia, Curazao, Hamburgo, Ámsterdam y
paremos de contar. Los gobiernos de Páez, Vargas y Soublette
estuvieron fundamentados dentro de las políticas económicas
liberales de Jeremías Bentham, Adam Smith y Dave Ricardo,
padres del liberalismo económico de la época.

Por eso Cecilio Acosta consideraba que tanto José Antonio Páez como Antonio
Leocadio Guzmán eran la misma porquería dentro de la política venezolana. Páez era
conservador pero creía en el liberalismo económico. Él disfrazó bien sus políticas
entre las masas pobres del país, presentándose como benefactor de los hacendados que
quiso convertir en ricos nuevamente, y para ello necesitaba un mentor que hablara del
liberalismo, pero a través de la figura del Partido Liberal, y para eso consiguió a su
compinche y contra parte Antonio Leocadio Guzmán.

No olvidemos que después de terminada la Guerra Federal y muerto el General


Ezequiel Zamora en 1.860, el Dr. Antonio Leocadio Guzmán dijo estas palabras: “…
Si no hubieses sido liberal, hubiese sido conservador…”.

Quizás el error de Páez fue el de haberle perdonado la vida al General Monagas,


después de las acciones de Pirital en 1.830. Pocos años después trató de proyectarlo
como un gran jefe dentro del Partido Liberal…”.
General en Jefe Dr. Pedro José María Rojas-Rojas

¿Sería que las prebendas que recibió el General Monagas del propio General Páez
cuando le respetaron la vida a raíz de los hechos de la Revolución de las Reformas en
1.835 y que fue lo que determino los sucesos del asalto del Congreso Nacional en 1.848?

 “… Yo creo que el General Páez se equivocó con el General Monagas, él debió


haberlo fusilado cuando ese hombre se enredó en los líos de La Revolución de Las
Reformas en contra del Dr. José María Vargas. Cuando se fue asaltar el Congreso,
debemos decir que Páez tenía el control del mismo a comienzos del mes de enero de
1.848. Pero, el dolor de cabeza de los conservadores era el General Ezequiel Zamora
y quien ya era conocido en el pueblo empobrecido como “El General del Pueblo
Soberano”.

Por otro lado el General Monagas le perdonó la vida al viejo Antonio Leocadio
Guzmán, y por arte de magia aparece Zamora como Comandante de Milicias dentro
de las filas del Ejército Nacional.

El General Páez se da cuenta que las tienes todas para perder dentro del juego político
en el cual se metió y sin salida probable en esos momentos. Al fin decide salir del
General Monagas, diciéndole a sus partidarios: “…Carajo, no puede ser, vamos
acabar de una vez por todas con Monagas…”.

Y el General Monagas al saber las pretensiones del General Páez, alegó: “… Carajo,
a mí no me van a tumbar esos godos de mierda…”.

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Lo que la gente no se imaginaba era que el Dr. Antonio Leocadio Guzmán, después
del asalto al Congreso Nacional el 24 de enero de 1.848, se encontraba preso y que las
masas liberales lo liberaron cuando se atrevieron a asaltar el Tribunal en donde
llevaban su caso y al final lograron su ansiada libertad, el 9 de febrero de 1.848. Ese
hombre tenía buenos jaladores de buen mecate, ya que lo sacaron en hombros y

los pasearon por toda Caracas, dándoles vítores a sus triquiñuelas de político
mentiroso y que sin dudas algunas creó la figura de políticos populistas de su misma
extirpe como Raimundo Andueza Palacios, Carlos Andrés Pérez, Luis Herrera
Campins, Jaime Lusinchi…”.
Protesta en San Cristóbal–Edo. Táchira en el 2.014

Sin embargo, papá, el pulpero don Ramón Pérez Castellanos quien fue el que trajo
a mi abuelo Manuel Morales y a mi madre María Hilaria Morales a Tarmas en 1.947 y
desde Ciudad Tablitas en Caracas, y sobre lo que él conoció en relación a Santos
Michelena me contó en su pulpería en el pueblo de Tarmas, el 31 de diciembre de 1.980.

¿Qué es lo que usted sabe sobre el Dr. Santos Michelena señor Ramón Pérez?

 “… Santos Michelena fue un hombre conocido en toda Venezuela en su tiempo. Él era


pulpero como yo lo soy en este pueblo, desde que llegué muy jovencito desde mi tierra
natal de San Diego de Los Altos, que es el mismo de tú abuelo Manuel Morales;
Porque ambos somos hijos de isleños canarios quienes llegaron a estas tierras a
trabajar honradamente en los quehaceres de las tierras.

Es muy difícil que usted vea a un canario por ahí que sea ladrón, vendedor de drogas o
delincuente; en el pasado nos decían que éramos blancos de orilla, nosotros no somos
esas cosas, sino gente muy trabajadora y honrada. Y eso lo puedo decir en tu otro
abuelo Francisco Sánchez Jiménez a quien llamábamos Pancho “El Narizón” en
Carayaca arriba; ya que él fue un buen
comerciante y era hijo de isleños canarios.

Santos Michelena era más diplomático que


pulpero o carnicero allá en sus negocios que él
tuvo en Maracay en los valles de Aragua. Eso sí
es verdad, ese hombre hablaba muchas lenguas
extranjeras, pero no era político y por eso lo
jodieron en los bullicios que se dieron en el
asalto al Congreso Nacional en Caracas en
1.848. Él era un enemigo declarado del Dr. Antonio Leocadio Guzmán, pero él era
amigo de José Antonio Páez, José María Vargas y Carlos Soublette, quienes también
fueron hijos de canarios. Pero esos tipos como que si se echaron a perder de verdad,
verdad vale.

Él fue candidato presidencial y no le fue muy bien en esas cosas en 1.842. Él pudo
haberse quedado con el coroto presidencial que ejercía con carácter temporal; porque
el General Páez no quiso entregarle a su sucesor; pero Santos Michelena prefirió
regresárselo al General Soublette.

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Santos Michelena era enemigo consumado del General José
Tadeo Monagas y nunca estuvo de acuerdo que el General Páez
lo hubiera perdonado por el lío ese cuando tumbaron del coro
al Dr. Vargas en 1.835. Y después se lo refutó nuevamente al
General Páez cuando nombró como candidato presidencial de
su preferencia al General Monagas en 1.847.

Lo que muy poca gente conoce es que un traidor comprometido


en los asesinatos o muertes del Mariscal Antonio José de Sucre
y Simón Bolívar en 1.830, andaba de visita por nuestra patria.
Ese pérfido bandido era el General en Jefe Juan José Flores, quien venía de haber
sido Presidente del Ecuador y aquí buscó de limar esas asperezas que habían entre los
generales Páez y Monagas.
Yo creo que esa gente llevó al Dr. Santos Michelena al martirologio en esos momentos
del 24 de enero de 1.848. Cuando sale herido y es llevado a la sede diplomática inglesa
en Caracas, el General Páez le dice estas palabras al General Monagas: “… Por
primera vez he lamentado haber nacido en una tierra donde a nombre de la libertad
se cometen tan abominables atrocidades…”.

Cuando yo era muy joven en mi tierra natal en los altos mirandinos, fue cuando yo
pude escuchar de boca de algunos ancianos de mi pueblo de que el Coronel
Adlercreutz le había escrito al encargado de la diplomacia del gobierno sueco, que de
boca del General Monagas le había dicho estas palabras a algunos de sus comensales:
“… Personas dignas de fe me han asegurado haberle oído decir al Presidente,
durante el tiroteo, que él tenía necesidad de cinco cabezas de las que se hallaban en
la Cámara de Diputados, y que las contaba fríamente por sus nombres con los cinco
dedos…”.

Yo creo que esas cinco cabezas eran la de Santos Michelena, Pedro José Rojas, Juan
Vicente González, Guillermo Smith, y Pedro Estanislao Ramos; más bien yo creo que
en la pomada entraba Fermín Toro. Esos eran los tipos más duros del Partido
Conservador en ese golpeado Congreso Nacional de esa época. Ninguno de esos tipos
nunca arrimaron bien el mingo en el juego de bolas; esa gente siempre se pegaron al
lado de la gente que eran dueños de las haciendas y los hicieron más ricos en base al
café. Nadie me va a echar a mi cuentos de eso, porque de esas cosas si conozco
mucho…”.

Francmasones, profanos del presente. Esas mismas luchas del pasado que se
dieron el 24 de enero de 1.848. Sin dudas algunas de que tuvo una de sus reediciones el 23
de octubre del 2.016. Ambos casos encierran a unos políticos y politiqueras de oficios
quienes dejaron a un lado las enseñanzas de Cicerón en materia de ser buenos
legisladores ante el pueblo venezolano, y de quienes más bien defendieron sus jugosos
contratos contraídos con los dueños del Gran Capital nacional y extranjero, que de los
reales intereses de clase del pueblo venezolano.
El fugitivo Antonio Ledezma en San Cristóbal, año 2.014

Allí el sesudo siquiatra Jorge Rodríguez jugó el mismo papel de agitador que tuvo
Martín José Sanabria en 1.848. Ambos fueron agitadores de oficio al servicio de sus

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propios partidos, pero no del vulgo que afuera reclamaba mejoras en sus justos reclamos
por una vida digna y más decorosa, y que hasta el presente vive de las dádivas y miserias
que da el gobierno de turno a través de los CLAPS o de cualquier cosa parecida a bonos o
miserias que da el Ejecutivo Nacional de la “bondadosas manos” del nuevo “SAN
NICOLÁS MADURO MOROS” santificado por los
Santurrones del PSUV y de su casi desaparecido GRAN
POLO PATRIOTICO.

El señor Jorge Rodríguez irrumpió la sesión que se daba ese


día en la Asamblea Nacional, con sus grupos de desadaptados al
servicio de las directrices de su organización política. Allí se
debatía la restitución de la Constitución Nacional que fue
aprobada el 15 de diciembre de 1.999 y por voluntad soberana
del pueblo venezolano.

Ya explicamos como el TSJ estando al margen del derecho constitucional y que les
fue dictado por Luisa Ortega Díaz cuando delante de esos magistrados les dijo que
estaban “fuera del margen constitucional”, y que a los pocos días la “señora ama” y
dueña del CNE daba al traste con el referéndum que se le iba a realizar al Comandante
Obrero Nicolás Maduro Moros.

No olvidemos nunca jamás aquellas palabras de la Diputada Milagro Valero por el


Edo. Mérida quien sentenció en esos momentos de caos político e incertidumbre en el
Oriente de Caracas: “… Jorge Rodríguez es el José Tadeo Monagas del siglo XXI. Hoy
él  dirigió el asalto de la AN. Nosotros estamos apegados a la Constitución…”.

El Libertador Simón Bolívar en el Congreso de Angostura señaló: “… La


excelencia de un Gobierno no consiste en su teórica, en su forma, ni en su mecanismo,
sino en ser apropiado a la naturaleza y al carácter de la nación para quien se
instituye…”.

La jugada que realizó el Capitán (ENB.) Diosdado Cabello Rondón en la


Asamblea Nacional el 23 de diciembre del 2.015, con la tramposería del abogaducho
Héctor Rodríguez sobre el caso de los diputados del Edo. Amazonas, fue el acabose de la
recién electa Asamblea Nacional. Allí hubo el mismo miedo que tuvieron los
oposicionistas al General Monagas en 1.848.
Comandante (ENB) Hugo Rafael Chávez Frías

Al final cuando decidieron no participar en las demás contiendas electorales les


hicieron entrega de la vida nacional al MADURISMO, y que ahora está en una cruenta
agonía.

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En donde las luchas entre los adversarios tocaron sus respectivos techos y el
Presidente Nicolás Maduro Moros rompiendo con los preceptos de su antecesor el
Comandante (Ej.) Hugo Rafael Chávez Frías y tratando de deslindar de su mandato
constitucional desató una cacería de brujas en contra de sus antiguos compañeros y
compañeros que estuvieron con él en diversos Consejos de Ministros en ambos mandatos
presidenciales y que constitucionales. Simón Bolívar notó que su contra parte el General
Francisco de Paula Santander era un estúpido y desnaturalizado en política, a pesar de
que se hacía llamar “El Hombre de Las Leyes”, en un oficio que le escribiera desde el
Oriente de Guayaquil el 12 de marzo de 1.823 y sin titubeo alguno y dirigiéndose a su
persona le dijo estas letras: “… Un necio no puede ser autoridad…”.
Dos enemigos antagónicos: Simón Bolívar y Francisco de Parla Santander

Esos males del pasado nacieron cuando neogranadinos, venezolanos, panameños y


quiteños formábamos parte de la antigua República de Colombia, ideal originaria de los
francmasones Francisco de Miranda y Simón Bolívar y Palacios. Los criterios
dictatoriales nacieron en “La Cosiata” por parte del General José Antonio Páez y
Herrera en el Oriente de Valencia en 1.826 y más luego por el Padre de La Patria cuando
llamó a la realización de La Gran Convención Nacional en el Or:. de Ocaña en 1.828.

Ya dijimos que el objetivo de los representantes del Libertador Simón Bolívar


quienes eran conocidos como los “BOLIVIANOS”; debido a que querían imponer la
Constitución Boliviana, en donde se establecía una Presidencia de carácter vitalicia,
mucho más centralismo en las decisiones
políticas, y de todos los poderes al
Ejecutivo de la República de Colombia.
Allí pasó lo mismo que acaeció en los
asaltos al Congreso Nacional en 1.848 y
a la Asamblea Nacional en el 2.016.

La gente del general Simón Bolívar fue derrotado en La Convención de Ocaña,


ya que solo sacaron 17 puestos; mientras que los santandereanos sacaron 54 curules. Allí
fue cuando los adversarios del Libertador solicitaron regresar a la Constitución aprobada
en el Oriente de Cúcuta en 1.821 y cuyo fin era descentralizar al país en esa ocasión y
limitar el poder presidencial en manos del Libertador Simón Bolívar.
Simón Bolívar y Palacios

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Pero... como los Libertadores no cumplieron con las peticiones de las masas
populares de liberarlas del yugo esclavista y usurero de sus antiguos amos terratenientes y
latifundistas aliados a los dueños de la vida nacional.

Notándose que en todos los Departamentos de la República de Colombia había


aumentado la pobreza, el descontento se generalizaba en todos
sus pobladores, y que los descontentos y protestas aumentaban día
tras día, y en donde se sumaron algunos Oficiales quienes venían
de la estirpe popular, como fue el caso del Almirante José
Prudencio Padilla quien era el Comandante del Tercer
Departamento de Marina en el Oriente de Cartagena de Indias.

Por el lado de los vagabundos “Bolivianos” andaba el


General Mariano Montilla quien había sido iniciado
masónicamente con el Almirante José Prudencio Padilla en La
Logia “Concordia” en el Oriente de Angostura en 1.818. La
rivalidad entre ambos jefes se suscitó cuando algunos militares se negaron a darle apoyo
von sus firmar al General Mariano Montilla quien fue el jefe militar de más relevancia en
del Departamento de Cartagena de Indias.

El Almirante José Prudencio Padilla pagó por su inocencia y por ser un negro
prestado a la política colombiana como Senador de la República en esos momentos. Ellos
no podían aceptar que un zambo como él jugara roles protagónicos en contra del
continuismo dictatorial en esos instantes. Eso fue lo que lo condujo a ser puesto en Capilla
antes de ser llevado al Patíbulo ordenado por el General en Jefe Rafael Urdaneta Farías
y por órdenes expresas del General en Jefe Simón Bolívar; al igual que al General en Jefe
Manuel Carlos Piar y Gómez en el Oriente de Angostura en 1.817 y cuyo juez acusador
fue el General Carlos Soublette y Aristigüieta.

El gran error del Almirante Padilla fue cuando se confió del General Montilla, a
raíz de los sucesos que dieron con la Revuelta de Cartagena que se dio entre los días 5 al
7 de marzo de 1.828. El General Montilla lo montó en la olla como al Ratoncito Pérez,
cuando le nombró como asesor a uno de sus siguices leguleyos llamado Ignacio Muñoz; a
pesar del que el General de Brigada Daniel Florencio O´Leary trató de ayudarlo ante el
Libertador Simón Bolívar, quien nunca le quiso ver ni oir sus alegatos; ya que lo
acusaban de traidor y desleal a su política.
Almirante José Prudencio Padilla

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Así fue detenido el Almirante José Prudencio Padilla, el 1°
de abril de 1.817. Después fue conducido al Oriente de Bogotá y
fue recluido como reo del estado en el Batallón de Caballería que
estaba en La Plaza de San Agustín.

Ya sabemos que el juez único nombrado por el Libertador


Simón Bolívar fue el General Rafael Urdaneta quien era el
Secretario de Guerra y Marina. Siendo fusilado el héroe de la
Batalla Naval del Lago de Maracaibo y de la Batalla Naval de
Trafalgar con el Almirante Horacio Nelson, el 2 de octubre de
1.828. Sin embargo, el General de Brigada Pedro Carujo Hernández llegó a oir de boca
del General Rafael Urdaneta estas palabras: “… que estaba persuadido de que Padilla
era inocente, pero que se hacía necesario un ejemplar que sirviera de advertencia al
general Páez, cuya conducta inspiraba serios temores en el momento…”.

El Libertador Simón Bolívar y Palacios le escribió una misiva al General en Jefe


Francisco de Paula Santander, manifestándole en relación al General en Jefe José
Antonio Páez Herrera: “…"...Yo diré al General Páez que debe temer una reacción
horrible de parte del pueblo, por la justa sospecha de una nueva aristocracia destructora
de la igualdad. Esto y mucho más diré para borrarle del pensamiento un plan tan fatal, tan
absurdo y tan poco glorioso. Plan que nos deshonraría delante del mundo y de la historia:
que nos atraería el odio de los liberales: plan que me horroriza por principios, por
prudencia y por orgullo...".
General en Jefe (ENB) Raúl Isaías Baduell

Hoy en día, algunos de esos personajes del “Socialismo Rojo Rojito” del siglo XXI
andan de estampidas por algunos países de tinte capitalista. Conocidos son los casos de
los tenientes del Ejército Nacional Bolivariano Rafael Isea y
Alejandro Andrade quienes se fueron con sumas multimillonarias
en dólares hacia los Estados Unidos de América y hoy son
colaboradores de los cuerpos de inteligencias de ese país norteño.

Las prisiones de los generales Raúl Isaías Baduell en


alguna prisión clandestina del gobierno y Miguel Rodríguez
Torres en la Penitenciaría General de Oriente (La Pica), uno por
corrupción administrativa y traición a la patria, y el otro por
incitación a la rebelión y al golpe de estado.

Las acusaciones en contra de Rafael Ramírez, otrora Zar del petróleo venezolano
y ahora fugitivo en Europa con su compinche el periodista Andrés Izarra; en donde ambos
están solicitados por haber desbancado a la máxima empresa estatal petrolera, pero los

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dos casados con hermosas damas de la aristocracia (SANSO-LEDEZMA CAPRILES), y
de la godarría venezolana de extrema derecha.

Así como ellos hay infinidades de militares y políticos quienes decidieron auto
exilarse con sus grandes fortunas robadas al erario nacional en ambos mandatos
presidenciales. Lo que no se puede entender, como es que esos sectores económicos le han
impuesto al pueblo venezolano una “extraña guerra económica inducida a través del
Dólar Today”; lo que evidencia es que dentro de las estructuras gubernamentales hay
sectores que a escondidas abogan por la caída del régimen madurista.

Hombres que fueron fuertes en la Administración Chavista, como Nelsón


Merentes, Jorge Giordani, Héctor Navarro y demás caimanes del mismo pozo andan
silenciados y nada desdicen de sus antiguos mentores dentro de la administración pública.
Lo más descarado es el caso de Luisa
Ortega Díaz, y de quienes andan en el
exilio con un parapeto montado y
fingiendo de ser magistrados de una
Corte Suprema de Justicia al servicio de
oscuros intereses norteamericanos y de
la OTAN, para una eminente
intervención militar a nuestra patria.

Pero... es que la oposición más


radical y extremista sin criterios
ideológicos definidos anda a la deriva y
se dejó quitar los espacios políticos que
había conquistado en aquellas memorable elecciones, de los diputados a la Asamblea
Nacional en diciembre del 2.015.

Sin pelos en la lengua, yo quiero decirle a la opinión pública nacional que en las
bases de la francmasonería nacional hay un descontento por todo lo que está pasando en
Venezuela, pero en las cúpulas de todas las supuestas Grandes Obediencias no hay el
mismo criterio para contribuir a darle una salida sabia y salomónica a la situación de
crisis que vivimos y sufrimos en estos momentos.
Al fondo el Q:. H:. Ing. Daniel Omar Ceballos Morales, Alcalde del Or:. de San Cristóbal, Edo. Táchira, II:. y PP:. HH:. Rafael
Arturo Carvajal Sánchez y León Manuel Morales, año 2.013.

Es triste ver a masones deambular como ratas dentro de las migajas que da el
oficialismo, y hay que resaltar que hubo muy pocos que han dado pasos adelante para
ayudar a buscar una salida política viable que nos lleve a la verdadera transformación de
la sociedad.

35
En la oposición son conocidas las luchas que han
librado los francmasones Daniel Omar Ceballos Morales
(IRREGULAR), José Manuel Olivares (IRREGULAR),
Juan Guaidó (IRREGULAR), Juan Requesens
(REGULAR), pero el más conocido fue el caso del joven
francmasón OSCAR PÉREZ quien fue iniciado en la Logia
“Templarios de Guayana” N° 5 en el Oriente de San Félix-
Edo. Bolívar, por el I:. y P:. H:. Rafael Arturo Carvajal
Sánchez, Past Gran Maestro de la Gran Logia Sur Oriental
de Antiguos, Libres y Aceptados Masones de la República
Bolivariana de Venezuela, y quien después se “regularizó”
en la Gran Logia de la República de Venezuela (Constitución 1.924 E:. V:.), bajo la
conducción del Coronel (GNB.) Juan Ubaldo Santana.

Q:. H:. Manuel de Jesús Morales, lo estoy complaciendo con lo que usted quería
saber sobre los asaltos al Congreso Nacional bicameral de 1.848 y a la Asamblea
Nacional unicameral en el 2.016, en ambos casos se actuó de manera antidemocrática. No
olvidemos que el primero que tuvo que denominarse dictador fue el Libertador Simón
Bolívar a raíz de los sucesos que lo embargaron en aquel Septiembrazo en el Oriente de
Bogotá en 1.828, cuando trató de imponerles la Constitución de Bolivia a los colombianos
de entonces.

En aquella ocasión el General en Jefe José Tadeo Monagas Burgos se declaró


DICTADOR y en esta ocasión lo hizo de igual forma el señor autobusero Nicolás Maduro
Moros quien viene de la Liga Socialista (LS) y de Ruptura, ambas organizaciones con
orígenes en el MIR (AD) y el PCV (FALN-FAL), y quien ha estado signado por aquella
siniestra maldición del otrora comunista Rómulo Betancourt Bello, cuando dijo: “…
Adeco es adeco hasta que se muera…”.
Arzobispo Silvestre Guevara y Lira

¿Por qué se ha dicho que la esposa del General José Tadeo Monagas Burgos fue
una tremenda corrupta durante esa dinastía gobernante papá?

 “… Doña Luisa Oriach fue la esposa del General en Jefe José Tadeo Monagas
Burgos, además fue una mujer corrupta imbuida de un gran poder personal y político
avalado por su “honorable cónyuge”. Ya que su inmensa fortuna la consiguió a través
del tráfico de influencias durante el mandato de su ilustre esposo; en donde acumuló
más de dos millones de dólares americanos.
¿Cómo cuesta creer que una espléndida y bella dama sea tan corrupta y sinvergüenza
como la esposa del General José Tadeo Monagas??

¿Será que ella nunca se dedicó a las cosas de su familia?

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No olvidemos que doña Luisa Oriach de Monagas era familia del Arzobispo Silvestre
Guevara y Lira quien concelebró el matrimonio del General Ezequiel Zamora Correa
con la coriana doña Estéfana Falcón Zavarce en la Iglesia Parroquial de San
Bartolomé de Macuto en 1.856.

Esa partida yo la vi con mis propios ojos que se los puede tragar la tierra y están en
los libros de matrimonios llevados en esa iglesia y la copié textualmente y dice así: “…
En esta parroquia de San Bartolomé de Macuto, al día cuatro de julio de mil
ochocientos cincuenta y seis, el Ilustrísimo señor Doctor Silvestre Guevara y Lira,
Dignísimo Arzobispo de Caracas y Venezuela, presenció el matrimonio que por
palabras de presente en su Palacio, contrajeron en este día el General Ezequiel
Zamora, natural de Caracas, hijo legítimo de Alejandro Zamora y Paula Correa, y
Estéfana Falcón, natural de Coro, y ambos vecinos de la ciudad de Santiago de
León, viuda de Benito Díez e hija legitima de José Falcón y Josefa Zavarce, habiendo
recibido el mismo día el Sacramento de la Penitencia, también fueron dispensadas las
tres canónicas amonestaciones que dispone el Santo Concilio de Trento, por su
Señoría Ilustrísima; fueron testigos presenciales el General Juan Falcón, la esposa
del General Presidente de la República, Luisa Oriach de Monagas, el Dr. José
Manuel García y el Cura de la parroquia. De que certifica José Eugenio Bullos…”.

Allí se vio que el General Ezequiel Zamora Correa entraba con mejor posición dentro
de la gente del General José Tadeo Monagas. Si revisamos con gran énfasis nos
encontramos que casi todos eran francmasones reconocidos en esos tiempos; como los
fueron el mismísimo General en Jefe José Tadeo Monagas Burgos, Mariscal de Campo
Juan Crisóstomo Falcón Zavarce, General en Jefe Ezequiel Zamora Correa y su pariente
el Dr. José Manuel García.

Siempre es bueno saber esas cosas y hechos que sobre vinieron después del asalto al
Congreso Nacional en 1.848. Y quien nos pudo dar pistas importantes sobre esos temas
históricos de gran relevancia nacional e internacional, fue el tarmeño don Agustín Péinate
en las conversaciones muy bien nutridas históricamente que ambos sostuvimos en su casa
en San Joseph de Carayaca.

¿Qué sabe usted del General José Tadeo Monagas en nuestra historia nacional señor
Péinate?

 “… Siendo yo muy niño en el sitio de Bachaquero en las cercanías del pueblo de


Tarmas. Por ahí por donde está la granja de Caripote. Allí fue en donde yo nací en el
año 1.916, y to tuve la dicha de haber conocido a un señor muy mayor quién era hijo
natural de esa gloria de la independencia venezolana quien fue Presidente de
Venezuela, nada más y nada menos que del General José Tadeo Monagas. Ese
tarmeño se llamaba Martín Tortoza y nunca fue tomado en cuenta para nada, pasando
desapercibidamente su vida en nuestra tierra tarmeña y carayaquera; pero lo que si yo
puedo decir es que fue un buen labrador en estas tierras y era un hombre honrado.

Martín Tortoza me contó muchas cosas sobre esos tiempos de la época en que

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gobernaros sus antepasados los Monagas. Él me hizo referencia sobre una reconocida
dama de la aristocracia de esos tiempos llamada Barbarita Nieves, y quien de paso era
una de las amantes más queridas por el General José Antonio Páez en los tiempos en
que él dejó de ser un hombre de pueblo y pasó a ser parte de la nueva oligarquía que
se cernió sobre nuestra patria a partir de “La Cosita” en Valencia en 1.826.

Martín Tortoza me contó que esos héroes de la guerra de la independencia se


convirtieron en los nuevos amos de las tierras y de las personas. Ellos se olvidaron de
la libertad que les tenían que dar a los esclavos en las haciendas y fincas. Mira vale,
en esos días peleaban los liberales amarillos en contra de los godos conservadores,
pobres contra ricos, esclavos contra esclavistas, plebeyos contra oligarcas
aristocráticos; era la lucha de las clases populares contra las clases elevadas…”.

¿Y qué más le contó don Martín Tortoza sobre los sucesos del 24 de enero de
1.848?

 Él me dijo que los sucesos que se dieron en Caracas, el 24 de enero de 1.848... fue un
duro golpe de carácter popular en contra del Congreso oligarca y del gobierno del
General en Jefe José Tadeo Monagas. Las cuales marcaron la casi desaparición de la
oligarquía conservadora que en esos días estuvo aliada con algunos sectores del
liberalismo, y quienes volvieron nuevamente por sus fueros de luchas y de dominación
de clase, para arremeter en contra de algunos hacendados, terratenientes, latifundistas
y comerciantes.
Tan igual como hoy, ya que los enemigos del proceso histórico venezolano lo
continúan haciendo camufladamente y más cuando lograron infiltrarse en las filas de los
partidos políticos que ahora conforman al Gran Polo Patriótico, y que aún muchos de
ellos están inmersos con sus bagatelas dentro delas instituciones del Estado venezolano.

¿Y qué sería lo que acaeció entre el Teniente Eusebio Mariño el General Blas
Bruzual por los lados de la esquina caraqueña de San Francisco en 1.848?

 Eso fue un hecho que nunca debió haberse dado entre esos dos hombres, allí
prevaleció el ímpetu lleno de furia del joven Teniente Eusebio Mariño quien era hijo
de esa gran gloria de nuestra independencia, como lo fue el francmasón General en
Jefe Santiago Mariño Caridge y quien fue iniciado en la francmasonería universal en
la isla de Trinidad.

Lo malo del asunto que se dio en esos momentos de incertidumbre entre liberales y
conservadores por los lados de la iglesia de San Francisco en Caracas en 1.848, fue
que el Teniente Eusebio Mariño anduvo al acecho cazando como podía agredir al
General Blas Bruzual, y al final pudo precisar al francmasón cumanés cuando
caminaba por la calle y sostenía una amena conversa con el Dr. Antonio Leocadio
Guzmán.

Una vez que el General Blas Bruzual estuvo cerca del Teniente Eusebio Mariño y sin
percatarse para nada de lo que muy pronto le sobreviniera, sintió que en la distancia
el joven militar le pegó el siguiente grito, que no era muy amigable: ¿Qué se ha creído
usted General Bruzual?

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¿Por qué usted anda señalando que mi padre el General Santiago Mariño anda
fomentando una salida militar a este conflicto que hoy vivimos en el Congreso
Nacional?

El General Bruzual era de temperamento robespierrano y solo se limitó a escuchar las


barbaridades de aquel imberbe Teniente del Ejército Nacional. Su mayor sorpresa fue
cuando pudo oir las obscenidades y barbaridades que el joven Eusebio Mariño le
lanzó a su inesperado enemigo, y lo hizo en estos términos: ¡Ajá, ya te agarré, maldito
coño é madre, eso es lo que eres tú Blas Bruzual; ya tú vas a ver lo que te voy hacer,
por estarte metiéndote y echándole vainas a mi padre, nojoda!
¿Y qué más hizo en contra del General Blas Bruzual ese niño malcriado llamado
Eusebio Mariño?

 De verdad que allí prevaleció la inmoralidad por parte de ese jovencito de mierda.
Sorpresivamente ese carajo sacó un machete o cola de mango con su mano derecha y
sin consulta alguna lo levantó y le asestó un soberbio machetazo chaflaneado en la
espalda al General Blas Bruzual, quien herido trató de protegerse de los envites que
en su contra lanzaba el Teniente Eusebio Mariño, y sin embargo recibió golpe con esa
mortífera arma en una de sus piernas y la cual presumimos fue en la pierna izquierda
que lo terminó de llevar al suelo y lo puso casi a merced de su joven archí-enemigo
nacido en los valles de Aragua, específicamente en La Victoria.

A ese muchacho se le fue la adrenalina a la cabeza y volvió a levantar el machete con


el fin de rematar al General Blas Bruzual en el piso, pero lo salvó la intervención
oportuna del Dr. Antonio Leocadio Guzmán, quien diplomáticamente se dirigió al
Teniente Eusebio Mariño, en estos términos: “... Teniente Eusebio Mariño, no mate
usted a ese hombre de esa manera porque sería un acto de cobardía de su parte y así
no se matan a los hombres valientes y honrados como el General Blas Bruzual; eso
sería una mancha para su familia y una gran deshonra para usted y sus
descendientes…”.

Yo creo que el General Bruzual fue un hombre con una gran firmeza en su proceder,
ya que nunca perdió un ápice de la razón y puso en práctica como tratar a niños y a
jóvenes desadaptados cuando sacan a relucir sus malcriadeces y ponen en juego la
vida de los demás. Allí recordó en todo instante que él pudo haber matado a ese joven
y sin embargo prefirió ser vejado y herido antes de que entrar en una gran
confrontación con los líderes del Partido Liberal y de quienes estaban a las sombras
de la familia Monagas en esos momentos.

No me quisiera imaginar al General Bruzual acercándose a sus amistades en la


Parroquia Santa Rosalía en Caracas y hacerle ver la agresión sufrida de parte de
Eusebio Mariño. La verdad es que seguramente ese joven hubiese sido linchado en
esos momentos o en esas horas aciagas de 1.848. No olvidemos que los lincheros de
Santa Rosalía fueron los que tomaron por asalto al Congreso Nacional y le dieron
muerte al Dr. Santo Michelena.
¿Y esos hechos quedaron así?

 Lo grave del hecho acaecido en contra del General Blas Bruzual, fue que el General

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en Jefe Santiago Mariño Caridge era el jefe militar y comandante de armas en
Caracas en esos momentos. El Teniente Eusebio Mariño se dio cuenta de que se había
apresurado en ese hecho y fue cuando el viejo Antonio Leocadio Guzmán, como buen
consejero, le dijo: “... Eusebio, yo lo conozco a usted desde niño y sé que usted no es
capaz de hacer la barbaridad que acaba de cometer en contra de este digno soldado de
la República. Así que lo conmino a que deponga su actitud y permita que este hombre
sea llevado a un médico para que reciba las curas necesarias por las heridas recibidas
de parte de usted, y tranquilamente pueda regresar al seno de su honorable familia...”.

“... Se lo pido por él y el amor de DIOS. No manche su uniforme de soldado de la


patria, con acciones como la que acaba de hacer y recuerde que su padre no le
aceptaría por nada del mundo, lo que hoy usted ha cometido en la persona del General
Blas Bruzual...”.

El muchacho se sintió mal por su actitud agresiva y poniéndose a un lado permitió que
algunos comensales y el propio Antonio Leocadio Guzmán en brazos de amigos
levantaran del piso al General Blas Bruzual, y lo llevaran a curarle las heridas
recibidas en su propia casa de habitación, y en la cual un médico recurrió al sitio para
atenderlo debidamente y conforme al tratamiento clínico debido.

Pero... muchacho y niño, no son gente, como decían los viejos de antes, ja, ja,
ja. El joven Eusebio Mariño se envalentonó y a expresa voz grito estas ofensas
en contra de su agredido en la calle en donde se dio dicha eventualidad: “... A
ese maldito General. Bruzual, a mi parecer se le olvidó que cuando era Teniente se
metió en el los líos de la Revolución de las Reformas en donde estuvo enredado i
padre el General Santiago Mariño con el Comandante Pedro Carujo Hernández y que
sacaron del gobierno al Dr. José María Vargas. Allí parecía un jala mecate de mi
padre y del valiente General Diego Ibarra...”.

“... Mi arrechera con ese hombre que no es santo de mi devoción, es que él fue uno de
esos tipos que permitió que el Sargento Vera hiriera de muerte al General Pedro
Carujo en Puerto Cabello, y quien fue un hombre con las bolas bien colocadas en su
sitio y con guaramos y pelo en pecho para enfrentar a cualquier enemigo de nuestra
casta social, carajo...”.

El General Blas Bruzual al oír esas palabras del Teniente Eusebio Mariño, dijo: ¡Qué
DIOS se apiade de su alma, perdónalo Señor porque ese muchacho no sabe lo que
está diciendo en mi contra!

El Teniente Mariño continuó con sus ofensas y diretes, señalando: “... General Blas
Bruzual, acuérdese que en aquella celada del año 35, usted se entregó cobardemente
al General León de Febres Cordero, dejando abandonado a su jefe el valiente
Comandante Pedro Carujo Hernández, a su entera suerte”.

El Dr. Antonio Leocadio Guzmán le dijo a lo que lo acompañaban con el General


Blas Bruzual: ¡Vamos, vamos, que tenemos que llevar ante un médico al General
Bruzual, vamos!

Y dirigiéndose el Teniente Mariño al Dr. Antonio Leocadio Guzmán, le manifestó:


“… Dr. Guzmán, no se deje convencer por ese asqueroso gandul de Blas Bruzual;
sino será su perdición…”.

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¿Cómo sabemos que lo sucedido entre el General Blas Bruzual y el Teniente
Eusebio Mariño realmente sucedió así?

 Los hombres inteligentes cuando tienen uso de sus facultades y saber ejercer la razón
dentro del marco de la verdad, no les queda otro recurso que darle registro a esos
acontecimientos para que se pueda determinar los fenómenos históricos y quienes
irrumpen las leyes de la república para actuar más a título personal, y ese fue el caso
de ese joven vinculado a las familias más pudientes del oriente y del centro de
Venezuela en esos oscuros días de 1.848.

El mismo General Blas Bruzual dejó constancia de esos hechos en el semanario “El
Republicano” N° 253 y allí relata que él estuvo combatiendo al lado del General
Ezequiel Zamora y bajo las ordenes inmediatas del General Justo Briceño por los
ladis de San Carlos del Zulia, en noviembre de 1.848.

Allí el General Bruzual se desempeño comno Audfitor de Guerra y derrotaron en esa


jornada al

en San Carlos del Zulia; siendo el Gral. Blas Bruzual fue su Auditor de Guerra, derrotaron en esa
jornada al Ilustre Prócer de la Independencia General en Jefe José Escolástico Andrade, padre del Presidente
de Venezuela y General en Jefe Ignacio Andrade Troconis.

“Y fue tan así que en aquellos tiempos en el pueblo de Guatire como en todas las costas de
Barlovento, circuló un decreto emanado de los godos oligarcas donde se declaró llevar a la esclavitud a los
antiguos esclavos libertos. Ya que sus antiguos amos no habían sido indemnizados a través de la Tesorería
Nacional”.

“Carajo, esto hizo que la sublevación campesina aumentara por esos predios y parajes, donde
acudieron cientos de cientos de miles de campesinos y antiguos guerrilleros a ponerse bajo las inmediatas
órdenes del General en Jefe Ezequiel Zamora Correa”.

¿Acaso hoy en día no podrían darse tales e idénticas eventualidades?

Ezequiel Zamora a proposición de la Jefatura Política del Cantón de La Villa de San Luís de
Cura fue ascendido a Teniente de la Milicia Nacional, el 12 de junio de 1.844. Luego, por su férrea
participación en las luchas campesinas y agrarias, le fue concedido el nombramiento de Comandante de las
Milicias Nacionales, el 25 de enero de 1.846. Siendo reafirmado como Comandante de la Milicia Nacional, el
25 de enero de. Por disposición del Ejecutivo Nacional, fue nombrado Jefe del Pueblo Soberano, el 8 de
septiembre de 1.848. Confiriéndosele el ascenso a Primer Comandante de Infantería del Ejército Nacional, el
3 de abril de 1.849.

Las acciones heroicas del joven Gral. Ezequiel Zamora, fueron estampadas en todas las manifestaciones
musicales que se encierran en el mundo llanero del centro de Venezuela y que se recogieron en los
sentimientos de las masas populares en armas, bajo estas inolvidables cuartetas:

Zamora no quiso
Burro ni sillón.
Sino un buen caballo

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Brioso y trotón.
Por haber luchado
En pro de la ley.
Quería fusilarlo
La malvada grey.
Y cuando Monagas
Conmutó la pena.
Horribles insultos
Vomitó La Prensa.

Las Catilinarias
Y El Espectador
¡Todos los papeles
Del bando opresor!

Tiembla el oligarca,
Se espanta y se azora.
Al oír el nombre
De Ezequiel Zamora.

“Dichos sucesos llevaron al Gral. Ezequiel Zamora a ejercer su voluntad espontánea y libertaria
sobre aquellos contingentes humanos sedientos de justicia social. Esa fue la verdadera revolución que
necesitaron nuestros antepasados ayer y que nosotros urgimos hoy en día; como es la práctica real de la
justicia en todas sus manifestaciones y formas; convirtiéndose el Gral. Zamora en genio de la guerra y en un
líder pragmático dentro de la política nacional”.

“El Gral. José Antonio Páez y Herrera fue hecho prisionero en Macapo o Campo Monagas en
agosto de 1.849. Siendo conducido bajo escolta a la ciudad de Valencia, donde el muy muérgano y mal
parido tenía residencia desde los tiempos de La Cosiata en 1.826. La situación fue difícil en esos momentos
para el Gral. Páez, ya que él había mandado a envenenar en prisión al Comandante Ezequiel Zamora en
1.846”.

“Gracias al Gral. Dr. Víctor Barret de Nazaris Brecier, médico liberal de origen judío sefardí radicado
en el pueblo de Santa Cruz de Aragua, logró salvar al Gral. Zamora de la cicuta arsénica puesta en una de sus
comidas. Cabe decir, que este eminente médico aragüeño murió en Santa Cruz de Aragua, el 7 de enero de
1.891”.

El nonagenario Dr. Luís Hernández en su condición de historiador nacido en el pueblo de Santa


Cruz de Aragua, Municipio "José Ángel Lamas" del Edo. Aragua, egresado como dentista de la Universidad
de ·Los Andes” (ULA) en 1.940, le contó lo siguiente en su casa de habitación al historiador popular León
Manuel Morales a principios del año 2.007: ¿En verdad no me explico aún porque las fuerzas federales
llegaron a quemar al pueblo de Santa Cruz de Aragua en más de una ocasión?

“De lo que siempre se nos ha acusado es que este era un pueblo de mentalidad goda; ya que nos
achacan que en los tiempos de las luchas campesinas en estos valles de Aragua, una vez que llevaban como
reo del gobierno al Gral. Ezequiel Zamora, quién venía desde la Villa de Cura en camino al pueblo de
Maracay, donde le seguían juicio por su participación en esas gestas de esos tiempos; parece que en el
camino les suministraron veneno en una bebida o en una de las comida comidas que le sirvieron sus
cuidadores”.

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“Pienso que lo que lo salvó, fue la presencia de su madre doña Paula Correa, quien siempre le
acompañó en el camino. Lo cierto del caso, fue quién lo salvó de esos fuertes dolores estomacales que le
dieron durante su cautiverio, y estando casi moribundo, un boticario judío de apellido Nazarís Brecier quién
tenía su casa muy cerca de la mía, yendo al sitio de Guaruto a caballo y a paso rápido, que era en donde
estaba agónico el General del Pueblo Soberano”.

“Hay quienes dicen que el pueblo de Santa Cruz de Aragua fue un fuerte bastión de familias
pertenecientes a la godarría aragüeña. No debemos olvidar que esta es la tierra natal de uno de los nietos
de la negra Matea Bolívar, nodriza del Libertador Simón Bolívar en el pueblo de San Mateo.

“Su nieto fue director de la casa del ingenio en la década de los años sesenta del siglo pasado. Pero,
esta es también la tierra de Reina Romero o Lucero, quizás una de las mejores cantantes de música recia
llanera que haya nacido en nuestra patria”.

Realmente, la godarría estaba rebelada en los pueblos de Coro y Trujillo; donde los comandantes
José María Chacín y Wenceslao Briceño tuvieron la osadía de asaltar el parque que se encontraba apostado
en Coro, el 28 de junio de 1.849. Los muy muérganos inmediatamente llamarón al Gral. Páez que se
trasladase desde su exilio en la Isla de Curazao, quien desembarcó en La Vela de Coro, el 2 de junio de
1.849.
Sería que el Rey de los Araguatos trataba de emular la hazaña del Generalísimo Francisco de
Miranda en 1.806?

El General Páez con un ejército comandado por 70 de sus mejores oficiales procedió a realizar
operaciones militares hacia el centro-occidente del país. Siendo atacados por el Gral. Zamora, quien con 450
soldados destruyó la retaguardia enemiga comandada por el ex-legionario británico Coronel Charles D.
Michin, el 12 de agosto de 1.849, quien fue Ilustre Prócer de la Independencia en la 2ª Batalla de Carabobo
en 1.821.

El Gral. José Antonio Páez, conjuntamente con sus bandidos oligarcas se vio en la triste necesidad
de tener que capitular en el sitio de Macapo; siendo luego trasladado a Valencia como prisionero del
gobierno del Gral. José Tadeo Monagas. El Gral. Blas Bruzual describió en esos días este hecho histórico en
el periódico “El Republicano”, bajo estos términos:

 (…) Páez marchaba cabizbajo en medio de sus compañeros. Venía en un caballo castaño, traía un
sombrero de hule amarillo y cubierto el cuerpo con una cobija azul; en esa cabalgadura y con ese
traje venía el Rey de los Araguatos adornando la entrada triunfal de sus vencedores.

Debido a uno de esos azares tan singulares en la historia venezolana, el Comandante Ezequiel
Zamora fue el jefe de la columna encargada de trasladar prisionero a José Antonio Páez, de Valencia a
Caracas. Los godos temblaron de pavor. Pero Zamora brindó una vez más una lección de altura política a sus
adversarios. Al recibir a Páez en calidad de prisionero; Zamora ordenó que le quitasen los grillos y enseguida
entró al calabozo, dirigiéndose a Páez: "… Señor, estoy a las órdenes de Ud. Por medio de estos dos oficiales,
Capitanes Joaquín Rodríguez Guerrero y Francisco Linares Alcántara que son los de guardia, puede Ud.
Pedir lo que necesite para su servicio personal…".

Comentaban los capitanes Francisco Linares Alcántara y Joaquín Rodríguez Guerrero, que el Gral.
Páez en el tránsito de Valencia a Caracas, haciéndose el fanfarrón trató de distraer al Gral. Ezequiel Zamora,

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contándole sus mamas guebadas en la guerra de independencia. A su vez, el Gral. Zamora contrariándolo le
describió a su ilustre prisionero las acciones más resaltantes que se habían dado en la insurrección
campesina de 1846. Los terratenientes y latifundistas viendo pasar al León de Payara como un reo
monaguista por los pueblos de Los Guayos, Guacara, San Joaquín y valles de Aragua; le obsequiaron a Páez
suntuosos banquetes y saraos.

Sin embargo, el Gral. Zamora fue muy generoso con el vencido; permitiendo todas esas guebonadas
oligárquicas. Sin meterse con ellos, les aceptó los agasajos a tan estúpido héroe de la independencia
venezolana; pero, no reprimió tampoco las rechiflas y diretes con que los peones y esclavos se burlaron de
Páez; llamándole el “Rey de los Araguatos”, “Bastonero de la Oligarquía” y “Godo de Cotiza” y “Garrasí”.

El Gral. José Antonio Páez y Herrera registró a su manera y punto de vista en su Autobiografía
escrita por sus acólitos en Nueva York-USA, una versión que no se ajusta a los hechos históricos que se
dieron con su detención en la época de los Monagas.

Siendo esta su versión:

 "… salí de Valencia con mi hijo Ramón el 2 de septiembre, escoltado por la columna de Zamora,
compuesta por hombres mal intencionados. En el tránsito se reunía gente de antemano prevenida
para gritar muera Páez, y si el Jefe Político de alguna población enviaba a la cárcel al ebrio que
vociferaba aquellas amenazas, Zamora lo hacía poner en libertad a nombre del pueblo soberano y
mandaba a sus soldados que repitiesen aquel grito. Resígneme a aquellos insultos y al maltrato que se
me daba en la cárcel, a pesar de hallarme enfermo".

¡Coño de la madre, que cagada la del Gral. Páez!

Continuando con los relatos sobre la detención del General en Jefe José Antonio Páez y Herrera; el
Teniente Blas Bruzual estuvo entre los hombres que comandaba el Comandante Zamora; él fue el jefe de la
escolta zamorana; dirigiéndose a su jefe, le señaló:

“Comandante Zamora, mire usted como se ve a ese peazo de inmoral quién se vistió de gloria en
las Queseras del Medio, El Yagual y Carabobo; quien ahora burlescamente ostenta ese vistoso uniforme
lleno de preseas en su pechote de pazguato; más bien se parece al Rey de los Araguatos, ja, ja, ja”.

El Gral. Páez algo irritado por las ofensas proliferadas en su contra por el Teniente Blas Bruzual,
dirigiéndose al Comandante Zamora le sugirió lo siguiente: “… Comandante Zamora, le exijo más respeto a
mi investidura y alta graduación militar, por parte del Tte. Bruzual”.

¡Mire que yo no estoy dispuesto a calarme estas guebonadas y menos las insolencias de ese pajuo
quien es su ayudante, Comandante Zamora!

Antonio Leocadio Guzmán

Recordándole, el Gral. Zamora al Gral. Páez:

“Gral. Páez, con el respeto que usted se merece y con las ansias que yo tuve en quererlo conocer,
por ser usted el héroe de Carabobo en el 21, cuando el Dr. Antonio Leocadio Guzmán se movió hacia el
pueblo de La Victoria en los valles de Aragua, en aras de entrevistarse con usted; yo fui uno de los Oficiales

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que desde Caracas los acompañé en la comitiva con mi lanza enastada en mis manos y después fuimos
recibidos en la hacienda del Gral. Santiago Marino”.

“Gral. Páez, hay que ver que usted es una plasta de mierda, que no tiene remedio alguno; parece
que se le olvidó que yo tuve que limpiar de enemigos al Cantón San Luis de Cura y que bajo las órdenes del
General en Jefe Santiago Mariño tuve que marchar con mis fuerzas a limpiar de godos los llanos del
Guárico; quienes cumpliendo órdenes suyas Gral. Páez, andaban saqueando por los pueblos de Parapara,
Tiznados y Guardatinajas”.

En atención a las palabras del Gral. José Antonio Páez y Herrera, alias “El Rey de los Araguatos”, el
Comandante Ezequiel Zamora, manifestándole:

“Gral. Páez, tenga usted más vergüenza, no sea usted tan cínico e inmoral, nojoda. El Oficial Bruzual
no se está burlando de usted; ya que en verdad, usted se parece a un araguato más. Usted es el hombre que
traicionó a los libertadores y al pueblo de su patria, mancillada por la godarría de siempre, nojoda”.

¿Por qué usted es parte de esa godarría de mierda, Gral. Páez?

¡No sea tan cínico viejo traidor plegado a la godarría venezolana!

¡No sea tan sinvergüenza, Gral. Páez!

“Cállese la boca, porque le voy a mandar a quemar ese culo, nojoda. Mire que aquí hay viejos
soldados suyos que les tienen ganas, ja, ja, ja”.

El Comandante Zamora, inmediatamente llamó al Capitán Francisco Linares Alcántara, quien era
hijo del viejo Gral. Francisco de Paula Alcántara, el inmaculado hijo del pueblo de Turmero e Ilustre Prócer
de la Independencia, diciéndole lo siguiente:

“Capitán Alcántara, usted es muy joven en estas lides de las guerras campesinas. Ante sus ojos
usted tiene prisionero al General en Jefe José Antonio Páez y Herrera, el mismito paladín de Carabobo en el
año 21”.

“Para nosotros es una lástima que este bastardo no haya muerto en ese campo inmortal; ya que
esos laureles los ha mancillado, cuando ha dejado a un lado a su pueblo y se ha pasado a las propias filas
enemigas del Partido Conservador”.

“Capitán Alcántara, demostrémosle a este infeliz godo, que en el Partido Liberal no somos crueles
e inhumanos, como si los son ellos en contra nuestra; proceda de inmediato a quitarle las cadenas que
arrastra en sus pies, este infeliz hombre de la godarría, quién es víctima de los avatares de su propia
conciencia”.

Una vez liberado el Gral. Páez de su yugo, el Comandante Zamora se dirigió a él bajo estos
términos: “… Señor, estoy a las órdenes de Ud. Por medio de estos dos oficiales, Capitanes Joaquín Rodríguez y
Francisco Linares Alcántara que son los de guardia, puede Ud. Pedir lo que necesite para su servicio personal…”.

El Capitán Francisco Linares Alcántara fue iniciado en la francmasonería en la Logia “Victoria” Nº 38


(“Victoria” Nº 9) fundada por el Gral. Santiago Mariño y era hijo del ilustre prócer independentista Gral.
Brig. Francisco de Paula Alcántara Piñango, quien con el Cnel. Florencio Leandro Palacios y el Libertador
Simón Bolívar fueron alumnos del maestro Simón Rodríguez en su casa en Caracas.

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“Caramba, yo recuerdo muy bien que siendo muy niña llegué a ver al maestro francmasón Grado
30º don Lisandro Alvarado Marchena en casa de mi tío Gregorio Bravo en La Puerta de Caracas y en La
Pastora; comentando entre sus conmilitones que el Gral. Ezequiel Zamora siempre fue muy duro con el
partidario e implacable con sus enemigos; imponiéndoles la disciplina a unos y a otros el terror”.

“Mi tío Gregorio Bravo me contó que el Gral. Zamora cuando tenía que protegerse después de una
acción política y militar, se refugiaba en La Guairita; que es donde actualmente se encuentra la casa de la
familia presidencial. En esos tiempos el Gral. Zamora se escudaba bajo el seudónimo de Manuel Correa”.
El Gral. Zamora marchó sorpresivamente hacía Caracas, el 22 de enero de 1.849, para darle
organicidad a las milicias populares; debido a la experiencia que tuvo con ellas; ya que fue Comandante de
Milicias en varias regiones del país. Al siguiente día estuvo en Chacao y Candelaria, en donde se
concentraron las milicias de Petare, Mariches y Guarenas; en El Empedrado y Las Adjuntas, donde se
reunieron las milicias de Los Teques, Carrizal, Macarao y San Pedro; en El Portachuelo y El Valle, donde se
agruparon las milicias de El Valle, San Antonio, San Diego y Paracotos; en La Puerta de Caracas se unieron
las milicias de La Guaira, Maiquetía Caraballeda y Macuto al mando de mi cuñado el Teniente Lino
Aranguren Castro.

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