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12 Conceptos de Muerte Natural Violenta y Sospechosa de Criminalidad Fenomenos Cadavericos
12 Conceptos de Muerte Natural Violenta y Sospechosa de Criminalidad Fenomenos Cadavericos
07/10/2016
Andrea Lizancos Castro
Dr. Bandrés
La etiología endógena sería por ejemplo un fallo cardíaco mientras que podríamos citar como ejemplo de
etiología exógena una sepsis (en la que el microorganismo venga de fuera del organismo).
3. SIGNOS DE MUERTE:
Esto es desde el punto de vista médico-legal, pero no es del todo cierto pues todo ocurre en paralelo. Por otro
lado, como depende de factores externos (ropa, entorno) puede suponer grandes diferencias en los signos
que vamos a ver a continuación.
Fenómenos cadavéricos: cambios que se suceden en el cuerpo sin vida a partir del momento en que se
extinguen los procesos bioquímicos vitales, al verse éste sometido a la acción de diversas influencias. Esas
influencias son las leyes de la naturaleza que afectan a cualquier elemento (“como si el cuerpo se tratase de
una piedra”). Al estar vivos hay un feedback con el entorno que desaparece morir.
Desde el punto de vista de su esqueletización, los fenómenos cadavéricos se clasifican en los siguientes
apartados:
1. Fenómenos cadavéricos abióticos (dependen del entorno): deshidratación, lividez, hipostasis y
enfriamiento.
2. Fenómenos cadavéricos bióticos (dependen de sistemas biológicos como los músculos): rigidez y
espasmo.
3. Fenómenos destructores: autolisis y putrefacción (no siempre se incluye dentro de los fenómenos
cadavéricos, son dependientes de la fauna cadavérica, de la fermentación aeróbica y anaeróbica).
Esto quiere decir que aproximadamente nuestra temperatura se mantiene dos horas y luego comienza a
descender hasta igualarse al medio. Cuando se pierde calor de las partes externas comienza a descender la
de las capas internas (la piel no cuenta porque se enfría en seguida, por lo que no refleja la verdadera
temperatura del cuerpo).
En el cerebro se mantiene mucho tiempo, pero en la cara, manos y pies se pierde muy pronto (frías a las 24
h. postmortem). Luego se pierde en piernas y brazos. Después en tórax, dorso y por último en cuello, axilas y
abdomen (por eso es la que se mide). Se toma la temperatura con un termómetro rectal o un termómetro
hepático. Termina en 10-12 horas siguiendo la ley de Newton (Ve &Tc-Ta).
Modifican su evolución: la causa de la muerte, factores individuales y el medio ambiente. El aire húmedo
conduce mejor el calor que el aire seco dado que la ventilación favorece la transferencia calórica por
convección. La influencia que el medio ambiente va a ejercer en la marcha del enfriamiento está en íntima
dependencia del mecanismo físico de la pérdida de calor corporal con sus cuatro componentes: irradiación,
conducción, convección, evaporación. Es decir se enfriará tanto más rápidamente cuanto menor sea la
temperatura ambiental y mayor la humedad, ventilación, etc. Así pues, este análisis de la evolución tendrá
utilidad médico-legal.
En ocasiones puede ocurrir una situación contraria a la explicada, es decir, una subida de temperatura
postmortem (hipertermina postmortem). Esta situación de hipertermia puede darse en casos de insolación,
trastornos neurológicos o muertes por convulsión como en el caso del tétanos o la intoxicación por
estricnina. De cualquier forma, esta hipertermia no se mantendrá más allá de las dos horas tras de la
muerte.
Este enfriamiento puede presentarse de maneras diferentes en su comienzo y evolución, pero en general en
las primeras 12 horas el descenso es de 0-8-1 grado/hora, después de 0.3-0.5 grados/h (caso de temperatura
ambiente de 5-15 grados). Regla de Bouchut.
En las primeras 6 horas la temperatura esperable del cadáver oscila entre 30-34 grados, a las 10 h desciende
a 28º y a las 15 de 24-26º (para temperatura ambiente 16-20 grados). Estimación de Simpson.
En las primeras 6 horas la pérdida es de 1.4º/h, a las 12 h siguientes la perdida es de 0.8-1.1º hasta igualarse
con el ambiente a las 24 horas (para cadáveres con ropas y al aire libre). Fórmula de Simpson.
En general, durante las tres primeras horas el descenso es de 0.55o/h, luego hasta 12h es de 1o/h y después
El Normograma de Henssge nos permite establecer la hora de la muerte midiendo la temperatura rectal,
temperatura ambiental y peso del cadáver (en ambientes de hasta 23 grados y de 23-35 grados) con un
margen de error de 2.8-7 h.
Del año pasado (en la comisión del año pasado estaba dentro del próximo tema, pero este año lo comentó en éste pese
a no aparecer en las diapositivas que subió a su web):
Datación de la muerte:
Para determinar la data de la muerte se recurre a estudiar la evolución de los fenómenos cadavéricos y el proceso de
degradación del cadáver gracias a la putrefacción y la entomología cadavérica. La entomología cadavérica consiste en
el estudio de los insectos devoradores del cadáver, aunque los conocidos como “escuadrones” no son tan ordenados
como se postula en la teoría. En relación a los fenómenos cadavéricos el método más fiable es el enfriamiento
cadavérico.
De los anteriores fenómenos conservadores el único útil es la corificación, siempre y cuando se mantenga el cadáver a
temperaturas bajas porque al sacarlo de la caja de zinc entra rápidamente en putrefacción.
El método más estándar para su cálculo es el normograma de Hensen. Se basa en dos parámetros fundamentalmente:
la temperatura rectal y la temperatura ambiental. Para determinar la data de la muerte también se deberá tener en
cuenta otros parámetros (menos importantes) como la rigidez del cadáver, las livideces que presenta, etc.
- Trazar una línea entre la temperatura rectal y la ambiental, que cruzará la diagonal del normograma.
- Trazar una segunda línea que pase por el centro del círculo situado en el cuadrante inferior izquierdo y por la
intersección de la primera línea con la diagonal.
- La segunda línea cruza los semicírculos correspondientes al peso corporal. En la intersección de esta línea con
la correspondiente al peso se puede leer la data de la muerte.
- La segunda línea se cruza también con el semicírculo más externo que ofrece un margen de horas a la data de
la muerte obteniéndose un valor con un margen total de fiabilidad del 95%.
b) Deshidratación cadavérica:
Dependiendo de las condiciones ambientales externas se produce una deshidratación cadavérica que será
tanto más intensa cuanto más alta sea la temperatura y la ventilación. Este proceso puede traducirse en
fenómenos generales como pérdida de peso y locales como apergaminamiento cutáneo, desecación de
mucosas (labios, vulva y glande) y fenómenos oculares siendo estos los más llamativos y evidentes:
Pérdida de trasparencia de la córnea : es donde comienza a verse, es lo que se suele decir de que ha
perdido el brillo en los ojos y se enturbia la córnea. Si está con los ojos abiertos
tienen que pasar 45 minutos para que se aprecie pero si están cerrados serán 12
horas (tela glerosa). Por eso hay que tener en cuenta que pudo fallecer con los
ojos abiertos y luego alguien los cerró, lo cual puede confundirnos.
Mancha esclerótica de Sonmer-Lacher: se produce porque se ve la coroides. Se
inicia poco tiempo después de la muerte en forma de una simple mancha negra de
contorno mal limitado que va extendiéndose después hasta adquirir una forma
redondeada u oval. Aparece primero en el lado externo del globo ocular,
surgiendo después otra del mismo color en el lado interno con la que puede llegar
a unirse (habrán pasado entonces 4 horas). Esta mancha no es constante.
Hundimiento del globo ocular : a consecuencia de la evaporación de los líquidos oculares. Está
condicionada su aparición cronológica a que el cadáver haya permanecido con los ojos abiertos o
cerrados.
Son machas de morfología y tamaño variables que aparecen en la piel de la parte más declive del cadáver
por acumulación posicional de la sangre en los capilares de la dermis junto con la acción de la gravedad,
mientras que las hipostasis viscerales son lo mismo pero en el interior del cadáver, es decir, en los órganos
internos (pulmón, bazo, hígado y riñones).
Las livideces no aparecen en zonas de apoyo ni de compresión por lo que nos permiten valorar la posición
del cadáver después de la muerte, así como posibles movilizaciones. Permite valorar el intervalo postmortal
y causa de la muerte. Todo ello en virtud del color, localización, intensidad y secuencia cronológica de
aparición:
Existen las denominadas livideces paradójicas que aparecen en regiones no declives, en posiciones
contrarias al decúbito (espalda y tórax). Se producen en muertes asfícticas o tóxicas, por movilización del
cadáver.
FOTOS:
- Izda: livideces en una persona que murió en decúbito supino donde se aprecian marcas de presión,
como la del cinturón, donde no hay livideces.
- Dcha: muerte asfíctica.
Cronología:
Aparecen a los 20-45 min en cuello y tronco, confluyen a partir de las 2 horas y se generalizan a las
12h.
Entre las 12-18h se atenúan ante la presión, con la movilidad pueden aparecer livideces secundarias.
No se modifican ni se forman nuevas a partir de las 18-24h (“fijación “).
La evolución suele ser la siguiente (suponiendo que el cadáver esté en decúbito supino):
Se definió como “el estado de dureza, de retracción y de tiesura que sobreviene en los músculos después de
la muerte” por Lacassagne en 1906. Es una contracción muscular normal tras la muerte y fijada por la falta
de ATP. Afecta tanto al músculo liso como al estriado (piel, corazón, vesículas seminales, útero y vejiga). La
rigidez empieza en los músculos de fibra lisa con cierto predominio flexor (en corazón y diafragma se inicia
de media a dos horas después de la muerte) para luego continuar con el músculo esquelético. También se
produce la rigidez de los músculos piloerectores dando lugar a una “cutis anserina”. En corazón, útero y
vejiga se inicia con una fase de relajación y luego de contracción.
La rigidez es completa a las 8-12 horas y alcanza su máxima intensidad a las 24 horas. Inicia su desaparición
a las 36-48 horas. Es, por tanto, de interés médico-legal el empleo de esta ley de la rigidez cadavérica, sobre
todo en situaciones que puedan dar lugar a una errónea interpretación médico-legal.
Fases de la rigidez:
1. F. relajación Inicial: por pérdida de tono muscular.
2. F. instauración: comienza en cabeza (maxilar inferior, a las 2-3h) y continúa con cuello, m.
superiores, tronco y m. inferiores. A las 10 horas están afectados todos los grupos musculares. La
rapidez se relaciona inversamente con la duración.
3. F. de estado: rigidez máxima a las 14 horas hasta las 24 horas.
4. F. de resolución: desaparece en orden similar al de inicio, se completa a las 36 horas, coincidiendo
con el inicio de la putrefacción.
La intensidad y la duración de aparición de estas fases se relacionan por la Ley de Nisten que dice que
cuando la rigidez se establece precozmente la intensidad es ligera y la duración corta. Cuando la intensidad
se establece tardíamente es fuerte y duradera. Por fenómeno de anoxia/hipoxia, perdida de ATP,
contracción musculatura, nada más morir hay FLACIDEZ. A partir de unos instantes empieza a instaurarse la
rigidez y cuando termina desaparece.
La masa muscular, niveles de glucógeno, de ATP y la hidratación (la hidratación retrasa la rigidez y al
revés).
Puede ser intensa y duradera en la muerte súbita.
Las causas que determinen descenso de ATP originan una rigidez precoz. Convulsiones, ejercicio
violento, hipertermia, tétanos, electrocución, intoxicación por estricnina.
La hidratación retrasa la rigidez y al revés.
Si en las primeras horas postmorten se vence la rigidez con fuerza, esta reaparece a las 2-6 horas de
forma espontánea. Si se vence a partir de las 8-10 h. postmorten ya no se reinstaura.
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