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VALLEDUPAR - CESAR
13 DE MARZO DE 2021
INTRODUCCIÓN
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Si bien son diversas las razones por la cual existe el hambre, esta es considerada
una enfermedad que azota en gran parte del mundo, según estudios realizados en
las Naciones Unidas “El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el
mundo para el año 2019”, o informe SOFI por sus siglas en inglés, un reporte
anual que contiene los datos más recientes sobre el hambre, había 821,6 millones
de personas subalimentadas a nivel global. Colombia no es ajena a esta situación
y para el año 2020 debido a la crisis sanitaria por la pandemia del Virus Covid-19,
aumentaron las cifras, lo cual llevo a una crisis socioeconómica, dificultando el
acceso a los alimentos para los colombianos., A finales de mayo del año 2020 en
Colombia, casi un millón de personas, afectadas por los impactos
socioeconómicos de la pandemia, habían enviado solicitudes al PMA (programa
mundial de alimentos) para recibir ayudas alimentarias.
La región del Departamento del Cesar, ha sido una de las más afectadas debido a
la crisis socioeconómica, registrando siete muertes de niños por desnutrición en el
Departamento, en el mes de julio de 2020. Estos casos están relacionados a
personas de bajos recursos y tres de estos son indígenas de las etnias Arhuaca y
Yukp, según la coordinadora del programa de Nutrición de la Secretaría de Salud
Departamental.
Dos textos de evangelio de Mateo en los que nos apoyamos para fundamentar
desde el evangelio nuestra propuesta. En el acontecimiento de la multiplicación de
los panes (Mt 14,13-219: “aparece el mandato de Jesús a los discípulos: “dadles
vosotros de comer” (Mt 14,16). Sabemos que la comunidad se exige como un
valor intrínseco de su espíritu cristiano el darle de comer a los pobres y por eso lo
coloca el mandato en labios de Jesús: el carácter divino del mandamiento.
Pero también encontramos otro texto que aparece en el dialogo del diablo con
Jesús en las tentaciones (Mt 4, 1-11). Cuando el diablo lo invita a convertir las
piedras en pan, Jesús le responde: “también está escrito: no solo de pan vive el
hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios (Mt 4,4). Los dos textos
nos dan entender que no solo se ha de procurar el alimento corporal sino también,
y sobre todo, el alimento espiritual. Al atender a los pobres hay que servirles
integralmente. Las primeras comunidades cristianas aprendieron correctamente la
lección y tanto la comunidad de Jerusalén (Hch 2,42-45), como la comunidad de
Antioquia practicaron la caridad. En cuanto a la comunidad de Jerusalén
encontramos:” En sus casas partían el pan, compartían la comida con alegría y
sencillez de corazón” (Hch 2,46); en la comunidad de Antioquía: “la multitud de los
creyentes tenían una sola alma y un solo corazón, nadie consideraba suyos sus
bienes”. La comunión de bienes fue la mejor expresión de la caridad.
El tercer paso sería “los comedores móviles”, que consistiría en trasladarse a los
barrios y veredas propios de los pobres, su habitad cotidiana, y allí, a través de
pedagogía y de la lúdica, el compartir los alimentos de escuchar sus experiencias
sus experiencias se crea un ambiente de fraternidad. En cuanto al campo se
implementaría la capacitación en las técnicas propias del campo y la creación de
hortalizas ya sea para su propio sustento o para compartir los producidos con
otras personas.
CONCLUSIONES
Con estas propuestas se busca en un futuro a mediano plazo, disminuir los índices
de hambruna en la región del CESAR, contribuir a prevenir que se sigan
presentando muertes en niños, concientizando a todos los ciudadanos que si
todos aportamos un granito de arena en esta gran labor muchos serán los
beneficiados.
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REFERENCIAS
La Sagrada Biblia.