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7 Claves en Finanzas Personales Economía Doméstica - Sandro Muñoz
7 Claves en Finanzas Personales Economía Doméstica - Sandro Muñoz
Claves en
Finanzas Personales
Sandro Muñoz
www.UniversidadDeMillonarios.org
© Alejandro Muñoz Cabrisas, 2016
1ª edición: noviembre 2016
2ª edición: febrero 2017
Editado por Sandro M.
Diseño y ediciones: Sandro M.
Reservados todos los derechos
www.3coma14.com
ISBN-13: 978-1541066038
ISBN-10: 1541066030
Dedicatoria
A mi compañera y mis hijos, que son mis mejores maestros.
Índice de contenidos
Índice de contenidos
Prólogo
Introducción
1. Objetivos, valoraciones y hábitos
Metas y objetivos
Sistema de valoración interno
Transformación de tus hábitos
2. Control de finanzas
Cálculo de tu precio por hora de trabajo
Cálculo de Patrimonio Neto
Cálculo de Estado mensual de flujo de dinero.
Elaboración de presupuesto mensual
3. Ahorro
¿Dónde pongo mis ahorros?
¿Cuánto debo ahorrar?
¿Cuáles son los primeros objetivos del ahorro?
Eliminar deudas
Fondo de emergencia
¿Cómo creamos el fondo?
4. Elabora tu presupuesto anual
5. El seguro y el crédito
El Seguro
El crédito
Tipos de créditos
6. Invertir
Productos Financieros de Inversión
Renta Variable
Renta Fija
Derivados
Fondos de Inversión
Estructurados
Planes de Pensiones
Seguros
Divisas
Diversificación
Recomendaciones
Donde no invertir
7. Edúcate y fórmate
¿Qué es la educación financiera?
Invertir en ti mismo
El cambio que estabas buscando
Consumo responsable
Recomendaciones consumo responsable
8. Epílogo
9. Sobre el autor
Prólogo
Este libro representa una singularidad, trata del ahorro y está escrito por
una persona joven. Sandro Muñoz tiene 36 años cuando escribe esta utilísima
obra. Singularidad por que las personas jóvenes en nuestra época no solemos
ahorrar, no solemos preocuparnos por el ahorro. Él sí se preocupa.
Sandro lleva muchos años dedicados a la contabilidad y a ayudar a la
gente a controlar sus finanzas. Esta labor le permite conocer de primera mano la
relación de la gente con el dinero. Sabe de la importancia que esto tiene para
nuestras vidas y advierte una carencia en nuestra sociedad, no ahorramos lo
suficiente. A partir de aquí decide ayudarnos con su trabajo.
El libro permitirá de forma clara y sencilla a quienes se interesen por él
alcanzar el conocimiento de su situación financiera, control presupuestario y la
consecución de sus objetivos económicos. Obtendrán las herramientas necesarias
para convertirse en ahorradores y dejar atrás su pasado de desconocimiento de su
economía.
Contiene 7 claves en las que estructura el proceso que debemos seguir.
Debemos tener un objetivo, debemos valorar que estamos haciendo y utilizar los
métodos propuestos, conseguirlo está en nuestra mano. Este proceso se corona
con la formación, algo que nos hará más capaces, independientes y hará
sentirnos seguros de nuestras decisiones.
El ahorro es algo bueno para las personas. Nos ayuda en momentos de
dificultad, nos fuerza a mejorar las decisiones de gasto y nos permitirá invertir
en cuanto hayamos ahorrado lo suficiente.
Este paso sencillo no sólo le ayudará a usted, ayudará a la sociedad en su
conjunto. Tengamos en cuenta que el ahorro es la gasolina que mueve el motor
de la nuestra economía: la productividad. Nuestro sistema económico se basa en
conseguir hacer más, mejores y más baratas las cosas que producimos o los
servicios que prestamos. Esa es la forma en que nosotros mejoramos el nivel de
vida de la sociedad. Sin ahorro previo no hay incremento de la productividad, sin
ahorro previo el empresario no puede comprarse esa máquina que le permitirá
trabajar más rápido o mejor, sin ahorro previo no podrán dedicarse recursos a la
investigación y mejora de procesos. Sin ahorro previo una familia no podrá
comprarse el coche que necesita…sin ahorro previo no habrá crédito ya que los
bancos no tendrán dinero que prestar. El ahorro es la base imprescindible para
conseguir el incremento de la productividad. Para avanzar es necesario antes
ahorrar.
El ahorro debe ponerse en valor y esto es lo que pretende el autor, el
dinero no debe malgastarse. Es importante y bueno tener dinero.
Este libro es una gran idea, les va a ayudar. Sigan los consejos de que
propone, está pensado para mejorarles la vida.
Lluís Seguí Pons
Introducción
“La forma más rápida de doblar tu dinero es plegar
los billetes y metértelos de nuevo en el bolsillo”
Will Rogers
Las finanzas nos afectan desde que nacemos hasta que morimos. Incluso
ya nos afectan antes de nacer y siguen con repercutiendo después de morir. Las
finanzas afectan a nuestra calidad de vida y condicionan cómo crecemos y las
oportunidades que tenemos a lo largo de nuestra vida. En algunos casos, la
economía doméstica marca el camino de nuestra formación, ocio, etc., pero en
ningún caso deben convertirse en una limitante permanente.
El consumo afecta directamente sobre nuestra economía y nuestras
finanzas. Es decir, desde que nos levantamos hasta que nos vamos a dormir.
Durante todo el día, y en casos, también por la noche, consumimos recursos que
de alguna forma debemos pagar.
Mucha gente dice que el dinero no le interesa, que no le importa, etc.
Decir que a uno no le interesa el tema del dinero es mentirse a uno mismo e
intentar evitar la responsabilidad que tiene cada uno respecto a si mismo y a los
que con él conviven. Nos levantamos cada mañana para ir a trabajar para que
nos paguen con dinero a final de mes. Nos levantamos cada mañana temprano,
conducimos, pasamos por atascos, algunos vamos en trasporte público, etc. y
sólo para ir a trabajar. Pues realizar todo este esfuerzo diario para ir a trabajar y
decir que el dinero no nos interesa es algo muy contradictorio. Si no nos
interesase el dinero, renunciaríamos a cualquier ascenso, y de no cobrar a final
de mes tampoco sería un inconveniente, de hecho, si no te interesa, deja de ir a
trabajar. El dinero no da igual. Es relevante y hay que asignarle el estatus que se
merece en todas las fases de nuestra vida.
Dicho esto, hay que reconocer que el dinero es tema tabú. No suele ser
tema de conversación entre amistades, e incluyo, hay matrimonios en los que no
se habla de él. Entre compañeros de trabajo cuesta creer que se comente el
salario de cada uno. Incluso en familia no se habla de dinero, y pedirlo prestado
entre amistades y familiares, por lo que a nuestra cultura se refiere, cuesta
muchísimo.
También le tenemos atribuido al dinero cierta magnitud de poder. Tener
dinero es tener poder, por tanto, no tenerlo es símbolo de debilidad. Aquí se
confunde bastante la capacidad de gasto con la capacidad de acumulación. Pues
tenerlo es una cosa y disfrutarlo es otra. No es lo mismo tenerlo, que tener
acceso a él. Uno significa ahorro y otro crédito.
Tener mucho dinero tiene connotaciones negativas en nuestra cultura.
Suele decirse que se es pobre pero feliz y que el dinero es para gastarlo. En eso
podemos estar de acuerdo, el dinero es para gastarlo, pero no para malgastarlo.
Hay que ser responsable con él. A nadie le importaría tener mucho dinero o tener
más, pero pocos son los que trabajan para ese propósito. No al menos, de forma
sostenida y con un plan específico a largo plazo.
Con este libro aprenderás unas pautas muy sencillas que te ayudaran a
conocer tu estado financiero mensual y a conocer cuáles son tus ingresos y tus
gastos mensuales. Además, aprenderás porqué y para qué ahorrar, fijar objetivos
para sanear y/o mejorar las finanzas personales y otros conceptos. Siempre hay
algo que se puede mejorar y seguro que, mucho o poco, algo sacarás de este
libro.
No coincidiremos en todos los puntos de este libro, pero espero que
despierte algo en ti, que te inquiete en algún punto y te lleve al menos a la
concienciación. Espero que te haga reflexionar y te lleve a la acción. Ruego no te
conformes, no te pares y sigas con el camino que tú decidas seguir.
Mi propósito es ofrecerte herramientas, ideas y recursos para controlar y
mejorar la economía doméstica. Así pues, espero que tengas la paciencia
suficiente para terminar de leerlo. Sé de antemano que hay temas que no
apasionaran, pero quizá es el precio a pagar por lograr ese resultado que buscas o
necesitas.
La Ley de Pareto dice que el 20% del esfuerzo genera el 80% del
resultado. Entonces, aplicando sólo el 20% de lo que leas del libro obtendrás el
80% del resultado. La diferencia, es decir, el 20% restante para alcanzar el 100%
del resultado será lo que marque la diferencia entre lo ordinario y lo
extraordinario, es decir, esa parte ‘extra’. De ti depende, tú eliges.
1. Objetivos, valoraciones y hábitos
Sistema de valoración interno
Transformación de tus hábitos
“Las personas exitosas son simplemente personas con hábitos exitosos”
Brian Tracy
Cálculo de Patrimonio Neto
“Es duro fracasar, pero es todavía peor
no haber intentado nunca triunfar”
Theodore Roosevelt
Para poner un punto de partida, es interesante conocer de dónde
partimos, conocer cuáles son tus recursos y tus obligaciones. Por ello, vamos a
calcular el patrimonio neto.
Este ejercicio ayuda a situarte, ver dónde estás, para decidir hacia dónde
quieres ir. Como si estuvieras perdido en una gran ciudad y te acercaras a un
mapa de esos que indican ‘usted se encuentra aquí’. Eso es lo que buscas con
este ejercicio. Luego, cuando ya estés situado en ese mapa, podrás decidir a
dónde quieres ir y tomarás decisiones, con la información que tengas de si vas
andando, en taxi, autobús, etc.
A partir de aquí debes empezar a trabajar tú. Es un ejercicio muy sencillo
pero complicado. Es muy fácil hacerlo, la verdad no tiene complicación alguna,
lo complicado es tener la suficiente voluntad o coraje para hacerlo.
Para poder hacer bien este ejercicio, que es muy importante, vamos a
calcular el valor neto de nuestro patrimonio. El resultado no es importante, no es
importante que tu patrimonio sea grande o pequeño. Lo importante es lo que
haces con él y lo que vayas a hacer a partir de ahora.
Aunque el nombre de patrimonio neto te dé un poco de respeto, verás que
es algo muy fácil de calcular. Mi propuesta es que lo vayas calculando
mensualmente puesto que es algo dinámico. Es decir, puede cambiar, y de hecho,
vas a trabajar para cambiarlo.
El patrimonio neto es la diferencia entre nuestros activos y nuestros
pasivos. Para ponerle una fórmula, esta podría ser así:
Patrimonio Neto = Activos – Pasivos
Estos conceptos son los que se utilizan en las empresas y negocios, tanto
para los grandes como para los pequeños. Es algo que funciona, que sirve para
medir el estado de una empresa en un momento determinado y nosotros lo
vamos a utilizar para nuestra economía. No es algo que haya inventado yo. Está
probado su funcionamiento.
Dicho esto, vamos a calcular tu primer estado de Patrimonio Neto.
Pon, en una hoja, separada en dos columnas tus activos y tus pasivos.
Suma el total de cada columna. La diferencia que te dé de restar el total de
pasivos al total de tus activos, será tu patrimonio neto en la fecha que lo realices.
Es tan sencillo como eso.
Te propongo a continuación un ejemplo de plantilla de esa hoja para el
cálculo del patrimonio neto.
Pasivos
Activos
Total Pasivos
Total Activos
Patrimonio Neto =
Conceptos a considerar
Activos:
- Saldos de cuentas de banco (todas en las que haya saldo, de
cualquier tipo).
- Saldos de cuentas de inversión (fondos de pensión, acciones,
opciones, etc.).
- Saldos a cobrar o que nos devuelvan (préstamos a terceras
personas: amigos, familiares, etc., depósitos realizados y fianzas a
nuestro favor.
- Participaciones directas en acciones y/o participaciones en
empresas.
- Bienes inmuebles que no sean la vivienda habitual (casas,
apartamentos, terrenos, parkings, etc.).
No son activos y no debes incluirlo:
- Coche propio, ropa, electrodomésticos, mobiliario, etc. O son
bienes de poco valor o te traerán demasiado trabajo valorarlos
cada mes.
Pasivos:
- Deudas a corto plazo: tarjetas de crédito, cuotas de pagos
procedentes de financiación de compras, préstamos de amigos y/o
familiares, etc.
- Deudas a largo plazo: hipotecas, préstamos bancarios.
Patrimonio
El patrimonio es la diferencia entre el saldo total de activos menos el importe
total de los pasivos. Eso, arroja un número.
Hay que hacer un par de aclaraciones. La primera es que si tenemos
algún artículo de elevado valor sí que debemos recogerlo en la hoja de Activos.
Otro aspecto a tener en cuenta es que el importe que refleje el patrimonio neto
no es lo que tú vales como persona. Tu riqueza interna es mucho más importante
que tu riqueza externa.
Tú vales más que cualquier número. Tu patrimonio financiero no es la
calificación de éxito en tu vida. Además, mucha gente tiene un patrimonio neto
positivo o negativo por lo que ha heredado o por cualquier circunstancia de la
vida. Y ya sabes que las circunstancias no las podemos cambiar, pero si nuestra
actitud frente a ellas. No le des mayor importancia de la que deba darse al
número resultante. Es sólo un punto de partida. Esta información la puedes
utilizar incorporándola a tu sistema de valoración.
Dale mayor importancia a cómo vas a tratar y trabajar a partir de ahora.
Para ello, pasaremos al siguiente ejercicio que también debes realizar cada mes.
Así pues, el patrimonio es la cantidad de dinero que te quedarías si
vendieras todas tus posesiones y liquidaras todas tus deudas. Observa que
comprar cosas a crédito no te da más patrimonio. Además, los bienes que
adquieres suelen depreciarse y perder valor con el paso del tiempo, las deudas en
cambio no, siguen ahí.
Cálculo de Estado mensual de flujo de dinero.
“Cuida de los pequeños gastos;
un pequeño agujero hunde un barco”
Benjamin Franklin
Este ejercicio también es muy sencillo y complicado a la vez. Se hace
igual que el anterior, pero con los ingresos y gastos. Un hábito indispensable
para el control de finanzas personales es controlar todos los ingresos y TODOS
los gastos. Todos son TODOS. No hay que restarles importancia a los pequeños
gastos pues son todo lo contrario. Los pequeños gastos son los más importantes
porque, sin hacer ruido, son los que nos quitan dinero, poco a poco, sin que
nosotros les reconozcamos su relevancia al cabo del mes. Además, normalmente
son los más difíciles de controlar. Como habrás intuido ya, debes registrar todos
y cada uno de los gastos que tengas.
Realiza, con el mismo esquema que el ejercicio anterior, una relación de
ingresos y gastos mensuales para saber si a final de mes, tienes un saldo
favorable (ahorro) o si, por el contrario, tienes un saldo negativo que te consume
ahorros o te induce al crédito (déficit).
A esto le llamaremos Estado mensual de flujos de dinero. En las
empresas se le denomina flujos de caja o cash flow. Es conveniente clasificar los
gastos e ingresos según su origen o finalidad. Hay que registrar todas las partidas
que quieras controlar. Hacerlo con mayor o menor detalle depende de la calidad
de la información que quieras tener al finalizar el año.
Aquí tienes un ejemplo de la hoja. Se parece mucho a la del patrimonio
del ejercicio anterior.
Gastos
Ingresos
Total Gastos
Total Ingresos
Estado mensual =
Gastos
Ingresos
Hipotecas 600 €
Crédito coche 250 €
Supermercado 300 €
Nómina 1.800 € Gasolina 100 €
Alquiler piso 400 € Electricidad 150 €
Intereses Banco 5 € Gas 50 €
Telefonía 50 €
Seguros 110 €
Farmacia 60 €
Dietas 100 €
Ropa 60 €
Ahorro 180 €
Fondo 90 €
Yoga 50 €
Reparaciones 50 €
Otros 5 €
Total 2.205 €
Total 2.205 €
¿Dónde pongo mis ahorros?
Se conoce que hay dos tipos de ahorro según dónde se guarde el dinero.
Existe el tipo de ahorro formal y el ahorro informal. Al tipo de ahorro informal
se lo conoce como al que guarda el dinero en casa, ya sea en la caja fuerte,
debajo del colchón, en una caja de galletas en la cocina, etc. Este tipo de ahorro
no es el más deseado puesto que nos arriesgamos a que el dinero se pierda.
El tipo de ahorro formal, consiste en guardar nuestro dinero en una
institución financiera mediante algún producto financiero destinado a ello. Este
tipo de ahorro permite obtener garantías, puesto que legalmente este dinero está
protegido, y aunque la institución financiera quiebre, los depósitos están
garantizados con un límite muy elevado.
¿Cuánto debo ahorrar?
“No olvidemos que las pequeñas emociones son los capitanes de nuestras vidas
y las obedecemos sin siquiera darnos cuenta”
Vincent Van Gogh
¿Cuáles son los primeros objetivos del ahorro?
Eliminar deudas
“Hacer las cosas correctas, es mejor que hacer las cosas solo
correctamente”
Peter Drucker
Deuda Importe Interés Prioridad
Hermano 1.000 0’00 % 3
Coche 2.000 4’50 % 2
Sofá 1.800 0’00 % 4
Tarjetas 2.500 19 % 1
Fondo de emergencia
¿Cómo creamos el fondo?
Vamos a destinar cada mes una cantidad fija de dinero a crear este fondo.
La cantidad depende de las circunstancias personales: los ingresos que tienes,
cuántas personas están a tu cargo y qué otras opciones tienes para encontrar
dinero rápidamente en caso de necesidad. La cantidad necesaria la puedes
encontrar en los gastos que tienes presupuestados en la hoja de presupuesto
mensual.
La cantidad que vayas a destinar a este fondo debe incluirse en la hoja de
presupuesto mensual al igual que hacemos con ese 10% que destinamos a
ahorro. También debes separar esa cantidad antes de los gastos.
Como te he dicho antes, se recomienda acumular un fondo equivalente a
entre tres y seis meses de gastos corrientes, es decir, lo suficiente para pagar los
gastos mensuales que tienes en la hoja de presupuesto mensual durante ese
periodo de 3 y 6 meses. Fija esa cantidad como objetivo y ve a por él.
Cuando empieces, por pequeña que sea la cantidad inicial del fondo, dale
tiempo para que crezca. Estás haciendo cosas que nunca antes habías hecho. Ten
paciencia. También puedes ir destinando a este fondo las entradas extra de
dineros que tengas cuando se produzcan. Puedes incluir en este fondo los
sobrantes de dinero del presupuesto que tengas cada mes, por ejemplo. La
cuestión es darle valor al dinero y destinarlo a algún propósito o fin concreto.
Destinar dinero mensualmente a este fondo de emergencia puede
implicar ajustar más el presupuesto mensual, por ello revisa cuantas veces sean
necesarias los gastos mensuales que tienes y prioriza constantemente.
Este fondo, al igual que la cantidad mensual destinada a ahorro, lo
puedes guardar en una cuenta bancaria. Recuerda que debes intentar, en la
medida de lo posible que te dé un poco de rendimiento. En todo caso, evita
comisiones, se trata de sumar, no de restar. Si esto implica cambiar de banco, no
dudes. No pasa nada por tener relación con más de una entidad financiera
siempre que sea en nuestro beneficio. Puedes tener el fondo de emergencia y los
ahorros en la misma cuenta, pero debes conocer en todo momento qué importe
corresponde a ahorro y qué importe corresponde al fondo de emergencia. En
todo caso, se debe depositar en productos sin riesgo donde te garanticen la
preservación del capital. No conviene invertir el fondo de emergencias en
acciones, fondos de inversión de renta variable o renta fija a largo plazo, debe
ser accesible cuando lo necesites.
En el caso del fondo de emergencia, la disponibilidad y seguridad son
más importantes que la rentabilidad, pero tampoco te interesa tener todo ese
dinero inmovilizado en una cuenta o debajo del colchón, sin producir nada. El
equivalente a un semestre de gastos puede ser una cantidad considerable y es de
sentido común buscarle alguna rentabilidad, por pequeña que sea. Si no
consigues rentabilizarlo no te preocupes, por lo menos, evita comisiones.
Una vez hayamos eliminado deudas, al menos las más desfavorables, y
tengamos al menos un fondo de emergencia, empezaremos a pensar en
convertirnos en inversores. Pero antes de llegar a ese punto, creo que es
necesario hacer la vista atrás y ver todo el camino que has recorrido y el esfuerzo
que has realizado.
En este punto, ya debes conocer cuál es tu patrimonio neto mes a mes.
Has eliminado muchos gastos innecesarios y habrás empezado a ahorrar. Quizá
ya has eliminado alguna deuda y empiezas a darle importancia a la creación de
un fondo de emergencia. Si no has empezado, al menos, podrás cuantificar cuál
es el importe deseable de tu fondo de emergencia.
Tienes un control mes a mes de tus gastos y seguro que ya has cambiado
algún hábito que no era del todo deseable. Espero que esto influya en tu entorno
y veas que lo que te propones puedes conseguirlo. La perseverancia es la
cualidad de los ganadores.
Con todo esto cumplido quiero darte la enhorabuena. Llegar hasta aquí
tiene mucho mérito porque has renunciado a muchas cosas. Has realizado un
esfuerzo brutal. Has conseguido algo en lo que quizá nunca habías pensado. Te
has propuesto metas y objetivos y, en la medida de lo posible, estarás en el
camino de algunos y habrás logrado otros.
Seguro que algo ha cambiado en ti. Espero que sigas con esos cambios.
Ahora que ya tienes el control sobre tus finanzas, creo que llega la hora de
protegerte. Te invito continuar con la siguiente clave.
Pero antes, vamos a citar los productos bancarios de ahorro:
Depósitos a plazo: En un depósito, o imposición a plazo fijo, el cliente
obtiene cierta rentabilidad a cambio de mantener el dinero durante un
determinado tiempo.
Cuentas a la vista remuneradas: Suelen ofrecerlas los bancos de
Internet. Dan mayor rentabilidad que las cuentas tradicionales sin tener que
renunciar a la liquidez.
La cuenta ahorro vivienda: Es un producto destinado a aquellos que
están ahorrando para comprar su vivienda habitual.
4. Elabora tu presupuesto anual
“El problema es que piensas que tienes tiempo”
Buda
Una vez tengas registrados los gastos e ingresos mensuales de un año
completo en las hojas mensuales, podrás hacer el cálculo de estado anual de flujo
de dinero.
Tendrás clasificados todos tus ingresos y gastos anuales. Esta
información es muy valiosa y costosa pues requiere de mucho esfuerzo y
dedicación. Si lo consigues estarás de enhorabuena porque a partir de aquí
puedes afrontar mejor cada gasto y racionalizarlo.
Para la elaboración del presupuesto anual te recomiendo trabajar con el
máximo de información posible de las hojas mensuales de control de gastos e
ingresos.
Es importante trabajar con cuantas más hojas mensuales mejor puesto
que seguramente aparecerán gastos que no habías previsto y ahora sí podrás
considerarlos para el próximo ejercicio.
Así pues, si tienes la totalidad de gastos e ingresos de un año, podrás
hacer la suma total por partidas para ver qué saldo arroja en ese periodo de
tiempo. En esta ocasión podrás ver qué cantidad has destinado, en ese periodo de
tiempo, en supermercado, telefonía, gasolina, electricidad, dietas, ocio, ahorro,
ropa, comedor, libros, etc.
Ahora se trata de asignar porcentajes de cada partida respecto al total de
gastos general.
Una vez tengas asignados los porcentajes, podrás ver qué partidas son las
que consumen más recursos. A partir de aquí, puedes dividir el total del resumen
que tengas para poder obtener el nuevo presupuesto mensual y lo multiplicas por
12 en caso de no tener 12 hojas de control mensual de gastos e ingresos. Así
tendrás el presupuesto anual para el próximo año.
Cuando tengas esa proyección, puedes realizar las modificaciones que
creas oportunas. Es decir, si te sale que el presupuesto anual para la partida de
telefonía es de 600 euros y crees que ese importe es demasiado elevado, puedes
asignar una menor cantidad con el compromiso de reducir esa partida buscando
la mejor solución que se adapte a tus necesidades.
Trabajar con presupuestos anuales da mayor amplitud de visión y permite
trabajar mejor las partidas puesto que permite planificar mejor el consumo.
Si vemos que en gasolina tenemos una cantidad que nos desagrada, igual
podemos proponernos alternativas más económicas para nuestros
desplazamientos. Quizá no sea posible realizar un cambio para todos los
desplazamientos, pero a lo mejor si puedes combinar con otras opciones que te
sean más favorables. Igual es hora de sacar la bici.
Si destinas cierta cantidad en la compra de ropa, puedes destinar una
cantidad cada mes a ese concepto o puedes realizar las compras en periodos que
sepas que te será más favorable. Con el resto de partidas, puedes hacer lo mismo.
Ahora que ya tienes el presupuesto anual, no debes tener miedo si un mes te
gastas 300 euros en libros, mientras no te pases del importe total anual que tienes
destinado a ese propósito.
Espero que hayas entendido el propósito de esta clave. Es importante
para mí que lo domines y que lo realices, puesto que te permitirá planificar el
consumo y seguro que logras reducir algún que otro gasto. Ver los importes
anuales es más impactante y te hace priorizar mejor, sobretodo en cosas no tan
necesarias.
Espero que en breve seas un maestro en la elaboración de presupuestos.
Eso se consigue a base de repeticiones y adquisición de experiencia. La
perseverancia aquí es un factor muy importante y es lo que marca la diferencia,
como te he dicho antes, es la cualidad del ganador.
Te pongo aquí una hoja de presupuesto de ejemplo.
Gastos
Ingresos
Hipotecas 7.200 €
Crédito coche 3.000 €
Alimentación 5.020 €
Gasolina 1.000 €
Nómina 21.600 € Electricidad 900 €
Alquiler piso 4.800 € Gas 150 €
Intereses Banco 60 € Telefonía 600 €
Seguros 1.200 €
Farmacia 350 €
Dietas 400 €
Ropa 500 €
Ahorro 2.160 €
Fondo 1.080 €
Ocio 800 €
Reparaciones 400 €
Formación 1100 €
Viajes 600 €
Total 26.460 €
Total 26.460 €
Esta clave trata sobre el crédito y el seguro. Del crédito hay que entender
bien de dónde sale y porqué es necesario. Aprenderás que son los seguros,
aunque seguramente ya lo sepas, pero desde la vertiente de protección de
nuestros seres queridos, minimizando, en lo posible, lo que el azar nos depara.
Aprenderás los tipos de crédito y seguros existentes, cómo se hace una
evaluación de riesgo frente a una solicitud de crédito y el porqué es idóneo
asegurar nuestro patrimonio y nuestra familia. Sin más rodeos, empezamos por
los seguros.
El Seguro
“Aquél que procura asegurar el bienestar ajeno,
ya tiene asegurado el propio”
Confuncio
Vamos a ver las principales razones por las que es necesario contratarlos,
las figuras que aparecen en los seguros para que los entendamos, la tipología de
los seguros y las recomendaciones o características propias de cada uno.
A los seguros, los pondremos con los gastos en nuestros presupuestos
mensuales y anuales. Debes cambiar tu visión acerca de los seguros en cuanto se
considera un gasto inútil. Los seguros son una inversión. Un buen seguro, es una
buena inversión. Vale la pena dedicarle tiempo a conocer los detalles, coberturas
y límites, porque el día que lo necesites no haya sorpresas.
La mayoría de todos nosotros desconocemos la situación económica en la
que quedarían nuestros seres queridos si se tuvieran que enfrentar a la tragedia
que supone la muerte o invalidez de alguno de los miembros de la familia,
sobretodo de los que aportamos ingresos al hogar.
Por ese motivo, es importante reflexionar, y aunque la muerte puede ser
un tema tabú, el bienestar de la familia debe estar por encima de todo. No hay
nada más seguro en esta vida que nuestra muerte. De cómo y cuándo no
podemos saberlo, pero de qué ocurrirá hay una certeza del 100%.
Recuerda, que es lo más preciado que tenemos es nuestra vida y la de los
seres queridos que dependen de nosotros. Nuestro trabajo, es casi siempre lo que
satisface las principales necesidades de la familia, sin embargo, estamos
expuestos a un sinfín de riesgos que pueden afectar la estabilidad de nuestros
hogares. Vamos pues a definir que es el riesgo.
Se puede decir que el riesgo es la probabilidad de que ocurra un
accidente o un imprevisto que pueda dañar a una persona, familia o patrimonio.
El riesgo no puede eliminarse, siempre está ahí, lo que si podemos hacer es
prevenirlo, transferirlo y minimizarlo. Por ejemplo, todos conocemos, en lo que
supone prevenir y minimizar riesgos, la prevención en riesgos laborales. Es una
forma de prevenir riesgos, puesto que la formación que uno recibe permite
identificar los riesgos de su puesto de trabajo y recibe consejos para minimizar la
exposición a estos. Es un ejemplo muy común.
En lo que se refiere a transferir un riesgo, lo que se hace es una póliza de
seguro mediante la cual se transfiere ese riesgo en una aseguradora. La
aseguradora se encargará de garantizar e indemnizar todo o parte del daño
producido por la aparición de determinadas situaciones fortuitas.
Normalmente cuando se compra o vende algo físico, el comprador recibe
el bien, inmediatamente lo disfruta. En el caso de los seguros, el comprador paga
una prima que es el precio del seguro a cambio de un posible servicio futuro, sin
embargo, la protección comienza desde el momento en que se formaliza el
contrato del seguro. El seguro es un servicio, es decir, no es físico ni tangible. Y
si no debes utilizarlo, mejor.
La venta del seguro constituye el inicio de la relación entre asegurado y
la compañía aseguradora. La aseguradora no solo tiene que atender los
siniestros, en caso que se produzcan, sino que, además, tienen la obligación de
mantener informado y asesorado a su cliente en todo momento.
Es preciso conocer qué se puede asegurar, ya que no todo es asegurable,
que figuras aparecen en la actividad del seguro, cuándo se puede asegurar algo,
cómo se debe contratar un seguro, cuál es el proceso de asegurar un bien y qué
fases comprende.
Pero para que algo pueda asegurarse, se deben cumplir ciertos requisitos.
El primero es que debe de tratarse de algo material, por ejemplo, un coche,
vivienda, negocio o algún artículo que tengamos en casa, pero también puede ser
inmaterial, es decir un perjuicio económico por paralización de actividad, como
cuando sucede alguna enfermedad o cuando uno fallece.
Ese riesgo debe ser cuantificable, es decir medible en dinero. Debe ser un
objeto derivado de una actividad lícita y estar expuesto a perderse por el riesgo
que corre el asegurado.
La mayoría de los seguros son productos ya preestablecidos, diseñados
para cubrir una o más soluciones concretas, el seguro del coche, de la casa, de
vida, son ejemplos de ello. Al final, somos nosotros los solicitantes del seguro
los que elegimos la cobertura que mejor se adapte a nuestras necesidades o
presupuesto.
Generalmente en un contrato de seguro intervienen seis partes. La
aseguradora, el tomador, el asegurado, el beneficiario, la póliza y los
mediadores.
La aseguradora es la entidad que asume las consecuencias del riesgo que
es objeto de cobertura en un contrato de seguro. Se encarga de recibir el importe
de la prima como precio del riesgo que cubre, y tiene derecho a verificar las
circunstancias en las que se ha producido el siniestro, a fin de comprobar que
existe cobertura según lo acordado en el contrato firmado. Eso ocurre cuando
solicitan un peritaje.
El siguiente elemento es el tomador. El tomador es la persona que
suscribe o paga el contrato con la entidad aseguradora. No siempre la persona
asegurada es el beneficiario. El tomador puede solicitar a la aseguradora que
realice cambios en la póliza, como modificar la cobertura, cambiar a los
beneficiarios o el domicilio de cobro siempre y cuando no se deje de pagar la
prima pactada.
El asegurado es la persona que en sí misma en sus bienes o en sus
intereses económicos está expuesta al riesgo, por ejemplo, en un seguro de vida
el asegurado será la persona cuya vida se basa en el contrato. En el seguro de
incendios el asegurado es el titular del inmueble o bien cubierto en la póliza.
Cuando se asegura un bien, el asegurado debe custodiarlo, protegerlo y tomar las
precauciones necesarias para no favorecer la ocurrencia de un siniestro.
El beneficiario es la persona que recibe la indemnización en los casos
previstos en la póliza, suele tener un vínculo común de intereses personales,
familiares o económicos con el asegurado o tomador. Un ejemplo es el seguro de
vida, los beneficiarios en caso de fallecimiento en caso de titular serán los
familiares más cercanos. En las condiciones de la póliza se puede designar como
beneficiario a cualquier persona. Esto es interesante saberlo por si estamos
conviviendo personas fuera de la figura del matrimonio o se quiere designar a
unos beneficiarios específicos.
La póliza es el documento principal que compone el contrato del seguro,
es un documento en el que constan los derechos y obligaciones de ambas partes.
Hasta que este contrato no esté firmado por ambas partes y esté aceptado por
todos, no comenzarán los derechos y obligaciones que están contenidos.
Por último, están los mediadores, es decir la persona o asesor que
aconseja al cliente sobre las modalidades del seguro y coberturas que más le
convienen en función de su situación personal. Identificarás mejor a esta persona
si la identificas con el comercializador del seguro. El mediador analiza los
riesgos a lo que estamos expuestos, los perjuicios económicos que podrían surgir
y te propone una oferta. Esta figura no siempre aparece puesto que en ocasiones
podemos contratar directamente con la compañía aseguradora.
Ahora que ya sabemos qué elementos intervienen en un seguro, vamos a
ver que estos, pueden ser públicos o privados.
Los seguros públicos son los que ofrece el gobierno, y por lo general, se
conocen como seguros sociales, que cubren los gastos médicos comunes.
Dentro de los seguros privados los más comunes son el seguro de vida, el
seguro de gastos médicos privados, seguro de automóvil, seguro de hogar y el
seguro por desempleo.
Entre los tipos de seguros tenemos el de vida, en caso de que muera el
asegurado, la compañía aseguradora le dará una cantidad de dinero a quienes
hayan designado como beneficiarios en la póliza.
El seguro de gastos médicos privados por otro lado cubre los gastos por
accidente o enfermedad según la póliza contratada.
El seguro de automóvil, dependiendo del tipo de cobertura, cubre los
daños ocasionados a la salud de los ocupantes o al vehículo de un tercero y los
daños que nuestro automóvil y sus ocupantes puedan sufrir.
El seguro de hogar cubre los daños a consecuencia de un fenómeno
natural, robo o incendio, también en función del tipo de póliza y coberturas.
Por último, el seguro de desempleo otorga una protección básica a los
trabajadores asalariados que hayan perdido el empleo incluyendo a varios grupos
vulnerables y discriminados.
Otros tipos de seguros pueden ser las pensiones y planes de previsión.
Cuando entramos en edades avanzadas y dejamos de trabajar debemos seguir
cubriendo nuestras necesidades de alguna forma. Dejamos de trabajar y dejamos
de recibir ingresos por ese concepto. Entonces, los ingresos de las personas
jubiladas se cubren con lo que se denomina pensión.
La pensión es una cantidad de dinero que periódicamente reciben los
trabajadores cuando se retiran por haber contribuido, con su cotización, a las
arcas públicas, ahorrando, una parte de su sueldo, durante todos los años que
estuvieron trabajando. Ese dinero es administrado por instituciones de seguridad
social o por administradoras de fondos para el retiro a través de una cuenta
individual. El ahorro para el retiro de los trabajadores proviene de las
aportaciones que durante años realiza la empresa, el gobierno y el propio
trabajador.
Estas aportaciones son una parte del ahorro para la jubilación, la otra se
puede conformar con un ahorro adicional voluntario que realizaría el trabajador
a lo largo de su vida laboral mediante planes de pensiones privados.
Los administradores de los fondos de las pensiones no solo guardan los
ahorros, sino que también los invierten. Los fondos públicos se invierten
parcialmente, los privados van en función de nuestro perfil inversor y del
producto que finalmente hayamos contratado.
Invertir los fondos de las pensiones persigue incrementar su valor a largo
plazo. Si individualmente ahorramos, de forma voluntaria cantidades adicionales
de forma constante, ya sea en planes de pensiones o en otras formas de ahorro,
tendremos una mejor pensión y nivel de vida en nuestra jubilación.
Recomendaciones sobre seguros
El crédito
Extractos bancarios
Tal vez es uno de los datos que más información facilita. Con el extracto
bancario el analista (y el no analista) puede saber cuánto gastamos y en qué. Con
la evaluación de nuestras pautas de consumo se puede inferir nuestra capacidad
de ahorro y gestión de nuestras finanzas personales.
Una cuenta corriente con saldos negativos, con números rojos, supone
con mucha probabilidad que nos denieguen la solicitud de préstamo; por no
hablar de embargos por impago de multas y demás. Tampoco agradan los
movimientos bancarios que denotan que el cliente se queda a cero antes de
acabar el mes.
Si ya tiene dificultades por llegar a final de mes sin un préstamo, ¿cómo
pretende llegar si le concedemos la financiación? Se intuye el impago y la
impuntualidad.
También se extrae información útil de las domiciliaciones y cargos de
tarjeta. El director que revise los extractos sabrá lo que pagamos de seguros, si
tenemos otros préstamos, si tiramos de tarjeta en demasía, etc.
Tipos de créditos
Tipos de tarjetas y formas de pago
Aunque la mayoría de tarjetas de crédito operan de la forma
anteriormente descrita, existen diferentes fórmulas de pago y de acceder a ese
‘crédito’, lo que hace que también haya distintos tipos de tarjetas de crédito:
– Tarjeta de crédito clásica: son las más más habituales, las Visa, Mastercard o
American Express que cualquier persona tiene en su cartera. El 100% del crédito
se cobra a mes vencido, es decir, todo el dinero prestado se devuelve pasado un
mes (a veces dos) desde el momento de la compra. El capital prestado o
dispuesto durante ese periodo no se ofrece sin intereses siempre que sea capaz de
pagar una vez termina ese periodo de gracia. En caso de que no disponga de
saldo se comenzarán a cobrar intereses como parte del préstamo. Su crédito
oscila normalmente entre los 600 y los 1.200 euros al mes.
– Tarjetas oro y platino: funcionan exactamente igual que las tarjetas de crédito
convencionales, sólo que en este caso la línea de crédito es mucho mayor y
suelen tener aparejados una serie de servicios adicionales. En teoría están
destinadas a los llamados clientes VIP o que hagan un uso muy frecuente de su
tarjeta.
Recomendaciones de crédito
Productos Financieros de Inversión
Renta Variable
Son instrumentos que se caracterizan principalmente por la variabilidad
de la rentabilidad que se va a percibir en el futuro, es decir, la rentabilidad que
percibirá el inversor no está acordada ni prefijada, sino que variará según unos
índices de referencia. Los instrumentos financieros más comunes en este caso
son las acciones de las empresas de una S.A (Sociedad Anónima) donde el
inversor participa en el capital de una empresa a cambio de una rentabilidad
desconocida vía dividendos o variación del valor de la acción. En este caso el
riesgo es mayor, ya que no sabemos qué ocurrirá en el futuro, pero a su vez, la
rentabilidad puede ser mayor o también mucho menor (de ahí el riesgo) que en el
caso de la renta fija.
Renta Fija
Son los instrumentos que son percibidos comúnmente como aquellos con
menor riesgo para el inversor ya que el inversor conoce el tiempo y la
rentabilidad que percibirá tras el mismo. Es decir, un inversor contrata un
depósito a 1 año al 4% de interés.
La rentabilidad es conocida con antelación y no puede variar. Pero existe
un riesgo implícito y es la posibilidad de perder poder adquisitivo (poder de
compra) por la evolución del IPC (Índice de Precios al Consumo) o la
inflación/deflación.
La “trastienda” de la renta fija es más compleja, ya que el inversor de la
renta fija viene a ser un ente que presta dinero a alguien, ese alguien pueden ser
países, administraciones públicas, bancos o empresas privadas. Además del
riesgo implícito mencionado anteriormente existe otro más que varía en función
de la seguridad que nos transmita el emisor del instrumento de renta fija, es
decir, la seguridad del ente al que les estamos prestando nuestro dinero, es el
conocido como, el riesgo de crédito (posibilidad de impago). Para ello, bastaría
con recordar casos como Enron, Lehman Brothers, Argentina, Grecia,…
Derivados
Los instrumentos derivados basan la rentabilidad que percibirá el
inversor en el precio de otro activo de ahí su nombre, ya que su precio viene
derivado de otro producto.
El activo del que depende toma el nombre de activo subyacente, por
ejemplo, el valor de un futuro sobre el petróleo se basa en la evolución del precio
del petróleo. Los subyacentes utilizados pueden ser muy diferentes: acciones,
índices bursátiles, valores de renta fija, tipos de interés, productos agrícolas y
ganaderos, metales, productos energéticos, divisas, tipos de interés, etc. Por lo
tanto, el valor del derivado y la rentabilidad a percibir variará según el precio del
activo subyacente.
Son instrumentos clasificado por la CNMV como complejos, por lo que
la entidad oferente de este producto siempre debe evaluar la conveniencia para el
cliente de tal forma que en el supuesto de que el instrumento no resulte
conveniente para este, la entidad sólo podrá tramitar la operación solicitada si
previamente le advierte de ello ya que requiere de altos conocimientos.
Fondos de Inversión
Estos instrumentos forman parte de un ente superior, conocido como IIC
(Instituciones de Inversión Colectiva), que permiten los agentes económicos
invertir en los mercados de capitales.
Las IIC pueden ser Sociedades de Inversión o Fondos de Inversión, en la
que un conjunto de personas invierte un dinero y luego esta sociedad o fondo lo
reinvierte en otros instrumentos o sectores.
La reinversión de nuestro dinero es gestionada por la Sociedad Gestora
de Instituciones de Inversión Colectiva. Para invertirlo convenientemente, se
rige por un “panfleto” conocido como Folleto de Emisión que preestablece
donde puede y donde no puede invertir nuestro dinero. Así, si en el Folleto de
Emisión dice que sólo puede invertir en Letras del Tesoro, nuestro fondo de
inversión tendrá el dinero invertido en Letras de Tesoro; si dice que invertirá en
bolsa de países emergentes, invertirá en acciones de Brasil, Argentina, Rusia,
India, China, etc. Así, el riesgo de invertir en un fondo de inversión, no es tanto
el del producto en sí, sino el de los activos en los que invierta el fondo.
Estructurados
Son productos que ofrecen al inversor la posibilidad de beneficiarse del
recorrido alcista (o bajista según el tipo de estructura elegida) de los mercados
bursátiles, pero con la garantía de recuperar el 100% (o una parte muy
significativa) de la inversión realizada. Así, el cliente contrata un producto en el
que el emisor le garantiza el valor a vencimiento de los títulos, y una
rentabilidad que, en lugar de estar en función de los tipos de interés, va ligada a
otra variable, normalmente algunas acciones, inflación o Índice Bursátil.
Planes de Pensiones
Es una modalidad de ahorro que permite, pasado un tiempo (jubilación,
fallecimiento, paro de larga duración o enfermedad grave), recuperar el valor de
lo invertido más los rendimientos que haya generado en ese período.
Generalmente, esos ahorros se invierten en un fondo con una serie de
ventajas fiscales (descuentos en impuestos) específicas. Es un instrumento muy
común entre los ciudadanos.
Seguros
Es un instrumento por el cual el asegurado o cliente paga una prima
(cuota) al asegurador a cambio de que éste último cubra un daño o perjuicio en
forma de dinero al darse una de las circunstancias establecidas en el contrato de
seguro (accidente, muerte, robo, etc.). Por lo tanto, al realizar un contrato de
seguro, se intenta obtener una protección económica de bienes o personas que
pudieran en un futuro sufrir daños a cambio de pagar una cuota periódicamente.
Los hemos visto en la clave número cinco. Date cuenta que un seguro es una
inversión.
Divisas
Moneda utilizada en una región o país ajeno a su lugar de origen (la
divisa de EEUU es el Dólar). El valor de una divisa se expresa en términos de
otra, siendo la divisa de referencia por su estabilidad y poder el dólar americano
($).
El valor de las divisas fluctúa entre sí dentro del mercado monetario
mundial. De este modo, podemos establecer distintos tipos de cambio (valor de
una divisa expresado en términos de otra) entre divisas que varían
constantemente en función de diversas variables económicas: IPC, PIB,
estabilidad política, empleo, etc.
Las divisas se negocian en el Forex, o mercado de divisas donde se
compra o vende. Es un instrumento que no sólo sirve para poder comprar y
vender productos o servicios en diferentes regiones del mundo, sino que también
sirven para obtener una rentabilidad por las mismas (comprando cuando su valor
es bajo y vendiendo cuando es alto).
Además de los instrumentos financieros existen otras alternativas de
inversión, pueden ser bienes inmuebles, metales preciosos o la moneda
extranjera. Pero debemos recordar cuáles son las alternativas y las características
de estos.
Los bienes inmuebles tienden a subir de valor, pero también debemos
cuidar que hay ciertos elementos de riesgo en estas inversiones. También hay
que valorar los gastos que llevan asociados y la liquidez de estos inmuebles.
Los metales preciosos generalmente se invierten por su estabilidad,
aunque no todos los momentos históricos son buenos para estos elementos.
La moneda extranjera por otro lado, se invierte con fines de
especulación, es decir, comprar bajo y vender caro.
Seguramente te preguntarás, ¿el riesgo puede eliminarse? No, solo se
puede minimizar por ello existe la diversificación.
Diversificación
Es una estrategia de inversión que administra el riesgo mediante la
difusión del dinero a través de una variedad de inversiones como acciones,
bonos, bienes raíces y alternativas en efectivo.
Existe una filosofía de diversificación muy simple, no poner todos los
huevos en la misma canasta. Luego recuerda, la canasta no solo debe contener
huevos. Es decir, la diversificación en instrumentos de inversión es diversificar
riesgos, plazos e importes.
Recordemos que los dos aspectos más importantes en cualquier inversión
es el retorno y el riesgo, más aún este debe diversificarse.
La teoría de carteras de Harry Markowitz estudia cómo maximizar el
retorno y minimizar el riesgo a través de una adecuada elección de componentes
de una cartera de valores. Esta teoría toma en consideración el retorno esperado
a largo plazo y la volatilidad esperada en el corto plazo.
La volatilidad se trata como un factor de riesgo y la cartera se conforma
en virtud de la tolerancia del riesgo de cada inversor en particular, tras evaluar el
máximo nivel de retorno disponible para el nivel de riesgo escogido.
Para poder integrar una cartera de inversión equilibrada lo más
importante es la diversificación, ya que, de esta forma, se reduce la variación de
los precios. La idea de la cartera es diversificar las inversiones en diferentes
mercados y plazos para así disminuir las fluctuaciones en la rentabilidad total de
la cartera y por lo tanto también el riesgo. Ya que conoces tu perfil de
inversionista y cuáles son los diferentes mecanismos y alternativas de ahorro.
Recomendaciones
Revisa los diferentes instrumentos de inversión, pueden ser bienes
inmuebles, bonos en renta fija, metales preciosos, moneda extranjera o incluso
inversión en bolsa.
Revisa las tasas de interés, el rendimiento, el retorno y plazos. Revisa
todos los instrumentos de inversión a profundidad.
Conoce tu perfil del inversionista, recuerda que puede ser conservador,
moderado o agresivo. Esto te ayudará a conocer la tolerancia al riesgo y
posteriormente cuál es la estrategia para diversificar.
Debes comparar las tarifas y las comisiones de todos los productos.
Recuerda que la avaricia y el miedo son los peores enemigos de las inversiones
sanas. Una inversión es una decisión, no es una apuesta.
Toma decisiones con información concreta, no a base de modas o de
corazonadas. Acércate a un experto o a una institución financiera. Si es posible,
dos opiniones mejor que una. No busques lo que quieres escuchar, intenta buscar
lo que te falta. Intenta ser crítico contigo mismo y con la información que tienes.
Las opciones de inversión que ofrecen altos rendimientos en un plazo
muy corto pueden no ser seguras y ocultar algo, recuerda que no todo lo que
brilla es oro. Si es demasiado bueno para ser verdad tal vez no lo sea. Las
inversiones a largo plazo requieren paciencia para ver los frutos, pero recuerda
que sin retorno no hay riesgo.
No inviertas nunca dinero que necesites para cubrir necesidades básicas.
Debe ser un ahorro.
La primera inversión que has de hacer es en un seguro de vida y de
hogar.
Donde no invertir
Hasta que no te conviertas en un experto financiero y domines totalmente
todos los aspectos relevantes a tener en cuenta en las inversiones, te ruego que
no inviertas en productos en los que haya una parte, por pequeña que sea, que no
conozcas claramente su funcionamiento. Por mucho rendimiento que te
ofrezcan. El rendimiento suele ir de la mano del riesgo, y si no se entiende a la
primera, seguramente es porque se trata de un producto complejo.
Actualmente los productos financieros están clasificados en una escala
del 1 al 6 en función de su complejidad, riesgo, etc. Es lo que se denomina
semáforo financiero. No todos los productos financieros están obligados a
identificarse mediante este sistema. Los seguros, se regirán por una norma
Europea de mayor rango, los fondos de inversión ya tienen un sistema propio de
medición de riesgo, etc. Pregunta siempre.
Los productos, por lo que, a mi entender debes rechazar hasta que no
estés más que familiarizado con ellos, y si efectivamente se adaptan a tu perfil de
inversor, son los siguientes:
CoCos
Es el nombre coloquial como se conocen a los Bonos Contingentes
Convertibles. Según los expertos son las 'nuevas participaciones preferentes'.
Derivados
Se refiere a productos financieros cuyo valor se basa en el precio de otro
activo también denominado subyacente porque no lo tienes en el momento de
compra. Los vehículos de inversión son los CFD, opciones y futuros.
Depósitos estructurados
Producto híbrido, parte renta variable y parte en renta fija, basado en
depósito bancario, pero con una rentabilidad de comportamiento complejo
estructurado en causística tipo apuesta combinada.
¿Qué es la educación financiera?
El cambio que estabas buscando
Recomendaciones consumo responsable
8. Epílogo
“Sólo hay una cosa que hace que un sueño sea imposible de lograr: el miedo al
fracaso”
Paulo Coelho
Gracias.
Facebook
Twitter
LinkenIn
web
Table of Contents
Índice de contenidos
Prólogo
Introducción
1. Objetivos, valoraciones y hábitos
Metas y objetivos
Sistema de valoración interno
Transformación de tus hábitos
2. Control de finanzas
Cálculo de tu precio por hora de trabajo
Cálculo de Patrimonio Neto
Cálculo de Estado mensual de flujo de dinero.
Elaboración de presupuesto mensual
3. Ahorro
¿Dónde pongo mis ahorros?
¿Cuánto debo ahorrar?
¿Cuáles son los primeros objetivos del ahorro?
Eliminar deudas
Fondo de emergencia
¿Cómo creamos el fondo?
4. Elabora tu presupuesto anual
5. El seguro y el crédito
El Seguro
El crédito
Tipos de créditos
6. Invertir
Productos Financieros de Inversión
Renta Variable
Renta Fija
Derivados
Fondos de Inversión
Estructurados
Planes de Pensiones
Seguros
Divisas
Diversificación
Recomendaciones
Donde no invertir
7. Edúcate y fórmate
¿Qué es la educación financiera?
Invertir en ti mismo
El cambio que estabas buscando
Consumo responsable
Recomendaciones consumo responsable
8. Epílogo
9. Sobre el autor