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Universidad de Buenos Aires

Facultad de Filosofía y Letras


Carrera de Letras
Literatura Latinoamericana I-A (cátedra Beatriz Colombi)
Segundo cuatrimestre de 2015

Cartas de Colón
Carta “prólogo” del Diario del primer viaje
Carta a los Reyes anunciado el descubrimiento
Carta a Luis de Santángel anunciando el descubrimiento
Manuscrito de Bartolomé de la C
margen referido al 11 ds asas con anotaciones al
e octubre de 1492
DIARIO DEL PRIMER VIAJE
A LAS INDIAS 1

Recordemos que no se cuenta con autógrafo alguno de Colón,


puesto que las últimas noticias que se tienen tanto del original
como de la copia encargada por la reina Isabel datan del siglo XVI.
Lo que se conoce como Diario del Primer Viaje es el sumario que
fray Bartolomé de Las Casas produjo alrededor de 1552, cuando
tuvo acceso al autógrafo colombino, hipotexto tanto de su
Brevísima relación... como de su Historia de las Indias. (Para
precisiones respecto de las distintas ediciones del Diario y de los
trabajos contemporáneos más confiables véase Introducción.)
Éste es el Primer Viaje y las derrotas y camino que hizo
el almirante don Cristóbal Colón cuando descubrió las
Indias, 2 puesto sumariamente, sin el prólogo que hizo a los
Reyes que va a la letra y comienza de esta manera: In
Nomine Domini Nostri Jesu Christi. 3

2 La historiografía acerca del primer viaje colombino coincide en lo


arduas, lentas y trabajosas que fueron las negociaciones del
Almirante, primero con la Corona de Portugal y luego con la
Corona española. De hecho, las negociaciones con Isabel y
Femando tuvieron innúmeros vaivenes y se extendieron durante
siete años hasta la firma de las Capitulaciones, el 17 de febrero de
1492 en Granada. (Al respecto, véase Infra, nota 12). Un personaje
central en la concreción final de esta empresa, avalada por la
Corona española, fue Luis de Santángel, a quien Colón dirige la
primera carta que anuncia el Descubrimiento (véase más adelante,
en esta misma edición).
3 Este acápite, que no pertenece a Colón sino a Bartolomé de Las
Casas, muestra ya desde el principio la naturaleza del texto con el
que contamos: una copia sumaria realizada por el fraile dominico
de una copia del original del navegante, también perdida. De allí
las numerosas interpolaciones, los comentarios del copista-
narrador, los pasajes en discurso referido directo, así como la alter-
nancia entre la primera persona y la tercera y demás marcas de
distintos enunciadores que presenta el Diario en toda su extensión.
Respecto de la fiabilidad de esta versión lascasiana, las perspec-
tivas son encontradas. Consuelo Varela (principal editora de las
ediciones contemporáneas más confiables) señala intervenciones
varias de Las Casas, pero lo considera un copista relativamente
fiel. Margarita Zamora (una de las más destacadas especialistas,
autora del fundamental Reading Columbus), en cambio, considera
que este diario es directamente una reescritura de Las Casas, atra-
vesada por las polémicas en que el fraile estaba inmerso al
momento de producir este sumario. De allí que afirme: "la natura-
leza misma del sumario, con sus interpolaciones aclaratorias,
92 CRISTÓBAL COLÓN DIARIO, CARTAS Y RELACIONES 93

Porque, cristianísimos y muy altos y muy excelentes príncipe que es llamado Gran Can (que quiere decir en
y muy poderosos príncipes, Rey y Reina de las Españas 4 nuestro romance Rey de los Reyes), 8 como muchas
y de las islas de la mar, Nuestros Señores,5 este presente veces él y sus antecesores habían enviado a Roma a
año de 1492, después de Vuestras Altezas haber dado fin pedir doctores en nuestra santa fe porque le enseñasen
a la guerra de los moros que reinaban en Europa, y en ella y que nunca el Santo Padre le había proveído y
haber acabado la guerra en la muy grande ciudad de se perdían tantos pueblos creyendo en idolatrías o reci-
Granada, adonde este presente año, a 2 días del mes de biendo en sí sectas de perdición, Vuestras Altezas, como
enero por fuerza de armas vi poner las banderas reales católicos cristianos y Príncipes amadores de la santa fe
de Vuestras Altezas en las torres de la Alhambra, que es cristiana y acrecentadores de ella y enemigos de la secta
la fortaleza de la dicha ciudad, y vi salir al rey moro a de Mahoma y de todas idolatrías y herejías, pensaron de
las puertas de la ciudad y besar las reales manos de enviarme a mí, Cristóbal Colón, a las dichas partidas de
Vuestras Altezas y del Príncipe Mi señor, 6 y luego en India para ver los dichos príncipes, y los pueblos y
aquel presente mes, por la información que yo había tierras y la disposición de ellas y de todo y la manera
dado a Vuestras Altezas de las tierras de India7 y de un que se pudiera tener para la conversión de ellas a nuestra
santa fe; 9 y ordenaron que yo no fuese por tierra al
comentarios en los márgenes, tachaduras y descuidos sugiere una
transcripción rápida, utilitaria, selectiva y empapada en las aguas
ideológicas en las que Las Casas se hallaba inmerso en aquella se encontraba más allá del Este del mundo musulmán (Nowel,
época" (1989: 27). Charles, 1954; citado en Washburn, 1962). Resulta interesante
4 El plural Españas remite a un uso medieval del término, que deriva mencionar que, luego de la conquista y colonización, el término
fonéticamente de Hispania. "India" se asocia a enormes riquezas; así lo especifica el
5 La apertura del Diario posee la estructura clásica de una epístola Diccionario de Autoridades: "Abundancia y copia de riquezas y
-una salutatio seguida de un exordium dirigido por la captatio preciosidades. Dícese por semejanza a los Reinos de Indias, donde
benevolentiae-, aunque algunos especialistas la consideran direc- se hallan minas de oro y plata" (1734: 250-2). Para el uso plural,
tamente una introducción (González Quintana, 1992). Cumple "Indias", véase "Carta a Luis de Santángel" en esta edición.
también la función de una dedicatoria y una interpelación a los 8 Esta primera referencia al Gran Kan, rey mencionado en los Viajes
Reyes, muestra una de las características del discurso dirigido a las de Marco Polo, pone en evidencia la mirada con que se conciben
autoridades: el uso de una retórica específica que subraya la subor- las tierras que se espera encontrar, en el marco de un imaginario
dinación del enunciador y la jerarquía de los destinatarios; cierta medieval vinculado con la retórica del relato de viaje y la perspec-
adjetivación cristalizada en los modos de referirse a la autoridad. tiva providencialista. Desde el comienzo entonces, el Diario prefi-
Estas modulaciones del discurso son, además, su condición de gura un espacio y un gran señor (rey de los reyes) como leitmotiv
posibilidad. de la expedición, centro organizador del itinerario y también de la
6 Se hace referencia a la expulsión de los moros de España en 1492, trama
el otro acontecimiento fundamental de ese año, que sella el peso y 9 La interpelación a los Reyes se organiza aquí en dos dimensiones:
el poderío de la alianza entre las coronas de Castilla y Aragón y una, política, remite a las tensiones con otras Coronas; otra, reli-
abre las puertas para la conformación y consolidación del Imperio giosa y providencialista, que desde el comienzo de la expedición
Español a manos de Carlos I Ouego, Carlos V). inaugura la centralidad de la justificación evangelizadora y de la
7 En la época (y en el Medioevo), el sintagma "India", en singular, figura del Almirante como principal artífice. Sin embargo, es de
remitía a un espacio geográfico poco específico; designaba lo que notar que, entre los pedidos de los Reyes a Colón presentes en las
94 CRISTÓBAL COLÓN DIARIO, CARTAS Y RELACIONES 95

Oriente, por donde se acostumbra de andar, salvo por el mayor y así de grado en grado para siempre jamás. 12 Y
camino de Occidente, por donde hasta hoy no sabemos partí yo de la ciudad de Granada 13 a 12 días del mes de
por cierta fe que haya pasado nadie. 10 Así que, después mayo del mesmo año de 1492, en sábado. Vine a la villa
de haber echado fuera todos los judíos de todos vuestros de Palos, que es puerto de mar, adonde armé yo tres
reinos y señoríos, en el mismo mes de enero mandaron navíos muy aptos para semejante hecho, y partí del
Vuestras Altezas a mí que con armada suficiente me dicho puerto muy abastecido de muy muchos manteni-
fuese a las dichas partidas de India; 11 y para ello me mientos y de mucha gente de la mar, a 3 días del mes de
hicieron grandes mercedes y me ennoblecieron que agosto del dicho año en un viernes, antes de la salida del
dende en adelante yo me llamase Don y fuese Almirante sol con media hora, 14 y llevé el camino de las islas de
Mayor de la mar Océana e Visorrey y Gobernador Canaria de Vuestras Altezas, que son en la dicha mar
perpetuo de todas las islas y tierra firme que yo descu- Océana, para de allí tomar mi derrota y navegar tanto
briese y ganase y de aquí adelante se descubriesen y que yo llegase a las Indias, 15 y dar la embajada de
ganasen en la mar Océano, y así sucediese mi hijo Vuestras Altezas a aquellos príncipes y cumplir lo que
así me habían mandado; y para esto pensé de escribir
todo este viaje muy puntualmente de día en día todo lo
que hiciese y viese y pasase, como adelante se verá. 16
Capitulaciones de Santa Fe, no hay ninguna mención al propósito
de evangelización. De hecho, no viajaban frailes en este primer
viaje y los primeros bautismos de nativos ocurrieron tan sólo a 12 El Almirante hace alusión al acuerdo con los Reyes Católicos
partir de 1496. Para Margarita Zamora (1993:30), esta reescritura conocido como las Capitulaciones de Santa Fe, que se firmó el
de las Capitulaciones en el Diario responde al deseo colombino de mismo año del viaje, el 30 de abril. Allí, en efecto, se le otorga a
situar su propia empresa entre los altos fines del Plan Providencial Colón el título de Almirante de la Mar Océana, el título de Vrrrey
Divino. y Gobernador (hereditario) y otras mercedes vinculadas con el
10 Se explicita aquí (como se reiterará en numerosas ocasiones en diezmo y el derecho comercial. Este documento fue uno de los más
este mismo diario) que el objetivo colombino es llegar a Oriente controversiales en la época y, posteriormente, una vez avanzadas
por una ruta nunca antes explorada. El narrador pone así en escena las expediciones hacia el Nuevo Mundo, fue centro de numerosos
la novedad de la ruta propuesta, desconocida hasta el momento y litigios para el Almirante y sus descendientes.
que se sigue utilizando hoy en día, aunque, claro, no conduce a 13 Nota al margen de Las Casas: "Cuando salió despachado de la
Asia sino a América. ciudad de Granada el Almirante Colón para ir a descubrir las
11 Se refiere a la expulsión de los judíos de España, estipulada por Indias".
decreto real (el famoso Edicto de Expulsión) el 31 de marzo de 14 Nota al margen de Las Casas: "Cuando partió el Almirante del
1492. Aunque, en verdad, la persecución había comenzado mucho puerto de Palos para su descubrimiento."
antes (en especial a partir de la creación del tribunal de la Santa 15 Según Varela y Fradejas, aquí "Colón pretende dejar claro que es
Inquisición en 1480, durante el reinado de Isabel). Es en este el autor de la ruta que descubrió el Nuevo Mundo, sin seguir la
momento que se concreta por medio de una disposición que los tradición de Palos" (2006: 16).
obligaba a la conversión o bien a abandonar definitivamente 16 El enunciador pone de manifiesto el carácter central de su escrito,
España "sin poder retomar jamás, bajo pena de muerte. El decreto que excede el cuaderno de bitácora de todo navegante y se perfila
les concedía un plazo de tres meses para liquidar sus asuntos, ya desde el comienzo como una relación construida desde la pers-
vender sus bienes y partir a otros países" (Bemand y Gruzinski, pectiva del testigo de vista, tanto en su forma descriptiva y narra-
1996: 73). tiva como en el carácter de informe obligado a las autoridades.
96 CRISTÓBAL COLÓN DIARIO, CARTAS Y RELACIONES 97

También, Señores Príncipes, allende de escribir cada Viernes 3 de agosto. 18 - Partimos 19 viernes 3 días de
noche lo que el día pasare, y el día lo que la noche nave- agosto de 1492 años de la barra de Saltes a las ocho horas.
gare, tengo propósito de hacer carta nueva de navegar, Anduvimos con fuerte virazón20 hasta el poner del sol
en la cual situaré toda la mar y tierras del mar Océano hacia el Sur sesenta millas, que son quince leguas; después
en sus propios lugares debajo su viento, y más, al Sudoeste y al Sur cuarta del Suroeste, que era el camino
componer un libro y poner todo por el semejante por para las Canarias.
pintura, 17 por latitud del equinocial y longitud del
Sábado 4 de agosto.- Anduvieron al Sudoeste cuarta
Occidente; y sobre todo cumple mucho que yo olvide el
del Sur. 21
sueño y tiente mucho el navegar, porque así cumple, las
cuales serán gran trabajo. Domingo 5 de agosto.- Anduvieron su vía entre día y
noche más de cuarenta leguas.

18 Aquí se inicia efectivamente el relato del viaje con la partida del


Puerto de Palos el 3 de agosto de 1492. (Recordemos que la partida
es uno de los espacios liminares fundamentales de todo viaje,
como se despliega en la Introducción). Según los estudiosos de los
viajes colombinos, esta primera expedición contaba con tres naves
(dos carabelas, la Niña y la Pinta, y una nao, la Santa María) y
noventa hombres en la tripulación, "cuarenta en la Santa María y
unos veinticinco en cada uno de los barcos más pequeños" (Varela,
17 Ésta es también una de las obligaciones del navegante, que debe 1996: 12). La mayoría de ellos era española (andaluces en mayor
anotar todo lo recorrido y dar cuenta a los Reyes de la nueva ruta. medida y una minoría de vascos y gallegos), y sólo había unos
No obstante, recordemos que, una vez regresado de su primera pocos extranjeros: un portugués, un genovés, un veneciano y un
expedición, Colón retacea la información, las cartas de marear, los negro, de origen no identificado. La historia acerca de que la
mapas, los datos puntuales sobre las rutas y otras especificaciones primera tripulación colombina estaba compuesta mayormente por
solicitadas por los mismos reyes. De hecho, como explica reos y delincuentes es tan sólo eso: una leyenda; en cambio, "sólo
Consuelo Varela "mantuvo Colón esta actitud todo el tiempo que cuatro marineros eran presos redimidos" (Varela, 1996: 12). Sin
le fue posible, y todavía en agosto de 1494 recibía en la Isabela una embargo, en este primer viaje no participaron ni mujeres ni reli-
carta de los Reyes en la que le recordaban, una vez más, que debía giosos.
escribirles especificando cuántas islas había hallado, a cuántas 19 A pesar de que no hay marcas de editor aquí, el uso de la primera
había puesto nombre, cómo las denominaban los indios y las persona del plural parece indicar la cita directa del texto colom-
distancias entre ellas. Hasta bien entrado el año no especificó bino.
cuanto los reyes querían saber" (2006). Sin embargo, los especia- 2º El término, vinculado con el discurso náutico, remite a la alter-
listas coinciden en que Colón entregó a los Reyes el Diario del nancia de vientos de mar y de tierra, y también al cambio repen-
Primer Viaje en 1493; éstos le enviaron una copia del Diario antes tino de vientos.
de su segundo viaje. El original quedó en poder de los reyes; el 21 Aquí, en cambio, se perfila ya el trabajo del editor, que incluye su
texto que consultaron tanto Fernando Colón como Bartolomé de referencia en tercera persona del plural y da buena muestra de la
Las Casas parece haber sido ya una copia; de ello se queja también confección de un sumario, que aquí se limita a indicar el rumbo de
el fraile, como se verá más adelante. la expedición.
a,.aletter&clelliColeclteh& trou.ato IW.OU&mentcíl R.e cW¡,agna.

Ilustración de la carta anunciando el Descubrimiento publicada


en Aorencia, Italia (1493)
CARTA A LOS REYES
ANUNCIANDO
EL DESCUBRIMIENTO 1

Esta carta se dio a conocer tan sólo en 1985 y pertenece al grupo


de textos que se conoce corno Libro copiador de Cristóbal Colón:
son nueve copias de manuscritos colombinos probablemente del
último tercio del siglo XVI. El libro completo apareció en una
librería de Tarragona en 1985, en 1987 fue comprado por el Estado
español y publicado por primera vez en facsímil en 1989 por
Antonio Rurneu de Armas. Esta carta a los Reyes Católicos es el
primer documento del libro. Desconocernos si fue leída efectiva-
mente por los monarcas en 1493, pues no aparece entre los docu-
mentos oficiales de aquella época. Tampoco se ha comprobado si
fue escrita junto con la Carta a Luis de Santángel ni si fue enviada
a España junto con ésta el rnisrno día en que la armada de Colón
arribó a Lisboa.
Mar de España, 4 de marzo de 1493

Cristianísimos y muy altos y muy poderosos príncipes:

Aquel eterno Dios que ha dado tantas victorias a V. AL,


ahora les dio la más alta que hasta hoy ha dado a príncipes.
Yo vengo de las Indias con la armada que V. Al. me dieron,
adonde yo pasé en treinta y tres días después que yo partí
de vuestros reinos; e los catorce de estos treinta y tres
fueron calmerías en que anduve muy poco camino. Hallé
gente sin número y muy muchas islas, de las cuales tomé
posesión en nombre de V. AL, con pregón real e bandera
real de V. Al. extendida; y no fue contradicho. 2 A la
primera, puse nombre la isla de Sant Salvador3 a memoria
de su Alta Majestad; a la segunda, de Santa María de
Concepción; a la tercera, Femandina; a la cuarta, la
Isabela; a la quinta, la Juana, y a las otras así nombre

2 Este inicio alude (en este párrafo y en el último) al providencia-


lismo que beneficia a esta empresa de descubrimiento -lo que
otorga un tono victorioso a la relación-, a los treinta y tres días que
le llevó el viaje hasta llegar a las Indias, el haber encontrado allí a
mucha gente y la toma de posesión de la tierra. Sobre el ritual cere-
monial y pregón para la toma de posesión de las tierras descu-
biertas véase la nota 6 de la Carta a Luis de Santángel y la nota 85
del Diario del Primer Viaje.
3 En esta carta, Colón no menciona el nombre nativo de la isla:
"Guanahanf'. En la carta a Luis de Santángel, alude a este nombre
inmediatamente después de "San Salvador". En el Diario del
Primer Viaje, en cambio, llama "Guanahaní'' a la isla a su llegada
del 12 de octubre y sólo a partir del 15 de octubre comenta que la
llamó "San Salvador".
300 CRISTÓBAL COLÓN DIARIO, CARTAS Y RELACIONES 301

nuevo. Después que yo llegué a la Juana, seguí la costa de vine en un muy buen puerto, del cual envié dos hombres
ella al poniente y la hallé tan grande, que yo pensé que no la tierra adentro tres jornadas, con uno de los mismos
sería isla salvo tierra firme y que sería la provincia del indios que yo traía, el cual había tomado amistad
Catayo4, ni podría haber de ello noticias, porque en todo conmigo 8, porque viesen y supiesen si había ciudades o
cabo donde yo llegaba huía la gente y no podía haber grandes poblaciones, y qué tierra era y qué había en ella.
habla. Y porque no podía haber hallado población notable, Hallaron muchas poblaciones y gentes sin número, mas no
creía que, andando por costa, no podría errar de hallar
alguna villa o gran ciudad, así como cuentan aquellos que
han estado por tierra en la dicha provincia. Y después que
seguí mucho esta tierra, hallé que yo dejaba el poniente y
me llevaba al septentrión, 5 y hallé el viento que de allá
venía, con el cual no quise porfiar hasta que pasase y
viniese otro, porque ya era el invierno encamado, y no
alguna duda ó sabiduría dello tuviesen que les rogaba que lo
tenía el propósito sino de huir de él al austro. 6 Y así tomé dijesen, porque luego les quitaría la duda, y les haría ver que esto
la vuelta atrás en este medio. Ya entendía algo de la habla es cierto y qués la tierra firme. [ ... ]todo así como el dicho Señor
y señas de unos indios que yo había tomado en la isla de Almirante a mí había requerido yo requerí a ellos, y les puse pena
Sant Salvador, y entendía que todavía era ésta isla. 7 Y así de diez mil maravedís por cada vez que lo que dijere cada uno que
después en ningún tiempo el contrario dijese de lo que agora diría,
e cortada la lengua" (Fernández de Navarrete, 1825: 145). Para
Tzvetan Todorov (1999), el modo en que se busca la tierra firme
representa otro ejemplo asombroso, como la búsqueda de oro y del
4 Catay: China. Véase la nota 11 de la Carta a Luis de Santángel. Paraíso Terrenal, del comportamiento de Colón.
5 Al Norte. 8 Quizás se refiera a Diego Colón, indio tomado en San Salvador el
6 Al Sur. mismo día del descubrimiento y desembarco en la isla, y al que el
7 La cuestión acerca de si Cuba era para estos hombres una isla o Almirante bautizó con el nombre de su propio hijo. Gonzalo
tierra firme continental constituye una verdadera polémica entre Fernández de Oviedo se refiere a él: "E como el Almirante volvía
las representaciones colombinas de esta tierra. En su segundo consigo algunos de los indios que había llevado a España, entre
viaje, se convence de que es la región de Catay, una parte de Asia, ellos uno que se llamaba Diego Colom, e había mejor que los otros
y, por esto, decide eliminar toda información que tienda a probar aprendido, e hablaba ya medianamente la lengua nuestra, por su
lo contrario. Más aún, hacia el final de esta travesía, el Almirante interpretación, el Almirante fué muy enteramente informado de
renuncia a verificar empíricamente si Cuba es o no una isla y muchos indios y del propio rey Goacanagarí de cómo había pasado
ordena, a su tripulación, hacer juramento de que Cuba es tierra lo que es dicho, mostrando este cacique mucho pesar dello" (1959:
firme. Así lo atestigua el 14 de enero de 1495 el escribano de 46-47). Este indio -joven de doce a quince años-, único sobrevi-
cámara de los Reyes Católicos, Diego de Peñalosa: "requirió a mí viente de los indios tomados en el primer viaje, sirvió de lengua a
el dicho Escribano el dicho Señor Almirante[ ... ] que yo personal- Cristóbal Colón especialmente en su segundo viaje. Viajó dos
mente con buenos testigos fuese á cada una de las dichas tres cara- veces a España y regresó a las Antilla en dos ocasiones más. Se lo
belas é requiriese al Maestre é compaña, é toda otra gente que en casó con la hermana --Cora- de Guarionex, uno de los caciques de
ellas son públicamente, que dijesen si tenian duda alguna que esta la Española, donde vivió aproximadamente hasta 1514, bastante
tierra no fuese la tierra firme al comienzo de las Indias y sin á bien vinculado con los hombres españoles de poder llegados a la
quien en estas partes quisiere venir de España por tierra; é que si isla.
302 CRISTÓBAL COLÓN DIARIO, CARTAS Y RELACIONES 303

cosa de gran regimiento, y así se volvieron. 9 Yo partí y mucho oro de una isla de la cual había dado nuevas un
tomé, en el dicho puerto, ciertos indios, porque también yo indio, que con él yo *** después hacer lo que bien viniese.
pudiese de ellos entender o comprender de las dichas La mar es la más dulce para navegar que hay en el
tierras. Y así seguí la costa de la mar de esta isla al Oriente mundo y con menos peligros para nao y navío de toda
ciento y siete leguas hasta donde hacía fin. Y antes que yo suerte, mas para descubrir, las carabelas pequeñas son
de ella partiese, yo vi otra isla al Oriente, distante de esta mejores, 13 porque andando junto con tierra y con ríos a
diez y ocho leguas, a la cual luego llamé la Española. Y me menester, para descubrir mucho, que demanden poco
fue luego a ella y seguí su costa de la parte del septentrión, fondo y se ayuden de remos. Ni hay jamás tormenta, 14 que
así como de la Juana, siempre recta línea al Oriente ciento
y ochenta y ocho leguas bien grandes. Y surgí en muy
muchos puertos, en los cuales y en todos los otros de las
viaje a las Indias. Durante esos días, Colón formula duras quejas y
otras islas puse una grandísima cruz en el lugar más
acusaciones contra Martín Alonso (véase el Diario del Primer
idóneo, y hube en muchos lugares lenguas. 10 Hasta que yo Viaje en esta edición). Pinzón llegó antes que Colón a la Isla
anduve así hasta diez y seis días de enero, que yo deter- Española y se cree que alcanzó las islas Gran !nagua en las
miné de volver a V. AL, así por haber ya hallado lo más de Bahamas y también Puerto Rico. Véase la entrada del 6 de enero
lo que yo deseaba, como porque ya no tenía salvo una del Diario del Primer Viaje: "Después que Martín Alonso fue a la
isla Baneque dice que no halló nada de oro, y se vino a la costa de
carabela, que la nao que yo llevé había dejado con la gente
la Española, que los indios llamaban Bohío, mucha cantidad de oro
en la villa de la Navidad de V. Al., fortaleciéndose en ella, y muchas minas, y por esta causa llegó cerca de la villa de la
como después diré; y la otra carabela, uno de Palos,11 a Navidad, obra de 15 leguas, y había entonces más de veinte días".
quien yo había dado cargo de ella esperando buen servicio, El 6 de enero, ambos capitanes se reencuentran y deciden unirse de
se me había ido con ella, 12 con pensamiento de tomar nuevo para retomar a España. El barco de Pinzón se volvió a
separar en esta travesía a causa de una tormenta y llegó al puerto
de Bayona, en España, antes de que Colón arribara a Lisboa. La
rápida muerte de Martín Alonso a su regreso a España restó posi-
9 Colón había enviado a Rodrigo de Jerez y a Luis de Torres a bilidades a la gloria de su nombre. Murió, según Las Casas, en
explorar la tierra de Cuba. A su regreso, relatan no haber hallado Palos de la Frontera el 31 marzo de 1493.
"cosa de gran regimiento", es decir, de organización o de gobierno. 13 A pesar de que la carabela es una nave liviana y ligera, al final de
Compárese con el relato del 6 de noviembre de 1492 del Diario del esta carta, Colón reclama a los Reyes carabelas aún más pequeñas
Primer Viaje. En él, no se menciona esta "falta" de los indios. para las próximas expediciones a las Indias.
lO Lengua: el término se tomaba por "intérpretes" o ''traductores". 14 En el Diario del Primer Viaje, se evidencia claramente cómo la
11 Se trata de Martín Alonso Pinzón. armada de Colón lleva muy mal tiempo hasta entrar en el Mar de
12 Esta referencia a "uno de Palos, a quien yo había dado cargo de los Sargazos, región del Océano Atlántico más próxima al Caribe
ella esperando buen servicio" no aparece en la Carta a Luis de que a la península Ibérica. La entrada del domingo 16 de
Santángel. En efecto, Martín Alonso Pinzón, quien había reñido septiembre del Diario relata: "Dice aquí el Almirante que hoy y
con Colón, se había alejado de la armada con la carabela Pinta el siempre de allí adelante hallaron aires temperatíssimos, que era
21 de noviembre de 1492, cuando navegaban la costa de Cuba. placer grande el gusto de las mañanas, que no faltaba sino oír
Comenzó a buscar, por su cuenta, el oro del que habían encontrado ruiseñores". La temperancia del clima y del paisaje es, además, un
tantos indicios. Su separación de la armada colombina duró indicio de aproximación a espacios de perfección idealizada: por
cuarenta y cinco días, la mitad de toda la exploración del primer sus riquezas y calidad moral de sus habitantes. Estas circunstancias
304 CRISTÓBAL COLÓN DIARIO, CARTAS Y RELACIONES 305

veo en todo cabo adonde e estado la hierba y los árboles cobijan. No tienen hierro ni armas, salvo unas cimas 18 de
hasta dentro de la mar. cañas en que ponen al cabo un palillo delgado agudo; todo
Allende de las sobredichas islas he hallado otras en las lo que labran es con piedras. Y no he podido entender que
Indias, de que no curo de decir en la presente carta. Las alguno tengan bienes propios, porque algunos días que yo
cuales con estas otras son en tanta fertilidad que, aunque estuve con este Rey 19 en la villa de la Navidad vi que todo
yo lo supiese decir, no era maravilla ponerse duda en la el pueblo, y en especial las mujeres, le traían los "ajís",2º
creencia. Los aires temperatísimos, los árboles y frutos y que es su vianda que comen, y él los mandaba distribuir:
hierbas son en extrema hermosura y muy diversos de los muy singular mantenimiento. 21
nuestros. Los ríos son tantos y tan extremos en bondad 15 En ninguna parte de estas islas he conocido en la gente
de los de las partidas de cristianos, que es maravilla. 16 de ellas secta ni idolatría ni mucha diversidad en lengua de
Todas estas islas son populatísimas de la mejor gente sin
mal ni engaño que haya debajo del cielo. Todos, así
mujeres como hombres, andan desnudos 17 como sus
madres los parió, aunque algunas mujeres traen alguna
cosita de algodón o una forja de hierba, con que se
18 Cimas: se llama así a la parte más elevada de los árboles.
19 Se refiere a Guacanagarix -o Goacanagarí-, que ayudó al
Almirante y a sus hombres cuando encalló la carabela Santa María
en la actual balúa del Caracol y luego, en este mismo lugar, con la
se suceden de manera contraria en su relación del Cuarto Viaje fundación del fuerte de la Navidad. En la entrada del 25 de
(véase también en esta edición). El cambio abrupto de clima diciembre del Diario del Primer Viaje, se relata que, en cuanto el
sereno ("hasta allí truje el tiempo a pedir por la boca") a tormen- cacique supo del naufragio de los españoles: "dicen que lloró, y
toso ("esa noche que allí entré fue con tormenta grande y me persi- envió toda su gente de la villa con canoas muy grandes y muchas
guió después siempre") inicia textualmente el "discurso del a descargar todo lo de la nao. Y así se hizo y se descargó todo lo
fracaso". de las cubiertas en muy breve espacio: tanto fue el grande avia-
15 Sobre la caracterización del paisaje americano como locus miento y diligencia que aquel rey dio. Y él con su persona, con
amoenus, véanse las notas 37, 55 y 117 del Diario del Primer hermanos y parientes, estaban poniendo diligencia así en la nao
Viaje. Ante la ausencia de fauna en las islas antillanas, Colón no como en la guarda de lo que se sacaba a tierra, para que todo estu-
dejará de insistir en el verdor y la hermosura de la vegetación. A viese a muy buen recaudo. De cuando en cuando enviaba uno de
diferencia de la Carta a Luis de Santángel, pero semejante al sus parientes al Almirante llorando a lo consolar, diciendo que no
Diario del Primer Viaje, esta Carta a los Reyes atribuye la condi- recibiese pena ni enojo, que él le daría cuanto tuviese".
ción ich1ica y paradisíaca del paisaje a todas las islas antillanas 20 Ají: "pimiento" en España, se lo conocía como "ají'' en el Caribe,
descubiertas y no exclusivamente a la Española. nombre que luego se extendió a Panamá y Venezuela y a cuantas
16 Sobre lo maravilloso, véase la Introducción y la nota 127 del variedades en la Argentina.
Diario del Primer Viaje. En la mirabilla prima el criterio de lo 21 El tópico de la comunidad de bienes de la Edad de Oro retrataba
"curioso" en el que se aúnan, para ser achnirados, el exotismo de una sociedad cuya tierra solía producir frutos abundantemente sin
animales y plantas, a veces las grandes dimensiones o la abun- trabajo, los hombres vivían sin problemas en medio de una paz
dancia y el atributo de belleza (véase Jacques Le Goff, 1984). agradable y lo que era ganado con el trabajo de todos debía ser
17 Sobre la condición de desnudez de los indios, véase la nota 26 de repartido entre todos de manera equitativa, como si fuesen
la Carta a Luis de Santángel. "hermanos" y sin jerarquías entre ellos.
306 CRISTÓBAL COLÓN DIARIO, CARTAS Y RELACIONES 307

unos a otros, salvo que todos se entienden. 22 Conocí que Estas islas son todas muy llanas y tierra muy baja,
conocen que en el cielo están todas las fuerzas, y general- salvo la Juana y la Española: estas dos son tierras muy
mente, en cuantas tierras yo haya andado, creyeron y creen altas, y en ellas hay sierras y montañas altísimas sin
que yo con estos navíos y gente venía del cielo, y con este comparación de la isla de Tenerife. Son las montañas todas
acatamiento me recibían. Y hoy en el día están en el de mil25 hechuras y todas hermosísimas y fertilísimas y
mismo propósito, ni se han quitado de ello, por mucha andables y llenas de árboles; parecen que llegan al cielo. 26
conversación que hayan tenido con ellos; y luego, en Y la una y la otra de estas dichas islas son muy grandes 27
llegando a cualquier población, los hombres y mujeres y que, como dicho tengo, yo anduve por la línea recta ciento
niños andan dando voces por las casas: "Venid, venid a ver y siete leguas por la Juana, y me quedaban dos provincias
la gente del cielo". 23 Cuanto tienen y tenían daban por por andar de la parte de noroeste, en que, según pude
cualquier cosa que por ello se le diese, hasta tomar un comprender de estos indios, que de largo no puede haber
pedazo de vidrio o de escudilla rota o cosa semejante, menos de cincuenta a sesenta leguas, así que*** por argu-
quiera fuese oro quiera fuese otra cosa de cualquier valor. mento es muy mayor que Inglaterra y Escocia juntas. Esta
Por los cabos de las agujetas de cuero hubo un marinero otra Española es mayor en cerco que toda la España, la
más de dos castellanos y medio. 24 Y de estas cosas hay que, como dije arriba, anduve por la línea recta de
diez mil de contar. poniente a oriente ciento y ochenta y ocho grandes leguas
que en ella hay en aquella cuadra. La Juana es de muchos
ríos, y en ella hay grandes montañas y grandísimos valles
y vegas y campos, y toda llena de árboles y palmas gran-
dísimas y de mil maneras a maravilla. La Española en todo
22 Véase la nota 38 de la Carta a Luis de Santángel sobre las etnias tiene ventaja: los árboles no son tan altos ni de la misma
que habitaban las Antillas y el interés que su lengua común calidad, salvo muy fructíferos y espaciosos; y deleitables
(arahuaca o arawak) despertó en Cristóbal Colón.
23 Es probable que los indios de las Antillas hayan considerado de
tierras para todas cosas y para sembrar y plantar y crianza
esta manera a los españoles. Sin embargo, esta primera represen- de ganados, de que en ninguna isla he visto de ninguna
tación de la relación diferenciada entre unos y otros es interesante especie. Tiene esta isla los aires a maravilla templados, y
y tendrá una larga trascendencia para el imaginario americano. las vegas y campiñas a maravilla y sin comparación de las
Sobre la supuesta admiración que los españoles despiertan en los de Castilla, y eso mismo los ríos han grandes y buenas
indios según el relato de Colón y sobre las imágenes de unos y
otros en el encuentro, véanse la Introducción y la nota 34 de la
Carta a Luis de Santángel.
24 Sobre el trueque o "rescate", véanse las notas 89 y 90 del Diario
del Primer Viaje y la nota 33 de la Carta a Luis de Santángel. En
esta carta dirigida al escribano del Rey, Colón refiere su indigna- 25 Sobre la referencia a grandes cantidades, "miles", en los relatos de
ción ante los episodios de trueque injustos (véase en esta edición). viaje, véase la nota 129 del Diario del Primer Viaje.
Éste es uno de los motivos de los que se toma Margarita Zamora 26 Véase, en esta edición, la nota 20 de la Carta a Luis de Santángel
(1993) para fundamentar la hipótesis de que la carta al escribano sobre la hipérbole paradisíaca y el gigantismo en la naturaleza.
se trataría de una versión "editada" de esta Carta a los Reyes, 27 Sobre la uniformidad en la representación colombina del paisaje,
escrita quizá con anterioridad. véase la nota 39 de la Carta a Luis de Santángel.
308 CRISTÓBAL COLÓN DIARIO, CARTAS Y RELACIONES 309

aguas, y los más traen oro. 28 Los puertos de la mar son traía, de que bien temeroso estaba yo antes que de Castilla
tantos y tan buenos que no lo creerán salvo por vista. En partiese. Bien quisiera llevar pequeñas carabelas, mas
éstas ni en otras islas no me he detenido por muchos como era éste el primer viaje y la gente que llevaba era
respectos, como ya encima dije, en especial porque acertó temerosa de hallar la mar brava y dudosos del viaje, y
de ser invierno cuando yo corría estas costas, la cuales no había ya habido tantas contrariedades y se atrevía quien-
daban lugar para que yo pudiese ir al austro, 29 porque quiera a contradecir este camino y poner en ello mil peli-
estaba en la parte del septentrión30 de ellas y los vientos gros, sin alguna razón que a ello pudiesen dar, me hicieron
siempre fueron casi este tiempo levantes,31 que eran negar mi voluntad y hacer todo lo que aquellos que
contrarios a seguir mi navegación; después yo no entendía conmigo habían de ir querían, 34 y por hacer una vez el
aquella gente ni ellos a mí, salvo cuanto el albedrío ense- viaje y hallar la tierra. Más Nuestro Señor, que es lumbre
ñaba, bien que ellos llevaban pena y yo mucho más, y fuerza de todos aquellos que andan a buen fin y les da
porque yo deseaba haber buena información de todo. 32 Y victorias de cosas que parecen imposibles, quiso ordenar
el descanso que yo para esto tomé fue los indios que yo que yo hallase y hubiese de hallar oro y minas de él y espe-
tenía, que ellos aprendían nuestra lengua y nos la suya, y cería y gente sin número, unos dispuestos para ser cris-
después al tanto del otro viaje se sabrá, 33 así que no había tianos y otros para que los cristianos *** a ellos, y me dio
razón de me detener a perder tiempo en ningún puerto en lugar con maravilla visible adonde yo hiciera la fuerza, la
cuanto yo tuviese lugar de navegar. Y también, como cual ahora está o debe estar acabada del todo, y ordené ~ue
dicho tengo, estos navíos que yo traía eran muy grandes y bajase en ella, en posesión de la villa de la Navidad,3 la
pesados para semejante hecho, y en especial la nao que yo gente que yo tenía en la nao y algunos de las carabelas,
proveídos de mantenimientos para más de un año y muy
mucha artillería36 y muy sin peligro de nadie, antes con
28 A diferencia del Diario del Primer Viaje, esta Carta a los Reyes
atribuye un paisaje sumamente idílico y productivo especialmente
a la isla Española. Para estas descripciones del espacio, Colón se 34 Como en el Diario del Primer Viaje, Colón se presenta a sí mismo
sirve de la hipérbole paradisíaca y del tópico de lo maravilloso en aquí de manera independiente respecto de la tripulación de su
la naturaleza. Una vez ya en viaje de vuelta a España y avistando armada, se victimiza en relación con ellos ante los Reyes Católicos
la costa de las Azores, Colón escribe inmediatamente esta carta, y se considera, aisladamente, un elegido de la Providencia Divina.
similar y diferente del Diario. Esta reflexión acerca de sí mismo a partir de su queja por las naves
29 Al Sur. que le han tocado no se encuentra en la Carta a Luis de Santángel.
30 Del Norte. 35 Sobre la "posesión" de la villa de Navidad en la isla Española
31 Vientos procedentes del Este. cuando, en realidad, es fundación de fuerte luego del naufragio de
32 Esta falta e impotencia para la comunicación entre españoles e la carabela Santa María, véase la nota 43 a la Carta a Luis de
indios que da "pena" al Almirante no aparece señalada en la Carta Santángel y el relato de Andrés Bernáldez en el Anexo.
a Luis de Santángel. 36 "Artillería: dieron este nombre a la máquina espantosa de los tiros
33 Colón expresa aquí quizás su deseo de que los Reyes Católicos de bronze: los quales de su grandeza y forma, tomaron nombres
financien e impulsen su segundo viaje a las Indias y, también diversos, y también del uso dellos: y generalmente se llamó arti-
encontrar, en este retorno, a los españoles, que dejó en la isla de llería por el arte diabólica de su invención" (Covarrubias, 1611:
Haití, hablando ya la lengua nativa y a los indios, el castellano. 94).
310 CRISTÓBAL COLÓN DIARIO, CARTAS Y RELACIONES 311

mucha amistad del Rey de ahí, el cual se preciaba de me Concluyo aquí que, mediante la gracia divinal de Aquél
llamar y tener por hermano; el cual todo mostraba de que es comienzo de todas cosas virtuosas y buenas y que
haber en la mayor dicha del mundo, como dije, y así el da favor y victoria a todos aquellos que van en su camino,
Rey como los otros, de manera que la gente que allá dejé que de hoy en siete años yo podré pagar a V. Al. cinco
es para sojuzgar toda la isla sin peligro. Esta isla es el mil41 de a caballo y cincuenta mil de pie en la guerra e
lugar, como dicho tengo, señalado por manos de Nuestro conquista de Jerusalén,42 sobre el cual propósito se tomó
Señor; por donde espero que Su Majestad a de dar a V. A
tanto oro como habrán menester; especería, de una
pimienta, cuantas naos V. Al. mandare cargar, y almás- nativos encarnan un primitivismo ideal fijo e invariable, que se
tiga37 cuanta mandare cargar, de la cual no se halla hasta acerca a la perfección propia de las visiones paradisíacas. Su
hoy salvo en la isla de Exío en Grecia y la venden el carencia de religión o de "secta" los llevaría a estar "dispuestos" a
Señorío 38 como quieren, que creo que saquen más de recibir la religión cristiana. Sin embargo, también se da cuenta de
la existencia de pueblos idólatras, lo que abre la posibilidad de
cuarenta y cinco mil ducados de ella cada año; y la
tomar esclavos por medio de la guerra. La tierra, "fertilísima", rica
lignáloe cuanto mandaren cargar, y algodón cuanto en oro y especias, se muestra "visible" por orden de Dios.
mandaren cargar, y esclavos tantos que no hay número, y 41 Guerreros o caballeros.
serán de los idólatras, 39 y creo haber hallado ruibarbo y 42 En el año 326, el emperador Constantino I había erigido la Iglesia
canela. Esto todo hallé ahora que fui así de corrida, más del Santo Sepulcro en Jerusalén. En los años siguientes, la ciudad
había sido intermitentemente tomada por las fuerzas musulmanas
espero en Dios que a la vuelta habré hallado la gente que y por las cruzadas ordenadas por el Cristianismo hasta el año 1244,
yo allá dejé otras mil cosas de gran sustancia, porque así en que fue definitivamente tomada por las tropas musulmanas. No
les dejé encargado, y les dejé barca y aparejos para ello y hay ninguna mención a la reconquista de Jerusalén en la Carta a
para hacer barcas y fustas y maestros de todas artes de la Luis de Santángel, pero sí en el Diario del Primer Viaje del
mar. Y sobre todo, tengo por de V. A las sobredichas islas Almirante. Juan Gil (1989) relaciona esta obsesión colombina por
financiar la recuperación de la Casa Santa con la creencia escato-
todas, y que puede disponer de ellas así como puede y más
lógica de Colón del próximo fin del mundo. En efecto, en el Libro
cumplidamente de los reinos de Castilla, y en especial de de las profecías -finalizado justo antes de iniciar su cuarto viaje-,
esta Española. 40 urge a los Reyes a ocuparse de los temas de Indias para la recupe-
ración de Jerusalén porque: "Segund esta cuenta, no falta salvo
ciento e cincuenta y cinco años para el conplimiento de siete mili,
en los cuales dise arriba por las abtoridades dichas que avrá de
37 Almáciga: goma o resina. Sobre su referencia en la Embajada a fenecer el mundo" (Colón, 1984: XLV-279). La reedificación de
Tamorlán de Ruy González de Clavija, véase la nota 37 en la Carta Jerusalén era el hecho que antecedía al Fin del Mundo según la
a Luis de Santángel. mentalidad mesiánica de la época. La toma de Granada por parte
38 Se trata del Señorío de Génova. de los Reyes Católicos -mencionada en el "prólogo" del Diario
39 Sobre los modelos portugueses de conquista y esclavización de del Primer Viaje- había despertado antiguos sueños imperialistas
infieles seguidos por Colón, véase la nota 53 de la Carta a Luis de cuya meta última siempre era la recuperación de Jerusalén. De
Santángel. acuerdo con Margarita Zamora (1993: 19), este tópico aparece con
°
4 Como en el Diario del Primer Viaje y en la Carta a Luis de mayor recurrencia -o al menos acompañado con un tono de mayor
Santángel, aquí las representaciones son altamente prometedoras misticismo- a partir del tercer viaje del Almirante; por ejemplo, en
para los fines de la utopía imperial española. Por un lado, los la carta dirigida en 1502 al papa Alejandro VI y en el Libro de las
312 CRISTÓBAL COLÓN DIARIO, CARTAS Y RELACIONES 313

esta empresa; y en cinco años otros cinco mil de caballo y Sancta Trinidad debe en especial mandar hacer V. AL en
cincuenta mil de pie, que serían diez mil de caballo y cien todos sus reinos y señoríos por el gran amor que les ha
mil de pie, y esto con muy poca costa que haga ahora V. mostrado, más que a otro príncipe. 47
A. en este comienzo, para que se tengan todas las Indias y Ahora, serenísimos príncipes, acuerde V. AL que yo
lo que en ellas hay en la mano, como después diré por dejé mujer e hijos y vine de mi tierra a les servir, adonde
palabra a V. A. y para esto tengo razón y no hablo incierto, gasté lo que yo tenía y gasté siete años de tiempo y recibí
y no se debe dormir en ello, como se ha fecho en la ejecu- mil oprobios con disfama y sufrí muchas necesidades, y no
ción de esta empresa, de que Dios perdone a quien ha sido quise entender con otros príncipes que me rogaron, puesto
causa de ello. 43 que V. AL haya dado recaudo a este viaje, que ha sido más
Muy poderosos príncipes, de toda la cristiandad debe por importunidad mía que no por otra cosa, y que no sola-
hacer muy grandísimas fiestas y en especial la Iglesia de mente se me ha hecho merced, mas aún no se ha cumplido
Dios, por haber hallado tanta muchedumbre de pueblos lo que se me había prometido. Yo no demando merced a V.
tan allegados, para que con poco trabajo se tomen a AL para atesorar, porque yo no tengo condición salvo de
nuestra santa fe, y de tantas tierras llenas de tantos bienes servir a Dios y a V. AL y traer este negocio de las Indias a
a nos muy necesarios, en que habrán todos los cristianos perfección, como el tiempo dará de ello testimonio; y por
refrigerio44 y ganancia,45 donde todo estaba incógnito ni tanto les suplico que la honra me sea dada según el
se conocía de ello salvo en manera de fábula. 46 Grandes servicio. 48
alegrías y fiestas en las iglesias y muchas alabanzas a la

47 La alusión al providencialismo que beneficia a esta empresa de


descubrimiento sirve de marco a la Carta (aparece en este párrafo
profecías, corno también en la carta-relación del cuarto viaje a las y en el primero) y le otorga un tono victorioso a la relación.
Indias (véase en esta edición). Sin embargo, la aparición de este 48 Esta verdadera narratio autobiográfica, ubicada casi al final de la
terna en esta Carta a los Reyes sugiere que el proyecto ya había Carta, tiene la función de conmover a sus lectores. Retóricamente,
sido discutido entre Colón y los monarcas previo al primer viaje. asume, en una instancia legal, la presentación de los hechos para
43 Este reproche desviado aunque dirigido claramente a los Reyes persuadir y debe crear verosimilitud en tanto "se ajusta la cosa
Católicos por la tardanza en la ejecución de la empresa propuesta narrada a la índole de los que se suponen autores o al rumor del
por Colón no se encuentra en la Carta a Luis de Santángel. vulgo o a la opinión de los que oyen" (Cicerón, De Inventione. 1,
44 Refrigerio: se torna por "alivio" o "consuelo". XX). En Colón, los padecimientos por haber dejado en España a
45 Sobre la confluencia de los objetivos de comercio y paraíso cris- su mujer, todos los años "gastados" en el descubrimiento y coloni-
tiano véase la Relación del Cuarto Viaje y la nota 57 de la Carta a zación del Nuevo Mundo, el haber contribuido con el engrandeci-
Luis de Santángel. miento del imperio español siendo un extranjero y hasta las
46 Por "fábula" se entendía "cosa sin fundamento; decirnos 'eso es necesidades y críticas sufridas injustamente son testimonios del
fábula' que vale tanto corno 'eso es mentira"' (Covarrubias, 1611: verdadero servicio brindado por el Almirante a la Corona española.
394). La dicotomía entre los "libros de verdad" y las "fábulas" -a Esta narración es muy similar a la que cierra la carta de relación
las que generalmente estaban asociados los libros de caballerías- del cuarto viaje y también dirigida al escribano Luis de Santángel
tendrá una importancia fundamental para los escritos del siglo (véanse en esta edición). Según Consuelo Varela (1982), además,
XVI, pues desmerecía las novelas de aventuras al tiempo que son casi las mismas palabras que aparecen en el documento que
crecía el auge de su lectura en todos los estratos sociales. Colón escribe cuando es desposeído de su virreinato.
314 CRISTÓBAL COLÓN DIARIO, CARTAS Y RELACIONES 315

También la Iglesia de Dios debe de entender en esto: a cansados los que habían entendido y entendían en ello. Por
proveer de perlados y devotos y sabios religiosos; y tanto, suplico a V. Al. que me hagan merced de le hacer
porque la cosa es tan grande y de tal calidad que es razón contador mayor de la Indias, que yo quedo por fiador que
que provea el Santo Padre de perlados que sean muy fuera lo hará él bien.
de codicia de bienes temporales, y muy propios al servicio Por ende es razón que V. Al. sepan que la primera isla de
de Dios y de V. Al., y por tanto a ella suplico que, en la las Indias más llegadas de España es toda poblada de
carta que escriba de esta victoria, que le demanden un mujeres sin ningún hombre, 54 y su trato no es femenil, salvo
cardenalato para mi hijo49 y que, puesto que no sea en usar armas y otros ejercicios de hombre. Traen arcos y
edad idónea, se le dé, que de poca diferencia hay en el flechas y se adornan de láminas de alambre,55 del cual
tiempo de él y del hijo del Oficio de Médicis de metal tienen en muy grande cantidad. A esta isla llaman
Florencia,50 a quien se dio el capelo sin que aya servido ni Mateninó. 56 Ala segunda llaman Caribo, *** leguas de esta
tenga propósito de tanta honra de la cristiandad; y que me distante. Aquí están aquellos pueblos, de que están todos
haga merced de la carta de esto, porque yo lo envié a los restantes de las otras islas de Indias temerosos. Estos
procurar. 51 comen carne humana. 57 Son grandes flecheros. Tienen
Otrosí, serenísimos príncipes, porque el pecado del muchas canoas, casi tan grandes como fustas de remo, con
desagradecimiento fue el primero punido, yo conozco que, las cuales corren todas la Indias, y son tan temidos que a
por yo no tenerlo, será todo tiempo de procurar con V. Al. uno no han par ni ciento. Ellos andan desnudos como los
este negocio,52 que sin duda que, si no fuera Villacorta, 53 otros, salvo que traen los cabellos muy cumplidos, como
el cual a todo tiempo que era menester requería y traba-
jaba, porque yo ya estaba aburrido del todo y todos ya
54 Sobre la relación entre relato acerca de los territorios aún no explo-
rados y los habitantes fabulosos y míticos, véase la nota 40 de la
Carta a Luis de Santángel. Sobre los libros "bestiarios" de la
49 Diego Colón, de trece o catorce años de edad para esa época, o época, véase la nota 86 de la Relación del Cuarto Viaje.
Femando Colón, de seis. 55 Según Consuelo Varela (1982: 145), se trata de "planchas de
50 Se trata del futuro papa León X, quien fue nombrado cardenal a los cobre".
trece años y tenía, para ese entonces, una edad similar a Diego 56 Sobre la tradición del mito de la Isla de las Mujeres y su relación
Colón. con el mito de las Amazonas, véase la nota 48 de la Carta a Luis
51 Las ideas que se desprenden de este párrafo y del siguiente no se de Santángel en esta edición.
encuentran ni siquiera en el Diario del Primer Viaje ni en la carta 57 Sobre la relación entre el término indio "caribe" y los hombres
a Luis de Santángel. Las peticiones que buscaban favorecer a la antropófagos de la tradición occidental véanse la Introducción y
familia Colón estaban únicamente dirigidas a los Reyes Católicos. las definiciones que aparecen en la nota 246 del Diario del Primer
52 Alan Milhou (1983: 289) interpreta el término "negocio" como Viaje. No hemos encontrado una definición en Covarrubias (1611),
sinónimo de "empresa", tanto mercantil como religiosa. pero el Dice. de Autoridades de 1729, definía al "caribe" como:
53 Según Consuelo Varela, Colón se estaría refiriendo a Rodrigo de "El hombre sangriento y cruel, que se enfurece contra otros, sin
Vtllacorta de la ciudad de Olmedo, quien fue nombrado tesorero de tener lástima, ni compasión. Es tomada la metáphora de unos
las Indias por los Reyes después de 1494. Cumpliendo funciones Indios de la Provincia de Caribana en las Indias, donde todos se
en este cargo, ajustó cuentas con Alonso de Hojeda en 1500. alimentaban de carne humana" (1729: 180-2).
316 CRISTÓBAL COLÓN

mujeres. Creo que la cobardía tan grande de los pueblos de


las otras islas, que es sin remedio, hagan decir que estos de
Caribe sean osados, mas yo los tengo en la estima de los
otros; y cuando V. Al. mandaren que yo les envíe
esclavos, 58 espero yo de los traer o enviar de éstos la mayor
parte. Estos son aquéllos que tratan con las mujeres
de Mateninó; las cuales, si paren hembra, tiénenla consigo
y, si muchacho, críanle hasta que pueda comer por sí y
después envíanlo a Caribo: Entremedia de estas islas de
Caribo y de la Española está otra isla que llaman
Boriquén,59 y todo es en poca distancia de la otra parte de
la isla Juana, a que ellos llaman Cuba. En la parte más occi-
dental, en una de las dos provincias que yo dejé de andar, la
cual se llama Faba,60 nacen todos con cola. 61 Detrás de esta
isla Juana, a una vista, hay otra, que me aseguraban estos
indios que otra ay mayor que ella, a que llaman Jamaica,
adonde toda la gente de ella son sin cabellos; en ésta hay oro
sin medida. E ahora traigo indios conmigo que han estado
en las unas y en las otras y saben la lengua y las costumbres.
No más, salvo que la Santísima Trinidad guarde y prospere
el real estado de V. Al. a Su santo servicio. Fecha en la mar
de España62 a cuatro días de marco de mil y cuatrocientos
y noventa y tres años en la mar.

58 Como sucedía con la idolatría, la antropofagia era considerada


razón suficiente para emprender una guerra ''justa" contra cual-
quier pueblo. Era considerada una práctica "contra natura" y, por
lo tanto, "contra Dios". El canibalismo violaba las jerarquías
universales y rompía con el orden natural.
59 Isla de Puerto Rico.
60 "Faba" es "Bafa" en el Diario del Primer Viaje y "Auan" en la
carta impresa dirigida a Luis de Santángel.
61 Sobre los hombres con cola, véase la nota 40 de la Carta a Luis de
Santángel.
62 En realidad, para esa fecha, Colón se encontraba entrando en el
puerto de Lisboa.
Ínsula hyspana (ilustración de la edición de Basilea de 1493
de la Carta a Luis de Santángel)
CARTAA
LUIS DE SANTÁNGEL 1-2

Este texto es considerado el primer documento oficial en el que


Colón informa sobre su descubrimiento; tuvo una inmediata e
importante difusión en toda Europa. Fue el único texto publicado
en vida de su autor. Su primera edición en castellano es de
comienzos de abril de 1493, en Barcelona en los talleres de Pere
Posa y fue traducida luego a varias lenguas. La versión en latín del
clérigo Leander del Cosco presenta, sin embargo, algunas diferen-
cias con el impreso en Barcelona, empezando por el destinatario,
que es el tesorero real Gabriel Sánchez. Esta traducción latina tuvo
nueve ediciones entre 1493 y 1494 en Barcelona, Amberes,
Basilea y París. Vertida al italiano por Giuliano Dati, tuvo tres
impresiones en Roma y Florencia en 1493. Una alemana apareció
en 1497. Del mismo año es la segunda edición conocida encaste-
llano, impresa en Valladolid. En relación con la Carta a los Reyes
del 4 de marzo de 1493, presenta algunas diferencias. Éstas han
hecho afirmar a Demetrio Ramos Pérez y a Margarita Zamora que
esta Carta a Luis de Santángel consistió en una versión editada
-respecto de la primera- destinada, desde su escritura, a la publi-
cación y difusión de sus noticias por Europa.
2 Luis de Santángel, escribano de ración o contador mayor -junto
con Alonso de Quintanilla- del rey Femando el católico. Su inter-
vención con los monarcas fue decisiva para que autorizaran la
empresa de Colón a las Indias. Se ofreció a financiar él mismo el
proyecto del navegante y a dirigirlo económicamente. De familia
de conversos, con los años, Santángel tuvo que pedir un privilegio
especial a Isabel y Femando para que él y su familia fueran excep-
tuados de las condenas al Santo Oficio por los estatutos de
limpieza de sangre.
15 de Febrero de 14933

Señor: Porque sé que habréis placer de la gran Vitoria que


nuestro Señor me ha dado en mi viaje vos escribo ésta, por
la cual sabréis cómo en treinta y tres días 4 pasé a las
Indias5 con la armada que los ilustrísimos Rey y Reina,
Nuestros Señores me dieron, donde yo hallé muy muchas
islas pobladas con gente sin número, y de ellas todas he
tomado posesión por Sus Altezas con pregón y bandera
real extendida, y no me fue contradicho. 6

3
Después de que abandonan el archipiélago del Caribe el 16 de
enero de 1493, sobreviene a la armada una tormenta grandísima de
varios días que separa a las carabelas La Niña -en la que iba el
Almirante-- y La Pinta. Colón inicia la escritura de esta carta
todavía en el Océano Atlántico el 15 de febrero, aunque ya avis-
tando las costas de las Azores (si bien piensa que son las Canarias).
Luego de algunos percances en tierras portuguesas, arriban al
puerto de Lisboa el 4 de marzo de 1493 desde donde el navegante
envía esta carta al escribano Luis de Santángel y en la que hace un
recuento de los eventos cruciales de su primer viaje a las Indias.
Llega al Puerto de Palos el 15 de marzo.
4 En el original, ''veinte días", error que corrige en el ánima que
adjunta a la carta.
5 Según Carlos Sanz (1961) y el estudio de Consuelo Varela (1984:
140), por primera vez se menciona la palabra "Indias" en un docu-
mento impreso. Comprendía, en la época, el sur-este de Asia y,
para algunos, también el nor-este de Africa.
6 Los tres elementos de los que se sirve Colón para tomar posesión
de las tierras del Nuevo Mundo son: un símbolo (a veces, la
bandera; otras, una cruz o una corona), el discurso formal o pregón
y la ausencia de oposición por parte de otros. El sentido de la
última frase es analizado por Stephen Greenblatt (1991), quien
considera que Colón entiende este "non me fue contradicho" como
falta de oposición a su soberanía por parte de los indígenas, pero,
322 CRISTÓBAL COLÓN DIARIO, CARTAS Y RELACIONES 323

A la primera que yo hallé puse nombre San Salvador a puerto, de adonde envié dos hombres 14 por la tierra para
conmemoración de su Alta Majestad, el cual maravillosa- saber si había Rey o grandes ciudades. Anduvieron tres
mente todo esto han dado; los indios la llaman Guanahaní. jornadas y hallaron infinitas poblaciones pequeñas y gente
A la segunda puse nombre la isla de Santa María de sin número, mas no cosa de regimiento, 15 por lo cual se
Concepción;7 a la tercera, Ferrandina; 8 a la cuarta la volvieron.
Isabela; 9 a la quinta la isla Juana, 10 y así a cada una Yo entendía harto de otros indios, que ya tenía
nombre nuevo. tomados, cómo continuamente esta tierra era isla, 16 y así
Cuando yo llegué a la Juana seguí yo la costa de ella al seguí la costa de ella al Oriente ciento y siete leguas, hasta
poniente, y la halle tan grande, que pensé que sería tierra donde hacía fin; del cual cabo vi otra isla al Oriente,
firme, la provincia de Catayo. 11 Y como no hallé así villas distinta de esta diez o ocho leguas, a la cual luego puse
y lugares en la costa de la mar, salvo pequeñas pobla- nombre la Española; y fui allí, y seguí la parte del septen-
ciones, con la gente de las cuales no podía haber habla, trión así como de la Luana 17 al Oriente CLXXVIII 18
porque luego huían todos, andaba yo adelante por el dicho grandes leguas por línea recta del Oriente, [así como de la
camino, pensando de no errar grandes ciudades o villas; y Luana], la cual y todas las otras son fertilísimas 19 en
al cabo de muchas leguas, visto que no había innovación y demasiado grado, y ésta en extremo; en ella hay muchos
que la costa me llevaba al septentrión, 12 de adonde mi puertos en la costa de la mar, sin comparación de otros que
voluntad era contraria, porque el invierno era ya encar- yo sepa en cristianos, y hartos ríos y buenos y grandes que
nado y yo tenía propósito de huir de él al austro, 13 y es maravilla; las tierras de ella son altas, y en ella muy
también el viento me dio adelante, determiné de no muchas sierras y montañas altísimas, sin comparación de
aguardar otro tiempo, y volví atrás hasta un señalado la isla de Tenerife, todas hermosísimas, de mil hechuras, y
todas andábiles y llenas de árboles de mil maneras y altas,
y parecen que llegan al cielo; y tengo por dicho que jamás

principalmente, por parte de los poderes europeos que podrían


oponerse a la Corona española (la portuguesa y la francesa, entre 14 El 2 de noviembre, Colón envió a Rodrigo de Jerez y a Luis de
otras). Por otra parte, es de notar que el acto ceremonial reemplaza Torres a explorar la tierra.
aquí a un más esperable contacto entre culturas diferentes. 15 Es decir, de organización o de gobierno. Compárese con el relato
7 Actual isla Cayo Rum. del 6 de noviembre de 1492 del Diario del Primer Viaje. En ella,
8 Actual isla Long. no se menciona esta "falta" de los indios.
9 "Isla bella" en el original. Actual isla Crooket. 16 A pesar de las explicaciones de los indios de que Cuba es isla y no
10 Los indios la llamaban Cuba o Colba. tierra firme, y a pesar de no haber encontrado en ella las ciudades
11 Catay es el nombre que los textos de Marco Polo dieron a China. del Gran Kan, Colón persiste en su hipótesis asiática y en que la
Según este viajero, sus habitantes son idólatras, barbilampiños, isla es continente.
lujuriosos. En su ciudad principal, Cambaluc, vive el Gran Kan. 17 Juana.
Esta designación, en realidad, refería al título equivalente a empe- 18 La cifra debe ser una confusión o una falta de impresión. Ha de
rador en las lenguas túrquicas y mongola. corregirse CLXXXVill leguas, que son las que corresponden
12 Al Norte. según el texto latino (Varela, 1982: 141).
13 Al Sur. 19 "Fortísimas" en el impreso original.
324 CRISTÓBAL COLÓN DIARIO, CARTAS Y RELACIONES 325

pierden la folia, 20 según lo puede comprender, que los vi maneras de aves y frutas muy diversas. En las tierras hay
tan verdes y tan hermosos como son por mayo en muchas minas de metales y hay gente inestimable número.
España; 21 y de ellos estaban floridos, de ellos con fruto, y La Española es maravilla: las sierras y las montañas y
de ellos en otro término, según es su calidad. Y cantaba el las vegas y las campiñas y las tierras tan fermosas y
ruiseñor22 y otros pajaricos de mil maneras en el mes de gruesas :1¡ara plantar y sembrar, para criar ganados de todas
Noviembre por allí donde yo andaba. Hay palmas de seis suertes, para edificios de villas y lugares. Los puertos de
o de ocho maneras, que es admiración verlas por la difor- la mar, aquí no habría creencia sin vista, y de los ríos
midad23 hermosa de ellas, mas * * * así como los otros muchos y grandes y buenas aguas, los más de los cuales
árboles y frutos y hierbas. En ella hay pinares a maravilla traen oro. En los árboles y frutos y hierbas hay grandes
y hay campiñas grandísimas, y hay miel y de muchas diferencias de aquellas de la Luana: en ésta hay muchas
especierías y grandes minas de oro y de otros metales. 25
La gente de esta isla y de todas las otras que he hallado y
20 habido ni haya habido noticia, andan todos desnudos, 26
La hermosura que Colón ve o pretende ver en el paisaje lo lleva al
uso de la hipérbole, que Juan Gil llama "hipérbole paradisíaca" hombres y mujeres, así como sus madres los paren,
(1989: 26). El gigantismo y la condición de eternidad hacen que aunque algunas mujeres se cobijan un solo lugar con una
los elementos de la Naturaleza sean parte de lo maravilloso: es el folia de hierba o una cosa de algodón que para ello hacen.
conjunto de las cosas dignas de ser contempladas -admirables- y Ellos no tienen hierro ni acero ni armas, ni son para ello;
las cosas abigarradas, asombrosas y sin explicación clara. Prima el
criterio de lo "curioso" en el que se aúnan, para ser admirados, el
no porque no sea gente bien dispuesta y de hermosa
exotismo de animales y plantas, a veces las grandes dimensiones o estatura, salvo que son muy temerosos a maravilla. No
la abundancia y el atributo de belleza. Véase Jacques Le Goff tienen otras armas salvo las armas de las cañas cuando
(1984). Por otra parte, la eternidad de la naturaleza-como también
la juventud que describe Colón de los nativos- se vincula con
mitos como el de la Fuente de la Eterna Juventud, que algunos 24 En estas representaciones del Almirante sobre las Indias, la flora es
descubridores, como Juan Ponce de León, buscaron incansable- abundante, sin embargo, la fauna es escasa. Ante su ausencia, el
mente en las Indias. autor no dejará de insistir en el verdor y la hermosura de la vege-
21 Las comparaciones colombinas entablan una relación de seme- tación.
janza que busca asimilar la Otredad indiana a los elementos de un 25 A diferencia del Diario del primer viaje, la carta a Luis de Santángel
paisaje conocido. Para Margarita Zamora (1993), las operaciones atribuye un paisaje sumamente ich1ico y productivo especialmente a
de afinidad y semejanza están al servicio de la configuración del la isla Española. Para estas descripciones del espacio, Colón se sirve
Nuevo Mundo como espacio de la inferioridad, puesto que de la hipérbole paradisíaca y del tópico de lo maravilloso en la natu-
suprimen la autonomía de esa otredad. raleza. Una vez ya en viaje de vuelta a España y avistando la costa
22 El pájaro ruiseñor no existía en América. Era un símbolo tradi- de las Azores, Colón escribe inmediatamente esta carta, similar y
cional mítico del locus amoenus medieval que será emblemático diferente del Diario. Sobre la caracterización del paisaje americano
para el Renacimiento. No se lo menciona en la Carta a los Reyes, como locus amoenus, véanse las notas 37, 55 y 117, entre otras, del
pero sí en varias ocasiones en el Diario del Primer Viaje (véanse Diario del Primer Viaje en esta edición.
en esta edición). 26 Esta condición de desnudez que Colón repara en los cuerpos de los
23 El sentido del término "disforme" se aproxima al de "maravilla". amerindios se corresponde con su registro constante de las "faltas"
Ambos indican el carácter excepcional de la hermosura de la natu- y de la vulnerabilidad de los indios: sin armas, sin ropas, sin ley o
raleza americana en la visión del descubridor. gobierno, sin metales y sin secta o religión.
326 CRISTÓBAL COLÓN DIARIO, CARTAS Y RELACIONES 327

están con la simiente, a la cual ponen al cabo un palillo algodón filado. Hasta los pedazos de los arcos rotos de las
agudo, y no osan usar de aquellas, que muchas veces me pipas 32 tomaban y daban lo que tenían como bestias. Así
ha acaecido enviar a tierra dos o tres hombres a alguna que me pareció mal y yo lo defendí. 33 Y daba yo graciosas
villa para haber habla, y salir a ellos de ellos sin número, mil cosas buenas que yo llevaba porque tomen amor. Y
y después que los veían llegar huían a no aguardar padre a allende de esto se harán cristianos, que se inclinan al amor
hijo. Y esto no porque a ninguno se haya hecho mal, antes y servicio de Sus Altezas y de toda la nación castellana y
a todo cabo adonde yo haya estado y podido haber habla, procuran de ayuntar de nos dar de las cosas que tienen en
les he dado de todo lo que tenía, así paño como otras cosas abundancia que nos son necesarias. Y no conocían
muchas, sin recibir por ello cosa alguna, mas son así teme- ninguna secta ni idolatría, salvo que todos creen que las
rosos sin remedio. Verdad es que, después que aseguran y fuerzas y el bien es en el cielo, y creían muy firme que yo
pierden este miedo, ellos son tanto sin engaño y tan libe- con estos navíos y gente venía del cielo 34 y en tal cata-
rales de lo que tienen, que no lo creería sino el que lo
viese. Ellos de cosa que tengan, pidiéndosela, jamás dicen
de no, antes convidan la persona con ello, y muestran tanto 32 Pipa: el tonel que sirve para transportar o guardar el vino u otros
amor que darían los corazones, y quieren sea cosa de líquidos.
valor, quieren sea de poco precio, luego por cualquiera co- 33 Sobre el trueque o "rescate", véanse las notas 89 y 90 del Diario
sica de cualquiera manera que sea que se le dé por ello del Primer Viaje en esta edición. Aquí, el navegante asume una
posición patemalista y filantrópica, común en la literatura europea
sean contentos. Yo defendí que no se les diesen cosas tan
de exploración y conquista que, notablemente, no aparece en su
civiles como pedazos de escudillas27 rotas y pedazos de Carta a los Reyes del 4 de marzo. Exige respeto por el "primiti-
vidrio roto y cabos de agujetas; 28 aunque cuando ellos esto vismo", la "infantilidad" o la "inferioridad" de los nativos, lo que
podían llegar, los parecía haber la mejor joya del mundo: se evidencia también en su deseo, expresado unas líneas más
que se acertó haber un marinero, por una agujeta, de oro arriba, de que "no se les diesen cosas tan civiles" a los habitantes
de las islas.
de peso de dos castellanos y medio, y otros de otras cosas 34 Para Tzvetan Todorov: "como el tono [del corpus colombino],
que muy menos valían, mucho más. Ya por blancas 29 durante el primer viaje, es de admiración, los indios también deben
nuevas daban por ellas todo cuanto tenían, aun~ue fuesen ser admirativos" (1999: 49). Para Colón, los indios forzosamente
dos ni tres castellanos30 de oro, o una arroba3 o dos de lo consideran "diferente" o, mejor dicho, "exótico", además de
superior. El señalamiento de la diferencia entre culturas resulta de
una retórica de la distancia (De Certeau, 2007) implícita en casi
todos los relatos de viajes. Para ser más específicos, se revelan en
27 Escudilla: vaso redondo y cóncavo que se usa comúnmente para estos enunciados colombinos tres diferentes representaciones
servir en él caldo y sopas. concatenadas. En primer lugar: unos indios sobre los que se
28 Agujeta: correa o cinta con un herrete en cada punta que servía proyecta una naturaleza carente o inferior, admiradora de la "supe-
para sujetar algunas prendas de vestir. rioridad". Segundo, una auto-imagen de superioridad del viajero,
29 Blanca: moneda de vellón, llamada así por la blancura del metal venido de tierras lejanas, respecto del Otro. Por último, la repre-
con que se fabricaba. Dos blancas equivalían a un maravedí. sentación que fundamenta las otras dos: la del espacio de origen
°
3 Castellano: la quincuagésima parte en las que se divide el marco idealizado por el navegante a causa quizás de las condiciones
de oro, que era de ocho onzas. Cada castellano hacía ocho tomines. propias de los viajes (el alejamiento de la propia nación, la
31 Arroba: peso equivalente a 11,502 kg. nostalgia y la incertidumbre de la aventura). A éstas, se le suman
328 CRISTÓBAL COLÓN DIARIO, CARTAS Y RELACIONES 329

miento me recibían en todo cabo después de haber perdido menores, y algunas y muchas son mayores que una fusta
el miedo. Y ésto no procede porque sean ignorantes, salvo de diez y ocho bancos. No son tan anchas, porque son de
de muy sutil ingenio, y hombres que navegan todas aque- un solo madero, mas una fusta no tendrá con ellas al remo,
llas mares, que es maravilla la buena cuenta que ellos dan porque van que no es cosa de creer; y con éstas navegan
de todo, salvo porque nunca vieron gente vestida ni seme- todas aquellas islas que son innumerables y traten sus
jantes navíos. mercaderías. Algunas de estas canoas he visto con LXX y
Y luego que llegué a las Indias, en la primera isla que LXXX hombres en ella, y cada uno con su remo.
hallé, tomé por fuerza algunos de ellos para que apren- En todas estas islas no vi mucha diversidad de la
diesen y me diesen noticia de lo que había en aquellas hechura de la gente, ni en las costumbres, ni en la lengua,
partes, y así fue que luego entendieron y nos a ellos salvo que todos se entienden38 que es cosa muy singular
cuando for lengua o señas; y éstos han aprovechado para lo que espero que determinarán Sus Altezas: para la
mucho. 3 Hoy en día los traigo que siempre están de conversión de ellos a nuestra santa fe, a la cual son muy
propósito que vengo del cielo, por mucha conversación dispuestos. 39
que hayan habido conmigo. Y estos eran los primeros a
pronunciarlo adonde yo llegaba, y los otros andavan
corriendo de casa en casa y a las villas cercanas con voces entrada del viernes 26 de octubre de 1492). En este párrafo etno-
altas "Venid, venid a ver la gente del cielo". Así todos, gráfico de la Carta a Luis de Santángel, Colón reconoce las
virtudes técnicas de la canoa.
hombres como mujeres, después de haber el corazón 38 A la llegada de Colón, las etnias arawaks eran las que se encon-
seguro de nos, venían que no quedaban grande ni pequeño, traban asentadas en la región del Caribe. Las lenguas
y todos traían algo de comer y de bever, que davan con un arahuacas o arawaks son una familia de lenguas indígenas, exten-
amor maravilloso. 36 dida por las Antillas y Sudamérica. Sería de las más diversas y
Ellos tienen en todas las islas muy muchas canoas37 a habría alcanzado una dispersión territorial importante. Por otra
parte, según Consuelo Varela (1982: 230), el interés por las
manera de fustes de remo, de ellas mayoras, de ellas
lenguas habladas es propio de los mercaderes. La gran difusión de
la lengua arawak favorecería a los futuros colonizadores, preocu-
pación explicitada por Colón en su segundo viaje a las Indias.
el enaltecimiento de Europa sobre sus alcances materiales (manu- 39 Las representaciones que aparecen en este párrafo son promete-
factura de los metales y fabricación de armas y de medios de movi- doras para los fines de la utopía imperial española. Por un lado, los
lización) y, particularmente en Colón, el peso de haber sido el nativos encarnan un primitivismo ideal fijo e invariable, que se
primero y único descubridor de este Nuevo Mundo. acerca a la perfección propia de las visiones paradisíacas. José
35 En la Historia de las Indias de Bartolomé de las Casas, este Rabasa (2009:190) ha visto, en esta concepción, la influencia del
episodio finaliza con una digresión amplificadora de su autor que pensamiento escolástico, para el que las variaciones son meros
magnifica la actitud errada de Colón: "¿Cómo esta violencia se accidentes. El Nuevo Mundo, así, es esencialmente diferente
podía excusar? Parece que, contra su voluntad [la de los indios], en respecto de Europa, pero no presenta diversidad en sus partes. Por
ninguna manera, por bien alguno que dello se hobiere de sacar, no otro lado, la ausencia de religión o de "secta" en los amerindios
se debiera hacer" (Las Casas, 1965: 1-209). auspicia la expansión religiosa e imperial de la corona española. El
36 Esta última frase no aparece en la Carta a los Reyes. vacío de una creencia es visto como "falta" que debe y que
37 "Sus almadías, que son navetas de un madero adonde no llevan "espera" ser remediada llevando el bien de la Fe de Cristo a las
vela. Estas son sus canoas" (Colón, Diario del Primer Viaje, Indias.
330 CRISTÓBAL COLÓN DIARIO, CARTAS Y RELACIONES 331

Ya dije cómo yo había andado CVII leguas por la costa hecho fuerza y fortaleza, que ya a estas horas estará del
de la mar, por la derecha línea de Occidente a Oriente, por todo acabada, y he dejado en ella gente que basta para
la isla Luana. Según el cual camino puedo decir que esta semejante hecho, con armas y artillerías y vituallas por
isla es mayor que Inglaterra y Escosia juntas, porque más de un año, y fusta y maestro de la mar en todas artes
allende de estas CVII leguas me quedan de la parte del para hacer otras, y grande amistad con el Rey de aquella
Poniente dos provincias que yo no he andado, la una de las tierra, en tanto grado que se preciaba de me llamar y tener
cuales llaman Auan adonde nacen la gente con cola. 40 Las por hermano. Y aunque le mudase la voluntad a ofender
cuales provincias no pueden tener en longura menos de L esta gente, él ni los suyos no saben qué sean armas, y
o LX leguas, según puede entender de estos indios que yo andan desnudos como ya he dicho. Son los más temerosos
tengo, los cuales saben todos las islas. Esta otra Española que hay en el mundo, así que solamente la gente que allá
en cerco tiene más que la España toda desde Colunia41 por queda es para destruir toda aquella tierra, y es isla sin
costa de mar hasta Fuenterrabía en Viscaya, pues en una peligro de sus personas sabiéndose regir. 43
cuadra anduve CLXXXVIII grandes leguas por recta línea En todas estas islas me parece que todos los hombres
de Occidente a Oriente. Esta es para desear, y vista, es para sean contentos con una mujer, y a su mayoral o Rey dan
nunca dejar. En la cual, puesto que de todas tenga tomada hasta veinte. Las mujeres me parece que trabajan más que
posesión por Sus Altezas y todas sean más abastadas de lo los hombres. Ni he podido entender si tienen bienes
que yo sé y puedo decir, y todas las tengo por de Sus
Altezas, que de ellas pueden disponer como y tan cumpli-
damente como de los reinos de Castilla, en esta Española,
en el lugar más convenible y mejor comarca para las mi- 43 Colón afirma haber ''tomado posesión de una villa grande a la cual
nas de oro y de todo trato así de la tierra firme de acá42 puse nombre la Vtlla de Navidad", cuando, en realidad, el fuerte es
como de aquella de allá del Gran Can, adonde habrá gran fundado por él con los restos de la Santa María. Según B. W. Ife
(1992), esta diferencia sustancial con el Diario quizás se deba al
trato y ganancia, he tomado posesión de una villa grande
deseo de dilatar, ante la Corona española, la noticia de la pérdida
a la cual puse nombre la Villa de Navidad, y en ella he de la carabela capitana. La noche del 25 de diciembre de 1492, por
un descuido del piloto encargado de la embarcación, la Santa
María encalló en lo que hoy es la Bahía de Caracol en la isla de
40 En este punto de la carta, comienza el autor a enumerar los territo- Haití y fue imposible recuperarla. Decidieron trasladar el carga-
rios aún no explorados de los que tiene detalles por sus indios mento y los materiales a la Niña (pues la Pinta se encontraba lejos
cautivos y que, si es que podía comprenderlos, describen habi- al mando de Martín Alonso Pinzón, quien había reñido con Colón).
tantes fabulosos y míticos propios de la literatura de viajes Sin embargo, como la carabela Niña no tenía espacio suficiente
medieval. Los hombres con cola, representaciones que podrían para todos los tripulantes, el Almirante decidió fundar la primera
resultar de noticias deformadas de monos, aparecen mencionados colonia en el Nuevo Mundo, el Fuerte de la Navidad, en el que
por Tolomeo, Plinio y Marco Polo. Tradicionalmente, "habitaban" quedaron treinta y nueve hombres al mando de Diego de Arana. En
las regiones del mar de la India e inspiraron la imagen del diablo su segundo viaje a las Indias, Colón se encuentra con el fuerte
en la iconografía cristiana. destruido y sus hombres, asesinados, probablemente por conflictos
41 La Coruña. de los españoles con los indios de Guacanagarix -o Goacanagarí-
42 Quizás se refiera a la Tierra Firme de Europa, puesto que ya se o con tribus rivales a ellos. Al respecto, véase el relato de Andrés
encuentra a poco de desembarcar en tierras portuguesas. Bemáldez en el anexo de esta edición.
332 CRISTÓBAL COLÓN DIARIO, CARTAS Y RELACIONES 333

propios, que me pareció ver que aquello que uno tenía traer los cabellos largos como mujeres, y usan arcos y
todos hacían parte, en especial de las cosas comederas. 44 flechas de las mismas armas de cañas con un palillo al
En estas islas, hasta aquí no he hallado hombres cabo por defecto de hierro que no tienen. Son feroces entre
mostrudos, 45 como muchos pensaban, más antes es toda estos otros pueblos que son en demasiado grado cobardes,
gente de muy lindo acatamiento, ni son negros como en mas yo no los tengo en nada más que a los otros. Estos son
Guinea, salvo con sus cabellos corredíos, y no se crían aquellos que tratan con las mujeres de Matinino, 48 que es
adonde hay espeto46 demasiado de los rayos solares; es la primera isla partiendo de España para las Indias que se
verdad que el sol tiene allí gran fuerza, puesto que es halla, en la cual no hay hombre ninguno. Ellas no usan
distinta de la línea equinoccial veinte y seis grados. En ejercicio femenil, salvo arcos y flechas, como los sobredi-
estas islas, adonde hay montañas grandes, ahí tenía a chos de cañas, y se arman y cobijan con launes de
fuerza el frío este invierno, más ellos lo sufren así por la alambre49 de que tienen mucho.
costumbre que con la ayuda de las viandas que comen con Otra isla me aseguran mayor que la Española, en que
especias muchas y muy calientes en demasía. Así que las personas no tienen ningún cabello. En ésta hay oro sin
monstruos no he hallado ni noticia, salvo de una isla que cuento, y de ésta y de las otras traigo conmigo indios para
es Carib, la segunda a la entrada de las Indias, que es testimonio. 50
poblada de una gente que tienen en todas las islas por muy
feroces, los cuales comen carne humana. 47 Estos tienen 48 Se trata de una actualización del mito de origen griego de la Isla de
muchas canoas, con las cuales corren todas las islas de
las Mujeres, asociada en este primer viaje con la que será la isla
India, roban y toman cuanto pueden. Ellos no son más Martinica. Colón había subrayado el pasaje en el que se habla de
disformes que los otros, salvo que tienen en costumbre de la isla de las amazonas en su ejemplar de la Historia rerum ubique
gestarum del papa Pío 11 (Eneas Silvio Piccolomini). Como los
caribes, las amazonas son parte del acervo de seres fabulosos.
44 El tópico de la comunidad de bienes de la Edad de Oro retrataba Legendariamente, la fauna fantástica y los seres "disformes"
una sociedad cuya tierra solía producir abundantes frutos sin suelen aparecer custodiando tierras de riqueza infinita. Existía, por
trabajo, los hombres vivían sin problemas, pacíficamente, y el ejemplo, la creencia peregrina de que las naciones de mujeres sin
fruto del trabajo era repartido entre todos de manera equitativa, hombres ocultaban grandes tesoros minerales. No por casualidad,
como si fuesen "hermanos" y sin jerarquías entre ellos. los indios cautivos -que no conocían España- "explican" a Colón
45 Monstrudos: monstruos. que la primera isla en el viaje entre la península hispánica y las
46 Según Consuelo Varela (1982), "espeto" significaba antiguamente Indias es Matinino; la segunda, la de los caribes. El mito de las
"asador". Todavía se utiliza en Andalucía con el sentido de amazonas en América se desplazó constantemente hacia dentro del
"fuego" o "calor". continente en diferentes expediciones de conquista en las que
47 En efecto, se consideraban ''monstruosos" y provocadores de horror infructuosamente se buscó alcanzar aquellas riquezas inasequibles
los seres antropófagos que, según los geógrafos clásicos, habitaban que ocultaban estas sociedades de mujeres. Véase Sergio Buarque
la costa oriental de Asia. El término indio "caribe" -nombre de los de Holanda (1982) y Juan Gil (1989).
habitantes de la costa este del actual Brasil- fue asociado probable- 49 Según Consuelo Varela (1984:145), se trata de "planchas de
mente con los hombres del Gran Kan, lo que desplazó el término a cobre", pues en la Edad Media era común llamar "alambre" al
"caníbal", que finalmente designó a los hombres antropófagos. "cobre".
Véanse también las definiciones que aparecen en la nota 246 del 50 Esta referencia no aparece en el Diario del Primer Viaje. Surgió de
Diario del Primer Viaje en esta edición y la Introducción. los relatos de los nativos en el viaje de regreso de Colón a España.
334 CRISTÓBAL COLÓN DIARIO, CARTAS Y RELACIONES 335

En conclusión, a hablar de esto solamente que se ha lugar de navegar: solamente en la Villa de Navidad, en
hecho este viaje, que fue así de corrida, que pueden ver cuanto dejé asegurado y bien asentado. Y a la verdad,
Sus Altezas que yo les daré oro cuanto hubieren menester mucho más hiciera si los navíos me sirvieran como razón
con muy poquita ayuda que Sus Altezas me darán ahora, demandaba.
especiería y algodón cuanto Sus Altezas mandarán cargar, Esto es harto y *** eterno Dios nuestro Señor, el cual da
y almástica51 cuanta mandarán cargar, y de la cual hasta a todos aquellos que andan su camino victoria de cosas que
hoy no se ha hallado salvo en Grecia en la isla de Exío, y parecen imposibles. Y ésta señaladamente fue la una,
el Señorío 52 la vende como quiere, y lignáloe cuanto porque aunque de estas tierras hayan hallado o escrito, todo
mandarán cargar, y esclavos cuantos mandarán cargar y va por conjetura sin allegar de vista54 salvo compren-
serán de los idólatras. 53 Y creo haber hallado ruibarbo y diendo, atanto que los oyentes los más escuchaban y
canela, y otras mil cosas de sustancia hallaré que habrán juzgaban más por habla que por otra cosa de ello. Así que,
hallado la gente que yo allá dejo, porque yo no me he pues nuestro Redentor dio esta victoria a nuestros ilustrí-
detenido ningún cabo, en cuanto el viento me haya dado simos Rey y Reina55 y a sus reinos famosos de tan alta cosa,
adonde toda la cristiandad debe tomar alegría y hacer
51 Se refiere a la almáciga: "especie de goma o resina que sudan los grandes fiestas y dar gracias solemnes a la Santa Trinidad
lentiscos en algunas partes de África y de Asia, especialmente en con muchas oraciones solemnes, por el tanto ensalzamiento
la Isla de Chío, de donde se trahe la mas estimada. [... ] Es voz que habrán en tomándose tantos pueblos a nuestra santa fe,
Grecobarbara compuesta de la palabra Mastiche Griega, y del artí-
culo Al Arabe, y aunque según este origen se debiera escribir y
y después por los bienes temporales que no solamente a la
pronunciar Almástiga, el uso común autoriza el que se diga España, mas a todos los cristianos tendrán aquí refrigerio 56
Almáciga." (DAUT, 1726: 224-1). La referencia a la isla de Xío y ganancia. 57 Esto, según el hecho, así en breve.
aparece en la Embajada a Tamorlán, libro de viajes medieval
escrito en 1406 por Ruy González de Clavijo: "lunes en la mañana
fueron en par de un cabo de la tierra de la Turquía, que es llamado 54 Sobre la valoración del relato del testigo de vista como fuente de
Cabo Xanto, y apareció de allí la isla de Xío. [... ]Y la dicha Xío verdad frente al saber de las autoridades, véase la Introducción a
es una villa pequeña, y la isla así mismo es pequeña, y es de esta edición y el libro de Michel Foucault (1996).
Genoveses [... ] Y en esta isla hay aldeas y castillos, boga en 55 La alusión al providencialismo que beneficia a esta empresa de
derredor ciento y veinte millas, y en esta isla nace el almástiga en descubrimiento sirve de marco a la Carta (aparece en este párrafo
unos árboles que parecen lentiscos". y en el primero) y le otorga un tono victorioso a la relación.
52 Se trata del Señorío de Génova. 56 Refrigerio: se toma por "alivio" o "consuelo".
53 En esto, Colón sigue los modelos de conquista y esclavización 57 Ambos deseos -el de enriquecimiento de los cristianos y el de la
portugueses, los que -basados en la bula de 1455 Romanus expansión de su fe- se presentan de forma aparentemente contra-
pontífex del papa Nicolás V- se hallaban autorizados a esclavizar dictoria. Sin embargo, comercio y paraíso cristiano eran objetivos
a los paganos que encontraran por ser "los enemigos de Cristo". El usualmente asociados por los viajeros de los siglos XV y XVI.
tema tendrá marcada trascendencia a lo largo del siglo XVI en que Margarita Zamora (1993) sostiene que, para el pensamiento
serán largamente debatidos los derechos de la corona española a medieval, hacía muy poco tiempo que el alma y el cuerpo -y sus
esclavizar a los indios. Bartolomé de las Casas, entre otros, comba- correspondientes gratificaciones y recompensas espirituales y
tirá estos "derechos" de la soberanía castellana diferenciando corporales- se habían "separado". Por otra parte, según el análisis
paganos (musulmanes, por ejemplo) de infieles o idólatras desco- de Ernst Bloch (1983), los primeros descubridores fueron comer-
nocedores de la Ley de Cristo. ciantes, quienes pretendían hallar tanto lo novedoso o maravilloso
336 CRISTÓBAL COLÓN

Fecha en la carabela sobre las islas de Canaria, a XV de


Febrero año mil CCCCLXXXXill
Hará lo que mandéis
El Almirante

Anima58 que venía dentro en la carta.


Después de esto escrito y estando en mar de Castilla,
salió tanto viento conmigo Sul y Sueste, que me ha hecho
descargar los navíos, pero corrí aquí en este puerto de
Lisbona hoy, que fue la mayor maravilla del mundo,
adonde acordé escribir a Sus Altezas. En todas las Indias
he siempre hallado los temporales como en Mayo. Adonde
yo fui en xxxm días y volví en xxvm, salvo que estas
tormentas me han detenido Xlill días corriendo por esta
mar. Dicen acá todos los hombres de la mar que jamás
hubo tan mal invierno ni tantas pérdidas de naves.
Fecha ha quatorze59 días de Marzo.

como lo costoso, el milagro y el botín, el Edén y el Dorado. Véase


la Relación del Cuarto Viaje de Colón en esta edición, en donde la
relación entre estos dos objetivos se traduce con claridad en el
anhelo de conseguir oro para España para "echar almas al
Paraíso".
58 Ánima: el término se entiende como "nema", "sello" o
"postcriptum".
59 Según información de Consuelo Varela (1982: 146), algunos
editores han corregido esta fecha por la del 4 de marzo, dado que,
según consta en el Diario, el 13 de Marzo partió el Almirante para
Sevilla. También sabemos por el Diario que el 4 de marzo, después
de una gran tormenta, entró en el río de Lisboa y que ese mismo
día escribió al Rey de Portugal.

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