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Las utopías renacentistas.

La sociedad y la educación en
el mundo utópico de
Tommaso Campanella
vírgnia G% la Torre Veloz*
Maná Estela Ramírez Rodrípez* *

Introduccibn

T odas las utopías -mo concepciones ideales, como


proyectos o como programas sociales y económi-
cos- tienen una razón para existir: son el ethos de los
pueblos expresado por sus representantes más lúcidos.
Reflejan el anhelo universal de felicidad que toma forma
en la imaginación de las sociedades.
Las utopías constituyen un tema recurrente en las
obras literarias de todos los tiempos: desde la obra platóni-
ca, pasando por las profm’as bíblicas de la Tierra Prometi-
da, hasta la fragua utópica renacentista,representada en las
obras de Tomás Moro, Tommaso Campanella y Francis
Bacon, acaso precursoras de los falanstenos y de los
socialismos utópicos de principios del siglo XiX. Las uto-
pías son literatura y filosofía, pero también, y sobre todo,
un fenómeno social.
rmmmA 41 Muchas sociedades, en el transcurrir de su historia,
ENEROJUNIO DE 1997
pp 99-114
quisieron implantar sistemas utópicos, ensayados en al-

Pmfesrira titular del Departamentode Sociologla de la Universidad Au-


tónoma Metropolitana,Unidad Azcapotzalco.
** F’mfcMira asociada del Centro de Lenguas Enranjeras de la Universidad
Aut6noma Metropolitana,Unidad Iztapalapa.
100 Virginiade la Tone Velozy Maria Estela Ramírez Roddguez

gunas ocasiones en pequeñas comuni- ficos importantes que plantean la in-


dades, que después se han visto desin- fluencia de los descubrimientos tecno-
tegradas o absorbidas por la inexorable lógicos se reviven sueños cada vez más
presencia de sociedades más fuertes y grandes y fantásticos sobre la felicidad
grandes. De cualquier forma, histórica- del individuo. Sin embargo, sintomáti-
mente han existido, aunque de manera camente, en este siglo han surgido tam-
efímera -a veces viable, otras no tan- bién las antiutopías, tendencia del pesi-
to- las soluciones utópicas a los pro- mismo finisecular ilustrado en obras
blemas más críticos de los diferentes como Farenheif 451, de Bradbury; Un
grupos sociales. En ocasiones estas so- mundo Feliz, de Huxiey; o 1984, de Or-
luciones se han convertido sólo en mi- well, donde el dominio del Estado o las
tos, caracterizados por la lejanía espa- corporaciones sobre el individuo lo alie-
cial y geográfica. nan hasta despojarlo del más elemental
La humanidad ha atravesado por rasgo humano. Acaso el llamado “fin de
épocas en las que la necesidad de soñar la historia” actualiza esta sensibilidad,
con una sociedad ideal - d o n d e la si- marcada por el fatalism0 de las fuerzas
tuación humana se transforma para al- del mercado y por la miseria engendra-
canzar la felicidad- ha sido más podero- da en aras del “realismo económico”,y
sa. Durante eIRenacimientoyel Barroco de su correlato político que cancela to-
estanecesidaddesoñaraumentó,por un da pretensión transformadora de los
lado, debido al resurgimiento del inte- grupos y de los individuos.
rés por los problemas humanos; por Sin embargo, el impulso humano a
otro, ante la necesidad de concretar en subvertir los destinos manifiestos pare-
forma a n t a , a veces encubierta, el plan ce inextirpable, particularmente cuan-
ideal de algunos filósofos, quienes elabo- do dispone del legado de las utopías clá-
raron visiones de la vida y del mundo sicas y de sus principales representantes
originales y alternativas a la sociedaden a las sociedades de la actualidad.
la que vivían. Walter Montenegro ratifica esta idea,
E n los siglos XVIIIy XIX,los ideales al a f m a r que el jipismo y algunas otras
de igualdad, fraternidad y libertad se corrientes paralelas surgidas en EUA y
difundieron por el mundo como la mé- en el resto del mundo occidental, a
dula de la utopía incipiente de la Fran- principios de las décadas de los sesenta
cia revolucionaria. y setenta, tienen un contenido utópico
Actualmente, en el siglo XX,la uto- en el sentido de que buscan nuevas for-
pía pasa por una situación paradójica: mas de asociación y convivencia huma-
por un lado, a través de obras d e cientí- nas, eminentemente cooperativas, pres-
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Las utopías renacenlisfas.L a sociedad y educacidn... 101

cindiendo del concepto de autoridad y E l mundo esclavista de la Antigüe-


de las preocupaciones económicas de dad es pródigo en referencias que pa-
las sociedades actuales. tentizan la desigualdad entre los hom-
Este trabajo, en lo particular, se re- bres, entre los hombres y mujeres y
monta a la idea clásica de la utopía, al entre los pueblos. Bastaría con citar,
analizar el origen social de las utopías por el momento, a los filósofos griegos
renacentistas, a partir del modelo de Faleas y Platón, quienes concebían co-
sociedad ideal y educativo que plantea mo un contrasentido la acumulación de
Tommaso Campanella, en su libro titu- la riqueza en unas cuantas manos, y
lado La Culdad del Sol. abogaban por la posesión común de la
Tal vez esta reflexión contribuya a propiedad.
develar, no sólo el sustrato ético y hu- Posteriormente, en la Edad Media,
mano de las utopías, sino el contenido la desigualdad afloró como un agravio
práctico de éstas, que se desprende del en la conciencia de los pueblos, y ongi-
enfoque diferente de la relación de la nó la proliferación de movimientos re-
especie humana con la riqueza que pro- ligiosos que criticaban la opulencia de
duce, con el poder y con la naturaleza. unos estratos en desventaja de otros.
Finalmente, habría que añadir que los Esta sucesión de movimientos cris-
problemas de la libertad y de la igualdad tianos radicales se convirtieron en ver-
son elementos consustanciales a la acti- daderas sectas heréticasquecontinuaron
vidad imaginaria que nutre a las utopías, s u tarea mucho después de la Reforma
en tanto que connotan la insubordina- Protestante.
ción con la realidad social y material pre- Y a en el siglo XVII destacó el inglés
valeciente, asunto que, como se ve, at a- Gerard Winstanley, quien dirigió la sec-
ñe al dilema de la sociedad moderna ta niveladora conocida como L o s Cava-
atrapada en el imperativo de la produc- dores, nombre que debían a s u práctica
ción de bienes y servicios, por encima de cultivar las tierras ociosas sin el con-
de cualquier otra consideración. sentimiento de sus acaudalados propie-
tarios.
La desigualdad social A partir de la Revolución Inglesa de
1648 las fuerzas del igualitarismo radi-
Se podría decir que desde lascomunida- cal realizaron grandes avances, tanto en
desprimitivashastalassociedades indiis- el aspecto político como en el intelec-
triales, la desigualdadha estado presen- tual, ya que se Uevaron a cabo con éxito
te y ha sufrido la misma suerte durante grandes revoluciones en nombre del
el desarrollo dinámico de la historia. igualitarismo, y se organizó un movi-
102 l/i@aiade la Tone Velozy M m í Estela Ramim Rodriguez

miento político internacional de masas desigualdad social combinado con un


que daría origen al socialismo. E n el programa de acción política destinado
terreno intelectual, se llegó a un eleva- a acelerar el nacimiento de un orden
do grado de refinamiento y madurez. social nuevo y equitativo.
E n los siglos XVII y XVIII Locke y EFta desigualdad social que atravie-
Rousseau, quienes popularizaron la sa las épocas y lospueblos ha provocado
teoría de que la soberanía reside en el la búsqueda de soluciones o paliativos
pueblo como un todo, y no en el rey, que lleven al mejoramiento de un de-
dieron un gran paso adelante en esta terminado sistema socioeconómico.
dirección. Sus obras sentaron las bases Con ese móvil, la humanidad, en su
para la comprensión moderna de los incansable búsqueda de la felicidad, ha
derechos naturales e hicieron mucho incursionado en varios proyectos que
pur socavar la antigua teoría del dere- van del sueño a la realidad y viceversa.
cho divino de los reyes. Y la distancia media entre esa realidad
Aunque estos autores no fueron los y sus sueños ha señalado la aparición de
primeros en proponer la teoría de los las utopías. Esa distancia ha estado se-
poderes de los gobiernos derivados del parada por las condiciones materiales,
consentimiento de los gobernados, fue por la mayor o menor conciencia de los
en su época (siglos XVII YXVIII) cuando pueblos y por la acción humana subse-
esta teoría llegó a cimentar una acción cuente en el tiempo y en el espacio.
política avanzada.
Cabe señalar que mientras los prin- Génesis y sigaiñcado de las utopías
cipales movimientos igualitarios del si-
glo xvm se orientaron hacia la destruc- Las utopías llevan en su propio signifi-
ción de la desigualdad legal, en los siglos cado la negación de su posibilidad de
XIX y xx apuntaron fundamentalmente existir materialmente. Su etimología
hacia la erradicación de la inequidad vu-ropo$quiere decir Literalmente “lu-
económica. E n este tiempo el socialis- gar que no existe.” La utopía es una
mo dejó de ser sólo una forma de espe- quimera, una ilusión, lo utópico es lo
culación filosófica para convertirse en que se sueña y, en su calidad de sueño,
un gran movimiento político de avances no sólo es irreal sino también irrealiza-
insospechados. ble. Sin embargo, en las utopías subyace
Y a Carlos Marx y Federico Engels, una crítica al estado de cmas prevale-
en el Manifmto del Partido Comunista, ciente, son el anverso de la realidad
escrito en 1848, presentaron breve- social; pero no sólo eso, son también
mente un análisis de las causas de la una respuesta humana a la necesidad de
- I . I .,
Lar utopías renacefiitistas.La sociedady educaci6n... 103

definir un destino hacia el cual dirigir tancia remite inevitablemente al cotejo


sus acciones. del ideal original que sentó las bases de
Por otro lado, las utopías no siempre la sociedad cuestionada. Ese sentido
se han concebido de manera explícita, original, por efecto de contraste, pone
sino a través de mitos de tierras lejanas en evidencia el orden social insatisfac-
y desconocidas, extrañas a su verdadera torio.
situación geográfica y social. Así, el ideal de perfección al que
Usualmente los utopistas ubican :SUS aspiraba la sociedad en crisis puede en-
proyectos ideales en islas o sitios para- contrar dos destinos posibles: su restau-
disiacos, en mundos paralelos a los su- ración (al actualizar sus presupuestos),
yos, pues s u imaginación se encuentra o su obsolescencia definitiva. De cual-
estimulada por sueños, contempa’rá- quier forma, cuando la situación preva-
neos o anteriores a ellos, de lo que leciente se revela insufrible, el hombre
debería ser una sociedad justa. E l am- inventa un mundo mejor o pone sus
biente que suelen describir estas ideas ojos en el pasado.
utópicas es siempre sano y agradable, Roger Mucchielli señala dos actitu-
lejos de todo lo relacionado con el or- des que se encuentran en el origen de
den imperante en los países a los que toda utopía: el sentimiento vivo de las
los autores pertenecen y con los cuales inequidades históricas unido a la obser-
no están muy de acuerdo. vación metódica de la realidad política
Sin embargo, toda utopía nace en y social del momento histórico del uto-
una sociedad precisa y en coyunturas pista, y la idea pesimista de que no exis-
específicas que la provocan; por ellci las ten los medios para rectificarla.
premisas que conforman a las utopías E n el terreno de lo político Lenin
están troqueladas por la circunstancia afirma acerca de las utopías: “En polí-
histórica concreta en la que fueron ges- tica, utopía es un deseo que en modo
tadas. L a gran paradoja de lo anterior, alguno puede convertirse en realidad,
como se ha dicho, es que sus autores ni en nuestros días ni en lo porvenir; un
tratan de eludir esa realidady tiempo al deseo que no se apoya en las fuerzas
que pertenecen, al buscar ideas, para la sociales ni está respaldado por el creci-
formulación de sus propuestas, en &pa- miento y el desarrollo de las fuerzas
cas pasadas o en proyecciones futurktas. políticas, de las fuerzas de clase”.
E n la gestación de las ideas utópicas Asimismo, Lenin piensa que cuanto
está presente una situación de crisis so- menos libertad tenga un país y cuanto
cial, portadora de un sentimiento gene- más parcas sean las manifestaciones de
ralizado de desarmonía. Esta circuns- la lucha de clases, aunado al bajo nivel
104 V i k i ade la Tone Veloz y María Estela Ramírez Rodriguez

de instrucción de las masas, con tanta La utopía se ocultó durante siglos y


mayor facilidad pueden surgir en ese volvió a revivir apronmadamente en el
lugar las utopías políticas y se manten- sigioxn; suresurgimientoseasociaestre-
drán por más tiempo. chamente con el advenimiento del pre-
Esta tesis se vería reforzada en el capitalismo o capitalismo incipiente. Es
ejemplo extremo de la utopía religiosa o el momento de infiexión en el que el
trascendente, que postula la existencia feudalismo empezaba a resquebrajarse y
de una realidad superior,por encima de el poder capitalista aún no se Comlidaba;
la realidad mundana y localizada al tér- el antiguo ordenestaba perdiendosu pre-
mino de esta vida. dominio, pero no estaba claro todavía en
Sin embargo, la noción de una socie- qué consistiríala nueva época Los cam-
dad verdaderamente justa es sustento bios verificados en las @ones nides,
indefectible de todo orden social. Ello tanto en el uso y la tenencia de la tierra
deriva de la necesidad de un balance como en la condición de las personas, la
básico entre los beneficios de la vida creciente población de las ciudades y el
social y sus desventajas, el cual, cuando desarrollo de la vida urbana provocaron
es roto, precipita la crisis y la descom- hondos desajustes que afectarían la suer-
posición, pues no existe sociedad que te de individuos y grupos sociales.
carezca de un referente de legitimación Así,en e l tránsito de una posición
y una convicción necesaria en el accio- tradicional a una nueva, los sujetos po-
nar de los pueblos, por elemental y fan- dían caer fácilmente en una situación
tasioso que pueda parecer. de desamparo y de cruenta miseria, sin
Además, la capacidad de forjar uto- perspectivas a corto plazo para supe-
pías parece consustancial a todas las rarla. Inevitablemente, la gente empe-
culturas, hecho aue se ouede rastrear a zó a soñar con una sociedad buena y
lo largo de la &toria variadkima diferente, con un orden compensato-
manifestaciones de anhelos cornparti- rio contrario a la realidad que padecía.
dos por todos los pueblos. Después de la ensoñación, vino la lu-
cha por materializarlo.
Entre el medioevo y el Remacimiento Este movimiento se generó en el sur
de Francia, ai norte de Italia, Fiandes,
La República, de Platón, que esboza Babantee%latema, Weeran 1% n ~ n a s
una versión de la comunidad ideal, PO- más &hntadas econhkamente. Así,
dría ser el punto de partida que dé entre los @os Y m, la Utopia esta-
cuenta de la construcción de la utopía bleció Su primer Contacto conel naciente
renacentista. capitalismo.
Lasutopías renacentistas. L a sociedady educación... 10s

E n la mayoría de los casos este nue- dio y como fin, y el segundo tiene que
vo utopismo tomó una forma religiosa ver con la certidumbre de hacer revivir
manifestada en oposición al clero; la una época pasada considerada como un
utopía fue concebida como el reino de modelo a igualar.
Dios sobre la tierra. De esta forma, en Para L.Philipart el humanismo:
Europa se extendió un movimiento mis-
tico herético de sectas provenientes de Se puede describir como un movimiento
las antiguas herejías. estético, ftlosófico y religioso al mismo
Esta tradición llegó a Thomas Müin- tiempo,preparadopor las corrientes del
zer, el profeta y líder de la revoluci(ón pensamiento medieval, pero que se ma-
campesina alemana del siglo XVI. Mün- nitiesta como algo radicaimente dife-
rente, aparecido en el sido xv en Italia
zer predicó una especie de humanismo
y difundido en el xv~ por toda Europa,
ateo con ideas de igualdad y bondad caracterizado por un esfuerzo, a la vez
social. En 1525, Münzer s e estableció individual y social, por aGrmar el valor
en Mullhausen e intentó instalar un ré- del hombre y de su dignidad,y fundar en
gimen muy similar al comunista, pero su estudio un ‘modo de vida por el que
en unos cuantos años la rebelión había el ser humano llegue a ser eterno.’ (Phi-
sido aplastada y miles de personas, h- lipart, 1980: 67-68).
cluyendo al propio Münzer, fueron eje-
cutados. Este autor considera como funda-
E n este período también surgen llas mentos del humanismo los siguientes
utopías renacentistas, y el ejemplo m!ás aspectos: La herencia medieval, el re-
notable lo tenemos en Tomás Moro descubrimiento de la Antigüedad, la fi-
(1477-1535)con su obra Utopia,escrita losofía humanista basada en Platón y en
en el siglo XVI cuando Inglaterra afron- los neoplatónicos.
taba los conflictos creados por el paso Por otra parte, según el autor, sien-
de la economía agraria a la industrial.. do el hombre el centro de la reflexión
humanista, éste elabora una ética a la
Las utopías renacentistas vez individual y social que considera al
hombre bueno por naturaleza E l funda-
E n la Europa del siglo XVI se verifica mento de esta educación moral se en-
una profunda transformación cultural, cuentra en los escritos de la Antigüe-
espiritual y social, representada por los dad que hacen referencia a Sócrates,
conceptos de Humanismo y Renaci- Platón y los estoicos, principalmente.
miento. E l primero se refiere a la exal- Trasladada al plano colectivo y so-
tación de la dignitus homini como me- cial, la moral individual se vincula a
106 Viwiiade la Torre Velozy María Eslela Ramírez Rodriguez

todo lo que preseive la libertad, a todo ganización del trabajo para beneficio
lo que permita una elección razonada d e las clases acomodadas d e su tiempo.
del bien. Los representantes d e estas Entre estos autores utópicos rena-
ideas serían los utopistas del Renaci- centitas también se encuentra Francis
miento. En esta época d e profundas Bacon, con su obra titulada Nueva Atián-
transformaciones y convulsiones socia- tidn, en la que realza el papel fundamen-
les los utopistas recurren al sueño, a la tal d e la familia como centro d e la so-
irrealidad d e un lugar inexistente, para ciedad.
denunciar y evidenciar a través d e su Otro filósofo notable, pertenecien-
mundo imaginario los problemas que la te a esta corriente d e pensamiento y del
realidad los incita a enfrentar. que nos ocuparemos fundamentalmen-
Tomás Moro, principal autor utópi- te en este trabajo, es el italiano Tomma-
co del Renacimiento, en su obra reali- so Campanella (1568-1639), quien e n
za una crítica a la sociedad d e su época, suobraLa CiudaddelSolproponecon-
a la propiedad y a la forma d e utilización vertir en realidad su utópica ciudad, en
de los procesos técnicos durante la or- la cual se instauraría la reforma mágica

Museo del Prado. .


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Los utopías renucawistas.La sociedady educación... 107

que salvaría al mundo de la crisis en la ciencia en los que adquiría confianza


que se encontraba. creciente para mejorar su situación, pa-
ra la mentalidad del Renacimiento la
La ciudad ideal de Campanella ciudad ideal debía ser construida según
la razón y a la medida del hombre. Tal
Al igual que todos los autores de las elaboración utópica detallaba las con-
utopías, Campanella cuida el carácter diciones de aislamiento características
geográfico de su utopía. La CUcdad del de las utopías renacentistas?
Sol se encuentra situada en una elevada
colina, ubicación que viene a solucionar La sociedad en La Ciudad del Sd
dos problemas importantes para las ciu-
dades de la época: la capacidad y la pro- L o s orígenes sociales de las primeras
tección. ciudades aparecen en la civilización
L a idea de planificar las ciudades y agraria. Al albergar trabajadores espe-
de buscar lugares adecuados parai el cialistas en s u seno, la ciudad se fue
bienestar, pertenece a la época rena- estratificando; es el caso de Florencia
centista en la que el orden es una necesi- en la Edad Media.
dad Por ello la ciudad ideal en el Rena- Las ciudades utópicas de los filóso-
cimiento integra lógicamente,naturaleza fos renacentistas presentan una situa-
y razón. ción de lucha continua por evitar esa
Aquí, viene al caso recordar un largo estratificación y lograr la igualdad so-
y antiguo debate sobre las caractensti- cial, si bien esta igualdad dependía en
cas que debe tener el lugar ideal. Mien- todas ellas de una clase dominante, que
tras que la mayoría de las utopías del en la utopía de Moro está compuesta
siglo XX,a partir de los descubrimientos por los archifilarcasy los príncipes, y en
científicos, atribuyen a éstos el logro de Bacon, por los padres de la casa de Salo-
la felicidad humana, y planean un lugar món. EnLu Ciudnd delsol de Campane-
lleno de máquinas que faciliten la vida lla los sacerdotes,Mor, Siny Pon, son los
del hombre, pero que al mismo tiempo encargados de gobernar a los habitan-
desequilibran los ecosistemas. L o s ro- tes y representan las tres virtudes o cua-
mánticos, por el contrario, en el siglo lidades que son esenciales para el ser
pasado, al vislumbrar la amenaza de la humano: amor, sabiduríay poder.
destrucción del hombre por la mecani- Estos tres gobernantes están encar-
zación, rechazaron todo lo que no perte- gados no sólo de impartir la justicia,
neciera completamente a la naturaleza. sino también de regular el orden so-
Descubridor de los caminos de la cioeconómim basado en el trabajo co-
IO8 Virginia de la Tom Veiozy María EsfeluRamírez Rodriguez

munitario donde las funciones y servi- derecho, sino un deber para el ciudada-
cios se distribuyen por igual. Así al di- no de la sociedad campanelliana.
vidir entre todos los oficios, artes y tra- En la utopía de Campanella la educa-
bajos,sólose trahajacuatrohorasaldía; ción estáencaminada a lograr la igualdad
así que el tiempo restante es aprender social -aun en presencia de los tres
jugando, discutiendo, leyendo, enseñan- podcres. Su concepción se encuentra
do, caminando y siempre con alegría muy ligada a su tiempo y a los patrones
(Campanella, 1962: 21). Esta división del que su orden monástica le imponía, pe-
trabajo responde en gran medida a la ro es innegable que el mérito d e Cam-
justicia social requerida por todas las panella, como el d e todos los grandes
utopías; sin embargo hace a un lado la utopistas, reside en haber planteado
democracia para afirmar la aristocracia, modelos que parten de estructuras so-
pues el poder es detentado por una ciales apegadas a su tiempo, pero que
clase social única y especial. despliegan posibilidades de creación de
L o s utopistas trabajan para la reali- puntos de contacto con un futuro mejor.
zación d e un solo fin: la felicidad del La obra de Campanella ha d e cir-
individuo que habita en sociedad. Para cunscribirse en el complejo escenario
esta idea existen dos grandes tenden- d e la Contrarreforma, una situación crí-
cias: la de quienes se inclinan por unor- tica para el intelectual; por otra parte,
denamiento marcial con base en una au- la ciudad d e Nápoles que conoció Cam-
toridad que coacciona la libertadhumana panella, como él mismo afirma en su
para el beneficio del resto d e la comuni- libro, no presentaba una sociedad ideal
dad; y la de quienes buscan la libertad digna d e ser imitada.
total del hombre como base d e su feli- En las tres obras utópicas más re-pre-
cidad, y que incluso se sienten aterrados sentativas del Renacimiento -Utopía,
ante la idea de señalar normas que los La CiudaddelSolyLa NuevaAtláda-
regulen (Skinner, 1974: 11). el poder está sostenido por una o algunas
Campanella nos presenta e n La Ciu- personas cuyo sitio es obtenido por su
dad del So2 una sociedad que idealmen- ciencia y su bondad; pero quizá sea en la
te puede manejarse por sí sola, porque implantación d e las penas y castigos don-
todos sus habitantes poseen una gran de el comportamiento social alcanza su
igualdad en su forma d e pensamiento. idealismo mayor, pues éstas se convier-
Ahí, según el autor, no hay envidias ni ten sólo en una medida de defensa social,
odios; buena parte d e esta unidad se y las sanciones deben no sólo corregir al
debe a la educación que no sólo es un criminal sino también mejorarlo como
miembro de la sociedad
Las utopías renacentistas. La sociedady educación... 109

Campanellaestablece una escala de cas- tán más relacionados con las obras na-
tigos, curiosa mezcla de innovación y turales que guiados por la obligación de
conservadurismo:la reprimenda,la p r o sostener una determinada clase social.
hibición de la comida en comunidad, la Por otra parte, al no existir diferen-
prohibición del templo, la prohibición cias sociales y al desaparecer la soberbia
del comercio con las mujeres, el látigo,
el e s o , la muerte o la ley del talión. dentro de la sociedad utópica de Cam-
Conjunto de castigos que intenta Uegar panella, la esclavitud no existe tampo-
al individuo en su dignidady en su h e - co. Curiosamente, en el libro de Moro,
gridad física, sujeto a la vez al derecho síhay esclavitud. Campanella en su obra
disciplinario y al derecho penal propia- hace desaparecer la esclavitud, pero la
mente dicho. De lo misitio puede dar menciona como inexistente y no desea-
cuenta el autor que parece dar a l a ley ble para una sociedad justa como la que
del talión su verdadera econom’a: la intenta describir.
búsqueda de una compensación exacta De igual manera, la inexistencia de
para el mal sufrido por la víctima, así
como en el Levítico. Otro aspecto audaz seres humanos con algún mal físico, im-
y característico: la legislación solar no pide que exista la esclavitud o alguna
conoce el encarcelamiento. No hay pri- desvalorización del trabajo que realiza
sión en la ciudad, con excepción de una cada individuo. Campanella afirma que
torre donde sean encarcelados los ene- ningún tipo de labor es despreciada por
migos rebeldes. En fm,se registra una la ciudadanía solar.
humanización más neta de la represión L a perfección física de todos los ha-
en el plano de las penas corporales. (Fo bitantes se alcanza a través de las unio-
riers: 243). nes que el Triúnviro Mor, dispone: las
Esta idea de justicia probablemente proposiciones de Campanella a este
sea tratada tan idealmente por Camipa- respecto han sido muy criticadas por-
nella a causa de su experiencia con las que prácticamente desaparece la vo-
torturas de su tiempo; por otra parte, luntad del ser humano y el amor, pero,
según el autor, los solarianos aseguran por otra parte, él mismo defiende esta
que “Los hombres de naturaleza mala, circunstancia al afirmar que para lograr
por temor a la ley, actúan bien y, cuando la justicia total, todos los bienes, inclu-
ésta no existe, destruyen la república en yendo a los seres humanos, deben ser
forma manifiesta o secreta”. (Campa- comunes; y que la propiedad, sobre to-
nella, 1962: 18). Esta idea presenta un do cuando hay herencias y descendien-
cierto determinism0 social y muestra tes, crea ambición en el ser humano. En
que los cuidados de los gobernantes de la Ciudud del Sol nadie ambiciona nada
la Ciudad del Sol en la procreación es- porque todos tienen lo mismo; las cien-
110 Hrginia de la Torre Velozy Mana Estela Ramírez Rodrípez

cias, las dignidades y los placeres son en todos los libros utópicos intentan ser
iguales para todos. perfectas. De la misma manera, la ma-
George Sabine afirma: yoría de las utopías señala un sistema
educativo que logrará la felicidad de los
La división del trabajo y la especiaiiza- ciudadanos.
ción de tareas son umdiciones de la coo- Hutchins, en La universuiod de Uto-
peraciónsocial,y el problema del füósofo- pía, afirma que:
rey, es el de ordenar estas cuestiones del
modo más ventajoso. El único problema los utopianosno pueden concebir que la
que queda se refiere a los medios por los
finalidad de su vida consista en lograr
cuales el estadista puede conseguir el fuerza industrial, poderío militar o ma-
ajuste necesario. En términos generales
yor número de artefactos ...creen que su
no hay sino dos maneras de afrontar este
sistema educativo debe constituir una
problema: se eliminan los obstáculos es-
ayuda para determinar cómo usar esas
peciales que se oponen a la buena ciu- cosas cuando se las tiene. (Hutchins,
dadanía o se desarrollan las condiciones 1968: 30)
positivasde la buena ciudadanía. Lo pi-
mero da como resultado la teoría del Por lo que respecta a las utopías
comunismo, lo segundo la teoría de la
educación (Sabine, 1945 64) renacentistas lo anterior constituyeuna
premisa esencial. L o s artefactos, inven-
Es decir, este orden, logrado me- tos y adelantos científicos en las obras
diante la implantación de leyes justas, utópicas renacentistas sólo sirven para
es conseguido e n gran parte a causa del la defensa de sus ciudades, y su necesa-
control educativo, al cual los habitantes rio aislamiento es producto de esta ur-
de L a Curdad del Sol dan gran impor- gencia defensiva. Sólo es permitida la
tancia, pues a través del planteamiento salida de los ciudadanos con el objeto
de esta sociedad ideal, Campanella pro- de comerciar y aprender nuevas cosas.
Done una renovación necesaria. cuva El estancamiento ideológico no existe,
hasc descansaría en un cambio dc men- pues en el hombre renacentista hay una
I ,

talidad a de una nueva educación gran necesidad de conocimiento; y de


como veremos enseguida. otro lado, a causa de la fdosofía pacifii-
ta planteada en las obras del Renaci-
I s Educación en iuutopía miento, en ninguna de ellas se pretende
la expansión o la apropiación de terri-
Los fines de un sistema educativo están torios o propiedades ajenas a través del
en relación con la sociedad en la que se desarrollo científicn.
desarrollan. Las sociedades descritas La educación es muy importante en
.“ 1 . .<., ,.. . . , . ,. . ‘ * ) , .

Las utopías renacerrtistas.La sociedady educación... 111

el sistema político señalado por Cam- tory of utopian thought, Campanella se


panella, pues la división del trabajo está anticipó por muchos siglos a las inten-
basada en la observación de cada indi- ciones de las nuevas rutas pedagógicas,
viduo desde su niñez para descubrir sus pues logró captar que el vislumbra-
principales inclinaciones. Asimismo, la miento (o “visualización,” como él lo
igualdad social sólo se pone en duda en denomina) de los conceptos por adqui-
algunos casos, por ejemplo, en la idea rir, es un método importante para lo-
de que sólo quien demuestra ser más grar su aprendizaje?
útil a la comunidad es mejor. De esta Campanella no descuida ninguna
manera, según Campanella, el gobier- ciencia ni arte. Los muros de cada cír-
no lo ejercen individuos que, gracias a culo en los que está dividida La Ciudad
sus dotes intelectuales y a sus cualida- del Sol están dedicados a cada una de
des morales, son considerados aptos ]pa- las ciencias.
ra llevar los cargos superiores, y no está Haciendo una comparación con La
de acuerdo con el hecho de que puestos Utopía de Moro, donde el tema de la
tan importantes sean concedidos por educación está apenas señalado, y con
razones hereditarias. La Nueva Atlántidn de Bacon, donde
Enel temadelaeducación, la utopía ésta se convierte en el tópico principal,
de Campanella, con respecto a las otras se observa que Campanella, a diferen-
obras producidas en su época, es la que cia de estos dos autores, trata el tema
intenta presentar un mayor sentido igua- con ecuanimidad y medida, y quizás es
litario. Los niña no son educados por el más acertado en presentar un tipo de
sus padres, sino por la comunidad. educación que, aunque es demasiado
Campanella, al igual que Platón, cim- ideal, se adelanta a su tiempo.
sideraba la formación de la familia co- Así, para Campanella la educación
mo un obstáculo para la entrega total se debe dar en forma natural, a través del
de todos los ciudadanos a su gobierno y método intuitivo, pero sujeto al conoci-
Estado. L a educación por lo tanto, es miento práctico. El alumno “aprende
una función de éste Último. A los tres haciendo”, que es una de las metas pe-
años, los niños son encargados al cuida- dagógicas más modernas. La finalidad
do del régimen gubernamental. es el provecho de la ciudadanía y la
L a educación es obligatoria para los integración del individuo, lo más acele-
habitantes de La Ciudad del Sol; sin radamente posible, al resto de la pobla-
embargo, es también una diversión y ción activa.
placer, y según algunos críticos como E n la sociedad ideal, existe sólo el
Joyce Oramel Hertzler en su The ,his- ocio creativoy las diversiones son apro-
112 Virginia de la Torre Velozy M d u Estela R m í m Rodriguez

vechadas igualmente como motivos de en particular preparaba los planteamien-


búsqueda de conocimientos nuevos. tos generales del socialismo utópica.
Para Campanella, la educaciónno es El pensamiento utópica renacentis-
sólo un medio para poder vivir y mejo- ta tiene en su principal contribución el
rar el estilo de vida de una comunidad, haber situado a la humanidad sobre la
sino también, consecuentemente, un tierra y como el centro de la acción
cambio en las actitudes básicas de los humana, y atreverse a concebir un or-
individuos, que aportará el cambio total den terreno mejor, sin admitir toda pos-
de la sociedad a la que pertenecen. tergación del bienestar a un supuesto
E n suma, las ideas pedagógicas que orden celestial.
plantea Campanella en su libro, res-
ponden a los conocimientos filosóficos NOTAS
y a las tendencias que venían dándose
desde el Renacimiento, y s e continúan 1 Roger Mucchielli,L’ufopie de Thomas Mo-
con las ideas pedagógicas de Bacon y p. 102.
m,
posteriormente con las de Rousseau. 2 Lenin, El Sociaüsmo Utópicoyel Socioliimo
Su originalidad radica, no sólo en la Cientljico, p. 63.
llamada d e atención de la urgencia de 3 “Elhombre y la naturaleza, la razón humana
los conocimientos prácticos y la impor- y las leyes naturales se integran recíproca-
tancia del contacto humano con la na- mente, y la ciudad ideal es a la vez natural y
racional, la ciudad es construida según la
turaleza, sino también en la necesidad raz6n y la medida del hombre, pero también
de transmitir los conocimientos a través la ciudad que responde perfectamente a la
de medios icónicos y divertidos, que es naturaleza humana.” Eugenio Garin “La ci-
la meta de los caminos actuales de la té ideale de la Renaissance” en Les uropies á
pedagogía! in renaissunce. p. 16.
La importancia del pensamiento utó- 4 Cf Egon Ernest Berge,.Sociologia urbunq
p. 38.
pica renacentista y, particularmente, el “Laestratificaci6nde las ocupacionesen Flo-
de Campanella, reside en su significa- rencia puede servir de ilustraci6n. Primero
ción en la formulación ulterior del pen- por orden de importancia, venían los “nohi-
samiento político y social. Acaso este li”, la antigua aristocracia que gobern6 la
ciudadhasta 1282,cuandoelpueblolpr¡v6
pensamiento anunciaba el advenimien- de tcdos los derechos políticos. La Segunda
to del racionaiismo y de las ideas liber- clase se llamaba “arti mappior?, y estaba
tarias que enmarcaron el fin del Anti- formada por los jueces, notarios,banqueros,
- Réeimen. Se nota asimismo la
guo I
mercaderes,comerciamesde telasy plateros.
La tercera clase era la llamada “arti mimi”
pertenencia del pensamiento utópico
renacentista a la misma vertiente que y comprendía a los tintoreros, cardadores,
lavanderos, herreros y lapidarios. im que
~

Las utopías renacenlistas. La sociedady educación ... 113

pertenecían a una clase inferior carecían de Engels, Federico. Del socialismo utópico al so-
derechos legales e incluso de nombre conlo ciolismo cieníífico. Moscú, Progreso, 1978.
clase." Fernández de Escalante, Manuel. Libertad nom-
5 La educación de la juventud, por el proceso ral y poder político en el Esíado perfecto de
de lavisualización,fue asísugerida, siendo :su Tomás Campanella. Sevilla, Anales de la
naturalezatalque losniaosadquiríanincon,s- Universidad Hispalense, 1969.
cientemente y sin tedio un conocimiento de
las cosas grandes y esenciales de la vida. Psí Garin, Eugenio. Medioevo y Renacimiento. Ma-
Campanella se anticipó 300 anos a la peda- drid, Taurus, 1981.
gogía de hoy. Joyce Oramel Hertzler, The Ciencia y vida civil en el Renacimiento
history of utopian thought. p. 158. italiano. Madrid, Taurus. (Ensayistas, 211).
6 ¿Reconocimiento de las cosas no es mucho Harrington, Michael. El socialismo. México,
más fácil de mostrar si los materiales ilustra- FCE, 1978.
tivos están a la mano y si hay alguna via para
memorizarlos? Porque la instrucción entra Heller, Agnes. El hombre delRenacimiento. Bar-
también, más fácilmente, a través de los oj'os celona, Península, 1980.
que de los oídos mucho más placenteramen- Hertzler, Joyce Oramel. The history of ulopian
te en presencia de los medios refinados que thought, Nueva York, Cooper square pub-
de los normales. Lewis Munford, The history lishers, 1965.
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