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ADMINISTRATIVA
SEGUNDA
Expediente: SSA.II-LP.02/2015.
Distrito: La Paz.
En grado de apelación de fs. 102 a 106, interpuesto por la Aduana interior La Paz de la
Gerencia Regional de Aduana La Paz, la Sala Social y Administrativa Tercera del
Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, por Auto de Vista Nº 11/12 de 1 de
febrero de 2012, cursante de fs. 124, revocó en parte la sentencia apelada, confirmando
en cuanto a las nulidades aducidas y resueltas en el punto primero de la misma y
revocando el segundo punto de la sentencia, disponiendo la plena vigencia de la
Resolución Sancionatoria Unificada de Procedimiento AN-GRLPZ-PLI/00022-10 de 12
de enero de 2010, y declarando improbada la excepción de prescripción aducida por la
entidad actora.
En cumplimiento del citado auto supremo, fue emitido el nuevo Auto de Vista Nº
154/12 de 21 de diciembre de 2012, que revocó en parte la Sentencia Nº 04 de 8 de abril
de 2011, confirmando en cuanto a las nulidades aducidas y resueltas en el punto primero
de la sentencia y revoca en el segundo punto de la sentencia, disponiendo la plena
vigencia de la Resolución Sancionatoria Unificada de Procedimiento AN-GRLPZ-
PLI/00022-10 de 12 de enero de 2010, declarando improbada la excepción de
prescripción alegada por la institución demandante.
Este fallo motivó el recurso de casación en el fondo de fs. 399 a 404, interpuesto por la
Fundación contra el Hambre/Bolivia, representada por Oscar Ramiro Montes,
manifestando lo que se sintetiza a continuación:
Manifiesta que, el auto de vista omitió pronunciarse sobre ciertos aspectos planteados
en apelación, por ejemplo, la ampliación del plazo de la prescripción de 4 a 7 años, se
hace necesario señalar que respecto a la prescripción, la institución apelante resalta el
parágrafo II del art. 59 del CTB, siendo que este establece como regla general para la
prescripción, el tiempo de 4 años, ampliando el plazo a 7 años como excepción a la
regla, únicamente en dos circunstancias, alegado por la Administración Tributaria en la
resolución sancionatoria, es decir, la ampliación del plazo de la prescripción a 7 años,
por falta de inscripción en los registros pertinente, por lo que correspondía verificar si se
aplica al caso, la obligación de inscribirse en los registros pertinentes; sin embargo, la
aduana, a la fecha del hecho generador, el 17 de abril de 2003, no habilitó registro
alguno, es decir que cualquier persona natural o jurídica, hasta antes del
empadronamiento de importadores aprobado por la RD Nº 01-019-08 de 18 de
diciembre de 2008, tenía derecho a someter las mercancías a importación bajo cualquier
régimen aduanero, por lo tanto la inscripción en los registros pertinentes, a la que hace
referencia el parágrafo II del art. 59 del CTB, que establece la ampliación del plazo de
la prescripción de 4 a 7 años, es inaplicable en materia aduanera, sin embargo la
Resolución Sancionatoria, no señala cuales son los registros en los que la Fundación
que representa, no se hubiera inscrito.
Refiere que los presupuestos señalados en el art. 59 del CTB, que hace posible la
ampliación del plazo para la prescripción, no se adecuan al caso presente, toda vez que
en la presunta obligación perseguida en la Resolución Sancionatoria, primero porque en
materia aduanera, no existían registros habilitados para importadores, ni norma que así
lo disponga y segundo porque las Vistas de Cargo, fueron generadas a partir del registro
informático emitido por el sistema SIDUNEA, de los partes de recepción que
registraron y certificaron la llegada de la mercadería el 17 de abril de 2003, como señala
la Resolución impugnada de la Aduana, en el que constan todos los datos del
consignatario, nombre, número de NIT, etc., lo que demuestra que no es evidente la
ausencia de los registros de la operación aduanera alegada por la administración
aduanera, pues con esos datos declarados y puestos a disposición de la Administración
Aduanera, se permitió el ingreso de la mercancía el 17 de abril de 2003, momento que la
Aduana consideró como fecha del hecho generados de la obligación de pago, por lo que
al no existir ninguna norma que reglamente la inscripción del sujeto pasivo en registros
pertinentes, y al estar demostrado que la Administración Aduanera contaba con el
registro de la operación aduanera, es inaplicable el parágrafo II del art. 59 del CTB.
Por otra parte, aduce que la Administración Aduanera, asumió que no se solicitó o
inició el trámite de exención, por tanto, al no haber registro, se ampliaría la prescripción
a 7 años, sin embargo la solicitud de exención tributaria no es más que una mera
solicitud que no constituye registro alguno, siendo claro que la Aduana, lo que pretende
es justificar su negligencia castigada por ley con la prescripción de la acción de la
acción o el derecho de la Administración, que se funda en el principio de la seguridad
jurídica, por ello resulta falso e ilegal el afirmar que la prescripción debe ampliarse a 7
años por falta de registro, y no existe causa para su aplicación.
Por todo lo expuesto, solicita se admita el recurso, y una vez remitido al Tribunal
Supremo de Justicia, case el auto de Vista Nº 154/12 de 21 de diciembre y su auto
complementario de 27 de octubre de 2012, y deliberando en el fondo, declare prescrita
la obligación tributaria establecida en la Resolución Determinativa AN-GRLPZ-
LAPLI/00022/2010 de 12 de enero de 2010, y respecto al recurso de nulidad en la
forma, anule obrados hasta que se pronuncie nuevo auto de vista sobre las demás
pretensiones deducidas en el proceso que no fueron resueltas ni consideradas en primera
instancia, sobre el derecho de exención de tributos en favor de la empresas que
representa, y de la errada sanción por falta de regularización de la DUI, que está
prevista únicamente para el despachante de aduana.
Por otro lado, es preciso referir que si bien la entidad ahora recurrente, tenía el deber de
cumplir con los requisitos y formalidades que determina la ley para la exención de los
tributos por la importación de alimentos en base a los convenios de asistencia
económica y acuerdos internacionales suscritos entre Bolivia y Estados Unidos, la
Administración Aduanera también tenía obligaciones, es decir, contaba con el periodo
de 4 años conforme lo señala el art. 59.I de la Ley Nº 2492, con las facultades descritas
en los artículos precitados, para efectivizar el cobro por deudas tributarias y la
consiguiente omisión de pago y no así a los 7 años como se estableció en Segunda
Instancia, porque si bien resulta evidente que, conforme al art. 70.2 de la Ley Nº 2492,
se constituye como una obligación del sujeto pasivo: “…inscribirse en los registros
habilitados por la Administración Tributaria y aportar los datos que le fueran requeridos
comunicando ulteriores modificaciones en su situación tributaria…” y la omisión de
dicha inscripción en los registros tributarios se configura como contravención tal cual lo
prescribe el art. 160.1 del Código precitado, sin embargo, el Reglamento de Registro y
Empadronamiento de Importadores recién fue aprobado por Resolución Nº RD 01-019-
08 de 18 de diciembre de 2008, fecha posterior a la recepción de la donación de
alimentos en el presente caso.
Que, mediante Auto Supremo Nº 432 de 25 de julio de 2013, el Tribunal Supremo
moduló el criterio asumido por la extinta Corte Suprema de Justicia, reconduciendo los
fundamentos concluyó que: “…la prescripción como instituto jurídico de extinción de
obligaciones, en materia tributaria, no es de oficio, y tanto la deuda tributaria así como
sus accesorios de ley, y la sanción, se extinguen por prescripción, por la negligencia de
la Administración Tributaria en determinar el adeudo tributario en el plazo establecido
en la norma.”
Por todo lo expuesto, se concluye que, la Sala Social y Administrativa Tercera del
Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, al revocar en parte la Sentencia Nº 04 de
8 de abril de 2011 y declarar improbada la excepción de prescripción demandada por la
entidad actora, ha obrado incorrectamente; por todo ello, al ser evidentes las
infracciones acusadas en el recurso de casación en el fondo, corresponde aplicar los arts.
271.4) y 274 del Código de Procedimiento Civil, aplicables por mandato de la norma
remisiva contenida en los arts. 214 y 297.II de la Ley Nº 1340 de 28 de mayo de 1992 y
74.2 de la Ley Nº 2492 Código Tributario de 2 de agosto de 2003.