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SALA CONTENCIOSA Y CONTENCIOSA ADMINISTRATIVA, SOCIAL Y

ADMINISTRATIVA

SEGUNDA

Auto Supremo Nº 189/2015.

Sucre, 01 de julio de 2015.

Expediente: SSA.II-LP.02/2015.

Distrito: La Paz.

Magistrado Relator: Dr. Fidel Marcos Tordoya Rivas.

VISTOS: El recursos de casación en el fondo de fs. 399 a 404, interpuesto por la


Fundación Contra el Hambre/Bolivia (Food for the Hungry International/Bolivia), a
través de su representante legal Oscar Ramiro Montes Mollo, contra el Auto de Vista Nº
154/12 de 21 de diciembre de 2012 de fs. 210, pronunciado por la Sala Social y
Administrativa Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, dentro del
proceso contencioso tributario seguido por la entidad recurrente, contra la
Administración de Aduana Interior de la Gerencia de Aduana La Paz, la respuesta de la
institución demandada de fs. 409 a 413, el auto de fs. 415 que concedió el recurso, los
antecedentes del proceso y;

CONSIDERANDO I: Que, tramitado el proceso contencioso tributario, la Juez Segundo


de Partido Administrativo, Coactivo Fiscal y Tributario de la ciudad de La Paz, emitió
la Sentencia Nº 04/2011 de 8 de abril de 2011, cursante de fs. 96 a 101, declarando
probada en parte la demanda de fs. 36 a 42, improbadas las nulidades invocadas en la
misma y probada la excepción de prescripción de la Resolución Sancionatoria por
Unificación de Procedimiento Nº AN-GRLPZ-LAPLI Nº 0022-10 de 12 de enero de
2010, declarando extinguida la obligación tributaria, al tenor de todo lo expuesto en el
numeral 4 del último considerando.

En grado de apelación de fs. 102 a 106, interpuesto por la Aduana interior La Paz de la
Gerencia Regional de Aduana La Paz, la Sala Social y Administrativa Tercera del
Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, por Auto de Vista Nº 11/12 de 1 de
febrero de 2012, cursante de fs. 124, revocó en parte la sentencia apelada, confirmando
en cuanto a las nulidades aducidas y resueltas en el punto primero de la misma y
revocando el segundo punto de la sentencia, disponiendo la plena vigencia de la
Resolución Sancionatoria Unificada de Procedimiento AN-GRLPZ-PLI/00022-10 de 12
de enero de 2010, y declarando improbada la excepción de prescripción aducida por la
entidad actora.

Contra la resolución de alzada, la Fundación contra el Hambre/Bolivia, formuló recurso


de casación de fs. 180 a 187, siendo resuelto mediante Auto Supremo Nº 376 de 26 de
septiembre de 2012 (fs. 201 a 206), que anuló obrados hasta el sorteo de fs. 122 vta.,
inclusive, disponiendo que el tribunal ad quem, sin espera de turno, bajo
responsabilidad administrativa, previo sorteo, emita nueva resolución pronunciándose
sobre la fuerza mayor demandada y fundamentada, expresando la debida motivación
sobre dicho extremo.

En cumplimiento del citado auto supremo, fue emitido el nuevo Auto de Vista Nº
154/12 de 21 de diciembre de 2012, que revocó en parte la Sentencia Nº 04 de 8 de abril
de 2011, confirmando en cuanto a las nulidades aducidas y resueltas en el punto primero
de la sentencia y revoca en el segundo punto de la sentencia, disponiendo la plena
vigencia de la Resolución Sancionatoria Unificada de Procedimiento AN-GRLPZ-
PLI/00022-10 de 12 de enero de 2010, declarando improbada la excepción de
prescripción alegada por la institución demandante.

Este fallo motivó el recurso de casación en el fondo de fs. 399 a 404, interpuesto por la
Fundación contra el Hambre/Bolivia, representada por Oscar Ramiro Montes,
manifestando lo que se sintetiza a continuación:

Alega error de hecho y derecho en la interpretación y aplicación indebida de los arts. 59


y 61 de la Ley Nº 2492, pues para la Administración Tributaria, tal cual se evidencia en
la resolución sancionatoria como del contenido del recurso de apelación, el plazo para la
prescripción es de 7 años en lugar de 4, de acuerdo a lo dispuesto en la última parte del
art. 59 del Código Tributario Boliviano (CTB), Ley Nº 2492, entonces, correspondía al
tribunal de alzada revisar el pronunciamiento del juez a quo, que declaró probada la
demanda por prescripción, manifestando si era o no correcto dicha posición; sin
embargo, señala, que del razonamiento expresado por el tribunal de alzada respecto a la
prescripción, se evidencian las siguientes violaciones:

1. Errada interpretación de la institución jurídica de la prescripción prevista en el


art. 59.I de la Ley Nº 2492.

Manifiesta que, de acuerdo a la fundamentación contenida en el auto de vista recurrido,


la prescripción opera antes de los cuatro años, pues expresamente resaltó que en el caso
ya habían transcurrido “más” de seis años, y sin embargo concluyen señalando que no
opera la prescripción de cuatro años prevista en el art. 59.I del CTB, razonamiento a
criterio suyo, desnaturaliza completamente el instituto de la prescripción que tiene
fundamento a partir de doctrina (de la que transcribe fragmentos), señalando finalmente
que, el propósito que persigue la prescripción es el de resguardar el orden social a través
de la seguridad jurídica y se encuentra previsto en el art. 9 de la Constitución Política
del Estado (CPE), y que de los antecedentes doctrinarios y constitucionales citados,
concluye que la prescripción opera por el transcurso del tiempo, cuando se sobrepasa el
límite establecido en la ley para ejercer el derecho, en este caso, de acuerdo al parágrafo
I del art. 59 de la Ley Nº 2492, el límite fijado es cuatro años, y mientras más años
sobrepasen a los 4 años establecidos, menor es la duda sobre la extinción de la
obligación, contrariamente, el auto de vista recurrido, incurriendo en error de hecho y
derecho en la interpretación de la ley y en aplicación indebida del parágrafo I del art. 59
de la Ley Nº 2492, señaló que por haber transcurrido más de seis años, no operó la
prescripción de 4 años, asumiendo que la prescripción debe oponerse antes de los cuatro
años, y es errónea interpretación porque la propia Administración Aduanera que
confiesa tanto en la resolución sancionatoria como en su recurso de apelación, que la
mercancía ingresó a territorio aduanero, en fecha 17 de abril de 2003, por lo que el
hecho generador de la obligación, se hizo exigible 60 días después de esa fecha, tal
como prescribe el art. 131 del Reglamento de la Ley General de Aduanas, es decir el 17
de junio de 2003 y siendo que de acuerdo al art. 60 del CTB, el plazo de la prescripción
se computa a partir del 1 de enero del año siguiente, en este caso, a partir del 1 de enero
de 2004, la fecha en que operó la prescripción extintiva de la obligación sería el 1º de
enero de 2008, cumpliendo los cuatro años señalados, debiendo considerarse además
que recién el día 27 de enero de 2010, se notificó con la Resolución Sancionatoria que
determina el presunto omitido, es decir, después de más de cuatro años.

2. Error de hecho y de derecho en la interpretación y aplicación del inc. a) del art.


61 de la Ley Nº 2492.

El art. 60 de la Ley Nº 2492, dispone que el término de la prescripción se


computará desde el 1º de enero del año calendario siguiente a aquel en que se produjo el
vencimiento del periodo de pago respectivo y que dicha norma debe ser aplicada,
considerando la interrupción de la prescripción prevista en el art. 61 del mismo cuerpo
legal, pues para el inicio del cómputo de los cuatro años, se requiere de un inicio, y un
acto de la administración que establezca la interrupción del transcurso del tiempo,
siendo que según lo prescrito por el art. 61 del CTB, solo existen dos formas de
interrumpir el tiempo de la prescripción , es decir, la notificación al sujeto pasivo con la
Resolución Determinativa, y el reconocimiento expreso o tácito de la obligación por
parte del sujeto pasivo o tercero responsable o por la solicitud de facilidades de pago;
sin embargo, incurriendo en error de hecho y derecho en la aplicación del art. 61 de la
citada norma, el auto de vista señaló que el plazo para la prescripción se interrumpió a
partir de la Resolución Sancionatoria por Unificación de Procedimiento de fecha 12-01-
2010, siendo que dicha resolución se notificó recién el 27 de enero de 2010, lo que
demuestra la violación del art. 61 mencionado por interpretación errónea y aplicación
indebida del mismo, al considerar que el acto que interrumpió la prescripción es la fecha
de la resolución sancionatoria y no así la fecha de notificación con la misma.

3. Error de hecho y derecho en la aplicación e interpretación del parágrafo II del


art. 59 del CTB.

Manifiesta que, el auto de vista omitió pronunciarse sobre ciertos aspectos planteados
en apelación, por ejemplo, la ampliación del plazo de la prescripción de 4 a 7 años, se
hace necesario señalar que respecto a la prescripción, la institución apelante resalta el
parágrafo II del art. 59 del CTB, siendo que este establece como regla general para la
prescripción, el tiempo de 4 años, ampliando el plazo a 7 años como excepción a la
regla, únicamente en dos circunstancias, alegado por la Administración Tributaria en la
resolución sancionatoria, es decir, la ampliación del plazo de la prescripción a 7 años,
por falta de inscripción en los registros pertinente, por lo que correspondía verificar si se
aplica al caso, la obligación de inscribirse en los registros pertinentes; sin embargo, la
aduana, a la fecha del hecho generador, el 17 de abril de 2003, no habilitó registro
alguno, es decir que cualquier persona natural o jurídica, hasta antes del
empadronamiento de importadores aprobado por la RD Nº 01-019-08 de 18 de
diciembre de 2008, tenía derecho a someter las mercancías a importación bajo cualquier
régimen aduanero, por lo tanto la inscripción en los registros pertinentes, a la que hace
referencia el parágrafo II del art. 59 del CTB, que establece la ampliación del plazo de
la prescripción de 4 a 7 años, es inaplicable en materia aduanera, sin embargo la
Resolución Sancionatoria, no señala cuales son los registros en los que la Fundación
que representa, no se hubiera inscrito.

Refiere que los presupuestos señalados en el art. 59 del CTB, que hace posible la
ampliación del plazo para la prescripción, no se adecuan al caso presente, toda vez que
en la presunta obligación perseguida en la Resolución Sancionatoria, primero porque en
materia aduanera, no existían registros habilitados para importadores, ni norma que así
lo disponga y segundo porque las Vistas de Cargo, fueron generadas a partir del registro
informático emitido por el sistema SIDUNEA, de los partes de recepción que
registraron y certificaron la llegada de la mercadería el 17 de abril de 2003, como señala
la Resolución impugnada de la Aduana, en el que constan todos los datos del
consignatario, nombre, número de NIT, etc., lo que demuestra que no es evidente la
ausencia de los registros de la operación aduanera alegada por la administración
aduanera, pues con esos datos declarados y puestos a disposición de la Administración
Aduanera, se permitió el ingreso de la mercancía el 17 de abril de 2003, momento que la
Aduana consideró como fecha del hecho generados de la obligación de pago, por lo que
al no existir ninguna norma que reglamente la inscripción del sujeto pasivo en registros
pertinentes, y al estar demostrado que la Administración Aduanera contaba con el
registro de la operación aduanera, es inaplicable el parágrafo II del art. 59 del CTB.

Por otra parte, aduce que la Administración Aduanera, asumió que no se solicitó o
inició el trámite de exención, por tanto, al no haber registro, se ampliaría la prescripción
a 7 años, sin embargo la solicitud de exención tributaria no es más que una mera
solicitud que no constituye registro alguno, siendo claro que la Aduana, lo que pretende
es justificar su negligencia castigada por ley con la prescripción de la acción de la
acción o el derecho de la Administración, que se funda en el principio de la seguridad
jurídica, por ello resulta falso e ilegal el afirmar que la prescripción debe ampliarse a 7
años por falta de registro, y no existe causa para su aplicación.

Finalmente solicita que se tome en cuenta lo resuelto en el Auto Supremo Nº 419 de 17


de julio de 2013, de características similares, dictado dentro del proceso seguido por la
Fundación a la que representa contra la Administración Aduanera.

Por todo lo expuesto, solicita se admita el recurso, y una vez remitido al Tribunal
Supremo de Justicia, case el auto de Vista Nº 154/12 de 21 de diciembre y su auto
complementario de 27 de octubre de 2012, y deliberando en el fondo, declare prescrita
la obligación tributaria establecida en la Resolución Determinativa AN-GRLPZ-
LAPLI/00022/2010 de 12 de enero de 2010, y respecto al recurso de nulidad en la
forma, anule obrados hasta que se pronuncie nuevo auto de vista sobre las demás
pretensiones deducidas en el proceso que no fueron resueltas ni consideradas en primera
instancia, sobre el derecho de exención de tributos en favor de la empresas que
representa, y de la errada sanción por falta de regularización de la DUI, que está
prevista únicamente para el despachante de aduana.

A su vez, la institución demandada, a través de su representante Michael Leonardo


Cotillo Poma, respondió al recurso formulado por la fundación demandante, en base a
los argumentos expuestos por memorial de fs. 409 a 413, solicitando se declare
improcedente e infundado el recurso de casación.
CONSIDERANDO II: Para resolver este recurso, es preciso responder en conjunto a los
puntos expresados por el recurrente, por cuanto los mismos, guardan relación y de ellos
se identificó la problemática planteada, razón por la cual, para un mejor entendimiento
se analiza de manera global y se establece lo siguiente:

En el caso presente, la entidad recurrente a través de su representante legal, cuestiona el


fallo del tribunal de segunda instancia, por haber revocado en parte la sentencia y
disponer la plena vigencia de la Resolución Sancionatoria Unificada de Procedimiento
AN-GRLPZ-PLI/00022-10 de 12 de enero de 2010, declarando improbada la excepción
de prescripción demandada, incurriendo con la emisión de dicho fallo en error de hecho
y de derecho en la interpretación y aplicación indebida de los arts. 59 y 61 de la Ley Nº
2492, ya que según afirma, habría operado la prescripción de las acciones de la
Administración, por haber transcurrido más de 4 años desde comisión del hecho
generador de la obligación, rechazando el criterio de la Administración Aduanera y del
tribunal de alzada, que sostiene que en el presente caso, la prescripción se operaría
recién después de transcurridos 7 años, según el parágrafo II del art. 59 de la Ley Nº
2492.

Lo esgrimido por el recurrente, respecto a la prescripción y el entendimiento efectuado


por el tribunal de alzada en el auto de vista, nos permite vislumbrar que, existe
desconocimiento de la vigencia de los institutos establecidos como formas de extinción
de la obligación tributaria, siendo la prescripción una categoría jurídica por la que, se le
atribuye la función de ser una causa extintiva de la obligación tributaria, necesaria para
el orden social, que responde a los principios constitucionales de certeza y seguridad
jurídica, y no -como sustentan otros- en la equidad y la justicia. La falta del análisis
interpretativo y carente de criterio razonado hizo hincapié en un forzado e irracional
intento de ampliar a 7 años el término de la prescripción, aplicando indebidamente el
parágrafo II del art. 59 de la Ley Nº 2492 parafraseándolo desatinadamente al afirmar
que, los alcances para ampliar a 7 años el término de la prescripción es: “cuando el
interesado no haya cumplido con la formalidad de solicitar la exención de tributos ante
el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto dentro del plazo de 60 días contados a
partir de la llegada de la mercancía, … (sic)”, cuando dicha norma establece
textualmente que: “II. El término precedente se ampliará a siete (7) años cuando el
sujeto pasivo o tercero responsable no cumpliera con la obligación de inscribirse en los
registros pertinentes o se inscribiera en un régimen tributario que no le corresponda.” Es
decir, refiere a la obligación o deber formal de inscribirse en los registros pertinentes,
dentro el régimen correspondiente, aspecto cumplido por el sujeto pasivo que tiene el
NIT 1020369022 emitido por el Servicio de Impuestos Nacionales, entonces, no
entendemos cómo es que, el deber formal de inscripción al padrón de contribuyentes
(NIT), se puede asimilar a la formalidad de solicitar exención de tributos.

De los datos del proceso se tiene que, la Administración de Aduana Interior de la


Gerencia Regional de Aduana La Paz, al amparo del art. 69 del CTB, realizó la
determinación por unificación de procedimiento, respecto a la mercancía ingresada al
país en calidad de donación, amparado en el documento de embarque JACFH107, que
no fue regularizado con la presentación de la Resolución Bi-Ministerial para la
autorización de la exención de pago de tributos por parte del sujeto pasivo, hasta la
emisión de la Resolución Sancionatoria Nº 22/2010 de 12 de enero de 2010, que
resolvió las Vistas de Cargo AN-GRLPZ-LAPLI Nº 065/08 de 11 de diciembre y Nº
082/08 de 15 de diciembre de 2008, con un reparo de UFV´s.1.206.161,33.-,
concluyendo con la emisión de la Resolución Sancionatoria por Unificación de
Procedimiento AN-GRLPZ-LAPLI/ 00022-10 de 12 de enero de 2010, que fue
notificada al sujeto pasivo mediante cédula, el 27 de enero de 2010.

De la atenta revisión de los antecedentes se tiene que, la recepción de la mercancía, se


produjo el 17 de abril de 2003, tal como se evidencia de la documental de fs. 48; según
lo establecido en el art. 131 del Reglamento de la Ley General de Aduanas, el sujeto
pasivo Fundación contra el Hambre/Bolivia, tenía 60 días para regularizarán los trámites
de despacho inmediato dentro del plazo con la presentación de la declaración de
mercancías acompañada de la documentación de respaldo y la Resolución Ministerial de
exoneración tributaria emitida por el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas; es
decir, el plazo del último Parte de Recepción de Mercancía venció el 17 de junio de
2003, que es la fecha de la última conducta contraventora tributaria, por lo tanto, el
cómputo de la prescripción comenzó a correr del 1 de enero de 2004, en estricta en
sujeción de lo dispuesto por el art. 60.I del Código Tributario (Ley Nº 2492) que
establece: “Excepto en el numeral 4 del parágrafo I del artículo anterior, el término de la
prescripción se computará desde el 1 de enero del año calendario siguiente a aquel en
que se produjo el vencimiento del periodo de pago respectivo…”; y de acuerdo a lo
establecido en el art. 59.3 del actual Código Tributario (Ley Nº 2492), la sanción por
contravención tributaria prescribió el 31 de diciembre de 2007 a horas 24:00, de lo que
se advierte que la Administración Tributaria Aduanera, pese a que tuvo cuatro años para
poder imponer sanción sin impedimento alguno, recién notificó al sujeto pasivo
Fundación contra el Hambre/Bolivia con la Resolución Sancionatoria por Unificación
de Procedimiento AN-GRLPZ-LAPLI/00022-10 de 12 de enero de 2010 - siendo este el
actuado que interrumpe la prescripción conforme lo establece el art. 61.a) de la Ley Nº
2492, en el caso de examen el contribuyente fue notificado en fecha 27 de enero de
2010, conforme consta de la diligencia de fs. 31, aspecto debidamente compulsado por
el a quo, en su sentencia, que concluyó acertadamente, al determinar que no se
suspendió ni interrumpió el curso de la prescripción, consiguientemente, la sanción
tributaria del contribuyente prescribió.

Por otro lado, es preciso referir que si bien la entidad ahora recurrente, tenía el deber de
cumplir con los requisitos y formalidades que determina la ley para la exención de los
tributos por la importación de alimentos en base a los convenios de asistencia
económica y acuerdos internacionales suscritos entre Bolivia y Estados Unidos, la
Administración Aduanera también tenía obligaciones, es decir, contaba con el periodo
de 4 años conforme lo señala el art. 59.I de la Ley Nº 2492, con las facultades descritas
en los artículos precitados, para efectivizar el cobro por deudas tributarias y la
consiguiente omisión de pago y no así a los 7 años como se estableció en Segunda
Instancia, porque si bien resulta evidente que, conforme al art. 70.2 de la Ley Nº 2492,
se constituye como una obligación del sujeto pasivo: “…inscribirse en los registros
habilitados por la Administración Tributaria y aportar los datos que le fueran requeridos
comunicando ulteriores modificaciones en su situación tributaria…” y la omisión de
dicha inscripción en los registros tributarios se configura como contravención tal cual lo
prescribe el art. 160.1 del Código precitado, sin embargo, el Reglamento de Registro y
Empadronamiento de Importadores recién fue aprobado por Resolución Nº RD 01-019-
08 de 18 de diciembre de 2008, fecha posterior a la recepción de la donación de
alimentos en el presente caso.
Que, mediante Auto Supremo Nº 432 de 25 de julio de 2013, el Tribunal Supremo
moduló el criterio asumido por la extinta Corte Suprema de Justicia, reconduciendo los
fundamentos concluyó que: “…la prescripción como instituto jurídico de extinción de
obligaciones, en materia tributaria, no es de oficio, y tanto la deuda tributaria así como
sus accesorios de ley, y la sanción, se extinguen por prescripción, por la negligencia de
la Administración Tributaria en determinar el adeudo tributario en el plazo establecido
en la norma.”

En ese entendido y ratificando el criterio anterior, la prescripción se opera más bien en


contra de la negligencia en favor de quien prescribe, la inacción de la Administración
Tributaria para imponer sanciones, no puede atribuírsele al sujeto pasivo como un daño
económico al Estado, puesto que éste, con su poder y la norma vigente otorgan a la
Administración Tributaria, los medios necesarios para efectivizar la sanción y posterior
cobro en un determinado tiempo. El instituto de la prescripción contemplado en la Ley
Nº 2492 Código Tributario (actual), en la Subsección V, de la Sección VII, dedicada a
las formas de extinción de la obligación tributaria, es una categoría jurídica por la que,
se atribuye la función de ser una causa extintiva de la obligación tributaria, es necesaria
para el orden social, además responde a los principios constitucionales de certeza y
seguridad jurídica, y no en la equidad y la justicia; y es precisamente para impedir el
autoritarismo del Estado en ejercicio de su poder, por la hegemonía política, que la
Constitución contempla una cláusula abierta para perfeccionar un sistema de protección
del estante y habitante del territorio nacional, así su art. 13.II, amplía el catálogo de
derechos a los previstos en instrumentos internacionales, que además de ser fuente de
derecho, conforman el bloque de constitucionalidad (art. 410.II CPE). En esa medida, el
art. 8.I de la Convención Americana sobre Derechos Humanos o Pacto de San José de
Costa Rica, (Ratificada por Bolivia mediante Ley Nº 1430 de 11 de febrero de 1993), al
otorgar las garantías judiciales exigibles por cualquier persona, especifica que: “Toda
persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo
razonable, por un juez o tribunal competente, independiente e imparcial…” Sustrayendo
de la norma que antecede la garantía del plazo razonable, que excluye cualquier
posibilidad de incertidumbre en la determinación de un derecho u obligación de orden
civil, laboral, fiscal o de otra índole; enunciado, del que a contrario sensu, se extrae el
derecho a la prescripción de toda obligación para el caso del tipo fiscal; lo que nos
permite concluir que la normativa supra nacional que forma parte de nuestra legislación
establece como derecho humano la prescripción.

Por todo lo expuesto, se concluye que, la Sala Social y Administrativa Tercera del
Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, al revocar en parte la Sentencia Nº 04 de
8 de abril de 2011 y declarar improbada la excepción de prescripción demandada por la
entidad actora, ha obrado incorrectamente; por todo ello, al ser evidentes las
infracciones acusadas en el recurso de casación en el fondo, corresponde aplicar los arts.
271.4) y 274 del Código de Procedimiento Civil, aplicables por mandato de la norma
remisiva contenida en los arts. 214 y 297.II de la Ley Nº 1340 de 28 de mayo de 1992 y
74.2 de la Ley Nº 2492 Código Tributario de 2 de agosto de 2003.

POR TANTO: La Sala Contenciosa y Contenciosa Administrativa, Social y


Administrativa segunda del Tribunal Supremo de Justicia, con la atribución conferida
en los arts. 184.1 de la CPE y 42.I.1 de la Ley Nº 025 del Órgano Judicial, en ejercicio
de la potestad de juzgar que emana del pueblo boliviano, CASA PARCIALMENTE el
Auto de Vista Nº 154/2012 de 21 de diciembre de 2012, cursante de fs. 210 a 211, y se
declara probada la excepción de prescripción de la Resolución Sancionatoria por
Unificación de Procedimiento Nº AN-GRLPZ-LAPI Nº 00022-10 de 12 de enero de
2010, por lo tanto extinguida la obligación tributaria por prescripción de la facultad de
la Administración Tributaria Aduanera para imponer sanción administrativa,
manteniendo firme y subsistente el fallo respecto a los demás puntos.

Regístrese, notifíquese y devuélvase.

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