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TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA

SALA CONTENCIOSA Y CONTENCIOSA ADM., SOCIAL Y ADM. PRIMERA


Auto Supremo Nº 210
Sucre, 28 de junio de 2016

Expediente : 38/2016-A
Materia : Contencioso Tributario
Demandante : CARE INTERNACIONAL EN BOLIVIA
Demandado : Administración de Aduana Interior de la Gerencia
Regional de Aduana La Paz
Distrito : La Paz
Magistrado Relator : Dr. Isaac Jorge Von Borries Méndez

VISTOS: El recurso de casación interpuesto por CARE INTERNACIONAL


EN BOLIVIA, representado legalmente por Julio Guillermo Fabbri Crespo y José
Miguel Fabbri Crespo, cursante a fs. 351 a 357; el Auto de Vista AV 156/2015-
SSA-I de 30 de octubre de fs. 342 a 343, pronunciado por la Sala Social y
Administrativa Primera del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, dentro
del proceso contencioso tributario seguido por el recurrente contra la
Administración de Aduana Interior de la Gerencia Regional de Aduana La Paz; la
respuesta de fs. 377 a 385; el Auto que concedió el recurso de fs. 387; los
antecedentes del proceso; y:
CONSIDERANDO I:
I.1 Antecedentes del proceso
I.1.1 Sentencia
Una vez tramitado el proceso contencioso tributario, el Juez Segundo de
Partido Administrativo, Coactivo, Fiscal y Tributario de la ciudad de La Paz,
pronunció la Sentencia N° 08/2012 de 19 de julio de 2012, cursante de fs. 186 a
190, declarando probada en parte la demanda; improbada la solicitud de dejar
sin efecto la Resolución Sancionatoria por Unificación de Procedimiento N° AN-
GRLPZ-LAPLI N° 00131-09 de 24 de diciembre de 2009; probada la excepción de
prescripción de la Resolución Sancionatoria por Unificación de Procedimiento N°
AN-GRLPZ-LAPLI N° 00131-09 de 24 de diciembre de 2009, por lo tanto
extinguida la obligación tributaria.
I.1.2 Auto de Vista
En conocimiento de la Sentencia, la entidad demandante CARE
INTERNACIONAL EN BOLIVIA, interpuso recurso de apelación conforme consta a
fs. 192-197, resuelto mediante Auto de Vista N° 156/2015-SSA-I de 30 de
octubre, revocando en parte la sentencia apelada. En consecuencia declara
improbada la excepción de prescripción, por consiguiente firme y subsistente
Resolución Sancionatoria por Unificación de Procedimiento N° AN-GRLPZ-LAPLI
N° 00131-09 de 24 de diciembre de 2009, en lo demás firme y subsistente. Sin
costas.
I.2 Motivos del recurso de casación
El recurrente a tiempo de interponer su recurso de casación en la forma y
en el fondo, esgrime sus fundamentos señalando que:

Casación en la forma.
Al amparo del art. 254 inc. 4) del Código de Procedimiento Civil (CPC),
afirma que el fallo impugnado ha sido emitido “(…) sin haberse pronunciado
sobre alguna de las pretensiones deducidas en el proceso y reclamadas
oportunamente ante los tribunales inferiores”, y en omisión de la facultad de
fiscalización que tienen los Tribunales de Alzada y de casación, ha violado
expresamente el art. 236 del CPC y el principio procesal de legalidad.
En ese sentido señala, que el Auto de Vista impugnado, contiene un primer
agravio, pues los Vocales omiten, en violación del art. 236 del CPC, emitir un
pronunciamiento fundamentado sobre la aplicación de los tratados
Internacionales, que señalan que estas importaciones no están sujetas a tributo
alguno bajo la prelación normativa del art. 410.I de la Constitución Política del
Estado (CPE). Tratados internacionales que reconocen la importación de bienes
de donación con fines filantrópicos libres de pago de tributos. (Transcribiendo a
continuación lo dispuesto por el Convenio al Punto Cuatro y Acuerdo de
Liberación de Impuestos de Importación). Al respecto manifiesta, que pese a
estar plenamente vigentes estos convenios y haber reclamado su aplicación en
apelación, en el Auto de Vista los Vocales omiten su consideración, haciendo
simple mención de los mismos, pero en nada su ponderación o valor legal,
aplicabilidad y/o efectos, con lo cual ha incurrido en incongruencia omisiva, pues
sin ninguna prerrogativa legal, los Vocales han suprimido derechos
pactados entre el Estado Boliviano y los Estados Unidos de América, dando
prevalencia a una Resolución Ministerial que en nada contradice tales acuerdos.
Indicando a continuación el art. 410 de la CPE que señala que los tratados,
acuerdos o concordatos internacionales tienen prelación legal en cuanto a su
aplicación, norma concordante con el art. 5 del Código Tributario Boliviano en
vigencia, que el Auto de Vista lesiona. Afirmando a continuación, que en
apelación se ha invocado al art. 50 del Decreto Supremo (DS) N° 22225 de 13
de junio de 1989, que establece que el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y el
Impuesto a los Consumos Específicos (ICE) sobre importaciones, no se aplican a
las donaciones por no estar dentro del objeto del impuesto. Igualmente, los arts.
51 y 52 establecen que las donaciones están exentas del Gravamen Aduanero
(GA), siempre que sean distribuidas o entregadas a los usuarios o consumidores
finales a título gratuito, o que sean utilizadas en forma directa por las
instituciones comprendidas en el inc. b) del art. 49 del mismo Decreto, tal es caso
de CARE. A lo que el Tribunal de alzada, fallando citra petita, pasa por alto la
normativa nacional e internacional, adoleciendo de incongruencia omisiva.
En ese entendido, señala el recurrente corresponderá al Tribunal de
Supremo anular el Auto Vista y proceder a analizar, valorar y aplicar la norma
internacional y nacional que exime de pago de tributos y otras cargas impositivas
a la importación de bienes de donación, y consecuentemente anular y dejar sin
efecto la Resolución Sancionatoria.
Casación en el fondo.
Al amparo de lo establecido en el art. 253 inc. 1) y 2) del CPC, afirma que
el fallo impugnado ha sido emitido en violación, interpretación errónea y
aplicación indebida de los arts. 59.II y 6 de la Ley N° 2492 de 2 de agosto de
2003 (CTB), conteniendo además disposiciones contradictorias.
En ese sentido señala que en aplicación del art. 59.I del CTB, la Resolución
Sancionatoria por Unificación de Procedimiento N° AN-GRLPZ-LAPLI N° 00131-
09 de 24 de diciembre de 2009, notificada a CARE el 29 de diciembre de 2009 ha
prescrito, tal como lo ha entendido el Juez A quo, toda vez que se trata de
operaciones de importación realizadas en la gestión 2004, con lo cual el término
de prescripción, de acuerdo al art. 60-I de la Ley N° 2492 CTB, empezó a correr
a partir del 01 de enero de 2005, verificándose la prescripción el 31 de diciembre
de 2008, por el trascurso de 4 años. Tiempo en el cual la Aduana Nacional no
notificó a CARE con ninguna Resolución Determinativa, que de acuerdo al art. 61
del CTB es el único acto válido que puede desarrollar la Administración Tributaria
para interrumpir la prescripción, por lo que esos supuestos derechos de cobro o
fiscalización prescribieron al notificar con la Resolución Sancionatoria por
Unificación de Procedimiento recién el 31 de diciembre de 2009, un año después
de operada la prescripción.
No obstante, manifiesta el recurrente, el Tribunal de Alzada de forma
errónea y parcializada con la Administración Tributaria indica que el parágrafo II
del art. 59 del CTB tiene como finalidad que el sujeto pasivo tenga que
identificarse, sea mediante su registro y/o dando cumplimiento con la norma
respecto al aviso o comunicado escrito que hace el sujeto pasivo a la Aduana
nacional sobre la imposibilidad de regularizar el despacho aduanero, para el inicio
de las acciones que correspondan. Indicando al respecto, que ésta es una
aplicación forzada del art. 59.II del CTB, puesto que CARE además de estar
inscrito en el padrón de contribuyentes a través de su número NIT, presentó toda
la documentación para efectivizar el despacho aduanero inmediato, por lo que es
errado afirmar que CARE no estuviera inscrita en los registros respectivos o
hubiese actuado en sigilo y clandestinidad, contando por más de 35 años con
NIT y domicilio conocido en Bolivia, así como con todos los requisitos de
funcionamiento e inscripción solicitados por el Estado, que incluye el memorial
de solicitud de exención que cursa en obrados. Señalando además que en materia
aduanera, el registro de importadores rige a partir del 18 de diciembre de 2008
fecha en la que se aprobó el Reglamento de Registro y Empadronamiento de
Importadores. Por lo que esa figura es inaplicable por el principio de
irretroactividad de la ley en resguardo del principio de seguridad jurídica. Por lo
que la excepción a la regla que permite ampliar el plazo de prescripción a 7 años,
se funda en la posibilidad de que existan hechos generadores de la obligación
tributaria aduanera desconocidos o clandestinos, como el caso del contrabando,
caso que no ocurre en autos.
Por otro lado manifiesta, los Vocales utilizan la analogía e interpretan de
manera equivocada, que la comunicación a la Aduana sobre la imposibilidad de
regularizar el despacho, se convierte en una suerte de registro tributario,
interpretación totalmente forzada, puesto que dicha comunicación, no constituye
un registro previsto en el párrafo II del art. 59 del CTB; puesto desde la gestión
2004 la Aduana Nacional conocía plenamente la operación de importación y la
identidad de CARE como sujeto pasivo. Analogía expresamente prohibida por el
art. 8.III del CTB, existiendo jurisprudencia al respecto contenida en el Auto
Supremo N° 419/2013 de 17 de julio. De lo que concluye que el Tribunal de
alzada interpretó y aplicó erróneamente el art. 59-II del CTB.
En cuanto a la violación del art. 410 de la CPE, el recurrente argumenta,
que el Tribunal de alzada ha incurrido en la vulneración de la jerarquía
constitucional pues no solo no la ha considerado a momento de fundamentar su
decisión, sino que pone a la Resolución Ministerial N° 236 de 17 de junio de 1996
y la Resolución Administrativa N° 195 de 29 de mayo de 2002 por encima de los
Convenios y Tratados Internacionales (de naturaleza humanitaria) suscritos y
ratificados por Bolivia, así como las leyes nacionales que reconocen que la
importación de bienes de donación está exenta de pago de tributos y otras cargas
impositivas. Por lo que corresponde subsanar dicha falta y casar el fallo recurrido
y reconocer que la Resolución Sancionatoria por Unificación de Procedimiento N°
AN-GRLPZ-LAPLI N° 00131-09 de 24 de diciembre de 2009, carece de sentido y
efecto legal.
En relación a la violación del art. 6 del CTB, señala que es contundente al
establecer la máxima de que ninguna autoridad pública o judicial debería
permitirse cuestionar ni desconocer de que solo la Ley tiene la legalidad y
legitimidad para poder crear, modificar o suprimir tributos y en la misma forme
únicamente ella puede otorgar o suprimir exenciones tributarias. En ese sentido
la importación de alimentos donados a Bolivia al amparo del Programa de
Alimentos PL 480, reconocida por los convenios y tratados internacionales que
tiene rango de ley, está exenta de pago de tributos aduaneros, por lo que
solamente otra norma de igual jerarquía y valor legal puede suprimir la
exoneración tributaria, pero que en una evidente contradicción se está privando
a CARE de dicha franquicia tributaria, al fundamentar una decisión sobre la base
de la Resolución Ministerial n° 236 de 17 de junio de 1996 y Resolución
Administrativa N° 195 de 29 de mayo de 2002, resaltando que CARE no ha
demostrado haber cumplido con la Regularización del Despacho Aduanero en el
plazo establecido por ley, incurriendo en omisión de pago aduanero previsto y
sancionado por los arts. 160 num. V y 165 de la Ley N° 2492.
En ese sentido, el fundamento del Tribunal de alzada cae por su propio
peso pues esas simples resoluciones bajo ninguna circunstancia están legitimadas
para suprimir la exención reconocida por ley. Por lo que el argumento de que
CARE hubiera omitido regularizar las importaciones al no solicitar la Resolución
Bi-Ministerial de exención tributaria oportunamente, son totalmente inválidos
para negar la inefectividad de la Resolución Sancionatoria impugnada, toda vez
que la Resolución Bi- Ministerial no es propiamente dicho un acto constitutivo de
la exención, la cual ya esta reconocida, sino solamente un elemento declarativo
de su aplicación a la importación específica, y su no presentación solo configura
la imposición de una multa por Incumplimiento de Deberes Formales conforme
al art. 162 del CTB, más nunca el pago del 100% o más del tributo y gravámenes
arancelarios que corresponden a las operaciones de importación, liberados
expresamente por los convenios y tratados
internacionales.
I.2.1 petitorio
El recurrente, solicitando en mérito al recurso de casación en la forma, se
anule el Auto de Vista y en relación al recurso de casación en el fondo, se case
el Auto de Vista y se declare probada la excepción de prescripción; probada la
demanda principal y nula e inaplicable la Resolución Sancionatoria por
Unificación de Procedimiento N° AN-GRLPZ-LAPLI N° 00131-09 de 24 de
diciembre de 2009.
CONSIDERANDO II:
II.1 Fundamentos jurídicos del fallo
En consideración de los argumentos planteados tanto en la forma como
en el fondo del recurso se aclara, que es preciso responder en conjunto a los
puntos expresados por el recurrente, por cuanto los mismos, guardan relación y
de ellos se identificó la problemática planteada, razón por la cual, para un mejor
entendimiento se analiza de manera global y se establece lo siguiente:
El artículo 410, segundo parágrafo, de la Constitución Política del Estado,
dispone: “La Constitución es la norma suprema del ordenamiento jurídico
boliviano y goza de primacía frente a cualquier otra disposición normativa. El
bloque de constitucionalidad está integrado por los Tratados y Convenios
internacionales en materia de Derechos Humanos y las normas de Derecho
Comunitario, ratificados por el país. La aplicación de las normas jurídicas se regirá
por la siguiente jerarquía, de acuerdo a las competencias de las entidades
territoriales:
1. Constitución Política del Estado.
2. Los tratados internacionales.
3. Las leyes nacionales, los estatutos autonómicos, las cartas orgánicas y
el resto de legislación departamental, municipal e indígena.
4. Los decretos, reglamentos y demás resoluciones emanadas de los
órganos ejecutivos correspondientes”.
En ese entendido, la Teoría del Bloque de Constitucionalidad en Bolivia
encuentra plena acogida en la norma cumbre de nuestro ordenamiento jurídico.
Así pues, el art. 410 de la Constitución Política del Estado, a tiempo de referirse
a su primacía respecto de las demás normas, incorpora expresamente el concepto
de Bloque de Constitucionalidad, señalando que el mismo está compuesto por los
Tratados Internacionales en materia de Derechos Humanos (Derecho
Internacional de los Derechos Humanos) y normas de Derecho Comunitario,
siendo condición “Sine Quanon” que los mismos estén ratificados por el país. Esto
significa que los Estados al suscribir una convención o tratado se convierten en
Estado parte, en consecuencia adquieren derechos y obligaciones en
cumplimiento del principio fundamental del derecho Internacional reflejado en el
denominado “Pacta Sunt Servanda” (lo pactado obliga).
Con ese antecedente y atendiendo lo expuesto por el recurrente en la
primera parte del recurso de casación interpuesto, se evidencia que el Tribunal
de alzada considera este aspecto, cuando expresamente manifiesta “Que, al
respecto se tiene presente que en mérito a la existencia de Convenio Suscrito
entre el Gobierno de Bolivia con el de los Estados Unidos de América, se han
regulado las operaciones de importación, comercialización y distribución gratuita
de los bienes donados al País, por lo tanto queda claro que la importación de
alimentos donados al amparo del Programa de Alimentos PL 480, se encuentra
exentos del pago de tributos aduaneros; …”; en consecuencia, la afirmación de
que el Tribunal de alzada a tiempo de emitir el Auto de Vista adolece de una
“incongruencia omisiva” carece de asidero legal, en razón a que a partir de la
afirmación transcrita precedentemente, dicha Resolución cumple con lo
extrañado por el recurrente, no incurriendo en la incongruencia u omisión
acusada, menos aún en la exigencia del art. 236 del Código de Procedimiento
Civil (CPC-1975), ya que sobre este aspecto, es decir, los Convenios y Tratados
Internacionales, existe un reconocimiento expreso de su aplicación en cuando a
la exención del pago de tributos para la importación en el marco del Programa
de Alimentos PL 480.
En ese mismo sentido, la entidad recurrente cuestiona el fallo del Tribunal
de segunda instancia, por haber revocado en parte la sentencia, declarando
improbada la excepción de prescripción por consiguiente firme y subsistente la
Resolución Sancionatoria por Unificación de Procedimiento AN-GRLPZ/LAPLI N°
00131/09 de 24 de diciembre de 2009, incurriendo con la emisión de dicho fallo
en errónea interpretación y aplicación del art. 59 –II de la Ley Nº 2492 (CTB), ya
que según afirma el recurrente, se trata de operaciones de importación realizadas
en la gestión 2004 como hecho generador, con lo cual el término de prescripción
de acuerdo al art. 60-I de la referida Ley, correría a partir del 01 de enero del
2005 operándose la prescripción el 31 de diciembre de 2008. Al respecto,
contrariamente a dicho razonamiento, el Tribunal de alzada sostiene que en el
presente caso, la prescripción se operaría recién después de transcurridos 7 años,
según el parágrafo II del art. 59 de la Ley Nº 2492.
Lo esgrimido por el recurrente, respecto a la prescripción y el
entendimiento efectuado por el tribunal de alzada en el auto de vista, nos permite
vislumbrar que, existe desconocimiento de la vigencia de los institutos
establecidos como formas de extinción de la obligación tributaria, siendo la
prescripción una categoría jurídica por la que, se le atribuye la función de ser una
causa extintiva de la obligación tributaria, necesaria para el orden social, que
responde a los principios constitucionales de certeza y seguridad jurídica, y no
en la equidad y la justicia.
La falta del análisis interpretativo por el Tribunal de Alzada de la referida
norma, hizo hincapié en un forzado intento de ampliar a 7 años el término de la
prescripción, aplicando indebidamente el parágrafo II del art. 59 de la Ley Nº
2492, señalando que los alcances para ampliar a 7 años el término de la
prescripción se sustenta en el hecho de que: “… debe entenderse que el parag.
II del Art. 59 del C.T.B. tiene como finalidad que el sujeto pasivo tenga que
identificarse ya sea mediante su registro y/o dando cumplimiento con la norma
respecto al aviso o comunicado escrito que hace el sujeto pasivo, antecedente
que no han sido debidamente dilucidados por la Juez A-quo a tiempo de tomar
su decisión a este respecto, por lo que en la instancia corresponde modificar su
determinación”; cuando dicha norma establece textualmente que: “II. El término
precedente se ampliará a siete (7) años cuando el sujeto pasivo o tercero
responsable no cumpliera con la obligación de inscribirse en los registros
pertinentes o se inscribiera en un régimen tributario que no le corresponda.” Es
decir, refiere a la obligación o deber formal de inscribirse en los registros
pertinentes, dentro el régimen correspondiente, aspecto cumplido por el sujeto
pasivo que tiene el NIT 1004527022 emitido por el Servicio de Impuestos
Nacionales (fs. 38).
De los datos del proceso se tiene que, la Administración de Aduana Interior
de la Gerencia Regional de Aduana La Paz, al amparo del art. 169 del CTB, realizó
la determinación por unificación de procedimiento, respecto a la mercancía
ingresada como donación a territorio boliviano, amparado en el documento de
embarque MOBY 200411007, que no fue regularizado con la presentación de la
Resolución Bi-Ministerial para la autorización de la exención de pago de tributos
por parte del sujeto pasivo, hasta la emisión de la Resolución Sancionatoria AN-
GRLPZ-LAPLI Nº 00131/09 de 24 de diciembre de 2009, que resolvió la Vistas de
Cargo AN-GRLPZ-LAPLI Nº 0242/08 de 26 de diciembre de 2008, con un reparo
de UFV’s.89.931,01, concluyendo con la emisión de la Resolución Sancionatoria
por Unificación de Procedimiento AN-GRLPZ-LAPLI/ AN-GRLPZ-LAPLI Nº
00131/09 de 24 de diciembre de 2009, que fue notificada al sujeto pasivo
mediante cédula, el 31 de diciembre de 2009.
De la atenta revisión de los antecedentes se tiene que, la parte de
recepción de la mercancía, se produjo el 12 de abril de 2004, tal como se
evidencia de la documental de fs. 43 y 44; según lo establecido en el art. 131 del
Reglamento de la Ley General de Aduanas, el sujeto pasivo CARE
INTERNACIONAL EN BOLIVIA, tenía 60 días para regularizarán los trámites de
despacho inmediato dentro del plazo con la presentación de la declaración de
mercancías acompañada de la documentación de respaldo y la Resolución
Ministerial de exoneración tributaria; es decir, el plazo del último Parte de
Recepción de Mercancía venció el 12 de julio de 2004, que es la fecha de la última
conducta contraventora tributaria, por lo tanto, el cómputo de la prescripción
comenzó a correr del 1 de enero de 2005, en estricta en sujeción de lo dispuesto
por el art. 60.I del Código Tributario (Ley Nº 2492) que establece: “Excepto en
el numeral 4 del parágrafo I del artículo anterior, el término de la prescripción se
computará desde el 1 de enero del año calendario siguiente a aquel en que se
produjo el vencimiento del periodo de pago respectivo…”; y de acuerdo a lo
establecido en el art. 59.3 del actual Código Tributario (Ley Nº 2492), la sanción
por contravención tributaria prescribió el 31 de diciembre de 2008 a horas 24:00,
de lo que se advierte que la Administración Tributaria Aduanera, pese a que tuvo
cuatro años para poder imponer sanción sin impedimento alguno, recién notificó
al sujeto pasivo CARE INTERNACIONAL EN BOLIVIA, con la Resolución
Sancionatoria por Unificación de Procedimiento AN-GRLPZ-LAPLI/ AN-GRLPZ-
LAPLI Nº 00131/09 de 24 de diciembre de 2009 - siendo este el actuado que
interrumpe la prescripción conforme lo establece el art. 61.a) de la Ley Nº 2492,
el 31 de diciembre de 2009, conforme consta de la diligencia de fs. 278, aspecto
debidamente compulsado por el A quo en sentencia, que concluyó
acertadamente, al determinar que no se suspendió ni interrumpió el curso de la
prescripción, consiguientemente, la sanción tributaria del contribuyente
prescribió.
Por otro lado, es preciso referir que si bien la entidad ahora recurrente,
tenía el deber de cumplir con los requisitos y formalidades que determina la ley
para la exención de los tributos por la importación de alimentos en base a los
convenios de asistencia económica y acuerdos internacionales suscritos entre
Bolivia y Estados Unidos, la Administración Aduanera también tenía obligaciones,
es decir, contaba con el periodo de 4 años conforme lo señala el art. 59.I de la
Ley Nº 2492, con las facultades descritas en los artículos precitados, para
efectivizar el cobro por deudas tributarias y la consiguiente omisión de pago y no
así a los 7 años como se estableció en Segunda Instancia, porque si bien resulta
evidente que, conforme al art. 70.2 de la Ley Nº 2492, se constituye como una
obligación del sujeto pasivo: “…inscribirse en los registros habilitados por la
Administración Tributaria y aportar los datos que le fueran requeridos
comunicando ulteriores modificaciones en su situación tributaria…” , y la omisión
de dicha inscripción en los registros tributarios se configura como contravención
tal cual lo prescribe el art. 160.1 del Código precitado, sin embargo, el
Reglamento de Registro y Empadronamiento de Importadores recién fue
aprobado por Resolución Nº RD 01-019-08 de 18 de diciembre de 2008, fecha
posterior a la recepción de la donación de alimentos en el presente caso.
Así, mediante Auto Supremo Nº 432 de 25 de julio de 2013, el Tribunal
Supremo moduló el criterio asumido por la extinta Corte Suprema de Justicia, y
reconduciendo los fundamentos concluyó que: “…la prescripción como instituto
jurídico de extinción de obligaciones, en materia tributaria, no es de oficio, y
tanto la deuda tributaria así como sus accesorios de ley, y la sanción, se
extinguen por prescripción, por la negligencia de la Administración Tributaria en
determinar el adeudo tributario en el plazo establecido en la norma.”.
En ese entendido, el Auto Supremo N° 189/2015 de 01 de julio, ratificando
el criterio anterior ha señalado que: “… la prescripción se opera más bien en
contra de la negligencia en favor de quien prescribe, la inacción de la
Administración Tributaria para imponer sanciones, no puede atribuírsele al sujeto
pasivo como un daño económico al Estado, puesto que éste, con su poder y la
norma vigente otorgan a la Administración Tributaria, los medios necesarios para
efectivizar la sanción y posterior cobro en un determinado tiempo. El instituto de
la prescripción contemplado en la Ley Nº 2492 Código Tributario (actual), en la
Subsección V, de la Sección VII, dedicada a las formas de extinción de la
obligación tributaria, es una categoría jurídica por la que, se atribuye la función
de ser una causa extintiva de la obligación tributaria, es necesaria para el orden
social, además responde a los principios constitucionales de certeza y seguridad
jurídica, y no en la equidad y la justicia; y es precisamente para impedir el
autoritarismo del Estado en ejercicio de su poder, por la hegemonía política, que
la Constitución contempla una cláusula abierta para perfeccionar un sistema de
protección del estante y habitante del territorio nacional, así su art. 13.II, amplía
el catálogo de derechos a los previstos en instrumentos internacionales, que
además de ser fuente de derecho, conforman el bloque de constitucionalidad
(art. 410.II CPE). En esa medida, el art. 8.I de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos o Pacto de San José de Costa Rica, (Ratificada por Bolivia
mediante Ley Nº 1430 de 11 de febrero de 1993), al otorgar las garantías
judiciales exigibles por cualquier persona, especifica que: “Toda persona tiene
derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por
un juez o tribunal competente, independiente e imparcial…” Sustrayendo de la
norma que antecede la garantía del plazo razonable, que excluye cualquier
posibilidad de incertidumbre en la determinación de un derecho u obligación de
orden civil, laboral, fiscal o de otra índole; enunciado, del que a contrario sensu,
se extrae el derecho a la prescripción de toda obligación para el caso del tipo
fiscal; lo que nos permite concluir que la normativa supra nacional que forma
parte de nuestra legislación establece como derecho humano la prescripción.”.
Por todo lo precedentemente fundamentado, este Tribunal de casación
concluye que, la Sala Social y Administrativa Primera del Tribunal Departamental
de Justicia de La Paz, al revocar en parte la Sentencia Nº 08/2012 de 29 de julio
de 2012 y declarar improbada la excepción de prescripción aducida por la entidad
demandante, ha obrado incorrectamente; por todo ello, al ser evidentes las
infracciones acusadas en el recurso de casación en el fondo, corresponde aplicar
los arts. 271.4) y 274 del Código de Procedimiento Civil y el art. 220.IV del NCPC,
aplicables por mandato de la norma permisiva contenida en los arts. 214 y 297.II
de la Ley Nº 1340 de 28 de mayo de 1992 y 74.2 de la Ley Nº 2492 Código
Tributario de 2 de agosto de 2003.
POR TANTO: La Sala Contenciosa y Contenciosa Adm., Social y Adm.
Primera del Tribunal Supremo de Justicia, con la atribución conferida en los arts.
184.1 de la CPE y 42.I.1 de la Ley del Órgano Judicial, CASA PARCIALMENTE el
Auto de Vista Nº 156/2015 SSA-I de 30 de octubre de 2015, cursante de fs. 342
a 343, y se declara PROBADA LA EXCEPCIÓN de prescripción de la Resolución
Sancionatoria por Unificación de Procedimiento AN-GRLPZ-LAPLI Nº 00131/09 de
24 de diciembre de 2009, por lo tanto extinguida la obligación tributaria por
prescripción de la facultad de la Administración Tributaria Aduanera para imponer
sanción administrativa, manteniendo firme y subsistente el fallo respecto a los
demás puntos.
Regístrese, notifíquese y devuélvase.

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