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Clase 1

RELACIÓN HISTÓRICAENTRE
LA DROGA Y EL SUJETO

Fabián Naparstek

El objetivo o el hor izonte al cual apuntamos en estas clases es el de po-


der mostrar que la or ientación lacaniana tiene herram ientas, y en muchas
ocasiones muy poderosa s, para enfrentar estas pato logías llamadas actua-
les. En nuestro caso nos vamos a abocar al tema de las toxicomanías y el
alcoholismo, aunque entiendo que el recorrido que juntos vamos a reali-
zar podría también tener consecuencias para el modo de abordar otras pa-
tologías. Pienso que la orientación lacaniana permite tanto enfrentar, así
como dar respuestas efectivas y de curación a los modo s actuales de pre-
sentación de las patologías llamadas mentales. Si esta idea central, al fina-
lizar el trayecto, se puede fundamentar en al meno s algunos puntos, real-
mente entiendo que habrá valido la pena realizarlo.
No cabe duda que la actua lidad muestra dos modelos de tratam iento
claramente opuestos. Hay hoy una gran división entre las terapias conduc-
tistas comportamenta les y las terapias que toman en cuenta la transferen-
cia. Seguramente, habrá que hacer muchas diferencias más, pero esta es
una gran discrepancia que hay que poder establecer. Pues, estas diferen-
cias de abordaje producen consecuencias en la vida de cada persona que
acude a una ayuda y posiblemente, tamb ién, en la sociedad que estamos
armando. Pero, a su vez, dentro del campo de las terapias que uti lizan la
transferencia, no vamos a decir que el psicoanálisis de orientación lacania-
na es lo mismo que el otro montón de terapias que están dentro de ese ám-
bito. Entonces, lo que me interesa resaltar en este primer punto es si va-
mos a utilizar un abordaje terapéuti co en donde se va a tener en cuenta al
sujeto o, de lo contrario, si se lo va a dejar de lado. El punto es si se va a
tratar de adaptar a la gente bajo un estilo conductista, donde se le intenta
enseñar lo que tiene que hacer en cada ocasión, o si se va a tomar la sin-

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FAB IÁN NAPARS T EK j. I NTRO DUCCIÓN A LA CLÍNICA CON TOX ICOMANÍAS Y A LCOHOLISMO ..

gularidad de cada sujeto, independientemente, insisto, de si son de orien- d1·sco', 'el placer' , 'función paterna ', etcétera, para poder ponerno s de
tación lacaniana, freudiana o de otros tipos de abordaje. m ucrdo y pregun tarnos de qué estamos hab lando con esas cuestiones.
Por otro lado, no hay que dejar de señalar que además de la posición Bueno, en lo que resta de la clase de hoy vamos a hacer una introduc-
ética con la que enfrentam os el problema , resta mostrar la eficacia que se 11011que tiene que ver con la historia de las drogas, para aquellos que la
obtiene en la resolución del mismo con un modelo y con el otro. Hace po- quieran consultar, la he tomado de una tesis que hace Antonio Escohota-
co tiempo en Londres unos colegas me decían que el sistema de salud del do que está pub licada en tres tomos. Hay cuestiones que son muy discu-
estado -el único que hay en Inglaterra- había llegado a la conclusión que 11hlcs en sí - principalmente sus comentarios analíticos-, pero el autor se
esa clase de terapias comporta mentales había fracasado con este tipo de 1111 tomado un trabajo muy minucioso al hacer el raconto histórico de la
patologías. En todo caso, la idea es poder ubicar esta gran diferencia más , du ción del individuo con las drogas. Ese es el aspecto que vamos a tomar.
allá de lo que pueda aportar específicamente el psicoanálisis de orienta- 1iscncialmente, y en un principio, hay que tener en cuenta que él habla de
ción lacaniana. En ese sentido el trayecto está dividido en dos; por un la- 11nuhistoria de las drogas y no vamos a trabajar una historia de las toxico-
do, vamos a tratar de abordar la toxicomanía y el alcoholismo vista desde 11111níaso el alcoholismo. La historia de las drogas es mu cho más amplia,
los aportes de Freud. Lo digo así porque no hay en Fre ud un escrito es- 1nucho más antigua que la historia de las toxicomanías. ¿Qué estoy que-
pecífico, hay algunos aportes, algunos de sus textos que toman en cuenta , tcndo decir con esto? Que la relación de los individuos con la droga es
fundamentalmente el alcoholismo; por eso, vamos a tratar de hacer un de- milenaria, en cambio, la toxicomanía y el alcoholismo tienen muy poco
sarrollo para que ustedes tengan los elemen tos y así poder pensar, desde 11cmpo. Me refiero a la toxicomanía y el alcoholismo como una forma de
Freud, la toxicomanía y el alcoholismo. 1elación de l sujeto con determinada sustancia.
En un segundo momento vamos a abordar la cuestión desde Lacan, Vean cómo lo dice Escohotado: "Salvo comunidad es que viven en zo-
donde pasa exactamente lo mismo. En Lacan van a encontrar algunas citas, nas árticas, desprovistas por completo de vegetación, no hay grupo huma-
algunos comentarios, pero tampoco hay ningún texto específico dedicado al m>donde no se haya detectado el uso de varios psicofármacos [... ] ." 1 Es
tema. Es decir, que vamos a hacer una elaboración sobre estas cuestiones decir, salvo dond e no hay vegetación, donde no crece la sustancia, hubo
- por supuesto que hay psicoanalistas que se han dedicado al tema y que va- relación del sujeto con determinado psicofármaco, con determinadas sus-
mos a tomar también a partir de este desarrollo. Me refiero específicamen- tuncias que provocan efectos diferentes en el cuerpo en cada ocasión. En
te a un grupo, aunque no solamente a ellos, que viene investigando y traba- cumbio, la toxicomanía y el alcoholismo no tienen mucho tiempo - esta-
jando sobre la cuestión desde hace más de quince años y con quienes he po- mos hablando de miles de años antes de Cristo- y la toxicomanía como
dido compartir varios tramos de trabajo. Entre ellos se encuentran Mauri- tal, y el alcoholismo como tal no tienen más de ciento cincuenta años. Al
cio Tarrab, Ernesto Sinatra, Luis Salamone y Daniel Sillitti. menos no existía la toxicomanía nombrada de esa manera, con ese térmi-
Ahora, si el tiempo alcanza queremos abordar tres cuestiones más. Una no. Uno podría decir que h ay datos de aquella época de lo que sería un to-
tiene que ver con los distintos dispositivos que hoy funcionan para abor- xicómano o un consumidor , pu ede ser, pero nunca es nombrada como to-
dar el tema, fundamentalmente en Argentina , que son Alcohólicos Anóni- xicomanía, como una adicción o como alcoholismo.
mos, Narcó ticos Anónimos, las terapias de tipo religiosas, etcétera. Voy a dividir el recorrido en cinco puntos:
La otra cuestión tiene que ver con los aspectos médicos, para la cual La relación de las drogas con el sujeto y la religión.
vamos a invitar a un psiqu iatra quien nos va a hablar de estos aspectos, có- Las drogas en la cultura grecorromana.
mo se medica, qué consecuencias y qué efectos, en términos químicos, China y el opio.
prod uce el consumo de droga. Finalmente, y si logramos llegar, también Las drogas en el 1500.
vamos a trabajar los asuntos legales. Seguramente , en algún momento va- La época del liberalismo y el laissez fa ire.
mos a detenernos en algún tema que no sea específico de la materia , digo,
de la toxicomanía y el alcoholismo, pero que nos va a servir como herra- EsCOHOTADO, A. , H istoria general de las drogas 1, Alianza Edit ori al, Madrid , 199 8,

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mienta para seguir avanzando en el recorrido. Nociones como 'el goce', 'el
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pá g. 23 .

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FABIÁN NAPARSTEK Á INTRODUCCIÓN A LA CLINICA CON TOX ICOMANIAS Y ALCOHOLISMO Á

Las drogas y la religión 1n la cultura grecorromana

En todas las religiones, habría que hacer un raconto de todas ellas, pe- También en estas culturas hay una presencia muy fuerte de las drogas
ro, por lo menos en las fundamentales se encuentra una relación entre el rnn algunas cuestiones que son de sumo interés para nosotros. Una pri-
sujeto y la droga. mera cuestión es la etimología del término Pharmakon, de donde provie-
En el budismo está muy presente desde el comienzo. Escohotado rela- 11e ' fármaco', que se utilizaba en aquella época, teniendo presente que en
ta con sumo detalle cómo, por un lado, hay una relación histórica especial- MIi etimología había, al menos, un doble sentido: remedio y veneno. Hubo
mente con lo que en la antigüedad se llamaba 'cáñamo ', que hoy conoce- wc.launa discusión en la época para llegar a un acuerdo acerca de cuál era
mos como marihuana. Es la historia de Buda mismo, los siete u ocho días t•I mejor término para nombrar una sustancia que, pudiendo ser tanto un
que no come, no bebe, sin embargo, son días donde él consume cáñamo. remedio como un veneno a la vez, tenía las dos características, la tóxica y
Pero no solamente consta en los escritos de esta religión, sino que la prác- lll benéfica. Desde ese momento comienza una discusión en la cultura gre-
tica misma de la meditación fue acompañada desde mucho antes por el corromana -que efectivamente continúa hoy-, en cuanto al modo de uti-
consumo de diferentes drogas, fundamentalmente el cáñamo. No sólo es- lizar el fármaco o el pharmakon, que es a lo que hoy llamamo s el uso, o no,
tá inserta en el budismo a través de sus relatos sino que está inserta en la mdebido de drogas. Por ejemplo, cuando Sócrates está por tomar la cicu-
práctica misma del budismo. Ustedes saben que el budismo tiene una 111él pide su pharmakon , es el término que se utilizaba en ese momento. Y
práctica específica, que es la práctica de la meditación y en muchos casos pnra que vean el lugar que tenía, hay una de las tragedias llamada "Las Ba-
está acompañada por consumo, o al menos antiguamente, estaba acompa- cuntes" o "Las Báquides" -depende la traducción que se haya hecho- que
ñada por el consumo de cáñamo. plantea el prob lema del sujeto con el vino, siendo una de las tragedias más
En el antiguo testamento - lo que podemos llamar la cultura judeo- conocidas de Eurípides. En general, toda s sus tragedias son de mujeres,
cristiana- la cuestión del consumo de alcohol está mencionada de diferen- ro mo Medea, Alcestes, Las Troyanas, Electra, etc. En este caso es intere-
tes formas. Por un lado, tomando recaudos de lo que puede producir el Hnnte porque se ve muy bien en la cultura grecorromana la discusión que,
consumo de alcohol, pero, por otro lado, recomendándolo como un anal- ~-n un sentido, es actual, acerca de qué hacer con los que tomaban vino.Y
gésico. En algunas de las historias del antiguo testamento se muestra el lu- es muy interesante porque toda la tragedia de "Las Báquides" acontece
gar que tiene la sustancia en ese marco histórico. Por ejemplo, la historia , uando Dioniso -dios del vino- viene a traer la buena nueva a Tebas y los
de Lot cuando deja Sodoma y Gomorra y sus dos hijas que quedan sin placeres que implica el consumo de vino. Penteo, el rey de ese momento
hombres con quienes tener relaciones sexuales, emborrachan al padre pa- se opone fuertemente , quiere encarcelar a todas las mujeres que tomaban
ra poder tener relaciones con él. También en el Salmo 104 el vino es cele- vino y, por supuesto, capturar a Dioniso. Tiresias - personaje que ustedes
brado y "regocija el corazón del hombr e" 2 • Hay muchos má s datos. deben conocer por Edipo- Je recomienda a Penteo que no se oponga a un
En cuanto a las religiones que pertenecen a la península hindú, tam- dios, que si un dios trae vino hay que creer en él. Es un dato interesante,
bién está presente el cáñamo en los primeros escritos Vedas. Una historia ¿por que? ¿Qué es Jo que sucede cuando el vino va anud ado a la creencia
religiosa habla del modo en que brota el cáñamo de la tierra. Así también en dios? Lo vamos a ver más adelante y principalmente, el problema del
en todas las tribus de América, fund amentalmente de Centroamérica, to- vino cuando no está anudado a una creencia en dios. Pues bien, Penteo
davía el consumo está fuertemente arraigado en los aborígenes con una in- como mucho de los reyes quiere impon er lo suyo y esto acarrea graves
serción religiosa muy profunda. consecuencias.
Les recomiendo que lean la tragedia, es muy interesante; por ejemplo,
una de las discusiones es si el problema es el vino o si el problema es quien
lo consume. ¿Se entiende la cuestión? El problema es dilucidar si está del
ludo del sujeto o del lado de la sustancia. Ya en aquella época se planteaba
2
Ibídem, pág . 85. en términos subjetivos; lo iremos viendo a lo largo del recorrido. Igualmen-
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FABIAN NAPARSTEK Á INTRODUCCIÓN A LA CLÍNICA CON TOXICOMAN ÍAS Y A LCOHOLISMO .6.

te les leo un párrafo para que vean cómo está planteado. Dice así: "Crees < )pio. Ustedes conocen la famosa frase "el opio de los pueblos". Proviene
que puede a las mujeres tornar impúdicas? ¡No lo hace el dios! Cada uno 1 ll· lo que sucedió en China con el opio, aunque no me voy a detener a ha-
por sí mismo va a lo vedado. Y ellas si castas son, aun en las danzas báqui- 1 l'run análisis histórico del asunto, simplemente quiero destacar una cues-
cas, jamás pierden el discreto orden." 3 Es la posición de los que defienden 1111n.El opio es una sustancia que existia en China desde mucho tiempo
la posibilidad de consumir el vino, es decir, que el problema no es el vino, 1111tcs que los ingleses comenzara a vendérsela. Cuando éstos se la empie-
sino cómo lo consume cada uno. Ya se había instalado esta discusión: el wn a vender, se prohíbe el opio en China, pasando a ser un negocio entre
problema no es la sustancia , el problema es el sujeto. Finalmente, hay una los Lraficantesy los ingleses. Esto respondió a ciertas razones económicas;
posición intermed ia planteada por Platón en un texto que se llama Las Le- los ingleses compraban muchas mercancías en China y tenían que equili-
yes - una posición intermedia entre Penteo yTiresias. Si dejan que se siga al llrttr la balanza comercial. Así es como llegan a prohibir el opio; lo cultiva-
rey, se encarcela a todo el mundo que toma vino. En cambio, Tiresias pru- hun en India, que era una colonia de los ingleses, y se lo vendían nueva-
dentemente - digo prudentemente por las consecuencias que traía en aque- mente a los chinos.
lla época-, dice que hay que creer en el dios y que no conviene oponérse- No me interesa hacer una discusión económica, histórica, ni sobre el
le. Acá se entiende que se refiere al dios Vino. Todo el asunto puede quedar rn lonialismo, no es el punto. Lo que sí me interesa es que una sustancia
traducido en términos de qué política tiene una ciudad respecto de la sus- qu e por miles de años fue usada por los chinos, cuando se prohibe, pasa a
tancia, o una política restrictiva, u otro tipo de política. Her un problema para ellos, se transforma en el opio de los pueb los. La
Entonces, Platón en Las Leyes propone: "E mp ezaremo s haciendo una cuestión parece estar en la relación entre la ley y el deseo, algo que uste-
ley que prohiba a los jóvenes probar el vino hasta la edad de dieciocho des deben conocer y que Lacan explicita fuertemente y es que cuando al-
años [... ] y hasta los treinta años nuestra ley prescribirá que el hombre KOes prohibido es, a la vez, más deseado. Sin embargo , no estoy ub icand o
pruebe el vino con mesura, aunque absten iéndose rad icalmente de em- lu cuestión en ese punto, sino que preferentemente , la voy a situar en la
briagarse bebiendo en exceso. Luego, una vez alcanzada la cuarentena, responsabilidad subjetiva. Si es el estado el que se hace cargo de cómo se
nuestra ley permitirá en los banquetes invocar a todos los dioses y, va de consume o si cada cual se hace responsable de su propio consumo. Es una
suyo, una especial invocación dirigida a Dioniso en vista de ese vino que, idea que vamos a tratar de desarrollar, estoy anticipando cuestiones.
a la vez sacramento y diversión para los hombres de edad, les ha sido otor-
gado por el dios como un remedio (pharmakon), para el rigor de la vejez,
para rejuvenecernos, haciendo que el olvido de lo que aflige al anciano Lasdrogas en el 1500
descargue su alma." 4
Pueden observar que ya está planteada la cuestión y de manera muy Esta época tiene que ver con las relaciones entre las drogas y las bru-
concreta: Se puede tomar un poco, primero nada , luego un poco entre los jerías y es donde existen las llamadas "cazas de bruja s", donde la droga no
veinte y los treinta, y después se abre más precisamente, para el banquete. era el centro de la cuestión, no se perseguía la droga misma, sino que se
Bien saben ustedes que Sócrates era asiduo a ese tipo de banquetes y que, perseguía a las brujas. Eso luego va variando, continúa en la actualidad, y
además de decir cosas inteligentes se tomaba y se comía como la gente. se empieza a perseguir a las drogas, como si fueran el mismo demonio. Pe-
ro hay una asociación entre el consumo y la bruj ería o los demoni os. Hay
un trat ado de 1580 que se llama "De la demonomanie des sorciers"pub lica-
China y el op io do por Bodino que establece una relación directa entre drogas y demo-
nios5. En esta época, según dice Escohotado: "Satán es un nombre común
Bien, el tercer punto es mu y sintético y tiene que ver con China y el para Dioniso y otras deidades de religiones naturale s, de tipo extático y or-
giástico, que la cristianización arrasó en los primeros siglos de su égida, no
3
EuRÍ PIDES, Las diecinueve tragedias, Porrúa, México, 19 89, pág. 480.
4
Idem 1, pág. 152. Ibídem, pág. 360.
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FAB IÁN NAPARSTEK

sólo persiguiendo a esos fieles y prohibiendo sus ritos, sino borrando el re-
I, IN I RODU CCIÓN A LA CLI N ICA CON TOX ICOMANIAS Y ALCOHOLISMO Á

1: N.: Me estoy refiriendo a la guerra civil americana de 1860-1865. Es-


cuerdo al nivel más eficaz, que es quemar bibliotecas enteras y destruir li- , 11l111111do lo plantea de la siguiente manera: " ... fue el primer experimento
bro s determinados." 6 ,1, 1"11 1pleo masivo para el fármaco, que convirtió en silenciosos recintos a
1111 p11 ulcs de campaña antes poblados por aullidos y llantos. Usada intra-
' 1111 ~11mente varias veces al día, durante meses, no tardaron en aparecer
La época del l ibera lismo y el laissez faire , '"nHque acabada la guerra recibieran el significativo nombre de army di-
.,11, •y 'dependencia artificial"' 7 . Luego se usa en la guerra franco-prusia-
La época del liberalismo y el laissezfair está muy presente en EE.UU. tlíl ( 1860-70) y empiezan a aparecer las adicciones posteriores a la guerra.
ya desde el comienzo del siglo pasado . Se encuentra presente con ciertas 1', , o el momento crucial, así está ubicado por Escohotado, es cuando se
ideologías del liberalismo y, fundamenta lmente, con ciertas ideologías pre- , li-Hrn bre el fenómeno de abstinencia. Hasta ese momento había una idea
sentes en la constitución misma de EE.UU. Estas ideologías están en re- 11111 y fuerte y muy centrada en la buena o mala fe de la persona que consu-
lación con el concep to de democrac ia de esa época, que supone que los 111111. Es decir, que depe ndía del sujeto si eso traía problemas colaterales o
derechos de cada quién perm iten relacionarse libremente, entre otras co- 1111. Cuando aparece el síndrome de abstinencia esto entra por primera vez
sas, con estas sustancias. Asimismo, las drogas empiezan a tener un lugar d,•ntro del campo méd ico como tal. Así lo dice Escohotado: "Con todo, an-
fundamental en ciertas ideologías, como el movimiento hippie, y empieza ll 'h de hacerlo conviene precisar que el 'ad icto' en sentido actual no existe
a haber cierto acercamiento y estu dios de culturas indígenas de la zona, 111111. En lugar de adicto se hablaba de amateursy 'habituados', térm inos lai-
que eran fuertes consum idores. Se desarrollan investigaciones en relación 1 11s sin el sesgo teológico - mora l de la expresión dopefiend, que textua lmen-
con el consumo indígena y finalme nte el auge de las terapias no está fue- t r significa 'drogo-demon io'." 8 Y que puede traducirse de modo coloquial
ra de todo esto; pues un a idea muy fuerte de la época se fundaba en la 1 mno -esto es lo que dice Escoho tado- 'narco-monstruo'.
creencia de que, consum iendo ciertas drogas, se podía llegar más fácil- A su vez, a princip ios de siglo XX se encuentra la primera institución
mente al inconsciente. Hay que decir que se esperaba demasiado con el que crea el Congreso americano para investigar el consumo de opiáceos y
optimismo propio de la época. Se esperaba demas iado de las investigacio- rnca ína, llamada "Comité sobre la adquisición del hábito". "Por otra par-
nes que se hicieran respecto del consumo de drogas. También es la época l e - agrega Escohotado- la inexistencia del ' adicto' no se debía sólo a que
donde surge la 'Coca Co la', que entre otras cosas, está armada sobre la ba- l"nltase el estereotipo dopefiend, sino a la inexistencia de elementos míticos
se de la coca. Luego eso varía y la cocaína se reemp laza por cafeína. No en el síndrome abstinencia!. [ ... ] Si nos preguntamos por qué durante mi-
era la única bebida de esa época ya que había varias bebidas con coca, pe- lenios los mé dicos insistieron ante todo en que 'la familiaridad quita su ve-
ro es la que conocemos y aún de algún m odo padecemos . neno a las drogas.'" 9 Es decir, que consum ir cada vez más le quita su ve-
Ahora bien, hay un m oment o central que me interesa destacar, que tie- neno a la droga, ya que el sujeto se familiariza con la misma. Comúnmen-
ne que ver con el período donde se instala la adicción o la toxicomanía o LC hoy también se dice que hay que consumir más para que la droga ten-
la drogadepen d encia -depende com o se la llame- como tal. Este momen- ga más efecto y no solam ente con los que llamamos tóxicomaníacos, sino
to está en íntima relación con la guerra de los EE.UU . que es cuando se con el consum o de medicame ntos tamb ién. "En esencia, dice Escoho tado,
empieza a usar de manera sistemática la morfina, un derivado del opio, pensaban que jamás podría hallarse la causa de un hábito farmaco lógico
fundamentalmente en los hospita les de campaña para calmar los dolores en la incomodidad mate rial prod ucida con la suspensión del uso." 1º Más
y, cuando termina la guerra comienzan a aparecer las adicciones a la mor-
fina; a esto se lo llamó "mal militar". 7 ESCOHOTADO , A., Histor ia general de las drogas 2, Alianza Editorial, Ma-
drid, 1998, pág.44.
AL UMNO: ¿A qué guerra se refiere? 8 Ibídem, pág. 174.
9 Ibídem , pág. 175.
6
Ibídem, pág. 361. to Ibídem , pág. 176 .

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• Á INTRODUCCIÓN A LA CLINICA CON TOXICOMANÍAS Y ALCOHOLISMO A

adelante agrega que: "Fue una gran novedad en la historia de la medicina r111l'l1 que es un verdadero toxicómano.Veamos en principio cómo se las
pensar que el hábito debía considerarse una función del síndrome absti- 1111t·gla la OMS para definir la adicción, dice así: "Estado de intoxicación
nencia!, y que cualquier cosa resultaba preferible a sufrir su aparición ." 11 , 11mica y periódica originada por el consumo excesivo de una droga, na-
Entonces, históricamente es allí donde se ubica la toxicomanía, la dro- 111rn l o sintética, caracterizada por:
ga- dependencia, la adicción, depende cómo se la llame. Se ve que todo el 1 Una compulsión a continuar consumiendo por cualquier medio .
asunto era si se lograba captar la causa material del mal y recién con el sín- Una tendencia al aumento de las dosis.
drome de abstinencia eso aparece bajo la concepción cientificista de la Una dependencia psíquica y generalmente física de los efectos.
12
época. Efectivamente, los primeros registros en diferentes hospitales o Consecuencias perjudiciales para el individuo y la sociedad ."
centros asistenciales que toman nota de episodios denominados toxicoma-
nías, drogadependenc ias, o como se lo haya denominado, también son de Luego la cosa continúa y definen el tipo de droga y las cantidades, en-
la época. Por supuesto que las cosas se ponen en tensión de una manera 11u1 ccs hay drogas que son adictivas y drogas qu e no; las drogas llamadas
muy fuerte frente a esas ideologías del laissez faire y de liberalismo, ya que 1it·sadas y blandas y las cantidades menores y mayores, etc. Esto es impor-
empiezan a aparecer ideologías muy fuertemente represivas respecto de las 111nt e por que vamos a ver que para nosotros tambié n, desde el punto de
drogas. Son las políticas que EE.UU. pone en funcionamiento a partir de vista psicoanalítico, no vamos a descartar el valor de la sustancia, pero,
aquel momento, haciendo acuerdos con los diferentes países del mundo 111mpoco vamos a ubicar el acento allí. En realidad no solamente desde el
para que lleven adelante ese tipo de políticas. punto de vista psicoanalítico, es algo que está así en otros discursos, en
Del mismo modo hay que tener en cuenta que las terapias no están 1londe las cantidades y las sustancias no hacen al toxicómano. Es decir,

fuera de esas políticas represivas. Esto sucede hoy en día, por ejemplo, se que en otras culturas se ve clarament e que consumen grandes cantidades
establecen obligaciones para ciertos individuos de hacer una terapia en y ciertas drogas que para nosotros entrarían dentro de las drogas llamadas
forma represiva, si se los encuentra con ciertas cantidades de droga. Asi- ' pesadas', que harían de un individuo un toxicómano , sin embargo, no lo
mismo, dentro del cámpo de las investigaciones -c omo les decía antes- producen de esa manera. Hay gente en ciertas culturas que consume den-
hay todo un movimiento muy optimista sobre los resultados positivos que 1ro del marco de la definición de adicción y no obstante, viven muchísi-
el uso de narcóticos podría producir. También hay una serie de textos que mos años con un estado de salud impecable.
están acompañad os de estas investigaciones, supuestamente serias, donde Bien, la vez que viene vamos a trabajar con los prim eros dos capítulos
uno de los escritos más conocido es de Huxley. Es interesante porque en de "El malestar en la cultura", vamos a ver la idea de Freud del consumo
uno de sus textos -Un mundo feliz- él habla de una droga. Es una novela de vino y de narcóticos.
en la que habla de la construcción de un mundo feliz, donde existiría una
droga que no tendría ningún daño colateral. Es decir, se fabricaría una
droga alguna vez que no tendría ninguna resaca. Es interesante la idea por-
que vamos a ver cómo la cuestión~ lo~riegos han llamado pharmakon
es algo estructural de cualquier sustancia, en la relación del individuo con
esa- sustancia. Vamos aver que no es solamente con la droga, pero co.n._clla._
siempre tenemos esa doble cara: la benéfica y la otra_,_
Finalmente, quiero leerles una definición de la OMS que es de 1957,
donde distingue drogas productoras de hábitos de drogas productoras de
adicción. Esto es algo que vamos a tratar de hacer nosotros también des-
de los términos psicoanalíticos, ~ mo distinguir a un consumido~
12 ESCOHOTADO, A., Hist oria general de las drogas 3, Alianza Editorial, Ma -
11 ldem 10. drid, 1998, pág . 111.

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Clase 11

LA DROGA EN LA CULTURA
DE HOY Y DE AYER

Fabián Naparstek

Hoy vamos a tomar el texto "E l malestar en la cultura '~ vamo s a ver
1 orno Fre ud pre senta un panorama general de la época y qué lugar le otor-
1(11al uso de los narcóticos. Esta lectura nos va a servir también, para dar-
11•un marco teórico a lo qu e estuvimos trabajando en el recorrido histór i-
1 o, acerca de los distintos usos de las drogas en diferentes épocas y cultu-
, ns. Lo primero que Freud plantea en el texto es que la cultura es insepa-
1nble respec to de un male star que le es inherente . No hay cultura sin ma-

lestar. En todo caso, según Freud, el m alestar no es una s:ontingencia de


un mome nto dado o una coyunturá especial, sino que es un dato estruc-
1ural. Des de el comienzo discute con Romain Rolland sobre la po sibilidad
de existen cia de un llamado "sentimiento oceánico" 1 . Este último sería
" .. .un sentimiento de indi soluble comunión, de inseparable pert enen cia a
lu tota lidad del mundo exterio r" 2 •
A m i gusto , se pued e traducir como la ilusión de una completudo de un
todo donde no hubi ese falta alguna, e inmediatam ente, Freud no duda en
relacionar ese sentimiento oceánico con la religión . Les digo textua lmen-
te cómo lo plantea:" ... este ser-uno-con-el-tod o, [.. .] nos seduce como
una prime ra tenta tiva de conso lación religiosa" 3 . Una vez que puede situa r
el sentimiento religioso como un modo de consolación ante el sufrimi en-
to explicita el inevitable mal estar de la cultura. En ese sentido nos dice
que: "Ta l como nos ha sido impuesta , la vida no s resulta demasiado pesa-

FREUD,Sigmund, "E l male sta r en la cultura", en Obras completas, tomo III, Biblio-
teca Nueva, Madrid ,Traduc ción directa del alemán , Luis López Ballester os, 1989,
pág. 3018.
Ibídem, pág . 30 18.
Ibídem, pág .3022.

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FABIÁN NAPARSTEK ..... ' INI IIOO UCCIÓN A LA CLINICA CON TOXICOMANIAS Y A LCOHOLI SMO .....

da, nos depara excesivos sufrimientos, decepciones, empresas imposi- 11111•1(ius tienen sus pro y su contra. En realidad, lo que está afirmando
bles."4 Se ve bien lo que en su momento se llamó el pesimismo freudiano. q 11r <.:ndaestrategia trae aparejado un peligro. Es decir, que ~ada mane-
Una vez situado el malestar empieza a ubicar las diferentes formas de en- ' , , li l'nfrcntar el malestar conlleva unaforma..deJlevarlo al sujeto al ma-
frentarse con esa pesadumbre en un sentido el texto es muy lineal. Para h 1 11 rnismo, y da algunos ejemplos muy claros. En el caso del amor plan-
Freud hay un malestar inevitable y, a la vez, hay diferentes formas de in- , 1 que es una de las herramientas más eficaces, que se inscribirían den-

tentar paliar ese malestar. Gran parte-del texto está armado para mostrar 11" , h· las herramientas tendientes a producir sentimientos de sensaciones
las diferentes estrategias frente a la inexistencia de una civilización que no ,ti , 1·11teras; o sea, dentro de las de fin positivo. Sin embargo, esa estrate-
1 1
tenga pesadumbre. Si uno sigue el escrito se podría armar una lista don- 1 1 que pued e traer la mayor de las felicidades podría acarrear el mayor de
de figuran el amor , la religión, el delirio la sublimación, etc., como formas lu N Hufrimientos. En ese caso Freud dice que, ante la pérdida del objeto de

de paliar el dolor de vivir. Lo que a nosotros nos interesa es que, entre esM 11u11r, eso que en un momento era un remedio se transforma en la enfer-
estrategias, él ubica el uso de narcóticos. Es decir, que Freud le da a los 111n lnd misma. Da todo un rodeo muy interesante para mostrar que, fren-
narcó ticos un valor de remedio frente a 18" enfermedad de-la existencia hu- 1, 11esa posibilidad, el hombre ha hecho de la mujer un objeto sustituibl e
mana. Lo dice eñlos siguientes términos: " Para soportarla, no podemos q 111• puede ser equiparado con otros . Justifica esto, diciendo que es una
pasarnos sin lenitivos ('No se puede prescindir de las muletas', nos ha di- 111u11 cra de reducir el valor único que tiene el objeto de amor y, al hacerlo
cho Theodor Fontaine). Las hay quizá de tres especies: distracciones po.::.._ , , r mplazable, no se debería pasar por ese sufrimiento tan grande que im-
derosas que nos hacen parecer pequeña nuestra miseria; satisfacciones._ pliru la pérdida del objeto amado. A esto lo llama la injusticia frente a la
sustitutivas que la reducen; narcóticos que nos tornan insensibles a ella."5 11111jcr, en el sentido que se la equipara con otros objetos. .
Quiero subrayar que a estas formas de enfrentarse al dolor Freudlas En el caso de la drogas también va a encontrar sus ventajas Y sus peh-
llama muletas, seguramente luego lo vamos a retomar. Pero en fin, para W os. Lo primero que sefiala, y ya antes lo subrayamos, es que~-
Freud cada estrategia tiene características diferentes y, por ende, resuelve 11~1icaa flos narcoñcos es ta mnf!uir sobre el quimisrrro.I:es eo cómo lo
los prob lemas desde lugares diferentes. En el caso de los narcóticos no va pluntea: "Pero los más interesantes preventivos del sufrimiento son los que
a dejar de señalar que estos influyen sobre nuestro quimismo, luego voy 1, 111a n de influir sobre nuestro propio organismo, pues en última instancia
retomar este punto porque me parece central. Pero antes quiero redondear indo sufrimiento no es más que una sensación; sólo existe en tanto lo sen-
el razonamiento que sigue Freud; pues, según él todas las estrategiM ~ 11mos."7 Inmediatamente, agrega lo siguiente: "El más crudo, pero tam-
pueden dividir en dos grandes grupos. Están aquellas que se enfrentan al lllén el más efectivo de los métodos destinados a producir tal modifica-
malestar con un negativo y las otras con un fin positivo. Las de fin ne- nó n, es el químico: la intoxicación." 8 No deja de señalar en el mismo pá-
gativo las enaenae como estrategias que tienden a evitar el malestar o el , rufo que, principalmente la manía, puede producirse al introducir una
sufrimiento, en este caso alcanza con no sufrir, aunque eso no impJigJM! Nustancia en el cuerpo, aunque también puede ser producida sin incorpo-
encontrar una gran felicidad. Por el contrario, a las de fin positivo las ración de droga alguna. Luego, en clases posteriores, nos detendremos a
enuncia como aquellas que apuntan a lograr grandes o intensas señ'sacio:- pensar la cuestión del valor que le damos a la sustancia desde el punto de
nes placenteras. Finalmente, termina aceptando que la primera de ellas es vista psicoanalítico. En todo caso se ve que la intoxicación no es un méto-
lo máximo alo que se puede aspirar dentro del campo humano. Así plan- do, para decirlo así, simbólico, sino más bien es un método que apunta a
tea que " ... el ser humano ya se estime feliz por el mero hecho de-haber lo real, una operación real. ~o~ intenta r~ akstai..desde el c~
í escapado a la a esgracia, de haber sobrevivido al sufrimiento" 6 . En todo ca- po de la palabra desde la sublimación -aunque Freud hable de la narco-
'.:.::.I ----e-- '
sis del arre, es estructuralmente diferente. Ahora bien, veamos como pre-
L so, lo que explicita con to as las letras es que cada una de las diferentes
senta el peligro de esta muleta que, para ciertas personas, es la droga.
Ibídem, pág.3024 .
ld em 4. Ibídem, pág. 3026.
Ibídem, pág. 3025. 8 Idem 7.

22 ¿ 23
FABIAN NAPARSTEK Á INTRODUCC IÓN A LA CLINICA CON TOXICOMANIAS Y ALCOHOLISMO ~

Freud dice: "Se atribuye tal carácter benéfico a la acción de los estupefa- 1 111se ve claramente alterado. En su momento yo lo plantée de la siguien-
cientes en la lucha de la felicidad y en la prevención de la miseria, que tan- 1r manera: Hay un punto en todo toxicómano en que es~ta que ~
to los individuos como los pueblos les han reservado un lugar permanen- mondaba y servía para paliar el malestar se transforma en siniestra, ya que
te en su economía libidinal. No sólo...seJes-debe el placer inmediato, sino 110 la puede manejar y lo deja por fuera de~ elación con el Otro. Es algo •
también una muy anhelad~edida de independencia frente a~ 111u y asiduo, también de la prácti~ de consumo, que los diferentes -consu-
t~. Los hombres saben que con ese 'q uitapena s' siempre podrán esca- 111idoresdestaquen que lo que en un principio era un bienestar y podían
par al peso de la realidad, refugiándoseen un mundo propio que-ofrezclr 1mmejar, luego se les transforma en inso ortable e inmane 'able a la vez. Es
mejores condiciones pa ra su sensibilidad. También se sabe que es precisa- decir, que a muleta que respondía a los mandos de quien la lleva puesta
mente esta cualidad de los estupefacientes la que entrana su peffgroy su- l"mpieza a cammar sola y lleva al sujeto a un infierno dillcirae detener. Es

J'7
nocividad."9 1•1conocidolema de que-"el primero te lo regálan, el segundo te lo venden".
Loprimero que quiero destacar de este párrafo central para nosotros, l(ícctivamente, el sujeto al principio maneja su relación con la sustancia y,
es que él ubica toda la cuestión en relación con la economía libidinaLfu!_ 11 partir de un moment o, esa sustancia lo maneja a él. E~ crucial J?.Ode r si-
segundo lugar, él sitúa el beneficio del efecto químico en términos de in- 1uar esa iñstañ"cíaen a clínica, ya que nos advierte sobre el punto donde tl
depenaencia frente al mundo exterior; pero, lo- más interesante que sefia - hubo lo que, también en otra ocasión, llamé el desencadenañiientoliaciala
la es que aquello que funciona como i:inpaliativo se puede volv~r su con- toxicomanía. Y digo desencadenamiento en el sentido del planteo que fui
trario:Yloque ubica aquí como su peligro no es más que una pequeña m- anticipando: como un desenganche del Otro, del lengl!a·e,_!!c.
dicación que no se encuentra desarrollada, pero, para aquellos que veni- Demos entonces, un paso más; como es de esperar, Freud se pregunta
mos trabajando con este tipo de patologías es un dato muy propio de la , uál es la mejor respuesta frente al malestar. Tenemos en esa serie -como
clínica. Me refiero al - lo voy a llamar así- desenganche respecto del Otro, untes les decía- el delirio, la religión, la sublimación, distracciones podero-
que este tipo de pacientes presenta en los mom entos l!!_asprofund~. Por Nns, el amor, los narcóticos, etc. Freud no duda en responder que no existe
supuesto que es una interpretación personal del párrafo y que se po~ In mejor respuesta y que cada sujeto debe encontrar la suya. Como ya lo ba-
discutir que significa en Freud la realidad y a qué realidades se refiere. Sin bia anticipado, cada una tiene su beneficio y su peligro pero, de ninguna
embargo, sinos detenemos en la práctica de consumo de estos pacientes, ---; manera él propone una respuesta universal, sino más bien pone el acento
vemos claramente lo que en tér minos de Lacan sería un desenganchedel en la importancia de que cada sujeto encuentre su camíno en la búsqueda
- Otro, llamémosle el Otro social, el-Otro del lenguaje, el Otro sexo, ~ A de la solución. Freud allí es muy claro apuntando a la singularidad, les leo
mi gusto, el verdadero toxicómano muestra de una manera patéJkLq.u_e, cómo lo plantea, ya que es nítidamente taxativo. Él dice: "La felicidad con-
con su patología prescinde del Otro del lenguaje, y busca una operación siderada en el sentido limitado (se ve que toma sus precauciones y no se tra-
que no pase por a11i , ~e -pres-cinde del sexo y encuentra una respues1:a'1'i=- ta de roda la felicidad), cuya realización parece posible, es meramente un
bidinal diferente y, por supuesto, que podría aislarse totalmente del Otro problema de la economía libidinal de cada individuo. Ninguna regla vale
social. para todos; cada uno debe buscar por sí mismo la manera en que pueda ser
Ahora bien, queda claro que la respuesta ante el malestar es una solu- fcliz."1º Situadas las cosas de esta manera podemos dar el último paso de
ción que no elimina al malestar mismo y a la vez -y en esto va mucho más lo que hoy quiero plantear. Se trata de articular estas cuestiones con el ra-
allá- hasta puedegerierarla. Me gusta el térmíno "muleta" que Freud utili- conto histórico que hicimos la vez pasada y, finalmente, pensar algunas re-
za y que leí en uno de los párrafos anteriores, ya que mu estra_que se trata ferencias del momento actual. Desde ya les adelanto que lo que Freud pro--
de lo que va al lugar de una ausencia y que, en su función, intenta suQ!irla. puso respecto del lugar de la droga en su texto "El malestar en la cultura",
Por lo tanto, s1 el recurso que utiliza el sujeto lo pen samos como una mu- creo que no se pued e sostener hoy en día. Entiendo que la época de Freud \
leta debemos decir que, en algún momento, su funcionamiento de suplen- y la nuestra son diferentes y que, por ende, las coordenadas cambian. J
9 Idem 7.
1
º Ibídem, pág. 3029.

24 25
FABIÁN NAPARSTEK • INTRODUCCIÓN A LA ClÍNI CA CON TOXICOMAN ÍAS Y ALCO HOLISMO ..._

En la época de Freud la toxicomanía es un síntoma aislado, entre otros. l ..nidea de Lacan era que a mayor globalización - él la ubica como la
Como vimos anteriormente, él plantea las cosas al estilo de un menú de po- 1111 1versalización intr oducida por la ciencia-, a mayor supresión de las di-
sibilidades, donde uno tendría soluciones a la carta. Quiero decir, que en 1, l l'ncias, a mayor hom ogeneización de los modos de goce, mayor sería la
el centro de la cuestión hay un malestar ínherente a toda cultura y luego q¿l'egación. Algo que siempre me llamó la atención es cómo Jacques La-
hay una serie de posibilidades para paliar ese malestar; el uso de los narcó- ' 111 pud o anticipar en la Europa del '67 , que se venía nuevamente laxe-
ticos es una muleta más entre otras. En la actualidad, hay una tendencia 1111 lobia. Es íncreíble pensar semejante cuestión en una época de furor de
que lleva a una respuesta única y globalizada, se trata de un goce unitario h 1.-as libertarias, y mu y cerca temporalmente aún de las cicatrices del na-
y para todos por igual, íntentando barrer con todas las diferencias. Esta ten- lNlllO. Se entiende, que él llama a los nazis los precursores de la segrega-
dencia parece diferente a !~ destacada por Freud e-;-su malestar en la cul- 1 hlll , en el sentido que tuvieron los ghews, como anticipo de las variadas
tura. Estoy tratando de situar un período acorde al texto y a la época de l,11mas actuales de aislamiento. Estas forma s de aislamiento son centra les
Freu d, en donde el consumo de narcóticos empieza a perfilarse como un ¡111rupensar nuestra temática y las diferentes políticas de salud y sociales
modo más para enfrentarse a lo real y, en todo caso, como síntoma aislado. que se han dado en los diferentes países. Me refiero específicamente, a los
Es una época donde prima n los ideales y hay cierta preponderancia del dispositivos de granjas, comuni dades, barrios de toxicómanos en Europa,
Nomb re del Padre, por eso la droga se ubica -e n el caso de ciertos alcohó- , 11• Por otro lado, Lacan habla de la forma reactiva; la lógica de eso era
licos a los cuales en su momento los llamamos románticos- , como posible que a mayor presión de la imposición de un goce único, se opondría la re-
partenaire.En ese momento, la toxicomanía parece ser una respuesta al cos- MH tencia de los mod os síngulares. Estos modos singulares no son más que
tado de otras, como algo localizado y puntual. En todo caso, lo que se de- hrn diferent es culturas que intentan mantener sus formas particulare s de
muestr a en aquella época es cómo el alcohólico se encuentra anudado al Vl'Hlir, comer, etc. Se entiende que si la cosa va en el sentido de que todos
consumo por cierto lazo ideal, de la creencia y hasta del grupo. El hombre 1411cen del consumo de la misma bebida o del mismo sandwich empaqu e-
que se junta con otros a tomar - haciendo lazo- para borrar las penas del 111do, hay una resistencia de la comida típica. Se trata de lo que hemos vis-
amor, creyendo aún en el amor; por eso los hemos llamado alcohólicos ro- 111 , en el último tiemp o, con las guerras étnicas. Finalme nte, el mundo ha
mánticos. Pero, a su vez, ten emos otro momento que respond e a la época,_ quedado dividido en aquellos que se someten al consumo úni co y masifi-
llamada por J.-A. Miller, de la ínexistencia del Otro, en donde ya se trata rndo, y un mundo que se resiste hasta la muerte via el fundament alismo.
de la "toxicomanía generalizada" 11, como un modo único y globalizado. Es Por tanto , en lo que respecta al uso de drogas, se perfilan tres momen-
el tiempo del consumo generalizado como supuesta y única rew~ 111 s históricos . Un prim er tiempo en donde el uso de las drogas no se pr e-
malestar, lo cual hace que las cosas queden divididas· en término s de...con,,_ Hl·ntaba como posible patología; es lo que ubicamos en el recorrido histó-
sumidore s y deprimidos._Es decir, que todos aquellos que no pueden gozar 1 lco que estuvimos ha ciend o, dond e pudimos observar que miles de años
como el mercado manda , se deprimen . Esto es algo que anticipaba Jacques de uso de drogas no implicaban la existencia de la toxicomanía. Sí existían
Lacan en 1967, les leo cómo lo plant ea: "Se trata del advenimiento, corre- los problemas de los diferentes usos de las dr ogas; prob lemas prácticos y
lativo a la universalización del sujeto procedente de la ciencia, del fenóme- 1•1icos, tal como lo habíam os señalado, en los diferentes momentos y cul-
no fundam ental cuya erupc ión puso en evidencia el campo de concentra- 1uras. De este modo , la pr oblemática de la toxicomanía o drogadependen-
ción. Quién no ve que el nazismo sólo tuvo aquí el valor de un reactivo pre- l iu o adicción, o como se la llamara en cada momento y lugar, llega a es-
cursor. El ascenso de un mundo organizado sobre todas las formas de se- 111
blecerse con claridad sólo en el momento de la aparición del síndr ome
gregación, a esto se mostró aún más sensible el psicoanálisis, no dejando a de abstinenc ia. A partir de allí se constituye en un problema, del cual se
nínguno de sus miembros recono cidos en los campos de exterminio."12 11cupan hasta los estados; por supuesto, con una preponder ancia de la pr e-
11
SIN ATRA, Erne sto, "La toxicomanía generali zada y el empuje al olvido ", en Más allá
Hcncia de Estados Unidos en el asunto que, desde un principio, se la pasó
de las drogas, P lura l, Bolivia, 2000 , pág. 39. buscando acuerdos internac ionales para enfrentar se con el problema .
12
LAc AN, Jacques, " Propo sición del 9 de ocrubre de 1997", en Orni car? J, Petrel, Desde ya qu e esa búsqueda estuvo signada, en cada momento , por diver-
Barcelon a, pags., 26/27.
sos intereses .
26 27
FABIÁN NAPARSTEK

Hay un segundo momento que se inicia a fines del siglo XIX y comien-
zos del XX, en donde se empieza a insta lar la droga como pudiendo pro -
curar una dependencia. Este es el periodo del ma lestar en la cultura, en Clase111
donde Freud muestra al alcohólico y al consumidor de narcóticos como
un síntoma acotado. Finalmente, tenemos la época contemporánea de la LATESISFREUDIANA SOBRELA ADICCIÓN
inexistencia del Otro -anticipada por J.Lacan y nombrada así por J.-A.
Miller-, en donde se perfila una toxicomanía generalizada. Una época Fabián Naparstek
donde prima el goce del consumo propuesto por el mercado, para todos
p~ igu3J -<:ada uno solo y en
su ~don&e l deliveryse Jo trae sin tene r
que salir-, borrando todas las dife_r_encias ~En este caso sería una solución
universa l, Jo cual Jo quita del Jugar de respuesta singular, ya que si algo ca-
racteriza a la época de Fre ud es la singularidad y su1ª_w co.n._e l Otro,_Pre-
cisamente, es esta diferencia entre la época de Freud y la actual, Jo que
me hizo pensar en el título de la conferencia que acabo de dar en Londres: La vez pasada estuvimos traba jando sobre "E l malestar en la cultura "
"La toxicomanía de hoy y de ayer". 13 y 111final vimos una distinción entre la época de Freud y la época de La-
Quedan así distinguidas tres épocas donde el contexto ha definido u sos , 11n, lo que anticipaba Lacan como segregación y lo que hoy llamamos de
diferentes de la droga. Seguramente, podremos ver esto en términos de ca- 11 l1-1unamanera globalización. Voy a dar algunas indicaciones sobre el asun -
da sujeto en par ticular, los usos diferen tes de la droga para cada uno. Si 111y después nos referiremos al tema de hoy.
algo muestra la relación de la droga con el ser humano es que se la ha des- Lo que habíamos visto es cómo Freud ubica en el centro un malestar,
tinado para múltip les usos. Hemos visto cómo podía ser un remed io, pe- y cómo, para ese malestar, había diferentes respuestas. Dentro de ellas es-
ro tambié n, un veneno. Hemos visto cómo puede no aparecer como un 111banlos narcó ticos, si bien siguiendo a Freud agregamos en la lista al
síntoma o ser un síntoma más entre otros y, finalmente, cómo se fue trans - 11mor, la religión, el delirio o la sub limació n. Lo que vimos respecto de la
forma ndo en el modo de satisfacción masivo de una época, la nuestra. purticular idad de los narcót icos - es algo en lo que no me voy a detener
uhora- es que los narcóticos prod ucían un efecto químico para el organis-
mo y habíamos subrayado que, en cada una de las respuestas, puede estar
lo que contie ne de remedio o de beneficio y, a la vez, Jo peligroso. En el
~·aso de los narcóticos el peligro estaba en re lación con romper el laz9 con
lu realidad. Es algo que después también vamos a retomar , este 'ro mper el
lazo', sustraerse de la realidad. Es decir, que eso mismo que en un princi-
pio es buscado para no estar sometido a las frustraciones de la realidad,
l!SO mismo es un peligro; aunq ue Freud no dice por qué eso sería peligro-
so, no lo enuncia. Uno podría extraer ciertas respuestas de su obra de por
qué sustraerse del lazo con la realidad sería peligroso.
En princ ipio -solamente lo indico y no está conectado en Freud , es
una conex ión que hago yo--, acuérdense de la propuesta que él hace a par-
tir de "Introducción del narc isismo", para distinguir las neurosis de las psi-
cosis; a unas las llama 'neurosis de transferencia' y a otras las llama 'neu-
13
rosis narcis istas'. Estas últimas son las que no tienen un lazo tran sferen-
NAPARSTEK, Fabián , "Toe toxicoman ia ofyesterday and today", en: Psychoanalyti-
cal noteboosks, Londres, 2002, págs . 151- 162.
cia!, las que no pueden establecer un lazo con el Otro. Lo que quiero es

28
• & 29 &
FAB IÁN NAPARSTEK

señalar y mantene r en el horizonte cuál seria uno de los problema s centra-
i,, INTROD UCCIÓN A LA CLÍNICA CON TOX ICOMANÍAS Y A LCOHOLISMO A

1,1111, es que todo el mun do goza con lo mism o que goza Juanito, es decir,
les en este tipo de patologías, don de, en casos extremos, h ay una ruptura i,1110 el mundo encuentra satisfacción en el 'hace pipí', todo el mundo lo
muy fuerte del lazo con el Otro. 11111l'. Entonces, cuand o se encuentra con alguien que no lo tiene supone
Una vez ubicado esto en Freud vimos que la actualidad, más que ofre- 1111¡¡oce diferente, con el agregado que además, ese goce distinto es ame-
cer un menú de posibilidades, ofrece una única respuesta por la víaciel 11 1/Ullle.
consumo :Entre otras cosas la globalización implica esto, que-nay una reS:-- 1~sto es lo que está en la base de la segregación, segregar al que goza
puesta para todo el mundo por igual, para que todos puedan goz~ ,11manera distinta, porque ese goce siempre tiene algo de amenazante res-
misma manera. Se intenta instalar la idea de que por la vía de ese consu- 111 ·1 10 del de uno. Es lo que se destaca de los diferentes grupos o colecti-
mo uno podría paliar ese malestar y, al mismo tiempo, es un consumo ma- vldudcs tan fuertemente presentes en nu estro país, como los judíos, galle-
sivo donde el mismo consumo es para todo el mundo por igual. Y Lacan """• canos, etc .. Siempre se destaca un rasgo que no es más que un rasgo
enunciaba lo que él llamaba la 'universalización generada por la ciencia', il 1• Hnlisfacción propia de cada colectividad. Se subraya ese rasgo y a par-
que es lo que nosotros llamamos 'la globalización', que ante eso adveni- 111de allí aparece la segregación con menor o mayor importa ncia.
rian fenómenos de segregación, como bolsones de resistencia a la globali-
zación. Fin almente, lo que Lacan indicó en 1967, se verificó mucho s años ALUMNO : ¿Cómo se explica esa relación entre la segregación con el se-
después con las guerras que tienen un tenor étnico. Se trata de pueblos 11 femenino y esto último que usted viene diciendo?
que resisten y se parapetan para mant ener su s modos tradicionales de go-
ce, frente a la invasión de un goce universal. Bueno es lo que explicábamos con la castración, si la nena no lo tiene
Hemos visto entonces, cómo definir la cultura de la segregación. Es al- •11poneun goce diferente; pero, además es amenazante, porque si hay al-
go que de alguna manera Freud tambi én destaca y fundamentalmente, ¡¿11icn que no lo tiene, eso pone en cuestión el prop io goce. Es decir, la po-
respecto de lo femenino. Él sostiene que el primer ser segregado de nues- •tdón del varón a partir de encontrarse con uno que goza diferente y que
tra cultura es la mujer; la mujer en tanto y en cuanto es, para el niño, "la 110 lo tiene, ¿cuál es? Miedo a la castración, es el temor a perder su prop io
que no lo tiene", y esto supone que es una especie de representante de la 1toce.Y esta es la estructura que hay cuando uno se encuentra con un go-
castración. Pero, acuérdense que para Freud no alcanza con la amenaza de rl' diferente, que eso pueda amenazar al propio, porque lo pone en cues-
castración, sino que hace falta encontrarse con al menos uno que no lo 1ión. Vean si no todos los fenómeno s de segregación, no solament e hay que
tenga. Hacen falta entonces dos condiciones para Freud: ver alguien que 1r a parar a la xenofobia, cuando Lacan habla del gueto y dice que los na-
no lo tiene y la amenaza de castración; cuando se juntan ambas cuestiones 1.is fueron precur sores. Tenemos mu chísimos ejemplos, desde los barrios
es cuando, en términos de Freud , la castración se establece como tal. Es l'Crrados, los countries,las granjas. En el country, por ejemp lo, se supone
decir, que ver a alguien que no lo tiene es amenazante. Definitivamente, que más o menos se goza de la misma manera por un status social, todo
es alguien que no goza de la misma manera y, como lo diría Juanito: por- d mundo goza de hacer algún deporte o de alguna otra cuestión. Es de-
que no tiene el "hace pipí" como si lo tuvieran todas las cosas. Digo 'to- cir, que se junta la gente que supone que obtiene la misma satisfacción; es
das las cosas y todo el mundo ', porque para Juanito -s i lo recuerdan- to- siempre una sup osición, pero funciona . Una vez que alguien entra cree
do, la mesa, la silla, todo tenía 'la cosita de hacer pipí'. En todo caso, uno que goza igual que los que están adentro y, a la vez, los que ya estaban en
podría preguntarse por qué la castración instala una teoría de la falta. La el country creen que gozan de la misma manera. Es una creencia y no ne-
respuesta de Freud es porqu e se parte de la idea de que 'todo el mundo cesariamente eso sucede como se cree que sucede. A su vez, teniendo en
tiene', que es la premisa universal del pene, una premisa al complejo de cuenta que se trata del goce del consumo, y el goce del consumo puede ser
castración. Es porque partimos de la idea de que 'todos tienen', que cuan- el consumo mismo o puede ser la abstinencia, están los que se juntan por-
do uno se encuentra con uno que no, se instala la falta. Pero, es porque se que no quieren gozar de lo que gozan los del country.Pero el fenómeno de
parte de esa premisa y si no se partiera de ella no tendríamos esta teoría segregación es crucial dentro de la toxicomanía, porque desde que tene-
de la falta. La premisa del pene finalment e es eso, con Juanito se ve muy mos toxicomanía es constante el tratar de internarlos, de mandarlos a una

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FABIÁN NAPARSTEK Í; INTRO DUCCIÓN A LA CLiN ICA CON TOXICOMAN ÍAS Y ALCOHOLISMO •

granja, aislarlos, etcétera . Asimismo, es importante destacar el fenómeno , 11NnHI icne como consecuencia la segregación, la dificultad de convivir con
de auto segregación, es decir, que en esos barrios que se arman para toxi- li I diferente, de soportar la diferencia. En cambio, lo que se intenta insta-
cómanos no necesariamente se los manda por obligación, los toxicómanos hu l'N la unificación para todo el mundo y contra eso hay bolsones, insisto
también van solos hacia allí. Y allí se los deja gozar tranquilos, tranquilos 11111esto, de resistenc ia a esa unificación. Esa unificación cobra diferentes
con ciertas reglas; es decir, se los abastece de jeringas, de drogas, etcétera. 1111,dos: consumo masivo pero, también, una cultura unisex, etcétera.
Hay un intento de que, por ejemplo, cada uno use su jeringa, que esa je-
ringa una vez que fue usada se tire y tenga una nueva para la próxima vez. 'lcs is de Freud :
Hay toda una problemática que es colateral al tema de la toxicomanía, Bien, pasemos a lo que tenía pensado como tema para esta clase. La
que es la problemática de la criminalidad, del contagio de enfermedades, ldl'll para hoy -quizá para la vez que viene también- es plantear cuál es la
etc .. La llamada 'política de reducción de daños' está justamente dirigida \1'1Hión freudiana de la relación del individuo con la droga y cuál es la ver-
a enfrentarse con esos problemas . Pero hay que tener muy claro que la 'po- -l ún lacaniana. En términos eminentemente clínicos, vamos a dar un pa-
lítica de reducción de daños' no ataca a la toxicomanía, la toxicomanía n más. Cuando digo 'la versión freudiana y la lacaniana' no es que hayan
queda intacta, lo cual no le quita importancia a esta política; aunque su 1li•tlicado un curso, un escrito o un seminario a la toxicomanía especial-
implementación ha demostrado que la toxicomanía es bien diferente del 1m·nte, no van a encontrar eso, no existe, por lo menos no lo he encontra-
conflicto social de los daños colaterales. do en ningún lado. Lo que existen son referencias y sobre esas referencias
Doy una indicación más y con esto concluimos el tema de la vez pasa- 11 1mamos una versión, versión freudiana y lacaniana. Yo especialmente, to-
da. Es importante poder diferenciar lo que es la segregación de la discri- 1110una posición respecto de eso y no soy el único, por supuesto, hay mu-
minación . En general los usamos como sinónimos, pero no son exacta- 1 hos psicoanalistas que trabajan en el asunto. Van a ver que ambas versio-
mente lo mismo. Discriminar tiene una connotación que es 'distinguir las 11cs tienen una íntima relación, una íntima conexión entre sí, nada más
diferencias'. 'Distinguir' tiene varios sentidos, entre ellos 'distinguir' es que seguramente en la versión lacaniana vamos a dar un paso más respec-
también 'darle brillo a algo'. Cuando uno 'd istingue' a alguien muestra la to de la freudiana.
diferencia; ser distinguido es algo muy valioso. Es decir, en el término 'dis- U stedes saben que hay muchas referencias en Freud al_consumo de
criminación' se da la posibilidad de soportar las diferencias y de convivir 1111rcó ticos, nosotros hasta ahora estuvimos viendo algunas en "El males-
con ellas. Es un poco lo que sucedía en el Antiguo Régimen, o lo que so- 111ren la cultura" . Lo que quiero comentar ahora es de la "Carta 79", que
lía suceder en la India con las castas. En el mundo feudal podían convivir, dice lo siguiente: "Se me ha abierto la inte lección de que la masturbación
en el mismo castillo, el señor feudal y el esclavo. Había diferencias pero po- l'S el único gran hábito que cabe designar "ad icción primordial", y las otras

dían convivir en el mismo lugar 1. ndicciones sólo cobran vida como sustitutos y relevos de aquélla." 2 Pone
Otra cosa es la necesidad de que cada uno se tenga que ir a su barrio, entre paréntesis el alcoholismo, el morfinismo, el tabaquismo , etcétera. To-
cada uno a su lugar. La segregación implica -además de marcar la diferen- da una tesis, yo la voy a escribir de esta manera:
cia- separar al diferente. Y la propuesta es pensar -después lo vamos a re-
tomar-, cómo en un régimen donde hay una noción del padre muy fuer- Adicciones
te, del amo, se puede convivir con las diferencias. Y la caída de los ideales,
la caída de la función paterna -lo que ustedes deben haber escuchado por-
que sale en cualquier revista, no hace falta ni ser psicoanalista, ni leer de- Pues bien, define la masturbación como adicción prirg_ordial, y dice
masiado, es algo que está instalado para todo el mundo, esta idea de que que todas las otras adicciones serian aaiccion ~s segundas respecto de esta_
estamos en la época donde los ideales ya perdieron su valor-, entre otras primera, son sustitutas de la masturbación. Es decir: 'adicciones' (en plu-
ral). Es decir-que hay una sustitución de la masturbación por esas adiccio-
Nota: De esta manera fue trabajado por Colette Soler en su momento en el artícu - nes. Esa es, a mi gusto, la tesis más fuerte en Freud sobre este tema.
lo "Sob re la segr egación ", en Pharmakon 3, TyA, Bs.As., junio de 1995. En Lac~ -lo voy a señalar y vamos a ver si hoy llegamos, sino la vez

32 33
FABIÁN NAPARSTEK INTRODUCCI ÓN A LA CLÍNICA CON TOXICOMANÍAS Y ALCOHOLISMO .Á.

que viene lo vamos a retomar- hay una indicación que no es sobre las adic- , 1t111 no es sino con ambas partes. Él dice que en algún momento esto se
ciones, sino que es sobre la droga y que, a mi gusto, es la tesis fuerte de .t1v1diaen dos partes, está puesto en condicional, en un pasado remoto. Es
Lacan que retoma esta tesis freudiana . Por supuesto que yo lo leo así, La- ,111ir que él supone que estas dos partes que encuentra en cualquier acto
can en ningún momento dice que está retomando la tesis freudiana. Él la 1111rnturbad or, en su momento, estaban divididas. Estas dos cosas que él
enuncia de la siguiente manera: "La droga es lo que permite romper el ca- ll11 111uuna composicióno fusión, en un tiempo estaban divididas. Por lo tan-
samiento del cuerpo con el pequeño pipí" 3 • 'Pequen o pipí' es una referen- 111 , lo que encontrá bamos en algún tiempo eran sólo los movimientos ac-
cia a Juanito, una referencia tardía de Lacan de los años '70 en la clausu- 1lvoHmecánicos, a lo cual él llama puro autoerotismo; en un segundo mo-
ra de una jornada de carteles, donde Lacan toma la palabra y dice esto. 111l'ntO a eso se le fusiona o se le agrega la fantasía. Esto es algo de la vida
Entonces les voy a indicar el recorrido que vamos a hacer. Vamos a tra- 1111ldiana, quiero decir que comúnmente no hay masturbación sin fanta-
tar de abordar estas dos tesis y desarrollarlas, primero la de Freud , luego hlll. Pero él distingue en cualquier acto onanista, lo que es de la fantasía de
la de Lacan . Voy a tratar de demostrar por qué digo que Lacan retoma es- h1que son los movimientos mecánicos. Entonces, dice que en un momen-
ta tesis y ver cuáles son los fundamentos , y finalmente, mi idea es ver có- 111NÓ lo teníamos esto: el puro autoerotismo. La fantasía aparece en un se-
mo esto opera en la clínica con algunos casos clínicos concretos. ¡¡1111 do momento. No tenemos manera de corroborar cuándo aparece por
El primer paso que vamos s dsr es trstsr de ubicar a qué se refiere ¡i1linera vez la fantasía, cuándo se produc e esa composición o esa fusión.
Freud con esta 'masturbación como adicción primordial ' . Lo primero que 1!Nun momento - no lo dice Freud- que a mi gusto hay que ubicarlo co-
indica ~ d es que esa adicción, esa masturbación, está en íntima _rela- 1, 10 mítico; es un momento que podemos llamar 'cero', respecto de un mo-
ción con el autoerotismo.~ces, voy a tomar unos párrafos de "Fanta- 111 cnto 'un o'. Es un momento que se deduce a partir de la fusión, lo escri-
~sías hístéricas y su relación con la bisexualidad", que hacen referencia di- 1111de la siguiente manera:
recta a la relación entre la masturbación y el autoerotismo. Ese texto tiene
dos partes; una parte que desarrolla esta cuestión que vamos trabajar no- Tiempo O Tiempo 1 ~ r{>.

sotros, y una segunda parte que da - no recuerdo la cantidad- nueve o diez l---- -- ----+--------- - - --1 (,,,1,P. >'
definiciones de lo que es el síntoma histérico. La primera parte del texto Puro autoerotismo Onanismo como soldadura _,..i

donde figuran estos párrafos que vamos a abordar es muy cortita y dice
así: "El acto masturbador [... ] se dividía por entonces en dos partes: la Es muy importante pescar esto, porque se ve muy bien en este ejem-
evocación de la fantasía, y, llegada ésta a su punto culminante, los mane- plo freudiano lo que está destacado en Lacan, cuando él dice que 'e~
jos activos conducentes a la satisfacción sexual. Esta composición es más 11ilica nte toca al cuerpo'. Se ve muy bien cómo con sólo pensar puede el
bien, como ya sabemos, una soldadura. En un principio, la acción presen- órgano excitarse. En el caso masculino pÓdría lograr una erección sin to-
taba un carácter puramente autoerótico [... ]. Más tarde, esta acción se fu- l'lltse, con sólo evocar la fantasía, se ve cómo eso hace mover al cuerpo.
sionó con una representación optativa." 4 Con 'sólo pensar' , me estoy refiriendo a los significantes. Es lo que co-
Bien, qué plant ea Freud aquí: dice que el acto masturbador se dividía 111únmente se dice "hacerse el bocho", hacer se el bocho es lograr la exci-

en dos partes, una cosa es la evocación de la fantasía, otra cosa son los mo- 111ció n por la vía del pensamiento, a través del significante. Por ejemplo,
vimientos mecánicos; es decir, los tocamientos concretos para producirse dc rtas poluciones nocturnas muy comunes en adolescentes y en algunos
la excitación. La idea de Freud es que el acceso al estudio de la masturba- que no son adolescentes tamb ién, que tienen que ver con el soñar, con el
pensamiento, con la fantasía. Es el significante que excita al cuerpo.
FREUD,Sigmund, "Carta 79", en Obras Completas, Vol. 1, Amorrortu, Bs.As ., 1988, Sin embargo, Freud se ve en la necesidad de ubicar un momento pre-
pág. 314. vio a eso, como si hubiese un momento previo a que el significante mue-
LAcAN,Jacques, "Clausura de las jornadas de carteles de la EF.P.", In édito, 1975 .
va el órgano, como si hubiese un momento previo que él llama 'puro au-
FREUD, Sigmund, "Fantasías histéricas y su relación con la bisexualidad", en:
Obras Completas, Tomo II, Nu eva Biblioteca, , traducción directa del alemán, por Loerotismo', que sería un tocamiento sin ninguna connotación significan-
Luis López Ballesteros, Madrid, pág. 1350. Lc.Ya que él habla de la evocaciónde unafamasía, pero tambi én lo nombra

34 35
FABIÁN NAPARSTEK Á INTRO DU CCIÓ N A LA CLÍNICA CON TOX ICOMA NÍAS Y ALCOHOLI SMO .Á

como una representaciónoptativa. En este sentido, uno puede decir que el Para este punt o quiero resaltar estas cuestiones, con el fin de mo strar
cuerpo se podría mover por la fantasía y por tocarse , y Freud plantea que qrn· ese paso que destaca Freud, respecto del onanismo, imp lica un mo-
en el onanismo están las dos cosas, digamos, funcionan las dos cosas jun- 111l 'lltO central para avanzar en lo que llamé la tesis lacaniana. Pero, en to-
tas, están los tocamientos y está la evocación de la fantasía, y esto también il11caso, la tesis de Freud la entiendo como pudiendo ubicar a la adicción
está en el acto sexual. En el acto sexual está todo lo que tiene que ver con 111el lugar de sustitución deun puro autoerofisrños m sentioo alguno, sin
los movimientos mecánicos para llevar adelante el acto sexual, pero tam- qm· esté aún articu lado a la fantasía o a la palabra. Lo que al comienzo :J
bién está la evocación de la fantasía y todo lo que tiene que ver con las fan- 1·, li1mos en términos de masturbaci óñpr imordial o adicción-pr. if/:lQtdial
:-:_
P~
tasías. Hay todo un mercado para engrosar la fantasía, para fomentarla. Lo 11110 lado, no parece seguir el camino del síntoma -entendido en el senti-
que está diciendo es que, en algún momento, ese onanismo no estaba anu- il11freudiano del síntoma que habla- , ya que hemos destacado que, para
dado a una fantasía, y a ese momento lo llama puro autoerotismo. 1•11:ud, síntoma y masturbación son respuesta s estructuralmente diferen- _
Composición,fusión, soldadura,son los términos que utiliza Freud para re- 11N. En tre ambos media lo que vimos como las condiciones necesarias que
lacionar una cosa y la otra, efectivamente, no vienen juntas. Asimismo, él 1111pl ican una operación sobre la masturbación misma. Más bien, Freud
aclara que era en un principio,aunque no dice ni cómo ni cuándo. Así: "En p11rcceplant ear una ecuación directa entre adicción y autoerotismo. Si en
un principio, la acción presentaba un carácter puramente autoerótico." 5 O hcud lo relacionamos con el síntoma , podríamos enlazarlo al síntoma de
sea que, primero es puramente autoerótico, luego se le adosa la representa- 111 neurosis actual, ~n donde él no duda de hablar de la "génesis tóxica" º
ción optativa o la fantasía -que en este punto parecen equivalentes. Ahora que estos tienen. A mi gusto -s e extrae del razonamiento de Freud -, el sín-
bien, si avanzamos un poco más en el texto, el planteo de Freud es que pa- 111111a freudiano que es pasible de interpre tación ya implica una tramita-
ra que haya sintoma hacen falta tres condiciones necesaria-, no me voy a , 1ónde la toxicidad propia del autoerotismo. En cambio, el síntoma actual
detener en esto y simplemente lo voy a ub icar. Primero hay que dejar de , 1111 serva su relación directa con una satisfacción autoerótica sin tramita- _
masturbarse. Para Freud es una ley: no hay masturbación y sintoma a la vez. , 1ónsignificante . En este sentido, la adicción como sustitutivo directo del
Sigue la lógica de la teoría energética; es decir, que si se descarga por ía vía 1111toero tismo muestra claramente y sin velos su efecto tóxico. Mauricio Ta-
de la ma sturbación, no se descarga por la vía del sintoma. Lo va demo ~ ' , ub en un artículo terminaba planteando que el goce en el ser humano es
do en los casos clinicos, por ejemplo en Dora cuando dejó la masturbación wxico7 • En tiendo que, de alguna man era, sigue esta propue sta freudiana.
y apareció la disnea. Entonces, primero hay que dejar la masturbación, pe- llicn, la próxima clase voy a retomar estas cuestiones, pero ya para avan-
ro, en segundo luga;-, Freud plantea que una vez que es dejada hace falta tur en el marco de lo que llamé la tesis lacaniana.
que esa energía no sea derivada de otra manera o sustituida por otra__co..sa; ,
da a entender allí que habla de la sublimación. En otros términos, que no
haya una satisfacción sustitutiva. Finalmente, él dice que hace falta que la_
fantasía pase a ser inconsciente . Si se dan estas tres condiciones tenemos la
posibilidad de que esto se descargue por la vía del sintoma, lo cual ya es to-""
da otra cuestión. Vamos a ver si más adelante trabajamos la cuestión del sin-
toma en toxicomanías y si lo podemos considerar un síntoma.
Agregamos al cuadrito el tiempo 2:

Tiempo O Tiempo 1 Tiempo 2


Puro autoerotis mo Onanismo como soldadura Síntoma " FREUD, Sigmund, "Contrib uciones para un debate sobre el onani sm o", en Obras
Completas, Vol. 12, Amorrortu , Bs.A s., 1986, pág. 257.
TARRAB,Mauricio, "La substancia, el cuerpo y el goce toxicoma níaco", en: Más
Ibídem, pág. 1350. allá de las drogas, Plural Editores, La Paz, 2000, pág. 88.

36 37
ClaseIV

LATESISLACANIANA SOBRELA DROGA


Fabián Naparstek

La vez anterior ubicamos lo que llamé la tesis freudiana y habíamo s si-


11111<lo la tesis lacaniana en base a su formula ción sobre la droga, como
11111cllo que permitiría romper el matrimonio del cuerpo con el 'hace pi-
pf', Con el fin de avanzar en lo que llamé la tesis lacaniana voy a volver a
111que hablamos la vez pasada y fundamentalmente me interesa situar ese
111oment o de la soldadura que - lo voy a llamar así- es un moment o dond e
1 KtSteuna lilSCrip _Ctonaef falo. ¿Qué significa esto?,v amOS a tratar de ubi-
1 nr qué entendemos por falo y en esto vamos a seguir - ahora sí- directa-

11,cnte a Lacan.
Lacan va a decir en el Sem inario 23, que: "Cuando uno se cree macho
porque se tiene un pequeno ca bo de cola - pequeño cabo de cola es una
l11J icación, es la etimología del término 'pene '- naturalmente perdónen-
111c estas palabras pero hace falta más ." Es decir, que para creerse macho

110alcanza con tener ese pequeño cabo de cola entr e las piernas , y agrega:
"El falo es la con¡uncion de ese par ásito, eipe queño cabo de cola en cues-
dón, con la función de la palabra." '.
A mi gusto está diciendo algo similar a lo que plantea Freud y desarro-
llnmos la otra vez. Se trata de que el pene responda al significante -c uando
111excitación se puede lograr con el pen samiento decíamos la vez pasada - /\L.()
1·soes lo que comúnmente llamamos falo.x_ara_que el falo esté inscripto no
nlcanza con que alguien tenga pene, hace falta además que ese órgano res-
ponda en cierta man eraa la palabra. Entonc es, la inscripción del falo coin-
cideJ de alguna manera, con esa relación entre un órg~ la palabra, _gue J
es lo que Lacan después llamó "hacer de un órgano un instrument o" 2 .

LACAN,Jacqu es, Seminario 23, El Símhoma, clase del 18/ 11/1975, inédit o.
Lac an, Jacques, Seminario 19, O Peor., clase del 8- 12-1971 , inédito.

39
FABIÁN NAPARSTEK Á IN TRODUCCIÓN A LA CLÍNICA CON TOXICOMANÍAS Y ALCOHOLISMO .&
Ha cer de un órgano un instrwnen to responde a estas características a 11~ en relación a ese error común y las consecuencias que puede acarrear,
qu,e el órgano pue~a ~er utilizado como una herramienta, en este caso ~o- que entiendo vale la pena tratar de cernir claramente las diferencias entr e
dría ser para relac1onars~ el otro sexo. Hay que ver toda la sintomato- 11111ano e instrume nto , entre pene y falo. Mientras tanto, lo escribirnos de
logía masc ulina respec to del órgano, cuando eso no funci ona de acuerdo «~rn forma dentro del cuadro que iniciamos la vez pasada.
a lo que ese hombre pretende del órgano, es decir, cuando no se excita en
el momento en que, según el portador, debería excitarse o cuando deja de T iempo O Ti empo 1 Tiempo
excitarse y espera que se excite, etcétera. Toda la sintomatol ogía está pues-
ta - siempre y cuando se trate de una neurosis; luego vamos a ver lo que Puro aut oerotismo Onanismo
pasa en la psicosis-, en términos de que no responde a la palabra . Hay to- como soldadura Síntoma
da una cultura ma sculina de la relación qu e m ant iene cada hombre con su
instrwnento. Hay veces que está dicho en términos de "justo en el mo- Pene. Órgano. Inscripción del falo.
mento qu e lo necesitaba". La vida cotidiana mue stra que los hombres tie- Instrumento
nen una relación de amigos con su falo. Había un programa qu e se llama-
ba "Los machos" hace 5 o 6 años atrás, ahí lo llamaban "el amigazo". Se Es decir, que el falo tenga la imagen prepond erante del pene es un he-
podía ver con claridad si "el amigazo" lo acompañaba o no en el momen - , ho que, por supu esto lo destaca Freud, pero no es el primero en hacerlo,
rN un hecho que está hístóricamente inserto en la cultura . En la Grecia an-
to que hay que acompañar; algo que se ve muy bien en la clinica masculi-
na. Esto es lo que antes les propu se llamar inscripción del falo, es decir que 11 11ua cuand o se veneraba al falo se lo represe ntab a como un pene y fun-
el órgano empiece a responder a la palabra . Por otra parte , Lacan plantea d11me ntalmente , un pene erecto. Es decir que no es algo que inventa Freud
que para acceder al otro sexo es necesario pagar el precio de la pequeña NlllO que lo encuentra ya en la antigua Grecia, si bien hay muchísimos
cfiferenci~ y dice: " ...que pasa engañ osam ent e a lo real por el interm edia- ,uros lugares donde esto se pued e encontrar. En todo caso, uno podría ha-
no. d e1'organo " 3 . Y ma' s a deIante agrega que un " ...órgano no es ins!IJJ=__ 11·r la pregunt a por la razón de esa ligazón entre el pene y el falo. Del por-
mento sino por intermedio de esto en lo que todo instrum ento se fund~ qué de la pregnanc ia de esa imagen del pene erecto sobre el falo. Es decir,
es que es un significante" 4, que cuando se adoraba al dios de la fertilidad , se lo adoraba con esa ima-
"J ;i. Habría así una diferencia entre lo queJlalllfil!lOS un órgano y un ins- ~cn. O sea, la posibilidad de que se trate de un órgano que tiene la capa-
;f ,..:"J. trwnento, en tanto el órgano deviene instrwnento en su conexión con el , idad de erección es crucial para que el pen e se ligue al falo. Es la idea que
.J. significante. En este punto es que Lacan avanza y propone que el transe - l'HLámuy presente en Freud y es lo que le hace pensar qu e el clítoris tam-
,.. A,; -xualista es, en tanto significante, que no quiere más de esto (lo que le to- bién pued e hacer las veces de falo. Él lo liga direct ament e con esta posibi-
,,.. 11 có en suerte) y no en tanto órgano. Cometiendo el error -dice Lacan- lidad de la detumescencia y la tumescencia, es decir, con la alternancia
"error común" 5, de no querer ser "significado falo por el discurso se- que implica un órgano que tenga la capacidad de erección. Vean cómo lo
xual"6. El error es entonces, querer forzar el discurso sexual, en tanto sim- dice Freu d: "Esta parte del cuerpo que se excita con facilidad - parte cam-
bólico, en un pasaje a lo real, es decir, forzarlo por la vía de la cirugía. biante y tan rica en sensaciones- ocupa en alto grado el interés del niño." 7
Hay un errorcomún, dice Lacan, en confundir lo real del órgano con su A su vez, Lacan en el Seminar io 4 dice qu e el " ... el falo, no es el apa-
articu lación al significante en tant o instrumento , que se ve patéticamente ' IILOmasculino en su conjunto, es el aparato genital masculino exceptua n-
en el ejemplo de los transexua listas, Con las consecuencias fune stas que a, do su complem ento, el escroto por ejemplo [... ] la imagen erecta del falo.
nivel subjetivo, traen en mu chos casos las operaciones de los transexuales. Esto es lo fundam enta l, solo hay una " 8 . Vean cómo lo plantea con todas
lns letras. Ent onces, la pregunta ahora seria la siguiente: ¿Por qu é la erec-
3 Ibídem .
4 Ibídem. FREUD, Sigmund , "La organización gen ital infanti l", en: Obras Completas, Vol. 19,
5 Ibídem. Amorror tu , Bs.As., 1986, pág. 146.
6 Ibídem. LAcAN, Jacques , El S emina,'Ío, Libro 4, La relación de objeto, Paidó s, Bs.A s., pá g. 52 .
... 40 Á 41
FAB IÁN NAPARSTEK .A INTRODUCC IÓN A LA CLINICA CON TOX ICOMANIAS Y A LCOHOLISMO .A

ción es un rasgo que permite identificar al falo? Es crucial para enten der y u partir del Edipo, esa alternancia del órgano es leída como falo-no falo,
muchísimas cosas de la enseñanza de Lacan y de la obra de Freud. u como presencia-ausencia.
Laca n señala que el falo es más importante por su ausencia que por su Bien, ahora vamos a poner estas cuestiones en relación con Juanito y
presencia, que es un poco lo que decíamos antes. ¿Cuándo alguien entra l on un caso clínico y ver finalmente , si podemos dar una vuelta más sobre
en el complejo de castración? Cuando se topa con la ausencia de falo. In- In tesis lacaniana sobre la toxicomanía. En realidad, nos vamos a referir a
vierto la cuestión, si estamos en la premisa universal del pene, allí no hay Juanito, porque es de allí de donde surge la tesis lacaniana de romper la
ninguna castración, porque la premisa dice: todos tienen. Es decir, que allí 1elación entre el cuerpo y el pequeño pipí. Vamos a apuntar a uno de los

aún no está instalada la castración, es la premisa básica de la que uno par - nspectos en los que se centra Lacan, respecto de la cuestión en Juanito.
te para que después se instale la castración. Por esto Lacan dice que es más Por un lado, Lacan plantea que el falo era el centro del mundo de Jua-
importante por su ausencia que por su presencia. De modo, que es a par - 11ito y en un momento algo camb ia y dice que el pene de Juanito empieza
tir de su ausencia que se instala la castración en tanto tal. Por consiguien- 11convertirse en algo real, " ...su pene empieza a moversey el niño empieza a
te, Lacan ubica con mucha claridad que lo fundamenta l del falo es la al- masturbarse [...] Este es el dato bruto de la observación . Entonces, pode-
ternancia entre presencia y ausencia, sino no tendría el valor que tiene en mos pregun tarnos si no hay una relación entre este hecho - irrupc ión de
la estructura. Sin embargo, uno podría seguir preguntándose , por qué el pene real- y lo que surge en ese momento, es decir la angustia" 11. Hay que
pene tiene pregnancia imaginaria sobre el falo - así lo plantea en el Semi- destacar aquí la independencia del pene - marcada por Lacan- en la expre-
nario 3. Lacan termina respond iendo varios seminarios después , con el ar- Hión: el pene empieza a moverse.Tenemos hasta aquí una relación entre el
gumento de que la característica esencial del falo, en términos simbólicos, pene, la angustia y lo real, pero Lacan avanza y dice lo siguiente: "No ven
es la de indicar la ausencia, y aquí afirma que: " ...el falo es más significa- róm o se introduce aquí,c uando aparece en Juanito, bajo la forma de una
tivo por su caída que por su presencia " 9; cuestión que ya habíamos remar - p11lsión en el sentido más elementaldel término, algo que se menea, el pene
cado. 1cal, y el niño empieza a ver como una trampa lo que durante tanto tiem-
Por lo tanto, el avance siguiente, ya no tan explícito, es articular la pre- po para él había sido el paraíso, la felicidad? [...] Pero en cuanto a la pul-
sencia y ausencia simbólica del falo a la alternancia real de la tumescencia Hión, su pene real, se evidencia ese despegue del que hablaba hace un mo-
y detumescencia del pene. Es decir, que lo simbólico del falo, en tanto au- mento." 12
sencia y presencia, se art icula a lo real del pene en tanto tumescente y de- N uevamente pone el énfasis en un pene que cobra independencia, que
ºtumescente. Así ent1eñcto cuando La can enuncia que : " ...la detu.rñ'escen- 1cmenea, que se agita, que se mueve. Freud hablaba de esa parte cambian-
cia, en el macho, ha engendrad o esta convocatoria de tipo especial que es /e y tan rica en sensaciones,pero ind icando en el párrafo que se trata de una
º.
el lenguaje articulado" 1 Lo resumo de la siguiente manera articulando p11lsión en el sentidomás elemental,y nosotros ya lo habíamos marcado cuan-
ahora los tres registros. Si en lo real hay un órgano que tenga la altern an- do dijimos que el falo se inscribe en un organismo. Cuando antes decía-
cia real de la detumesce ncia y la tumesce ncia, eso en caja muy bien imagi- mos que elfa lo transforma al órgano en un instrumento , decíamos, en los
nariamente con la alternancia simbólica de la presencia y ausencia. Vuel- 1érminos que introdujimos ahora, que el pene real, o la pu lsión más ele-
vo e intento explicarlo por otro camino. Es un hecho real que ese órgano mental. puede empezar a ser mane¡acla-no áelt odo por supuesto- ~ par-
-s ucede en los animales- tenga la posibilidad de la detumesce ncia y la tu- tir de insuumentarlocomo falo.
mescencia y esta es una alterna ncia que, a partir de que estamos en el len- Por un lado hay una equipa ración entre pene real y la pulsión . Por el
guaje y, especialmente, para la neurosis, es leído como ausencia y presen- otro, se muestra que el falo cumple la función de intentar atrapar esa pul-
cia de falo. Es decir, que es esta capacidad de que sea un órgano eréctil lo Hión más elemental. Es decir, que en Juanito aquell_Q_gue tendría que estar
que produce esa pregnanc ia imaginaria sobre el falo. Consecuentemente, unudado al falo irrumpe como real, por supuesto, con su cara pulsional, y

9 LACAN,Jacques , Seminario JO, La angusiia, clase del 6-03-1963, inédito. II ldem 8, pág. 227. El subrayado no pertenece al autor,
11 ldem 8, pág. 228. El subrayado no pertenece al autor.
!O LACAN,Jacque s, Seminario 19, O Peor... , clase del 19-01- 1972, inédito.

42 43
FABIÁN NAPARSTEK Á INTRODUCCIÓN A LA CLINICA CON TOXICOMANIAS Y ALCO HOLISMO •

pr oduce anguMrn, Es en ese momento , qu e lo qu e llamé la inscripción del ¡¿n, sabe que durante el estancamie nto algo lo hace sentir bien y sólo cuan-
falo no alcanza a darle una envoltura al pene como real) no logra hacer fir- 1In se empieza a poner ansioso, "se acelera" y las cosas le salen mal. El ace-
m emente la fusión, el anudamiento, como lo decía Freud. lrrc lo lleva al "c hoqu e", choq ues efectivos con diferentes m edios de loco-
Llegado a este punto, voy a comentarles un pequeño caso clinico que, 11H>c ión que po nen en peligro su in tegr id ad fisica y la posibilidad de tra -
entiendo, se puede ver que no se ha ro to el matrimonio con la cosita de ha- hnjar. Del choqu e -dice- vu elve a "estancars e" , aña de así el siguiente co-
cer pipí, que la droga no ha servido para romper con ese matrimonio. Es 111 cntario: "Po r momentos me empiezo a "e ngancha r" con un a min a, con
un caso, donde creo qu e se mue str a cómo la dr oga ayuda a mantener ese 1•1análisis, pero no m e quiero dejar llevar." Dic e: "miedo a engan charme ",
matrimon io. Un sujeto dice que desde los 12 o 13 años está quedado y no "me que d o enganchado en estar solo, masturba ción , la droga, engancha-
sabe cómo abordar a las chicas . Añade que cierta s cosas, en diferentes ám- do con el pito " y completa, "debe haber algo del exterior que me saqu e de
bitos, le son "in manejables", llegando a la conclusión de que hay algo que ull i" .
con las mujeres le resulta" inmanejable " . Una enunciación que marca es- H asta aquí el caso. Lo primero que uno pu ede evocar es aque l per so-
te tiempo , dice así: "soy la debilidad de mi viejo". Debilidad que en un 1111j e que vivía metido en su tonel y no quería salir d e allí, m e refiero a Dió-
principio es tomada en un sentido sexual, de su relación pasiva con respec- f!l'fies. Pero bien , les prop ongo ordenar el caso en los tiempo s descriptos
to al padre , pero que, inmediatamente, se enuncia como :"par a mi viejo era 111nes. El tiempo que nominamos uno y que este su jeto nombra como es-
inmanejable lo de tener". En este punto cuenta que le ha resultado siem- 111r "estanca do ", estar en el tanque solo, en la ma sturbación, "en cogi do ",
pre complicado tener erecciones, habla de su eyaculación precoz y relata la 1~ donde hay una recup eraci ón de satisfacción autoer ót ica por la vía fáli-
siguiente escena: "Siendo mu y chico tuve una erecc ión y me la enganché l u, sin el de spla zamiento del sinto ma analítico: "e ng anch ado al pito".
con el cierre, ahí quise llamar a mi mam á pero sabía qu e si la llamaba ha- l'icmpo que Freud llama onanismocomosoldadura.D e lo qu e se qu eja en
bía algo mal" -y agrega al final- " ... así qu e no me la llamé má s". A partir 1 ~te pun to es de que el falo, en tanto inscrip to, no se pone en función.Te-
de este momento recuerda una serie de reproches insop ortable s d e muje- 11cm os pues, la escen a del tanque y luego aparecen las relaciones edípic as
res y de su madre , re sumidos todo s estos en un : "no se calienta por nada". r 11la escena con la hermana -que ya estaban pr esentes - , pe ro en donde ,,-
-J ~J
1lcbería poner en jueg o su falo y hacerlo circular . Ante esto aparece el "no
Rememora pues , que en la escena donde se la engancha con el cierre,él es-
taba dentro de un tanque de agua vacío en posición de "encogido" y dice
que la erección es por la postura, ya qu e cada vez qu e está encogido tiene
111 c la llamo má s", el "no se calienta por nada ", la inhibi ción.Por lo tanto ,
r l estancado ind ica la in scripción del falo, pero con un a dificultad para po-
J~,· l.~
una erección. Tenemos además el recuerdo de una escena, qu e es posterior 11 c rlo en juego, para ponerlo en función, para hac erlo circular o pasar de
a la del tanque , resumida en estos términos: escondido con su hermana en 111masturbación al síntoma o al amor.
la cam a, ambo s tapados, subrayando que fue la primera sensación sexual y Es un sujeto que , como comentaba hace un momento , padecía de eya-
que n o qu ería que se fuera; tuvo una erección terrible y estaba excitado. l 11l ación preco z y que según Lacan conviene llamarla "d etu mesce ncia pr e-
Seguidame nte explica que eso le generó culpa e inhibición , y aclara que en 1 oz". La "de tum escenc ia precoz", como un mal m enor ante un mal ma-

la escen a del tanque no era algo sexual, había erección pero no sentía la ex- yor, en tanto es preferible sustr aer el falo antes que advenga la castraci ón ,
citación, diferente era estar en la cama con una mujer. "que es percibida en el acto sexual como amenaza" 13 . Ante esto se qu eda
En la actua lidad no puede soltarse con las muj eres, prefiriendo la mas- r ll el tanque esperando que venga el Otro a sacarlo; o hay, por momentos ,
turbación y el pl acer por estar solo, lo cual es acompañado por el consu- 1111 intento de salir d el tanque con el acelere, por~ vía delQ?saje al acto,
mo de ciertas drogas que lo ayudan en esta práctica solitar ia. Así es que , r N dec ir, que no impliqu e m etabolizar ese goce, desplazar lo, o h acer de ese
luego de un a prolongada ausencia en el aná lisis, dice encontrarse "esta n- 111gano un instrume nto que le posibi lite acceder al Otro , al Otro sexo. O,

cado", me "estanqué ", m e: "m etí en mi mismo"; que algo no lo deja avan- 1 orno dice u can , hacer del cuerpo de la m ujer la metáfora de su goce y
zar y que en realidad es lo que le pasó siempre, agregando que acá en aná- que, desde entonc es, pu eda separar el go.:.e~ cuerpo. De igual forma ,
lisis las cosas fueron saliendo, estaban cambiando y" volví a estancarme".
Inmediatamente aparece la referencia al "estar en el tanque" y, sin embar- 11 l..ACAN , Jacques, Se minari o 14, La lógica del fantasma, clase del 24/05/1 967, inédito .

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• 45

FABI ÁN NAPARSTEK Á INTRODUCCIÓN A LA CLIN ICA CON TOXICOM ANIAS Y A LCOHOLISMO .A.

hacer de la mujer la metáfora de su goce - podríamos decir, hacerla su sín- ll1m·nsión original. Eso es lo que está en cuestión en este caso - Juani -
toma, que sería pasar al tiempo dos- puede implicar enfrentarse al goce de 111 1111\_
una muje!\ Se está refiriendo fundamentalmente , y con lo que sigue, a la función
De este modo , hemos ubicado en el campo fálico diferentes ITifilll![aS di I pudre, la ley y la castración que permiten poner un orden, sea simbó-
de recuperar goce: la masturbación a la cual va anudado en este caso el 11111 o imaginario en lo real del cuerpo que aquí aparece representado por
consumo de droga, el onanismo como soldadura y luego el síntoma , como . 1pt·ne real, pero que no deja de ser la pulsión , su organismopulsionalo co-
posibilidad que en este caso no aparece. Es diferente de lo que relatába- 11111 lo llama en el Seminario 4, con el nombr e de "goce real" 15 • Es por es-
mos de Juanito en tant o había allí un a irrupción del pene real -digo aho- 111que mucho más adelante llega a decir que el pene es traumá tico, ha-
ra ruptura con el falo, aunque en Juanito hay que tener en cuenta que se lih111<lo de Juanito; recuerden que en Freud lo sexual era traumático , pero
encuentra en un mom ento constitutivo. Esto es ent onces diferente del ca- 111Nexual en tanto pulsional. Lo que C@ieroproponer es que este sujeto, el
so clínico, en donde el sujeto ha hecho el anudam iento - no hay irrupción d 1•I cuso clínico, está, a mi entender , en la "posición del soltero". Es más
del pene real- pero no lona podido poner en función, producir la~ t11r 11el que está casado con su órgano y no con el Otro E º· Es p..9r tanto _
dones que le permitan acceder al Otro sexo. - -- 1111 sujeto que no ha roto el casamiento con el pequeño pipí y, en este ca-
Todo sujeto cree, desde-;; yo, p~er manejar el falo a voluntad, es un 11,la droga sirve para afirmar la alianza con su órgano.Pe ro, antes desta-
creenc ia narcisista anudada fundamentalmente al registro imaginario. Es ,11nos también los intento s del sujeto de salir de su dulce hogar, t:! tan-
así que mucho s sujetos encu entr an que, en determínado momento, el fa- que, sin que ello implique pasar por la palabra, o sea en el pasaje al ac_!2.
lo no les responde a su voluntad - tal el ejemplo del caso clínico relatado 1los caminos para salir, entiendo yo, de la "posición del soltero ": Uno es
con la eyaculación precoz . Y se ve claramente cómo responde a las leyes pur la vía del significante en el campo fálico y esto, en todo caso en al~
del inconsciente en su faz simbólica , es decir que responde al sujeto, pu- 1111s sujetos, posibilitaría un análisis. Y la otra es la que muestra este suje-
diendo en alguno s casos hacer de eso un síntoma. La idea de Freud era 111, en tanto es una vía que no impl ica el significante; él decía que no se
que, por ejemp lo, el que tiene imp otenc ia es porque el partenaire sexual quería dejar engan char por el análisis, por una mina, por el Otro de la 12a-
se parece mucho a la madre , y estar con la madre traería apare jado la lnbra, podríamos decir nosotros. Está el int ento de enfrenta rse a la pulsión,
castrac ión , entonce s no se le para , no la puede usar, se la van a castrar ~11sLraerse del órgano cuand o se1e hace insoportable -tr aum ático como
- lo que Lacan llamaba la detumescencia precoz. Cuando encuentra que 1lt·cía Lacan- por el camino de lo real. Aquí la droga también toma su lu-

eso responde a alguna razón, aunque eso no arreg le la disfunción ya eso ¡¡nr en algunoscasos y ya no es cuanao permite el casamiento, sino cuan-
lo deja más tranquilo. Y se entiende por qué , porque eso al menos res- do este casamiento se le hace insoportab le y posibilita su rup~ Allfse
ponde a alguna ley, finalmente eso está anudado a la palabra, otra cosa 1ompe el casamiento con el falo y el sujeto sale del cam_podel Otro en un
es que n o respo nd a a ninguna razón. Otra cosa es que alguien diga que pnsaje al acto.Lo cual indica que si por la vía significante no se 12uede sa-
estaba en cualquier situación y se paró sola, ¿se entiende la extrañeza de crificar el órgano, algunos sujetos lo inten tan hacer no quer iendo saber na-
la cuestió n? Es decir , que eso n o responda a ningún tipo de ley. En algu- iln de la palabra y de lo fálico -e n el caso que les relaté er!_por el pasaje al
nos casos de psicosis se ve muy claramente este fenómeno. Pero en Jua- ncLo, yendo al choque.
nito remarcamo s cómo ya no el falo, sino el pene real cobra independen- En otro caso, el sujeto definía un a primera modalidad de relación al al-
cia y, en este sent ido, no solament e ind epend encia del yo y la voluntad , 1 ohol, a la qüe ffllam aba "bebedor social" y podríamos decir que a ese su-
sino también del inconsciente ret órico del sujeto. El pen e real no s~ /cLo, en es~ ~ nJo, el alcohol le servía para acceder al Otro sexo, es d~-
cuentra anudado al yo narcisísticamente ni a la m etáfora y a la metoni- t ir que en los término s planteados sería para poner en funciówfa lo. El -
mia que repre sentan al sujeto, porque para eso le haría falta quedar en-- decía que bebía par a: "tener actitud es más resueltas, más valentía, encarar
vuelto por el falo simb ólico e imaginario que le permitiría realizar ~
ciones. Por e so La can observa qu e: " ...el orden simbó lico, como distim<> 11 Idem 8, pág . 239.
de lo real, entra en lo real como la reja de un arado e introd uce en él una ,, Idem 8, pág. 243.

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FABIÁN NAPARSTEK Á INTROD UCCIÓN A LA CLÍNICA CON TOXI COMAN ÍAS Y ALCO HOLISMO .Á

mejor". Esto estaba dicho sobre el trasfondo de una supuesta eyaculación 1 1110 de mantenerse casado con el falo o en un intento de pone rlo en fun-
precoz y de cómo hacer para que la mujer gozara en el acto sexual. En un ' h111,finalmente se desamarra, se suelta del falo y provoca la manía.Por el
segundo momen...1Q,Ja modalidad de relación al akohol cambia a unafo r- 111 ICO.
ma que él llamaba "bebed or alcohólico" o su "declinación alcohólica", an- l ..avez siguiente voy a tratar de trabajar fund amenta lment e, algunas
te lo cual decía;e ntr e otras cosas, que eso implicaba estar fuera del sexo 11111iones sobre el goce y volver sobre la satisfacción propia del toxicóma-
sólo satisfacción con el consum o de la sustancia, a lo que el sujeto deno- 1111.

minaba comp ulsión a tomar. Este fuera del sexQJQ. entiendo como_ruptura
con el falo, es decir, fuera de una satisfacción fálica.,_
Por último enton ces, he ubicado dentro del camp o fálico una distin- l'icmpo O Tiempo 1 Tie mp o 2
ción de dos diferentes modalidad es de satisfacción: 1) Por la vía qu~
mos llamado onañís'mo comoso ldadura , que implica un goce autoetótig¿_
Puro autoerotismo Onanismo como Síntoma r J.
soldadura t: '-''11sí,,.
anudad o al falo y que tiene la característica de ser estancado. 2 ) El sínto-
ma o el amor qu;- implica el desplazamiento y el juego significan~, Pene real. La pulsión Inscr ipción del falo Puesta en función
las ecuaciones fálicas que darían la posibilidad de un análisis. A su .;ez--:es=- más elemental del falo
to conlleva la puesta- en fuoc ión del falo. Vale la pena que distingamos la
inscn pc1on del falo de su.J!!!esta en función , en el senti o e hacer uso de C,oce real Goce fálico: Goce fálico:
algo de lo C@euno dispone. Quiero decir, que si está inscripto el sujeto en estancado Desplazamien to
un segundo tiemp.2_.P uede hacer uso o no de ese falo.
Y finalmente, hemo s dejado en otro lugar una satisfacción, que Lacan
a la altura del Semínario 4 llama gocereal, que no se encuentra anu dada al
fa~ una sat1sfacc1ón füera e la regulación fálica que Freud llama el pu-
ro autoerotismo. A esto último yo lo llamaría la verdadera toxicomanía en
el sentido de la tesis lacamana . Es decir, donde efectivamente, la__dmga_
permite romper con el falo y se pierde toda medida. El exceso_propio de
la toxicomama muestra muy bien ese fuera de regulación fálica. Si hay_una
función ~e tiene el faloes. porexcelencia, noner medida aTascosakLa-
can lo dice con todas las letras cuando piensa que el falo es un a moneda
de intercambio; toda moneda es una medid a. A mi gusto la sobredosis ha-
~ens arla como fuera de la medida fálica. La posible ruptura con
el falo es lo que hace que se pase a la man ía por el tóxico, entendiendo a
la manía, como aquello que lleva al suJeto por -fuera de un anclaje fálico.
De este mo CÍo,sigciendo lo que hemos desarro llado~ueden ve;ificar di-
ferentes usos de la droga. Hay un uso de la droga que, en el caso del "es-
tancado", fe nabla permitido mantener una satisfacción onanista estanca-
ª· Le habíapermitido mantenerse casado con su órgano. Hay otrouso
que permite a ciertos sujetos tomar coraje y enfrentar al Otro sexo y¡i'o-""'
ner en función el falo. En este caso parece más bien una muleta para el fa-
lo, son los consumidores del rendimiento. Aquellos que le agregan um
muleta al falo.Vimos tamb ién, cómo aquello que puede empezar en un in-
48 49
Clase V

Los GOCESy LA TOXICOMANÍA

Fabián Naparstek

En el d.::~arrollo de hor vamos a tom ar específicamente: la salisfacción


propia ciel toxicóma no o el alcoho lismo. De algun:i manera, e: recurrid o
q ue vcn im0s haci endo ha dado vuelt as alrededor de esta c uc~rión; pero,
para abordar la clinica con estos sujeto s pod emos plantearno s, como una
pregun ta, qu é_pp-9 de saúsfacc ión enco ntramo s en la to)ficomanía y d al-
coholismo. H~ un dato de la dínica qu e se obt iene algún tip o de satisfac-
ción mi ~onsumo. Pero ¿de qué tipo c.k~a1isfacción se trata? UsLcdes sa-
ben que no todas las formas d e satisfacci ón son igu ales. Es lo que vimos
en_:g l malesta r en la cul tum", cuando decíamos qu e algunos encontrab an
res puest as p or la vía de l amor, por la s_ublimación o el sínt oma, como for-
ae
ní as a n ¡)Ulsional, aunque bien diferent es, que atra-
salid a la sat isfa<.:ció
viesan di fi!rentes recorri dos.
Ear.i fü:gar a ese punto voy a dar algunas nociones sobre el concepto
df(g oJ y luego v.iruos a tomar un anic1.1lode J.-A. Miller que be llam a
"Pant una investi_¡¡ación~obn: t!I goce autoe rótico ", que habl a específica-
mc:ntc:o dir ectame nte sobre la toxicom an ia 1• Vale la pe na ten er en cuenta ,
como primera cuc:sLión, qu e lo que Lacan llam a gnce no figura como tu l
conce plo en J:<'reu d en tant o tal, al meno s nominado dt>-:se mndo. Sin em-
bargo, tenemos una idea mu y clara ~n Fr cud de lo qu e luego en Laca n se-
rá el goce, qu e está ~xprcsad a de diver sas mane ms. Es decir , que es La can
quü;n cx 1rae esa idea de Fn :ud. Lacan hace de una idea freudi ana un con-
cepto cent r al en el anda miaje de su em c1i.anza; es un c.oncept o muy raro,
por lo meno~ para la época de f reu d, por qu e rompe con una conccp1..ion

i\-tu..um, Ja(:c;11es-Alain, "Para unu mve;;tigoción ,ohre el goce auto erÚl:Co'', en: S.i-
,'21c,¿,,r-<'y m?,úrn iti:ul,AL\..d - TyA, Il s. A~., 1993, p!ig. 13 u 2 1.

51
FABIÁN NAPARSTEK
A., INTRODUCC IÓN A L.4 CLINIC,~ CON TOXICOMA NÍAS Y ALCOH O LISM O A
d e ar'los y anos. Según Lacan, es una concepc ión que ap arece en Sadc _, asi Anarquía y acefalía tienen la m is~na connotación. Es decir, que nu resp on -
lo plan tea en su texto "Kant cnn Sadc". EHa concepción rompe con un den ñun";-mo v menos aún al su jeLo. En algún sen tido 1ª satisfacc ión d e la
pens amiento m u y antiguo, con la idea del hedonismo que parte de Aristó- puls ión e, par~ la~ atisfacción misma. Uno podría decir que Dora se sati s-
Leles . Se trata de la idea que hace coincidir la satisfacción con el bien. Es fal·e oralmem é; lo decim os conñ'iññi.eme, pero estr ictament e, e~ la p ulsión
d ecir, que creer que todo aquello que nm da satisfacción es Lm bien para om!. la que se satisf~e ahí y n9..Dora. Es lo que Preud termina diciendo
el individuo es 1.maidea que llevó mucho tiempo a lo largo d el pemarnien- cuando plantea que IM labios se besan a ':iimismos. Por nu·o lado, se tra-
to huma no. i\lás bien :rreud sostiene, y esta es la idea rara , quc_hay mu- ta de una satisfacción que no tiene ningún valor de intercambio , ni utili-
chas cosas que no:; da n sa tisfacción y gue ng impliG"!_I_J.
!lÍngún bien p ara~ d(l0 alg~ , ni para misotrO$, ni para el sujeto . Estas i1~a~ q:1~ están _!tm-
ind ividuo. Digo para el individuo, no hace fa lrn que haya nadie que esté damentalmente en la obra de F r eud l'.11 ri,:lac _is!.!:1
con la pu ls1on son a las
sancionando desde afuera para decir si eso e~tá bien o no está h ien para 10111inando gos:e. Él lo va a decir con todas las le-
1 que L acan t ermina dc-;-
ese ind ividuo. Hay c11~asque dan c,atisfacrv-iúny aparccl'n ClJffiO u~i - tras en "Las c harlas de Saint Annc". Lo que él llama goce no es más~ ¡u_c
miento, por ejemplo, la idea que Freud tiene sobre el síntoma suponLque la pulsión de pi.~te freudia na, y lo dice así: "Dns cosas resultaro n pues-
es sufrimiento ., y _que mantiene incon~cientemente una rn ri<= :facció ~ . l.{1 La<;e·n evid enc ia por Freud y por el discurso analítico, es tuda la gama del
que en el smtoma u: pn:scnt:, para d individue como un sufrimiento tie- goce.[ ... ] Quiero dec ir, todo lo que se puede hacer tratando convenien.te-
ne, a través del síntoma, su contracara de satisfacción. También se pres~1- mente a un cuerpo, incluso su cuerpo, todo esto en cierto grado paruc1 pa
ta en la idea de la pu l~ión de muerte, en donde hay un::i tendencia de s3.1- lid goce sexual. Pero del goce sexual mi smo, cuando quie ren poner\: la
tigfacción ,¡uc va h ac ia la muerte. Asimismo, se explicita muy fuertemen - mano encima, si puedo lbm'"1rlo así, ya no es para nad a sexual Y se pier-
te en la primera idea freudiana del principio de i placer; lo que se1ia el pla- de.[ ... ] No hay sín tesis, a menos qul' U!>Lcdcs llame n s íntes is a que no hay
cer, el puro principio del placer, de alguna manera tambié n llevaría a la má~ goce que el de morir." 3 Se ve que finalmente lo deja re<lu cido algo -
mucm; y no es para na da adaptativo. En cuanto al prin cipio del placer, us- ce de morir, o al goce de hl pulsión de muerte.
tedes saben que P reud se vio obligado a oponer le un princ ip io de realidad , La otra noción del goce es una noción 4u.: proviene del discurso jurí-
para p en sar la idea de qu e el ~er humano se adap ta a Sll mcdiü . Es decir, dico y¡;s' la no ción de usufructo. Cuando en el discurso de las leyes se di·
si uno alucina en su eños que. est á comiendo y logra una satisfacción alu- ce que puede hacer uslúructo de tal hien, implica el disfrute de la c.:o,aen
cinawria, el desen lace en el hcrizonte sigue siendo la muerte. Es el prin- t anto se u·ansforma en un objeto de apropiación. Uno p u ede gozar como
cipio de realidad que le hace u n conrrapunro y cu2r1do un o :,e despierta ,1uicre, jurídicamente hablando, de aquello que posee. Por supuesrn, con
b.acc que uno v uelva a ten er hambre y se prnc:ur e la alimentación. ciertas restr iccionc8, siempre y cuando no invada el campo de los otros. Y
Así es que La~an qefin,eel .concepto de goce muy al princ.ipio M_& - lo que plantea Lacan es que el d iscurso jurídi co lo que intenta hacer es re-
minario 20. Se pregunta, ¿qué es el goce? Y re~pondc que: " .. ..se reduc e par tir, es ordenar ese campo del goce. Di<;e ~,sí:"El usu f::ucto , qu íe~e decir
aquí a no ser más g ue una in~tancia n egaliva." 2 . El go¡;e es lo q ue no sirve se
que puede gozar de ~us me dios pero que no hay que ~e8p1llarrar lo,
para nada. Lo define con todas las letras, e i.nsisro, que lo exu ·ae de Freud. cuando se tiene el usufrm:to Je una h ere n cia, se puede gozar deella a con-
Cuando Freud hab la de la sat isfacción del chupeteo muestra muy btcn dición de no usarla demasiado. Alli reside la e:,encia del d erecho, repartir
que Lll1acosa es que d nifi.o se alimcnl e y otra, bien c..likrente, e, que a~e- distr ibuir, lo que toca al goce." 4 Es decir que el derecho inten ta distribuír
más h aya u n p lus, haya una satisfacción en más y que efectivamente, eso álgo del goce, también es en un sentido una id ea muy freudiana, que cuan-
n o sirve absolutamente para nada. F.s más, la idea d e Freud de la pulsió1, do trabajemos la cuestión paterna lo vamos a retomar. Pero, la idea de
es que la pulsión es acéfala. Uno puede habl.:1r de la pubiún oral de Dora,
o de la pulsión anal del 'hombre de Jás ratas', pero, el sentido estricto de
Frcud es que cuando la cultura se con stirnye en cultura, es decir, una vez

F reud e~ que la pu lsión es anárquica, eso implica que no es de nadie.


L 1,c.\N, Jucc.ue~, "El saber de l psicoanalista, Charlas en S,1iute Anne", 1971-1972,
clase del. 0··1--11
-197 1, inédito.
UICX'1, Jacqnes, Et' S,,, .,,:,,w·iu,Lihro lO, Aúr,, Paidús, B, . A, ., 198:i, pág. 11. Liem 2.

52 53
FAB IÁN NA~.t,RSTEK

que se ma t a al protopadre y luego se realiza el pacto fraterno Frcud po-


INTRODUCC IÓN A LA CLÍNICA CON TOXICOMANÍAS Y ALCOHOLISM O

Vean qué tajante es Lacan . Si hay una definición del goce, es la r ela-

ne el acento en esto y no canto en matar al protopadre-, hay ahi una-'-iis-
tribu cj(ln del goc e. El pacto implica que ninguno de nmotros va al l1Jgar_ ción del ser parlante con el cuerpo y es interesante, porque ~ca n se oc~-
Je! pro topadre y ,e reparten el goce qu e tmia el padre, el protopadre n.1i- pa de disti nguir lo que es propio del an imal y lo que es pro~110 de la ma-
tico, que, supuestamente, era un goce tot~l. Finalmente, la idt:a de Freud quina. En esla c:poca de lo~ '70, t:uam.lo d hablaba de la maquma, se re-
es que d proropadre gozaba de todo, go:,;aba de todas las mujeres. Hay fería en muchos de los casos a las computadoras. Tengan en cuenta que
cierta idea 1lotando ahí ., dt cómo se las arreglaba n 10 8 hijos, si la homose - e ra una epoca en 18 t¡ue hHbí:i mu y pocas rnrnput~duras Y, pu_~supucs~o,
xu alidad_, si la masturbación, pe ro no e, el punw. El pu nt o central es que no existía la comp uta dora persona l.Y él ahí establece una relac1on muy 111-
el padre tien e todo el goce, que lo m ata n y, un a vez qu e lo matan, la cues- teresante, prec isando qu e, del lado del anima ! tenemos el cuerpo,_ pero no
Lión para Frcud es que sólo se arma fa cultura, en tanto ta l, una vez que el lenguaj e, y es así que en m uch as ocasio nes se pregunt a de que go;:a la
los hermanos se po nt'n de acuerdo y se reparten el goce, con una manera 05 tra O el aguijón de tal animal. Está la suposición de l ser par lante de que

ba stante singular de repartirlo; porque 110 dicen a mí nH; tocan diez muje- allí hay un goce . Siempre doy el ejemplo de un a persona a la que se Je ha-
res, a vos tres, a vos dos, sino que Sl: la reparten por la negativa. Es decir, bía caído el ne rro del balcón y decía qu e se ha bía suicidado; pues, amiquc
se asegunm que al m enos _una n o l'an a tener; que no puedan gozar~ al convien e ha~er cier tas distinciones con los animales domésticos igualmen-
menos una_, es lma maner:-1 de repart,ir. Todos no s aseguramos que nadie te se not a la suposición de l goce del perro. En cambio, de l lado de la com-
va ate ner a todas, se r epart e p or lo lJUecada uno se pierde. Y allí comien- put adora tcncmn s un lenguaj e, pero que no roca el cu erpo y es lo que pr e-
za la ley para Fn:ud, es una manera de accnLuar esa historia, es domlt: por ci,amente, la distingue, si bien también se le puede suponer un goce.
primera vez, en términos freudianos, se h ace in terveni r la ley. Por ejemplo, suele suceder que la computadora se cuelga cada vez qu e
Ahora bien, demo~ un paso má s, ¿qué es In primero de lo cual w 10 pue- la necesitamos, pero de lo qu e no nos damos cuenl a es qu e cada vez la ne-
de hac er usufr uero? Lo dice un poco en la cita ant erior: "Fre ud p l•ne de cesitamos más: Podemos decir que se cue lga por casualidad ; pero , en rea-
manifies to toda la gam a del goce, es det:ir todo lo que se puede ha ~ r ~ - lidad decimos: "me lo hace a propósito", es ponerse paranoide con la con:-
can do :Onvenientemcnte a UJ1 éuerpo, iµclu so ~u cuerpo." 5 Es decir, ().lle putadora. Si bien uno le pued e emp ezar a suponer un cieno goce, hana
hay una relacíón estr echa enLre el cuerpo y el goce . .Es más, la idrn de La- falta qu e ese lengua je abstracto tocase un cue rpo para que _eso devenga
l'an es q uc d lugar del gol'e es el cuerpo. En esta época qu;: esrny leyendo, un goce. Para que ei;n deveng a goce, quiere decir que en algun puntl: esa
afios '70, L.acan empieza a aeiinir el ser humano com o lo que éi va a lla- relación se transforme en un sintoma. Y, al revés, en el tema de_los amma-
mar eJpar/et'¡¿_Ya no tanto por que es un ser que habla, sino pnrq ue_e:s ]d)l les qu e, como no están ins ertos en el lengu aje, eso es puro mstmto. Es de-
ser que goza. No quie re der.:ír que abandone su ide a de que Jo que diferen- cir que el cuerpo es un cuerpo de in~tinto, por eso l..J!ean u! ) 1gi __1nuy_b1,.n
cia a los seres hum ano s, de los animales e~ que hablan, ~ino que ahora ,el la cucstiún del goc e en el punto de la pulsión, ya que se ve muy clar amen -
acento lo va a poner en que por ser un ser parlante, es un ser que goza. Vean te que la pulsión no es m ás que el enc uent ro del lenguaje con un _cue~po .
cómo lo enu ncia: "La dimensión en tera deJ goce a saber, la relación de es- Bien, demos un pa~o más que tiene que ver con trat~ r d0.,d 1su ngul!'_,a
te ser parlante con~ u cuerpo, ya que no hay oLra definición po .sihle del go- parLir de ahora, diferente s tipos cl_e~oce. Hay un recorrido en La can que
cc ." 6 Q_efi.!le el goce '·comn fla rdación d.e!se,·paf·/awe con su cuerpuf "Que la va hacia una pluralización del goce, al m enos, llegad_o cierto _momento de
dimensió n entera del goce a saber, la relación de este ser parlante con su su ensei"i.anza se habla rje los goces en plu rnL >foquiero decir que la cosa
cuerp o, ( ya que no hay otra ddinición po sible del goce), nadi e pi!rcce ha- r..:rnrine ahí y 1:ntiemlo qu e hay un n:tornu Je Lac:m - al.final de su e~se-
berse dadn cuenta de que es en ese nivd donde e,t~ la cuestión." 7 ñanza- a lo que él llama el goce uno, aun que convenga d1snn,gU11: dif~Jen -
tes tipos de goce. Es Jo que empien a separar cuando en el .Semmano 19
ldcrn, ·; .
hace mi.a dis Linción t:ntrt: d gol'e ~c:..xualy lo que d llama el gol'e a seca~.
l bfdt.·•n. El_g oce a secas , se ·Jos trad uzco de esta ma?era, es cua~do _un: puede de -
lb idcm . cir el goce al natura l, el goce cuando rodavia nn nene nmgun condunen'.o
d,: la ~ida humana, si bien no de la vida humana porque el goce es propio
54
55 Á
FABIM . NAP,'\RSTEK A INTROD UC:C"IÓN A LA CLfNI CA CO~J TOXICOMANÍAS Y A LCOHO LISMO

de la vida hu mana, p ero no tiene ningún aditivo. La defin ición del gnce ción y de Ja etapa fálica como algo sexua do y si no hay qu e verlo en la clí-
que venía mos dan do, la defin ición y_uc llevó a Lacan a decir que el goce es nica ctin b psic osis, cúrno e~as parte s del c uerp o no tienen ~ada de sexua l.
\ la relación dd ser parlante con el l'Uerpo no es más que ese goce a seca s. Na da de sexual en el sentid o del encuentro sexu al. En el e¡emp lo del ob-
' No efü1 refiriéndose a ningún cipo de goce espe cial, s1mp l::mente que d.: i~to or aL los pechos, se ve cómo tiene qu e h aber una ope raci ón para qu e
ese choque entre el significante y d cuerpo, como result ad o, tene mos go- ;e tntnsforr ~e en un ob jeto sexual para un hombre. }:iac~ta pasar po!:..J!.
ce, llamémoslu puls ional. Rntonces, lo primero que hace I .acan para ha- castr ación . sino mu y bien p od ría ser un a glánd ula mamar ia, para tkcir lo
b lar dd goce a seca!' es dis tinguirlo de l goce sexu al. Retonw la cita que leí dealgun a ·mane ra. Gon cada uno de los obj etos sexuale: _pod ríamo s p lan -
anteriorment e: "El guce sexu al mi'>m<-'cu ando qu ien:n pon erle la man o 1ear lo mismo. F.s dei.:ir,que eso tien e que ser coloreado iá.hcamente. ~l g_o-
encima ., ya nu es par a na<la sexual, se pier de."8 ce del chupeteo, el goce de largar o rete_!!erlas heces no ucn cn, en s1m1s-
Es aquí don de entra en juego todo lu que se relaciona con el térmi no iño.ñad a de sexi:ial, es el falo el qu e hace de eso algo sexual. y ..ese goc~
falo y con lo que l:harlamos la vt:z pasada. Creer qu,i el goce coincid e \;J.lll 1

lo sexua l es, pur exce lenc ia, una idea fü!ica . fa el falo ent re otras cosas qu e
1 ase~ual, ese goc e puls iona l es al que Laca n llama ba goce a secas , es el qu_e
Lacan definía co:no el qu e no sirve para nad a -q ue uno ~e que de chupe -
hace cre er que el goee y lo sexual van de la mano. Es a par tir de que ~ 1\t~an dD por que 5Í. Es el falo ent re otras cosa s el _que nos hace ':eer qtie el
instal a la ca slración que el destete es sancion ado como pérdida dd falQ, goc-: tt:ndria alguna utilidau, que el goce scrvma para q:U~ se .... ncu euue_u
pero, retro at.'tivament e. A par tir de la casr ración toda pérdid a sanc iona~a los sexos y, una vez qtie se encu em ren los sexos l:so serv m a parn la repro-
h,1cia atrá s es vivida como castración. Pero se ve que e~ nec esar ia la imt a- \ d~cció n v a~í suce5ivame nte.
lación de la CHstración para 4ue todo eso sea significado de esa manera, ' - Más bit:n la idea de Fre u<les qu e nada en el goc e, de antemano al me-
vean cómo lo dice La can: "Y es por poder :-1rticula r el abani<.·ode los go- nos, está predestinado para la supe rvivencia dela especü:; al i.:cmtrarÍl 1, eso
ces sexuales que el psicoanáli sis da w paso decisivo, In que dem ue srni jus- lleva a la m uéi·te. F.~ cuando se introduce el falo que ese goce , de alguna
tament e que d goce que se ptidrí a decir sexual y qu e no sería apar i::ncia rnan ern, e.,lra al mercado de in terca mbio, ese goce tiene algu na utilidad,
de sexual , se marca con el indicio, na da rnás has ta nu eva on.kn, d e lo qui: pued e ser ~·endi d o y pued e ser coropradt); ese goce cü.:nc un valor. La can
no se enun cia, de lo que no se e11unda más qu e co n d ind icio d e la cas- dice que no tiene ninguna utilidad y que eso cambia, a parnr ~~ qu e se
rración."9 Lacan ha ce coincid ir el goce sexua l con la cas tració n . La idea entra en i;:l merc ado del talo, porqu e él no dudab a -como tamb 1en lo re-
qu e él plantea es qu e el falo colo rea el goce , es deci r que le d,.¡ ciert o cn- cordóbamos la vez pasa da- en llamar al falo com o m oned a de intcrrn1:1-
lor, le da cierta significac ión al goce: " Ciertamente lo que apa rece en los bio. Justamente eso empieza a tener un valor, se le puede pone r un pr e_cio,
cuerpos bajo esas formns en igmáti cas qu e son los carncceres se:,.11ales, que - 5e t:t11iend e que: el goc.: asexu al no tie ne ningu na relació n con el seU1~J~n-
no son -sino carac ter es sec undario s, confor ma al ser sexu ado, pt:ro el ser es ce.Lacan habl a del goce un o tÚialm en te, o lu que él llamad gon: tld _1d10-
i.:lgoce del cuerpo como tal es de cir como a-sexuado ."t:l ta, y es para seguir retom ando lo de la ve.z pasad ~ el pur o auto erous m o.
L'bica al ser sexuad o de mam:ra secu nda ria_, ri:,p ccco de u n goce ¡j-~e- %e puro aw oernti ~mo no sirve para nada. Es rcc_1 e~ c~an d\il~se establ ece
xuadoJ en seminario~ anteri ores planteaba que para creer que d encuen- / la fantasía , que un o tiene la creenci ¡t de qu e la sat1~iacc10n ~~ co11un _pa r-
1ro con el otr o sexo puede im plicar una satisfacción, hace falta hacer del j ienair~ co 11 la fanta sía que se agrega un objeto. La fontasta es el prime r
Otr o sexo la m~táfora del objeto perdi do. Es decir, t¡ue hay una ope n1ci6n \ 1mbito en donde apa rece unJJarwn aire, aun que má s no sea fant as~ado por
a hacer para qtte el Otro sexo sea aquello qu ~ está perdido para un o y uno 1
eri n dividuo. . ,
s¡¡Jga a su encuentro pa r::.recuperar eso de lo que~,;:. falto . La de~crip- ,- A partir de aquí se dan las condicion es necesarias para el sm coma .
ción que hac e c.k esa satisfacción pul sion al de las zona s erógenas e, llc1ma- Fr cud d ice qu e puede ser el sínt oma o puede ser otra cos a, pu _~de ~er _la
da para I ,acan a-sexual. En w<locaso, es cnlllreado a parcir de la castra - sublimac ión y no está dicho por él , pcro puede si:r el amor 1amb1en. Q uie-
/bid em. ro decir qu e el am or está sostenido por esca misma fantasía. Freu d lo dc·-
ld ~n1 3, d asc del 06-01- 1972. muestra clarame nt e con lo que él llama la condici ón erótica . Todo ~ or
14' ld en 2, póg. 14. está so 3tcni du con un a condición erótica , que no es más que la fantasia o
Á 56 A 57
FAS IÁtJ NAPARSTFI<
" INTRODUCCIÓN A LA CLÍN ICA CO N TOX ICOMANlt> .S Y A LCO HOLIS M O Á

condic ión fetich ista, según la época. El p1rnto es que en la fantasía se es- que habrí a una ruptura con el Otro sexo. Sin emb argo, Miller a_clara qu ¡;
Lablcce una relación s un partcnairc,donde uno cree 4ue para encont r ar en la t oxicomanía no se trata sólo de eso. E~ decir, que la solució n ruxicó-
satisfacc ión hace falta un cornJ1lernent(~;por ejemplo a Dora le hací a faha mana al rnales1ar rw se bmca por la vía dé enc ontrar o de hace r de l Ot ro
el hermano para agarrarie la ort'ja. Se entiende guc ya no es el pu ro autoe-
l~ etáfo~ del 01?ieto perdido, aunque con esto no alean~~ Es má s radi-
rot isrno, sino que, aun que sea en su propia fantasía ya interv íen_elll L P.11.r· cal y no alcanza con decir que no pasa por el Otro , porque 11ayforma s de
tenaire.Emonces, siJ2.art irnos de esto, si partimos de una idea de que ha }' ·¡r al encue .ntro sexu al sin encontrarse rnn la difer encia, y entonces da el
un a satisfacció n que no sirve para nada, s_ólo cw i.:mpicz¡¡ a ten er un valor, i.:jemplo de la homosexualidad masculina. En ese caso hay una exigenci a
súlll eso empieza a tener una ut ilidad , a partir de la instalación de esa fan- de que haya un cuerp0 , existe la pr esenc ia de un cuerpo_, pe ro con la pr e-
tasía. Recuerden qui.; nosotros h abíamos ligado ese pumo con la inscrip- ten sión cic quc ese Cl~ rpo tenga k>mismo lJUCJode un~ fa decir, que és
ción del falo , así lo habíamos nombrado y habíamos man :adc>y_uc, uiíai:e i a iñia gm y semejanza de sí mismo, esta es, a su vez, la id ea de la homose-
qu e éste eslá inscr iprn, tenemos la posibilidad de la puesta en función (\el xüfilíruíd-en Fre ud . Se acuerdan cómo lo pla neaba en Le onardo; él iba~cn
falo. La puesta en función dd falo e~, cuando a eso se lo pon e en el mer :. liusc a de lo nii smo, bu eno cualqu ier homosexua l va en busca de lo mismo.
cado de intercam bio y, e~to, por supuesto, implica arriesgarlo, _ubvia mcn - Se enamora desde el lugar de la madre , identificado con la madre y desde
te con la lógica proph del falo. Hay que hace r una salvedad muy fuerte ese Jugar se enamora de m uch ad io~ que son idént ico~ a sí m ismo. Pero se
respecto de la actualidad porque el mercado ya no responde a lo mism o. ve que ahí se precisa el encu ent ro con un cuerpo, aunq ue, sin embargo, es
Pero se supon e qu e el mercado tenía ciert as leyes, qu e implican las leye, el cuerpo de los seme jantes. Pinalmente , .\1.iller agrega una indicac ión más
de intercambio. y dice que: " ... ~ tro ripo de goc~_q ue no pa, a pur el i.:m:rpo dd Ot ~Ó1
Demos ahora un últim o paso que, como se los habia anticipado _, con- sino por d propio y que se inscribe baj o la rúbrica del autoerotismo, dig~-
sist e en trntar de situar de g_ué ~atisfocción se trarn en la tox icoma nía y ~l mos qu e es u n goc e cínico, que rechaza al Otro, que rehúsa que el goce d ~l
alcoholismo . Dice así Miller : "Decir 4uc con la droga se trata de u n goce cüerpop ropio sea mernforí7.ado por el goce dd cuerpo del Otro y que op~,- ¡
1

qu e no pasa por el Ou·o - po r el Otro con mayúscubs- es pues un pu nto ra tO IJIO un cortocircuito llevado a cabo en el acto de masturbación, qu e ,
de referen cia m uv llojo, que qu izás habría que ajustar comenzando por preci samente asegura al sujeto su casamientc con el pequeño p ipi" 12 . - 1
oponer este goce ~on el goce homoscxm1l, que moviliza el cuerpo del otro Se trata de lo que en la hii;wria qu eda ligado a ht figur a de Diógcncs.
con la condición que sea él mismo. Que ento nces pasa po r el otro per o con Si.:acuerdan la definición que dábamos la vez pasada y eL~jemnlo d~lg -
la condición de reduci rlo a lo mismo. Agreguemos que esto sólo vale para so clí~ u.e. era un muy bu en ejemplo para mostra r -esto. No pasa por el
la homosexua lidad masculina." 11 ,El pr ime r plan reo de Miller es la idea d e otro y tampoco por un otro semej ante en el ~tn lidu de la hom osexual idad,
que hay cierto goce del toxicómano y del alcohó lico que no pasa por d se qued a consigo mismo y asegura su casamiento con el pequ ei'i.opipí. Sin
Otro, por el gnm 01.ro. En el esquema que venimos haciendo nosotros, es em bargo, sigue siendo un goce que mas bien uhieáhamos en el pa,o uno_,
que no -™. P~ el cam po dd Ot~o. (llt_ iller retoma la te~i~ de la rup ~ e sigue siend o un goce sexual_,119 nec esita ir al campo del O tro y k ,ak ~n-
J.Lac an pero, en primer lugar, lo pone en t érm ino s del Otro. En todo ca-
(
za con su propia fant abía, le alcanza con lo qu e tiene emre las piern a,s y
so, lo que e8tá pi;nte ando .'\1ilk r es que en la toxicomanía no se pasa ~ -por dec irlo de alguna rn~nern - n_o necesita :r a busc ar esf1 afuera. I .e al-
el Otro sexo, que sup;.me tene r yue p asar por el encuentro con el cuerp.o canz a con su propio i.;ucrpo; :-rnm¡uc aún no deja de estar articul ado fáli-
de otro v que implica la difer encia. A su vez, ya vimo~ que ese pa~,ff Q!)r camcnte. Y lo que veíamos en el caso clínico de la vez pasada, es que eso
O tro su~one po ner en función al falo. E~ta es una versión qu e toma la in- impl ica cierta limi tació n. En el caso del tonel, del estancado , era un goce
( dicación freudiana -que ~eñalamo~ en "El males tar en la cultura"- del pe-
ligro de h droga cua ndo dice que puede desenganchar al 8ujeto de la re a-
estanca do, que a la vez lo dejaba detenido ,ihí, era un goc e m uy preciso,
en ese lugar, algo lim itado . Otra cosa es cua nd o Lacan plantea que permi ~
lidad . Por supuesto que la reto ma de una manera más precisa, planteando t e romper el casamiento c01t el 1'.íequelí.o pip:. Y Miller term in a diciendo:

11 Id~m 1, µÚ,: . 18. ll fr;iti.P.nL

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f/\ BIÁN NA PAR,TE :< Á 6.. II\TRO0JCCIÓN A LA CLlNICA CON i' OXI COMA NÍAS Y ALCO HOLI SM O

'·A~i vemos d e~prende rs e la e~pccificidad dd goce toxic<>maníaco, qu ~ cómano lo ubicamos del lado de aquel que se insubordina al pr o~le~a _se-
efecto no pasa por el Otroj _per o tampoc o por el go(;c fálico.'' 13 xual, cuando se rnclta del Otro y de lo fálico y va a parar a un sm lumtes
Comu primera medida no va en busca del Otro sexo, si bien e!'.O es ma níaco .
muy amp lio, y11que hay genlc que no 1,,11 en busca del Otro sexo, au.m rne Cabe aclarar además, que es mu y común q1.1 e un sujern le de un uso a
va en bm ca de otro cuerpo que sea idén tico a sí mi~mo o bu sca su pr.2J)io la droga y que por alguna razón se suelte ese uso esp~cifico Yse tra nsfor -
cuerp o directamenll:. Eso tiene algo de goce falico, sea porqu ¡_:se busca el me en un verd ackro toxicúm an o. E;;to es lo qu e en "El ma lestar en la cu~-
falo en el sem cjanle o porque se busca la ma sturb ación . Sii, embarg~1,,el cura" Freud indicab a como el peligro de la dr oga. Yo lo he pr~puesto en
goce de la toxicomanía e~ el que romp e con In falico. Mi ller din :, es <tia otra oportw.údad, que a~ "..¡~ llamarlo el desen_cadenam1ento de la
hu ida" an~e el heclw de plant ean;c problemas se.. -..uales,'·e:-:pre1,,;oa plan- toxicum anfa, para dili.:ren<.:iarlo de un mnrnen ln ¡Jrevm de consumo que
learse el proble ma ~ell. "\lal" 14• Es un goce qctc: lleva a la m uer te literalme n- ~o-respo nde a la man ía p or el tóxico. En el caso ;;e veía cla_ra _mente_que el
te, ei; el goce:a secai; i;i se lo pu ede nombrn r así. .l\füler ut iliza um1 fr::is~ e uso de la droga para mantenerse casado con el pequeño ? 1~1lo de¡aba en
provie ne de la insubordinación al sen,;cio m.iliLar que se usa en Pr anc ia, t.:Jtonel y 1¡m.:, en un dcl errninad o mom enro, ei;o se haci a mso~1ortable Y
ya que hay muchos ejemplos allí donde los muchacho~ se pinchan l:.'lbra - pasaba al descontro l..A su vez, esto es indepen di~nt e _de_neurosis o p:nc~-
zo justo an tes de ir a la revisación médi ca riel servicio militar y los excep- sis. En la clínica es necesario que hagamos un diagnostico de lo que ubi -
túan porque In~ w ns idernn rn:'<i cümano s. En muchos ca:,os ni lo 5on, pe- ·¿; mo ::-como ta fundó n que cum ple esa dro ga para ese !'.UJ eto; esa o _l~s
ro uti lizan esa estrategia pa ra salvarse. fi nalmente afirma qu e "es una in- drogas pa ra ese sujeto. Por supuesto q~e s~ va a artíc~~ar de modo~ <. hfe-
s uho rdim1óón nl servicio sexual" 15. remes en cada esLructura; neur osis , ps1cos1so perverston.1:o que digo es
-- No- que rer saber nad a con lo sexual, si cm en demos Ju sexua l en térmi- que esto -;c po dria dar en 11eurofli::;,e11psicosis y en p erver~mn, por _lom~-
nos fálicos. no es el en cum tro solamcnl e <.:onel cucrpo del Ot ro ~e..xo,,sj- nos de ant eman o, despué s hay que verificarlo. Pues, vuelvo pa ra atr ali Ydi-
no que puc:de ser el encu entro con el cuerpo del mismo sexl1, que pued e go lo siguiente: [a~og a puede cumplir múltiples func:ones en la estrucru.-
ser la masrurb:-ición misma, lo cua l n o impide distinguir una cosa uc: la ra de algu ien :;in qm: abramos el pftraguas par a decir s1 ,ei;m _!'.~trata_ de
1
ocra. Esta form a 'millerian a' de plai,tca r las cosas sigue con la idea de La-· r:eurosis, psicosis o perve rsión. Es decir, que puede cump lir múlnpk s fun-
can rcspe<.: to de la rup tura con el falo,._Qltorno a la que ya nos hemos d e- cion es en psicosis, neuro sis o pe rversión. Ahora, no cabe _dudn qu e esa
' tenido. Estamos distinguien do r'i:{sámhjJos y en los rrc~ habíamo s di<.: ho funciúux.stá an ieulad a en la estrucl ura. Hay que pod er ar11cular ~ tai; <;!os
que se pu ede hacer un uso de la drog'; ., se puede hacer uso de la droga~ cuestiones : estrucm ra y func ión de la droga. La idea e, que par~ u~ dd
para insubordinars e al servicio sexual, pa ra man tenerse esl;mcado en °'el pensamiento que podría haber toxicómanos, neur?t!cos Y psicóticos, que
goce del onan ism o como soldadura , par a tra tar de acce<lcr al ot rn sexo co- no es Jo rni ~mo ser un toxicúrmmo neuró Licn n ps1conco; pero, qu e la to-
\ mo una mulcla : en té rm inos de Pr eud . Me: refiero a la mule ta cu ando el xicomanía no es algo referido a una sola estrm..wr a y que , un a vez lJUeh~-
falo tiene su~ limitaciones - que por estructura l'S siempr e : y el sujeto no cemos un diagn óstico, tenemos que situar la estructura Y ten,emos que s1-
soporta esas limitacion~s y. por rnde, intenta levantarlo para acccckr..al Luar qué runc,;t',ncum pk la droga en esa est~_uctura y en ese n~o1~~p ~to
otro sexo. Son difer ente ~ usos, dif ere nt es funcioni::sde la droga lJUe hay puntual de esa singularidad, ya que ~orno dtJrmos ames- podna varu1r._
que tra tar de situ ar en cada caso clínic o. No es lo mismo qu e alguien se Todo esto abr e el tema de la psi cosis que abordaremos luego. Funda~ ~- ")
esté pinchandn el br azo para mor irse, que alguien se esté dr ogando para a_ru:1t,ura s~ pu~~e uf•:
ialm en.te, deb eremo s re~isa: si la te~i~ lacani an a ~e l_
mantener~ e en una mastu rbación permanent e dentro de su tone l, qu e al- !izar en el caso de las psicosis. La clínica muestra alh que tam b1"n ha:, m ul
guien com uma droga par a acceder·dl ur:-o sexo,o para ob ten <crun alto rco- tiples usos y en algunos podría ser una suplencia para la ausencja del nom;
dimic oto en su 1rabajo, ecc.Aum¡ue a lo que 11 .imamos un verdader o toxi- bre del p ad re. Hay que ver qué de cimo s pm suplencia, de¡o entonces pro-
11 li: idm;.
pu esto el tem a y lo reromaremos. .
l •Il tíd<m, pág, 19 .
Ahora bien, lo que queda planteado :uego del recomdo que hemos he -
,._ JMJem. cho, es que de algw18 manera la tesis lacnmnna de la ruptura recoma la
Á.
60 61
FABIÁN NAPARST EK

i_dea ,freu~iana ~e la masturbación, _corno adicción primordial y la especi-


fica _con_su con ...ept o <k goce. P recisam ente, con la aclaración de J\iiller
en termmos
d de un goce que prcs;_.-:inde del OLro
· v• dr- lo· f·¡·
a ico.· E sto
· mues-
~ra e ma nera pa tética un a satisfacción t¡ue no sirve patJ nad a, que d su- Clase VI
Jet~ no puede solta r y t¡ue lo Heva a la muerte . J .a toxicoman ía v el alco-
holism~ son_do :-.modos patologicos , que exhibe n esa caractcrís t i; a del go- LA FUNCIÓNPATERNAEN LAS TOXICOMANÍAS
ce a .seca~ de una. ma. nera terri ble v. .co n cunsecuenci·a•- 1·un es·t as par-at¡m·en Y EL ALCOHOLISMO1
10 r:dece. La chn1_~ ~un esrns pacientes no permite pensar -a l m enos de
ffiO\!da~ en unanahs1s ·en el sentido de la inte rpretac il'in de los sueño~. va Fabián Naparstek
que
J •
lo que venunos <ksp legando es que hav- un rechazo · •
al Ot··,o. euan·d. o
( t ctmos rec haz o al Otro y ~ J., fálico incluimos allí al i.J. 1 rnn 8 d cnte Po~
m~~e~ azo al ~ o~ cimce y qu e en los trata1;1icnt~s
ar, que hay un r~¡:_:_~
ace n.':.::esano ponerlo ~n..fu11cionamie1119. Si fa~~
s!:...h 11 an:~lissu-
is
pune la ~uesta ~ forma del síntom a y el l"uncionamie nt o del incoi~iffi - Hoy vamos a comcrw ir un a serie de dos das es sobre la relación entre
te!.eso 11: 18~~ ya 1m~li-ca un;~salida del re chazo propio de estas_patolo gí~s. el consumo de drogas y la fu nció n parerna . En pr imer lugar, les traje unas
Ri~n, m .. rnj a _de1<.:~1.craqu1 Y segurament e ded icar emos un a clase a tr a- citas de un ant ropólogo que ha investigado el consumo de drogas rn el
baJar sobre hl d1recc1on de la rnra con esws pacientes . mundo indígena, fundam cn ralmente en el norte de Améric a, les leo cómo
p lante a las cosas: "L as planeas mágica s -d ice el antropólogu- act úan para
validar y parn ra tificar la cultura , no para facilitar medio s tempor ales qu e
pe rm itan escapar de ella. El Huicol de México, como el Cahuilla de l sur
Je Ca lifornia o el Tu kano de Colomb ia, retorna de su viaje ini<:iátic o para
exclamar: - ¡Es como m is padres me habían did 10! lJnn toma peyote para
apr ender corno va siendo Huico l. Por el contra r io la manera como se ro-
ma, en el srn tido convencional, el LSD o el D11T en el occidente dificil-
mente sirve para aprender cómo uno va siendo e~1adounid ense.Y sin em-
bargo, objetivamente, la química de e~tas dr ogas difier e poco de la~ de las
plantas sagradas del mundo tr ibal." 1
.~,1ásadelante agrega: "La daiura le permitió vislum bra r la realidad úl-
t ima de las historias acerca de la creación en la cosmolo¡,-ia Cah uilla. Los
seres sobren atura les y los aspe ctos del otro mundo de los que había oído
hablar desde su niñez apurecieron ante SU$ ojos como la prueha definitiva:
fue su propia evaluación empíril.:a. [... J A parar de ese momento quedó en-
cerrado en toda la cosmología Cahu illa dramátic amente, con el apoyo y la
guía de la comunidad." 2
Pare ce ser que para estos indígenas, estas cu ltur as, llegad o el punto

1-il r'{.-;-r, P. T., .11/ucinój[':>


-Wsy Cu it;,ra, Co lección pupu: ¡¡;r, Fondo de C ultura E conó -
mi·~a, JYiéxico, pág. 42 .
BEA..'N Y SAl :-RF.r.1 Tema lpakh , Cahu i!lu btdi an. J(1im<-·f.?,df;-Jand Usage of Plunts,Bnn -
ti.ing, Cnlif ., ."v falki Mmcu m Pr" ss, 1972.
62
63
FABIÁN NA PARSTEK Á INTROD UCCIÓN A LA CLINICA CON TOXI COMA NÍAS Y ALCOHOLISM O A

donde las palabras no alcanzan, donde la palabra del padre no alcanza, ha- lfmite mismo del Otro, se sale del campo del Otro y salir del campo del
ce falta ese paso necesario que implica un hacer, una experiencia o un ac- Otro implica además, dejar al Otro atrás~por lo menos en este acto.y en
to que permita "vislumbrar la realidad última". Me pregunto ahora, de qué rsc pun to se va más allá de ese Otro. ~c an ubica el pasaje al acto como
acto se trata en este caso. Y creo que se hace necesario introducir una <lis- l'I prototipo de ese acto, que implica efectivamente, atravesar ese umbral.
tín ión en la estructura del acto para abordar esta cuestión. Pues bien, el lll decía que el pasaje al acto más acabado, en un sentido, es el suicidio.
acto es tomado por Lacan como un paso que conlleva el atravesar un um- Precisamente, no se quiere saber nada con el Otro, no hay ninguna solu-
bral No es un paso cualquiera y propone separar acto de accion, ya que no 1 ión posible por vía de la palabra, no hay ninguna solución en el campo

-
toda acción es un acto, hace falta - para que lo sea- que atraviese dicho um- 1lcl Otro, se termina como un desecho de ese Otro . El pasaje al acto mues-

guir dosti.pos de umbrales. Los primeros son internos a c mpo del Otro. ---
bral; el cual es siempre simbólico. Entiendo que es-lícito, a su vez, distin-

En este tipo de umbral , el atravesarlo lo deja al sujeto en eLmismQ__terrenQ,


11 ·11muy bien esa estructura, aunque no es la única manera de atravesar ese
umbral.
Tenemos descripto por Jacques Lacan al acto del analista aunque no
es más, generalmente confirma el campo mismo. ~travesar estos umbrales v11mos a detenernos ahora en eso.Y hay otro tipo de actos, lo nombro sim-
está del lado de actos que uno puede llamar ritual§;S asamiento.s.,_ntda l.ías,-- plemente, hay ciertas invenciones que tienen el estatuto de un acto, por
bautismos, no hayq ue olvidar los--;ctos obsesivos (rituales que implican la ,•jcmplo Einstein y la relatividad da un salto que rompe con toda la fisica,
repetición). Es decir, que para el suJeto no es lo misrrioe star o no casado, l'On el Otro de la fisica de la época y abre un campo nuevo con las conse-
pero ambas posiciones están dentro del campo del Otro. Se precisa de ese 1 uencias que eso ha tenido. Para nosotros no es un campo nuevo, es un
Otro simbólico para producir ese acto y es dentro de dicho campo donde rnmpo estable, para decirlo de alguna manera , pero, para el sujeto impli-
se realiza; pero, lo que define al acto es la característica de atravesamiento 1•11 un atravesamiento terrible con las consecuencias que después se suce-
de un umbral. Porque lo que implica atravesar el umbral es que el sujw., den . Einstein se rompió la cabeza por las derivaciones de su acto, entre
a partir de ese ;c to, ya no queda en la misma posición. - -- ,11ras, la bomba atómica, él estaba realmente atormentado con eso.
Nosotros hemos hablado en algún momento de la pérdida de la virgi- Por el contrario, lo que se muestra claramente es que los actos rituales
nidad, que también tien e el estatuto de un acto. En ese caso hay una ac- ,drven para avalar ese campoaerOtro y para asegurar, como decíamos an-
/~ ción concreta - que está presente en lo que Freud describe de las tribus in- 1rs, la pala6ra paterna. Igualmente, y en ambos casos, este acto, sea que
dígenas- , que pued e no ser el acto sexual. Es decir, la desfloración es una pertenezca al campo ael Otro, o el atravesamiento del umbral , del limite
práctica que no tiene que ver directamente con el acto sexual, se desflora del Otro, en ambos casos el acto está en el lugar donde no alcanzan las pa-
a una mujer con una herramienta especial, donde se ve el aspecto simbó- lnbras. Salvo que en el primero , ese acto está sostenido por un andamiaje
lico que tiene la cuestión y entonc es, abre un antes y un después. Es decir Nlmoohco muy fuerte pa~alar ese andamiaje mismo, Y esto Se demues-
uno atraviesa el umbral y no hay vuelta atrás,_ya está, el acto tiene esta ca- 11n en la práctica . La práctica de consumo de estos indígenas es una prác-
racterística. Uno está o no esta bautizaao, uno está o no está casado, po- 1ica totalmente reglamentada , regulada; consumen en determinados mo-
drá divorciarse, pero ya no es más soltero. Es decir, atravesar eso ya no nos 111cntos, de determinada s manera s, con determinados instrumentos muy
deja en el mismo lugar. precisos. No obstante , si uno lo mide en cantidad y calidad de drogas es
Estos son un tipo de actos; hay otros actos dond e el umbral que se atra- 11·rrible en el sentido de la definición de la OMS . Son drogas muy fuertes
viesa es el límite mismo del Otro, la frontera del Otro, y el atravesarlo im- v las cant idades que consumen son realment e altas, sin embargo eso no
plica salirse del campo del-Otro. ¿Se ve la diferencia? En un caso, el caso- produce la manía. Más bien, es algo tota lmente contrario a la manía co-
a~ ~a-u n límite-;-p·ero es interno al Otro, y es más: ese ac- 1110 algo que se suelta de la regulación. Es algo completamente regulado,
to sostiene al Otro, porque uno tiene que recurrir a ese Otro. Para casarse y ndemás, las consecuencias fisicas que ese consumo regulado produc e no
hay que recurrir al juez, a quien encarna el lugar de ese Otro. Para un bau- , omprenden el supuesto deterioro que acarrearía un consumo asiduo de
tismo uno tiene que recurrir a la autoridad religio9 que lo encarne, etc. 1•ttns drogas . Estas tribus consum en de una manera realmente fuerte y la
En cambio, en este tipo de actos que atraviesan ese umbral , que es el ¡¡1·ntellega a los ochenta , noventa años y a veces tienen un estado fisico
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FABIÁN NAPARSTEK A INTRODUCCIÓN A LA CLINICA CON TOXICOMANÍAS Y ALCOHOLI SM O A

mucho mejor que cualquiera de occidente. Por eso la indicación del antro- kujeto dando vueltas maníacamente alrededor de esa sustancia . Es decir,
pólogo cuando dice: la droga no difiere mucho del LSD; es decir, de dro- l'I efecto del alucinó geno es producir alucinaciones, no hay vueltas, es un
gas semejantes en occidente. real y los produce aquí, en la China, en Japón y en donde sea. Por supues-
Entonces, toda la cuestión que estamos planteando es que ese acto, ese w, que para algunos podrá producir mas, para otros menos, ya que tiene
consumo, esa práctica de consumo, es un intento de atrapar algo real y l11s variaciones del encuen tro de la sustanc ia con un cuerpo, pero tiene ese
cuando digo algo real me refiero a algo que está fuera de lo simbólico. Par- l'ÍCcto de alucinógeno. Otra cosa es la relación subjetiva a la sustancia.
to de la definición de lo real como lo que está fuera de lo simbólico, es al- Hasta aquí hemos podido situar quela práctica de consumo implica un
go que no se puede nombrar. ¿Qué quiero decir con esto? Que ~ e_rá~ intento de atrapar un real por lo real, tamoién hemos podido distinguir dos
de consumo - sea la que sea- es una operación sobre lo real que no va por usos de la droga que de¡an a sujeto en posiciones diferentes. En la prime- V
lavi.aclelapa labra. En el prirñercaso es un intento de atrapar lo reaÍpor 1u -=I o voy a dec ir ahora de la siguiente manera - es un uso anudado al

¡ lo real, aunque está sostenido desde cierto añdam iaje simbólico. En el se-
gundo, cuan do se atraviesa todo líñiite;e s un intento de atrapar lo real por
!orea ! sin ningún andamia¡e, y eso lo deja a uno fuera del campo del Otro.
Nombre del Padre y a su regulación. Y en la segunda tenemos a un sujeto_
11boliendo ellugar del Otro, saliéndose del campo del Otro, lo cual lo de- _
jn en un sin limites.
En tod o caso, 1~-;sieriipre tiene esta característica. 1Cuando di_::- Bien, intento aváñzar un paso más y vamos a tratar de distinguir_Jo que
go cualquier consumo, estoy diciendo hasta el paciente que viene y pide la 1·11 Lacan es el padre ideal, respecto de lo que en un momento se pudo ha-
pastillita porque está angustiado y no da más. En vez de quer er resolver her llamado <:!_padre ~!_y que después -a mi gusto- va a ser el padre de la
eso por la vía de la palabra lo quiere resolver por la vía de la pastillita. Es pcr~ rsión. En general, cuando Lacan habla del Nombre del Padre, él lo di-
un intento de resolver lo real de la angustia por una operación que es real. 1 e con todas la letras, no se trata del padre de la realidad, y en un sentido

Consumiendo algo se prodl!ce un efecto real, elimina la angustia, no_!!!!:.. poco importa el padre de la realidad. Pero es claro que cuando Lacan que-
portan las causas, no importan las razones, no importa nada. Sobre esto 1lu instalar la idea del Nombre del Padre estaba muy bien situar el lugar es-
no estamos dando una valoración, no estamos diciendo si es bueno o es 11uctural que éste tiene e intentar sacar la imaginería de lo que podría ser el
malo, estamo s ubicando la estructura de esta práctica. Y estamos distin- Nombre del Padre. Sin embargo, eso no acarreó muy buenas consecuen-
guiendo dos maneras de abordar la cuestión, una sostenida -lo vamos a 11 11s,y Lacan tuvo que volver sobre eso para situar la importanc ia que la en-
decir así-, una sosten ida por un andamiaje paterno, sea religioso, sea ideo- rnrnación de esa función tiene. Que para el Nombre del Padre no importe
lógico, porque no es lo único lo religioso, hay todo un movimiento ideoló- dt•masiado la realidad de quien lo encarna, de cómo está encarnado, es ver-
gico llámese hippieso como quieran nombrarlo, pero que sostenía una dnd, pero no quiere decir que cómo esté encarnado no tenga consecuencias
práctica de consumo asidua, con ciertos ideales.Y los efectos del consumo rnbre cada uno de los hijos. El Nombre del Padre es independiente de si es-
son unos, en tanto y en cuanto están sostenidos por la función paterna, y 1(1encarnado o no y cómo está encarnado ~Eso funciona, es un aparatito,
son otros radicalmente diferentes , en tanto y en cuanto no están sosteni- por decirlo así, que funciona en unaestruc~a. No obstante, cómo eso es--f,,,Pf1e
dos por esta función y prod ucen diferentes consecuencias para el sujeto. 1.- encarnado tiene consecuencias para quien lo padece. "~ 11 L
Hay algo entonces, que no sólo el psicoanálisis lo demuestra, lo de- Hay que tener en cuenta que ese Nombre del P2 dre así_planteado ti~
muestra también este antropó logo y lo pod emos ver en diversos autores 1mlas las características de un ide~l. Lacan dice que es un significante equi-
- lo leimos tamb ién en Escohotado. La cuestión es cómo la relación del su- vnlcnte a una función abstracta, a dios, como aparece en Freud; la equipa-
jeto a la sustancia es la que determina las consecuencias de este en~ , ,,c:ión de dios con el padre. Es el padre que todo lo puede, pero -y esto es
tro entre el sujeto y la sustancia;_lo cual no quiere decir que no toma~ 111interesante- este padre ideal es fundamentalment e, un padre muerto. Es-
en cuenta lo que ésta produc1:_:Hay ciertas sustancias que producen aluci- 111 se extrae de "Tótem y tabú", que se trata del padre muerto . Mientras
naciones - son alucinógenos- tanto en los aborígenes como en occidente. 111 11smuerto está más ideal todavía. Finalment e, Lacan va a decir que ese
Lo que pasa es que esas alucinaciones en esos aborígenes sirven para ava- Nombre del Padre viene por la vía materna, y ¿qué más ideal que para cual-
lar la palabra paterna y reafirmar lo que el padre decía, y no dejan a ese q11 icr madre que el marido que se murió?,"aquél con el cual no tiene que
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FABIÁN NAPARSTEK Á INTRODUCCIÓN A LA CLÍNICA CON TOXICOMANÍAS Y ALCO HOLI SM O Ji.

compartir a la noche la cama. Esto es muy palpable en la clínica de todos padre es el qu e no se qued a con nada en el bolsillo; se trata de un padre que
los días, en aquellos casos donde el padre falleció cuando el paciente era muerto no goza, ya que el goce siempre es un poco sucio. Asimismo, es un
muy chico, y toda s las dificultades que se le presentan para desembarazar- padre que dice no, porque la instancia del Nombre del Padre es la instan-
se de lo ideal que era ese padre, que, cuando más muerto está, es más ideal. cia del no, de la prohibición. ¿Por qué estamos diciendo esto? Porqu e sos-
En este sentido Lacan indica lo siguiente -es lo que yo subrayaba an- tener a ultranza al padre ideal tiene como contrapartida un retomo feroz de
tes- : "Tratemo s de concebir ahora una circunstancia de la posición subjeti- goce, que es la contracara que Freud descn e en afiesta totémica, la con-
va en que, al llamado del Nombre del Padre responda, no la ausencia del t~ ara del padre ideal. Lo que Freud describe de la fiesta totémica mue s-
padre real, (el padre real es el padre de la realidad) pue s esca ausencia es tra que durant e todo el año es el no -l a prohibición-, y durante un lapso de
más que compatible con la presencia del significante, sino la carencia del tiempo aparece lo ilimitado de la fiesta. Si la cultura parte de que al padre
significante mismo." 3 Está hablando para el caso de la psicosis, es decir se lo comieron, hay un hueso que no se termina de tragar, no se termina de
cuando este Nombre del Padre no está presente. Pero que él enfatiza que digerir y eso retorna como contracara todos los años, eso que del padre no
se trata " ... no de la ausencia del padre real, pues esta ausencia es más que He ha terminado de matar.
compatible con la presencia del significante ... " 4 . Él dice que esto no tiene Estamos viendo todas las características del padre ideal. Hemos ubica-
nada que ver con el padre de la realidad , mientras más padre ideal, menos do hasta ahora que se trata del padre muerto , del padre del no, de un sig-
padre de la realidad. Entonces, mientras más ideal es el padre, aungmei nificante, y vimos que, mientras más padre ideal menos padre de la realidad
padre esté vivo, mienf!:as más-1deahzado está ese padre meno s..relaciÓA--t()B 1enemos. A su vez, ese padre ideal tiene una contracara, de tan muerto que
el padre de la realidad. Y también se puede verificar en la clínica de todos es, de repente aparece -aunque sea en una fiesta cada tant o-, aparece la fe-
los días, cuando el padre ideal -ese padre que la madr e le contó al hijo- de rocidad del goce. Lo que se presenta es lo que no se pudo tramitar, ese go-
repente un día es confrontado con este padre con el cual puede hablar, con ce que es siempre inherente a la vida, es decir, aquello que del padre no se
el cual puede tener una relación. Entonce s, empieza a encontrar al padre de pudo terminar de matar . Por eso Lacan hablaba del problema que tiene 1~
carne y hueso. Es decir, que no es solamente que podría prescindir del pa- identificación con el padre y lo decía así: lo que del padre lleva "a lo peor" 6. .J
dre de la realidad, sino que mientras más ideal sea la imagen del padre me- Voy a leer un caso clínico que ilustra esto que venimos desarro llando. Es
nos es de la realidad. 11n caso que presenta un colega en la revista Pharmakon. Este colega co-
Es más, el Nombre del Padre va en contra del padre de la realidad,_pa- menta sobre un paciente que viene con un diagnóstico de paranoia y luego
ra decirlo de alguna forma, ausentificaal padre de la realidad. No implica HCdemuestra que era una neurosis. Leo algunos parrafitos para que vean es-
que el padre ideal puede prescindir del padre de la realidad, sino que, lo que 111cuestión:
hace el Nombre del Padre es ausentificaral padre de la realidad. Lacan en "Pedro había tenido dos intentos de resolver su adicción. El primero Cm::>
esa época lo dice cuidadosamente, pero Miller es quien luego le da mucha rnncurriendo al grupo de Alcohólicos Anónimos dond e obtuvo un éxito re- A1/,.,· (_L....
más fuerza a esta cuestión y la lleva a este extremo. lntivo. [... ] El segundo intento de resolver su problema lo llevó a una igle- LY'
Pues, la primera característica de este padre ideal es: un padre muerto. Hia pentecostal; [ ... ] El primer intento de dejar la bebida estuvo guiado por __,,,--
Enton ces, y así lo va a decir Éric Laurent 5, es el padre limpio de goce. ¿Por lu premisa de que lo suyo era una enfermedad incurable, de que era un al-
qué limpio de goce? Porque mientras más muerto está, menos goza, el go- rohólico de por vida, que debía asumirlo y luchar contra eso. Cosa que hi-
ce es propio de la vida, por eso antes les decia: ¿Que más ideal pararma mu- 10 hasta que no pudo más. La otra salida, la religiosa, partía de la premisa
jer que el que se murió? Pero tamb ién, Éric Laurent indica otro aspecto: ~ ,h: que lo suyo era un problema en el cual había tomado intervención el
111 ismísimo Sataná s. Luchó contra sus tentacione s hasta que tampo co pudo
LACAN, Jacqu es, "De una cuestión preliminar a todo tratamient o posible de las psi-
111 ás. '¿Quién puede con el diablo?', concluye. A lo que agrega (el analista):
cosis", en: Escritos2, Siglo Veintiuno Editores, Bs.A s., 198 5, pág. 539.
Ibídem, pág. 539.
' lil diablo sabe por diablo pero más sabe por viejo'. Durante la entrevista se
LAURENT, Eric, "La familia moderna", en: Registros,Tom o amarillo, Bs.A s., págs.
22-3 1. Lacan, J.:Radiofonía & Televisión, Ed. Anagrama, Barcelona , 1977 , p ág. 135.

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FABIÁN NAPARSTEK A INTRODUCCIÓN A LA CLINICA CON TOXICOMANIAS Y ALCOHOLISMO A

había referido a su padre utilizando el significante 'viejo', más adelante Y es allí cuando en la identificación con el padre, ya no con la cara ideal, si-
agrega que con las mujeres era un 'viejo diablo'; también había planteado 110 con la cara diabólica del padre, es donde aparece un goce ilimitado. Es
que ya estaba demasiado viejo como para abandonar el alcohol."7 interesante porque se ve, por otro lado, el problema que tienen las terapi as
Más adelante cuenta que el padre tenía una vinería y que " ...él se crió 1d igiosas que resaltan el ideal de dios, el ideal del padre; pero se les met e

entre las botellas y las damajuanas. Su afición comenzó cuando su padre le Sntanás por la ventana y esto es a lo que ellos constantemente llaman las re-
hizo probar por vez primera el alcohol diciéndole que para muchos males rnídas.
era el mejor remedio. 'Este negocio va a ser mi única herencia', acostum- Es decir, que hay momentos en que esas terapias son efectivas -e n el
braba a repetirle el padre. Por otra parte, le daba una profunda pena el ver ncntido de sostener un ideal- y de repente, como dice este paciente, el dia-
a su viejo tirado en el patio, completamente borracho. En una oportunidad blo mete la cola, Satanás se le mete por la ventana y se viene todo abajo.
éste le había dicho en broma 'el mejor cliente de mi negocio soy yo"' 8. Fi- Efectivamente, para este paciente está todo bien, pero ¿quién puede con el
nalmente trae una serie de imágenes y luego de discutir con su madre, el diablo? Todo bien con dios, pero con el diablo ¿quién se las arregla? Es el
padre " ... le confesó que prefería estar siempre borracho a tener que acos- problema que tienen estas terapias. Es lo que hablábamos al comienzo de
tarse con una puta. 'Mi madre no es ninguna puta', concluye lagrimean- lu cursada. Podemos hacer el esfuerzo de dar cuenta con nuestra s nociones,
do"9. cómo, por un lado, están los momentos en que eso es efectivo y los momen-
Una cuestión más de este caso, el paciente cuenta que hubo un intento tos en que eso se le viene abajo. Por ende, el alcance que tiene ese tipo de
fallido de escapar de su impotencia: "La próxima entrevista Pedro llega su- terapia es el alcance o el límite hasta que Satanás aparezca.
mamente molesto sin saber muy bien por qué. Ya no fue su relación con la EntoncesÍeÍ _Eª9l"eIdeal tiene esta doble cara: la vineria y el patio trase-
bebida lo que ocupó el centro de la escena, sino la angustia porque cada vez ro. Hay que ~cirio de la siguiente forma: el padre Ideal no es una cosa sin
que últimamente había tratado de mantener relaciones, se había enfrenta- In otra. El Nombre del Padre no es sin la fiesta totémica {Y se ve que el pa-
do a su impotencia. Quería ahora deshacerse de la misma. De todas formas dre-le ofrece ese alcohol como remedio que lo quita deT11izocon el Otro se-
el romance (y este es el nombre que él mismo le da) de Pedro con la bebi- xo, porque es lo que Je permite al padre zafar de los problemas que tiene en
da no ha terminado. Se emborracha de tanto en tanto [... ] Sólo que ahora el encuentro con el Otro sexo. Es el remedio contra la relación sexual que
no le cuesta tanto parar." 1º no existe. En ese sentido el padre tenía razón, ya que el alcohol era un re-
medio contra la impotencia, pero, fundamentalmente , un remedio frente al
Vamos a ver la primera cuestión, se trata muy claramente de un caso Otro sexo. Es decir el padre Ideal no es un padre que habilite al hijo a en-
donde hay una identificación con el padre. El padre le dice lo que le va a frentarse con los problemas del Otro sexo. No me voy a detener en esto pe-
dejar como herencia; pero, vemos que de un lado está el negocio, aunque ro se ve muy bien en el caso que se trata de la versión materna, la versión
también está el patio trasero. El negocio es aquello con lo cual el padre po- del padre que aparece por la vía de la madr e.
día producir algo y el patio trasero es donde aparece la imagen del padre ti- Otra ~uestión es gue el padre Ideal lleva a una petrificación de la posi-
rado totalmente borracho; la doble cara del padre. Y, él mismo aclara que ción subjetiva_.12orla vía de la identificacióg, es por lo cual este caso se lla-
su alcoholismo es cuando el diablo mete la cola, se ve nítidament e la doble mó "un alcohólico empedernido". Esto es lo que muestra muy bien el pro-
cara del padre. Una cosa es la cara ideal, el padre con su negocio próspero, blema de alcohólicos anónimos, que le reforzaba su identificación con ser
etc. y la contracara es cuando el diablo mete la cola, con la borrachera en un alcohólico y una identificación con el padre. Cuando le dicen: "Usted va
el patio. El diablo es la contracara de dios por eso lo traigo como ejemplo. a ser un alcohólico de por vida, es y lo va a ser siempre", le reforzaba la
identificación con el padre y con las consecuencias que esto tenía para él.
SAIAMONE,Luis D ., "Un alcohólico empedernido", en: Pharmakon, (1997-1998 ), Bien, vamos a empezar a ubicar ahora lo que Lacan llama el padre de la
TyA Argentina y Plura l Editore s, La Paz, pág. 114.
8 Ibídem, pág. 115.
perversión;_seguramente la vez que viene volvamos sobre esto. Lo primer o
9 Idem 6. que hay que tener en cuenta cuando Lacan habla del padre de la perver-
IO Ibídem, pág. 117. sión, es que está haciendo un juego de palabras: dice per-versionen el senti-

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FABIÁN NAPARSTEK A Á I NTRODUCC IÓN A LA CLI NICA CON TOXICOMANÍAS Y ALC O HOLI SM O A

do de la versión del padre , una versión del padre. Pero toma también la pcr l I culturas matri-:lrcales, la autori dad no se encuentra representad a por el
versión en el sentido de la fantasía que es perversa. Recuerdan que hemoH pudre, sino por el úo materno. [... ] Esta separación de las funcione s da lu-
r hablado de la c~ndición erótica, que cada cual tiene su propia condición • 11 u un equilibrio diferente del psiquismo, que, según el auto r, pued e ser

erótica, cada cual tiene su propia e íntima perversión, para decirlo de algún ,lt•mostrado por la ausencia de neurosis en.los grupos que observó en las is-
modo. Es la idea de Freud , que cada neurótico tiene su condición fetichis- l.1• del noroeste de Melanesia." 11 Es decir, que esta separación entre el pa-
ta. Él está diciend o que todo neurótico íntimamente tiene su perversión .1, l" biológico, aunque no sea nombrado así, y el ideal da por resultado la
fanta seada. t11 ha de neuros is. Según Lacan: " ... este equilibrio demuestra en forma aca-
Es decir, que cuan do Lacan habla del padre de la perversión piensa en hnda que el comp lejo de Edipo es relativo de una estructura social, pero no
una versión del padre, que ya no tiene que ver con el padre gozador, con el 11 11>rga fundame nt o alguno a la ilusión paradisíaca, contra la que el sociólo-
protopadre, aquél que gozaba ilimitadamente, sino que goza de algo pun- 11ºdebe defenderse constantemente . A la armonía que comporta se le con-
tuaL_El fetichista es el que más muestra que goza de una cosa puntual y 11npone, en efecto, la estereotipia que caracteriza a las culturas de este tipo
conviene que no le cambien de zapato, porq ue ya no le sirve. No es que go- 11lt\ creación de la personalidad, desde el arte hasta la moral; [... ] Cuán do-

za de todo, sino que goza de un zapato o de una característica. Es la limita- 111inado por la represión social está el impetu de la sublimac ión, cuando es-
ción, preª samen te si hay algo limitado, es la perversión; en todo caso, la 1,1s dos funciones se encuentran separad as" 12.
perversión en el sentido de la fantasía. Por supu esto que habrá que hacer la Lacan está planteando - y cada vez que Jo leo me parece fantástico que
distinción con el perverso como estru ctura, aunqu e igualment e, el perver- hoya tenído la claridad de poder ubicar esto en aquella época- , que mien -
so por estructura tiene algo limitado. Lo qu e primero aparece respecto de 1ras más ideal es el padre, cuant o eso está más separado empieza a haber
esto es algo que decíamos recién y que está muy presente en la discusión una terrib le estereotipia. No habrá neurosis, puede ser, pero habr á una es-
que Lacan tiene con Malinowski en el ' 38, donde la crítica que Je hace Ma- lcreoúpia, falta de sublimación, falta de creatividad. Mientra sE1-ás ideal es
linowski al psicoanálisis es respecto del Edip o, diciendo que el Edipo freu- l'I padre, mu cho más dificil es ir más allá de él. Si el padre es dios, ¿cómo
diano cree en una familia paternalista y él ha encontra do en ciertas tribus uno va a ir más allá de ese dios? Mientra s más de carne y hueso es, mas allá
-creo que son las islas Trobiand situad as en la Melanesia- que eso no se co- del padre se puede ir, por eso Lacan habla de la sublimación y de la crea- -
rrobora de la misma form a. Él estudia esas tribus y dice que allí funciona el ción.
matr iarcado. La descripción qu e hac e M alinowski es muy interesante por- Ento nces, Miller dice que el Nom bre del Padre es un a función signifi.:.
que la institución del matriarcado tiene esta estructura: el padre biológico cante que está en la metáfora paterna 13 • Él sostiene que el No mbr e del Pa-
convive con la madre, no hay ningún problema, pero no es presentado a los dre es, en sí mismo, una metáfora, una metáfora de qué, del padre de la rea-
hijos como padre, sino como un buen amigo de la familia. Y el que aparece lidad, una metáfora es sustituir una cosa por la otra . Por eso, mientra s más
en la función paterna es el hermano de la madre, con el cual no hay un tra- Nombre del Padre, menos padre de la realidad; el No mbr e del Padre ausen-
to asiduo y ademá s, es de dond e se recibe la herencia, apellido, etc. Es de- rijicaal padre de la realidad . Y, mientra s más presencia del padre de la rea-_
cir que con el padre biológico hay un trato que es de tod os los días, es un lidad, menos idealizado está el~ mTeñtras más presenc ia h aya del pa-.
buen amigo de la madre , que viene y la visita y le hará unos favores más. dre de la realidad , habrá más posibilidades de no quedar petrificado en la
Hay un trato frecuent e pero la función paterna, por eso se llama matriarca- identificación con este padre.
do, viene por la vía materna respecto del hermano. Y se ve muy bien la es- Ahora bien, Lacan define a este padre de la perversión , diciendo lo si-
tru ctura que estamos trabajando de padre Ideal, porque en este caso el pa- guiente: " ... un padre no tien~ derecho al respeto sino al amor, más que si
dre viene por parte de la madre y, además, es alguien con el cual no se tie- el dicho respe to;"ci dicho amor, está perversamente orientado, es decir ha-
ne trato, más ideal imposible; se lo tiene alejado del trato cotidiano con los 11 l..ACAN, Jacque s, L a fam ilia, Axis, Bs. As., 1975, pá g. 63.
hijos. 12 Ibídem, pág. 64.
La próxima les leeré algún material de Malinowski que es muy intere- 13 Mn..l..ER, Jacque s-Alain, Comema rio del seminario inexistente, Manatía !, Bs. As., 1992,

sante; pero qué es lo que dice Lacan - piensen que es un texto del 38- : "En p ág. 22 .

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FABIÁN NAPARSTEK

ce de una mujer, objeto a que causa su deseo"! 4 .


La idea de Lacan es que el padre está perversamente orientado, el pa-
dre de la perversión es aquel que está causado por una mujer, por una, al ClaseVII
menos por una. Cuando él dice que hace de una mujer su objeto a causa
de su deseo, indica, entre otras cosas, que es el que ubica en el horizonte LA FUNCIÓNPATERNAEN LAS TOXICOMANÍAS
una mujer con su condición propia fetichista. Es decir, no es el que go~ Y EL ALCOHOLISMO 11
todo, sino que encuentra un goce limitado por una mujer. Y más adel~te
dice que la perversión es equivalente a la versión aperitiva del gozar!,5:y
vuelve a hacer un juego de palabras porque en el a-peritivaestá el a, el ob-
jeto a y está el pere,de padre. Se ve muy claramente que el aperitivo es el
goce limitado que nos damos, por decirlo de alguna manera, antes de la
gran comilona. Se ve que el padre de la perversión ubica en el horizonte un
goce bien limitado, el goce del aperitivo, que además, tiene todas las carac- Hoy vamos a concluir con lo que traba jamos la clase pasada, acerca de
terísticas de lo que hemos hablado del plus de goce. Porque uno podría co- la función patern a y la toxicomanía, y la vez que viene vamos a trabajar el
mer sin ningún aperitivo, pero uno se da un gustito. T iene que ver con eso, tema de la psicosis. Con esto daríamos por finalizados los temas genera les
no tiene que ver con la necesidad, ni la alimentación. El aperitivo es ese gus- con los que me propuse trabajar este cuatrimestre 1• Voy a resum ir hasta
to que uno se da, ese pequeño gusto. donde yo creo que habíamos llegado y después avanzaremos un poco más.
El padre de la perversión es aquél que se da ese pequeño gusto, que go- Respecto de la función paterna, hemos comenzado ubican do una am-
za de esas pequeñas cosas. Es entonces el padre que puede transmitir al bh plia diferencia muy centrada en la época en que la toxicomanía había em-
jo un pequeño goce, una versión de cómo él se las arregló con el Otro se- pezado a ser un problema. Recuerdan lo que hablamos al comienzo del
xo; que es una, no la única ni tampoco universal. Ante la dificultad del en- cuatrimestre . Estos son estudios hechos en la década del sesenta, del se-
cuentro con el Otro sexo el padre tuvo una versión de cómo arre~ tenta en pleno auge de la toxicomanía. Fue ahí entonces, cuando hícimos
con eseOtro sexo. o se trata del protopadre que las tuvo a todas, es el pa- una primera diferencia en cuanto al modo de func ionam iento del consu-
dre que hizo de una s.u causa de deseo. Tampoco se _trata del goce mayús- mo de drogas en ciertas tribus indígenas.
culo, del goce ilimitado, de lo escandaloso, sino de eso limitado que ~ Leímos unos párrafos relatados por antropólogos y tamb ién, la compa-
dre puede transmitir como tal y que tiene claros efectos en la clínica..:.O s~ ración del antropó logo respecto del consum o de drogas en Occidente. Y
no es tanto el padre del no, el que prohibe, sino, más bien, lo que Lac~ centramos fundamenta lmente esa diferencia en el modo en que el consu-
un momento llamó un padre dador, es lo que habilita, al menos, una forma mo puede estar o no anudado a un régimen, ya sea religioso, ideológico
de gozar, una versión del goce. Y es el padre que se articula a esa famosa etc. Es decir que está articulado simbólicamente a la función paterna . Y
frase sobre el fin de análisis, donde propone que ir más allá del padre o pres- entonces vimos la discrepancia que hay entre una práctica del consumo
cindir del padre es a condición de servirse de él. Una frase que está articu- que está anudada a Tali.mción paterna y una práctica del consumo que no
lada a esta versión del padre. Por lo tanto, lo que Lacan decía es que la di- está anudada simbólicamente a la función paterna. Es la primera diferen-
ficultad que tenían estos aborígenes, era la de quedar petrificados en una cia que abordamos que se veía claramente, ni hacia falta introduc ir dema-
posición y no poder ir más allá del padre . Se puede ir más allá del pa<!re~ Hiado 111.snociones psicoana líticas, pues, en los términos del antropó logo,
tuvo su versión de goce y con lo cual se podrá hacer algo diferente. ya era muy claro.

14 LACAN, Javques, Seminario 22, R.S.I , clase del 2 1/01/75, inédito. Nota: La clases menci onadas fueron presentadas por la Lic. Carolina Zaffore, "To-
15 Ibídem, clase del 08/04/75 . xicom anía y psicosis", ver clases VllI y IX en esta pu blic ación.

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