Está en la página 1de 16

logo

APRENDIENDO A TOCAR

Popular

¿Soy demasiado mayor para aprender a tocar el violín?

¿Soy demasiado mayor para aprender a tocar el violín?

Cómo escoger un violín

Cómo escoger un violín

Elegir las cuerdas del violín

Elegir las cuerdas del violín

Comenzando a afinar el violín

Comenzando a afinar el violín

El arco

El arco

Tienda Online

Visita nuestra tienda online

¡te lo llevamos a casa!

Contenido

NOVEDADES

EL VIOLIN
HISTORIA DEL VIOLIN

EL INSTRUMENTO

GRANDES VIOLINISTAS

APRENDIENDO A TOCAR

METODOS

LA TECNICA

TEORÍA MUSICAL

INTERESANTE

TIENDAS ONLINE

TIENDAS FÍSICAS

MUSICA QUE ME EMOCIONA

PROFESORES, ESCUELAS Y ACADEMIAS

WEBS INTERESANTES

LUTHIERS

PARTITURAS

Entradas recientes

Claire du Lune | Debussy | Oistrakh

Ya está a punto la tienda Deviolines

Cómo mejorar tu violín

Probando un violín de fibra de carbono

Marques Toliver | “Deep in my heart”


Formas musicales: la forma Sonata.

Ideas para evitar ser un violinista clónico

¿Aprender a tocar por internet de forma autodidacta?

Formas musicales barrocas: Gavota, Minueto, Corrente…

Maenam | Jami Sieber

image

image

image

image

Practicando escalas con Carl Flesch

18th oct 2012Posted in: APRENDIENDO A TOCAR, LA TECNICA,


NOVEDADES 6

Practicando escalas con Carl Flesch

Antes que nada, avisar que este compendio de escalas no es


recomendable para principiantes.

Aqui tenéis el Método completo, podéis imprimirlo, descargarlo o


solamente hojearlo. Tened paciencia porque, dado el tamaño del
archivo, tardará en cargar.

Casi nadie se libra de practicar escalas, y hay tantos métodos y guías


para realizarlas que resulta difícil escoger alguna. Para este artículo he
escogido este Manual, algo antiguo ya, pero que puede ser muy útil
para aquellos que ya tienen cierto nivel y quieren perfeccionar
mediante ejercicios técnicos de escalas, arpegios, etc. más profundos
y específicos.

Porque este método es realmente amplio, recoge todas las escalas


mayores y menores en todas las tonalidades y en toda la extensión del
diapasón (yo no puedo con muchos de ellos) y además es
descargable gratuita y legalmente (creo) de la red.

El hecho de que se han indicado diferentes tipos de digitación posible,


y a que algunas de esas variantes no son demasiado amigables (al
menos para mí) añaden dificultad a este tipo de ejercicio. Lo cierto es
que yo llevo unos meses con ellas y tengo que avisar que no son los
ejercicios más divertidos del mundo. Hacedlos despacio y con infinita
paciencia, y si podéis ponerles un poco de gracia y personalidad a los
ejercicios, mucho mejor

Creo que no hay mejor comentario que los propios prólogos al método
editados hasta el momento. Os los traduzco.

NOTAS DE CARL FLESCH A SU PRIMERA EDICION

He dudado mucho antes de decidirme a publicar mi Sistema de


Escalas trasladado a todas las tonalidades. Porque nunca me ha
gustado que hubiera demasiadas publicaciones de este tipo. Además,
a menudo se parecen entre sí y no hay en ellas ninguna idea nueva,
que es lo que debería ser su razón de existir.

En el primer volumen de mi Arte del violín había publicado una serie


de escalas y acordes rotos bajo el título “El sistema de escalas” que
considero constituía una significativa innovación. Había intentado
dirigir el trabajo diario desde las rígidas fórmulas técnicas habituales a
una visión que permitía al alumno no favorecer una parte del
mecanismo en detrimento de otra, sino que le obligaba a dividir su
trabajo igualmente entre las distintas combinaciones técnicas más
usuales.

Además he intentado resucitar la antigua manera en la que la vieja


escuela francesa realizaba las escalas, una tradición que yo seguí en
casa de mi viejo profesor Eugène Sauzay.

Muchos años de práctica han fortalecido mi convicción de que gracias,


a su universalidad, su concisión, este sistema no sólo constituye una
garantía segura de progreso continuo sino que representa el mejor
medio de economizar tiempos y esfuerzos. Para llegar a este resultado
era necesario sin embargo que el alumno cambiara cada día de
tonalidad, transponiendo sucesivamente el modelo en Do mayor a los
demás tonos, dado que en la primera edición por falta de espacio pude
publicar solamente esa tonalidad.

Tres años después he tenido la ocasión de comprobar la influencia de


mi sistema sobre los estudiantes. Fue una pequeña decepción
observar que la mayoría sólo trabajaban en la tonalidad de Do mayor,
con lo que el efecto era mucho menor. Pero el violinista que practica
en todas las tonalidades tiene una gran ventaja sobre el que se
contenta con una sola, siempre la misma. Y es es la razón que me
empujó a publicar el sistema completo de escalas.

Algunas observaciones útiles para la realización de los ejercicios:


El sistema de escalas puede servir tanto de ejercicio de afinación
como de ejercicio de velocidad. En el primer caso debe ser tocado
lentamente corrigiendo cada nota fallida, en el segundo caso es
necesaria cierta velocidad acorde a la técnica individual.

Se debe practicar una tonalidad distinta cada día.

Los modos menores en dobles cuerdas están escritos en el modo


harmónico, no melódico, para hacer uso de esos intervalos de
segunda aumentada que habitualmente se descuidan. Sin embargo he
utilizado por contra en las escalas menores simples la forma melódica,
mientras ambas variaciones han sido combinadas en las terceras
partidas.

A fin de aprovechar al máximo el tiempo disponible he combinado


los ejercicios de escalas con los ejercicios de arco. Estos golpes de
arco pueden aplicarse también en los ejercicios de dobles cuerdas, en
cuyo caso los intervalos no sonarían simultáneamente, sino
alternativamente.

El alumno puede, si es su deseo, añadir anotaciones dinámicas.

Me ha parecido útil añadir, al final de cada escala algunos


ejercicios en simple o doble cuerda en armónicos, dado que se
practica escasamente esta especialidad.

El orden de acordes introducidos aquí son los mismos que Sevcik


introdujo en su Método de violín.

CONSEJOS Y COMENTARIOS DEL EDITOR (Por Max Rostal)

Se han incluido nuevas digitaciones acordes a los nuevos gustos, y se


han situado debajo de las notas, mientras que las de Flesch se
encuentran sobre las notas.
Algunos dedos de Flesch corren riesgo de ser malinterpretados. Por
ello, he añadido explicaciones sobre ellos.

Mis dedos no son correcciones, sino alternativas al gusto de nuestros


días y que pueden usarse en alternancia con los de Flesch. No
comparto la opinión de que todas las escalas deben tocarse de la
misma manera, porque, por razones musicales, cada una requiere a
menudo digitaciones propias y adecuadas.

He indicado a veces dedos que facilitan la interpretación pero,


ocasionalmente he utilizado dedos más difíciles con el fin de que los
estudiantes practiquen las excepciones o por razones técnicas. El
hecho de que pasajes parecidos se digiten de forma diferente proviene
de mi intención de hacer experimentar ejercicios más diversos.

Si no se indican otras alternativas, los dedos de Flesch son los válidos.

He de lamentar que ocasionalmente mis dedos no son realmente


comprendidos y parecen a algunos veteranos incluso absurdos. Para
mí, es evidente que los dedos más fáciles no son siempre los más
musicales y juiciosos. Si aceptamos que la idea artística está
subordinada a la seguridad de ejecución, la práctica del violín se
vuelve más fácil.

Cuando las digitaciones no se corresponden a los estereotipos


habituales y conocidos, se les declara, demasiado a la ligera,
“intocables y arriesgados”, e incluso, a veces, “absurdos”. Pero, en un
instrumento de cuerda, la digitación es algo más que un intento de
evitar dificultades. Hay en ello una parte importante del arte de la
interpretación y, si no se presentan dificultades técnicas, no se
elevaría el nivel técnico para resolver los problemas de interpretación.

En los suplementos, que creo importantes, aparte de los pasajes


propuestos por Flesch he usado también escalas extendidas para ser
tocadas en cada cuerda de una a dos octavas, y de la escala de tres
octavas a la de cuatro. En mi versión, las formas harmónica y
melódica de la escala menor se han tratado separadamente. Para los
ejercicios de dobles cuerdas, añado los intervalos no tratados por
Flesch, tales como los unísonos, las cuartas, quintas y séptimas, y
también he extendido el uso de sextas, octavas y décimas. Para los
armónicos, aparte de los tocados de la forma habitual con el primer y
cuarto dedos, también incluyo ejercicios de preparación para los
dobles armónicos. Se han añadido escalas de tono completo y de
cuarto de tono, usadas en la música del siglo XX. La técnica de la
mano izquierda incluye también pizzicato, que debe ser ampliamente
estudiado.

ALGUNOS COMENTARIOS AL PREFACIO DE CARL FLESCH

Propongo practicar las escalas no sólo como ejercicio de entonación


y velocidad como sugiere Flesch, sino como entrenamiento de los
cambios de posición y, más adelante, de vibrato. En los ejercicios de
entonación no basta con corregir cada “nota fallida o falsa nota”. Es
necesario sobretodo trabajar el ataque a la nota que reconocemos
falsa para conseguir, de un movimiento seguro, el tono exacto sin
corrección posterior, que siempre se nota. Así, mejoramos al mismo
tiempo la apreciación de las distancias y los cambios de posición.
Como punto de partida, tomaremos siempre la nota que se encuentra
delante del tono reconocido como fallido. En los ejercicios de cambio
de posición, hay que practicar el cambio de forma inaudible,
contrariamente al expresivo glisando intencionado. Una de las formas
de conseguirlo es comenzar realizando el cambio de posición
preferentemente en un intervalo de semitono. Si he recomendado
incluir también la práctica del vibrato, no aconsejo hacerlo sin embargo
en la fase en la que aún cometeríamos muchos errores de entonación.
Practicar invariablemente sin vibrato como muchos profesores
recomiendan es un método desfasado, en mi opinión, puesto que la
entonación también debe ajustarse cuando tocamos con vibrato.
Actualmente los violinistas utilizan el vibrado para reforzar la belleza
tonal, la intensidad y expresividad de diversas maneras. No se trata de
utilizar el vibrato porque sí, sino de evitar los errores de vibrato no
intencionados e incontrolados. Demasiado a menudo, la línea de
sonido de tonos iguales se interrumpe involuntariamente, sobre todo
en la últimas notas antes de un cambio de posición, sobre todo si nos
servimos del cuarto dedo. Esta parada del vibrato se debe casi
siempre, no a razones artísticas o interpretativas, sino a cierta pereza
y negligencia. Es cierto que, en este caso, el ejercicio del vibrato
continuo e ininterrumpido es mi objetivo, pero eso no implica que
siempre haya que aplicar el mismo tipo de vibrato.

Flesch aconseja cambiar de tonalidad cada día, pero eso será el


esfuerzo final sólo cuando las iniciales dificultades hayan sido
vencidas, cuando no se trate ya de aprender la técnica, sino de
mantenerla. Al principio debemos cambiar la tonalidad como mucho
dos veces por semana.

El sistema de Flesch de alternar entre las escalas harmónica y


melódica cuando tratamos con tonalidades menores homofónicas y
dobles cuerdas, puede en algunos casos llevar a confusión. Según mi
experiencia hay que separar clara y estrictamente las escalas
melódicas y harmónica.

Antes de comenzar con los ejercicios de arco recomendados por


Flesch, el estudiante debe concentrarse antes en notas ligadas para
separar los problemas de la mano izquierda de los de la mano
derecha. Realmente es necesario comenzar por abordar cada
dificultad técnica antes de combinar varias, mucho más adelante. El
sistema de escalas sirve, en primer lugar, para desarrollar la técnica
de la mano izquierda. El ejercicio de legato es precisamente el punto
medio más adecuado para controlar que sean inaudibles los cambios
de posición y los cambios de cuerda.

Antes de practicar los reguladores dinámicos, aconsejo practicar el


pianísimo con una presión fuerte de los dedos de la mano izquierda
para conseguir la separación de ambas manos y evitar las presiones
iguales de ambas cuando deben ser distintas. Demasiado a menudo,
las fuerzas de las dos manos se igualan en lugar de comportarse de
forma independiente. Además, el hecho de tocar pianísimo (fenómeno
psicológico curioso) aumenta la capacidad de concentración de
muchos violinistas, intensificándose durante los ejercicios. No será por
tanto hasta más tarde cuando los ejemplos dinámicos indicados (piano
súbito, forte súbito, crescendo, etc.) deben ser practicados.

Con respecto a los armónicos, Flesch utiliza sólo los típicos en


cuartas, de modo que los estudiantes son incapaces de tocar dobles
armónicos correctamente. Por ello he añadido armónicos simples en
terceras mayores y menores.

He usado notación gráfica para evitar la notación alemana:

arch simbols

COMO PRACTICAR EL SISTEMA DE ESCALAS:

Al principio, y durante cierto tiempo, se evitarán las variaciones


indicada por Flesch sobre los golpes de arco, que se deben ejecutar
legato para conseguir buenos e inaudibles cambios de posición y
cambios de cuerdas. Al principio, trabajar muy lentamente sucesiones
de dos notas. Con gradual y cuidadosa aceleración para llegar a
ligaduras de duración de una negra, dos negras, etc…
En las partes de una octava (números de 1 a 4), señaladas
separadamente para cada cuerda, trabajar primero la cuerda de la
posición más baja y gradualmente ir subiendo a la posición más alta.
En otras palabras, no empezar siempre en la cuerda Sol o en la
secuencia impersa.

Para todas las escalas menores practicar separadamente el modo


melódico y el harmónico.

Comenzar el ejercicio de escalas cromáticas en terceras con la


digitación estática.

Los pizzicatos se practicarán y variarán a voluntad

El sistema de escalas es demasiado extenso como para ejecutarlo


cada día, ni siquiera limitándonos a una sola tonalidad. Para
aprovecharlo mejor se puede seguir esta planificación:

1er Día: Escalas homofónicas números 1 a 4 con extensiones,


terceras, octavas normales, décimas, armónicos normales anotados
como 1/4.

2º Día: Escalas homofónicas sobre 3 octavas, número 5, unísonos,


cuartas, sextas, octavas normales.

3er Día: Escalas de tonos enteros, quintas, octavas normales, octavas


digitadas, armónicos digitados 1/3 y 1/4.

4º Día: Escalas homofónicas números 1 a 4, escala de cuarto de tono,


octavas normales, armónicos de quinta, pizzicato de la mano
izquierda.
5º Día: Escalas homofónicas de 3 octavas número 5, quintas,
séptimas, octavas normales digitadas, armónicos de tercera mayor.

6º Día: Escalas de tono entero, unísonos, quintas, octavas normales,


armónicos en tercera menor, pizzicato.

7º Día: Escalas homofónicas sobre tres octavas número 5, terceras,


quintas, octavas normales.

Según esta planificación algunas secciones no son practicadas más


que una vez a la semana, mientras que otras más importantes se
ejecutan dos o tres, y las octavas normales todos los días.

Pero todas las propuestas son susceptibles de modificar según las


necesidades.

Recientemente, sobre todo a partir de 1980, han surgido dudas acerca


de la conveniencia o necesidad de practicar escalas, quizás en una
búsqueda aparentemente falsa de originalidad y a una falta de
capacidad. Pero estos ejercicios han rendido servicio a generaciones
de intérpretes célebres. Heifetz, por ejemplo, estaba convencido de su
valor y las exigía a sus alumnos tanto como a sí mismo.

En la edición de “Ejercicios y escalas” de Engène Ysayë, los hijos del


autor comentaban: “podemos afirmar por otra parte que estos
“Ejercicios y escalas” constituían la base de la gimnasia técnica
matinal de Eugène Ysayë, a los cuales él añadía variaciones
improvisadas de deslumbrante fantasía.”
Joseph Szigeti escribió, en el prefacio de esta misma edición, que
las escalas constituyen un factor tan invariable en nuestro bagaje, que
cada sistema de escalas sólo se parece a sus predecesores y
contemporáneos cuando se los observa superficialmente y sin
perspectiva histórica.”

Además, la necesidad de practicar sistemas de escalas se refuerza


por el hecho de que, en los programas de los grandes concursos
internacionales de violín, como los Yehudi Menuhin en Paris o el Fritz
Kreisler de Graz, la interpretación de escalas es obligatoria.

Max Rostal, Berna, 1986

Ivry Gitlis, alumno aventajado de Carl Flesch, con su insultante


facilidad.

Tags: aprender a tocar el violín, Avanzado, calentamiento, Ejercicios,


method, pedagogía musical, pedagogy, violín, virtuoso

6 Responses

Chusman dice:

19 octubre, 2012 a las 9:41

Y si se os hace muy cuesta arriba practicar estas escalas, os dejo


unos consejos para hacer de su práctica algo interesante:
http://www.deviolines.com/forum/el-violin/4-maneras-de-hacer-la-
practica-de-escalas-mas-interesante/#p77

Inicia sesión para responder

sandra dice:

20 marzo, 2013 a las 2:27

fabulosooooooo

como tocar violin de oido

Inicia sesión para responder

emilio gonzalez (Uruguay) dice:

20 marzo, 2013 a las 18:14

Gracias por aportar este material muy importante para nuestro


conoci-miento

Inicia sesión para responder

brigeth bolaños dice:

8 mayo, 2013 a las 2:53

ohh! tu pagina es muy buena, me gusto mucho de lo que dices


sobre la edad. y me gusta mucho los temas que has traido aqui .
muchas gracias

Inicia sesión para responder


Chusman dice:

8 mayo, 2013 a las 10:36

Gracias brigeth, espero poder seguir aportando artículos, si la


falta de tiempo no me lo impide.

Inicia sesión para responder

brigeth bolaños dice:

8 mayo, 2013 a las 2:54

muchas gracias , los temas que has traido son geniales

Inicia sesión para responder

Deja un comentario

Disculpa, debes iniciar sesión para escribir un comentario.

Buscar

Sheet Music Plus Featured Sale

Suscriptores

511

Meta
Registrarse

Acceder

RSS de las entradas

RSS de los comentarios

WordPress.org

[Un]Subscribe to Posts

Anuncios

Vuestros últimos comentarios

Chusman en El arco

Chusman en Ya está a punto la tienda Deviolines

Arsnova en El arco

Kalinca en Ya está a punto la tienda Deviolines

Chusman en Comenzando a afinar el violín

© Deviolines 2012. Todos los derechos reservados.

También podría gustarte