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Resumen_UNE 50-106-90 Tesauros monolingües

Resumen
1. Referencias bibliográficas (ISO 690)
AENOR. Directrices para el establecimiento y desarrollo de tesauros monolingües. Norma
española UNE 50-106-90: diciembre 1990. Madrid: AENOR, 1990. [Consultado: 25 abril
2021] Disponible en: https://portal-aenormas-aenor-
com.accedys.udc.es/aenor/Suscripciones/Personal/pagina_per_buscador.asp
2. Resumen atendiendo a sus apartados
Después de la introducción y los objetivos y campo de aplicación (apartados 0 y 1) se
analizan las normas para consulta en el apartado. 2 (PNE 50-121 y 50-125). Y para
concretar el contexto de la norma se perfilan con exactitud ocho definiciones (apartado 3):
Documento (ítem susceptible de ser indizado)
Lenguaje de indización (conjunto controlado de términos para representar los temas de los
documentos)
Tesauro (vocabulario de un lenguaje de indización controlado, hace explícitas las
relaciones entre conceptos)
Término de indización (representa un concepto)
Término preferente (el que se utiliza sistemáticamente para representar un concepto en la indización
“descriptor”)
Término no preferente (no se asigna a los documentos, proporciona un punto de acceso que dirige al
término preferente “no-descriptor”)
Término compuesto (término de indización que puede descomponerse morfológicamente en
elementos simples que a su vez pueden servir independientemente como
términos de indización)
Indicador 1
clasificatorio (no se asigna en la indización pero se incluye en algunos tesauros para indicar
criterios lógicos de clasificación)

A continuación, se recogen las abreviaturas y símbolos empleados en esta norma (apartado


4).
En el siguiente apartado 5 se trata el control del vocabulario. En los tesauros hay dos
métodos principales:
1. Que se restringa a significados seleccionados, es decir, que un término no tenga
distintas acepciones si no que se ajuste a un único significado.
2. Que el mismo concepto se exprese con dos o más sinónimos en este caso uno de ellos
será siempre término preferente y se empleará en la indización.
En el siguiente apartado, el sexto, se analizan los términos de indización:
a) En él se definen las categorías de términos de indización: entes concretos, entes
individuales expresados por nombres propios.
b) Las formas de los términos: sustantivos y frases sustantivadas (preferentes), adjetivos
(deben evitarse), adverbios (deben evitarse), verbos (deben evitarse y sustituirse por sus
formas sustantivadas), siglas y acrónimos (no deben utilizarse salvo aquellas consagradas).
c) La elección singular/plural: los sustantivos cuantificables deben ir en plural, los sustantivos
no cuantificables y conceptos abstractos en singular, si el singular y plural designan conceptos
diferentes se mantienen (se usa lo que corresponda: ej. plátano como árbol y plátanos como
fruta).
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d) homógrafos o términos polisémicos, tienen la misma ortografía pero significados


diferentes, deben acompañarse de una palabra o frase calificadora (ej. DIAFRAGMA
(músculo) DIAFRAGMA (fotográfico) DIAFRAGMA (anticonceptivo)).
e) Elección de términos: se elegirá la ortografía más generalmente aceptada, extranjerismos y
barbarismos sólo si han sido aceptados (por ej. software), transliteración (siguiendo las
normas), jerga y argot (se utilizan si no hay alternativas o está establecido), denominaciones
comunes y comerciales (se adaptará como término preferente un nombre común apropiado y
se mantendrá el nombre comercial como punto de acceso (por ej. aspirina USE ácido
acetilsalicílico; el punto de acceso es aspirina pero nos remite al nombre común apropiado
con el que deberíamos indizar), denominaciones coloquiales y científicas (se harán reenvíos
recíprocos y se indizará teniendo en cuenta los usuarios), topónimos (el preferente se hará el
más familiar a los usuarios estableciendo reenvíos recíprocos por ej. Holanda-Países Bajos),
nombres propios de instituciones y personas (se suelen excluir, si se incluyen deben
registrarse en su idioma original y la traducción como no preferente; los nombres propios
también se registran en su forma original salvo las figuras históricas de renombre que se
utiliza el nombre local como preferente por ej. Juana de Arco pero estableciendo reenvíos al
nombre original).
f) Notas de aplicación y definiciones: pueden añadirse para indicar el sentido restringido en
que se emplean en la indización (excluyendo otros significados posibles) o para otras
cuestiones (fecha de incorporación o fuente de procedencia, instrucciones dirigidas a
indizadores, etc.), en todo caso, no forma parte del término al que acompaña.
En el capítulo 7 se trata de los términos compuestos. Es una de las cuestiones que ofrece
mayor dificultad. Generalmente se utilizarán conceptos simples o unitarios (una sola palabra),
En los temas
2 complejos se recurrirá a una combinación de términos separados (con puntos de
acceso independientes). No se recomiendo el fraccionamiento semántico (por ej.
termómetros= temperatura+ medición + instrumentos) si no el fraccionamiento sintáctico (por
ej. construcción de edificios= edificios + construcción). Deben mantenerse el término
compuesto en aquellos casos que el sustantivo sea sincategoremático (que aisladamente no
indique la clase de elemento a la que se refiere el término en su conjunto por ej. huevos de
chocolate).
Deben mantenerse compuestos los términos que sean de uso familiar o común (por ej. proceso
de datos), cuando el fraccionamiento produzca ambigüedad o pérdida de significado, los
nombres propios (por ej. Naciones Unidas), términos compuestos cuyo modificador haya
perdido su significado original (por ej. mesa redonda), términos que contengan un
modificador que falsamente lo relacionen con objetos sin conexión (por ej. estructuras
arborescentes), términos que no puedan expresarse sin un sustantivo extra y términos con
sustantivos sincategoremáticos.
Deben fraccionarse sintácticamente cuando:
– El núcleo se refiere a una propiedad y los modificadores representa el conjunto o poseedor
de la misma (excepto cuando el nombre del conjunto puede modificarse por el nombre de su
parte o propiedad).
– La denominación de una acción transitiva no debe modificarse por el nombre del objeto
sobre el que se realiza la acción (excepto si el nombre del objeto puede modificarse por la
acción desarrollada sobre él).
– La denominación de una acción intransitiva no debe modificarse por el nombre del agente
de la acción (excepto cuando en nombre de un objeto pueda modificarse por la
denominación de la acción intransitiva en la que estuvo implicado).
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Estas recomendaciones buscan facilitar la coherencia entre indizadores, evitar la


complicación excesiva de los términos y conseguir que la estructura del tesauro se base en
principios lógicos y útiles.
En cuanto al orden de las palabras en los términos compuestos debe mantenerse el orden del
lenguaje natural, la forma invertida puede introducirse como término no preferente.
En el capítulo 8 se trata de las relaciones básicas en el tesauro. Un tesauro debe mostrar y
diferenciar las relaciones que conectan los términos, estas relaciones pueden ser de dos tipos:
entre conceptos individuales (relación jerárquica) y las establecidas entre categorías (se verán
en siguiente capítulo).
En cuanto a las primeras (entre conceptos individuales), se establecen tres clases: de
equivalencia, jerárquicas y asociativas.
–Relación de equivalencia: se establece entre los términos preferente y no preferente cuando
se refieren al mismo concepto. Se expresan con las abreviaturas USE y UP. Se aplica a
sinónimos y cuasinónimos (términos de origen lingüístico, denominaciones
populares/científicas, nombres comerciales/comunes, términos actuales/obsoletos, variaciones
ortográficas, etc.). Deben seleccionarse siempre los términos preferentes en atención a las
necesidades de la mayoría de los usuarios y ser coherentes. Dentro de esta relación podemos
incluir el reenvío ascendente (se considera equivalentes el nombre de una clase y el de sus
miembros).
–Relación jerárquica: se base en grados o niveles de subordinación. Se expresa con las
abreviaturas TG (término genérico) y TE (término específico). A veces se inserta un indicador
clasificatorio para señalar el criterio utilizado para la división de clases y especies. Los tipos
de esta relación
3 son:
 Genérica: identifica la conexión entre una clase o categoría y sus miembros o especies.
Comprobador lógico: “todos/algunos”. Puede identificarse con las abreviaturas TGG
(término genérico -genérico) y TEG (término específico-genérico)
 Jerárquica parte-todo: cuando el nombre de la parte implica el nombre del todo al que
pertenece (sistemas y órganos del cuerpo, lugares geográficos, disciplinas o campos de
conocimiento, estructuras jerarquizadas como ejército, batallones, etc.). Puede
especificarse con las abreviaturas TGP (término genérico partitivo) y TEP (término
específico partitivo).
 Enumerativa: conexión entre una categoría general (objetos o acontecimientos)
expresada con un sustantivo común y un caso individual de esa categoría representado
por un nombre propios (ej. ríos: Ebro, Miño, Júcar, Segura…). Conviene tener en
cuanta que los nombres propios suelen excluirse del tesauro por lo que en esos casos el
término genérico debe asignarse en la indización frente al específico.
–Relación asociativa: es la que existe entre términos no equivalentes y no pueden relacionarse
jerárquicamente. Se utiliza la abreviatura TR (término relacionado). Puede conectar dos tipos
de términos:
 Los términos que pertenecen a la misma categoría: sus significados son susceptibles de
definición exacta (no dependen del otro para entenderlo aunque con frecuencia se
utilizan asociados). No es necesario asociar dos términos si comparten un mismo
genérico. Puede incluirse en este grupo conceptos conectados por relaciones de familia
o derivados (ej. equinos).
 Los términos que pertenecen a categorías diferentes: en ellos uno de los términos está
en gran medida implícito en el otro. Por ej. una disciplina y los objetos estudiados, una
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acción y su resultado, conceptos y sus propiedades, conceptos y sus unidades de


medida. Los términos relacionados se suelen presentar en la misma tabla que los
términos a los que se asocia o identificándolos mediante un indicador clasificatorio.
En el capítulo 9 se aborda la presentación de los términos y sus relaciones. Se reflejan tres
métodos básicos:
–Presentación alfabética, con notas de aplicación e indicadores de interrelaciones
terminológicas. Es la forma más fácil pero no se puede acceder a todos los términos genéricos
y específicos que forman una jerarquía. Se secuencia alfabéticamente todos los términos de
indización (preferentes y no preferentes). La información auxiliar se lista en este orden: NA
(notas de aplicación), UP (reenvío de términos no preferentes), CS (referencias a cabezas de
serie), TG (referencias a términos genéricos), TE (referencias específicas) y TR (términos
relacionados). Se puede indicar subordinación con abreviaturas o con sangrado.
–Presentación sistemática apoyada en un índice alfabético. Consta de dos partes:
a) Categorías o jerarquías de términos organizadas por significados e interrelaciones
lógicas.
b) Índice alfabético que dirija a la parte apropiada de la sección sistemática.
Un sistema de referencia proporciona la conexión entre las dos secciones a través de un
código. La sección sistemática es la principal (contiene notas de aplicación y reenvíos de
términos equivalentes y relacionados) y el índice alfabético es complementario.
Ocasionalmente se insertan indicadores clasificatorios.
Es necesario que tengan una estructura global para garantizar que los conceptos similares
aparezcan juntos, para ello podemos: organizar en campos o disciplinas (garantiza una
organización
4 que corresponda a la forma de pensar de los usuarios, pero puede ocasionar
problemas al intercambiar información con otros centros) u organizar por facetas (requiere
una disciplina mental más rigurosa, no suele generar problemas al intercambiar información
con otros centros pero tiende a dispersar conceptos y su organización es menos evidente para
los usuarios). En las tablas de un tesauro sistemático pueden incluirse dos tipos de indicadores
clasificatorios:
a) Indicadores de facetas: muestran el principio lógico de organización
b) Indicadores que introducen conceptos de diferente tipo: aseguran que los conceptos se
encuentren asociados a los que habitualmente los relacionan los usuarios.
–Presentación gráfica, con una sección alfabética. Los términos de indización y sus
interrelaciones se muestran en una figura bidimensional, ésta puede ser de dos tipos
estructuras arborescentes o diagramas de flechas. Siempre que se incorpore una
representación gráfica (sólo de los términos preferentes, no admite notas de aplicación,
sinónimo, etc.) debe incluirse también un índice alfabético (contiene notas de aplicación y
reenvíos, referencias a términos genéricos, específicos relacionados, por ello funcionan como
la parte principal del tesauro).
El capítulo 10 trata de los aspectos organizativos de la construcción de tesauros:
–Métodos de recopilación. Hay dos enfoques iniciales: método deductivo (se extraen los
términos, se revisan y se determina cuales se adjudican finalmente) y el método inductivo (se
aplica el control desde el primer momento como un proceso continuo).
–Registro de los términos. Por fichas individuales identificando la procedencia, autoridades
consultadas, fecha de inclusión, reenvíos, etc.
–Verificación de los términos. Deben revisarse exhaustivamente antes de su inclusión en el
tesauro.
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–Especificidad. Los términos específicos se restringirán al área central del campo temático
para evitar un tesauro inmanejable y desequilibrado.
–Incorporación o supresión de términos. Los términos deben ajustarse al uso del lenguaje por
los especialistas. Los términos sobreutilizados o de rara utilización deben eliminarse, pues son
ineficaces.
–Utilización de equipos de tratamiento automático de datos. Puede utilizarse el auxilio de
ordenadores la identificación automática de términos candidatos y registros automáticos de la
frecuencia de utilización de términos.
–Formato y contenido de un tesauro. Hay muchas presentaciones pero en todas ellas el tesauro
debe tener: portada, sumario, introducción, presentación sistemática o gráfica y sección
alfabética. En la introducción, que debe ser extensa se hará constar el objetivo del tesauro,
campo temático que cubre, significado de signos y abreviaturas, número total de términos,
reglas adoptadas, normas de ordenación, significado de los signos de puntuación, política de
actualización y fecha de incorporación del último término.
–Otras cuestiones editoriales: notificación del proyecto (a través de una revista profesional),
eliminación de la duplicación de esfuerzos (averiguando si existe un tesauro similar en otro
centro), depósito en centros de referencia (Thesaurus Clearinghouse o Instytut Informacji
Naukowej) y procedimientos de revisión (se recomienda revisar y experimentar una versión
provisional como prueba piloto y, una vez en marcha, una amplia revisión a intervalos
regulares del tesauro).
Finalmente, en el capítulo 11 se recoge una correspondencia con otras normas (ISO
2788:1986).
Incluye un anexo con los símbolos utilizados para las relaciones en un tesauro y cuatro
figuras con
5 presentaciones alfabéticas, sistemáticas, estructura arbórea y gráfico flechado.

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