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LOS

TRABAJOS
DE
SANTIAGO

1
Santiago es un chico que busca trabajo. Un día, estaba leyendo el periódico
cuando vio un anuncio que decía: “Se busca peluquero con experiencia”. Lo
leyó varias veces y, a pesar de que no tenía experiencia decidió pedir el
trabajo y allá fue…
Le contrataron y le dieron una bata azul, un peine y unas tijeras y, así,
Santiago se puso a esperar la llegada del primer cliente.

2
Al poco rato, entró en la peluquería un señor que deseaba un corte de pelo.
Santiago, muy contento, comenzó a cortar un poco por aquí, otro poco por
allí…. pero no lograba un corte igualado y entonces se dio cuenta de que no
era tan fácil ser peluquero. Y siguió cortando el pelo intentando igualarlo,
hasta que el pobre señor quedó completamente pelado. Tuvo que correr más
de cinco manzanas para escapar del enfurecido cliente y del dueño de la
peluquería.

3
Pero como Santiago necesitaba trabajar decidió intentar otro oficio y, esta vez,
probó de albañil: “Esto si que es fácil”, pensó, “solo hay que poner ladrillos, uno
sobre otro… ¡y listo!” Y así lo hizo, pero lo que pasó fue que cuando terminó de
levantar las cuatro paredes, se dio cuenta de que se había olvidado de hacer el
hueco para las ventanas y la puerta y, lo peor fue que él había quedado
atrapado dentro. Tuvieron que derrumbar media casa para rescatarlo y, por
supuesto, perdió el empleo.

4
Santiago probó a trabajar como cocinero pero tampoco salió como esperaba, a
veces se le quemaba la comida, otras veces la dejaba un poco cruda, ¡Roberto
de cocinero era un auténtico desastre!
Ya estaba un poco triste y desanimado pero decidió buscar otro empleo, esta
vez de fontanero.

5
Fue a una casa a arreglar unas tuberías que se habían roto, pensó que lo
había hecho bien y que por fin había encontrado un oficio adecuado para él y
se puso muy contento.
Pero esta alegría le duró muy poco porque cuando el dueño de la casa y abrió
el grifo se dio cuenta de que no salía agua y cuando quiso darse una ducha y
abrió el grifo se rompieron de nuevo las tuberías, ¡un completo desastre!
Ahora Santiago sí que estaba totalmente disgustado y triste, ya no sabía en
qué podía trabajar.

6
Su abuelo, lo vio tan triste que decidió hablar con él y, con mucha sabiduría y
cariño le dijo:
- Pero Santiago, ¿por qué te empeñas en realizar oficios que no conoces?
- Lo que pasa es que yo no sé hacer nada bien. – contestó muy triste
Santiago.
- No es verdad, lo que pasa es que para realizar correctamente un
trabajo hay que estudiar. Pero de momento, se me ocurre que sí hay
algo que sabes hacer muy bien y que te gusta. – dijo su abuelo.
Santiago se quedó pensando y se dio cuenta de que su abuelo tenía razón, le
gustaban mucho las plantas y las flores y tenía un bonito jardín. Ahora
gracias a su abuelo, sabía que podía convertirse en un buen jardinero y le
dijo:
- Tienes razón papá, me encantan cuidar mi jardín, así que estudiaré
para conocerlo todo sobre las plantas, los árboles y las flores.

7
FIN

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