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CUENTO

EL ALBAIL
Erase una vez, Toms Snchez, un albail ya entrado en
aos, estaba listo para retirarse. Le explic a su jefe
sobre sus planes de dejar el negocio de la construccin,
para llevar una vida ms tranquila, con su esposa y
disfrutar con su familia. Iba a extraar su pago
mensual, pero necesitaba retirarse. Ellos superaran
esta etapa de alguna manera, como haban salido ya de
otras.
El jefe se apen al saber que su mejor empleado iba a
dejar la compaa y le pidi que le construyera una sola
casa ms, como un favor personal. El albail accedi,
pero se vea fcilmente que no estaba poniendo el
corazn, en su trabajo como siempre lo haba hecho en
todas sus obras anteriores.
En pocas palabras, se trataba de un trabajo muy mal
hecho. Era una desafortunada manera de terminar su
carrera.
Utilizaba materiales de inferior calidad para ahorrar
costos a la compaa. Vendi en menor precio su mano
de obra y la construccin que haca era a todas luces
muy deficiente.
Finalmente, Don Toms termin de construir la casa y
su jefe fue a inspeccionar la obra. La mir y le extendi
las llaves de la puerta principal. Esta es t casa! le dijo,
es el premio que te doy, por todos los aos servicios.
Qu tragedia! Qu pena! Si el albail hubiese sabido
que estaba construyendo su propia casa, la hubiera
hecho de manera diferente. Ahora tendra que vivir en
una casa que no construy bien! Y ya era demasiado
tarde para arrepentirse. A veces as pasa con nosotros,
no creen? Construmos nuestras vidas sin poner lo
mejor de nuestra parte. Qu arrepentido estoy por
obrar mal! Hay que poner de nuestra parte para que
todo salga bien. Por no construir bien, qu tragedia!.
Enseanza:
Cada da coloquen un clavo, levanten una pared o
pongan un techo. Construyan con sabidura. Es la nica
vida que podrn construir. Inclusive, si slo la viven por
un da ms, ese da merece ser vivido con dignidad y
alegra. Aprovechando que Dios pagar la mano de obra

y los materiales que deseen, piensen como si fuera el


albail. Piensen en su casa.

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