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Maestría en Trabajo Social, familia y redes sociales

Teorías de Familia.
Luz Angela Pérez Cristancho
RESEÑA
VIVIR EN MEDIO DEL CONFLICTO ARMADO: RESISTENCIAS COTIDIANAS DE
COLONOS-CAMPESINOS EN PUTUMAYO

Cancimance, Andrés. 2015. “Vivir en medio del conflicto armado: resistencias cotidianas de
colonos-campesinos en Putumayo”. Trabajo Social 17: 29-45. Bogotá: Departamento de Trabajo
Social, Facultad de Ciencias Humanas, Universidad Nacional de Colombia.
Para iniciar este escrito quisiera presentar de manera sucinta al autor Andrés Cancimance, él es
PHD., en Antropología y trabajador social de la Universidad Nacional de Colombia y magister en
Ciencia Política de la Facultad de Latinoamericana de Ciencias Sociales, sede Ecuador, es oriundo
del municipio de la Hormiga del departamento de Putumayo ubicado al sur del país. En su hoja de
vida cuenta con varios reconocimiento, dentro de los cuales me permito mencionar: en 2016 la
Universidad Nacional Colombia le entrega reconocimiento por su destacada labor como egresado,
en 2015 por ser el primer doctor en antropología en graduarse en la Universidad Nacional de
Colombia y en 2012 se le fue entregado el Premio Pioneros de la Antropología Colombiana en
homenaje a Milciades Chaves Chamorro y Miguel Fornaguera Pineda entregado por el Instituto
Colombiano de Antropología e Historia, las temáticas en las cuales ha girado si experiencia
profesional, como docente e investigativa son: Cuidado psicosocial a profesionales que trabajan
como víctimas de la violencia; bibliotecas públicas; construcción de paz; memoria histórica;
derechos humanos; movimientos sociales; migración forzada; atención psicosocial y reparación a
víctimas de la violencia sociopolítica en Colombia. (http://unal-co.academia.edu/Andr
%C3%A9sCancimance/CurriculumVitae).

Finalmente, en esta presentación quisiera mencionar que en 2018 tuve la oportunidad de ser su
estudiante, ya que él fue mi docente asesor de trabajo de grado denominado “Las emociones como
motor para la construcción de paz en el Catatumbo” para optar por el titulo de Especialista en
Acción Sin Daño y Construcción de Paz.

Propósitos Autos.

Este artículo “Vivir en medio del conflicto armado: resistencias cotidianas de colonos-campesinos
en Putumayo” recoge algunos de los resultados obtenidos en el proceso de investigación de su tesis
doctoral, Es de destacar que el “El propósito central de este artículo es mostrar dos prácticas (“ser
un buen convivente” y “ser neutrales”) que un grupo de colonos-campesinos de Puerto Guzmán, un
municipio del departamento de Putumayo que se ubica al borde del río Caquetá ha incorporado a lo
largo de su permanencia en este lugar, para arraigarse en una zona invadida desde la década de los
ochenta por un poder armado altamente letal en Colombia” (Cancimance. 2015. Pág. 31), dentro de
estos propósitos este artículo se enmarca en una apuesta que el mismo comenta en un corto
denominado la UN Transforma Vidas 1 donde dice literalmente al referirse a lo que la universidad le
ha brindado “cumplir estos propósitos de mostrar la historia local la historia departamental, pero por
su puesto también me brindo la posibilidad de entrar en contacto con personas que inciden de
alguna manera a nivel nacional para posicionar los relatos de poblaciones en un escenario mucho
más amplio” (consultado 22 abril 2010. https://www.youtube.com/watch?v=NBsSXjxarBU). Esa
idea contar lo que sucedía en el lugar donde nació y vivió su infancia y adolescencia ese lugar de la
ruralidad, la ausencia de posibilidades y de la presencia estatal, y además posicionar relatos de sus
coterráneos. Y por último quisiera retornar al autor cuando ubica lo que no se quiere decir en este
articulo: la vida de las personas víctimas de desplazamiento, ni tampoco las practicas violentas
ejercidas por lo diferentes grupos armados ilegales, su interés en cambio esta puesto en las acciones
y estrategias de aquellos que no participan en este conflicto como combatientes, para sobrevivir a la
guerra (Cancimance. 2015. Pág. 32). Interés que considero pertinente ya que sobre la violencia y el
sufrimiento en medio de la guerra se ha contado mucho y seguramente se deberá contar más
historias de sufrimiento, pues en un país como el nuestro con más de 50 años de violencia hay
mucho que decir en esta vía, sin embargo, existen otras historias que también requieren ser contadas
aquellas de las resistencias de las personas que en medio de la violencia han sobrevivido de alguna
manera.

¿Dónde y en qué tiempo?

Para reconocer la temporalidad y el contexto estudiado parto de enunciar que la historia que aquí se
cuentan tienen varios protagonistas en primer lugar, se parte de la propia experiencia del autor con
la recuperación de la memoria individual y familiar desde 1986 año de su nacimiento hasta 2002 2, a
partir de la elaboración de tres diarios intensivos. Luego de este ejercicio “auto etnográfico” el
investigador se trasladó al casco urbano de Puerto Leguizamo para realizar trabajo de campo
centrado en entrevistar y conversar con campesinos- colonos que sobrevivieron y permanecen en el
territorio, trabajo que se dividió en dos fragmentos de tiempo junio a dic 2012 3 y junio a dic 2013,
cabe mencionarse que este artículo es presentado a finales de 2014 y aprobado para publicación en
1
Serie de cortos realizados en el marco de la celebración de los 500 años de la Universidad Nacional de
Colombia.
2
Año en el que se traslada a Bogotá a estudiar Trabaja Social.
3
Cabe mencionar que en este año fue donde se iniciaron los diálogos en la Habana entre el Gobierno y las
FARC- EP.
febrero de 2015, este comprendería el tiempo en el que se enmarca el proceso investigativo. Por
otro lado, está el periodo como tal objeto de investigación que pretende indagar sobre las acciones y
estrategias utilizadas por los campesinos-colonos para sobrevivir durante el periodo de control
general ejercido por el frente 32 de las FARC en la zona desarrollado entre 1982 al 2002.

Ubicación y fuentes principales

Puerto Guzmán es el lugar de ubicación de esta investigación, es un municipio relativamente nuevo


se encuentra ubicado a 50Km de Mocoa la capital del departamento del Putumayo, sus orígenes se
remontan a 1975, y le dan la categoría de municipio en 1994 siendo el municipio más joven del
departamento, es principalmente rural, con presencia de cultivos ilícitos de coca, en el momento de
las incursión militar realizada por las FARC-EP se decía que era tierra de nadie, por la escasa
presencia del estado, reducida a la presencia de inspectores de policía y por su alto grado de
descomposición, agilizando la toma del control total por parte de las FARC-EP, quienes controlaron
todos los ámbitos de la vida cotidiana en el municipio, desde las relaciones intrafamiliares hasta la
ley y el orden.

El autor ubica esta investigación en el campo de los estudios antropológicos de las violencias,
específicamente la corriente a partir de la cual la violencia configura la subjetividad e influye sobre
la capacidad de las personas para lidiar con su vida cotidiana (Cancimance. 2015. Pág. 32). Retoma
autores como Scott James (antropólogo), Norbert Elías (sociólogo), Michel Foucault, y finalmente
el estudio realizado por Marco Tobón4 intentado argumentar del porqué de la importancia de
trabajar lo que sucede en la vida cotidiana de las personas, y que en escenarios de violencia radical
se crean espacios de resistencia, que muchas veces pasan desapercibidos por los agresores y hasta
por las mismas personas que los crean para sobrevivir y que deben ser contadas e identificadas.

Preguntas Centrales

Las preguntas que orientan este proceso de investigación son: ¿Cómo hacen las personas para
mantenerse vivas en medio de una guerra en la que no son combatientes? ¿Qué hacen para
sobrevivir a la violencia que recae sobre ellas continuamente? ¿Cómo hacen para arraigarse en un
lugar donde sus vidas pueden extinguirse en cualquier momento, en manos de distintos grupos
armados?, y muchas de las respuestas obtenidas por Andrés en su trabajo fue “ser un buen
convivientes” y “ser neutrales”.

4
Principalmente los resultados obtenidos de su investigación Tobón, Marcos. 2008. “La mejor arma es la
palabra”. La Gente de centro – kigipeurúki y el vivir y narrar el conflicto político armado. Medio río Caquetá-
Araracuara 1998-2004.
“Corrimos el riesgo de vivir acá”: prácticas para habitar el lugar

El autor aquí identifica tres tipos de riesgos que se evidencian en los relatos de las personas que
deciden quedarse, el primer es el llamado riesgo cero el hecho de decidir trasladarse a ese lugar con
las condiciones que son conocidas por todos (un lugar apartado, abandonado por el estado, con
presencia de violencia), el segundo riesgo “el riesgo de ser valiente en medio de la violencia” que a
pesar de ver la muerte se decide permanecer, y el tercer riesgo “el riesgo de convivir con el dolor”
cuando han sido blanco el sujeto o su familia de violencia de decide seguir viviendo allí con ese
dolor, revisando este aparte pensaba en la valentía de estas personas y lo importante que es
reconocer que ellas a pesar de todo decidieron asumir esos riesgos que hoy les permite seguir
viviendo en el municipio.

Ser un buen conviviente para los pobladores de Puerto Guzmán significaba portarse bien en todos
los escenarios de la vida cotidiana, en su trabajo, con sus trabajadores, en su familia, en sus fiestas,
con sus amigos, a mi parecer se refiere a protegerme y proteger a sus familias impidiendo que
quienes controlar y ostentan el poder de las armas no encuentren razones para intervenir, librando a
quienes se portaran bien de la sentencia de muerte. Sin embargo, allí me parece importante destacar
un relato que me llamo la atención del joven asesinado violentamente, arrastrado y llevado a donde
su madre, y dice el entrevistado nadie se metió pues era nuevo en el pueblo nadie lo conocía y no
pertenecer a una familia respetada en el municipio, ya que no era solo portarse bien sino ser
reconocido por los demás.

Nadie me decía feo nadie me decía bonito, Ser Neutral allí se describe como la neutralidad no
era negarle un vaso de agua a nadie como lo dice un entrevistado, es decir la verdad, si viene el
ejercito y pregunta y la guerrilla paso por aquí, y si la guerrilla paso le decimos si paso (…) hasta
la guerrilla nos dice que digamos eso si nos preguntan dígales que si pasamos por acá y que
estamos en el monte que nos busquen allí” lo que concluyen muchos de los entrevistados es si
negamos la presencia de guerrilla nos convertimos en colaboradores, pero si hablamos mucho con
los militares en traidores, las conversaciones con uno u otro grupo poseedor de las armas era básica
y sin la creación de vínculos.

Aquí en este aparte me llamo la atención el relato de don Agustín, salvándole la vida aún joven que
corriendo ingreso a su panadería pidiendo auxilio y él le pudo salvar la vida salió y dijo en mi
Panadería nadie morirá hoy, pues esta no es una zona de combate, así comentan se unió la
neutralidad y el portarse bien, pues Don Agustín es consiente que su comportamiento por todos esos
años y en todos los ámbitos de la vida le habían permitido el respaldo por parte de la comunidad y
su voz era escuchada y respetada, pero además no ser de ningún bando le permitía mantener a su
Panadería como escenario neutral.

Al ubicar estas dos practicas cotidianas ser buen convivientes y ser neutral identificadas en los
campesinos-colonos de Puerto Guzmán, le permite al autor afirmar su tesis central: la capacidad de
los habitantes locales de Puerto Guzmán de participar de la violencia como sujetos provistos de
recursos culturales con los que encaran las experiencias de sufrimiento social (Das, Kleinman y
Lock 1997) y no simplemente como “víctimas” pasivas frente a los actos violentos de los grupos
armados. (Cancimance. 2015. Pág. 42).

Es decir, el accionar de estas personas es consciente y contiene toda una estrategia de


supervivencia, utilizando el silencio como su arma principal haciendo resistencia con apariencia de
no resistencia, que en palabras de Andrés Cancimance:

“En la narrativa de estos pobladores encontré que la constante para habitar zonas donde prevalece la
muerte violenta era haberse arriesgado a vivir. Y esto ha sido posible a partir de la puesta en marcha
de prácticas concretas soportadas en un concepto central: se trata de la noción de convivencia, que
para las personas con las que hablé significa vivir estratégicamente con unos otros plenamente
identificados, ubicados y caracterizados. Esta noción se sostiene sobre lo que llamo actitud de
silencio, es decir, una forma susurrada de enfrentar las condiciones de violencia. (2015. Pág. 43).

Este documento aporta una mirada poco común frente a los estudios sobre las poblaciones victimas
del conflicto armado, ya que las historias que aquí se cuentan hablan de prácticas cotidianas de
resistencia que entiende a las poblaciones como actores en medio del conflicto y no como sujetos en
sufrimiento que muchas veces se perciben como pasivos, y no se reconoce el poder que ellos puede
ejercer y las estrategias que surgen a partir de la decisión de permanecer a pesar del miedo a la
muerte violenta. Para mi propósito investigativo fue muy enriquecedor ya que me permite reafirmar
la importancia de contar otras historias, ya que propósito es contar que ha hecho que las personas
permanezcan en el Catatumbo a pesar del recrudecimiento de la violencia esta vez por la incursión
paramilitar de 2001, desde una hipótesis inicial y es que la familia fue la organización que
mínimamente permaneció completa o parcialmente en la zona, y fue allí donde se posibilito el
retorno de los procesos organizativos campesinos más amplios, pues quienes eran escuchados para
iniciar nuevamente con estructuras de juntas de acción comunal fueron los lideres o lideresas que a
pesar del riesgo decidieron quedarse.
GLOSARÍO

 Resistencias cotidianas: “aquellas formas de insubordinación disfrazadas, discretas,


ocultas que “se pueden adecuadamente llamarla infra política de los desvalidos” (Scott.
2000).
 Colonos-campesinos: como aquel grupo de personas provenientes de distintas zonas de
Colombia —principalmente de los departamentos Nariño, Cauca, Huila y el Eje Cafetero—
que se establecieron en Putumayo después de llevar a cabo un proceso de
adquisición/ocupación de tierras (colonización) y, con el cual se instauró una vida familiar
y social. Son colonos porque su “lugar de origen” no es Putumayo, y son campesinos
porque llevan a cabo actividades productivas relacionadas con el campo. Además, hago uso
de esta de nominación porque las personas con las que hablé se asumen de esta forma.
 Lo cotidiano: ver los sentidos y significados del accionar humano que, para el caso que
estudio, tiene que ver con la decisión que toma un grupo de colonos-campesinos de que
darse en un espacio en medio del conflicto armado. (Retomado concepto de Norbert Elías).
Entiendo lo cotidiano como el “lugar fundamental de intersección entre el individuo y la
sociedad” (Lindón 2000, 10, citando a Wolf). Lo cotidiano entonces cumple con el
compromiso de asegurar la permanencia de lo social.

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