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CUENTO SOBRE LA PERIPECIAS DE MANSUETO LEON

HUAMANI
Área 4: Proyecto Innovador de Producción de Textos: Cuento y/o Poesía
Extensión: de veinte (20) a cincuenta (50) paginas, incluyendo una muestra de cuentos y/o poesías de los
estudiantes, referencias bibliográficas y anexos

(Concurso Horacio Zevallos)


Era afines de la década de los setenta, para ser más precisos el año de 1979, frisaba
los treinta años, recordaba los acontecimientos suscitados en mi vida, aun
estudiante en la UNSCH, de la facultad de ingeniería química, pedí licencia más por
motivos personales que vocacionales, pues de algún modo me atraía la didáctica de
las matemáticas, y ese mismo año, en agosto por recomendación de mi cuñado
Jerónimo me fui a trabajar a Pampa Cangallo en la escuela primaria “los
morochucos”. Ese mismo año un mes antes el 15 de julio, en Huamanga se produjo
una marcha de manifestación por las pésimas condiciones educativas en la región,
esta iba sucediendo desde el mes de mayo hasta el noviembre la marcha se
realizaba con total normalidad, hasta que de súbito se produjeron algunas grescas
entre profesores y policías. Mi hermana Cándida quien era una luchadora y
activista del Sindicato de profesores, en la intempestivo altercado, ella tropezó,
estaba encinta cayó, se lastimó, y tuvo que ser socorrida por sus compañeros, que
la derivaron finalmente la hospital regional, donde falleció por la hemorragias
internas, que devino finalmente a merced de la providencia en una cesare donde
salvaron a su hija sietemesina, pues había sobrevivido prematuramente.
En aquel entonces todavía no habían brotes de luchas armadas, o si se quiere la
eclosión del terrorismo, ya en el 80, me fui a trabajar a Anco, en la provincia de la
Mar, por esos lares no habían aun, pero los rumores que llegaban nos decían que
en Chuschi se produjo el primer atentado contra los militares que debido en una
sangrienta emboscada, con varias víctimas.
Volví otra vez el 81 a la universidad, yo en vivía en la casa de mi hermano Cirilo, por
león Pampa, y era la primera vez que en Huamanga oí las dinamitazos, y las
balaceras por las calles, nos avisaron que se produciría el toque de queda a partir
de la seis de la tarde, ya nadie podía y debía salir, los policías realizan sus trabajo,
detenían a los sospechosos, los amordazaban y los maniataban y se les llevaban a
la carceleta, ubicado en la plazuela Bellido.
El año 82 renuncie definitivamente a la carrera de Ingeniería química y me dedique
integralmente a la pedagogía, y me fui a trabajar a Paras, exactamente a la
comunidad de Ccarhuaccocco, de esa zona era un reconocido escritor y
militante senderista, Hildebrando Pérez Huarancca. Sus camaradas
venían, a la plaza reunia a la población y trataba de adoctrinarlos con
demagogias, a veces aparecían mientras enseñaba en el aula y reunia a
los profesores y les explicaba la causa de sus luchas, nosotros solo
asentíamos. Tenían rifles, y vestían con buzolas, sin pasamontañas, y
zapatillas en su mayoría. Se quedaban a lo mucho dos horas y luego se
perdían a lo lejos por las quebradas, al parecer iban de pueblo en pueblo
intentado adoctrinar a los comuneros, profesores y uno que otros
estudiantes. Era ya una costumbre, sucedía casi todo el año, pero no se
produjo ningún altercado con ellos, porque había siempre un miedo
latente, a ser ejecutado.

Ese mismo año en colca, mi ciudad natal, mi primo hermano Filiberto


Quispe Huamani, era militante de las filas del PCP, el frisaba los 32 años,
mientras dormía con varias camaradas en una casa de campo fue
apresado y finalmente ejecutado por las fuerzas del orden el 31 de enero
de 1983, pero antes lo castigaron, lo torturaron brutalmente le hicieron
recorrer por las calles semidesnudo para finalmente al lado de otros
cinco camaradas suyos entre hombres y mujeres, les volaron los sesos,
uno por fortuna escapo, pues el teniente militar le desató las manos y
dijeron que huya el corrió lo más que pudo, entre los matorrales y los
maizales de Huaranccani y se escabulló, los militares fueron a revisar su
cadáver y no lo hallaron, se había escapado para ir hacia Vilcas Huamán,
pasando por el río Pampas y luego a la capital, su nombre era Desiderio
Babilón, se salvó milagrosamente, ese suceso incluso tuvo impacto a
nivel regional, pues se publicó en los diarios locales y nacionales

Dos estudiantes también fueron asesinados, pues ellos ya pertenecían al


partido, los había adoctrinado mi primo que era docente del colegio
secundario José Carlos Mariátegui, ellos tenían 16 y 17 años. Mi primo
Filiberto había matados a varios militares y se jactaba de ser el mejor, él
había tomado la batuta del partido en colca, él no quería que nadie,
ningún campesino salga del distrito, pero hizo una excepción con mi
hermano Cirilo quien temía perder a sus hijos, finalmente él se fue hacia
Huamanga donde le esperaba su mujer y sus hijos

Yo ese mismo año a finales volví a huamanga para enseñar, empecé a


trabajar en la academia primero en el Amauta y luego en Albert Einstein,
donde conocí el diciembre del 81 la que vendría a ser mi amada y futura
esposa, Leocadia Gómez zapata.

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