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ORACIÓN FINAL
(Todos a una voz)
San Marcelino,
Dios te concedió la gracia de seguir caminos de sencillez evangélica, y de
guiar la juventud “a Jesús por medio de María”. Concédenos como jóvenes
abrirnos a los verdaderos valores, humanos y sobrenaturales. Congréganos a
todos junto a María, la Madre bondadosa, para que con ella encontremos a
Jesús, como nos lo enseñaste con tu vida: “Sin María nada somos, porque
María tiene siempre a su adorable hijo entre sus brazos o en su corazón”.
Amén. RESPUESTA AL ESTILO MARISTA
miradas de los jóvenes: ¿quién serviría para realizar el proyecto soñado? ¿Habría
CARTA DE MARCELINO CHAMPAGNAT algún joven dispuesto a luchar por una sociedad más justa, una sociedad en la que
no haya marginados ni jóvenes sin Dios?
QUERIDO AMIGO, QUERIDA AMIGA: Y, de inmediato, me puse a buscar esos jóvenes. Les enseñaría a leer y escribir,
aunque fuesen analfabetas. Y, sobre todo, les enseñaría a leer lo que necesitan los
Disculpa que comience así la carta, pero es mi costumbre cuando escribo a los demás, les enseñaría a realizar una lectura de necesidades.
amigos. Me vas a disculpar también que robe unos minutos de tu tiempo para
comunicarme contigo. Los jóvenes y los niños son especiales para mí. Todavía hoy me agrada mirar el mapa y observar los lugares de trabajo de mis
Primeramente voy a presentarme para no entrar como un desconocido que se hermanos y de toda la Familia Marista. Y… ¡no sabes cuánto me parte el alma ver
colea en una fiesta. Prefiero entrar por la puerta grande de tu amistad. tantos miles de niños y jóvenes que en Venezuela están abandonados, marginados
Mira, soy un hombre sencillo, torpe para los estudios, práctico, de campo, del de todo, sin cariño, sin padres, sin Dios y sin nada, vende periódicos, limpiabotas,
interior. Nací en un pequeño pueblo francés llamado Rosey. Justo en 1789. Nací huelepegas, y, ¿sabes?, perdóname pero pensé en ti, pensé que te gustaría
con la Revolución Francesa. Éramos diez hermanos. Yo, el noveno. Entonces no ayudarme. Por eso me atreví a escribirte. De momento, me ilusiona recibir tu
existían los métodos de control de natalidad. ¡Menos mal!... pues, si no, es posible respuesta. Un abrazo muy fuerte para ti.
que yo no te pudiera escribir estas líneas.
Pero la experiencia que más adentro me llegó fue en otra ocasión, al visitar a
Juan Bautista Montagne, un joven moribundo de unos 15 años (más o menos como
tú). No sabía nada de nada, nadie le habló jamás de Dios. Nadie le enseñó a leer…
Para mí esto tomó el carácter de acontecimiento. El encuentro de este joven
marginado me decidió a poner en práctica, de inmediato, la idea que ya tenía siendo
seminarista.
Cuando bajaba a La Valla, las piernas me temblaban por la emoción de lo
vivido. Aquella mirada me cuestionaba… Y en el horizonte empecé a buscar en las