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Este 2021 nos trajo otra vez una cuarentena y tenemos en cierta forma la experiencia de lo que nos pasó en la cuarentena
anterior.
En la salud muchos estuvimos afectados, ya sea nosotros o algún familiar. En la economía nos hemos visto en la situación de
tener que restringirnos el comprar algunas cosas, inclusive algunos no llegaron a tener lo suficiente para poder comprar lo
más básico en los alimentos, también sé que muchos empezaron a buscar como reactivar sus negocios o como continuar con
sus trabajos.
Y ahora con esta nueva cuarentena, sé que muchas personas estuvieron hablando no solo de un toque de queda, sino de un
toque de quiebra, en la cual:
Muchos emprendedores o empresas que sacaron préstamos para poder seguir con sus negocios o proyectos de
repente ven que no podrán cumplir con los compromisos de pagos;
Personas que en vista de esta nueva cuarentena perderían sus empleos,
Personas que no podrán salir a vender sus productos.
Y a raíz de eso puede que se nos vengan pensamientos de amargura, de preocupación, de confusión, de desesperanza o
desamino; y llegamos a sentirnos que no tenemos una respuesta o solución, y llegamos a preguntarnos ¿y ahora que voy a
hacer?
Vemos a través del Antiguo Testamento que el pueblo de Israel siempre pasó por dificultades, una de ellas está descrita en 1
Samuel 30, cuando David estaba dirigiendo el ejército:
Cuando David y los suyos llegaron a Siclag al tercer día, encontraron que los Amalecitas habían invadido el sur y a Siclag.
Habían desolado a Siclag y le habían prendido fuego.
Y habían llevado cautivas a las mujeres y a todos los que estaban allí, desde el menor hasta el mayor. A nadie habían
muerto, sino los llevaron y siguieron su camino.
1 Samuel 30:1-2
Los amalecitas se habían llevado a todas sus mujeres, a todos sus hijos e hijas (para esclavizarlos seguramente) y a la
ciudad la incendiaron.
“Y David se angustió mucho, porque el pueblo hablaba de apedrearlo. Todo el pueblo estaba amargado, cada uno por sus
hijos e hijas. Pero David se fortaleció en el Señor su Dios”
1 Samuel 30:6
La actitud de David ante esta situación de pérdida nos ayudará a poder aplicarla en nuestra vida ante situaciones difíciles:
7
Y dijo David al sacerdote Abiatar hijo de Ahimelec: “Te ruego que me acerques el efod”. Y Abiatar acercó el efod a
David. 8 Y David consultó al Señor: ¿Seguiré a esa tropa? ¿La podré alcanzar? Y él le dijo: Síguela, que de cierto la
alcanzarás, y sin falta librarás la presa.
1 Samuel 30 7-8
Para trascender en momentos difíciles, debemos saber quiénes somos acudiendo al Padre.
Ante esto podemos ver que Dios quiere fortalecerte y mostrarte lo que debes de hacer.
o No te amargues, atemorices, no te desanimes ni te deprimas o te des por vencido y Dios hará el milagro.
Palabras finales.