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El 4% para la educación

En aquellos días la sociedad civil y el sector pú blico en la Repú blica Dominicana se


encontraban enfrentados por una decisió n política que tiene efectos importantes en el
desarrollo econó mico y social del país. El gobierno dominicano aportaba a la
educació n pú blica el equivalente a aproximadamente un 2.4% del producto interno
bruto (PIB). Muchos entendían que este porcentaje debía de aumentarse a un 4%; tal
como lo estipula la Ley General de Educació n 66-97. La educació n es un factor clave
para el desarrollo econó mico de un país, mejora la eficiencia y por ende la
productividad en el largo plazo.

Sectores sociales diversos de la sociedad dominicana unificaron esfuerzos para exigir


el aumento significativo de la inversió n en la educació n pú blica en sus niveles inicial,
primaria, secundaria, formació n técnico profesional para el trabajo, así como de los
diferentes niveles de los subsistemas de educació n de personas jó venes y adultas y de
educació n especial, tal como está estipulado por la ley de educació n 66-97.

Con relació n a la interrogante si el 4% es una ley o un decreto la respuesta es la


siguiente:

El 4% se estableció como ley en el 2013 añ o en que inicia la ley 66-97.

La Coalició n Educació n Digna (CED) se creó con el fin de hacer presió n sobre las
medidas gubernamentales que se tomaban con respecto a la educació n. Dicha presió n
iba dirigida a conseguir que en la Repú blica Dominicana se elevara la inversió n
pú blica en la educació n que no alcanzaba el 2,3%, incumpliendo el 4% del PIB mínimo
estipulado en la ley de educació n. Con ello surgió el movimiento del 4%, cuyo fin era
conseguir que el gobierno dominicano aumentara la inversió n pú blica de la educació n
a un mínimo del 4%. El Centro Bonó , centro social de la Compañ ía de Jesú s en
Repú blica Dominicana, entre otras obras jesuitas, formaba parte de la coalició n.

La CED publicó un documento de posicionamiento político, en el cual se describen


como movimiento social que busca la defensa de la gestió n pú blica para dar un giro al
diseñ o de las políticas pú blicas, en especial la educació n, de manera que actú en de
beneficio colectivo y no de intereses individuales; y hacer de la educació n un espacio
para formar personas libres, críticas y creativas, capaces de participar y crear una
sociedad participativa, justa, solidaria y democrá tica. Con ello, la CED se abre a una
nueva forma de organizació n política y amplía su campo de acció n a la reivindicació n
de la mejora de las políticas pú blicas.
El éxito de la campañ a del 4% tiene dos pilares fundamentales. En primer lugar, se
trata de un proceso de maduració n de la sociedad civil organizada, en la que son
capaces de trabajar conjuntamente y juntar distintos colectivos a las mismas
reivindicaciones. En segundo lugar, dicha campañ a genera una conciencia y una
estrategia de seguimiento nacional a través de campañ as de formació n y
sensibilizació n.

Así mismo, en las consultas realizadas, la educació n salió como el centro de la agenda
política y social del país, convirtiéndola en una prioridad que cuenta con el consenso
de la ciudadanía. Por ello, la CED se centró en reivindicar una mayor inversió n en la
educació n y consiguieron que otros colectivos se sumaran a la causa.

Bajo esta campañ a, la CED convocó a la població n para que saliera a la calle llevando
algo amarillo como símbolo. Con ello, se generaron manifestaciones frente a los
principales edificios del Estado con paraguas amarillos para llamar la atenció n de los
caminantes y los políticos, convirtiendo estos paraguas en el símbolo de la
reivindicació n. Se difundieron en las redes sociales imá genes y videos de estas
manifestaciones provocando la indignació n generalizada de la sociedad, haciendo que
la reivindicació n del 4% fuera uno de los temas má s candentes para la opinió n pú blica
del país.

Este reclamo masivo de la població n pudo ser efectivo gracias a un mensaje directo y
fá cil de comprender por la sociedad dominicana. Con ello, se logró que el tema se
colocara en el debate nacional durante casi 2 meses de manera ininterrumpida y a
esta “Revolució n de los paraguas amarillos” se sumaron personalidades del país como
periodistas, actores y cantantes; al igual que juristas y ONG nacionales e
internacionales entre otros.
Esto hizo que la campañ a alcanzara dimensiones nacionales y el 91% de la població n
dominicana se unió n con un mismo propó sito, lograr el 4% mínimo. La sociedad civil
se organizó con una estructura de trabajo determinada, mediante la cual se
canalizaron los esfuerzos de la gente para lograr un trabajo efectivo y en todas las
á reas del país. Junto con esto, la CED prosiguió con sus actos de reivindicació n en
2012 hasta que se consiguió que el nuevo presidente aprobara una partida del 4% del
PIB para la educació n preuniversitaria ese mismo añ o.

Para lograr obtener el 4% para la educació n se involucró la població n llevando a cabo


protestas.

La campañ a por el 4% del PIB para la educació n que tuvo su origen en una reunió n
con líderes de diferentes organizaciones, tenida el 20 de octubre del 2010, en el marco
de la mesa de políticas sociales y econó micas del Foro Ciudadano, se extendió
rá pidamente a todo el país; fue apoyada por sectores sociales muy diversos. Un paso
de avance significativo fue lograr que los candidatos a la presidencia firmaran en
septiembre del 2011 el Pacto Social y Político por la educació n. Entre estos candidatos
que firmaron el documento estuvo Danilo Medina, quien luego se convirtió en
presidente de la Repú blica.

La pasada gestió n gubernamental (2012-2016) asumió el mandato constitucional de


presupuestar y ejecutar el 4%. A partir del añ o 2013 se aumentó significativamente la
inversió n en educació n, hasta llegar en los añ os 2013 a un 3.9% y en el 2014 a un
3.8% de la ejecució n.

Entre los avances má s significativos en la ejecució n del gasto pú blico en educació n,


entre los añ os 2013-2016, presentados en el informe de EDUCA podemos destacar los
siguientes:

1.- Entre el 2012 y el 2014 se aumentó el presupuesto para la educació n de 2.5 a 4%


del PIB y lo ejecutado del 2.2 al 3.9%. Para 2016, dicho presupuesto contó con unos
129,000 millones de pesos, equivalentes a má s de 2,800 millones de dó lares.

2.- Aumento significativo en los recursos destinados al pago del personal docente y
administrativo. En efecto, el nú mero de maestros aumentó en 18,103 entre diciembre
2011 (65,933) y agosto 2015 (84,041) para un incremento de 27%. Segú n los datos
publicados por el MINERD, en 2013 y 2014, el gasto en personal representó
RD$38,391 millones, RD $47,934 millones respectivamente, mientras que se esperaba
que alcanzara los RD $54,141 en 2015.

3.- Aumento significativo en la inversió n en formació n de educadores/as: Se pasó de


una ejecució n de $RD1500 millones en 2012 a 3,000 millones en 2015.
4.- El salario de las y los docentes (2 tandas o jornada extendida, 8 horas) aumentó a
aproximadamente a $800 dó lares mensuales.

5.- Han aumentado significativamente los recursos econó micos descentralizados que
se asignan a los centros educativos, para gastos administrativos y logísticos. En el
2013, por ejemplo, el gasto descentralizado creció en un 265% en relació n con el añ o
anterior, pasando de RD$1,259 millones a RD$4,600 millones, equivalente a RD$
2,334.62 por estudiante del sector pú blico.

Entre los principales desaciertos de la administració n 2012-2016 en la ejecució n


presupuestaria podemos señ alar:

1.- Inversió n desproporcionada en la construcció n de aulas y edificios, mientras se


han descuidado otros renglones como los materiales educativos y la supervisió n del
personal docente. En algunos lugares se ha reportado que ha habido un costo excesivo
de hasta $3.5 millones por aula.

2.- Falta de transparencia y rendició n de cuentas a las comunidades y al país del


manejo de los recursos que se aplican a la construcció n de aulas y a la alimentació n
escolar, entre otros renglones. En este sentido el informe de EDUCA señ ala
explícitamente: “Uno de los esfuerzos que se debe destacar en pro de la promoció n de
transparencia del gasto en infraestructura es la realizació n de los sorteos de aulas y
estancias infantiles.

3.- Aumento excesivo del personal administrativo. Entre 2011 y 2015, el gasto directo
en personal aumentó en un 155% (RD$39,004.75 millones), como resultado del
incremento de la plantilla docente en un 40%, de la plantilla administrativa en un
80% y de los salarios del personal en un 40%. En diciembre de 2015, el sistema
educativo dominicano requería de 145,229 empleados, no obstante, el personal
contratado a la fecha ascendía a 172,385, para una diferencia de 27,152 empleados, es
decir un 18.7% por encima de lo requerido.

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