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Deontología del Abogado.

(Rosalina Aquino Mosqueira, Claudia L. Rojas Rodríguez, Jhoselin J. Santos Reyna,


Kety M. Vásquez Mollan, David L. Varela Aguirre, Fredy Zegarra Silva)

Facultad de Derecho y Ciencias políticas, Universidad San Pedro

Ética Profesional

Mg. María Jone Valderrama Domínguez

Cajamarca, 28 de abril de 2021


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Índice
Índice................................................................................................................................2
Resumen...........................................................................................................................3
Introducción.....................................................................................................................4
DEONTOLOGÍA DEL ABOGADO..............................................................................5
1. ¿Qué es Deontología?..................................................................................................5
2. ¿Qué es la Ética Profesional?.....................................................................................5
3. ¿Qué es Deontología Jurídica?...................................................................................5
4.1 El Abogado y su Función Social............................................................................7
4.2 Su ética profesional................................................................................................9
4.3 Principios fundamentales de la ética del abogado..............................................14
4.4 El abogado y su vocación.....................................................................................15
Conclusiones...................................................................................................................17
Referencias.....................................................................................................................18
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Resumen.

El presente trabajo se compartirá en la plataforma virtual, busca precisar lo concerniente

a la Deontología del Abogado; el Abogado y su Función Social; su Ética Profesional;

Principios Fundamentales de la Ética del Abogado; y el Abogado y su Vocación, al

mismo tiempo cumplir con el requerimiento del docente del curso parte de las

actividades de evaluación. Está compuesto por un informe de dicho tema. Se ha usado

como método el dogmático jurídico y para el acopio se ha consultado 7 fuentes de

información digital, exploración que ha sido almacenada en los registros bibliográficos.

El presente informe contribuye a la difusión de la Deontología del Abogado; el

Abogado y su Función Social; su Ética Profesional; Principios Fundamentales de la

Ética del Abogado; y el Abogado y su Vocación, desde espacios confiables e incentiva

la investigación en el ámbito de la formación de los futuros abogados.


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Introducción.

La deontología jurídica trata sobre la moral del abogado y la forma de actuar con su

cliente, el profesional del derecho tiene que defender los intereses de su patrocinado

siempre actuando con la verdad y siempre teniendo en cuenta su ética profesional.

El abogado que es honesto tiene como deber ético el guardar reserva de los asuntos

vinculados con la vida privada de sus clientes. Ello, porque se debe proteger el bien

jurídico correspondiente a la intimidad de la vida privada de las personas, protegidas por

la normatividad jurídica.

La ética constituye el ámbito que inspira y cobija los más nobles sentimientos del ser

humano. Sin ética el hombre estaría sin "hogar", a la intemperie, desamparado en un

mundo en el que sólo imperaría la ley de la selva y la de los más bajos instintos.

Es un importante deber de las Facultades de Derecho y de los Colegios de Abogados

preocuparse seriamente y con sentido de responsabilidad de recordarle a los que ejercen

o han de ejercer la abogacía cuáles son sus deberes.

DEONTOLOGÍA DEL ABOGADO

1. ¿Qué es Deontología?
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Es la ciencia que trata sobre el conjunto de deberes y principios éticos que conciernen a

cada profesión, oficio o ámbito laboral. La palabra, como tal, es un neologismo acuñado

por el filósofo inglés Jeremy Bentham a partir de la palabra griega δέον, δέοντος (déon,

deóntos), que significa ‘el deber’, y el sufijo - logía, se indica ‘tratado’ o ‘ciencia’.

Proviene del griego y significa "lo obligatorio, lo justo, lo adecuado". Es la rama de la

filosofía jurídica que tiene como finalidad específica la determinación de cómo debe ser

el derecho y cómo debe ser aplicado.

La deontología fija las normas que rigen la conducta y el desempeño en la esfera

profesional, según las cuales se exige al profesional determinadas responsabilidades en

relación con los actos ligados a su campo laboral. Como tal, es una ciencia aplicada al

ámbito moral, que se enfoca en todas aquellas conductas y actuaciones que no están no

contempladas ni en el derecho ni sometidas al control de la legislación pública.

Los colegios profesionales son, en este sentido, las entidades encargadas de fijar,

mantener, promover y defender los códigos deontológicos, así como de vigilar su

correcto cumplimiento y exigir determinados niveles de competencia y calidad a sus

adscritos en el desempeño de sus funciones.

2. ¿Qué es la Ética Profesional?

Es el conjunto de normas, valores y principios que las personas aplican en el día a día en

el ejercicio de su actividad profesional, que rigen el actuar de los trabajadores en una

organización. Se basa, principalmente, en los valores universales que poseen los seres

humanos (como responsabilidad, honestidad, respeto, discreción, entre otros) aplicados

directamente en el entorno laboral.


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Hay que destacar que la ética profesional se ve ampliamente reflejada en la manera de

actuar de los trabajadores, por lo que, si alguno de ellos tiene una profunda falta de

valores, es muy posible que realice acciones que perjudiquen a la empresa y a sus

compañeros de trabajo.

Es por ello que el principal objetivo de la ética profesional es dejar de lado los

beneficios individuales, y trabajar en conjunto por el bien común. Si a la empresa le va

bien los trabajadores tendrán estabilidad laboral, pero si se realizan acciones que

perjudiquen directamente a la organización, las consecuencias pueden afectar a muchas

personas.

Es importante destacar que al quebrantar de manera deliberada los valores en los que se

basa la ética profesional puede ser causa de sanciones, incluso por la vía legal. Cada

profesión tiene valores y compromisos específicos con los que cada colaborador debe

conducirse, es por ello que las sanciones a quienes no se apeguen a estos principios

pueden ir desde la destitución del cargo, la pérdida de cédula profesional o incluso

cumplir una condena en prisión.

En algunos casos específicos, los colaboradores pueden tener un conflicto entre sus

valores éticos personales y los profesionales, lo que puede derivar en que consideren

que no están actuando correctamente y decidan romper relación con la empresa o no

apegarse a los principios de la empresa y anteponer sus principios personales a los

profesionales.

Por todas estas razones, las empresas tienen la opción de recurrir a los test de honestidad

y ética, con los que se podrán conocer los valores, principios y comportamiento ético de

los colaboradores actuales y futuros. Con este tipo de medidas, las organizaciones

pueden prever escenarios de conflictos éticos, tomar medidas preventivas y correctivas.


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Los departamentos de Recursos Humanos pueden recurrir a empresas como TPS, la cual

se especializa en evaluar la honestidad, ética e integridad de los profesionistas, con el

fin de dar más tranquilidad a las empresas donde laboran.

3. ¿Qué es Deontología Jurídica?

Es aquella que comprende el conjunto de deberes y obligaciones de tipo ético y legal

que debe regir el proceder, la conducta y el desempeño de los profesionales del área de

derecho. Como tal, la deontología jurídica afecta a todos aquellos profesionales

relacionados con el ámbito jurídico, como los abogados, los magistrados y los jueces,

entre otros.

La deontología jurídica (deberes morales del abogado), considera como la principal

obligación moral del jurista, en cualquiera de sus facetas, tener el conocimiento y la

capacidad para ejercerla, para ello es indispensable tener “un buen conocimiento de la

ley, de la jurisprudencia y de la práctica de los tribunales” a lo cual añadiríamos, el

deber de actualizarse constantemente en los aspectos doctrinales.

Se dice que la deontología es la ética aplicada al campo profesional (abogacía), la que se

concreta en normas y códigos de conducta exigibles a los profesionales. Esta normativa

es aprobada por el colectivo de los profesionales, donde se enumera una serie de

deberes y obligaciones mínimos para todos estos profesionales, regulando

consecuencias de carácter sancionador, disciplinario.

La deontología es la disciplina que se ocupa de los deberes de los profesionales. En el

caso de los abogados se trata de una multiplicidad de deberes como son aquellos

consigo mismo, con la sociedad, con la profesión, con los clientes, con los colegas, con

los jueces, con la entidad gremial. Es aquella parte de la ética profesional que se ocupa

de los deberes morales de los abogados, de los deberes de estos servidores del derecho.
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- Objetivo General de la Deontología Jurídica. - Analizar y valorar la moral del

abogado y su actuación en el ejercicio profesional en relación con los principios

deontológicos y su relación con los clientes, colegas y demás personajes del proceso

jurídico.

- Sentido y Necesidad de la Deontología Jurídica. - Es un importante deber de las

Facultades de Derecho y de los colegios de abogados preocuparse seriamente y con

sentido de responsabilidad de recordarle a los que ejercen o han de ejercer la abogacía

cuáles son sus deberes. No es posible que en ninguna de tales instancias se deje de

impartir instrucción deontológica. No hacerlo es contribuir a la degradación del

menester profesional del abogado, al deterioro social de su imagen, a la pérdida de la fe

en la justicia. Es, en fin, colaborar a la divulgación ética de la sociedad y sus principios.

El abogado que es honesto y probo es consecuente con sus principios y con el juramento

que pronunció al incorporarse a su respectivo colegio profesional.

3.1 El Abogado y su Función Social.

La abogacía como profesión liberal, cumple una función social al servicio del

Derecho y la Justicia, siendo su objetivo esencial la convivencia social de los

hombres como fuente fecunda de paz, libertad, progreso y bienestar general y cuya

acción no se limita al solo éxito de la causa que patrocina o de la función que cumple

en el órgano jurisdiccional o en una entidad pública o privada, sino que busca

conseguir que la convivencia social sea fuente fecunda de paz, libertad, progreso y

bienestar general, lo que implica cumplir deberes con la comunidad, con los colegas

y consigo mismo, que si bien interesan a la propia dignidad, pero influyen de manera

indirecta en el prestigio de esta noble profesión.


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El abogado no se representa en una identidad performativa, sino en la diversidad del

ejercicio profesional, así encontramos la figura del juez que, con la prudencia y la

cordura, interpreta y aplica el derecho con el deber de imparcialidad; aparece

también el abogado que se desarrolla en la esfera de la administración pública; el

abogado de bufete; el docente; el científico del derecho; el procurador de justicia y

otros perfiles que representan la amplitud de la labor del abogado. El abogado es un

profesional independiente que le asiste como asesor y representante en la defensa de

sus derechos e intereses frente a los organismos

El abogado debe aspirar a la realización virtuosa de su función social; sin embargo,

ante la existencia de quienes pretenden ejercerlo desde la ignorancia o falta de

estudio y se instauran como falsos profetas, se debe luchar, pues como expresó

Ihering, el Derecho sólo se alcanza luchando y es en la acción ante la anarquía o el

desprecio de la dignidad humana en que la abogacía se erige en la militancia por la

lucha de derechos y libertades de todas las personas.

El primer problema con el que uno ha de enfrentarse cuando tiene que impartir un

curso de ética para abogados es que tanto los abogados en ejercicio como los

candidatos a serlo no suelen pensar que necesiten para nada la moral. Mejor dicho,

aceptan, obviamente, que hay un código deontológico que regula algunos aspectos de

la profesión y que, en consecuencia, deben conocer, pero no les parece que esas

normas difieran en algo que pueda considerarse relevante del resto de las normas del

ordenamiento jurídico.

Según Manuel Atienza: “La función del Abogado ha sido, desde tiempos romanos,

de meticuloso dominio de actividades de interpretación en problemas de alta

complejidad jurídica como jurisconsulto, pasando después en la Edad Media a aquel

que razonaba en las controversias de otras personas, requiriendo un manejo elocuente


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y apropiado de la expresión verbal, así́ como un profundo conocimiento del Derecho,

como vocero.”

En la actualidad, las relaciones sociales modernas, implican un entramado de

posibilidades y problemáticas que tienen dimensiones diversas en las interacciones

cotidianas en las que el Derecho, tiene una especial injerencia, y se ha transformado

la función del abogado hacia un defensor que se enfoca y resuelve conflictos

concretos que plantea la realidad social.

La institución de la abogacía ha representado en el devenir histórico una situación

particular de quien la práctica, enalteciendo su sabiduría y experiencia y

reconociéndola en la vida social; pero esta condición no ha sido fortuita, sino

producto de una identidad de valores académicos y prácticos.

Como dice Recasens Siches: “El abogado se enfrenta ante una realidad histórica

concreta que plantea problemas reales que exigen una regulación efectiva en la vida

social, una solución práctica determinada por el orden jurídico y en ese sentido el

abogado debe vincular la interpretación del orden jurídico con las valoraciones

inherentes a este sobre las que se ha establecido.

Ahora bien, en el ejercicio del Derecho es importante la moral, y en este aspecto

Manuel Atienza expone dos tesis para argumentarlo:

La primera de ellas es la de la necesidad de la ética, utilizándola como sinónimo de

“moral”, para conceptualizar al buen juez, buen fiscal o buen abogado y manifiesta

que al hablar de un buen profesional supone apelar no simplemente a la no

inconformidad de su comportamiento con normas jurídicas, que no es suficiente con

abstenerse de infringir una norma, sino a lo que solemos llamar normas ideales, las

cuales sólo pueden situarse en el universo de la moral: la idea de un deber jurídico


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consistente en ser un juez, un fiscal o un abogado excelente parece efectivamente

contradictoria, pues la excelencia es una cualidad como una virtud, que va más allá́

de lo que el Derecho en sentido estricto puede exigir del comportamiento de alguien.

La segunda tesis es la de la posibilidad de la ética, en el que las razones a las que

apelamos cuando emitimos juicios éticos pretenden razonarse desde la objetividad y

no únicamente desde la subjetividad o el relativismo considerando que ese juicio

recibiría mejor reconocimiento o aceptación en un determinado grupo social.

En este sentido, el abogado más allá́ de sus aspiraciones profesionales y posturas

ideológicas, debe considerar que el Derecho es vida que se vive tanto por los que

crean las normas como por lo que las aplican y quienes las cumplen; es pues, un

fenómeno social que interactúa con la realidad concreta y la transforma, como un

agente activo que estimula el cambio social desde su componente normativo,

histórico y axiológico. Al formar parte de la realidad social, el Derecho se relaciona

con otros subsistemas como el político, económico y cultural por lo que no es posible

analizarlo únicamente desde un enfoque estrictamente jurídico – normativo.

Es en estos procesos de vida humana, en los que se va reconfigurando la realidad, sin

que se trate únicamente de una reproducción sino de transformación social que

aporta nuevos elementos para la aspiración del Derecho a la realización de

determinados valores como la justicia, el bienestar social, la seguridad, entre otros,

que produzcan efectos objetivos y efectivos en esa realidad que cuestiona, aporta,

realimenta y exige en el abogado, tener patente la importancia de la función social

que este posee.

3.2 Su ética profesional.


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Los abogados representan a sus clientes cuando estos atraviesan situaciones de gran

vulnerabilidad, por lo que es importante que velen adecuadamente por sus intereses

en el cumplimiento de la ley. La ética profesional del abogado, también conocida

como deontología del abogado, es el conjunto de obligaciones y deberes que rigen su

práctica profesional y garantizan la máxima protección del cliente.

En efecto, otra variante básica en la formación integral del abogado es la que se

contrae al aspecto ético de su actividad y proceder. Si bien es cierto que ella se

adquiere fundamentalmente en el hogar, en los tiempos que corren donde por lo

general ambos progenitores tienen que trabajar. El vacío que se presenta en ciertas

circunstancias en el campo de la formación ética del abogado encuentra, como se ha

apuntado, su remota raíz en el hogar, donde la educación de los hijos se produce

desde casi el momento del nacimiento. Los niños tienden a imitar las conductas,

actitudes, lenguaje y hábitos de sus progenitores, los mismos que están asignados por

un determinado sentido ético. Es, por ello, que el ejemplo de los padres y, más tarde,

el de los maestros y el de los gobernantes en su caso, tienen un fuerte impacto en la

formación ética de los futuros abogados.

Si bien en muchos casos esta carencia en la formación ética del futuro abogado no

puede suplirse a nivel de la ecuación superior, también es cierto que poco se hace por

incorporar en el currículo de las Facultades de Derecho cursos de Deontología

Jurídica donde se pueda brindar al estudiante, aunque tardíamente, una orientación en

cuanto al comportamiento que debe asumir, al menos, en el ejercicio de la profesión

de abogado. En el peor de los casos, si el profesor a cargo del mencionado curso es

de calidad, logrará, al menos, que los alumnos reflexionen sobre el tema y obtengan

de ello algún provecho.


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Pero, parte de la conveniencia de crear cursos de Deontología Jurídica en las

Facultades de Derecho a donde no existen, es necesario, además, que cada profesor,

en el dictado de su respectiva materia, aluda frecuentemente a los deberes éticos del

abogado, reforzar la formación ética de los estudiantes que han de egresar como

abogados. Ello se hace indispensable en aquellos países donde la corrupción,

proveniente en la mayoría de los casos de las más altas esferas de los poderes del

Estado. Ha minado las bases morales de la sociedad provocando unan peligrosa crisis

ética muy difícil de revertir y donde, por ello, se hace muy difícil no caer en fáciles

tentaciones o imitar el mal ejemplo de los personajes que se han instalado en las

cúpulas de las instituciones rectoras de un país.

No podemos soslayar el hecho que sectores de la juventud estudiosa y de los propios

abogados, que buscan sólo el bienestar y rehúye del cumplimiento del deber,

desprecian, naturalmente, toda formación ética, se desinteresan de los deberes a que

se refiere la deontología jurídica.

Lo expresado no significa, ciertamente que se postule un descuido o un abandono en

la preparación técnica del abogado que posibilite su mayor destreza profesional. Lo

que se persigues es una armoniosa capacitación que no deje lado una preparación

integral en la cual es aspecto ético no puede ni debe estar ausente.

No nos debemos de resignar, por consiguiente, con la formación de buenos técnicos,

de abogados prácticos, pero carentes de una capacidad para comprender y sentir los

valores que debe realizar en el ejercicio de su profesión

No es concebible, en síntesis, un abogado que no luche por la justicia, que no sea

honesto, probo, tanto en su vida pública como privada. Lamentablemente, para

algunos, la moral es unitaria. El ser humano como bien lo sabemos, aunque


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pretendamos olvidarlo, “no es dicotómico, moralmente virtuoso en su ejercicio

profesional, y cabalmente vicioso en su vida privada”.

3.3 Principios Fundamentales de la Ética del Abogado.

Según la Unión Internacional de Abogados, también conocida por sus siglas UIA, los

principios esenciales del abogado son:

1. Independencia del Abogado y del Colegio. - Con el fin de asegurar plenamente

su función de consejero y representante de su cliente, el abogado debe ser

independiente y preservar su independencia profesional e intelectual tanto frente a

los jueces, los poderes públicos, los intereses económicos como también frente a los

compañeros, al cliente mismo y a sus propios intereses.

La independencia del abogado está garantizada tanto por las jurisdicciones como

por las corporaciones profesionales, en función de las normativas nacionales o

internacionales.

El cliente tiene derecho de libre elección de abogado, y éste último es libre de

aceptar o no una causa, salvo las excepciones previstas por la ley para asegurar la

defensa de personas carentes de medios económicos o para asegurar la regularidad

de los procedimientos.

2. Secreto Profesional y Confidencialidad. - El secreto profesional se incluye

tradicionalmente como deber del abogado, éste consiste en no divulgar hechos

confidenciales conocidos en el ejercicio de la profesión. Esta obligación tiene un

fundamento moral y contractual (no traicionar la confianza debida al autor de una

confidencia y la obligación aceptada a este respecto por el abogado, siquiera

tácitamente, respecto de su cliente), tiene un fundamento deontológico (que deriva


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de la naturaleza de la profesión de abogado y que es su esencia misma) y tiene

también una base legal de naturaleza variable. En ciertos países, la protección del

secreto profesional es erigida al rango de norma constitucional; en otros, hace de

ésta un principio de orden público, su violación es objeto de sanción penal; en

otros, por último, es simplemente una obligación deontológica esencial del

abogado.

Dependiendo de las jurisdicciones, el cliente puede, o no, relevar a su abogado del

deber de secreto profesional.

Incluso en los países que hacen del secreto profesional un principio fundamental de

interés público, existen excepciones que, según los casos, obligan o autorizan al

abogado a comunicar una información protegida por el secreto profesional,

singularmente en casos de peligro inminente de muerte o lesiones graves a una

persona o un grupo de personas. En cualquier caso, se recomienda vivamente al

abogado que se encuentre en esa situación que solicite opinión, si esto es posible,

de la autoridad corporativa competente (bâtonnier, síndico, decano o presidente del

Colegio de Abogados, o comisión deontológica).

3 - Prohibición de Conflictos de Intereses. - Con el fin de respetar el secreto

profesional y los principios de independencia y de lealtad, el abogado debe evitar

los conflictos de interés. No puede actuar para dos o más clientes en un mismo

asunto si existe conflicto o riesgo del mismo entre ellos. Del mismo modo, debe

evitar actuar para un cliente si dispone de informaciones confidenciales obtenidas

de otro cliente, antiguo o actual. De la misma manera, no puede utilizar en un caso

informaciones recabadas en otro bajo el sello de la confianza.


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En cualquier caso, el abogado no debe intervenir para un cliente cuyos intereses

fueran contrarios a los del propio abogado o se confundieran con los mismos. Si se

produce un conflicto de intereses durante su intervención, el abogado debe poner

término a su actuación en el caso. La existencia de un conflicto de intereses se

valora respecto del abogado, pero también de todos aquellos con el que éste trabaje

en asociación, grupo o red.

Las modalidades de aplicación de este principio general se desarrollan en las leyes

o reglas profesionales nacionales o locales. En caso de divergencia entre las mismas

en el supuesto de un litigio o de un asunto transfronterizo, será la ley o la regla más

restrictiva la que debe aplicarse.

4. Competencia Profesional. - El abogado no puede ejercer adecuadamente su

profesión sin disponer de una formación profesional apropiada que debe adquirir,

mantener y desarrollar a todo lo largo de su carrera.

El abogado sólo puede aceptar intervenir en los ámbitos que conoce, o en

cualesquiera otras materias, jurídicas o no, en las cuales se valga de compañeros o

de expertos, después de advertir a su cliente.

5. Dignidad, Probidad, Lealtad y Diligencia. - El abogado debe ser digno de la

confianza en él depositada respetando estos principios. No debe de actuar nunca

dañando su reputación ni el prestigio de la profesión en su conjunto o la confianza

pública en la profesión.

El abogado no debe en ningún caso colaborar en la realización por su cliente o por

un tercero de un acto ilegal, penalmente sancionado o constitutivo de fraude fiscal.

6. Compañerismo. - En interés de una buena administración de justicia, el abogado

debe respetar las reglas de la profesión manteniendo con sus compañeros un clima
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de confianza, de lealtad, y de cooperación, pero consciente de que debe actuar

siempre en la mejor defensa de los intereses de su cliente.

Dependiendo de las jurisdicciones, la correspondencia entre abogados es oficial,

salvo excepciones, o confidencial, salvo excepciones. El abogado debe respetar las

reglas de su Colegio. Cuando mantenga correspondencia con un compañero de otra

jurisdicción, su correspondencia es en principio oficial. Si quiere asegurar el

carácter confidencial de la correspondencia, debe previamente contrastar la

posibilidad para su compañero de respetar el carácter confidencial de la

correspondencia y obtener su acuerdo expreso a este respecto.

7. Contribución a una Buena Administración de Justicia y el Respeto al Estado

de Derecho. - Al tiempo que demuestra respeto y lealtad hacia el juez, el abogado

defiende a su cliente con toda libertad cumpliendo las reglas de procedimiento y los

usos en vigor ante la jurisdicción competente y no debe dar jamás conscientemente

al juez - ni a nadie - una información falsa o de tal naturaleza que induzca a error.

8. Derecho a una Justa Remuneración. - El abogado tiene derecho a percibir

honorarios y al reembolso de los gastos producidos en el ámbito de su actividad

profesional. Estos honorarios y gastos son fijados de común acuerdo con el cliente,

de conformidad a la ley y a las reglas deontológicas a las que el abogado se

encuentra obligado.

Al inicio de la representación, el abogado debe informar al cliente si éste puede

beneficiarse de asistencia jurídica gratuita. De forma general, el abogado ofrece al

cliente consejos en cuanto a la gestión del expediente en función del coste del

asunto, y especialmente intentando buscar una eventual solución amistosa o


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sugiriendo la posibilidad de recurrir a modos alternativos de arreglo de

controversias.

4.4 El abogado y su vocación.

El ejercicio de la profesión de abogado tiene mucho que ver con la idea de servir, con

dejar de centrarnos en nosotros mismos y en nuestro propio interés, para servir a los

demás.

- ¿Qué es la vocación?

La palabra vocación, procede del latín: vocāre; llamar.

La Real Academia de la Lengua lo define como Inclinación a cualquier estado,

profesión o carrera.

Wikipedia lo define como “el deseo de emprender una carrera, profesión o cualquier

otra actividad cuando todavía no se han adquirido todas las actitudes o

conocimientos necesarios”. Me quedo con esta.

Encontrar la vocación en la vida, es uno de los pasos más importantes de la

existencia del ser humano, pues saber cuál es nuestro objetivo en la vida, llena de

plenitud y satisfacción cuando acometemos nuestro proyecto.

- La Vocación de Abogado.

La vocación del abogado es un tema muy importante el cual debemos abordar desde

una perspectiva objetiva para que así podamos entender desde el concepto de

“Vocación” y posteriormente el concepto de “Abogado”. Entendemos por abogado,

que es aquella persona licenciada en derecho, que practica profesionalmente la


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defensa de las partes en juicio y a toda clase de procesos judiciales, interpretando la

ley y aplicándola con un solo objetivo, el de hacer justicia.

Ahora bien, que entendemos por vocación, se dice que es el llamado o voz interior

que nos impulsa hacia una profesión, al ejercicio de una actividad determinada, o una

misión personal. El autor Víctor Manuel Pérez Valera nos comenta en su libro

Deontología Jurídica La Ética en el ser y que hacer del abogado, que “ la vocación

del abogado, se dice es muy semejante a la del médico, ya que el Doctor ve por la

salud del ser humano, cura algunas veces, alivia frecuentemente y consuela siempre,

algo semejante se dice del abogado; algunas veces lograra que triunfe completamente

la justicia, otras veces parcialmente, pero aunque no logre el éxito siempre mostrara

el aspecto humano de resignación ante las fallas de la justicia humana.”

Si bien es sabido, la vocación en el abogado es tan importante tanto en tiempos

antiguos como hoy en día, hay que querer hacer algo, y sobre todo hacerlo bien, en

eso está el buen hacer de un abogado, siempre buscando el bien de nuestros clientes,

todo apegado a derecho y de la mejor manera posible, logrando la justicia, ante todo.
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Conclusiones.

- La Deontología es la ciencia que trata sobre el conjunto de deberes y principios éticos

que conciernen a cada profesión, oficio o ámbito laboral. Son normas que rigen la

conducta y el desempeño en la esfera profesional, según las cuales se exige al

profesional determinadas responsabilidades en relación con los actos ligados a su campo

laboral.

- La Ética Profesional es el conjunto de normas, valores y principios que las personas

aplican en el día a día en el ejercicio de su actividad profesional, que rigen el actuar de

los trabajadores en una organización. El objetivo de la ética profesional es dejar de lado

los beneficios individuales, y trabajar en conjunto por el bien común.

- La Deontología Jurídica es aquella que comprende el conjunto de deberes y

obligaciones de tipo ético y legal que debe regir el proceder, la conducta y el desempeño

de los profesionales del área de derecho. El Objetivo General de la Deontología Jurídica

es analizar y valorar la moral del abogado y su actuación en el ejercicio profesional en

relación con los principios deontológicos y su relación con los clientes, colegas y demás

personajes del proceso jurídico.

- La abogacía como profesión liberal, cumple una función social al servicio del Derecho

y la Justicia, siendo su objetivo esencial la convivencia social de los hombres como

fuente fecunda de paz, libertad, progreso y bienestar general y cuya acción no se limita

al solo éxito de la causa que patrocina o de la función que cumple en el órgano

jurisdiccional o en una entidad pública o privada.

- El Abogado y su ética profesional, también conocida como deontología del abogado,

es el conjunto de obligaciones y deberes que rigen su práctica profesional y garantizan

la máxima protección del cliente.


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- Los Principios fundamentales de la ética del abogado son: 1. Independencia del

Abogado y del Colegio; 2. Secreto Profesional y Confidencialidad; 3 - Prohibición de

Conflictos de Intereses; 4. Competencia Profesional; 5. Dignidad, Probidad, Lealtad y

Diligencia; 6. Compañerismo; 7. Contribución a una Buena Administración de Justicia

y el Respeto al Estado de Derecho; y 8. Derecho a una Justa Remuneración.

- El abogado y su vocación, el ejercicio de la profesión de abogado tiene mucho que ver

con la idea de servir, con dejar de centrarnos en nosotros mismos y en nuestro propio

interés, para servir a los demás.


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Referencias.

Significados. (2018, 04 de mayo). Significado de Deontología.

https://www.significados.com/deontologia/

ESERP. (s. f). ¿Qué es la ética profesional del abogado?.

https://es.eserp.com/articulos/el-codigo-de-etica-profesional-del-abogado/

Deontología Jurídica (2013, 22 de marzo). La vocación del Abogado.

http://deontologiajuridicacesun.blogspot.com/2013/03/la-vocacion-del-abogado-traves-

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Redacción de Recursos Humanos (2019, 28 de enero). ¿Qué es la Ética Profesional y

Por qué es Importante?. https://www.recursoshumanos.tv/2019/01/28/que-es-la-etica-

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Torres E. (2020). Función Social del Abogado.

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Union Internationale Des Avocats. (2018, 30 de octubre). Principios Esenciales de la

Profesión de Abogado.

https://www.uianet.org/sites/default/files/principios_esenciales_de_la_profession_de_ab

ogado_-_final_porto.pdf

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