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MANIFIESTO CONTRA EL ACOSO ESCOLAR

Hoy, en el IES Laurel de la Reina, nos paramos un momento y reflexionamos cómo nos
comportamos los unos con los otros. Hoy queremos dedicar un tiempo para decir no al acoso
escolar.

Aunque hoy queremos celebrar el día contra el acoso escolar, éste hay que tenerlo presente
desde que comenzamos el curso en septiembre.

El acoso escolar, también conocido como bullying es un maltrato contra otra una persona, de
modo sistemático, continuado y que se hace de manera individual o en grupo. Puede ser un
abuso psicológico, físico o sexual, etc.

El cyberbullying funciona de manera diferente al acoso presencial y dura 24 horas al día, 7 días
a la semana y 12 meses al año, reproduciendo más allá del ámbito escolar las situaciones de
acoso. Y todavía peor: dejando un rastro que después será difícil de borrar, tanto para los
asediados cómo para los acosadores.

Sus consecuencias sobre la salud física, psíquica y social pueden ser fatales, perdurar en el
tiempo y afectar al desarrollo de la persona y al bienestar social.

Queremos que en nuestro instituto no existan actos violentos. Pero a veces ponemos motes,
perdemos los nervios y pegamos, insultamos, hablamos mal de nuestros compañeros,
marginamos a algunos, rechazamos a otros. Estos actos, que hacen daño a nuestros
compañeros, es posible que no los hagamos nosotros, e incluso ni tan siquiera nos damos
cuenta que sucede… pero lo cierto es que algunos sufren todos los días la indiferencia y el
dolor de sentirse atacados, insultados, aislados o rechazados.

De nosotros depende terminar de una vez por todas con el acoso, estamos llamados a hacer
algo por cambiar todo esto. No debemos consentir que en nuestro instituto se den situaciones
de acoso, que nuestros compañeros y compañeras sufran este tipo de violencia.

De nosotros depende vivir en un instituto en el que todos tengamos nuestros derechos,


podamos ser respetados y podamos desarrollar nuestra vida con normalidad.

De nosotros depende dar un paso al frente y romper el silencio. No podemos permanecer


mudos porque nos convertimos en cómplices

Por todo ello, ante el acoso… ¡No callaremos!

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