Está en la página 1de 11

LA AUTONOMIA DE LA VOLUNTAD

Y LEY APLICABLE AL CONTRATO


INTERNACIONAL EN LATINOAMERICA

Delia Revoredo de Mur


Profesora de Derecho Internacional Privado
Pontificia Universidad Católica del Perú

Estando el contrato internacional vinculado a va-


rios países, surge el problema de detenninar qué
legislación debe regularlo.

Por otra parte, ciertos contratos están sujetos a


una jurisdicción estatal, mientras que otros están
sometidos a un arbitraje internacional. Por lo tan-
to, tiene que considerarse si la ley aplicable es la
misma para ambos casos.

Siguiendo el esquema del autor uruguayo Quintín


Alfonsín, en teoría, el régimen internacional de
los contratos internacionales puede quedar esta-
blecido de varios modos:

1 A través de una nonna de conflicto que señale


La globalizada economía mtmdial y la cada vez el Derecho sustantivo nacional aplicable al contra-
más frecuente celebración de contratos privados in- to, utilizando diversos criterios vinculatorios con
ternacionales plantean a los distintos gobiernos los países, tales como la celebración del contrato,
una nueva disyuntiva: brindar plena autonomía a o la ejecución del mismo, en cuyos casos será el
las partes contratantes para determinar la jurisdic- Derecho del país donde se celebró el contrato o
ción y la legislación aplicable o, por el contrario, donde éste se ejecutó, el aplicable.
establecer un marco normativo en el que las partes
puedan desarrollarse con una libertad limitada. La nonna de Derecho Internacional Privado pue-
En el ámbito de esta disyuntiva, el presente articulo de estar contenida en un Derecho nacional estatal
pretende afirmar la importancia de reconocer a los (punto 11 de este trabajo) o en un tratado multi-
agentes privados plena libertad para determinar la nacional (punto 12).
normativa y jurisdicción aplicables, postura ésta
que acertadamente es reconocida en el Código Civil Debemos considerar, al lado de la posición men-
peruano de 1984. cionada, una que, regulando el contrato igual-
Para eUo, luego de hacer un análisis de los factores mente con un Derecho nacional, resulta distinta:
de conexión en la legislación comparada y en los la teoría de la autonomía de la voluntad que, de
Tratados Internacionales vigentes, vuelve al tema permitir a las partes elegir un Derecho nacional
de la libertad y voluntad humana para concluir que completamente ajeno al contrato para que lo regu-
la autonomía de las partes debe ser reconocida con le, hace innecesaria la nonna de conflicto que sir-
la misma intensidad a los ciudadanos de los distin- ve para asignar al contrato una ley determinada
tos Estados. por el legislador.

THEMIS
231
Debe pues, ante todo, averiguarse si las partes El contrato internacional sometido a atbitraje ad-
que celebran un contrato pueden elegir o no la quiere, entonces, verdadera y total autonomía
ley que debe regularlo. Analizamos esta posibili- frente a jurisdicciones y leyes estatales, adquiere
dad a lo largo de todo el trabajo, ya que se trata un carácter auténticamente «supranacional», regu-
de la autonomía de la voluntad en la elección de la lado tan sólo por la voluntad de las partes. Tal
ley. consentimiento se muestra eficiente y eficaz y
con el tiempo configurará reglas no escritas en la
Si la ley del contrato no puede ser o no ha sido comunidad comercial y plasmadas en usos y cos-
elegida por las partes deberá ser señalada por el tumbres consagrados por la práctica del comercio
Derecho Internacional Privado. internacional y del arbitraje (punto 3 de este tra-
bajo: Autonomía de la Voluntad en el Arbitraje In-
2 El segundo método consiste en solucionar el ternacional Latinoamericano).
problema contractual internacional por medio de
un régimen jurídico sustantivo de fuente supra- Todo funciona satisfactoriamente hasta el mo-
nacional, elaborado, admitido o propuesto por los mento de ejecutar la decisión de los árbitros en al-
países especialmente para solucionar el fondo de gún «Estado soberano». Como soberano que es,
los problemas contractuales internacionales entre dicho Estado podrá negarse a reconocer legitimi-
particulares. Puede funcionar a través de leyes dad -ausencia de fuente legal- a la jurisdicción ar-
unifonnes o de leyes modelos adoptadas por los bitral, al Derecho seleccionado o creado por las
Estados, o por el reconocimiento estatal de la lex partes en razón de sus intereses y al laudo resul-
mercatoria. (punto 2 de este trabajo). tante. Así, la eficacia y ejecutabilidad del laudo ar-
bitral puede caer en riesgo.
3. Hay otra cuestión importante por dilucidar. En
el panorama actual, ¿quién decide el método, en- De ahí la importancia del Derecho Convencional
tre los anteriormente expuestos, que debe utili- Arbitral: los Estados admiten y regulan la juris-
zarse para asignar al contrato internacional la re- dicción arbitral y establecen sus límites, compro-
gulación jurídica que resulte universalmente «eje- metiéndose a reconocer y ejecutar en sus territo-
cutable»? ¿Cada Estado, o las partes del contrato, o rios, los laudos resultantes ajustados a la Conven-
una Convención de los Estados? ción Multinacional de la que son partes (punto 3.1:
Textos Convencionales).
La posición clásica responderá que es el «juez
competente» quien debe decidir, conforme a su Quedan por resolver ciertos asuntos, entre ellos,
propio orden jurídico (incluyendo su Derecho In- la incongruencia de que respecto a un mismo
ternacional Privado). contrato internacional las partes pudiesen elegir
libérrimamente el Derecho aplicable si lo someten
Y, entonces, ¿pueden las partes elegir al juez? Sí, a arbitraje, pero quedasen atadas a determinado
dirán los clásicos, porque el juez seguirá sus pro- Derecho si el contrato se ventilara ante tribunales
pias normas de conflicto para ubicar la ley del judiciales (punto 3.2: Panorama Actual y Conside-
contrato. raciones Doctrinarias).

Modernamente, en cambio, podemos escuchar 1. AUTONOMIA DE LA VOLUNTAD Y


otras voces: las partes mismas, por sí solas, pue- LA LEY APliCABLE EN LAS NORMAS
den decidir el método y pueden elegir al juzga- DE CONFliCTO CONTRACTUALES
dor, que se llamará árbitro, e indicar a éste o dejar LATINOAMERICANAS
a su criterio las normas de Derecho aplicables al
contrato, sean normas de un Derecho sustantivo 1.1. Reglas de conflicto nacionales (no
nacional, sean de una ley uniforme o sea a través convencionales)
de normas de conflicto de algún tratado regional,
o de normas de conflicto de un país particular. Revisaremos brevemente varias legislaciones lati-
noamericanas sobre la ley aplicable a los contratos
Pueden más: pueden diseñar especialmente las y a la amplitud de libertad que conceden a los
reglas de Derecho que mejor convengan y mejor particulares para elegir la ley del contrato.
se ajusten a sus intereses, vale decir, pueden crear
un nuevo Derecho diseñado exclusivamente para - El artículo 2399 del Código Civil uruguayo regu-
su relación contractual y también pueden delegar la la existencia, validez y efectos del acto jurídico
estas facultades en manos del juzgador o árbitro por la ley del lugar de su cumplimiento. El artícu-
elegido por ellas. lo 2403 del mismo texto legal señala que las reglas
de competencia legislativa y judicial determina-

THEMIS
232
das en ese título «no pueden ser modificadas por - Para Costa Rica, el contrato internacional cele-
la voluntad de las partes. Estas sólo podrán actuar brado o por ejecutarse en ese país, se rige por la
dentro del margen que les confiera la ley compe- ley costarricense (artículo 23 del Código Civil) y la
tente». interpretación del contrato se rige por la ley del
lugar de celebración (artículo 27 del Código Civil).
El profesor Antonio Boggiano, comentando el ar-
tículo, expresa sin embargo que se está produ- - En Argentina, la regla parece ser que todo con-
ciendo una derogación o «erosión» del artícu- trato celebrado en un lugar para ser cumplido en
lo 2403: «La práctica internacional es importante otro, se rige por la ley del lugar del cumplimien-
[_.] Uruguay participó en la Conferencia Diplo- to (artículos 1210, 1205 Y 1209 del Código Civil).
mática de La Haya de 1985 y en esa Conferencia
[_.] el Uruguay aceptó el principio de la autonomía Varios países latinoamericanos que han ratificado
de la voluntad» l. el Código de Bustamante de 1928, han incorpora-
do las disposiciones de éste a su Derecho nacio-
- El artículo 113 del Código de Comercio chileno nal. Esto significa que regulan el contrato, en
también impone la ley del lugar del cumplimien- principio, por la ley del lugar de cumplimiento.
to, si éste se realiza en Chile.
- Los artículos 2095 y 2096 del Código Civil perua-
- El artículo 17 del Código Civil de Cuba, sancio- no de 1984 consagran en cambio, de manera clara,
nado en 1987, dispone: «A falta de sumisión ex- una amplia autonomía de la voluntad de las par-
presa o tácita de las partes, las obligaciones con- tes en el contrato internacional:
tractuales se rigen por la ley del lugar de ejecu-
ción del contrato». «Artículo 2095.- Las obligaciones contractuales se
rigen por la ley expresamente elegida por las par-
- El Código Civil de Panamá prescribe en su ar- tes y, en su defecto, por la ley del lugar de su
tículo 6 que los efectos de los contratos otorgados cumplimiento. Empero, si deben cumplirse en
en país extranjero para cumplirse en Panamá, se países distintos, se rigen por la ley de la obliga-
arreglarán según las leyes panameñas. ción principal y, en caso de no poder ser determi-
nada ésta, por la ley del lugar de la celebración.
- El Código de Comercio panameño en su artículo
6, apartado 1, regula la esencia y los efectos me- Si el lugar del cumplimiento no está expresa-
diatos o inmediatos de las obligaciones derivadas mente determinado o no resulta inequívocamente
de actos de comercio por las leyes del lugar donde de la naturaleza de la obligación, se aplica la ley
se celebren, salvo pacto en contrario. El artícu- del lugar de celebración».
lo 194 aclara que subsidiariamente rige, en mate-
ria de contratación mercantil, los usos del comer- «Artículo 2096.- La ley competente, de conformi-
cio generalmente observados en cada plaza. dad con lo dispuesto en el artículo 2095, determi-
na las normas imperativas aplicables y los límites
- El artículo 116 del Código de Comercio venewla- de la autonomía de la voluntad de las partes».
no establece que: «Todos los actos concernientes a
la ejecución de los contratos mercantiles celebra- En conclusión, la mayoría de los países latinoame-
dos en país extranjero y cumplideros en Venezue- ricanos en sus normas de conflicto unilaterales o
la, serán regidos por la ley venezolana, a menos no convencionales prefieren imponerles a los con-
que las partes hubieren acordado otra cosa». tratantes internacionales una ley determinada: la
del lugar del cumplimiento del contrato y en me-
- En El Salvador, el artículo 16 del Código Civil re- nor número, la ley del lugar de celebración. Son
gula los contratos sobre bienes situados en la Re- muy pocos los que acogen el principio de la auto-
pública otorgados en «país extraño» que deban nomía de la voluntad en el texto de sus normas
cumplirse en El Salvador, por las leyes sal- de Derecho Internacional Privado. El principio en-
vadoreñas. cuentra mayor acogida en los Tratados latinoame-
ricanos de Derecho Internacional Privado y en los
- De igual manera reza el artículo 15 del Código Convenios sobre Arbitraje Comercial, como vere-
ecuatoriano y el artículo 20 del Código Civil co- mos más adelante.
lombiano.

THEMIS
233
L2 Normas de conflicto convencionales la ley personal común de los contratantes y en su
defecto por la del lugar de celebración (artícu-
Veamos someramente lo señalado en los acuerdos los 185 y 186).
internacionales más importantes de Latinoaméri-
ca sobre la ley aplicable a los contratos internacio- «Artículo 185.- Fuera de las reglas ya establecidas
nales. y de las que en adelante se consignen para casos
especiales, en los contratos de adhesión se presu-
L2L Tratado de Lima me aceptada, a falta de voluntad expresa o tácita,
la ley del que los ofrece o prepara».
El Tratado de Lima de 1878 2 reguló las obligacio- «Artículo 186-. En los demás contratos y para el
nes contractuales por la ley del lugar de su cele- caso previsto en el artículo anterior, se aplicará en
bración, pero si se tenían que cumplir en la Re- primer término la ley personal común a los con-
pública, se sujetarían a la ley de ésta (artículo 4). tratantes y en su defecto la del lugar de la celebra-
Lamentablemente la guerra entre el Perú y Chile ción».
impidió la suscripción del tratado por un número
significativo de delegados estatales. El texto del articulado parece igualmente imponer
a los contratantes una ley determinada o determi-
L22 Tratado de Montevideo de 1889 nable: la personal común, y en su defecto, la del
lugar de celebración. Sin embargo, don Antonio
El Tratado de Montevideo de 1889 3 ordenaba re- Sánchez de Bustamante y Sirven, autor del pro-
gular las obligaciones contractuales por la ley del yecto, explicaba que su obra reconocía a las partes
lugar donde los contratos deben cumplirse (artícu- contratantes la libertad para elegir la ley de su
lo 33). El texto parece negar a las partes la selec- contrato internacional. Pese a ello, jurisprudencia
ción de la ley aplicable al contrato, y más bien, pa- y doctrina latinoamericanas no interpretaron
rece imponerles necesariamente la ley del lugar siempre así los artículos 185 y 186 del Tratado de la
de cumplimiento. Habana.

Sin embargo, de las Actas del Congreso de Mon- L24. Tratado de Montevideo de 1940
tevideo puede inferirse que los delegados de los
países americanos tuvieron la intención de conce- El artículo 5 del «Protocolo Adicional a los Trata-
der a las partes contratantes una amplia autono- dos de Montevideo de 1940» expresa textual-
mía de voluntad, entendiendo por ésta la facultad mente que «la jurisdicción y la ley aplicable según
de elegir libremente la ley o el Derecho regulador los respectivos tratados no pueden ser modifica-
de su contrato 4. das por voluntad de las partes, salvo en la medida
que lo autorice dicha ley».
Debemos anotar que no todos los países que rati-
ficaron Montevideo entendieron aSÍ, en su prácti- Concede, entonces, autonomía de voluntad a las
ca jurisprudencial, el artículo 33 del Tratado de partes sólo en caso que también se las conceda el
Montevideo de 1889. Derecho señalado como aplicable por el Tratado.
Es decir, y a modo de ejemplo, si el Derecho
El Perú, por ejemplo, consideró que la norma del señalado por el Tratado es el peruano, las partes
Tratado no tenía carácter subsidiario a la voluntad pueden elegir la ley del contrato pues el artícu-
de las partes, pues ella misma no lo indicaba así lo 2095 del Código Civil Peruano les permite di-
en su texto. cha elección.

L23. Tratado de La Habana L25. Convención sobre Compraventa Inter-


nacional de Mercaderías, La Haya, 1986
El Código de Bustamante de 1928 o Tratado de La
Habana 5 reguló los contratos internacionales por Ya en 1985, varios países latinoamericanos partici-

··3g~~~t~,~_~p~y .• •

:1I.~,••a.';~~~.R:
THEMIS
234
paron en la revisión de la Convención de La Haya nes reguladas por la Convención de Viena de
de 1964 sobre Compraventa Internacional de Mer- 1980, si al celebrarse el contrato, comprador y ven-
caderías, entre ellos Argentina, Chile, Colombia, dedor tenían sus establecimientos en Estados par-
Méjico, Uruguay, Venezuela y Perú. En las sesio- tes de dicha Convención (párrafo 5, artículo 8).
nes de la Comisión Especial se discutió y aprobó
el principio de la autonomía de la voluntad, con la L26. La Convención Interamericana
participación de estos países. sobre Ley Aplicable a los Contratos
Internacionales
En la Conferencia de La Haya de 1985 estuvieron
representados varios países latinoamericanos, a La aproximación más moderna en el ámbito lati-
saber, Argentina, Chile, Honduras, Méjico, Uru- noamericano sobre este tema la constituye la
guay y Venezuela. La Conferencia aceptó el prin- novísima Convención Interamericana sobre Ley
cipio de la autonomía de la voluntad en los con- Aplicable a los Contratos Internacionales.
tratos internacionales, plasmado en el artículo 7
de la Convención de 1986 que dice textualmente: Esta Convención, recientemente aprobada en
Méjico en marw de 1994, consagra el principio de
«Artículo 7.- la autonomía de la voluntad y lo reglamenta en
sus artículos 7 al 10.
1 El contrato de compraventa se regirá por la ley
que elijan las partes. El acuerdo de las partes al «Artículo 7.- El contrato se rige por el Derecho
respecto deberá ser expreso o quedar de mani- elegido por las partes. El acuerdo de las partes so-
fiesto en el contrato y la conducta de las partes en bre esta selección debe ser expreso o, en caso de
su conjunto. La elección podría limitarse a una ausencia de acuerdo expreso, debe desprenderse
parte del contrato. en forma evidente de la conducta de las partes y
de las cláusulas contractuales, consideradas en su
2. En cualquier momento, las partes podrían acor- conjunto. Dicha elección podrá referirse a la totali-
dar que el contrato quede sometido en todo o en dad del contrato o a una parte del mismo.
parte a una ley distinta de aquella por la que se La selección de un determinado foro por las par-
regía anteriormente, haya sido o no elegida por tes no entraña necesariamente la elección del De-
las partes. El cambio de la ley aplicable que acuer- recho aplicable».
dan las partes una vez concertado el contrato no
obstará a la validez formal de éste ni a los dere- «Artículo 8.- En cualquier momento, las partes po-
chos de terceros.» drán acordar que el contrato quede sometido en
todo o en parte a un Derecho distinto de aquel
Como se ve, admite claramente tanto la elección por el que se regía anteriormente, haya sido o no
expresa por las partes del Derecho aplicable, co- éste elegido por las partes. Sin embargo, dicha
mo la elección tácita, y es potestativo de las partes modificación no afectará la validez formal del
regular todo el contrato por una sola ley o selec- contrato original ni los derechos de terceros».
cionar diversos Derechos Privados para regular
determinados aspectos del contrato internacional. «Artículo 9.- Si las partes no hubieran elegido el
Derecho aplicable, o si su elección resultara inefi-
Sólo si las partes no eligieron la ley aplicable, la caz, el contrato se regirá por el Derecho del Esta-
Convención atribuye al contrato la ley del Estado do con el cual tenga los vínculos más estrechos.
en el cual tenga su establecimiento el vendedor al
momento de celebrarse el contrato (salvo los casos El tribunal tomará en cuenta todos los elementos
que enumera el artículo 8 en que el contrato se ri- objetivos y subjetivos que se desprendan del con-
ge por la ley del lugar donde tenga su estableci- trato para determinar el Derecho del Estado con
miento el comprador). el cual tiene vínculos más estrechos. También to-
mará en cuenta los principios generales del Dere-
Excepcionalmente, y cuando el contrato tenga cho Comercial Internacional aceptados por orga-
vinculaciones manifiestamente más estrechas con nismos internacionales.
una ley distinta a la de los establecimientos del
vendedor o del comprador, según sea el caso, el No obstante, si una parte del contrato fuera sepa-
contrato se regirá por esa ley. rable del resto del contrato y tuviese una
conexión más estrecha con otro Estado, podrá
No tendrán relevancia, sin embargo, estas «vincu- aplicarse, a título excepcional, la ley de este otro
laciones manifiestamente más estrechas» con otra Estado a esta parte del contrato».
ley, y por ende no se aplicará ésta, sobre cuestio-

THEMIS
235
«Artículo 10.- Además de lo dispuesto en los ar- ciones con esa otra ley son manifiestamente más
tículos anteriores, se aplicarán, cuando correspon- estrechas que con la ley del establecimiento del
da, las normas, las costumbres y los principios del vendedor o del comprador» (artículo 8, acápite 3).
Derecho Comercial Internacional, así como los
usos y prácticas comerciales de general aceptación La Convención de Méjico descartó pues el criterio
con la finalidad de realizar las exigencias impues- o factor de conexión del lugar de establecimiento
tas por la justicia y la equidad en la solución del del vendedor o del comprador preferido por la
caso concreto». Convención de La Haya

Comparando este régimen con el señalado en la Los delegados de los Estados miembros de la
Convención de la Haya de 1986, llegamos a las si- OEA optaron por otorgarle al juzgador amplia li-
guientes conclusiones: bertad para determinar según su criterio dónde
se encuentran los vínculos más estrechos y regu-
La regla general para determinar el Derecho apli- lar el contrato por la ley de ese lugar (artículo 9).
cable al contrato es el reconocimiento de una am-
plia autonomía de la voluntad de las partes con- La nueva Convención Interamericana sobre Ley
tratantes en ambas convenciones. Es decir, las dos Aplicable a los Contratos Internacionales de 1994,
convenciones permiten a los contratantes elegir el propugnada por la Organización de Estados Ame-
Derecho que deseen, sin exigir que el Derecho ricanos, se acerca así a las soluciones que promue-
elegido tenga alguna vinculación objetiva con el ve la moderna regulación del arbitraje comercial
contrato. internacional, y otorga a la lex merca1xJria la validez
de fuente legal.
Ambas exigen el acuerdo expreso, pero aceptan el
acuerdo tácito «evidente» o «manifiesto». Ambas 2 LEYES UNIFORMES Y LEYES
permiten que el acuerdo sea sobre la totalidad o MODELOS SOBRE LA CONTRATAOON
una parte del contrato. INTERNACIONAL

Tanto la Convención de Méjico como la Conven- Si todos los Estados tuviesen idénticas normas
ción de La Haya permiten que las partes puedan sustantivas que resuelvan los problemas de fondo
acordar en cualquier momento el sometimiento de la contratación internacional, no habría conflic-
de todo o parte del contrato a un Derecho distinto to de leyes y no existiría el dilema de la «ley apli-
de aquel por el cual se regía anteriormente, haya cable al contrato internacional».
sido este elegido o no por las partes, sin que esto
afecte la validez formal del contrato original ni Estas normas sustantivas especiales existen en
derechos de terceros. cierta medida, plasmadas en leyes uniformes, le-
yes modelos, reglamentos internacionales, con as-
Las disposiciones de las convenciones que anali- piraciones de vigencia universal al ser adoptados
zamos se diferencian en los casos en que las par- como propios por todos los países.
tes no eligieron el Derecho aplicable.
Entre las leyes uniformes cabe destacar, a estos
El artículo 8 de la Convención de La Haya impone efectos, la Ley Uniforme sobre la Formación de
la ley del Estado en el cual tenga su estableci- los Contratos para la Venta Internacional de Mer-
miento el vendedor al momento de celebrarse el caderías (LUFC) y la Ley Uniforme para la Venta
contrato. La Convención Interamericana de Méji- Internacional de Mercaderías (LUO), ambas apro-
co, en cambio, impone el Derecho del Estado con badas por la Conferencia de La Haya de 1964.
el cual el contrato tenga los vínculos más estre-
chos. En América se intentó la uniformidad bajo los
auspicios de la Unión Panamericana. La VII Con-
Este Derecho más vinculado al contrato le es apli- ferencia Internacional Americana (Lima, 1938)
cable según la Convención de La Haya, sólo a creó una «Comisión Permanente de Juristas en-
modo excepcional «y cuando a la luz de un con- cargada de estudiar y preparar la unificación de
junto de circunstancias, por ejemplo una relación las leyes civiles y mercantiles de América», pero
comercial existente entre las partes, las vincula- nada práctico se obtuvo 6.

THEMIS
236
La solución, aunque buena en teolia, dista mucho 3.L Textos de Derecho ronvencional
de lograrse, pues las diferencias de tradición, rea-
lidad y proyecciones de tipo polítiCo, religioso, 3.LL Tratado de Derecho Procesal
económico, etc de los países obstaculizan la adop- Internacional de Montevideo, 1.889
ción universal de estas leyes.
De acuerdo con el artículo 1, «Los juicios y sus in-
En realidad, son pocos los países latinoamerica- cidentes, cualquiera que sea su naturaleza, se
nos que han adoptado leyes uniformes y leyes tramitarán con arreglo a la ley de procedimientos
modelos. Por otro lado, son pocas las materias que de la nación en cuyo territorio se pnDluevan».
dichas leyes abarcan. Queda, pues, un número
muy grande de relaciones contractuales interna- El artículo 2 establece que «Las pruebas se admi-
cionales sin regulación uniforme universaL tirán según la ley a que esté sujeto el acto juridico
materia del proceSO».
Como podemos ver, la llamada lex mercatoria tiene
una mayor aceptación, dado que los usos y cos- El artículo 5 recoge los requisitos que debe cum-
tumbres establecidos en la práctica comercial son plir la sentencia o el fallo atbitral para tener fuer-
considerados fuentes ancilares de Derecho en la za en los otros países signatarios. La autoridad de
mayoria de países latinoamericanos. cosa jU7gada es regida por la ley del Estado donde
el fallo fue expedido. La sentencia o fallo arbitral
3. AUTONOMIA DE LA VOLUNTAD Y no debe oponerse a las leyes de orden público del
LEY APUCABLE AL ARBITRAJE país de su ejecución.
INTERNAOONAL EN LATINOAMERICA
3.1.2. Código de Bustamante o Tratado de
Seleccionar libérrimamente las normas juridicas La Habana
aplicables al fondo del litigio sometido a arbitraje
equivale a crear Derecho y a elegir jueces. Los artículos 210 y 211 establecen que las disposi-
ciones que prohiben transigir o sujetar a compro-
Crear Derecho Y elegir jueces fueron tradicional- miso determinadas materias son territoriales. La
mente prerrogativas reseIVadas al Estado, quien extensión y efectos del compromiso y la autoridad
debía adecuarse, además, a los cauces establecidos de cosa juzgada de la transacrión también depen-
por la Constitución. den de la ley territorial

Los países latinoamericanos han demostrado inte- 3.L3. Tratado de Derecho Procesal
rés en la regulación convencional del Arbitraje In- Internacional de Montevideo, 1940
ternacional (ver cuadros), ya sea como protagonis-
tas o copartícipes en Congresos y Conferencias y La calidad de cosa juzgada es regida por la ley del
ratificando Tratados y Convenciones de la región Estado donde se expidió la sentencia o el laudo
y del mundo. arbitraL Estos no deben oponerse al orden público
del país de la ejecución (artículo 5, incisos h y d).
A pesar de todo, no puede afirmarse que el arbi- El procedimiento es disciplinado por la ley local
traje internacional es sólido y próspero en Latino-
américa: <<1\0 obstante tantos instrumentos de De- 3.L4. Convenio sobre el Reronodmiento y
recho Internacional suscritos y/o ratificados por Ejecución de las Sentencias Arbitrales
los países sigue pesando, en un buen número de Extranjeras, Nueva York, 1958
ellos, el arraigado concepto de la "soberanía nacio-
nal" que, en últimas, ha determinado con frecuen- Escapa al ámbito de este trabajo el análisis de la
cia la "inaplicabilidad de los tratados existentes" Convención de Nueva YOIk Pero ante la circuns-
en un malabar juridico que no puede ser fácil- tancia de su importante aceptación en la región
mente entendido»7. latinoamericana, dejamos constancia de los países
que la ratificaron.
Pero soplan aires nuevos, a favor de la lex mercato-
Tia y con el fundamento de la libertad autóncma El Convenio de Nueva Yorl< ha tenido acogida en-
del hombre, como ciudadano del mundo. tre los países latinoamericanos. Ha sido ratificado

THEMlS
237
por Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, 1975 sobre Arbitraje Comercial Internacional se
Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Méjico, refiere a diferencias que pudiesen surgir o hayan
Panamá, Perú y Uruguay. surgido entre las partes con relación a un negocio
mercantil (artículo 1). Ha sido ratificada por Chile,
Si bien sólo se refiere al reconocimiento y ejecu- Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Hon-
ción de las sentencias arbitrales extranjeras, varias duras, Nicaragua, Paraguay, Perú, Uruguay y Ve-
causales de denegación de tal reconocimiento y nezuela.
ejecución tienen que ver con las leyes que se apli-
caron al arbitraje que produjo esa sentencia La ley aplicable al procedimiento es la que
señalan las partes de modo expreso. En su defecto
3.L5. Convenio sobre Arreglo de Diferen- se aplicarán las reglas de procedimiento de la Co-
cias Relativas a Inversiones entre Estados y misión Interamericana de Arbitraje Comercial (ar-
Nacionales de otros Estados (OADI) tículo 3).

El Convenio sobre Arreglo de Diferencias Relati- El inciso 1 a) del artículo 5 expresa que puede
vas a Inversiones entre Estados y Nacionales de denegarse el reconocimiento y la ejecución del
otros Estados, de 1965, ha sido ratificado por va- laudo si se prueba que las partes en el acuerdo es-
rios países latinoamericanos: Argentina, Chile, taban sujetas a alguna incapacidad en virtud de la
Ecuador, El Salvador, Honduras, Paraguay y re- ley que les es aplicable, o que dicho acuerdo no es
cientemente por el Perú. válido en virtud de la ley a que las partes lo han
sometido, o si nada se hubiere indicado a este res-
El artículo 37 permite que las partes decidan la pecto, en virtud de la ley del Estado en que se ha-
fonna del nombramiento y el número de los árbi- ya dictado sentencia.
tros y, en su defecto, se aplica lo dispuesto por el
Convenio. El inciso 1 c) del mismo artículo permite la dene-
gación del reconocimiento si la sentencia arbitral
Según el artículo 42, las partes acuerdan las. nor- no es aun obligatoria para las partes o ha sido
mas de Derecho aplicables a la controversia. En su anulada o suspendida por una autoridad compe-
defecto, el tribunal aplicará la legislación del Esta- tente del Estado en que, o conforme a cuya ley,
do que sea parte en la controversia, incluyendo haya sido dictada esa sentencia.
sus nonnas de Derecho Internacional Privado, y
aquellas nonnas de Derecho Internacional que El inciso 1 d) permite la denegación del reconoci-
pudieren ser aplicables. miento del laudo arbitral si la constitución del tri-
bunal o el procedimiento no se hubieren ajustado
El artículo 44 establece que el procedimiento de al acuerdo celebrado entre las partes o en defecto
arbitraje se tramita según lo dispuesto en la Sec- de tal acuerdo, no se hayan ajustado a la ley del
ción 3 del mismo Convenio y salvo acuerdo en Estado donde se haya efectuado el arbitraje.
contrario de las partes, de confonnidad con las
Reglas de Arbitraje vigentes a la fecha en que las La arbitrabilidad de la materia se rige también por
partes prestaron su consentimiento al arbitraje: la ley del lugar del reconocimiento y ejecución del
cualquier cuestión de procedimiento no prevista laudo. El inciso 2 a) del artículo 5 de la Conven-
en esa sección, en las Reglas de Arbitraje o en las ción admite la denegación del reconocimiento y
demás reglas acordadas por las partes, será resuel- ejecución si el objeto de la diferencia no es sus-
ta por el tribunal. ceptible de solución por vía de arbitraje o contra-
ria al orden público del Estado ante el cual se pide
En conclusión, las partes deciden la forma de el reconocimiento y ejecución.
nombramiento y el número de árbitros; las nor-
mas aplicables al fondo del litigio (en su defecto, Tenemos, entonces, que según la Convención de
se aplica la ley del Estado parte del litigio, inclu- Panamá de 1975 las partes deciden: la forma del
yendo sus normas de conflicto) y, por otro lado, el nombramiento de los árbitros; el procedimiento a
procedimiento se rige por el Convenio, el acuerdo seguir (si no lo hacen, rige el Reglamento de la
de las partes y las Reglas de Arbitraje. Comisión Interamericana de Arbitraje); la ley apli-
cable a la validez del acuerdo (si no eligieron, se
3.L6. Convención Interamericana sobre aplica la del Estado donde se dicta la sentencia ar-
Arbitraje Comercial Internacional, Panamá, bitral).
1975
Por otro lado, la misma Convención señala deter-
La Convención Interamericana de Panamá de minados aspectos no sometidos a la voluntad de

THE.MIS
238
las partes. Así, la capacidad de las partes, que se Lo dispuesto en esta Convención tiene carácter
rige por la ley que les es aplicable; la validez del subsidiario a lo dispuesto en la Convención Inter-
laudo en cuanto cosa juzgada, que es regida por la americana sobre Arbitraje Comercial Internacio-
ley del Estado en que se dictó y por la ley del Es- nal, suscrita en Panamá en 1975, respecto a laudos
tado cuya ley se aplicó; la validez del laudo en arbitrales.
cuanto materia arbitrable y al orden público, que
se disciplina por la ley del Estado donde se pre- Los laudos arbitrales extranjeros tendrán eficacia
tende el reconocimiento y la ejecución del mismo. extraterritorial en los Estados Partes si reúnen las
condiciones del artículo 2 Según dicho artículo:
3.1.7. Comisión Interamericana de Arbitraje
Comercial - Las formalidades externas para la autenticidad
del laudo se rigen por la ley del lugar de donde
Al decir del profesor Ulises Montoya, esta insti- proceden.
tución ha desempeñado una actividad importante
en el desarrollo del arbitraje en América Latina en - La legalización del laudo se rige por la ley del
las últimas décadas. La V Conferencia Internacio- Estado donde debe surtir efecto.
nal Americana celebrada en Santiago de Chile en
1923, resolvió «Que con el fin de establecer rela- - La competencia en la esfera internacional del tri-
ciones más cercanas entre las asociaciones comer- bunal arbitral se sujeta a la ley del Estado donde
ciales de las Américas enteramente independien- debe surtir efecto el laudo.
tes del control oficial, se establezca una Agencia
Comercial Interamericana para efectos de que - La notificación o emplazamiento debe ser hecho
represente los intereses comerciales de todas las de modo «sustancialmente equivalente» a la acep-
Repúblicas y para que asuma, como una de sus tada por la ley del Estado donde el laudo debe te-
funciones más importantes, la responsabilidad de ner efecto.
establecer un sistema Interamericano de Arbi-
traje». - El carácter de cosa juzgada se rige por la ley del
Estado donde fue dictado el laudo.
La Unión Panamericana solicitó de la Asociación
Americana de Arbitraje y de la Comisión de Co- - El laudo no debe contrariar los principios y las
mercio del Consejo Interamericano para las rela- leyes de orden público del lugar donde se pide el
ciones Interamericanas, el establecimiento de di- reconocimiento y la ejecución.
cho sistema hemisférico de arbitraje. La Comisión
Interamericana de Arbitraje Comercial inició su - Según el artículo 6 los procedimientos para ase-
existencia en 1934. gurar la eficacia al laudo arbitral se regulan por la
ley del Estado en que se solicita su cumplimiento.
La Comisión alcanza un reconocimiento de ca-
rácter internacional al ser mencionada en forma Como se ve, la Convención de Montevideo de
expresa en el artículo 3 de la Convención de 1979 establece la ley que ha de aplicarse a diferen-
Panamá 8. tes aspectos del arbitraje.

3.1.8. Convención Interamericana sobre 3.1.9. Convenio Constitutivo del Organismo


Eficacia Extraterritorial de las Sentencias y Multilateral de Garantía de Inversiones
Laudos Arbitrales Extranjeros, Montevideo, (MIGA)
1979
Entre los Estados latinoamericanos, han ratificado
Se aplica esta Convención Interamericana a los el MIGA Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador, El
laudos arbitrales en procesos civiles, comerciales Salvador, Honduras, Nicaragua, Paraguay y Perú.
o laborales dictados en uno de los Estados Parte.
También podrá aplicarse a resoluciones que ter- El artículo 4 e) del Anexo 11 señala que a menos
minen el proceso, a las dictadas por autoridades que las partes o el Anexo 11 dispongan otra cosa,
que ejerzan función jurisdiccional y a las senten- el tribunal determinará su forma de proceder y se
cias penales en cuanto indemnización de perjui- guiará por las normas de atbitraje adoptadas de
cios derivados del delito (artículo 1). conformidad al Convenio sobre Arreglo de Dife-

THEMIS
239
rendas Relativas a Inversiones entre Estados y partes como aplicables al fondo del litigio. Se en-
nacionales de otros Estados. tenderá que toda indicación del Derecho u orde-
namiento juridico de un Estado determinado se
e mismo artículo 4 en su inciso g) dispone que refiere a menos que se exprese lo contrario, al De-
«En cualquier diferencia mmprendida dentro del recho sustantivo de ese Estado y no a sus normas
alcance de este Anexo, el Tribunal aplicaní las m. de conflicto de leyes.
posiciones de este Couvenio, las de cua1quier
acuerdo pertinente ce1ebrado entre las partes en 2) Si las partes no indican la ley aplicable, el tribu-
la diferencia, las de los estatutos Y reglamentos nal arbitral aplicaní la ley que determinen las nor-
del Organismo, las normas aplicables de IRrecho mas de conflicto de leyes que estime aplicables.
Intemacional, el IRrecho interno del miembro de
que se trate. e Tribunal puede decidir una dile- aequo el bono o
3) El tribunal aIbitral decidirá ex
rencia ex aequo el bono si el Otganismo Y el miem- romo amigable componedor sólo si las partes le
bro interesado así lo convinieren. e Tribunal no han autorizado expresamente a hacerlo así.
dará el veredicto de nonliquet basado en el silencio
u obsruridad de la ley». 4) En todos los casos, el tribunal aIbitral decidirá
con arreglo a las estipu1aciones del contrato Y ten-
3.Uo. Ley TIpO de Arbitraje para Jos Países dní en ruenta los usos meromtiles aplicables al
Hispano-Luso-Amerlcanos de 1981 CiISO».

Esta ley regula los arbitrajes de Ikrecho Privado B Pero, en el Título n, artículo 103 de su nueva
establecidos mediante convenio ruyos laudos se Ley General de Albitraje (1993), sigue lo previsto
dicten en territoño nacional, Y la eficacia en el Es- en la ley de UNOTRAL
tado de los laudos atbitrales extranjeros o interna-
cionaIes, dejando a salvo lo que esIablezcan los En la Ley Modelo, la voluntad COIlCOIdante de las
Tratados internacionales. partes decide la ley aplicable a la validez del
aruerdo arbitral, a la composición del tribunal ar-
No tiene referencia expresa a la ley aplicable al bitraL al procedimiento Y al fondo del litigio, dis-
fondo del litigio. Respecto al procedimiento arlJi- posiciones que hace suyas la Ley General de Ar-
traI, las partes pueden elegirlo (artículo 16). bitraje peruana de 1993.

La aJbitrabilidad de la materia sonetida a arbitraje 3.2. Panorama actual Y mnsideradones


se rige por la ley del país donde se pide el rerono- dodrinarlas
cimiento y ejecución del laudo, al igual que la im-
peratividad de las normas (artículo 38). En verdad, no todos los Estados latinoamericanos
reconocen actualmente a sus súbditos la misma
3.1.lL Ley Modelo de UNCITRAL sobre amplitud de libertad contractual respecto al sorne-
Arbitraje Comercial Intemacional de 1985 timiento a arbitraje y a la elecrión del IRrecho
que más convenga a sus particulares intereses.
La Ley Modelo ha tenido hasta el momento poca
acogida en Améria.l Latina. No sabemos de otro ¿Por qué unos comerciantes pueden -y otros no-
país. salvo el Pero, que a la fecha la haya ~ seleaionar la ley del contrato? ¿Por qué aIgunos
do. Estados les imponen una ley y otros les permiten
escogerla o crearla? ¿Por qué ciertos contratos
La Ley Modelo en su artículo 1 inciso 5) cede la pueden estar sujetos a arbitraje en algunos países
detenninaci6n de las JMIerias arbibabIes a la ley Y no en otros?
local, mngruentemente, el artículo 36 permite de-
negar el reconocimiento del laudo si el objeto no Tanto en la última Convención Interameriama
es susceptible de arbitraje según la ley local sobre la Ley Aplicable al Contrato Intemacional
(Méxim, 1994) Y en la más moderna doctrina lati-
En lo que atañe a la ley aplicable al fondo del noamericana, sin embargo, ya se viene rerono-
asunto, la Ley Modelo sugiere el texto siguiente ciendo que a las partes de todos los contratos in-
en su artículo 28: temadonaIes de la misma clase, debe pennitírse-
le, no sólo respecto a las materias que pueden ser
«Normas aplicables al fondo del litigio: sonetidas a atbitraje, sino también respecto a ele-
gir Y crear las nonnas juridicas que mejor se ajus-
1) El tribunal aIbitral decidirá el litigio de mnf"or- ten a sus intereses.
midad con las normas de Ikrecho elegidas por las

'IlIBnS
240
Esta tendencia refleja el famoso postulado de Recién requieren entonces de la aprobación y de
Hegel: la historia del mundo no es otra que el la cooperación judicial de algún Estado. Este im-
progreso de la conciencia de libertad, que no al- pondría su criterio respecto a qué materias pue-
canzará su clímax hasta que la libertad no esté den ser sometidas a arbitraje, al poder de las par-
universalmente desarrollada tes para elegir la ley aplicable al contrato y respec-
to al orden público. El laudo no se reconocerá o
La libertad, porque es parte de la naturaleza hu- ejecutará si no está de acuerdo con estos criterios
mana El significado de «libertad» como libre elec- estatales. La <<autonomía de la voluntad de las par-
ción o libre voluntad envuelve la relación del in- tes» puede volverse ineficaz e inútil.
dividuo con el Estado o con los demás individuos;
la libertad es un derecho inherente, un derecho Es por ello que el profesor argentino Antonio
innato e inalienable del ser humano. Boggiano expresó ante la OEA (al preparar el Pro-
yecto de Convención sobre Ley Aplicable al Con-
La libertad individual sólo debe ser constreñida trato Internacional de 1994) que el problema de la
por el orden público, porque como Locke dijo, el ley aplicable no podía resolverse si la cuestión de
fin del Derecho no es abolir o restringir, sino pre- la jurisdicción internacional no es resuelta El
servar y acrecentar la libertad individual. planteó contactos mínimos requeridos para la
elección del foro contractual y la necesidad de
Stuart Mill escribió que la única libertad que me- «Acuerdos Interjurisdiccionales» entre los Estados
rece el nombre es aquella que persigue nuestro latinoamericanos: «Los tribunales de los Estados
propio bien en nuestra propia manera, mientras contratantes podrán celebrar reuniones para esta-
no intentemos privar a otros de la suya, o impedir blecer acuerdos sobre sus competencias, la coope-
sus esfuerzos para obtenerla, para que en propor- ración procesal entre ellos y sobre la solución de
ción del desarrollo de su individualidad, cada per- fondo o la elección del Derecho aplicable a las ac-
sona se convierta en más valiosa para sí misma, y ciones derivadas de contratos internaciomiles».
sea entonces capaz de ser más valiosa para los de-
más. La conciencia de los Estados del mundo -y no
sólo de una región- acerca de la libertad, como ca-
Por ello, el corolario es que debe uniformarse el racterística innata del hombre, la globalización del
desigual alcance en la autonomía de la voluntad mundo, y las necesidades de progreso los llevan a
reconocida por los distintos Estados a los comer- convocar congresos y conferencias para solucio-
ciantes del mundo. Hemos dicho «reconocida» por nar de manera uniforme las interrelaciones entre
los Estados y no «concedida» por ellos porque en los Estados soberanos y el hombre como ciudada-
la realidad, los comerciantes de hoy no necesitan no del mundo.
de autorización o permisos estatales para celebrar
y llevar a cabo transacciones válidas y justas en el En noviembre de 1994 se llevará a cabo en la ciu-
ámbito internacional. La !ex mercatoria que ellos dad de Viena, un Congreso auspiciado por el In-
van creando, les es eficiente y suficiente. Sólo ternational Council of Commercial Arbitration
cuando surge la desavenencia y se requiere ejecu- con esa finalidad. Especialistas de todas las regio-
ción forzosa de la decisión arbitral, es que pre- nes del mundo preparan sus informes y trabajos
cisan ese reconocimiento estatal a la autonomía para uniformar el régimen jurídico del contrato
de la voluntad individual. sometido a arbitraje internacional.

THEMIS
241

También podría gustarte