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Según la 

UNESCO (1982), la animación sociocultural (ASC) se puede definir como el


conjunto de prácticas sociales que tienen como finalidad estimular la iniciativa y la
participación de las comunidades en el proceso de su propio desarrollo y en la dinámica
global de la vida sociopolítica en la que están integrados.

Según Xavier Úcar “La ASC es un proceso susceptible de intervención tecnológico-


educativa en una comunidad delimitada territorialmente, que tiene por objetivo convertir a
sus miembros, individual y socialmente considerados, en sujetos activos de su propia
transformación y la de su entorno, de cara a la consecución de una mejora de su calidad de
vida”.

Más sencillo es responder a la cuestión de qué es y qué hacemos en un punto de


información juvenil. A priori, un punto o centro de información juvenil (PIJ) es un lugar
físico donde el joven puede encontrar toda la información y asesoramiento sobre
cuestiones que le afectan (estudios, becas, turismo juvenil, trabajo, vivienda, etc.). Una de
nuestras máximas es “informar más para decidir mejor”. Pero la realidad es mucho más
compleja. Es cierto que damos información y asesoramiento, pero con el paso del tiempo
nuestro trabajo de informadores ha ido cambiando. La entrada de las nuevas tecnologías y
sobre todo de Internet ha acercado la información al joven. Pero con tanta información,
nuestra misión ahora es cribar la cantidad de información que corre por la red y hacer
llegar al joven la que más se acerque a sus necesidades y la más veraz.

La cantidad de jóvenes – y no tan jóvenes – que vienen a buscar algún tipo de información
es relativamente pequeña. Es por esto que nuestra tarea como informadores no se limita a
“esperar” al usuario. Debemos también hacer llegar la información a los posibles
interesados; hace un tiempo, a base de carteles y carteleras situados en puntos estratégicos
(institutos, pabellones polideportivos, bares de moda, etc.) y, ahora, en la página web, por
correo electrónico, mediante sms, radio, televisión, o de cualquier otra forma que pueda
hacer llegar nuestro cometido al usuario.
No obstante, el apartado relativo a ofrecer información (ya sea pasiva o activamente) es la
punta del iceberg de nuestra tarea diaria. El PIJ, dependiendo del municipio, ofrece más
servicios. Uno de los más extendidos es el acceso a Internet gratuito. La gran mayoría de
PIJ tiene uno o varios ordenadores conectados a Internet donde los usuarios pueden buscar
información por sí solos, o bien conectarse y hablar con sus amigos o familiares. Otra gran
parte de PIJ disponen además de una zona con mesas y sillas destinadas a la autoconsulta,
pero que en la realidad se usa como zona de lectura y juegos de mesa. Y en menor parte
estamos los más afortunados – entre los que me encuentro – que disponemos de todo un
local destinado a centro juvenil. En él, se puede encontrar algunos de los servicios que
hemos descrito (PIJ, servicio de Internet, zona de lectura) que se complementan con otros
servicios (juegos de mesa, ping-pong, salas de ensayo para grupos musicales, sala de
exposiciones, préstamo de tiendas de acampada, zona de reuniones, sala de TV, etc.). El
conjunto de estos servicios da lugar a instalaciones con una afluencia más o menos
numerosa y estable de jóvenes que acceden al centro con diferentes necesidades y que una
vez allí, pueden conocer y beneficiarse de los demás servicios i/o información.

Información, Servicio y Dinamización. Este es nuestra otra gran función. Organizar


diferentes actividades a lo largo del año. Cursos, excursiones, actividades lúdicas,
conferencias… Y lo que tercie en función de los usuarios y las oportunidades que el
municipio presente. Esta dinamización es de las tareas que más tiempo nos ocupa, al
menos en municipios pequeños y medianos. Va encaminada sobre todo a darnos a conocer
como punto de información y a intentar cubrir algunas de las necesidades que los jóvenes
de nuestra población puedan tener, incluyendo la parte más lúdica, que a su vez es la
manera más rápida de llegar al joven.

Y es esta dinamización la que, al menos en Catalunya, ha creado y sigue creando una


controversia. En diferentes reuniones y encuentros de la red de información juvenil de
Catalunya, se ha debatido la dualidad información juvenil/dinamización juvenil. Nuestros
centros, ¿son centros de información solamente, o debido a la dinamización y actividad
que producen deberían llamarse puntos de dinamización? El debate está abierto, aunque la
mayoría nos decantamos (yo me incluyo) por esta segunda denominación.

Sin olvidar que los puntos de información juveniles de cada municipio, normalmente
acaban siendo la puerta de comunicación más directa entre el joven y la administración en
ambas direcciones.

Una vez descrito en pocas palabras qué es la animación sociocultural y un punto de


información juvenil, relacionaré, según mi experiencia, ambos conceptos con tres ejemplos
que a mi entender son bastante claros.

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