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LA POSESIÓN

CONTENIDO:

1       Generalidades sobre la posesión.-

2       Posesión.-

3       Elementos de la posesión.-

4       Funciones que cumple la posesión.-

5       Qué derechos se ejercen por medio de la posesión.-

6       Porqué se protege a la posesión.-

7       Importancia de la presunción de la posesión.-

8       Presunciones de la posesión,-

9       Sujetos de la posesión.-

10          Cosas que pueden ser objeto de la posesión.-

10.1       Bienes del Estado.

10.2       Cosas determinadas.

10.3       Cosas futuras.

11          Exclusividad de la posesión.-

12          La posesión no puede reconocerse a dos personas distintas.-

13          Coposesión.-

14          Posesión a título universal.-

15          La posesión a título particular.-

1 Generalidades sobre la posesión.-

La posesión es una de las instituciones más importantes de los Derechos Reales, porque depende
de ella en muchos casos la adquisición o pérdida de derechos, especialmente de propiedad que es
vital en esta materia y que las personas individuales o colectivas luchan en el transcurso de sus
vidas.
Posesión[1], en su primer entendimiento significa acto de poseer o tener una cosa corporal con
ánimo de conservarla para sí o para otro[2]; por tal razón, poseer es tener una cosa en su poder,
para usarla, gozarla y aprovecharla.

El legítimo propietario de un Derecho Real hace respetar inicialmente su derecho por intermedio
de la posesión, que es el elemento esencial de esta institución del Derecho Civil, y en caso de
perderla tiene derecho a su restitución con el objeto de hacer respetar su derecho e interrumpir la
posesión de la contraparte.

En forma resumida, poseer es tener una cosa mueble o inmueble en poder, para usarla, gozarla,
aprovecharla como mejor parezca a una persona; empero, debe quedar claro que la posesión no
requiere una permanente aprehensión física de la cosa, porque al mismo tiempo se puede poseer
varias cosas, como por ejemplo diversas casas o muebles de hogar, aunque, uno esté ausente y
posiblemente a varios kilómetros, como así se puede estar en posesión de una cosa cuando se es
representado por alguien en la misma, sucede aquello cuando se alquila o presta la cosa a una
tercera persona[3].

La posesión de una cosa hace presumir la posesión de las cosas accesorias a ella, por la simple
razón, que lo accesorio sigue a lo principal; por lo tanto, una persona que posee un bien inmueble
(casa) también se presume que todos los muebles son poseídos por la misma.

2 Posesión.-

Posesión es tener una cosa corporal (bienes muebles o inmuebles) con ánimo de conservarla para
sí o para otro; por tender algún derecho real sobre el mismo que debe ser respetado por todos.

Recordemos que la propiedad es el poder jurídico que el hombre adquiere sobre las cosas de
conformidad con la voluntad general que es la Ley. La posesión, por el contrario, es el poder
jurídico que el hombre establece sobre la cosa de conformidad a su voluntad individual. Cuando
ambos poderes se concentran en la misma persona, el hecho es conforme al derecho; por eso la
posesión es el poder de hecho ejercido sobre una cosa mediante actos que denotan la atención de
tener sobre ella el derecho de propiedad u otro derecho real.

Cuando una persona posee una cosa reconociendo el derecho de propiedad u otro derecho real en
otra persona, se llama tenencia; por lo tanto, éste último posee legítimamente en nombre de otro.

Al respecto nuestra Legislación dispone: "I. La posesión es el poder de hecho ejercido sobre una
cosa mediante actos que denotan la atención de tener sobre ella el derecho de propiedad u otro
derecho real. II. Una persona posee por sí misma o por medio de otra que tiene la detentación de
la cosa"[4].

Sobre la posesión la Legislación de España señala que: "Posesión natural es la tenencia de un cosa
o el disfrute de un derecho por una persona. Posesión civil es esa misma tenencia o disfrute
unidos a la intención de haber la cosa o derecho como suyos".[5] En nuestra Legislación no
interesa la distinción entre posesión natural y posesión civil, porque no determina ninguna
consecuencia jurídica, ya que la protección de la acción interdicta (retener o recobrar) es a favor
todo poseedor quiera que sea civil o naturalmente, conforme al Art. 607 del Código de
Procedimiento Civil (1976).

Igualmente, la Legislación del Perú ordena que "la posesión es el ejercicio de hecho de uno o más
poderes inherentes a la propiedad"[6].

Por su parte la Legislación de Chile indica; "la posesión es la tenencia de una cosa determinada con
ánimo de señor o dueño, sea que el dueño o el que se da por tal tenga la cosa por sí mismo, o por
otra persona que la tenga en lugar y nombre de él. El poseedor es reputado dueño, mientras otra
persona no justifique serlo"[7]. Definición tanto de la posesión como de la tenencia de las cosas.

La posesión es un verdadero derecho[8] y no simplemente un hecho. Es un derecho real porque


reúne todos los caracteres de tal: relación directa con la cosa, acción erga omnes [9] y falta de
sujeto pasivo determinado.

3 Elementos de la posesión.-

Siguiendo la escuela clásica del Derecho[10], no queda dudas que la posesión tiene los siguientes
elementos que dan vida a esta institución del Derecho Civil:

- El corpus. Es el elemento material de la posesión; es decir, tener la cosa, o es el poder de hecho


que se ejerce sobre una cosa determinada y concreta.

- El animus. Es la intención de actuar como dueño de la cosa o tener algún otro derecho real.

"Para hablar de posesión, es menester la existencia de dos elementos constitutivos, uno objetivo,
el otro subjetivo: 1) El corpus possessionis, es decir el poder de hecho del sujeto sobre la cosa, el
elemento material de la posesión, y 2) El ánimus possidendi (elemento espiritual) o intención de
actuar por su propia cuenta o de alegar para sí un derecho real sobre la cosa. Ambos elementos
deben coexistir al mismo tiempo, cuando alguien tiene el mero poder de hecho pero no está
acompañado del ánimus o sea de la intención de ejercitar una actividad correspondiente al
ejercicio de un derecho real, se perfila un fenómeno diverso de la posesión que se llama
detentación"[11].

Con mucho criterio señala el profesor Borda que "las ideas de corpus y ánimus no han hecho sino
complicar innecesariamente el concepto de la posesión; se trata simplemente de proteger ciertas
situaciones de disfrute, ciertas conductas del hombre respecto de las cosas. El presupuesto fáctico
de la posesión no es por consiguiente la aprehensión de la cosa ni la posibilidad de aprehenderla,
sino un cierto señorío de hecho sobre ella. La ley determinará qué debe entenderse por tal señorío
o, para decirlo con mayor precisión, en qué casos la conducta de una persona respecto de una
cosa merece la protección posesoria"[12].

4 Funciones que cumple la posesión.-


Sin la posesión no sería posible el ejercicio pleno de las facultades que otorgan los derechos reales
a sus titulares.

La posesión protege precisamente al que tiene la posesión legítima de la cosa o la tenencia de la


cosa, sin importar quién es el propietario, siendo ésta un de las funciones que cumple la misma,
para mantener la paz social.

El profesor Valdez enseña que "en el conflicto entre quien alega la propiedad de una cosa y quien
se mantiene en la posesión de ella, que se podrá dirimir ante el órgano judicial, la posesión tiene el
efecto de, en primer lugar, determinar quién deberá asumir el rol de actor y quién el de
demandado y, en segundo lugar, incidiendo fundamentalmente sobre la distribución de la carga
de la prueba, será decisiva para determinar, en caso de insuficiencia de ella, la victoria del
poseedor sobre el pretendido propietario"[13].

Además el Art. 1453 protege al legítimo poseedor cuando dispone: "I. El propietario que ha
perdido la posesión de una cosa puede reivindicar de quien la posee o la detenta. (...)[14]

En materia de inmuebles, la posesión unida al tiempo, da lugar a la adquisición por prescripción


(usucapión), variando el plazo según que existan los requisitos de buena fe y justo título.

En materia de muebles (no robadas o perdidas), unidas a la buena fe crea la presunción de


propiedad; por lo tanto, son muchas las funciones que cumple la posesión.

5 Qué derechos se ejercen por medio de la posesión.-

De acuerdo a nuestra legislación y varios estudiosos del Derecho[15], mediante la posesión se


pueden ejercer los siguientes derechos reales:

- Derecho de propiedad de bienes muebles e inmuebles.

- Derecho de usufructo.

- Derecho de uso.

- Derecho de habitación.

- En el contrato de la anticresis.

- Los acreedores prendarios.

- En las servidumbres activas.

6 Porqué se protege a la posesión.-

La posesión es protegida en forma independiente al Derecho de Propiedad, porque básicamente


nadie puede hacerse justicia por sus propias manos, ya que en muchos casos cuando se pierde la
posesión, las personas quieren restituirla por la fuerza, situación que no es aconsejable por la paz
social que debe reinar en nuestro Estado Plurinacional.

Distintos estudiosos del derecho[16] señalan varias razones del porqué debe protegerse a la
posesión, entre ella tenemos:

- Es necesario que el poseedor (propietario y tenedor) tenga una acción rá pida y suficiente contra
un agresor de su derecho.

- Hay una razón elemental de orden jurídico: nadie puede hacer justicia por su mano propia; por lo
tanto, si alguien pretende tener derechos sobre un bien que otro tiene en su poder, debe acudir a
un proceso judicial para su restitución.

- La defensa posesoria se funda también en la protección de las cosas en sí mismas, porque las
mismas sirven para la satisfacción de necesidades humanas, por lo que hay un interés social en la
conservación y protección de las cosas.

7 Importancia de la presunción de la posesión.-

En el Derecho y especialmente en los Reales que es objeto de la presente obra, es importante


tomar en cuenta las presunciones en materia de la posesión y la tenencia de las cosas, porque la
continuidad, el tiempo y el momento de la posesión son importantes para adquirir o perder
derechos reales; razón por la cual, es importante en muchos casos determinar desde cuándo se
ejerce la posesión, cómo ha comenzado la misma, cómo ha transcurrido, si ha cambiado el título
de la posesión por el de tenencia o viceversa, etc., que a continuación analizaremos.

Las presunciones son medios de prueba que disponen las partes en el procesó judicial y que debe
ser valorada por el juzgador al momento de fallar y decidir sobre los hechos controvertidos.

8 Presunciones de la posesión,-

La norma en estudio regula varias presunciones con relación a la posesión con el fin de establecer
la continuidad de la misma y otros aspectos que son importantes a la hora de adquirir o perder
derechos reales por efectos de la posesión.

La primera se refiere a que se presume la posesión de quien ejerce actualmen te el poder sobre la
cosa, siempre que no se pruebe que comenzó a ejercerlo como simple detentador; por
consiguiente, si la persona ha ingresado a tener la cosa como simple detentador (por ejemplo
como inquilino) no puede considerarse o presumirse que el mismo es poseedor sino simplemente
detentador de la cosa y mientras no demuestre que ha cambiado su título no se rompe esta
presunción[17].

La segunda presunción se refiere a que si el poseedor actual prueba haber poseído antiguamente,
se presume haber poseído en el tiempo intermedio, excepto si se justifica otra cosa por un medio
probatorio contundente; es decir, si alguien prueba por un medio idóneo haber poseído
anteriormente y posee actualmente, se presume la posesión en el tiempo intermedio.
Sobre este punto el profesor Tafur señala que "establecida su causa o punto de partida, será
necesario demostrar la relación material con el bien en los intervalos posteriores y el extremo final
con la prueba directa de su existencia en cuanto posesión y tiempo, o su defecto, mediante las
presunciones legales de la naturaleza de la posesión (a nombre propio) de la relación material
subsiguiente y de la continuidad de la misma entre la posesión anterior y la actual sin que haya
prueba en contrario"[18].

Sobre las presunciones de la posesión nuestra Legislación (1976) dispone "I. Se presume la
posesión de quien ejerce actualmente el poder sobre la cosa, siempre que no se pruebe que
comenzó a ejercerlo como simple detentador. II. El poseedor actual que prueba haber poseído
antiguamente, se presume haber poseído en el tiempo intermedio, excepto si se justifica otra
cosa. III. La posesión actual no hace presumir la posesión; pero si hay título que fundamenta la
posesión, se presume que se ha poseído en forma continua desde la fecha del título, salva la
prueba contraria"[19].

Sobre esta presunción la Legislación de España sentencia que "Se presume que la posesión se
sigue disfrutando en el mismo concepto en que se adquirió, mientras no se pruebe lo contrario".
[20] Presunción coincidente con la prevista en nuestra Legislación.

La última presunción se refiere a que la posesión actual no hace presumir la posesión; pero si hay
título que fundamenta la posesión, se presume que se ha poseído en forma continua desde la
fecha del título, salva la prueba contraria, es decir, en este caso el título que acredite la posesión
inicial es fundamental, porque quién demuestra con título que inicialmente ha comenzado a
poseer se presume que siempre ha estado en posesión y que la misma es continua.

Sobre esta presunción la Legislación del Perú decreta que "si el poseedor actual prueba haber
poseído anteriormente, se presume que poseyó en el tiempo intermedio, salvo prueba en
contrario"[21].

Sobre la precisión de la posesión la Corte Suprema tiene la siguiente jurisprudencia: Quien está en
poder de la cosa o terreno tiene a su favor la "presunción de no precariedad" prevista en el
parágrafo. I del Art. 88 del Código Civil máxime si no se ha demostrado que el poseedor haya
ingresado a título de precarista (inquilino, tolerado o simple tenenciero). (Auto Supremo N° 3, de 3
de enero de 2001. Sala Civil II. Ministro Relator Dr. Guillermo Arancibia López).

9 Sujetos de la posesión.-

En primer lugar por excelencia son sujetos de la posesión las personas individuales o físicas, sin
descartar a las colectivas.

Nuestra Legislación guarda silencio sobre los sujetos de la posesión; sin embargo, por un principio
general, son incapaces de adquirir la posesión por sí mismos, los que no tienen un uso completo
de su razón, como los interdictos declarados judicialmente y los menores de edad, pero no queda
ninguna duda que pueden adquirir y conservar la posesión por intermedio de sus tutores o pro-
genitores respectivamente.
Algunos autores no argumentan ningún impedimento para que las personas incapaces, por razón
de salud mental o edad, ejerzan la posesión sobre determinados bienes y en forma plena.

Las personas jurídicas o colectivas sólo pueden adquirir y tener la posesión por intermedio de sus
representantes legales; por lo tanto, no existe ningún impedimento para que las mismas
adquieran derechos posesorios y reales.

10 Cosas que pueden ser objeto de la posesión.-

Inicialmente podemos señalar son ser objeto de la posesión las cosas materiales o inmateriales
que pueden ser objeto de derechos y susceptibles de tener un valor económico, como así que esté
en el comercio; por lo tanto, los bienes públicos del Estado Plurinacional de Bolivia, no son
susceptibles de posesión.

10.1Bienes del Estado.

Recordemos que el Art. 191 de la nueva Constitución Política del Estado los bienes del Estado, de
los municipios, de las universidades y otras entidades públicas, se determinan y regulan por la
Constitución y las leyes especiales que les conciernen.

Los bienes de propiedad pública del Estado no son susceptibles de apropiación privada y
corresponde al Estado su distribución y administración; por lo tanto, no son susceptibles de
posesión y en su caso debe refutarse la misma como ilegítima. Estos bienes son inalienables,
inembargables e imprescriptibles. Estas son las características que los diferencian de los demás
bienes como el de los bienes de dominio privado del Estado y bienes de las personas individuales o
colectivas.

Por ejemplo, son bienes de propiedad del Estado, los ríos, sus cauces, los lagos y toda agua que
tenga la aptitud de satisfacer usos de interés colectivo, las riberas internas de los ríos,
entendiéndose por tales por tales la extensión de tierra que las aguas desocupan durante las
crecidas, los lagos navegables y sus lechos, las islas que se forman en toda clase de río o en los
lagos, cuando ellas no pertenezcan a personas particulares, las calles, plazas, caminos, canales,
puentes, los documentos oficiales de los Poderes del Estado; las ruinas y yacimientos arqueo-
lógicos[22] y paleontológicos de interés científico y otros bienes que expresamente señalen las
leyes especiales.

Nuestra Constitución dispone que "son de dominio originario del Estado, además de los bienes a
los que la Ley les da esa calidad, el suelo y el subsuelo con todas sus riquezas naturales, las aguas
lacustres, fluviales y medicinales, así como los elementos y fuerzas físicas susceptibles de
aprovechamiento (...). Los bienes del patrimonio de la Nación constituyen propiedad pública,
inviolable (...). Los yacimientos de hidrocarburos, cualquiera que sea el estado en que se
encuentren o la forma en que se presenten, son de dominio directo, inalienable e imprescriptible
del estado. Ninguna concesión o contrato podrá conferir la propiedad de los yacimientos de
hidrocarburos (...)".[23]
10.2Cosas determinadas.

El profesor Romero expone que "la posesión exige actos concretos con relación a las cosas; por lo
tanto, no puede ejercerse sobre cosas indeterminadas"[24].

Solo puede ejercerse la posesión de cosas determinadas o fácilmente determinables, que estén
plenamente individualizadas; por lo que no se puede poseer la parte incierta de una cosa.

Varios estudiosos del derecho[25] señalan que el objeto de la posesión es siempre la cosa. Los
bienes que no son cosas pueden ser objeto de la posesión.

En conclusión, se requiere que la cosa sea perfectamente individualizada y separada para que la
posesión sea legalmente adquirida; por ejemplo, cuando se trata de un animal que se encuentra
en un rebaño.

10.3Cosas futuras.

No es posible poseer legalmente cosas futuras; por lo tanto, mientras la cosa futura no se separe
(cría de una vaca, por ejemplo) no se la puede poseer legalmente, pero existen derechos
exceptaticios.

11 Exclusividad de la posesión.-

El profesor Borda con mucha solvencia precisa que "dos posesiones iguales y de la misma
naturaleza no pueden concurrir sobre la misma cosa. Lo que quiere significar es que no se concibe
que dos personas puedan ejercer la posesión de una cosa simultáneamente, pretendiendo al
mismo tiempo, que es exclusiva. De donde surgen estas consecuencias. 1) que si una posesión
anterior continúa, la nueva no puede nacer; 2) que si una nueva posesión comienza, la anterior
necesariamente debe haber cesado"[26].

La exclusividad de la posesión representa una nota característica de la misma, conforme con su


naturaleza, que guarda paralelismo con la propiedad de las cosas; es decir, como al mismo tiempo
no puede haber dos propietarios de una cosa, tampoco pueden estar poseyendo en tal situación.

Cuando dos personas aleguen la existencia de una posesión de la misma naturaleza y sobre la
misma cosa, por motivos diferentes y además con título o causa distinta, el juzgador no podría
legalmente declarar la coexistencia de ambas posesiones, sin violar el principio de exclusividad de
la posesión.

Es necesario tomar en cuenta que no es posible que dos personas distintas al mismo tiempo estén
poseyendo un mismo bien, pero no existe ningún óbice legal a la existencia de la coposesión; es
decir que dos personas ejerzan simultáneamente sobre la misma cosa, empero, reconociendo el
derecho de todos[27].

Sobre este punto la Legislación del Paraguay no deja dudas sobre la exclusividad de la posesión y
reconoce la coposesión cuando indica: "Si dos o más personas poseyesen en común una cosa
indivisa, podrá cada uno ejercer sobre ella actos posesorios, con tal que no excluya los de los otros
coposeedores"[28].

Sobre este punto la Legislación de España tiene la siguiente solución. "La posesión, como hecho,
no puede reconocerse en dos personalidades distintas, fuera de los casos de indivisión. Si surgiere
contienda sobre el hecho de la posesión, será preferido el poseedor actual; si resultaren dos
poseedores, el más antiguo; si las fechas de la posesión fueren las mismas, el que presente título;
y, si todas están condiciones fuesen iguales, se constituirá en depósito o guarda judicial la cosa,
mientras se decida sobre su posesión o propiedad por los trámites correspondientes"[29].

12 La posesión no puede reconocerse a dos personas distintas.-

Concordante con el anterior punto (exclusividad de la posesión) en Derechos Reales y en la


posesión se tiene igualmente el principio de que la posesión no puede reconocer al mismo tiempo
a dos personas distintas.

En Derechos Reales pesa el principio de que dos posesiones iguales y de la misma naturaleza, no
pueden concurrir sobre la misma cosa; por lo tanto, debe existir exclusividad de la posesión; por
consiguiente, no se concibe que dos personas puedan ejercer la posesión de una cosa
simultáneamente, pretendiendo al mismo tiempo, que es exclusiva, para esto veamos los
siguientes principios:

- Si una posesión anterior continúa, la nueva no puede existir.

- Si una nueva posesión comienza, la anterior necesariamente debe haber terminado.

- La posesión no puede ser ostentada simultáneamente por dos personas.

Sobre este punto la Legislación de España tiene la siguiente solución. "La posesión, como hecho,
no puede reconocerse en dos personalidades distintas, fuera de los casos de indivisión. Si surgiere
contienda sobre el hecho de la posesión, será preferido el poseedor actual; si resultaren dos
poseedores, el más antiguo; si las fechas de la posesión fueren las mismas, el que presente título;
y, si todas están condiciones fuesen iguales, se constituirá en depósito o guarda judicial la cosa,
mientras se decida sobre su posesión o propiedad por los trámites correspondientes"[30].

13 Coposesión.-

Como indicamos en el punto anterior no puede existir que varias personas estén poseyendo al
mismo tiempo un misma cosa; pero es posible la coposesión de cosas indivisas o divisibles.

El contenido del derecho real del condominio o copropiedad, tiene su reflejo directo en la
coposesión, en la que los sujetos se reconocen recíprocamente estar poseyendo una cosa que les
pertenece a todos.

El profesor Musto señala que "sin embargo, el tema no está exento de dificul tades, porque quien
tenga asignada una parte idealmente determinada sobre una cosa, no puede poseerla en
abstracto. Su relación deberá recaer entonces sobre la totalidad de la cosa, con las limitaciones en
cuanto a su uso o disfrute que son consecuencia de la propia situación de coposesión"[31].

14 Posesión a título universal.-

Previamente recordemos que conforme al Art. 102 del Código Civil (1976), la herencia se difiere
por la ley o por voluntad del de cujus manifestada en testamento. En el primer caso el sucesor es
legal; en el segundo, testamentario.

Entre los herederos legales unos son forzosos, llamados a la sucesión por el solo ministerio de la
ley; los otros son simplemente legales, que tienen derecho a la sucesión a falta de herederos
forzosos y testamentarios.

Recordemos que la muerte abre la sucesión; por consiguiente, a partir de ese momento el sucesor
a título universal (una parte o alícuota parte de la sucesión) continúa la posesión de su causante
desde que se abre la sucesión, a menos que renuncie a la herencia en forma expresa o tácita.

"Nuestro ordenamiento jurídico muestra claramente, dos clases de sucesores mortis causa: los
herederos y los legatarios. Llámese heredero al que sucede a título universal, y legatario al que
sucede a título particular. El heredero es un sucesor universal al que se le difiere la totalidad del
patrimonio o una parte proporcional de ella (alícuota parte). El heredero es llamado a recibir la
sucesión continuando la persona del causante, por lo que tiene vocación al todo, por consiguiente,
puede responder por las obligaciones del causante".[32]

La norma en estudio contempla el fenómeno de la transmisión mortis causa de la posesión. El


heredero sucede en la posición jurídica del causante; por lo tanto, en la misma posesión que éste
ostentaba. Hay una verdadera y propia sucesión que actúa de manera forzosa, en cuanto que al
procedente poseedor (causante) le sustituye otra persona que ocupa su lugar (heredero),
produciéndose los efectos de la trasmisión desde la aceptación que se retrotrae al momento de la
muerte; es decir, que se la adquiere por ministerio de la ley y que tiene lugar en el momento de la
muerte del de cujus sin necesidad de la aprehensión material de la cosa.

Con mucho criterio señala el profesor Zeballos "para que la posesión de los bienes hereditarios se
entienda transmitida a los herederos sin interrupción y desde la muerte del causante, se precisa
que llegue a aceptar la herencia, lo que no puede producirse mientras no se releve de un acto
jurídico testamentario o, en su defecto, legal, que confiera la cualidad de heredero".[33]

Al respecto nuestra Legislación indica: "I. El sucesor a título universal continúa la posesión de su
causante desde que se abre la sucesión, a menos que renuncie a la herencia. II. El sucesor a título
particular puede agregar a su propia posesión la de su causante o causantes.

Sobre este punto la Legislación de España señala que "la posesión de los bienes hereditarios se
entiende transmitida al heredero sin interrupción y desde el momento de la muerte del causante,
en el caso de que llegue a adirse la herencia. El que válidamente repudia. El que válidamente
repudia una herencia se entiende que no la ha poseído en ningún momento".[34]
Igualmente, sobre este punto la Legislación de Chile dispone: "sea que se sucede a título universal
o singular, la posesión del sucesor, principia en él; a menos que quiera añadir la de su antecesor a
la suya; pero en tal caso se la apropia con sus calidades y vicios. Podrá agregarse en los mismos
términos a la posesión propia la de una serie no interrumpida de antecedentes"[35].

15 La posesión a título particular.-

El legatario sucede un bien determinado o específico, por consiguiente, es un sucesor singular que
no va a continuar la persona del causante, ni va a confundir su patrimonio con el de aquél, porque
simplemente va a recibir un objeto determinado y cuya responsabilidad habrá de extenderse
únicamente al valor de la cosa legada.

La nota distintiva de heredero y legatario, analizada a la luz de la más nutrida doctrina[36],


inspirada en el criterio objetivo de la herencia, no importa la voluntad del testador manifestada en
las palabras con que hace el llamamiento a su herencia, sino que surge del propio contenido de la
disposición testamentaria, según atribuya a los sucesores el patrimonio en su totalidad o parte
proporcional (herencia), o en alguno de sus elementos individualizados o grupo de ellos con-
cretamente determinado (legado).

Situación similar ocurre con el sucesor a título particular (con la universal) o conocido técnica y
jurídicamente como legatario; por lo tanto, el sucesor a título particular puede agregar a su propia
posesión la de su causante o causantes desde el momento de la muerte del causante y por
supuesto si éste ha aceptado la sucesión a título particular en su favor.

[1] La palabra posesión aparece asociada con la idea de pertenencia, dueño, amo, dueño y señor
de algo.

[2] Es el pensamiento de Ihering y Savigny en sus obras "La posesión". Donde se pone de relieve el
corpus y el animus como elementos fundamentales de la posesión, doctrina que sigue vigente
hasta nuestros días.

[3] Para complementar el tema revisar la obra del mismo autor (Castellanos Trigo, Gonzalo)
"Derechos Reales en el Código Civil Boliviano".

[4] CÓDIGO CIVIL DEL ESTADO PLURINACIONAL DE BOLIVIA. Art. 87 (Noción).

[5] CÓDIGO CIVIL DEL REINO DE ESPAÑA. Art. 430.

[6] CÓDIGO CIVIL DE LA REPÚBLICA DEL PERÚ. Art. 896. (Noción de posesión).

[7] CÓDIGO CIVIL DE LA REPÚBLICA DE CHILE. Art. 700.


[8] Es el criterio de los profesores: Borda Guillermo, Musto Néstor, Llambias Joaquín, Lafaille
Héctor, Alterini Jorge, Lorenzetti Ricardo, Wayar Ernesto, Messineo Francisco, Salvat Raymundo,
en sus diferentes obras sobre Derechos Reales.

[9] Erga omnes. es una palabra en latín que significa que todas las personas (no solamente
algunas) deben respetar el derecho.

[10] El principal representante de la Escuela Clásica es el profesor Savigny.

[11] Extracto del Auto Supremo N° 188, de 21 de agosto de 2000. Emitido por la Corle Suprema en
la Sala Civil I.

[12] BORDA GUILLERMO A. Manual de Derechos Reales. Quinta Edición actualizada. Editorial


Perrot. Buenos Aires, Argentina. 1981. Pág. 32.

[13] VALDÉZ ORCHANSKY, JORGE ALBERTO. Lecciones de Derechos Reales. Editorial Universal.


Buenos Aires, Argentina. 2001. Tomo I. Pág. 55.

[14] CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL DEL ESTADO PLURINACIONAL DE BOLIVIA. Art. 1453


(Acción reivindicatoría).

[15] Es el criterio jurídico de los profesores: Borda Guillermo, Llambias Jorge, Maffía Ricardo y
Tafur, en sus diferentes tratados sobre Derechos Reales que el autor ha consultado.

[16] Las razones por los cuales se protege a la posesión son señaladas por los profesores: Borda
Guillermo, Llambias Jorge, Maffía Ricardo, Tafur y Musto Néstor, en sus diferentes tratados sobre
Derechos Reales.

[17] Para complementar el tema revisar la obra del mismo autor (Castellanos Trigo, Gonzalo)
"Derechos Reates en el Código Civil Boliviano".

[18] TAFUR GONZALES, ÁLVARO. Código Civil. Anotado. La Posesión. Editorial Leyer. Bogotá C. C.
Colombia. 2007. Pág. 202.

[19] CÓDIGO CIVIL DEL ESTADO PLURINACIONAL DE BOLIVIA. Art. 88 (Presunciones de posesión).

[20] CÓDIGO CIVIL DEL REINO DE ESPAÑA. Art. 436. (Presunción de Posesión).

[21] CÓDIGO CIVIL DE LA REPÚBLICA DEL PERÚ. Art. 915 (Presunción de posesión continua).

[22] Para mayor información e ilustración del tema revisar Art. 191 de la Constitución Política del
Estado Boliviano (2009).

[23] A manera de ejemplo se ha querido mostrar algunos artículos de nuestra Constitución donde
declaran qué bienes pertenecen al Estado. Constitución Política del Estado. Arts. 136,137,138 y
139.
[24] ROMERO FERNÁNDEZ, GERARDO RAMÓN. Derechos Reales en la Legislación. Editorial
Universal. Lima Perú. 2003. Pág. 118.

[25] Es el criterio jurídico de los profesores: Borda Guillermo, Llambias Jorge, Maffía Ricardo y
Tafur, en sus diferentes tratados sobre Derechos Reales que el autor ha consultado.

[26] BORDA GUILLERMO A. Ob. Cit. Manual de Derechos Reales. Quinta Edición actualizada. Pág.
45.

[27] El ejemplo típico es ejercer la posesión entre varias personas en la copropiedad de cosas
indivisas.

[28] CÓDIGO CIVIL DE LA REPÚBLICA DEL PARAGUAY. Art. 1915.

[29] CÓDIGO CIVIL DEL REINO DE ESPAÑA. Art. 445.

[30] CÓDIGO CIVIL DEL REINO DE ESPAÑA. Art. 445.

[31] MUSTO, NÉSTOR JORGE. Derechos Reales. La posesión. Editorial Astrea. Buenos Aires. 2000.
Tomo I. Pág. 218.

[32] CASTELLANOS TRIGO, GONZALO. Derecho de Sucesiones Conforme al Código Civil Boliviano.


Editorial Gaviota del Sur. Sucre, Bolivia. 2007. Pág. 20.

[33] ZEBALLOS, LA FUENTE, ROSARIO. Teoría general del Derecho Civil. Derechos Reales. Editorial
Amigos del Libro. Lima, Perú. 2001. Pág. 122.

[34] CÓDIGO CIVIL DEL REINO DE ESPAÑA. Art. 440.

[35] CÓDIGO CIVIL DE LA REPÚBLICA DE CHILE. Art. 717.

[36] Es el pensamiento de los profesores: Borda Guillermo, Llambias Joaquín, Lafaille Héctor,
Alterini Jorge, Salvat Raymundo, en sus diferentes obras sobre Derechos de Sucesiones.

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