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Sentencia 45-01 - Procter & Gamble Colombia (Iva)
Sentencia 45-01 - Procter & Gamble Colombia (Iva)
SECCIÓN CUARTA
SUBSECCIÓN "B"
Bogotá, D. C, dieciocho (18) de enero de dos mil doce (2012)
REFERENCIA: EXPEDIENTE No- 2010-0045-01
DEMANDANTE: PROCTER & GAMBLE COLOMBIA LTDA.
DEMANDADO: U.A.E. DIAN. IMPUESTOS NACIONALES
Magistrada Ponente: Dra. NELLY YOLANDA VILLAMIZAR DE
PEÑARANDA
SENTENCIA
I. ANTECEDENTES:
1.1 HECHOS
Con fundamento en las razones de hecho y de derecho que expone (fl. 60 Cl del
expediente), solicita:
II. DEMANDA:
2.1.1. El señor apoderado de la parte demandante invoca como violadas las siguientes
disposiciones (fls. 62 y 63 del expediente):
2.2.1.1. El gasto de publicidad es una operación no gravada con IVA por ausencia de
hecho económico imponible.
Afirma el señor apoderado de la sociedad que las glosas realizadas a su representada por
la DIAN se derivan de una indebida interpretación de la ley y del desconocimiento de las
pruebas allegadas al expediente que dan cuenta de la realidad económica, contable y
legal de su mandante.
En el caso concreto, explica, la sociedad hizo entrega a sus distribuidores más eficientes,
cumplidores de metas de ventas, de artículos como hornos, vajillas, cubiertos, una
lavadora, etc., con el fin de dar publicidad a un producto incentivando así la penetración o
afianzamiento de la empresa en el mercado.
Pone de presente que la sociedad no produce ni comercializa los bienes enajenados, sino
productos de aseo personal y del hogar, entre otros, por lo cual, insiste, el sustrato
económico de la operación es un gasto publicitario y no se enmarca dentro de las
manifestaciones económicas que grava el IVA.
2.2.1.2. Ausencia de valor agregado en los gastos de publicidad. Inicia el actor señalando
que del artículo 437 del Estatuto Tributario se colige que la citada norma condiciona la
causación del IVA a que las ventas se generen en un ciclo de producción, distribución,
comercialización de bienes. Añade, el IVA es un impuesto al gasto o a las compras, y no
al consumo y a las ventas, contrario a lo entendido por la DIAN. En ese orden de ideas,
manifiesta que la DIAN, en contravía incluso de lo prescrito en la sentencia por ella citada
en los actos censurados, pretende extender la causación del impuesto a la realización de
una gasto publicitario que no forma parte de dicho ciclo económico, como quiera
que PROCTER & GAMBLE DE COLOMBIA LTDA. no comercializa ni habitual ni
esporádicamente los bienes que utilizó como incentivo, razón por la cual, anota, al ser
ésta el consumidor final de los bienes, es decir el final del ciclo, no es posible predicar que
haya valor agregado en la forma como se dispone del bien.
A renglón seguido, realiza una comparación entre la definición de los conceptos de activos
fijos y movibles consagrada en el artículo 35 del Decreto 2649 de 1993 y la dinámica de
las cuentas del Decreto 2650 de 1993. De conformidad con lo antedicho, aduce que los
bienes adquiridos como incentivos de publicidad por la sociedad no se encuadran dentro
de ninguno de dichos conceptos, pero sí se ajustan a la definición de "gasto" consignada
en el aludido Decreto, recogida en el concepto de deducción en el artículo 107 del
Estatuto tributario: "flujo de salida de recursos, en forma de disminuciones del activo o
incremento del pasivo o una combinación de ambos que generan disminuciones del
patrimonio, incurridos en actividades de administración y comercialización (...)"
En este sentido, el libelista manifiesta que durante la vía gubernativa se probó que los
desembolsos por publicidad fueron registrados contablemente como gastos en la cuentas
PUC 523560 y 523595 y, por ende, fueron llevados fiscalmente como gastos
operacionales de la compañía, hecho que, aduce, fue reconocido por la misma
Administración en el Requerimiento Especial y en la resolución que desató el Recurso de
Reconsideración, de los cuales cita unos apartes.
Así mismo, reitera, conforme con las norma citada y el registro contable realizado por la
sociedad de los hechos objeto de las glosas, es claro que los incentivos de publicidad, no
obstante que correspondan a bienes muebles, no pierden su naturaleza económica de
gasto, razón por la cual, reitera, no pueden ser reconocidos fiscal y contablemente como
un activo.
2.2.1.4. A usencia de donación
Considera el memorialista que la Administración incurrió en un yerro al establecer que en el caso de autos la
causación del IVA se deriva de una donación porque de acuerdo con la definición del Código de
Procedimiento Civil, a la cual debe remitirse el artículo 421 del Estatuto Tributario (el cual establece la
donación como hecho generador del IVA), existe donación cuando el bien es transferido por el responsable
del gravamen a título gratuito e irrevocable y, además, concurre en su actuar lo que la jurisprudencia de la
Corte Suprema de Justicia conoce como el "animus donandi",lo que implica, a su entender, la intención de
donar o regalar un bien sin un interés económico subyacente o interés de ninguna índole.
A ese respecto, recalca, "la sociedad incurre en el gasto de publicidad descrito con el interés de posicionar su
marca o producto, buscando mayores ventas a los clientes de los bienes que comercializa y (produce), y
estimulándolos para que vendan más sus marcas que otras del mercado", razón por la cual, insiste, no existe
donación y, por consiguiente, tampoco se configura el hecho generador ni el hecho imponible del IVA en el
caso materia de discusión.
Añade, igualmente para que pueda donarse un bien, es necesario que este sea un activo
de la compañía, lo cual no ocurre en este caso por las razones antes expuestas.
La demandante alega tener la calidad de responsable del IVA (sujeto pasivo jurídico)
frente a las ventas que hace de sus productos, pero no cuando adquiere bienes para
incentivar sus ventas. Señala que en este evento ostenta la calidad de contribuyente
(sujeto pasivo económico del IVA), toda vez que paga el IVA en el momento en que los
adquiere de su proveedor. Por ello, estima que como el IVA recae sobre el
comercializador de los bienes y no sobre el comprador, la sociedad no adquiere la calidad
de responsable respecto de los mismos cuando los entrega como incentivos, por todo lo
cual, expresa que la Administración viola el artículo 338 de la Constitución Nacional por
cuanto en el caso de autos no se reunieron dos de los elementos estructurales del
impuesto, el hecho gravable y el sujeto pasivo, este último por cuanto en el caso de autos
el contribuyente es el consumidor final de los bienes adquiridos como gasto publicitario y,
por ende, no adquiere la calidad de responsable del Impuesto a las Ventas
De otra parte, explica que las técnicas de mercado contemplan variadas formas de
incentivar las ventas dentro de las cuales se encuentran, por ejemplo, los folletos que se
adjuntan a los periódicos y la entrega de bienes diferentes a aquellos que la empresa
produce o comercializa. Al respecto, considera que ambos son gastos publicitarios que no
generan IVA, por lo cual no encuentra razón para que la Administración reconozca como
tales los primeros y no a los segundos, por lo que, remata dicha tesis de la DIAN va en
contra de la neutralidad del impuesto.
Todas esas razones lo conducen a concluir procedente que el impuesto sobre las ventas
pagado en la compra de los bienes por concepto de gasto de publicidad sea
tomado como deducción a la vez que como impuesto descontable por el
contribuyente pues, afirma, está asociado a una erogación que constituye costo o gasto
guardando relación con la venta de los productos gravados de la sociedad, pues fruto de
este tipo de gastos publicitarios aumentan las ventas de los productos existentes, se
promueve la venta de otros productos y se mantiene la posición de mercado de la
compañía. Además, agrega, la normatividad no hace distinción entre los gastos de
publicidad para su procedencia.
Afirma que se viola el artículo 437 del Estatuto Tributario, reproduce el texto de dicha
norma, y sostiene, que la Administración en el transcurso de la vía gubernativa le otorgó la
calidad de responsable del impuesto con fundamento en el inciso segundo del aludido
artículo y anota que la Administración hace una incorrecta interpretación de la norma que
conlleva a la nulidad de los actos acusados, como quiera que la responsabilidad en el
Impuesto a la ventas surge cuando el bien adquirido o comprado a un responsable del
régimen simplificado no es de aquellos que éste vende en el giro ordinario de sus
negocios, por lo que, entiende, se regula una situación o supuesto de hecho diferente al
del caso concreto (no se adquieren bienes de los distribuidores), por lo cual dicho inciso
resulta inaplicable.
2.2.3. "VIOLACIÓN AL DEBIDO PROCESO POR INAPLICACIÓN DE LOS CRITERIOS DE LA SANA
CRÍTICA EN LA VALORACIÓN DE LA PRUEBA".
El actor señala que durante toda la vía gubernativa la sociedad probó mediante el aporte de su contabilidad, el
registro de los desembolsos efectuados por concepto de publicidad en las cuentas PUC 523560 "Publicidad" y
523595 "otros" lo cual, en su voz, constituye soporte de su correlativo tratamiento fiscal como gastos
operacionales deducibles.
Sin embargo, afirma, a pesar de que la administración en los actos acusados reconoce las sumas glosadas
como gasto de publicidad contablemente, además de que, en virtud de las facultades de fiscalización que le
asisten no discutió, como era su obligación, que los libros contables de la sociedad no estuvieran llevados en
debida forma y reflejaran la realidad de las operaciones (razón suficiente para que sean considerados como
plena prueba) pretendiendo reclasificar la operación como un acto de comercialización de un inventario u otro
activo, contrariando de esta manera las pruebas por ella recaudadas, las aportadas por el contribuyente, la
contabilidad de la empresa, la técnica contable y las normas aplicables al asunto, configurándose una
indebida valoración de las pruebas obrantes en el proceso de conformidad lo preceptuado en el artículo
772 del Estatuto Tributario y el artículo 35 del Código Contencioso Administrativo.
Indica que, a pesar de que la Liquidación de Revisión lo niega, no hay duda sobre la
diferencia de criterios entre la Administración y la sociedad, en relación con el derecho
aplicable, diferencia que, como tal, descarta la sanción por inexactitud, según lo establece
el artículo 647 del Estatuto Tributario.
Expone que aún cuando se decidiera en forma equivocada, que sí había lugar a generar
el IVA en los casos materia del litigio, no por ello se le podría endilgar a la sociedad que
deliberada y fraudulentamente omitió impuestos generados en sus declaraciones
tributarias, porque es evidente que actuó bajo la firme convicción de que tales entregas no
hacían parte de los supuestos descritos en los literales a) y b) del artículo 421 del Estatuto
Tributario y, mucho menos, del último inciso del artículo 437 ibídem. Así las cosas, no se
trata de la inclusión de factores falsos, incompletos o desfigurados ni de la omisión
irregular de impuestos generados, sino del fruto de una interpretación de las normas que
difiere de la atendida por la Administración Tributaria.
3.1.1.2. Respecto al argumento que niega que la operación realizada por el actor
encuadre en una donación, con apoyo en el artículo 421 del Estatuto Tributario, responde
que la denominación que quiera endilgársele no reviste ninguna trascendencia, por cuanto
no se afecta la estructuración del hecho generador del tributo (trasferencia de dominio a
título gratuito de un bien mueble no excluido). Con el fin de respaldar sus asertos invoca la
sentencia del H. Consejo de Estado del 22 de mayo de 1998, expediente 8818 y el
Concepto Unificado 00001 de 2003 emitido por la Oficina Jurídica de la DIAN
Agrega también que en virtud del artículo 23 de la Ley 383 de 1997, un mismo hecho
económico no puede generar más de un beneficio tributario para el mismo contribuyente
por lo cual, a su juicio, no le es dable al accionante solicitar la entrega de bienes
promocionales como deducción en renta, a la vez que pide no gravarse la operación con
IVA.
Por tales razones, estima, la conducta del contribuyente se encuadra dentro de dos de las
descripciones del hecho generador del IVA.
3.1.2. Violación al debido proceso por inaplicación de los criterios de la sana crítica.
Con respecto a la sanción por inexactitud impuesta, se remite al artículo 647 del Estatuto Tributario para decir
que en este caso, está probado que el responsable no incluyó en la declaración del impuesto sobre las ventas,
un valor del impuesto generado por operaciones gravadas.
Anota que la sanción de inexactitud fue impuesta al encontrarse configurado el supuesto de hecho que
claramente se indicó en los actos acusados, como la norma jurídica en que se fundamentó y la jurisprudencia
aplicable, así como se analizaron objetivamente los hechos.
Finalmente, con apoyo en la sentencias del H. Consejo de Estado en cuanto a la existencia de diferencia de
criterios entre la Administración y el contribuyente, observa que no se concreta cuando lo que se ha
presentado es un desconocimiento del derecho aplicable en cuanto al cumplimiento del deber de determinar
correctamente el IVA, al momento en que ocurre el hecho generador, en este caso, la transferencia del
dominio de los bienes entregados a título gratuito en calidad de premios a sus distribuidores.
4.1. En primer lugar, estableció que el problema jurídico radica en determinar si es "válido gravar con IVA la
compra de bienes muebles entregados a los distribuidores de la actora a título gratuito, con el objeto de
incentivar las ventas."
Tras reproducir los artículos 420 y 421 del Estatuto Tributario el a quo concluyó que la
adquisición de bienes corporales muebles gravados con el IVA, bien sea para su propio
consumo o para entregarlos gratuitamente a un tercero, causa el Impuesto a las ventas en
tanto, a su juicio, la actividad desplegada por la actora se encuadra dentro la figura
jurídica de la donación, la cual, puntualiza, a luz de las normas tributaria y del Concepto
Oficial 001 de 2003 se cataloga como una venta a tenor del literal a del artículo
421 ejusdem puesto que implica la transferencia del dominio y no se encuentra dentro de
las exclusiones o exenciones consagradas taxativamente en la normativa regente del
Impuesto a la Ventas.
Tanto el apoderado judicial de PROCTER & GAMBLE COLOMBIA LTDA. (fls. 160 al 69 el
del exp.) como de la DIAN (fls 170 a 176 Cl del exp.) interponen el recurso de apelación
contra la sentencia de primera instancia, solicitando que se revoque en lo concierne a sus
intereses, para lo cual acuden para ello a los mismos argumentos expuestos en el libelo
introductorio y de contestación de la demanda, respectivamente.
VII. CONSIDERACIONES
7.1. Para decidir sobre el fondo del debate se hace necesario partir de los siguientes
problemas jurídicos: 1) ¿Se encuentra gravada con el Impuesto a las Ventas la
enajenación de bienes muebles diferentes a los normalmente producidos o
comercializados tales como electrodomésticos, entre otros, entregados a las distribuidoras
de la sociedad accionante? y 2) ¿Hay lugar a la imposición de sanción por inexactitud?
Comienza la Sala por establecer que la ley tributaria que regula la relación jurídica
existente entre el Estado y los contribuyentes, para hacer efectiva la satisfacción de los
tributos, establece como elementos esenciales constitutivos del tributo, los
siguientes:[1] El sujeto activo, que es la entidad pública titular del crédito fiscal; el hecho
generador, que es el acontecimiento de cuya realización depende el nacimiento de
la obligación tributaria; la base gravable, que es un factor variable que determina en
cada caso la cuantía que servirá de base en la determinación del impuesto; la tarifa, la
cual es un factor constante que se aplica a la base gravable para liquidar el tributo;
el sujeto pasivo, que es la persona natural o jurídica conminada al pago del impuesto,
que adquiere esta condición al realizar el hecho generador o imponible del tributo.
En el Impuesto sobre las Ventas dicho sujeto pasivo de la relación jurídica recibe la
denominación de "responsable", independientemente de la distinción entre el sujeto
pasivo jurídico y el sujeto pasivo económico, o persona en quien finalmente pueda recaer
el impuesto. Anota la Sala que si bien el impuesto sobre las ventas es un tributo de
carácter indirecto en el que no coinciden en términos económicos el contribuyente y el
responsable, pues en últimas quien soporta la carga fiscal es el comprador del bien o
servicio gravado, ya que a éste se traslada la ley para facilitar el recaudo del impuesto
determinando a los responsables directos de su pago, mediante el establecimiento de la
relación jurídico-tributaria con los denominados sujetos pasivos jurídicos o contribuyentes
de "jure" y desligada del sujeto incidido con el gravamen. De manera que
el "responsable" es la persona que responde directamente ante el Estado no sólo por la
obligación sustancial del pago, sino también por otras obligaciones instrumentales o
formales.
En ese sentido, el artículo 420 del Estatuto Tributario, indica los hechos generadores del
impuesto a las ventas, así: a) Las ventas de bienes corporales mueblesque no hayan
sido excluidas expresamente, b) La prestación de los servicios en el territorio nacional,
y c) La importación de bienes corporales muebles que no hayan sido excluidos
expresamente. A su turno, el artículo 421 ibídem, define los hechos que, para efectos del
impuesto a las ventas, se consideran "venta", a saber: a) Todos los actos que impliquen la
transferencia del dominio a título gratuito u oneroso de bienes corporales
muebles; b) Los retiros de bienes corporales muebles hechos por el responsable
para su uso o para formar parte de los activos fijos de la empresa; y, c) Las
incorporaciones de bienes corporales muebles a inmuebles o a servicios no gravados.
Por su parte, el artículo 424 del ordenamiento tributario, señala los bienes (corporales
muebles) y servicios que se encuentran excluidos del impuesto y que, por consiguiente, su
venta o importación no causa el impuesto a las ventas.
En ese sentido, es menester para la Sala señalar que todo contribuyente que sea
responsable del Impuesto a la Ventas, tiene derecho a descontar de su IVA
GENERADO, el valor del IVA PAGADO en la adquisición de bienes y servicios
gravados[5], imputable a los ingresos gravados.
Al respecto, se conoce como IVA GENERADO aquél que el comerciante cobra al cliente o
consumidor, el cual debe ser declarado y pagado por éste, toda vez, que es un impuesto
que el responsable del IVA cobra en nombre del Estado y que después debe transferirle.
Sin embargo, para que pueda generarse ese IVA, el contribuyente debe incurrir en costos
y gastos también gravados con el Impuesto a las Ventas, esto es, que debe pagar un IVA
para poder comprar el bien, o prestar el servicio, constituyéndose ese IVA pagado en
descontable.
Por otra parte, el artículo 488 [6] ibídem, señala que sólo otorga derecho a descuento el
IVA pagado por las adquisiciones o importaciones que, de acuerdo con las disposiciones
del impuesto sobre la renta, resulten computables como costo o gasto de la empresa y se
destinen a operaciones gravadas con el impuesto.
Sobre el punto, la Sala se remite necesariamente al artículo 420 del Estatuto Tributario
que señala en forma expresa los hechos sobre los cuales se impone aplicar el impuesto a
las ventas, entre los que se encuentran "a) Las ventas de bienes corporales muebles que
no hayan sido excluidas expresamente".
En ese sentido, para determinar si el hecho constituye venta o no, lo que debe tenerse en
cuenta, es el concepto fiscal de "venta” previsto en tal el artículo 421ibídem y no el que
definen otras ramas del derecho. Así el citado artículo dice:
"a) Todos los actos que impliquen la transferencia del dominio a título gratuito u oneroso
de bienes corporales muebles, independientemente de la designación que se dé a los
contratos o negociaciones que originen esa transferencia y de las condiciones, pactadas
por las partes, sea que se realicen a nombre propio, por cuenta de terceros a nombre
propio, o por cuenta y a nombre de tercero."
De acuerdo con dicho texto, contrario a lo alegado por el libelista, la Sala establece que el
acto de entrega de los bienes muebles (electrodomésticos y demás artículos empleados
como incentivos) de la sociedad actora a los distribuidores de sus productos, encaja en el
literal a) de la norma transcrita, toda vez la"entrega” implica la transferencia del dominio
del respectivo bien, la cual puede ser a título gratuito u oneroso, por lo cual la aclaración
de la apoderada de la actora en el sentido de que jurídica y económicamente en realidad
la entrega no es a título gratuito, no modifica la situación planteada, ya que lo relevante es
que exista transferencia de dominio, requisito que se cumple; por lo demás, la clase o
denominación que se le de a un contrato o negociación no importa, como las condiciones
pactadas por las partes, el cumplimiento de metas de ventas o las contraprestaciones que
pueda tener el obsequio, pues son aspectos que no inciden en el concepto
de "venta” previsto en el literal comentado, en el cual, se repite, encaja el acto de entrega
de dichos aparatos y artículos.
Ahora bien, advierte la Sala que la sociedad tiene como objeto social de acuerdo con el
Certificado de Existencia y representación expedido por la Cámara de Comercio de
Bogotá (fl. 5 Cl del exp.) "la importación, exportación, compra, venta, distribución y en
general todo tipo de productos de consumo masivo, tales como productos de higiene y
cuidado personal, productos para el lavado de ropa, productos para la limpieza en
general, productos químicos y farmacéuticos, alimentos y bebidas entre otros, sin que
esta enumeración sea restrictiva sino meramente enunciativa", por lo que de conformidad
con el artículo 476 y subsiguientes del Estatuto Tributario, no están exentos del impuesto
a las ventas los productos que comercializa dentro del desarrollo de su objeto social, ni
ninguno de los productos que adquiere con el fin de entregar a sus distribuidores de
manera gratuita, de donde la Sala deduce, las ventas que realiza la actora en desarrollo
de su objeto social no se encuentran excluidas del impuesto a las ventas, pues es claro,
que las exenciones y exclusiones en materia impositiva están expresamente consagradas
en la ley, y las normas tributarias no consagran exclusión alguna para las transferencias
del dominio de bienes muebles que se realicen para promocionar ventas, razón por la cual
la sociedad actora estaba obligada a liquidar el correspondiente Impuesto a las Ventas y a
contabilizarlo y declararlo de acuerdo con el procedimiento previsto en la ley para el
efecto.
Paralelamente, la Sala recuerda lo preceptuado por el artículo 437 del Estatuto Tributario
a cuyo texto se remite:
a. En las ventas, los comerciantes, cualquiera que sea la fase de los ciclos de
producción y distribución en la que actúen y quienes sin poseer tal carácter,
ejecuten habitualmente actos similares a los de aquellos.
b. En las ventas de aerodinos, tanto los comerciantes como los vendedores
ocasionales de éstos.
c. Quienes presten servicios.
d. Los importadores.
e. Los contribuyentes pertenecientes al régimen común del impuesto sobre las
ventas, cuando realicen compras o adquieran servicios gravados con personas
pertenecientes al régimen simplificado, por el valor del impuesto retenido, sobre
dichas transacciones.
f. Los contribuyentes pertenecientes al régimen común del Impuesto sobre las
Ventas, por el impuesto causado en la compra o adquisición de los bienes y
servicios gravados relacionados en el artículo 468-1, cuando estos sean
enajenados o prestados por personas naturales no comerciantes que no se hayan
inscrito en el régimen común del impuesto sobre las ventas.
El impuesto causado en estas operaciones será asumido por el comprador o
adquirente del régimen común, y deberá ser declarado y consignado en el mes
correspondiente a la fecha del pago o abono en cuenta. El impuesto retenido podrá
ser tratado como descontable en la forma prevista por los artículos 485, 485-
1, 488 y 490 de este Estatuto. Sobre las operaciones previstas en este literal,
cualquiera sea su cuantía, el adquirente emitirá al vendedor el documento
equivalente a la factura, en los términos que señale el reglamento.
Los consorcios y uniones temporales cuando en forma directa sean ellos quienes
realicen actividades gravadas.
Conforme con lo anterior, la Sala recaba que tampoco puede afirmarse que respecto de
tales ventas o transferencias de dominio no se está haciendo comercialización y no existe
responsabilidad frente al gravamen por cuanto no se cumple el requisito
de "habitualidad" que consagra el inciso 1 del artículo 437, pues tal afirmación surge de
una interpretación parcial de tal norma, ya que el inciso último de la misma, extiende la
responsabilidad del Impuesto a las Ventas "a la venta de bienes corporales muebles
aunque no se enajenen dentro del giro ordinario del negocio, pero respecto de cuya
adquisición o importación se hubiere generado derecho al descuento". Como se observa,
la obligación de liquidar el impuesto se extiende a las ventas de bienes corporales
muebles realizadas por fuera del objeto social, es decir, así los mismos no se produzcan o
se vendan en desarrollo de la actividad productora de renta, con el único requisito que se
hubiera generado descuento en lo referente a su adquisición o importación.
Entonces, si bien al caso resulta aplicable el citado artículo, es por la razón anotada, y no
porque la adquisición de los bienes corresponda a un gasto necesario, para incentivar las
ventas, pues olvida la sociedad demandante que la aplicación del artículo 488 ibídem,
además exige que la operación de adquisición de bienes y servicios se destine "a las
operaciones gravadas con el impuesto a las ventas", condición que no se cumpliría con la
tesis expuesta por el actor consistente en que la trasferencia de dominio no comporta
venta, no genera IVA, no implica disposición de inventario y representa un simple gasto.
En este orden de ideas, para la Sala, de acuerdo con los cargos de ilegalidad, la adición
del impuesto sobre las ventas, en la entrega de bienes corporales muebles a las
distribuidoras o promotoras de la sociedad actora a título gratuito, dan nacimiento al
impuesto sobre las ventas, por las siguientes razones:
Se trata de la transferencia, por parte de un responsable del impuesto sobre las ventas,
de bienes corporales muebles gravados (no excluidos) a un tercero, a título gratuito, sin
importar el motivo que anime tal transferencia.
El obsequio lleva ínsito el impuesto, o sea, también causó el impuesto a las ventas al
llevarlo como descontable y sin contrapartida al momento de su entrega.
El hecho de que la sociedad no obtenga ingresos por los bienes que hacen parte del giro
ordinario de sus negocios, la transferencia del dominio no le quita el efecto de generar el
impuesto en la medida que la intención del actor desde el primer momento fue la de
adquirir los bienes con el ánimo de transferirlos a título gratuito, en aplicación de la política
de ventas. Si bien estos bienes no son los del giro normal, el propósito de su adquisición
si fue el de trasladar el dominio a título gratuito a sus distribuidores comerciales.
En este sentido, la Sala, establece, no son de recibo los cargos primero, segundo
formulados en la demanda.
Así las cosas, para la Sala aflora diáfana la conclusión de que no existe violación al
debido proceso, ni resulta procedente invocar la enervación del artículo 772del Estatuto
Tributario, toda vez que la contabilidad del de la sociedad no constituye prueba
conducente, pertinente o eficaz para resolver el asunto eminentemente jurídico, que no
probatorio, al cual la litis se contrae.
Al respecto, el artículo 647 del Estatuto Tributario[7] prevé que constituye inexactitud
sancionable la omisión de ingresos, de impuestos generados por las operaciones
gravadas, de bienes o actuaciones susceptibles de gravamen, así como la inclusión de
costos, deducciones, descuentos, exenciones, pasivos, impuestos descontables,
retenciones o anticipos inexistentes, y, en general, la utilización, en las declaraciones
tributarias, o en los informes suministrados a las oficinas de impuestos, de datos o
factores falsos, equivocados, incompletos o desfigurados, de los cuales se derive un
menor impuesto o saldo a pagar o un mayor saldo a favor para el contribuyente o
responsable. También constituye inexactitud sancionable el hecho de solicitar
compensación o devolución sobre sumas que hubiesen sido objeto de compensación o
devolución anterior.
Dicha disposición también señala que no hay lugar a imponer sanción por
inexactitud cuando el menor valor a pagar que resulte en las declaraciones tributarias se
derive de errores de apreciación o de diferencias de criterio entre las oficinas de
impuestos y el declarante, relativos a la interpretación del derecho aplicable, siempre que
los hechos y cifras denunciados sean completos y verdaderos. En consecuencia, no hay
diferencia de criterios cuando lo que se presenta es el desconocimiento del derecho
procedente[8] y cuando no son aplicadas las normas pertinentes.
FALLA
[2] Derecho Tributario, Autor. Dr. A. Ramírez Cardona, Cuarta Edición, Editorial Temis
[3] Artículo 2 CONTRIBUYENTES. Son contribuyentes o responsables directos del pago del tributo
los sujetos respecto de quienes se realiza el hecho generador de la obligación sustancial.
Artículo 4o SINÓNIMOS. Para fines del impuesto sobre las ventas se consideran sinónimos los
términos contribuyente y responsable.
Artículo 792. SUJETOS PASIVOS. Son contribuyentes o responsables directos del pago del tributo
los sujetos respecto de quienes se realiza el hecho generador de la obligación tributaria sustancial.
[4] Artículo 437. LOS COMERCIANTES Y QUIENES REALICEN ACTOS SIMILARES A LOS DE
ELLOS Y LOS IMPORTADORES SON SUJETOS PASIVOS. Son responsables del impuesto:
a) En las ventas, los comerciantes, cualquiera que sea la fase de los ciclos de producción y
distribución en la que actúen y quienes sin poseer tal carácter, ejecuten habitualmente actos
similares a los de aquéllos;
b) En las ventas de aerodinos, tanto los comerciantes como los vendedores ocasionales de éstos;
c) Quienes presten los servicios gravados;
d) Los importadores.
a) El impuesto sobre las ventas facturado al responsable por la adquisición de bienes corporales
muebles y servicios, hasta el límite que resulte de aplicar al valor de la operación que conste en
las respectivas facturas o documentos equivalentes, la tarifa del impuesto a la que estuvieren
sujetas las operaciones correspondientes; la parte que exceda de este porcentaje constituirá un
mayor valor del costo o del gasto respectivo.
b) El impuesto pagado en la importación de bienes corporales muebles. Cuando la tarifa del bien
importado fuere superior a la tarifa del impuesto a la que estuvieren sujetas las operaciones
correspondientes, la parte que exceda de este porcentaje constituirá un mayor valor del costo o del
gasto respectivo.
[7] ARTÍCULO 647. SANCIÓN POR INEXACTITUD. Constituye inexactitud sancionable en las
declaraciones tributarias, la omisión de ingresos, de impuestos generados por las operaciones
gravadas, de bienes o actuaciones susceptibles de gravamen, así como la inclusión de costos,
deducciones, descuentos, exenciones, pasivos, impuestos descontables, retenciones o anticipos,
inexistentes, y, en general, la utilización en las declaraciones tributarias, o en los informes
suministrados a las Oficinas de Impuestos, de datos o factores falsos, equivocados, incompletos o
desfigurados, de los cuales se derive un menor impuesto o saldo a pagar, o un mayor saldo a favor
para el contribuyente o responsable. Igualmente, constituye inexactitud, el hecho de solicitar
compensación o devolución, sobre sumas a favor que hubieren sido objeto de compensación o
devolución anterior.
La sanción por inexactitud será equivalente al ciento sesenta por ciento (160%) de la diferencia
entre el saldo a pagar o saldo a favor, según el caso, determinado en la liquidación oficial, y el
declarado por el contribuyente o responsable. Esta sanción no se aplicará sobre el mayor valor del
anticipo que se genere al modificar el impuesto declarado por el contribuyente.
Sin perjuicio de las sanciones de tipo penal vigentes, por no consignar los valores retenidos,
constituye inexactitud de la declaración de retenciones en la fuente, el hecho de no incluir en la
declaración la totalidad de retenciones que han debido efectuarse, o el efectuarlas y no declararlas,
o el declararlas por un valor inferior. En estos casos la sanción por inexactitud será equivalente al
ciento sesenta por ciento (160%) del valor de la retención no efectuada o no declarada.
En el caso de las declaraciones de ingresos y patrimonio, la sanción por inexactitud será del veinte
por ciento (20%), de los valores inexactos por las causales enunciadas en el inciso primero del
presente artículo, aunque en dichos casos no exista impuesto a pagar.
La sanción por inexactitud a que se refiere este artículo, se reducirá cuando se cumplan los
supuestos y condiciones de los artículos 709 y 713.
No se configura inexactitud, cuando el menor valor a pagar que resulte en las declaraciones
tributarias, se derive de errores de apreciación o de diferencias de criterio entre las Oficinas de
impuestos y el declarante, relativos a la interpretación del derecho aplicable, siempre que los
hechos y cifras denunciados sean completos y verdaderos.
[8] H. Consejo de Estado, sentencia de 15 de marzo de 2002, expediente No. 12380, Consejero
Ponente Dr. JUAN ÁNGEL PALACIO HINCAPIÉ.
[9] H. Consejo de Estado, sentencia de 27 de octubre de 2005, expediente No. 14725, Consejera
Ponente Dra. LIGIA LÓPEZ DÍAZ.