Está en la página 1de 8

ANO PRIMERO. MADRID 10 DE JUNIO DE mi. NÜM. i 9 .

DE LA HOMEOPATÍA.
PUNTOS BE BVSCBICIOIV.
Uadrid, trea meses 10 Madrid—En la redacción, calle déla Enromiendanúm, 19,
Medio año 10 donde se reciben las reciatnaciones,anuncios y comunicadoi,
Un año 36 y en la librería de Bailly-Baillicre.calledcl Príncipe,nüm. 11,
Provincias, tnodio afio 84 Provincias—En casa d« los corresponsales de Bailly.i
Un año (O remitiendo al administrador del Centinela el valor de l i i u t -
Eitranjcro y liilrnmar, un año Í8 cricion en libranza sobre correos
Este periúdico sale los días 1° , 10 y 20 de cdda mes.

Entre todas las oposiciones sislcmáticns, y cólogos han dado, pretendiendo encadenar
las injustas , inmerecidas y poco humanita- al odioso monopolio que ejercen los progre-
rias persecuciones, que la medicina homeo- sos de la humanidad y la gran causa de la
pática ha tenido que arrostrar en todas par- salud de los pueblos ; pero todas las naciones
les, ninguna ha sido mas encarnizada que han visto también el triunfo definitivo do
la que ha surgido de los señores monopolistas nuestra doctrina, y han hecho mas temprano
del comercio de ungüentos. En todas partes ó mas larde la debida justicia á la medicina
los boticarios se han conducido con la bené- de Hahnemann, despreciando el eterno cla-
fica homeopatía como los fariseos con Cristo; moreo y las lágrimas y suspiros de los vende-
en todos los países han gritado tan desafora- dores de yerbas, de flores y de raices. Y esta
damente y, mas todavía que en el nuestro; y que ha sido la marcha y la suerte de la ho-
como en todos los pueblo» la medicina homeo- meopatía en todas parles, es la misma justa-
pática ha sido el dique en que han venido á mente que anotará la historia en su libro
estrellarse las aspiraciones al oro de los seño- imparcial á la medicina de Hahnemann en
res profesores que ejercen el privilegio de España.
vender las pildoras y los electuarios, en todos
los pueblos han luchado estos buenos adali- Convencido el CENTINELA DE LA HOMEOPATÚ,
des con la medicina de Hahnemann como de que el gran enemigo de la medicina de
desesperados ; y en lodos, al fin, han venido Hahnemann era el boticario, á la institución
á quedar vencidos. ¿Ni cómo había de .suce- farmacéutica llevó desde el primer día de su
der de otro modo? Pue.s qué ¿ los adelantos aparición , no la guerra , porque nada le
de las ciencias, los progresos do la humani- importa que haya ó no profesores de farma-
dad , y la causa do la salud pública , habían cia , sino la defensa de las justas franquicia.?
de someterse al capricho, ó al ínteres de los de la libertad en la práctica de la Homeopa-
comerciantes privilegiados de drogas alopá- tía, á cuyo libre y humanitario ejercicio pre-
ticas ? No ; la ciencia y el ínteres de la hu- tendían los boticarios suscitar obstáculos, su-
manidad , son primero que los boticarios y su poniendo que la dispensación y preparación
privilegio. Todas las naciones del mundo de los medicamentos homeopáticos estaba
han presenciado el escándalo que los farma- comprendida en el monop<iHo que ejercen
para la venta de los agentes medicinales que | recido. Y tan ignorantes de los limites en que
usa la escuela alopática. están encerrados los privilegios de su profe-
En el primer número de nuestro periódico sión , como de las leyes que rigen al pueblo
probamos con gran copia de razones incon- español, dirigieron los farmacópolas por con-
testables y en discusión tranquila y filosófica, ducto del Restaurador, una circular á todos
que la dispensación de los agentes medicina- los farmacéuticos del reino para que se sus-
les de que la Homeopatía se sirve para tratar cribieran á contribuir al sostenimiento de esa
las enfermedades, por su novedad y contra- querella, que intentaban contra el CENTINELA,
dicción con todo lo antes conocido , por su sin considerar que las leyes prohiben muy ter-
simplicidad, su preparación especial y las minantemente que se abran suscriciones para
tenuísimas cantidades á que se propinan, no sostener litigios ; y que por este solo hecho
podían estar comprendidos en el privilegio adolecía ya de nulidad el procedimiento, si
esclusivo que los boticarios poseen sobre el lo hubiesen incoado. Nosotros veíamos este
comercio de drogas. Estas razones incontes- formidable apresto de guerra , y nos reía-
tables, presentadas con calma y con dignidad mos en la confianza de que todo seria humo,
á la consideración de los señores monopo- ó en la perspectiva de la victoria , si fueran
listas del tráfico de ungüentos y cataplasmas, tan audaces que hubieran realizado sus ame.
mereció de los periódicos alópatas y farma- nazas y sus promesas. Humo fué, al fin, y
céuticos, no una contestación filosófica como prudentes fueron los boticarios tan pronto
la que reclamaba el tono en que nos habíamos como intentaron plantear sus ilusiones: la
producido y el decoro mismo de esos perió- querella no se entabló , y la razón sustituyó
dicos; sino una serie de insolencias, de im- en los cerebros farmacéuticos al delirio que
properios y amenazas á los homeópatas. De había producido la embestida que dimos á
las unas y de los otros nos hubiéramos reido sus soñodos privilegios mercantiles.
grandemente, relegándolos al desprecio que
Aunque han pasado seis meses desdo aque-
merecían, sí una cuadrilla de boticarios ca-
lla época, nosotros á fuer de prudentes y has-
pitaneados por el Restaurador farmacéutico no
ta flemáticos, no hemos querido volver á to-
hubiera llevado su atrevimiento y su impru-
dencia hasta demandar á juicio de concilia- car la cuestión que suscitó contra nuestro
ción al periódico que defendía la libertad del periódico la cólera de los boticarios y los
ejercicio de la medicina de Hahnemann , y denuestos y las desvergüenzas de la prensa
asegurado también publicamente que ante alópata. Pero ya es tiempo de volver al aná-
los tribunales de justicia, adonde habia de lisis de los fueros médicos, deslindando, cuá-
comparecer el CENTINELA, se entablaría una les compelen á los farmacéuticos y cuáles
competencia de atribuciones, y estos decidir otros corresponden de derecho á los profe-
rían si el periódico habiaó no traspasado loslí- sores encargados del tratamiento y curación
mítes prescriptos por la ley, y nos impondrían de los enfermos, en la preparación y dispen-
en el primer caso el condigno castigo y per- sación de los medicamentos homeopáticos.
petuo silencio. Respetando el CENTINELA las Para eso tomaremos la cuestión desde su ori-
leyes, tanto como desprecia las amenazas do gen, y reproduciremos el articuló inserto en
los profesores de espátula, esperó, y esperó el primer número del CENTINELA, puesaunque
en vano, que los boticarios llevaran á los tri- muchos de nuestros lectores lo conocen, otros
bunales su injusta querella, seguro como muchos,abonados en el segundo y tercer tri-
estaba de que en ellos recibirían los farma- mestre, no tienen noticia de las razones adu-
céuticos, tan arrogantes como vocingleros, cidas en aquel artículo, y no podrían formar
el desengaño que por su líjereza habían me- un juicio oabal en esta competencia.
La preparación y lUspenHaclon de los medlca-
mentoK homeopático!) ea de absoluta y esclu- pudiera esperarse, desterró también del arte
8ÍYa atribución del médico hometfpata. de curar todas esas mezclas de medicamentos
que hasta ahora han venido usándose con
En los primeros siglos de la medicina, y grave perjuicio de los enfermos , y para cuya
cuando era muy limitado el número de las preparación y e.spendicion fué instituida la cla-
sustancias que se aplicaban al tratamiento de se de los boticarios. La Homeopatía ó medicina
las enfermedades, los médicos preparaban de Hahnemann, pareciéndose mucho en el
por sí mismos los medicamentos en forma modo de administrar los medicamentos á la
simple, y los administraban á los enfermos. medicinado los tiempos primitivos, pues jamás
Con el tiempo fuéronse inventando y des- prescribe dos sustancias medicamentosas mez-
cubriendo nuevos y mas difíciles y delicados cladas ni combinanadas de modo alguno, no
modos de preparación de aque.las sustan- necesita para nada, como los médicos de la
cias, agregándose unas á otras y combi- antigüedad no necesitaron, de la mano auxiliar
nándose de mil maneras, y ya fue preciso del boticario. Y como los medicamentos sim-
que el médico se sirviese de manos estrañas ples queel médico homeópataemplea, están de
para elaborar los medicamentos. Pero como tal manera atenuados, que no dejan rastro
estas delicadas operaciones no podian aban- apreciablede su existencia ni á los sentidos,
donarse al cuidado de personas ignorantes y ni alas mas delicadas operaciones químicas,
estrañas á las propiedades de las peligrosas y el médico, y solo el médico, es el que puede
morliferas sustanciasque so empleaban, mez- apreciar su valor medicinal habiéndolos pre-
cladas bajo infinitas y caprichosas formas, parado por sí mismo, pues de otro modo le
preciso fué también establecer un privilegio seria imposible poderdislinguirdpnon entre
de preparación y espendicion en favor de dos ó mas medicamentos, y evitar ios efectos
aquellos que se dedicaban á auxiliar al mé • del descuido, la equivocación ó el fraude. Véa-
dicoconeí estudio de las cualidades físicas, se, pues, como hay una gran razón de mora-
y nada mas, de diclias sustancias, y con su lidad y de justicia que exige la preparación y
preparación, según lo que el médico, único administración de los medicamentos homeo-
que conocia sus virtudes medicinales, rea- páticos por mano del médico homeópata.
les ó soñadas, prescribía. En las pocas pala-
bras que anteceden, está encerrada la his - Todas las sustancias usadas como remedios
toría y el origen de la farmacia: ayudar al en las enfermedades, lo han sido hasta el des-
médico en el trabajo mecánico de la prepa- cubrimiento de Hahnemann en virtud jje sus
ración de las sustancias medicinales; evitar cualidades físicas y químicas, y aplicadas des-
quémanosinespertascomcliesen inexactitudes de luego á las enfermedades sin mas examen
en la cantidad, calidad ó modo de mezclarlas. que las virtudes medicinales que se les pre-
tendía atribuir analógicamente á priori, por
El arte de curar, que por tantos y tan con- estas mismas cualidades. Pero como ladiXJtri-
tradictorios caminos ha corrido en el espacio na del reformador está fundada, ademas de
de veinte y cuatro siglos, siempre ha conser- otro principio que no es de esle lugar, en el
vado en medio de su atropellada marcha la de la esperimenlacion pura ófisiológica,infi-
necesidad de servirse de manos estrañas para nitas veces repetida antes de poder aceptar co-
la preparación délos medicamentos, porque mo medicamento cualquiera sustancia simple,
siempre ha conservado en su constante velei- necesario es que el médico tenga libertad
dad precisamente lo mas malo; la mezcla de completa de prepararse por sí mismo esa sus-
las sustancias medicinales , bajo las reglas do tancia simple, porque solo asi podrá estar
largas y penosas manipulaciones. Por eso el seguro de la pureza de la preparación que so-
privilegio de los boticarios se ha sostenido, y mete al crisol de la espcriencia, y de donde ha
8U institución ha venido á consolidarse hasta de salir con el tiempo y la constancia un
llegar al estado en que hoy la conocemos. precioso medicamento ó un desengaño.
Pero como la medicina, siguiendo los pro-
gresos del espíritu humano y'h marcha civi- (Se continuará.)
lizadora del siglo, encontró en el descubri- SECCIOIV C U H I C A .
miento de Ilahnemann un método mas fácil, Flcbra tifoidea Kravislma, curada por D. Fran-
sencillo, constante y seguro de llegar al huma- cisco y Cano.
nitario objeto que de su perfeccionamiento C. N., soltero, de 18 años de edad, tempera-
mentó linfático y constitución regular, no habia nóstico terminante de la enfermedad de su so-
padecido otras enfermedades roas que las propias brino. El padre del enfermo, médico alópata lam-
de la infancia. El dia primero de mayo del cor- bien, como ya hemos dicho, era casi mero es-
riente año se sin lió indispuesto con gran pesadez pectador en este conflicto: hacia lo que lodos los
de cabeza y decaimiento de fuerzas, inapetencia médicos, alópatas principalmente, hacen en casos
é ineptitud para cualquier trabajo Tísico ó mental. semejantes: desconfiaba de sí, de su ciencia y
A.I tercero dia todos los síntomas se exacerbaron y de los medios que ella podía prestarle en trance
se presentó una fiebre intensa con el carácter de tan apurado, y sometía al enfermo á la voluntad,
inflamatoria. á la ciencia y á los medios de su compañero, ha-
ciéndose la ilusión de que la alopatía seria algo
Siguiendo su curso la enfermedad y aumentan-
en manos de esle, cuando en las suyas propias no
do siempre en gravedad, creyeron notarse remi-
era de utilidad alguna para la curación de su hi-
siones y agravaciones alternativas aunque á boras
jo. Y esle buen profesor tan decidido , tan con-
indeterminadas; y suponiendo de aqui que la do-
fiado en los agentes terapéuticos de su escuela,
lencia seria una fiebre intermitente, dispusieron
cuando se Iralaba de ponerlos en práctica con
la administración del sulfato de quinina á grandes
los enfermos que eran indiferentes á su corazón,
dosis. No por esto el enfermo se encontró en me-
vedlo aquí indeciso, desconfiado y perplejo cuan-
jor estado; anles bien se agravó considerable-
do se trata de probar la eficacia de estos medios
mente.
en una persona lan inmediata como un hijo suyo.
El carácter innaraatorio de la fiebre, que ya Las grandes verdades de la alopatía, predicadas
no suponían inlermilenle, puesto que habia resis- al público con tanto entusiasmo, se han converti-
tido á la administración de la quinina, inclinó el do en sombras y en fantasmas, tan pronto como
sétimo dia al profesor de cabecera á disponer de ha sido necesario aplicarlas á un enfermo de su
acuerdo con el padre del enfermo, que lambien familia.
era médico alópata, las evacuaciones sanguíneas El pronóstico del facultativo de cabecera, á
generales. El enfermo fué sangrado el diasélirao, quien el lio del enfermo lo exigió terminante,
el noveno se repitió la sangría, y no por eso la fué gravísimo y fatal á la terminación de la en-
gravedad dejó de ir en aumento. El dia 11 se fermedad. Dijo aquel profesor, que para tan grave
intentó, visla la ineficacia de las sangrías gene, dolencia no habia en su arsenal medios eficaces
rales, 6 mejor dicho, el daño que habían causado de curación, y que todas las probabilidades que
al enfermo, probar fortuna con una aplicación de ofrecían los que aun quedaban por ensayar darían
sanguijuelas al vientre. Se puso en práctica este el mismo resultado que los ya empleados; la
medio lan irracional como los anteriormente en- agravación del enfermo y la muerte al fin.
sayados, y sucedió lo que debia suceder: el pa- En este oslado, y recordando el tío del pa-
ciente empeoró de una manera demasiado visible. ciente que de una gravísima enfermedad que él
A la vez que las evacuaciones sanguíneas genera- habia padecido, para cuya curación se emplearon
les y locales tenian lugar , poníanse también en sin uUlidad ni provecho alguno, anles bien con
práctica con este pobre márlír de la alopatía to- perjuicio muy nolable , lodos los agentes que la
dos los otros medios debilitantes, asquerosos y escuela alopálica llama medicinales; habia sido
ridículos, que esta escuela ha condecorado con o\ pronta y radicalmente curado por la homeopatía,
pomposo nombre de plan antinogíslico; y si inú- no obstante, el absoluto deshaucio de los alópatas,
tiles y perjudiciales fueron las sangrías, perjudi- creyó que eslaba en el caso de aconsejar á ios
ciales é inútiles fueron también las cataplasmas, padres de ?u sobrino que rccurrisen á un médico
las enemas y los potingues del boticario. homeópaU, q»ie tal vez pudiera remediar lo que
Considerado el peligro y la completa inefica- los alópatas creian irremediable.
cia de la medicación alopálica, que ya habia lo- Con efecto , el décimo cuarto dia de la enferme-
grado poner al enfermo á los bordes del sepulcro, dad fui llamado para encargarme del tratamiento,
un pariente muy inmediato del moribundo, hom- asegurándome el tío del enfermo, al rogarme que
bre respetable por sus conocimientos y su posi- pasara á ver á su sobrino , que tanto el padre del
ción social, exigió del médico de cabecera el pro- joven enfermo como el olro profesor de alopatía.
accedían, vista la ineficacia de los medios de su dosis enormes para producir la insensibilidad y el
escuela y supuesto que todo estaba perdido, á que sopor, era el agente que ámí debía servirme para
se tratase aquel homeopáticamente, porque ya desterrar esos síntomas cerebrales en mi enfermo.
nada se arriesgaba. Guando vi al enfermo lo en- No vacilé, pues, un momento; y Op. 6i3 vino á
contré en decúbito dorsal y en estado de sopor, confirmar al muy poco tiempo toda la irraciona-
con fiebre intensa, calor acre y sudor pegajoso; lidad del uso de esta sustancia en manos de los
los dientes y los l»bios estaban fuliginosos, y no alópatas, y el gran fundamento y la infalibilidad
podia sacar la lengua, que se hallaba cubierta de de los principios de nuestra escuela.
una capa enteramente negra; pronunciaba muy Con la administración de una dosis única del
pocas palabras y estas completamente ininteligi- citado medicamento homeopático, desapareció el
bles ; tenia los ojos cerrados y solo á fuerza de coma, aunque quedó algo de estupor, se reanimó
muchas y grandes voces , los abria como espan- el pulso, el sudor que era frió se hizo caliente, y
tados, para cerrarlos otra vez inmediatamente; la cara hipocrática del enfermo adquirió bien
DO podia tragar, el oido se encontraba muy en- pronto la animación que es precursora del alivio y
torpecido , y se orinaba involuntariamente sin y de la curación.
conciencia de esta escrecion; oprimiéndole un poco Los dos días siguientes, aunque se notaba bien
en el lado derecho del vientre se notaba con cla- alguna mejoría, no era tanta, sin embargo, como yo
ridad una especie de rugido en el sitio correspon- deseaba y debia esperar. Por eso propiné al en-
diente á la válvula ileo-cecal. fermo una dosis de Sulph. 30i3, y al siguiente
Gran compromiso era para mí encargarme de otra de Rux. tox. 12¡2 que hicieron progresar e|
este enfermo, quemas bien que enfermo podia alivio, desapareciendo algunos lentores que se
llamarse un cadáver; pero los sentimientos de habían presentado con la agravación del dia 22, y
humanidad que deben en el médico que compren- desterrando completamente ei poco estupor que
de sus deberes anteponerse á toda otra considera- había quedado. En este día el enfermo, miraba
ción , me escitaron , tanto como los ruegos del tio como asombrado todos los objetos que le rodea-
y las lágrimas del padre, mi compañero de pro- ban , y parecía que había despertado después de
fesión , aunque de ideas opuestas á las mías, á una horrible pesadilla, pedia de comer, y aunque
aceptar la responsabilidad del tratamiento y á conservaba el oido algo torpe y poca fijeza en las
poner en práctica desde luego, los medios efica- ideas, y balbucía algunas palabras, ya no era
ces, suaves y enérjicos, que debe la humanidad esto enfermedad; eran los resultados y las conse-
doliente al casi divino descubrimiento del grande cuencias naturales de tan grave dolencia como la
Hahnemann. quehabia amenazado sus días tan de cerca; eran el
traslornoquehabian dejado en la organización,con-
Elcuadro de síntomas anteriormente descritos,
mociones tan violentas como las que había sufrido.
me decidió por la administración del Rux toxico
Los días 27, 28, 29 y 30 fueron de convalecen-
dendron 12 2(100 en dosis repetidas. Doce horas
cía, y en ellos se armonizó del todo el juego nor-
después, la lengua, los dientes y los labios hablan
mal de las funciones. El 31 se levantó y hoy se halla
cambiado aquel color negruzco casi en el que les
enteramente restablecido de todos sus padecimien-
es normal, y el cerebro comenzó á despejarse y
tos, sin haber quedado rastro alguno de ellos. El
las funcíones'de relación á restablecerse, siguien-
decúbito de tantos días le produjo siete úlceras
do en progreso la curación hasta el dia (i de mi
profundas, que hoy están del lodo cicatrizadas.
asistencia, 22 de enfermedad, en que hubo una
Madrid 9 de Junio de 1851.
agravación tan grande, que llegué muy formal-
F. T. y G.
mente á temer por su vida, tanto ó mas que
había temido el dia que los alópatas me lo en-
Pulmonias cur&il»s homeopáticamente P»r el
tregaron. Todos los síntomas reaparecieron in- doctor C de M.
tensos, y el estado comatoso del enfermo era mas V. de B., de 44 años de edad, ama de gobierno,
que alarmante. Sin embargo, había un precioso de tefnperamento linfático bilioso, estatura alta, cons-
medicamento que oponer á ese horroroso cuadro titución deteriorada, complexión débil, tuvo sarna j
de síntomas. Ei opio, que los alópatas prodigan á una inflamación de pecho hacia ocho unos; desde esta
época databa la debilidad de su constitución; está Dia 4. La enferma se levaaitó y se encuentra bien,
criando un niño de dos meses; su indisposición ac- ha tenido algunos dolores en el vientre, y cinco cá-
tual existe hace tres dias; empezó por un violento es- maras diarréicas abundantes; deseo de tomar algunos
calofrió, al que sucedió bien pronto calor y luego su- alimentos, caldos.
dor; desde entonces pérdida de apetito, fatiga, inquie- Dia 5. Algunos síntomas han reaparecido , y en
tud , agitación é insomnio; á la mañana del dia si- particular la opresión, el estertor crepitante , tos se-
guiente tos, con dolor pungitivo en el lado. El 23 de ca por accesos; no ha espectoradomas que algunos es-
marzo fui avisado para visitarla, y observé cefalalgia putos muy visfosos y sanguinolentos sino después de
con aturdimiento, presión y tención en la frente; la- grandes golpes de tos, la fiebre no volvió , la lengua
tidos violentos en la cabeza agrabados por la tos, ca- se limpia y humedece, se echa indistintamente de
ra rubicunda, hinchada, vultuosa, facciones descom- cualquier lado; pero adopta con preferencia el decú-
puestas, lengua roja en los bordes y punta cubierta bito dorsal, ha hecho cuatro deposiciones diarréicas,
de una capa agrisada hacia la base; sequedad de la ha dormido algunas horas tranquilamente durante la
boca con sed inestinguibte, pérdida completa del ape- noche. Acid. phosph. glob. '.Ag.dcslill. 6 onzas. Una
tito, orina de un color rojo oscuro, poco adundantes, cucharada cada tres horas.
poca tos, seca, frecuente, casi continua , con violen- Dia 6. Los síntomas observados ayer se han dis-
tas punzadas en el lado dicho, debajo de la mama, que minuido considerablemente; pidealimentos,sela con-
suspenden la respiración, el menor movimiento del cede sopa de leche y caldo.
tronco, la tos, la inspiración, el estornudo, etc.,pro- Dia 7. En este dia empieza la convalecencia,! to-i
vocan dolores lancinantes profundos que atraviesan do hace creer que dentro de pocos dias, podrá entre-
todo el pecho, sensación como si una piedra pesada garse á sus ocupaciones.
comprimiese esta región , y detuviese la respiración, Dia 8. La mejoría vá en aumento,hice repetir una
inspirando dolor punzante como si se metiese un cu- dosis de azufre.
chillo en el sitio del dolor, estertor en la traquiarte- Dia 9. Esta señora de una complexión dclieada y
teriá, crepitación en el pecho con sonido macizo & la de una salud casi valetudinaria , se restableció pronto
percusión, disnea; respiración penosa, superficial, al- si se atiende á su estado anterior, he repetido .tres
gunas veces acelerada, la tos es las mas veces seca, veces diferentes el azufre, y cada vez he observado
especiera con mocha dificultad algunos esputos blan- que este medicamenta tuvo una influencia muy favo-
cos mucosos y espesos, teñidos de sangre, que facili- rable en la marcha de la csnvalccencia. Hoy ha salido
ta la respiración, y disminuyen algo la opresión del y la considero como perfectamente restablecida.
pecho, adopta con dificultad el decúbito supino, el la- (Se continuará)
teral izquierdo la es insoportable y la obliga á sentar-
se, abatimiento general, sensación de parálisis en las
estremidades inferiores,insomnio, gemidos, fiebre in- VARIEDADES.
tensa, calor saco, queniante y general, pulso peque-
ño , frecuente, duro y contraído desde las ocho de la Las buenas doctrinas médicas se difunden en Es-
mañana, durante la fiebre, coma profundo. paña con mas rapidez de la que podia esperarse, aten-
Acón, napell: glob. iiij en Sois onzas do agua des- diendo á la clase de gncrra y á los obstáculos de
tilada. Una cucharada cada hora y media. Dieta ab- todo género que cierta clase de la sociedad y prin-
soluta, agua azucarada para bebida usual. cipalmente los farmacéuticos y los profesores de alo-
Dia 1.° de tratamiento. Todos los síntomas han per- patía, hacen, mas que 4 la doctrina, alas personas de
dido su agudeza, la enferma podia echarse de vez en los homeópatas. Ya no son las capitales de provincia
cuando sobre el uno ú el otro lado, la liebre es poca. y los pueblos de primer orden solamente los que
Bry alb. glob. seis , agua destilada G onzas. Una tienen médicos homeópatas, que egercen con acierto
cucharada cada hora y media. y aplauso público la medicina de los semejantes; los
Dia 2. El dolor lancinante se hace mas intenso al pueljlos de menor vecindario tienen también dispen-
toser, la fiebre es muy lijera, cefalalgia, los frecuen- sarios púbücos y gratuitos , planteados con el fin mas
te, algunas veces con esputos viscosos , amarillentos laudable por celosos y filantrópicos discípulos de la
herrumbosos como neumónicos. Sulf. glob. 12. Agu^ escuela homeopática.
destilada 6 onzas. Una cucharada cada dos horas. Don Salvador Carrion, profesor de medicina, esta-
Dia 3. La enferma durmió una gran parle de la blecido en Liria, inauguró una consulta pública y
noche. Los dolores se han disminuido, la lengua está gratuita el dia t." de Abril del corrinnte año, y para
húmeda y menos cargada. Tos húmeda con especto- el t» de Mayo ya se habían presentado en el dispen-
racioo' abundante de mucosidadcs es|)esas, amarillas. sario hasta 240 enfermos, habiendo hasla esa fecha
Se la ordenó Ci^tinuase con el mismo medicamento. obtenido los mas felices resultados. Muchos enfermos
crónicos, desechados como incurables de las clínicas otros periódicos nacionales que las tradujeron, apren-
alopáticas, habían encontrado curación radical y pron- da siquiera por sostener su pedante presunción de
ta en el tratamiento homeopático; otros marchaban entendida & escribir con propiedad el titalo del perió-
notablemente aliviados, y todos convencidos de que la dico de donde supone haberlas tomado, y no come-
única medicina capaz de contrarrestar las dolencias terá barbaridades tan crasas como la que vamos i
de todo género, era la homeopatía. Los medicamentos anotarle.
suministrados á los enfermos en el dispensario de Bajo el epígrafe de eirujanos homeópatas, dice la
Liria eran y son, como debe, preparados y adminis- Union en su último número que un peri<klico ingles
trados gratis, se supone, por mano del médico mismo. LE Láncete ¿De dónde ha sacado la Union médi-
jDios proteja al Sr. Carrion de la cólera de los boti- ca que hay un periódico en la capital del Reino Unido
carios de aquel distrito, y le conserve el valor nece- que se titula LE Láncete? ¿Qué mosaico m este?
sario para despreciar ante la causa de la humanidad Cuándo ha tenido el idioma de Byron el artículo LE?
los gritos desacordes de los monopolistas espa- Por Dios, señora , ya que sea V. tan estúpida y tan
tularios! pedante que se permita lapsus tan miserables com«
Otro de los pueblos que poseen homeópatas prác- este, que bien merecía que hasta los barberos de
ticos es Alcoy. D. Joaquín González, profesor de me- aldea, sus abonados, la silvasen, deje en paz á los
dicina y homeópata puro, no se ha limitado á ejercer homeópatas, que no se cuidan mucho, ni les importa
la homeopatía en las sombras del misterio, sino que gran cosa cometer grandes faltas filológicas, con tal
confiado en la excelencia de la medicina que ejerce que verifiquen grandes y numerosas curaciones de
ha publicado un manifiesto retando á los alópatas al enfermos que los hombres de vuestra laya no pueden
terreno de la práctica y ofreciendo salvar dos terce- ni saben curar.
ras partes mas do enfermos que aquellos salvan en
todas y en cualesquiera enfermedades.
REMITIDO.
La Union médica, periódico que se dice oficial de no
sé cuantas academias científicas, pero que no es de
ninguna, porque la quirúrgica matritense protesta Señores Redactores del CEnrmEiu DE LA HOMEO-
contra las doctrinas que sostiene este camaleón de la PATÍA.
prensa alópata, debe tener seguramente correspon- Muy Sres. míos: Ruego á Vds. se sirvan inser-
tar en las columnas de su periódico la adjunta con-
dencia con algún barbero, su suscritor en Alcoy, y en
el número correspondiente al 5 de Junio , último quetestación á una carta que me dirigen en la Linterna
médica correspondiente al 8 del actual, por uno
ha impreso, inserta los dos manifiestos que ha publi-
que se dice su redactor, á lo que quedará reconocido
cado nuestro compañero el Sr. González, con la carta
de aquel suscritor que se los remite. Haciéndose su afectísimo S. S. y suscritor Q. B. S. M. —F. U.
cargo el periódico á que aludimos del contenido do «En duda estoy, mi buen ex-condiscípulo de si
los dos inanifiestos del médico homeópata de Alcoy, serás el mismo que me figuro y á quien tengo que
y no pudiendo decir nada de provecho contra las agradecer la carilativa carta que, con higadotan sano
ideas emitidas en ellos, entretiénese en buscar en su
y tan buenas entrañas, me diriges por medio de la
contesto algún defecto de ortografía (vaya que no acreditada (no te digo de que) Linterna médica.
sabe la Union médica lo que es ortografía) para reco-
Empero creo que de toda aquella pandilla de mar-
mendar por él á nuestro compañero en Alcoy que ras ninguno puede ser mas que tú, porque
vaya á la escuela á estudiarla. Nosotros, en nombre
en medio de nuestras travesuras y muchachadas
del Sr. González, damos las gracias á los pretendidos
todos, menos tú, dejaban entrever las apreciables
eruditos de la Union médica y les aconsejamos á nues-
cualidades de buen xompañerismo. Bien confirmas
tra vez por su propia honra literaria, que no repren-
ahora la escasa noblc-ia de tu corazón cuando con
dan al prójimo de cometer faltas ortográficas en la
tan poca generosidad ,• y menos buena intención
escritura, sin haber aprendido antes la definición de
pretendes poner en duda mi aprovechamiento en la
ortografía. El defecto que subraya la Union en el carrera estudiantina, olvidándote de mis censuras
segundo manifiesto que inserta del Sr. González, de-
que pueden desmentirte, y lo que es mas, de aquellas
fecto es, pero no de ortografía, porque ortográfica-
impresiones de amistad tan indelebles, tan gratas y
mente miradas las palablas sobre que recae la crítica
que se recuerdan con placer toda la n'da. Parece
están muy bien escritas.. imposible que hombres de alma tan ruin, puedan
Otro consejo vamos á dar á la Union médica ya que ejercer la consoladora ciencia de la medicina. Pero
á consejera se metió. Otra voz cuando la quiera alYín nada hay que estrañar escribiendo en un perió-
echar de erudita y decirnos que lee en periódicos dico cuya rabanera fama es demasiado conocida en el
cslrangoros, noticias truncadas que ha copiado do orbe médico.
8
nSi amigo mió: te luces con haber sentado plaza Porque con purgas, con untos, •T
de sereno de ia alopatía acompañando á tus inspira- sanguijuelas y sangrías,
dores con la Linterna en la mano. Reservado estaba se traga la alopatía
á tu gran capacidad destino tan honroso. á millares los difuntos.
»Has dejando á un lado las buenas prendas y dotes Tengan entendido los linterneros que el homeópata
que te adornan, y la buena alhaja que eres: ¿Sabes que vive en la calle de la Tumba no es el humilde
que me hace reir lo vulgar y tonto que estás cii tus profesor á quien aluden; es otro, también homeópata
imprecaciones contra la Homeopatía? Véote marchar que no tuvo parte alguna en la asistencia de la se-
en esta materia confundido con el vulgo, que por lo ñorita Hernández Casasola y el Sr. Pino, que dicho
regular se para á ver las cosas de mas bulto por sei de paso fueron también asistidos «n sus últimos
toscas que sean, y pasa sin atender á lo maravilloso días por facultativos alópatas.
que contienen muchas de las mas pequeñas. ¿Recuer- Sepan ademas que están escupiendo al cielo y les
das lo que dice el erudito Feijoo en su discurso de cae en la cara, pues al celebrar (con coplas por
Lo Máximo en lo Minimol supuesto) la coincidencia sombría de que un homeó-
nDígote que me da compasión el ver cómo te afanas pata se haya ido á vivir á la calle de la Turaba, han
y despepitas por sudar coplas contra los glóbulos olvidado otra coincidencia doblemente fúnebre, y es,
homeopáticos. De la doctrina de Hanhemann (inmor- que mucho antes que el homeópata tomara vecin-
tal por mas que patees) glóbulos ó anises, como tú dad en la misma calle de la Tumba, dos médicos alópa-
dices, es lo que mas tilin te ha hecho, sin querer tas, vivían en ella y viven todavía.
detenerle un momento á pesar que hay infinitos a gen- Es decir, la alopatía
tes que no pueden palparse, medirse ni pesarse, de la tumba compañera,
porque son imperceptibles, y que sin embargo obran siempre llega la primera,
sobre nuestra miserable máquina con la intensidad siempre tiene mayoría.
que todo el mundo conoce. Y si no ¿podrás tú decir- Basta por hoy: adiós generosísimo cx-condiscípulo
me qué clase y porción de sustancia tragas en de mi corazón, de mi alma, de mi higado y de mis
Oyendo hablar de homeopatía que al momento te entrañas. Ya vés que me despido con las mismísimas
pones tetánico, furioso, y empiezas á vomitar insultos y tiernísimas palabras que tú me diriges, pues no he
y veneno sin respeto á clases, personas ni repu- encontrado otras que espresen mejor la anatomía de
taciones. la amistad, que te reitera el que queda rogando al
nDesengáñate, carísimo ex-condiscípulo y baratísimo todo poderoso conserve tu buen humor para lustre
linternero; tienes un orgullo alopático que manifiesta y defensa de la alopatía ó de los alópatas. Y lo firmo
bien la estacionaria y pobre conformidad de tu en Valladolíd á 27 de Mayo de 18b 1. F. Y.
entendimieuto. Acuérdate que Broussais, en su Erratas del articulo del Sr. Hysern inserto en
examen de las doctrinas médicas, tomo 1.°, pag. 16, los números 1 6 , 17 y 1 8 .
dice: hasta ahora, la medicina ha marchado tn NÚMS PÁG. COL . LIS DICE. LÉASE.
medio de tinieblas y confusión. Sin duda tú tratas de
16 7 1.' 26 recibía reciftia
sacarla de la obscuridad con la opaca luz de tu id. 7 id. 30 ¡Oh costumbre ¡Ohcostumbres
Linterna. id. 8 id. 47 académicas academias
«¿Conque remitieron de esta cuidad álos ]interne_ id. id. 2.' 4algunas alguna
ros la papeleta de defunción de la apreciable joven id. id. id. 31 de vuestros de nuestros
Doña María Hernández Casasola, y dieron también tiempos tiempos
parte de la muerto de Don Simón Pino, contándoles 17 « I.' 29 sabiauría infi- Sabiduría infi-
nita nita
como víctimas de la Homeopatía? id. id. id. 61 romantistas romancistas
»Muy sensibles me han sido estos fallecimientos; id. id. id. 62 á monsalva á mansalva
pero sin duda el comunicante los ha hecho publicar id. 8 2.' 38 D. Peranzales D. Peranzules
como cosa estraordinaria y rara entre enfermos que 18 2 id. 58 eficacio eficacia
id. id. id. 59 Fracia Tracia
son tratados homeopáticamente, pues de lo contrario id. 5 1.' 57 Sabatino Sabatini
no sé por qué habia de participar la muerte de dos id. 6 2." 50 revenir venir
personas asistidas por los homeópatas, cuando los y. 7 id. 52 de farautes, de farautes;que
alópatas las están mandando diariamente ai Campo que asi liorna- asi llamaban
Santo por docenas. Triste, muy triste y repugnante han nuestros nuestros abue-
es ia tarea; pero si se nos llama al terreno del Campo abuclús; los
id. 8 id. 12 desenmerañar desenmarañar
Santo, á éíacudiremos presentando una estadística id. id. id. 31 pordon perdón
exacta j verídica de todos los que van al descanso
ímjjrmto de los Sres. Sla. Coloma y Peña
eterno con pasaporte alopático. calle de !3 Encomicmla, ni'im. 19.

También podría gustarte