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Reflexión sobre las Primeras Vanguardias del Teatro del siglo XX

Durante las primeras décadas del siglo XX, el teatro viene con cambios, teatro que lleva la
ruptura del teatro tradicional, partiendo desde el Naturalismo, a finales del Siglo XIX en
Francia. Émile Zola es su mayor representante, donde plasmas sus teorías teatrales que es el
punto de partida de las rupturas de grandes innovadores del teatro de Vanguardia. El
naturalismo nace en oposición al romanticismo y que se caracteriza por su carácter
metódico determinista y por reflejar con mucho realismo en sus obras la parte más cruda y
desagradable de la realidad.

Zola se detiene en los elementos del teatro eran pate de su identidad como el decorado, el
vestuario y los accesorios. Razona que ya para la época no se pierde aceptar el escenario
vacío de Shakespeare, ni los espacios convencionales y neutros de los clásicos franceses. Se
preguntaba cómo puede ser creíble un representación, dar eco de la vida cotidiana, si el
medio en el que se mueve los personajes en convencional; falsos, objetos pintados, con
actores y actrices que salían de gala y maquillados a escena. Zola abrió el teatro a la
objetividad, pero este no tardaría mucho por querer aplicar a las escenas lo mismo que las
novelas.

El inicio del siglo XX vino con factores que afectarían al teatro en todo su ámbito como los
avances técnicos que permiten hacer cambios, movimientos, efectos, que antes no se podían ni
pensar, la influencia del cine, la importancia que se da al director de escena con una función
independiente de la de los actores o de los productores o empresarios y la facilidad de
comunicación permite que las novedades se generalicen con rapidez.

En Francia nos encontramos a André Antoine, que había apostado al teatro naturalista
donde todo fuese verdadero, había estudiado toda la teoría naturalista de Zola, pero luego
funda el Teatro libre donde puso al desnudo todos los artificios del as formulas antiguas,
arrojo afuera las complicaciones, los trucos, los largos diálogos, mostrando la vanidad de
las maquinarias complicadas y las exhibiciones sensacionalistas, creo gusto por la acción
simple, rápida. Concisa y visual, tanto en innovaciones de carácter y no en los enredos de
las situaciones. Con naturalidad y en un marco expresivo.

En Rusia encontramos a Vsévolod E. Meyerhold, gran discípulo de Stanislavski, fueron


muchas sus aportaciones al teatro, pero la más interesante es la Biomecánica, una forma de
entrenamiento del actor. Para Meyerhold “todo el cuerpo participa en cada uno de nuestros
movimientos” Si consideramos que, según su teoría, el trabajo del actor es la creación de
formas plásticas en el espacio, es imprescindible estudiar y conocer la mecánica de su
propio cuerpo, pues cualquier manifestación de fuerza está sujeta a las mismas leyes del
movimiento y la interpretación del actor no es otra cosa que una manifestación de fuerza
del cuerpo humano.
El juego biomecánico para Meyerhold es una combinación de lo circense, del deporte y del
ritmo, de la danza: equilibrio y movimiento, todo conjugado de un modo ordenado y
consciente, con una formulación rigurosa y según leyes escénicas racionales. Esto sirve al
actor como medio de expresión de un personaje

El Expresionismo fue uno de los movimientos de vanguardia más influyentes en el arte


escénico. Su esplendor tiene lugar entre 1910 y 1925 y su principal objetivo es enfrentarse a
la idea de realismo imperante. Los expresionistas afirman que lo importante no es la
realidad objetiva en sí misma, sino la visión que cada uno tiene de la realidad. Es, pues, una
exaltación de lo subjetivo.

Otro Movimiento Artístico que impacto en el teatro vanguardista fue el Futurismo, teatro
llamado sintético y consistirá en obras cortas de no más de diez minutos donde las acciones
ocurren a una velocidad vertiginosa y donde no hay presencias humanas completas sino
partes del cuerpo.

Bertolt Brecht «El pequeño órganon», obra en la que presenta los textos teóricos que había
escrito a lo largo de su vida. Se convierte en uno de los más grandes exponen del teatro de
Vanguardia y sus teorías se resume en los siguientes puntos:

1) El teatro debe ser consecuente con el momento histórico que vive. Expresa la
funcionalidad del teatro en el sentido político.

2) El uso del “distanciamiento”. Frente a la idea de identificación del espectador con lo que
sucede en la escena, defiende el distanciamiento que los clásicos conseguían mediante las
máscaras y el alejamiento de lo natural. Es lo que se ha llamado teatro “épico”.

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