Está en la página 1de 11

EL DESARROLLO PSICOSEXUAL DE ACUERDO A LA TEORIA DEL

PSICOANALISIS

La idea de que la vida sexual comienza desde el momento del nacimiento había sido insinuada

por diferentes autores, entre ellos Darwin (1982), aparece con mayor fuerza cuando, en

1905, Freud publica la obra “Tres ensayos para una teoría de la sexualidad”. En esta obra, y más

concretamente en el segundo de estos ensayos titulado “La sexualidad infantil”, Freud afirma:

 “De la concepción popular del instinto sexual forma parte la creencia de que falta durante la

infancia, no apareciendo hasta el periodo de la pubertad. Constituye esta creencia un error de

consecuencias graves, pues a ellas se debe principalmente nuestro desconocimiento de las

circunstancias fundamentales de la vida sexual.” (Freud, 1905)

 Uno de los legados de Freud es que la experiencia en la niñez influye potencialmente en la

personalidad del individuo (Cloninger, 2003, pág.50). Sigmund Freud considera cuatro etapas

del desarrollo psicosexual: oral, anal, fálica y genital, periodo de latencia como una etapa situada

entre la fálica y la genital. Dichas etapas son por las que atraviesan todos los niños en ellas la

gratificación de los instintos del ello, depende de la estimulación de las áreas corporales

correspondientes, cada etapa está definida por una zona erógena del cuerpo. Si bien esas

estructuras de la personalidad realizan funciones iguales en todos los individuos, sus contenidos

varían de una persona a otra. Difieren porque se formaron a partir de la experiencia.

Freud creyó que la personalidad se formaba esencialmente al final de la tercera fase a la edad

de 5 años aproximadamente, la personalidad del adulto ya estaba firmemente

moldeada. Sabemos que pueden originarse fuertes conflictos sexuales en el infante, en ocasiones

una persona se muestra renuente o incapaz de avanzar de una etapa ala siguiente por que el

conflicto no ha sido resuelto o las necesidades han obtenido tal satisfacción que el niño no quiere
avanzar por consecuencia se dice que el individuo queda fijado a esta etapa. La fijación es una

condición en que una parte de la libido permanece invertida en una de las etapas psicosexuales

por la frustración o la gratificación excesiva. Freud llego a la conclusión de que las tendencias

infantiles se volvían características permanentes de la personalidad del adulto. Pueden trazarse

segmentos de conducta: la elección de pareja, la elección vocacional, las actividades recreativas,

acumular o gastar dinero; incluso aquellos rasgos patológicos como el orden compulsivo, la

puntualidad, el optimismo exagerado. El desarrollo de la personalidad ocurre conforme se

encuentra nuevas estrategias para enfrentarse con las frustraciones. Dicha teoría escandalizo

cuando Sigmund Freud afirmo que a los bebes eran motivados por impulsos sexuales.

En la Etapa Oral: corresponde del nacimiento a los primeros 18 meses de vida, a

comparación de otros autores que marcan dicha etapa del nacimiento a los primeros 12 meses (N.

S. DiCaprio, 1989, pág. 58). La zona del cuerpo donde se produce placer es la boca, las

actividades que son características de esta etapa es mamar, succionar, chuparse el dedo, morder,

mascar y balbucear. El niño se encuentra en un estado de dependencia de la madre o el cuidador,

quienes se convierten en el objeto de la libido, en el caso de que las necesidades del lactante son

cumplidos sin esfuerzos, se dice que se siente omnipotente; dan paso a darse cuenta de que las

necesidades son satisfechas a través de objetos en el mundo.

Existen dos formas de comportamiento en esta etapa: conducta oral incorporativa (absorber)

abarca la estimulación de la boca por otras personas y por la comida. Cuando ocurre una fijación

en esta forma de comportamiento, el adulto se interesa excesivamente en beber, comer, fumar y

besar. La segunda forma de conducta Oral agresiva u Oral sádica ocurre durante el surgimiento

de los dientes, las personas fijadas en esta conducta son pesimistas y agresivas. Consideramos de

vital importancia que a través de la lactancia se crea un vínculo estrecho entre él bebe y la madre
dado que genera en el niño un sentimiento de confianza, así la necesidad básica de alimento se

convierte además en una experiencia sensual y placentera y para él, es muy importante la

sensación de que sus necesidades estén cubiertas. A la hora de la lactancia es importante que la

madre tenga especial cuidado con la forma en como alimenta al bebe puesto que si ella no está

dispuesta a hacerlo de una manera grata o amena el niño percibirá esta sensación de rechazo, lo

cual generara sentimiento de desconfianza. Por el contrario cuando el niño es amamantado más

del tiempo debido puede generársele una obsesión o crear una dependencia de esta causa.

Merece prestar especial atención en este momento a como se produce el destete, pues si se lleva

a cabo de una manera brusca o si el niño es sometido a una reglamentación excesivamente rígida

de su alimentación se podría generar un sentimiento de desconfianza por su parte. Es necesario

recordar que el destete noes un acto mecánico y que el niño será especialmente sensible al afecto

que la madre le manifieste en su transcurso.

Con respecto a la Etapa Anal:  abarca de los 12 meses hasta los tres años (Schultz,2002,

pág. 60). En ella, la sensibilidad irá dirigida a la mucosa anal y al acto de la defecación -sin

olvidar el placer bucal-, la cual aparecerá como nuevo foco de sensaciones placenteras, reforzado

por el aprendizaje del control de esfínteres. Este aprendizaje supondrá la aparición de las

primeras prohibiciones, y también los primeros “regalos” (las heces). En paralelo con el placer

que el niño obtiene a través de la defecación está la realidad de la limpieza, y el control a que

esta es sometida por parte del entorno. El niño aprende que produce algo valioso y que su control

le permite, en cierta medida, manipular a su madre. Cabe resaltar que en la conquista de la

disciplina de los esfínteres el niño descubre también la noción de su poder y de su propiedad

privada: sus heces, que puede dar o no, según quiera. Poder auto erótico por lo que se refiere a su

tránsito intestinal y poder afectivo sobre su madre, a la que puede recompensar o no. Y este
regalo que le hará será asimilado a todos los otros regalos que se hacen, el dinero, los objetos

cualesquiera que se vuelven preciosos por el solo hecho de darlos es el descubrimiento del placer

sádico. Establece, además, una nueva forma de relación que puede ser vivida como algo

beneficioso (la limpieza) y satisfactorio (la alegría de la madre) o bien como

Una imposición difícil de aceptar. Se podrán observar también juegos con las

heces o con sustitutos (arena, fango, etc.). Es una etapa en la que se inicia un cierto proceso de

autonomía y de auto afirmación. En esta etapa va a empezar a manifestarse también, con

intensidad, la necesidad de explorar el cuerpo, lo cual le hace contactar con sus órganos genitales

que manipulará para obtener placer. (En la siguiente etapa esta necesidad será aún mayor).

El niño tiene control sobre algo y puede decidir si accede o no a las peticiones de sus padres,

puede reaccionar de dos formas: la primera Anal Expulsiva que consiste defecar en el momento

que los padres desaprueben; es probable que estos individuos sean desordenados, y consideren a

los demás como un objeto, son crueles, destructivos y tienden a la suciedad. En una segunda

forma Anal retentiva que es retener las heces, es probable que esta persona sea rígida, limpia,

obstinada, consciente, mezquina y meticulosa. En la etapa Anal los psicoanalistas han detectado

diversos rasgos bipolares como rasgos anales, los cuales pueden entenderse en obediencia,

obediencia excesiva o desafío, se presentan en distintos grados ya que son necesarios para

satisfacerlos requerimientos de la vida en un grupo social.

La Etapa Fálica:  que comprende aproximadamente de los tres a los cinco o seis años. En

ella, la zona erógena preponderante es el pene en el caso de los niños y el clítoris en el caso de

las niñas, aunque en menor grado. En esta etapa se despierta el interés sexual propiamente dicho:

la curiosidad conduce a una intensa exploración sexual y al descubrimiento de los órganos


genitales como fuente de placer. La curiosidad, asimismo, se centra básicamente en el propio

origen y en las diferencias entre los sexos, que intentan aclarar a través del juego y de la

exhibición de sus genitales. En esta etapa los niños y las niñas tienen la necesidad de ser el

centro de atracción y, de aquí, la explicación de determinadas conductas que llevan a cabo y, en

algunos casos, de sus celos.

También se produce una especial sensibilidad ante las actitudes sexuales de los adultos, las

cuales pueden influir de manera determinante en su proceso evolutivo y en su posterior vivencia

de la sexualidad. En este sentido, todos los actos o afirmaciones por parte de los adultos en la

dirección de reprimir las manifestaciones de la sexualidad en esta etapa van a tener especial

importancia. Respuestas tales como: 'si te la tocas tanto se te caerá', 'no llores como una niña',' las

niñas buenas no se tocan', 'los chicos deben ser fuertes', etc., tendrán como consecuencia el

generar sentimientos discriminatorios o sensaciones de angustia ante determinados

comportamientos. También es relativamente fácil transmitir la sensación de que el sexo es algo

que debe estar escondido, dado que es sucio, malo, etc. Especial importancia va a tener en esta

etapa la posible aparición de los Complejos de Edipo y de castración. El complejo de Edipo se

refiere al conjunto de sentimientos que afloran en el niño en relación con el progenitor del sexo

contrario; para el psicoanálisis el complejo de Edipo desempeña un papel fundamental en la

estructuración de la personalidad y en la orientación del deseo humano. Los niños se tornan

curiosos acerca del nacimiento y de la razón por la cual los varones tienen pene y las niñas no;

algunos suelen hablar de su deseo de casarse con el progenitor del sexo opuesto. Entre los deseos

incestuosos y la masturbación podemos ver como empieza a sembrarse las semillas del choque,

la ira, la supresión en los padres del pequeño. El conflicto fundamental de esta etapa se centra en

la atracción y deseo sexual inconsciente del niño por su progenitora, el cual se denomina
complejo de Edipo su nombre proviene del mito griego escrito por Sófocles en el siglo V ac. en

su obra Edipo Rey en la cual sin desearlo Edipo asesina a su padre y toma a su propia madre

como esposa. Freud formulo dicho complejo a partir de sus propias experiencias infantiles

Escribió, “También en mi caso he encontrado el amor a la madre y los celos del padre”

(Freud, 1954, pág. 223).

 Se dice que El niño teme que el padre sepa lo que desea, le castigaría de la manera más

apropiada a este crimen, la castración. Es así como surge la ansiedad de castración, como llamo

Freud a lo que pudo haber sucedido en su propia infancia. “Hay varias indicaciones de que el

padre de Freud había prohibido

 Al pequeño Sigmund que jugara con sus genitales e incluso que lo amenazo con la castración

si lo desobedecía” (Krüll, 1986, pág. 110).

 La ansiedad inconsciente de castración puede desplazarse experimentando el temor a las

cirugías (por ejemplo a la operación quirúrgica para extirpar las amígdalas) o como un temor a

una enfermedad (G. S. Blum, 1953, pág. 87). Si el desarrollo es normal, el niño renuncia a los

deseos amorosos respecto a su madre y asume el papel masculino imitando e identificándose con

su padre y adoptando un ideal de ego positivo así como sus manerismos, conductas, actitudes y

estándares del superyó al hacerlo experimenta cierto grado de satisfacción sexual. Esta etapa es

muy controversial entre los padres debido a que la misma sociedad, con sus tabúes marca que la

manifestación de la sexualidad infantil es inaceptable debido a que el niño es visto como un ser

puro en el que no existe la maldad ni el deseo sexual. Freud no fue tan claro acerca del conflicto

fálico en las niñas, al que algunos de sus seguidores denominaron complejo de Electra; es la

reacción de las niñas al descubrimiento de que los varones tienen un pene del cual ellas carecen,
la niña culpa a su madre de su supuesta condición inferior e incluso llegan a odiarla por lo que

imaginan que les hizo. 

Freud escribió: “Las niñas sienten profundamente su carencia de un órgano

Sexual que es igual en valor al masculino a ese respecto se consideran inferiores y esta

evidencia del pene es el origen de una serie de reacciones femeninas características” (Freud,

1925, pág. 212). En consecuencia el rasgo patológico principal es la envidia del pene. Freud nos

enlista tres posibles resultados del complejo de castración de la niña: inhibición sexual o

neurosis, complejo de masculinidad o feminidad normal. El creía que los conflictos de la etapa

fálica provocan muchos trastornos en las funciones sexuales femeninas tales como la frigidez y

la dismenorrea. Esta versión femenina del complejo de Edipo nunca puede resolverse del todo, la

niña llega a identificarse con la madre y reprime su amor por el padre, pero Freud no fue claro

respecto a como ocurre esto.

 Periodo de latencia:  va aproximadamente de los 5 años a la pubertad según Freud. Para

este periodo ya se han formado las tres estructuras principales de la personalidad el ello, yo y el

superyó. En esta fase no existe ninguna zona erógena preponderante, considerándose como una

etapa de tranquilidad. Esto no quiere decir que las inquietudes por la sexualidad desaparezcan

sino que surgen otros intereses y preocupaciones con más fuerza. Como hechos importantes a

destacar cabe resaltar la escolarización, el aprendizaje intelectual y unas mayores relaciones

sociales. Es una etapa basada en la competencia y en la aparición de una gran variedad de

intereses. También existe un mayor equilibrio psicológico, en parte posiblemente debido a la

aparición del compañerismo y la amistad, aunque se produce una cierta discriminación sexual

expresada básicamente a través del juego. También es una etapa de grandes amores y de

relaciones sentimentales que, en algunos casos, pueden ir dirigidos hacia personas del mismo
sexo. Algunos autores opinan que es en esta edad cuando se determina, de forma casi definitiva,

la orientación sexual de un individuo y, en algunos casos, la forma en que esta se manifestará a

través de determinado tipo de prácticas. En esta edad niños y niñas empiezan a tener conciencia

de su masculinidad o su femineidad, dándoles sentido a través de las diferencias que observan en

el mundo adulto. En este momento también, va desapareciendo progresivamente la necesidad de

sentirse el centro del mundo -como sucedía en el período anterior- y se es capaz de iniciar el

camino de la cooperación, reconociendo a los demás como diferentes de uno mismo; en esta

situación se inicia también un proceso de autoafirmación, que va a ser favorecido o refrenado a

través de la consideración de los demás. Los sentimientos hacia los demás se van también

definiendo y estos no están únicamente en función de la satisfacción de necesidades sino que son

capaces de disfrutar de la compañía de los demás por sí misma y no por las posibles recompensas

a obtener. A partir de esta edad el grupo empieza a tomar sentido, disminuyendo la demanda de

relación con el adulto para centrarse más en el grupo de iguales. Esta relación con el grupo

favorecerá la asunción de  responsabilidades en el seno de este. A pesar de lo anterior, los

adultos seguirán ocupando un espacio de absoluta relevancia en la vida del niño. En definitiva, es

un período relativamente estable de su evolución, que durará hasta el inicio de la pubertad, en él

la personalidad evoluciona y se equilibra en base a los progresos intelectuales, afectivos y de

relación social.

Para Freud, a partir de la pubertad se iniciaba la FASE GENITAL: que duraría el resto de la

vida. Esta etapa incluiría el renacimiento del interés por la sexualidad en sus diferentes

manifestaciones; la práctica de la masturbación; las primeras relaciones sexuales, en algunos

casos homosexuales en un primer momento; la tentativa de alcanzar roles más adultos y, en

definitiva, la madurez. La zona erógena predominante en esta etapa serían los genitales. El
término genital como dijo Freud se deriva de las características sobresalientes de este periodo, el

surgimiento, la unificación completa y el desarrollo de los instintos sexuales. El cuerpo va

adquiriendo madurez fisiológica y si no ocurrieron fijaciones importantes en una etapa anterior

del desarrollo, el individuo puede llevar una vida normal. Freud creía que el conflicto en este

periodo es menos intenso que en las otras etapas. El adolescente debe conformarse a las

sanciones y tabúes sociales existentes que conciernen a la expresión sexual, pero el conflicto se

minimiza mediante la sublimación sexual, el tipo de personalidad genital es capaz de encontrar

satisfacción en el amor y el trabajo siendo este último una salida aceptable para dicha

sublimación de los impulsos del ello. La genitalidad, es más que la potencia sexual he incluye el

orgasmo. Por lo tanto debemos concluir que para Freud la genitalidad era la masculinidad y la

femineidad completamente desarrolladas un equivalente a lo que los otros han llamado madurez

personal, es la combinación armónica y balanceada de todos los rasgos pre genitales

desarrollados de manera apropiada. La inmadurez según Freud se caracteriza por el desarrollo

desigual de ciertos rasgos: maduro en algunos, menos maduro en otros y muy maduro todavía en

Otros. Percibimos a dicho individuo como una persona que vive en una forma efectiva,

los intereses sexuales se incrementan y se centran en los miembros del sexo opuesto; surgen

nuevos problemas como resultado directo del papel cada vez mayor del sexo. Así pues según que

la evolución anterior a la fase haya sido sana o no o que los sentimientos de inferioridad hayan

obstaculizado el inicio de la pubertad o haber regresado a etapas anteriores, provocara una

sexualidad anormal o perversa o una neurosis más o menos pronunciada. En este período, el

adolescente aumenta su vigor y energía sexual y se concentran en miembros del sexo opuesto.

Empiezan a "probarse" en su capacidad de amar y trabajar para que esto pueda desarrollarse

eficazmente. El individuo debería poseer todos los rasgos de las etapas anteriores, pero en
formamoderada.  Algunos rasgos propios de esta etapa genital podrían ser: la capacidad desociali

zación e integración, progresiva satisfacción de sí mismo tendencia a ir resolviendo los conflictos

contradictorios de su personalidad, capacidad y confianza en lo que hace. Normalmente existe en

los jóvenes un aumento del impulso sexual (Eros) e impulso agresivo (Tánatos). Para el control

de éstos, el adolescente cuenta con defensas en el ámbito personal, familiar y social. Dentro de

éstas encontramos: Religiosidad, Intelectualismo,  Autocontrol,  Alimentación, Ejercicio físico,

Actividades,  Aumento de la creatividad.

CONCLUSIÓN

Las tormentas y tensiones de las etapas oral, anal y fálica del desarrollo psicosexual son las

amalgamas a partir de la cual se moldea la mayor parte de la personalidad adulta, se forman

principalmente cuando se establecen los mecanismos básicos del yo para lidiar con los impulsos

libidinales. Si llegasen a ocurrir una fijación la neurosis Específica dependerá de la fase en la que

se dañó el desarrollo. Mientras más temprana la fijación, más serio el trastorno resultante, tales

como la esquizofrenia, la paranoia, la neurosis obsesiva y la histeria. En consecuencia parte de

nuestra personalidad se forma sobre el cimiento de las relaciones únicas que establecemos

cuando niños con diversas personas y objetos, un patrón congruente de comportamiento que

define a cada uno de nosotros. Por lo cual al menos en parte la búsqueda de sustitutos aceptables

para la sociedad como las relaciones de compromiso con una persona del sexo opuesto lo cual

acontece en la etapa genital. Las etapas del desarrollo psicosexual transcurren de manera

apropiada, con llevan a la formación plena de la personalidad. La anterior investigación se

fundamenta en el modelo psicodinámico haciendo alusión a la teoría psicoanalítica de los seres


humanos de Freud, en cuanto a las etapas del desarrollo psicosexual para el desarrollo de la

personalidad.

BIBLIOGRAFÍA

LONINGE, .. Teorías de la Personalidad, 3 . Ed., Mxico, Pearson

Educación, 2003, 50-57p. 

DIPIO, N.. Teorías de la Personalidad, 2 

. Ed., México, McGraw-Hill, 1989.48-57p.FREUD, S. The Standard Edition of the Complete

Psychological Works London,Hogarth Press, 1963 SCHULTZ, D.P., S.E. SCHULTZ.

Teorías de la Personalidad, 7 . Ed,. Mxico,

Thomson, 2002, 59-65p.

También podría gustarte